Está en la página 1de 2

Fco.

Javier León Martínez


3ª Historia y Ciencias de la Música
Teoría y Práctica de la Interpretación Musical II

ORLANDINI: LA INTERPRETACIÓN MUSICAL

El texto en cuestión aborda los términos “interpretación musical” e “intérprete musical”, así
como todo lo que conlleva y las problemáticas de los términos.
Comienza dando una definición objetiva de lo que es realmente la interpretación musical, y
de su origen, a lo que yo haría un comentario en relación con esto. Para mí, un intérprete
musical es cualquier persona capaz de hacer música, ya sea a través de una partitura, de oído,
o mediante imitación. Por ello, creo que el origen de la interpretación musical se encontraría
anterior a la Edad Media, como se dice en el texto. Las culturas antiguas, como Egipto,
Grecia y Roma, o Mesopotamia, ya eran capaces de interpretar música con los instrumentos
de la época.
Dejando esta cuestión a un lado, llegamos a la parte del texto donde el autor destaca las
distintas especialidades que podemos encontrar dentro de la interpretación musical, como son
los solistas, los músicos de orquestas o bandas, los directores musicales, los pianistas
acompañantes… Estoy de acuerdo con esto, pues cada músico, de una forma u otra, cantando,
tocando un instrumento, o dirigiendo, están haciendo música. Es importante la mención a la
ópera, que tiene un grado de exigencia bastante alto.
Pasamos ahora a la formación del intérprete. Se relata la dificultad y el esfuerzo que tiene que
llevar a cabo el intérprete para llegar a serlo, y el enorme sacrificio que conlleva. En relación
con esto, me gustaría hacer otro pequeño apunte. Las personas que hemos estudiado en el
conservatorio, sabemos el gran sacrificio que conlleva aprender a tocar un instrumento, para
poder llegar a ser un futuro músico. Las horas invertidas en el estudio, las clases, suponen
tener que privarte de otras muchas cosas como el ocio, quedadas con amigos, o el propio
estudio del instituto, que debías llevar paralelamente al del conservatorio. En mi caso, he sido
estudiante de violín en el conservatorio, y este es un instrumento que supone una gran
cantidad de horas de estudio, y sobre todo mucha constancia y paciencia.
También me ha sorprendido el apunte del autor en relación con la educación musical en
Chile, que la música se estudie desde sus inicios en la Universidad, y no en el Conservatorio.
Me ha gustado mucho el análisis que ha hecho el autor en el apartado “el arte de interpretar”,
y la afirmación de que el intérprete musical es ciertamente un creador. Nunca habrá dos
interpretaciones iguales, pues depende del intérprete y de la intención e interpretación que le
quiera dar a la obra.
Me parece muy acertado lo que ha comentado posteriormente. Un músico de la orquesta, el
concertino, o el director, cada uno en su rol, tienen la misma importancia, y tienen que saber
compenetrarse entre ellos para conseguir un mejor resultado.
Y para finalizar este punto, habla de la importancia de la estructura para poder entender e
interpretar la música, lo cual a mi me parece sumamente importante, conocer las frases que
existen comprendidas dentro de cada obra musical.
Además del esfuerzo y la dificultad que hemos comentado antes, llegamos ahora a otras dos
virtudes que un buen intérprete musical necesita, como son el talento y la perseverancia.
Para finalizar, el autor escribe un último apartado, del cual no suele hablarse mucho y es más
que frecuente, como es el miedo escénico y toda la preparación necesaria. Es fundamental
trabajar este aspecto para poder disfrutar interpretando, que es el fin principal de todo músico,
disfrutar y hacer disfrutar. Esto lleva una gran cantidad de trabajo, y como ha dicho el autor
en su obra, “uno debe lidiar con una serie de fantasmas. Los procesos físicos y biológicos
sufren, al momento de una presentación ante el público, una serie de trastornos que debemos
comprender, luchar contra ellos eventualmente y, por sobre todas las cosas, hacerlos propios
para incorporarlos al sistema”.

También podría gustarte