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La Biblia Comentada Por Los Padres de La Iglesia. Vol 6. Carta A Los Romanos
La Biblia Comentada Por Los Padres de La Iglesia. Vol 6. Carta A Los Romanos
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DIRECTOR DE LA EDICIÓN EN CASTELLANO
Ciudad Nueva
Madrid * Buenos Aires
Bogotá - Montevideo - Santiago
Título original: Romans (Ancient Ckristian Commentary on Scripture).
Publicado por InterVarsity Press, P. O. Box 1400, Downers Grove, IL 60515, USA.
© 1998 by the Institute of Classical Christian Studies (ICCS), Thomas C. Oden and Gerald Bray.
Reservados todos los derechos. La reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o
procedimiento, sin la autorización escrita de los propietarios del copyright está prohibida al amparo
de la legislación vigente.
ISBN: 84-89651-87-6
Depósito Legal: M-36892-2000
Los objetivos que contiene esta Biblia Comentada por los Padres de la Iglesia son
los siguientes: revitalizar la enseñanza cristiana mediante la exégesis clásica del cristia-
nismo, intensificar el estudio de la Biblia por aquellos fieles que deseen meditar el
texto canónico con la Iglesia primitiva, y estimular a los académicos cristianos del
mundo histórico, bíblico y teológico para que alcancen una mayor profundización en
la interpretación que de la Biblia hicieron los escritores cristianos antiguos.
El marco temporal de estos documentos comprende los siete siglos de exégesis
que van desde Clemente de Roma hasta Juan Damasceno; desde el final de la época del
Nuevo Testamento hasta el año 750 d. C., incluyendo a Beda el Venerable.
H oy en día se preguntan los lectores laicos cómo se pueden estudiar los textos sa-
grados bajo la enseñanza de las grandes inteligencias de la Iglesia antigua. Este Co-
mentario se ha preparado principalmente para aquellos lectores laicos no profesionales
de la exégesis que estudian la Biblia con regularidad y desean sinceramente tener a
mano una glosa cristiana clásica del texto sagrado. Esta colección se dirige a todo aquel
que desee reflexionar y meditar con la Iglesia primitiva sobre el sentido claro de la sa-
biduría teológica y del significado moral del texto de la Escritura Santa.
Un comentario destinado a permitir que los exégetas de la antigua Cristiandad se
expresen por sí mismos se mantendrá alejado de la tentación de centrarse en el criticis-
rao contemporáneo. Más bien estará dispuesto a proveer los recursos textuales de una
historia preclara de la exégesis, que ha permanecido masivamente inalcanzable y des-
considerada sorprendentemente durante el último siglo. Buscamos, pues, hacer más ac-
cesibles los recursos multiculturales, multilinguísticos y transgeneracionales de la pri-
mitiva tradición universal cristiana a los lectores de nuestros días.
A finales del primer milenio de nuestra era, la predicación de la Iglesia se centra-
ba primariamente en la comprensión que del texto de la Escritura Santa hacía la tradi-
ción que se apreciaba como más antigua, concentrándose mayormente en aquellos es-
critores que mejor reflejaban el pensamiento más unánime de los Padres de la Iglesia.
La predicación, al final del segundo milenio, ha trastocado esta situación. Se ha olvida-
do de tal modo de la mayoría de estos comentarios antiguos del cristianismo que ya no
es fácil encontrarlos, mucho menos en una forma conveniente y, aun cuando se logra
localizarlos, es sólo en ediciones arcaicas y traducciones poco adecuadas. La Palabra
predicada en nuestros días permanece mayoritariamente al margen de la influencia de
la inspiración patrística anterior. El mundo académico de nuestros días se ha detenido
de tal modo en los métodos históricos y literarios de la post-Ilustración, que ha deja-
do seriamente descuidada esta exigencia.
Esta colección proporciona al pastor, al exégeta, al estudiante y al lector laico los
medios oportunos para conocer lo que Atanasio o Juan Crisóstomo o los padres del
10 INTRODUCCIÓN GENERAL
desierto tenían que decir sobre un texto concreto para la predicación, el estudio y la
meditación. Hay una conciencia cada vez mayor entre los laicos católicos, protestantes
y ortodoxos de que la predicación bíblica vital y la formación espiritual están faltas de
una mayor profundización, que supere las orientaciones críticas que rigen los estudios
bíblicos en nuestros días.
Por tanto, este trabajo se dirige a un público mucho mayor que la altamente téc-
nica y especializada área académica de los estudios bíblicos y patrísticos. Su divulga-
ción no se limita al estudiante universitario centrado en el estudio de la historia de la
transmisión del texto o de quienes tengan un marcado interés en la morfología textual
o en los temas histórico-críticos. Aun reconociendo que todo ello es crucial para los
especialistas, no es el objetivo primario de esta colección.
Esta obra tiene la pretensión de ser un Talmud cristiano. El Talmud es una colee-
ción judía de argumentos y comentarios rabínicos a la Mishnah, en la que ejemplifica-
ban las normas de la Torah. El Talmud se originó aproximadamente en el mismo perí-
odo en que los escritores patrísticos hacían sus comentarios sobre los textos de la tra-
dición cristiana. Los cristianos, desde la última edad patrística hasta el período medie-
val, tenían documentos análogos al Talmud judío y al Midrash (comentarios judíos) en
la forma de la glossa ordinaria y las tradiciones de las catenae, dos formas de compilar
extractos de la exégesis patrística. En el estilo talmúdico pues, el texto sagrado de la Es-
critura cristiana se aclara e interpreta por los comentadores patrísticos.
Esta Biblia Comentada por los Padres de la Iglesia tiene venerables antecedentes
en la exégesis medieval, tanto en las tradiciones orientales como en las occidentales de
la Iglesia católica, así como en la tradición de la Reforma protestante. Ofrece a los lee-
tores modernos, por primera vez en estos últimos siglos, las más antiguas reflexiones y
comentarios cristianos sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Tratándose de un
proyecto intrínsecamente ecuménico, esta serie está diseñada para servir a un público
católico, protestante y ortodoxo, sea laico, pastoral o académico.
En los casos en que los textos griegos, latinos, siríacos, coptos, etc. no gocen aún
de una traducción a nuestros idiomas modernos, aquí se proponen traducciones nue-
vas. Si se dispone ya de buenas traducciones, se utilizarán actualizando su lenguaje, si
fuera el caso; queremos presentar traducciones recientes, con una equivalencia dinámi-
ca de algunos textos por mucho tiempo olvidados, pero que históricamente han sido
considerados como modelos representativos de interpretación bíblica.
Estas fuentes fundacionales están hallando ya su puesto en muchas bibliotecas pú-
blicas y entre la colección de libros básicos de muchos pastores y laicos. Es nuestro
deseo, y el compromiso de la editorial, mantener en catálogo toda la colección duran-
te muchos años.
T homas C. O d e n
Editor General
GUÍA PARA USAR ESTE COMENTARIO
En el plan de esta Biblia comentada se han tenido en cuenta unas determinadas ca-
racterísticas. Las siguientes líneas tratan de facilitar la lectura del presente volumen.
Los títulos
Los comentarios patrísticos a la Carta a los Romanos son numerosos. Por ello,
hemos procurado dividir las perícopas en secciones con dos o más partes y sus títulos
correspondientes. Estos títulos vienen a ser una síntesis del comentario que sigue a
12 GUÍA PARA USAR ESTE COMENTARIO
cada uno ellos. Esta característica proporciona el puente por el que los lectores mo-
dernos pueden acceder al núcleo del comentario mismo de los autores de la antigüedad
cristiana.
Las traducciones
Se proporcionan nuevas traducciones al castellano en aquellos comentarios patrísti-
eos que todavía no gozan de una publicación en nuestra lengua. Estas traducciones han
sido realizadas, desde los textos originales, por un equipo de profesores universitarios
expertos en lenguas griega, latina, siríaca, etc. En algunos casos, se ha procurado mejorar
la sintaxis de aquellas traducciones castellanas ya existentes, pero que han quedado un
tanto obsoletas; en otros, para facilitar la lectura, se ha normalizado la sintaxis y también
los signos de puntuación o se han suprimido las conjunciones superfluas, por ejemplo.
Cada comentario viene referenciado por su fuente crítica del texto original y de la
edición castellana correspondiente. Dentro de las notas a pie de página, sólo se hace re-
ferencia a aquella edición castellana más accesible. Es la que hemos preferido, en caso de
que existan varias. También hay que advertir que existen algunas traducciones castella-
ñas a las obras de los Padres de la Iglesia que no se indican aquí por ser excesivamente
anticuadas u otros motivos, como, por ejemplo, la dificultad de su consulta para los lee-
tores de nuestros días. Por ello, hemos decidido no mencionarlas en el presente trabajo.
Para las ediciones críticas de los textos originales hemos seguido las indicaciones
del Thesaurus Linguae Graecae1 y del Cetedoc2, que son actualmente los bancos de
datos digitalizados sobre textos griegos y latinos respectivamente de que disponemos.
Es sentencia común entre los estudiosos de la antigüedad cristiana que la edición más
completa de los autores de esta época es la publicada bajo la dirección de J.-P. Migne;
1 Cf. L. B erkowitz - K. Squiter, eds., Thesaurus linguae graecae: Canon o f Greek Authors and Works,
3a ed., Oxford: Oxford University Press, 1990.
2 Cf. U niversitas C atholica L ovaniensis, ed., Cetedoc Líbrary o f Christian Latín Texts, Turnhout, Bel-
gium: Brepols, 1991ss.
GUlA PARA USAR ESTE COMENTARIO 13
incluso, algunas obras patrísticas sólo pueden encontrarse actualmente en esa edición.
Pero es sabido igualmente que esa edición adolece de rigor científico, no sólo en lo re-
ferente a la crítica del texto, sino también en lo que respecta a la autoría ofrecida sobre
muchos escritos y obras presentados en esos volúmenes editados bajo la dirección del
sacerdote francés. Por ello, se podrá observar que se citan mayoritariamente otras co-
lecciones o series de fuentes, elaboradas con posterioridad a la Patrología de J.-P.
Migne, con mejores imprentas y mayor rigor científico, como son las que nosotros
hemos utilizado para la presente obra.
ABREVIATURAS Y SIGLAS
«De spiritu sancto». En Sancti Ambrosii Opera. Editado por O. Faller. Corpus Scriptorum
Ecclesiasticorum Latinorum, 79. Vindobonae: Hoelder-Pichler-Tempsky, 1955. Cetedoc
0151.
«Epistulae». En Sancti Ambrosii Opera. Editado por O. Faller y M. Zelzer. Corpus Scrip-
torum Ecclesiasticorum Latinorum, 82/1-3. Vindobonae: Hoelder-Pichler-Tempsky, 1968-
1990. Cetedoc 0160.
«Exameron». En Sancti Ambrosii Opera. Editado por C. Schenkl. Corpus Scriptorum Ec-
clesiasticorum Latinorum, 32/1. Vindobonae: Hoelder-Pichler-Tempsky, 1897. Cetedoc
0123.
A polinar de L aodicea , «Fragmenta in epistulam ad Romanos». Editado por K. Staab. Paulas-
kommentare aus der Griechischen Kirche aus Katenenhandschriften gesammelt und he-
rausgegeben. Neutestamentliche Abhandlungen 15, Münster: Aschendorffschen, 1933, pp.
57-82.
A tanasio , «De incarnatione verbi». En Sur l ’incamation du verbe. Editado por C. Kannengies-
ser. Sources Chrétiennes, 199. Paris: Cerf, 1973. TLG 2035.002.
B asilio D e C esárea, «Asceticon magnum sive Quaestiones (regulae fusius tractatae)». En Opera
Omnia. Patrologiae Cursus Completus; Series Graeca, 31. Editado por J.-P. Migne. Paris:
Migne, 1865. TLG 2040.048.
«De baptismo libri dúo». En Opera Omnia. Patrologiae Cursus Completus; Series Graeca,
31. Editado por J.-P. Migne. Paris: Migne, 1865. TLG 2040.052.
«De humilitate». En Opera Omnia. Patrologiae Cursus Completus; Series Graeca, 31. Edi-
tado por J.-P. Migne. Paris: Migne, 1865. TLG 2040.036.
«Epistulae». En Saint Basile. Lettres. 3 vols. Editado por Y. Courtonne. Paris: Les Belles
Lentes, 1957, 1961, 1966. TLG 2040.004.
«Homiliae in Hexaemeron». En Basile de Césarée: Homélies sur l'hexaémeron. Editado
por S. Giet. Sources chrétiennes, 26 bis. Paris: Cerf, 1968. TLG 2040.001.
«Homiliae super Psalmos». En Opera Omnia. Patrologiae Cursus Completus; Series Gra-
eca, 29. Editado por J.-P. Migne. Paris: Migne, 1865. TLG 2040.018.
«Regulae morales». En Opera Omnia. Patrologiae Cursus Completus; Series Graeca, 31.
Editado por J.-P. Migne. Paris: Migne, 1865. TLG 2040.051.
«Sermo asceticus 5». En Opera Omnia. Patrologiae Cursus Completus; Series Graeca, 31.
Editado por J.-P. Migne. Paris: Migne, 1865. TLG 2040.046.
B eda, «Homeliarum evangelii libri ii». En Opera. Editado por D. Hurst. Corpus Christiano-
rum. Series Latina, 122. Turnhout: Typographi Brepols Editores Pontificii, 1955. Cetedoc
1367.
C esáreo de A rlés, «Sermones ex integro a Caesario compositi vel ex aliis íontibus hausti». En
Opera. Editado por G. Morin. Corpus Christianorum. Series Latina, 103-104. Turnhout:
Typographi Brepolis Editores Pontificii, 1953. Cetedoc 1008.
C ipriano de C artago, «Ad Donatum». En Opera. Editado por M. Simonetti. Corpus Christia-
norum. Series Latina, 3/A. Turnhout: Typographi Brepolis Editores Pontificii, 1976. Cete-
doc 0038.
«Ad Fortunatum». En Opera. Editado por R. Weber. Corpus Christianorum. Series Lati-
na, 3. Turnhout: Typographi Brepolis Editores Pontificii, 1972. Cetedoc 0045.
«De bono patientiae». En Sancti Cypriani Episcopi Epistularium. Editado por C. Mores-
chini. Corpus Christianorum. Series Latina, 3/A. Turnhout: Typographi Brepols Editores
Pontificii, 1976. Cetedoc 0048.
«De Ecclesiae catholicae unitate». En Opera. Editado por M. Bévenot. Corpus Christiano-
rum. Series Latina, 3. Turnhout: Typographi Brepolis Editores Pontificii, 1972. Cetedoc
0041.
20 BIBLIOGRAFÍA
«De mortalitate». En Opera. Editado por M. Simonetti. Corpus Christianorum. Series La-
tina, 3. Turnhout: Typographi Brepolis Editores Pontificii, 1972. Cetedoc 0044.
«De zelo et livore». En Opera. Editado por M. Simonetti. Corpus Christianorum. Series
Latina, 3/A. Turnhout: Typographi Brepolis Editores Pontificii, 1976. Cetedoc 0049.
«Epistulae». En Opera Omnia. Patrologiae Cursus Completus; Series Latina, 3. Editado
por J.-P. Migne. Paris: Migne, 1865.
C irilo de A lejandría , «Ad monachos Aegipti». En Opera Omnia. Patrologiae Cursus Comple-
tus; Series Graeca, 77. Editado por J.-P. Migne. Paris: Migne, 1860.
«Fragmenta in sancti Pauli epistulam ad Romanos». En Opera Omnia. Patrologiae Cursus
Completus; Series Graeca, 74. Editado por J.-P. Migne. Paris: Migne, 1865.
C irilo de J erusalén, «Catecheses ad illuminandos». En Opera Omnia. Patrologiae Cursus
Completus; Series Graeca, 33. Editado por J.-P. Migne. Paris: Migne, 1865.
C lemente de A lejandría , «Fragmenta». En Opera Omnia. Patrologiae Cursus Completus; Se-
ríes Graeca, 9. Editado por J.-P. Migne. París: Migne, 1865. TLG 0555.008.
«Paedagogus». En Clemente de Alejandría: El Pedagogo. Editado por M. Merino y E.
Redondo. Fuentes Patrísticas, 5. Madrid: Ciudad Nueva, 1994. TLG 0555.002.
«Quis dives salvetur?». En Clemens Alexandrinus, 3, 2d. Editado por O. Stáhlin, L. Früch-
tel, U. Treu. Die griechischen christlichen Schriftsteller, 17. Berlín: Akademie-Verlag, 1970.
TLG 0555.006.
«Stromata». En Clemente de Alejandría: Stromata / / - / / / . Editado por M. Merino Rodrí-
guez. Fuentes Patrísticas, 10. Madrid: Ciudad Nueva, 1998. TLG 0555.004.
C lemente de R oma , «Epistula i ad Corinthios». En Clemente de Roma: Carta a los Corintios.
Editado por J. J. Ayán Calvo. Fuentes Patrísticas, 4. Madrid: Ciudad Nueva, 1994. TLG
1271.001.
D ídimo el C iego , «Fragmenta in epistulam ad Romanos». Editado por K. Staab, Pauluskom-
mentare aus der Griechischen Kirche aus Katenenhandschriften gesammelt und herausge-
geben. Neutestamentliche Abhandlungen 15, Münster: Aschendorffschen, 1933, pp. 1-6.
D iodoro , «Fragmenta in epistulam ad Romanos». Editado por K. Staab, Pauluskommentare aus
der Griechischen Kirche aus Katenenhandschriften gesammelt und herausgegeben. Neutes-
tamentliche Abhandlungen 15, Münster: Aschendorffschen, 1933, pp. 83-112.
E cumenio , «Fragmenta in epistulam ad Romanos». Editado por K. Staab, Pauluskommentare
aus der Griechischen Kirche aus Katenenhandschriften gesammelt und herausgegeben.
Neutestamentliche Abhandlungen 15, Münster: Aschendorffschen, 1933, pp. 423-469.
E usebio de C esárea, «Demonstrado evangélica». En Eusebius Werke, 6. Editado por I. A. Hei-
kel. Die griechischen christlichen Schriftsteller, 23. Leipzig: Hinrichs, 1913. TLG 2018.005.
E usebio de E mesa, «Fragmenta in epistulam ad Romanos». Editado por K. Staab, Paulus-
kommentare aus der Griechischen Kirche aus Katenenhandschriften gesammelt und
herausgegeben. Neutestamentliche Abhandlungen 15, Münster: Aschendorffschen, 1933,
pp. 46-52.
F iloxeno de M abbug , «Memra. Sobre la inhabitación del Espíritu Santo». Editado por A. Tan-
ghe, Le Muséon 73 (1960) 39-71.
G enadio de C onstantinopla , «Fragmenta in epistulam ad Romanos». Editado por K. Staab,
Pauluskommentare aus der Griechischen Kirche aus Katenenhandschriften gesammelt und
herausgegeben. Neutestamentliche Abhandlungen 15, Münster: Aschendorffschen, 1933,
pp. 352-422.
G regorio de N isa, «De instituto Christiano». En Gregorii Nysseni Opera, 8.1. Editado por W.
Jaeger. Leiden: Brill, 1963. TLG 2017.024.
«De perfectione christíana ad Olympium Monachum». En Gregorii Nysseni Opera, 8.1.
Editado por W. Jaeger. Leiden: Brill, 1963. TLG 2017.024.
BIBLIOGRAFÍA 21
Para ayudar al lector de nuestros días a recorrer la Carta a los Romanos bajo la
óptica de los antiguos escritores cristianos, examinaremos cuatro cuestiones previas:
- ¿Quién escribió la Carta a los Romanos?
- ¿Por qué es importante la Carta a los Romanos?
- ¿Cómo se han seleccionado los comentarios de este volumen?
- ¿Cómo se presentan las referencias para que el lector pueda localizar fácilmen-
te el texto original y examinar su contexto?
Hasta el siglo IV, pocas veces aparece el nombre de Pedro en los comentarios o
notas sobre la Carta que han llegado hasta nosotros. Fue principalmente después de la
fundación de Constantinopla (330 d. C.), cuando los escritores romanos empezaron a
elaborar los orígenes petrinos de su Iglesia, quizá en un intento de asegurar que la pri-
macía de Roma fuese reconocida por las demás iglesias, incluso después de que la ciu-
dad hubiera dejado de ser la única capital imperial. De los comentarios que han so-
brevivido, se deduce con claridad que este asunto causó alguna consternación. Porque
si Pedro había establecido la Iglesia en Roma, ¿por qué estaba tan dividida entre los
creyentes judíos y gentiles? ¿Por qué los romanos tuvieron necesidad de una enseñan-
za cristiana básica realizada por Pablo, cuando tenían al apóstol mayor, Pedro, de obis-
po? En cualquier caso, la Carta de Pablo es la primera evidencia que tenemos sobre la
comunidad cristiana en la capital del Imperio Romano. N o hay ninguna confirmación
en la Carta a los Romanos de que Pedro precediera a Pablo en Roma.
En esta Carta, Pablo desarrolla su parecer sobre la relación entre judíos y cristianos
dentro de la historia de la Alianza. La Carta es, por esto también, importante respecto a
lo que nos dice sobre la situación tanto de judíos como de gentiles en la Iglesia. El tema
principal se puede trazar de la siguiente manera: Jesucristo había venido como Salvador
de la humanidad, pero vino primero a los judíos. Su vida, ministerio y muerte tuvieron
lugar dentro de un contexto esencialmente judaico. Los Apóstoles y sus primerísimos se-
guidores también eran judíos, y creían que las promesas de la Antigua Alianza se habían
cumplido en Cristo para el bien del pueblo de la Alianza. Pero también Pablo y los
demás Apóstoles se sintieron llamados a predicar la Buena Nueva a los gentiles. Éstos no
se convirtieron al judaismo y no vieron necesidad alguna de someterse al sistema legal y
ceremonial que los mismos Apóstoles habían admitido como algo perfeccionado por la
venida de Cristo. ¿Cómo se podía integrar a los gentiles en la comunión de los cristianos
judíos, cuando estos mismos habían compartido las creencias del ministerio judío, vi-
viendo en un ambiente pagano hostil? Por cierto, tampoco los gentiles podían seguir
viviendo como antes, al afirmar que ahora adoraban al único y verdadero Dios.
Por parte de los gentiles, sin embargo, las voces judías parecían arrogantes e irra-
cionales: estaban orgullosos de sus antepasados. Algunos pretendían ser mejores que
los neoconversos, muchos de los cuales conocerían poco o nada del trasfondo vete-
rotestamentario del Evangelio. ¿Se sentirían los gentiles en la Iglesa, como en su pro-
pia casa, si la descendencia física de Abrahán fuese una ventaja significativa, sin tener
en cuenta el estado espiritual de los que lo afirmaban? ¿No era más importante creer
lo que creyó Abrahán, que defender la descendencia física del Patriarca?
Era esta la situación que le preocupaba al apóstol Pablo. Se refiere a ella cuando
afirma que ambas posturas tenían una parte de verdad y también una parte de error, e
igualmente al subrayar que había una base común que les podía unir en una única Igle-
sia. Los judíos tenían razón al poner cierto énfasis en su descendencia y en sus tradi-
ciones, porque estas cosas apuntaban hacia la venida de Cristo. Bien entendidas y apli-
cadas, esas tradiciones daban a los judíos una gran ventaja para vivir cristianamente.
Pero los gentiles también tenían razón al insistir que no significaba nada el hecho de
que algunos apelaran a su descendencia de Abrahán, si no creían también lo que creyó
Abrahán, y si no se relacionaban con Dios de la misma manera que el Patriarca hizo,
es decir, mediante la fe.
INTRODUCCIÓN A ROMANOS 27
La fe, dice Pablo, es el principio teológico clave que une a los judíos con los gen-
tiles, porque es mediante la fe como somos justificados, o hechos justos ante Dios. La
Carta a los Romanos es importante porque le dio a Pablo la oportunidad de exponer
los principios fundamentales del cristianismo. La justificación por la fe, no por los an-
tepasados ni por las obras de la ley mosaica, es el punto de arranque para todo el ar-
gumento paulino. Una vez entendido correctamente, las barreras entre los judíos y los
gentiles se derrumbarán, porque la fe es algo que afecta al corazón y no tanto a la san-
gre. Todo el que tenga fe en Jesús, como Señor y Salvador, es acogido en la comunidad
cristiana, sea cual fuere su pasado. Naturalmente, la gente que tiene esta fe y además
conoce bien la Biblia (como sucedía a muchos judíos), gozará de un don maravilloso y
les hará mucho bien. Pero también es posible conocer las Escrituras por completo y no
creer en ellas; en este caso, el conocimiento que la gente tiene no sólo es inútil, sino
que puede incluso acarrear un cierto peligro, en cuanto que les aparta de Cristo en vez
de conducirles hacia El.
Muy unida a la cuestión de la justificación hay otra, que le preocupa a Pablo en
los últimos capítulos1 de la Carta. Se refiere al gran tema de la elección y/o la predes-
tinación. Israel era el pueblo elegido de Dios, llamado de entre las naciones y ratifica-
do mediante un privilegio y responsabilidad especiales para ser los guardianes de la re-
velación divina. La venida de Cristo, que implicaba la apertura de la salvación a los
gentiles, trastornó esta creencia tradicional judía. ¿Había dejado Israel de ser pueblo
elegido a los ojos de Dios? ¿Se habían rescindido las promesas hechas a los judíos en
el Antiguo Testamento? ¿Fueron elegidos por Dios los gentiles, o podrían decidir por
su cuenta el seguir a Cristo o no?
Pablo se enfrentó con estos temas sin complejo alguno. En primer lugar dijo que
no se podían alterar las promesas y los planes de Dios. Por eso, los judíos todavía eran
el pueblo elegido por Dios. Sin embargo, la señal de su elección no era la circuncisión
ni ningún otro rito o señal externos. Era la fe; la misma fe que había tenido Abrahán.
Los judíos que participaban en esta fe compartían también la elección de Abrahán,
pero otros no. Los gentiles que participaban en la fe de Abrahán se incorporaban al
número de los elegidos, pero el resto, no. La única diferencia era que al final de los
tiempos, tras haberse convocado todo el número de los gentiles elegidos, Dios tendría
compasión de los judíos, y «todo Israel» sería salvo. El sentido preciso de todo esto
sigue hoy día siendo debatido. Algunos estudiosos piensan que aquí se incluye tanto a
los gentiles como a los judíos. Otros piensan que se refiere a todos los judíos, sean ere-
yentes, al menos en su conciencia, o no lo sean. Incluso hay quienes piensan que se re-
fiere a los judíos que son elegidos, pero que todavía no han hecho la profesión de fe en
Cristo; cuando crean, serán añadidos a la asamblea de los creyentes, judíos y gentiles,
y así «todo Israel» será salvado. Cualquiera que fuese la interpretación acertada, es
claro que Dios no ha abandonado al pueblo judío, sino que todavía tiene un motivo
para ellos, que será revelado cuando llegue el momento oportuno.
1 Hablamos de divisiones por capítulos y de divisiones por versículos por conveniencia, pero éstas no
estaban en el texto original. La división en capítulos se hizo alrededor del 1200, y la división en versículos
más tarde.
28 INTRODUCCIÓN A ROMANOS
taba dispuesto a otorgarles un determinado respeto. Pedía que los gentiles mostraran
consideración en cuanto a las sensibilidades de los que habían sido elegidos incluso
antes de la venida de Cristo y les advertía que no fueran presuntuosos; porque si los
judíos -a quienes fueron dadas las promesas- eran expulsados fuera, con cuánta más
facilidad podría ocurrirles lo mismo a los que no habían sido elegidos.
Al hacer una traducción moderna de las referencias de Pablo y de los primeros
exégetas cristianos respecto a los judíos, hemos procurado evitar la implicación erró-
nea según la cual los matices racistas anti-semitas modernos serían como una premisa
o insinuación en los primeros textos cristianos. Cuando se usa el término «los judíos»,
como hace reiteradamente Pablo en su Carta a los cristianos de Roma, muchos de los
cuales eran judíos, no se refería a todos los judíos de todos los tiempos, sino que se re-
feria, bien a los cristianos judaizantes, quienes pretendían que los gentiles cristianos
volviesen a las prácticas judías, bien a la soberbia de los judíos respecto a la Ley, que
no les permitía abrirse al don del perdón en Cristo, bien a aquellos jefes religiosos ju-
dios, que estaban totalmente en contra de la verdad del cristianismo. Estas eran temá-
ticas y controversias religiosas, no racistas. Para evitar estas implicaciones equivocadas,
hemos traducido a veces las referencias a los judíos bien como al pueblo de la Alianza,
bien como al pueblo de Israel, bien como a los hijos de Abrahán2.
Igualmente, donde existen referencias a la humanidad, al género humano o a la
raza humana, a veces se han traducido simplemente con la palabra «hombre»; pero
hemos procurado evitar razonablemente cualquier implicación sexista, para que pudie-
ra ser aceptado por todos los lectores, aunque esto no ha sido siempre posible ni reco-
mendable. Nuestro compromiso es no distorsionar el texto por evitar dicha implica-
ción.
En la Carta se trata un variado número de temas teológicos; sobre todo la cues-
tión escatológica, es decir, la esperanza de la plenitud futura en Cristo. Esta idea pene-
tra toda la Carta, y el apóstol Pablo menciona dicha cuestión reiteradamente, para que
los cristianos perseveren en la fe y en el comportamiento responsable en el presente.
Actualmente se dice a veces que esta esperanza de una segunda venida inminente de
Cristo fue desapareciendo de modo paulatino hacia el final de la época neotestamenta-
ria, pero la evidencia de los escritos patrísticos no apoya dicha afirmación. Esas obras
entendían las persecuciones que tuvieron que padecer y la rápida difusión del Evange-
lio por todo el mundo romano, como señales de que las profecías relativas al final se
iban a cumplir. Si acaso, ya que el éschaton se acercaba cada día más, la necesidad de
una constante vigilancia era aún mayor en la época patrística que al principio.
Muy vinculado a esta idea estaba el problema de la relación entre la Iglesia primi-
tiva y el Estado civil, de la que Pablo trata brevemente en Romanos 13. El Apóstol sos-
tiene que las autoridades civiles eran designadas por Dios y que los cristianos debían
obedecerlas en todo lo que fuera justo. Al afirmar esto, abría un nuevo aspecto para la
especulación teológica. En el Israel veterotestamentario, no había ninguna separación
real entre lo espiritual y lo temporal, aunque sí una distinción clara de funciones entre
el sacerdote y el rey. Los jefes paganos eran designados por Dios para cumplir las pro
2 En esta edición castellana hemos preferido no alterar los textos patrísticos. (Nota del coordinador).
30 INTRODUCCIÓN A ROMANOS
fecías, como en los casos del Faraón, de Nabucodonosor y de Ciro; pero fuera del con-
sejo de Jeremías a los exiliados (Jr 29), hay escaso conocimiento de cómo vivir de con-
tinuo bajo un gobierno secular que fuera hostil a lo religioso. Desde el punto de vista
de la historia de Israel, la doctrina de Pablo es extraordinaria, y pronto será probada al
máximo. Es asombroso notar cómo los Padres apoyaban unánimamente la postura del
Apóstol, incluso bajo la provocación más extrema de las autoridades romanas. Llega-
ron a creer que la persecución era una bendición enviada por Dios; de ahí que incluso
se llenaran de gratitud para con los jefes que perseguían a los cristianos, y no se les
maldijera.
Otros temas, tratados abundantemente en Romanos, conciernen a la santidad per-
sonal, que se acentúa en casi todas las Cartas paulinas. Este era un punto central para
los judíos, quienes se habían acostumbrado a vivir individualmente lo mismo que un
pagano, si bien tenían que aprender que la auténtica santidad era cosa de convicción
interna, y no de ostentación externa. Los gentiles tenían que aprender lo que significa-
ba ser santo, y en no pocas ocasiones era mucho más difícil para ellos cortar con sus
vecinos y parientes paganos. Pero, puesto que la vocación a la santidad era la prepara-
ción esencial para el éschaton venidero y la herencia de la vida eterna, no se podía sos-
layar. Esta esperanza impregna toda la Carta de Pablo a los Romanos, y los Padres
siempre se hacen eco de ella.
Finalmente, si la fe produce esperanza para el futuro, la esperanza se debe traba-
jar en la vida cristiana, en la que ha de prevalecer el amor. La fe, la esperanza y el amor
son tan fundamentales en Romanos como en 1 Corintios (cf. ICo 13, 12). Pablo con-
cluye su discusión sobre el comportamiento cristiano con esa nota: el amor al prójimo
es el verdadero cumplimiento de la Ley, y esto sigue siendo una obligación para todos
los cristianos, de igual manera que lo había sido para los judíos. La persona pertrecha-
da de fe, esperanza y amor no tiene por qué temer los acontecimientos, pues verdade-
ramente esa persona heredará el Reino de Dios y reinará con Cristo para siempre.
antes de que fuera usual la redacción de comentarios propiamente dichos. Estas alu-
siones deben ser utilizadas con cierta cautela, dado que en cada caso, poco más o
menos, el escritor trataba sobre otro punto y sólo utilizaba Romanos para reforzar su
argumento. Para los objetivos de esta colección, se ha hecho un esfuerzo por asegurar
que tales referencias de hecho tuvieran un vínculo auténtico con la carta paulina; pero
aun así, conviene tener una cierta prudencia o discreción a la hora de abordar este
tema.
Tenemos un gran número de comentarios sobre la Carta, muchos de los cuales
han sobrevivido más o menos intactos. El primero y en cierto sentido el mayor de ellos
se encuentra en la obra gigantesca de Orígenes (c. 185-c. 254), quien escribió no menos
de quince libros sobre esta sola Carta. Incluso, durante los tiempos antiguos, esto les
parecía a muchos como un poco excesivo, y alrededor del 400, un teólogo romano lia-
mado Rufino tradujo la obra origeniana al latín, condensándola en tan sólo diez volú-
menes, y adaptándola a las necesidades de los lectores latinoparlantes. El texto nos ha
llegado en esta traducción latina, si bien hay bastantes fragmentos en griego, que so-
breviven para facilitarnos la comprobación de que Rufino, en la mayoría de los casos,
no distorsionó sustancialmente el contenido de la obra excepcional de Orígenes.
Orígenes sentía cierta inclinación por dos aspectos que a los lectores de nuestros
días les pueden resultar difíciles: la digresión y la alegoría. A menudo, Orígenes inte-
rrumpe el hilo argumental de su comentario para explicar (extensamente) temas como
la naturaleza del sacerdocio y del sacrificio veterotestamentarios. Esto se explica por-
que la mayoría de sus primeros oyentes conocía poco o nada del judaismo clásico;
pero estas digresiones ciertamente nos llevan muy lejos de la Carta a los Romanos.
Para nuestro objetivo ha sido necesario dejar muchas de estas explicaciones al margen,
aunque hemos incluido de manera resumida algunos ejemplos para que se pueda sabo-
rear algo del texto original.
La alegoría es más abundantemente citada, y es para que los lectores se familiari-
cen con el estilo origeniano. En teoría, Orígenes no habla alegóricamente en aquellas
partes de la Escritura cuyo sentido literal es claro y aceptable a la conciencia3. La Carta
a los Romanos, al parecer, es incluida en esta última categoría casi por entero; por ello
en su comentario se encuentra relativamente poca alegoría, por lo menos en compara-
ción con lo que Orígenes escribió en sus comentarios sobre algunas partes del Antiguo
Testamento. Sin embargo, hay momentos en los que la influencia del platonismo es tan
fuerte que Orígenes sucumbe frente a ella, y la encontramos, por ejemplo, cuando cae
en interpretaciones alegóricas basadas en la distinción platónica cuerpo-alma-espíritu.
Asimismo, encontramos frecuentes referencias a la ley natural, como opuesta a la Ley
mosaica, porque Orígenes prefería el carácter universal de aquella. Así, al interpretar
determinados pasajes como el del «pecado frente a la ley», en referencia a la ley natu-
ral y no a la judía, el maestro alejandrino podía extender la culpabilidad del pecado a
los gentiles, y asumir un escenario en el que el mensaje salvífico del Evangelio podía
hablar tanto a judíos como a gentiles.
3 Orígenes buscaba tan solo una interpretación espiritual de aquellos pasajes de la Escritura que pre-
sentaban a Dios en términos antropomórficos.
32 INTRODUCCIÓN A ROMANOS
bala (fl. 400?). Con la excepción de Dídimo, todos ellos representan a la exégesis bíbli-
ca de la escuela antioquena, que concentraba sus esfuerzos en la interpretación literal
de los textos y que está llena de detalles históricos, de crítica textual, etc. La naturale-
za fragmentaria de lo que ha llegado hasta nosotros significa que es imposible hacer
justicia a todos ellos, pero la selección presentada aquí dará por lo menos alguna idea
de cómo estos comentaristas fueron haciendo su tarea. Dídimo fue una excepción en el
sentido de que este autor escribió desde Alejandría, que era la gran rival de Antioquia,
y donde era más favorecida una interpretación alegórica de la Escritura. N o obstante,
Dídimo mismo se resistía mucho a esta tendencia, y el estilo de su comentario no se di-
ferencia llamativamente del de sus contemporáneos antioquenos.
La siguiente obra extensa que apareció en griego fue la serie de sermones de Juan
Crisóstomo (347-407), el famoso predicador que llegó a ser Patriarca de Constantino-
pía, pero que fue desterrado por la corte debido a su energía en criticar la corrupción.
El Crisóstomo nos ha dejado treinta y dos homilías que forman una exposición de Ro-
manos versículo por versículo. Cada homilía concluye con un amplio apartado sobre
la aplicación práctica, muchos de los cuales han tenido que ser omitidos en la presente
edición. Como era de esperar en estas homilías, el estilo del Crisóstomo está mucho
más cargado de retórica que el del resto de los autores. Al mismo tiempo, era un buen
historiador y crítico, y sus conclusiones sobre la autoría y la datación de Romanos son
las que la mayoría de los comentaristas aún proponen hoy día. Para una colección
como la presente, que aspira a llegar a los pastores y a los cristianos corrientes más que
a los estudiosos profesionales de la exégesis, el Crisóstomo es muchas veces el co-
mentarista más familiar de todos.
Más o menos al mismo tiempo que el Crisóstomo o un poco después llegó Teo-
doro de Mopsuestia (350-428), otro antioqueno cuyas obras sobreviven sólo en frag-
mentos. Teodoro era de verdad un gran comentarista, y si su obra hubiera sobrevivido
en su totalidad, estaría a la altura del Ambrosiaster, o incluso más arriba. Su conocí-
miento respecto del lenguaje y del significado paulinos era profundo, y su sentido crí-
tico agudo. Sus juicios eran casi siempre oportunos, y tenemos la suerte de que mu-
chos de sus comentarios han llegado hasta nosotros en las catenae4, si bien el texto en-
tero ha desaparecido.
En el mundo latinoparlante, los años alrededor del 400 vieron una súbita expío-
sión de interés en redactar comentarios. Ya hemos mencionado la traducción de Rufi-
no a la obra de Orígenes, pero a ello hay que añadir la obra de un comentarista anóni-
mo, que podría haber sido Constancio de Aquileya (fl. 405?). Esto es sólo una conje־
tura, pero para evitar ambigüedades con la palabra «anónimo» y para indicar que ha-
blamos del mismo texto, hemos preferido utilizar el nombre «(Pseudo)-Constancio»,
así se indican las selecciones de este comentario. Por lo general, es breve y preciso, lo
cual facilita la extracción de datos.
Semejante a esta obra y obviamente dependiente de ella es el comentario escrito
por el gran hereje Pelagio (c. 354-c. 420), que ha sobrevivido porque durante siglos se
ha pensado que era una obra de Jerónimo. Esto es importante porque permite que Pe-
lagio hable por sí mismo sobre temas que le conducirían a una polémica contra Agus-
tín, y paulatinamente le llevaría a su separación de la Iglesia. Lo que encontramos en
estos comentarios es a un hombre de puntos de vista moderados, e incluso normales,
si bien se ha de recordar que el texto, tal como lo tenemos hoy en día, ha sido retoca-
do en el siglo VI, tanto por Primasio como por Casiodoro. El texto original de Pela-
gio era en ciertos pasajes presumible y explícitamente herético, pero lo que conserva-
mos de él constituye la excepción, aun cuando todavía es posible detectar puntos de
desacuerdo con Agustín5. Desgraciadamente tampoco poseemos una traducción caste-
llana de este comentario.
Desde cualquier punto de vista, Agustín de Hipona (354-430) es el más grande de
los Padres latinos, y su lectura de Romanos fue particularmente original. Él es el más
austero de los Padres en aceptar del todo las implicaciones de la doctrina del apóstol
Pablo sobre las cuestiones discutidas referentes a la elección y la predestinación, y esto
llegaría a convertirse en el punto de referencia de sus escritos posteriores. En particu-
lar, este asunto le llevó al conflicto contra Pelagio. Pero resulta decepcionante tener
que decir que, aunque empezó a escribir un comentario sobre Romanos, no pasó de la
introducción. La exposición más sistemática de la Carta que salió de la pluma de Agus-
tín la constituyen una serie de proposiciones que tratan sobre los puntos nucleares de
la Carta en forma muy breve. Estas proposiciones son interesantes, porque fueron es-
critas durante la primera etapa de su trayectoria, cuando los puntos de vista agustinia-
nos todavía no eran del todo diferentes de los de Pelagio.
Pero, por supuesto, la ausencia de un comentario tardío y más maduro no hace
más que aumentar la frustración. Lo que sí tenemos son extractos de otras obras; en
efecto, conservamos un número de cartas en las que Agustín trata sobre ciertos versí-
culos de Romanos, aunque sin abordar al argumento de la Carta en su conjunto. En
esta edición hemos citado de modo un tanto extenso las proposiciones agustinianas,
pero damos también unas muestras amplias de sus otros escritos, para hacer justicia al
desarrollo de su pensamiento. Sin embargo, el lector seguramente se sentirá en cierto
modo decepcionado, en el sentido de que lo que pudiera haber sido el comentario más
interesante de todos, nunca fue escrito.
Después de Agustín existieron otros comentarios en griego, de los que el más no-
table fue escrito por Teodoreto de Ciro (393-466). Este comentario es casi el único de
entre los exégetas antioquenos, y del que desafortunadamente no hay ninguna traduc-
ción castellana disponible. Teodoreto dependía de Teodoro de Mopsuestia, y por él
podemos vislumbrar la grandeza de la tradición antioquena. Este autor evita la alego-
ría, se concentra en detalles históricos y gramaticales, y se mantiene próximo a la in-
tención primordial del Apóstol. Sus comentarios suelen ser útiles y retienen su frescu-
ra aun después del paso del tiempo. Por ello, hemos optado por ofrecer una selección
5 El Corpus de Pelagio es muy controvertido. Hasta 1934 todo lo que teníamos era un texto corrompí-
do de su comentario paulino y fragmentos citados por Agustín. R. F. Evans arguye que el comentario pau-
lino fue obra original de Pelagio. Ya que el Corpus pelagiano ha sufrido distintas corrupciones por una larga
historia de escritores, el lector hará bien en no equiparar sin más el Pelagio del siglo IV con los estereotipos
de los esquemas tardíos sobre la gran herejía del pelagianismo. Cf. A. H amman, S u p p lem en tu m a Migne PL
1, 1959, cois. 1101-1570.
INTRODUCCIÓN A ROMANOS 35
medianamente extensa de su obra, de forma que tanto él como la tradición que repre-
senta se hagan más familiares a los lectores de nuestros días.
Después de la época de Teodoreto, existe un comentario fragmentado en griego de
Genadio de Constantinopla (t 471) y las homilías, muy incompletas, en latín de Lucu-
lencio (siglos V-VI), que nos conducen cerca del término del período patrístico. Nin-
guno de éstos son especialmente significativos, pero a ambos se los cita de cuando en
cuando para dar a los lectores alguna idea de cómo fue comentada la Carta a los Ro-
manos en los comienzos de la Edad Media.
Además de los comentarios referidos, hay una gran gama de otras obras patrísti-
cas en las que son mencionados y comentados ciertos pasajes o versículos de Romanos.
Al hacer una selección de entre ellas para este volumen, hemos seguido dos criterios.
El primero de ellos consiste en la preeminencia y la representatividad del escritor o de
la fuente que se utiliza. Pensamos que tiene poca importancia citar autores o escritos
oscuros sólo para demostrar el conocimiento de su existencia. Pero dado que esta es la
única manera de acceder a las fuentes sirias y coptas, hemos adoptado en estos casos la
excepción que confirma la regla. Por otra parte, hemos preferido depender de los es-
critores principales, cuyas obras han entrado en la tradición espiritual de la Iglesia, y
quienes por ello mismo pueden ser considerados como más representativos del pensa-
miento patrístico en su conjunto.
¿Cómo se presentan las referencias para que el lector pueda localizar fácil-
mente el texto original y examinar su contexto?
Tener acceso a los escritos que fueron redactados hace siglos en las lenguas anti-
guas nunca ha sido fácil, y las traducciones al castellano no siempre nos han servido de
ayuda. Un número considerable de esas traducciones se han realizado hace más de cin-
cuenta años: eran tiempos de una gran exuberancia de estudios patrísticos, pero el es-
tilo de esas traducciones es con frecuencia obsoleto. Los lectores modernos no gustan
de frases largas, llenas de oraciones subordinadas y palabras polisilábicas, cuyo signifi-
cado sólo es diáfano para quienes poseen una educación clásica. Se da también la cir-
cunstancia de que los Padres escribieron para ser leídos en voz alta, y no en silencio.
Su estilo es mucho más retórico que el nuestro. Algunas veces es atractivo, pero en
otras ocasiones al lector de hoy día le resulta un tanto elevado y pesado. También
puede llegar a ser innecesariamente reiterativo e incluso incoherente en ciertos pasajes,
como sucede frecuentemente con el lenguaje hablado.
En esta edición hemos procurado pulir estas deficiencias. Se ha preferido el estilo
contemporáneo, lo cual ha supuesto en algunas ocasiones condensar las palabras mis-
mas del texto original. Puesto que presentamos extractos, y no textos enteros, ha sido
necesario a veces complementar el material-puente que no está explícitamente en el
texto original, aunque sí implícito o bien está contenido en el contexto de forma explí-
cita. Más que citar una página entera para retener únicamente una frase en particular,
hemos preferido a veces condensar tales párrafos en dos o tres frases, usando elipses
para no desviamos del meollo de lo que está diciendo el Padre en cuestión. Se han con-
sultado y usado las traducciones castellanas existentes hasta un cierto punto, pero en al-
gunos casos las hemos alterado mínimamente para adecuarlas al estilo y a las exigencias
36 INTRODUCCIÓN A ROMANOS
de la presente edición, de manera que en la mayoría de las ocasiones las palabras se han
dejado tal cual. En concreto, hemos intentado establecer cierta trabazón en el empleo
de términos teológicos, y cada vez que ha sido posible hemos optado por las variantes
que la teología actual suele emplear. Todo esto puede causar una cierta sorpresa al es-
tudioso profesional, pero se ha de recordar que el fin de este comentario es permitir
que los Padres hablen a la generación actual, y no dar a la gente la impresión de que
sería necesario haber estudiado antes el griego o el latín clásicos para entenderlos.
Cuando los textos se toman de comentarios completos, organizados versículo a
versículo -como los de Orígenes, Teodoreto y el Ambrosiaster-, las referencias se
ofrecen de forma abreviada. En muchos casos, estos comentarios no se encuentran tra-
ducidos, por lo cual hemos realizado la traducción de aquella parte de la obra que re-
sulta relevante para esta edición. Se presupone que el que quiera consultar el original
sólo tiene que buscar el capítulo correspondiente y el versículo del comentario en
cuestión. Por eso, donde no aparece referencia numérica alguna, el lector puede ir di-
rectamente al comentario correspondiente y consultar el texto concreto de la Escritu-
ra del que se trate6. Esta referencia se aplica sólo a los comentarios completos que han
llegado hasta nuestros días. Además de estos comentarios, sin embargo, se ofrecen las
fuentes de las obras utilizadas, tanto de los textos originales como de las traducciones
castellanas ya editadas. Respecto a estas últimas no hemos tenido en cuenta las que no
pueden ser consultadas con facilidad para el público en general o que son demasiado
antiguas.
Cada texto es referenciado primero por el nombre del autor, seguido del título de
la obra y en algunos casos con la indicación del libro, capítulo y apartado (y el sub-
apartado donde fuere necesario); también aparece la nota a pie de página correspon-
diente con una cita abreviada (normalmente de la colección donde puede consultarse el
escrito patrístico, junto con el número del volumen y el de la página), por lo general en
su fuente original, y en algunos casos en la traducción. Para interés de los que utilizan
el ordenador, se indica también en la bibliografía general la referencia de las obras di-
gitalizadas en las bases de datos, tanto del Thesaurus Linguae Graecae, para los auto-
res griegos, como del Cetedoc, para los autores latinos.
Después de cada perícopa del texto de la Carta a los Romanos aparece una breve
presentación que da al lector una idea de los temas que se ofrecen a continuación.
Donde existen notables diferencias de opinión entre los Padres, o donde uno de ellos ha
presentado un argumento particularmente significativo, se destaca oportunamente para
que los lectores adviertan la importancia del comentario correspondiente. La función de
la presentación en las perícopas es ofrecer una breve valoración de todos los comenta-
rios que siguen y mostrar que hay un razonable hilo argumental entre los pasajes to-
mados de diversas fuentes y generaciones. Estamos de acuerdo, lógicamente, en que
estas presentaciones se puedan enunciar de diversas maneras, usando otros criterios.
Donde hay un comentario que no lleva ningún título, se le aplica a éste el anterior.
En algunos casos hay varios comentarios agrupados bajo un único título. También,
6 Es decir, se puede acudir al lugar del capítulo y versículo del comentario patrístico realizado verso
por verso.
INTRODUCCIÓN A ROMANOS 37
cuando el texto es demasiado breve o muy obvio, no le precede ningún título. Los tí-
tulos han sido seleccionados7 para identificar las palabras-clave del texto comentado, o
una metáfora en el comentario, o bien alguna idea nuclear del mismo.
Sólo queda por decir que la finalidad principal de este volumen es edificar la co-
munión de los santos, para que los cristianos de hoy día se animen a examinar y ade-
cuar lo que los escritores de un tiempo clásico -muchos de los cuales han sido canoni-
zados por la tradición de la Iglesia, y cuya lectura todavía hoy vale la pena- tenían que
decir sobre una de las grandes Cartas que se han escrito: la Carta del apóstol Pablo a
los Romanos. Que Dios, con su gracia, abra los corazones y las mentes de cuantos lean
estos textos, y que nosotros, junto con ellos, lleguemos a esa paz y a ese gozo perfec-
tos que es la herencia de los santos en la luz.
G erald B ray
Fiesta de san Agustín de Hipona
mo se atrevió a señalar que, de acuerdo de la salvación y la paz, por las que Dios
con la Revelación, los creyentes llegaron da a todos el restablecimiento de una
a conocer la Humanidad de Cristo antes vida intachable.
de que entendieran su divinidad. Roma-
nos 1, 4 llamó poderosamente la aten- 1, 1 Siervo de Jesucristo
ción de los Padres, porque parecía dar a
entender que Jesús de Nazaret era sim- L lamado a ser A póstol . La primera
plemente un hombre que fue nombrado cuestión que se nos plantea se refiere al
Hijo de Dios después de la resurrección. nombre mismo de Pablo. ¿Por qué el
Todos ellos se esfuerzan lo indecible por que en los Hechos de los Apóstoles es lia-
recalcar que esto no era lo que Pablo mado Saulo1, ahora es llamado Pablo?
quería decir. De particular interés a este En las Sagradas Escrituras encontramos
respecto es el extenso pasaje de Oríge- que los nombres de algunos antiguos
nes, que indudablemente fue retocado fueron cambiados. Abram fue llamado
por Rufino. En la parte del auténtico Abrahán2, Saray Sara3 y Jacob Israel4.
Orígenes nos encontramos con que el También en los evangelios a Simón se le
gran conocedor de la Biblia no tiene re- llama Pedro5 y a los hijos del Zebedeo
paro en admitir que a José podría lia- «hijos del trueno»6. Ahora bien, leemos
mársele padre de Jesús en un sentido ale- que en estos casos eso ha sucedido por
górico. Este uso de la alegoría de ningu- precepto divino, sin embargo, en lo que
na manera estaría de acuerdo con el sen- se refiere a Pablo no encontramos nada
tir de un comentarista moderno, porque parecido. Por esta razón, algunos han
para los modernos no es la paternidad de pensado que el Apóstol hizo suyo el
José sino la doctrina del nacimiento vir- nombre del procónsul Pablo, que en
ginal de Cristo la que causa problemas y Chipre había abrazado la fe de Cristo7.
podría ser considerada como una lectura Así, de la misma forma que los reyes
alegórica de aquellos textos del Antiguo suelen tomar, por ejemplo, el nombre de
Testamento que se citan como profecías partos si han vencido a los Partos, o el
que anuncian su venida. de godos si han vencido a los Godos, así
Pablo recibió su misión por la gracia también el Apóstol recibiría el nombre
de Dios, no porque hubiera hecho nada de Pablo, una vez convertido éste.
especial para merecerla. Además, la pala- N o creemos que haya que descartar
bra Apóstol tenía más de un significado, completamente esta opinión. Sin embar־
y no siempre estaba restringida a un es- go, dado que en las Sagradas Escrituras
pecial cometido, como se ve en Rm. 1, 5. no encontramos ese modo de proceder,
Desde el momento en que el don de buscaremos más bien la solución en los
Dios se nos ha dado a todos, los creyen- casos que se nos presentan como ejem-
tes de todas las naciones sin excepción pío. Pues bien, encontramos en las Sa-
han sido llamados al acatamiento de la gradas Escrituras que algunos reciben
fe, aun cuando no todos sean judíos, ni dos, o incluso tres nombres, como Salo
apóstoles. El amor de Dios nos ha otor-
gado la gracia, y con la gracia, la paz.
Pablo suplicaba que todos los llamados 1 Cf. por ejemplo I Icíi 9, 1. 2 Cf. Gn 17, 5. 5 Cf.
pudieran recibir la gracia de Dios, me- Gn 17, 15. 4 Cf. Gn 32, 28; 35, 10. 5 Cf. Me 3, 16;
diante la cual los creyentes disfrutaran Le 6,14. 6 Me 3,17. 7 Cf. Hch 13, 4-12.
ROMANOS 1, 1-7 43
pues el título levanta los humos. El divi- g e n e s , Comentarios sobre la Carta a los
otro Dios, sino del Padre de Cristo. Se- Escrituras que, ya antes, habían profeti-
Fragmentos sobre la Carta a los
veriano , zado acerca de Cristo, son santas. Con
Romanos55. todo, este pasaje, todo él, va contra los
maniqueos63, cuando dice que ya antes
P alabra com o acto . Cuando Dios había sido prometido el Evangelio por
quiere hacer ostentación de su poder re- medio de los profetas y en las Santas Es-
alizando grandes cosas, las anuncia crituras, y que Cristo fue creado, según
mucho tiempo antes, preparando a los la carne, de la estirpe de David, es decir,
hombres para recibirlas. «En las Santas de María Virgen, según lo que había pre-
Escrituras». Porque los profetas no sola- dicho Isaías64. P elagio, Comentario a la
mente hablaban, sino que escribían ade- Carta a los Romanos65.
más las cosas que predicaban; y no sólo
las escribían, sino que las expresaban por P or qué las E scrituras so n santas .
medio de cosas, que eran símbolos o fi- El Antiguo Testamento está lleno de
guras de lo porvenir, como cuando profecías acerca del Señor. Lo de «san-
Abrahán condujo a Isaac e inmoló el tas» Pablo no lo ha escrito sin razón,
cordero56, y Moisés puso en alto la ser- sino en primer lugar con la intención de
píente57, y levantó los brazos contra enseñar que también al Antiguo Testa-
Amalee58 y ofreció el cordero pascual59. mentó lo reconoce como divino y luego
J uan C risóstomo, Homilías sobre la para excluir cualquier otro. Y es que
Carta a los Romanos, 1, 260. sólo la Escritura divinamente inspirada
contiene lo útil. Dice además que es la
S obre si hay profetas entre los imagen de la promesa. T eodoreto de
gentiles . L os profetas fueron del pueblo C ir o , Interpretación de la Carta a los
de Israel, por los que se atestigua que Romanos66.
antes fue prometido el Evangelio, por
cuya fe se justifican los creyentes... 1, 3 Acerca de su Hijo
Hubo, además, profetas no de Él, en
quienes también se hallan algunas cosas H ijo de D ios y de D avid . Glorifico a
que predijeron de oídas acerca de Cristo, Jesucristo, Dios... que es verdaderamen-
como se cuenta en la Sibila..., queriendo te de la estirpe de David, según la carne,
así demostrar que los escritos de los gen- Hijo de Dios por la voluntad y el poder
tiles, abarrotados de supersticiones ido- de Dios. I gnacio de A ntioqu Ia, Carta a
látricas, no convenía se tuviesen por san- los Esmirniotasb7.
tos aunque en ellos se encontrasen algu-
ñas cosas pertenecientes a Cristo. A gus- Él e x ist e d e s d e t o d a la e t e r n id a d .
t ín , Exposición incoada de la Carta a los «Cuyo Hijo, según la carne, ha sido he-
Romanos, 361. cho del linaje de David». Ha sido hecho,
sin duda, lo que antes no existía según manidad, puesto que estaba lejos de la
la carne. Sin embargo, según el espíritu ley del nacimiento humano, como había
ya existía antes, y no hubo un tiempo predicho el profeta Isaías: «He aquí que
en que no existiera. O r íg en es , Comen- la Virgen concebirá en su vientre»71,
taños sobre la Carta a los Romanos, para que visto como un hecho nuevo y
1, 5 68. digno de alabanza, fuese descubierta en
el futuro una cierta providencia sobre la
A cerca del H ijo . «Acerca de su Hijo». visitación de Dios al género humano.
Puesto que Dios prometía al mundo a su A m brosiaster , Comentario a la Carta a
propio Hijo, fue conveniente que lo hi- los Romanos71.
cíese a través de aquellos preclaros hom-
bres, para que por ellos se pudiese saber G eneración según el E spíritu . Da a
con gran claridad que anunciaba por las entender que aquí hay también otra ge-
Escrituras Santas la venida futura, de neración según el Espíritu. Y ¿por qué
quien era predicado, y no pudiese ser no comenzó por aquí, y no por allí, por
juzgado como falso, lo que fue anuncia- lo más sublime? Porque por aquí co-
do por ellas. menzaron también Mateo, Lucas y Mar-
«Nacido del linaje de David según eos. Pues el que ha de conducir al cielo
la carne». Afirma que el Hijo de Dios, es preciso que vaya de lo bajo a lo alto;
que era Hijo de Dios según el Espíritu porque este es el orden establecido. Lo
Santo, es decir, según Dios, porque Dios primero fue ver aquel hombre en la tie-
es espíritu, y sin género de duda tam- rra, y de aquí sacaron que era Dios. Por
bién santo, fue hecho según la carne del aquel modo con que Él nos impartió sus
linaje de David, según aquello: «Y el enseñanzas, por ese mismo nos abre el
Verbo se hizo carne»69; de tal manera discípulo el camino que allá conduce.
que Cristo Jesús es el Hijo único de Narra, pues, primero su generación,
Dios y del hombre, para que así como según la carne, no porque esa sea la pri-
es verdadero Dios, también fuese verda- mera, sino porque de ésta quiere llevar
dero hombre. Y para ser perfecto, no es los oyentes a aquella. Juan C risóstomo,
verdadero hombre, si no tiene cuerpo y Homilías sobre la Carta a los Romanos,
alma. Pues quien desde la eternidad era 1, 2 73.
Hijo de Dios, era ignorado por la cria-
tura; pero cuando quiere darse a cono- S e g ú n la carne . Muchos son los hijos
cer por la salvación del hombre, tuvo por gracia, éste lo es por naturaleza...
que hacerse visible y con cuerpo; por- Al añadir: «Según la carne», borró a Fo-
que quiso darse a conocer a través de tino y a Arrio. Pues si es cierto que fue
su poder y, vencida la muerte, librar al hecho según la carne, ciertamente no
hombre de los pecados. Además es he- fue hecho con respecto a la sustancia del
cho del linaje de David para que así co- Verbo. P elagio, Comentario a la Carta a
mo nació de Dios rey antes de los siglos, los Romanos*7*.
así también según la carne tuviese del
rey David un origen real, hecho por
obra del Espíritu Santo, es decir, nacido 68 CER 1, 94. 69Jn 1, 14. 70 Cf. Mt 1, 20-23. 71 Is
de la Virgen70; para que se reconociese el 7, 14. 72 CSEL 81, 15. 73 PG 60, 397: SP 21, 17.
honor a Él debido por encima de su hu 74 PL Supp 1,1114.
50 ROMANOS 1, 1-7
sino en el espíritu»80; y «quien se une a sido engendrado por él, y Ozías es en-
una prostituta se hace un solo cuerpo gendrado por Joram, no habiendo sido
con ella»81, llamando aquí prostituta a engendrado por él, así también Cristo
la carne o al cuerpo, «quien se une al puede ser considerado del linaje de Da-
Señor, se hace un espíritu con El»82... vid según la carne, de modo que cual-
Hay algunos que se enfrentan a no- quier razón o afirmación presentada a
sotros planteándonos cuestiones dificilí- propósito de Joram y de José, puede ser
simas: ¿cómo puede ser que Cristo des- también referida a David.
cienda del linaje de David, cuando cons- De qué manera el que se dice que ha
ta que no ha nacido de José, en quien sido hecho según la carne del linaje de
concluye la genealogía que empieza en David, sea Hijo de Dios, según la resu-
David? Aunque resulta molesto respon- rrección de los muertos, no es algo difí-
derles según el sentido literal, no obstan- cil de advertir para quien lea lo que está
te respondemos que María, que estaba escrito: «Era conveniente que aquel, por
desposada con José, antes de vivir jun- quien y en quien existen todas las cosas,
tos, se encontró que estaba en cinta por conduciendo a muchos hijos a la gloria,
obra del Espíritu Santo, sin duda, se perfeccionara mediante sufrimientos al
unió según la ley a uno de su tribu y es- autor de su salvación»86. Ahora bien, la
tirpe83... Se puede responder con estos resurrección constituye el fin de los su-
argumentos y con otros semejantes. frimientos de Cristo y como después de
Ahora bien, que sean válidos contra la resurrección «ya no muere más y la
las afirmaciones de los que nos pregun- muerte ya no tiene más dominio sobre
tan sobre el testimonio de las Escrituras, él»87 y además se dice que «si hemos
júzgalo tú que lees. A nosotros, sin em- visto a Cristo según la carne, ahora ya
bargo, nos parece que estas cosas hay no lo vemos más»88, por eso, todo lo que
que entenderlas más bien según el sentí- está en Cristo, ya es ahora hijo de Dios.
do espiritual o alegórico. Y según éste, Cómo se aplica esto al que es «cons-
nada se opone a que José sea llamado tituido Hijo de Dios con poder» es algo
«padre de Cristo» aunque no sea en ab- a lo que no llega nuestra inteligencia, a
soluto su padre. Pues en las generacio- no ser que, por la indisoluble unión del
nes que refiere Mateo se dice que Josafat Verbo y de la carne, todas las cosas que
engendró a Joram y Joram engendró a son de la carne, se digan también del
Ozías84. Sin embargo, en el segundo Verbo, y, de igual forma, las que son del
Libro de los Reyes, se dice que Joram Verbo, se prediquen de la carne. Encon-
engendró a Ocozías y Ocozías engendró tramos a menudo que los nombres de
a Joás y Joás engendró a Amasias, Ama- «Jesús», «Cristo» o «Señor» se aplican
sías engendró a Azarías, al que a veces se con indiferencia a una y otra naturaleza.
le llama Ozías85... O r íg en e s , Comentarios sobre la Carta a
Es mencionado por Mateo como hijo los Romanos, 1, 5-689.*16
de Joram, omitiendo las tres genera-
ciones intermedias. Ciertamente, la ex-
plicación de este hecho no es posible
80 Rm 8, 9. 81 1 Co 6, 16. 82 1 Co 6, 17. 83 Cf. Nm
según el sentido literal, sino según una 36, 8-9. 84 Cf. M t 1, 8. 85 Cf. 2 R 8, 24; 14, 1; 15,
inteligencia espiritual... Así como se dice 1.7.30.32.34. 86 Hb 2, 10. 87 Rm 6, 9. 88 2 Co 5,
que Jesús es hijo de José, no habiendo 16. 89 CER 1, 94-104.
52 ROMANOS 1, 1-7
P or su resurrección de entre los cer lugar, por los milagros que hizo, ha-
muertos . Diciendo Hijo de Dios, ense- ciendo ostentación de su gran poder,
ñó que Dios es Padre; y añadiendo Espí- pues esto significa aquel «En virtud del
ritu de santificación, muestra el misterio poder». En cuarto lugar, por el Espíritu,
de la Trinidad. Pues estando oculto aquí que dio a los que crecen en él, y por el
quién es el que se ha encarnado, fue pre- cual los hizo a todos santos. Por eso dijo:
destinado según el Espíritu de santifica- «Según el Espíritu de santificación». Por-
ción que el Hijo de Dios se manifesta- que era propio y exclusivo de Dios el de-
ría en poder, cuando resucitase de entre rramar con tal abundancia tan magníficos
los muertos, como ha sido escrito en dones. En quinto, por la resurrección del
el Salmo 84: «La Verdad brotará de la Señor. Pues Él constituye las primicias de
tierra»90. Pues toda ambigüedad y des- la resurrección, y resucitado por su pro-
confianza fueron destruidas y compren- pia virtud. La cual dice el mismo Señor
didas con su resurrección; lo mismo que, que es el argumento mayor de todos para
cuando clavado en la cruz, el centurión cerrar las bocas hasta de los más reacios
lo confesó como Hijo de Dios, al ver los y descreídos. Pues él dijo: «Destruid este
grandes signos91... Pero [Pablo] no dijo: templo y lo levantaré en tres días»93.
de la resurrección de Jesucristo, sino de J u a n C r isó sto m o , Homilías sobre la
la resurrección de los muertos, porque la Carta a los Romanos, 1, 294.
resurrección de Cristo originó la resu-
rrección general. Aquí aparece el mayor C o n poder . Al decir «con poder», Pa-
poder y victoria de Cristo, que, estando blo manifiesta que Cristo fue concebido
muerto, obrase con el mismo poder con no según la costumbre ordinaria de la
el que había obrado estando vivo. Al naturaleza humana, sino que fue procrea-
hacer esto, mostró reírse de la muerte do de la Virgen, sin concurso de varón...
para redimirnos; y por ello lo llama Aquí Pablo menciona el tiempo des-
Señor nuestro. A mbrosiaster, Comenta- de el que «fue llamado al apostolado»,
rio a la Carta a los Romanos92. a saber, desde el momento en el que
«Cristo, el Señor, resucitó». P s.-C ons-
S eg ún el E spíritu de santificación . tancio, Comentario sobre la Carta a los
Por lo complicado de las palabras, resulta Romanos, 595.
oscuro el sentido de la frase: por esto hay
que aclararlo. ¿Qué quiere decir, pues? H ombre y D ios . También había que
Predicamos a aquel que ha nacido de salir al paso de la impiedad de aquellos
David, dice, pero esto es evidente. ¿Por que sólo aceptan en nuestro Señor Jesu-
qué? Porque éste es el Hijo de Dios en- cristo la humanidad que tomó, y no en-
carnado. Así lo enseñan en primer lugar tienden que en él se halla la divinidad,
los profetas, y por eso dice que antes distinta de la participación de toda cria-
había prometido por los profetas en las tura. A g u s t ín , Exposición incoada de la
Escrituras Santas. N o es flojo argumento Carta a los Romanos, 4%.
este. Luego, también por el modo con
que fue engendrado; lo cual declara con
estas palabras: «De la estirpe de David 90 Sal 85 (84), 12. 91 Cf. Mt 27, 54. 92 CSEL 81,16.
según la carne», puesto que sobrepasó la 93 Jn 2, 19. 94 PG 60, 397: SP 21, 17-18. 95 ENPK
ley de las concepciones naturales. En ter 2, 20. 96 CSEL 84, 148-149: BAC 187, 68.
ROMANOS 1, 1-7 53
S alvación para los judíos y para los ellos su bendición. De lo contrario, suce-
demás . Pablo demuestra que la salvación derá lo que está escrito: «Si allí hay un
ha llegado no sólo para los judíos, según hijo de la paz, vuestra paz vendrá sobre
pensaban no pocos que creyeron de en- él; si no lo hay, vuestra paz volverá hacia
tre ellos. A gustín, Exposición incoada de vosotros» 130. Lo que está escrito sobre la
la Carta a los Romanos, 6I2Í. paz, sucede también con la gracia, por-
que Pablo une la gracia a la paz. O ríge-
E n c a rg ado . También vosotros sois de nes, Comentarios sobre la Carta a los
esos pueblos cuyo cultivo me ha sido Romanos, 1, 81M.
confiado, dice Pablo. N o penséis, en
verdad, que me apropio de lo ajeno y P adre com o D ios , H ijo com o Señor.
saqueo las tierras asignadas a otros. Por- N o hablaré en absoluto ni de dioses ni
que el Señor me ha nombrado heraldo de señores, sino que seguiré al Apóstol,
de todos los pueblos. T eodoreto de de manera que si el Padre y el Hijo son
C iro , Interpretación de la Carta a los invocados de igual manera, llamaré Dios
Romanos124. al Padre e invocaré a Jesucristo como
Señor. T ertuliano, Contra Práxeas, 13,
9132
1, 7 Gracia y paz a vosotros
G racia y paz. «A todos los amados de A todos los amados de D ios en
Dios que estáis en Roma, gracia y paz de R oma . «A todos lo que están en Roma,
parte de Dios nuestro Padre y del Señor amados de Dios, llamados a ser santos».
Jesucristo». Pienso que esta bendición de Aunque escriba a los romanos, sin em-
gracia y paz que da el apóstol Pablo a bargo concreta que a los que están en el
los amados de Dios a quienes escribe no amor de Dios. ¿Quiénes son estos sino
es inferior a la bendición con la que Noé los que rectamente piensan del Hijo de
bendijo a Sem y a Jafet125; bendición que Dios? Estos son santos y han sido elegí-
fue colmada por el Espíritu respecto a dos; quienes obran bajo la ley no pueden
los que habían sido bendecidos. Seme- comprender a Cristo, e injurian a Dios
jante es también a la bendición con la Padre, cuando dudan de que la esperanza
que Melquisedec bendijo a Abrahán126 y perfecta de salvación está en Cristo. Por
con la que Jacob fue bendecido por su lo tanto no son santos, ni pueden sentir-
padre Isaac127, y con la que los doce pa- se elegidos.
triarcas fueron bendecidos por su padre «La gracia y la Paz de Dios nuestro
Israel128 o, en fin, la bendición con la Padre y del Señor Jesucristo esté con vo-
que Moisés bendijo a las doce tribus de sotros». Afirma que la gracia y la paz está
Israel129. Considero, en efecto, que no es con aquellos que creen rectamente. La
inferior a todas estas bendiciones la ben- gracia, porque han sido absueltos de los
dición con la que el Apóstol bendijo a
las iglesias de Cristo... Así pues, el
Apóstol escribe en el Espíritu de Dios y
123 CSEL 84,154: BAC 187, 73. 124 PG 82, 52.
bendice en el Espíritu. Por el mismo Es-
125 Cf. Gn 9, 26126 .27 ־Cf. Gn 14, 19-20. 127 Cf.
píritu recibirán la bendición los que son Gn 27, 27-29. 128 Cf. Gn 48, 20. 129 Cf. D t 33, 6.
bendecidos por el Apóstol, siempre que 130 Le 10, 6. 131 CER 1, 108. '32 CCL 2, 1175-
sean hallados dignos de recibir sobre 1176.
ROMANOS 1, 1-7 57
pecados: la paz está con ellos, porque de no es una repetición superflua, sino que
ser enemigos han sido reconciliados con tiene por objeto el traerles a la memoria
el Creador, según las palabras del Señor: el beneficio. Porque como era verosímil
«En cualquier casa en la que entréis y os que entre los convertidos hubiera prefec-
reciban, decid: Paz a esta casa»133. Y tos y consulares, y también particulares
añade la gracia y la paz no solo de Dios y gente plebeya, quitando toda desigual-
Padre, sino también de Cristo Jesús, para dad de dignidades, los comprende a
enseñar que sin Cristo no hay paz ni es- todos bajo un común apelativo. Si, pues,
peranza. Señala a Dios Padre nuestro por en las cosas más necesarias y espirituales
el origen, ya que todas las cosas han sido han de ser comunes todas las cosas a los
hechas por El; a Cristo Señor porque, re- siervos y a los libres; como son la cari-
dimidos por su sangre, hemos sido he- dad de Dios, la vocación, el evangelio, la
chos hijos de Dios. A mbrosiaster, C o- adopción, la gracia, la paz, la santifica-
mentarlo a la Carta a los Romanos 134. ción, y todo lo demás, ¿cómo no ha de
ser suma locura el establecer divisiones a
F r u t o d e l E s p í r i t u S a n t o . Aquí t e ñ e - causa de intereses terrenales entre los
mos que una sola es la gracia del Padre y que Dios unió haciéndolos iguales en
del Hijo y que una sola es la paz del cosas mayores? Por eso, este bienaventu-
Padre y del Hijo. Pero esta gracia y paz rado varón, ya desde el principio, ahu-
son fruto del Espíritu. A mbrosio, El Es- yentando esta grave enfermedad, los in-
píritu Santo, 12, 126135. duce a la humildad, madre de todos los
bienes...
Pocos s o n e l e g i d o s . Conforme a es- «Gracia y paz a vosotros». ¡Oh, salu-
tos herejes, si Cristo es Señor y el Padre tación, causa de todos los bienes! Esta
nuestro Dios, se seguiría que el Padre es palabra mandó Dios a los apóstoles que
siervo de Cristo. Conforme sea el Hijo, pronunciaran la primera al entrar en las
así es el Padre. Pero esto no es así. [Pa- casas140; y por eso Pablo comienza siem-
blo] lo llamó Padre nuestro para mostrar pre por ella, por la gracia y la paz. Por-
su gracia; llamó Señor a Jesucristo para que no fue pequeña la guerra que Cristo
que [los romanos] no se ensoberbeciesen llevó a cabo, sino varia, larga y de mil
hasta el punto de minusvalorar la gloria maneras; y esto no a costa de trabajos
del Hijo, que los había levantado sobre por parte nuestra, sino por medio de su
la naturaleza. Pablo llamó Padre a Dios, gracia. Y al igual que su dilección conce-
porque no juzga a nadie; llamó Señor dió la gracia, y ésta nos trajo la paz, salu-
al Hijo, porque Él es el juez136... Y no dando con estas palabras, pide que per-
llama sin más a los santos, «puesto que manezca perpetua y firme, sin que se sus-
muchos son los llamados, pero pocos cite nueva guerra, y ruega al dador que la
los elegidos»137; en efecto, no todos per- conserve. J u a n C risóstomo, Homilías
manecen en la elección, para no tirar las sobre la Carta a los Romanos, 1, 3141.
cosas santas a los cerdos138. S e v e r ia n o ,
Fragmentos sobre la Carta a los Roma-
nosm .
135 Le 10, 5. 134 CSEL 81,19.21. 135 CSEL 79, 68:
BPa 41, 95. 336 Cf. Hch 10, 42; 2 Tm 4, 1. 137 Mt
L l a m a d o s a s e r s a n t o s . Mira cuántas 22, 14. 138 Cf. Mt 7, 6. 139 NTA 15, 213-214. ,40
veces repite la palabra «llamados»... Y Cf. Le 10, 5. 141 PG 60, 399-400: SP 21, 19-21.
58 ROMANOS 1, 1-7
sAnte todo doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos voso-
tros, ya que vuestra fe es alabada en todo el mundo. 9Pues Dios, a quien sirvo
con todo mi espíritu en la predicación del Evangelio de su Hijo, es mi testigo de
cómo me acuerdo de vosotros sin cesar, 10pidiendo siempre en mis oraciones que,
si es voluntad de Dios, algún día tenga ocasión favorable de llegar hasta voso-
tros. 11Porque deseo veros con el fin de comunicaros alguna gracia espiritual
para que seáis fortalecidos, 12es decir, para que yo sea consolado con vosotros por
la fe que nos es común a vosotros y a mí. 13Pues no quiero que ignoréis, herma-
nos, que muchas veces me propuse llegar hasta vosotros -aunque hasta ahora no
me ha sido posible- para recoger también entre vosotros, como entre los demás
gentiles, algún fruto.
S eguir las huellas de P edro . Parece cación la traían unos pescadores judíos, e
que también en otras cartas Pablo em- hijos de judíos, gente de todos odiada y
pieza con la acción de gracias, enseñando execrada, y predicaban que habían de
a aquellos a quienes escribe a empezar adorar a un hombre educado en Judea y
toda palabra y obra con una acción de muerto en un madero; y junto con la fe
gracias a Dios, no sólo por las cosas pro- prescribían una vida durísima aquellos
pias, sino también por las ajenas. Pero predicadores, y a unos hombres que vi-
aquí este proemio tiene una función es- vían en la crápula, sin otro anhelo que
pecialmente importante. En efecto, tras los bienes presentes. Añade a esto que
la enseñanza de Pedro, quien se pusiera a los predicadores eran unos pobres ne-
transmitirles los dogmas de la fe, tenía cios, sin luces y desconocidos de todos.
que demostrar el reconocimiento hacia Pues a pesar de todo esto, triunfó su pa-
los primeros y que dirigía su enseñanza a labra, nada hubo capaz de impedir el
los romanos sin censurar nada en ellos. curso arrollador del Evangelio; tanta era
Con todo, el elogio que dirige a los ro- la potencia del Crucificado, que su pala-
manos no es casual. Por esta razón Pa- bra traspasaba los espacios todos, sin que
blo se sirve siempre en sus epístolas del nada ni nadie pudiera contenerla. Juan
proemio: para con sus alabanzas dispo- C risóstomo, Homilías sobre la Carta a
nerles mejor a la lectura de las cartas, los Romanos, 2, 1H.
cosa que hizo también con los romanos
pues las circunstancias ayudaban a ello. L a fe d e los rom anos . Pablo dice que
Hay que atender además aquí al «por «la fe» de los romanos es conocida en
medio de Jesucristo», para que no se le todas las iglesias, pero sobre todo, que
considere en relación a su ministerio, esa misma «fe» que tienen los de Roma,
como creen los heréticos, sino a Cristo se «predica» en «todo el mundo» por los
como causa. Porque el Apóstol no tenía apóstoles. P s.- C onstancio , Comentario
intención de servirse de Cristo como mi- sobre la Carta a los Romanos, 1015.
nistro para su acción de gracias a Dios.
T eodoro de M opsuestia, Fragmentos A sombro del m u n d o . Dios es por na-
sobre la Carta a los Romanos13. turaleza Dios de todos, pero de pocos
por elección y por merecimientos, como
A udacia al transmitir la P alabra «Dios de Abrahán»; Pablo llama según
por doq uier . Dos méritos exalta en este sentido a Dios, Dios suyo. «Por
ellos, el haber creído y el haber creído todos vosotros». No solamente por los
con gran firmeza y confianza: tanta, que judíos. «Pues vuestra fe es alabada en
voló su fama por el mundo entero. todo el mundo». Pablo alaba con pru-
«Todo el mundo», dice, ensalza vuestra dencia para invitar al aprovechamiento,
fe. Ahora bien, vuestra fe, no vuestras o, también, porque era de admirar por
controversias y disputas, no vuestros si- todos el que los romanos hubiesen creí-
logismos y razones; y cuenta que había do, ya que habían estado poseídos por
allí grandes obstáculos e impedimentos un excesivo culto a los ídolos, hasta el
contra su enseñanza. Pues los romanos,
que poco antes se habían adueñado del
imperio del mundo, eran altivos y nada- 13 NTA 15, 113-114. 14 PG 60, 401: SP 21, 26.
ban entre riquezas y deleites; y la predi 15 ENPK 2, 22.
ROMANOS 1 ,8 -1 3 63
punto de servir a los dioses de todos todo el mundo», los magnificó y ensalzó
los pueblos que habían dominado. Pero suficientemente, pasando en seguida a la
también cabe pensar que simplemente recomendación de su propia persona.
alabó aquella fe, cuyo celo ahora es pa- G enadio de C onstantinopla, Fragmentos
tente. P elagio, Comentario a la Carta a la Carta a los Romanos*8.
a los RomanosXk.
1, 9 A quien sirvo con todo mi
S abido Esto no lo
e n to do el m u n d o .
espíritu
ha escrito el Apóstol para adularlos, sino
que estaba diciendo la verdad. Y es que V osotros seréis mis testigos. «Testigo
era imposible que pasara desapercibido me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu
en todo el orbe lo que estaba ocurriendo en el Evangelio de su Hijo». Dios es tes-
en Roma. Porque antaño tenían en ella tigo de sus santos, porque también ellos
su corte los emperadores romanos y son testigos de Dios, según lo que dice el
desde allí se enviaba a los gobernadores profeta: «Vosotros seréis mis testigos y
de los pueblos y a los que exigían el yo seré vuestro testigo, dice el Señor»
tributo a las ciudades. T eodoreto de También el Salvador dice a sus discípu-
C iro, Interpretarán de la Carta a los los: «vosotros seréis mis testigos en Sa-
Romanos17. maría y en los confines de la tierra»20,
según lo que está escrito: «a quien me
P ablo y la I glesia en R oma . N o dice, confiese, también yo lo confesaré delante
pues, «por medio de Jesucristo» como si de mi Padre»21.
se tratara de un criado cualquiera, sino Veamos por qué dice «a quien sirvo
que lo dice en vez de «en acción de gra- con todo mi espíritu». Servir en espíritu,
cias», sobre todo la de «Dios», la de me parece que es semejante, incluso indi-
Cristo el Señor; y la pasmosa dispensa- ca algo más, que adorar en espíritu, tal
ción que por su medio realizó la salva- como el mismo Señor decía a la mujer
ción de nuestra raza no menos nos salvó samaritana22. Pablo no sólo adora en es-
también a nosotros, con los demás, gra- píritu, sino que, además, sirve en espíri-
cias a la «fe» en Él. tu. Hay quien puede adorar sin afecto;
Pablo trata de ganar a los romanos servir, sin embargo, es propio de aquel al
halagándoles lo más posible con esto, te- que le une el afecto. Por eso el Apóstol
meroso de que, pensando ellos que él sirve a Dios no en cuerpo, ni en alma,
tenía un juicio que les era desfavorable o sino en su mejor parte, es decir, en espí-
que se había decidido a escribirles apro- ritu... Así pues, en todas partes el Após-
piándose de la tradición de Pedro, luego tol da la preferencia al espíritu y rechaza
se indignasen y rehusasen leer la carta, la carne o lo que es de la carne. De la
con el consiguiente perjuicio de su utili- misma ley alaba el espíritu y rechaza la
dad. Así pues, comenzando por la «ac- letra, en cuanto es carne, cuando dice:
ción de gracias» y la «fe», les alabó por- «la letra mata, el espíritu da vida»23...
que ésta era verdadera y firme, y porque
todos a una se aferraban fuertemente a
ella. Y mediante la expresión «es alaba- 16PLSupp. 1, 1115. 17 PG 82, 53. ls NTA 15, 353.
da» habló muy particularmente de la ex- J9 Is 43, 12. 20 Hch 1, 8. 21 Mt 10, 32. 22 Cf. Jn 4,
celencia de la Ciudad, y al añadir «en 23. 23 2 Co 3, 6.
64 ROMANOS 1 ,8 - 1 3
P u esto q u e d ice orar sin in terru p ción C ulto espiritual . Pablo dijo m uy bien:
p o r aq u ellos a lo s que escribe, recordan- «En mi espíritu», buscando distinguirse
d o su p ro p io m andato, cu m ple co n su del culto corporal de los judíos, que re-
obrar lo q u e m anda d e palabra24. O ríge- side en la circuncisión, el sábado y en
Comentarios sobre la Carta a los
nes, ritos semejantes. En todas esas cosas no
Romanos, 1, 1025. hay nada espiritual ni verdadero. Algu-
nos han entendido más sencillamente
S ervir en el E spíritu. Para convencer- «en mi espíritu» como «en mi mente» o
les de que les ama, pone como testigo a «en mi voluntad». T eodoro de M opsues-
Dios a quien sirve y al que eleva oracio- tía, Fragmentos sobre la Carta a los
nes por ellos, no sirviendo a la ley, sino Romanos2*.
al Evangelio de su Hijo, es decir, no sir-
viendo a lo que transmitió el siervo Moi- d e s u H ijo . De entrañas
E l E v a n g e l io
sés, sino a lo que enseñó el Hijo amadí- de verdadero apóstol brotan estas pala-
simo; pues el Evangelio está a tanta dis- bras, lenguaje son de un padre cuidado-
tancia de la ley como el siervo del señor, so. Mas, ¿qué significan, y por qué pone
no porque la ley sea mala, sino porque el por testigo a Dios? Les había dicho cuán
Evangelio es mejor. Por lo tanto sirve a gran cariño les tenía. Mas como aún no
Dios en el Evangelio de su Hijo, para se habían visto ni tratado, por eso no
demostrar que es voluntad de Dios que pone por testigo a ningún hombre, sino
creamos en Cristo. al que penetra los corazones de los hom-
«A quien sirvo». ¿De qué modo? «En bres. Porque después que dijo: Os amo,
mi espíritu», dice, no en la circuncisión y les dio por prueba las frecuentes plega-
hecha por mano de hombres, ni en las rias que por ellos hacía y el deseo que
neomenias, ni en el sábado, ni en la se- tenía de verlos, como esto no era eviden-
paración de alimentos; sino en el espíri- te, recurre a un testimonio fidedigno.
tu, esto es, en la mente. Puesto que ¿Hay, por ventura, alguno entre vosotros
Dios es espíritu, debe ser servido, sobre que pueda gloriarse de que pide fre-
todo, en el espíritu y en el alma; pues a cuentemente en su casa por toda la Igle-
quien se sirve con el alma, se le sirve sia universal? Creo que no. Pues Pablo
desde la fe. Esto es precisamente lo que si; él no pide por una ciudad sola, sino
el Señor descubrió a la Samaritana26... por el orbe entero y esto no una, ni dos,
Luego pide que se acuerden de él en sus ni tres veces, sino con mucha asiduidad
oraciones para sembrar en ellos el amor; y frecuencia. Pues si los lleva continua-
pues se hace desear por ellos. ¿Quién mente en la memoria, señal es que los
no tendrá amor a quien, oye, se acuerda lleva también en el corazón con muy
de él? Pues si, en nombre de Cristo, grande amor y caridad. Pues sus incesan-
gustosamente habían recibido la doctri- tes plegarias por ellos son prueba cierta
na de aquellos que no habían sido en- y evidente del gran amor que les tenía.
viados, y con palabras corrompidas, Al añadir luego, «A quien sirvo en mi
¡cuanto más desearían oír a aquel que espíritu en la predicación del Evangelio
sabían era un apóstol y cuyas palabras
estaban acompañadas de virtud! A mbro-
siaster , Comentario a la Carta a los 24 Cf. 1 Ts 5, 17. 25 CER 1, 114-118. 26 Cf. Jn 4,
Romanos27. 23-24. 27 CSEL 81, 23.25. 28 NTA 15, 114.
ROMANOS 1 ,8 -1 3 65
realizar algo, hemos de pedir a Dios la de emprender el camino con otra inten-
prosperidad en nuestro camino. ción a la ciudad de Roma, para llevar a
Pienso, sin embargo, que el Apóstol cabo el deseo de su propia voluntad. Fi-
también quiso dar a entender lo siguiente: nalmente, el Señor le asistió cuando esta-
que no siempre se logra, según la voluntad ba en el naufragio, diciéndole: «Pablo, no
de Dios, la prosperidad en el camino. Así, tengas miedo», «pues lo mismo que has
por ejemplo, Balaam tuvo un próspero ca- dado testimonio de mí en Jerusalén, lo
mino cuando fue a ver a Balaq para mal- darás también en Roma»37. A mbrosiaster,
decir al pueblo de Israel35, pero no gozó Comentario a la Carta a los Romanos38.
de una prosperidad según la voluntad di-
vina. Así también hay muchos que en las T ardanza de la respuesta a la ora -
tareas de este mundo encuentran éxito y ¿No ves cómo arde en deseos de
c ió n .
exultan por su prosperidad. Pero la pros- verlos; pero sin ir jamás contra el querer
peridad, para que sea tal según la voluntad de Dios, mezclando con el amor el res-
de Dios, requiere que la actuación en peto y reverencia que a Dios se debe?...
nuestro camino, sea tal como aquí la des- Esta es la caridad acendrada y pura. No
cribe el apóstol. O rígenes, Comentarios como nosotros, que pecamos por ambos
sobre la Carta a los Romanos, 1, 1136. extremos; o no amando a nadie, o aman-
do contra o fuera del beneplácito divino;
Su deseo de ir a R oma . Pablo muestra lo uno y lo otro es contrario a la ley de
el sentido de su oración por ellos, pues Dios... El continuar amándolos confor-
dice que ruega a Dios para que pueda ir a mándose, no obstante, siempre con el
Roma a su encuentro, si Dios quiere, querer de Dios en cuanto al tiempo de ir
cuyo don predica. Pues de este modo está a abrazarlos, era delicado y suma prueba
presente mientras va, si se hace con la vo- de su piedad y religión para con Dios...
luntad de Dios lo que ha de ser hecho. En esta ocasión logró su deseo, pero más
Ruega por tanto que llegue la ocasión de tarde, sin disgustarse por la tardanza.
ir a Roma con cualquier excusa, porque Digo esto para que no llevemos a mal el
estaba atareado predicando a otros, consi- no ser oídos en nuestras peticiones, o el
derando su ida propicia, si Dios quería serlo más tarde de lo que deseamos. Pues
que fuese, puesto que la voluntad de Dios no somos mejores que Pablo, que por
es previsora. Propicio es el viaje en el que ambas cosas dio gracias a Dios, y con
no se sufre en vano el esfuerzo del cami- razón. Pues una vez que hizo entrega
no. Ruega que Dios llene su trabajo, lia- completa de su voluntad en manos del
mandólos a su gracia. Habla con el alma que todo lo gobierna, y con tan grande
llena de deseos, pues les desea, sabiendo sujeción como el barro al artífice; adon-
que es un progreso para él y para ellos... de quiera que Dios lo conducía, lo se-
El fruto del Apóstol será abundantísimo guía al punto. Juan C risóstomo, Homi-
si gana a muchos. Porque además el gozo lías sobre la Carta a los Romanos, 2, 339.
es mayor si los poderosos se convierten a
Dios, ya que tanto más necesario es que
los enemigos sean reconciliados, cuanto
más fuertes son. Por lo tanto, su volun- 35 Cf. Nm 22, 22ss. 36 CER 1, 118-120. 37 Hch 27,
tad, por querer de Dios, encontró la oca- 24; 23, 11. 38 CSEL 81,25.27. ” PG 60, 403-404:
sión, al verse obligado a apelar al César, SP 21, 28-29.
ROMANOS 1,8-13 67
su presencia; de ahí que prosiga dicien- que hasta ahora no me ha sido posible»,
do, no «para daros», sino «para haceros si se interpreta que se ha visto impedido
partícipes», lo cual es muy distinto. Y de por Dios, manifiesta el cuidado que tiene
nuevo cede, curándose en salud, dicien- Dios respecto a dónde debe ir o no ir
do: «para confirmaros»; efectivamente cada uno de los apóstoles y que, según
—viene a decir- yo estoy seriamente em- una cierta dispensación, permite a algu-
peñado, no en predicaros un evangelio nos predicar la palabra de Dios y a otros
nuevo, distinto del de Pedro, sino en se lo prohíbe, tal como se dice en otro
confirmaros en lo que tenéis recibido. lugar: «intentaron dirigirse a Bitinia,
G enadio de C onstantinopla, Fragmen- pero no se lo consintió el Espíritu de
tos a la Carta a los Romanos59. Jesús»60... Si por el contrario el «hasta
ahora no me ha sido posible» se refiere a
1, 13 Me propuse llegar basta aquel de quien él mismo dice en otro
vosotros lugar «me lo ha impedido Satanás»61, el
Apóstol manifiesta claramente luchar sin
C onfrontar obstáculos . « N o quiero, descanso en las oraciones para que, ven-
sin embargo, hermanos, que ignoréis las cidos los obstáculos de Satanás, su viaje
muchas veces que me propuse llegar prospere, según la voluntad de Dios,
hasta vosotros -aunque hasta ahora no para ver a los que están en Roma.
me ha sido posible- para recoger tam- Desea, en efecto, y no cesa de implo-
bién entre vosotros algún fruto, al igual rarlo en las oraciones, recoger de ellos
que entre los demás gentiles. Soy deudor algún fruto como de los demás gentiles.
de griegos y de bárbaros»... De esa De ahí que Pablo, como ávido de tantas
forma el sentido queda como sigue: «así riquezas, desea recoger los beneficios de
como obtengo fruto entre los demás tantas posesiones de carácter racional.
gentiles, griegos y bárbaros, sabios e ig- Recoge frutos de los griegos, de los bár-
norantes, a los cuales me debo, de igual baros, de los sabios e, incluso, también
forma, en cuanto depende de mí, estoy alguno de los ignorantes. Así, mientras a
preparado para predicar el Evangelio unos habla de sabiduría como si se trata-
también a vosotros, que estáis en Roma; ra de perfectos, a otros les dice, como a
pues nunca me he avergonzado ante nin- ignorantes, no saber otra cosa sino a Je-
gún pueblo de predicar el Evangelio, sucristo y a éste, crucificado62. Y mien-
porque la fuerza de Dios está en él para tras enseña a unos a partir de la ley y los
la salvación de todo creyente, primero profetas, a otros los persuade con signos
del judío después del griego, ya que en el y milagros. O rígenes, Comentarios sobre
Evangelio se revela la justicia de Dios, la la Carta a los Romanos, 1, 136J.
cual, oculta precedentemente, se escon-
día en la ley. Se revela, no obstante, en M u c h a s v e c e s h e i n t e n t a d o . Manifies-
los que vienen desde la fe del Antiguo ta su propósito y su deseo, pues está se-
Testamento a la fe nueva del Evangelio... guro que ellos lo saben a través de los
Ahora debemos buscar la inteligencia hermanos, que desde Jerusalén o desde
de dichas palabras. La expresión «las
muchas veces que me propuse llegar has-
ta vosotros», manifiesta el amor que te- 5, NTA 13, 353. 60 Hch 16,7. « 1 Ts 2, 18. “ Cf.
nía a los romanos. Lo que añade: «Aun 1 Co 2, 2-6. 63 CER 1, 122-126.
ROMANOS 1, 8 -13 71
Señor, contento con obedecerle, aunque «Pero hasta el presente me he visto im-
fácilmente podía ocurrírsele por qué impe- pedido». «Impedido» aquí se toma por
día Dios por tanto tiempo que disfrutase ocupado, ya que estaba predicando en
de tan eximio doctor una ciudad tan gran- otras provincias. P elagio , Comentario a
de y espléndida colocada en el pináculo de la Carta a los Romanos71*14.
la gloria, y a la que convergían las miradas
y la admiración de todo el mundo... Mas P r e v a l e n c i a d e D i o s . Pablo manifes-
Pablo nada de esto indaga curioso, sino tó su propósito y reveló sus planes.
que cede deferente a la incomprensible Porque la gracia divina, dice, quiere
Providencia divina, mostrando por una que sea yo quien pilote. T e o d o r e t o d e
parte la gran moderación y serenidad de C ir o , Interpretación de la Carta a los
su bendita alma, y enseñándonos a todos Romanos™.
por otra que no osemos nunca pedir a
Dios cuenta de sus disposiciones, aunque B e n e f i c i o s d e l E v a n g e l i o . Decía que
muchos se turben por causa de ellas y mi presencia entre vosotros era ganancia
pierdan la paz... A la fe pertenece sobre mía, porque para mí está claro que acre-
todo que quien ignora el modo del gobier- cientan mi riqueza aquellos gentiles que
no y administración de Dios, admita, no por mi medio se acercan al Evangelio.
obstante, que es muy razonable su provi- G e n a d io d e C o n s t a n t in o p l a , Fragmentos
dencia. J uan C risóstomo , Homilías sobre a la Carta a los Romanos74.
la Carta a los Romanos, 2, 471.
Los p l a n e s de P ablo . Lo pudisteis oír 71 PG 60,405-406: SP 21, 3272 .33 ־PL Supp. 1,
por los hermanos que iban y venían. 1116. 73 PG 82, 56. 74 NTA 15, 354.
LA JU S T IF IC A C IÓ N P O R LA FE (1, 14-17)
locura, pero Pablo no se avergonzaba de deudor de los ignorantes? Por haber re-
esto, pues su mensaje no solamente esta- cibido la gracia de la paciencia y la Ion-
ba compuesto de palabras, sino también ganimidad, pues es, ciertamente, de una
de fuerza para cambiar las vidas. En el paciencia suma el soportar las reacciones
plan divino, a los judíos se les concedía de los ignorantes. O r íg e n e s , Comenta-
cierta prioridad, pero la salvación de los ríos sobre la Carta a los Romanos, 1, 133.
gentiles no era en modo alguno menos
importante que la de aquéllos. En Cristo M a d u r e z p o r l a p e r s e c u c i ó n . Se
todas las barreras y divisiones humanas puede ver cómo ha crecido esta religión
se desvanecen, de tal manera que el en breve tiempo, creciendo por los casti-
poder de Dios se manifiesta a todo el gos de los adictos y por los muertos,
mundo. La justificación por la fe consti- pero también por las confiscaciones de
tuye lo esencial del evangelio cristiano, y los bienes y por toda clase de suplicios
los Padres lo sabían muy bien, siglos soportados por ellos; y es particularmen-
antes de que Martín Lutero fuera a hacer te admirable que ninguno de ellos sea
de Romanos 1, 17 la piedra angular de su doctor ni suficientemente idóneos ni
reforma1; los Santos Padres proclaman muy numerosos; no obstante, este ser-
paladinamente el don gratuito de Dios a món «se predica por todo el orbe de la
todos los que creen, independientemente tierra», de manera que «griegos y bárba-
de cuáles puedan haber sido su educa- ros, sabios e ignorantes» aceptan la reli-
ción o formación espiritual recibida con gión de la doctrina cristiana. O r íg e n e s ,
anterioridad. Los primeros principios, 4, 1, 24.
la salvación sino para la perdición. Sabe, hacer las obras del diablo»17, de modo
en efecto, que en el profeta está escrito: que todo creyente no esté sometido a la
«y la oruga, mi gran fuerza» y también muerte, porque tiene el signo por el que
en los Salmos se dice: «dispérsalos en tu la muerte ha sido vencida.
fuerza»1314. De ahí que diga: «una fuerza «Del judío primeramente y también
de Dios para la salvación». Por tanto, del griego». Es decir, al que es deseen-
hay que ver, no sea que a esta diferencia diente de Abrahán y al que es gentil,
de fuerzas en Dios se deba el que se pues con el griego nombra al gentil; en el
hable de «derecha» e «izquierda» en judío a los que descienden de Abrahán.
Dios, de modo que se llame a la fuerza Pues empezaron a ser llamados judíos
para la salvación «su derecha» y a la desde el tiempo de Judas Macabeo, quien
fuerza con la que dispersa «izquierda» 15. se resistió a los sacrilegios de los gentiles
O rígenes, Comentarios sobre la Carta a en el destierro, devolvió al pueblo la
los Romanos, 1, 1416. confianza en Dios y defendió a su raza.
Fue, sin duda, de los hijos de Aarón. Por
E l p o d e r d e D io s . En este versículo se lo tanto, aunque nombre en primer lugar
refiere a aquellos de quienes habían reci- al judío en razón de los antepasados, sin
bido la fe no recta, pues el poder reco- embargo afirma que igualmente él está
mendaba la doctrina de los apóstoles, de necesitado del don de Cristo. ¿Si pues el
tal manera que, aunque parecía increíble judío no es justificado a no ser por la fe
lo que predicaba, los signos y prodigios en Cristo Jesús, qué necesidad hay de
hechos por los apóstoles sirviesen de tes- estar bajo la ley? A m brosiaster , Comen-
timonio para confiar en lo que enseña- tarto a la Carta a los Romanosn .
ban aquellos en quienes tanto poder
había, ya que nadie duda que las pala- N 0 AVERGONZADO POR LA CRUZ. Inclu-
bras ceden ante la fuerza, y por lo tanto, so si en la mayor de las ciudades, dice
puesto que en ellos no habían visto nin- Pablo, es necesario que el predicador de
gún hecho especial, su predicación estaba la cruz salvadora sea despreciado por los
falta del poder de Dios; como conse- ignorantes, no me excusaré. Pues si el
cuencia dice que no se avergüenza del Hijo de Dios soportó la vergüenza de la
Evangelio de Dios y sin embargo ellos cruz ¡cómo no será absurdo que nos
sí, ya que la doctrina que les habían avergoncemos del sufrimiento del Señor
transmitido había caído en censura, por- por causa nuestra! A p o l in a r d e L a o d ic e a ,
que ningún testimonio la apoyaba, y no Fragmentos a la Carta a los Romanos19.
estaba de acuerdo con la doctrina apos-
tólica. Pues es el poder de Dios el que G l o r i a r s e d e l a C r u z . ¿Qué dices,
mueve a la fe y da la salvación a todo el Pablo? Cuando debieras decir me glorío,
que cree, al mismo tiempo que perdona me gozo, no dices tal cosa, sino mucho
los pecados y justifica, de modo que el menos, que no te avergüenzas, no suele
marcado por el misterio de la cruz, no eso decirse de las cosas grandes, insignes
pueda ser atrapado por la segunda muer-
te. Pues la predicación de la cruz de
Cristo es prueba de la victoria sobre la 13J1 2, 25. 14 Sal 59, 12. 15 La mano izquierda de
muerte, como enseña el apóstol Juan: Dios. 16 CER 1, 130-132. 17 1 Jn 3, 8. 18 CSEL 81,
«El Hijo de Dios se manifestó para des 35.37. 19 NTA 15, 58.
76 ROMANOS 1, 14-17
y de grande gloria. ¿Qué dice, pues? cialmente cuando Él mismo no puede ex-
¿Por qué habla así, a pesar de que se glo- perimentar, como si fuera impasible, el de-
riaba del Evangelio más que del cielo? A terioro de su naturaleza producido por
los gálatas les decía: «A mí líbreme Dios todas estas cosas. «Es una fuerza de Dios
de gloriarme, sino en la cruz de nuestro para la salvación». No hay poder mayor,
Señor Jesucristo»20. ¿Por qué, pues, no que el que devuelve al hombre la vida per-
dice aquí, me glorío, sino «no me aver- dida, una vez vencida la muerte22. «Para
güenzo»? Los romanos anhelaban las todo el que cree en él». Aunque parezca
cosas de este mundo; perecían por las ri- debilidad a los incrédulos. P elagio , Co-
quezas, el mando y la gloria; estaban or- mentario a la Carta a los Romanos23.
gullosos de sus triunfos y victorias y de
sus emperadores, que igualaban con los N 0 ME AVERGÜENZO DEL EVANGELIO. L 0S
dioses... Estando, pues, tan hinchados de que hacían la guerra a la predicación cris-
soberbia y de fausto, y teniendo que pre- tiana la denigraban ridiculizándola como
dicarles Pablo a Jesús, tenido por hijo de si fuera algo sumamente burlesco: pensa-
un artesano, y que, nacido en Judea, se ban, efectivamente, que nada hay más irri-
había criado en la casa de una pobre sorio que la doctrina del que, por una
mujer, que no había tenido corte, ni sol- parte, anuncia que el Hijo fue concebido
dados, ni guardia, ni escolta, ni riqueza, y fue eliminado por judíos, sin que recha-
sino que había sido un hombre condena- zase la cruz ni la muerte, y por otra, insis-
do a morir entre ladrones, después de su- te en que ese mismo no sólo ha sido resu-
frir grandes afrentas e ignominias; y es citado de entre los muertos, sino que tam-
muy verosímil que los romanos, ignoran- bién ha sido elevado a los cielos, como
tes de los excelsos arcanos y de la grande Señor de todo, y resucitó de entre los
gloria de Cristo, anduviesen avergonza- muertos a todos los demás, y todo cuanto,
dos de seguirle. J u a n C r isó sto m o , Homi- asimismo, predicaron los Apóstoles. Aque-
lías sobre la Carta a los Romanos, 2, 621. líos, mofándose de esto y denigrándolo,
pensaban amordazar a los Apóstoles. Por
C e n s u r a r a l o s p a g a n o s . Esto se refiere eso también el bienaventurado Pablo, para
sutilmente a la valoración que hacen los defender esta gloria de los Apóstoles, co-
paganos, quienes no avergonzándose de mienza así su discurso sobre la doctrina:
que su dios Júpiter, arrastrado por una pa- «Porque no me avergüenzo del Evange-
sión horrible, se haya trasformado en ani- lio». G e n a d io d e C o n st a n t in o pl a , Frag-
males irracionales y en insensibles estatuas mentas a la Carta a los Romanos24.
de oro, piensan sin embargo que debe
avergonzamos creer que nuestro Señor ha 1 ,1 7 En él se revela la justicia de
sido crucificado en la carne asumida para Dios de la fe hacia la fe
salvar su imagen... Al mismo tiempo, Pa-
blo alude aquí a aquellos herejes, que re- F e i n d i v i d u a l y c o m u n i t a r i a . Cuando
chazan estas cosas como indignas de Dios no hay asamblea eclesiástica, tú ofreces,
-que se revestiría de hombre para después
en la pasión entregarse por la salvación del
género humano-, no entendiendo que 20 Ga 6, 14. 21 PG 60, 407-408: SP 21, 35. 22 Cf.
para el Creador, nada hay más digno que Hb 2, 14. 23 PL Supp. 1,1116. 24 NTA 15, 354-
procurar la salvación de su creatura, espe 355.
ROMANOS 1, 14-17 77
tú bautizas, tú sólo eres el sacerdote para impío por la fe, sin las obras de la ley,
ti; es decir, donde hay tres, existe la Igle- como dice en otra parte: «Para ser halla-
sia, aunque sean laicos25. Cada uno, como do en él, no con la justicia mía, la que
dice el Apóstol, vive de su fe . T er tu lia n o , viene de la ley, sino la que viene por la fe
Exhortación a la castidad, 7, 3-426. de Cristo»32. Afirma que la justicia reve-
lada en el Evangelio es la misma que
Por y pa r a la fe . «Pues la justicia de viene de Dios en la fe, al mismo tiempo
Dios se revela de la fe hacia la fe». La que da al hombre la fe por la que es jus-
justicia de Dios se revela en el Evangelio tificado.
en el hecho de que ninguno es excluido Pues en él se manifiesta la verdad y la
de la salvación, ya sea que venga como justicia de Dios, cuando cree y confiesa
judío, como griego o como bárbaro. A la fe: la justicia es de Dios, pues lo que
todos por igual dice el Salvador: «venid a ha prometido, lo cumplió. Por lo tanto
mí todos los que estáis cansados y ago- el creyente, que ha conseguido lo que
biados»27. De la expresión «de la fe hacia Dios había prometido por medio de los
la fe» ya hemos dicho antes que también profetas, muestra que Dios es justo y se
el primer pueblo estaba en la fe porque hace testigo de su justicia.
había creído a Dios y a su siervo Moisés; «De la fe hacia la fe». ¿Qué otra cosa
fe a partir de la cual ha pasado a la fe del quiere decir, «de la fe hacia la fe», sino
Evangelio. Sin embargo, lo que dice, to- que la fe de Dios está en lo que promete
mado del testimonio del profeta Haba- de sí mismo una y otra vez; y es fe del
c u c , «el justo vive de mi fe»28, se entien- hombre que cree al que promete, para que
de, o bien del que está en la ley, para que se revele la justicia de Dios desde la fe de
crea también en los evangelios, o bien de Dios que promete a la fe del hombre que
quien está en los evangelios, para que cree? Pues el Dios justo se hace patente en
crea también en la ley y los profetas. Y es el creyente; sin embargo, en el que no
que, una c o s a sin la otra, no tiene la pie- cree, Dios se muestra injusto; pues quien
nitud de la vida. O r íg enes , Comentarios no cree que Dios ha dado lo que ha pro-
sobre la Carta a los Romanos, 1, 1529. metido niega que Dios sea veraz. Esto lo
enseña contra los judíos, que niegan que
S e g u r o e n l a p r o m e s a . Si, pues, eres Cristo es el prometido por Dios.
justo y vives por la fe, si crees realmente Como enseña la Escritura: «El justo
en Dios, ¿por qué habiendo de estar con vive de la fe»33. Por lo tanto vuelve su
Cristo, y seguro de las promesas del atención al profeta Habacuc, para afir-
Señor, por qué no te entregas a la llama- mar que ya antiguamente había sido re-
da de Cristo, por qué no te alegras de velado que el justo vive de la fe, no de la
verte libre de los ataques del diablo? Ci- ley, es decir, Dios no justifica al hombre
p r ia n o , Sobre la mortalidad, 3 30. por la ley, sino por la fe. A m bro siaster ,
Comentario a la Carta a los Romanos34.
R «Por-
e v e l a d a l a j u s t ic ia d e D io s .
nEn efecto, la ira de Dios se revela desde el cielo sobre toda impiedad e in-
justicia de los hombres que tienen aprisionada la verdad en la injusticia. 19Por-
que lo que se puede conocer de Dios es manifiesto en ellos, ya que Dios se lo ha
mostrado. 20Pues desde la creación del mundo las perfecciones invisibles de Dios
—su eterno poder y su divinidad- se han hecho visibles a la inteligencia a través
80 ROMANOS 1, 18-32
de las cosas creadas. De modo que son inexcusables, 21porque habiendo conocí-
do a Dios no le glorificaron como Dios ni le dieron gracias, sino que se envane-
rieron en sus razonamientos y se oscureció su insensato corazón: 22presumiendo
de sabios se hicieron necios 23y llegaron a transferir la gloria del Dios incorrup-
tibie a imágenes que representan al hombre corruptible, y a aves, a cuadrúpe-
dos y a reptiles.
24Por eso Dios los abandonó a los malos deseos de sus corazones, a la impu-
reza con que deshonran entre ellos sus propios cuerpos: 25cambiaron la verdad
de Dios por la mentira y dieron culto y adoraron a la criatura en lugar del Cre-
ador, que es bendito por los siglos. Amén.
26Por lo tanto, Dios los entregó a pasiones deshonrosas, pues sus mujeres
cambiaron el uso natural por el que es contrario a la naturaleza, 27y del mismo
modo los varones, dejando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos de
unos por otros, cometiendo torpezas varones con varones y recibiendo en sí mis-
mos el pago merecido por sus extravíos. 2SY como demostraron no tener un ver-
dadero conocimiento de Dios, Dios los entregó a un perverso sentir que les lleva
a realizar acciones indignas, 29colmados de toda iniquidad, malicia, avaricia,
maldad; llenos de envidia, homicidio, riñas, engaño, malignidad; chismosos,
30calumniadores, enemigos de Dios, insolentes, soberbios, fanfarrones, invento-
res de maldades, rebeldes con sus padres, 31insensatos, desleales, desamorados,
despiadados. 32Ellos, aunque conocieron el juicio de Dios -que quienes hacen
estas cosas merecen la muerte-, no sólo las hacen, sino que defienden a quienes
las hacen.
volvían a los ídolos de su propio mundo. significado, mostrando cómo todos estos
El orgullo humano hará incluso de la vicios se relacionan entre sí.
persona más sabia un necio. La supuesta Pecar es una cosa, pero aprobarlo es
sabiduría de los egipcios, griegos y roma- mucho peor. Los paganos habían perver-
nos se convierte por su idolatría en estu- tido el papel del maestro, una de las pro-
pidez. La idolatría estaba estrechamente fesiones más estimadas en la Antigüedad.
relacionada con la inmoralidad. Los cul- El ciego no puede guiar al ciego. Sólo
tos a la fertilidad entre los paganos evi- aquellos que han sido iluminados por el
denciaban esto, pero la corrupción iba Espíritu de Dios están capacitados para
mucho más allá. Los Padres no titubea- enseñar a otros.
ron en echar la culpa de las desgracias de
su tiempo a los errores del paganismo. Al 1, 18 L a ira de D ios se revela desde
mismo tiempo ellos rechazaban aceptar la el cielo sobre toda im piedad
idea de que Dios abandonara arbitraria-
mente a quienes se rebelaban contra El, R e l a c ió n e n t r e l a v e r d a d y l a ir a .
más bien insistían en que Dios se olvida- ¿La ira de qué dios? Evidentemente del
ba de tales personas, de tal manera que Creador. Por tanto, también la verdad
ellos serían libres de prever las conse- será de Aquél al que pertenece la ira, que
cuencias de su propia desobediencia. debe ser revelada para venganza de la
La batalla contra la idolatría signifi- verdad. T e r t u l ia n o , Contra Marción, 5,
caba ante todo una lucha por la verdad. 13, 31.
Aquí vemos una vez más cóm o los Pa-
dres elevan un caso particular a la cate- C o n t r a t o d a i m p i e d a d . Sobre la ira de
goría de principio universal. Dios ya hemos hablado más ampliamen-
Ir contra Dios equivale a ir contra la te en otro lugar; no obstante, también se
naturaleza y cometer los pecados más dirá ahora algo sobre ella. Se dice ahora
antinaturales que se puedan imaginar. La que la ira de Dios no se revela en una
homosexualidad entre los hombres esta- parte cualquiera, sino contra toda la im-
ba muy extendida, especialmente entre piedad e iniquidad; ni tampoco contra
los miembros de la aristocracia y de la todos los hombres, sino sólo contra
clase intelectual. Pero la verdadera no- aquellos que retienen la verdad de Dios
bleza y la verdadera inteligencia nunca se en la iniquidad; la retienen ciertamente,
avendría a practicar algo tan claramente pero la retienen en la iniquidad... La im-
contrario a la naturaleza, y de ahí que piedad es pecar contra Dios; la iniqui-
los Padres se refirieran a ella como una dad, pecar contra los hombres. Por
prueba más de lo corrupta que se había tanto, quienes retienen la verdad en la
convertido la mente incrédula. El resul- iniquidad, pecan contra Dios y contra
tado del pecado implicaba el hundimien- los hombres. Los hombres han de creer
to de la gente en aberraciones cada vez que esa verdad la han reconocido con las
mayores y en una alta predisposición a facultades racionales impresas por Dios
tolerar nuevas maldades. En Rm 1, 29- en el alma. A estas facultades se les ha
31, Pablo explica lo que quiere decir concedido una prudencia tal que puedan
cuando habla de pecado y nos lo pone
de manifiesto en toda su extensión. Los
Padres fueron más allá al determinar su 1 CCL 1, 702.
82 ROMANOS 1, 18-32
reconocer lo que de Dios es conocido, es ble [Dios], los hombres, habiendo dese-
decir, lo que se puede conocer de Dios; y chado esto, deificaron a las criaturas y
por la reflexión de la criatura, conocer lo cubrieron la verdad de Dios con injusti-
invisible de Dios partiendo de las cosas cia. A p o l in a r d e L a o d ic e a , Fragmentos a
que se pueden ver. Por este motivo, será la Carta a los Romanosb.
justo el juicio de Dios también respecto
a aquellos que, antes de la venida de O p o r t u n i d a d d e a r r e p e n t i r s e . Dado
Cristo, habiendo podido conocer a Dios, que está cerca el castigo fijado a los im-
se apartaron de su culto y se pusieron a píos e injustos, es forzoso que corramos
adorar imágenes de hombres y de anima- hacia la justificación por la fe para esca-
les. En fin, diciéndolo brevemente y en par a los temidos males. Pablo dijo con
una sola frase: adorar a cualquier otro acierto: «La gloria de Dios se revela». En
fuera del Padre y del Hijo y del Espíritu el tiempo actual se revela, efectivamente,
Santo es delito de impiedad. O r íg e n e s , porque Dios usa de su paciencia y no
Comentarios sobre la Carta a los Roma- castiga de inmediato para no excluir oca-
nos, 1, 162. sión de arrepentimiento, para que o bien
se salven los que se arrepienten o bien
R e v e l a c i ó n d e l a j u s t i c ia y d e l a i n - no tengan excusa los que desprecian la
Pues así como en el que cree se
ju s t ic ia . defensa. T e o d o r o d e M o psu estia , Frag-
revela la justicia de Dios, como antes re- mentos sobre la Carta a los Romanos7.
cordé, así también en quien no cree se
revela la impiedad y la injusticia. Pues D e l o a p a c i b l e a l o t e r r i b l e . Mira la
Dios se muestra airado con ellos desde la prudencia de Pablo, cómo, habiendo co-
misma creación de los cielos, porque menzado su exhortación con suaves ra-
creó astros tan hermosos para que pu- zones, pasa luego a argumentos fuertes y
diera conocerse desde ellos cuán grande aterradores. Pues, habiendo dicho que el
y admirable es su creador, y Él sólo Evangelio causa la salud y la vida, y nos
fuese adorado. Como ha sido escrito en manifiesta el poder y la justicia de Dios,
el Salmo: «Los cielos cantan la gloria de pasa a explanar las razones que pueden
Dios y el firmamento anuncia la obra infundir temor a aquellos que no le dan
de sus manos»3. Luego, hizo reo al géne- oídos. Porque, como la mayoría de los
ro humano por la ley natural, pues pu- hombres suelen aficionarse a la virtud
dieron conocer por la ley natural, sien- más por el temor de las penas que por
do testigo la creación del mundo, lo las promesas de bienes, por ambas vías
que Moisés enseñó en las Escrituras4: trata de atraerlos. Por eso Dios no sólo
que sólo Dios, su autor, debe ser ama- prometió el reino, sino que amenazó con
do; pero se han hecho impíos no dando el infierno; y los profetas hablan también
culto al Creador, y aparece en ellos la in- así a los judíos, mezclando los males con
justicia, porque viendo, ocultan la ver- los bienes. Por eso también Pablo cam-
dad, no confesando al único Dios. A m - bia de lenguaje, mas no como quiera,
brosiaster , Comentario a la Carta a los sino que, comenzando por las cosas sua
Romanos5.
ves y apacibles, pasa luego a otras teme- vida, haciendo mención de la injusticia
rosas y tristes, mostrando que aquellas de los hombres. Muy variadas son las in-
proceden de la nativa benignidad divina, justicias: una acerca del dinero, como
y éstas de la malicia de los desobedientes cuando se perjudica al prójimo en esto;
y rebeldes; así también el profeta propo- otra en las mujeres, como cuando deja
ne primero los bienes: «Si quisiereis y uno la suya y toma la ajena... Otros qui-
me escuchareis, comeréis los frutos de la tan al prójimo no el dinero ni la mujer,
tierra; mas si no quisiereis y provocareis mas sí la fama o la honra. También esto
mi indignación, pereceréis al filo de la es injusticia y no menor. J u a n C r isó st o -
espada»8... m o , Homilías sobre la Carta a los Roma-
ese conocimiento, es algo que sólo Dios verso creado; d e tal m o d o , q ue el sabio,
conoce. Tal cosa es algo que creo se el id iota, el escita y el bárbaro, en señad o,
puede esperar de estas palabras del Sal- co n só lo abrir lo s o jo s, p o r la herm osura
vador: «Ninguno conoce al Hijo sino el d e la creación v isib le, p u d iese subir a
Padre, y ninguno conoce al Padre sino el D io s p o r esta escala. Juan C r isó st o m o ,
Hijo y aquel a quien el Hijo quiera reve- Homilías sobre la Carta a los Romanos,
larlo»17. N o hubiera añadido «y aquel a 3, 222.
quien el Hijo quiera revelarlo» si no su-
piera que hay algunos a los que se lo L 0 INVISIBLE MANIFIESTO EN LO VISIBLE.
quiere revelar. O rígenes, Comentarios Pablo manifiesta que todo hombre, dota-
sobre la Carta a los Romanos, 1, 1618. do de conocimiento natural, percibe en
sí mismo una sustancia invisible, que
M e d i a n t e l a c r e a c i ó n d e l m u n d o . El produce en la humanidad las técnicas y
conocimiento de Dios es manifiesto las ciencias; por medio de este ejemplo
desde la creación del mundo, pues para [conocemos] que el Dios invisible «se
que Dios, que por naturaleza es invisi- manifestó» a los hombres por las obras
ble, pudiese ser conocido también en las que ha hecho y aún sigue haciendo. Ps.-
cosas visibles, hizo tal obra que mani- C o n s t a n c io , Comentario sobre la Carta
fiesta en su visibilidad al Autor, de ma- a los Romanos, 19A23.
ñera que a través de lo cierto pudiese ser
conocido lo incierto19, y se creyese que C o n o c e r l a e x i s t e n c i a y l a j u s t i c ia
El, que tal obra hizo, es el Dios de todas de Dios. L o que naturalmente puede ser
las cosas. A m brosiaster , Comentario a la conocido de Dios: que existe y que es
Carta a los Romanos20. justo. «Es manifiesto en ellos». En sus
conciencias; toda creatura atestigua que
C o n o c id o a t r a v é s d e la c r e a c ió n . ella no es Dios, y manifiesta haber sido
Pero las energías de ésta [divinidad] son hecha por otro, a cuya voluntad le es ne-
invisibles por naturaleza y nunca se han cesario obedecer. P e l a g io , Comentario a
revelado ante nadie, sino que se mués- la Carta a los Romanos24.
tran a través de la creación. A p o l in a r d e
L a o d ic e a , Fragmentos a la Carta a los
1, 20 Desde la creación del mundo
Romanos21.
V e r d a d pa lpa ble d e l o s s e n t id o s .
L u g a r d e e n t r e n a m ie n t o pa r a las
ral o de Moisés; pues taparon la ley na- gratitud, se privaron de toda defensa.
tural con la costumbre de pecar, y se ol- Ju a n Cr isó st o m o , Homilías sobre la
C Las
o s a s v is ib l e s t a n e s p l é n d i d a s . Hasta tal punto no fueron igno-
íd o l o s .
cualidades ocultas de Dios son conocidas rantes que confiesan que hay un sólo
a partir de aquellas que están a la vista, principio, en el que tienen origen todas
pues si las cosas que se ven, fueron he- las cosas: las celestes, las terrestres y los
chas por Él tan esplendorosas, que algu- infiernos; y que es uno el que determinó
nos pensaron que ellas eran dioses, e in- naturalmente sus propiedades y sus
tentaron afirmar que eran eternas, cuán- fines; y sabiendo esto no le dieron gra-
to más pudieron comprender que el cias. Habla de los antecesores para corre-
autor de ellas era eterno, omnipotente e gir a los presentes y futuros. «Sino que
inmenso. P e l a g io , Comentario a la se envanecieron en sus razonamientos».
Carta a los Romanos40. Se ofuscaron, pues, viendo el mundo ad-
mirablemente dispuesto por quien ha-
C o n o c e r e s t e m u n d o . Pues, por l o bían reconocido como su artífice, lo
demás, también está el que Dios es «po- ocultaron. «Y se oscureció su insensato
deroso» y «eterno» e incluso también corazón». La niebla del error cubrió sus
que es creador, providente y todo l o corazones, pues debiendo honrar más al
demás que le es propio a Él, pero que es Creador de tantas cosas hermosas como
«invisible» para los mortales. Esto nos es hizo, se embotaron, abandonándole a Él,
dado a nosotros «contemplarlo» con la diciendo que estas cosas que se ven sólo
mente en la «creación» de este «mundo», les sirven para su ciencia. A m brosiaster ,
gracias a la sapientísima actividad crea- Comentario a la Carta a los Romanos43.
dora... Lo de «por lo cual son inexcusa-
bles», lo dice en lugar de «se rechazan A l c a n c e d e l a i d o l a t r í a . Parece, pues,
sus explicaciones»: esto disuade a la len- que [Pablo] haya simplificado bastante
gua, tapa la boca arrogante, hace callar... su razonamiento contra los griegos,
Y es que, al principio, Dios no consideró puesto que argumenta tomando la idola-
a los hombres dignos de conocerle a Él tría como única forma de impiedad.
para permitirles la menor excusa, sino Ciertamente ni a los que más cuidadosa-
que manifestó en ellos este conocimiento mente examinan lo que dice les parece
para su provecho, de modo que pudieran que haga eso, sino más bien que amplía
recuperarle a Él y su solicitud providen- el castigo contra ellos, pensando que no
te. G e n a d io d e C o n s t a n t in o p l a , Frag- les falta ninguna forma de impiedad. Eu-
mentos a la Carta a los Romanos41.
sebio d e E m esa , Fragmentos a la Carta a tigo; y con todo, por este castigo, o diga-
los Romanos44. mos, esta ceguera de corazón que resulta
de retirarse la luz de la sabiduría, caye-
C o n f u n d i r im a g e n c o n r e a l id a d . ron en muchos y graves pecados. Por-
Ciertamente es vano el imaginar lo que que «presumiendo de sabios, se hicieron
no es como si fuera, como [se hace] en- necios». A g u s t ín , La naturaleza y la gra-
tre los que adoran una imagen de Dios, cía, 22, 245°.
no siendo nada. En efecto a causa de
esta concepción la insensatez y la os- D a r c u l t o a c r e a t u r a s . Pensando que
curidad se introdujeron en sus almas. podían comprender con la razón la in-
A p o l in a r d e L a o d ic e a , Fragmentos a mensidad de Dios, se ofuscaron en vanos
la Carta a los Romanos*5. razonamientos, al dar culto a las creatu-
ras en lugar de a Dios51. P e l a g io , Co-
D est r u y e r o n la Luz q u e estaba e n mentario a la Carta a los Romanos52.
ellos. Crimen máximo es éste, al cual
juntaron además otro adorando a los D i f e r e n t e s d i o s e s . N o hay otra razón,
ídolos46... Añade la causa por la cual vi- carísimos hermanos, por la que exista un
nieron a tan grande locura: porque se número de preceptos de la ley de Dios,
entregaron a los devaneos de su imagina- sino porque el corazón insensato de los
ción, y en vez de usar bien de su razón paganos se ha obnubilado, y con la men-
para deducir el maravilloso orden del te racional, con la que debían respetar,
mundo la infinita excelencia de su Crea- venerar y adorar al único Dios, han ado-
dor y Ordenador, le atribuyeron cuerpo, rado a los ídolos con sacrificios sacríle-
y se formaron dioses corpóreos. Ju a n gos, y en el interior de los paganos se ha
C r isó st o m o , Homilías sobre la Carta a trastocado el honor más puro para con el
los Romanos, 3, 247. Dios único en los cultos sangrientos
hacia diversos dioses. C esAr e o d e A rlés,
A p l i c a c i ó n a l o s f i l ó s o f o s . Como Sermón, 100a, 253.
Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles,
Demócrito y todos aquellos filósofos e n s u p e n s a r . N o es descono-
I n ú t il e s
«se consideran a sí mismos sabios». Ps.- cido lo relativo a la escuela griega y a la
C o n s t a n c io , Comentario sobre la Carta elocuencia romana y a la investigación
a los Romanos, 19B48. de todo el mundo para encontrar el
sumo bien, y trabajando mediante estu-
D e s e o s d e s u c o r a z ó n . Porque si hu- dios agudísimos y con ingenio profundo
bieran tributado gracias a Dios, que les nada han conseguido, a no ser envane-
había donado este conocimiento, no hu- cerse con sus propios pensamientos
bieran atribuido algo a sus pensamientos. y obscurecer su insensato corazón.
Por tanto, fueron entregados por Dios a
los deseos de su corazón para que ejecu-
tasen lo que no convenía. A g u st ín , Expo-
sición sobre la Carta a los Romanos, 449. 44 NTA 15,46. 45 NTA 15, 59. 46 Cf. Jr 2, 13.
47 PG 60, 413: SP 21, 44. 48 ENPK 2, 25. 44 CSEL
84,4: BAC 187, 15 50 CSEL 60, 249: BAC 50, 746.
O s c u r e c i m i e n t o d e l c o r a z ó n . En ver- 51 Cf. Rm 1, 25. 52 PL Supp. 1,1118. 55 CCL 103,
dad, esta obcecación fue venganza y cas 413.
90 ROMANOS 1, 18-32
ron castigo porque no conocieron la exis- Como si hubiesen hallado, de qué modo
tencia de Dios; sin embargo, porque no el Dios invisible tenía que ser venerado
se sirvieron del conocimiento cuando era mediante una imagen visible. P e l a g io ,
necesario, por esto sí que serán castiga- Comentario a la Carta a los Romanos60.
dos. Efectivamente, cada uno glorificaba
a su Dios; y lo que creían que era Dios, L l e g a r o n a s e r n e c i o s . Acrecentó el
por creerlo, a eso mismo daban culto. reproche con el calificativo. En efecto,
Afrontaron el asunto erróneamente y de aunque a sí mismos se daban el nombre
manera irreflexiva, pues, abandonando el de sabios, necios se revelaron por sus
camino de Dios, el que lleva a conocerle, obras. T e o d o r e t o d e C ir o , Interpreta-
abrieron su camino particular y cayeron ción de la Carta a los Romanos61.
en demencia extrema: dueños de lo que
ellos creían eminente sabiduría, fueron 1, 23 L a gloria d el D ios irtco-
añadiendo locura hasta el punto de reba- rruptible
jar el c u l t o divino a reptiles y seres inani-
m a d o s . G e n a d io de C o n s t a n t in o p l a , Sí l a im a g e n c o r p o r a l d e l h o m b r e e s
rruptible, cuya imagen se rechaza aquí, un tal Belo, hombre muerto hacía tiem-
lo llama «hombre exterior»... Y para po, quien, se dice, ejerció su autoridad
que los que se equivocan sobre la imagen sobre ellos. Dieron culto también a la
de Dios conozcan una afirmación del serpiente y al dragón, a quien mató Da-
Apóstol todavía más clara, escuchen de niel, el hombre de Dios67, de quien tie-
qué hombre dice el Apóstol que ha sido nen una semejanza. Los egipcios, por su
creado a imagen de Dios. O rígenes, C o- parte, daban culto a un cuadrúpedo lia-
mentarlos sobre la Carta a los Romanos, mado Apis, semejante a una vaca, lo que
1, 1965. Jeroboán imitó, haciendo el mal68...
Todas estas cosas fueron hechas por
C uerpo sin alma . Q u ie n e s a u n cu erpo quienes se consideraron sabios en el
carente d e alm a y d e sen tid o le aplicaron mundo; porque, reconociendo al Dios
el n om b re de q u ien oto rg a a to d o s lo s invisible, no le honraron haciendo estas
seres sen sitivos y racion ales n o so lo el cosas, ni tampoco pudieron descubrirlo
sentir, sin o tam b ién el pensar, y a algu- en las visibles. Pues el prudente en las
n o s in clu so el sentir y el pensar en grado cosas grandes, sin dificultad descubre las
p erfecto y em in en te. O rígenes, La ora- pequeñas. A m brosiaster , Comentario a la
ción, 29, 1566. Carta a los Romanos69.
acuse si, estando ya entre deseos e impu- por el diablo, para que ni siquiera pudie-
rezas, manchan su cuerpo deshonrándolo. sen tener un buen pensamiento. Fueron
Por tanto, que Marción y todos los abandonados por tanto «a la inmundicia
que pululan por su escuela como raza de para que entre ellos deshonrasen sus
serpientes no osen tocar, ni siquiera con propios cuerpos». Recordando el pasado,
la punta del dedo, el tema de la absolu- subraya también los males del presente,
ción de éstos. Ellos, en efecto, por cues- pues son entregados hasta ultrajar sus
tiones de este tipo, han rechazado el An- propios cuerpos. Pues siempre desde el
tiguo Testamento, quizás por haber leído principio ha habido hombres que dicen
en él algo parecido a esto. Pero ¿de qué deshonrar mutuamente sus cuerpos. Se
les ha servido, si en el Nuevo Testamen- afirma que el cuerpo es deshonrado
to encontramos cuestiones parecidas? cuando el pensamiento del alma está di-
Nosotros, sin embargo, que reconoce- rígido al delito; ¿por qué otra razón sino
mos al único Dios, bueno y justo, de la porque la mancha del cuerpo es signo
ley y los profetas y de los evangelios, del pecado del alma? Pues nadie discute
el Padre de Cristo, nos servimos de que hay pecado en el alma, cuando el
las mismas explicaciones, ya sea para el cuerpo está corrompido. A mbrosiaster,
Nuevo como para el Antiguo Testamen- Comentario a la Carta a los Romanos77.
to, invocando a Aquel que ha puesto en
Sión una roca de tropiezo y una piedra D ios l o s a b a n d o n ó . Con lo cual decía-
de escándalo75, de modo que Él mismo, ra que la impiedad fue causa de que vio-
por medio de su Espíritu Santo, nos li- laran las leyes. Aquella palabra «los en-
bre del tropiezo y del escándalo respec- tregó» o abandonó, significa permitió.
to al texto del Apóstol, por el cual, las Como un capitán, si en el fragor de la
mentes titubeantes parece que se ofen- lucha retrocede y se retira, se dice que
den. O rígenes , Comentarios sobre la entrega los soldados al enemigo, no por-
Carta a los Romanos, 1, 1876. que él los empuje, sino por haberlos de-
jado sin dirección y estrategia; así Dios
A b a n d o n a d o s a l a i m p u r e z a . Pablo abandonó a los que no quisieron admi-
afirma que fueron abandonados a la des- tir sus órdenes y mandatos, sino que
honra, porque, injuriando a Dios crea- fueron desleales sin motivo a quien tan
dor, tomaron por Dios a imágenes falsas bien había cumplido por su parte. Por-
de las cosas; y fueron entregados a hacer que mira cuán bien los enseñó, ponien-
no lo que querían, sino a dejarse llevar do ante sus ojos el maravilloso libro del
por sus deseos. Y aquí está patente la mundo, y dándoles inteligencia y razón a
bondad de Dios, pues habría sido digno fin de que pudiesen entender lo que les
de Él, el haberlos sometido para que hi- importaba y convenía. De nada de esto
ciesen lo que no querían y fuesen ator- usaron bien aquellos hombres, sino que
mentados, ya que el bien, si se hace con- volvieron contra sí los dones recibidos.
tra la voluntad, se convierte en un amar- ¿Qué había de hacer Dios en vista de
go mal. Pero ellos, apartándose de Dios, esto? ¿Violentarlos y forzarlos? Mas con
fueron abandonados al diablo. Pero
abandonar significa permitir, no incitar o
empujar; de modo que lo que habían de- 75 Cf. Is 8,14; Rm 9, 33. 76 CER 1, 144-148.
seado lo pusieron por obra ayudados 77 CSEL 81, 47.49.
94 ROMANOS 1, 18-32
seres dotados de inteligencia y voluntad Apóstol que «Dios los abandonó a los
no se hace esto. No restaba otra cosa deseos de su corazón». Pide uno dinero
que abandonarlos a su arbitrio y eso en abundancia, lo recibe para su mal.
hizo; para que probando así y experi- Cuando no lo tenía, poco temía. Co-
mentando sus antojos, huyesen sus con- menzó a tenerlo y se hizo presa del más
cupiscencias y torpezas. J u a n C r isó sto - poderoso. A g u s t ín , Tratados sobre la pri-
m o , Homilías sobre la Carta a los Roma- mera Carta de san Juan, 6, 882.
nos, 3, 378.
A b a n d o n a d o s p o r D i o s . Pablo ha es-
P e r m is o d e D En este pasaje, en el
io s . crito que Dios «los abandonó» en vez de
que se dice que Dios «abandonó» al pe- «les permitió»... Porque El no soportó
cador a sus propios «deseos», se prueba gobernar a quienes habían caído en el
que Dios no es la causa, sino que al no colmo de la impiedad, la cual da a luz
aplicar el castigo, gracias a su longanimi- además una vida de transgresión. T e o d o -
dad y paciencia, permite que ellos obren r e t o d e C ir o , Interpretación de la Carta
honra a los dioses de los gentiles, y esto palabras demuestra que no los desampa-
no es verdadero. Pues sólo en Dios per- ró por venganza, pues él no sufrió nada,
manece la verdad. Asigna en otro lugar ni se aminoró un punto su gloria, sino
la misma bendición al Hijo de Dios, di- que permanece siempre feliz y bendito.
ciendo entre otras cosas: «de los cuales Porque si el varón virtuoso nada sufre,
procede Cristo según la carne, que es por lo común, de parte de los que le in-
Dios bendito sobre todas las cosas por jurian, mucho menos Dios, naturaleza
los siglos. Amén»84. O una y otra cosa inmortal e inmutable, y gloria invariable
pertenecen a Cristo, o afirma lo mismo e inamovible. J u a n C r isó st o m o , Homilías
del Hijo que del Padre. A m br o sia ster , sobre la Carta a los Romanos, 3, 488.
Comentario a la Carta a los Romanos85.
S e r v i r a l a c r i a t u r a . Adoraron y sir-
A Llegaron a tal
d o r a r a l o s d e m o n io s . vieron a la criatura, más bien que al Cre-
extremo de impiedad que incluso rindie- ador, y no quisieron ser templo del
ron culto a los demonios y los llamaron único y verdadero Dios. Al querer tener
dioses, cumpliendo sus deseos. A t a n a s io , a Dios con otros muchos dioses falsos,
La Encamación del Verbo, 11, 86 צ. se quedaron privados del verdadero.
A g u s t ín , Carta a Dárdano, 187, 8, 2989.
T r a t a r a l íd o l o c o m o a l a v e r d a d .
eso» —sigue—«Dios los entregó a los NES NATURALES POR LAS ANTINATURALES.
malos deseos de su corazón hasta una Pablo afirma que bajo la ira de Dios,
impureza tal que deshonraron entre sí esto es lo que le ha acaecido al género
sus cuerpos». La causa de la segunda en- humano a causa de la idolatría: que la
trega parece indicarla cuando dice: «cam- mujer desee torpemente a la mujer para
biaron la verdad de Dios por la mentira, su provecho. Lo que es interpretado por
y dieron culto y adoraron a la criatura otros de otra manera, no cayendo en la
en vez del Creador». «Por eso» —sigue— cuenta del valor de lo dicho. ¿Pues qué
«los entregó Dios a pasiones deshonro- es cambiar el uso natural en un uso con-
sas». N o obstante, esta segunda entrega tra la naturaleza, sino suplantar el uso
parece conllevar más graves impurezas. natural por otro distinto, de manera que
«Pues sus mujeres» —dice—«invirtieron una y la misma parte corporal de cada*37
las relaciones naturales por otras contra
la naturaleza; igualmente los varones,
abandonando el uso natural de la mujer, 93 PTS 12, 60. ,· יCCL 2, 1046-1047. 95 Rm 1, 24.
se abrasaron en deseos los unos por los 26.28. 96 CER 1, 156-158 . 97 GCS 3, 387: NCE
otros, cometiendo la infamia de varón 37, 221.
ROMANOS 11 8-32 י 97
cual se ofrezca entre ambas para otro sino diabólica su vida... Y lo que es aún
uso del sexo distinto del que fue conce- más torpe, sus mujeres deseaban aquellas
dido? ,!Pues si aquella es la parte del uniones, que debían causarles mayor
cuerpo que piensan, de qué modo cam- vergüenza que si se juntasen con varo-
biaron el uso natural, si no tienen dado nes. J u a n C r isó st o m o , Homilías sobre la
por ella tal uso? Ya había hablado antes Carta a los Romanos, 4 ,1 ".
que habían sido entregados a la impure-
za, pero no había mostrado, sin embar- D e ja r q u e l a g e n t e h a g a l o q u e
go, la cualidad de la impureza de su Dios no «abandona» a nadie,
q u ie r a .
misma obra. A m br o sia ster , Comentario sino que se dice «abandonar» cuando
a la Carta a los Romanos™. deja de ayudar. P s . - C o n s t a n c io , Comen-
taño sobre la Carta a los Romanos,
V er d a d er o placer se g ú n la n a tu r a - 20A100.
leza. Pues no pueden alegar que por ca-
recer de la unión que es conforme a na- R echazar al A u t o r d e la naturale-
turaleza, recurrieron a eso; ni que, por za. Por las causas anteriormente mencio-
no poder satisfacer su inclinación natural, nadas, fueron entregados a estas deshon-
cayeron en estos rabiosos deseos... Tam- ras. «Pues sus mujeres invirtieron las re-
poco a éstos les dejó modo alguno de de- laciones naturales por otras contra la na-
fensa, acusándolos no sólo de que, te- turaleza». Alejados de Dios, todo lo
niendo su modo de gozar lo dejaron por cambiaron contra Dios. Pues, de ningún
otro; sino también de que, dejando el modo podían guardar el orden natural,
que era conforme a la naturaleza, recu- q u i e n e s h a b ía n abandonado al autor de
rrieron a otro que era contra ella. Más la n a tu r a le z a . P e l a g io , Comentario a la
dificultad y menos gusto hay en esas Carta a los Romanos101.
uniones antinaturales que en las natura-
les; de manera que ni siquiera tienen el L o q u e d e s e a b a n . O quizá se abando-
pretexto de mayor gusto: pues el genuino naron, puesto que es lo que querían: «a
deleite es conforme a la naturaleza; más los malos deseos de sus corazones», dice.
cuando Dios desampara, todo se pervier- E c u m e n io , Fragmentos sobre la Carta a
te. Por tanto, no sólo eran satánicos sus los Romanos 102.
dogmas, sino diabólica su vida. Tampoco
a éstos les dejó modo alguno de defensa, 1, 27 Cometiendo torpezas
acusándolos no sólo de que, teniendo su
modo de gozar lo dejaran por otro; sino V a r o n e s a b r a s a d o s e n d e s e o s im p u -
también de que, dejando el que era con- ros u n o s po r o tro s.¡Oh, si, puesto en
forme a la naturaleza, recurrieron a otro aquella elevada atalaya, dirigieres tus
que era contra ella. Más dificultad y ojos a los lugares secretos y pudieres
menos gusto hay en esas uniones antina- abrir las puertas cerradas de los aposen-
turales que en las naturales; de manera tos y sacar a la luz lo más oculto de las
que ni siquiera tienen el pretexto de
mayor gusto: pues el genuino deleite es
conforme a la naturaleza; más cuando 98 CSEL 81, 51. 99 PG 60, 417: SP 21, 49.
Dios abandona, todo se pervierte. Por 100 ENPK 2, 26. 101 PL Supp. 1,1118-1119.
tanto, no sólo eran satánicos sus dogmas, 102 NTA 15, 423.
98 ROMANOS 1, 18-32
casas! Verías cometer por los impúdicos enemigos. Repara el énfasis con que
lo que no pueden ni mirar unos ojos pu- habla. Pues no dijo que se amaron y de-
dorosos; verías lo que sólo el mirar es ya searon mutuamente, «sino estallaron
un crimen; verías lo que niegan haber como llama; se abrasaron en mutuos de-
cometido los alocados por el frenesí de seos». ¿Ves cómo todo el mal provino de
los vicios. Y con todo se apresuran a ha- la pasión, de la concupiscencia y avidez
cerlo. Los varones se prostituyen unos a desenfrenada?
otros, con morboso apetito. Ejecutan lo Porque el deseo dislocado no sufre
que no pueden aprobar los mismos que freno ni respeta término alguno. Por eso
lo cometen. C ipriano, A Donato, 9103. el que traspasa las leyes establecidas por
Dios, desea cosas extrañas y no sabe
C ambiar e l u s o n a t u r a l . Por lo tanto guardar moderación alguna... Pues vien-
es claro que quienes ya cambiaron la do el diablo que esta natural concupis-
verdad de Dios en mentira, cambiaran cencía unía sumamente a los dos sexos,
también el uso natural por otro uso por procuró con grande empeño deshacer
el que son deshonrados, hechos reos de este vínculo, de tal manera que no sólo
la segunda muerte. Pero puesto que Sata- se perdiera el linaje humano por falta de
nás no puede dar otra ley, pues no tiene semilla, sino también por la guerra intes-
ninguna, cambia las cosas lícitas concedi- tina y perpetua de unos contra otros.
das a otro orden, de tal manera que «Recibiendo en sí mismos la paga
cuando obran de manera distinta a la que merecida de su obcecación y extravío».
está permitida, cometen pecado. Mira cómo vuelve de nuevo a la fuente y
«Recibiendo en sí mismos el pago me- origen del mal, la impiedad en sus dog-
recido de su extravío». Afirma que esta es mas y creencias sobre la divinidad. Por-
la paga del desprecio a Dios, es decir, una que viendo que hombres, impíos y en-
torpe corrupción, pues ésta es la primera fraseados en las cosas de la presente vida
causa de este pecado. ¿Hay algo peor, no le darían oídos, si les hablaba de in-
más bajo que este pecado? Pues tanto más fiemo y de suplicios, smo que se reirían
horrenda es la compensación y más baja de él, les da a entender que en su mismo
la pasión, cuanto más impío y grave deli- pecado y voluptuosidad llevaban la peni-
to es la idolatría. A mbrosiaster, Comenta- tencia. Juan C risóstomo, Homilías sobre
rio a la Carta a los Romanos104. la Carta a los Romanos, 4, 2106.
mos. P elagio, Comentario a la Carta a corrom pido el guía, queda tod o desor-
los Romanos107. denado y trastocado. J uan C risóstomo,
Homilías sobre la Carta a los Romanos,
1, 28 Le lleva a realizar acciones 5, 1 ״0.
indignas
L u j u r i a s p e r n i c i o s a s . Anteriormente
los crímenes cosas que a muchos parecen Cristo señaló esta causa de la malicia: «Y
indiferentes, sube de punto otra vez la por la inundación de la iniquidad, se en-
acusación, después de haber subido al friará la caridad de muchos»127. Esto es
castillo y fortaleza de todos los males y lo que aquí dice Pablo... dando a enten-
haberlos llamado engreídos. Porque más der que habían deshonrado este don que
grave es engreírse después del pecado nos concedió la naturaleza, pues a ella
que el mismo pecar... Luego dice: «In- somos deudores de cierto natural afecto
ventores de maldades», dando a entender mutuo, del que participan hasta las mis-
que para ellos no fueron bastantes las mas fieras... Mas ellos fueron más fero-
clases y maneras de pecados ya exis- ces que las fieras. Muéstranos, pues, la
rentes, sino que inventaron otras nuevas, enfermedad y el gran mal que, prove-
lo cual revela ánimo calculador y que niente de los perversos dogmas, invadió
anda mirando y remirando con afán, no toda la tierra, declarando al mismo tiem-
sorprendido y enlazado por otro. J u a n po que ambas enfermedades nacieron de
C r isó sto m o , Homilías sobre la Carta a la desidia y negligencia de los enfermos.
los Romanos, 5 , 1 123. J u a n C r isó st o m o , Homilías sobre la
Carta a los Romanos, 5 , l 128.
A u t o d e s t r u c c i ó n . Nada hay tan odio-
so para Dios como la idolatría, a la cual A bandonar a D io s , se r a b a n d o n a d o s
don, para quitarla de en medio, porque crueldad. Pero incluso, quienes tal vez
el que alaba el pecado es más culpable no consentían en estas cosas, porque
que el mismo que peca; puesto, repito, pensaban de la misma forma, sin embar-
primeramente esto, lo culpa y reprende go, al caer en la idolatría, que es causa y
con más vehemencia. J u a n C r isó st o m o , origen de todos estos vicios, daban la
Homilías sobre la Carta a los Romanos, impresión de haber consentido en todos
5 , l 135. ellos. P e l a g io , Comentario a la Carta a
los Romanos™.
C o n s e n t i r e n m a l a s o b r a s . Cuando
dice: «No sólo los que las hacen, sino F a l l o d e r e f u t a c i ó n . Quienes no ar-
también los que consienten con quienes guyen por sí mismos a los adúlteros ni
las realizan», significa que cualesquiera lo dan a conocer en secreto a los sacer-
cosas que hicieron, no las hicieron obli- dotes, nos hacen sospechar que ellos no
gados, sino que cuando consienten en las los rechazan porque ellos mismos come-
obras malas, también aprueban las que ten también tales pecados. C esá r e o d e
hicieron; y por tanto, de los pecados A rlés , Sermón, 4 2 , 2m .* 187
consumados, dice: «Por eso eres inexcu-
sable, ¡oh hombre!, cualquiera que seas
el que juzgas». A gustín, Exposición sobre 185 PG 60,421: SP 21, 59. IMCSEL 84, 5: BAC
la Carta a los Romanos, 7 136.*12 187, 16. 7 ייPL Supp. 1, 1120. 158 CCL 103,186.
EL JU IC IO D E D IO S ES IN EV ITA B LE (2,1-4)
que hacemos de otros. Nadie debería sino también al judío, que, según la
considerar que por el hecho de que Dios ley, pretendía juzgar a los gentiles.
sea lento a la ira no vaya a castigar al fin. A gustín, Exposición sobre la Carta a
Si El se retrasa es sólo porque quiere dar los Romanos, 7 4.
tiempo para el arrepentimiento.
C astigo por la crueldad . Todos pen-
2, 1 Tú que juzgas, eres inexcusable saban de este modo, pero de forma espe-
cial, en relación con aquellos que tenían
S in excusas . Afirma que son dignos de ante sí la obligación de afrontar un jui-
la muerte el que obra el mal y el que ció. Jueces y señores se ponen de acuer-
aprueba a los que lo hacen. Y para que, do. En un juicio natural, cada cual ex-
aquel que obra mal y no aprueba a los presa su sentencia conforme a los he-
que lo hacen, no se dé por excusado, en- chos, y todos saben que la inocencia me-
seña que igualmente es inexcusable. Pues rece premio y la malicia a su vez merece
no es justo que sea concedido a éste la castigo. P elagio, Comentario a la Carta
impunidad, porque muestra hipócrita- a los Romanos5.
mente que no es tal, cuando se sobreen-
tiende que es peor; pues ignora que, 2, 2 D ios condena según la verdad
mientras es digno de ser castigado, se
muestra digno de honor. A mbrosiaster, S ó lo D ios cono ce el co razón . El
Comentario a la Carta a los Romanos1. juicio de Dios según verdad se debe cier-
tamente esperar y creer no sólo contra
O S CONDENAIS A VOSOTROS MISMOS. aquellos que obran las cosas que antes
Esto dijo aludiendo a los Príncipes, por- hemos enumerado, sino contra todos los
que aquella ciudad tenía entonces el que, de una forma u otra, han realizado
principado del mundo... Aquella senten- algo bueno o malo. Ahora bien, lo que
cia, que contra el culpable diste, contra ti en este lugar parece demostrarse es que
mismo la diste. J uan C risóstomo , Homi- el juicio según verdad compete sólo a
lías sobre la Carta a los Romanos, 5, l 2. Dios. Hay algunas obras que se cometen
con una acción mala, pero no con un
J uzgados por D ios . Aquí se expone ánimo malo, como, por ejemplo, cuando
con claridad que todos y cada uno de los se comete un homicidio involuntaria-
hombres «sabe» que ha de ser juzgado mente. Y otras se llevan a cabo con una
por Dios según sus propias acciones, acción buena, pero no con ánimo bueno,
en lo mismo, «en lo que» él «juzga» y como cuando se practica la misericordia
«condena» a «otro» hombre como peca- no por mandato de Dios, sino por reci-
dor. P s.-C onstancio, Comentario sobre bir la alabanza de los hombres. En otras
la Carta a los Romanos, 2 1 3. obras, en fin, concuerdan el ánimo y la
acción, ya sea en lo bueno, ya sea en lo
Q uienquiera que fueres . Por tanto, malo. Y como pertenece sólo a Dios el
de los pecados consumados, dice: «Por
eso eres inexcusable, ¡oh hombre!, cual-
quiera que seas el que juzgas». Cuando 1 CSEL 81, 61. 2 PG 60, 423: SP 21, 59. 3 ENPK
dice: «cualquiera que o todo el que», lo 2, 26. 4 CSEL 84, 5: BAC 187, 16. 5 PL Supp. 1,
introduce para señalar no sólo al gentil, 1120.
ROMANOS 2, 1-4 105
conocer los corazones de los hombres y to que nosotros mismos las juzgamos.
discernir los secretos de la mente, sólo ¡Pues si a nosotros nos desagrada, cuan-
El puede ejercer un juicio según verdad. to más a Dios, que es más justo y celoso
Se pregunta ahora el Apóstol si Dios de su obra! Por lo tanto, cuando afirma
mantiene un juicio según verdad contra que Dios ha de juzgar estas cosas en la
aquellos a los que se les han perdonado verdad, infunde temor para enseñar que
los pecados por la gracia del bautismo, o aquel, a quien aquellos pérfidos dicen
contra aquellos que han cubierto sus pe- que está descuidado, ha de juzgar en la
cados con la penitencia o contra aquellos verdad a los malos. Es decir, es una gran
que, por la gloria del martirio, no se les verdad que a cada uno dará lo que mere-
debe imputar el pecado. La verdad del ce, y no será perdonado. A mbrosiaster,
juicio exige que el malo reciba males y el Comentario a la Carta a los Romanos7.
bueno bienes; y aunque los dones y la
generosidad de Dios no admiten la cu- I mpíos a u n c o n o c ie n d o la creación .
riosidad del que discute, sin embargo, Acerca del impío dijo dos cosas, que, co-
debemos mostrar también en esto cuánta nociendo a Dios, obró la impiedad; y
verdad hay en su juicio. Es patrimonio por dónde le conoció, esto es, por las
común que al bueno no se le debe casti- cosas creadas. Juan C risóstomo, Homi-
gar y que el malo no debe recibir bienes. lías sobre la Carta a los Romanos, 5, l 8.
Si, por ejemplo, hay uno que en una oca-
sión cometió una maldad, es cierto que E l juicio se da justamente . «Juicio»
ese tal era malo cuando cometía la ac- significa proceso y tribunal de Dios, y
ción. Ahora bien, si éste, arrepintiéndose Pablo añadió «según verdad» para con-
de las cosas pasadas, endereza su mente firmar la sentencia de los impíos. T e o -
hacia el bien, hace el bien, habla bien, doro de M opsuestia, Fragmentos sobre
piensa bien y usa bien su voluntad ¿no te la Carta a los Romanos’.
parece que obrando así es bueno y mere-
ce recibir bienes? De igual forma, si uno La apariencia de que el mal agrada
se convierte del bien al mal, no será ya a Dios. Pues si tú, siendo pecador, juz-
juzgado como bueno, porque lo fue pero gas como pecador a tu semejante, ¡cuán-
ya no lo es, sino como malo, porque lo to más Dios, que es justo, te juzgará a ti,
es. Las acciones, en efecto, ya sean bue- que eres injusto, no sea que parezca, que
ñas o malas, pasan, pero según su cuali- le agradan los males, y por el contrario,
dad, modelan e informan la mente del le desagradan los bienes. Por otra parte,
que las hace, haciéndola buena o mala, consta, según leemos, que, sin distinción
para ser destinada a los premios o a la de personas, ni perdonó a sus amigos, ni
pena. Será, por tanto, injusto que una tampoco a los ángeles que pecaron! El
mente buena sea castigada por acciones juicio humano se corrompe de muchas
malas o que una mala sea premiada por maneras: frecuentemente se viola la inte-
buenas acciones. O rígenes, Comentarios gridad de los jueces a causa del amor, del
sobre la Carta a los Romanos, 2, 16. odio, del temor, de la avaricia, y la mise
2, 4 ¿No sabes que la bondad de 17 PG 60, 424: SP 21, 60-61. 18 ENPK 2, 27.
Dios te lleva a la penitencia f 19 CSEL 44, 400: BAC 99, 337. 20 Cf. 1 Jn 2, 18.
21 PA 2, 248. 22 Cf. Sal 53, 4. 23 Cf. Mt 7, 13-14.
La riqueza de la b o n d a d de D ios . 24 Cf. Mt 5, 45. 25 Cf. Sb 11, 21. 26 Cf. Gn 7, 23.
Estamos en los tiempos postreros20. 27 Cf. Gn 19, 24-25. 28 CER 1, 172-174.
108 ROMANOS 2 , 1-4
D ios anhela el arrepentimiento . 29 CSEL 81,65. 30 PG 60, 424: SP 21, 61. 31 ENPK
Aquí se expone con claridad por qué 2, 27. 32 2 P 3, 9. 33 PL Supp. 1, 11201121 ־.
EL J U IC IO D E D IO S ES R IG U R O S O (2, 5-11)
5Tú, sin embargo, con tu dureza y con tu corazón que no se quiere arre-
pentir, atesoras contra ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del
justo juicio de Dios, 6el cual retribuirá a cada uno según sus obras: 7la vida eter-
na para quienes, mediante la perseverancia en el buen obrar, buscan gloria,
ROMANOS 2 , 5-11 109
condidas, pues «bueno es mantener ocul- cada uno conforme a sus obras. En pri-
to el misterio del rey»5. No obstante, mer lugar sean excluidos los herejes, que
trataremos de dar una explicación en la afirman tener almas por naturaleza bue-
medida que podamos hacerlo en estas ñas o malas, y sostienen en cambio que
páginas. Hay muchos que al salir de esta Dios premiará a cada uno según sus
vida dejan tras de sí semillas de cosas obras, no según la naturaleza. En según-
buenas y malas, de las cuales se aprove- do lugar, sean edificados los fieles para
chan para su salvación o su perdición los que no piensen que es suficiente con lo
hombres que quedan; por ejemplo, todos que creen, sino que sepan que el justo
los filósofos que han creado sectas mal- juicio de Dios dará a cada uno conforme
vadas y contrarias a Dios, han establecí- a lo que haga... Tampoco los gentiles
do sacrilegios mágicos o ejercido la as- deben ser excluidos, si hacen algún bien
trología, o aquellos autores de entre los y se enmiendan. O rígenes, Comentarios
nuestros que han editado libros con opi- sobre la Carta a los Romanos, 2, 478.
niones heréticas y perversas, o han reali-
zado en las iglesias cismas, escándalos y C risto juzgará . Sin duda, dice estas
disensiones. En el otro lado se encuentra cosas acerca Cristo. Pues, Él mismo será
el trabajo de las cartas apostólicas y gra- quien juzgue. M ario V ictorino, Contra
cias a ellas el surgimiento de la Iglesia Arrio, 1, 17*.
universal, la conversión a Dios y la
transformación de todo el mundo. Las G uardar la ira . Al hablar del modo en
razones de todo esto no se concluirán que acumulaban los pecados, puso de re-
sino hasta el final de este mundo, y por lieve que tendría lugar un aumento del
eso no sería justo el juicio de Dios, hasta castigo por la gran paciencia del Juez
que se sepan las ventajas o impedimentos con respecto a los que están enfermos en
de cada una de esas cosas. Esto es lo que forma incurable. Severiano, Fragmentos
el Apóstol parece dar a entender, cuando sobre la Carta a los Romanos9.
afirma: «Los pecados de algunos hom-
bres son notorios antes de someterlos a D esconocer la futura ira . Confiando
juicio, pero los de otros sólo se conocen en la impunidad del pecado, no sólo per-
después»6... manece en inaccesible impenitencia, sino
También los que están fuera del cuer- que incluso peca más, seguro de que nin-
po o los santos que viven con Cristo gún castigo futuro hay, ignorando que
hacen cosas y trabajan en favor nuestro, acumula sobre sí la cólera para el día de
como los ángeles, que desempeñan los la ira. A mbrosiaster, Comentario a la
ministerios de nuestra salvación, o tam- Carta a los Romanos10.
bién los pecadores que, fuera del cuerpo,
actúan conforme al propósito de su C ontra u n o mismo . Porque al no
mente, a semejanza de los ángeles que ablandarse con la mansedumbre, ni mo-
están a la izquierda y con quienes igual- verse con el temor, ¿qué cosa más dura
mente se dice son arrojados al fuego puede pensarse?... Y mira la propiedad y
eterno. Todo esto se encuentra oculto y
no se ha puesto por escrito...
Busquemos ahora lo que significa el 5 Tb 12, 7.11. 6 1 Tm 5, 24. 7 CER 1, 174.182-186.
justo juicio de Dios en el que se dará a 8 PL 8, 1050. 9 NTA 15, 215. 10 CSEL 81, 67.
ROMANOS 2 , 5-11 111
El Salvador habla acerca de esto mismo corrigen, para no incurrir por más tiem-
diciendo: «Entonces El [el Hijo] devol- po en el castigo de la vida prometida.
verá a cada uno de acuerdo con sus Pues les dará «gloria y honor». Y para
obras»21. En efecto, la comunión de su que esto no se viese como algo muy
naturaleza se demuestra precisamente grande en comparación con la vida pre-
cuando lo que se reconoce que es de sente, porque también aquí se ven glo-
Dios, esto mismo evidentemente parece riosos y honrados, añade: «Y la inco-
ser del Hijo. A polinar de L aodicea , rrupción», para deducir de ahí: que exis-
Fragmentos a la Carta a los Romanos22. te otra gloria y otro honor cuando estén
acompañados por la incorrupción. Pues
Tú mismo estás ocultando para ti ira con frecuencia en la vida presente se
sobre ira para el día del juicio. Y ese día pierde el honor y la gloria, ya que son
se revelará en un tiempo cierto y deter- corruptibles quienes los dan, lo que dan
minado por Dios. P elagio , Comentario y los que lo reciben; sin embargo en el
a la Carta a los Romanos23. día del juicio de Dios serán dados un
honor y una gloria incorruptibles, de tal
2, 7 La vida eterna manera que son totalmente eternas; pues
la misma sustancia será glorificada, jun-
G loria y h o n o r . A sí pues, Dios otor- tamente con la inmutabilidad de los mé-
gó el bien, según lo atestigua también el ritos. Luego buscan la vida eterna aque-
Apóstol en la misma carta. Y quienes lo líos que no sólo tienen buenas palabras,
ponen por obra recibirán honor y gloria, sino también buena vida. A mbrosiaster,
pues pudiendo no ponerlo por obra, lo Comentario a la Carta a los Romanos26.
actuaron; mientras que los que no actúan
recibirán el justo juicio de Dios, porque L as recompensas eternas trascienden
pudiendo ponerlo por obra no lo pusie- todo lo terreno . Aquí levanta el ánimo
ron. Ireneo de Lyon, Contra las herejías, de los que en las tentaciones se habían
4, 37, l 24. acobardado, y muestra que no conviene
confiar en la fe sola; pues aquel tribunal
P erseverancia e n el bien obrar . examina las obras. Pondera cómo al ha-
Pablo enseña que quienes desean hacer el blar de las cosas futuras, no puede expli-
bien tendrán que soportar trabajos y lu- car con claridad aquellos bienes; sino que
chas...; por eso es necesaria la paciencia. los llama gloria y honor. Pues superando
O rígenes, Comentarios sobre la Carta a tanto los bienes humanos, no tiene ima-
los Romanos, 2, 525. gen ni comparación alguna de que echar
mano; sino que los da a conocer, de algún
Y la inco rrupción . Puesto que ha modo, por las cosas que entre nosotros
dicho que el juicio de Dios es justo, parecen más espléndidas, como la gloria,
también enseña cuál es el futuro de los el honor y la vida, que son las más esti
buenos: dice que éstos, conociendo la
paciencia de Dios, llenos de confianza
en la fe, han hecho bien en dedicarse a
21 Mt 16, 27; cf. Pr 24, 12; Si 35, 22. 22 NTA 15,
la penitencia de sus primeras obras, en 60. 23 PL Supp. 1,1121. 24 SC 100, 922: BAC
parte para corregirlas, en parte para ale- maior 53, 504-505. 25 CER 1, 190. 26 CSEL 81,
jarse del mayor castigo de quienes no se 67-69.
ROMANOS 2 , 5-11 113
madas y buscadas en lo humano. Pero las te aconsejo que le temas y creas. T eófilo
cosas del cielo no son así; sino incorrupti- de A ntjoquía, A A u tó lic o , 1, 1434.
bles e inmortales. ¿No ves cómo nos abre
las puertas de la resurrección de los cuer- furor y tribulación . Se esfuerzan
I ra ,
pos, al hacer mención de la incorrupción? en olvidar aquello que es verdaderamen-
Porque aquella incorrupción sobrevendrá te seguro, no contando con el futuro jui-
entonces a este cuerpo ahora corrupti- ció de Dios por Cristo, y despreciando
ble... Porque todos resucitaremos inco- por ello su paciencia. Creen a la iniqui-
rruptibles, mas no todos para la gloria; dad, pues una iniquidad es negar lo que
sino unos para la gloria, y otros para el Dios ha dicho que sucederá. Pablo cita
suplicio. J uan C risóstomo , Homilías sobre otras tres cosas dignas de la incredulidad:
la Carta a los Romanos, 5, 327. «La ira, la indignación y la angustia». La
ira no es propia del que juzga, sino del
P aciencia e n hacer el bien . La recom- que es juzgado, pues se hace reo. Se afir-
pensa de una obra buena se espera con ma que Dios se encoleriza, para que se
paciencia, ya que no se da en la vida pre- crea que castigará; pues la naturaleza de
sente28... «La gloria, el honor, la inco- Dios es inmune a las pasiones. Y para
rrupción». Gloria; por la cual los santos que se crea que no solo se encoleriza,
brillaran como el sol29; honor de los sino que también castiga, añade: «Y la
hijos de Dios, mayor que el cual no hay indignación». Es la indignación, que aña-
nada y mediante el cual juzgarán a los dida a la ira, significa que Dios ha de
ángeles30. P elagio, Comentario a la castigar su afrenta. A mbrosiaster, C o-
Carta a los Romanos31. mentario a la Carta a los Romanos35.
te37 que es amante de disputas, aquel que primero al judío para que sea el primero
se empeña especialmente en defender con bien en ser coronado o bien condenado;
ardor algo en contra de su conciencia. «Y ya que si es creyente es más honorable
los que no sólo se rebelan contra la ver- por Abrahán, y si es incrédulo será peor
dad, sino que obedecen a la injusticia». tratado, porque rechazó el don prometido
N o dan crédito a la verdad del Evangelio a los antepasados. A mbrosiaster , Comen-
y dan su consentimiento a la iniquidad, de taño a la Carta a los Romanos40.
forma que, abandonando al Creador, solo
sirven a la creatura. «Ira e indignación» P rimero para el ju d ío . Hecha men-
son los castigos en el juicio. P elagio, Co- ción, pues, de la gravedad de la enferme-
mentario a la Carta a los Romanos38. dad... y de la facilidad de la enmienda,
agrava al judío en el suplicio... Así es
2, 9 Tribulación y angustia para que cuanto más sabios y prudentes,
todo hombre que obra el mal cuanto más poderosos fuéremos, tanto
mayor castigo recibiremos, si pecamos41.
T ribulación y angustia . Quien reciba Juan C risóstomo, Homilías sobre la
estas cosas con sencillez piense que es su- Carta a los Romanos, 5, 342.
ficiente para su comprensión lo que se
dijo antes, que Dios pagará a cada uno S ignificado del alma . Pablo amenaza
conforme a sus obras... Pero quien pien- con el castigo del alma por causa de los
se que en las cartas apostólicas, mediante herejes43, que dicen que solamente peca
las que Cristo habla, no es inútil ni una la carne, y niegan que el alma pueda
iota o tilde, tampoco admitirá como error pecar. O sea, el alma se toma por todo
accidental por parte del Apóstol, el que el hombre44. P elagio, Comentario a la
añadiera «tribulación y angustia» a lo que Carta a los Romanos45.
había dicho antes... Por eso quien es es-
piritual también entiende lo que el Espíri- Los QUE VIVÍAN ANTES DE LA E N C A R N A -
tu ha dicho a Pablo y dirá que el Apóstol Pablo llama ahora «griegos» no a
c ió n .
no ha escrito eso por inexperiencia sino los convertidos a la divina proclamación,
por pericia divina..., y que los que obran sino a los de antes de la Encarnación de
el mal, atesoran para sí ira e indignación, Dios. T eodoreto de C iro, Interpretación
tribulación y angustia, no como regalo de de la Carta a los Romanos46.
Dios, sino como consecuencia de sus
malas acciones. O rígenes, Comentarios 2, 10 Gloria, honor y paz a todo el
sobre la Carta a los Romanos, 2, 639. que obra el bien
E l mal de la increencia . Pablo afirma C reyente ,judío y gentil . Puesto que
que obrar no sólo significa hechos, sino el Apóstol prefiere a los judíos para el
también la profesión de infidelidad. Pues
se refiere al incrédulo; y se refiere también
al alma, para que se entienda que la pena
37 Cf. Rm 1,26. 38 PL Supp. 1,1122. 39 CER 1,
es espiritual, no corporal, pues el alma
200-202. 40 CSEL 81, 69-71. 41 Cf. Le 12, 48.
será castigada con penas invisibles. «Pri- 42 PG 60, 425-426: SP 21, 63. 43 Probablemente
mero para el judío y luego para el griego». los maniqueos. 44 Cf. Gn 46, 27; Hch 7,14. 45 PL
En atención a los antepasados siempre cita Supp. 1, 1122. 46 PG 82, 69.
ROMANOS 2 , 5-11 115
castigo y el premio y pospone a los grie- trar en el reino de los cielos, porque no
gos, hay que buscar aquí lo que signifi- ha renacido del agua y del Espíritu, sin
can los términos judío y griego. Si llama embargo parece que por lo que dice el
judíos a quienes todavía están bajo la ley Apóstol, no puede perder por completo
y no se acercan a Cristo y si los griegos la gloria, el honor y la paz de sus buenas
son los cristianos, es decir, los gentiles obras. Si conforme a lo que hemos indi-
que creen, entonces parece que la frase cado, parece que el Apóstol condena a
va en contra de todo el misterio... los gentiles porque al haber conocido a
Me parece a mí que aquí hay que dis- Dios con la luz natural no le alabaron de
tinguir tres clases de personas. En primer la misma manera, ¿por qué no pensamos
lugar, habla de aquellos que buscan con que puede y debe referirse [Pablo] a
paciencia la gloria, el honor y la inco- aquellos que han conocido a Dios e
rrupción de las buenas obras, a los que igualmente le han alabado? N o dudo que
Dios dará la vida eterna. Esta paciencia quien merece ser condenado por sus
en las obras buenas se encuentra en malas acciones, si obra el bien, sea digno
aquellos que luchan y combaten piado- igualmente de la remuneración de las
sámente, como hemos dicho que hacen obras buenas. Mira lo que dice el Após-
los cristianos, junto a los cuales se en- tol: «Todos debemos comparecer ante el
cuentran los mártires... tribunal de Cristo, para que cada uno re-
Pero, en lo que yo entiendo, cuando ciba conforme a lo bueno o malo que
Pablo menciona a judíos y gentiles, no hizo durante su vida corporal»47. O rí ge-
se refiere a los cristianos. Puede suceder nes, Comentarios sobre la Carta a los
que entre los que se encuentran bajo la Romanos, 2, 748.
ley, haya alguien que no haya creído en
Cristo por presión familiar, pero sin em- R ec o n o c ien d o c o n justicia a los ju -
bargo puede que realice lo que es bueno, dios .Dice bien Pablo aquí: «primero
promueva la justicia, ame la misericordia, para el judío y luego para el gentil».
guarde la castidad y la continencia, cus- Pues los que están más cerca del Señor y
todie la modestia y la delicadeza y reali- de sus censuras son honrados por enci-
ce toda clase de bien, aunque no tenga la ma de los demás y disfrutan sus recom-
vida eterna, porque todavía no ha creído pensas más que los otros. A polinar de
en el único y verdadero Dios y en su L aodicea , Fragmentos a la Carta a los
Hijo Jesucristo, a quien envió, pero que Romanos49.
la gloria, la paz y el honor de sus obras
impedirían que pereciera. T res castigos para los n o creyentes ,
También el griego, es decir, el gentil, tres beneficios para los creyentes .
aunque no esté bajo la ley, es para sí Del mismo modo que habla de tres cas-
mismo ley, al mostrar la ley en su cora- tigos para los incrédulos, así también
zón, y movido por la razón natural, habla de tres premios para los fieles para
como vemos en no pocos gentiles, igual- que gocen, como hijos de Dios, de se-
mente mantiene la justicia, guarda la cas- mejante honor: la gloria es la consecuen-*216
tidad y la prudencia y custodia la tem-
planza y la modestia. Aunque este hom-
bre parezca apartado de la vida eterna, 47 2 Co 5, 10. 48 CER 1, 208-216. 49 NTA 15, 60,
porque no cree en Cristo y no puede en 216 .
116 ROMANOS 2, 5-11
cia del cambio de vida; la paz, porque P az efectiva. Gloria contra ira, honor
como han vivido bien, tendrán paz en el contra indignación, y ahora llama paz, a
futuro, no siendo atormentados por nin- la que antes había llamado incorrupción.
guna perturbación; por fin, porque todo «Primero al judío y luego al griego». Lo
hombre que se abstiene de las cosas per- que anteriormente llamó «alma», aquí
judiciales tiene paz ante el Juez. A mbro- llama «hombre». Pone «primero» en
siaster, Comentario a la Carta a los Ro- lugar de «en verdad», porque «ante Dios
manos50. no hay acepción de personas»52, es decir,
la acepción de personas no reposa en el
A ntes de la venida de C risto . ¿De honor, sino en la fe. P elagio, Comenta-
qué judíos y de qué gentiles habla aquí? rio a la Carta a los Romanos53.
De los que vivieron antes de la venida
de Cristo; porque todavía no había lie- U n a vida justa . N o prometió Dios la
gado a tratar del tiempo de la gracia, vida eterna a los que se arrodillan ante
sino que hablaba de tiempos anterio- los ídolos, sino a quienes, viviendo fuera
res... Porque si ya en aquellos tiempos de la ley mosaica, pero siendo amantes
antiguos, cuando no había aparecido aún de la piedad, se preocupan de la justicia.
tan grande gracia, y las cosas de los judí- T eodoreto de C iro, Interpretación de la
os estaban en tanto honor y eran entre Carta a los Romanos54.
todos tan celebradas e ilustres, no había
en esto diferencia alguna. ¿Qué razón de 2,11 No hay acepción de personas
preferencia podían alegar los judíos des-
pués de una efusión de tan grande gra- E n todas las naciones . Si todavía tie-
cia? Y por eso pone tanto empeño en nes alguna duda, escucha lo que también
probarlo... dice Pedro en los Hechos de los Aposto-
Y llama aquí griegos o gentiles, no a les, cuando fue a visitar al pagano Cor-
los idólatras, sino a aquellos que adora- nelio: «En verdad, comprendo que Dios
ban al verdadero Dios y cumplían la ley no hace acepción de personas, sino que
natural, y además de las observancias ju- en cualquier lugar y cualquier gente le es
daicas, guardaban todo lo concerniente agradable, quien hace su voluntad»55.
a la verdadera piedad y religión: como También podemos aducir lo que el Señor
eran Melquisedec, Job, los ninivitas y dice en el Evangelio: «Todo el que cree
Comelio. en mí no será juzgado; pero quien no
Ya empieza, pues, a socavar la dife- cree ya está juzgado, porque no cree en
rencia entre la circuncisión y el prepucio, el nombre del Hijo Unigénito de
y desde lejos ataca ya esta distinción. Dios»56. O rígenes, Comentarios sobre la
Por tanto, después de haber dicho que el Carta a los Romanos, 2, 757.
griego sufriría sin falta el castigo, cosa de
todos fácilmente admitida, y de haber S in privilegios raciales. Pablo afirma
probado asimismo que había de recibir que, si creen en Cristo, u n to el griego
honor y gloria, demuestra luego que son
superfluas la circuncisión y la ley, pues
aquí está impugnando especialmente a 50 CSEL 81, 71. 51 PG 60, 426: SP 21, 63-64.
los judíos. Juan C risóstomo, Homilías 52 Rm 2, 11. M PL Supp. 1, 1122. M PG 82, 69.
sobre la Carta a los Romanos, 5, 351. 55 Hch 10, 34-35. 56Jn 3,18. 57 CER 1, 216.
ROMANOS 2 , 5-11 117
como el judío no son despreciados por ferencia de las obras. Con lo cual declara
Dios, sino que ambos reciben la justicia que el judío y el griego se diferencian
de la fe si lo aceptan; de la misma mane- por razón de la obra, no de las personas.
ra que si no creen igualmente son reos, De donde se seguía: N o por ser aquél
porque más muere el prepucio sin la fe y judío y éste griego, ha de recibir honor
sobresale por ella. Esta es la razón por la aquél y éste ignominia; sino que todo
que dice que Dios no hace acepción de depende de sus obras. Mas no lo dijo tan
personas. N i tampoco hay preferencia de crudamente, para no irritar a los judíos.
raza, para que acepte al infiel en razón J u a n C risóstomo , Homilías sobre la
de sus padres o rechace al creyente por Carta a los Romanos, 5, 45859.
causa de la indignidad de los suyos, sino
que a cada uno premia o condena según Por lo tanto, que no se gloríen de su
su propio mérito. A mbrosiaster, Comen- falsa ignorancia los gentiles, ni los judíos
tario a la Carta a los Romanos5*. del privilegio de la ley y de la circunci-
sión. P elagio , Comentario a la Carta a
S in acepción de personas . Al decir que los Romanos60.
todos los que pecan, sean judíos o genti-
les, son castigados, no necesita pararse a N acer y morir semejantes. Todos na-
probarlo; mas cuando dice que el gentil cemos de igual manera, tanto emperado-
recibirá gloria y honor, tiene que dar la res como pobres; también morimos de
prueba; porque a los judíos les parecía idéntica manera. Todos somos de la
muy extraño que un hombre, que no misma condición. Jerónimo, Tratado
había oído hablar de la ley, ni de los pro- sobre los Salmos, 81él.
fetas, hubiese de recibir honor por sus
buenas obras... N o hay en Dios acepta-
ción de personas, esto es, Dios examina 58 CSEL 81, 71. 59 PG 60, 427: SP 21, 65. 60 PL
no la calidad de las personas, sino la di Supp. 1, 1122. 61 CCL 78, 86: BAC 593, 254.
EL JU IC IO D E D IO S ES JU S T O (2,12-16)
12Porque todos los que pecaron sin estar sujetos a la Ley, también sin Ley pe-
recerán; y los que pecaron sujetos a la Ley, serán juzgados por la Ley. ',5Pues no son
justos ante Dios los que oyen la Ley, sino los que cumplen la Ley: éstos son los que
serán justificados. HEn efecto, cuando los gentiles, que no tienen la Ley, siguiendo
la naturaleza, cumplen los preceptos de la Ley, ellos, sin tener la Ley, son ley para
sí mismos.15Con esto muestran que tienen grabado en sus corazones lo que la Ley
prescribe, como se lo atestigua su propia conciencia y según los acusan o los excusan
los razonamientos que se hacen unos a otros, 16y así se verá el día en que, según mi
evangelio, Dios juzgue las cosas secretas de los hombres, por medio de Jesucristo.
118 ROMANOS 2 , 1 2 -16
P resentación : L os judíos y los gentiles n o obstante bajo ley. Y mirad que tam-
serán juzgados de diferente manera: los bién las leyes humanas, com o hem os
judíos de acuerdo a la ley de Moisés y dicho, deben tenerse com o leyes. O ríge-
los gentiles según la ley de la naturaleza. nes, Comentarios sobre la Carta a los
Pero el resultado será el mismo: todo Romanos, 2, 82.
aquel que rehúse creer en Cristo será
condenado. «Practica lo que predicas» L ey natural . ¿Por qué dice que se
supone la misma ley para todos. Los ju- puede pecar sin la ley, siendo así que
dios eran privilegiados al tener la ley de todos estamos sometidos de la misma
Moisés, la cual les aclaraba la voluntad manera a la ley natural? Pero se refiere a
de Dios. Pero los gentiles podrían descu- la ley de Moisés, a la que están sometí-
brir algo de esa voluntad por ellos mis- dos los judíos, aunque no crean; y tam-
mos, leyendo la ley de la naturaleza y bién los gentiles, pero desde hace tiem-
acatándola. La conciencia actúa como po, aunque no hayan querido aceptarlo.
juez de aquellos, que no han recibido la Luego los gentiles no creyentes se hacen
ley de Moisés. Quienes aquí serán acusa- reos por una doble razón: porque ni
dos son los herejes y cismáticos, que han aceptaron la ley dada por Moisés, ni re-
roto con la fe de la Iglesia. Unicamente cibieron la gracia de Cristo, y por lo
quedarán a salvo los que guarden intacta tanto son dignos de muerte. Por consi-
la comunión con la Iglesia. Los Padres guíente, lo mismo que perecerá el que
no dudaron en evocar el temor a la ley peca sin la ley, será justificado también
cuando describían el juicio final. En quien sin la ley, la guarde. Pues quien
aquel día habrá una sincera confesión de guarda naturalmente la justicia, es guar-
la verdad y perfecta justicia, porque las dián de la ley. Porque si la ley no ha sido
imperfecciones de los juicios humanos instituida para el justo3, sino para los
serán superadas en el Cielo. impíos, quien no peca es amigo de la ley.
A éste sólo le falta la fe para hacerse per-
2,12 Sin estar sujetos a la Ley fecto; pues nada le enseñaría a abstenerse
de las cosas perjudiciales ante Dios, si no
¿ Q u é l e y ? Cuando el Apóstol afirma recibe la fe en Dios, de modo que sea
que esos que pecaron sin ley perecerán justo por ambos caminos, ya que aquella
sin ley, pregunta si hay que referirse sólo es la justicia del tiempo, ésta la justicia
a la ley de Moisés, a la ley de Cristo o de la eternidad. Y serán juzgados por la
también a cualquier ley humana bajo la ley, quienes pecaron contra la ley. Puesto
que viven todos los mortales, para que se que los judíos tienen la ley, en la que se
pueda juzgar conforme a esa ley con la les prometió la salvación, si no creen o
que peca, o el que está fuera de la única no reciben las promesas, serán juzgados
ley de Moisés, aunque viva bajo otra ley, por la ley bajo la que han vivido. Acu-
como si estuviera puesto fuera de la ley, sándolos ella misma, serán castigados,
al pecar, perece. El mismo Apóstol cuan- pero es más grave la causa de los judíos
do habla de los que están sin ley, como ante ellos mismos, que la de la gentiles.
si no tuvieran ley, añade: «Aunque no Pues así como han sido preferidos en la
estoy fuera de la ley, sino que estoy en la
ley de Cristo»1, e indica que aunque no
está bajo la ley de Moisés, se encuentra 1 1 Co 9, 21. 2 CER 1, 220. 3 Cf. 1 Tm 1, 9.
ROMANOS 2, 12-16 119
fe, así también serán juzgados peores, si C reyentes que pecan bajo la L ey. El
son infieles: más despreciable es quien im pío que no tiene ley perecerá para
perdió lo que poseyó, que quien no pu- siempre; pero el pecador que está bajo la
do conseguir lo que nunca esperó. Por- ley, al creer en Dios, que le juzgará m e-
que éste no entró en el palacio real, y diante la ley, no perecerá. Jerónimo, Diá-
aquél fue echado fuera. A mbrosiaster, logo contra los pelagianos, 1, 299.
Comentario a la Carta a los Romanos‘‘.
Q u é significa «juicio ». Si esto no se
N ecesidad de la gracia . ¿ N o ves atreven a decirlo, que tampoco se atre-
cuánto mayor necesidad impone a los ju- van a prometer algo más mitigado a
dios de recurrir a la gracia? Porque, di- aquellos a quienes se ha dicho: «Serán
ciendo ellos que no necesitaban de la juzgados por la ley». Porque consta que
gracia, como justificados por la ley, les también suele llamarse juicio en lugar de
prueba que necesitan de ella más que los condenación eterna. A gustín, La fe y las
griegos, pues de lo contrario, serán más obras, 23, 4310.
gravemente castigados. Juan C risóstomo,
Homilías sobre la Carta a los Romanos, D in tin c ió n entre judíos y gentiles .
5, 55. Se me antoja que el Apóstol no pretende
significar un castigo mayor para los que
La ley aumenta las penas . L os que p e- ignoran la ley en sus pecados que para
carón antes de la ley serán tratados con los sabedores, pues parece peor perecer
más indulgencia que nosotros, que vivi- que ser juzgados; mas, dirigiéndose el
mos bajo la ley y que mereceremos un Apóstol a los gentiles y a los judíos
castigo más riguroso porque hemos pe- —porque aquéllos están sin ley y éstos
cado después de haber recibido la ley. con ella-, ¿quién se atreverá a decir que
Juan C risóstomo, Homilías sobre el Gé- no han de perecer los judíos que en la
nesis, 18, l é. ley pecan, pues no creyeron en Cristo,
porque de ellos se ha dicho que «por la
P erecer sin la L ey. Y para que no pa- ley serán juzgados»? A gustín, De la gra-
rezca que está acusándoles por enemis- cia y el libre albedrío, 3, 511.
tad, después de establecer la perdición de
quienes pecaron «sin ley», Pablo ha es- P erecer c o n y sin la L ey. Aquí «pere-
crito que a su vez serán juzgados «por la cerán» y «serán juzgados» quiso que
ley» los que pecaron bajo la ley. T eodo - ambos términos se entendieran como
RO de M opsuestia, Fragmentos sobre la una cosa; quien perece, perece por el
Carta a los Romanos7. juicio de Dios, y el que es juzgado co-
mo pecador, también perece, como está
L ey mosaica y ley natural . Ahora la escrito: «Perecerán, en cambio, los im-
enseñanza se dirige a los que están some- píos»12. Pues hace semejantes a unos y*149
tidos a la ley natural, en la cual se encuen-
tran igualmente los judíos. Ahora bien, el
judío es preferido al gentil, porque ade-
4 CSEL 81, 73. 5 PG 60, 428: SP 21, 66. 6 PG 53,
más de la ley natural, tenía la ley escrita 149. 7 NTA 15, 116. 8 ENPK 2, 28. 9 CCL 80,
de Moisés. P s.-C onstancio, Comentario 37. 10 CSEL 41, 87: BAC 499, 604. 11 PL 44, 884:
sobre la Carta a los Romanos, 248. BAC 50, 217-218. 12 Sal 37, 20.
120 ROMANOS 2, 12-16
a otros, cuando dice que solamente son P oner en práctica lo oído. ¿Qué utilidad
justos los que cumplen la ley, no los que tiene el atender cada día y despreciar las
sólo la escuchan, y más adelante añade obras? Por eso yo os pido que seáis celo-
que los gentiles serán juzgados en el día sos en practicar las buenas obras; de otra
del Señor. ¿Quién puede dudar, de que manera es imposible conseguir la salva-
tanto los que están bajo la ley, como los ción17; y también para expiar nuestros pe-
que viven sin la ley perecerán, a no ser cados y merecer la clemencia del Señor,
que hayan creído en Cristo? P elagio, por la gracia, la misericordia y los méritos
Comentario a la Carta a los Romanos13. de nuestro Señor Jesucristo. Juan C risós-
tomo, Homilías sobre el Génesis, 47, 1818.
dos a guardar los sábados25, ni los novi- bres hubieran podido observar la ley na-
lunios ni los sacrificios establecidos por tural que Dios Creador había impreso en
la ley26. En efecto, esa ley no se encuen- e l corazón de cada uno, no se hubiese
tra escrita en los corazones de los genti- necesitado aquella otra ley que, grabada
les. En cambio, pueden discernir otras en tablas de piedra, envolvió e implicó la
cosas por naturaleza; por ejemplo, el no debilidad del género humano más de lo
cometer homicidio ni adulterio, el no que la desenvolvió y la desató32. A m b r o -
robar ni decir falso testimonio, el honrar sio , Carta, 63, 233.
al padre y a la madre y otras cosas seme-
jantes27. Puede que también esté escrito N aturaleza q u e r ec o n o c e a su pr o -
en el corazón de los gentiles que Dios es p ío C r e a d o r . En otro lugar llama genti-
el único Creador de todo... La ley natu- les a los cristianos: «A vosotros gentiles,
ral concuerda espiritualmente con la ley os digo»34, porque no estando circunci-
de Moisés, aunque no coincida con la dados no observan ni los novilunios, ni
letra. Así, por ejemplo, ¿quién puede el sábado, ni las prescripciones de comi-
comprender con inteligencia natural que da y bebida, y creen, guiados por la ley
hay que circuncidar al niño en el día oc- natural, en Dios y en Cristo, es decir, en
tavo?28... Nosotros entendemos todo el Padre y en el Hijo. Pues esto es cum-
eso de manera espiritual, o sea, que no plir la ley, conocer al Dios de la ley. Por-
somos meros oyentes, sino que cum- que la primera parte de la sabiduría está
pliendo la ley creemos ser salvados, no en temer a Dios Padre, del que proceden
conforme a la letra de la ley, puesto que todas las cosas; y al Señor Jesús, su Hijo,
nadie puede cumplirla al pie de la letra, por quien son todas las cosas. Luego la
sino conforme al espíritu, que es la única misma naturaleza conoce a su Creador
manera de poder cumplir la ley. Esta es con su propio juicio, no por la ley, sino
la tarea de la ley, y como el Apóstol afir- por la razón natural, pues la obra recono
ma que los gentiles pueden por naturale-
za cumplirla. Así, cuando cumplen lo
propio de la ley, que está escrita por
Dios en los corazones «no con tinta, 24 PG 82, 69. 25 Al estilo de los fariseos. 26 Cf. Col
2,16-17. 27 Cf. Ex 20; Dt 5. 28 Cf. Lv 12, 3. 29 2
sino con el Espíritu del Dios vivo»29. Co 3, 3. 30 CER 1,228-230. 31 CSEL 32/1,296.
O r íg e n es , Coméntanos sobre la Carta 32 Cf. Ex 24, 12; 2 Co 3, 3. 33 CSEL 82/2, 143.
a los Romanos, 2, 930. 34 Rm 11, 13. Los paganos hechos cristianos.
122 ROMANOS 2 , 1 2 -1 6
hombres», tanto de los que han pecado na, pero Dios considera el corazón»49.
en la ley, como de los que han pecado Cuando Cristo juzga, entonces Dios es
sin ley, puesto que éstos ignoran la ley, el juez. A p o l in a r d e L a o d ic e a , Fragmen-
pero realizan por naturaleza lo que está tos a la Carta a los Romanos50.
en la ley, evidentemente los juzgará
aquel Dios al que pertenecen la ley y la D os a c u s a d o r e s . Pues dos opiniones se
naturaleza misma, que es a manera de acusarán mutuamente en el hombre, una
ley para quienes ignoran la ley. Y ¿cómo buena y otra mala. La buena acusa a la
juzgará? «Conforme el Evangelio -dice- mala porque contradice la verdad; la
por medio de Cristo». Por tanto, tam- mala a su vez acusa a la buena, porque
bién el Evangelio y Cristo son de aquel no siguió lo que pensó: y por ello será
del que pertenecen la ley y la naturaleza, hecho reo quien sabiendo que la Iglesia
las cuales por medio del Evangelio y de católica es buena y verdadera, permane-
Cristo serán juzgadas en aquel juicio del ció en la herejía o en el cisma. Sin em-
que se ha dicho anteriormente: «según la bargo, esas opiniones mutuamente se de-
verdad». T e r t u l ia n o , Contra Marción, 5 , fienden; quien siempre pensó de una ma-
1 3 , 4 - 5 46. ñera, juzga que es útil el modo como ha
vivido. Pues dirá: según mi opinión he
A c u s a r y d e f e n d e r . ¿Quién puede juzgado útil lo que he vivido: ésta fue
dudar que el juicio de Dios sea recto, siempre mi fe. Ese, aunque ha de enmen-
cuando hay tantos acusadores y defen- darse, tendrá un castigo menor porque
sores como testigos?... Hay que fijarse, su conciencia no le acusará el día del jui-
p u e s , c ó m o e n a q u e l d í a e n e l que Dios ció. De este modo serán juzgadas las
v a a j u z g a r l o s s e c r e t o s d e los hombres, conciencias de los hombres el día del jui-
los p e n s a m i e n t o s v a n a acusar o de- ció de Dios por nuestro Señor Jesucristo.
f e n d e r al a lm a ; n o l o s pensamientos A m b r o s ia st e r , Comentario a la Carta a
q u e e n t o n c e s t e n g a m o s , sino l o s q u e los Romanos51.
n o s o tr o s te n e m o s a h o ra . O r íg e n e s ,
judío» no hay que leerlo como una pre- pasa a las obras, vicio es; sin embargo,
gunta, según creen algunos, sino como parecía una prerrogativa, y por eso tiene
una afirmación, como si dijera: No judío buen cuidado de anotarlo. Porque no
de verdad y «en el interior», sino que dice dijo «Lo haces», sino « L o conoces y
serlo solamente y como jactándose de su apruebas», no lo emprendes ni pones
persona. T e o d o r o d e M opsuestia , Frag- p o r obra. J u a n C r isó st o m o , Homilías
mentos sobre la Carta a los Romanos9. sobre la Carta a los Romanos, 6, 113.
G l o r ia r s e d e l a p r o p ia r e l a c ió n c o n D i s c e r n i r l o m e j o r . Te glorías de que
D Porque, en efecto, si el judío se
io s . solo tú conoces a Dios y percibes su vo-
hubiera gloriado verdaderamente en luntad. «Y disciernes lo mejor, formado
Dios del modo que lo exige la gracia, por la ley». Eliges las cosas mayores y
que no es dada según los méritos de las disciernes entre las menores. Pues aque-
obras, sino gratuitamente, su gloria fuera lias cosas que por naturaleza son acepta-
de Dios, no de los hombres... Juzgaban das como útiles, se convierten en más
ellos que practicaban la ley de Dios en útiles mediante la ley. P e l a g io , Comen-
toda justicia, cuando eran más bien sus tario a la Carta a los Romanos14.
transgresores. Por eso el cúmulo de pe-
cados cometidos por quienes no podían 2, 19 Luz de los que están en
alegar ninguna ignorancia los iba labran- tinieblas
do la ira de Dios. Pues aun aquellos mis-
mos que cumplían lo que la ley ordena- G u í a s c i e g o s . Otra vez aquí no dice
ba, no lo hacían por amor de la justicia que es guía de ciegos, sino «Te has con-
ni auxiliados por el Espíritu Santo, sino vencido a tí mismo» y te jactas de tal,
por temor del castigo. A g u s t ín , Del espí- porque era enorme la arrogancia de los
ritu y de la letra, 8, 1310. judíos... Si no, mira lo que en el Evange-
lio dicen: «Envuelto en pecados saliste
U n j u d í o e n l a p r á c t i c a . A partir de del vientre de tu madre, ¿y pretendes
aquí Pablo se dirige a los judíos; según darnos lecciones?»15. J u a n C r isó st o m o ,
su doctrina piensa que se debe ser judío Homilías sobre la Carta a los Romanos,
no solo de nombre, sino también de 6, l 16.
obra. P e l a g io , Comentario a la Carta a
los Romanos11.
8 PG 60,432-433: SP 21, 75. 9 NTA 15,116.
2, 18 Formado por la Ley 10 CSEL 60, 165: BAC 50, 622. 11 PL Supp. 1,
1123. 12 CSEL 81, 33. 13 PG 60, 433: SP 21, 75.
L ey c o m o g u ía . N o e s n a d a e x tr a o r d i- 14 PL Supp. 1, 1123. )5Jn9, 34. 16 PG 60, 433: SP
n a r io e l q u e e l j u d ío c rea , p u e s t o q u e 21, 75.
128 ROMANOS 2 , 17 -2 9
S e c o n d e n a n a e l l o s m i s m o s . De D e s p r e c i o a l a L ey . T ú, pues, judío,
nuevo no dijo aquí: «En la conciencia, en que te apoyas en la ley, ¿por qué violas
las obras, en el bien obrar», sino, «En la la ley? Tú que te glorías en Dios, ¿por
ley». Y dicho esto, repite aquí lo que qué no das honor a Dios? Tú que cono-
antes dijo contra los gentiles, Pues tam- ces su voluntad, ¿por qué no la obede-
bién allí dijo: «Juzgando a los otros, te ces? Tú que apruebas lo más útil, ¿por
condenas a ti mismo». J u a n C r isó sto m o ,
Homilías sobre la Carta a los Romanos,
6, l21. 17 PL Supp. 1, 1123. 18 Flp 2, 6. 19 NTA 15, 116.
70 CSEL 81, 83-85. 21 PG 60, 433: SP 21, 75. 22 PL
M a n t e n e d l a L e y a l a v is t a . «Porque Supp. 1, 1123. 23 CSEL 81, 85. 24 PG 60, 433: SP
posees en la ley el modelo mismo de la 21, 75.
ROMANOS 2 , 17 -2 9 129
qué sigues lo inútil? Guía de ciegos, Comentarios sobre la Carta a los Roma-
¿cómo es que no ves el camino recto? nos, 2, l l 29.
Pues si lo vieras, ciertamente andarías
por él. Si eres luz para otros, ¿por qué A d ú lter o s d e la Pues estás
P alabra.
no rechazas las obras de las tinieblas? adulterando la ley cuando niegas la ver-
Maestro de ignorantes, ¿por qué dejaste dad de Cristo y la cambias por una
el temor de Dios, que es el comienzo de mentira. Por lo que afirma en otro
la sabiduría?25. Maestro de niños, ¿cómo lugar: «Adulteradores de la verdad de
eres niño en inteligencia? Tú que tienes Dios»30. Pues estás adulterando la ley
la expresión de la ciencia y la verdad en cuando niegas la verdad de Cristo y la
la ley, ¿por qué ni tú mismo la sigues, cambias por una mentira. Por lo que
ni consientes con pésimo ejemplo, que afirma en otro lugar: «Adulteradores de
otros la sigan? Por esto, tu vida no se la verdad de Dios». «Aborreces los ido-
corresponde con tu enseñanza, y tu los, ¡y saqueas sus templos!»31. Eres un
comportamiento destruye tu fe; de don- sacrilego cuando niegas a Cristo a quien
de resulta que la ley no guardada por ti, la ley y los profetas muestran como
no solo no te aprovecha en absoluto, Dios, pues Isaías afirma: «De cierto que
sino que además obtiene un reo de cri- en ti está Dios oculto, el Dios de Israel,
men aun mayor por el desprecio hacia Salvador»32. ¿Es que los judíos no decí-
ella. P e la g io , Comentario a la Carta a an acerca de Dios Padre: «Pues Tú eres
los Romanos26. Dios, y lo ignorábamos», a pesar de que
toda la ley ponga de manifiesto la auto-
O rgullecerse de la L ey n o tien e ridad de D ios Padre, del que proceden
Pablo mostró que el judío no
s e n t id o . todas las cosas? Pues igualmente aunque
saca ninguna utilidad de la promulgación del H ijo de D ios siempre se habló, sin
de la ley, sino que se gloría de las meras embargo estaba oculto quién era; cuan-
letras, y mientras intenta enseñar a otros, do después de la resurrección es conocí-
con sus obras contradice sus palabras, do, también se le confesó: «Pues Tú
enorgulleciéndose vanamente de la ley. eres Dios, y lo ignorábamos». A mbro-
T eodoreto de C iro , Interpretación de la s ia s t e r , Comentario a la Carta a los
cuando dice: «Por culpa vuestra es blas- el orden, Pablo puso antes el testimonio
femado el nombre de Dios entre los gen- que lo que iba a decir por escrito; de
tiles». O rígenes, Comentarios sobre la esta forma, el discurso del que habla, se
Carta a los Romanos, 2,1145. deslizó de modo que lo que él decía por
inspiración propia, lo encontró escrito
P or culpa vuestra . Esto es lo que dijo con el mismo sentido en los profetas51.
el profeta Isaías, porque el nombre de P e l a g io , Comentario a la Carta a los
Dios era blasfemado entre los gentiles, Romanos52.
cuando no hacían caso a los judíos deste-
rrados por sus pecados, sino que daban 2, 25 La circuncisión...
gloria a sus ídolos, como si en los judíos
venciesen a su Dios. Del mismo modo, C i r c u n c i s i ó n d e l c o r a z ó n . Parece
en tiempo de los apóstoles el nombre de que hay que examinar con diligencia en
Dios era blasfemado en Cristo, porque qué consiste la circuncisión, pues apro-
los judíos blasfemaban contra el Padre, vecha, dice el Apóstol, y también la ley,
negando que Cristo fuera Dios, como si se observa; de esta manera, una vez
dice el Señor: «El que me recibe a mí, re- entendido, también nosotros podremos
cibe al que me envió»46. Y también entre circuncidarnos... El mismo Apóstol in-
los gentiles se blasfemaba, porque los ju- dica en los versos siguientes que no es la
dios se esforzaban en convencer a los circuncisión visible de la carne, sino la
creyentes gentiles a no creer en la divini- del corazón, la realizada mediante el Es-
dad de Cristo. A mbrosiaster, Comentario píritu, no mediante la letra, la que es ala-
a la Carta a los Romanos*7. bada por Dios, no por los hombres...
Alguien podrá objetarnos que, si el
E n s e ñ a r a l o s d e m á s a b l a s f e m a r . He Apóstol dice que la circuncisión aprove-
aquí un doble crimen. Pues no sólo le cha, se refiere a la limpieza del alma y al
deshonran ellos, sino que inducen a rechazo de los vicios, cómo añade ahora
otros a deshonrarle con su ejemplo. que la circuncisión sólo puede aprove-*248
¿Para qué os sirve, pues, el enseñar, si no
os enseñáis a vosotros mismos?... Y, lo
que es mucho más grave, no sólo dejáis
44 CSEL 3/2, 306: BAC 241, 405-406. 45 CER 1,
de enseñar lo que manda la ley, sino que 248. 46 Le 9, 48. 47 CSEL 81, 87. 48 PG 60, 434:
enseñáis lo contrario, a blasfemar y des- SP 21, 77. 49 Cf. Mt 5, 16. 50 ENPK 2, 29. 51 Cf.
honrar a Dios, cosa tan contraria a la ley. Ez 36, 20. 52 PL Supp. 1, 1124.
132 ROMANOS 2 , 17-29
char de esta manera, si observas la ley, no tienen ley, para, como si no tuviera
puesto que esa misma circuncisión no le y , hacerse todo con todos, con el fin
parece realizarse a no ser mediante la ob- d e ganarlos a todos... Por tanto, la cir-
servancia de la ley. Hay que entender cuncisión no aprovecha nada a quienes
que la circuncisión no sólo significa re- pensaban quedar justificados por ella,
chazar los vicios y apartarse del mal, pero aprovechaba a los que pensaban
sino también hacer el bien y llevar a no poder acceder hasta Cristo, si se les
cabo lo perfecto, que es lo mismo que prohibía circuncidar a los hijos. Al prin-
observar la ley. No existe perfección al- cipio había algunos que observaban con
guna en apartarse del mal, sino en hacer amor la circuncisión como signo recono-
el bien... Nadie puede ser perfecto si cible de su nacionalidad y parecía que se
además de no hacer nada malo no hace les impedía a causa de la fe, ya que se les
algo bueno... prohibía algo de lo que no podían care-
Por eso, la circuncisión no vale para cer. Así pues, parece que el Apóstol dice
nada si, después de abstenerse del mal, se que a esos tales no se les cierre la puerta
deja de hacer lo bueno. De esta manera de la fe. O r íg e n e s , Coméntanos sobre la
tú, que te abstienes del mal, pero no rea- Carta a los Romanos, 2, 12-1354.
lizas obras de fe y justicia, eres tenido
como infiel. No es posible que quien C i r c u n c i s i ó n y L e y . Mira, pues, cómo
haya sufrido la circuncisión carnal pueda concediéndola de palabra, realmente la
nuevamente volver al prepucio, puesto suprime. Porque no dijo: Superflua es la
que cortada la carne del prepucio ya no circuncisión, infructuosa e inútil... Pues
puede volver más. Se entiende más dig- h a b i e n d o d i c h o , «Tu circuncisión se hizo
na y evidentemente la continencia de p r e p u c i o , si violares la ley», y habiéndo-
las malas acciones, significada por la l e presentado ya como incircunciso, en-
circuncisión, que no vale nada si no va tonces l o condena. J u a n C r isó st o m o ,
unida a obras de fe. Pero en la Iglesia, Homilías sobre la Carta a los Romanos,
quien se circuncida mediante la gracia 6, 355.
del bautismo, si luego se convierte en
prevaricador de la ley de Cristo, la cir- V a l o r d e l a c i r c u n c i s i ó n . Por el con-
cuncisión del bautismo le será reputada trario, también se puede decir: si la cir-
como prepucio de infidelidad, porque la cuncisión es útil, ¿por qué es desprecia-
fe sin obras está muerta... Considera da? Pero entonces es útil, si observas la
también si en este pasaje puede aceptarse ley. Luego es necesario mantener la cir-
otra interpretación, el que se diga que cuncisión, y se ha de observar la ley,
después de la venida de Cristo la cir- para que pueda ser útil. ¿Afirma que
cuncisión carnal que se observa por la prohibió lo que era útil, si se observa la
ley, aprovecha algo a los que guardan la ley? Luego parece que está mal prohibí-
ley conforme a lo que al comienzo de do lo que desagrada no por sí mismo,
nuestra fe se observaba por los sino lo que es estéril por la negligencia
creyentes53... de otro. «Si eres un prevaricador de la
Si también este sentido puede enten-
derse, obsérvalo tú mismo al leerlo,
puesto que el Apóstol habla de hacerse 55 Cf. St 2, 26. 54 CER 1, 24855 .238 ־PG 60, 435:
judío con los judíos y con aquellos que SP 21, 78-79.
ROMANOS 2 , 17 -2 9 133
V El signo es
e r d a d e r a c ir c u n c is ió n . de los gentiles, que «tienen la obra de la
útil, si está presente la justicia, de la que ley escrita en sus corazones», viene a sig-
es señal, pero, sin ella, será superfluo, es nificar lo mismo que aquel otro pasaje a
decir, había utilidad en el signo [de la los corintios en que dice: «No en tablas
circuncisión], porque hacía que el judío de piedra, sino en tablas que son corazo-
viviera y que no fuera exterminado en la nes de carne». Y así es también como se
infancia, antes de alcanzar el recto juicio; hacen miembros de la casa de Israel,
o también, porque hacía vivir en la ley y
percibía ésta; resulta que cesando la resu-
rrección de la carne, se hará presente la 56 CSEL 81, 84. 57 CSEL 41, 423: BAC 121, 545.
verdadera del corazón. Y uno es prevari- 58 PL Supp. 1, 1124. 59 CER 1, 254. 60 Cf. Rm 4,
cador de la ley mientras no cumple lo 16; Ga 3, 7-8. 61 CSEL 81, 91.
134 ROMANOS 2, 17-29
habla del que lo es por naturaleza; mas otras, en cambio, se incoan fuera del
no para aquí, sino que añade: «que guar- hombre y llegan hasta su interior. Así,
da exactamente la ley, a ti que, teniendo por ejemplo, digo: Si la castidad se inicia
la letra de la ley y la circuncisión eres en el interior del hombre, sin duda llega
prevaricador de la ley»?... Es decir, que hasta el exterior. De manera que no es
ese prepucio viene a ser vengador de la posible que quien cometa adulterio en el
circuncisión; pues ha sido lesionada: y cuerpo, antes no lo haya cometido en el
viene también en auxilio de la ley; pues corazón. Mas no sigo, pues si alguien co-
ha sido perjudicada y violada... N o des- mienza a ser casto por lo externo del
honra, pues, a la ley que grandemente hombre, también alcanzará la continencia
venero, sino a quien la deshonra y viola. interior, lo mismo que si no comete adul-
J uan C risóstomo, Homilías sobre la terio en el cuerpo, tampoco lo hará en el
Carta a los Romanos, 6, 369. corazón. Según esto, la circuncisión inte-
rior y exterior del hombre debe ser en-
C ir c u n c isió n literal y espiritual . tendida alegóricamente, puesto que ya ni
Mientras sigues la circuncisión de la el [hombre] exterior desea en el corazón
letra, rehúsas recibir la del Espíritu, o ni el interior sirve a la concupiscencia en
bien, no siguiendo lo que dice la ley, es el cuerpo, de manera que se encuentra
decir, para que mediante la fe en Cris- circuncidado en la carne aquel a quien el
to, recibas la verdadera circuncisión. Apóstol dice que ya no está en la carne,
P elagio, Comentario a la Carta a los sino en el espíritu y que mortifica el acto
Romanos™. de la carne mediante el espíritu.
Es verdad que el que se circuncida da
2, 28 N i es circuncisión la que se por perdida una parte de carne y conser-
puede ver en la carne va incólume otra; en la parte perdida
pienso que se refiere a aquella carne de
E l judío visto desde fuera . Aquí los la que se ha escrito: «Toda carne es hier-
fustiga, porque lo hacían todo por vana ba y su gloria es como flor del campo»73.
ostentación. J uan C risóstomo, Homilías En cambio, la carne que se mantiene y
sobre la Carta a los Romanos, 6, 3n . permanece incólume, pienso que tiene la
forma de aquella de la que se ha dicho:
El verdadero judío . Ese es el verdade- «Toda carne verá la salvación de Dios»74.
ro judío: todas las cosas que se hacían en Ahora bien, es tarea de los oídos el escu-
torno al hombre exterior, tenían la ima- char cuál es la carne que perece y cuál la
gen del hombre interior. P elagio, C o- que verá la salvación de Dios. O rígenes ,
mentario a la Carta a los Romanos72. Comentarios sobre la Carta a los Roma-
nos, 2, 1375.
2, 29 Es circuncisión la del corazón,
según el espíritu, no según la letra E spíritu y letra . Y el Apóstol respon-
de: los que viven «según el espíritu y no
C omenzar por dentro . Hay que saber
que ambas cosas no deben estar disocia-
das, sino que deben existir juntas. Algu- 69 PG 60, 436: SP 21, 79-80. 7071PL Supp. 1,1125.
ñas cosas tienen su comienzo en el inte- 71 PG 60, 436: SP 21, 80. 72 PL Supp. 1,1125.
rior del hombre y llegan hasta el exterior; 7J Is 40, 6. 74 Is 40, 5. 75 CER 1, 298-300.
136 ROMANOS 2 , 1 7 -2 9
la letra», que avanzan en la ley de Cris- Para que la victoria fuese indudable. Pues
to, son «el Israel de Dios»76. H ilario de si esto confiesas, queda excluida necesa-
P oitiers, Sobre la Trinidad, 5, 2877. ñámente la circuncisión de la carne, y se
demuestra que en todas partes se necesita
E l prepucio de tu c o razó n . Está claro buena vida. Juan C risóstomo, Homilías
que niega a la circuncisión de la carne la sobre la Carta a los Romanos, 6, 481.
alabanza de Dios, pues ni Abrahán fue
justificado por haber sido circuncidado: O bras de la L ey. «Según el espíritu»,
sino que fue justificado, porque había no es el Espíritu Santo. Pablo no está ha-
creído, y después fue circuncidado, y sin blando de quienes obran el bien en la
embargo está claro que la circuncisión gracia, sino que se refiere en general a
del corazón es agradable ante Dios. Pues los no creyentes que cumplen la ley y
circuncidar el corazón es, apartado el muestra que son mejores que los trans-
error, reconocer al Creador. Y puesto gresores que están bajo la ley. T eodoro
que la circuncisión del corazón se daría de M opsuestia, Fragmentos sobre la
en el futuro, primero enseñó Moisés: Carta a los Romanos*2.
«Circuncidad el prepucio de vuestro co-
razón»78. Y lo mismo Jeremías: «Extir- C omprender la L ey seg ún el espIri-
pad los prepucios de vuestros corazo- tu. Cuando se dice: «Según el espíritu,
nes»79. Esto dijo a los judíos que seguían no según la letra», quiere decir que se
a los ídolos; porque hay un velo alrede- entienda la ley conforme al espíritu, mas
dor del corazón que corta el que se con- no según lo que dice la letra, lo que cier-
vierte a Dios, porque la fe quita la niebla tamente sucedió a los que tomaron la
del error, y da un conocimiento perfecto circuncisión más bien carnal que espiri-
del misterio de la Trinidad, que había tual. A gustín, Exposición sobre la Carta
sido desconocido desde siempre. Luego a los Romanos, 1183.
la alabanza de esta circuncisión procede
de Dios y permanece oculta a los hom- C ircuncisión del corazón . De la cual
bres; porque es el mérito del corazón y se dice en la ley: «[En los últimos días] el
no el de la carne, el que Dios ve. Pero la Señor tu Dios circuncidará tu corazón y
alabanza de los judíos procede de los el corazón de tu descendencia, de modo
hombres, pues se glorían de la circunci- que ames al Señor tu Dios»84, y de nuevo:
sión de la carne que tiene su origen en «Circuncidaos para el Señor y extirpad
los antepasados. A mbrosiaster, Comen- los prepucios de vuestros corazones»85,
tario a la Carta a los Romanos*0. no según la letra de la ley, sino según el
Nuevo Testamento, que busca lo interior,
E xclusión de las observancias exter - aquello que sólo Dios ve. P elagio, Co-
ñ a s.Con esto excluye todo lo corporal y mentario a la Carta a los Romanos*6.
exterior. Porque corporal y exterior era la
circuncisión, y lo mismo los sábados, los
sacrificios y las purificaciones... ¿Y por
qué no demuestra que el gentil que obra 76 Ga 6, 16. 77 CCL 62, 181: BAC 481, 220. 78 Dt
10, 16. 79Jr 4, 4. 80 CSEL 81, 91.93. 81 PG 60,
bien no es inferior al judío que obra 436-437: SP 21, 80. 82 NTA 15, 116. 83 CSEL 84,
bien; sino que el gentil que obra bien es 6: BAC 187, 17. 84 Dt 30, 6. 85Jr4 , 4. 86 PL Supp.
mejor que el judío transgresor de la ley? 1, 1125.
ROMANOS 3, 1-8 137
LA F ID E L ID A D D E D IO S (3, 1-8)
luego haya de decir «segundo» y «terce- confiados»? Que les entregó Dios la ley
ro», sino porque esto primero abarca y los distinguió tanto, que les confió sus
todo lo bueno. Efectivamente, ¿qué po- oráculos, en los que se contenían sus
dría haber mejor que creer en las pala- pactos y promesas amplísimas de una
bras de Dios? E usebio de E mesa, Frag- copiosísima redención. No ignoro que
mentos a la Carta a los Romanoss. hay quienes estas palabras, «Les fueron
confiados», las interpretan no de los ju-
L a raza n o es n in g u n a ventaja ; la dios, sino de los santos. Mas lo que sigue
R evelación , sí. Aunque son muchos no permite tal interpretación. Primero,
los honores merecidos, que pertenecen a porque dice esa frase reprendiéndolos de
la descendencia de Abrahán, sólo recuer- su gran ingratitud a tantos beneficios di-
da claramente éste que es su mayor glo- vinos, y además se ve por lo que sigue,
ría: el que fuesen juzgados dignos de re- pues añade: «Pues ¿qué, si algunos de
cibir la ley con la que supiesen distinguir ellos fueron incrédulos»? Pues si fueron
las cosas rectas de las perversas, de modo incrédulos, ¿cómo dicen algunos de sus
que después de esto pudieran compren- oráculos fueron creídos? ¿Qué es, pues,
der cuáles sean las demás. Pues aunque lo que dice? Que Dios, sí, les confió sus
dice que el testimonio de la raza de nada oráculos, no que ellos le dieron fe; pues
les sirvió a los judíos carnales, es decir, de otro modo, ¿qué sentido podría tener
incrédulos, para que diese la impresión lo que sigue? J u a n C r isó st o m o , Homilías
que trata mal a todos, es decir, también sobre la Carta a los Romanos, 6, 413.
a los creyentes, enseña que fue muy útil
para los judíos creyentes, porque son Por lo tanto es de gran importancia, no
hijos de Abrahán. por el hecho de que los judíos reciben la
Pues creyeron la palabra de Dios, circuncisión en la carne, sino porque
mientras reciben la ley, que había sido «Ante todo a ellos les fueron confiados
borrada por el pecado de los hombres, los oráculos de Dios». Ps.- C o n s t a n c io ,
como si ante Dios se pudiese pecar im- Comentario sobre la Carta a los Roma-
punemente, corregida por el mérito de nos, 2 714.
los padres, y se llaman pueblo de Dios.
Igualmente Egipto es castigado con di- Esto es lo primero que tenéis que decir:
versas plagas por sus afrentas9; son ali- que les han sido confiados a ellos los
mentados con el pan del cielo10, hacen oráculos de Dios y a los gentiles ningu-
temblar a todos los pueblos, según el no. P elagio, Comentario a la Carta a los
testimonio de Rahab11, la meretriz: a Romanos15.
quienes incluso les fue prometido Cristo
Salvador. Por lo tanto, dice que fue muy 3, 3 L a fid elid a d de D ios
útil para los judíos por todos los concep-
tos, porque son hijos de Abrahán: son N o se anula la fidelidad de D ios . La
preferidos a los gentiles, pero los judíos palabra de Dios se les confió primera
creyentes. A mbrosiaster, Comentado a
la Carta a los Romanosn .
8 NTA 15, 46. 9 Cf. Ex 7-12. 10 Cf. Ex 16, 14-36.
Los judíos n o co nfiaro n en los 11 Cf. Jos 2, 9ss. 12 CSEL 81, 93.95. 13 PG 60, 437:
or Aculos . ¿Qué significa «Les fueron SP 21, 81-82 14 ENPK 2, 30. 15 PL Supp. 1, 1126.
140 ROMANOS 3 , 1-8
mente a los judíos, como hemos dicho los creyentes la vida eterna, que prome-
antes; pero algunos -dice—no creyeren tió para el futuro en Cristo20; pues los
ni a Dios ni a la palabra de Dios. Fíjate, que no creyeron, ellos mismos se hicie-
no creyeron porque eran carnales, y de ron indignos, sin que los demás los juz-
ellos se dice en otro lugar: «El hombre gasen. Después de afirmar esto, alaba a
animal no percibe las cosas del Espíritu los judíos creyentes, porque nada les
de Dios, pues son necedad para él»16. falta a ellos, aunque la mayoría no quiera
Pero la incredulidad de aquellos no creer. A mbrosiaster, Comentario a la
anula la fidelidad de Dios. Nosotros en- Carta a los Romanos21.
tendemos la fe de Dios o aquella fe que
Dios guarda para quienes creen en sus D ios es siempre fiel. Hay que recono-
palabras y en su fe, por que la creen en cer la certeza y veracidad de Dios en
Dios; estos son los que reciben las pala- to d a ocasión, m ien tras los hombres se
bras divinas que provienen de Dios. Re- m u estran inciertos y falsos, de manera
cordemos, pues, que la infidelidad de que Dios venza m ás allá de la condición
aquellos que no se acercan a la fe o se de los ho m b res con sus beneficios, con-
apartan de ella, aunque se mofen de lo cediendo graciosam ente lo que le p e rte -
que nosotros hacemos por fe, cuando nece. A polinar de L aodicea, Fragmentos
ayunamos, cuando tenemos misericordia, a la Carta a los Romanos22.
cuando realizamos algo en conformidad
con los deseos o la ley de Dios, incluso ¿ Q ué importa si algunos fueron in -
cuando soportamos los sufrimientos por fieles? Mas no es esto sólo lo que dice
ser testigos de Cristo, recordemos siem- Pablo, sino mucho mas, es a saber, que
pre que la infidelidad de aquellos no su incredulidad no sólo no mancilla en
anula la fe de Dios que hay en nosotros. modo alguno la benignidad divina, sino
O rígenes , Comentarios sobre la Carta a que es señal evidente de su grandeza,
los Romanos, 2, 1417. que no desdeñó colmar de honores a
quienes sabía le habían de corresponder
Así también entre nosotros: la santidad y con deshonores y afrentas. ¿No ves la
la dignidad de los confesores [mártires] solercia y habilidad de Pablo en presen-
no ha desmerecido en absoluto, por ha- tarlos como criminales por aquellos mis-
berse roto la fe de alguno de ellos. Ci- mos títulos de que ellos más blasonaban?
priano, Sobre la unidad de la Iglesia, Pues fue tan grande la benignidad divina
22 18. y el honor que Dios se dignó conceder-
les, que no fue obstáculo para otorgárse-
G r a c ia d a d a a l o s q u e c r e ía n . N o lo el prever que de aquel mismo honor
afirma que, por culpa de algunos judíos se habían de servir ellos para afrentarle y
que no creyeron las promesas de Dios a ofenderle. Juan C risóstomo, Homilías
los hijos de Abrahán, fuese determinado sobre la Carta a los Romanos, 6, 523.
que no fuesen juzgados dignos los demás
judíos de recibir las promesas hechas a
los creyentes; puesto que la promesa fue
16 1 Co 2, 14. 17 CER 1, 314-316. 18 CCL 3, 265:
hecha para bien de los creyentes *9. BPa 12, 96. 19 Cf. Ef 2, 8. 20 Cf. Jn 3, 14-15; Hch
Por lo tanto Dios, no irritado por la 13, 48. 21 CSEL 81, 95. 22 NTA 15, 61. 25 PG 60,
maldad de aquellos judíos, dará a todos 438: SP 21, 82.
ROMANOS 3, 1-8 141
D ios es siempre veraz. «Dios tiene que El hereje destruye a las almas . Si pa-
ser veraz y todo hombre mentiroso, rece y da muerte a su alma todo el que
como dice la Escritura». Puesto que habla mentira, y resulta que todos somos
Dios es veraz, da lo que promete. Pero mentirosos, ¿será preciso que muramos
es propio del hombre engañarse, a quien todos?... Por el contexto mismo parece
hacen ser mudable las circunstancias que se refiere a los herejes... En efecto,
temporales, la debilidad de la naturaleza, quien obra el mal da muerte únicamente
porque no tiene la presciencia. Sin em- a su alma; pero quien es hereje y dice
bargo Dios, para quien el futuro ya ha mentira mata a tantos hombres cuantos
sido hecho, permanece inmutable, como ha inducido al error. Jerónimo, Tratado
dijo: «Yo soy y no cambiaré»33. Afirma sobre los Salmos, 538.
que todo hombre es mentiroso, lo cual
es verdadero. Porque una naturaleza que D ios es veraz. Luego Dios por sí mis-
se engaña, no es llamada neciamente mo es veraz; tú por Dios eres veraz, ya
mentirosa, pues unas veces es mentirosa que por tu parte eres mentiroso. A gus-
conscientemente, otras por error; esto no tín, Tratados sobre la primera Carta de
se puede esperar de Dios, que es perfec- san Juan, 1, 639.
to y fiel, de modo que lo que promete es
verdad. Esto confirma el oráculo proféti- A unque to do hombre fuera falso .
co, diciendo: «Escrito está: Pues aparece Aquí utiliza el término «todos» en lugar
tu justicia cuando hablas y tu victoria de «la mayoría»... La parte contraria ex-
cuando juzgas»34. A mbrosiaster, Comen- puso este testimonio como si David hu-
tario a la Carta a los Romanos35. hiera dicho: «Por eso he pecado yo, para
que tú te mostrases justo al juzgarme».
¿C ómo se justifica D io s ? Lo que dice Pero el verdadero sentido es el siguiente.
es esto: N o digo que hubo algunos que Que Dios había prometido que, sin acep-
no creyeron: pero si quieres, supon que ción de personas, haría justicia a los pe-
fueron todos incrédulos... pues en esta cadores, y en verdad que algunos toma-
hipótesis queda Dios más justificado. ban como mentira la paciencia de Dios.
¿Qué quiere decir justificado? Que si se Vence después de haber juzgado, cuando
establece un juicio y se aprecian y exa- castiga los hechos de aquellos de quienes
minan los beneficios y favores dispensa- nadie pensaba que se iba a hacer justicia.
dos por Dios a los judíos, y la corres- De otra forma también: has dado pruebas
pondencia y agradecimiento de ellos de que te preocupas de los hombres, tú
para con Dios; la victoria será toda de que revelaste mis secretos por medio de
Dios, infinitamente justo, poseedor y los profetas, y que venciste a quienes se
fuente de todo derecho. Juan C risósto- imaginan que eres negligente con respec-
mo, Homilías sobre la Carta a los Ro- to a las acciones de los hombres. P elagio,
manos, 6, 536. Comentario a la Carta a los Romanos*0.*20
C aminos opuestos . Dado que los hom- el que son juzgados los pecadores45 y,
bres gozan de libre albedrío, unos esco- santificándolo reforme al penitente para
gen el culto a Dios mientras que otros que le conceda lo que ha prometido a los
toman el camino contrario y encuentran justos. Y por esto añade: «Pero si núes-
un final del camino acorde a su elección. tra injusticia hace resaltar la justicia de
T eodoreto de C iro , Interpretaáón de la Dios», etc., es decir, si porque somos pe-
Carta a los Romanos41. cadores Dios es justificado, Dios sería
inicuo si nos castiga.
3, 5 La justicia de Dios Pues si nuestra injusticia le es útil, sin
duda sería inicuo si condenase a los que
L a ira de D ios n o es injusta . Lejos de pecan, porque nuestra justicia hace a
nosotros, dice, el pensar que Dios es in- Dios justo si nos da, siendo pecadores,
justo al juzgar con ira a los hombres. lo que prometió a los santos. Porque,
¿Cómo se puede pensar que es injusto aunque seamos pecadores, sin embargo
quien juzga al mundo, cuando en su somos convertidos por la penitencia, de
mismo nombre se muestra a los jueces modo que no siendo ya pecadores sino
que no deben hacer nada sin juicio? perdonados46, merezcamos recibir la
Donde hay juicio, consta que existe la promesa. A mbrosiaster, Comentario a la
justicia. De la justicia derivan los nom- Carta a los Romanos*7.
bres del juez y del juicio...
Debemos entender que cuando aquí La justicia de D ios excede nuestra
se dice eso no se refiere con relación a idea de justicia . Lo que dice es esto:
Dios o a la sabiduría de Dios, sino en Honró Dios a los judíos, y ellos les des-
cuanto hombre y con relación a lo que honraron. Insigne victoria de Dios y
dice: «Todo hombre es mentiroso»42... muestra de su inefable benignidad, que
Pero es absolutamente lógico y digno siendo ellos tales, los colmó de honores.
de mérito que la justicia sea enemiga y Habiendo dicho, pues, que el haberle
adversaria de la injusticia, lo mismo que nosotros ofendido y deshonrado propor-
la vida es enemiga y adversaria de la cionó a Dios tan gran victoria, haciendo
muerte y la luz respecto a las tinieblas. aparecer tan esplendorosa su justicia,
Por eso se dice que Dios, en cuanto que ¿por qué dice, soy yo castigado, pues fui
es justicia, descarga la ira en los hombres causa de su victoria con mi ofensa?
en los que se encuentra la injusticia. ¿Cómo resuelve esta dificultad? Con
Ambas son enemigas naturales. ¿Cómo otra, como antes dije. Porque si tú fuiste
por eso mismo puede parecer Dios in- causa de la victoria, y después recibes
justo, que es enemigo de la injusticia? castigo, eso es cosa injusta: mas si él no
O rígenes, Comentarios sobre la Carta es injusto y, sin embargo, te castiga, ya
a los Romanos, 3, l 43. no fuiste tú causa de su victoria..., por
ja a los pecadores, que recuperada la sal- en lo que se les hace injuria a los peca-
vación, ya no pequen más y vivan bajo la dores, consta que ellos no juzgan recta-
ley de Dios. A mbrosiaster, Comentario a mente. P s.-C onstancio, Comentario
la Carta a los Romanos61. sobre la Carta a los Romanos, 28B63.
Y declarando él esto adujo a los griegos ¿Por qué me juzga de este modo, como
inventores de estos dogmas, juzgando [si fuera] pecador, y no como algunos
suficiente refutación de ellos la cualidad dicen que nosotros enseñamos, que
de las personas que los patrocinaban. cuantos mayores males hubiéramos
J uan C risóstomo, Homilías sobre la hecho, tanto mayores bienes recibiré-
Carta a los Romanos, 6, 562. mos? P elagio, Comentario a la Carta
a los RomanosM.
D ios n o es veraz por mis mentiras.
Esto está dirigido contra los carpocratia- A bstenerse de la crueldad . Pero no
nos, los herejes peores, y contra los gen- era éste el fin de la enseñanza del Após-
tiles igualmente. La exposición se dirige tol. Porque estaba legislando todo lo
contra aquellos que dicen que la justicia contrario: abstenerse de toda transgre-
de Dios no sobreabunda si no se ha pe- sión. T eodoreto de C iro, Interpretación
cado, y que Dios no sería veraz, si los de la Carta a los Romanos65.
hombres no hubieran mentido. Y a estos
Pablo responde diciendo que, si es así,
como piensan, ellos no deben conside- 41 CSEL 81, 103.105. 4142*9PG 60,439: SP 21, 85.
rarse como pecadores. Pero en aquello « ENPK 2, 31. 64 PL Supp. 1, 1126. 65 PG 82, 80.
LA H U M A N ID A D P E C A D O R A (3, 9-20)
9Entonces ¿qué? ¿Somos superiores? ¡De ninguna manera! Pues antes hemos
demostrado que todos, judíos y griegos, están bajo el pecado, 10*125según está escrito:
«No hay un justo, ni siquiera uno. n N hay un sabio, no hay quien busque a Dios.
0
19Ahora bien, sabemos que cuanto afirma la Ley lo dice para quienes están
bajo la Ley, para tapar toda boca y para que todo el m undo aparezca como cul-
pable ante Dios; 20'porque nadie será justificado ante Él por las obras de la Ley;
ya que el conocimiento del pecado existe p o r medio de la Ley.
ROMANOS 3, 9 -2 0 147
tencias, se pone en camino hacia la vir- encuentro ninguna razón por la cual sea-
tud. Me parece que concuerda con esto mos mejores; la razón ha descubierto
el que Pablo mismo lo haya sentido, al que tanto los judíos como los gentiles
decir: «Hasta que llegó el precepto y re- estaban bajo el pecado, y esto lo deduci-
vivió el pecado»6... No hay que pensar mos no sólo por medio de la razón, sino
que todos los hombres sean culpables de que en lo que se refiere a los judíos, lo
todos los pecados que se mencionan más comprobamos con testimonios suyos.
abajo. Por el contrario, algunos hombres P e l a g io , Comentario a la Carta a los
son culpables únicamente de algunos pe- Romanos 12.
cados, mientras que otros hombres lo
son de otros pecados, pero en ambos 3, 10 N o hay un justo, ni siquiera
casos los pecados se hallan en la raza hu- uno
mana. O rígenes, Coméntanos sobre la
Carta a los Romanos, 3, 27. C omparación entre J erusalén , So-
I glesia. Esto puede parecer
dom a y la
T odos son culpables. «Entonces, ¿qué? contrario a otros pasajes de la Escritura
¿Llevamos ventaja? ¡De ningún modo! que sugieren la existencia de personas
Pues ya demostramos que tanto judíos justas, como cuando se habla de Sodoma
como griegos están todos bajo el pecado». respecto a Jerusalén: «Sodoma es justa en
Así, ¿para qué insistimos hablando más? comparación a ti»13. Pero fíjate con aten-
Pues hemos demostrado con los razona- ción en la cautela de la divina Escritura,
miemos dados que, tanto judíos como cómo no dijo: Sodoma es justa, sino que
griegos, todos son reos y, en consecuen- dijo: Porque tú has cometido muchos
cia, en vano observan la ley. En primer crímenes y haces tales cosas que superas
lugar afirma que los griegos son reos ante a todos en la malicia de los pecados, So-
la ley natural, y también porque no han doma es justa en comparación a tus crí-
recibido la ley de Moisés; por esta razón menes... De ahí que también yo esté
su causa es de una maldad extremadamen- asustado cuando de entre nosotros, los
te grave8. Después afirma que también que parecemos estar en la Iglesia, cum-
son reos los judíos, los cuales parecen plimos las obras de la ley y observamos
vivir bajo la ley de Dios, y alegarían el los preceptos del Evangelio, hay algunos
honor de los padres como mérito para que no son más justos que los infieles.
ellos; por esto precisamente habrían des- O rígenes, Comentarios sobre la Carta a
preciado la promesa de los padres, hacien- los Romanos, 3, 214.
do inútil la gracia de Dios9. A mbrosiaster,
Comentario a la Carta a los Romanos10. N adie ha llevado el bien a la pleni -
tud. Se trata de una sentencia grave y
Pablo quiere decir: ¡Pues, ea! Tras la re- difícil de entender. ¿Cómo es posible
futación de sus pruebas mostraremos la que no se pueda encontrar a nadie, ni si-
magnitud de las nuestras. T eodoro de
M opsuestia, Fragmentos sobre la Carta a
los Romanos11.
‘ Rm 7, 9. 7 CER 2, 60-62. 8 Cf. Rm 2, 14. יCf.
Hch 6, 8 - 7 , 53. 10 CSEL 81,105. " NTA 15,
Los JUDÍOS ESTÁN EN MEJOR CONDICIÓN. 117. 12 PL Supp. 1,1127. 13 Ez 16,48. 14 CER 2,
De la reflexión sobre los judíos yo no 62-64.
ROMANOS 3, 9 -2 0 149
quiera uno, ni judío ni griego, que haya con la llegada de Cristo, ya que cuando
hecho el bien? ¿Hemos de creer que no se apareció, nadie, según pienso, fue ha-
ha existido nadie que haya recibido algu- liado justo. P elagio, Comentario a la
na vez a un huésped, que no haya dado Carta a los Romanos20.
de comer a un hambriento, haya vestido
a un desnudo, haya arrebatado a un ino- 3, 11 N o hay quien busque a D ios
cente de las manos de un poderoso, o
haya realizado alguna obra buena? No A través de u n espejo. Cuando el
me parece posible que el apóstol Pablo mismo Apóstol afirma que él conoce y
pensase en cosa semejante; más bien entiende parcialmente21, ¿quién habrá
pienso que eso hay que entenderlo en el que diga que es inteligente? Quien en-
sentido de que niega que alguien haya tienda todo lo que se puede, parecerá en-
hecho algo bueno. Por ejemplo, si uno tenderlo como en un espejo y en figura;
pone los cimientos de una casa, constru- sólo después de abandonar este cuerpo
ye una o dos paredes y transporta los de tierra se podrá entender cara a
materiales, ¿acaso se dice que ese tal ha cara22... De ahí que no haya un sabio y
hecho la casa, aunque se le vea trabajan- nadie busque a Dios. Mientras nos preo-
do en ella? Mas bien, se dice que ha cupamos de los cuidados del cuerpo y
hecho la casa el que ha terminado todas buscamos las cosas humanas, no pode-
y cada una de las partes del edificio mos comprender a Dios ni pensar en las
completo. Por tanto, pienso que aquí el cosas de Dios. O rígenes, Comentarios
Apóstol afirma que nadie ha hecho el sobre la Carta a los Romanos, 3, 223.
bien, es decir, nadie lo ha hecho hasta la
perfección y hasta la integridad consu- La e n f e r m e d a d d e A jab . « N o hay
mada. Si buscamos quién es realmente quien busque a Dios». Está claro, por-
bueno y quién ha hecho el bien perfecto, que buscaría a Dios, si comprendiese lo
sólo encontraremos a aquél que dice: útil que es: y no como Ajab, rey de Judá,
«Yo soy el buen pastor que da la vida quien tan malvado se volvió después de
por sus ovejas»15. O rígenes, Comentarios tantos beneficios de Dios, que sufriendo
sobre la Carta a los Romanos, 3, 316. la enfermedad de los pies, no buscó a
Dios, aunque era ayudado por el profe-
N in g u n a esperanza sin la misericor - ta24. A mbrosiaster, Comentario a la Car-
día de C risto . Pablo empieza a enume- ta a los Romanos25.
rar sus malas obras desde la injusticia, y
en parte añade las peores, para dar a en- B uscar la voluntad de D Porque
ios .
tender que ninguna esperanza pueden no entiende, no busca, o también, no en-
tener, a no ser que imploren la miseri- tiende, porque no busca. A Dios se le
cordia de Cristo, que perdona los peca- encuentra, cuando se trata de descubrir
dos17. A mbrosiaster, Comentario a la
Carta a los Romanos18.
su voluntad, porque «Todo el que peca, D e mal en peor . Nadie duda que, quie-
ni le ha visto ni conocido»26, porque el nes no buscan a Dios, se humillan hasta
que peca no ha conocido la voluntad de buscar la ayuda de la vanidad: pues vani-
su Señor, pues se dice en el lenguaje or- dad es un ídolo; por lo tanto se hacen
dinario que se desconoce a aquél, cuya inútiles. «No hay quien haga el bien, no
voluntad se ignora. P elagio , Comentario hay siquiera uno». Porque, al abando-
a la Carta a los Romanos17. narlos Dios, se hacen inútiles, ya que
son incapaces de hacer el bien; y una
3, 12 Todos se desviaron vez degradados van de mal en peor.
A mbrosiaster, Comentario a la Carta
¿ Q u i é n h a c e e l b i e n ? Me parece que a los Romanos*1.
no se dice que se desvía sino el que algu-
na vez permaneció en el camino recto. S ignificado del S almo 14 para
Por tanto, aparece que en un principio P ablo . Pablo no se sirve de esta cita
Dios hizo algo de naturaleza racional, y como una profecía, sino porque lo que
fue correcto y se mantuvo en el camino dice David de manera colectiva sobre los
recto gracias al Creador mismo. Mas el que han delinquido coincide con lo que
camino del pecado se desvió hacia la iz- él ha manifestado. De igual modo, tam-
quierda, por eso se dice ahora que se bién nosotros nos servimos hasta hoy
desvió, como por ejemplo, el primer día de citas en los sermones, porque en-
hombre, Adán, quien engañado por una tendemos que pueden relacionarse men-
serpiente se apartó del camino recto del talmente con lo que estamos diciendo.
paraíso y declinó en los senderos curvos Aquel salmo, en efecto, no lo ha dicho
y tortuosos de la vida mortal28. En con- David refiriéndose a todos los hombres.
secuencia, todos los que vienen a este Y es evidente por quién lo dice: «¿No
mundo por sucesión de aquel, se desvia- aprenderán todos los que transgreden la
ron y lo mismo que aquel se han hecho ley, los que devoran a mi pueblo, como
inútiles29. O rígenes , Comentarios sobre se come el pan?»33. ¿Iba a llamar a al-
la Carta a los Romanos, 3, 330. guien amigo de Dios, quien ha expresa-
do la opinión de que todos los hombres
El que no busca una base, es necesario se inclinan al mal? T eodoro de M opsues-
que se venga abajo. «Se corrompieron a TIA, Fragmentos sobre la Carta a los Ro-
la vez». Inútiles para la obra, para la que manos34.
habían sido creados. «No hay quien haga
el bien, ni siquiera uno». Si no hay quien 3, 13 Veneno de serpientes
haga el bien, ¿cómo es que más adelante
acusa a los que devoran a su pueblo y a I mpureza a la vista . Estas palabras
los que confunden el parecer de los po- provienen del Salmo 5 [, 10], como
bres? Así pues, no eran pueblo de Dios, hemos dicho anteriormente. Me parece
si no hacían el bien, especialmente cuan-
do en el mismo pasaje es llamada genera-
ción justa. Pero esto pertenece más a la
26 1 Jn 3, 6. 27 PL Supp. 1, 1127. 28 Cf. Gn 3, 1-24.
explicación del salmo, que al razona- 29 Cf. Rm 5, 12. 30 CER 2, 68-70. 31 PL Supp. 1,
miento del Apóstol. P elagio , Comenta- 1127. 32 CSEL 81, 107. 33 Sal 14, 4. 34 NTA 15,
rio a la Carta a los Romanos31. 117.
ROMANOS 3, 9-2 0 151
que con ellas se refiere [el Apóstol] a los biéndoos despojado de toda malicia y de
diversos pecados del género humano. todo engaño, de la hipocresía, la envidia
Todo sepulcro contiene la inmundicia y de la maledicencia, apeteced, como
del cadáver difunto; por eso el Señor niños recién nacidos, la leche espiritual
decía también en el Evangelio que los es- no adulterada, para que con ella crezcáis
cribas y fariseos eran sepulcros blanque- hacia la salvación»37.
ados, que por fuera eran hermosos a los La mordedura de la serpiente mata el
hombres, pero por dentro estaban llenos cuerpo con el veneno; la mordedura de
de inmundicia35. En cambio, parece que la palabra envenenada por el engaño
Pablo aquí indica algo más de los críme- mata el alma38. También puede aplicarse
nes de esa gente, a la que se refiere, pues esto a quienes rodean a los hombres con
les llama sepulcro no cubierto ni cerra- comentarios calumniosos, y también a
do, sino abierto. Así, se llaman sepulcros quienes engañan a las almas de los senci-
cerrados a quienes el pudor oculta el líos mediante una doctrina herética, infi-
pecar abiertamente y manifestar pública- cionada con el veneno del diablo. O ríge-
mente sus crímenes. En cambio, son lia- nes , Comentarios sobre la Carta a los
mados sepulcros abiertos quienes mués- Romanos, 3, 3-439.
tran sus inmundicias e impurezas en pú-
blico..., de manera que ya no abren su Sus lenguas contam inan . Ya esclavos
boca para proferir la Palabra de Dios, del mal querían devorar a los buenos, si
palabra de vida, sino que abren su gaz- fuese posible; pues lo mismo que el se-
nate y profieren el grito de muerte, pala- pulcro se abre para recibir los cadáveres,
bra del diablo, no desde el corazón, sino así se abre su garganta contra los bue-
desde el sepulcro. Por tanto, cuando veas nos... Pablo dice esto porque las pala-
a un hombre que profiere palabras im- bras de tales hombres son ratoneras. Ha-
púdicas con boca lasciva o maldice y jura blan para hacerles caer; lo mismo que se
de manera orgullosa y furibunda, no desliza el veneno por la boca de la ser-
dudes que [Pablo] se refiere a esa clase píente, así se deslizan las asechanzas en-
de hombres... gañosas. A mbrosiaster, Comentario a la
N o sé si de este pecado están inmu- Carta a los Romanos40.
nes los justos y elegidos; pienso que, uno
más y otro menos, nadie está libre de V eneno q ue mata. Contaminando y
ello, excepto aquel del que se ha escrito: matando a sus oyentes con el hedor de
«No cometió pecado, ni hubo engaño en su doctrina y de su adulación; por eso se
su boca»36. Incluso aunque se encuentre cierra el sepulcro con diligencia, para
alguien cuidadoso y cauto, puede quizás que con su exhalación no origine la peste
observar cosas mayores ése que encuen- en los que aún viven. «Con su lengua
tres, pero ¿quién no incurre en esas co- urden engaños». Expresando de palabra
sas por trampa o negligencia? Por olvido unas cosas y agitando otras en el cora-
se omiten de vez en cuando cosas que zón. «Veneno de serpientes». El veneno
debían haber sido curadas, y para que no de estas serpientes se dice que es el peor.
aparezca la culpa otras veces se excusan
las cosas que se han hecho. De ahí que
Pedro, conociendo que existen esas cía- 35 Cf. Mt 23, 27. 34 Is 53, 9. 37 1 P 2, 1-2. 38 Cf.
ses de engaño, escribió en su carta: «Ha Sal 140, 3. 3 יCER 2, 72-76. 40 CSEL 81, 107.109.
132 ROMANOS 3, 9 -2 0
P elagio, Comentario a la Carta a los pos que matan, sino también son denomi-
Romanos41. nados hombres sanguinarios quienes por
cualquier escándalo separan el alma de
3, 14 Su boca está llena de maldición Dios. De igual manera que se llama homi-
y amargura cida a quien separa el cuerpo del alma,
que es la que da vida, con mayor razón
U n a boca llena de maldiciones . N o hay que llamar homicida al que separa el
dijo que sus labios estuvieran llenos del alma de la verdadera vida, que es Dios.
veneno de las serpientes. En efecto, aun- Ahora bien, «los pies» se refieren en este
que quizás se encuentren muchos con ese pasaje a aquellos de los que dice el profe-
vicio, sin embargo no son muchos los ta: «Por poco mis pies se me extravían»45,
que se encuentran abierta y totalmente es decir, el consejo con el que hacemos el
inficionados de ese virus. En cambio, es camino de la vida. O rígenes, Comentarios
propio de muchos el tener llena la boca sobre la Carta a los Romanos, 3, 446.
de maldición y amargura. En realidad,
¿quien tiene una boca tan limpia que no V eloces para matar a los profetas.
le incite la costumbre de maldecir, no ya «Ligeros sus pies para derramar sangre».
contra quienes merecen ser maldecidos, Se refiere a la muerte de los profetas, a
sino también contra aquellos a los que el quienes los perezosos para el bien y lige-
Señor no maldice, o sea, contra los hom- ros para el parricidio, rápidamente mata-
bres justos e inocentes? La fragilidad hu- ron47. A mbrosiaster, Comentario a la
mana está pronta y es proclive a este Carta a los Romanos48.
vicio, principalmente respecto a los do-
minados e inferiores, de manera que Es decir, los llama simplemente homici-
piensan que esa provocación no es una das, o también, destructores por la adu-
maldición. O rígenes, Comentarios sobre lación, de ahí que san Pablo diga en los
la Carta a los Romanos, 3, 442. Hechos de los Apóstoles·, «Estoy limpio
de la sangre de todos, pues no me acó-
L anzar amargura . E s claro que los bardé de anunciaros todo el designio de
m alos siem pre proponen amargas maldi- Dios»49. P elagio, Comentario a la Carta
ciones contra los buenos, atacándoles a los Romanos50.
con calumnias injuriosas. A mbrosiaster,
Comentario a la Carta a los Romanos43. 3,16 Calamidad y miseria
L a maledicencia . La maledicencia no es C aminos equivocados . Como habían
de un solo tipo: todo lo que se dice con sido llamados para hacer el mal, Pablo
mal deseo, es lo que se dice hablar mal. asegura que su caminar es un caminar
P elagio, Comentario a la Carta a los atribulado y desgraciado. A mbrosiaster,
Romanos Comentario a la Carta a los RomanosM.
Con sus enseñanzas o también con los ojos el temor de Dios, no ante los ojos
ejemplos de su conducta las almas son de la carne —pues no se trata de algo visi-
trituradas y hechas desgraciadas. P e- ble y corpóreo—, sino ante los ojos de la
lagio, Comentario a la Carta a los mente, con los cuales se ven el entendí-
Romanos52. miento y la doctrina del temor de Dios,
y mediante esa doctrina, como hemos
3, 17 El camino de la paz dicho anteriormente, podamos saber lo
que hay que temer o no. Quien teme a
C risto nuestra paz. Cristo es nuestra Dios, no temerá los poderes mundanos.
paz53. Por tanto, el camino de la paz es O rígenes, Comentarios sobre la Carta a
el camino de Cristo. Pero lo pecadores, los Romanos, 3, 558.
puesto que siempre hacen la batalla de
los vicios, ignoran el camino de la paz, S in miedo de D ios . Porque como no
mientras que nosotros la recibimos y la tienen sentido, tampoco tienen temor
conocemos. O rígenes, Comentarios a Dios. «El temor del Señor es el princi-
sobre la Carta a los Romanos, 3, 5M. pió de la ciencia»59, dice Salomón. Pero
Pablo no ha afirmado que no tengan te-
La enseñanza con la que Dios se pacifi- mor de Dios, sino que afirma: «No hay
caria con los hombres; todo lo que es pa- temor de Dios ante sus ojos». Pues vien-
cífico es semejante a Dios y lo enemigo do sus obras tan llenas de maldad y no
de la paz es contrario a Dios. P elagio, aborreciéndolas, muestran que no tienen
Comentario a la Carta a los Romanos55. el temor de Dios ante sus ojos. A mbro-
siaster, Comentario a la Carta a los
E l camino del infierno . «El camino Romanos60.
de la paz no lo conocieron». El camino
de la paz es suave y sin sobresaltos, pues Pablo termina mencionando el temor de
toda vida buena es tranquila, y los mis- Dios, porque si hubieran tenido ante sus
m os actos del humilde están llenos de ojos el temor de Dios, ciertamente no
paz, y por estos se llega a Dios56. Sin hubieran faltado tan gravemente, porque
embargo aquellos, no queriendo saber ni el esclavo se atreve a pecar ante la pre-
esto, eligieron la tribulación como cami- sencia de su señor. P elagio, Comentario
no, por el que se llega al infierno. A m- a la Carta a los Romanos61.
brosiaster , Comentario a la Carta a los
Romanos57. 3,19 Para que todo el mundo
aparezca como culpable ante Dios
3, 18 No hay temor de Dios
E l m u n d o entero . Aquí debemos con-
Lo que debe temerse. Si uno piensa siderar diligentemente a qué ley se refie-
siempre en el temor de Dios, en lo que re, cuando se dirige a aquellos que están
le agrada o desagrada, se dice que el te-
mor de Dios está siempre ante sus ojos.
Pero debe ser perito y perfecto conoce-
52 PL Supp. 1, 1128. 53 Cf. Rm 5, 1. 54 CER 2, 78.
dor de la ley del Señor, para no tener 55 PL Supp. 1, 1128. 56 Cf. Jr 6, 16; Le 1, 78-79;
que temer donde no sea necesario el Rm 8, 6. 57 CSEL 81, 109. 58 CER 2, 80. 39 Pr 1,
temor. Siempre hay que tener ante los 7. 60 CSEL 81,111. 61 PL Supp. 1, 1128.
154 ROMANOS 3, 9 -2 0
bajo la ley, y por lo mismo lo que les des a Dios, no creyeron a su guía Moi-
dice, no les priva de cualquier excusa, sés; ni a sus padres, los profetas, a quie-
para que no puedan encontrar refugio a nes persiguieron hasta la muerte; ni a
sus pecados. Esto es lo que dice: «Para los apóstoles, parientes suyos según la
tapar toda boca y para que todo el carne, cuya sangre derramaron, de
mundo aparezca como culpable ante modo que son condenados por la ley,
Dios». Si preferimos entender esto res- cuya autoridad pensaron que debía ser
pecto a la ley de Moisés, la cual se refie- despreciada. Pues así como una sola es
re únicamente a los que sin duda ha cir- la razón para el mal de todos los males,
cuncidado y ha enseñado desde el seno así también la de todos los bienes.
materno, ¿cómo parece deducirse que Luego de aquí se prueba la maldad de
mediante esa ley que se aplica a las insti- las cosas semejantes.
tuciones de una sola nación, será tapada Esto se refiere a la confusión de los
toda boca y todo el mundo será tenido judíos, quienes buscaban en la ley el tes-
como responsable ante Dios por esa timonio para ellos y para sus padres.
misma ley? ¿Qué relación tienen todos «Para que toda boca enmudezca y el
los gentiles con esa ley? ¿Cómo puede mundo entero aparezca como culpable
existir el conocimiento del pecado me- ante Dios». Afirma esto porque, atrapa-
diante la ley de Moisés, cuando hay mu- dos los judíos en el pecado, todo el
chos que conocieron su pecado antes de mundo se reconoce reo ante Dios. Pues
conocer esa ley?... De esto se deduce nadie duda que los paganos fueron abra-
que el apóstol Pablo no se refiere aquí a mados por los impíos crímenes, y por
la ley de Moisés, sino de la ley natural, ello todo el mundo está sometido a Dios
inscrita en los corazones de los hom- para que pueda llegar al perdón; puesto
bres... Esta ley natural se refiere a todos, que «todo el mundo» eran los gentiles y
que están bajo la ley, con la sola excep- los judíos, de quienes fueron separados
ción, me parece a mí, de los niños, que los fieles. Luego cuando prueba que los
todavía no tienen el discernimiento del judíos, que recibieron la ley de Dios, y a
bien y del mal62... quienes fue hecha la promesa, están so-
Respecto «al mundo entero», ¿no hay metidos al pecado, ninguna duda hay de
que pensar en este lugar terreno, ni en que los griegos son reos de muerte. Por
los árboles ni en las piedras, ni en las esta razón dice que toda boca enmudez-
hierbas, semillas y paja que hay en él, ni ca y que todo el mundo se someta a
en cosas semejantes?... Sólo cabe referir- Dios, cuando todos, tanto judíos como
se con «el mundo entero» al animal ra- griegos, probados reos, necesitan de la
cional; y como todo lo que es irracional misericordia de Dios. A mbrosiaster, C o-
se excluye de ese significado, me parece mentario a la Carta a los Romanos64.
que debe ser excluida de esta considera-
ción toda criatura que no sea racional.
O rígenes, Comentarios sobre la Carta 62 Se trata de una opinión equivocada de Orígenes.
a los Romanos, 3, 663. Como se verá más adelante, otros comentarios orí-
genianos incluyen la necesidad de bautizar a los
niños. Se ve, por tanto, que el autor alejandrino no
A trapados e n el p e c a d o . Está claro el
tenía una idea muy bien formada al respecto. (Nota
motivo por el que la ley los acusa: pri- del traductor). M CER 2, 84-86.90. 64 CSEL 81,
mero porque, siempre impíos y rebel Π1.113.
ROMANOS 3 , 9 -2 0 155
ni somos llevados por ella; en la paz o go, al no consentir el espíritu en tales de-
descanso77 no existe concupiscencia al- seos, ya que se halla afianzado en la gra-
guna de la carne. cia y en la candad de Dios, deja de pecar.
Luego, antes de la ley no luchamos, Pues no pecamos por este deseo malva-
porque no sólo deseamos con ardor y do, sino por nuestro consentimiento...
pecamos, sino que, además, aprobamos Pero como estos deseos nacen de la
los pecados; bajo la ley luchamos, pero mortalidad de la carne, que arrastramos
somos vencidos; confesamos, pues, que del primer pecado de Adán, de quien
son acciones malas las que hacemos, y, carnalmente nacemos, no se acabarán a
confesando que son malas, sin duda no no ser que merezcamos en la resurrec-
las queremos hacer; pero, como aún ción de los cuerpos aquella inmortalidad
falta la gracia, somos vencidos. En este que se nos promete, donde habrá paz
grado se nos patentiza de qué modo nos perfecta, cuando nos hallemos establecí-
hallamos postrados, y mientras preten- dos en aquel cuarto grado. Habrá paz
demos lavarnos y caemos, somos más perfecta, porque nada se opone a noso-
gravemente atormentados. Por eso se tros al no oponernos nosotros a Dios...
dijo: «La ley se introdujo de modo que Luego el primer hombre tuvo libre albe-
abundase el delito». De ahí también lo drío perfecto, pero nosotros antes de la
que ahora se escribió: «Por la ley se co- gracia no tenemos libre albedrío para no
noce el pecado»; mas no hace desapare- pecar, sino solamente para no querer
cer el pecado, porque el pecado se borra pecar. Mas la gracia hace que no sola-
sólo mediante la gracia. Luego buena es mente queramos obrar con rectitud, sino
la ley, puesto que ella prohíbe las cosas que podamos, no por nuestras fuerzas,
que deben ser prohibidas y manda las sino con el auxilio del Libertador, quien
cosas que deben ser mandadas. Pero nos dará también la paz perfecta en la
cuando alguno juzga que ha de cumplir resurrección. Esa paz completa que sigue
la ley con sus propias fuerzas y no con a la buena voluntad. A gustín , Exposición
la gracia de su Libertador, en nada le sobre la Carta a los Romanos, 13-1878.
aprovecha esta presunción; es más, per-
judica tanto, que con mayor deseo es R econocim iento del pecado . Por
atraído al pecado y cae en pecado. «Por- obras de la ley entiende Pablo la cir-
que donde no hay ley no hay transgre- cuncisión, el sábado y las demás cere-
sión». Hallándose caído por tierra de monias, que afectaban no tanto a la jus-
esta manera, cuando alguno hubiese co- ticia cuanto al contentamiento de la
nocido que no puede por sí mismo va- carne. «Pues la ley no da sino el conocí-
lerse para levantarse, implora el auxilio miento del pecado». N i la remisión, ni
del Libertador. el pecado, sino el conocimiento. Por lo
Vendrá entonces la gracia que condo- tanto, por medio de la ley se conoce qué
ne los pecados pasados, y ayude al que es pecado, porque o bien la ley natural
intenta surgir, y ofrezca la caridad de jus- se había olvidado, o bien antes de la ley
ticia, y haga desaparecer el temor. Cuan- escrita no se reconocían como pecados
do tiene lugar esto, aunque algunos dese-
os de la carne se oponen, mientras esta-
mos en este mundo, contra nuestro espí- 77 En la gloria, después de la resurrección. 78 CSEL
ritu para inducirle al pecado, sin embar 84, 6-7: BAC 187, 17-19.
158 ROMANOS 3, 9 -2 0
los más leves, como por ejemplo los que cer el pecado, n o sólo prohibiéndonos
no perjudicaban a otros; la concupíscen- practicar lo absurdo, sino también casti-
cia, la embriaguez y otros semejantes. gando a los que desobedecen. G enadio
P elagio, Comentario a la Carta a los de C onstantinopla, Fragmentos a la
Romanos79. Carta a los Romanos*0.
C o n o c i m i e n t o d e l p e c a d o . Para esto
-dice- aprovechó la ley: nos dio a cono 79 PL Supp. 1, 1128. 80 NTA 15, 361.
LA JU S T IF IC A C IÓ N P O R M E D IO D E L A FE (3, 21-31)
y no un atributo divino como tal, según profetas, y sin ninguna ambigüedad tam-
declaró san Agustín? Esto aún se debate bién por medio de la ley de Moisés; me-
en la Iglesia. El pecado es universal y diante esa ley se manifiesta la justicia de
afecta mcluso a los fieles. Cristo nos ha Dios a todos los que creen, provenientes
rescatado del pecado y del demonio, y de judíos o de gentiles, que son justifica-
nos ha justificado como regalo añadido. dos no por las obras, sino por la gracia
Cristo fue sacrificado para pagar el pre- de Dios, con la redención del mismo Je-
ció de nuestros pecados mediante su san- sucristo. Esto dirá quien contraponga
gre. De esta manera El hizo que la ley como inflexible el presente sentido del
del Antiguo Testamento se cumpliera, Apóstol con lo que nosotros hemos ex-
haciéndola superflua. El resultado del sa- puesto anteriormente...
crificio de Cristo supone que ahora po- N o se puede encontrar nada [en este
demos recibir la justicia de Dios, dispen- verso] que argumente que aquí se hable
sada gratuitamente a todos los que creen de la ley natural, sino de la ley de Moi-
en Él. Ningún ser humano puede recia- sés, lo mismo que tampoco hay en los
mar el derecho a su salvación ya que versos anteriores nada que parezca refe-
constituye un don gratuito de la gracia rirse a la ley de Moisés y sí a la ley na-
de Dios. Nosotros somos justificados tur al...
por la fe, no por el mérito de las obras, ¿Esto hace que el Apóstol se contra-
independientemente de lo buenas que diga? También estas afirmaciones podría
éstas sean. El principio de justificación realizarlas un distinguido narrador...
por la sola fe, desecha cualquier distin- Quien conoce fiel e íntegramente la inte-
ción entre judíos y gentiles, ya que todos ligencia de los libros sagrados, debe
deben llegar a Cristo de la misma mane- mostrar cómo lo que parece contrario no
ra: por la fe. La justificación por la fe en es en realidad contrario. Hemos tratado
Cristo anula la ley, pero no la desacredi- de demostrar cómo lo que se dice en este
ta. Al contrario, hace que se cumpla lo verso no contradice a lo que hemos afir-
que la ley estaba intentando demostrar, mado con anterioridad. Hemos indicado
pero no podía alcanzar por sí misma. con frecuencia y lo hemos afirmado en el
prólogo, que el Apóstol menciona mu-
3, 21 La justicia de Dios, atestigua- chas leyes en esta carta, hasta el punto de
da por la Ley y los Profetas pasar de una ley a otra casi sin que el
lector lo note... Puede decirse que la ley
¿ L ey natural o L ey m o sa ic a ? Acaba- de la naturaleza muestra la naturaleza del
mos de decir en los versos anteriores que pecado y su existencia, pero la justicia de
[Pablo] no se refiere a la ley de Moisés Dios supera y está por encima de eso, y
cuando dice: «Cuanto afirma la ley, lo la mente humana es incapaz de alcanzar-
dice para quienes están bajo la ley», pero la solamente con los sentidos naturales...
alguno pensará que no puede haber duda Ahora bien, puesto que por la mera ley
de que se refiera a la ley de Moisés al no natural no se puede conocer la justicia de
aparecer el nombre de la ley natural; y Dios, tenemos el testimonio de la ley de
dirá que en el presente pasaje la justicia Moisés y de los profetas, en los que el
de Dios es mencionada por el Apóstol Espíritu Santo había escrito muchas
para que se manifieste mediante la ley, y cosas sobre la justicia de Dios mediante
no sólo por la ley, sino también por los figuras y símbolos. Y no quiero que te
160 ROMANOS 3, 2 1 -31
sorprendas porque el mismo término de y de otro modo que así sería en el futu-
«ley» signifique en este segundo pasaje ro, porque había de venir El a salvar a
cosas diversas... los hombres: porque no había sido dado
Existe además una clara distinción, a la ley el perdonar los pecados.
para el observador diligente, en estas pa- Aun más se trata de una justicia de
labras del Apóstol. Entre los griegos Dios que de una misericordia, porque
existe la costumbre de anteponer a los tiene su origen en la promesa; y cuando
nombres lo que entre nosotros puede lo prometido por Dios se cumple, se
llamarse artículos. Así, cuando se refiere llama justicia. Pues es justicia, porque se
a la ley de Moisés pone el artículo antes cumplió lo prometido; y cuando acepta
del nombre, pero si quiere referirse a la a los que recurren a Él, se llama justicia,
ley natural, la menciona sin artículo. porque no aceptar al que recurre se lia-
O rígenes, Comentarios sobre la Carta ma injusticia. A mbrosiaster, Comentario
a los Romanos, 3, 71. a la Carta a los Romanos5.
-dice- se ha manifestado»; no dijo la jus- que nosotros hacemos con sólo crecer.
ticia del hombre o la justicia de la propia J uan C risóstomo, Homilías sobre la
voluntad, sino la justicia de Dios, no Carta a los Romanos, 7, 29.
aquella justicia por la cual Dios es justo,
sino aquella de la cual reviste al hombre S alv a ció n m e d ia n t e el E v a n g e l io .
cuando justifica al impío. Esta es la que Porque ¿a qué gentiles que obrasen el
se manifiesta por la ley y los profetas... bien fuera del Evangelio podría prome-
Mas esta justicia de Dios se da sin la ley, terse la gloria, el honor y la paz? Pues-
porque la otorga Dios, mediante el Espí- to que no hay acepción de personas
ritu de gracia, a aquel que cree sin ser para Dios, y no los oidores de la ley,
auxiliado para ello por la ley. A gustín, sino los obradores de ella serán justifi-
Del espíritu y de la letra, 9, 156. cados; por eso tanto el judío como el
griego, esto es, cualquiera de entre los
R e c o n o c im ie n t o del pe c a d o . Pablo gentiles que creyere, alcanzará igual-
recalca que se ha manifestado la justicia mente la salud por medio del Evange-
de Dios sin la ley escrita; justicia, que lio. «Pues -como dice más adelante- no
nos ha sido dada gratuitamente por hay distinción». A gustín , Del espíritu y
Dios, no conseguida con nuestro esfuer- de la letra, 26, 4410*.
Ζ Ο , y manifestada con más claridad por
Cristo mediante ejemplos más evidentes, En la fe , n in g u n a d is t in c ió n en tre
que estaban ocultos en la ley. «Atesti- «La justicia de Dios por
ju d ío y g en til .
guada por la ley y los profetas». Es decir, la fe en Jesucristo, para todos los que
estaba predicho en la ley y en los profe- creen en él». Por la cual se cree en Jesu-
tas que esta justicia vendría en los últi- cristo. «Pues no hay diferencia alguna».
mos tiempos; o también, que el conoci- Entre judío y gentil. P elagio , Comenta-
miento del pecado recibió de la ley y los rio a la Carta a los Romanos ״.
profetas el testimonio. P elagio, Comen-
tarto a la Carta a los Romanos7. P ara t o d o el q u e c r ee . Para todos los
judíos -dice- en cuanto que tienen la
3, 22 Justicia de Dios por medio de causa de la salvación en su propia casa y
la fe en ellos mismos; y a «todos» los gentiles
-dice—en cuanto que la gracia se ha ex-
J usticiap o r la fe . ¿Qué otra cosa tendido de los judíos a ellos, no obstante
quiere decir «por la fe en Jesucristo», si haber dicho que de unos y de otros era
no que la misma justicia de Dios es la el participar de la gracia, no sin más,
manifestación de Cristo? Pues por la fe sino «los que creen» que justamente la
se conoce, o se acepta, el don de la pre- gracia es común, para todos. G enadio de
dicación de Jesucristo ya antes prometí- C onstantinopla, Fragmentos a la Carta
do por Dios. A mbrosiaster, Comentario a los Romanos u .
a la Carta a los Romanos8.
lo muerto, y también para condenar la gran virtud, mucho más hará la reali-
muerte con su pasión. «Para mostrar su dad... ¿Qué cosa es esta manifestación
justicia», es decir, para hacer pública su de la justicia? Así como la manifestación
promesa, por la que nos libra del pecado, de sus riquezas consiste en que no sólo
como había prometido antes; hecho esto, es rico Él, sino que enriquece a otros...
se mostró justo... N o dudes, pues: que no es por las obras,
Sabiendo Dios la promesa de su sino por la fe. J uan C risóstomo , Homi-
benignidad, con la que juzgó salvar a los tías sobre la Carta a los Romanos, 7, 231.
pecadores, tanto a los que están sobre
los cielos, como a los que se encuentran P ara t o d o el q u e c r ee . Dios presentó
en el infierno, a ambos los esperó por a Cristo de forma visible ante los ojos de
larguísimo tiempo, dando la sentencia, todos, para que se acerque a Él todo el
por la que parece justo condenar a que quiera ser redimido. Para que expía-
todos, para mostrarnos que en otro ra por los que creen que han de ser libe-
tiempo había decretado salvar al género rados por su sangre. Cristo padeció,
humano por Cristo, como lo prometió pues, para apaciguar el juicio de Dios,
por medio del profeta Jeremías, cuando por el que había decretado finalmente
dice: «Cuando perdone su culpa, y de su castigar a los pecadores. P elagio, C o-
pecado no vuelva a acordarme»27. Y para mentario a la Carta a los Romanos32.
que no pareciese que este don había sido
prometido sólo a los judíos, dice por S a c er d o te y C o r d e r o a la vez . El
medio de Isaías: «Mi casa se llamará casa propiciatorio era una lámina de oro que
de oración para todas las gentes»28. estaba encima del arca; a uno y otro la-
Pues aunque la promesa fue hecha a do tenía las figuras de los querubines33.
los judíos, sin embargo, siendo Dios co- Desde allí se le manifestaba la benevo-
nocedor de que los impíos judíos habrí- lencia de Dios al sumo sacerdote que
an de rechazar el don a ellos dado, pro- atendía el culto34.
metió acercar a sí a los gentiles para que El divino Apóstol enseña que el ver-
recibieran su gracia, y, por su emulación, dadero propiciatorio es el Señor. Aquel
los impíos judíos, llenos de ira, fuesen antiguo, en efecto, se cumplía tipológi-
torturados. A mbrosiaster , Comentario a camente en éste. El nombre se ajusta a
la Carta a los Romanos29. Cristo como hombre, no como Dios.
Como Dios, Él responde por medio del
C o n s a g r a c ió n d e l a l m a . Considerar a propiciatorio; como hombre, recibe esta
Cristo como «propiciatorio en su san- denominación igual que otras, por ejem-
gre» lleva a quien lo comprende bien a pío: oveja, cordero, pecado, maldición y
convertirse él mismo en propiciación cuantas hay por el estilo.
para sí mismo, y a consagrar su alma Y el antiguo propiciatorio era además
mediante la mortificación de sus miem- incruento por cuanto inanimado, mas re
bros. G regorio de N isa, Sobre la perfec-
ción, 3430.
27 Jr 31, 34. 28 Is 56, 7. 29 CSEL 81, 121.123.
P r o cla m a r las riq u eza s d e Por
D io s . 30 G N O 8/1, 187: BPa 18, 59. 31 PG 60, 444: SP
eso le llamó propiciatorio, para dar a en- 21, 95. 32 PL Supp. 1, 1129. 33 Cf. Ex 25, 17-21.
tender que si el tipo o figura tuvo tan 34 Cf. Ex 25, 22; 30, 6.
ROMANOS 3, 21 -3 1 165
cibía las gotas de sangre de las víctimas. prometido es esto: justificar a los creyen-
El Señor Jesucristo es Dios, propiciato- tes en Cristo. Pues dice Habacuc: «El
rio, sumo sacerdote y cordero, y con su justo vive por la fe»38, de tal manera que,
sangre realizó nuestra salvación sin re- es justo, quien mantiene la fe en Dios y
clamar de nosotros nada más que fe33. en Cristo. A mbrosiaster, Comentario a
T eodoreto de C iro , Interpretación de la la Carta a los Romanos39.
Carta a los Romanos3536.
C reyentes ha lla d o s ju sto s . Pablo
jactancia, como si superaran con mucho go]. P s.- C onstancio , Comentario sobre
a los demás; pero sin presentar obra nin- la Carta a los Romanos, 3344.
guna...
Mas, ¿cuál es este fundamento de la Dirigiéndose al judío Pablo dice: «¿Don-
fe? Que la salvación es por la gracia. Y de está [la gloria] de la que te ufanas, de
en este punto muestra el poder de Dios, haber merecido la justicia? ¿Por qué
que no sólo nos salvó, sino que nos hizo ley? ¿Por la ley de las obras? No». «Así
justos y nos condujo a una sublime glo- es, se sobreentiende». «Por la ley de la
rificación, sin necesidad de las obras, exi- fe». Llama ley al límite establecido de
giéndonos únicamente la fe. Dice todo la fe, es decir, al Nuevo Testamento.
esto para enseñar al judío creyente hu- P elagio , Comentario a la Carta a los
mildad y modestia, y reprimir al mismo Romanos45.
tiempo al que aún no cree, atrayéndole
así a la fe: pues el que ha alcanzado ya la J u s t if ic a d o s p o r l a m is e r ic o r d ia y la
salud, si aún sigue envaneciéndose, a tí- g r a c ia . ¿Quién podrá jactarse en serio y
tulo de la ley, oirá que la ley misma le de qué cosas, estando todos c o r r o m p id o s
cierra la boca, lo reprende y acusa, que y habiendo abandonado el buen camino,
ella impidió su salvación y excluyó su sin uno solo que obre el bien? Por eso,
engreimiento: y el que aún no ha creído, dice, la vanagloria ha sido excluida; es
por estas mismas razones podrá llegar a decir, ha sido arrojada y suprimida, no
creer. ¿Ves cuán grande es la fuerza de la teniendo entre nosotros lugar alguno.
fe?, ¿cómo aparta los ánimos de las anti- Pero ¿de qué modo fue excluida? Nos
guas obras, prohibiendo glorificarse en hemos enriquecido con el perdón de los
ellas? J uan C risóstomo , Homilías sobre pecados pasados, justificados gratis en
la Carta a los Romanos, 7, 342. Cristo por misericordia y por gracia46.
C irilo d e A lejandría , Fragmentos a la
L a ley d e l a f e . Decidme: ¿Qué ley Carta de san Pablo a los Romanos*7.
vino después y desechó ésta? Porque la
ley capaz de disolverse nace en la ley. U n a n u e v a A l ia n z a . De jactancia cali-
Pablo les contesta: Al venir «la ley de las fica Pablo la presuntuosa arrogancia de
obras» no abolió la anterior, pues aquélla los judíos. Porque se vanagloriaban de
era muy apropiada, al menos en ese mo- ser los únicos que gozan de la solicitud
mentó, mas la «ley de la fe» que ha lie- divina. Pero una vez que la gracia divina
gado después puso de manifiesto que se hizo manifiesta y se derramó sobre
ésta era naturalmente inútil, pues la fe todas las naciones, cesó el engreimiento
vence a la «jactancia» propia de la ley de de los judíos... N o sin motivo llama
las obras. Porque tenemos por la gracia Pablo a la fe ley, sino recordando la pro-
divina cosas que no pudieron venir ni fecía de Jeremías: «Porque, dice, en
con gran esfuerzo de las leyes anteriores. aquellos días y en aquel tiempo estable-
T eo d o ro de M opsuestia, Fragmentos ceré con la casa de Israel y la casa de
sobre la Carta a los Romanos*1.
U n d iá l o g o im a g in a d o . Aquí la cues-
42 PG 60,445446־: SP 21, 96-97. « NTA 15,117.
tión la plantea un judío y Pablo, el 44 ENPK 2, 34. *445 PL Supp. 1, 1129. 46 Cf. Rm 3,
Apóstol, responde [en forma de diálo 24; Ga 2,16-21. 47 PG 74, 780.
ROMANOS 3, 21-31 167
Judá una nueva alianza, no como la ley, sino que, dirigiendo su discurso a
alianza que establecí con sus padres»48. más dilatados horizontes, y abriendo al
T eodoreto de C iro , Interpretaáón de orbe entero las puertas de la salud, dijo,
la Carta a los Romanos49. el hombre, empleando el común apelati-
vo de toda la especie humana. J u a n C ri-
sóstomo , Homilías sobre la Carta a los
3, 28 Justificado por la fe con inde-
pendencia de las obras de la Ley Romanos, 7, 453.
la carta del apóstol Pablo expone el sen- dos santos, sin duda, es evidente que los
tido de cómo hay que entenderlo. A gus- de fuera de la ley que, por virtud particu-
tín , Sobre 83 diversas cuestiones, 76, 156. lar de su alma, vivieron rectamente... al
oír la voz del Señor, inmediatamente se
¿F e sin o bra s ? Algunos abusan de este convirtieron y creyeron. C lemente de
pasaje para la destrucción de las obras de A lejandría, Stromata, 6, 47, 2-360.
la justicia al afirmar que en el bautizado
solo la fe es suficiente, cuando el mismo Un ú n ic o r e b a ñ o d e D io s . Dime: ¿el
Apóstol dice en otro lugar; «Aunque tu- género humano entero no es el único re-
viera plenitud de fe como para trasladar baño de Dios? ¿Acaso Dios mismo no es
montañas, si no tengo caridad, nada el Señor y pastor de todas las gentes?61.
soy»57; dicha caridad, afirma en otro T ertuliano, Sobre la modestia, 7, 6 62.
lugar, contiene la plenitud de la ley...;
porque si esto les parece que es contrario D ios d e L ey y E v a n g elio . Hay quie-
a su forma de pensar ¿sin qué obras de la nes afirman que existe un Dios de los
ley hay que pensar que el Apóstol dijo judíos y otro de los gentiles, o sea, un
que el hombre es justificado por la fe? Dios distinto de la ley y de los evange-
Por supuesto, sin las de la circuncisión, líos. O rígenes, Comentarios sobre la
sin las del sábado y otras similares, no Carta a los Romanos, 3, 1063.
sin las obras de la justicia, de las cuales
dice el bienaventurado Santiago: «La fe E l D io s d e los gentiles . Sin ningún
sin obras está muerta»58. Pero Pablo género de duda, Dios es uno para todos.
habla aquí de aquel, que acercándose a Pues de ningún modo los judíos pueden
Cristo se salva por la fe solamente, tan reivindicar que Dios es sólo Dios suyo y
pronto como cree. Pero al añadir «con no de los gentiles, puesto que el origen
las obras de la ley» Pablo manifiesta que de todos los hombres lo ponen en un
hay también obras de gracia, que deben sólo Adán y a ningún extranjero que
hacer los bautizados. P elagio, Comenta- quiera acercarse a la ley se lo pueden
rio a la Carta a los Romanos59. prohibir. Finalmente, una gran muche-
dumbre salió con ellos de Egipto al de-
3, 29 ¿Acaso Dios lo es sólo de los sierto, a la que mandó acoger64, hasta el
judíos? ¿No lo es también de los punto de circuncidarlos y, al igual que
gentiles? ellos, comían los ácimos y la pascua; y
también a Cornelio, que había recibido
P adre de los que le co no cen . A sí el don de Dios siendo gentil no judai-
pues, un justo no se diferencia de otro zante, fue atestiguado por Dios que
justo, en cuanto justo, ya pertenezca a la había sido justificado65. A mbrosiaster,
ley o sea griego; porque Dios no es Señor Comentario a la Carta a los Romanos66.
sólo de los judíos, sino de todos los hom-
bres, aunque es más íntimamente Padre
de los que lo han conocido. Pues, si vivir
rectamente equivale a vivir legalmente, y 56CCL44/A, 218. 57 1 Co 13, 2. 58 St 2, 26. 59 PL
Supp. 1, 1129-1130. 60 GCS 15, 455. 61 Cf. Sal 67,
si vivir conforme a la razón es vivir según 1-7; Mi 4, 1-3; Rm 16, 26. 62 CCL 2, 1292. 65 CER
ley, y si los que vivieron rectamente antes 2, 140. 64 Cf. Ex 12, 28. 65 Cf. Hch 10, 31. 66 CSEL
de la ley fueron adscritos a la ley y juzga 81, 123.125.
ROMANOS 3, 21-31 169
A mbos j u s t i f i c a d o s p o r la fe . N o sólo
67 PG 60, 446: SP 21,98. 68 PL Supp. 1, 1130.
afirma [Pablo] que el Dios de los judíos y w SC 100, 690: BAC maior 53,340-341. 70 CER
el de los gentiles es el mismo, sino que 2,140-142. 71 CSEL 81, 125. 72 CCL 80, 64.
170 ROMANOS 3, 2 1 -31
todo lo que ésta pretendía con sus mil la ley, del mismo modo, el libre albedrío
preceptos lo realizó la gracia. No la no es aniquilado, sino antes bien fortale-
abrogó, sino que la condujo a su perfec- cido por la gracia, pues la gracia sana la
ción y a su fin. J uan C risóstomo, Homi- voluntad para conseguir que la justicia
lías sobre la Carta a los Romanos, 7, 482. sea amada libremente. A gustín, Del espí-
ritu y de la letra, 30, 52 86.
A bra h á n ju stific a d o p o r la fe . Pablo
no se contradice, cuando afirma ante- L ey c o n fir m a d a p o r la fe . La ley es
riormente que la gloria de la ley queda confirmada mediante la fe. Si no existiese
anulada por la ley de la fe, y cuando la fe, la ley sólo ordenaría y tendría
añade ahora que él aprueba la ley. En como reos a los que no cumplen los
verdad, lo que dice es lo siguiente: doy mandatos; sin embargo, en algún mo-
mi aprobación a la ley, porque ella mentó puede convertir a la gracia del Li-
misma me ofrece el testimonio de que bertador a los que gimen y no son capa-
Abrahán no fue justificado en virtud de ces de cumplir lo que se ordena. A gus-
las obras de la ley, sino en virtud de la tín , Sobre 83 diversas cuestiones, 66, 187.
fe 83. P s.-C onstancio , Comentario sobre
la Carta a los Romanos, 3584. N ecesidad d e la L ey. ¿Juzgamos, pues,
innecesaria la ley que ordenaba ser cir-
L ey Pero,
m antenida p o r la ju sticia . cuncidados? ¡No! Más aún, hacemos que
¿cómo ha de ser reforzada la ley si no era se siga manteniendo, mientras aceptamos
por la justicia? Mas por la justicia que se que es verdad lo que dijo: que la ley [es-
basa en la fe, puesto que aquellas cosas piritual] sustituirá a la material, el testa-
que no podían cumplirse mediante la ley, mentó [nuevo] al testamento [viejo], la
se cumplieron por la fe. A gustín, Exposi- circuncisión [nueva] a la antigua. P elagio,
ción sobre la Carta a los Romanos, 1985. Comentario a la Carta a los Romanos88.
A B R A H Á N F U E JU S T IF IC A D O P O R LA F E (4, 1-8)
P r esen ta c ió n : Abrahán, el padre de los nadie puede ser justificado por las obras
judíos, fue acreditado por la fe. Esta fe le de la ley, añade que ni siquiera Abrahán
fue computada como justicia incluso pudo merecer algo según la carne. Di-
antes de ser circuncidado. De hecho, él ciendo carne se refiere a la circuncisión,
fue circuncidado como señal de la justi- porque Abrahán nada recibió a través de
cia que ya había obtenido por la fe. Si la circuncisión. Pues fue justificado antes
una persona pudiera ser justificada tan de ser circuncidado. A mbrosiaster, C o-
sólo por las obras, sería capaz de procla- mentario a la Carta a los Romanos1.
mar que había ganado su recompensa.
Pero la fe es un don gratuito de la gracia A ntepasado seg ú n la ca rn e . Pablo
de Dios. Los profetas del Antiguo Testa- muestra, a partir del ejemplo de Abrahán,
mentó sabían esto, tal y como David tes- que la fe no es dada sólo a aquellos que
tífica, calificando como de gran bendi- están bajo la ley y la circuncisión, sino
ción el hecho de estar libre de pecado. también a aquellos que no están circunci-
Los Padres utilizaron este pasaje como dados. Pues Abrahán tampoco fue justifi-
una oportunidad para discurrir acerca de cado por sus obras, ni tuvo ninguna
los diferentes tipos y grados de pecado, razón para jactarse, ya que era imperfecto
los cuales quedan todos borrados en el y sin Dios no podía hacer nada ... Núes-
Bautismo. Pero es evidente, por sus ob- tro padre Abrahán fue justificado por la
servaciones, que ellos no creían que el fe. Pablo le llama el antepasado en lo que
Bautismo trajera de inmediato la perfec- atañe a la carne de aquellos israelitas que
ción espiritual en todas las virtudes. se han convertido en hijos de Dios por el
Espíritu. Pues Cristo fue hecho como
4, 1 Abrahán, nuestro p a d re según la ellos en su nacimiento respecto a la carne,
carne y ahora los ha hecho como él a través de
su nacimiento por la gracia en el Espíritu. quién cree en lo secreto y quién no. Por
A polinar de L aodicea, Fragmentos a la eso merece tener gloria ante el único
Carta a los Romanos2. Dios el que intuye en lo secreto el afecto
de la fe divina; en cambio, el que espera
E l prim er c ir c u n c id a d o . Porque como la justificación por las obras, merecerá la
los judíos encomiaban tanto a Abrahán, gloria de los hombres que comprueben
trayéndole sin cesar en sus labios para sus obras...
todo, y ponderando que fue un gran pa- No pienses pues, que quien tiene esa
triarca, estimadísimo de Dios, quiere de- fe por la que es justificado tiene también
mostrar que es el primero que recibió la gloria ante Dios, puede tenerla y al mis-
justicia por la fe. J uan C risóstomo, Homi- mo tiempo tener también la injusticia.
lías sobre la Carta a los Romanos, 8, 13. Ninguna parte de fe puede coexistir con
la infidelidad, ninguna parte de justicia
Al decir: «Según la carne» manifiesta que puede tener comunión con la iniquidad,
hay transmisión de la carne, no del espí- al igual que la luz y las tinieblas no pue-
ritu. Ps.- C onstancio, Comentario sobre den vivir juntas. O rígenes, Comentarios
la Carta a los Romanos, 364. sobre la Carta a los Romanos, 4, l 6.
volencia de Dios. [Porque quien recibe la R eco m pen sa de alabanza . Afirma que
fe va pregonando lo que posee]. T eodo - Abrahán no adquirió mérito ante Dios
reto de C iro , Interpretación de la Carta por la circuncisión, ni por abstenerse de
a los Romanos16. pecado, sino porque creyó en Dios. Por
esto fue justificado, para conseguir en el
4, 3 Creyó Abrahán a D ios y se le futuro el premio de su alabanza. A mbro-
contó como ju sticia siaster, Comentario a la Carta a los Ro-
manos21.
c o n f ió e n D io s . ¿En qué
A br a h á n
«creyó Abrahán a Dios y se le contó El po d e r del q u e h iz o la prom esa . A
como justicia»? En primer lugar, [creyó] los bienes mostrados y asegurados,
que el Autor de cielo y tierra es el Dios Abrahán preferirá el mandamiento reci-
único; y luego, que multiplicaría su des- bido del Señor, y no sólo no discutió
cendencia como las estrellas del cielo.... esta orden con toda serenidad de espiri-
Con razón, pues, abandonando a todos tu, sino que mirando únicamente la dig-
los parientes terrenos, seguía al Verbo nidad de quien le ordenaba, quitó todas
de Dios, peregrinó con el Verbo, para las dificultades humanas; su sola y única
morar con el Verbo17. I reneo de Lyon , preocupación consistió en no omitir
Contra las herejías, 4, 5, 3 18. nada de lo que se le había ordenado.
J uan C risóstomo, Catequesis bautisma-
C o n f ia r a bsolutam ente e n D io s . les, 8, 722.
Hay que entender con mayor profundi-
dad si a Abrahán le fue reputada su fe F e c o m o pago po r t o d o pec a d o . De
para justicia porque confió que se le iba hecho la fe de Abrahán fue tan grande
a conceder un hijo y de él brotaría una que se le perdonaron hasta los pecados
descendencia mayor que la multitud de más antiguos y sólo por ella fue aceptado
estrellas, o por eso y por todas las cosas totalmente justo; en adelante ardió en un
que ya había creído con anterioridad... amor tan intenso, que se disponía por en-
Parece que en este pasaje, cuando ya ha cima de los méritos de las obras. P elagio,
precedido la fe de Abrahán en muchas Comentario a la Carta a los Romanos22,.
cosas, cada una de las cuales ya las
hemos recordado más arriba, se recoge 4 , 4 A l que trabaja, e l salario no se
todo el conjunto de su fe y por ello se le cuenta como regalo, sino como
le reputa para justicia. O rígenes, C o - algo que se le debe
mentarlos sobre la Carta a los Romanos,
4, l 19. D ist in g u ir en tr e g ra cia v ju stic ia .
Parece indicar como si la gracia del que
H ered ero s d e la fe de A br a h á n . N o justifica esté en la fe, mientras que en la
exijo la razón por parte de Cristo. Si me obra reside la justicia del que retribuye.*168
dejo convencer por la razón, rechazo la
fe. «Abrahán creyó a Dios». Y nosotros
creemos que, al ser de su misma estirpe,
16 PG 82, 88. 17 Cf. Gn 22,17; H b 11,12. 18 SC
también somos herederos por la fe. A m- 100,432: BAC maior 53,40-41. 19 CER 2,166-
brosio, La muerte del hermano Sátiro, 2, 168. 20 CSEL 73,297. 21 CSEL 81, 129. 22 SC 50,
8920. 251-252. 28 PL Supp. 1, 1130.
י ד1 ־0
fica. Y esta fe, cuando se encuentra jus- u n salario, a éste la justicia, la cual es
tificada, es como una raíz que recibe la m u c h o m a y o r y m ás excelente q u e el sa-
lluvia en la tierra del alma, de manera la ñ o . J uan C risóstomo, Homilías sobre
que cuando comienza a cultivarse por la Carta a los Romanos., 8, 234.
medio de la ley de Dios, surgen de ella
ramas que llevan los frutos de las obras. Los i m p í o s s e h a c e n p i a d o s o s . Al decir:
La raíz de la justicia no deriva de las «Que justifica al impío», quiere decir que
obras, sino que de la raíz de la justicia del impío hace un [hombre] piadoso,
crece el fruto de las obras, o sea, aquella para que en adelante permanezca en la
raíz de justicia con la que Dios lleva la piedad y justicia, puesto que le justificó
justicia a quien la ha aceptado sin las para ser justo, no para que piense que se
obras. O rígenes, Comentarios sobre la le permite pecar. A g u s t ín , Exposición
Carta a los Romanos, 4, l 32. sobre la Carta a los Romanos, 22 35.
C ó m o se c o n s id e r a l a f e d e l o s g e n - C o n v e r s i ó n d e l o s i m p í o s . Al impío
«En cambio, al que, sin trabajar»,
t il e s . que se convierte, Dios le justifica por la
es decir, al que está cargado de pecados, fe solamente, no por las buenas obras
que no trabaja como manda la ley. «Cree que no tuvo; de lo contrario, debería ser
en Aquel que justifica al impío, su fe se castigado por las obras que hizo en su
le reputa como justicia». Quiere decir impiedad. Además hay que fijar la aten-
que al creyente impío, es decir, al gentil, ción en que no dice que el pecador es
su fe se le reputa en Cristo como justicia justificado por la fe, sino que afirmó que
sin las obras de la ley, como a Abrahán. es el impío el que es justificado por la fe,
¿De qué modo los judíos piensan que es decir, el que recientemente llegó a la
son justificados con la justificación de fe. P e l a g io , Comentario a la Carta a los
Abrahán por las obras de la ley, viendo a Romanos36.
Abrahán justificado no por las obras de
la ley, sino por la fe sola? N o es necesa- 4, 6 D ios atribuye la ju sticia con
ria la ley, cuando el impío es justificado independencia de las obras
ante Dios por la sola fe. A m b r o sia st e r ,
Comentario a la Carta a los Romanos33. A n h e l o d e l o s j u s t o s . «Como también
como dice el mismo Señor: «Pues os ase- d eclara b ien aventurados a quienes se les
guro que muchos profetas y justos dese- p e rd o n an , c u b ren y no se le im p u tan los
aron ver lo que vosotros veis, pero no lo p ecados sin n in g ú n trab ajo u o tra cual-
vieron, y oír lo que vosotros oís, pero q u iera obra. A mbrosiaster, Comentario
no lo oyeron»37. A m b r o s ia st e r , Comen- a la Carta a los Romanos41.
taño a la Carta a los Romanos38.
«Dicho-
B a u t is m o y a r r e p e n t i m ie n t o .
H E s una gran
o n o r n o m e r e c id o . so el que es perdonado de su culpa y le
dicha merecer la gracia del Señor sin la queda cubierto su pecado»42, esto puede
obra de la ley y de la penitencia, como si entenderse en el sentido de que las ini-
uno recibiera gratuitamente algún honor quidades se perdonan en el bautismo, y
entre los hombres. P e l a g io , Comentario los pecados son recubiertos por medio
a la Carta a los Romanos39. de la penitencia. P s.-C onstancio, C o-
mentario sobre la Carta a los Romanos,
La f e e s a n t e s d e l a L ey . Y puesto 37A43.
que Pablo demostró que el bienaventu-
rado Abrahán obtuvo la justificación S i n r e s p o n s a b i l i d a d . L o que se perdo-
por su fe y Abrahán es anterior al esta- na, ya no se tiene, y lo que se oculta, no
blecimiento de la ley, demuestra forzo- sale a la luz, y por lo tanto no se imputa
sámente que David, que vivió bajo la de ninguna manera. P elagio, Comenta-
ley, atestigua en favor de la gracia. T e o - rio a la Carta a los Romanos44.
d o r e t o d e C ir o , Interpretación de la
dentes, se dice que cubre los pecados; y bargo, todos son borrados en el Bautis-
así llega a lo perfecto, de manera que m o. A mbrosiaster, Comentario a la
arranca de ella toda raíz de malicia, hasta Carta a los Romanos46.
no poder encontrar en ella vestigio algu-
no de iniquidad, y entonces allí crece lo P eca d o s per d o n a d o s en el B a u t is m o .
LA F IN A L ID A D D E LA C IR C U N C IS IÓ N (4, 9-12)
para que tam bién a éstos la fe se les cuente como justicia; u y padre de la cir-
cuncisión, para aquellos que no sólo están circuncidados, sino que tam bién si-
guen las huellas de la fe de nuestro padre A brahán, cuando aún no estaba cir-
cuncidado.
U n s ig n o d e la ju s t ic ia v e n id e r a .
Porque recibió la circuncisión como S ello Para
d e l a j u s t ic ia e x is t e n t e .
sello de la justicia de la fe: creyendo que que no dijeran «luego [Abrahán] fue cir-
había de tener un hijo, por lo que creyó, cuncidado innecesariamente», Pablo dice
recibió un signo, de modo que pensara que la circuncisión es una señal de justi-
que por su fe había sido justificado. Por cia, no el comienzo o el aumento. «Sello
consiguiente la circuncisión no posee de la justicia de la fe que poseía siendo
ninguna dignidad, sino que es solamente incircunciso» tan perfecta que mereció el
un signo11. Y los hijos de Abrahán reci- sello. Una cosa acabada siempre se sella.
bían tal signo, para que supieran que P e l a g io , Comentario a la Carta a los
eran hij os de Abrahán, quien, creyendo a Romanos 16.
Dios, había recibido tal signo; de modo
que fuesen celosos de la fe paterna y ere- R a z o n e s d e l a c i r c u n c i s i ó n . Se dio la
yesen en Jesús, prometido a Abrahán, y circuncisión por tres razones: para que
del que es figura Isaac. De ninguna ma-
ñera todos los pueblos son bendecidos
en Isaac, sino en Cristo: «Porque no hay
8 PL Supp. 1, 1131. ’ PG 82, 89. 10 CCL 2, 1344.
bajo el cielo otro nombre dado a los " C f. Gn 17, 10-11. 12 Hch 4, 12. 13 CSEL 81,
hombres por el que nosotros debamos 135.137. 14 PG 60, 457: SP 22,11. 15 PG 53, 367.
salvarnos»12, como dice el apóstol Pedro. 16 PL Supp. 1, 1131.
182 ROMANOS 4 , 9 -1 2
fuese signo de la fe, para mostrar la raza en los incircuncisos. Por tanto, en último
de Abrahán y como muestra, signo y término, ¿qué viene a predicarnos la cir-
símbolo de un modo de vida más puro y cuncisión, sino que no tenemos necesidad
sabio. No fue otorgado como dador de de ella? J u a n C r js ó s t o m o , Homilías sobre
justicia, sino como sello y signo de la la Carta a los Romanos, 8, 320.
justicia de Abrahán, que provenía de la
fe. S e v e r ia n o , Fragmentos sobre la Carta P adre d e l o s j u s t o s . Para que todos
a los Romanos17. los que de entre los gentiles creen, sean
hijos de Abrahán, a la vez que también a
4 ,1 2 Padre de la circuncisión ellos se les cuenta solamente la fe en
orden a la justicia; así también ellos son
P adre d e l o s f i e l e s . Después de la fe, circuncisos, pero sólo de corazón21; o
que tuvo lugar antes de la circuncisión, también puede entenderse de este modo:
[Abrahán] recibió la circuncisión como porque Abrahán fue justo en la incir-
señal de la fe que ya poseía... Si Abra- cuncisión para ser padre de los creyentes
hán fue justificado por la fe antes de ser incircuncisos, también, circuncidado,
circuncidado, puede llamarse padre de permaneció justo para ser padre de los
aquellos que nacen en la circuncisión, y justos circuncisos. P e l a g io , Comentario
si pertenecen a aquella fe que justificó al a la Carta a los Romanos22.
que no había sido todavía circuncidado.
O r íg e n e s , Comentarios sobre la Carta a P r e p a r a d o s p o r l a f e p a r a l a salva-
los Romanos, 4, 218. c ió n. Si alguien procedente de los genti-
les y que no ha sido circuncidado sigue
Dice esto, porque Abrahán al creer fue las huellas de la fe del patriarca Abrahán,
hecho, no tanto padre de la circuncisión, de la cual dio prueba antes de la circunci-
como del corazón; no tanto de aquellos sión, no se le negará su parentela con
que son de su linaje, como de los genti- aquél. Porque el Dios del universo, clari-
les, que como él creyeron. Es padre de vidente por ser Dios, congregará como
los judíos según la carne, pero es padre un solo pueblo a gentiles y judíos, y les
de todos los creyentes según la fe. A m - ofrecerá la salvación por medio de la fe.
brosiáster, Comentario a la Carta a los En el relato del patriarca Abrahán están
Romanos19. pronosticadas ambas cosas. Pablo mos-
tró, en efecto, que éste había adquirido,
La r e a l id a d d e l a q u e h a b l ó e l antes incluso de la circuncisión, la justifi-
Si en el corazón no hay fe, la cir-
s ig n o . cación por la fe y que después de la cir-
cuncisión es cosa vana, ridicula y despre- cuncisión no vivió conforme a la ley mo-
ciable. Porque siendo señal de la justicia, saica sino que perseveró bajo la guía de la
si no hay justicia, ¿qué señal puede haber fe, por lo cual le dio el título de padre de
de ella? Para eso recibiste el signo, para los gentiles. T eodoreto de C iro, Inter-
que procurases adquirir la cosa por él sig- pretación de la Carta a los Romanos23.*137
nificada; pues, ¿qué necesidad tenías de
buscar signo y sello, si no tienes nada que
sellar con él? La circuncisión, pues, nos 17 NTA 15, 217. 18 CER 2, 180-182. 19 CSEL 81,
está predicando la justicia; pero ¿cuál? 137. 20 PG 60, 458: SP 22, 13. 21 Cf. Dt 10,16; 30, 6;
Una justicia que puede hallarse y se halla Jr 4, 4; Rm 2, 29. 22 PL Supp. 1,1132. 22 PG 82, 89.
ROMANOS 4 , 13-17 183
serán los herederos del mundo, porque Si sólo los circuncisos son herederos,
q u i t a d o s d e en medio los impíos y entre- como vosotros queréis, entonces Dios
gados al castigo en el día del juicio, los no cumplió la promesa hecha a Abrahán,
justos poseerán todo el mundo que que «sería padre de muchos pueblos» 13,
quede y sea renovado, y de ellos serán y si es así parecerá que Abrahán creyó
los bienes del cielo y de la tierra. S e v e - sin razón alguna. P e l a g io , Comentario a
r ia n o , Fragmentos sobre la Carta a los la Carta a los Romanos u .
Romanos9.
4, 15 L a L ey produce la ira
4 ,1 4 Anulada la fe y abolida la
C ó m o la L ey t r a e c o n s ig o l a ir a .
prom esa
Donde existe la ira no hay herencia; y
J Si fue dada
u s t ic ia a t r ib u id a a l a f e . añade [Pablo]: «Donde no hay ley, tam-
la promesa a Abrahán -dice- de ser el poco hay transgresión». Pero repitamos
heredero del mundo, fue por la fe que le un poco y veamos de qué ley se trata,
fue reputada para justicia, y en conse- porque puede referirse a la ley de Moisés
cuencia sucederá que todos los que espe- o a la ley natural...
ran para sí la justicia de Dios, deben es-
perarla por la fe , no por la ley. O r íg e n e s ,
Comentarios sobre la Carta a los Roma-
4 Sal 2, 8. 5 CSEL 81, 137.139. 6 Cf. Gn 12, 3; Sal
nos, 4, 4Í0. 2, 8; Ga 3,16. 7 Mt 11, 8. 8 PL Supp. 1,1132.
9 NTA 15, 217. 10 CER 2, 194. 11 CSEL 81, 139.
Enseña, pues, el Apóstol por qué está el 12 PG 60, 458-459: SP 22, 13-14. 13 Gn 17,4.
mal en esperar la herencia d e la ley. A m - 14 PL Supp. 1, 1132.
ROMANOS 4, 1 3 -1 7 185
C ó m o la fe t r a e c o n s ig o e l g o z o . manos, 8, 417.
Para demostrar con toda claridad que el
hombre no puede ser justificado por la Cuando dice: «La ley produce la ira»,
ley ante Dios, ni que la promesa pueda significa que produce el castigo, y perte-
ser cumplida por ella, afirma: «La ley nece a aquel en que está todo el que se
produce la ira»; fue dada para hacer reos halla bajo la ley. A g u s t ín , Exposición
a los delincuentes. La fe, sin embargo, es sobre la Carta a los Romanos, 2318.
un don de la misericordia de Dios, para
que, quienes han sido hechos reos por la Y dijo esto porque la ira de Dios es
ley, consigan el perdón; por eso la fe da mayor en el prevaricador, que por la ley
alegría. Pero no habla contra la ley, sino conoce el pecado, y, sin embargo, lo co-
que antepone a ella la fe, porque son sal- mete; porque tal hombre es prevaricador
vados por la fe con la gracia de Dios, de la ley, como en otro pasaje lo dice el
quienes no habían podido ser salvos por Apóstol: «Donde no hay ley, no hay
la ley. Luego la ley no es ira, sino que transgresión». A gustín, De la gracia y el
obra la ira en el pecador; es decir, aplica Ubre albedrío, 10, 22 19.
el castigo: castiga en lugar de perdonar.
Pues el castigo se engendra por la ira, y L a L e y a g o b i a a l o s p e c a d o r e s . «Pues
la ira nace del pecado; y, por esto, quiere la ley produce cólera». Porque «fue esta-
que la ley sea abandonada para refugiarse blecida para los injustos»20 y agobió más
en la fe, la cual perdona el delito y salva. que liberó a los que querían pecar... O
«Donde no hay ley, tampoco hay también, donde no hay ley, no hay moti-
transgresión». Quiere decir, que liberados vo de prevaricación, o así mismo, no hay
los reos de la potestad de la ley, y conce- de qué sancionar, cuando la ley no es ne-
dido el perdón, ya no existe transgresión, cesaría. P e l a g io , Comentario a la Carta
porque fueron justificados, quienes ha- a los Romanos21.
bían sido pecadores por la transgresión
de la ley. Cesa, por lo tanto, la ley de las
obras, es decir, del sábado, de las neome-
nías, de la circuncisión, de los alimentos
15 CER 2, 194.200. 16 CSEL 81,139.141. 17 PG 60,
prohibidos, o la observancia de la sangre 459: SP 22, 14. ,8 CSEL 84,10: BAC 187, 21.
de la comadreja. A mbrosiaster, Comenta- 19 PL 44, 894: BAC 50, 239. 20 1 Tm 1, 9. 21 PL
rio a la Carta a los Romanos16. Supp. 1,1132.
186 ROMANOS 4 , 1 3 1 7 ־
4, 16 La prom esa viene de la fe cados antes por la fe, para que puedan
llamarse dignos hijos de Dios, y la pro-
L a pr o m esa d esc a n sa so bre la g r a - mesa sea segura. Pues si se llaman hijos
c ía. Puede parecer que cuando dice de Dios, siendo reos, es decir, estando
«viene de la fe» no se trata de una gra- b a j o la ley, no es segura, porque los hijos
cia, puesto que si la fe debe ser ofrecida de Dios están libres del pecado. Luego si
antes desde el hombre y de esa manera quienes están b a j o la ley, han de ser li-
se promete la gracia por parte de Dios, brados de la ley para que merezcan reci-
escucha lo que enseña el Apóstol en bir la promesa, cuánto más quienes no
otros pasajes. Cuando enumera los do- están bajo la ley. A m b r o s ia st e r , Comen-
nes del Espíritu, dice que se otorgan taño a la Carta a los Romanos2*.
conforme a la media de la fe de los ere-
yentes, allí afirma que se confiere entre C e r t e z a y a l c a n c e d e l a b e n d ic ió n .
otros el don de la fe por medio del Espí- ¿Ves cómo la fe no sólo fortalece a la ley,
ritu Santo22..., para demostrar que la fe sino que no deja perecer la promesa de
se confiere mediante la gracia... Dios; y, al contrario, la ley observada
Pero también hay que anotar lo si- fuera de tiempo, anula la fe e impide la
guíente que dice: «La promesa que promesa? Con esto prueba que la fe,
viene de la fe» se consolida conforme a lejos de ser cosa inútil y superflua, es ab-
la gracia, como queriendo indicar que si solutamente necesaria para salvarse...
la promesa proviniese de la ley y no de Dos cosas pone aquí; que los bienes
la gracia, no estaría garantizada; pero que se dan son firmes y estables, y que
ahora está garantizada, porque no pro- son universales, es decir, para toda la
viene de la ley, sino mediante la gracia. descendencia: recogiendo a los venidos
En estas cosas pienso yo que [el Após- de la gentilidad y demostrando que que-
tol] desea dar a entender que lo que dan excluidos los judíos si, al oír el nom-
proviene de la ley es externo a noso- bre de fe, mueven altercados y contien-
tros, pero lo que proviene mediante la d a s . J u a n C r is ó s t o m o , Homilías sobre la
gracia se contiene dentro de nosotros... Carta a los Romanos, 8, 425.
Por eso, me parece, dice que son más
seguras las cosas que provienen me- P e r d o n a d o s p o r l a g r a c i a . La ley,
diante la gracia que las que derivan de pues, no perdona los pecados, sino que
la ley. O r íg e n e s , Comentarios sobre la condena, y por lo tanto no puede hacer a
Carta a los Romanos, 4, 523. todos los pueblos hijos de Abrahán, por-
que en la medida en que todos fueron
Sólo p o r l a f e se h a c e a c c e s ib l e l a hallados bajo el pecado, en esa misma
PROMESA PARA TODOS LOS HOMBRES. La medida, todos debían ser sancionados;
promesa no puede ser estable para todos sin embargo, la fe, borrados los pecados
los descendientes, es decir, para todo por la gracia, hace a todos los creyentes
hombre de cualquier género, sino proce- hijos de Abrahán. P e l a g io , Comentario
de de la fe, porque el origen de la pro- a la Carta a los Romanos26.*14
mesa está en la fe, no en la ley; porque
quienes están bajo la ley, son reos; y la
promesa no se puede dar a los reos, 22 Cf. 1 Co 12, 9. 25 CER 2, 206.210. 24 CSEL 81,
quienes por esta razón han de ser purifi 141. 25 PG 60, 459: SP 22, 26 PL Supp. 1, 1132.
ROMANOS 4 , 1 3 -17 187
que es padre de todos los creyentes. ¿Y esto hay que entenderlo de los is
«Que da la vida a los muertos». Aquí
se dirige a los muertos para engendrar,
según conviene al contexto presente. P e - 27 PG 82, 92. 28 Ez 18, 20. 29 Cf. Rm 5, 21. 30 CER
l a g io , Comentario a la Carta a los Ro- 2, 216. 31 PL Supp. 1, 1132. 32 Cf. Hch 15, 7-9.
manos3x. 33 CSEL 81, 143.145.
188 ROMANOS 4, 1 3 -1 7
LA FE D E A B R A H Á N Y LA N U E ST R A (4, 1 8 2 5 )־
18Él, esperando contra toda esperanza, creyó que llegaría a ser padre de
muchos pueblos conforme está dicho: «Así será tu descendencia».19Y no desfa-
lleció en la fe al considerar que su propio cuerpo estaba ya sin vigor, al ser casi
centenario, y que también el vientre de Sara era estéril. 20Ante la promesa de
Dios no titubeó con incredulidad, sino que fue fortalecido por la fe, dando glo-
ria a Dios, 21plenamente convencido de que El es poderoso para cumplir lo que
había prometido. 11Por esto «también se le contó como justicia».
23Ahora bien, no se escribió sólo por él que «se le contó como justicia», 24sino
también por nosotros, a quienes nos será tenido en cuenta; nosotros que creemos
en Aquel que resucitó a fesús nuestro Señor de entre los muertos, 25el cual fue
entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación.
Como
E spe r a n z a d e la r e s u r r e c c ió n . Aunque no había ni la más pequeña es-
siempre, cuando el Apóstol se refiere a la peranza de descendencia, al menos según
fe une también la esperanza, pues sabe la razón humana, ni tampoco ejemplo
que la esperanza es inseparable de la fe... más antiguo que pudiera darle ánimos,
Como Abrahán «creyó contra toda espe- Abrahán acogió con fe la p r o m e s a divi-
ranza», así todos los que son hijos de na. Porque no se fijó en la debilidad de
Abrahán por la fe confían en la esperan- la naturaleza, antes bien, c o n f i ó en su
za, contra toda esperanza, de cada uno Hacedor por encima de toda duda. T eo-
de los que creen, de la resurrección de d o r e t o d e C i r o , Interpretación de la
que él podría por Dios, lo que sabía no 4, 24 Sino también por nosotros
podía hacerse por las leyes del mundo.
Luego, grande es su mérito ante Dios, C r eer q u e D ios puede resucitar a
porque contra su saber creyó a Dios, no I saac . Quisiera saber con claridad por
dudando que Él, como Dios que es, qué aquí el Apóstol, al llamar a Dios, a
podía hacer lo que sabe que es imposible quien creemos y a quien Abrahán creyó,
según los razonamientos humanos. Pues no dijo: a los que creen en el Dios Altí-
tiene como cierto, que Dios está por en- simo, o a los que creen en Aquel que
cima de las razones humanas, pues se hizo el cielo y la tierra, o en Aquel que
debe afirmar que nadie puede compren- hizo a los ángeles y a las restantes poten-
der lo que Él creó. Del mismo modo, cias de la gloria celeste, sino que dijo:
también será premiado por Dios, porque «Aquel que resucitó al Señor Jesús de
estimó a su Creador más de lo que él entre los muertos»... La forma y la ima-
mismo descubrió. Ciertamente, esto poco gen de este tan grande y magnífico mis-
valor tendría si todos pensasen lo mismo: teño había sido precedida en la fe de
pero la fe de los creyentes en Dios se Abrahán. El había confiado cuando se le
crece con la infidelidad de muchos. mandó sacrificar a su único hijo, porque
Por consiguiente, [Pablo] exhorta a Dios podría resucitar al hijo de entre los
los gentiles a tener esta firmeza en la fe muertos24; también había creído que se
para que acepten la promesa de la gracia realizaría eso no sólo en Isaac, sino tam-
de Dios sin ninguna ambigüedad, firmes bién en su descendencia, que es Cristo.
por el ejemplo de Abrahán; porque la O rígenes, Comentarios sobre la Carta a
alabanza del creyente es mayor en él, si los Romanos, 4, 725.
cree lo que es increíble y le parece una
locura al mundo; pues cuanto más impo- T am bién p o r n o so t r o s . Aunque sea di-
sible parece ser lo que se cree, tanto más ferente lo que ahora creemos, sin embar-
digno de honor será el que cree. Y tam- go la fe tiene un mismo don. En efecto,
bién sería verdaderamente una locura conseguimos lo que creemos. Si creemos
creer esto, si se afirmase que fue hecho que Cristo es el Hijo de Dios, somos
sin Dios. A mbrosiaster, Comentario a la adoptados por Dios como hijos; pues no
Carta a los Romanos21. tuvo otra cosa mejor que dar a los que
creen: que, quitada la maldad, se llamen
Porque creyó tan perfecta y firmemente. hijos de Dios. Pues nosotros somos lia-
P elagio, Comentario a la Carta a los mados hijos de Dios; aquellos, sin em-
Romanos22. bargo ni siquiera son considerados dig-
nos de ser siervos. A mbrosiaster, C o-
4, 23 No se escribió sólo por él mentario a la Carta a los Romanos26.
El cual [Cristo] borró nuestros pecados, Pasión por nuestros pecados, para saldar
y resucitando ineludiblemente se apare- nuestra deuda y para que la resurrección
ció en el mismo estado en el que murió suya realizara la resurrección general de
para consolidar la justicia de los creyen- todos. T eodoreto de C iro , Interpreta-
tes33. P elagio, Comentario a la Carta a ción de la Carta a los Romanos35.*93
los Romanos34.
LA R E C O N C IL IA C IÓ N C O N D IO S (5, 1-11)
1justificados, por tanto, por la fe, estamos en paz con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo,2por quien también tenemos acceso en virtud de la fe a
esta gracia en la que permanecemos, y nos gloriamos apoyados en la esperanza
de la gloria de Dios. 3Pero no sólo esto: también nos gloriamos en las tribuía-
ciones, sabiendo que la tribulación produce la paciencia; Ha paciencia, la virtud
probada; la virtud probada, la esperanza. 5Una esperanza que no defrauda,
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del
Espíritu Santo que se nos ha dado.
6Porque Cristo, cuando todavía nosotros éramos débiles, murió por los
impíos en el tiempo establecido. 7En realidad, es difícil encontrar alguien
que muera por un hombre justo. Quizá alguien se atreva a morir por una
persona buena. 8Pero Dios demuestra su amor hacia nosotros porque, sien-
do todavía pecadores, Cristo murió por nosotros. 9¡Cuánto más, si hemos
sido justificados ahora en su sangre, seremos salvados por él de la ira!
10Porque, si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por
medio de la muerte de su Hijo, mucho más, una vez reconciliados, seremos
salvados por su vida. 11Pero no sólo esto: también nos gloriamos en Dios
por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la
reconciliación.
puede el justo tener paz, cuando es ata- lante... Esto es, no le ofendamos de
cado por el diablo, cuando soporta la ba- nuevo con nuestros pecados, no volva-
talla de las tentaciones, te diré que preci- mos a las andadas, que esto sería romper
sámente ese tiene más paz que todos los las paces y emprender una nueva guerra
demás... contra su divina majestad. Pero dirás:
[El Apóstol] dice que estamos en paz ¿Cómo es posible que no volvamos ya
con Dios, sabiendo que al luchar contra nunca más a pecar?... Mas en este punto
el diablo estamos en paz con Dios, y es me parece a mí que quiere significar no
entonces cuando alcanzamos la paz de sólo cuán fácil, sino también cuán justo
Dios, cuando permanecemos inmutables y razonable es, de nuestra parte, el que
frente al diablo y cuando luchamos con- nos esforcemos por conservar la paz y
tra los vicios de la carne. También el justicia adquiridas. J uan C risóstomo,
apóstol Santiago afirma: «Resistid al dia- Homilías sobre la Carta a los Romanos,
blo y huirá de vosotros. Acercaos a Dios 9, l 6.
y El se acercará a vosotros»2. Mira al
mismo [Santiago] que hace lo mismo, y J ustificados sólo p o r la fe . Expuesta
cómo se acerca a Dios cuando resiste al suficientemente la razón de que ninguno
diablo. O rígenes, Comentarios sobre la de ellos ha sido justificado por las obras,
Carta a los Romanos, 4, 83. sino que todos lo han sido por la fe, lo
cual lo prueba Pablo con el ejemplo de
L a FE NOS DA PAZ e n Dios. Es la fe, no Abrahán, de quien los judíos pensaban
la ley, la que nos hace tener paz con que sólo ellos eran sus hijos, y expuesta la
Dios, pues nos reconcilia con Dios, bo- razón de que no el linaje, ni la circunci-
rrados los pecados que nos habían ene- sión, sino que es la fe sola, la que hace
mistado con Él. Y puesto que el Señor hijos de Abrahán, que fue justificado el
Jesús es el administrador de esta gracia, primero sólo por la fe, concluido éste ra-
por Él hemos sido pacificados con zonamiento, Pablo les exhorta a mantener
Dios4: pues la fe es superior a la ley; ya la paz, porque nadie debe su propia salva-
que la ley es algo nuestro, y la fe es pro- ción a merecimientos personales, sino que
pia de Dios. La ley pertenece a la disci- todos fueron salvados igualmente por la
plina presente, la fe, sin embargo, a la gracia de Dios. «Estemos en paz ante
salvación eterna. Pero quien no cree de Dios». Sometámonos unos y otros a
Cristo como debe, no podrá llegar al Dios, tengamos la paz de Dios, no sola-
premio de la fe, porque no tiene su ver- mente la del mundo. P elagio, Comenta-
dad. A mbrosiaster, Comentario a la rio a la Carta a los Romanos7.
Carta a los Romanos5.
e n la paz . La fe os ha
P er m a n ec er
D ios n o s r e c o n c il ió c o n s ig o m ism o . otorgado el perdón de los pecados y
¿Qué quiere decir aquello: «Mantenga- os ha vuelto irreprochables y justos me-
monos en paz»? Hay quien dice que diante el baño de regeneración8, mas os
Pablo inculca aquí que no prosigamos
agitándonos en intestinas luchas y sedi-
ciones, pretendiendo introducir la ley. 2 St 4, 7-8. 3 CER 2, 2504 .256 ־Cf. Ef 2, 14.
Mas a mí me parece que trata ya de en- 5 CSEL 81, 181. 6 PG 60, 467-468: SP 22, 30-31.
señarnos cómo hemos de vivir en ade 7 PL Supp. 1, 1133-1134. 8 Cf. Tt 3, 5.
196 ROMANOS 5, 1-11
conviene conservar la paz que habéis es- se ven son temporales». También se dice
tablecido con Dios. Porque cuando erais que Moisés vio la gloria de Dios; se dice
enemigos, el Unigénito se encarnó para que también el pueblo vio la gloria del
reconciliaros con Él, y aquella hostilidad Dios de Israel durante la consagración
la maquinó el pecado. T eodoreto de de la casa de Dios. Pero esta gloria que
C iro , Interpretación de la Carta a los pudo ver, Pablo, conocedor de los miste-
Romanos9. ríos de Dios, se atrevió a decir que esa
gloria destruía, lo mismo que la que se
5, 2 Acceso en virtud déla fe a esta había visto en el rostro de Moisés. Pero
gracia la gloria que se espera, y de la que se
dice «en la esperanza de la gloria de
P uerta d e la v er d a d . Cómo tenemos Dios», nunca destruye. Esta es la gloria
acceso a la gracia por medio de nuestro de la que el Apóstol menciona respecto
Señor Jesucristo lo dice el mismo Salva- a Cristo: «Que es -dice- resplandor de
dor: «Yo soy la puerta»10, y «Nadie su gloria e impronta de su substancia»13.
viene al Padre sino por mí»11... Esta O rígenes, Comentarios sobre la Carta a
puerta es la verdad, y los mentirosos no los Romanos, 4, 814.
pueden entrar por la puerta de la verdad.
Y también esta puerta es la justicia, y los Si n o s m antenem os e n p ie . E s claro
injustos no entrarán por la puerta de la que por Cristo tenemos acceso a la gra-
justicia. Esta Puerta dice: «Aprended de cia de Dios, pues él es el árbitro entre
mí, que soy manso y humilde de cora- Dios y los hombres, que nos hizo espe-
zón»12... Por tanto, ni el irascible ni el rar el don de la gracia de Dios al elevar-
soberbio entrarán por la puerta de la hu- nos con su doctrina, permaneciendo en
mildad y de la mansedumbre. Por consi- su fe. Por lo tanto, mantengámonos fir-
guíente, si alguien desea tener acceso, mes, porque si estábamos caídos, por la
según la palabra del Apóstol, por medio fe fuimos elevados, gloriándonos en la
de nuestro Señor Jesucristo, a la gracia esperanza de la claridad, que Dios nos
de Dios, en la que Pablo y los que son prometió. A mbrosiaster, Comentario a
semejantes a él dicen encontrarse firmes, la Carta a los Romanos15.
conviene que se limpien de todo lo que
antes hemos recordado. De lo contrario, A c c eso a la g r a c ia . Si pues, estando
esta puerta no se abrirá a los que hacen tan lejos, nos dio entrada, mucho más,
lo contrario [a Cristo], sino que perma- siendo ya vecinos y parientes suyos, nos
necerá siempre cerrada y no permitirá ha de conservar sin duda alguna... Mas
pasar a los incompatibles con él... ¿qué gracia es ésa? La que nos comunica
Me inquieta por qué no ha dicho el conocimiento de Dios, nos libra de
«gloriarse en la gloria de Dios», sino errores, nos enseña la verdad y nos
«en la esperanza de la gloria de Dios»; colma de todo bien por el bautismo; a
parece que falta algo de decir, de manera esto nos dio acceso, para recibir todos
que habría que sobreentender: en la es- estos dones. Pues no se limita a conce
peranza de ver la gloria de Dios. Me-
diante estas cosas nos enseña, como él
mismo dice en otros lugares, que «las 9 PG 82, 96. ' 0JnlO , 9. 11 Jn 14, 6. 12 Mt 11,29.
cosas que se esperan son eternas; las que 13 H b 1, 2. 14 CER 2,256-260. 15 CSEL 81, 153.
ROMANOS 5, 1-11 197
bación por los preceptos de Cristo. amor que había dicho estar derramado
«Porque el amor de Dios ha sido derra- en nuestros corazones por medio del Es-
mado en nuestros corazones». La excel- píritu Santo, [Pablo] nos enseña cómo
situd de los beneficios de Dios estimula debemos entender eso, que Cristo no
por sí misma la grandeza del amor, que murió por los piadosos, sino por los im-
cuando es perfecto no se siente perturba- píos. En efecto, antes de convertirnos a
do, ni abriga temores41. Sabemos cómo Dios éramos impíos, y Cristo murió por
nos ama Dios, porque no sólo nos per- nosotros antes de que creyéramos; sin
donó los pecados por medio de la muer- duda, no hubiera hecho eso, si no nos
te de su Hijo, sino que también nos dio hubiera tenido un gran amor superabun-
el Espíritu Santo, que ya nos desvela la dante nuestro Señor Jesucristo, murien-
gloria de los bienes futuros. P elagio, do por los impíos, o Dios Padre hubiera
Comentario a la Carta a los Romanos42. entregado a su Unigénito en favor de la
redención de los impíos. O r íg e n e s , C o-
del E spíritu . Bien dice
I n h a b it a c ió n mentarios sobre la Carta a los Romanos,
que «ha sido derramado el amor de 4, 1045.
Dios», que es el don del Espíritu, como
que se da «en nuestros corazones» con Si m u r ió p o r los en em ig o s , piensa q u é
abundancia. Es conocida la inhabitación ¿Si Cristo se en-
h a r á p o r los am igos .
del Espíritu, digno de ser adorado y san- trego a la muerte por los incrédulos y
tísimo, y que se alcanza sólo con la inte- enemigos de Dios en el tiempo, pues ha
ligencia y el corazón. Esto sucede en su muerto en el tiempo, ya que resucitó al
momento y en el momento y tiempo tercer día; cuánto más nos auxiliará con
conveniente. E cumenio , Fragmentos su gracia a los que creemos en él? Pues
sobre la Carta a los Romanos43. murió para conseguirnos la vida y la glo-
ria. Por lo tanto, si murió por los enemi-
L a g racia posibilita cum plir la L ey. gos, se debe comprender cuánto más será
Ciertamente, la ley fue dada por medio fiador de los amigos. A mbrosiaster, C o-
de Moisés, en la que se determinó por mentario a la Carta a los Romanos46.
mandato del cielo lo que había que hacer
y lo que se debía evitar; pero lo que la ley En el tiem po o po r t u n o . ¿Por qué Cris-
preceptuó no se completó sino por la to murió por nosotros, que no lo merecí-
gracia de Cristo. Aquella ley podía mos- amos, sino para manifestar su amor, en el
trar el pecado, enseñar la justicia e indicar tiempo en que aún estábamos hundidos
quiénes eran los reos transgresores. En por el abatimiento de nuestros pecados y
cambio, la gracia de Cristo se difundió de nuestros crímenes? «En el tiempo es-
por medio del Espíritu de la caridad en tablecido». En el tiempo adecuado para
los corazones de los fieles, para que se el enfermo, porque la justicia o bien
cumpliera lo que la ley ordenó. B eda , había ya casi desaparecido, o bien porque
Homilías sobre los Evangelios, 1, 44 ב. Cristo murió en el final de los tiempos, o
bien porque murió en el triduo47... Pablo Muchos en este pasaje llaman Dios al
quiere señalar que Cristo murió por los buen Cristo por cuyo nombre muchos,
impíos, para recomendar su gracia, me- deseando morir, son coronados con el
diante la consideración de los beneficios, m artirio . P s.-C onstancio , Comentario
así mismo para demostrarnos cuánto de- sobre la Carta a los Romanos, 39A5Í.
bemos amarle nosotros, que hemos sido
amados inmerecidamente, y para que vié- Ciertamente es difícil morir por un
sernos si hay algo que deba ser antepues- justo, porque el justo no tiene que
to a quien es tan santo y tan generoso, morir; por uno que tiene que morir,
cuando él ni puso por delante su vida a puede que otro sí muera. «Por un hom-
favor nuestro que éramos impíos, ni re- bre de bien quizá se atrevería alguien a
nuncio a su muerte que era necesaria morir»... Tal vez significa esto: que uno
para nosotros. P elagio, Comentario a fácilmente se atrevería a morir por una
la Carta a los Romanos48. persona buena, a saber, para que no le
afecte ninguna afrenta. P elagio, Comen-
5, 7 Es difícil encontrar alguien que taño a la Carta a los Romanos52.
muera por un hombre justo
5, 8 Dios demuestra su amor hacia
¿Y l o s m á r t ir e s ? ¿Cómo dice [Pablo] nosotros
esto, cuando encontramos muchos már-
tires incluso en la ley?... Únicamente se C uando estábamos todavía e n peca -
acepta la muerte con toda audacia por do. Puesto que Cristo murió en favor
Dios; cualquier otra muerte apenas nuestro, cuando aún éramos pecadores,
puede tolerarse, aunque sea justa y venga [Pablo] nos da esperanza de ser salvados
por imperativo de la condición humana. por Cristo, mucho más habiendo sido
O rígenes, Comentarios sobre la Carta a limpiados del pecado y justificados con-
los Romanos, 4, 1049. tra la ira, que amenaza a los pecadores; y
quien así amó a los extraños y enemigos,
M o r ir p o r los im píos . Pues Cristo entregando a la muerte a su único Hijo
murió por los impíos. ¿Si por un justo en favor nuestro, mucho más concederá
apenas alguien moriría, cómo es posible sus efectos y su salvación eterna a los re-
que alguien muera por los impíos? Y, si conciliados con él53. O rígenes, Comenta-
por un bien alguien tal vez se atreva a ños sobre la Carta a los Romanos, 4, l l 54.
morir, o tal vez no, porque ambas cosas,
dice, son difíciles, igualmente difícil D ios m u e s t r a s u a m o r . Pablo llama a
puede parecer que alguien se atreva a Dios digno de ser amado, cuando insi-
morir por los pecados de muchos. En núa cuánto nos ama. Porque cuando uno
efecto, puede que alguien, movido por da algo sin estar obligado a ello, enton
una cierta conmiseración, tal vez se atre-
va a morir por un justo o un bien, o por
el afecto de sus buenas obras; nada hay
que persuada a morir por los impíos, 47 Cf. Mt 26, 61; Me 8, 31; 1 Co 15, 4. Referencia al
jueves, viernes y sábado de la Semana Santa. 48 PL
sino que además provoca las lágrimas. Supp. 1,1135. 49 CER 2, 284-286. 50 CSEL 81,
A mbrosiaster, Comentario a la Carta a 157. 51 ENPK 2, 37. 52 PL Supp. 1, 1135. 53 Cf.
los Romanos50. Rm 6, 23. 54 CER 2, 288.
202 ROMANOS 5, 1-11
5, 9 Si hemos sido justificados ahora mente [Pablo] indica que no existe subs-
en su sangre tancia alguna hostil a Dios, conforme a
la tesis de Marción y Valentín; pues si
M ucho más p o r su S angre que po r hubiera habido algo hostil por naturale-
nuestra fe . Con estas palabras indica [el za y no por voluntad, no se hubiera rea-
Apóstol] que ni justifica nuestra fe sin la lizado la reconciliación...
sangre de Cristo, ni la sangre de Cristo La muerte de Cristo trajo consigo la
sin nuestra fe; no obstante, de esas dos muerte de la enemistad para con Él, que
cosas justifica mucho más la sangre de estaba entre Dios y nosotros, y fue el
Cristo que nuestra fe. Por eso, me parece comienzo de la reconciliación. Además,
que al decir antes «justificados por la la resurrección y vida de Cristo trajo la
fe», aquí ha tenido que añadir: «Ahora salvación a los creyentes, como dice el
somos mucho más justificados en su san- Apóstol en otro pasaje acerca de Cristo:
gre»57. O rígenes , Comentarios sobre la «Porque lo que murió, murió de una vez
Carta a los Romanos, 4, l l 58. para siempre al pecado, pero lo que vive,
vive para Dios»62. Se dice que [Cristo]
S alvados p o r É l de la ir a . Dice esto murió al pecado, no al suyo, puesto que
porque, si Dios permitió que su Hijo no tuvo pecado, sino que murió en per-
muriese por los pecadores, ¿qué no hará sona al pecado, es decir, que infirió la
por los justificados, si no es guardarlos muerte al pecado con su propia muerte.
de la ira, es decir, los custodiará seguros En cambio, se dice que vive para Dios,
del engaño del demonio, para que estén para que también nosotros vivamos para
seguros en el día de juicio; cuando el Dios, no por nosotros y nuestra volun-
castigo empiece a asolar a los pérfidos? tad, de manera que al final podamos ser
Puesto que la bondad de Dios no quiere salvados en su misma vida. O rígenes,
que nadie se pierda, concedió una muer-
te dignísima, para añadir la dignidad glo-
riosa a quienes comprendieran la gracia 55 Rm 5, 10. 56 PL Supp. 1, 1135. 57 Col 1, 19-20.
de Dios sobre ellos. A mbrosiaster, C o- 58 CER 2, 290. 59 CSEL 81,161. 60 Cf. Hb 10, 29.
mentario a la Carta a los Romanos59. 61 PL Supp. 1, 1135. 62 Rm 6, 10.
ROMANOS 5, 1-11 203
Comentarios sobre la Carta a los Roma- no por naturaleza; hemos sido reconci-
nos, 4, 126J. liados, porque por naturaleza estábamos
conciliados en la paz. «¡Con cuánta más
Porque el que favorece a los enemigos, razón, estando ya reconciliados, seremos
no puede por menos que amar a los ami- salvos por su vida!». Si hemos sido sal-
gos. ¿Si la muerte del Salvador nos ha vados por la muerte de Cristo, ¡cuánto
sido útil, siendo todavía impíos, cuánto más nos gloriaremos en su vida, si la
más su vida, pues resucitó de entre los imitamos! P elagio, Comentario a la
muertos, nos aprovechará ya justifica- Carta a los Romanos68.
dos? A mbrosiaster, Comentario a la
Carta a los Romanos6364. S u fr im ien to de C risto e n su n atura -
De nuevo Pablo llama
leza h u m a n a .
inefable . Y otros mu-
B e n ev o len c ia «Hijo» a Cristo, el Señor, el cual es El
chos textos semejantes que muestran mismo Dios y hombre. Resulta evidente,
clara y magníficamente la grande e ine- creo yo, incluso para los muy heréticos,
narrable filantropía de Dios, manifestada con qué naturaleza sucedió la Pasión.
en el don del perdón de los pecados y en T eodoreto de C iro , Interpretación de la
el poder y la fuerza para actuar recta- Carta a los Romanos69.
mente gracias a Jesucristo nuestro Señor
para gloria de Dios y de su Cristo en la 5, 11 Por quien ahora hemos recibí-
esperanza de la vida eterna. B asilio de do la reconciliación
C esárea, Sobre el bautismo, 1, 965.
a h o r a . N o sin razón
R e c o n c il ia d o s
Pues no es otro el que nos va a dar la añadió: «Ahora»... para indicar que
salvación que el que, siendo pecadores, nuestra glorificación, no sólo en el futu-
nos amó hasta el extremo de entregarse a ro sino también en el presente, deriva del
la muerte por nosotros. ¿No ves cuán conocimiento de Dios, de la enmienda
sublime prueba nos proporciona este pa- de vida y de la corrección de los errores.
saje para fundar nuestra esperanza de los O rígenes, Comentarios sobre la Carta a
bienes futuros? Porque dos eran los obs- los Romanos, 4, 1270.
táculos que dificultaban nuestra salva-
ción: que éramos pecadores y que había- N o s g lo ria m o s e n D io s . Afirma que
mos de salvamos por la muerte del no sólo hay que dar gracias a Dios por
Señor, la cual parecía increíble antes que haber conseguido la salvación y la segu-
sucediera, y requería para llevarse a cabo ridad, sino que también hemos de glo-
una indecible e incomprensible caridad. riamos en Dios por Cristo Jesús, quien,
Mas ya, una vez realizada, lo demás es, de impíos enemigos, se ha dignado lia-
como suele decirse, coser y cantar. J uan marnos a ser sus amigos; para que nos
C risóstomo, Homilías sobre la Carta a alegremos de todos los beneficios recibí-
los Romanos, 9, 366. dos a través de Cristo, de tal manera
S alvados p o r su muerte , n o s g l o r ia -
mos e nsu v id a . Los pecadores son ene- 63 C E R 2, 294.298. 64 CSEL 81, 161. 65 SC 357,
migos por sus signos de desprecio67... 128. 66 P G 60, 471: SP 22, 36. 67 Cf. St 4, 4. 68 PL
Enemigos a causa de nuestra acciones, Supp. 1, 1135-1136. 69 P G 82, 97. 70 C E R 2, 300.
204 ROMANOS 5, 1-11
que, puesto que hemos conocido a Dios No sólo se nos dará la vida eterna, sino
por Él, le tributemos a Él igual honor que también se nos promete a través de
que a Dios Padre, ya que Él mismo es Cristo cierta semejanza de la gloria divi-
un testigo fidedigno cuando dice: «Para na, como dice el apóstol Juan: «Aún no
que todos honren al Hijo como honran se manifestó lo que seremos, porque
al Padre»71. A mbrosiaster, Comentario a cuando aparezca [Cristo], sabemos que
la Carta a los Romanos72. seremos semejantes a El»74. «Por quien
hemos obtenido ahora la reconciliación».
R ed im id o s p o r el H ijo U n ig é n it o d e Pablo quiere señalar aquí que Cristo su-
D io s . Porque el que, abrumados bajo el frió, para que los que, siguiendo a Adán,
peso de tantas culpas y malicia, haya nos habíamos alejado de Dios, nos re-
querido, no obstante, salvarnos, prueba concilláramos con Dios por medio de
es evidente del amor que nos tuvo el que Cristo. P elagio, Comentario a la Carta
nos salvó. Porque no por medio de án- a los Romanos75.*2
geles, ni de arcángeles, sino por su Uni-
génito Hijo nos dio la salvación. J uan
C risóstomo, Homilías sobre la Carta a 71 Jn 5, 23. 72 CSEL 81, 161.163. ״PG 60, 471: SP
los Romanos, 9, 373. 22, 36. 74 1 Jn 3, 2. 75 PL Supp. 1, 1136.
12Por tanto, así como por medio de un solo hombre entró el pecado en el
mundo, y a través del pecado la muerte, y de esta forma la muerte llegó a todos
los hombres, porque todos pecaron... 13Pues, hasta la Ley, había pecado en el
mundo, pero no se puede acusar de pecado cuando no existe ley; u con todo, la
muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre aquellos que no cometie-
ron una transgresión semejante a la de Adán, que es figura del que había de
venir.
15Pero el don no es como la caída; porque si por la caída de uno solo m uñe-
ron todos, cuánto más la gracia de Dios y el don que se da en la gracia de un
solo hombre, Jesucristo, sobreabundó para todos. 16Y no ocurre lo mismo con el
don que con el pecado de uno solo; pues la sentencia a partir de una sola caída
acaba en condenación, mientras que la gracia a partir de muchos pecados acaba
en justificación. 17Pues si por la caída de uno solo la muerte reinó por medio de
uno solo, mucho más los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la
justicia reinarán en la vida por medio de uno solo, Jesucristo.
18Por consiguiente, como por la caída de uno solo la condenación afectó a
todos los hombres, así también por la justicia de uno solo la justificación, que da
ROMANOS 5, 12-21 205
P r esen ta c ió n : Eva pecó antes que respuesta equivocada. San Agustín vio
Adán, pero ella no es tan culpable como claramente que el texto debe referirse a
Adán porque Adán es la cabeza del gé- todos los pecadores, imitaran o no el pe-
ñero humano. Como consecuencia cado de Adán. El pecado de Adán con-
hemos heredado el estado de pecado, del dujo a la destrucción de toda la raza hu-
que resulta imposible escapar. Incluso mana. El don gratuito de Cristo, de la
Pelagio negó que hubiera quedado en el gracia de la salvación, supera el pecado
mundo algún hombre verdaderamente de Adán. ¿Por qué no estamos todos sal-
justo tras la caída de Adán. La muerte es vados? La respuesta es que el don de
la consecuencia natural del pecado, que Cristo es cualitativamente mayor que el
afecta incluso a los niños más pequeños. pecado de Adán. En este sentido no sólo
La existencia del pecado antes del adve- restaura lo que habíamos perdido, sino
nimiento de la Ley fue reconocida por que además nos da una herencia en el
todos los Padres. A pesar de todo, la in- cielo que supera con creces la de Adán
terpretación de esto causó ciertas dificul- en el paraíso. Esta salvación no puede
tades. ¿Había una ley natural actuando ser universal, porque entonces no tendría
en la conciencia que habría condenado a sentido la libre voluntad humana y false-
los hombres mucho antes de que fuera aria nuestra propia experiencia. En Adán
dada la ley de Moisés? Y ¿qué ocurre sólo un pecado fue condenado, pero en
con los niños y aquellas personas que Cristo han sido perdonados innúmera-
fueron incapaces de llevar a cabo la clase bles pecados: otra prueba de que Cristo
de reflexión que la conciencia exige? supera a Adán. El pecado de Adán trajo
¿Quedaron libres de las consecuencias la muerte, pero el perdón de Cristo trae
del pecado? Estas cuestiones eran objeto la vida eterna. El don que Cristo nos da
de controversia. supera con mucho al de Adán, pero no
La personificación que hace Pablo de implica automáticamente a todos a dife-
la muerte como un gobernador tiránico rencia del de Adán.
atenta contra la armonía de los Padres Hay dos reinos espirituales en el
que tenían una amplia experiencia de mundo. En el primero reina el pecado.
ambas cosas. El texto latino de este ver- En el segundo, la gracia de Dios que ha
sículo y algunos manuscritos griegos vencido al pecado y ha dado a quienes le
fueron adulterados por la supresión de la pertenecen la promesa de la vida eterna.
palabra «no». Esto ofreció al Ambrosias- La ley derramó luz sobre el pecado y así
ter la oportunidad de mostrar sus consi- lo incrementó haciéndolo ineludible. La
derables habilidades para la crítica tex- gracia sobreabundó tanto más cuanto
tual, y es una pena que nos apuntara una que no solamente perdona nuestros pe
206 ROMANOS 5, 12-21
cados sino que además nos otorga una «Y a través del pecado -dice- la
vida nueva. El pecado es un acto de de- muerte», sin duda se refiere a la muerte
sobediencia que Cristo repara mediante de la que dice el profeta que «el alma
su incondicional obediencia. Muchos Pa- que peca, morirá»4, y de cuya muerte
dres encontraron difícil aceptar cualquier puede decirse que es como una sombra
concepto referente a lo que nosotros lia- la muerte corporal. Y si alguien objetara
maríamos culpa heredada. Para la mayo- que el Salvador no pecó ni tuvo lugar la
ría de ellos la desobediencia era un acto muerte de su alma por el pecado, y sin
personal, repetido en cada individuo embargo sufrió la muerte corporal, le
pero no heredado directamente de Adán responderemos que el Salvador no tuvo
hasta el extremo de hacernos responsa- pecado, pero al asumir la carne por
bles de su rebeldía. nuestra salvación se dice que se hizo pe-
cado, y aunque no debía nada a la muer-
5,1 2 La muerte llegó a todos los te ni se encontraba limitado por ella, sin
hombres embargo por nuestra salvación aceptó
voluntariamente, no por necesidad,
De u n ú n ic o h o m bre a to d a la h u - aquella sombra que había adquirido por
Quizás alguien pregunte si la
m a n id a d . la encarnación, como él mismo dijo:
mujer pecó antes que Adán, puesto que «Tengo potestad para darla y tengo po-
se dice que fue seducida y prevaricó, y testad para recuperarla»5...
también si la serpiente pecó antes que la El Apóstol pronunció una sentencia
mujer1... Si la mujer pecó antes que el absoluta respecto a que la muerte pasó a
hombre y la serpiente antes que la mujer todos los hombres porque todos habían
y en otro pasaje el Apóstol afirma que pecado... Así pues, aunque dijeras que
no fue seducido Adán, sino la mujer, Abel fue justo, no se puede exceptuar,
¿cómo entró el pecado por un hombre y porque todos pecaron. O rígenes, C o-
no más bien por una mujer?2... Mira mentarlos sobre la Carta a los Romanos,
cómo aquí el Apóstol mantiene el orden 5,1*.
de la naturaleza, y así, hablando del pe-
cado, por quien la muerte ha pasado a M uerte disem inada . Dice el Apóstol:
todos los hombres, atribuye la sucesión ciertamente era necesario que la victoria
de la posteridad humana, que ha sucum- contra la muerte se decidiera gracias al
bido a la muerte debida al pecado, no a mismo hombre, que el cuerpo de la
la mujer, sino al varón. Así, la posteridad muerte se mostrase nuevamente cuerpo
no se cuenta a partir de la mujer, sino del de vida y que se destruyese la soberanía
varón, como el mismo Apóstol afirma en del pecado que anteriormente actuaba en
otros lugares: «Porque no procede el el cuerpo mortal, de modo que ya no le
hombre de la mujer, sino la mujer del domine el pecado, sino la justicia. E use-
hombre»3. bio de C esárea, Demostración evangé-
Como hemos dicho, «mundo» hay lica, 7, 1, 2Q7.
que entenderlo o como lugar en el que
viven los hombres o la vida terrena y cor-
poral en la que tiene lugar la muerte; a ese 1 Cf. Gn 3,1-6. 2 Cf. 1 Tm 2,14. 3 1 Co 11, 8.
mundo, es decir, a esa vida terrena dicen 4 Ez 18, 4. 5Jn 10, 18. 6 CER 3, 44.50-52. 7 GCS
estar crucificados y muertos los santos. 23, 301.
ROMANOS 5, 12-21 207
del linaje h u m an o . A gustín, La ciudad preciso creer que todos hemos muerto a
de Dios, 16, 2715. causa del pecado del primer hombre, y
por los que Cristo murió, pues todos
N a c id o s c o n la muerte . Cuando el los que son bautizados en Cristo mué-
hombre nace, nace ya con la muerte, ren al pecado. A g u s t ín , Réplica a Julia-
porque viene con el pecado de Adán. no, 6, 7, 2120.
A g u s t ín , Tratado sobre el Ev. de Juan,
49, 1216. S o b r e si hay ex cepcio n es . Del mismo
modo que por Adán entró el pecado,
Quizá todas las almas de los hombres cuando todavía no existía, así también
proceden de aquella única que fue insu- por medio de Cristo se recuperó la justi-
fiada al primer hombre, «por quien el cia, cuando ya no existía en casi nadie; y
pecado entró en el mundo, y por el pe- del mismo modo que por el pecado de
cado la muerte, y así pasó a todos los Adán entró la muerte, así por la justicia
hombres», diremos. En esa hipótesis, el de Cristo se recuperó la vida21... Mien-
alma de Cristo no procede de allí, pues tras todos sigan pecando como Adán,
ningún pecado tuvo, ni original ni pro- todos igualmente morirán. Pero la muer-
pió, por el que la muerte pareciera de- te no pasó a Abrahán e Isaac, de quienes
bérsele; la padeció por nosotros sin me- el Señor dice: «Porque para él todos
recerla, pues en El nada halló el príncipe viven»22. Pero aquí Pablo dice que todos
de este mundo y encargado de la muerte; están muertos, porque en una multitud
no es absurdo que quien creó el alma de pecadores no se exceptúan ni siquiera
para el primer hombre la creara para sí. unos pocos justos... O también, la
O quizá, si procede de allí, la limpió al muerte pasó a todos aquellos que vivíe-
asumirla, de modo que, al venir a noso- ron según las costumbres humanas, no a
tros, naciese de la Virgen sin pecado al- los que vivieron según las normas divi-
guno, ni perpetrado ni heredado. A gus- ñas. P elagio, Comentario a la Carta a
tín , Carta, 164, 7, 1917. los Romanos2*.
pieron a la vez»24. En naciendo aparta- la muerte por causa de sus propios crí-
dos del Dios santísimo por estar inclina- menes, mientras otros, como los niños,
da la mente del hombre hacia el mal únicamente por la condena de Adán. G e-
desde la juventud, vivíamos una vida n a d io d e C onstantinopla , Fragmentos a
irracional... Y puesto que fuimos imita- la Carta a los Romanos2*.
dores de la transgresión de Adán, por
cuanto todos pecaron, estamos sometí- T o d o s pe c a r o n p o r im ita c ió n . Para
dos a las mismas penas que él. Aunque que nadie reproche a Dios injusticia
no ha quedado sin socorro la criatura -pues contraemos la muerte en la caída
que está bajo el cielo, porque el pecado de Adán-, añade: «por cuanto todos pe-
ha sido destruido, Satanás cayó, y la carón»; como si dijera: él fue el principio
muerte ha sido abolida. C irilo de A le- y la causa, porque todos pecamos áseme-
jandr Ia , Fragmentos a la Carta de san jándonos a él. E cumenio , Fragmentos
Pablo a los Romanos25. sobre la Carta a los Romanos™.
¿ E n q u é s e n t id o esta ba el p e c a d o L a L ey n o d e t u v o e l p e c a d o s in o
a n tes d e la Afirma que todos
L ey? Porque
q u e l o h i z o m á s d i s c e r n ir l e .
pecaron en Adán, como antes recordé; tampoco la ley que vino luego, dice
y que el pecado no se imputó hasta que Pablo, disolvió el pecado, sino que mien-
la ley fue dada; pues los hombres pen- tras había ley y convivía con los hom-
saban que podían pecar impunemente bres y tenía fuerza entre ellos, aumenta-
ante Dios, pero no ante los hombres. ban los pecados sin que frente a esto pu-
Pues ni siquiera la ley natural les hacía diera la legislación colaborar en nada. Y
insensibles totalmente, ya que no igno- para demostrarlo Pablo añade: «El peca-
raban que no debían hacer a otros lo do no se imputa no habiendo ley». Tanto
que no querían sufrir ellos... ¿Cómo, distaba la ley, dice, de la supresión del
por tanto, no era imputado el pecado pecado que no habría pecado si no hu-
cuando no había ley? ¿O cómo era cas- biera ley. Pablo llama «ley» a algún tipo
tigado, a no ser que la ley fuese conocí- de discernimiento que está ahí ya sea por
da? La ley natural siempre existe, y naturaleza ya sea por disposición legal.
nunca fue ignorada, pero en algún mo- En efecto, no habiendo discernimiento
mentó se pensó que tenía tanta autori- nadie podría decir que ha cometido una
dad como para no hacernos reos ante falta cuando se acerque a un mal mani-
Dios. Se ignoraba, por lo tanto, que fiesto y distinto del bien. T eodoro de
Dios juzgaría al género humano, y por M opsuestia , Fragmentos sobre la Carta
esta razón el pecado no era imputado, a los Romanos34.
afirmando que Dios estaba ajeno, como
si el pecado no fuese conocido por Él.
Pero donde la ley fue dada a través de 30 CER 3, 58.62-64. 31 CSEL 81, 167.169. 33 Cf.
Moisés, quedó patente que Dios se pre Rm 2, 14. 33 NTA 15, 83. 34 NTA 15,118.
ROMANOS 5, 12-21 211
Caín, Lamed, los del tiempo del diluvio, vocara las leyes imperiales de los pueblos
los sodomitas; de todos estos pecados por él ocupados y enseñara a seguir las
había establecida una ley natural. E c u m e - leyes del verdadero rey. Pero este jefe del
n i o , Fragmentos sobre la Carta a los Ro- príncipe legítimo lo realizó todo, hasta
manos41. el punto de arrebatar a algunos del reino
del pecado y de la muerte; y también
5,1 4 La muerte reinó desde Adán adquirió un pueblo para que se convir-
hasta Moisés tiera al que quiso unir consigo mismo;
por mandato del rey primero se estable-
La m u e r t e c o m o l a d r ó n . Al llegar la cieron los sacrificios, a cuyas ofrendas
ley dada por Moisés... le retiró su domi- acompañaba cierta solemnidad, como
nio, conviertiéndole en ladrón y no en convenía, para que por ellas se perdona-
rey, haciéndole aparecer como homicida. ra el pecado44. Así, de alguna manera
I r e n e o d e L y o n , Contra las herejías, 3 , los hombres comenzaron a liberarse del
18, 742. reino del pecado y de la muerte...
En no pocos manuscritos se dice que
A dán l a p r e f ig u r a d e l H Por eso
ijo . «también frente a los que no pecaron a
el mismo Adán es llamado por Pablo semejanza de la prevaricación de Adán»,
«figura del que había de venir». En efec- reinó esa muerte, es decir, la que retenía
to, el Verbo, Artífice de todas las cosas, a las almas en el infierno, y entonces
había prefigurado en Adán la futura hemos de entender también que decidió
economía salvífica de la humanidad de la que los santos estuvieran igualmente
que sería revestido el Hijo de Dios; pues bajo la ley de esa muerte aunque no hu-
Dios había predestinado en primer lugar bieran pecado, pero habrían de morir;
al hombre animal, para que fuera salva- por consiguiente Cristo descendió al in-
do por el hombre espiritual. Así, al pre- fiemo no sólo para demostrar que El no
existir el Salvador, debía venir a la exis- estaba sujeto a la muerte, sino también
tencia también lo que debería ser salva- para liberar a los que se encontraban allí
do, para que el Salvador no fuese algo no a causa del pecado de prevaricación,
inútil. I r e n e o d e L y o n , Contra las here- sino por la condición de mortales...
jías, 3, 22, 343. Después añade: «Figura del que había de
venir». Esto ciertamente me parece am-
E Me parece que
l u s u r p a d o r r e in ó . biguo, pues o se refería, en los tiempos
con estas palabras el Apóstol quiere des- en que el Apóstol escribía, a los hombres
cribir la muerte como la llegada de un ti- que habrían de venir, o a Él mismo, es
rano que deseara invadir el reino de un decir, al futuro Adán, como se entiende
rey legítimo y una vez ocupadas las en- en Cristo; para el Apóstol que escribía
tradas y salidas del reino por la prevari- estas cosas no era tiempo futuro, sino
cación de las guardias, entonces trata pasado...
de ganarse para sí los ánimos de todos, Si comprendemos que el Apóstol, en
tener el mayor poder posible y de esa el tiempo en que escribe estas cosas, dijo
manera exigir para sí mismo el indebido
reino. Así, durante el legítimo reinado de
Moisés fue elegido un jefe para ser en- 41 NTA 15, 424. 42 SC 211, 366.368. 42 SC 211,
viado al tirano, con el fin de que éste re 438. 44 Cf. Lv 1-9, passim.
ROMANOS 5 ,1 2 -2 1 213
que Adán era forma del que había de bién reinó la muerte en quienes «no pe-
venir, se entiende mejor, pues lo mismo carón con una transgresión semejante a
que en este mundo la muerte reinó por la de Adán». Pues aquí todo esto parece
un Adán y toda la raza humana ha re- que es la misma cosa, como para afirmar
sultado un ser hecho mortal, así también que la muerte reinó, incluso para aque-
en el mundo futuro reinará la vida por líos que no pecaron. Porque la muerte,
medio de Cristo y todo el género huma- esto es, la separación del cuerpo y del
no será obsequiado con la inmortalidad. alma, vino por la envidia del diablo; pues
O rígenes, Comentarios sobre la Carta a se muere, lo que es un deseo de Satanás.
los Romanos, 5, l 45. Pero si esto fuese verdad, no debió escri-
bir. «Reinó la muerte desde Adán hasta
A PESAR DE N O COMER COMO A lD Á N . Moisés», si es que reina en todos desde
Pablo quiso mostrar sobre todo que, aun el principio hasta el fin. O tal vez esta-
siendo Moisés varón justo y admirable, bleció una gradación de modo que reina-
la sentencia de muerte pronunciada con- se desde Adán hasta Moisés, desde Moi-
tra Adán le alcanzó tanto a él como a los sés hasta Cristo y desde Cristo hasta el
que vendrían después; y eso a pesar de fin. Pero no se prueba qué ventaja pudo
no haber cometido el mismo pecado que tener hablar de esta manera. Pues escri-
Adán al desobedecer en lo de la comida bió: «Reinó la muerte desde Adán hasta
del árbol. C irilo d e J e r u s a l é n , Las cate- Moisés», por lo tanto la ley no había
quesis, 15, 3146. sido dada a conocer, de modo que, pro-
mulgada la ley, vivirían bajo su autori-
D iferen cia s en tr e lo s m a n u scrito s dad, sabedores de qué debían precaverse
Puesto que, como
g r ieg o s y la tin o s . para que la muerte no reinara en ellos.
dijo antes, el pecado no era imputado Por consiguiente, ¿es que se puede afir-
antes de la ley de Moisés, la misma mar que la muerte reinó sobre aquél que,
muerte reinaba con un dominio impune, guiado por la ley natural, observó antes
sabiendo que aquellos le eran leales. de la ley lo que la ley impuso después?
Luego reinaba la muerte con seguro do- Pues veamos lo que sobre ello dice la
minio, tanto sobre los que morían, como Carta: «El pecado, afirma, no se imputa
sobre los que eran castigados aquí por no habiendo ley», y añade: «Con todo,
sus malas obras. Pues a todos los veía reinó la muerte desde Adán hasta Moi-
como suyos, porque: «todo el que come- sés»; precisamente en el tiempo en que
te pecado es un esclavo»47; y, pensando no existía la ley. Y es lógico afirmar que
que morirían impunes, delinquían más; la muerte reinó sobre aquellos, que peca-
estando más inclinados, sin embargo, a ron con una transgresión semejante a la
aquellos pecados a los que el mundo fo- de Adán, como antes hemos comentado;
mentaba casi como lícitos. Con ello se porque la muerte reinó antes de que la
alegraba Satanás, seguro de que era ley fuese dada. Pues así como, después
dueño del hombre abandonado por Dios de la promulgación de la ley, reinó la
por causa de Adán. Reinaba por tanto la muerte sobre quienes, despreciando al le
muerte en ellos...
Hay que hablar con cautela de si esto
mismo no es así con relación al [texto] 45 CER 3, 66-68.74-78. 46 PG 33, 913: CJC 248.
griego, pues se dice en la Carta que tam 47Jn 8, 34.
214 ROMANOS 5 , 1 2 2 1 ־
gislador, se entregaron a los ídolos o a la diablo son hechos hijos de Dios. Por lo
fornicación, así también antes de la ley, la tanto la muerte no reinó en todos, sino
muerte no reinó ciertamente sobre quie- en aquellos que pecaron con una trans-
nes atisbaron el sentido de la ley, hon- gresión semejante a la de Adán, como
rando a su A utor... Con esto quiere ya he comentado.
decir que también ahora reina la muerte, Adán es, por lo tanto, figura del que
si se desprecia la ley. ¿Pues qué otra cosa había de venir, porque ya entonces Dios
es el reinado de la muerte, si no es que decretó simbólicamente curar por un
su voluntad, cuando manda, sea hecha sólo Cristo el pecado cometido por un
para perdición del que le obedece, y cuya sólo Adán, como se lee en el Apocalip-
orden es el origen de la idolatría? Tam- sis de Juan el apóstol: «El Cordero de-
bién, sin embargo, parecen interpretarlo gollado, dice, desde la constitución del
de esta manera los códices griegos, como mundo»49. A m br o sia ste r , Comentario a
si discrepasen entre ellos, lo cual obliga la Carta a los Romanos50.
al estudio de las discrepancias. Así, pues-
to que nadie puede usar de su propia au- L a c a íd a se aplica a t o d o s . N o ha
toridad en su favor, cambia el sentido de dicho simplemente «y sobre los que no
las palabras de la ley, de modo que pone habían pecado», pues sería directamente
su opinión como palabras de la ley, para contrario a lo dicho en otra parte «todos
que parezca que es la autoridad la que pecaron», sino «sobre los que no habían
argumenta, y no la razón. Consta cierta- pecado a semejanza de la transgresión de
mente que en otro tiempo algunos [ma- Adán», es decir, también sobre los que
nuscritos] latinos fueron traducidos de pecan sin comer del árbol que había en
los viejos códices griegos, que la sinceri- el paraíso. A partir de esta afirmación
dad del tiempo conservó y demuestra quizá se podría probar que la narración
que se mantienen auténticos. Sin embar- del Génesis está escrita no simplemente
go, más tarde empezaron a ser manipula- en referencia al hombre ordinario, sino
dos por quienes habían abandonado la única y exclusivamente en referencia a
concordia, y por perturbadoras cuestio- Adán51. A c a c io d e C esá r e a , Fragmentos
nes heréticas, muchas cosas fueron Ínter- sobre la Carta a los R om an os52.
pretadas en sentido humano, para hacer
decir a la Escritura lo que le parecía al ¿E n q u é s e n t id o fu e A d á n la p r e f i -
hombre, lo que dio como resultado que gura de C Adán es figura de
r is t o ?
los mismos griegos conservan diversos Cristo, no en virtud del pecado o de la
códices. Pienso que ésta es la verdad, justicia -porque en este sentido son con-
cuando se estudia la razón, la historia y trarios- sino por el hecho de ser los pri-
la autoridad: pues también hoy son cen- meros. Efectivamente, lo mismo que a
surados en los códices latinos, así lo afir- partir de Adán la muerte alcanzó a to-
man los antiguos Tertuliano, Victorino y dos, así también la vida alcanzó a todos
Cipriano. Por lo tanto, el primer lugar a partir de Cristo53. Pero es «figura»
donde empezó a ser destruido el reino de
la muerte fue Judea, porque en «en Judá
Dios es conocido»48, hoy, sin embargo, 48 Sal 76 (75), 2. 49 A p 13, 8. 50 CSEL 81, 169-79.
es destruido cada día en todos los pue- 51 Cf. G n 3, 1-24. 52 N T A 15, 53. 53 Cf. 1 C o 15,
blos, porque gran parte de los hijos del 45-48.
ROMANOS 5, 12-21 215
L a c u m b r e d e la p r e f ig u r a c ió n . Pues El b ie n d eC r is t o es m a y o r q u e el
por eso es Adán tipo de Cristo. ¿Cómo dañ o de A d á n . A sí viene a decir:
Aun-
tipo? Porque como aquél, a los nacidos que Adán sea la forma del futuro por
de él, aunque no hayan comido el fruto, contraste, Cristo favorece a los regenera-
les fue causa de la muerte incurrida por dos mucho más que Adán perjudica a los
el manjar, así también Cristo a los suyos, regenerados. A gustín , Carta a Hilario,
aunque no hayan obrado justicia, les 157, 3, 2060.
granjeó la justificación que nos dio por
la cruz. J uan C risóstomo , Homilías sobre P ecam os como A dán , aunque de
la Carta a los Romanos, 10, l 57. o tra m anera. Pablo quiere decir que la
muerte se extendió a todos antes de la
La m u e r t e c o m o c a s t ig o d e l p e c a d o . llegada de Cristo, pero no pudo exten-
Como todos han pecado, si no con un derse a todos sin el pecado. Reina en los
pecado igual al de Adán sí con algún otro infantes, que no están sometidos al man-
semejante, irnos así otros asá, era obliga- damiento, como lo estaba Adán. De
do que la muerte señoreara en todos por donde se deduce que ellos, debido a su
igual. T eo d o ro d e M opsuestia, Fragmen- condición natural, pecaron por debilidad
tos sobre la Carta a los Romanos58. de la naturaleza humana, que no podía
observar la ley de Dios. «De la prevari
P r e f ig u r a c ió n e n s e n t id o c o n t r a -
r io . Cuando dice: «Sin embargo, reinó
la muerte desde Adán hasta Moisés aun
54 N T A 15, 83. 55 C f. G n 3, 23-24. 56 C C L 78,
en los que no pecaron según la semejan- 409: B A C 593, 748. 57 P G 60, 475: SP 22, 46.
za de la transgresión de Adán», puede 58 N T A 15,119. 59 CSEL 84,11: B A C 187, 22.
entenderse de dos modos: o que «a se 60 C SE L 44,469: B A C 99, 405.
216 ROMANOS 5, 12-21
cación de Adán». Estos son los que no preciaron la ley natural. «El cual es figu-
pecaron según el modo de la prevarica- ra del que ha de venir». Puede significar
ción de Adán, los que pecaron por la que es figura de Cristo, bien porque del
transgresión de la ley natural, no como mismo modo que Adán fue hecho por
Adán que pecó por la transgresión del Dios sin concurso sexual, así también
precepto. «El cual es figura del que ha de Cristo nació de una virgen mediante la
venir». ¿Cómo se dice que están sometí- acción del Espíritu Santo, o bien, como
dos a una «transgresión semejante a la de algunos dicen, tomando la figura inver־
Adán» los «que no pecaron», a no ser sámente, esto es, como Adán fue la fuen-
que quede claro esto, que ellos no pudie- te del pecado, así Cristo lo es de la justi-
ron guardar la ley de ninguna manera a cia. P e l a g io , Comentario a la Carta a los
causa de la flaqueza de su carne? Y por Romanos65.
esto aparece que la muerte reinó también
en los niños, «que no pecaron de forma 5, 15 L a gracia... sobreabundó para
semejante a Adán», pero cometieron todos
otros pecados. Pues, así como Adán al
violar el mandamiento de Dios se con- La p r e f ig u r a c ió n e n m a r c a d a . Cual-
vierte en ejemplo para los que quieren quier comparación de Cristo con Adán
transgredir la ley de Dios, así también sería absurda, por eso a continuación
Cristo, cumpliendo la voluntad del Pa- añade: «Pero el don no es como la
dre, se convierte en ejemplo para quie- caída». Con estas palabras comienza
nes quieren imitarle. Ps.- C onstancio , [Pablo] a explicar por qué se dice que
Comentario sobre la Carta a los Roma- Adán es figura de Cristo... N o sin una
nos, 43A-4561. profunda sabiduría dice Pablo que él
habla entre perfectos, y aquí modera sus
Reinó la muerte incluso sobre quienes palabras, y donde antes había dicho
no habían pecado con una transgresión «todos», aquí dice «muchos» o «algu-
semejante a la de Adán. Porque aunque nos», donde hace la comparación de la
no transgredieron aquel mandato, come- difusión del pecado y de la muerte
tieron no obstante otro tipo de infrac- entre todos los hombres desde Adán y
ciones. T eodo reto de C iro , Interpreta- de la justificación y de la vida desde
ción de la Carta a los Romanosb2. Cristo; quizás no se pronuncia de
forma categórica por la misma razón
O t r a s l e c t u r a s . Esto puede significar y el mismo orden por el que la muerte
que, como no había nadie que distin- se difundió entre todos los hombres, lo
guiera entre justo e injusto, la muerte mismo que la justificación y la vida
pensaba que ella reinaba en todos los por parte de Cristo se difundieron a
hombres, o también puede significar que todos los hombres. O rígenes , Comen-
reinaba no sólo en aquellos que, como tartos sobre la Carta a los Romanos,
Adán, transgredieron el precepto —esto 5, 266.
es, los hijos de Noé, a quienes se les or-
denó no comer la carne con su alma63, y
los hijos de Abrahán, a quienes se les 61 E N P K 2, 39. 62 P G 82, 100. 63 Cf. G n 9, 4.
impuso la circuncisión64-, sino también 64 Cf. G n 17,10. 65 PL Supp. 1, 1136-1137.
en aquellos, que sin precepto alguno des 66 C E R 3, 82-84.88.
ROMANOS 5, 12-21 217
muerte a muchos por Adán por la con- deberían carecer de pecado, pues no pu-
denación de un solo delito, y por la gra- dieron trasmitir a sus hijos, lo que ellos
cia, dada para vida eterna por nuestro mismos no tuvieron. Añádase además
Señor Jesucristo, se condonaron muchos que, si el alma no existe por transmisión,
delitos. A gustín, Exposición sobre la sino sólo la carne, entonces solamente
Carta a los Romanos, 2970. ella tiene la transmisión del pecado, y
ella sola merece el castigo». Afirmando
M u e r t e n o r m a l y n a t u r a l . Aquí que es injusto el que un alma nacida hoy,
Pablo enseña claramente que no habla de no de la materia de Adán, lleve un peca-
forma general de todos y cada uno de do ajeno tan antiguo, dicen también que
los hombres, cuando dice: «Si por el de- no debe aceptarse bajo ningún concepto
lito de uno solo murieron todos», por- que Dios, que perdona al hombre sus
que no solo son los pecadores, sino tam- pecados, le impute los ajenos. P elagio,
bién los justos los que mueren de una Comentario a la Carta a los Romanos72.
muerte general y natural. P s.-C onstan -
cío, Comentario sobre la Carta a los Ro- Un h o m b r e . En este pasaje Pablo llama
manos, 4671. «hombre» al Señor Jesús para presentarlo
exactamente como figura de Adán. Por-
E ntender m a l la a n a l o g ía . «Pero con que como allí vino la muerte por un solo
el don no ocurre como con el pecado». hombre, así aquí por un solo hombre la
No se piense en una comparación próxi- liberación. T eodoreto de C ir o , Interpre-
ma a la igualdad. «Si por el pecado de tación de la Carta a los Romanos73.
uno sólo murieron todos, ¡cuánto más la
gracia de Dios y el don otorgado por la P or q u é l a o b e d ie n c ia es m a y o r q u e
gracia de un solo hombre Jesucristo, se ¿Cómo? Porque la
la d e s o b e d ie n c ia .
han desbordado sobre todos!». Tiene muerte, que de Adán trae el origen, se
mayor eficacia la justicia en orden a dar encontró con la cooperación y el pecado
la vida que el pecado causando la muer- de todos nosotros, para tener poder
te, pues Adán sólo se destruyó a sí sobre todos; no lo tendría en absoluto, si
mismo y a sus descendientes, pero Cris- los hombres hubieran permanecido lim-
to liberó a los que vivían entonces y a las píos de toda mancha. La gracia de Cris-
generaciones posteriores. Quienes se to, en cambio, llegó a todos y sin nuestra
oponen a la idea de transmisión del pe- cooperación; y eso revela que la gracia de
cado, se esfuerzan en atacarla del modo la resurrección no sólo actúa sobre los
siguiente: «Si el pecado de Adán -dicen- fieles, que piensan que la fe es útil, sino
perjudicó incluso a los que no eran peca- sobre los infieles, como son los judíos y
dores, luego también la justicia de Cristo los griegos. Es más, por tanto, lo que no
aprovecha incluso a los no creyentes, necesita de nuestro concurso, que lo que
porque Pablo dice que los hombres se requiere de la contribución nuestra per-
salvan por Cristo de la misma forma, in- sonal para poder obrar. E cum enio , Frag-
cluso de forma más perfecta, que aquella mentos sobre la Carta a los Romanos7*.
según la cual también por Adán habían
perecido». Y añaden además: «Si el bau-
tismo limpia aquel pecado antiguo, los 70 CSEL 84, 11: B A C 187,22. 71 E N P K 2 ,40.
que hayan nacido de padres bautizados, 72 P L Supp. 1, 1137. 73 P G 82, 101. 74 N T A 15, 425.
ROMANOS 5, 12-21 219
m en te lo s p ecad os, sin o q u e tam bién d io va a reinar más la gracia, la cual justifica
ejem p lo d e justicia. P elagio, Comentario a muchos más que aquellos sobre los que
a la Carta a los Romanos81. reinó la muerte? ¿Cuánto más se ha de
creer que reinará la gracia que da la vida
5 ,1 7 Los que reciben la abundancia por Cristo? A m b r o s ia st e r , Comentario a
de la gracia la Carta a los Romanos 86.
D o n d e r e in ó l a m u e r t e , r e in a la S i n h u e l l a d e m u e r t e . A todas estas
sólo la muerte
a b u n d a n t e g r a c ia . N o cosas llamó Pablo «abundancia de gra-
cesa de reinar en esos que reciben una cia»; mostrando que no sólo recibimos
gracia no pequeña, sino que además se una medicina eficaz y acomodada a
les concederán otros dos bienes: uno, nuestra enfermedad, sino salud completa,
que en lugar de la muerte reinará en hermosura, honor, gloria y dignidades
ellos Jesucristo con la vida, y otro, que que superan con mucho nuestra natura-
ellos mismos reinarán por medio del leza. Cosas tales, que cada una de por sí
único Jesucristo82... bastaba para matar y destruir la muerte,
Pero hay que saber cuál es la abun- y juntas, la arrancan tan de raíz, que no
dancia de la gracia y el don de la justicia, dejan ni rastro de ella. J u a n C r is ó s t o m o ,
porque se ha conseguido solamente una Homilías sobre la Carta a los Romanos,
gracia, es decir, que alguien ha complací- 10, 2 87.
do en una sola obra; pero se alude a la
abundancia de la gracia conforme al que G r a c ia r e c ib id a e n parte , e s p e r a n d o
dice: «Que vuestra conversación sea Manifiesta además la gran
l a p l e n it u d .
siempre con gracia, sazonada con sal»83, diferencia, dice Pablo, el hecho de que
y que hagamos todas las cosas con hu- aquí la muerte, introducida por el pecado
mildad y sencillez, para gloria de Dios84. de Adán y señora de la humanidad, fue
O rígenes, Comentarios sobre la Carta a disuelta, en tanto que el disfrute del don
los Romanos, 5, 385. que nos ha llegado a través de Cristo, por
el cual alcanzaremos la resurrección y vi-
C u á n t o m ás r e in a r á l a g r a c ia . Se ha viremos justificados sin admitir el pecado,
de poner cuidado en que uno solo sea el no será disuelto. Porque permaneceremos
sentido, y que en nada haya diferencia; gozando perpetuamente de la vida futura.
pues dice que la muerte reinó, no que T eodoro de M opsuestia, Fragmentos
reina, porque quienes recibieron por la sobre la Carta a los Romanosss.
ley el juicio de Dios, fueron librados de
su dominio. Reinó por lo tanto, porque Cuando dijo: «Mucho más reinarán», se
el temor de Dios no existía en la tierra refiere a la vida eterna, y lo que escribe:
sin la manifestación de la ley. Pero el «Reciben la abundancia de la gracia»,
sentido es superior, pues si la muerte hace relación «a la condonación de mu-
reinó desde Adán hasta Moisés sobre
aquellos que pecaron con una transgre-
sión semejante a la de Adán, mucho más
81 PL Supp. 1, 1137. 82 Cf. R m 5, 21; A p 20, 6.
reinará la gracia, por un sólo Jesucristo, 83 C ol 4, 6. 84 Cf. 1 C o 10, 31. 85 C E R 3, 98.106.
en abundancia del don de Dios para la 86 CSEL 81, 183. 87 P G 60, 477: SP 22, 48. 88 N T A
vida. Pues si la muerte reinó, ¿porque no 15, 120.
ROMANOS 5, 12-21 221
Exposición sobre
ch o s d elito s» . A gustín , cu an d o dijo: « co m o p o r u n hombre el
la Carta a los Romanos, 29 89. p eca d o en tró en el m u n d o , y por el pe-
cad o la m uerte». A gustín, Exposición
Pero además la misma justicia se otorga sobre la Carta a los Romanos, 2996.
por medio del bautismo, no se logra me-
diante méritos. P elagio, Comentario a N 0 HAY REGENERACIÓN SIN GRACIA.
la Carta a los Romanos90. Porque nadie nace sino por obra de la
concupiscencia carnal, heredada del pri-
5, 18 Por la ju sticia de uno solo la mer hombre, que es Adán; y nadie rena-
justificación. .. alcanza a todos ce sino por obra de la gracia espiritual,
otorgada por el hombre segundo, que es
T r a n s g r e s ió n d e u n s o l o h o m b r e . Cristo. A gustín, Carta a Dárdano, 187,
Esto no significa que pecando uno solo 9, 3197.
también los que no pecan obtengan la
misma reputación con las penas, pues Dios quiere que se salven y lleguen al
sería injusto, sino que [significa] que la conocimiento de la verdad aquellos que
humanidad tiene su inicio en Adán como por la justificación de uno solo obtienen
también su existencia y su condición pe- la gracia de una justificación que da vida.
cadora. A cacio de C esárea, Fragmentos A gustín, Réplica a Juliano, 4, 8, 4298.
sobre la Carta a los Romanos9'.
S obre si t o d o s s o n c a s t ig a d o s o n o
La o b e d ie n c ia d e r r o t ó la d e s o b e - Quien ante-
t o d o s s o n ju s t if ic a d o s .
¿Pero qué era el pecado de
d ie n c ia . riormente había dicho: «será acaso injus-
Adán? La desobediencia92. ¿Y qué es la to Dios al descargar su cólera» y añade:
justicia del Señor? La obediencia, la que «¡de ningún modo!», ¿cómo ahora puede
ejercitó para con el Padre al encarnarse y condenar a todos los hombres por el
al padecer por los hombres, como dice el único delito de Adán, cuando ni siquiera
Apóstol en otros lugares: «Manifestado todos los hombres han sido justificados
en figura de hombre, se humilló, hecho por la justicia única de Cristo? Al utili-
obediente hasta la muerte, y una muerte zar el término «todos», no quiere signifi-
en cruz»93; de esta manera la obediencia car totalidad, sino que indica la multitud
aniquiló a la desobediencia, y lo mejor de cada una de las dos partes. De otra
venció a lo peor. D iodoro , Fragmentos forma: todos los hombres han sido justi-
sobre la Carta a los Romanos9*. ficados en Cristo, como todos han sido
condenados en Adán, y ya no hay nin-
¿ J u s t if ic a c ió n u n iv e r sa l ? Pues si al- gún otro que sea castigado. P s.-C onstan -
guien piensa que esta condenación es ge- cío , Comentario sobre la Carta a los Ro-
neral, de igual modo creerá que la justifi- manos, 47". *84
cación también es general. Pero no es ver-
dad, porque no todos creen. A mbrosiaster,
Comentario a la Carta a los Romanos95.
89 C SE L 84,12: B A C 187, 23. 90 PL Supp. 1, 1137.
״N T A 15, 53. 92 Cf. G n 2, 15-16; 3, 6.17. 93 Flp
Después de haber expuesto estas diferen- 2, 8. 94 N T A 15, 84. 95 C SE L 81, 183. 96 C SE L
cias, vuelve a hablar de la manera que 84, 12: B A C 187, 23. 97 CSEL 57, 109: B A C 99,
empezó, cuyo orden había suspendido 729. 98 PL 44, 759: B A C 457, 697. 99 E N P K 2 ,4 0 .
222 ROMANOS 5, 12-21
La muerte reinó; «del mismo modo la afirme que «todos pecaron». Una cosa es
gracia reinó por medio de la justifica- pecar y otra ser pecador. Se llama peca-
ción». P elagio , Comentario a la Carta a dor al que tiene la costumbre de faltar
los Romanos100. muchas veces y, por así decirlo, ha caído
ya en la afición de pecar; lo mismo que
C o n t a g ia r s e p o r l a e n f e r m e d a d d e l no se llama justo al que una o dos veces
pecado. ¿Y qué tienen que ver con no- ha realizado una obra de justicia, sino a
sotros sus tropiezos? Y ¿por qué somos quien realiza la justicia siempre que
condenados junto con él los que no ha- actúa justamente por hábito y costum-
bíamos nacido, incluso cuando Dios bre. O rígenes, Comentarios sobre la
dice: «No morirán los padres por los Carta a los Romanos, 5, 5103.
hijos, ni los hijos por los padres; el alma
que peque ésa morirá?»101. ¿Qué tipo de Pues muchos, no todos, pecando, imita-
defensa nos cabe? Puesto que el alma ron el pecado de Adán; y muchos son
que peque, ésa morirá... Pero hemos ve- justificados por la fe en Cristo, pero no
nido a ser pecadores por la desobedien- todos. A mbrosiaster, Comentario a la
cia de Adán, de esta manera: Puesto que Carta a los Romanos104.
sucumbió al pecado y se precipitó en la
corrupción, placeres impuros se adentra- B eneficio s d e la m o r a l id a d . Mas, que
ron entonces corriendo en la carne, y por la desobediencia de aquel, se hagan
además surgió en nuestros miembros otros pecadores, ¿qué razón hay para tal
una ley salvaje. La naturaleza, pues, por cosa?; ciertamente, parece que no debe
la desobediencia de uno -está claro que pagar uno la pena si no toma por si
de Adán-, contrajo la enfermedad del mismo parte en la culpa. ¿Qué significa
pecado; de este modo todos se hicieron pues, aquí aquello: «Constituidos peca-
pecadores, no digamos como transgreso- dores»? Según mi parecer, sujetos al su-
res junto con Adán porque no existían plicio y condenados a muerte. Por eso,
todavía, sino por ser de su naturaleza, muerto Adán, demuestra clara y abun-
que cayó bajo la ley del pecado. Del dantemente que hayamos quedado todos
modo, pues, que en Adán la naturaleza hechos mortales; mas lo que se pregunta
humana contrajo la enfermedad de la co- es por qué se hizo tal cosa. Y eso no lo
rrupción por la desobediencia, y así en- dice, porque no venía al caso... Mas si
traron en ella las pasiones, igualmente ha alguno de vosotros pregunta la causa,
sido restaurada de nuevo en Cristo, por- contestaremos que a nosotros, si somos
que obedeció a Dios Padre y no come- juiciosos, y sabemos aprovecharnos de
rió pecado. C irilo de A lejandría , Frag- dicha causa, no nos ha traído perjuicio
mentos a la Carta de san Pablo a los alguno esta condenación, sino antes
Romanos102. grandes provechos el estar sujetos a la
muerte. Y primeramente para que, vi-
5 ,1 9 Por la obediencia de uno solo viendo en un cuerpo mortal —y que
todos serán constituidos justos pronto morirá, por tanto-, no pequemos.
P o r q u é m u c h o s , y n o t o d o s . Debe-
mos mostrar que los pecadores son mu- 100 PL Supp. 1,1137. 101 D t 24, 16. 102 P G 74,
chos, pero no todos, aunque el Apóstol 788-789. 105 C E R 3 ,1 1 2 . 104 C SE L 81, 185.
ROMANOS 5, 12-21 223
Segundo, para que de aquí saquemos in- por su desobediencia la muerte entró en
numerables enseñanzas saludables. Por- el mundo, así por la obediencia de Cris-
que la muerte nos enseña a guardar mo- to entraron la vida y la resurrección. Ps.-
deración en todo, a vivir con gran tem- C onstancio , Comentario sobre la Carta
planza, a refrenar nuestras pasiones y a los Romanos, 47A110.
abstenernos de toda maldad. Además de
esto, y aun antes que esto, nos trajo mu- Como muchos pecaron por el ejemplo
chos bienes. Porque ¿de dónde nacieron de la desobediencia de Adán, del mismo
las coronas de los mártires, de dónde los modo muchos son justificados por la
galardones de los apóstoles? Y es así obediencia de Cristo. Inmenso es pues
que, si nosotros queremos, ni la muerte el pecado de desobediencia, que mató a
ni el mismo diablo podrán causarnos tantos. P elagio, Comentario a la Carta
daño alguno. A lo cual puede añadirse a los Romanos111.
que la inmortalidad nos está aguardando
y, después de una breve corrección, en- S obre si a l g u n o s n o h a n p e c a d o .
traremos en la posesión y goce de los Con rigor escribe Pablo «muchos» en
eternos bienes105, después que en esta este pasaje acerca de Adán y de la gracia.
vida, como en un aprendizaje, hayamos Porque entre aquellos encontramos algu-
sido enseñados, corregidos y preparados nos que superaron los mayores pecados,
para la consecución de aquella inefable como Abel112, Enoc113, Noé, Melquise-
felicidad, por medio de enfermedades, dec114 y los patriarcas, y sin duda hay
pruebas, tentaciones, pobrezas y otros quienes brillaron durante la ley. También
sem ejantes ejercicios. J uan C risóstomo, después de la gracia hay muchos que
Homilías sobre la Carta a los Romanos, abrazan una vida de transgresión. T eo -
10 , 3 106. doreto de C iro , Interpretación de la
Carta a los Romanos115.
J u s t ic ia p a r a m u c h o s , r e s u r r e c c ió n
«Advierte cómo distingue
pa r a t o d o s .
5, 20 Una vez que se m ultiplicó el
en torno al pecado y la justicia al usar [la pecado, sobreabundó la gracia
palabra] «muchos», pues no todos los
anteriores a la ley pecaron, ni tampoco L a in c l in a c ió n a l e x c e s o . A sí pues, la
todos han sido justificados en [el tiempo voluntad de la carne y los restantes dese-
de] la gracia. En efecto, «muchos son los os se levantan contra los preceptos, que
llamados y pocos los elegidos»107. Pero surgen p o r naturaleza de esa ley; es
cuando habla de la muerte del cuerpo y decir, que el m ism o A póstol denom ina *15
de la resurrección corporal, Pablo utiliza
[la palabra] «todos». Severiano , Frag-
mentos sobre la Carta a los Romanos 108. 105 Cf. M t 25, 34; H b 10 36-37; 2 M 7, 33. 106 P G
60, 477-478: SP 22, 49-50. 107 M t 22, 14. 108 N T A
Esta es la imagen del Adán que había de 15, 218. 109 CSEL 84, 12: B A C 187, 23. 110 E N P K
venir. A gustín , Exposición sobre la Carta 2, 41. 111 PL Supp. 1, 1138. 112 Cf. G n 4, 2-4; H b
11,4. 115 Cf. G n 5, 22; H b 11, 5. 114C f . G n l 4 ,
a los Romanos, 29109.
18-20; Sal 110, 4; H b 6, 19 - 7, 10. 115 P G 82, 101.
Abel, H enoc, M elquisedec y los patriarcas guarda-
P or la o b e d ie n c ia d e u n o . Adán fue ban la Ley sólo p o rq u e tenían fe en que se cum plí-
tipo de Cristo en esto, en que así como ría en el futuro.
224 ROMANOS 5, 12-21
ley a la de los miembros que se opone a necesidad de la ley. La ley fue totalmente
la ley de la mente... necesaria para enseñar que los pecados,
La gracia de Cristo se multiplicó por- que se creían poder ser cometidos impu-
que no sólo absolvió al hombre de los nemente, eran imputados ante Dios; y
pecados anteriores, sino porque protege además para saber lo que no se debía
de los futuros. O rígenes , Comentarios hacer...
sobre la Carta a los Romanos, 5, 6m . ¿De qué modo crecían los pecados
por culpa de la ley, que conminaba a no
Lo mismo que la malicia había crecido, pecar? Pero, ¿se afirma que entró furti-
así había sido eliminada la inocencia, no vamente para que el pecado abundase?...
había nadie que practicase la bondad, no La ley empezó a mostrar la abundancia
existía nadie, ni uno solo. El Señor vino de los pecados, porque al haberlos
para restaurar la gracia de la naturaleza, prohibido, pecaban más que habían pe-
incluso para aumentarla, para que donde cado antes...
había sobreabundado el pecado, sobrea- Así, mientras que la ley había sido
bundase también la gracia. A mbrosio , dada para ayuda del hombre, el diablo
Carta, 34, 15117. hizo que se cambiase el fin, instigándolo
hacia las cosas ilícitas... Sin embargo
E l d a ñ o d e sa ber l o in e v it a b l e . El Dios, justo y misericordioso, decretó la
pecado sobreabundó por culpa de la ley, venida de su Hijo que perdonaría todos
porque mediante las obras de la ley se los pecados120, para aniquilar la gloria
n o s d io el conocimiento del pecado y que el diablo buscaba en su triunfo sobre
comenzó a h acernos daño el saber lo que el hombre: de modo que fuese mayor la
por m i d esob ed ien cia n o podía evitar. alegría del don de la gracia, cuanto había
Para observar una cosa hay que conocer- sido la tristeza del pecado... En conse-
la antes, mas si n o la puedo observar en - cuencia, la gracia sobreabundó sobre el
traña un d año el con ocerla. La ley, al pecado. A mbrosiaster, Comentario a la
v o lv erse con tra m í, todavía me es de al- Carta a los Romanos121.
guna u tilidad, p ues el mismo au m en to de
pecado m e hace m ás humilde. A mbrosio, La g r a c ia s o b r e a b u n d ó . Aquel «para
Carta, 63, 8118. que» n o denota aquí la causa o fin, sino el
evento. Porque no se dio la ley para que
L a L eyh iz o a u m e n t a r la o f e n s a . Sin abundara el pecado, sino para disminuirlo
embargo, no reconocían como pecado y acabarlo; y si acaeció lo contrario, no
todo aquello en que faltaban, pero la ley, fue por la naturaleza de la ley, sino por la
una vez dada, descubrió y mostró que malicia de los que la recibieron...
los pecados eran muchos más de los que Y no dice: «Abundó», sino: «Sobrea-
se pensaban. D io d o r o , Fragmentos sobre bundó la gracia». Porque no sólo nos
la Carta a los Romanos119. libró de los suplicios, sino que nos per
S o b r e si n o d e b e r ía h a b é r s e n o s d a d o
la L ey. Se puede objetar: Luego no fue
116 C E R 3, 122-124. 117 CSEL 82/1, 236-237.
conveniente que la ley fuese dada, para 118 C SE L 82/2, 146. 119 N T A 15, 85. 120 Cf. M t 9,
no aumentar los pecados; pues si antes 6; 28, 18; M e 2, 10; Le 5, 24; J n 17, 1-2. 121 CSEL
de la ley había menos pecados, no había 81, 185-89.
ROMANOS 5, 12-21 225
hemos sido injertados en él con una m uerte como la suya, tam bién lo seremos
con una resurrección como la s u y a ,6sabiendo esto: que nuestro hom bre viejo fu e
crucificado con él, ■para que fuera destruido el cuerpo del pecado, a fin de que
ya nunca más sirvamos al pecado. 7Q uien muere queda libre del pecado.
%Y si hemos m uerto con Cristo, creemos que tam bién vivirem os con él,
9porque sabemos que Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no muere más:
la m uerte ya no tiene dom inio sobre él. 10Porque lo que murió, m urió de una
v e z para siempre a l pecado; pero lo que vive, vive para Dios. n D e la m isma
manera, tam bién vosotros debéis consideraros muertos a l pecado, pero vivos
para Dios en Cristo Jesús.
12Por lo tanto, que no reine el pecado en vuestro cuerpo m ortal de m odo
que obedezcáis a sus concupiscencias, 11n i ofrezcáis vuestros miem bros al peca-
do como armas de injusticia; al contrario, ofreceos vosotros mismos a Dios como
quienes, muertos, han vuelto a la vida, y convertid vuestros miembros en armas
de justicia para Dios; 14porque el pecado no tendrá dom inio sobre vosotros, ya
que no estáis bajo la L ey sino bajo la gracia.
P r esen ta c ió n : La gracia d e Dios es su- muerte y ahora vive para Dios. Como
ficiente para vencer al pecado, pero no se herederos de la vida eterna, los cristianos
deduce de aquí que cuanto más peque- están llamados a resistir las tentaciones a
mos, más gracia recibiremos. El cristiano que nos somete el cuerpo, a entregarse a
es una persona que ha vuelto a nacer a Dios de manera que nuestros miembros
una nueva vida, una vida de justicia. Los físicos pasen a estar al servicio de la jus-
cristianos mueren al pecado en el Bautis- ticia. Sólo así los creyentes pueden vivir
mo y han sido elevados a una nueva vida una vida digna de Cristo. Con la ayuda
en Cristo. La importancia del Bautismo del Espíritu Santo que mora en nosotros,
a este respecto nunca podrá ser debida- el pecado puede ser vencido, aunque no
mente ponderada. Mediante el Bautismo pueda ser eliminado totalmente en esta
fuimos sacramentalmente unidos a Cris- vida. ¡Ciertamente no tenemos excusa
to en una muerte como la suya, y por para recaer en nuestra antigua forma de
eso tenemos la esperanza de compartir vida!
su Resurrección. En el Bautismo hemos
sido crucificados con Cristo y por lo 6, 1 i Tendremos que perm anecer en
tanto hemos muerto al pecado, aunque el pecado?
todavía no compartamos plenamente su
glorificación. L as perso n a s e n las q u e sobreabunda
La muerte y la resurrección de Cristo LA GRACIA MURIERON AL PECADO. PueStO
son hechos que sucedieron de una vez q u e antes había d ich o que « d onde se
por todas de forma definitiva. Los cris- m u ltip licó el p ecado, so b reab u n d ó la
tianos que depositan su confianza en gracia», el m ism o A p ó sto l p ro p o n e
Cristo no tienen por qué preocuparse de a h o ra esta p reg u n ta, p o rq u e si la ab u n -
si morirán una segunda vez, perdiendo dancia del pecado o rig in ó la abundancia
así su salvación. Cristo ha vencido a la d e la gracia, en tonces hay q u e pecar, p ara
228 ROMANOS 6, 1 -14
que la gracia abunde mucho más. Pero nifica vivir en pecado y morir al pecado.
resuelve el interrogante, al decir: «¡De Lo mismo que se dice que vive en Dios
ninguna manera!», y a continuación ex- quien vive conforme a la voluntad de
pone la razón diciendo que los muertos Dios, así también se dice que vive en pe-
al pecado son aquellos en los que abun- cado quien vive conforme a la voluntad
dará la gracia. Es cierto, por otra parte, del pecado, como lo señala el Apóstol
que el muerto al pecado no puede ser [en el verso 12], en el que afirma que
pecador. Por tanto, no puede permanecer obedecer a los deseos del pecado es lo
en el pecado, quien ha muerto al pecado. mismo que vivir en pecado, y no hacer
O rígenes, Comentarios sobre la Carta a los deseos del pecado ni obedecer su vo-
los Romanos, 5, 7*1. luntad es morir al pecado...
Mira cómo el Apóstol ha sopesado
P erd er el r e in o d e la g r a c ia . Quien cuidadosamente sus palabras, al decir:
vuelve de nuevo al hombre viejo, es «¿Cómo vamos a permanecer en el peca-
decir, a la conducta de la vida pasada, do?». Permanecer no es desear comen-
pierde el reino de la gracia de Dios, y se zar. Si uno hace eso, en verdad no ha co-
entrega al pecado. Por dos razones reci- menzado ni siquiera a convertirse. Pero
bimos la misericordia, para ser excluidos algunas veces sucede que uno ya no per-
del reino del diablo, y para enseñar a los manece en el pecado, pero cuando des-
ignorantes el imperio de Dios y recupe- pués de haberlo abandonado vuelve de
rar por esto mismo la dignidad. A mbro- nuevo al vómito es mucho más infeliz,
S1ASTER, Comentario a la Carta a los Ro- pues después de haber rechazado el
manos2. reino del pecado y de la muerte, después
de haber aceptado el reino de la vida y
U n a e x h o r ta c ió n in d ir ec ta . De de la justicia, nuevamente se somete a la
nuevo pasa a la ex h o rtació n m o ral, n o dominación del pecado y de la muerte.
in tro d u c ié n d o la d irectam en te y a cosa Esto es lo que el Apóstol llama naufra-
hecha co m o a su n to prin cip al, p u es así gio de la fe5.
parecería a m u ch o s cargante y m olesta, Ciertamente, aunque uno permanezca
sino com o enseñanza nacida d e los m is- en el pecado, aunque persista bajo el
m os dogm as q u e va explicando. J uan reino y el poder de la muerte, sin embar-
C risóstomo, Homilías sobre la Carta a go pienso que ese reino de la muerte no
los Romanos, 10, 43. es eterno, sino el de la vida y de la justi-
cia, máxime cuando escucho del Apóstol
V iv irpara la g r a cia . Estoy hablando que el último enemigo [Cristo] destruirá
de aquellos a quienes la fe los encontró la muerte6. Por el contrario, si muerte y
así, no de nosotros que ya hemos muerto vida poseyeran la misma eternidad, ya
al pecado para vivir en gracia. P elagio, no serían contrarias, sino iguales. En
Comentario a la Carta a los Romanos4. efecto, lo eterno no puede ser contrario
a lo eterno, sino que es lo mismo. No
6, 2 Los que hemos m uerto al pecado
¿ P u ede u n o , h a b ie n d o m uerto al pe -
1 CER 3, 126-128. 2 CSEL 81, 189-91. 3 PG 60,
Para escla-
c a d o , viv ir todavía e n é l ? 479: SP 22, 51-52. 4 PL Supp. 1, 1138. 5 Cf. 1 Tm
recer estas palabras busquemos qué sig 1, 19. 6 Cf. 1 Co 15, 25.
ROMANOS 6, 1-14 229
nuestros deseos, aunque veamos que muerte como la suya; y es cierto que se-
Dios nos ayuda mucho también. El Bau- remos injertados también en su resurrec-
tismo no sólo puede borrar los pecados ción, y seremos semejantes, porque vivi-
anteriores, sino también fortalecemos remos en Cristo. Y resucitará la carne,
contra los venideros. Como tuviste fe allí pero al entregarle nuestra alma viviremos
y se borraron entonces en el Bautismo, de otro modo, transmutados en santidad
ahora después muestra gran deseo de no y una vida gloriosa en el Espíritu Santo.
volver a mancharte. J u a n C r isó st o m o , C ir ilo d e A l e ja n d r ía , Fragmentos a la
Homilías sobre la Carta a los Romanos, Carta de san Pablo a los Romanos52.
11, l 49.
O incluso el bautismo en el Jordán, que
U n a m u er te c o m o la su y a . [Pablo] no prefiguraba el misterio de su resurrec-
dijo: «En la muerte», sino «En la seme- ción53. G e n a d io d e C o n s t a n t in o p l a ,
janza de la muerte». Muerte, ciertamen- Fragmentos a la Carta a los Romanos54.
te, es tanto una cosa como otra, pero no
[es muerte] de lo mismo: la primera, del ¿ M e t á f o r a o r e a l i d a d ? Y considera la
cuerpo, la segunda, sin embargo, del pe- bondad de Dios: la muerte del Señor la vi-
cado: por esto es la semejanza de la vimos muriendo como en representación;
muerte. J u a n C r isó st o m o , Catequesis la resurrección, por el contrario, la partid-
sobre el juramento, 10, 1050. paremos realmente. E c u m e n io , Fragmentos
sobre la Carta a los Romanos55.
Si hemos sido consepultados ahora [con
Cristo], también entonces podremos ser 6, 6 A fin de que ya nunca más sir-
partícipes de su resurrección, y si llega- vamos al pecado
mos a ser nuevos en la novedad de la
vida y sin cambios, también y de modo R e c t i f i c a c i ó n d e v i d a . Será esta vida
J uan C risóstomo, Homilías sobre la viejo fue crucificado con él para que
Carta a los Romanos, 11, l 61. fuese anulado el cuerpo del pecado», se
refiere a aquello que se dijo por Moisés:
Y de esta manera -dice- «Habiendo sido «Maldito todo hombre que pendiere de
condenados a muerte de una vez por un madero»64. La crucifixión del hombre
todas, y habiendo muerto al pecado por el viejo se simbolizó en la cruz de Cristo,
Bautismo», no tenemos nada en común como la renovación del hombre nuevo se
con las pasiones de la carne y con las simbolizó en su resurrección. Es eviden-
cosas de esta tierra... Pues ahora nuestra te que obramos nosotros según el hom-
vida ha sido sepultada y esto es algo in- bre viejo, que fue maldito; por causa de
cierto para los incrédulos, mas llegará la éste nadie duda que se aplicó al Señor el
hora en que será manifiesta. Todavía no es pecado, diciendo que llevó nuestros pe-
vuestra hora: ciertamente, habiendo muer- cados65 y que Jesucristo se hizo pecado
to de una vez por todas, no anheléis ocu- por nosotros66, y que por el pecado se
paros de las cosas que son de esta tierra. condenó el pecado67. A gustín, Exposición
Y es que la grandeza de vuestra virtud se sobre la Carta a los Romanos, 32-3468.
demuestra al máximo cuando se rechaza
la arrogancia de la carne, y de esta forma D om inio sobre el pecado . Piensa
nacéis a la vida, cuando habéis muerto a atentamente que por medio del Bautis-
todas las cosas terrenas. Juan C risóstomo, mo has sido crucificado con Cristo69 tú,
Catcquesis bautismales, 7, 2262. que fuiste hecho miembro de su cuerpo.
Y El ciertamente suspendió su cuerpo
Y a n o somos esclavos del pecado . inocente en la cruz, para que tú dejes en
Hasta que los hombres todos hubieron suspenso de vicios al tuyo culpable; de
pagado ese precio que se debía pagar forma misteriosa Moisés hizo pender en
mediante el derramamiento de la sangre el desierto la serpiente de oro70. «A fin
del Señor, para la absolución de todos de que fuera destruido este cuerpo de
[los hombres], era necesaria la sangre de pecado a fin de que ya nunca más sirva-
cada uno en particular, y conforme a la mos al pecado». Esto es, para que sean
ley y a las costumbres siguieron los pre- destruidos todos los vicios, porque un
ceptos de la santa religión. Pero, después vicio es un miembro del pecado, todos
que fue pagado el precio por todos una los vicios son el cuerpo del pecado.
vez que Cristo padeció, ahora ya no es Pues Cristo fue crucificado no en parte,
necesario derramar la sangre a cada uno sino íntegramente, o también, para que
mediante la circuncisión, pues con la nuestro cuerpo sea apartado de la escla-
sangre de Cristo se completa la circunci- vitud del pecado y se convierta en pro-
sión de todos sin distinción, y todos piedad de la justicia, pues «todo el que
somos crucificados con Él en su cruz y hace pecado es esclavo del pecado»71.
sepultados con Él en su sepulcro, com-
partiendo a la vez la semejanza de la
muerte, para que no sirvamos ya más al 41 PG 60, 485: SP 22, 64-65. 62 SC 50, 240.
43 CSEL 82/2, 182. 64 D t 21, 23. 65 Cf. Jn 1, 29;
pecado. A mbrosio, Carta, 69, 963.
1 P 2, 24. 66 Cf. 2 Co 5, 21. 67 Cf. Rm 8, 3.
68 CSEL 84, 13: BAC 187, 24-25. 69 Cf. Rm 12,
C argó c o n nuestro pecado . Cuando 5; 1 Co 6, 15; 12, 27; Ga 2, 20; 5, 24; Ef 5, 30.
dice: «Sabiendo que nuestro hombre 70 Cf. Nm 21, 9; Jn 3, 14. 71Jn 8, 34.
ROMANOS 6, 1-14 237
él» igual que dijo: «Hemos muerto», él, tendrían en consecuencia que morir
sino «viviremos con él» para indicar que con él, incluso después de la resurrección
la muerte actúa en el presente, mientras y de la vida. Por eso el Apóstol afirma
que la vida actúa en el futuro. O rígenes, categóricamente que Cristo ya no muere
Comentarios sobre la Carta a los Roma- más veces, y que los que con él viven en
nos, 5, 1081. la eternidad pueden estar seguros...
Lo que el Apóstol dice en el presente
Si m o rim o s c o n C risto . E s claro que pasaje es que «la muerte ya no tiene do-
quienes crucificaron la carne, es decir, al minio sobre él». En efecto, ya no le do-
mundo con sus vicios y concupiscencias, minará más el tirano, ni se humillará de
han muerto al mundo y han muerto con nuevo, para recibir la forma de siervo y
Cristo, configurándose también a la vida hacerse obediente hasta la muerte85, ni
eterna y a la salvación, para hacerse me- en forma de esclavo, aunque fuera pues-
recedores de asemejarse a la gloria de to voluntariamente y no por necesidad.
Cristo. Pero la carne, es decir, el cuerpo O rígenes, Comentarios sobre la Carta a
es crucificado de este modo, si, aunque los Romanos, 5, 1086.
permanezca en ellos el pecado, son piso-
teados sus deseos, los cuales tienen su Así, el B autism o n o se repite . A sí
origen en el pecado cometido por el pri- también nosotros, si morimos aquí con
mer hombre: pues el diablo es crucifica- la voluntad, no temeremos una segunda
do en la carne; él mismo es quien se muerte87, o de otro modo, ya no podéis
oculta detrás de la carne. Luego unas ser bautizados de nuevo. Porque Cristo
veces se entiende por mundo, los ele- no puede ser crucificado otra vez por
mentos naturales, pero otras el cuerpo vosotros, como dice a los Hebreos:
del hombre, o la misma alma cuando «Porque es imposible que cuantos fue-
sigue los vicios del cuerpo. A mbrosiaster, ron iluminados»88, a quienes no niega la
Comentario a la Carta a los Romanos%1. penitencia, sino que les niega la repetí-
ción del Bautismo. P elagio , Comentario
Si no hemos muerto con Cristo, tampo- a la Carta a los Romanos89.
co viviremos con él. Porque no somos
miembros suyos. P elagio, Comentario Si la muerte, en un principio, fue domi-
a la Carta a los Romanos83. nada, es porque Él quiso. C esáreo de
A rlés, Sermón, 69, 290.
A nosotros, que hemos muerto con
Cristo, nos corresponde estar muertos La muerte ya n o d o m in a . De manera
al pecado y aguardar la resurrección. incomparable, esta víctima salva al alma
T eodoreto de C iro , Interpretación de de la muerte eterna, porque renueva
la Carta a los Romanos84. misteriosamente para nosotros la muerte
del Hijo único, que al resucitar de entre
6, 9 L a m uerte ya no tiene dom inio
sobre él
81 CER 3, 168. 82 CSEL 81, 197. 83 PL Supp. 1,
C risto Si [Cris-
n o m o r ir á de n u ev o .
1139. 84 PG 82, 105. 85 Cf. Flp 2, 7-8. 86 CER 3,
to] tuviera que morir de nuevo, los que 172.180. 87 Cf. A p2, 11. 88 Hb 6, 4. 88 PL Supp.
mueren con él, también los que viven con 1, 1139. 9 נCCL 103, 292.
ROMANOS 6 , 1-1 4 239
los muertos Él ya no muere más y la por los pecadores dos y hasta tres veces,
muerte ya no tendrá sobre Él ningún quizás hubiera sido hasta seguro volver
poder, pero, al vivir en sí mismo de ma- presurosos a la vieja costumbre, puesto
ñera inmortal e incorruptible, Él se in- que siempre habría habido idéntica espe-
mola de nuevo para nosotros mediante el ranza de clemencia. Pero si, «habiendo
misterio del santo sacrificio. Allí se come muerto una vez para siempre», ya no
su Cuerpo y se comparte su carne para muere, tampoco nosotros, sepultados y
la salvación del pueblo, su sangre es dis- resucitados con El, morimos ya más a
tribuida no ya entre las manos de los in- los pecados, pues no hay un segundo
fieles, sino en la boca de los fieles. G re- Bautismo, ni una segunda muerte de
gorio M agno , Los diálogos, 4, 60, 291. Cristo. D iodoro , Fragmentos sobre la
Carta a los Romanos96.
6, 10 Lo que vive, vive para Dios
¿Qué es esto, «al pecado»? N o estaba su-
M u r ió al peca d o u n a vez para siem - jeto al pecado, sino por nuestro pecado.
pre . Así pues, ya que Cristo murió de Pues para matarlo y quitarle todos sus
una vez por todas, nadie que haya muerto nervios y toda su fuerza, por eso murió.
con Cristo puede revivir para el pecado; y ¿No ves cómo se impuso? Puesto que no
especialmente para un pecado tan grande. se muere una segunda vez, no hay según-
T ertuliano, S obre la modestia, 17, 892. do Bautismo; y si no hay segundo Bau-
tismo, guárdate muy bien de volver a
C lases d e muerte . Según las Escrituras pecar. J uan C risóstomo, Homilías sobre
hemos aprendido que la muerte es de la Carta a los Romanos, 11, 297.
tres clases: una muerte es dichosa, cuan-
do morimos al pecado y vivimos para Porque «él mismo cargó con nuestros
Dios, porque escapa de la culpa, encami- pecados»98 y sufrió por nosotros, para
na hacia Dios, nos aleja de lo mortal y que en adelante no pecáramos. «Mas su
nos consagra en lo que es inmortal. La vida es un vivir para Dios»; Cristo vive
segunda muerte es la partida de esta en la gloria de Dios. P elagio, Comenta-
vida... La tercera muerte es aquella de la rio a la Carta a los Romanos99.
que se ha dicho: «Deja que los muertos
entierren a sus muertos»93. A mbrosio, La 6 ,1 1 Muertos al pecado, pero vivos
muerte del hermano Sátiro, 2, 3694. para Dios en Cristo Jesús
V erdaderam ente v iv o a q u í . Pone en Vivos para D io s . Quien piense o esti-
la resurrección del Salvador la seguridad me sobre sí mismo que está muerto, no
de la eternidad, a la que se logra llegar, si pecará. Por ejemplo, si me atrae la con-
hay una emulación a la vida mejor. Pues cupiscencia de una mujer, de la plata, del
quien obrando bien vive para Dios, éste oro o el deseo de riquezas toque mi co
vive verdaderamente, porque posee la
vida eterna. A mbrosiaster, Comentario a
la Carta a los Romanos95.
9’ SC 265, 200-202. 92 C C L 2, 1315. 93 M t 8, 22.
94 CSEL 73, 268. 95 CSEL 81, 197. 96 N T A 15, 85.
N o r etr o c ed er al pec a d o . Si hubiera 97 P G 60, 485: SP 22, 65. 98 Is 53, 4. 99 PL Supp. 1,
sido posible -dice- que Cristo muriera 1139.
240 ROMANOS 6, 1 -1 4
razón y se coloca en él, si estoy muerto Cristo, sabed que vosotros, muertos una
con Cristo..., inmediatamente se apagará única vez, debéis vivir siempre para Dios
la concupiscencia y huirá el pecado... en Cristo, en el cual nuestra vida está es-
Pero también la expresión «vivos para condida en Dios, revestidos de Cristo,
Dios en Jesucristo» no me parece super- sigamos su ejemplo. P elagio, Comenta-
flua. Pienso que es como si [Pablo] dije- rio a la Carta a los Romanos 103.
se: Vivos para Dios en sabiduría, en paz,
en justicia, en santificación, pues Cristo 6, 12 Que no reine el pecado en
es todo eso. Por tanto, vivir para Dios vuestro cuerpo
en esas cosas es lo mismo que vivir para
Dios en Jesucristo. Nadie vive para Dios Los mismos miembros. Con los miem-
sin justicia, sin paz, sin santificación y bros que servíamos al pecado y fructifi-
sin el resto de virtudes, lo mismo que cábamos a la muerte, con esos mismos
nadie ha de vivir para Dios sin Cristo [miembros] quiere que sirvamos a la jus-
Jesús. O rígenes, Comentarios sobre la ticia y fructifiquemos a la vida. Ireneo
Carta a los Romanos, 5, ÍO100. de Lyon , Contra las herejías, 5, 14, 4 104.
No obstante, pregunto ¿por qué ha po, éste parece no ser mortal, ya que
añadido: «En vuestro cuerpo mortal», tiene la esperanza de la inmortalidad.
cuando hubiera sido suficiente decir: Afirma que el cuerpo es mortal no por
«Que no reine el pecado en vuestro su destrucción, sino por la pena del in-
cuerpo». ¿Por qué ha añadido «mortal», fiemo; pues llama mortal a quien ha de
como si alguno dudase que el cuerpo es ser enviado al infierno; puesto que quie-
mortal? Me parece que lo ha añadido nes obedecen al pecado, no se libran de
por alguna razón. En efecto, hace esa la segunda muerte en el infierno, de la
advertencia porque el pecado puede no que el Salvador libró a los que creen en
reinar en el cuerpo... Por tanto, si sabe- El. Luego al hablar del cuerpo mortal, se
mos que el cuerpo puede ser mortificado refiere al hombre en su totalidad, porque
y estar muerto al pecado, puede suceder quienes están sometidos al pecado, son
que el pecado no reine en él; y «Por lo llamados mortales. «El alma que peque,
tanto», porque está muerto, se dice que dice, morirá»110, es decir, todo el hom-
está justificado del pecado. Así, lo que bre, pues nadie será juzgado sin cuerpo.
está muerto ni desea, ni se encoleriza, A mbrosiaster, Comentario a la Carta a
ni se apasiona, ni roba lo ajeno. Por con- los Romanos111.
siguiente, si reprimimos todas las con-
cupiscencias del cuerpo, se dice que el L o ABSURDO DE PERMANECER CAUTIVOS.
cuerpo está muerto al pecado. Esto es lo Sería absurdo que los que han entrado
que el Apóstol parece decirnos al añadir en el reino de los cielos tengan por rey al
el adjetivo «mortal» en este pasaje. O rí- pecado, y que los llamados por Cristo a
g e n es , Comentarios sobre la Carta a los reinar prefiriesen ser cautivos del peca-
Romanos, 6, 1107. do. Como si uno, arrojando la corona de
su cabeza, quisiera servir a una mujer
«No pongáis -dice- vuestros miembros a endemoniada, mendiga, harapienta... Y
disposición del pecado como armas de in- ¿cómo, dirás, reina el pecado? N o por su
justicia»: en vez de: Vosotros no deis en propia virtud, sino por tu cobardía. J uan
contra vuestra, pecando, armas ni fuerza C risóstomo, Homilías sobre la Carta a
al maligno. «El pecado, efectivamente, no los Romanos, 11, 2112.
se enseñoreará de vosotros, pues no es-
táis ya bajo la ley, sino bajo la gracia»108. N o tengo a los hombres por señores, ni
¿Qué pecado no se enseñoreará? El de por señor tengo al pecado, ni en mi
antes del Bautismo. D iodoro , Fragmen- cuerpo mortal es el pecado quien reina;
tos sobre la Carta a los Romanos 109. por eso soy siervo tuyo. J erónimo , Tra-
tados sobre los Salmos, 1151 ״.
N ad ie es ju z g a d o aparte d e su c u e r -
po . El cuerpo es mortal por causa del La r u in a del r e in o del pe c a d o . Es
pecado de Adán. Sin embargo, por la fe destruido y echado por tierra el reino del
en Cristo creemos que será inmortal. pecado, parte por la corrupción de los
Afirma que, para participar de esta pro-
mesa, es necesario no obedecer al peca-
do, para que no reine en nuestro cuerpo w7 CER 3, 190-196. 108 Rm 6,14. 109 NTA 15, 86.
mortal; ya que reina cuando manda en 110 Ez 18, 4. 111 CSEL 81,199. 112 PG 60, 486: SP
él. Pues si el pecado no reina en el cuer 22, 66-67. 115 CCL 78, 244: BAC 593,496.
242 ROMANOS 6, 1-14
P La liberación de la ley
r e s e n t a c ió n : ¿Por qué entonces, ahora que somos
no significa licencia para pecar, sino todo cristianos y herederos de la vida eterna,
lo contrario. Hemos sido librados de la hemos de encontrar difícil el dedicarnos
ley solamente porque bajo la gracia teñe- a la justicia, cuando la recompensa es la
mos el poder espiritual de vivir la vida vida eterna? Aquellos que pecan reciben
que la ley modela para nosotros, pero su merecido: la muerte. Pero los que
que no nos la puede proporcionar. El vuelven a Cristo reciben lo que no me-
pecado supone esclavitud, y nadie en sus recen: la vida eterna.
cabales se entregaría voluntariamente a
ella. La justicia, aunque requiere obe- 6, 15 ¿Pecaremos, ya que no estamos
diencia, no supone esclavitud sino libe- bajo la Ley sino bajo la gracia?
ración. La diferencia esencial es que la
obediencia de una persona justa proviene Ya Aquí parece haber
b a jo l a g r a c ia .
del corazón y no de ninguna fuerza ex- una diferencia respecto a lo que ha referí-
terna. Paradójicamente, en este sentido do con anterioridad, cuando dice: «En-
podemos autoproclamamos esclavos de tonces ¿qué? ¿Permaneceremos en peca-
la justicia. San Pablo nos habla en térmi- do?»1, como si se refiriera a los que toda-
nos humanos, para mostrar que él no vía no se han apartado del pecado, para
nos está pidiendo lo imposible. Antes de que no permanezcan en él, y que todavía
que fuéramos cristianos, nos entregába-
mos felizmente al pecado, y lo único que
conseguíamos con eso era la muerte. 1 Rm 6, 1.
ROMANOS 6 , 15 -2 3 247
Dios, porque a pesar de ser esclavos del hablaba Jesús a los judíos que creían en
pecado, hemos obedecido de corazón él: «Si creéis en mi palabra, conoceréis la
por la fe en Cristo, para servir a Dios, verdad y la verdad os hará libres»21. O rí-
no por la ley de Moisés, sino por la ley g e n e s , Comentarios sobre la Carta a los
d e lo s p e c a d o s . P elagio , Comentario a la R e n d id l o s m ie m b r o s a la ju s t ic ia
Carta a los Romanos25. Pero también hay
p a r a s a n t if ic a r o s .
que decir que cada uno de los miembros,
6, 19 Ofreced ahora vuestros miem- si se aplican a las funciones queridas por
bros al servicio de la justicia para la Dios, se encuentran circuncidados; mas
santificación si transgreden las leyes que se les ha asig-
nado por mandato divino, hay que pen-
El m ism o c e l o p o r la ju s t ic ia c o m o sar que se encuentran incircuncisos... En
¿Qué hay tan
a n t e s p o r l a im p u r e z a . efecto, cuando nuestros miembros sirven
humano, es decir, tan frágil que pueda a la iniquidad, no están circuncidados ni
excusar la enfermedad de la carne sin tienen alianza alguna con Dios; pero
obligación y sin derecho? «Igual que cuando se ponen a servir a la justicia
ofrecisteis vuestros miembros -dice- al para la santificación, la promesa que se
servicio de la impureza y de la iniquidad, hizo a Abrahán, se cumple en ellos. O rí-
ofreced ahora vuestros miembros al ser- genes , Homilías sobre el Génesis, 3, 627.
vicio de la justicia para la santidad». En
verdad, es pretencioso servir de igual E sta c a r g a es l ig e r a . Al recordar la de-
manera a las virtudes que a los vicios. La bilidad de la carne, enseña que exige del
justicia debe ser honrada mucho más y hombre menos de lo que exigiría el culto
con mayor seriedad. Pero yo, dice a Dios. A continuación añade: «Pues si
[Pablo], actúo a la manera humana y ge- en otros tiempos ofrecisteis vuestros
neral: pido de igual manera, busco lo miembros como esclavos a la impureza y
mismo. Así como vuestros pies corrían a al desorden para cometer iniquidades,
los templos de los demonios, que corran ofrecedlos igualmente ahora a la justicia
ahora a la Iglesia de Dios. Antes corrían para la santidad». Para no dar lugar en
para derramar sangre, ahora corran para nosotros al temor de acercarse a la fe,
liberar a la sangre. Antes se extendían las porque parecería ser una tarea insoporta־
manos para arrebatar lo ajeno, ahora se ble y exigente, nos manda servir a Dios
dilaten para dar de lo propio. Antes los con la misma medida con la que antes
ojos deseaban a la mujer o pretendían lo servíamos al diablo; pues deberíamos
ajeno, ahora deseen a los pobres, a los estar más inclinados a servir a Dios que al
débiles, para apiadarse de los necesita- diablo, puesto que de Dios viene la salva-
dos. Los oídos se deleitaban en escuchas ción, de aquél la condenación; sin embar-
inútiles o con derogaciones de los bue- go, el médico espiritual no nos exige más
nos, ahora se vuelvan para escuchar la para que no permanezcamos en la muer-
palabra de Dios, la explicación de la ley te, como si huyéramos de los preceptos
y para entender la disciplina de la sabi- más difíciles, a causa de nuestra debilidad.
duría. La lengua, acostumbrada a lengua- Por eso dice el Señor: «Tomad sobre vo-
jes malos y soeces, ahora se vuelva para sotros mi yugo... Porque mi yugo es
bendecir a Dios en todo momento; pro- suave y mi carga ligera»28. A mbrosiaster,
nuncie el discurso saludable y honrado, Comentario a la Carta a los Romanos2**.
para agradecer a los que escuchan y decir
la verdad a su prójimo. O rígenes , C o-
mentarios sobre la Carta a los Romanos, 25 PL Supp. 1, 1140. 26 CER 3. 212-214. 27 SC
6, 426. 7/bis, 136. 28 Mt 11, 29-30. 29 CSEL 81, 207.
ROMANOS 6 ,1 5 - 2 3 251
6, 21 ¿Qué frutos obteníais entonces Y no sólo por esto, sino también porque
de esas cosas que ahora os avergüen- el pensamiento pagano es de una torpeza
zan? repugnante, de modo particular el exhi-
bido en Frigia al que sólo una persona
S ig n ific a d o d e la m uerte . Por tanto, corrompida aceptaría, carece de algo sa-
se demuestra que la muerte es la unión grado, ¡y la religión se embrutece! He
del alma pecadora en un cuerpo, mien- aquí una libertad plagada de pecados, es-
tras que el alejamiento del pecado es clavizada por la maldad, cuya obra tiene
vida. C lemente de A lejandría, Stroma- un vergonzoso premio. «Pues su fin es la
ta, 4, 12, l 40. muerte». Llama fin al fin de la vida y del
obrar, al que sucede la muerte o la vida.
El fin de esas cosas es la m uerte . Pero en este momento la palabra muerte
Quien dirige el interior y la mente a la tiene un doble sentido, pues de la muerte
justicia, sin duda se ruborizará, y él se llega a la muerte. A mbrosiaster, C o-
mismo se dará cuenta de las anteriores mentario a la Carta a los Romanos43.
acciones que realizó cuando estaba bajo
el pecado, pues «su final es la muerte». R econocer t u v id a pasada tal c o m o
Pero, pregunto ¿qué muerte? En verdad, era . Porque era tal esclavitud, que su
no se trata de la muerte común, porque mismo recuerdo os avergüenza. Pues si
¿quién puede convertirse a la justicia o su recuerdo avergüenza, mucho más la
ruborizarse de las acciones realizadas en obra misma. Y así, de doble modo ha-
favor del mal después de la muerte? En- béis ganado ahora, cuando os librasteis
tonces, ¿qué? ¿Se referirá a la muerte del de la vergüenza y cuando aprendisteis
pecado, puesto que «el alma que peca en q u é cosas os hallabais. J u a n C risós-
morirá»41? O debe entenderse más bien tomo , Homilías sobre la Carta a los Ro-
que [Pablo] se refiere a aquella muerte manos, 12, l 44.
por la que morimos con Cristo al pecado
y a los vicios, y damos fin a los crímenes 6, 22 Dais vuestro fruto para la
y por la que parece que ha dicho «su santidad; y tenéis como fin la vida
final es la muerte»? El Apóstol compara eterna
los frutos con los frutos y dice que han
terminado con la muerte los frutos del El m a n d a t o y la r e c o m pe n sa al a l -
pecado por los que ahora, es decir, des- cance. Así, mediante el sentido del
pués de liberados del pecado y hechos contexto, [el Apóstol] suelta nuestros
siervos de Dios, los santos se ruborizan; miembros de la injusticia y del pecado
en cambio, los frutos de la justicia que y los une a la justicia y a la santidad, y,
llevan a la santificación, dice, al final re- llevándolos del estipendio de la muerte
ciben la vida eterna. O rígenes, Comenta- al regalo de la vida eterna, promete así
ríos sobre la Carta a los Romanos, 6, 542. a la carne la recompensa de la salva-
ción. Sería razonable que a la carne no
D oble sig n ific a d o de la m uerte . Al se la impusiera ninguna disciplina par
abrazar la vida bondadosa nos avergon-
zamos de cuáles son los frutos del peca-
do que hemos conseguido, al darnos 40 GCS 15, 253. 41 Ez 18, 4. 42 CER 3, 218.
cuenta de que hemos vivido torpemente. 43 CSEL 81, 209. 44 PG 60, 495: SP 22, 80.
ROMANOS 6 , 1 5 -23 253
liberado del pecado, una persona debe Sin duda alguna no hay
v id a e t e r n a .
servir en primer lugar a la justicia lo fruto en aquello de lo que nos avergon-
mismo que a todas las virtudes, para zamos ahora por medio de la penitencia.
luego subir en progreso a hacerse siervo Pues todo el que conoce la bondad, se
de Dios, aunque servir a la justicia sea avergüenza de hechos pasados, pero
también servir a Dios. En efecto, Cristo todo el que se avergüenza de la justicia,
es la justicia, y servir a Cristo es servir a es que desconoce sus frutos52; luego los
Dios. No obstante, existe un orden per- que pecan no sólo no tienen fruto algu-
fecto y unos grados en las virtudes; por no ahora, sino que por el contrario, re-
eso se dice que Cristo reina, porque es la cogen la muerte eterna para el futuro.
justicia misma, hasta el punto de llenar Pero los que sirven a Dios, poseen ya
en cada uno la plenitud de las virtudes; ahora el fruto, el don del Espíritu Santo,
pero donde la medida de la perfección se y para el futuro la vida eterna. De otro
halla repleta, entonces se dice que entre- modo. ¿Qué fruto obtuvisteis de aquella
ga «el reino a Dios Padre», pues ya acción, cuyo recuerdo es ahora motivo
«Dios es todo en todas las cosas»46. O rí- de vergüenza? El fruto vuestro lo tenéis
g e n e s , Comentarios sobre la Carta a los en la santificación, pero como fin, la
Romanos, 6, 547. vida eterna. El hecho de que vivís santi-
ficados por el Bautismo, ya es fruto. P e-
P a s a r d e l a m u e r t e a l a v i d a . Si u n a l a c io , Comentario a la Carta a los Ro-
vez recibido el perdón de los pecados manos5i.*19
nos empeñamos en hacer buenas obras,
conseguiremos la santidad, obtendremos
el fin, es decir, la meta, la vida eterna; 45 CCL 2, 985-986. 46 1 Co 15, 24.28. 47 CER 3,
porque desde esta muerte a la que llama 220. 48 Cf. Ez 36, 25-27; Mt 5, 43-48; Ef 5, 17-
18.25-27; 1 Ts 5, 23-24. 49 CSEL 81, 209. 50 Cf. Ex
fin, pasaremos a la vida que no tiene 19, 6; Lv 11, 45; 19, 2; 20, 7.26; 1 P 1, 15-16. 51 PG
fin48. A mbrosiaster, Comentario a la 60,495: SP 22, 80-81. 52 Cf. Hb 12, 11. 53 PL
Carta a los Romanos49. Supp. 1, 1141.
254 ROMANOS 6, 15-23
1¿No sabéis, hermanos -hablo a quienes conocen la Ley-, que la Ley domi-
na al hombre todo el tiempo que vive? 2En efecto, la mujer casada está ligada
por la ley al marido mientras él vive; pero si el marido muere, queda libre de la
ley del marido.3Por lo tanto, mientras vive el marido, será considerada adúlte-
ra si se une a otro hombre; pero si hubiera muerto el marido, es libre de la ley,
y no es adúltera si se une a otro hombre. *Asípues, hermanos míos, también vo-
sotros habéis muerto para la Ley por medio del cuerpo de Cristo, para llegar a
ser de otro -del que fue resucitado de entre los muertos-a fin de dar fruto para
Dios. 5Cuando estábamos en la carne, las pasiones de los pecados, ocasionadas
por la Ley, obraban en nuestros miembros dando frutos para la muerte;bahora,
muertos a la Ley en la que estábamos presos, hemos sido liberados para servir
con un espíritu nuevo y no según la antigua letra.
Preocupado Pablo por la debilidad de para que no pudiesen ser poseídos por la
los judíos, pues le dan mucha importan- segunda muerte. Por esta razón hemos
cia a la ley, y como no quiere dar motivo muerto a la ley por el cuerpo de Cristo.
de crítica a los herejes en pugna con el Así quienquiera que no haya muerto a la
Antiguo Testamento, no dice que la ley ley, es reo, y el que es reo no puede es-
ha llegado a su fin, antes bien, dijo que capar a la segunda muerte... Pues quien-
nosotros estamos muertos para la ley quiera que persevere en la gracia de
mediante la salvación del bautismo. T eo- Cristo, pertenece a Dios, y es digno de
doreto de C iro , Interpretaáón de la la promesa de la resurrección. A mbro-
Carta a los Romanos 15. siaster, Comentario a la Carta a los Ro-
manos17’.
Sois libres a h o r a para lleg a r a ser
DE otro.Enseña que hemos sido salva- Después saca la conclusión, no según la
dos por el cuerpo de Cristo, puesto que proposición, pues se había de decir en
nuestro Salvador permitió al diablo cru- seguida; así que, hermanos míos, no os
cificar su cuerpo, sabedor de que la cru- obliga a vosotros la ley, porque ha muer-
cifixión era un bien para nosotros y mal to. Pero no dijo así, y eso lo dio a enten-
para el diablo. Pues morir a la ley es der en la proposición. J uan C risóstomo,
vivir para Dios, porque la ley reina sobre Homilías sobre la Carta a los Romanos,
los pecadores. Luego, muere a la ley 12, 2 18.
quien es perdonado de sus pecados, es
decir, queda liberado de la ley. En conse- Q u e d eis fr u t o . Al utilizar la analogía,
cuencia, recibimos esta ganancia por el Pablo no quiso decirles que la ley estaba
cuerpo de Cristo, pues el Salvador, en- muerta, sino que lo que no se atrevía a
tregando su cuerpo, venció a la muerte, decir entre los judíos, lo dejó para la re-
y condenó el pecado. El diablo pecó flexión... Da fruto para Dios, el que con
contra él cuando lo mató, aunque era sus obras de justicia primero florece al
inocente y completamente sin pecado. modo de los frutales, después echa fruto,
Pues cuando el diablo, por causa del pe- y finalmente llega a la sazón plena; nin-
cado, exige a un hombre, él mismo fue gún fruto se queda para siempre en la
encontrado reo en el pecado del que acu- flor. P elagio, Comentario a la Carta a
saba. Así sucedió que, quitado el pecado, los Romanos19.
todos los que creen en Cristo son libera-
dos de la ley, porque el pecado, que es el H abéis m uerto a la L ey p o r el C u e r -
diablo, vencido por el cuerpo de Cristo, po de C r ist o . Pablo no dice «para» con
no tiene dominio sobre los que pertene- una razón, sino que sigue una costumbre
cen a quien le venció. Porque Cristo, suya. Quiere decir que los que estamos
siendo inocente y muriendo como reo, en esta vida ofreceremos continuamente
venció al pecado desde el pecado; dicho a Dios los frutos de la justificación20, li-
de otra manera, condenó al diablo con el bres de la vida conforme a la ley.
mismo pecado que asumió en él: y borró
el cargo que había sido decretado con el
pecado de Adán16, cuando resucitó de 15 PG 82, 113. 16 Cf. Gn 3, 1-24. 17 CSEL 81, 215-
entre los muertos, habiendo dado de este 217. 18 PG 60, 497: SP 22, 82. 19 PL Supp. 1, 1142.
modo una forma a los creyentes en él, 20 Cf. Hb 12, 11.
ROMANOS 7, 1-6 259
ley o se dispensó la carne, sino nos del corazón, para que sea eterna, míen-
vimos libres. Y ¿cómo nos vimos libres? tras que la letra de la vieja ley se consu-
Muerto y sepultado el hombre viejo, que me con el tiempo38. Hay también otra
estaba detenido por el pecado36. J uan interpretación de la ley del espíritu:
C risóstomo, Homilías sobre la Carta a puesto que la primera ley refrenó las
los Romanos, 12, 337. malas obras, esta es llamada ley del espí-
ritu porque manda no pecar en el cora-
A n t ig u a L ey desgastada p o r los zón, de modo que hace espiritual al
a ñ o s . También es llamada ley de muerte, hombre en su totalidad. A mbrosiaster,
porque castiga a los culpables; mortifica Comentario a la Carta a los Romanos39.
a los pecadores: luego, no es mala, sino
justa. Y aunque sea malo para los que lo N o BAJO LA ANTIGUA L e Y ESCRITA.
sufren, lo que la ley castiga, sin embargo Porque la ley es letra para los que no la
no es mala, porque provoca la ira justa- cumplen por el espíritu de amor, que los
mente. En consecuencia, no es mala para incorpora al Nuevo Testamento. A gus-
los pecadores, sino justa; en cambio para tín , Sobre diversas cuestiones a Simpli-
los buenos es un bien espiritual. ¿Quién ciano, 1, 1, 1740.
duda que es un bien espiritual prohibir
pecar? Pero como la ley no pudo conse- L ey natural y L ey escrita . Aquí Pablo,
guir esto, fue dada la ley de la fe para en un sentido general, se refiere tanto a la
salvar al hombre, perdonándole los peca- ley natural como a la ley escrita... Ahora
dos, para que liberase a los creyentes del hace mención de la ley escrita y natural,
dominio de la ley, de modo que, quienes porque la ley escrita contiene a la ley na-
estaban condenados por la ley a la muer- tural. Ps.-C onstancio, Comentario sobre
te, pudiesen volver a la vida. Porque es la Carta a los Romanos, 51B.5341.
ley de muerte para aquellos contra los
que obra su ira por causa del pecado. M uertos a l o q u e n o s ten ía c a u ti -
«De modo que sirvamos con un espí- v o s.Muriendo al pecado, del que era-
ritu nuevo y no con la letra vieja». Con mos presa por la ley. «De modo que sir-
estas palabras parece que toca el tema de vamos con un espíritu nuevo y no con la
la ley, a la que ciertamente juzga inferior letra vieja» a los preceptos de la gracia
en comparación con la ley de la fe; sin espiritual, no a la letra de la ley. P elagio,
embargo no la condena... Por eso dice Comentario a la Carta a los Romanos*2.
que nosotros hemos sido arrebatados a
la ley de la muerte, para servir a la de la Pero ahora todo ha cambiado, dice
fe que nos ofrece una ayuda salvadora Pablo, porque hemos muerto a esta vida,
que la vieja ley no pudo dar, de modo en la cual nos veíamos instados como
que nos quedemos sin la riqueza de la por una especie de necesidad a vivir en
gracia, sirviendo a la ley antigua. Cierta- la ley. Por eso nuestra vida no tiene de*4
mente la palabra ley no se refiere a un
antiguo crimen, sino a un tiempo o a una
edad; pues se hizo vieja porque cesó...
36 Cf. Rm 6, 6; Col 3, 9-10. 37 PG 60, 498: SP 22,
La antigua ley fue esculpida en tablas de 84. 38 Cf. 2 C 0 3, 3. 3 ,CSEL 81,219-221. 40 CCL
piedra; la ley del espíritu, sin embargo, 44, 23: BAC 79, 74. 41 ENPK 2, 44-45. 42 PL
se escribe espiritualmente en las tablas Supp. 1, 1142.
262 ROMANOS 7, 1-6
Pablo siguió manteniendo discreción y 43 NTA 15, 125-126. 44 PG 82, 116. 45 Cf. 2 Co 3,
no dijo: «Ha sido abolida la ley», sino: 6. 46 NTA 15, 369.
P r e se n t a c ió n : La ley nos reveló que, taba bien hecho. Pero cuando la ley
los deseos que previamente presuponía- llegó se hicieron conscientes de lo inco-
mos inocentes, eran de hecho culpables. rrectas que habían sido sus acciones. En
La codicia es un ejemplo. Antes de que sí misma, la ley es santa y nos enseña lo
la ley llegara, la gente vivía en un paraí- que Dios espera de nosotros. Pero debí-
so de necios, imaginándose que todo es do a nuestra condición de pecadores, el
ROMANOS 7, 7-13 263
efecto logrado es el opuesto al pretendí- que hay que hacer y lo que hay que evi-
do. El diablo se vale de esto y nos incita tar. Esa es por la que el hombre conoce
a pecar quebrantando lo mandado. Los su propio pecado. Con toda claridad
Padres eran muy conscientes de la ten- aquí se refiere a la ley natural, descono-
dencia psicológica a encontrar en los cida por nosotros hasta que conocimos,
mandamientos de la ley un motivo para por el progreso de la edad, a discernir
desobedecer y no dudaban en sacar a entre el bien y el mal y a escuchar a
relucir este aspecto del asunto en cuan- nuestra propia conciencia2...
to podían. La ley por sí misma no No dijo [Pablo]: «No tenía»; sino
puede causar la muerte, porque es espí- que dijo: «No sabía», lo mismo que exis-
ritual por naturaleza, más bien es núes- tía, aunque lo ignorara, la concupiscen-
tro pecado el causante, porque somos cia. Pero cuando vino la razón y la ley
carnales por naturaleza. La ley agrava natural tuvo su sitio con la evolución de
nuestro pecado porque lo hace más la edad, comenzó a enseñarnos lo que
evidente. era el bien y a prohibirnos el mal. Así,
cuando dijo: «No codiciarás», aprendí-
7, 7 Yo no conocí el pecado más que mos de ella, lo que antes desconocíamos,
a través de la Ley es decir, que la concupiscencia era mala.
O rígenes, Comentarios sobre la Carta a
S obre si la L ey e n sí es p e c a d o . ¿Que los Romanos, 6, 83.
la ley es pecado? De ninguna manera.
Avergüénzate, Marción, frente al Após- L a L ey delimita lo q u e n o se debe
tol que rechaza la acusación de la ley... hacer. Con estas expresiones reafirma
El supremo anuncio de la bondad de la [Pablo] que, incluso sin la ley, había po-
ley es este: que gracias a ella no fue per- sibilidad de conocer lo que era conve-
mitido al pecado permanecer oculto. niente. Sin embargo, debemos razonar
P o r ta n to , n o fue la ley la q u e sedujo, que, aunque era posible, no era posible,
sino el p ecad o p o r m ed io d e la o casió n empero, todo. Así es en cierto modo
d ad a p o r el p recep to . T ertuliano, Con- ahora: todavía se practican entre los gen-
tra Marción, 5, 13, 13-141. tiles algunas cosas como buenas y con-
formes a la ley, mientras otros las recha-
I gnorar el pec a d o . Entiende -dice zan como ilegales o malas. Por esta
[Pablo]- a qué ley me refiero, a la que si razón, cierto, era necesaria la donación
no existiera, nadie conocería el pecado. de la ley, puesto que determina lo que
¿Acaso es la ley de Moisés, por la que tenemos que practicar y lo que no, y ar-
Adán conoció su propio pecado y se es- ticula e ilumina para nosotros la conduc-
condió a la presencia del Señor? ¿Acaso ta del justo. D iodoro , Fragmentos sobre
es la ley de Moisés, por la que Caín co- la Carta a los Romanos4.
noció su propio pecado... o por la que el
Faraón conoció su propio pecado?... Se A prender q u é es la c o d ic ia . Pablo
trata de aquella ley de la que hemos ha- muestra que la ley no es pecado, sino
blado con frecuencia y que se encuentra
en los corazones de los hombres «escrita
no con tinta, sino con el Espíritu del 1 CCL 2, 704. 2 Cf. Ga 3,19-25. J CER 3,256-
Dios vivo», y que enseña a cada uno lo 258. 4 NTA 15, 87.
264 ROMANOS 7, 7-13
tenderlo. Primera, que en la palabra pe- hubiera acrecentado. Pues por la prohi-
cado está contenido el diablo; y, según- bidón aumenta la concupiscencia cuando
da, el mismo pecado, que es llamado pe- falta la gracia liberante.. Por lo tanto,
cado. Pues se dice que el diablo murió, aún no se halla en todo su vigor antes de
porque antes de la ley no buscaba enga- que se prohíba; mas cuando ha sido
ñar al hombre, estaba como dormido; prohibida, faltando, según hemos dicho,
porque tenía la seguridad de que era la gracia, crece la concupiscencia, que se
suyo. Sin embargo, afirma que el pecado encuentra, por decirlo así, completa en
murió, porque pensaba que no era impu- su propio género, es decir, terminada, de
tando ante Dios, y por lo tanto estaba tal modo que se vuelve en contra de la
muerto ante el hombre, como si pudiese ley y acumula el crimen por la transgre-
pecar impunemente. Es claro que, dada sión. Cuando dice: «sin la ley el pecado
la ley, revivió el pecado. ¿Por qué re- está muerto», no dijo «está muerto» por-
vivió, sino porque antes estaba vivo, y que no exista, sino porque se halla ocul-
porque después por la desidia de los to; lo cual lo declara en lo que sigue, al
hombres se pensó que estaba muerto, decir: «Pero el pecado, para que aparezca
mientras seguía vivo? Pues se creía que ser pecado, por lo bueno obró para mí
no era imputado el pecado, cuando en muerte». Buena es, pues, la ley; pero sin
realidad sí lo era. Luego era tenido por la gracia, declara solamente los pecados,
muerto el que estaba vivo. A mbrosiaster, mas no los quita. A gustín, Exposición
Comentario a la Carta a los Romanos1*. sobre la Carta a los Romanos, 3720.
santa. Sin la ley el pecado estaba muerto. brevino el mandato, es decir, la capaci-
Si cuando no había ley, el pecado estaba dad de discernimiento del bien, al no
muerto, desvarían quienes dicen que el vencer los malos pensamientos, sino
pecado se transmite hasta nosotros por consentir que la razón estuviera sometí-
generación. Por eso dice: «El pecado es- da a la esclavitud de las pasiones, revivió
taba muerto», porque no vive en los ciertamente el pecado, pero la mente
niños, que están sin ley, por lo tanto se murió convirtiéndose en muerta por las
comete sin daño [personal] culpable. Si transgresiones. B asilio de C esárea, H o-
por tanto un niño maldice a sus padres, milías sobre los Salmos, 10, 527.
aunque parezca pecado, no es pecado
vivo, sino muerto. P s.-C onstancio, C o- Si el pecado revivió, está claro que algu-
mentario sobre la Carta a los Romanos, na vez vivió y que, habiendo muerto, re-
55-5623. vivió. ¿Cuándo, pues, vivió? Cuando el
diablo engañó y arruinó a Adán, que
Pablo afirma que sin ley no sería posible había recibido el mandamiento y sabía
definir el pecado. ¿Por qué? Porque no que la transgresión era fatal28. Y lo
es el hecho en sí lo que constituye el pe- mismo cuando engañó a Caín, pues tam-
cado, sino cuando una persona hace algo bién éste pecó a sabiendas, por haber
a sabiendas de que se equivoca. T e o d o r o sido avisado de no matar a su herma-
de M opsuestia, Fragmentos sobre la no29... Al no haber, pues, ulteriormente
Carta a los Romanos2*. ni mandamiento ni ley, el pecado se iba
haciendo más profundo a fuerza de ig-
P ecar ig n o r a n d o , pec a r sa bien d o . Yo norancia de los que pecaban, pues la
pienso que lo que él quería manifestar es mayor parte ignoraba que pecaba, de
algo de esto: a saber, que estamos de suerte que tampoco su conciencia los
acuerdo en que, pecar por ignorancia, no condenaba. D iodoro , Fragmentos sobre
exime de sufrir la sanción; pero el casti- la Carta a los Romanos 50.
go será muchísimo más grave para los
que lo hacen a sabiendas. C irilo de A le- L a L ey a g u d iza el c o n o c im ie n t o .
jandr Ia, Fragmentos a la Carta de san Esto parece que es acusar a la ley; pero
Pablo a los Romanos25. si uno lo examina con cuidado, resulta
alabanza. N o es que hiciera el pecado
Puesto que no se puede condenar al que que no existía, sino que manifestó el que
peca en la ignorancia, se dio la ley, que estaba oculto. Y esto es una alabanza de
muestra el pecado y dio fuerza al peca- la ley, puesto que antes pecaban sin nin-
do. Así como sin la ley el pecado está gún conocimiento; mas cuando vino ella,
muerto, así también el pecado está muer- si no ganaron otra cosa, al menos gana-
to guardando la ley. Severiano, Frag- ron ésta, que aprendieron muy bien que
mentos sobre la Carta a los Romanos26. ellos habían pecado; lo que no fue poco,
para librarse del pecado. Y, si no se han
7, 9 Llegó el precepto y revivió el
pecado
23 ENPK 2, 46. 24 NTA 15, 127. 25 PG 74, 804.
F ue avivado el pec a d o y lleg ó la 26 NTA 15, 219. 27 PG 29, 221. 28 Cf. Gn 2, 16.17;
m uerte . En efecto, tan pronto como so 3, 1-24. 29 Cf. Gn 4, 1-16. 30 NTA 15, 88.
268 ROMANOS 7, 7-13
Sobre 83 diversas cuestiones, 66, 533. 7,10 El precepto dado para la vida
se convirtió para mí en instrumento
Cuando era n i ñ o -dice Pablo- no estaba de muerte
sujeto a la l e y «Un tiempo sin ley». Si
revivió, significa que alguna v e z v i v i ó , a L a L ey, dada para la vida , lleg ó a
sa b e r , antes de que Satanás pecara34. «Y d a r la muerte . El hombre murió por-
r e s u l t ó que el precepto, dado para v id a , que se vio reo delante de Dios, él que
m e fue para muerte». Cuando crecí, co- antes creía que sería responsable de sus
meneé a estar bajo la ley, y el pecado que pecados. Y me di cuenta de que el man-
había estado muerto, por causa de la ig- dato, que había sido dado para vida, fue
norancia, mientras yo había sido niño, para muerte. Sin duda es verdad que la
me fue para muerte, al ejercer la ley su ley fue dada para vida, pero cuando hizo
dominio en mí. Así pues, el mandamien- al hombre pecador reo no sólo de su
to -dice—que se me había dado para vida pasada, sino también de la futura, la
vida, resultó ser en mí para muerte por ley que fue dada para vida, lo fue para
la costumbre de la infancia y el hábito de muerte; pero como ya he dicho, para el
pecar. P s.- C onstancio , Comentario sobre pecador, porque a los que obedecen los
la Carta a los Romanos, 58-5935. lleva a la vida. A mbrosiaster, Comentario
a la Carta a los Romanos39.
H u b o u n tiem po q u e vivía s in L ey. Yo
[Pablo] pensaba que vivía como si fuera Mas si la muerte vino de ahí, la culpa es
justo y libre, o bien, que estaba vivo del que recibió el mandamiento, no del
para la vida presente. «Hasta que llegó el mandamiento que conducía a la vida.*61
precepto». Pero, al llegar el precepto, se
puso fin a su olvido y se tuvo conciencia
del pecado, de modo que todo el que lo
31 PG 60, 501: SP 22, 88. 32 CCL 44, 10: BAC 79,
comete, sepa que está muerto. «Revivió 61 53 CCL 44/A, 156. 34 Cf. Sb 2, 24. 35 ENPK 2,
el pecado». Y puesto que había vivido 47. 36 PL Supp. 1, 1143. 37 PG 74, 804. 38 PG 82,
por el conocimiento natural, y había es 117. 39 CSEL 81, 227.
ROMANOS 7, 7-13 269
Homilías sobre la
J u a n C risó st o m o , E l peca d o y la o c a s ió n . Por pecado se
Carta a los Romanos, 12, 640. entiende en este versículo el diablo, que
es el autor del pecado. El encontró en la
S e c o n v ir t ió e n m uerte para m í . Pablo ley la ocasión de saciar su crueldad con
llama muerte al castigo que el pecado la muerte del hombre, de manera que,
con su decepción adquirió para nosotros, como la ley amenazó a los pecadores, el
ofreciéndonos bienes temporales y terre- hombre, que por instinto siempre hace
nos, que se consideran buenos, y persua- lo que se le prohíbe, incurrió en la pena-
diéndonos a transgredir la ley, que en lidad de la ley, por ofender a Dios, de
cambio promete la vida eterna a los que manera que fuese condenado por aquella
la guardan. P s.-C onstancio, Comentario que le había sido dada para su bien. Por-
sobre la Carta a los Romanos, 6041. que como la ley le fue dada al diablo
contra su voluntad, ardió en envidia con-
«Y yo quedé muerto». Porque sabiéndo- tra el hombre para mancharlo con place-
lo ya, prevariqué. «Y resultó que el pre- res más perversos, de modo que no se le
cepto, dado para la vida, me fue para fuese de las manos. A mbrosiaster, C o-
muerte». Lo que guardado aprovechaba mentario a la Carta a los Romanos4,7.
para la vida, despreciado condujo a la
muerte. P elagio, Comentario a la Carta ¿No veis có m o acom ete en to d as par-
a los Romanos42. tes al p ecado, lib ra n d o a la ley d e to d a
culpa? J uan C risóstomo, Homilías sobre
S e n t e n c ia d e muerte para A d á n y la Carta a los Romanos, 12, 648.
E va . En cuanto Dios hubo establecido el
mandamiento referente al árbol, se acer- El pe c a d o me e n g a ñ ó . Cuando dice:
có el diablo en forma de serpiente a la «El pecado, tomando impulso del man-
mujer y empleó aquellas engañosas pala- dato, me sedujo y por medio de él me
bras43. Seducida ella al ver la belleza del dio la muerte», se escribió porque el
fruto, se dejó vencer por el placer, trans- fruto del deseo prohibido es más dulce.
gredió el mandato y al instante se ganó, De ahí que cualquier clase de pecados
con Adán, la sentencia de muerte. Y es que ocultamente se cometen, son más
que aquél también participó del fruto44. agradables, aunque sea esta dulzura más
T eodoreto de C iro , Interpretación de la mortífera... Cuando se apetece, sin duda
Carta a los Romanos45. engaña y se convierte en mayores amar-
guras. A gustín, Exposición sobre la
7, 11 El pecado... me sedujo por Carta a los Romanos, 3949.
medio del precepto
[Pablo] da a entender o la mayor persua-
S atan As El
c o m o fu en te del p e c a d o . sión del placer para pecar, cuando se
nombre de pecado no indica una subs-
tancia particular, sino la manera y vida
de quien ha pecado... No llama pecado a
40 P G 60, 502: SP 22, 88-89. 41 E N P K 2, 47. 42 PL
ninguna cosa, excepto a lo que es fuente
Supp. 1, 1143. 43 Cf. Gn 3, 1-5. 44 Cf. Gn 3, 6-19.
de pecados y al diablo, que es el padre 45 P G 82, 117. 46 N T A 15, 3. 47 CSEL 81, 229.
de los pecados. D ídimo el C iego , Frag- 48 PG 60, 502: SP 22, 89. 49 CSEL 84, 17: BAC
mentos a la Carta a los Romanos45*. 187, 27-28.
270 ROMANOS 7, 7-1 3
prohíbe algo, o porque cuando el hom- ley de Moisés; otros, que de la natural o
bre hace algo de acuerdo con los manda- del mandamiento dado en el paraíso55.
tos de la ley, aunque todavía no exista la Pero en todas partes, el fin de san Pablo
fe que se encuentra en la gracia, lo atri- es abrogar esta ley, mientras que de las
buye a él mismo no a Dios, y entonces, otras no se cuida, y con razón. Porque,
al enorgullecerse, peca más. A gustín, temiendo y horrorizándose los judíos de
Sobre 83 diversas cuestiones, 66, 550. esta ley, disputaban contra la gracia. El
mandamiento dado en el paraíso, en nin-
7, 12 El precepto es santo, justo y guna parte se ve que lo llamase ley, ni él
bueno ni ningún otro jamás. Pero para que esto
aparezca más claro, recordemos algunas
D isciplin a preparatoria . Porque el ideas dichas más arriba. Habiendo habla-
«mandamiento santo es» en el sentido de do cuidadosamente sobre el plan de vida,
una función de ayo con temor e instruc- añadió: «¿Acaso ignoráis, hermanos, que
ción primaria51, que camina hacia la le- la ley manda en el hombre todo el tiem-
gislación suma de Jesús y hacia la gracia. po que éste vive? Así que vosotros ha-
C lemente de A lejandría, ¿Qué rico se béis muerto también a la ley»56. Si esto
salvaráf, 9, 252. se refiere a la ley natural, resultará que
carecemos de ella y que somos más irra-
C oncurren la bo n d a d y la ju stic ia . dónales que los brutos. Pero no es así
En efecto, si se halla que la ley es buena, ciertamente. J uan C risóstomo, Homilías
sin duda hay que creer también que el sobre la Carta a los Romanos, 12, 657.
Dios que la confirió es bueno; pero, si es
más justa que buena, también hay que Porque fue preciso que se hiciese patente
pensar que el Dios legislador es justo. El al hombre lo monstruoso de su enferme-
apóstol Pablo dijo sin rodeos: «Así pues, dad, ya que no le aprovechó contra su
la ley es buena, y el mandato es santo, malicia el precepto bueno y santo, con el
justo y bueno». Por ello está claro que cual fue más bien aumentada que dismi-
Pablo no aprendió las letras de esos nuida su iniquidad. A gustín , Del espíritu
[gnósticos], que diferencian al bueno del y de la letra, 6, 958.
justo, sino que fue instruido por Dios y
fue iluminado por su Espíritu, que a la Contra los impugnadores de la ley y con-
vez es «santo, bueno y justo»; a través tra los que separan la justicia de la bon-
de Pablo, al hablar el Espíritu, decía: dad, la ley se dice que es buena y santa
«El mandato de la ley es santo, justo y y que la gracia es justa... Pero también
bueno». O r íg e n e s , L os primeros princi- Dios es llamado a veces bueno en el Anti-
pios, 2, 5, 453. guo Testamento59, y justo en el Nuevo.
«Padre justo»60, dice el Señor. Esto con
Pablo recomienda la ley, para que no
quede ninguna sospecha contra ella. A m -
brosiaster , Comentario a la Carta a los
50 CCL 44/A, 156. 51 Cf. Ga 3,24. 52 GCS 17/2,
RomanosΜ .
165. 55 SC 252, 302. 54 CSEL 81, 229. 55 Cf. Gn
2,16-17. 54 Rm 7, 1.4. 57 PG 60, 502: SP 22, 89.
L a L eym osaica , n o la n atural . Al- 58 CSEL 60, 161: BAC 50, 616. 59 Cf. Sal 73,1.
gunos dicen que él no habla aquí de la 40 Jn 17,25.
ROMANOS 7, 7 -13 271
que tenía grabada en él la imagen de ba oculto, puesto que ahora dice: «Que
Dios66, eligió la muerte frente a la vida no aquel bien, es decir, la ley, se hizo
verdadera67, y no sólo la muerte normal muerte para él, sino que el pecado obró
de los miembros corporales, sino tam- la muerte por lo bueno de la ley, es decir,
bién la de su propia alma por culpa de la para que apareciese el pecado, el cual se
desobediencia. D ídimo el C iego , Frag- hallaba oculto sin la ley». Cada uno co-
mentos a la Carta a los Romanos68. noce que está muerto cuando confiesa
que aquello que con toda rectitud ha si-
S obre si el pec a d o trae c o n sig o la do mandado, no es capaz de cumplirlo,
muerte . Pues aunque antes de la ley, el y, por lo tanto, peca con delito más
diablo hubiese buscado la muerte del enorme de prevaricación que si no le hu-
hombre, exceptuado el primer pecado de biera sido prohibido. Esto es lo que dice
Adán, sin embargo después de la ley in- en lo que sigue: «Para que sea sobrema-
ventó mayores penas para él en los in- ñera pecador; el pecado, por el manda-
fiemos, donde está la segunda muerte. miento», puesto que antes del pecado era
Pues menor crimen es haber pecado pequeño; porque donde no hay ley, tam-
antes de la manifestación de la ley, que poco hay transgresión. A gustín, Exposi-
después de conocerla... ción sobre la Carta a los Romanos, 4072.
Con estas palabras afirma que los pe-
cados tienen una cierta medida, que revelado p o r la L ey. La ley
P ec a d o
cuando la llenan, de ninguna manera en sí misma no es la causa de la muerte
serán juzgados dignos de la vida... Pero para mí, sino que al pecar yo mismo en-
hay otra medida, de la que habla el cuentro la muerte. «Sino que el pecado
Apóstol; para demostrar que se ha peca- para aparecer como tal, se sirvió de una
do más bajo la ley que antes de que la cosa buena, para procurarme la muerte».
ley existiera. Y afirma que ha crecido El pecado se revela mediante la ley
ampliamente la medida de los pecados buena y es castigado por la ley misma.
después de la ley a causa de la astucia «A fin de que el pecado ejerciera todo su
llena de envidia de Satanás. A mbrosiaster, poder de pecado por medio del precep-
Comentario a la Carta a los Romanos69. to». Antes de la ley el pecado estaba li-
mitado por la ignorancia, pero cuando se
P ec a d o desenm ascarado c o m o tal . comete conscientemente, entonces ya re-
Ponderando el pecado, muestra cada vez basa ese límite. P elagio, Comentario a la
más la virtud de la ley. N o dice poco al Carta a los Romanos73.
mostrar la gravedad del pecado y cuánta
ruina hay en él. Todo ello fue fruto de la sin m ed id a . L os que no
P ec a m in o so
ley. Con esto también muestra la exce- han conocido el precepto del Señor, ten-
lencia de la gracia sobre la ley, y no la drán que someterse sin duda a una con-
oposición70. J uan C risóstomo, Homilías dena de penas porque violaron la ley,
sobre la Carta a los Romanos, 12, 671.
aunque no lo supieran. Con todo, pienso además de enorme impiedad. Así, se po-
que les queda un argumento no impro- dría decir que es pecador en grado sumo;
bable de defensa; pues es verosímil que, si es pecador y falta por ignorancia, en
si se les reprocha, inculpen de esta igno- modo alguno se puede decir que es un
rancia a los que estaban bajo la ley, por gran pecador. C irilo d e A l e ja n d r ía ,
no saber dar a conocer la voluntad del Fragmentos a la Carta de san Pablo a
Señor. Por tanto, si uno se mostrara de- los Romanos74.
cidido a vivir en la impiedad, no habría
que atribuirlo a ignorancia, sino que ha-
bría que acusarle de falta de razón, y 74 P G 74, 806.808.
14Sabemos que la Ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido como escla-
vo al pecado. 15Porque no logro entender lo que hago; pues lo que quiero no lo
hago; y en cambio lo que detesto lo hago. 16Y si hago precisamente lo que no
quiero, reconozco que la Ley es buena. 17Pues ahora no soy yo quien hace esto,
sino el pecado que habita en m í.18Porque sé que en mí, es decir, en mi carne, no
habita el bien; pues querer el bien está a mi alcance, pero ponerlo por obra no.
19Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. 20Y si yo hago
lo que no quiero, no soy yo quien lo realiza, sino el pecado que habita en mí.
21Asípues, al querer yo hacer el bien encuentro esta ley: que el mal está en mí;
22pues me complazco en la ley de Dios según el hombre interior, 2ipero veo otra
ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi espíritu y me esclaviza bajo
la ley del pecado que está en mis miembros.
24/Infeliz de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte...i 25Gracias
sean dadas a Dios por Jesucristo Señor nuestro... Así pues, yo mismo sirvo con el
espíritu a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado.
En Romanos 7, 15 y en
P r e s e n t a c ió n : tando el describir las propias luchas
los siguientes versículos Pablo describe como cristiano. Según pensaban, hacerse
la situación difícil de las personas que cristiano libraría a una persona del tipo
saben que son pecadoras, pero que no de conflicto que el Apóstol está esbo-
pueden escapar de los pecados que co- zando aquí. Rm 7, 22 representaría una
meten. La mayoría de los Padres creían dificultad para quienes entienden que
que aquí Pablo está adoptando la perso- Pablo estaba describiendo al pecador
nalidad de un pecador empedernido, evi empedernido. Algunos Padres lo resol
274 ROMANOS 7, 1 4 -25
P orque h a g o l o q u e n o q u ie r o . Si
18 PG 74, 808-809. 19PG 82, 124. 20 Cf. 2 Tm 1, 7.
quisiera observar los preceptos que or- 21 CSEL 84, 19: BAC 187, 29-30. 22 ENPK 2, 50.
denó la ley y que son contrarios a los 23 PL Supp. 1, 1144. 24 PG 82, 124. 25 1 Co 15,10.
278 ROMANOS 7, 14-25
mismo que este atribuye sus trabajos no sión del bien? Desde que el cuerpo del
a sí mismo, sino a la gracia de Dios que primer hombre fue corrompido por el
actúa en él, tampoco el carnal contabiliza pecado y adquirió la capacidad de ser
lo que no es bueno a sí mismo, sino al destruido, esta misma corrupción del
pecado, que habita y actúa en él... O rI- pecado permanece en el cuerpo como
genes, Comentarios sobre la Carta a los castigo por la ofensa, permaneciendo la
Romanos, 6, 926. fuerza del juicio divino dado a Adán, lo
que es una señal del diablo; por cuya
El p e c a d o habita e n m í . Cuando di- instigación pecó. Debido, pues, a este
ce: «Pues ahora no soy yo quien hace pecado afirma que el pecado permanece
esto», enseña que no es propio del en la carne, a la que el diablo accede
hombre racional vivir conforme a las como a su propio reino, y permanece
costumbres de los animales irracionales. como pecado en el pecado. Porque la
Al añadir: «sino el pecado que habita carne ya es pecado, de modo que haga
en mí», Pablo enseñó que se entregó caer al hombre con malas tentaciones,
totalmente a las pasiones de la carne, para que el hombre no haga lo que le
que son contrarias a Dios. P s.-C ons- ordena la ley. «Querer el bien está a mi
tancio , Comentario sobre la Carta a alcance». Afirma que lo que manda la
los Romanos, 6627. ley es tan bueno, que naturalmente le
agrada y quiere hacerlo. «Pero ponerlo
El pec a d o llega a ser h á b it o . Antes por obra no». Luego, le agradan los
del hábito de pecar, yo mismo [Pablo] mandatos de la ley, y tiene voluntad de
obraba en consecuencia voluntariamente. hacerlo, pero le falta el poder y la fuerza
«Sino el pecado que habita en mi». Ha- de llevarlo a cabo, porque tan sometido
bita como un huésped y como una cosa está al poder del pecado que no puede ir
en otra, no como una unidad, sino que donde quiere ni puede tomar decisiones
habita como un accidente, no como algo contrarias, porque otro es el Señor de su
natural. P elagio, Comentario a la Carta poder. Pues el hombre es cargado con el
a los Romanos22. hábito de pecar, y sucumbe más pronta-
mente ante el pecado que ante la ley,
Por medio de todo esto, afirma lo que aunque sabe que enseña el bien. Y si
dijo el Señor en los Evangelios: «El es- quiere hacer el bien, el hábito del mal le
píritu está decidido, pero la carne es oprime con la ayuda del enemigo. A m-
débil»29. G enadio de C onstantinopla, brosiaster, Comentario a la Carta a los
Fragmentos a la Carta a los Romanos30. RomanosM.
El alma g o b ie r n a el c u e r p o . Y si dice
7, 18 Q uerer el bien está a m i alean-
ce, pero ponerlo p o r obra no que en él no reside el bien, esto no es de
ningún modo un reproche a la carne...
N in g ú n b ien h abita e n m L Pablo no De igual forma, cuando dice Pablo que
dice que la carne sea mala, como algu-
nos piensan, sino que lo que habita en la
carne no es bueno, sino pecado. ¿Cómo 26 CER 3, 274-276. 27 ENPK 2, 50. 28 PL Supp. 1,
habita el pecado en la carne siendo así 1144. 29 Mt 26, 41. 50 NTA 15, 373. 31 CSEL 81,
que no es una substancia, sino la perver 237-239.
ROMANOS 7, 14-25 279
«Sé que el bien no habita en mí, es persona que tiene la co stu m b re d e pecar
decir, en mi carne». Dice esto porque y está su b y u g ad o p o r los vicios d e la
no es bueno el vicio de la carne, aunque carne. P s.-C onstancio , Comentario so-
resida en una substancia buena; supri- bre la Carta a los Romanos, 6740.
mido el vicio, ella subsiste, pero ya no
viciada ni viciosa. A g u s t ín , La conti- 7, 20 Si yo hago lo que no quiero
nencia 8, 1 9 34.
Po r s u p r o p i a c u l p a . ¿Porque hace lo
Pablo no dijo: «Mi carne no es buena». que no quiere, está dominado por un
«Pues el querer el bien está a mi alean- poder ajeno a él? De ninguna manera.
ce». Hay voluntad, pero no hay acción, Porque esto tuvo su origen en su pecado
porque el hábito carnal se opone a la vo- y en su abandono. Se encuentra domina-
luntad. P e l a g io , Comentario a la Carta do por el derecho del pecado, al haberse
a los Romanos35. querido liberar, dando su asentimiento al
pecado. Así, primero le insinúa, para, ya
N o l o p u e d o h a c e r . Aunque [Pablo] vencido, dominarlo. A mbrosiaster, C o-
haya recibido correctamente la ciencia mentario a la Carta a los Romanos41.
de lo que desea, sin embargo no se en-
cuentra en él la facultad de hacer lo que
desea; hasta que merezca encontrar el
poder de las virtudes que busca y lo 32 PG 60, 509-510, 33 CSEL 41, 147: BAC 121, 293.
34 CSEL 41, 163: BAC 121, 313. 35 PL Supp. 1,
reciba en favor de la buena voluntad. 1144. 36 PL 51,225. 37 CSEL 32/1, 321. 38 CSEL
P r ó spe r o d e A q u it a n ia , Sobre la gracia 81, 239. 39 PL Supp. 1, 1144. 40 ENPK 2, 50.
y el libre albedrío, 4 , 2 36. 41 CSEL 81, 239-241.
280 ROMANOS 7, 14-25
mada ley de Dios. Sin embargo, la ley miembros, porque el espíritu del hombre
del pecado es la misma que aparece en resistiría a aquella ley de tal manera que
nuestros miembros, y que contradice a la jamás vendría a consentir en ella, hasta el
ley de nuestra mente. A mbrosiaster, C o- punto de rechazarla. A gustín, Las revi-
mentario a la Carta a los Romanos53. siones, 1, 19*57.
son estas «muchas» sino los torpes y ciña es la gracia de Cristo y el cuerpo de
malvados deseos, que, consentidos, nos muerte es nuestro mismo cuerpo. Ande-
sumergen en el abismo de la perdición? mos fuera del cuerpo, para no caminar
Sufrir sus embates y no consentirlos su- fuera de Cristo. Aunque estemos en el
pone una lucha, un conflicto, una guerra. cuerpo, no sigamos las pasiones ni anhe-
Lucha no entre dos naturalezas, sino lemos los derechos de la naturaleza, sino
entre el bien y el mal. Lucha de la natu- deseemos antes los dones de la gracia.
raleza contra el pecado ya muerto, pero A mbrosio, La muerte del hermano
no sepultado; es decir, que no desaparece Sátiro, 2, 4166.
por completo hasta que esté perfecta-
mente curado. A gustín, Réplica a ¡ I n feliz Pablo llama infeliz al
d e m í!
Juliano, 2, 9, 3261. hombre nacido en el pecado. ¿Pues
cómo no va a ser desgraciado el hombre,
Si Pablo teme las asechanzas del cuerpo, cuando ha recibido esta herencia de pe-
¿vamos nosotros a sentirnos seguros? J e - cado, teniendo consigo al pecado como
r ó n i m o , Tratado sobre los Salmos, 11962. enemigo, por el que Satanás tiene acceso
a él? En efecto, Adán abrió el camino
«Pero advierto otra ley en mis miem- por el que el ladrón llega a sus hijos;
bros, que lucha contra la ley de mi ra- sino no fuera porque Dios misericordio-
zón». Los deseos habituales o la seduc- so, movido a misericordia, nos dio su
ción del enemigo. «A la ley de mi ra- gracia por Cristo, para que de nuevo le-
zón». Es decir, a la conciencia natural vantado el género humano, aceptado el
o a la ley divina que está en mi razón. perdón de pecados, pudiese arrepentirse
P e l a g i o , Comentario a la Carta a los de todos sus pecados, una vez dominado
R om an o sa . y condenado el pecado. Así, el hombre,
librado del mal y purificado, puede resis-
P ercibo El
e n mis m ie m b r o s o tr a ley . tir al enemigo, habiendo recibido el
pecado puede practicarse con todos los poder contra él con la ayuda de Dios.
miembros. Porque unos pecados los co- A mbrosiaster, Comentario a la Carta a
metemos a través de los ojos, otros a tra- los Romanos67.
vés de la lengua y otros de distintas ma-
ñeras. T eodoro de M opsuestia, Fragmen- L a L ey y la c o n c ie n c ia h a n fallado .
tos sobre la Carta a los Romanos64. La ley no prevaleció, la conciencia no
fue suficiente: y si reconoció lo que es
Así, esta ley nació, cuando la primera ley bueno, y no solo lo reconoció, sino que
fue transgredida; entonces nació, repito, también elogió lo que es contrario... ¿De
esta ley, cuando se transgredió y se des- dónde entonces vendrá la esperanza de la
preció la ley primera. C esáreo de A rlés, salvación? J uan C risóstomo, Homilías
Sermón, 177, l 65. sobre la Carta a los Romanos, 13, 68 צ.
proceso gradual para poder alcanzarlo E star bien dotados para la lucha .
de hecho, pero la fuerza del hábito y la También Pablo da gracias por esto, por-
atracción del pecado son tan grandes que Cristo en absoluto examinó con
que, cuando nuestro espíritu intenta la rigor estas cosas, ni sólo nos liberó de
virtud y ha decidido servir a la ley de nuestras deudas, sino que incluso nos
Dios, los deseos de la carne le incitan a dispuso para una competición mejor.
servir al pecado y a obedecer sus leyes. Juan C risóstomo, Homilías sobre la
O rígenes, Comentarios sobre la Carta Carta a los Romanos, 13, 4 80.
a los Romanos, 6, 1077.
C on mi carne , sirvo a la ley del pe-
Y o m is m o s ir v o a la L e y d e D io s . Al cado. A este grado ya pertenece lo que
hablar de la ley de Dios, se refiere a la al momento añade: «Luego yo mismo
ley de Moisés, y también a la ley de sirvo con la mente a la ley de Dios, y
Cristo... Pues una mente libre y orien- con la carne a la ley del pecado». Por-
tada hacia los hábitos buenos, con la que, a pesar de existir los deseos carna-
ayuda del Espíritu Santo puede rechazar les, ya no sirve consintiendo al pecado
las malas tentaciones; porque ha recupe- quien, constituido bajo la gracia, sirve
rado el poder de resistir al enemigo. c o n la mente a la ley de Dios y con la
Ahora bien, quien ya no está sometido, carne a la ley del pecado. Llama ley del
mucho menos podrá verse vencido. Por- pecado a la condición mortal derivada de
que la carne no tiene juicio, ni tiene ca- la transgresión de Adán, por la cual nos
pacidad de discernimiento, ya que es na- hicimos mortales. Debido a esta caída, la
turaleza bruta; no puede cerrar la puerta concupiscencia camal solicita carnalmen-
al enemigo, para que no pueda entrar si te, y según ella dice en o tro lugar: «Tam-
viene, ni puede convencer a la mente bién fuim os n o so tro s p o r naturaleza
para que haga lo contrario de lo que la hijos de la ira, como los demás»81. A gus-
mente quiere... tín , Exposición sobre la Carta a los Ro-
Y puesto que el hombre consta de al- manos, 45-4682.
ma y carne, con la parte que es sabia sirve
a Dios, y con la parte que es necia sirve a B a jo la gracia pero en co ntinua
la ley del pecado. Pero si el hombre hubie- lucha. Siguen otros versículos hasta lie-
se permanecido en la condición en la que gar a éste, que dice: «Yo mismo, según
fue creado, no tendría el enemigo poder la m ente, sirvo a la ley de Dios; pero,
para acercarse a la carne y susurrar al alma según la carne, a la ley del pecado». Len-
cosas contra su voluntad. Pero como el guaje de u n hombre que está ya bajo la
hombre entero no fue restaurado por la ley de la gracia y lucha aún contra la
gracia de Cristo a su estado primigenio, la concupiscencia p a ra no dar su consentí-
sentencia dada en Adán78 mantiene su m ien to y pecar, y resiste las codicias del
fuerza, porque sería injusto abolir una pecad o cuan d o siente sus acometidas.
sentencia que fue dada en justicia. Y así, A gustín, Réplica a Juliano, 6, 23, 73 83.
aunque está vigente la sentencia, la provi-
dencia de Dios encontró el remedio, para
que el hombre recuperase la salvación, que 77 CER 3, 284-286. 78 Cf. Gn 3, 17. 79 CSEL 81,
había perdido por su culpa. A mbrosiaster, 247. 80 PG 60, 512, 81Ef2, 3. 82 CSEL 84, 20:
Comentario a la Carta a los Romanos79. BAC 187, 31. 83 PL 44, 868: BAC 457, 930.
286 ROMANOS 7, 14-25
1Así pues, no hay ya ninguna condenación para los que están en Cristo
Jesús. 2Porque la ley del Espíritu de la vida que está en Cristo Jesús te ha libe-
rado de la ley del pecado y de la muerte. 3Pues lo que era imposible para la Ley,
al estar debilitada a causa de la carne, lo hizo Dios enviando a su propio Hijo
en una carne semejante a la carne pecadora; y por causa del pecado, condenó al
pecado en la carne, 4para que la justicia de la Ley se cumpliese en nosotros, que
no caminamos según la carne sino según el Espíritu.
explicación del sentido de estas palabras, so que aquí, como hemos dicho en otros
considero necesario decir esto: lo mismo pasajes, también divide el Apóstol en dos
que llama sabiduría carnal a la ley del pe- partes la ley de Moisés: una la llama car-
cado y de la muerte, porque nos arrastra nal y otra espiritual; aquella, la que se
a toda especie de maldad, así también, a la refiere a la observancia conforme a la
ley del Espíritu de la vida, la llama volun- letra, la llama sentido carnal... Él mismo
tad espiritual, es decir, inclinación de la se encontraba imposibilitado y enfermo,
mente al bien... Por tanto, la ley del Es- si tenía que sentir conforme a la carne, es
píritu de la vida, o sea, la voluntad de la decir, según la letra. ¿Por qué es imposi-
mente que tiende a las buenas obras y a ble guardar el sábado conforme a la letra
la vida, una vez aceptada la gracia por de la ley, como hemos dicho ya en mu-
medio de Cristo, rechaza la antigua enfer- chas ocasiones? Porque manda no salir
medad18, y así -repito- esa ley del Espiri- de la propia casa, no moverse del propio
tu, despreciando la malicia del pecado y lugar, ni llevar cualquier carga22. Los
constituyendo algo superior a la ley de la mismos judíos, que observan la ley con
carne, me ha librado, dice [el Apóstol],
C ir il o d e A l e ja n d r ía , Fragmentos a la
Carta de san Pablo a los Romanos19.
14 ENPK 2, 53. 15 PL Supp. 1,1145. 16 Cf. 1 Co
15,44. 17 NTA 15,133. ייCf. Rm 6, 17.23: 1 Co
Trasladados, efectivamente, gracias al 7, 22; Ga 5,1. 19 PG 74, 816. 20 NTA 15, 375.
don del Espíritu, a una vida libre de 21 CCL 2, 705. 22 Cf. Ex 20, 10; 31,12-17.
290 ROMANOS 8, 1-4
forme a la carne, ven que eso es imposi- de la ley, ya que estábamos sometidos al
ble y comentan que son cosas tontas y pecado. Por esta razón, Dios envió a su
ridiculas; por ello les parece imposible Hijo en la semejanza de la carne pecado-
cumplir la ley. Y ¿qué diré respecto a lo ra. Esta es la semejanza de la carne por-
establecido con los sacrificios que son que, aunque sea la misma que la nuestra,
completamente imposibles de observar? sin embargo no fue engendrada de la
Pues no existe ni templo, ni altar ni lugar misma manera en el vientre, ni nació
alguno donde sacrificar. N o afirmaré que como la nuestra. Pues fue santificada en
en estos casos la ley es imposible o ina- el vientre, y nació sin pecado, ni Él
decuada, sino que está completamente mismo pecó en ella después de nacer.
muerta... Por consiguiente, fue escogido el vientre
Al decir: «semejante a la carne peca- de una virgen para el nacimiento del
dora», muestra que nosotros tenemos la Señor, de manera que la carne del Señor
carne de pecado, pero el Hijo de Dios ha se diferenciase de la nuestra en su santi-
tenido «la semejanza de la carne pecado- dad; porque es semejante en la causa, no
ra», no la carne de pecado. En efecto, en la cualidad de la substancia de peca-
todos los hombres que somos concebí- do. Luego por esta razón, Pablo afirma
dos por unión de un varón con una que es semejante, porque siendo de la
mujer necesitamos decir, como el profeta misma sustancia de la carne, sin embargo
David: «En iniquidad me concibió mi no tuvo el mismo nacimiento; ya que el
madre»23. Pero quien no ha nacido por cuerpo del Señor no estuvo sometido al
la unión de ningún varón, sino sólo del pecado. Pues la carne del Señor fue san-
Espíritu Santo por medio de la Virgen y tificada por el Espíritu Santo para que
con el poder del Altísimo ha venido a un naciese en un cuerpo semejante al de
cuerpo inmaculado, tuvo la naturaleza de Adán antes del pecado, quedando a salvo
nuestro cuerpo, pero en absoluto tuvo la sin embargo el veredicto dado en Adán.
mancha del pecado, que se transmite por Sin embargo, una vez enviado Cristo,
el acto de la concupiscencia del que con- Dios, «condenó el pecado en la carne»,
cibe. O rígenes , Comentarios sobre la es decir, condenó el pecado con la carne
Carta a los Romanos, 6, 1224. propia. Pues Cristo, crucificado por el
pecado, que es Satanás, condenó al peca-
De ahí que también nosotros, por una do en la carne del cuerpo del Salvador.
parte, rechacemos la práctica del judaís- Dios condenó de esta manera al pecado
mo, ya que no está legislado para noso- en la carne, en el mismo lugar donde
tros ni tiene capacidad para adaptarse a había pecado. A mbrosiaster, Comentario
los gentiles; y por otra, aceptamos de a la Carta a los Romanos17.
buena gana las profecías judías, pues
creemos que contienen las predicciones Su CARNE COMO LA NUESTRA, EXCEPTO
acerca de nosotros25. E usebio de C esárea, De nuevo da la impre-
e n el p e c a d o .
Demostración evangélica, 1, 7, 626. sión de que se opone a la ley, mas si uno
la aborda puntualmente y con pasión la*21
D ios e n v ió a su H ij o bajo el aspecto
¿Para quién es
d e la c a r n e pec a d o r a .
imposible? Para nosotros por supuesto, 23 Sal 51, 5. 24 CER 3, 294-296. 25 Cf. Hch 15, 5-
porque no podíamos cumplir el mandato 21. 26GCS23, 36. 27 CSEL 81, 255.
ROMANOS 8, 1-4 291
alaba, está mostrando los mismos sentí- tu», clarísimamente enseña que los mis-
mientos que Cristo, y eligiendo las mis- mos preceptos de la ley no se cumplían,
mas cosas. Pues no dijo: «Lo perverso aunque debieran haberse cumplido, por-
de la ley», sino «Lo imposible», y de que aquellos a quienes había sido dada la
nuevo, «En lo que era débil», no «En lo ley antes de la gracia estaban entregados
que obraba mal « o «En lo que tramaba a los bienes carnales y de ellos anhelaban
insidias». adquirir la felicidad, y sólo temían cuan-
Con esto no piensa en la debilidad, do la adversidad amenazaba con la per-
sino en la carne, diciendo: «En la debili- dida de tales bienes; y por eso, al peli-
dad a causa de la carne». Y una vez más grar los bienes temporales, fácilmente se
aquí carne no es la sustancia ni lo que a apartaban del cumplimiento de la ley.
ésta le corresponde, sino que se refiere a Luego era débil la ley al no cumplir lo
la mente demasiado carnal, por lo que, que mandaba, no por su culpa, sino por
tanto al cuerpo como a la ley libera de la la carne, es decir, por aquellos hombres
acusación... Y si habla de que el Hijo fue que, apeteciendo los bienes carnales, no
enviado en la semejanza de la carne, no amaban la justicia de la ley, sino que an-
consideres por esto que se refiere a una teponían las comodidades temporales a
carne distinta: ya que hablando del peca- ella.
do también estableció la semejanza. Pero Por eso el Libertador, nuestro Señor
Cristo no tuvo carne pecadora, sino se- Jesucristo, tomando la carne mortal, vino
mejante a la nuestra en el pecado, aunque en semejanza de la carne pecadora30.
sin mancha; y según la naturaleza, la Pues la muerte se debe a la carne del pe-
misma que la nuestra. De modo que aquí cado. Pero aquella muerte del Señor fue
también se muestra que no era pecadora de gracia, no de débito, y, sin embargo,
la naturaleza de la carne. No es que Cris- también llama igualmente el Apóstol pe-
to tomando una clase diferente de carne, cado la toma de la carne mortal, aunque
o cambiándola en cuanto a la naturaleza, no pecadora, porque el inmortal comete,
de este modo la dispuso para que reno- por decirlo así, un pecado al morir.
vara la contienda28; sino que permitiendo Mas a causa del pecado, dice, conde-
que permaneciera en la misma naturale- nó al pecado en la carne. Esto lo hizo la
za, hizo que lográramos la corona de la muerte del Señor para que no se temiera
victoria sobre el pecado; y entonces, tras la muerte, y de ello provino que ya no se
la victoria, la resucitó, y la hizo inmortal. apetecieran los bienes temporales ni se
J uan C risóstomo, Homilías sobre la temieran los males transitorios, en los
Carta a los Romanos, 13. 4.5 29. cuales era carnal aquel sentir, en el que
no podían cumplirse los preceptos de la
É l c o n d e n ó a l pe c a d o e n la c a r n e . ley. A gustín , Exposición sobre la Carta a
Cuando dice: «Lo que era imposible a la los Romanos, 4831.
ley, en lo que tenía de flaca a causa de la
carne, lo hizo Dios enviando a su Hijo Precisamente para eso se nos ha dado la
en semejanza de carne pecadora, y por gracia por medio del Mediador, para
el pecado condenó al pecado en la carne,
a fin de que la justicia de la ley se cum-
pliese en nosotros, que no andamos 28 Cf. 1 Co 15, 54-57. 29 PG 60, 513-515, 50 Cf.
según la carne, sino conforme al espiri- Rm 5, 12. 31 CSEL 84, 21: BAC 187, 31-32.
292 ROMANOS 8, 1-4
que, mancillados por la carne del pecado, Así pues, [el Hijo] recibió una carne se-
nos limpiáramos con la semejanza de la mejante a la de los demás hombres, en
carne pecadora. A gustín, La ciudad de cuanto a la naturaleza [humana]. «Y en
Dios, 10, 2232. orden al pecado, condenó al pecado en la
carne». «Desde el pueblo venció al pue-
D ist in g u ir en tr e la c a r n e peca d o ra blo». Como las víctimas, que en la ley se
d e la semejanza a la c a r n e pec a d o r a . ofrecían por el pecado, eran llamadas
¿Qué tiene la carne pecadora? Muerte y con el nombre de pecado, cuando ellas
pecado, ¿Qué tuvo la semejanza de la ni siquiera conocían el pecado, como
carne pecadora? Muerte sin pecado. Si está escrito: «E impondrá las manos
hubiera tenido pecado, la carne sería pe- sobre la cabeza de su pecado»35, así la
cadora; si no tuviera muerte, no sería se- carne de Cristo, que se inmoló por núes-
mejanza de carne pecadora. Como a tal, tros pecados, recibió el nombre de peca-
vino el Salvador: murió, pero dio muerte do; en efecto, algunos dicen, que por
a la muerte; se acabó lo que temíamos; causa del pecado de los judíos, por el
É l la recibió y le causó la m u erte, com o que condenaron al Señor, Cristo destru-
cazad o r p o d e ro so apresó al león y lo yó con su humanidad el pecado del dia-
m ató. A gustín, Sermón 233, 333. blo, con el que había engañado al hom-
bre, como dice a los hebreos: «Para ani-
Él t o m ó nuestra c a r n e . Pablo dice quilar mediante la muerte al Señor de la
que la ley no pudo ser observada a causa muerte»36. O también, con la naturaleza
de la debilidad de la carne. En el lugar de aquella carne, que antes servía al pe-
en el que dice: «Dios, habiendo enviado cado, no pecando nunca, venció al peca-
a su propio Hijo en una carne semejante do, y en la misma carne destruyó el pe-
a la del pecado», enseña que el Hijo ya cado, para demostrar que el pecado está
existía antes de la Encarnación, y que en la voluntad, no en la naturaleza, que,
asumida la carne, que posteriormente es- ni siquiera, podría no pecar. P e l a g io ,
taría sometida al pecado, Él mismo la to- Comentario a la Carta a los Romanos3,7.
maría sin pecado, y por eso se dice que,
habiendo asumido la carne, vino con una S o bre si el c u e r p o d e C r isto era d e
carne semejante a la del pecado, y que c a r n e pec a d o r a . Seguro que nadie va a
condenó al pecado en esa misma carne, decir que el cuerpo de Cristo es carne de
puesto que la carne que Él asumió, la pecado -¡que no suceda!-, y dirá más
guardó santa e incólume de todo conocí- bien que es una semejanza de la carne
miento de pecado. P s.-C onstancio, C o- pecadora; es decir, que es semejante a
mentario sobre la Carta a los Romanos, nuestro cuerpo, aunque no por conocer
74a34. la enfermedad de la corrupción de la
carne, porque, desde el vientre materno,
A n a lo g ía d e los h o l o c a u st o s en tr e - él era el templo santo. Y en todo lo que
GADOS EN EL NOMBRE DE LA CARNE. se refiere a pensamientos y palabras que
«Reducida a la impotencia por la carne».
Estaba reducida a la impotencia en ellos,
no en sí misma. «Habiendo enviado a su 32 CCL 47, 296: BAC 171, 553-554. 33 PL 38,
Hijo». Contra Fotino, que niega la exis- 1114: BAC 447, 411. 54 ENPK 2, 53-54. 35 Lv
tencia del Hijo antes de la encarnación... 4, 29. 36 Hb 2, 14. 37 PL Supp. 1, 1145.
ROMANOS 8, 1-4 293
nadie dudará en afirmar lo de que, pues- esta razón, pues, nuestro Señor y Salva-
to que era carne, tendría en sí misma el dor vino «en semejanza de carne pecado-
impulso propio y natural. Y ya que ha- ra», como enseña el Apóstol, y tomó
bitó en ella el Verbo que santifica la ere- sobre sí todas las cosas excepto el peca-
ación entera, el poder del pecado ha sido do, para satisfacer la justicia y condenar
condenado, para que llegue hasta noso- en la carne el pecado, asumiendo la carne
tros la feliz restauración38. Al participar sin la substancia pecadora. Esto lo prue-
en sus cosas hemos experimentado una ba el combate con el Espíritu en el de-
transformación, tanto en el espíritu sierto; allí, el diablo fue venció no por la
como en el cuerpo. Porque tan pronto majestad divina, sino por el recuerdo del
como Cristo mora en nosotros por el mandato, por los ayunos, por la respues-
Espíritu Santo y la bendición mística, ta conforme a la ley42. C e s á r e o d e A r l e s ,
entonces es condenada con toda seguri- Sermón, 11, 343.
dad -en nosotros también—la ley del pe-
cado. Es verdad, pues, que la incapacidad Recibió la circuncisión decretada por la
de la ley, en lo que era débil por causa de ley en la carne el que apareció en carne
la carne, cesa con la acción de Cristo que limpio de toda inclinación de mancha, y
condena y destruye el pecado de la el que en semejanza de carne pecadora,
carne, para que la justicia de la ley se no en carne pecadora, se convirtió en re-
cumpla plenamente en nosotros. C ir il o medio, para que la carne pecadora pudie-
d e A l e ja n d r ía , Fragmentos a la Carta de ra ser limpiada. Y no rechazó sino que
san Pablo a los Romanos39. i n c l u s o se sometió, n o por necesidad
s i n o c o m o ejemplo, al agua del Bautis-
La m is m a n a t u r a l e z a q u e l a n u e s t r a . m o , c o n la que quiso que las gentes d e
No dijo: «A semejanza de la carne», la n u e v a gracia s e lavaran de la mancha
sino: «A semejanza de la carne pecado- d e l o s pecados44. B e d a , Homilías sobre
ra». Porque Cristo asumió la naturaleza los Evangelios, 1, l l 45.
humana pero el pecado humano no lo
asumió. -Precisamente por esta razón a 8, 4 No caminamos según la carne
lo asumido no lo llamó «semejanza de la sino según el Espíritu
carne», sino «semejanza de la carne peca-
dora»-. Y es que, aun teniendo la misma T r e s c a m in o s p o r l o s q u e D io s c o n -
naturaleza que nosotros, no tuvo nuestra d en ó el pec a d oPablo dice que el pe-
.
misma voluntad. Dice Pablo que como la cado fue condenado, para que se cumpla
ley no pudo cumplir su objetivo a causa en nosotros la justificación de la ley
de la debilidad de los legislados -pues te- dada por Moisés; pues liberados del
nían una naturaleza mortal y sujeta a las poder de la ley, hemos sido hechos sus
pasiones—, el Verbo Unigénito de Dios al amigos, ya que los justificados son ami
encarnarse abolió el pecado por medio
de la carne humana, llevando a cumplí-
miento una justificación completa sin
58 Cf. Hb 4, 15. 39 PG 74, 820. 40 Cf. Hb 4, 15.
haber admitido la infamia del pecado40. 41 PG 82, 128. 42 Cf. Mt 4, 1-11; Me 1, 12-13; Le 4,
T e o d o r e t o d e C ir o , Interpretación de 1-13. 43 CCL 103, 55. 44 Cf. Mt 3, 13-17; Me 1, 9-
la Carta a los Romanos41. 11; Le 3, 21-22; Jn 1, 29-34. 45 CCL 122, 74.
294 ROMANOS 8, 1-4
gos de la ley. ¿Pero cómo se cumple en tuya. Cristo te consiguió el no estar so-
nosotros la justificación, si no se nos metido a la maldición, lo que era la jus-
otorga el perdón de los pecados, de tificación de la ley. N o renuncies por
manera que, una vez borrados los peca- tanto a tal don; por el contrario, perma-
dos, surja el justificado, sirviendo con la nece custodiando este hermoso tesoro.
mente a la ley de Dios? Esto es caminar Pues aquí te enseña que no nos basta el
según el Espíritu y no según el carne, de Bautismo para la salvación si no mostra-
modo que la devoción de la mente, que mos junto con el Bautismo una vida
es el espíritu, no sucumba al deseo del digna del don48. Por eso, una vez más
pecado; porque siembra las lujurias del defiende la ley diciendo estas cosas. Y
alma a través de la carne, ya que el peca- es que con el sometimiento a Cristo es
do mora en él. ¿Pero si el Salvador con- necesario acometer y emprender estas
denó el pecado, de qué modo perma- cosas. De esta forma, su justificación
nece?46. permanece en nosotros, lo que Cristo
El pecado fue condenado por el Sal- satisfizo, y no se corrompe. J u a n C ri-
vador de tres maneras diferentes. En sóstomo, Homilías sobre la Carta a los
primer lugar condenó al pecado no pe- Romanos, 13, 549.
cando El, sino apartándose del pecado.
En segundo lugar, se afirma que el peca- C a m in a r seg ú n el E spír itu . Destruido
do fue condenado en la cruz, porque y desaparecido este sentir en el Hom-
pecó. Por eso le fue arrebatado el poder bre-Dios, se cumple la justicia de la ley
con el que retenía a los hombres en el cuando no se camina según la carne,
infierno por el pecado de Adán, para sino conforme al Espíritu. Porque con
que, en adelante, no se atreviera a dete- toda verdad dijo: «No vine a derogar la
nerse en quienes está el signo de la cruz. ley, sino a cumplirla»50. Luego la pleni-
En tercer lugar, Dios condenó al pecado tud de la ley es la caridad. Y la caridad
cuando canceló los delitos, concediendo es de aquellos que caminan según el Es-
el perdón de los pecados. Porque aun- píritu. Y ésta es don del Espíritu San-
que un pecador debe ser condenado por to 51. Cuando no existía la caridad de
su pecado, sin embargo Dios, perdonán- justicia, sino el temor, no se cumplía la
dolé, condenó el pecado en él. Así si se- ley. A gustín, Exposición sobre la Carta
güimos el ejemplo de nuestro Salvador a los Romanos, 48 52.
y no pecamos, condenamos el pecado.
A mbrosiaster, Comentario a la Carta a Para que, ya que en ellos no pudo cum-
los Romanos47. plirse por la resistencia del hábito carnal,
se cumpla en nosotros que hemos morti-
G uardar el t e s o r o . Una vez que dijo ficado la carne siguiendo el ejemplo de
que la justificación de la ley se realizó Cristo. P elagio, Comentario a la Carta
en nosotros, los que no andamos según a los Romanos53.
la carne, añadió, «Sino según el espiri-
tu»: mostrando que es necesario no sólo
apartarse de los malos sino también as-
44 Cf. Jn 8, 34-36. 47 CSEL 81, 257-259. 48 Cf. Rm
pirar al bien. Ciertamente, entregar el 6, 4-14; H b 6, 1-6. 49 PG 60, 515, 50 Mt 5, 17.
premio, le corresponde a él; mas retener 51 Cf. Ga 5,22; 1 P 1,22. 52 CSEL 84,22: BAC
las cosas que se te entregan, es cosa 187, 32-33. 53 PL Supp. 1, 1145-1146.
ROMANOS 8, 5-8 295
5Los que viven según la carne sienten las cosas de la carne, en cambio los
que viven según el Espíritu sienten las cosas del Espíritu. 6Porque la tendencia
de la carne es la muerte; mientras que la tendencia del Espíritu, la vida y la paz.
7Puesto que la tendencia de la carne es enemiga de Dios, ya que no se somete -y
ni siquiera puede- a la Ley de Dios. 8Los que viven según la carne no pueden
agradar a Dios.
V iv ir s e g ú n e l E Es decir, los
s p ír it u .
judíos, a los que llama Israel según la 1 Cf. 1 Co 3,1-4. 2 FuP 5,151. 3 CER 3, 298.
carne; conocen lo que pertenece a la ley 4 CSEL 81, 259-261.
296 ROMANOS 8, 5 -8
propios límites, el alma se quebranta, y cometidos contra la ley de Dios por per-
entonces todo se destroza y se corrom- sonas mundanas, bien de pensamiento o
pe, no según la propia naturaleza, sino bien de obra: sobre todo porque el es-
por la falta de medida y por el desorden fuerzo de todo su ingenio lo ponen en
de la m is m a . J u a n C risó stom o , Homilías pecar. Pues parecen ser sabios si se es-
sobre la Carta a los Romanos, 13, 65. fuerzan diligentemente en pecar, cuando
no hay cosa más ignorante que el pecar.
D os su st a n c ia s . El hombre está hecho Además, hay todavía otra sabiduría de la
de espíritu y de carne. Cuando un hom- carne que, enorgullecida con mundanos
bre hace obras carnales, todo él es llama- razonamientos, niega la posibilidad de
do carne, pero cuando hace obras espiri- los milagros. Por consiguiente se ríe del
tuales, es llamado espíritu. Cuando una parto de una virgen y de la resurrección
cualquiera de estas dos sustancias, una de de la carne. «La sabiduría del Espíritu,
ellas somete a su autoridad a la otra, la en cambio, es sabiduría y paz». Esta es la
sustancia sometida pierde en cierto verdadera sabiduría, la que se llena de
modo su fuerza y su nombre, pues todas vida y de paz... Pablo no llama enemiga
y cada una de las sustancias desean lo a la carne sino a la sabiduría de la carne.
cercano y lo emparentado con ellas. P e - Es decir, no es enemiga la substancia,
l a c io , Comentario a la Carta a los Ro- sino las malas obras, o los malos pensa-
manos6. mientos, o las afirmaciones, que nacen
del error. Luego la sabiduría de la carne
8, 6 La vida y la paz consiste, en primer lugar, en las disputas
de las cosas celestiales, inventadas por
C r is t o es la V id a . Quien entienda la los hombres, y después en el goce de las
ley según la carne, es decir, conforme a cosas visibles. Ambas cosas son hostiles
la letra, no camina hacia Cristo, que es a Dios, porque hacen al Señor de los ele-
la v id a. O rícenks , Comentarios sobre la mentos y al Creador del mundo igual a
Carta a los Romanos, 6, 127. lo que ha hecho, afirmando que nada
puede suceder a menos que haya una
P ensar e n l o e s pir it u a l . La prudencia causa racional. Por esta razón niegan que
del espíritu es vida. Así, la imprudencia Dios hizo que la Virgen tuviese un hijo
y la ignorancia se apasionan, rebelan y o que los cuerpos de los muertos pudie-
luchan consigo mismas por error. Por sen resucitar; porque, afirman, es absur-
eso, la prudencia de la carne, que es im- do que Dios haga cualquier cosa más allá
prudencia y porque desconoce a Dios, de lo que hombre puede entender. ¡Oh
es muerte. Por consiguiente la prudencia prudencia del mundo, que juzga que
del Espíritu es vida y paz. M ario V ic to - Dios no debe obrar de manera distinta a
riñ o , Contra Arrio, 3c, 98. la que obra su criatura, porque piensan
que Él es semejante a las criaturas! Están
La p r e t e n d id a sa b id u r ía d e la c a r n e . ciegos para no ver cuán gran ofensa
La sabiduría de la carne es el pecado, el hacen a Dios. Porque, criticándola, con-
cual engendra la muerte. Pues también es
llamada sabiduría, cuando se trata de una
estupidez; puesto que se considera como 5 PG 60, 515, '׳PL Supp. 1, 1146. 7 CE.R 3, 300.
sabiduría, porque son visibles, a pecados 8 PL 8, 1105-1106.
ROMANOS 8, 5 8 ־ 297
sideran que la obra, que Dios se dignó el cambiar y ser bueno y obedecer [a
hacer para comunicar su gloria, es una Dios], es fácil... Pero no basta el condu-
necedad increíble1׳. A mbrosiaster , C o- cirse según la carne, sino que es necesa-
mentario a la Carta a los Romanos™. rio también avanzar según el Espíritu;
puesto que no conseguimos la salvación
El mismo Pablo dice en otro lugar11, que por declinar el mal sino que se precisa
es prudencia humana reemplazar el mal también hacer el bien. Y esto sucederá si
[con el bien]. Una prudencia tal, engen- entregamos el alma al Espíritu, y persua-
dra la muerte, cuando se viola un man- dimos a la carne para que observe su
damiento12*14;pero la prudencia del Espiri- propio orden. Que así también la hace-
tu no solo trae consigo la paz ahora, sin mos espiritual; de igual modo que si
devolver el mal [por el mal], sino que somos negligentes hacemos al alma car-
también recibirá la vida eterna en el fu- nal. Mas, puesto que infundir el don no
turo. P i i .agio, Comentario a la Carta a es una necesidad de la naturaleza, sino
los Romanos™. que el retenerlo es licencia de libre elec-
ción, en ti está el hacer una cosa u otra.
V id a y paz . Porque -dice- «la tendencia J uan C risóstomo, Homilías sobre la
de la carne es muerte», esto es, algo que Carta a los Romanos, 13, 6IA.
procura la muerte y excita a Dios para
que castigue. En cambio, «la tendencia L a « s a b id u r ía » d e la c a r n e es h o s t il
del Espíritu es vida y paz», o sea, la que a Dios. En lo que dice: «la prudencia o
otorga la inmortalidad y la amistad con el sentir de la carne es enemiga de Dios,
Dios. G knadio di; C onstantinos .a, Frag- porque no se somete a la ley de Dios,
mentos a la Carta a los Romanos™. puesto que ni puede», demostró qué sig-
nifica «enemiga», no sea que alguno juz-
8, 7 Enemiga de Dios gare que alguna naturaleza que no creó
Dios, como si procediese de un contrario
M e n t e p u e s t a e n l o c a r n a l . Pues la principio, se dedicase a poner enemistad
buena voluntad de Dios no puede maní- contra Dios. Luego se llama enemigo de
festarse en la carne, si ésta vive sin ser Dios el que no obedece a su ley, y esto
sacrificada por la ley del espíritu, ya que lo hace por el sentir de la carne, es decir,
«la prudencia de la carne es enemiga de cuando apetece los bienes temporales y
Dios y no se sujeta ni puede sujetarse a teme los males transitorios. La definición
la ley de Dios» mientras que la carne de prudencia suele exponerse diciendo
vive. Pero si se mortifican los miembros que consiste en apetecer los bienes y evi-
terrenos... la voluntad de Dios, grata y tar los males. Por lo tanto, rectamente
perfecta, se manifestará sin impedimento llama el Apóstol prudencia de la carne a
en la vida de los creyentes. G r e g o r io 1.1e aquella por la cual se apetecen como
N isa , Sobre la perfección, 3 3 15. grandes bienes los que no perseveran
Al afirmar que nada bueno hay en su Si todos los que viven en la carne no
carne, [el Apóstol] también declara que pueden agradar a Dios, ¿cómo es que el
los que viven según la carne no pueden
agradar a Dios, porque la carne lucha
contra el Espíritu, y por lo mismo pro- 17 CSEI. 84, 22: BAC 187, 33. IS PL Supp. 1,1146.
nuncia otras manifestaciones semejantes, ייSC 153, 130: BAC maior 25, 489.491. 20 CCL 2,
con las que condena no la sustancia de la 933. 21 CSEL 81, 265. 22 PG 60, 517, 21 PG 53, 209.
ROMANOS 8, 5-8 299
propio Pablo, que pronunció esas pala- pieza a calentarse siendo ya agua; lúe-
bras, agradó a Dios? ¿Cómo es que lo go ya nadie puede decir que aquello es
agradaron Pedro y los demás apóstoles y nieve. A gustín, Exposición sobre la Carta
santos, acerca de los cuales no podemos a los Romanos, 4928.
negar que vivieran en la carne? La res-
puesta se halla en lo que el propio Após- Aquí se prueba que anteriormente Pablo
tol dice a continuación: «Pero vosotros no censuró la carne, sino las obras de la
no vivís en la carne, sino en el espíritu». carne, pues aquellos, a quienes dice esto,
Si vivían en la carne, ¿cómo es que se ciertamente estaban en la carne. «No
dice «no vivís en la carne»? Lo que sig- pueden agradar a Dios». Pues no puede
nifica es que «ni vivís según la carne», suceder que uno, esclavo de la carne, al-
«porque nuestra morada se halla en el guna vez no peque. P elagio , Comentario
reino de los cielos»24. Nosotros, que en a la Carta a los Romanos2,.
este mundo «vagamos lejos de Dios»25,
andamos ciertamente por la tierra, pero N o nos está mandando que salgamos de
nos apresuramos a ascender al cielo, pues nuestros cuerpos, sino que nos manten-
aquí no poseemos una residencia propia, gamos apartados de los propósitos de la
pues somos forasteros y peregrinos, al carne. Esto es lo que Pablo enseña en
igual que nuestros padres26. J erónim o , los versículos siguientes. T eodo reto de
Tratado sobre los Salmos, 8327. C iro , Interpretación de la Carta a los
Romanosi0.
Luego se dijo de esta suerte: «a la ley de
Dios no está sometida la prudencia de la
carne, puesto que ni puede»; como se
23 Flp 3, 20. 23 2 Co 5, 6. '׳’־Cf. Sal 38, 13; Hb 11,
diría con toda propiedad que la nieve no 13. 27 CCL 78, 391; BAC 593, 720. 28 CSEL 84,
puede ser caliente, puesto que no puede, 23: BAC 187, 33-34. 29 PL Supp. 1, 1146. 30 PG
ya que aplicándole calor se funde, y em 82, 129.
guien no merece ser tal y tan grande co- Por lo tanto con esta advertencia los ex-
mo para ser digno de tener el Espíritu horta a la buena conducta. A mbrosiaster,
de Cristo, consecuentemente habrá que Comentario a la Carta a los Romanos7.
negar que es de Cristo... Y el que no tie-
ne el Espíritu de Cristo, es decir, quien Aquí Pablo enseña que el Espíritu Santo
no actúa con ese mismo Espíritu, y no se es el Espíritu del Padre y del Hijo. Ps.-
prepara para la justicia y la verdad, para C onstancio , Comentario sobre la Carta
anunciar la Palabra de Dios, para predi- a los Romanos, 778.
car el reino de los cielos, rechazando la
letra de la ley y abriéndose a su espíritu, C o sa s b u e n a s y m ala s . Algunas cosas
resistiendo frente al pecado v a todo lo son buenas, otras malas y otras indife-
que suceda hasta la muerte, no es su dis- rentes, como el alma y el cuerpo que son
cípulo. O rígenes, Comentarios sobre la cosas indiferentes, y pueden ser una cosa
Carta a los Romanos, 6, 134. u otra: el Espíritu, empero, siempre se
encuentra entre las cosas buenas y nunca
Los q u e e st á n e n el E s p ír it u . Dice puede ser otra cosa. Al contrario, el pen-
que aunque viven en la carne, no están samiento de la carne, esto es, la acción
en la carne, si, obedeciendo al apóstol pecaminosa, siempre se encuentra entre
Juan, no aman las cosas mundanas5... las cosas malas: pues no se somete a la
Pablo habla con ambigüedad, porque ley de Dios. J uan C risóstomo , Homilías
quienes fueron guiados hacia la ley, no sobre la Carta a los Romanos, 13, 79.
tenían todavía una fe perfecta, sino que
Pablo vio e n ellos una esperanza de per- N o PERMANECÉIS KN LA CARNE. V0S0-
fe c c ió n . Por esta razón, a v e c e s, les habla tros, sin embargo, no estáis en la carne,
como si fueran perfectos y otras veces no porque no habitéis en ella, sino por-
como si d e b ie r a n ser más perfectos; es que habitando en la carne, estáis por en-
d e c ir, a v e c e s los alaba y a veces los amo- cima de los que razonan según la carne.
nesta, d e manera que si, como se dijo J uan C risóstomo, Homilías sobre el Gé-
antes, mantienen la ley de la naturaleza, nesis, 22, 10'°.
afirma que están en el Espíritu, porque
el Espíritu de Dios no puede habitar en C ó m o se e n t ie n d e la in h a b it a c ió n
alguien que siga viviendo carnalmente6. del E spír it u e n v o s o t r o s . «Mas voso-
«El que no tiene el Espíritu de Cris- tros no estáis en la carne, sino en el Es-
to, no le pertenece». Pablo dice que el píritu». Esto es, ocupados en cosas cspi-
Espíritu de Dios es el Espíritu de Cristo, rituales. «Ya que el Espíritu de Dios ha-
por lo tanto, todo lo que pertenece al bita en vosotros». El Espíritu de Dios
Padre pertenece también al Hijo. En habita en aquél que su fruto es manifies-
consecuencia, afirma que quienquiera to, como dice a los gálatas: «En cambio
que hubiera caído en los errores antes el fruto del Espíritu es amor, alegría,
mencionados, no pertenece a Cristo. etc.»11. «El que no tiene el Espíritu de
Pues tal persona no tiene el Espíritu de
Dios, aun cuando haya aceptado que
Cristo es el Hijo de Dios. El Espíritu 4 CER 3, 306-308. 5 Cf. 1 Jn 2, 15-16. 6 Cf. Jb 27,
Santo abandona al hombre por dos razo- 3-4; 1 Co 2, 14. 7 CSEL 81, 265-267. 11ENPK 2,
nes: porque piensa u obra carnalmente. 55. 9 PG 60, 518, l : PG 53, 190. " Ga 5, 22.
302 ROMANOS 8 , 9 - 1 7
vitupera a la carne... Esto lo dice mas Hay muchos hijos de Dios, como
bien queriendo probar que la mayor dice la Escritura: «Yo había dicho: ¡Vo-
parte de las pasiones son ansias del cuer- sotros, dioses sois, todos vosotros, hijos
po humano, que tenemos en común con del Altísimo!»64; no obstante, uno es el
los demás animales irracionales. Del Hijo por naturaleza, el Unigénito del
mismo modo que los otros animales Padre, mediante el cual todos son llama-
nacen de la tierra, así también el cuerpo dos hijos, así también muchos son los
que nosotros tenemos, pero nuestra alma espíritus, pero sólo hay uno que proce-
es espiritual, incorpórea, racional e in- de del mismo Dios y que da a todos los
mortal. P s.- C onstancio , Comentario demás la gracia de su nombre y de su
sobre la Carta a los Romanos, 79-8060. santificación. O rígenes, Comentarios
sobre la Carta a los Romanos, 7, 166.
Según la razón expuesta: que los hom-
bres carnales no pueden preservar la jus- Sus t e m p l o s . Si somos hijos de Dios, si
ticia. «Pero si con el Espíritu hacéis ya hemos empezado a ser templos de
morir las obras del cuerpo, viviréis». Si Dios66, si vivimos santa y espiritualmen-
domináis las obras de la carne con los te por la infusión del Espíritu Santo, si
actos espirituales. Hay que señalar que levantamos los ojos de la tierra al cielo,
se condenan las obras de la carne, no la si enderezamos a lo celestial y divino un
su sta n c ia de la carne. P elagio , Comenta- corazón lleno de Dios y de Cristo, no
rio a la Carta a los Romanos61. debemos obrar más que lo que es digno
de Dios y de Cristo, como lo recomien-
N o dijo: «Al cuerpo matadlo», sino: «A da y estimula el Apóstol. C ipriano , L os
las obras del cuerpo», es decir, a los celos y la envidia, 1467.
propósitos de la carne, a los brincos de
las pasiones. Porque tenéis la gracia del C o n d u c id o s p o r el E s p ír it u . Una vez
Espíritu ayudándoos. El fruto de la vic- más, es éste un honor mucho más grande
toria será la vida eterna. T eodoreto de que el primero. Por lo que no dijo sim-
C iro , Interpretación de la Carta a los plemente: «Los que viven según el Espí-
Romanos62. ritu de Dios», sino «Los que se condu-
cen por el Espíritu de Dios», mostrando
8, 14 Los que son guiados por el de esta forma que él quiere ser el Señor
Espíritu de Dios, éstos son hijos de nuestras vidas, como el piloto lo es
de Dios de la nave, y el auriga de la cuadriga de
caballos. Y no somete con las riendas
S o b r e si hay m u c h o s H ijo s y m u c h o s sólo al cuerpo; también al alma. Pues
E s p ír it u s . Por tanto, el Espíritu de no quiere que aquél gobierne, y por eso
Dios, que es el Espíritu de Cristo, es el también puso su poder bajo la fuerza del
mismo que el Espíritu Santo. Pero tam- Espíritu.
bién parece llamarlo [Pablo] Espíritu de
adopción, como lo ponen de manifiesto
las presentes palabras apostólicas. Tam-
ÍC ENPK 2, 56. hl PL Supp. I, 1147. ’־'׳PG 82,
bién David dice: «No retires de mí tu 133. ω Sal 51, 13. 64 Sal 82, 6; cf. Jn 10, 34.
Santo Espíritu»63 y parece referirse al 5’ ׳CER 4, 32. M>Cf. 1 Co 3, 16. 67 CCL 3/A,
mismo... 82-83: BAC 241,326.
308 ROMANOS 8 , 9 - 1 7
Y para que los que han confiado en el A quítania , Sobre la gracia y el libre al-
don del Bautismo después de estas cosas bedrío, 5, 37\
no olviden esta forma de vida, dice, que
si has recibido el Bautismo, y después no 8, 15 El espíritu de esclavitud
quieres ser guiado por el Espíritu, perde-
rás la dignidad recibida, y el honor de N u e s t r o P a d r e rf .a l . E s decir, que lo
ser hijo de Dios. Y por esto no dijo: recibimos para conocer al que invoca-
«Los que recibieron el Espíritu Santo», mos, al verdadero Padre, al ú n ic o Padre
sino «Los que se conducen por el Espiri- del universo, que nos educa para la sal-
tu de Dios»: los que en toda circunstan- vación, y que como padre sabe también
cia viven de esta forma, éstos son hijos infundir el temor. C lemente de A lejan -
de Dios. J uan C risóstomo , Homilías dría , Stromata, 3, 78, 574.
sobre la Carta a los Romanos, 14, 26s.
E spír it u d e escl a v itu d y df . a d o p c ió n .
Los q u e viven según las enseñanzas del Es cierto que todo el que se hace hijo de
Espíritu Santo, ellos mismos son dirigí- Dios por el Espíritu de adopción se hace
dos p o r el Espíritu de Dios. P s. - C o n s - también siervo de Dios por el espíritu de
TANCio, Comentario sobre la Carta a servidumbre. El comienzo del servicio a
los Romanos, 816y. Dios tiene lugar mediante el espíritu del
temor, cuando uno dice que todavía es
Todos los que m e r e c e n se r gobernados párvulo, porque «Principio de la sabidu-
por el Espíritu Santo; d e l mismo modo ría es el temor de Dios»75. Y el temor es
q u e a la inversa, todos los que pecan, el pedagogo para los párvulos76... Así,
son conducidos por el espíritu del dia- mientras uno es párvulo según el hombre
blo, que es pecador desde el comienzo7:. interior permanece en el temor, hasta la
P e l a g io , Comentario a la Carta a los edad de merecer el Espíritu de adopción
Romanos*71. filial y se hace ya como el Hijo y Señor
de todo. [El Apóstol] dice: «Todo es
Es evidente que hombres semejantes vi- vuestro»77 y Dios os dará todo con Cris-
virán una vida dichosa junto a su Padre. to. Esto es por lo que Pablo enseña que
T eodoro de M opsuestia, Fragmentos después de haber muerto con Cristo y su
sobre la Carta a los Romanos72. Espíritu esté en nosotros, ya no recibiré-
mos otra vez el espíritu de servidumbre
G r a c ia d iv in a y lib er ta d h u m a n a . Así en temor, es decir, no seremos ya párvu-
pues, puesto que la voluntad es prepara- los ni estaremos en los rudimentos, sino
da por el Señor, también para hacer algo que como ya perfectos recibimos el Espí-
bueno, El mismo toca los corazones de ritu de adopción por el que clamamos:
los hijos con las inspiraciones de los pa- «¡Abbá, Padre!». O rígenes, Comentarios
dres. «Los que son guiados por el Espí- sobre la Carta a los Romanos, 7, 27H.
ritu de Dios, esos son hijos de Dios».
Por consiguiente, no pensamos que falta
nuestro libre albedrío y no dudamos que
״PG 60, 525. M ENPK 2, 56. 70 Cf. 1 Jn 3, 8.
se necesite mucha más ayuda en los mo- 71 PL Supp. 1, 1147. 7-' NTA 15, 135. 7' PL 51,
vimientos propios de la voluntad huma- 228. 74 FuP 10, 433. 75 Sal ti l , 10. ״Cf. Pr 9,
na de los hombres buenos. P róspero de 10. 77 1 Co 3, 22. ’s CER 4, 36 38.
ROMANOS 8, 9 -1 7 309
nece al tiempo del temor; el Nuevo, al ley. AcusrfN, Sobre la santa virginidad,
del amor. Pero se pregunta quién sea el 38, 39s7.
espíritu de esclavitud, porque el Espíritu
de adopción sin duda es el Espíritu LOS ESCLAVOS TEMEN, PERO LOS HIJOS
Santo. Luego espíritu de servidumbre en aman. Los judíos recibieron un espíritu,
el temor es el que tiene la potestad de la que, por el temor, los obligaba a la sumí-
muerte, porque durante toda la vida eran sión, pues el temor es propio de los que
con ese temor reos de servidumbre los sirven, pero el amar es propio de los
que obraban bajo la ley y no bajo la gra- hijos, como está escrito: «El hijo honra a
cía. No es maravilla que los que iban en su padre y el siervo a su señor»אא. Aque-
pos de los bienes temporales recibieran líos que no querían obrar por el deseo
este espíritu por la divina Providencia, del amor, se ven obligados a obrar por la
no porque la ley y el mandato procedan necesidad del temor: nosotros, por núes-
de ese espíritu. Pues «la ley es santa, y el tra parte, hagamos todas las cosas libre-
mandamiento, santo, justo y bueno», y mente, de modo que podamos probar
aquel espíritu de servidumbre no es nuestra condición de hijos. «Que nos
bueno, el cual reciben los que no pueden hace exclamar: ¡Abbá, Padre!». Quien
cumplir los preceptos de la ley dada, llama a su padre, confiesa ser su hijo;
mientras sirven a los deseos carnales, por lo tanto debe hacerse semejante al
pues aún la gracia del Libertador los ha padre a través de los comportamientos
recibido en la adopción de hijos. Porque humanos, no sea que, por haber tomado
también el mismo espíritu de servidum- también el nombre en vano, tenga que
bre no tiene a nadie en su poder, sino a afrontar un castigo mayor*9. P elagio ,
quien hubiere sido entregado a él por Comentario a la Carta a los Romanos90.
orden de la divina Providencia, dando la
justicia de Dios a cada uno según sus Debemos leer así el texto: «No recibís-
obras. A gustín , Exposición sobre la teis Espíritu», y luego por separado hay
Carta a los Romanos, 52 85. que añadir: «De la esclavitud de nuevo al
temor»... Esclavos son los esclavos de la
Aquél es, pues, un temor servil, y, por ley91. T eo d o ro de M opsuestia, Fragmen-
consiguiente, aunque con él se crea a tos sobre la Carta a los Romanos'*2.
Dios no es, sin embargo, amada la justi-
cia, sino temida la condenación. Mas los Como al alcanzar la riqueza de su Espí-
verdaderos hijos de Dios claman: ¡Abbá, ritu [porque habita en nuestros corazo-
Padre!, invocaciones propias la primera nes], nosotros tenemos asignado un
de la circuncisión, la segunda de la incir- lugar entre los hijos de Dios, no recha-
cuncisión. A gustín , Del espíritu y de la zamos ser lo que realmente somos; pues
letra, 32, 5686*8. por naturaleza somos hombres, aunque
clamamos a Dios: «¡Abbá, Padre!». C R - 1 1
nes, Comentarios sobre la Carta a los turos, y crucificar la carne con sus vicios
Rom anos, 7, 3104. y concupiscencias, es decir, rechazar los
placeres y pompas de este mundo. Pues
Si sufrimos con É l. El «padecer con» cuando todas estas cosas han muerto
no significa sufrir ni afligirse en compañía para el hombre, entonces ha crucificado
del que padece, según el lenguaje habitual. al mundo, creyendo en la vida del
Tampoco Cristo padeció nada, efectiva- mundo futuro, en la que espera ser cohe-
mente, en contra de su decisión, ni era redero con Cristo. A mbrosiaster, C o-
débil cuando quería rechazar a los causan- mentario a la Carta a los Romanos '0,1.
tes del dolor. ¿Qué es, pues, «padecer con
Cristo»? Elegir el soportar los mismos H ijo y heredero . ¿Ves cómo creció el
padecimientos que Cristo osó padecer por don poco a poco? Y puesto que es posi-
obra de los judíos porque era mensajero ble ser hijo y no ser heredero —pues no
de la Verdad... Y puesto que dijo que el todos los herederos son hijos-, añade
«padecer con Cristo» es para nosotros también esto: que «también herede-
causa de «ser glorificados con Él», podría ros»... Pero no se queda aquí sino que
también parecer que esto último es el sa- pone algo todavía mejor. ¿Y qué es?
laño de las fatigas y no un don gratuito, Pues, «herederos de Dios». Y por lo
siendo así que los dones otorgan en el mismo añadió: «Herederos, ciertamente,
más alto grado la gracia del olvido de los de Dios». Y aún más. N o simplemente
pecados anteriores105. D iodoro, Fragmen- herederos: también «Coherederos con
tos sobre la Carta a los RomanosIC)״. Cristo». ¿No ves cómo porfía en condu-
cirnos cerca del Señor? J uan C risóstomo,
H erederos de q uien sigue viviendo . Homilías sobre la Carta a los Romanos,
Así como de ningún modo se puede afir- 14, 3109.
mar que Dios Padre murió, sin embargo
se puede afirmar que Cristo, su Hijo, A doptados en f. l R eino . Consiguien-
murió debido a su Encarnación. ¿Por temente, nosotros nos hacemos hijos de
qué decimos que el que murió es herede- Dios por la regeneración espiritual y
ro del siempre vivo, cuando lo normal es somos adoptados para el reino de Dios
que quien hereda herede de un muerto? no como extraños sino como criaturas
Porque Cristo murió en su humanidad, suyas y obra de sus manos. A gustín, El
no en su divinidad. Pues ante Dios es un Sermón de la Montaña, 1, 23, 780 ״.
don del Padre dado a los hijos obedien-
tes, lo que entre nosotros es una heren- D ispuestos a sufrir , si es necesario .
cia, para que quien está vivo sea herede- Quien es digno de ser hijo, también me-
ro del Viviente por mérito propio sin ne- rece ser hecho heredero del Padre y co-
cesidad de que esté muerto... Qué es ser heredero con el Hijo. «Ya que sufrimos
coherederos del Hijo de Dios, nos lo en- con El, para ser también con El glorifi-
seña el apóstol Juan, aparte de otros lu- cados». Si, cuando sea necesario, sufrí-*60
gares, cuando dice: «Sabemos que cuan-
do se manifieste, seremos semejantes a
Él»107... 14 ־CER 4, 40. 15 ־Cf. Rm 5, 15-18. 156 NTA 15,
Sufrir con Cristo es soportar persecu- 93. 137 1 Jn 3, 2. 138 CSEL 81, 275-277. 109 PG
ciones en la esperanza de los premios fu 60, 527-528, CCL 35, 88: BAC 121, 883
ROMANOS 8, 9 -1 7 313
primeros cristianos
P r e s e n t a c ió n : L os ción. Ellos deseaban realmente abando-
eran plenamente conscientes de los sufrí- nar este mundo temporal para unirse al
miemos del tiempo presente, así que no mundo de lo eterno, y esperaban con
resulta sorprendente que los Padres impaciencia el día en que lo transitorio
prestaran gran atención a Romanos 8, cediera el paso a lo permanente, lo apa-
18. La gloria futura constituía la esperan- rente a lo real. Los Padres diferían acerca
za fundamental en un mundo acosado de cómo interpretar «la espera ansiosa de
por la guerra, la pobreza y la enferme- la creación». Según algunos, Pablo pare-
dad. Pero ésta no era su única motiva cía personificar el orden inanimado,
314 ROMANOS 8, 18-22
como sucede en el Antiguo Testamento. de Dios, por gozar en seguida con Cris-
Según otros, el Apóstol parecía referirse to, por recibir los premios divinos tras
únicamente a las criaturas racionales, los tormentos y suplicios de la tierra?
porque sólo ellas se beneficiarían de la C ipriano, Exhortación al martirio, diri-
revelación de los hijos de Dios. N o fal- gido a Fortunato, 134.
tan Padres que contemplaron la creación
en términos puramente humanos, míen- M editar sobre 1.a gloria . Si pensamos
tras otros consideraron «toda la crea- en esta gloria, veremos la necesidad de
ción» como el orden natural afligido por soportar todos los trabajos y persecucio-
el pecado, gimiendo por analogía con el nes, porque, si bien son numerosas las
suspiro humano. Los Padres tuvieron al- pruebas de los justos, de todas salen a
guna dificultad con Romanos 8, 20, de- flote los que ponen su confianza en
bido a su inseguridad sobre el significa- Dios5. C ipriano, Carta, 6, 26.
do de la palabra «vanidad». Según al-
gunos significaba pecado, según otros por la esperanza . Esta
C o n so la d o
muerte, para otros corrupción. Pero exhortación se refiere a las consideracio-
todos coincidían en que el desorden era nes anteriores, y con ella Pablo enseña
esencialmente temporal y que cuando la que las cosas que podemos sufrir de
plenitud de Cristo fuera revelada, se des- manos de los pérfidos aquí abajo, son
vanecería en la resplandeciente luz de la pequeñas en comparación con el premio
eternidad. que nos espera en la vida futura. Por
consiguiente, debemos estar preparados
8, 18 Los padecimientos del tiempo en todas las circunstancias, porque los
presente no son comparables con la premios que se nos prometen son tan
gloria futura grandes que nuestra mente se consuela
en la tribulación, y aumenta la esperan-
E l E spíritu com o promesa de la glo - za. A mbrosiaster, Comentario a la Carta
ría que se revelará . El que nos da sus a los Romanos7.
carismas también nos dará sus conse-
cuencias1; por ello se ha dicho que el Es- Estos padecimientos, cualesquiera que
píritu es la prenda de la gloria futura que sean, se terminan con la vida presente; y
se ha de manifestar. A nónimo , Oráculo los bienes que han de venir, se prolongan
montañista2. por los siglos inmortales. Éstos, que no
los había podido describir por partes, ni
N ada comparable . Nada hay ni es siquiera asignarles una explicación, los
digno de poder comparar con la gloria señaló con lo que le parecía que era lo
futura. ¿En qué mortal pues encontrar más deseable para nosotros: con la glo-
cosas inmortales, o en lo visible las cosas ria; pues le parece que esto es la cumbre
invisibles, en lo temporal lo que es eter-
no y en lo caduco lo que es perpetuo?
O rígenes, Comentarios sobre la Carta a
los Romanos, 7, 43. 1Esto significa que D ios envía al Espíritu, quien
distribuve los clones v los lleva a la plenitud.
2 MOT 123. יCER 4, 44. 4 CCL 3, 214: BAC
Por tanto, ¿quién no va a esforzarse por 241, 362. 5 Cf. 2 S 22, 3-4; Sal 18, 2-3. CSEL
lograr tan gran gloria, por hacerse amigo 3/2, 482: BAC 241, 381. 7 CSEL 81, 277.
ROMANOS 8, 18-22 315
nosotros»31. Pero no solo ellos, sino culpas precedentes, mal de su grado, fue-
también nosotros mismos en quienes to- ron forzados a someterse a la vanidad y,
davía no están completas estas cosas, las por los premios venideros, no hacen su
tenemos, pero las mantenemos en espe- propia voluntad, sino la del Creador, por
ranza, aunque ya hayamos visto lo que quien fueron repartidos en esos oficios.
muchos justos habían deseado ver32. P f - J erónimo , Carta 124, 6 3s.
lagio , Comentario a la Carta a los Ro-
manos33. En primer lugar, veamos en qué consiste
la vanidad, a quien «está sometida la
Pablo llama a la resurrección «revelación criatura». Yo pienso que la vanidad no es
de los hijos de Dios». T eodoro de M op - otra cosa que lo corporal; así, aunque el
suestia, Fragmentos sobre la Carta a los cuerpo de los astros sea etéreo, sin em-
Romanos34. bargo es también material. Por eso, me
parece, que Salomón acusa a toda la
H ijos de D ios tra n sfo rm a d o s . La ere- naturaleza como de onerosa, y que ra-
ación espera realmente la manifestación lentiza el vigor de los espíritus, cuando
de los hijos de Dios, no porque ella co- increpa: «Vanidad de vanidades, todo es
nozca a ciencia cierta lo que va a suceder vanidad, dijo el Eclesiastés, todo es vani-
-¿cómo o dónde lo va a saber?-, sino dad»39. O rígenes, Los primeros princi-
porque, cambiando Dios todo a mejor pios, 1, 7, 54כ.
con providencia misteriosa, llegará a ese
fin. Y transformados desde el deshonor También la criatura misma será liberada
a la gloria, desde la corrupción a la inco- de la esclavitud de la corrupción, cuando
rrupción los hijos de Dios, esto es, los resplandezca la gracia de la recompensa
que han logrado felizmente una vida ho- divina. A mbrosio, Exámeron, 1, 6, 2241.
nesta, no cabe duda que la misma criatu-
ra cambiará también a mejor35. C irilo de La criatura, que estaba bajo el poder de
A lejandría, Fragmentos a la Carta de su Dios y Creador, no fue sometida vo-
san Pablo a los Romanos 3<>. luntariamente a la vanidad; pues el so-
metimiento de la creación no le trajo a
8, 20 La creación se ve sujeta a la ella ningún bien, sino a nosotros. ¿Pues
vanidad qué otra consiguió estando sometida a
la vanidad, sino es la caducidad de las
N o po r su pro pia volu n ta d . Un vez cosas que engendra? Porque obra, para
más discutamos ahora con mayor inten- producir frutos corruptibles: luego la
ción sobre qué es esta vanidad a la que se misma vanidad es corrupción. A mbro-
dice que la creación está sujeta y qué es siaster, Comentario a la Carta a los
esa corrupción de cuya servidumbre es- Romanos 42.*56
pera ser liberada. Me parece a mí que se
refiere a la substancia material v corrup-
tibie del cuerpo. O rígenes, Comentarios
sobre la Carta a los Romanos, 7, 437. 31 Hb 11, 39-40. 32 Cf. Mt 13, 17; Le 10, 24. 33 PL
Supp. 1, 1148. 34 NTA 15, 138. ” Cf. Rm 8, 21; 1
Co 15, 54. 36 PG 74, 821. 37 CER 4, 50. 38 CSEL
S ujeta a i .a vanidad . L o m ism o h em os 56, 104: BAC 220, 583. " ׳Qo 1, 2. JC SC 252,
de sentir de la luna y de las estrellas: por 218.220. 41 CSEL 32/1, 20. 43 CSEL 81, 279.
318 ROMANOS 8, 18-22
S e r A l ib e r a d a i .a Cuando
c r e a c ió n . es sufrir. Tiene el mismo sentido, por-
los hijos de Dios hayan alcanzado ese que toda criatura llora en su trabajo
objetivo, toda creatura se verá libre de diario y sufre del mismo modo: de
la servidumbre a que está sometida. J e- igual modo, tanto al anunciar como al
r ó n i m o , Tratado sobre los Salmos, 14858. ser leído. Los mismos elementos natu-
rales muestran solícitamente sus obras,
La creación ya no servirá a las creaturas porque tanto el sol como la luna ocu-
que corrompieron en sí mismas la ima- pan sus espacios determinados sin tra-
gen de Dios. P elagio , C om entario a la bajo; y el espíritu de los animales se
C arta a los R om an os M. violenta con gran dolor para prestar sus
servicios. Todos estos esperan el des-
8, 22 L a creación entera gim e canso, que les libre de su labor servil.
Ahora bien, si este servicio sirviese
Como en otros
A n a l o g ía d e i . g e m i d o . para dar a Dios un beneficio, la crea-
lugares se encuentra, aquí también lee- ción se regocijaría, no lloraría; pero
mos: «Gime y sufre con dolores de llora, porque fue sometida a la serví-
parto», conforme a aquel sentido acepte- dumbre de la corrupción por nuestra
mos el «sufre dolores de parto», igual culpa. Pero ve morir cada día su traba-
que el Apóstol afirma que él engendró jo; pues cada día aparece y desaparece.
mediante el Evangelio a aquellos que Por consiguiente tiene derecho a afli-
sacó a la luz por la fe de Cristo, como
dijo de aquellos otros: «Hijos míos por
quienes padezco otra vez dolores de
54 G n 1,26. 55 CSEL 82/1, 154. 5 '׳CSEL 81, 281.
parto, hasta que Cristo esté formado en 57 PG 60, 530, 58 C C L 78, 344: BAC 593, 646.
vosotros»60. O rígenes , C om entarios ׳״PL Supp. 1, 1148. =■׳Ga 4, 19. M C E R 4, 58.
sobre la C arta a los R om anos, 7, 461. “ CSEL 32/1, 137.
320 ROMANOS 8, 18-22
23Y no sólo ella, sino que nosotros, que poseemos ya los primeros frutos del
Espíritu, tam bién gem im os en nuestro interior aguardando la adopción de hijos,
la redención de nuestro cuerpo. 24Porque hemos sido salvados por la esperanza.
Ahora bien, una esperanza que se ve no es esperanza; pues ¿acaso uno espera lo
que ve? 25Por eso, si esperamos lo que no vemos, lo aguardamos m ediante la
paciencia.
26Asim ism o tam bién el Espíritu acude en ayuda de nuestra flaqueza: por-
que no sabemos lo que debemos pedir como conviene; pero el mismo Espíritu
intercede por nosotros con gemidos inefables. 27Pero el que sondea los corazones
sabe cuál es el deseo del Espíritu, porque intercede según Dios en fa v o r de los
santos.
primicias del Espíritu», que hemos sido nos liberan de los pecados, y nos alean-
elegidos para esto, para recibir las pri- zan la justificación y la santificación -e
micias del Espíritu, también nosotros incluso a los demonios expulsan y a los
gemimos. No hay ninguna criatura muertos resucitan por las sombras y por
—dice- que no padezca dolores y gemí- los mantos-, considera cuánto más hará
dos, por eso también nosotros mismos, la totalidad. Y si la criatura despojada de
que hemos recibido los mayores y me- inteligencia y raciocinio ni siquiera se la-
jores regalos del Espíritu Santo, sin em- menta de estas cosas, mucho menos no-
bargo porque esperamos la adopción de sotros. Por tanto, para que no se Ies pro-
los hijos, es decir, la perfección de porcione a los heréticos dónde agarrarse,
aquellos a los que hemos sido enviados y se desacredite la gloria de las cosas
a enseñar e instruir, hasta que no vea- presentes, «Lamentémonos —dice—, no
mos su progreso en merecer ser adop- censurando a las cosas presentes sino as-
tados como hijos, necesariamente nos pirando a las mejores». J u a n C r isó sto m o ,
dolemos y gemimos... Homilías sobre la Carta a los Romanos,
Todavía hay que añadir una tercera 14, 6 7.
cosa. El Apóstol mismo dice esto respec-
to del Señor Jesucristo, puesto que es «el Pero, para que no juzgase nadie que
primogénito de toda criatura»3. O ríge- esto se decía solamente atendiendo a sus
nes , Com entarios sobre la C arta a los molestias, añadió también sobre los que
Rom anos, 7, 5 4, ya creían; aunque con el espíritu, es
decir, con la mente, sirviesen a la ley de
A El sentido es
d o p c ió n c o m o h ijo s . Dios, sin embargo, con la carne se sirve
porque «quienes poseen las primi-
c la r o , a la ley del pecado, mientras soporta-
c ia s del Espíritu» crecen «esperando la mos las molestias y los incentivos de
adopción de h ij o s » , adopción de hijos nuestra mortalidad... Esta adopción que
que es la redención de todo el cuerpo. se ejecutó en los que creyeron, no se
A m b r o sio , C arta, 2 2 , 1 3 5. efectuó en el cuerpo, sino en el espíritu;
porque aún no ha sido transformado
E l, MUNDO COMO UN OCÉANO F.MBRA- nuestro cuerpo en aquel celeste cambio,
Porque para los cristianos este
v e c id o . como ha sido mudado ya el espíritu de
mundo es como el océano. Pues lo mis- los errores, por la reconciliación de la
mo que se mueve el mar con los vientos fe, al convertirse a Dios. Luego tam-
adversos, se embravece y se levanta una bién aquellos que creyeron esperan aún
tempestad para los marineros, así tam- aquella manifestación que ha de apare-
bién este mundo, movido por la conspi- cer en la resurrección del cuerpo, la cual
ración de hombres malos, perturba las pertenece al cuarto grado, en el que
mentes de los creyentes. Y es tanta la habrá absoluta paz y descanso eterno,
confusión que esparce el enemigo, que sin oponérsenos corrupción por parte
llega a ignorarse lo que no se debe hacer. alguna o molestia incitante8. A g u s t ín ,
A m brosiaster , C om entario a la C arta a
los R om an os 6.
יCol 1, 15 4 CER 4, 60-62.66-68. 5 CSEL 82/1,
N o s o t r o s m is m o s g e m im o s e n n u e s t r o 165. י׳CSEL 81, 283. 7 PG 60, 531, 8 Cf. Hb 4,
in t e r io r . Y si a s í s o n la s p r im ic ia s , q u e 1-13.
ROMANOS 8 , 2 3 - 2 7 323
lías sobre la Carta a los Romanos, 14, ante Dios, de modo que el que espera un
6 16. día y otro, desea que llegue el reino de
Dios, y no duda porque tarde en llegar.
En este pasaje se refiere a los que creye- A mbrosiaster, Comentario a la Carta a
ron en Cristo. En cuanto a lo que dice: los Romanos21.
«Que poseemos las primicias del Espiri-
tu», enseña que los cristianos recibieron La e s p e r a n z a es d is t jn t a d e l a
los principales dones del Espíritu Santo, ¿Qué es entonces la esperan-
p a c ie n c ia .
y que tienen una gracia mayor que la de za? El confiar en las cosas futuras...
todos los santos anteriores que vivieron Pues el término de paciencia tiene que
antes del advenimiento de Cristo. Ps.- ver con muchos sudores, y también es
C onstancio , Comentario sobre la Carta término que tiene que ver con una per-
a los Romanos, 88A17. severancia grande. Y sin embargo esto
también se concede al que espera, con el
V er y e s p e r a r . En verdad, todavía no fin de confortar al alma desfallecida.
hemos recibido las promesas, sino que J uan C risóstomo, Homilías sobre la
estamos esperando'*... Lo que se ve, no Carta a los Romanos, 14, 6 23.
se espera, sino que se posee, si nos perte-
nece. Los cristianos no ponen esperanza La misma paciencia ejercita el deseo.
alguna en las cosas que se ven, pues no Permanece tú también, porque también
se nos han prometido las cosas presentes, El permanece; y persevera en el andar
sino las futuras, P e l a g io , Comentario a para que llegues, porque la meta no se
la Carta a los Romanos''1. traslada. A gus tín, Tratados sobre la pri-
mera Carta de san Juan, 4 , 7 24.
N o presente , a u n q u e c ie r t o . Creemos
que también nuestros cuerpos superarán La fe en el premio mediante la paciencia
la corrupción y la muerte. Pero de esto es grande, porque cree lo que no ve25, y
tenemos seguridad por la esperanza; no como si ya lo hubiera recibido, así está
como si ya fuera presente ahora, sino segura de lo que aún no ha recibido,
como que -con certeza total- ha de su- como dice a los hebreos: «Necesitáis
ceder. C irilo de A lejandría, Fragmentos paciencia en el sufrimiento para cumplir
a la Carta de san Pablo a los Romanos2c. la voluntad de Dios y conseguir así lo
prometido»26. P f.i.a g io , Comentario a la
8, 25 Lo aguardamos mediante la Carta a los Romanos17.
paciencia
M etáfora d ei . h u e v o . La certeza de
La espera y la
E s p e r a r c o n p a c i e n c ia . nuestra esperanza está simbolizada en el
paciencia nos son necesarias para com- huevo. En efecto, todavía no se distingue
pletar en nosotros lo que hemos empe-
zado a ser y conseguir, por la concesión
de Dios, lo que creemos y esperamos.
> ״PG 6C, 532, ' ־E N P K 2, 60. 18 Cf. 2 C o 5, 7.
C ip r ia n o , El bien de la paciencia, 1 3 21.
'· ׳PL Supp. I, I 148-1149. x PO 74, 824. 21 C C L
3/A , 126: B A C 241, 306. 22 CSEL 81, 287. 23 PG
Esta espe-
A g u a r d a m o s c o n p a c ie n c ia . 60, 5 32, 24 PL 35, 2009: B A C 187, 255. 23 Cf. Jn
ra es paciencia, la cual tiene gran mérito 20, 29. '■<·H b 10, 36. 17 PL Supp. 1, 1149.
ROMANOS 8, 23-27 325
gaba a Dios y gemía. Pues quien había que está escrito: «danos ayuda en la tri-
sido digno de tal gracia, estando con bulación, pues vana es la salud del hom-
mucha compunción, con muchos suspi- bre»34, se entiende que muchas veces nos
ros, arrodillándose según la mente ante ayuda Dios en la tribulación; y en vano
Dios, pedía las cosas consideradas pro- se desea la salud que algunas veces es
vechosas para todos. De esto también opuesta, cuando por la delectación y
ahora es símbolo el diácono, que ofrece amor de esta vida es un peligro para el
las peticiones del pueblo. J uan C risósto- alma...
mo , Homilías sobre la Carta a los Roma- Dice que gime el Espíritu porque
nos, 14, 732. nos hace gemir con caridad excitando
en nosotros el amor de la vida futura, al
D e c is io n e s d e i . S e ñ o r . Escúchale igual que dice: «Os tienta el Señor, Dios
cómo dice: «No sabemos lo que es con- vuestro, para conocer si le amáis»35*, es
veniente pedir y cómo». No es posible, decir para que vosotros conozcáis, pues
dice, siendo nosotros humanos conocer para Dios nada hay oculto. A gustín ,
todas las cosas con certeza, conocer al Exposición sobre la Carta a los Roma-
demiurgo de nuestra naturaleza, y reci- nos, 54 ■v>.
bir aquellas cosas con gusto y gran pía-
cer, las que Él nos envió, y no acepta- El m is m o E s p ír it u in t e r c e d e . ¿Q ué
mos a la vista de lo que sucede como re- significa «el mismo Espíritu intercede
soluciones del Señor. Pero El sabe mejor por los santos», sino la misma caridad
cjue nosotros lo que nos es provechoso; que se hizo en ti por el Espíritu?...
Él conoce también el modo más convie- La misma caridad gime, la misma cari-
ne para alcanzar nuestra salvación. J uan dad ora; contra ella no sabe hacerse el
C risóstomo, Homilías sobre el Génesis, sordo quien la dio. Estate seguro, rué-
30, 1633. gue la caridad, y allí estarán atentos los
oídos de Dios. No se hace lo que quie-
N o SABEMOS C Ó M O O R A R D E B ID A M E N TE . res, sino lo que conviene. A gustín , Tra-
Lo que dice: «y asimismo el Espíritu tados sobre la primera Carta de san
ayuda a nuestra debilidad; porque no sa- Juan, 6, 837.
bemos lo que debemos pedir como con-
viene», es evidente que lo escribe refi- No gime, pues, el Espíritu Santo cuando
riéndose al Espíritu Santo... Luego no- intercede ante Dios por nosotros como
sotros «no sabemos lo que debemos si fuera un indigente o como si padeciera
pedir como conviene», por dos cosas: grandes angustias, sino que nos mueve
primero, porque aún no aparece aquello El a orar con ardor, y lo que hacemos
que esperamos recibir y a lo que nos di- nosotros, moviéndonos El, se dice que
rigimos, y segundo, porque en, esta vida El mismo lo hace. A gustín, Del Génesis
nos pueden parecer muchas cosas pros- contra los maniqueos, 1, 22, 3438.
peras, las cuales son adversas, y otras ad-
versas, siendo prósperas. Así es que,
cuando la tribulación le sobreviene a un
’־יPG 60, 532-533, יPG 53, 281. " Sal 59, 13.
siervo de Dios para probarlo o corregir- 33 Dt 13, 3. * CSEL 84, 29: BAC 187, 39-40.
le, parece inútil algunas veces a los poco 37 PL 35, 2024: BAC 187, 286. “ PL 34, 189:
inteligentes. Pero, si se aplica a aquello BAC 168, 331.
ROMANOS 8, 2 3 -2 7 327
No hemos de pensar que él o los cristia- No pidáis, dice Pablo, veros libres de
nos a quienes esto decía ignoraban la vuestros pesares. Porque no sabéis lo
oración dominical. Por otra parte, no que os conviene como lo sabe el Dios
pudo hablar temeraria y falsamente. que os guía. Entregaos al que lleva el
¿Por qué dijo esto, sino porque de ordi- timón del universo. Porque El, aunque
nario aprovechan las molestias y tribu- no pidáis nada y sólo gimáis por obra de
laciones temporales para curarnos el la gracia que habita en vosotros, dirige
tumor de la soberbia, o para probarnos sabiamente vuestros asuntos y procurará
y ejercitamos la paciencia, a la que se lo que os va a ser de provecho. T kodorf -
asigna mayor y más noble premio cuan- to de C iro, Interpretación de la Carta a
do está probada y ejercitada, o, en fin, los Romanos*4.
para borrar y castigar cualesquiera peca-
dos? Sin embargo, como nosotros no 8,27 Intercede según Dios en favor
vemos el provecho, deseamos vernos li- de los santos
bres de toda tribulación. A gustín , Carta
a Proba, 130, 14, 25 ■w. E l q u e s o n d e a el c o r a z ó n . Indica
a q u í [el Apóstol] que en la oración Dios
Apenas podemos expresar con palabras n o atiende tanto a nuestras palabras co-
los deseos internos de nuestras plegarias m o al corazón y a la mente. O rígenes ,
tal y como las sentimos en nuestro cora- Comentarios sobre la Carta a los Roma-
zón. Por eso añade: «Mas el Espíritu nos, 7, 645.
Santo intercede por nosotros con gemí-
dos inefables». Dios, pues, que escudriña C o n o c e la m e n t e d e l E s p ír it u . E s
los corazones, aunque no somos capaces claro, porque la oración de todos los es-
de expresarlo con palabras, conoce en píritus es conocida por Dios, para quien
qué medida deseamos creer. Conoce nada hay secreto u oculto44’; ¡cuánto más
también que pedimos por las cosas san- será conocida la oración del Espíritu
tas, no por las mundanas, según su vo- Santo, que es de la misma naturaleza que
luntad. Ps.-C onstancio , Comentario el Padre, que habla no por el impulso del
sobre la Carta a los Romanos, 88, II40. aire, ni como los ángeles u otra criatura,
sino como es propio de su divinidad!
Conforme a esta esperanza el Espíritu A mbrosiaster, Comentario a la Carta a
viene en nuestra ayuda, para que pida- los Romanos47.
mos bienes celestiales, no terrenales.
Pues nuestra capacidad es débil, si no es S eg ú n la v o l u n t a d d e D io s . ¿ N o ves
ayudada por la iluminación del Espíritu cómo el discurso no es sobre el Consola-
Santo... Porque todavía vemos como en dor, sino sobre el corazón espiritual? Ya
un espejo41 y las cosas que pensamos que si no fuera esto así, sería necesario
que son útiles, con frecuencia se con-
vierten en obstáculos; por eso, las cosas
que hemos pedido, no se nos conceden
en absoluto, por providencia divina, 39 CSEL 44, 68: BAC 99, 79. ■0 יENPK 2, 61.
41 Cf. I Co 13, 12. 42 Cf. 2 Co 12, 7-9. 41 PL
com o él mismo dice en otro lugar42. P e- Supp. 1, 1149. 44 PG 82, 140. 45 CER 4, 82.
i.agio , Comentario a la Carta a los Ro- 4 ־׳Cf. Jb 37, 16; Hch 15, 18; 1 Jn 3, 20. 47 CSEL
manos43. 81, 289.
328 ROMANOS 8, 23-27
que dijese: El que sondea el espíritu. da a los creyentes. Por ella -animados
Pero para que aprendamos que el dis- sentimos compunción-, encendidos ro-
curso es sobre el hombre espiritual y gamos con más celo y entre gemidos
que posee el don de la oración, dijo: «El inefables nos encontramos con Dios
que sondea los corazones sabe cuál es el Salvador. Esto el divino Apóstol lo es-
deseo del Espíritu»; esto es, el hombre cribió partiendo además de lo que había
espiritual. Que pide por los santos según sufrido. Porque también él pidió verse
Dios. No es que el ignorante -dice- in- libre de tentaciones, y no sólo una vez
forme a Dios, sino que es así para que ni dos, sino tres incluso, y a pesar de
nosotros aprendamos a implorar las haberlo pedido, fracasó53. En efecto,
cosas que son necesarias, y pedir a Dios oyó decir a Dios: «Te basta con mi gra-
las cosas que le agradan... Por lo cual, cia, porque mi fuerza se cumple en la
también el que pide es escuchado porque flaqueza» j4. Sin embargo, aun habiendo
realiza la petición según Dios. J uan C ri- aprendido esto, abrazó aquellas cosas de
SÓSTOMO, H om ilías sobre la C arta a los las cuales pidió verse libre, y dice: «Por
Rom anos, 14, 74s. eso, con sumo gusto me gloriaré en mis
flaquezas»^, para que habite en mí la
E s p ír it u c o m o g r a c ia . E s costumbre fuerza de Cristo. T eodoreto de C iro ,
de la Sagrada Escritura llamar Espíritu In terpretación de la C a rta a los R o m a -
a los dones del Espíritu. De esta forma nos*’.
Pablo llama en este lugar Espíritu al don
del Espíritu Santo, que se otorga a los Observa que
M o c ió n d e l E s p ír it u .
hombres y se les concede de diferentes los buenos propósitos que nos llevan al
maneras como dice el mismo Apóstol en arrepentimiento son un producto de la
la Carta a los Corintios·. «Hay diversidad actividad del Espíritu, y la oración pura,
de carismas, pero el Espíritu es el mis- que lleva todos esos buenos propósitos
mo»44. P s . - C o n s t a n c i o , C om entario a su cumplimiento también se suscita
sobre la C arta a los Rom anos, 8 9 A 2C. en nuestra alma como resultado de la
a c t iv id a d del Espíritu. El, de un modo
Pablo llama aquí Espíritu al don del Es- o c u l t o , inicialmente nos mueve a lamen-
píritu... «Pide», porque nos hace pedir t a m o s con la memoria de nuestros pe-
con gemidos, que no pueden describirse, c a d o s . F ii.o x i n o de M abbug, C o m en ta-
como también se dice que Dios nos n o s, P 7.
tienta51, para saber, es decir, para hacer-
nos saber, quiénes somos, v también, en Por tanto, con la inspiración del Espíritu
el lenguaje ordinario, lo que el Señor Santo, se oye en la presencia de Dios el
manda que hagamos, se dice que lo hace clamor de los santos. C esAreo de A rles,
Él mismo, como cuando se dice, «Él edi- Serm ón, 97, 2 5S.
ficó la casa», o «Él escribió un códice»,
cuando en realidad, ni escribió éste, ni
construyó aquella. P ei agio , C om entario
a la C arta a los R om an os32.
48 PG 60, 533-534, 1 ״C o 12, 4. =יENPK 2, 61-
62. 51 Cf. Dt 13, 3. 52 PL Supp. 1, 1149. 52 Cf. 2
«Espíritu» aquí no se refiere a la sustan- C o 12, 8. 24 2 C o 12, 9. 55 2 C o 12, 10. 5(1 PG 82,
cia del Espíritu, sino a la gracia otorga 140. ’יM uscon 73, 49. 58 C C L 103, 398.
ROMANOS 8, 28-39 329
LA V IC T O R IA D EL C R IS T IA N O (8, 28-39)
28Sabemos que todas las cosas cooperan para el bien de los que aman a
Dios, de los que son llamados según su designio. 29Porque a los que de antem a-
no eligió tam bién predestinó para que lleguen a ser conformes a la imagen de su
Hijo, a fin de que él sea prim ogénito entre muchos hermanos. i0Y a los que pre-
destinó tam bién los llamó, y a los que llamó tam bién los justificó, y a los que
justificó también los glorificó.
31¿Q ué diremos a esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?
y2El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos dará con él todas las cosas? 33¿Q uién presentará acusación contra
los elegidos de D ios? ¿Dios, el que justifica? 34¿Q uién condenará? ¿Cristo Jesús,
el que murió, más aún, el que fu e resucitado, el que además está a la derecha de
Dios, el que está intercediendo por nosotros f :, ¿כQ uién nos apartará del am or de
Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, o la persecución, o el hambre, o la des-
nudez, o el peligro, o la espada? 3,'Como dice la Escritura: «Por tu causa somos
llevados a la muerte todo el día, somos considerados como ovejas destinadas al
matadero».
37Pero en todas estas cosas vencemos con creces gracias a aquel que nos amó.
38Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, n i los
principados, ni las cosas presentes, n i las futuras, ni las potestades, 34ni la altura,
ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del am or de
Dios, que está en Cristo Jesús, Señor nuestro.
pudieran, y concluye con la tajante afir- según su designio»..., mas aquí lo deno-
mación de que el amor de Dios es más mina «designio» para que no se atribuya
fuerte que todos ellos. Los Padres se todo a la llamada...; la llamada no ha
hacen eco de esta proclamación y apro- sido impuesta ni forzada. Así pues,
vechan la oportunidad de explorar el todos fueron llamados, pero no todos
verdadero significado de las cosas que obedecieron. J uan C risóstomo, Homilías
Pablo menciona para salir al paso de las sobre la Carta a los Romanos, 1 5 , 1 J.
necesidades pastorales de su rebaño.
Las cosas que nos contrarían y las que
8, 28 Todas las cosas cooperan para nos parecen que afligen, también éstas
el bien de los que am an a D ios las cambia al bien: lo que sucedió tam-
bién en este [hombre] singular: y así las
D ios o b r a e n t o d o p a r a b ie n . Quiere concedidas a los hermanos, ésas mismas
decir que Dios no desoye las oraciones en mayor grado, obró en él el poder del
de los que le aman, aunque recen imper- ingenioso Dios, cambiando todos los
fectamente; porque, sabiendo Dios los males en bienes. J uan C risóstomo, Ho-
deseos de su corazón y su ignorancia, no millas sobre el Génesis, 6 7 , 1 9 4.
les achaca que pidan cosas malas, sino
que les enseña lo que debe ser dado a los P ruf .ba d e J o b . En aquellas circunstan-
que le aman. Esto es lo que el Señor dice cias en que [Job] se había visto privado
en el Evangelio: «Pues ya sabe vuestro de sus bienes y perdido a sus hijos, todo
Padre celestial que tenéis necesidad de parecía ser una calamidad para él5; pero
todo eso, antes de que se lo pidáis»'. como amaba a Dios, las desgracias que le
Luego son llamados según la promesa habían sobrevenido le reportaban un be-
aquellos, a quienes Dios conoció de an- neficio6: aquellos gusanos de su cuerpo
temano que serían dignos de El por su estaban preparándole una corona en el
fe, de manera que eran conocidos antes ciclo7. Antes de sufrir las tentaciones,
de llegar a la fe. A mbrosiaster, Comenta- nunca Dios le había hablado; pero des-
rio a la Carta a los Romanos1. pués de ello, Dios se le acerca y habla
con familiaridad, como un amigo a su
Cuando [Pablo] dijo «Todas las cosas», amigo8. ¡Que vengan todo tipo de des-
también menciona las que parecen que gracias y calamidades, con tal de que,
son molestas. Y es que si tribulación, po- tras ellas, se presente Cristo! J erónimo ,
breza, cárceles, hambre, muertes, u otra Tratado sobre los Salmos, 669.
cosa cualquiera sobreviniera, puede Dios
cambiarlas todas a lo contrario. Y esto es P a r a lo s q u e a m a n a D io s . Luego en
propio de un poder inefable, el que las aquellos que se salvan por elección gra-
cosas nos parezcan fáciles de sobrellevar, ciosa, Dios es quien ayuda y obra el
y dirigir el auxilio hacia nosotros. querer y el obrar según la buena volun
Hablando así, que éste es un bien
grande, y que excede en mucho a la na-
turaleza humana, puesto que también a
'M t6 , 32. 2 CSEL 81, 289-291. ' PG 60, 540,
muchos les pareció algo inverosímil, lo 4 PG 54, 578, s Cf. Jb 1, 13-21. ־׳C f. Jb 42, 9 17.
confirma con las cosas anteriores dicien- 7 Cf. J b 7, 5. s Cf. Jb 38, 1 - 42, 9. ׳־C C L 78, 39:
do lo siguiente: «A los que son llamados B A C 593, 178.
ROMANOS 8, 28-39 331
tad. «Para los que aman a Dios todo co- 8, 29 Conformes a la imagen de su
opera al bien»10. A gustín, Carta a Pauli- H ijo
no, 186, 3, 711.
Él p r e d e s t in ó a l o s q u e c o n o c ía d e
Todo lo que hayamos hecho o pade- antem ano. Hemos leído que algunas
cido por amor a Dios, todo se acumula veces el Hijo de Dios está en forma de
en nosotros en orden al premio12. P e - Dios y otras en forma de esclavo18. A
i . a g i o , Comentario a la Carta a los cuál de estas dos formas se refiere el
Romanos 13. Apóstol que se conformarán los que
aman a Dios y en los que todas las cosas
N o hay que asombrarse, dice Pablo, si cooperan al bien, no me parece ocioso el
esperamos rodearnos de tales bienes y al que lo distingamos. Pienso que se refiere
presente, sin embargo, nos encontramos a la forma de esclavo en los que tienden
en medio de males irremediables, porque a la perfección, y a Cristo en cuanto que
sabemos muy bien que la costumbre de es Verbo en los que la sinceridad del
Dios es hacer siempre el bien. T eodoro Verbo de Dios se conforma para lo
de M oi'Sui.stia, Fragmentos sobre la puro...
Carta a los Romanos H. N o omitamos tampoco lo que dijo:
«Eligió de antemano» y «Predestinó».
Aquellos a los que hace referencia esa Pienso que lo mismo que no se refiere a
sentencia, son llamados según la volun- todos el «predestinó», tampoco a todos
tad de algunos; pero ¿cuál, la del que hay que aplicar el «eligió de antemano».
llama o además la de los mismos a los N o hay que pensar, según la opinión del
que llama? En consecuencia, toda lia- vulgo, que Dios haya conocido de ante-
mada que recibimos invitándonos a la mano el bien y el mal, sino que hay que
justicia, nos tendrá que venir de parte sentir conforme a la costumbre de la Sa-
de Dios Padre. Como dijo Cristo en grada Escritura19. Quien estudia la Escri-
algún momento: «Nadie puede venir a tura observe cómo no se dice que Dios
mí, si no le trae el Padre que me ha en- ha conocido de antemano a los malos;
viado»15. Con todo, en esto no se apar- por eso en este pasaje se refiere manifies-
tará de lo correcto el que diga que algu- tamente a los buenos..., pues ningún
nos son llamados conforme al propósi- malo puede ser conforme a la imagen del
to, tanto del que llama como de ellos Hijo de Dios... Los malos no pueden ser
mismos. C irilo de A lejandría, Frag- conocidos de antemano, no porque
mentos a la Carta de san Pablo a los pueda haber algo oculto a la naturaleza
Romanos'6. divina, que está en todas partes y no se
encuentra ausente de ninguna de ellas,
No con todos colabora Dios, sino con sino porque todo lo que es malo es tcni-
quienes le aman. Y no colabora sin más,
sino que colabora con vistas al bien. En
efecto, si alguien pide cosas inconvenien-
tes, yerra en su petición puesto que con- 10 Is 49, 8. 11 CSEL 57, 50: B A C 99, 667. 12 Cf.
M t 5, 12; Le 6, 22-23. ' ייPL Supp. 1, 1149.
viene que no lo obtenga. T eodoreto de 14 N T A 15, 141-142. 15 Jn 6, 44. ' ־׳PG 74, 828.
C iro , Interpretación de la Carta a los 17 P G 82, 140-141. 18 Cf. Flp 2, 6-7. 14 Cf. M t 7,
Romanos17. 23; Le 13, 27.
332 ROMANOS 8, 28-39
P r im o g é n it o e n t r e m u c h o s h e r m a -
22 C E R 4, 86-90. N T A 15, 95. 22 Cf. G n 29, 32;
no s. A quienes Dios conoció de antema- 49, 3-4. 25 G N O 8/1, 200: BPa 18, 72 24 CSEL 81,
no que serían dignos de Él, a esos los 291. 25 Cf. Ef 1, 4-7; 2 T m 1, 8-10. 26 Cf. H b 2, 3-
eligió para recibir las promesas. Pero 18. 27 PG 60, 341.
ROMANOS 8, 28-39 333
designio, pues este designio se reserva a en el del varón. Dios hizo sólo al varón
la presciencia y predestinación de Dios. del barro y a la mujer la formó del va-
Tampoco predestinó a nadie que no pre- rón. Tengo para mí que la verdad está de
conoció había de creer y seguir el llama- parte de quienes creen que resucitarán
miento, a los cuales también denominó los dos sexos. A gustín, La ciudad de
elegidos. Muchos ciertamente no vienen Dios, 22, 173’־.
al ser llamados, pero nadie viene sin
serlo. En conformidad con esto, Dios decidió
Por lo que escribe «a fin de que sea salvar por la sola fe, a ios que de ante-
el Primogénito entre muchos herma- mano sabía que creerían, y a los que
nos», demuestra con claridad que ha de llamó gratuitamente a la salvación, mu-
entenderse que de un modo nuestro cho más los glorificará cuando obran en
Señor es Unigénito, y de otro, Primo- orden a la salvación. «También los pre-
génito. Donde se denomina Unigénito, destinó a reproducir la imagen de su
no tiene hermanos, y por naturaleza es Hijo». Predestinar es lo mismo que co-
Hijo de Dios, Verbo en el principio, nocer de antemano. Por lo tanto, los que
por quien fueron hechas todas las Dios supo de antemano que serían con-
cosas28. Conforme la toma del hombre formes [al Hijo] en la vida, también
y la gracia de la Encarnación, por la quiso que llegaran a serlo en la gloria,
que se dignó llamarnos hijos adoptivos, «El cual transfigurará este cuerpo mise-
no naturales, se llama Primogénito en rabie nuestro en un cuerpo glorioso
la congregación de los hermanos2'׳. En como el suyo»33. «Para que fuera El el
lo que se llama el primero, no es solo, Primogénito entre muchos hermanos».
sino que Él precedió en ello a los her- «Primogénito de entre los muertos» en
manos que le han de seguir. Por lo que la gloria34. P 1 .l a c l o , Comentario a la
también en otro lugar dice que es el Carta a los Romanos3’.
Primogénito de los muertos, para que
en todas las cosas tenga la primacía. E n g e n d r a d o e n s u D iv i n i d a d , P r i m o -
Antes de Él no hubo resurrección algu- g é n it o e n su H u m a n i d a d . Aquí, el Pri
na de muertos, de tal modo que ya no mogénito Hijo de Dios, de acuerdo con
murieran; mas después de Él hubo la su naturaleza humana y de acuerdo tam-
de muchos santos, a los que no se bién con la gracia que en Él había, ínter-
avergüenza de llamar hermanos por la cede por nosotros; no intercede como si
misma participación de la humanidad. fuera Dios, sino como sumo sacerdote.
A g u s t ín , Exposición sobre la Carta a «A los que predestinó». Aquí se le llama
los Romanos, 55-5630. Primogénito de acuerdo con que se en-
carnó y de acuerdo con la gracia y la
S o b r e s i l a s m u je r e s si -: c o n f o r m a r á n gloria que había en Él, pero cuando se le
H i j o . Algunos, basa-
a i .a im a g e n d e s u llama Unigénito36, hay revelación de di-
dos en estos dos testimonios: «Hasta que
arribemos todos al estado de un varón
perfecto, a la medida de la edad perfecta
א נCf. Jn I, 3. -” Cf. C ol 1,18. 10 CSEL 84, 30:
de Cristo»31, y «Conformes a la imagen B A C 187, 40-41. 31 E f 4, 13. 32 C C L 48, 835:
del Hijo de Dios», han concluido que las BA C 172, 735. 33 Flp 3, 21. 33 C ol 1, 18. 33 PL
mujeres no resucitarán en su sexo, sino Supp. 1, 1149-1150. 36 Cf. Jn 1, 14.
334 ROMANOS 8, 28-39
vin id ad. P s.-C onstancio , C om entario destinó» en sentido general, parece que
sobre la C arta a los R om anos, 90-90A37. el que es justificado es tal porque ha sido
llamado, y ha sido llamado y justificado
Si, siendo Unigénito, se hizo Primogéni- porque ha sido predestinado, y ha sido
to entre muchos hermanos -y es Uni- predestinado porque ha sido conocido
génito-, ¿qué tiene de extraño que en la de antemano... Fíjate, piensan de mane-
carne padeciera como hombre, y como ra absurda los que sólo admiten la pres-
Dios se le considere también impasible? ciencia de Dios en las cosas futuras,
C irilo d e A lejandría, A los monjes de antes de haberlas conocido. Según esto,
Egipto,5538. se da el caso de que, como hemos dicho
antes, Dios no ha conocido de antemano
C o n f o r m e a l a im a g e n d e s u H i j o . a los que predestinó...
Dios no los predestinó sencillamente, Nos resta todavía la solución de esa
sino que los predestinó tras haberlos co- cuestión, cómo «a los que llamó, tam-
nocido de antemano. Hablando siempre bién los justificó», cuando conforme a lo
con precisión, Pablo no dijo: «Semejan- que hemos dicho antes consta que «son
tes a su Hijo», sino: «Semejantes a la muchos los llamados y pocos los elegí-
imagen de su Hijo». Porque ciertamente dos»43. Pero me parece que se habla de
nuestro cuerpo no es semejante a su di- una distinta vocación, porque todos han
vinidad, pero sí a su cuerpo glorioso. Se sido llamados, pero no todos han sido
llama a Cristo «Primogénito» en tanto llamados según el propósito [de Dios],
hombre, pues en cuanto Dios es Uni- Así, los que han sido llamados conforme
génito. En efecto, no tiene hermanos en al buen propósito y buena voluntad, que
tanto Dios, más en cuanto hombre llama la realizan en relación con el culto de
hermanos a sus fieles39. T eodoreto de Dios, esos son los que se dice han sido
C i r o , Interpretación de la C arta a los llamados «conforme al propósito», y
R om an os 40. estos son los llamados que son justifica-
dos. O rígenes, Comentarios sobre la
[Pablo utiliza la expresión] imagen del Carta a los Romanos, 7, 844.
Hijo para designar al Espíritu Santo. En
efecto, así como el Hijo es imagen mmu- Llamar es ayudar a quien piensa desde
table del Padre, así el Espíritu es [ima- la fe, o dirigirse a quien sc sabe que es-
gen] del Hijo. Así pues, cuantos han sido cucha. A mrrosiastf.r, Comentario a la
hechos dignos por el Espíritu Santo de Carta a los Romanos45.
vivir espiritualmente, ésos se han confor-
mado al Espíritu, que es la imagen del J u s t if ic ó a i o s q u f. e l ig ió . [Dios] n o s
Hijo41. Severiano , Fragmentos sobre la j u s t if ic ó p o r el Bautismo d e la regenera-
C arta a los R om an os 42. c i ó n . . . n o s g l o r i f i c ó por la gracia, por la
a d o p c i ó n c o m o h ijo s . J u a n C r isó st o m o ,
Homilías sobre la Carta a los Romanos, p a r tic ip a r e n los bienes futuros, y los
15, 246. lla m ó , d e m o d o que por la fe en El con-
s ig u ie r a n la justicia, sin dejarlos entonces
Puede inquietar y, por lo mismo, tam- caer en p e c a d o . C irilo d e A l e ja n d r ía ,
bién preguntarse si todos los que han Fragmentos a la Carta de san Pablo a los
sido llamados serán justificados; pues en Romanos33.
otro lugar leemos; «muchos son los lia-
mados, pero pocos los escogidos»47. Sin La p r e s c ie n c ia d iv i n a n o im p l ic a
embargo, como también los mismos ele- c a u s a d ir e c t a .A aquellos cuya inten-
gidos fueron llamados, es evidente que ción Dios conoció, los predestinó desde
no son justificados sin haber sido llama- el principio; habiéndolos predestinado,
dos; aunque no todos los llamados sean también los llamó; luego, después de lia-
justificados, sino los que fueron llama- marlos, los justificó por medio del Bau-
dos «según el propósito», como ante- tismo; tras justificarlos los glorificó lia-
riormente dijo48. A gustín, Exposición mandólos hijos34 y regalándoles la gracia
sobre la Carta a los Romanos, 5549. del Espíritu Santo. Pero que nadie diga
que el preconocimicnto es la causa de
Es Dios, por tanto, quien eligió a los estas cosas. Porque el preconocimiento
creyentes, esto es, para que lo fuesen, no no los hizo así, sino que desde hace
porque ya lo eran. A gust ín , La predesti- mucho tiempo Dios había previsto los
nación de los santos, 17, 3450. acontecimientos futuros por ser Dios.
T e o d o r e t o d e C ir o , Interpretación de
A los que de antemano supo que creerí- la Carta a los Romanos55.
an, a éstos los lla m ó . Ahora bien, la lia -
mada congrega a los que quieren [creer], 8, 31 D ios está con nosotros
no a los que no quieren [creer], la distin-
ción afecta a las personas, no al tiempo. Dios está d e n u e s t r a pa r t e . Cómo
Pablo dice esto por causa de los enemi- Dios está con nosotros se manifiesta por
gos de la fe, p a r a que no consideraran la lo que hemos dicho antes, es decir, por-
fe como casual; así pues por la predica- que el Espíritu de Dios habita en noso-
ción son llamados para que crean, son tros v porque el Espíritu de Cristo,
justificados por el Bautismo cuando ellos Cristo mismo, está en nosotros, o su Es-
creen y serán glorificados por los méri- píritu, que resucitó a Cristo de entre los
tos de la gracia, es decir, en la resurrec- muertos, habita en nosotros, o porque
ción futura. P eí a g io , Comentario a la actuamos con el Espíritu de Dios, o por-
Carta a los Romanos51. que recibimos el Espíritu de adopción, o
porque somos hijos de Dios, herederos y
Con toda claridad dijo Jesucristo: «Ve- coherederos con Cristo36. O r íg e n e s , Co
nid a mí todos los fatigados y agobiados,
y yo os aliviaré»52. Ved que llamaba a sí
a todos; nadie queda excluido de la gra-
״PG 6C, 541. 47 Mt 22, 14. 48 Cf. Rm 8, 28.
cia de la llamada, pues, mientras dice
4' ׳CSEL 84, 30: BAC 187, 40. 50 PL 44, 986: BAC
«todos», hace que nadie en manera algu- 50, 487. 51 PL Supp. 1, 1150. 52 Mt 1 1, 28 . 53 PG
na quede excluido. A los que de lejos co- 74, 828-829. 54 Cf. Jn 1, 12. 55 PG 82, 141.144.
noció quiénes serían, dice, los destinó a 56 Cf. Rm 8, 14-17; Ga 4, 4-7.
336 ROMANOS 8, 2 8 -3 9
Quiere decir: ¿Quién nos podrá apartar que soportar un leve daño, de continuo
del amor de Cristo, que nos ha dado tan se escandalizan y presumen de murmu-
grandes e innumerables beneficios? «¿La rar contra Dios, y vuelven a los nefan-
tribulación?». Nada puede hacerlo, por- dos y detestables augurios. C esáreo de
que no hay tormenta que pueda vencer A ries , S erm ó n , 54, 297.
al amor de un cristiano convencido. A m-
brosiaster, Comentario a la Carta a los
8, 36 Somos llevados a la muerte
Romanos93. todo el día
S e n t id o d e la t r ib u l a c ió n . Y aunque T o d o el d ía . Aquí se d ic e « to d o el día»
las cosas dichas son fáciles de enumerar, p a ra in d ic a r to d o el tie m p o p re se n te , en
tiene, sin embargo, cada palabra mil líne- el q u e s u frim o s p e rs e c u c ió n y so m o s
as de tentaciones. Pues cuando dice tri- m a ta d o s c o m o o v ejas. I reneo de L y o n ,
bulación, también dice prisión, y cade- Contra las herejías, 2, 22, 298.
ñas, y calumnias, y destierros, y todas la s
demás desdichas, recorriendo con una No es suficiente que yo muera o sea cru-
sola palabra un mar ilimitado de peli- cificado por Cristo en un momento, sino
gros, revelándonos simplemente en una el día entero, es decir, todo el tiempo
palabra todo lo que son males para los que dure mi vida. O rígenes, Comenta־
h o m b r e s . J u a n C r i s ó s t o m o , Homilías ríos sobre la Carta a los Romanos, 7,
sobre la Carta a los Romanos, 15, 394. 11" .
Toda la atención referente a este pasaje Es posible por tanto, en un solo día, una
h a d e e n c a m in a rse a la m ism a e x h o rta - vez, y dos, y muchas veces morir. Pues
c ió n , p a ra q u e a q u e llo s a q u ie n e s se quien está dispuesto a esto siempre reci-
h a b la n o se a b a ta n en las p e rse c u c io n e s , be retribución adecuada. A esto es lo
si v iv e n se g ú n la p ru d e n c ia d e la c a rn e , que se refería también el Profeta indican-
p o r la q u e a p e te c e n lo s b ie n es té m p o r a - do: «Todo el día»103. J uan C risóstomo ,
les y te m e n lo s m ales tra n s ito rio s . A gus - Homilías sobre la Carta a los Romanos,
t ín , Exposición sobre la Carta a los Ro- 15, 41:1.
manos, 57".
C o m o c o r d e r o s q u f sf. m a t a r á n . Su -
Después de beneficios y promesas tan frimos no por algún crimen, sino por ti
admirables ¿qué tribulación puede haber que dijiste: «Bienaventurados seréis
tan grande, que nos aparte de su amor? cuando os injurien»1"2. «Fuimos tratados
Y al decir «nosotros», quiere expresar como ovejas destinadas al matadero»103.
que todos deben ser tales, que ni siquiera Esto se cumplió especialmente en noso-
en los peligros puedan ser apartados de tros los cristianos, a quienes no nos es lí-*1
Cristo. P elagio , Comentario a la Carta
a los Romanos^.
Los buenos cristianos no se separan d e 1)5 CSEL 81, 299. ״־PG 60, 544, ייCSEL 84, 31:
BAC 187, 42. % PI. Supp. 1, 1150-1151. ״CCL
Cristo por lo s tormentos, sino los tibios 103,237. 98 SC 294, 216. 9 ״CER 4, 116. 100 Sal
y negligentes s o n los que alguna vez se 25, 5; 35, 28; 38, 7; etc. 1:1 PG 60, 545, 12 ־Mt 5,
separan por f á b u l a s ociosas; y si tuvieren 11. 13 ־Sal 44, 12.
ROMANOS 8, 2 8 -3 9 341
que dijo que no nos separará otra criatu- bién Juan: «Pues quien no ama a su her-
ra, es el amor de los cuerpos; o sin duda mano, a quien ve, no puede amar a Dios
que no nos separará de la caridad de a quien no ve»129. Pfi agio , Comentario a
Dios otra criatura, porque no existe nin- la Carta a los Romanos 13c.
guna otra criatura entre nosotros y Dios
que se oponga y nos excluya de su N a d a p o d r á s e p a r a r n o s . L os espiri-
unión. Por encima de la mente humana, tuales no se separan de Cristo ni siquiera
la cual es racional, no existe criatura al- por causa de los sufrimientos; en cam-
guna, sino sólo Dios. A gustín , Exposi- bio, los carnales se separan incluso por
ción sobre la Carta a los Romanos, 5 8 1:\ fábulas inútiles. A aquellos no los separa
ni la cruel espada, pero a éstos los separa
Tengo la certeza de que, ni aunque uno un afecto carnal. A los espirituales no les
me amenace con la muerte, ni aunque rompe ni lo más duro, pero a los cama-
me prometa la vida, ni aunque diga que les les corrompe lo más blando. C esáreo
él es un ángel enviado por el Señor, o de A rlí.s, Sermón, 82, 2 131.
que finja ser príncipe de los ángeles, ni
aunque me ofrezca para la vida presente Aquel que cree en la verdad, según la
honores, y a su vez la gloria para la vida Escritura, en nada le apartará del verda-
futura, ni por más que realice prodigios dero fundamento de la fe. Allí tendrá la
ofreciéndome el cielo, o me prometa li- constancia de la identidad inalterable e
berarme del infierno; por fin, ni aunque inmutable. Efectivamente, el que está
uno se empeñe en aconsejarme la pro- unido a la Verdad sabe bien que va por
fundidad de la ciencia, jamás nos podrá buen camino, aun cuando muchos le til-
apartar del amor de Cristo... den de loco132. Ps.-D ionisio A reopagita,
Pablo amaba a Dios en Cristo, y el Los nombres divinos, 7, 4 133.
amor a Cristo radica en la observancia
de los mandamientos127... Cristo mismo
estableció en el amor fraterno su imita-
126 CSEL 84, 32: BAC 187, 42-43. 127 Cf. Jn 14, 5.
ción al decir: «En esto conocerán todos 128 Jn 13,33. ICT 1 Jn 4, 20. IM PL Supp. 1, 1151.
que sois discípulos míos: si os amáis los 131 CCL 103, 338. 1,2 Cf. 1 Co I, 18-31. 1,3 PG 3,
unos a los otros»128, y por eso dice tam 888: BAC 511, 340-341.
y el culto y las promesas, 5de ellos son los patriarcas y de ellos según la carne des-
ciende Cristo, el cual es sobre todas las cosas Dios bendito por los siglos. Amén.
bNo es que la palabra de Dios haya quedado incumplida. Porque no todos
los descendientes de Israel son Israel, 7ni todos son hijos por ser descendientes de
Abrahán según la carne, sino que: «En Isaac será escogida tu descendencia». *Es
decir, no son hijos de Dios los que son hijos de la carne, sino que son considera-
dos descendencia los hijos de la promesa. 9Pues ésta es la palabra de la promesa:
«Volveré por este mismo tiempo y Sara tendrá un hijo». 10Pero no sólo esto:
también Rebeca concibió dos hijos de un hombre solo, Isaac nuestro padre. 11Y
cuando aún no habían nacido ni habían hecho nada bueno o malo, para que el
designio de Dios permaneciese según la elección, i2y no en virtud de las obras
sino del que llama, se le dijo: «El mayor servirá al menor»; 13conforme está es-
arito: «Amé a Jacob y odié a Esaú».
en Cristo, por contraste con la que está deseo y afecto hacia ellos en Cristo Jesús
fuera de Cristo. O rígenes, Comentarios y en el Espíritu Santo. A mbrosiastkr , C o-
sobre la Carta a los Romanos, 7, 132. mentario a la Carta a los Romanos5*.
Romanos, 92A13.
R e l a c ió n d e P ablo c o n lo s ju d ío s .
Pues, en efecto, si como otros creían, R e f e r e n c ia a l r a s a d o . L o d e se a b a en
quería hacerse anatema, convenía tam- o tr o tie m p o , c u a n d o p e rse g u ía a C ris to ,
bién ufanarse de esto por los gentiles; y m as a h o ra n o lo d ese a ría , p u e s sab ía q u e
si sólo se ufanara por los judíos mostra- d e ello s e ra n to d a s estas cosas; p e ro d e s-
ría que no lo quiere por Cristo, sino por p u e s q u e c o n o c í la v e rd a d , a b a n d o n é a
la familiaridad con aquéllos. Y si sola- a q u e llo s, a q u ie n e s a m a b a c o n ta n to celo
mente por los gentiles se hubiera ufana- y ello s n o se h a n c o n v e rtid o . P elagio ,
do no estaría tan claro; pero como era Comentario a la Carta a los Romanos ״.
solamente por los judíos, se muestra cía-
ramente que lo hace atendiendo a la glo- 9, 4 Estos son los israelitas: a ellos
ría de C risto... pertenece la adopción de hijos
Y como realmente, al decir estas co-
sas blasfemaban de Dios, Pablo al escu- A ELLOS LES PERTENECE LA FILIA CIÓ N.
charlas también se sentía ofendido, y do- Los hijos de Israel son adoptados por
liendose por la gloria de Dios deseaba Dios, «cuando el Altísimo repartió las
ser anatema, si fuese posible, para salvar- naciones, cuando distribuyó a los hijos
los, acabar con su blasfemia, y que no de Adán, fijó las fronteras de los pue-
pareciese que Dios había engañado a los blos, según el núm ero de los hijos de
antepasados de aquellos a quienes se les Dios; mas la porción de D ios fue su
habían entregado los dones. J uan C risós- pueblo, Jacob su parte de heredad»1־.
t o m o , Homilías sobre la Carta a los Ro- Esta es la adopción filial...
manos, 16, 1.2". Pero cuando afirma «alianza y legis-
lación», parece afirm ar una sola cosa. En
C onfesando su dolor . Para que nadie efecto, la ley que se les dio no fue otra
píense que en este pasaje Pablo dice cosa que lo que llamamos Alianza. N o
cosas contradictorias a las que dijo ante- obstante, pienso que existe una diferen-
riorm ente: «¿Q uién nos separará del cia, p o rq u e la legislación fue una y dada
am or de C risto? ¿la tribulación, la an- a M oisés de una vez, m ientras que las
gustia, la persecución?, etc.»12, y cuando alianzas fueron establecidas con frecuen-
añade mas adelante: «Pues desearía ser cia16. Así, cada vez que pecaron y fueror
yo m ism o anatema, separado de C risto ,
p o r mis herm anos», pero esto es lo que
dice: no deseo ahora - d ic e - ser anatem a,
PG 60, 549, 11 PG 60, 550, ■J Rm 8. 35.
separado de C risto , sino que lo deseaba
I;’ ENPK 2, 63-64. 14 Pl. Supp. 1, 1152. 15 Dt
en el tiem po, en que y o perseguía a C ris 32, 8-9. 1 י׳Cf. Gn 9, 8-17; 15, 18; 2 S 23, 5; 2 R
to o a su Iglesia, a la vez que obedecía 23, 3; etc.
ROMANOS 9, 1-13 347
D io s q u f . l o s u pe r a t o d o . Cristo es E l H ij o d e D a v id es el Señor de
«Dios sobre todas las cosas»20... Quien D a v id . Como los judíos retuvieron par-
está sobre todas las cosas, no tiene nada te de esta fe, fueron rechazados por el
por encima de él. Así, no viene después Señor porque, al preguntarles de quién
del Padre, sino del Padre. Aquí la sabi- decían ser hijo el Cristo respondieron:
duría de Dios se refiere al Espíritu «De David»24. Y esto es tener fe en
Santo, cuando dice: «El Espíritu del cuanto a la carne, pues de su divinidad,
Señor llena la tierra y Él, que todo lo por la que es Dios, nada dijeron. Por eso
mantiene unido, tiene conocimiento de el Señor les pregunta: «Luego ¿cómo es
toda palabra»21. Por tanto, si se afirma que David en espíritu le llama Señor?»25.
que el Hijo es «Dios sobre todas las Les dijo esto para que entendieran que
cosas», se recuerda que el Espíritu Santo sólo habían confesado que Cristo es hijo
contiene todas las cosas, y Dios es de David, pero que callaron que Cristo
Padre, «de quien todo procede», se es también el Señor del mismo David.
muestra con claridad que la naturaleza y
la substancia de la Trinidad es una, que
está por encima de todas las cosas. O rí- 17 CER 4, 136-138. 18 Ex 4, 22. ' ׳PL Supp. 1,
geni s, Comentarios sobre la Carta a los 1152. 20 Si 36, 1. 21 Sb 1, 7. 22 CER 4, 140.
Romanos, 7, 132223. 23 CSEL 81, 305. 24 Mt 22, 43. “ Mt 22, 4344־.
348 ROMANOS 9 , 1 -1 3
de Dios»; conectando las cosas antiguas Homilías sobre la Carta a los Ro-
to m o ,
con lo presente, y mostrando que ni si- manos, 16, 44íí.
quiera Isaac fue simplemente hijo de
Abrahán. Esto es, cualesquiera que hu- «Pues bien, cuando aún no habían nací-
bieran nacido al modo de Isaac, ésos son do ni habían hecho bien ni mal», hasta
hijos de Dios y semilla de Abrahán... ¿Y donde está escrito: «Si el Señor de los
de qué modo fue engendrado Isaac? No ejércitos no nos dejara un recurso, como
según la ley d e la naturaleza, ni según la Sodoma hubiéramos venido a ser y a Go-
facultad de la carne, sino según la fuerza morra nos asemejáramos»49. Examinemos
de la promesa. J C
u an , Homilí-
r is ó s t o m o todo el contexto, pues se trata de pasajes
as sobre la Carta a los Romanos, 16, 443. bastante oscuros. A , Sobre diversas
g u s t ín
son dignos del premio; o porque sea re- Pablo dice esto: «Concibió de un sólo
chazado Esaú todos sus descendientes hombre», es decir: «En el mismo momen-
son condenados, cuando vemos que hay to concibió a ambos». Pero sin embargo
hijos de Jacob malos e hijos de Esaú fie- uno era caro a Dios y otro indigno de la
les y queridos por Dios. Ninguna duda solicitud divina. T eodoreto df. C iro , In-
hay de que muchos hijos de Jacob son terpretación de la Carta a los Romanos57.
malos, pues todos los judíos, tanto ere-
yentes como incrédulos, tienen su origen 9,11 Para que el designio de Dios
en él. Y que hay hijos de Esaú buenos y permaneciese según la elección
fieles lo prueba Job, que es descendiente
de los hijos de Esaú, el quinto desde N o HICIERON NADA BUENO NI MAI.O.
Abrahán y, por tanto, nieto de Esaú. Pero todas estas cosas se refieren a lo
A mbrosiaster, Comentario a la Carta a que el Apóstol trata de demostrar, que si
los Romanos52. Isaac y Jacob fueron elegidos por Dios
gracias a los méritos que habían adquirí-
E l e g id o s p o r D io s . N o sólo Ismael e do mientras estaban en la carne, también
Isaac que, aunque del mismo padre, na- merecieron ser justificados por las obras
cieron de madre distinta, son lo mismo de la carne, y la gracia de sus méritos
ante Dios, sino también Jacob y Esaú, puede pertenecer también a la deseen-
que nacieron de Rebeca en una concep- dencia de la carne y de la sangre; sin em-
ción única, fueron separados ante Dios bargo, por voluntad de Dios y por libe-
en razón de la fe futura, de modo que la ralidad del que los llamó, la gracia de las
voluntad de Dios de elegir a los buenos promesas no se cumple en los hijos de la
y de rechazar a los malos existía ya en carne, sino en los hijos de Dios, es decir,
su presciencia53. De este modo eligió de en los que son elegidos de igual manera
entre los gentiles, a quienes de antemano por voluntad de Dios y son adoptados
sabía que iban a creer, y de Israel recha- como hijos. O rígenes , Coméntanos
zó a los no creyentes. «También Rebeca sobre la Carta a los Romanosy 7, 155s.
concibió de un solo hombre, de nuestro
padre Isaac». Se piensa que Rebeca fue la P a ra c o n t in u a r el f in d e la e l e c c ió n
primera que tuvo gemelos; turbada ruega p o r parte d eD io s . Pablo proclama la
a Dios por el hecho de haberle acaecido presciencia de Dios en estas circunstan-
algo en cierta medida nuevo54. P elagio , cias, porque no otra cosa puede pasar en
Comentario a la Carta a los Romanos^. el futuro, que lo que Dios ya conoce.
Por consiguiente, conociendo lo que
La presciencia de Dios no prejuzga al cada uno de ellos sería en el futuro, Dios
pecador, si quiere convertirse. P elagio , dijo: El más joven será digno y el mayor
Comentario a la Carta a los Romanos indigno. En su presciencia escogió uno y
rechazó al otro. Y permanece su designio
Si crees, dice Pablo, que a causa de Sara en el que Dios eligió, porque no puede
fue preferido Isaac a Ismael y a los hijos
que tuvo Queturá con Abrahán, ¿qué di-
rías de Rebeca? Porque en este caso hay 52 CSEL 81, 311-313. 51 Cf. Gn 25, 21-26. 54 Cf.
una sola madre, un sólo padre y una única Gn 25, 22-23. 55 PL Supp. 1, 1153. “ PL Supp. 1,
concepción, pues los niños eran gemelos. 1153. 7 יPG 82, 153. 58 CER 4, 146-148.
352 ROMANOS 9, 1-13
suceder de otro modo que lo que Dios en nosotros debido al don del Espíritu
supo y se propuso hacer en él, para que Santo, como lo dice el mismo apóstol san
sea digno de la salvación. Igualmente, el Pablo: «La caridad de Dios ha sido di-
propósito de Dios quedó en el que re- fundida en nuestros corazones por el Es-
chazó, porque será indigno. Sin embar- píritu Santo, que nos fue dado»*1.
go, aunque Dios supo lo que pasaría, no Luego nadie debe gloriarse de las
hace acepción de personas, porque a obras como suyas, pues las tiene por el
nadie condena antes de pecar; y a nadie don de Dios, siendo así que el mismo
premia antes de ganar la batalla. A mbro- amor obra el bien en el hombre. Luego
siastek, Comentario a la Carta a los Ro- ¿qué cosa elige Dios? Si concede a quien
manos59. quiere el Espíritu Santo, por quien el
amor obra el bien, ¿de qué modo elige a
Que no espera, como el hombre, hasta el quien da? Si no lo hace por mérito algu-
final de los hechos, para ver quién es no, ya no hay elección, pues todos son
bueno, y quién no lo es; sino que conoce iguales antes del mérito, ni puede decirse
incluso antes de esto quién es bueno y que hay elección en las cosas que son en
quién no es así. J uan C risóstomo, Homi- absoluto iguales. Pero, como el Espíritu
lias sobre la Carta a los Romanos, 16, 56c. Santo sólo se concede a los creyentes,
sin duda Dios no eligió las obras que El
N o por las obras . Lo que dice: «Aún mismo reparte, cuando da el Espíritu
no habiendo nacido ni obrado algo Santo a fin de que por la caridad ejecute-
bueno o malo, a fin de que permaneciese mos cosas buenas, sino más bien elige la
el designio de D ios según la elección, fe. Porque, a no ser que alguno crea en
pues no por las obras, sino por el que El y persista en la voluntad de recibir, no
llama, se dijo a Rebeca: El mayor servirá recibe el don de Dios, es decir, el Espiri-
al menor, conform e está escrito: A m é a tu Santo, mediante el cual pueda obrar el
Jacob y odié a Esaú», inquieta a no bien, habiendo sido difundida en él la
pocos, juzgando que el apóstol san Pablo candad.
echó por tierra el libre albedrío, por el Por tanto, no elige Dios, en la pres-
cual poseem os a D ios mediante las obras ciencia, las obras de alguno, que El ha de
buenas de piedad y le ofendem os con el dar, sino que elige en la presciencia la fe,
mal de la impiedad. Pues dicen que D ios de suerte que a quien preconoció que
amó a uno de los dos sin haber nacido, y había de creer en El, a éste eligió para
aborreció al otro antes de obra alguna darle el Espíritu Santo, a fin de que, ha-
buena o mala. Pero respondem os que se ciendo obras buenas, también alcanzase
hizo por la presciencia de D io s, por la la vida eterna...
cual con oció cóm o había de ser cada uno Además, el que creamos se debe a
de los no nacidos. Pero acaso alguno nosotros; mas lo bueno que obramos es
dirá: D io s eligió las obras en el que amó, de aquel que da a los creyentes en él el
aunque todavía no existían, porque las Espíritu Santo. Esta sentencia se expuso
previo com o futuras. Si eligió las obras, a no pocos judíos que creyeron en Cris-
¿cóm o dice el A póstol que no fue hecha to, al gloriarse de las obras ejecutadas
la elección por las obras? Por consiguien-
te, ha de entenderse que las obras buenas
se ejecutan por amor, y el amor se halla 59 CSEL 81, 313. 6: PG 6C, 335, 61 Rm 5, 5.
ROMANOS 9, 1-13 353
antes de recibir la gracia y decir que me- nalmente según Adán contraen en su pri-
recieron la gracia del Evangelio por sus mer nacimiento el contagio de la muerte
obras buenas antecedentes; siendo así que antigua; que no se libertan del suplicio
en nadie puede existir obra buena si no de la muerte eterna, suplicio que por una
hubiere recibido la gracia. Es una gracia justa condenación va pasando de uno a
que se dé al pecador la vocación cuando todos, si no renacen en Cristo por la gra-
no ha precedido mérito alguno de parte cia. A gustín, Carta a Vital, 217, 5, 1665.
de él sino para ser condenado. Por lo
cual, si el llamado hubiere seguido a Para significar con ello que [incluso]
quien le llamó, lo que es p rop io va del entre hermanos gemelos sólo el que no
libre albedrío, merecerá también el E spí cree es rechazado. P e l a g i o , Comentario
ritu Santo, mediante el cual pueda ejecu- a la Carta a los Romanosbb.
tar obras buenas, y, permaneciendo en Él,
lo que, sin embargo, también es propio 9, 12 No en virtud de las obras
del libre albedrío, merecerá asimismo la
vida eterna, la cual no puede ser destruí- J acob n o m k r ec ía n a d a a n t e s d e su
da por culpa alguna. A gustín, Exposición En efecto, nadie podría
n a c im ie n t o .
sobre la Carta a los Romanos, 6062. sostener que Jacob, sin nacer aún, había
merecido con sus obras que le prefiriese
P or e l e c c i ó n d i v i n a . En e f e c t o , nadie el Señor, diciendo: «Y el mayor servirá al
cree si no es llamado. Y llama Dios en su menor». No fue solamente prometido
misericordia sin reparar en méritos ni en Isaac cuando se le dijo: «Para este tiem-
la fe; porque los méritos de la fe son po volveré y Sara tendrá un hijo»67. Y en
posteriores al llamamiento, no anterio- verdad que tampoco éste había merecido
res... Luego si la misericordia de Dios con ninguna obra que se prometiese su
no se adelanta llamando, nadie puede nacimiento, a fin de que en Isaac fuera
conseguir la fe, que es la base y principio llamada la descendencia de Abrahán...
para justificarse y conseguir la facultad Luego la gracia es del que llama, y las
de obrar bien. En consecuencia, la gracia buenas obras siguen al que recibe la gra-
precede a todo mérito. Porque «Cristo cia; no producen ellas la gracia, antes
murió por los impíos»63. Luego por la bien, son fruto de la gracia. A gustín ,
voluntad del que llama, no por ninguna Sobre diversas cuestiones a Simpliciano,
obra meritoria suya, consiguió el menor 1, 2 , 3 68.
el traspaso del mayorazgo. A g u s t ín ,
Sobre diversas cuestiones a Simpliciano, Pablo manifiesta aquí que el pueblo ve-
í , 2, l 64. nidero después de Isaac era el de la pro-
mesa. P e l a g i o , Comentario a la Carta a
A u n q u e n o h a n a c id o t o d a v ía . Pues- los Romanosbt).
to que por la clemencia de Cristo somos
católicos: Sabemos que los aún no nací-
dos nada han hecho en su vida, ni bueno
' ’־CSEL 84, 33: BAC 187, 44-46. ״Rm 5, 6.
ni malo; que no han venido a las miserias
M CCL 44, 31 32: BAC 79, 85. '·׳CSEL 57, 414:
de esta vida por méritos de alguna otra BAC 99, 1031. 6 ־יPL Supp. 1, 1153. 7 ׳יGn 18, 10.
vida anterior individual que no pudieron “'׳CCL 44, 26: BAC 79, 78-79. <■ ׳־PL Supp. I,
tener; que, sin embargo, los nacidos car 1153.
354 ROMANOS 9, 1-13
9, 13 Amé a Jacob y odié a Esaú que es justo que cada cual responda de
sus méritos. Pues los que eran buenos,
La p r e s c ie n c ia y la ju s t ic ia d e D io s . fueron elegidos para el ministerio, y sus
Se dicen estas cosas de los judíos, los nombres habían sido escritos en el cielo
cuales defienden su primacía, porque son en justicia, como ya he dicho: pero según
hijos de Abrahán. Sin embargo, el Após- la presciencia de Dios pertenecían al nú-
tol se consuela, porque como había mero de los malos. Y Dios juzga según
dicho que tenía un dolor continuo en su su justicia, no según su presciencia. Así le
corazón por causa de aquellos que tenían dijo a Moisés: «Al que peque contra mí,
la adopción de hijos, y poseían la ley, y le borraré yo de mi libro» 72; de modo
de los que nació Cristo, el Salvador, que al que peca, se le borra del libro
como él mismo dice: «Porque la salva- según la justicia del Juez; pero según la
ción viene de los judíos»73; dejada atrás presciencia nunca estuvo en el libro de la
la ley, vio que no todos los que pertene- vida. Sobre esto afirma el apóstol Juan lo
cen a Israel, habían de creer; y que por siguiente: «Salieron de entre nosotros;
mucho que dijeran que eran hijos de pero no eran de los nuestros. Si hubiesen
Abrahán, no era posible llamarles hijos sido de los nuestros, habrían permanecí-
de Abrahán, como anteriormente co- do con nosotros»73. En la presciencia de
menté. Pablo amortigua su dolor al des- Dios no hay acepción de personas74; pues
cubrir que había sido predicho anterior- es en la presciencia de Dios en la que se
mente que no todos creerían; de tal ma- encuentra definido, cuál será la voluntad
ñera que sólo se aflige por aquellos que futura de cada cual, en la que va a perma-
se negaron a creer, movidos por la envi- necer, y por la que será condenado o co-
dia. Pueden creer, sin embargo, como roñado. Finalmente, Dios sabe que quie-
Pablo demuestra. Entonces no hay por nes van a permanecer en el bien, fre-
qué sufrir por los no creyentes antes ci- cuentemente antes han sido malos; y que
tados, ya que no han sido predestinados quienes permanecen malos, algunas veces
a la vida eterna; pues la presciencia de han sido buenos antes. A mbrosiaster, C o-
Dios en otro tiempo no decretó salvar- mentario a la Carta a los Romanos75.
los. Porque ¿quién llorará por alguien
que, hace tiempo, está muerto? Pero D io s n o a b o r r e c e n a d a d e l o q u e h a
cuando aparecieron los gentiles, que es- creado. En efecto, si aborreció Dios a
taban antes sin Dios, recibiendo la salva- Esaú porque había sido hecho vaso igno-
ción que los judíos habían perdido, el minioso, y el mismo ceramista labró un
pesar de Pablo se revolvió. Pero de vaso para usos nobles y otro para usos
nuevo se calmó porque ellos mismos viles, ¿cómo puede ser verdad que nada
eran la causa de su propia condenación. aborreció de cuanto hizo? Pues aborrece
Porque, sabiendo Dios que tendrían a Esaú, a quien hizo vaso de ignominia.
mala voluntad, no los contó en el núme- Esta dificultad se resuelve teniendo en
ro de los buenos, aunque el Salvador diga cuenta que Dios es el artífice de todas las
a los setenta y dos discípulos que había criaturas. Ahora bien, toda criatura de
escogido en la segunda hora, los cuales
más tarde le abandonaron: «Vuestros
nombres están escritos en el cielo»71. Y " Jn 4, 22. 71 Le 10, 20. 72 Ex 32, 34. 71 יJn 2, 19.
esto para que se cumpla la justicia, por 74 Cf. Hch 10, 24-35. 75 CSEL 81, 313-317.
ROMANOS 9, 1-13 355
P r o f e c ía c u m pl id a e n i .o s descf .n -
76 CCL 44, 44-45: BAC 79, 99-100. 77 ENPK 2, 65.
d ie n t e s d e R Pablo enseña por
ebeca.
7 ״Cf. Gn 25, 23. *7*' ׳PL Supp. 1, 1153. “ Cf. Gn 25, 1-
medio del profeta, que se cumplió en 4; 1 Cro 1, 32. 81 PG 82, 156. 82 Mi 1, 2-3. No se trata
la generación posterior lo que se había del profeta Ageo, sino Malaquías. eí NTA 15, 390.
Entonces, qué diremos? ¿Es que existe injusticia en Dios? ¡De ninguna
manera! 15Pues a Moisés le dice: «Tendré misericordia de quien tenga miseri-
cordia, y me apiadaré de quien me apiade». ihPor lo tanto, no depende de que
uno quiera o de que se esfuerce, sino de Dios, que tiene misericordia. wPues le
356 ROMANOS 9, 14-21
P re s e n t a c i ó n : El hecho
d e que Dios sión lógica, y dice que desde el momen-
castigue a unos y no a otros es difícil de to en q u e toda la arcilla de la raza hu-
entender, pero no es injusto. Aquí nos mana se corrompió en Adán, sólo me-
encontramos con el problema d e los diante la misericordia de Dios, cualquie-
bautizados que no siguen a Cristo toda ra de nosotros, sea quien sea, puede ser
su vida. En lo que respecta a san Agus- redimido. Efectivamente, el ejercicio de
tín, estos tales no tenían derecho a here- la libre voluntad de Adán elimina la
dar la vida eterna, aunque no podía ex- nuestra. Estas aportaciones difieren con
plicar por qué Dios permite que tal respecto a la voz del predicador, bien se
apostasía suceda. Dios es libre de mos- trate de Pablo, bien de la retórica de un
trar clemencia a quien desee, y sus deci- oponente, y en lo relativo al punto en
siones nunca son injustas. La elección de que la metáfora de la vasija tiene en
Dios no se basa en el mérito humano. A cuenta la libre voluntad.
la larga resulta un misterio que sólo Dios
entiende. 9, 14 ¿Es que existe injusticia en
Dios puede incluso hacer que el co- Dios?
razón más endurecido sirva a sus propó-
sitos, como en el caso del Faraón. La E l c a s o d e l o s n i ñ o s b a u t iz a d o s q u e
idea de que el monarca egipcio podría SF. HACEN APÓSTATAS MÁS TARDE. ¿Qué SC
haberse arrepentido queda descartada dirá de los niños, que en su mayor parte
diciendo que había pecado hasta tal ex- reciben a esa edad el sacramento de la
tremo que la hipótesis habría sido in- gracia cristiana, y sin duda pertenecerían
concebible. El tratamiento de Dios con a la vida eterna y al reino de los cielos si
el Faraón no fue injusto, ya que el Fara- entonces muriesen, y, sin embargo, se
ón era un pecador. La piedad nunca es les deja crecer y algunos de ellos aposta-
instantánea, y nadie puede darla por su- tan? ¿Por qué, sino porque no pertene-
puesta. Nadie puede resistirse a la vo- cen a aquella predestinación y vocación
!untad de Dios, pero es siempre santa v que según el propósito es infalible? Mas,
justa, entendámosla o no. Pocos pasajes ¿por qué unos pertenecen a ella y otros
del Nuevo Testamento presentan el ca- no? La causa puede ser oculta, pero no
rácter de predestinación tan decisivo puede ser injusta. A gustín, Carta a Pau-
como Romanos 9, 19-21, y podemos lino, 149, 2, 22'.
apreciar cómo algunos Padres se sintie-
ron incómodos al tratarlo. Una vez más
es san Agustín quien indica la conclu CSEL 44, 368: BAC 99, 303.
ROMANOS 9, 14-21 357
S o b r e si D io s h a c e m a l o s a a l g u n o s . Luego la
P r e s c ie n c ia y m is e r i c o r d i a .
Pablo temió que, lo que había dicho para misericordia, «seré misericordioso», dice,
probar que la prerrogativa del linaje ante «con quien lo sea», es decir, tendré mise-
Dios no tiene valor, o que al no entender ricordia de quien en mi presciencia sabía
que y a entonces estaba significado que el que le iba a dar misericordia, sabiendo
pueblo posterior sería mejor, pensaran que se iba a convertir, y permanecería
que él enseñaba que Dios hacía a unos junto a mi. «Me apiadaré de quien me
buenos y a otros malos y que, según la apiade», quiere decir, tendré misericordia
forma de pensar de ellos, era injusto cas- de quien sé que volverá a mí con un co-
tigar a los que no habían pecado volun- razón recto después de su pecado. Esto
tariamente; Pablo se imagina, por el con- es dar a quien se ha de dar, y no dar a
trario, las pruebas con las que ellos solí- quien no se debe de dar, de modo que
an afirmar esto. Respondiendo con estos llama a quien sabe que le obedece, y no
testimonios, Pablo prueba que no debe llama, en cambio, a quien sabe que de
entenderse de esta forma. P f.i.a c t o , C o- ninguna manera le va a obedecer. A m -
mentario a la Carta a los Romanos1. brosi aster , Comentario a la Carta a los
Romanos5.
¿Por qué n u e s t r o Dios n o a z o t a a todos
de forma m i s e r ic o r d io s a p a r a n o permi- Pues no es propio de ti, oh Moisés6, co-
tir que a lg u ie n s e e n f r e n t e a El? O bien nocer quiénes merecen mi misericordia,
h a y que a tr ib u ir lo a la in iq u id a d d e sino que es algo que se me concede a mí.
aquellos q u e m e r e c e n se r endurecidos, o Y si no es propio de Moisés saberlo,
b ie n h a y que referirlo a los inescrutables mucho menos de nosotros. J u a n C risós -
juicios de Dios, que muchas veces per- t o m o , Homilías sobre la Carta a los Ro-
porque Dios fue quien le dio la caridad alcance su resultado. Con esto se enseña
mediante el Espíritu Santo, sin la cual que el hombre debe poner todo su em-
nadie puede ser misericordioso8. peño y trabajo, pero corresponde a Dios
No eligió Dios a los que obran bien, el poner el resultado; por ello es piadoso
sino más bien a creyentes, para hacerles y religioso para el hombre, el atribuir la
Él mismo obrar bien. De nosotros es el realización de su propio trabajo, más a
querer y el creer, y de Él es el dar a los Dios que a sí mismo. De igual manera,
que quieren y creen la facultad de obrar cuando Pablo plantaba y Apolo regaba,
bien mediante el Espíritu Santo, por se dice que Dios ponía el incremento, y
quien la caridad de Dios se difunde en añade: «De modo que ni el que planta es
nuestros corazones, a fin de hacerlos mi- algo, ni el que riega, sino Dios que hace
sericordiosos. A g u s t í n , Exposición sobre crecer» 14. Lo mismo podemos afirmar
la Carta a los Romanos, 61 aquí: Ni el que corre es algo ni el que
quiere, sino que es Dios quien otorga el
Dios dice esto a Moisés1C. Pablo reco- resultado. O rígenes, Comentarios sobre
giéndolo en orden al ejemplo, enseña la Carta a los Romanos, 7, 1615.
que la misericordia [divina] se otorgará
a aquellos que han creído en Cristo. Ps.- Efectivamente, Dios no es injusto, como
C o n s t a n c i o , Comentario sobre la Carta para que deje de dar a cada uno lo que
a los Romanos, 9 7 Α 11. merece. D io d o r o , Fragmentos sobre la
Carta a los RomanosIA.
En sentido recto hay que entender esto
del modo siguiente: tendré compasión de E jf .m p i .o d e S a ú l y D a v id . Pues Saúl
aquél, de quien supe de antemano que pecador, cuando pidió perdón, no lo re-
podía merecer misericordia, de forma cibió17; por el contrario, David pecador,
que ya entonces me compadecí de él. P e- cuando confesó su pecado, consiguió el
i .a g i o , Comentario a la Carta a los Ro- perdón18. Sin embargo, se puede deducir
manos12. que Dios no juzga injustamente por con-
cederle perdón a uno y no concedérselo
9, 16 No depende de que uno quiera al otro, Él que quiere salvar a todos, per-
o de que se esfuerce maneciendo la justicia. Pues el conoce-
dor del corazón sabe quién lo pide con
A NO SER QUE EL S e ÑO R RECONSTRUYA. un espíritu que merece recibir lo que
Cuando afirma: «No depende de que pide. Y aunque es peligroso tratar de
uno quiera o de que se esfuerce, sino de discernir el juicio de Dios; por causa de
Dios», hay que entenderlo como David los incrédulos, para que su mente pueda
afirma en el Salmo: «Si el Señor no cons- adquirir el remedio y no piensen que el
truye la casa, en vano trabajan los alba- juicio de Dios es injusto, diciendo: A
ñiles»13. Esto hay que entenderlo no uno lo llama y al otro no; pensando así
porque el albañil no haga nada o esté
ocioso, por eso tiene el Señor que cons-
truir la casa, sino que aunque aquél, en
s Cf. Ga 5, 22. יCSF.I. 84, 35: BAC 187, 46. 13 Cf.
cuanto hombre, ponga todo el cuidado Ex 33, 19. " E N P K 2, 67. 12 PL Supp. 1, 1153.
y trabajo, es tarea de Dios el remover 11 Sal 127, 1. 14 1 Co 3, 7. 15 CER 4, 152 154.
todos los obstáculos para que el trabajo ’ ■׳NTA 15, 98. 17 Cf. 1 S 15, 24. 18 Cf. 2 R 12, 8.
ROMANOS 9 , 14-21 359
que pueden librarse de ser condenados, basta nuestra voluntad ni nuestro correr
probemos esto más con los hechos que si Dios no presta las fuerzas a los que co-
con las palabras; pues si existe el ejemplo rren y conduce a donde llama. Luego es
de los hechos, nadie se atreve a seguir in- evidente que no del que quiere ni del que
vestigando para encontrar una excusa. corre, sino de Dios, que usa de misericor-
Preguntemos a la historia de Saúl y dia, procede el que obremos el bien, aun-
David lo que sucedió con cada uno de que allí esté también nuestra voluntad, la
ellos después del juicio de Dios; para cual sola no puede nada. A I , Exposi-
gust n
probar que el juicio de Dios fue injusto, ción sobre la Carta a los Romanos, 6221.
si Saúl se comportó bien después de serle
negado el perdón, lo que no sucedió: o si Desde este lugar hasta aquel en que se
David, recibido el perdón, volvió a des- dice «Entonces ¿de qué se enoja? Pues
preciar a Dios, o si permaneció en la mi- ¿quién puede resistir a su voluntad?».
sericordia conseguida y, en resumen, si Pablo asume el papel de la persona que
uno y otro sufrieron el dolor de verse habla desde la parte contraria que dice que
privados del reino. A m b r o s i a s t e r , C o- no está en nosotros el obrar bien o mal,
mentario a la Carta a los Romanos19. sino que está establecido en el juicio de
Dios que «usa de misericordia con quien
Q u e r e r y c o r r e r h u m a n o s . Por este quiere, y endurece a quien quiere». Las
pasaje entendemos que el querer y el co- palabras de la parte contraria vienen ya
rrer es nuestro, pero que nuestra volun- de Isaías2־. P . - C
s , Comentario
o n s t a n c io
tad se cumpla y también la carrera, per- sobre la Carta a los Romanos, 98a-98A23.
tenecc a la misericordia de Dios, y se re-
aliza de tal manera que tanto en nuestra Por el contrario, éste es el argumento de
voluntad como en la carrera existe el los judíos. «Por lo tanto no se trata de
libre albedrío, y también en la consuma- querer o de correr» y añade «Así, pues,
ción de la voluntad y de la carrera per- usa de misericordia con quien quiere, y
manece unido el poder de Dios. J eró n i - endurece a quien quiere». El Apóstol,
mo , Diálogo contra los pelagianos, 1, 520. pues, no quita lo que tenemos en nuestra
propia voluntad... Si no se trata de que-
E st o d e p e n d e d e l a m is e r ic o r d ia d e rer o de correr, como algunos piensan,
D io s . Por lo que dice: «no del que quiere ¿por que él mismo se adelanta a decir:
ni del que corre, sino de Dios, que se «He llegado a la meta en la carrera»24 y
compadece», no destruye el libre albedrío exhortó a otros a correr diciendo: «Co-
de la voluntad, sino que demuestra que rred de manera que lo consigáis»25? De
no es suficiente nuestro querer a no ser donde se entiende que aquí utiliza más el
que Dios nos ayude haciéndonos miseri- tono interrogativo y de réplica, que el de
cordiosos para obrar bien, mediante el quien niega. P klagio, Comentario a la
don del Espíritu Santo; a esto se refiere Carta a los Romanoslb.
también lo que anteriormente dijo: «me
compadeceré de quien me compadeciere
y ofreceré la misericordia a quien la ofre-
' ׳־CSKL 81, 321. 20 CCL 80, 9. 21 CSEL 84, 36:
ciere». Porque no podemos querer si no BAC 187, 46 47. ” Cf. fs 29, 16; 45, 9. ” ENPK
somos llamados; y cuando después del 2, 67-68. 24 1 Tm 4, 7. 1 אנCo 9, 24. ·׳’־PL Supp.
llamamiento hubiéremos querido, no 1, 1153-1154.
360 ROMANOS 9, 14-21
probo sentir,para que ejecutaran lascosas razón del Faraón se endurecía de esta
que no convienen»32.A gustín,Exposición manera: Dios no quiso vengarse de él in-
sobre la Carta a los Romanos, 6233. mediatamente y por completo, aunque la
malicia del Faraón fuera consumada,
También interpretan esto los judíos malé- sino que Dios, mediante su gran pacten-
volamente, sin embargo otros explican cia, no le retiró la posibilidad de conver-
este pasaje de dos formas distintas: pri- rirse; en cambio, al principio usó contra
mero, cada uno es castigado en la medida él pequeños reveses que poco a poco
en que dimensión y límite de sus pecados fueron aumentando. Pero aunque Dios
se ha realizado, como en el caso de los actuó con paciencia, p o r eso mismo el
sodomitas y amorreos; el Faraón, pues, Faraón se endurecía ocultando un m ayor
ya había sobrepasado el límite, y así Dios rencor, de forma que convenía decir lo
quiere, con el ejemplo de quien está ya a que el Apóstol escribe: «¿Desprecias, tal
punto de perecer, velar por los demás, vez, sus riquezas de bondad, de pacien-
para que su pueblo conociera el poder y cia y de longanimidad, sin reconocer que
su justicia, de modo que ni se atrevieran esa bondad de Dios te impulsa a la con-
a pecar, ni temieran a sus enemigos. Lo versión? Por la dureza y la impenitencia
que sucedió con el Faraón es como si un de tu corazón vas atesorando contra ti
médico, al buscar las causas de las enfer- cólera para el día de la cólera y de la re-
medades, encontrase en la tortura del reo velación del justo juicio de Dios»36. Por
ya condenado la salud para muchos, o consiguiente, Dios no endurece al que
como si un juez, pudiendo castigar inme- quiere, sino que se endurece quien no
diatamente al criminal, actuase con penas desea ablandarse por la paciencia. O ríge -
diversas para temor de todos. nes , Comentarios sobre la Carta a los
En segundo lugar: por la paciencia de Romanos, 7, 1637.
Dios el Faraón se endureció, pues al cesar
la plaga que Dios enviaba, se hacía más Alguno puede objetar que ni el Faraón
insensible, y aunque Dios sabía que él no es endurecido38, ni ningún otro de Jos
sc convertiría, con todo quiso demostrar que caen en el pecado; no se puede con-
en él mismo su clemencia. P1 1 agio , C o- tradccir que el que es endurecido no es
mentario a la Carta a los Romanos34. culpable del endurecimiento. Pues cierta-
mente esto también es evidente, de
Poder de Dios -y poder infinito—es la donde [Pablo] dice: ¡Oh hombre, busca
misericordia; ¿quién no quedará herido más allá de ti mismo la razón mística de
siendo Dios tan generoso? Por esto, esta desigualdad en Dios! [Pablo] procla-
dice, consiento en que tú reines, para ma que es ajeno a la injusticia el no com-
que se demuestre cuán longánime soy. padecerse del pecador, que es caracterís-
E c u m en io , Fragmentos sobre la Carta tico de una sabiduría que prevé, y no de
a los Romanos3\ 9 una recompensa judicial. El Apóstol
prosigue diciendo acerca de esto que por
9, 18 Tiene misericordia de quien
quiere
י- Rm 1, 28. ״CSEL 84, 37: BAC 187, 4 7 -4 8 .
E l C O R A Z Ó N DEL F a r a ó n SF. E N D U R E - Supp. 1, 1154. « NTA 15, 428. i h Rm 2,4-5.
-'·> P L
C I Ó P O R S U P R O P IA O B S T IN A C IÓ N . E l C O - 37 CER 4, 158. K Cf. Ex 4, 21; 7, 3; 14, 4; 14, 17.
362 ROMANOS 9, 14-21
una parte no conviene a los hombres el Cuando, pues, oigáis que dice el Señor:
afanarse indiscretamente en mostrar las «Yo, el Señor, seduje a aquel profeta»44, y
profundidades de Dios39, y que por otra lo que dice el Apóstol: «Tiene misericor-
el mensaje de salvación es administrado dia de quien quiere y a quien quiere le
rectamente a todos, tanto a los que son endurece», entended en el permitir que
compadecidos como a los que no. A p o e i - aquél sea seducido o endurecido; enten-
n a r d e L a o d i c e a , Fragmentos a la Carta ded, digo, sus méritos malos, como en el
a los Romanos*0. compadecerse del otro debéis entender la
gracia de Dios, que no vuelve mal por
A quí Pablo asume el papel de objetor, mal, sino bien por mal, y esto confesadlo
como si pensara que Dios, dejada a un fiel e indubitablemente. A gustín , De la
lado la justicia, tuviera favoritismos con gracia y el libre albedrío, 23, 4545.
algunos, de modo que entre dos iguales,
a uno lo acepta y al otro lo rechaza. Es S o b r e si D i o s c a u s a la m a l d a d . Por
decir, a uno lo golpea para que crea, al lo tanto, si esto se entiende también así:
otro lo endurece para que no llegue a «Usa de misericordia con quien quiere y
creer. Y responde desde la autoridad, ar- endurece a quien quiere»46, lo cual es
gumentando desde la anteriormente cita- bastante injusto, también vuestra exposi-
da presciencia, pero manteniendo viva la ción concluirá diciendo que no sois vo-
justicia. A m b r o s ia s t e r , Comentario a la sotros la causa de vuestra maldad, sino la
Carta a los Romanos41. voluntad de Dios, a la cual no se puede
replicar, sino que la misma naturaleza de
La m is e r ic o r d ia d e D io s se r e l a c io n a la justicia de Dios se opone a este razo-
C O N LA FE O LA IM PIED A D DEL H O M B R E . namiento. P elagio , Comentario a la
De quien tiene misericordia, a este le Carta a los Romanos*7.
hace obrar bien, y a quien endurece lo
abandona para que obre mal. Pero tam- 9, 19 ¿ Quién ha podido resistir a su
bién aquella misericordia se atribuye al voluntad?
mérito precedente de la fe, y este endu-
recimiento, a la precedente impiedad; ¿ Q u i é n p u e d e r e s is t ir a su v o l u n t a d ?
para obrar el bien por don de Dios y el Ciertamente nadie puede resistir a la vo-
mal por castigo, a pesar de que al hom- luntad de Dios, pero nos conviene cono-
bre no se le quite el libre albedrío de la cer que su voluntad es justa y recta. No-
voluntad, ya para creer en Dios a fin de sotros somos buenos o malos por propia
conseguir la misericordia, ya para la im- voluntad, en cambio, que el malo sea
piedad a fin de obtener el suplicio. A g u s - destinado a los castigos y el bueno a la
t í n , Exposición sobre la Carta a los Ro- gloria, es propio de la voluntad de Dios.
manos, 6242. O rígenes , Comentarios sobre la Carta a
los Romanos, 7 , 164s.
¿Por qué, pues, no enseña a todos para
que vengan a Jesucristo sino porque a
los que enseña, por su misericordia los
■w Cí. Rm 11, 33. 42 NTA 15, 68. 41 CSEL 81, 325.
enseña, y a los que no enseña, por su 42 CSEI. 84, 38: BAC 187, 48. 44 PL 44, 971: BAC
justicia no les enseña? A g u s t í n , La pre- 50, 451. 44 Ez 14, 9. 45 PL 44, 910: BAC 50, 274.
destinación de los santos, 8, 1443. 4 ’׳Rm 9, 8. 47 PL Supp. 1, 1154. ״CER 4, 158.
ROMANOS 9 , 14-21 363
¡Es, dice, una gran indignidad y presun- embargo dicen que el Apóstol responde
ción, que el hombre responda enfrentán- ya aquí, que aun en el caso de que así
dose a Dios: el injusto al justo, el malo fuera, como ellos critican, ellos no deben
al bueno, el imperfecto al lleno de per- responder a su Creador, puesto que, en
fecciones, el débil al fuerte, el corrupti- comparación a Dios, somos como la
ble al incorruptible, el mortal al inmor- imagen de lodo en relación con su arte-
tal, el esclavo al Señor, la criatura al s a n o 58. P e l a g io , Comentario a la Carta a
Creador! A m b r o s i a s t e r , Comentario a los Romanos
la Carta a los Romanos
La v a s ija n o p u e d e c o n t r a d e c ir a l
la gracia, sino que canta al Señor la mi- vasos n o só lo de h o n o r sin o tam bién de
sericordia y el juicio, sin rehusar por in- ign om inia, ni nada c o m o q u e se les asig-
gratitud la misericordia y sin acusar con n ó tal naturaleza; más b ien in d u ce a p en -
injusticia el juicio. A gustín, Carta a Pau- sar q ue algu n os so n m o d ela d o s c o m o va-
lino, 186, 6, 1877. sijas de barro, con u so s n ob les u n o s, y
o tros v ile s81. C irilo de A lejandría, Frag-
Con razón parecería injusto que se hi- mentos a la Carta de san Pablo a los
cieran los vasos de ira para perdición, si Romanos 82.
toda la masa no estuviese ya condenada
por Adán. Luego el que de esa proce- del c a m in o del siervo . Mira
E l e c c ió n
dencia se hagan vasos de ira pertenece la arcilla del alfarero: desprovista de dis-
al castigo debido, y el que renaciendo cernimiento racional, no contradice a
se hagan vasos de misericordia pertenece quien la modela, antes bien, aunque haya
a la gracia no debida. A g u s t ín , Carta a sido determinada para la confección de
Opiato, 190, 3, 978. un objeto innoble, acepta en silencio los
acontecimientos... Esto también lo escri-
¿Quién oyó jamás que vasijas hechas be Pablo a Timoteo: «Si alguien se lim-
para usos viles critiquen el trabajo del pia a sí mismo de tales faltas, será una
alfarero porque no las fabricó más bien vasija consagrada para uso noble y útil
para un fin superior?79. T eodoro de para su dueño, dispuesto para toda bue-
M opsuestia, Fragmentos sobre la Carta na obra»83. T eodoreto de C iro , Inter-
a los Romanos*0. pretación de la Carta a los Romanos**.
EL PU E B L O E L E G ID O (9, 22-33)
22¿ Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, sopor-
tó con mucha paciencia las vasijas de ira preparadas para la perdición 22y -para
mostrar la riqueza de su gloria sobre las vasijas de misericordia, que de ante-
mano preparó para la gloria- 24tam bién nos llamó a nosotros, no sólo de entre
los judíos, sino tam bién de entre los gentiles? 25Como dice en Oseas: «Llamaré
pueblo m ío al que no es pueblo mío, y am ada mía a la que no es amada, 2*,y su-
cederá que en el lugar donde se les dijo:“N o sois pueblo m ío ”, allí serán llama-
dos hijos del Dios vivo».
368 ROMANOS 9, 22 -3 3
ón, en lo que estaba de su parte: cierta- soportó largo tiempo a pesar de ser blas-
mente, tanto aquéllos como éste gozaron femó y de afligir a su pueblo con penosos
de la misma paciencia. Por tanto, si no se trabajos; además había ordenado que los
salvó, fue enteramente por propia volun- niños inocentes de tierna edad fueran he-
tad. J u a n C r is ó s t o m o , Homilías sobre la chos morir cruelmente9. «En vasos de ira
Carta a los Romanos, 16, 9^. preparados para la perdición». Abundan-
do en sus propios pecados se convirtió-
Por lo que dice: «Soportó con mucha ron en vasos dignos de ira, preparados
paciencia los vasos de ira que están pre- por sí mismos para s u perdición. P e l a g io ,
parados para la perdición», señaló aquí Comentario a la Carta a los Romanos 10.
claramente que el endurecimiento de co-
razón que se ejecutó en el Faraón provi- T o d o s so n pr o b a d o s para m o str a r lo
los que hizo vasos de misericordia, pre- Juan C r isó st o m o , Homilías sobre la
parándolos para la gloria. No llamó a Carta a los Romanos, 16, 923.
todos los judíos, pero sí algunos de entre
los judíos; ni a todos los gentiles, pero sí Por lo que dice: «a quienes nos llamó, no
de entre los gentiles. Porque una misma solo de los judíos, sino también de los
es, procedente de Adán, la masa de los gentiles; como dice por Oseas: Llamaré
impíos y pecadores, y privados de la gra- pueblo mío al que no es mi pueblo», etc.,
cia de Dios, tanto los judíos como los señala que el intento de toda esta disputa
gentiles, pertenecen a una misma ama- conduce a que, como enseñó, el que obre-
sada. Porque si el alfarero hace de una mos bien depende de la misericordia de
misma amasada un tarro de honor y otro Dios. Por tanto, no se gloríen los judíos
para usos viles, es claro que, lo mismo de sus obras, los cuales, habiendo recibí-
entre los judíos que entre los gentiles, do el Evangelio, no querían se predicase a
ha hecho Dios vasos preciosos y vasos los gentiles, juzgando que a ellos les fue
innobles, y, por consiguiente, todos dado debido a sus méritos. De esta sober-
deben entender que pertenecen a la bia deben ya desistir, entendiendo que, si
misma pasta. A gustín, Sobre diversas no somos llamados para creer debido a
cuestiones a Simpliciano, 1, 2, 1920. las obras, sino por la misericordia de
Dios, y que se ayuda a los creyentes para
Y como entonces algunos de entre los obrar el bien, no debe ser negada esta mi-
egipcios salieron con los hijos de Isra- sericordia a los gentiles, como si debiera
el..., así también ahora Dios llamó no preferirse el mérito de los judíos, pues
solo a los judíos a la fe, sino también a éste es nulo. A g u s t í n , Exposición sobre la
los gentiles. P elagio, Comentario a la Carta a los Romanos, 6424.
Carta a los Romanos2'.
N o q u e r i d o . Estas cosas Dios no las ha
9, 25 Llamaré pueblo mío al que no dicho acerca de los gentiles, sino acerca
es pueblo mío de los propios judíos. Ordenó a Oseas
tomar como esposa a una prostituta, y
V o c a c i ó n d e l o s g e n t i l e s . Está claro además también adúltera, y mandó que
que esto se dijo de los gentiles, los cuales los hijos que concibiera fueran llamados
antes no eran pueblo de Dios: pero des- así, uno: «No-mi-pueblo» y otra: «No-
pués, para oprobio de los judíos, reci- amada», prediciendo lo que iba a ocurrir
biendo la misericordia, fueron llamados a los judíos. Mas sin embargo volvió a
pueblo de Dios. Y los que antes no eran prometerles beneficios: «Y al que no es
amados, abandonados los judíos, fueron mi pueblo lo llamaré pueblo mío, y a la
adoptados como hijos, y amados, de mo- que no es mi amada, amada mía». Consi-
do que en el lugar donde no eran llama- derad, por tanto, dice Pablo, que tampo-
dos pueblo de Dios, allí serán llamados co vosotros gozasteis siempre de las mis-
hij os del Dios vivo. A m brosiaster , C o- mas cosas, sino que tan pronto fuisteis*1
mentario a la Carta a los Romanos22.
¿Pues quién, en efecto, no era su pueblo? 2: C C L 44, 47-48: BAC 79, 103. 21 PL Supp. 1,
Claramente los gentiles. ¿Y quienes no 1153. 22 CSEL 81, 331. 2■ יPG 60, 562, 24 CSEL
eran amados? De nuevo, los mismos. 84, 40: B A C 187, 50.
372 ROMANOS 9 , 2 2 -3 3
vían y después fueron hostiles, sino los Demuestra de qué modo es Dios
r e d il .
que desde el principio fueron extraños, y la piedra angular que une entre sí las dos
que al ser obedientes merecieran aquellas paredes. El testimonio del profeta Oseas:
cosas? J u a n C r i s ó s t o m o , Homilías sobre «Llamaré pueblo mío al que no fue mi
la Carta a los Romanos, 16, 926. pueblo, y amada a la no amada»2י, se re-
fiere a los gentiles33. El de Isaías que
Se refiere a la llamada de los gentiles. dice: «el resto se salvará»34, aboga en
Ps.- C o n s t a n c i o , Comentario sobre la favor de Israel, para que los que creye-
Carta a los Romanos, 10627. ron en Cristo sean considerados como
semilla de Abrahán. Así, pues, armoniza
Pero según aquellos que piensan que esto a uno y otro pueblo según el testimonio
se dijo no en nombre del Apóstol sino de del Señor, que dice en el Evangelio sobre
los judíos, dicen «que Dios en tal grado los gentiles: «Tengo otras ovejas que no
salvó a los que quiso, que eligió a los pue- son de este redil, las cuales conviene que
blos idólatras, que nunca habían servido a las traiga, y así habrá un solo rebaño y
Dios, y de Israel llamó a pocos, según el un solo pastor»31־. A g u s t í n , Exposición
testimonio de Isaías». P k l a g io , Comenta- sobre la Carta a los Romanos, 653h.
rio a la Carta a los Romanos2׳s.
S a l v a d o s ó l o u n r e s t o . Si aquí se da al-
ción de la gracia»57 -no hablo de la elec- que el Apóstol expone en otros lugares,
ción de los justificados para la vida eterna, cuando afirma que se dijo a Abrahán:
sino de los que se han de justificar-, cierta- «Daré esta tierra a tu posteridad»44. No
mente tan misteriosa es ella, que no acierto dijo a tus posteridades, como si fueran
a vislumbrarla en la misma masa; o si algu- muchas, sino: «a tu posteridad», como
no la vislumbra, confieso yo mi cortedad si fuera una, es decir, Cristo45*...
de vista en este punto. A gustín, Sobre di- Tampoco Isaías habló de «una semi-
versas cuestiones a Simpliciano , 1, 2, 223s. lia» inútilmente, como si sobrase; ha
dicho semilla, porque lo que se siembra
Demostrando que sólo una pequeña mi- en la tierra produce abundantes frutos,
noria había de c r e e r . P e l a g i o , Comenta- enseñando con ello que también Cristo
rio a la Carta a los Romanos39. fue sembrado, es decir, fue enterrado en
la tierra y por ello resucita un abundan-
9, 28 El Señor dará cumplimiento... tísimo fruto en la multitud entera de la
a su palabra sobre la tierra Iglesia. O r íg e n e s , Comentarios sobre la
Carta a los Romanos, 7, 194í\
H e c i i o en C r isto . Esto es un compendio
de la ley, porque lo que pertenece a la fe, Esta descendencia, que entre todos los
es lo que en la ley se considera como lo hombres fue ella sola reservada para la
principal, como dice el Salvador: «Porque conversión del género humano, es Cris-
Moisés escribió de mí»40. A mbrosiaster, to; y su enseñanza, como El mismo dijo:
Comentario a la Carta a los Romanos4'. «La simiente es la Palabra de Dios»47*.
Por consiguiente, lo que desde antiguo
C o n p r o n t it u d . L o que dice es lo si- nos fue prometido, eliminadas las cargas
guíente: No es necesario rodeo y esfuer- de la ley, permaneció para la redención,
zos y fatigas fuera de los trabajos habi- de modo que, dado el perdón de los pe-
tuales, sino que con toda brevedad llega- cados, no seremos castigados por la ley,
rá la salvación. Pues así es la fe: en pocas c o m o pereció Sodoma. A m brosiaster ,
palabras contiene la salvación. J uan C ri- Comentario a la Carta a los Romanos™.
só st o m o , Homilías sobre la Carta a los
ejércitos no nos dejara una semilla, ha- Luego la primera justicia es reconocer
bríamos llegado a ser como Sodoma, nos al Creador, y la segunda hacer lo que
habríamos quedado como Gomorra». manda. A mbrosiaster, Comentario a
Porque no permitió que unos pocos jus- la Carta a los Romanos56.
tos perecieran juntamente con la muche-
dumbre de los impíos, o también quiere En efecto, dos cosas han sido examina-
decir: si un vástago de Abrahán, Cristo, das; cómo los gentiles comprendieron,
no hubiese sido enviado para liberar a su no persiguiendo comprender, esto es, no
pueblo51. Por el contrario, el sentido de empeñándose. Y al contrario, de la
los que replican es: a no ser que [Dios] misma forma en los judíos las dos cosas
hubiera querido llamar a una pequeña fueron impracticables, ya que Israel no
minoría de entre los judíos. P elagio , C o- comprendió, incluso esforzándose, no
mentario a la Carta a los Romanos 52. comprendió. J uan C risóstomo , Homilías
sobre la Carta a los Romanos, 16, 1057.
La semilla hay que entenderla también
respecto del poder de Cristo. De esta O t r a s l e c t u r a s s e g ú n l a v o z . Si lo an-
manera también lo aplica Cirilo [de Ale- terior está dicho en nombre del Apóstol,
jandría] a los santos. E c u m en io , Frag- ahora Pablo se imagina de nuevo que po-
mentos sobre la Carta a los Romanos55. dían decir: «Si no es como decimos, que
no es del que quiere, ni del que corre,
9, 30 La justicia que viene de la fe ¿cómo es que los pueblos gentiles halla-
ron la justicia, que nunca antes habían
J u s t ic ia sem brada f. n lo s g e n t il e s buscado, mientras que Israel buscando
U na cosa es
q u ie n e s n o la b u s c a r o n . siempre la justicia, no la encontró?». Pero
estar separado y otra estar injertado. Se si todo significado de lo anterior se dirige
dice que está separado quien desea con- a los que replican, entonces [Pablo] resu-
seguir una cosa mediante la mucha doc- me brevemente la cuestión diciendo.
trina y lectura; de ahí también que sean «¿Qué otra cosa diremos en relación con
llamadas sectas, porque han separado las las objeciones que se nos han echado en
doctrinas que se han aprendido por tra- cara, sino que los gentiles, que fueron lia-
dición humana. Los gentiles, al no tener mados, creyeron al instante, y ellos [los
una ley escrita en tablas ni libros, no judíos] no quisieron creer?». «La justicia
puede decirse que estén separados de la de la fe». Porque la justicia procede de la
justicia; la tuvieron injertada, porque así fe, y los judíos rehusaron creer. P f.i agio ,
se lo enseñó la ley natural. Por con si־ Comentario a la Carta a los Romanos*5*.
guíente, estuvieron cercanos a aquella
justicia que proviene de la fe, es decir, a 9, 31 Israel... no alcanzó esa ley
Cristo. O rígenes , C om entarios sobre la
Carta a los R om anos, 7, 1954. B u sc a rsin a l c a n z a r ía . E s verdad que
Israel seguía la ley de la justicia según la
Pues D io s es la justicia verdadera y per-
manente, si es reconocido. ¿Pues qué
hay más justo que conocer a D io s el 51 Cf. Gn 18,20; 19,29. 52 PL Supp. 1, 1155-1156.
Padre, de quien todo procede: y a Cristo 'יNTA 15, 429. 54 CER 4, 182. 55 Cf. 1 Co 8, 6.
su H ijo, por quien todas las cosas son?55. 5>׳CSEL 81, 337. 57 PG 60, 563, 5s PL Supp. 1, 1156.
ROMANOS 9, 2 2 -3 3 375
letra, pero no cumplió la ley. ¿Qué ley? Sin obras de la ley, no pudo llegar a la ley de
duda, la del Espíritu. O rígenes, Comenta- la justicia, es decir, a la fe en Cristo. Ps.-
ríos sobre la Carta a los Romanos, 7, 1959. C onstancio , Comentario sobre la Carta
a los Romanos, 10765.
L a fe p e r f e c c io n a i .a L ey . La perfec-
ción de la ley es la fe, y cuando los pue- P ie d r a d e e s c á n d a l o . El que ve la pie-
blos la aceptan, cumplen toda la ley. dra, no tropieza, pero el que es ciego
Pero los judíos, al no creer por envidia tropieza en ella; y esto les sucedió a los
en el Salvador, reivindicando la justicia judíos, a quienes Dios cegó por causa de
que otorga la ley, es decir, el sábado, la su malicia, y de esta forma desconocien-
circuncisión, etc., no entraron en la ley, do a Cristo, le crucificaron. P elagio , C o-
esto es, no la cumplieron; y son culpa- mentario a la Carta a los Romanos66.
bles ante la ley, porque no la cumplie-
ron. A mbrosiaster, Comentario a la Ser justificado por las obras de la ley es
Carta a los Romanos60. imposible. Porque no hay que faltar
jamás -es ineludible el juicio de los hom-
[Pablo] expone el motivo de por qué no bres-, y el que ha faltado se pone por
encontraron [los judíos] la justicia: porque, fuerza bajo el veredicto de la ley. T e o d o -
habiéndose vanagloriado falsamente de sus ro de M opsuestia , Fragmentos sobre la
obras, no quisieron creer, y como si fueran Carta a los Romanos('7.
justos, rechazaron la gracia. P elagio, C o-
mentario a 'la Carta a los Romanos61. Llama a Cristo «piedra de tropiezo» en
el sentido de que quien no admite su di-
9,32 Tropezaron en la piedra de es- vina dispensación tropieza con El y, por
cándalo su falta de fe, pierde la gracia de la justi-
ficación, que por su medio se dio a los
L o BASARON EN LAS OBRAS. El Apóstol hombres. G enad io df. C o n st a n t in o s a,
no diría que la ley que [Israel] seguía, Fragmentos a la Carta a los Romanos6*.
tenía y poseía, no la cumplió. Da la razón
de por qué Israel no la cumplió. «Porque 9, 33 Una piedra de tropiezo
la buscaba», dice, «no en la fe, sino como
fruto de las obras». O rígenes, Comenta- P r e d ic c ió n d e la P a s ió n . Convenía
rios sobre la Carta a los Romanos, 7, 1962. que en las predicaciones se simbolizara
el misterio de su pasión, la cual tanto
Pues los judíos rechazando la fe, que co- más suscitaría escándalo cuanto más in-
mo he dicho es la perfección de la ley, creíble era si sólo se hubiera predicado,
afirmaban que ellos se justificaban por las y tanto más necesario era obscurecer lo
obras de la ley, es decir, por el sábado, las que era grandioso, para que la dificul-
lunas nuevas, la circuncisión, etc., y se ol- tad de comprensión buscara la gracia de
vidaron de la Escritura que dice que «El
justo vive de la fe»63. A mbrosiaster, C o-
mentario a la Carta a los Romanos6*.
s' ׳CER 4, 182. ’׳° CSEL 81, 337. '>׳PL Supp. 1,
1156. CER 4, 182-184. 65 Ha 2, 4. 4 ’׳CSEL 81,
Pablo dice esto, porque el pueblo judío, 339. 65 ENPK 2, 71. «■ PL Supp. 1,1156. 7’׳NTA
pensando que él se justificaba por las 15, 149. 68 NTA 15, 395.
376 ROMANOS 9, 2 2 -3 3
Dios. T ertulia no , Contra los judíos, Y esto no se dice solam ente de los judí-
10 , 5 69. os, sino de tod o el género de los hom -
b res..., pues lo asom broso del profeta es
La p ie d r a q u e l o s c o n s t r u c t o r e s que habló no sólo a los que tienen que
desech a ro n . Hay muchos pasajes en la creer, sino también a los que no creen: el
Escritura donde se representa a Cristo tropezar, ciertamente, es no creer. J uan
como una piedra o roca. El profeta Da- C r i s ó s t o m o , Homilías sobre la Carta a
niel dice que la piedra que sc despren- los Romanos, 16, 1074.
dió sin manos de la montaña, golpeó y
amenazó a todos los reinos e invadió P ie d r a d e t r o p ie z o . Pero también se
toda la tierra; lo que evidentemente se predijo que Cristo sería piedra de tropie-
refiere a Cristo70. Y también Cristo es zo y de escándalo, porque muchos se es-
nombrado por la ley en la roca de la candalizan en su nacimiento y en su pa-
que manaron las aguas: Pues la roca, sión75... No solamente los judíos, sino
afirmó, era Cristo71. Y también el após- todo el que creyere, no será confundido a
tol Pedro dice a los judíos entre otras causa de sus anteriores pecados. P f l a g i o ,
cosas: «la piedra que los constructores Comentario a la Carta a los Romanos76.
desecharon»72.
Porque los judíos no querían compa- H a c e r c a so a los pro feta s . Suelen tro -
rar las palabras con los hechos, para no pezar quienes tienen el pensamiento en
tener que reconocer que no era absurdo otra parte y no quieren mirar el camino.
el decir que había bajado del cielo, como Esto les ha pasado a los judíos: boquia-
si el cuerpo obrara, y no Dios callado, biertos ante lo superfluo de la ley, no qui-
pero que sin embargo se unía al cuerpo sieron ver la piedra de la que advirtieron
para obrar. Luego esta piedra es un es- los profetas. T eodoreto de C iro , Inter-
cándalo y una ofensa para los judíos: La pretación de la Carta a los Romanos77.*1
piedra era indudablemente el cuerpo del
Salvador. Esta piedra se desprendió sin
las manos, porque sin intervención de
"' ׳CCL 2, 1375-1376. 72 Cí. Dn 2, 31-45. 71 Cf.
varón se hizo de una virgen por el Espí- 1 Co 1C, 4. 72 Sal 118, 22; Hch 4, 11; 1 P 2, 7.
ritu Santo. A mbrosiaster, Comentario a r3 CSEL 81, 341. ’4 PG 60, 564, 75 Cf. Mt 13, 57;
la Carta a los Romanos7*. Me 6, 3. 7 י׳PL Supp. 1, 1156. 77 PG 82, 164.
El día en que uno cree en Cristo es 21 CER 4, 198. - CCL 4, 97. 25 Cf. Rm 1, 16.
24 NTA 15, 69. 25 PG 60, 565, 2 '׳PL Supp. I, 1157.
como si hubiera cumplido la ley entera. 27 NTA 15, 222. 2s NTA 15, 395. 29 Lv 18, 5.
P ki.agio, Comentario a la Carta a los 32 Cf. Ga 2, 16. " CER 4, 198-200. 52 Lv 18, 5;
Romanos1*. Rm 10, 5. 35 CCL 78, 463-464: BPa 5, 37.
ROMANOS 10, 1-11 381
presencia, por eso la justicia, que provie- eficiencia... De esta manera hay que
ne de la fe, afirma: «No digas en tu cora- creer que Cristo, que es el Verbo de
zón: ¿Quién subirá al cielo?»... Si uno Dios, en cuanto posibilidad está junto a
descendiera al abismo con la mente y la nosotros, es decir, junto a todo hombre,
razón, pensando que allí sólo está Cris- lo mismo que la razón en los niños; en
to, como si Cristo resucitara de entre los cambio, se dice que la eficacia está en mí,
muertos, añadió: «Esto es, para subir a «cuando confesare con mi boca al Señor
Cristo de entre los muertos». Sin embar- Jesús, y crea con mi corazón que Dios le
go, dice, deben pensar que Cristo es la resucitó de entre los muertos»49. O rígf.-
palabra y la verdad, la sabiduría y la jus- nfs , Comentarios sobre la Carta a los
ticia de Dios. Y todas estas cosas no se Romanos, 8, 2W.
encuentran en un solo lugar, sino que
están presentes en todas partes; no se ¿Qué dice la Escritura? Cerca de ti está
pueden llamar desde el lugar de los in- la Palabra, precisamente en tu boca y en
fiemos, sino que sólo se pueden captar tu corazón. Por ello [Pablo] significa que
con la mente y la inteligencia. O rígenes, Cristo está en cuanto tal en el corazón de
Comentarios sobre la Carta a los Roma- todos, que la Palabra o la Razón es de lo
nos, 8, 245. que participan los seres racionales. O rí-
g e n i s , Los primeros principios, 1, 3, 651.
S in d u d a r . La cita es del Deuterono-
mio*h, y aquí el Apóstol la interpreta re- La fe n o es e x t r a ñ a a n u e st r a n a t u -
firiéndose a Cristo, cuando dice: «para raleza. «La palabra está bien cerca de ti,
hacer bajar a Cristo; o bien: ¿quién baja- está en tu boca y en tu corazón»52. Esto
rá al abismo?, es decir: para hacer subir a es lo que se lee en el Deuteronomio, para
Cristo de entre los muertos», pero la úl- que creamos que lo que se nos predica
tima frase es propia del Apóstol. Por lo [la fe en Cristo] no está lejos de nuestra
tanto afirma que alguien que no duda mente o de nuestro corazón. Pues aun-
sobre la esperanza de Dios, que está en que no podemos verlo con nuestros
Cristo, tiene la justicia de la fe. A mbro- ojos, lo que creemos no está en desa-
siaster , Comentario a la Carta a los Ro- cuerdo con la naturaleza de nuestras
manos*7. mentes y de nuestra manera de hablar.
A mbrosiaster , Comentario a la Carta a
D e s c e n s o y a s c e n s o . La Palabra ense- los Romanos03.
ña que los creyentes no aceptan duda
alguna ni sobre la bajada del Señor a no- Según la historia, Moisés dijo esto sobre
sotros desde los cielos, ni sobre su resu- la ley, pero el Apóstol lo aplica a Cristo,
rrección de entre los muertos y su aseen- pues la ley no estuvo ni en el cielo, ni en
s i ó n a lo s c ie l o s . D i o d o r o , Fragmentos el abismo, o de otro modo, les manda
sobre la Carta a los Romanos**. estudiar constantemente la ley54 para que
El Apóstol dijo: con el corazón se cree do vean que sc revelará a todos, que lo
para la justicia, pero con la boca se hace que creyeron era verdadero, y sabio lo
la confesión para la salvación. Este es el que parecía una locura. Pues se verán
Credo que tendréis que repasar y recitar gloriosos y sabios, ellos solos entre
de memoria. A g u s t í n , Sermón a los cate- todos, los que habían sido despreciados
eumenos sobre el Símbolo, 16b. y tomados por locos. Pues allí estará la
prueba real, cuando venga el premio o la
Nos es muy conveniente recordar tanto condenación71. A mbrosiaster, C om enta-
la justificación como la salvación, por- rio a la Carta a los R om an os72.
que, aun cuando estamos destinados a
reinar en la justicia eterna, no podremos Ei. l a d r ó n a r r e p e n t id o . Del mismo
preservarnos de la malicia del tiempo modo que aquel ladrón, que fue crucifi-
presente si no nos esforzamos por núes- cado al lado del Señor, creyó en su co-
tra parte en la salvación del prójimo, pro- razón y confesó con su boca (los dos
fesando también con la boca la fe que lie- miembros que tenía libres confesaron a
vamos en el corazón. Y debemos también Cristo; )נy mereció oír: «Hoy estarás
mantener una piadosa y prudente vigilan- conmigo en el paraíso»74. Ps.-C ons׳ian-
cia que impida que la fe pueda ser altera- cío , Comentario sobre la Carta a los
da en ningún punto por las fraudulentas Romanos, 110A7\
sutilezas de los herejes. A gustín, La fe y
el Símbolo de los Apóstoles, 1, l 67. n o h u m il l a d o s . «Porque dice la
F ie i .es
Escritura: todo el que cree en él». No
Por lo tanto si la fe es suficiente en solo judío. «No será confundido». N o
orden a la justicia, y la confesión en queráis, pues, vosotros confundir, por
orden a la salvación, entonces no hay causa de los pecados antiguos, a los que
diferencia alguna entre judío creyente la Escritura dice que no pueden ser con-
y gentil creyente. Peí.agio , Comentario fundidos. P llagio , C om entario a la
a la Carta a los Romanos(’K. Carta a los Romanosn .
LA E S C U C H A D EL E V A N G E L IO (10, 12-21)
'2Pues no hay distinción entre judío y griego; porque uno mismo es el Señor
de todos, generoso con todos los que le invocan.'21«Porque todo el que invoque
el nombre del Señor se salvará».
'*¿Pero cómo invocarán a Aquel en quien no creyeron? ¿O cómo creerán, si
no oyeron hablar de él? ¿ Y cómo oirán sin alguien que predique? 15¿ Y cómo
predicarán, si no hay enviados? Según está escrito: «¡Qué hermosos los pies de
los que anuncian la Buena Nueva!».
u'Pero no todos obedecieron al Evangelio. Pues Isaías dice: «Señor, ¿quién
creyó nuestro anuncio?».
17Por tanto, la fe viene de la predicación, y la predicación, a través
de la palabra de Cristo. lsPero digo yo: ¿es que no oyeron? Todo lo contra-
rio: «A toda la tierra llegó su voz, y hasta los confines del m undo sus pa-
labras».
19Pero digo yo: ¿acaso Israel no entendió? Moisés es el primero que dice:
« Yo os haré sentir celos de un pueblo que no es pueblo, y con un pueblo necio os
irritaré».
20Isaías, por su parte, se atreve a decir: «Fui encontrado por los que no me
buscaban, me manifesté a los que no preguntaban por mí».
21Pero a Israel le dice: «Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo in-
crédulo y rebelde».
La predicación es esen-
P r e s e n t a c ió n : 10,12 N o hay distinción entre ju d ío
cial si la gente ha de creer en Cristo, y griego
porque de otro modo ellos nunca sa-
brán nada de El. Esta es la justificación S ina c e p c ió n d e p e r s o n a s . Pablo dice
para el misionero y el ministerio docen- en general que todo el mundo, o es con-
te de la Iglesia. Predicar es necesario, fundido debido a la incredulidad, o es
pero no resulta universalmcnte efectivo, exaltado por su fe, porque sin Cristo no
porque algunos de los que escuchan to- hay ninguna salvación en la presencia de
davía rehúsan creer. Como siempre, no Dios; más aún, hay castigo o muerte.
existe diferencia entre judíos y gentiles: Pues ni los privilegios de sus antepasa-
entre ambos hay algunos que creen y dos, ni la ley puede recomendar a los
otros que no creen. Los judíos conocí- judíos, porque no aceptaron el mérito y
an, pero rechazaron creer, por lo que las promesas de los Padres. Sin embar-
Dios acudió a los gentiles. Esto provo- go, los gentiles no tienen a su favor nin-
có que los judíos tuvieran celos, pero de gún testimonio por el que sean reco-
poco les sirvió para llevarles al arrepen- mondados según la carne, si no creen en
timiento. Cristo...
386 ROMANOS 10, 12-21
Y sin embargo Pablo no dice que «El que fuera llamado, manifestó su con-
Dios da sus riquezas a los creyentes, Homilías
fesió n » . J u a n C risóstomo ,
sino a los que le invocan, de manera que, sobre la Carta a los Romanos, 17, 310.
después de creer, no deje la mente de
pedir a Dios lo que siempre Dios enseñó E m pe z a r y c u m p l ir . Por la fe, pues, en
que debía ser pedido. A mbrosiaster, C o- Jesucristo alcanzamos la salud, bien sea
mentario a la Carta a los Romanos'1. cuando ésta se comienza realmente en
nosotros, bien cuando confiamos perfee-
D ios o t o r g a sus r iq u e z a s . En lugar clonarla mediante la esperanza. A gustín ,
de una dote, por tanto, h a manifestado Del espíritu y de la letra-, 29, 51n.
estos mandamientos y Cristo lo estimará
como gran riqueza, si los guardas conti- 10, 14 ¿Cómo creerán, si no oyeron
nuamente: pues la riqueza de Aquél, es hablar de él?
la salvación de nuestras almas. J u a n C r i -
sóstomo , Catcquesis sobre el juramento, A c e pt a r o r e c h a z a r . De aquí se dedu-
11, 262. ce, como antes he dicho, que antes se ha
de creer, para que exista la confianza de
S e ñ o r d e t o d o s . Uno mismo es el pedir. «¿Cómo creerán en Aquel a quien
Señor de todos, abundante en misericor- n o han oído?». Está claro que no se
dia, y que tiene la salvación, que dispen- puede creer en Aquel al que se le niega la
sa copiosamente a todos3. P e l a g i o , Co- obediencia. «¿Cómo oirán sin que se les
mentario a la Carta a los Romanos4. predique?». Está claro igualmente que
quienquiera que rechaza al que predica,
10, 13 El que invoque el nombre del n o recibe al que lo envió. A mrrosiastkr,
Señor se salvará Comentario a la Carta a los Romanos '2.
ni pensar que por eso mismo se dice que según la profecía, que no es posible creer
son bellos y hermosos; sino que son be- sin el concurso de los que proclaman el
líos y hermosos los pies que andan por Evangelio. A polinar df. L aodicea , Frag-
el camino de la Vida. Conforme a lo méritos a la Carta a los Romanos26.
dicho: «Yo soy el Camino»20, hay que
entender que son bellos y hermosos los D e s c o n fia n z a e n f.i . pro feta y lo s
pies de los evangelizadores que merecen A pó st o les . Desuerte que al faltaros la fe,
transitar por ese Camino. Estos son los no os falta la fe sólo en nosotros, sino en
pies con los que también Pablo dijo Isaías, el que dijo muchos años antes, que
haber mantenido una carrera, y haber también seríamos enviados como aposto-
corrido de tal manera que abarque la les y pregonaríamos y diríamos lo que
fuerza del alma, con la que se tiende y se hemos dicho. J uan C risóstomo, Homilías
alcanza el cielo. O rígenes, Comentarios sobre la Carta a los Romanos, 18, l 27.
sobre la Carta a los Romanos, 8, 52'.
E n s e ñ a n z a e s e n c ia l . «Pero no todos
C Para que no h a y a dis-
a m in o d e pa z . obedecieron a la Buena Nueva» hay que
cusión. Porque nadie puede ser verdade- leerlo como una pregunta, algo puesto
ro apóstol a menos que sea enviado por por el Apóstol a modo de antítesis... No
Cristo, ni podrá predicar sin ser enviado, es sorprendente: ya ha dicho antes que
pues ningún signo de autoridad le g ara n - fueron pocos los que se dejaron persuadir
tiza su testimonio. por Isaías. T eodo ro de M opsuistia , Frag-
Así está escrito: «¡He aquí por los mentos sobre la Carta a los Romanos1*.
montes los pies del mensajero de buenas
nuevas, el que anuncia la paz!»22. Pablo 10, 16 ¿Quién creyó nuestro
cita al profeta Nahún. Hablando de los anunciof
pies se refiere a la venida de los aposto-
les, recorriendo el mundo, predicando la No T O D O S H IC IE R O N C A S O AL E v A N G F.־
llegada del reino de Dios. Pues su venida Ni todos los gentiles creyeron en el
l io .
iluminaba a la humanidad, enseñándoles Evangelio ni tampoco los de Israel, sin
el camino de la paz hacia Dios, el que san embargo fueron muchos más los genti-
Juan Bautista había venido a preparar23. les que los de Israel. Por eso el Após-
Esta es la paz hacia la que corren presu- tol recuerda lo que Isaías había dicho:
rosos los creyentes en Cristo. Finalmente «¿Quién dio crédito a nuestra noticia?»29;
el santo Simeón, como en el mundo exis- hay que tener en cuenta que se ha dicho
te la discordia, lleno de alegría por el na- «quién» en lugar de «raramente»... No
cimiento del Salvador, exclamó: «Ahora, obstante, parece que Isaías profetizó eso
Señor, puedes, según tu palabra, dejar de la persona de los apóstoles, a los que
que tu siervo se vaya en paz»24; porque el habría de concederse el ministerio de la
reino de Dios es paz. Y toda discordia predicación; y ellos mismos, al ver los
será arrancada, cuando todo el mundo
doble la rodilla ante Dios. A mbrosiaster,
Comentario a la Carta a los Romanos1*.
-’= Jn 14, 6. 21 C E R 4, 218-220. ’־’־N a 2, I; cf. Is 52,
27. 23 Cf. Is 40, 3. 24 I.c 2, 29. 25 CSEL 81, 353-
¿C ómo p r e d ic a r a n o s e r q u e u n o sea 355. 26 N TA 15, 71. 27 PG 60, 573, 28 N T A 15,
e n v ia d o ? Pues es evidente, dice, incluso 152. 2, ׳Is 53. I.
ROMANOS 10, 12-21 389
pocos judíos que creían, dicen al Señor: que jamás podría haber fe sin enseñan-
«¿Quién dio crédito a nuestra noticia?». za y que la enseñanza de la piedad no
O r í g e n e s , Comentarios sobre la Carta a puede darse si Dios no revela la verdad.
los Romanos, 8, 630. T eo do ro de M opsuestia , Fragmentos
sobre la Carta a los Romanos38.
Porque nunca fueron enviados los profe-
tas a los gentiles... Por lo tanto, si no es- Así pues, la fe es doble en significado.
cucharon a todos aquellos a quienes fue- Pues la fe viene por el oído, ya que los
ron enviados los profetas, ¡cuánto menos que escuchan la Sagrada Escritura creen
éstos a quienes nadie ha sido enviado! la enseñanza del Espíritu Santo. La fe
P f. e a ü i o , Comentario a la Carta a los llega a la perfección bajo Cristo en todas
Romanos31. las cosas que han sido ordenadas por la
ley; necesariamente cree, vive de modo
Estas palabras deben leerse como una piadoso y guarda los mandamientos de
pregunta que es respondida por el Após- aquél que nos ha renovado. En efecto,
tol. Nada hay sorprendente al respecto; aquél que no crea conforme a la tradi-
también Isaías habla del escaso número ción de la Iglesia católica, o bien se
de los que obedecen32. T e o d o r o d e ponga de acuerdo con el diablo a través
M o p s u e s T IA , Fragmentos sobre la Carta de obras insensatas, es un infiel. J uan
a los Romanos 33. D amasceno, Exposición de la fe, 4, 1039.
nada que consuma más a un hombre que 10, 20 Fui encontrado por los que no
los celos, que Dios le dio como castigo me buscaban
de la incredulidad, porque es un gran pe-
cado. A mbrosiaster, Comentario a la Como hemos mostrado anteriormente,
Carta a los Romanos52. el a p ó s to l Pablo se refiere aquí a los gen-
tiles. O rígenes , Comentarios sobre la
¿N o e n t e n d ió I s r a e l ? Primero Moisés Carta a los Romanos, 8, 657.
dice: «Yo os provocaré con un pueblo
que no es pueblo, con una nación torpe I saíash a b í a df. C r is t o . Como antes
os irritaré» 53. De suerte que a partir de usó las palabras de Moisés para hablar
ahí era preciso conocer a los enviados, del rechazo de los judíos, Pablo aquí
no sólo a partir de los que desobedecie- agrega el testimonio del profeta Isaías
ron, ni por aquellos que pregonaron la para deducir más claramente que Dios,
paz, ni por los que anunciaron aquellos rechazados los judíos, concedió por otro
bienes como buena nueva, ni porque lado la gracia a los gentiles para oprobio
germinó la palabra en toda la tierra habi- y caída de los judíos. El profeta Isaías
tada, sino porque, a los que eran inferió- habla aquí de Cristo. A mbrosiaster, C o-
res, a los que eran de los gentiles, les vie- mentario a la Carta a los Romanos58.
ron estando en mayor honra. J uan C r i -
sóstomo , Homilías sobre la Carta a los P r e g u n t a r a i o s íd o l o s . Me manifesté a
Romanos, 18, 234. pueblos que no buscaban a Dios en la ley,
sino que buscaban ídolos en su ignorancia.
«Pero pregunto: ¿Es que Israel no com- «Me he dejado hallar de quienes no me
prendió?». Se sobreentiende: Que los buscaban»39. Esos no buscaban a Dios,
gentiles debían ser llamados a la fe. sino que, mediante el recurso a los augu-
«Moisés es el primero que dice». Se afir- res, a los astrólogos, y a los adivinos de los
ma que Moisés fue el primero, porque ídolos, buscaban a los demonios. P klagio,
todos los profetas posteriores a él, habla- Comentario a la. Carta a los Romanos60.
ron de la salvación de los gentiles. «Pues
yo también voy a encelarles con lo que 10, 21 Todo el día extendí mis manos
no es pueblo: los irritaré por medio de
una nación insensata»53. No eran pueblo E ntender el pa sa je . N o debemos ig-
de Dios antes de creer en Dios. Como si norar que el texto hebreo no contiene
dijera: llamaré a aquellos que no son mi el término «rebelde». Sin embargo, el
pueblo y creerán en mí para indignación Apóstol ha seguido la interpretación de
vuestra, de forma que os gocéis de ser la Septuaginta en sus cartas y escribe lo
igualados por aquellos respecto de los que aquella interpretó61. O rígenes , C o -
cuales debisteis ser mayores, como si
uno tuviera un hijo desobediente, y para
corregirle, diera la mitad de su patrimo- 57 CSEL 81, 357-359. 53 Dt 32, 21. 54 PG 60, 574.
nio a su propio esclavo, para que el hijo 55 Dt 32, 21. PL Supp. I, I 158. 57 CER 4, 236.
finalmente se alegrase, después de haber- 58 CSEL 81, 359-361. 59 ls 65, 1. 60 PL Supp. 1,
1158. '1 יEste comentario muestra que Orígenes
se convertido, como si mereciera recibir comparaba la Biblia hebrea con la versión de los
tanto. P e í .agio , Comentario a la Carta a Setenta, cuando trabajaba sobre las referencias a
los Romanos56. los profetas en san Pablo.
392 ROMANOS 10, 12-21
1Entonces digo yo: ¿es que Dios rechazó a su pueblo? ¡De ninguna mane-
ra! Porque también yo soy israelita, del linaje de Abrahán, de la tribu de Ben-
jamín. *12*« No ha rechazado Dios a su pueblo», al cual eligió de antemano. ¿Es
que no sabéis lo que dice la Escritura en el episodio de Elias, cómo dirige a Dios
sus quejas contra Israel:}Señor.; «mataron a tus profetas, derribaron tus altares,
y quedo yo solo, y buscan mi vida >45? ׳Pero, ¿qué le dice la respuesta divina?
«Me he reservado siete mil varones, que no doblaron la rodilla ante Baal».
5A sí pues, también en el tiempo presente ha quedado un resto según elec-
ción gratuita. 6Ahora bien, si es por gracia, no es por las obras, porque entonces
ROMANOS 11, 1-10 393
La presente situación de
P r e s e n t a c ió n : otra parte de Israel fue entregada a la
los judíos es poco prometedora, pero perdición por su recalcitrante infidel¡-
esto no significa que Dios les haya recha- dad. A mbrosiaster, Comentario a la
zado. El mismo Pablo era judío, y Dios Carta a los Romanos'.
conservaría un resto de entre ellos para el
futuro, tal y como Él ya había hecho en ¿H a abandonado D ios a su pueblo ?
el pasado. El resto de Israel será salvado Mira pues, la condición primera y la que
por la gracia, del mismo modo que los le sigue. La primera, en verdad, consiste
gentiles son salvados ahora. Justo cuando en revelar que él mismo era de allí: y si
Elias pensó que se encontraba solo, des- hubiera tenido intención de rechazarles,
cubrió que siete mil no habían hincado la a aquél [Pablo] a quien confió [Dios] la
rodilla ante Baal. Por tanto, aún queda en predicación total y los asuntos de la tie-
Israel un resto elegido por la gracia. Dios rra habitada y todos los misterios y la
cegó al Israel de las obras y provocó su plena administración, no le hubiera esco-
sordera debido a la incredulidad. Este te- gido para sí de allí. Esta es una condi-
rrible destino había sido predicho ya en ción; y la segunda, tras aquella, al decir:
el Antiguo Testamento. «Al pueblo que conoció de antemano»;
esto es, al que sabía con certeza que era
11,1 ¿Es que Dios rechazó a su digno y que había aceptado la fe. J uan
pueblo? C risóstomo , Homilías sobre la Carta a
los Romanos, 18, 32.
Y0 MISMO SOY DESCENDIENTE DE ABRA-
h án Puesto que Pablo ha hablado de la
. El r e s t o e l e g i d o . Temeroso nueva-
incredulidad del pueblo de Israel, ahora, mente el Apóstol de que el exceso del
para que no se piense que ha dicho que rechazo de los judíos pareciera conducir
todo el pueblo de Israel fue infiel, escri- a elegir la desobediencia, se dirige hacia
be que Dios no ha rechazado su heren- el pequeño «resto» elegido de los Após-
cia, a la que conoció en su presciencia; toles y de los que con ellos creyeron.
es decir, a los hijos de Abrahán, de los D io d o r o , Fragmentos sobre la Carta a
que sabía que iban a ser fieles. Pues de los Romanos1.
lo contrario no les habría prometido el
reino, si supiese que ninguno de ellos «No hay tal cosa. Porque yo soy israeli-
mantendría la fe... Como ejemplo, ta del linaje de Abrahán, de la tribu de
muestra que una parte de Israel fue sal-
vada, la que Dios había conocido que se
salvaría, o que todavía puede salvarse; y ' CSEL 81, 361-363. 2 PG 60, 577. 3 NTA 15, 102.
394 ROMANOS 11, 1-10
Benjamín», se refiere a lo que anterior- Pudiendo aportar como prueba otros mu-
mente escribió: «la palabra de Dios no chos ejemplos: mencionar a los tres mil
puede fallar, pues no todos los que son creyentes de Jerusalén, a los miles y miles
del pueblo de Israel son israelitas, ni los de los que habla Santiago el Mayor10 y a
que son del linaje de Abrahán, todos son aquellos de entre los judíos que en todo
sus hijos; porque de Isaac se llamará li- el orbe acogieron el mensaje de Cristo, en
naje para ti»4, dice esto para que se en- vez de todo esto, Pablo se presenta a sí
tienda que son considerados por linaje mismo. T eodoreto de C iro, Interpreta-
de Abrahán, dentro del pueblo de Is- ción de la Carta a los Romanos1' .
rael, los judíos que creyeron en el Señor.
A gustín , Exposición sobre la Carta a los
11,2 No ha rechazado Dios a su
Romanos, 695. pueblo
H u m il l a c ió n y a l ie n t o . Y como Pablo N in g u n o d e e l l o s se p ie r d e . Esto
los había humillado ya bastante, ahora al mismo dice el Salvador: «Yo cuidaba en
modo de un buen maestro los consuela, tu nombre a los que me habías dado. He
para que no parezca que los tortura en velado por ellos y ninguno se ha perdí-
exceso; Dios -dice- no rechaza a todos, do, salvo el hijo de perdición»12. A mbro -
ni siempre, a no ser aquellos que no si áster, Comentario a la Carta a los Ro-
creen y durante el tiempo de su increen- manosIJ.
cia. «Que también yo soy israelita». Si
hubiese rechazado a todos, tampoco a Los q u e É l c o n o c ió d e a n t e m a n o . A
mí me hubiera aceptado. P ei agio , Co- veces, la predestinación se designa con el
mentario a la Carta a los Romanos*1. nombre de presciencia; así dice el Após-
tol: «No rechazó Dios a su pueblo, que
Aunque Israel padece oscurecimiento, conoció en su presciencia»14. Esta frase
prudentemente Pablo no deja que se en- «conoció en su presciencia» no tiene
durezca más con una desesperación total, otro significado que «predestinar», como
sino que va hábilmente en su búsqueda se ve por el contexto. A gustín , El don de
con palabras suaves. C irilo de A lejan - la perseverancia, 18, 4715.
dría , Fragmentos a la Carta de san Pablo
a los Romanos7. S in Dios no
o c a s ió n para el o r g u l l o .
rechaza a aquellas gentes que sabe de an-
Si [Dios] le hubiese rechazado, también temano que creerán... Quita la soberbia
yo soy uno de los que son acusados. T e - a los gentiles para que no se vanaglorien,
odo reto de C iro , Interpretación de la porque de entre los judíos fueron muy
Carta a los Romanoss. pocos los que creyeron. P elagio , C o-
mentario a la Carta a los Romanos ‘6.
De la t r ib u d e B e n ja m ín . Pablo hizo
Romanos34.
H o y p o r h o y q u e d a u n r e s t o . Si,
pues, forma parte de los predestinados La gracia m anifiesta, efectiv a m en te, el a m o r
que restan, de los cuales dijo otro profe- que al h o m b r e tie n e e l q u e la o to rg a ; las
ta: «Los que sobrevivan se salvarán»29, a obras, en c a m b io , ex ig en q u e se las retribu-
lo cual añade: «De la misma suerte, pues, ya c o n fo r m e a su m érito . D iodoro , Frag-
se han salvado en este tiempo los so- mentos sobre la Carta a los Romanos35.
brevivientes acogidos por la elección de
la gracia», ya que de tales supervivientes La g r a c ia salva a l o s q u e l o q u ie r e n .
se entenderían perfectamente estas pala- ¿Y por qué -dice- no nos salvamos to-
bras: «Todo el que sobreviviere de tu dos con la gracia? Porque no se quiere.
casa», indudablemente creerá en Cristo. Pues la gracia, aunque sea gracia, salva a*24
Así en tiempos de los Apóstoles creve-
ron muchos de esa nación, y aun ahora
no faltan quienes, aunque son muy
2 ’׳SC 268, 326. 27 C C S 23, 82. 28 CSEL 81, 365.
raros, creen, cumpliéndose en ellos lo 24 Is 10, 22. 22 C C L 48, 565: BAC 172, 301. ■ ייPL
que añadió de seguida este hombre de 44, 969; BAC 50, 484. 22 PL Supp. 1, 1159. 32 Cf.
Dios: «Vendrá a adorarle con un óbolo Ga 2, 15-16. 34 CSEL 81, 365. 35 N T A 15, 102.
ROMANOS Π , 1 -10 397
ginta, ni del texto hebreo57... Hemos re- Dios les conceda ojos para que no vean,
cordado estas cosas con el orden de las astucia para sus pensamientos perversos
palabras y la calidad de los testimonios «y oídos para que no oigan», es decir,
tenidos en cuenta, para mostrar con esos maestros de mentira, y «sus ojos se obs-
detalles que la autoridad del Apóstol no curezcan, para que no vean», ¿no te pa-
tiene en cuenta los textos hebreos ni se rece que el que desea todo eso es amena-
sirve siempre de las palabras de los tra- zado por los pecados mismos de aque-
ductores, sino que explica el sentido de líos? Es mucho mejor no saber que saber
las Escrituras con las palabras que le sa- mal. O rígenes , Comentarios sobre la
tisfacen. O rígenes, Comentarios sobre la Carta a los Romanos, 8, 863.
Carta a los R om anos , 8, 838.
¿Necesita esto todavía interpretación al-
C o n v ié r t a s e su m e s a e n l a z o , e n tram - guna? ¿No es evidente incluso para los
pa. Maldice la fiesta de los malos, porque muy necios? J uan C risóstomo, Homilías
en ella suelen ser engañados los inocentes; sobre la Carta a los Romanos, 19, 164.
pues son invitados con engaño al banque-
te, para que caigan. A mbrosiaster, Comen- O s c u r e c id o s sus o j o s . He aquí pa-
taño a la Carta a los Romanos59. tentes la misericordia y el juicio de Dios;
la misericordia en la elección, que logró
Esto es: el lujo, y todos los bienes sean alcanzar la justicia; el juicio, en cambio,
dejados en cambio y sean suprimidos, y en los que fueron endurecidos en su ce-
resulten a todos fáciles de dom inar. J uan güera. Y no obstante, aquéllos, porque
C r i s ó s t o m o , Homilías sobre la Carta a quisieron, creyeron; éstos, porque no
los Romanos, 19, l 60. quisieron, no creyeron. La misericordia
y la justicia se han verificado en las mis-
Mesa en torno a la cual se alegraron en mas voluntades. A gustín , La predestina-
la pasión de Cristo, al comer la pascua. ción de los santos, 6, l l 65.
P elagio, Comentario a la Carta a los
RomanosM. D o b l e g a d a s sus espa ld a s . «Siempre
encorvados» por el peso de los pecados,
Pablo no se está sirviendo de estas pala- de forma que si no creen, no les son per-
bras como una profecía, sino como pala- donados. P s.- C onstancio , Comentario
bras de la Escritura que cuadran con lo sobre la Carta a los Romanos, 113, II66.
que ha dicho acerca de los judíos, mos-
trando también a la vez que no hay nada Esto se había profetizado para aquellos,
nuevo e n nuestros tiempos. T eo do ro de que dieron de beber al Salvador hiel y
M opsuestia, Fragmentos sobre la Carta a vinagre67. P elagio , Comentario a la
los Romanos<>2. Carta a los Romanos68.
nDigo, pues: ¿es que tropezaron hasta caer definitivam ente? ¡D e ninguna
m anera! A l contrario, por su caída vino la salvación a los gentiles, para provo-
car su celo. 12Pues si su caída es riqueza del m undo, y su fracaso riqueza de los
gentiles, ¡cuánto más lo será su plenitud!
13Pero a vosotros, los gentiles, os digo: siendo yo, en efecto, apóstol de las
gentes, hago honor a m i ministerio, 14por si de alguna fo rm a provoco celo a los
de m i raza y salvo a algunos de ellos. 15Porque si su reprobación es reconci-
liación del m undo, ¿ qué será su restauración sino una vida que surge de entre
los muertos? 16Y si los primeros panes son santos, tam bién la masa; y si la raíz es
santa, tam bién las ramas. 17Y si se han cortado algunas de las ramas y tú, sien-
do olivo silvestre, fuiste injertado en su lugar y partidpas de la raíz y de la savia
del olivo, n no te gloríes contra las ramas; si te glorías, ten en cuenta que no eres
tú quien sostiene la raíz, sino la raíz a ti.
19Dirás entonces: «Se han cortado las ramas para que yo fuese injertado».
20Bien, fueron cortadas por la incredulidad, tú en cambio te mantienes por la fe.
N o te engrías: más bien te m e ;21no sea que, si Dios no perdonó a las ramas na-
turales, tampoco te perdone a ti.
22Considera, por tanto, la bondad y la severidad de Dios: con los que caye-
ron, la severidad; contigo, la bondad de Dios, con tal de que permanezcas en
ella; de lo contrario, también a ti te cortarán. 23También ellos, si no persisten en
la incredulidad, serán injertados; pues Dios tiene poder para injertarlos de
nuevo. 24Pues, si tú fuiste cortado de un olivo silvestre, tu árbol natural, y fuis-
te injertado, en contra de lo que te es natural, en un olivo bueno, ¡cuánto más
aquéllos serán injertados conforme a lo que les es natural en su propio olivo!
Y parece reprender a los gentiles y hu- ¿De dónde [vendrá] la readmisión de los
millar sus pensamientos, y suavemente gentiles, si no viviesen de la muerte de
estimula al pueblo judío sirviéndose de los judíos?, o bien, como consecuencia
circunloquios, en verdad, buscando ocul- de la muerte de los judíos, Cristo y los
tar su gran ruina; mas nada encuentra a apóstoles fueron la vida para los gentiles;
causa de la naturaleza de estos asuntos.
J uan C r isó sto m o , Homilías sobre la
Carta a los Romanos, 19, 320.
10 CSEL 81, 373. ' 7 Cf. 2 Co 5, 6-8. IS PL Supp. 1,
1161. ״C E R 4, 282. 20 PG 60, 587. 21 Cf. 1 Co 9,
Para p r e s e n t a r m e tal forma,
en to d o de 22. 22 PL Supp. 1, 1161. 23 Cf. Is 42, 6; 49, 6; 66,
Comen-
q u e d e s e e n i m it a r m e 21. P e l a g io , 19; MI 1, 11. PG 82, 176. 25 CSEL 81, 373.
taño a la Carta a los Romanos22. 26 PG 60, 587-588.
404 ROMANOS 11, 11-24
sea parecido a un olivo silvestre, corona a fueron desgajados. «Mientras tú, olivo
los vencedores de los Juegos Olímpicos... salvaje». Ciertamente eres un olivo, pero
Así pues, las plantas silvestres son menos no cultivado y silvestre. «Fuiste injerta-
asimiladoras que las cultivadas, y la causa do en su lugar, hecho partícipe con ellos
de ser silvestres es la misma falta de fuer- de la raíz y de la savia del olivo». De la
za asimiladora. Por eso, el olivo injertado raíz de los padres y de la savia de Cristo.
se apropia más alimento por estarle injer- P elagio, Comentario a la Carta a los
tado uno silvestre. C lem ente de A l ij a n - Romanos
d r ía , Stromata, 6, 117, 2-3.118, l 35.
Romanos™.
35 GCS 15, 490-491. v>SC 153, 122.124: BAC
C o m u n i c a r l a s r iq u e z a s d e l o l iv o .
maior 25, 467.469. 37 Cf. Ef 2, 12-13. 38 CSEI. 81,
Los judíos no fueron desgajados por ti, 375. 39 PL Supp. 1, 1161. 40 PG 82, 177. 41 CCL
sino que tú estás injertado, porque ellos 78, 73: BAC 593, 232. 42 Pr 24, 17.
406 ROMANOS 11, 1 1 -2 4
2sPor lo que se refiere al Evangelio, han llegado a ser enemigos para vuestro
bien; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de sus padres. 29Porque los
dones y la vocación de Dios son irrevocables.30Pues así como vosotros en otro tiem-
po fuisteis desobedientes a Dios, y ahora habéis alcanzado misericordia a causa de
su desobediencia,31así también ellos ahora no han obedecido, para que vosotros al-
caneéis misericordia, a fin de que también ellos consigan la misericordia. 32Porque
Dios encerró a todos en la desobediencia, para tener misericordia de todos.
33¡Oh profundidad de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios!
¡Qué incomprensibles son sus juicios y qué inescrutables sus caminos!
MPues «¿quién conoció los designios del Señort, o ¿quién llegó a ser su con-
sejerof, 35o ¿quién le dio primero algo, para poder recibir a cambio una recom-
pensad».
36Porque de Él, por Él y para El son todas las cosas. A El la gloria por los si-
glos. Amén.
Romanos, 120a2.
11, 25 No quiero que ignoréis,
S in p r e s u m ir . Y todo esto para que los
hermanos, este misterio
gentiles no se enorgullezcan contra ellos.
Los ju d ío s creen e n C risto . Esto de «Este misterio». Es un arcano descono-
veras también lo dice aquí: que no to- cido para los hombres, que los gentiles
d o el pueblo se ha apartado, sino que hayan sido salvados, porque la ceguera
ya muchos creyeron, y han de creer de de Israel les brindó la ocasión para la
nuevo. J uan C risóstomo, Homilías sobre salvación. «Pues no quiero que igno-
la Carta a los Romanos, 19, 61. réis». Ni digáis al modo humano: «Por
H asta q u e l l e g u e e i . n ú m e r o t o t a l
d e l o s g e n t il e s . Con esto Pablo quiere 1 PG 60, 591. - ENPK 2, 78-79.
410 ROMANOS 11, 25-36
¿Qué es eso de «y todo Israel se salva- PL Supp. I, 1162. 4 Mt 17, 11; Me 9, 12. 5 PG
rá»? Así como decimos que todo el uní- 82, 180. ־׳Jn 15, 15. 7 CER 4, 304. * NTA 15,
verso y todas las naciones se salvan por 104. 9 CSEL 81, 383. 10 Ga 6, 16.
ROMANOS 11, 2 5 -3 6 411
Mi A l ia n z a c o n e l l o s . Este ejemplo
permanece válido siempre que haya al-
guien que crea. Pues el mismo Señor " I Co 10, 18. 12 CSEL 44, 365: BAC 99, 299-301.
' יPL Supp. 1, 1162. ״PG 74, 849. 15 PG 82, 180.
Jesús, que fue prometido que bajaría del '*NTA 15, 401. 17 CSEL 81, 383. 18 PG 60, 592.
cielo, él mismo perdona los pecados cada 1' ׳C f.Jr31.31. 20 PL Supp. 1, 1162. 21 CSEL 81,
día a los que se convierten a El: y no 385.
412 ROMANOS 11, 2 5 -3 6
11, 29 Los dones y la vocación de Pablo para exhortar a los judíos. Porque,
Dios son irrevocables efectivamente, los bienes que Dios otorga
los quita cuando ve que quienes los han
S o b r e si es n e c e s a r io el d o l o r . Pues recibido están enfermos de ingratitud. Es
ni siquiera porque habían pecado grave- testigo Saúl, que gozaba de gracia espiri-
mente, no aceptando la promesa de tual y a pesar de ello se vio después sin
Dios, y porque los que pecan gravemen- ésta29. De la misma manera también Salo-
te no reciben el perdón a no ser con món, el cual, disfrutando de paz por la
dolor y lágrimas; enseña que esto no es generosidad divina, después de su trans-
lo principal en la fe, porque el don de gresión fue despojado de la gracia30. Y los
Dios perdona gratuitamente los pecados propios judíos, quienes después de gozar
en el Bautismo, para que no se piense, continuamente de la solicitud de los pro-
que estos no pueden ya recibir la miseri- fetas, en el presente están privados de esa
cordia, porque no se ve que estén arre- protección. T eodoreto df. C iro , Interpre-
pentidos. A mbrosiaster, Comentario a tación de la Carta a los Romanos"’'.
la Carta a los Romanos2נ.
11, 30 Ahora habéis alcanzado mise-
I rrevocable. Así, lo mismo que aquel ricordia a causa de su desobediencia
del cual Dios ha previsto que será casto
trabajo por serlo, aunque él no sabe si M is e r ic o r d ia n o m e r e c id a . «En efecto,
Dios lo ha previsto, así también el que así como vosotros fuisteis en otro tiem-
Dios ha predestinado para ser casto,
aunque él no lo sepa, no por eso ha de
regatear sus esfuerzos para serlo, no obs-
22 PG 6C, 592. 21 I Ts 2, 16. 24 PL Supp. 1, 1162-
tante oír que es don de Dios el ser como 1163. 25 CSEL 81, 385. 26 Cf. 1 Co 1, 31. 27 PL 45,
ha de ser, esto es, casto, y su caridad se 1019: BAC 50, 559. 2s PL Supp. 1, 1163. ׳־Cf. 1 S
enciende más y más y no se insufla ni 15, 26; 28, 6. 3c Cf. 1 R 11, 6-13. 31 PG 82, 181.
ROMANOS 11, 2 5 -3 6 413
po rebeldes contra Dios». Cuando aún fue hecho más culpable con la ley. En-
ellos creían. «Mas al presente habéis con- tonces Dios, que siempre cuida del hom-
seguido misericordia a causa de su rebel- bre con su bondadosa misericordia, para
día». No por vuestro mérito. P elagio, que pudiese ser borrado en la ley lo que
Comentario a la Carta a los Romanos11. era pecado sin ella, determinó exigir úni-
camente la fe, por la que fuesen abolidos
Señala
C u r a d o s c o n l a m is m a g r a c ia . todos los pecados, para que fuesen salva-
los mismos reproches en ambos, y que dos por la misericordia de Dios; ya que
tanto lo s gentiles como Israel han sido ninguna esperanza tenían los hombres
curados con la misma gracia. C irilo de por la ley. Que todo quedase encerrado
A lejandría, Fragmentos a la Carta de en la incredulidad y llegase el mandato
san Pablo a los Romanos33. como un don de Dios, cuando todo el
mundo había caído en la incredulidad,
11, 31 A fin de que también ellos para hacer comprender que el don de la
alcancen misericordia gracia es el más gratuito de todos los
premios. Por lo tanto, que nadie se jacte,
P a ra q u e e i . i .o s ta m b ié n r e c ib a n la pues ignorarlo es de soberbios misera-
Pablo recuerda la incre-
m is e r ic o r d ia . bles. A m b r o s i a s t e r , Comentario a la
dulidad de los gentiles para que, aver- Carta a los Romanosy>.
gonzados, no se jacten insultando a los
judíos que no habían creído; sino que se Esta es la justicia mejor del hombre, no
alegren de haber aceptado la promesa de atribuirse a sí mismo lo que pueda ad-
Dios. A mbrosiaster, Comentario a la quirir de virtud, sino al Señor, que es
Carta a los Romanos34. quien la concede. J erónim o , Diálogo
contra los pelagianos, 1, 1340.
Cristo es la misericordia para los genti-
les35. «A fin de que también ellos consi- Aquel dicho del Apóstol: «El hecho es
gan ahora misericordia». Su incredulidad que Dios permitió que todas las gentes
no llegó hasta tal punto, que no fueron quedaran envueltas en la infidelidad para
justificados por las obras, sino por la mi- ejercitar su misericordia con todos», no
sericordia, como vosotros36. P elagio , C o- quiere decir que Dios no condenara a
mentado a la Carta a los Romanos37. nadie. El contexto nos aclara el sentido.
San Pablo se dirigía a los gentiles ya ere-
11, 32 Para tener misericordia de yentes y les dice a propósito de los judí-
todos os que se convertirían luego: «Así como
vosotros en otro tiempo no creíais en
T odos v iv ie r o n e n 1.a d e s o b e d ie n c ia . Dios y al presente habéis alcanzado mi-
Ciertamente todas las naciones vivieron sericordia con ocasión de la incredulidad
desde los tiempos antiguos en la impie- de aquellos, así también éstos al presente
dad y la ignorancia, porque estaban sin
Dios38. Por esta razón se reveló la ley en
la Escritura, para que con ella pudiesen
32 PL Supp. I, 1163. 33 PG 74, 849-852. 34 CSEL
refrenar su caída. Pero empezaron a 81, 387. 33 Cf. T t3 , 5. 36 Cf. Lm 3, 22. 37 PL
multiplicar los pecados por la astucia del Supp. I, 1163. 38 Cf. Gn 6, 5. 3 יCSEL 81, 387-
enemigo, de tal manera que el hombre 389. 40 CCL 80, 16.
414 ROMANOS 11, 2 5 -3 6
su providencia; y «En Él», porque es la que de Él, escribe, por Él y para Él son
perfección de todo y en Él se encuentra el todas las cosas. ¡A Él la gloria!». Con lo
fin, pues Dios está todo en todos; y así dicho, Pablo reveló el significado que es-
«En Él la gloria por los siglos de los si- taba oculto para el mundo. Pues porque
glos. Amén». «Por los siglos» indica que Dios es el Creador de todas las cosas,
la perfección no se encuentra en un solo -pues creó lo que no existía, para que
mundo, sino que abarca a todos y cuando empezase a existir-, todo procede de Él.
se espera se cumple. Añade el «Amén» Y porque todo existe por Él, todo empe-
para que entendamos que a esa felicidad zó a existir a través de su Hijo, que es de
se llega a través de Él, de quien está escri- la misma substancia y cuya obra es tam-
to también en el Apocalipsis: «Esto dice bién la obra del Padre. Y porque el Padre
el Amén»'’4. O r í g e n e s , Comentarios sobre obra a través del Hijo, todas las cosas
la Carta a los Romanos, 8, 1365. existen por el Hijo. Y porque lo que pro-
cede de Dios, existe a través de Dios; des-
Mas nuestro Pablo dice: «De Él y por pués ha renacido en el Espíritu Santo: en
El y para Él son todas las cosas», texto Él están todas las cosas, porque el Espiri-
en que «de Él» se refiere al origen de la tu Santo procede de Dios Padre, y por
existencia de todas las cosas; «por Él» a eso conoce lo que está en Dios. Luego
su conservación, y «para Él» a su finali- también el Padre está en el Espíritu santo;
dad66. O r íg e n e s , Contra Celso, 6 , 6 5 67. porque lo que procede de Dios Padre, no
puede ser distinto de Dios Padre. Por lo
Pues todo se ordenó por su mandato tanto, «a Él la gloria, porque de Él, por
para existir a partir de Él y por su pala- Él, y para Él son todas las cosas». En
bra para existir por medio de Él y todo consecuencia, las cosas que comenzaron a
está sometido a su juicio de modo que, existir, para ser de Él, por Él y para Él,
esperando en Él la libertad, pueda retor- no pueden conocer su pensamiento y su
nar a Él, una vez depuesta la corrupción. consejo. Sin embargo, Él conoce todas las
N ovaciano , La Trinidad, 3 , 2 0 6ii. cosas, porque todas están en Él. Aquí
Pablo habla a las claras del misterio de
Pues ¿quién que cree v iv ir «de Él, por Él Dios, que, como antes dijo, no debe ser
y en Él» querrá tener como testigo de su ignorado por ellos. A m b r o s i a s t e r , Comen-
vida desordenada a Aquel que sabe que tario a la Carta a los Romanos7'.
contiene en sí mismo la vida de cada
uno? G regorio d i . N isa, Sobre la perfec-
ción, 4 0 69.
M Ap 3, 14. r’s CER 4, 316-318. “ Cf. H b 9, 14.
1Os exhorto, por tanto, hermanos, por la misericordia de Dios, a que ofrez-
cáis vuestros cuerpos como ofrenda viva, santa, agradable a Dios: éste es vues-
tro culto espiritual. 2Y n o os amoldéis a este mundo, sino, por el contrario, trans
ROMANOS 12, 1-8 419
formaos con una renovación de la mente, para que podáis discernir cuál es la
voluntad de Dios, qué es lo bueno, agradable y perfecto.
3Porque, en virtud de la gracia que me fue dada, os digo a cada uno de vo-
sotros que no os estiméis en más de lo que conviene, sino que debéis teneros una
sobria estima, según la medida de la fe que Dios ha otorgado a cada uno. 4Por-
que así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, y no todos los
miembros tienen la misma función, 5así nosotros, que somos muchos, formamos
en Cristo un solo cuerpo, siendo todos miembros los unos de los otros.
bTenemos dones diferentes conforme a la gracia que se nos ha dado: si se
trata de profecía, que sea de acuerdo con la fe, 7y si se trata del ministerio, que
sea sirviendo. Y si uno tiene que enseñar, que enseñe, *y si tiene que exhortar,
que exhorte.
El que da, que dé con sencillez; el que preside, que lo haga con esmero; el
que ejercita la misericordia, que lo haga con alegría.
La Palabra divina quiere que ofrezcas en dos gratuitamente, siendo impíos, y sa-
sentido espiritual tu carne en castidad a biendo que ésta es una ofrenda viva,
Dios. O rígenes, Homilías sobre el Leví- santa, y aceptada por Dios, si conserva-
tico, 1, 54. mos nuestros cuerpos incontaminados,
muy distantes de los mundanos, que
Santos y a cepta b les para Y D io s . están dominados por las pasiones.
¿cómo ejerces tú el sacerdocio para Dios, «Esta es la voluntad de Dios, vuestra
ya que has sido ungido para esto, para santificación»". Pues los cuerpos some-
«ofrecer un don»5, no un don completa- tidos al pecado no parecen estar vivos,
mente ajeno a ti, un don tomado de las sino muertos; ya que la promesa de vida
cosas que te rodean exteriormente y que eterna está sujeta a la desesperación.
tú ofrecerías en forma sustitutoria, sino Pues para esto somos limpiados del pe-
aquello que es verdaderamente tuyo, es cado por el don de Dios; para que lie-
decir, tu hombre interior6, que debe ser vando de aquí en adelante una vida pura,
perfecto e inmaculado conforme a la ley provoquemos el amor de Dios hacia no-
del cordero, exento de toda mancha y de sotros, no haciendo inútil en nosotros la
toda enfermedad?7. ¿Cómo ofrecerás obra de su gracia. En los antiguos sacri-
estas cosas a Dios, tú que no oyes a la ficios se mataba la ofrenda para significar
ley que prohíbe consagrar lo que es im- el sometimiento de los hombres a la
puro? G regorio de N isa, Sobre la virgi- muerte por causa del pecado. Pero
nidad, 23, 78. ahora, puesto que los hombres han sido
purificados por el don de Dios y libra-
U n s a c r if ic io v iv o . No consiste sola- dos de la segunda muerte, deben ofrecer
mente la esclavitud de la idolatría en que una ofrenda viva como signo de vida
uno, con sus deditos, tome incienso y lo eterna. Pues ahora no se sacrifican, como
arroje al brasero, o derrame el vino puro entonces, unos cuerpos por otros: ahora
sacado de la taza. Niegue ser idolatría la no se han de inmolar los cuerpos sino
avaricia quien sea capaz de llamar justi- los vicios del cuerpo12. A mbrosiaster,
cia la venta del Señor por treinta mone- Comentario a la Carta a los Romanos '3.
das de plata9*1; diga que no hay sacrilegio
en la deshonestidad el que contaminó C ó m o se c o n v ie r t e el c u e r p o e n sa -
con sacrilega mezcla los miembros de Y ¿cómo -pregunta- podría ser
o r if ic io .
Cristo, hostia viva y acepta a Dios, con el cuerpo un sacrificio? Que el ojo no
las víctimas de las públicas torpezas. J e - mire nada malo, y ha tenido lugar un sa-
rónim o , Carta, 14, 51c. crificio14; que la lengua no diga nada ver-
gonzoso, y ha acontecido una ofrenda15;
S a c r if ic a d o s l o s p e c a d o s d e la que la mano no haga nada contrario a las
Pablo les ex-
c a r n e , n o lo s c u e r p o s .
horta por la misericordia de Dios, por
la que el género humano es salvado... 4 SC 286, 86. 5 H b 8, 3. '׳Cf. Ef 3, 16; 2 Co 4, 16;
Luego, la advertencia es ésta: que han de Rm 7, 22. ’ Cf. Lv 22, 9; Ex 12, 5; Rm 8, 9-11; 1
Co 3, 16-17; 2 Co 13, 5; Col 1, 27. s SC 119, 556-
recordar que han recibido la misericor-
558. ' ׳Cf. Mt 26, 14-16; 27, 3-10. 1: CSEL 54, 50:
dia de Dios: y que deben rendir culto BAC 219, 75-76. 11 1 Ts 4, 3. 12 Cf. Jn 8, 34-36.
cuidadosamente a quien tuvo misericor- 11 CSEL 81, 393-395. 14 Cf. Mt 5, 29; 6, 22; 18, 9;
dia con ellos, por quien fueron justifica Me 9, 47. 15 Cf. Pr 10, 31; 18, 21; St 3, 5-6.
ROMANOS 12, 1-8 421
Dios tanto más cuanto la ofrenda de los futuro; y hay algunos que aman este
seres racionales es más preciosa que la mundo y las cosas que hay en este
de los seres irracionales. G en a d io de mundo y se adaptan a la forma de este
C onstantinopla , Fragmentos a la Carta mundo; pero quienes no se fijan en lo
a los Romanos2*. que ven, sino en las que no se ven y son
eternas32*, se transforman y renuevan
O b l a c ió n s a c e r d o t a l . A la manera de para la forma del mundo futuro; por
la primera ley de Moisés, todos los sa- eso sucede que este mundo no les cono-
cerdotes... deben ofrecer un sacrificio ce, sino que les odia y persigue35. En
racional a Dios en primer lugar por sí cambio, los ángeles de Dios conocen
mismos y sólo después por el pueblo. aquella forma, pues están en el mundo
En su oración, el sacerdote pide prime- futuro...
ramente perdón por sus propios pecados Entiende con diligencia cuanto afir-
y la limpieza de su alma y de su cuerpo ma: «Transformaos con una renovación
por todos los pensamientos y las accio- de vuestra mente», para indicar la forma
nes pecaminosas. Entonces, cada sacer- culpable. En efecto, primeramente toda
dote ofrece sus oraciones a Dios de alma tuvo la forma de la maldad. Pero
acuerdo con la medida de su propia pu- las palabras del Apóstol exhortan a que,
reza de alma. F ilo xeno di. M abbug , C o- arrojada aquella forma, nos reformemos
mentarlos, l 29. en la forma de cada una de las virtudes,
y luego, revelado el rostro del corazón,
A pelo a v o s o t r o s . La diferencia entre podamos contemplar la gloria de Dios
preguntar y suplicar reside en que pre- para transformarnos en imagen suya.
guntamos sobre cosas nimias y suplica- ¿Cómo nos transformaremos?... Ahora
mos por las grandes... Es decir, existe bien, nuestra mente es renovada median-
sacrificio, porque se sacrifica la carne; te la práctica de la sabiduría, la medita-
hay seres vivos, porque es vivificado el ción de la Palabra de Dios y la inteligen-
espíritu. L uculencio , Comentariosi0. cia espiritual de su ley; y cuanto más
progrese uno en la lectura de las Escritu-
La m ism a g l o r ia . Si nos convertimos y ras, más arriba subirá su entendimiento;
presentamos nuestros cuerpos, según la así será nuevo siempre y cada día34. Ig-
voz del Apóstol, como un sacrificio vi- noro, en cambio, si puede renovarse la
viente, santo y agradable a Dios, con ce- mente perezosa en relación con las divi-
lestial dignación procurará remunerarnos ñas Escrituras y la práctica de la inteli-
con la misma gloria que a los que han gencia espiritual, con las que no sólo
entregado sus miembros a la muerte por puede entender como verdadero lo que
causa del Señor. B eda , Homilías sobre los está escrito, sino también explicarlo con
Evangelios, 2, 21*31. más claridad y manifestarlo con mayor
diligencia...
12, 2 Transformaos con una renova-
ción de la mente
-s NTA 15, 403. ׳״Muséon 73, 45. PL 72, 811.
T Aquí muestra [Pablo]
ra n sfo rm a o s.
31 CCL 122, 341. 32 Cf. 2 Co 4, 18. 53 Cf. Mt 5,
que existe una forma relativa a este 13-11; Jn 15, 19-20. 34 Cf. Mt 22, 29; Me 12, 24;
mundo y otra perteneciente al mundo Jn 5, 39; Hch 17, 10-11; 2 Tm 3, 16.
ROMANOS 12, 1-8 423
A r m o n ía df. las d iv er sa s f u n c io n e s
r Cf. Rm 12, 6-8; I Co 12, 4-31. 5s CER 5, 48.
Pablo los exhorta, por
del c u e r p o .
‘■ ׳־Cf. 1 Co 12, 25-26. “ CSEL 81, 397. <>· Cf.
medio de la comparación del cuerpo, a 1 Co 7, 7. >׳-’ PG 60, 601. ״PL Supp. 1, 1164.
la concordia, para que no se inquieten 64 Cf. 1 Co 10, 17. "5 FuP 4, 131 66 CSEL 81,
de aquí por el hecho de haber recibido 397. ’״׳ENPK 2, 80.
ROMANOS 12, 1-8 427
ellos no dependen del mismo acto, así los ciones espirituales, sin embargo a
somos muchos los que formamos un cada uno en proporción a su fe se le da
solo cuerpo en Cristo, pero cada uno la ayuda del Espíritu. B asilio 01· C esa -
somos miembros unos de otros». La co- rea , La gran regla monástica, 7, 274.
nexión de todo el cuerpo realiza la única
salvación, la única belleza58; y esta cone- Pablo empieza por el don de profecía,
xión de todo el cuerpo requiere la unani- que es la primera prueba de que nuestra
midad, y principalmente exige la concor- fe es racional. Finalmente los creyentes
dia de los sacerdotes. L eón M a g n o , Car- profetizaban, después de recibir el Espí-
tas, 14, l l 69. ritu. Luego este don es dado conforme al
destinatario, es decir, tanto como exige la
12, 6 Tenemos dones diferentes razón por la que se da. A mbrosiaster ,
Comentario a la Carta a los Romanos 75.
S e n t id o d e la p r o f e c ía . Hay que en-
tender por profecía lo que enseña el S f.gún i .a g r a c ia r e c ib id a . Hay gracia,
Apóstol..., la que habla a los hombres sin embargo, no se derrama sin más, sino
para su edificación, exhortación y con- que toma la medida de acuerdo con [la
suelo. O rígenes , Comentarios sobre la fe de] los que la reciben. J uan C risósto -
Carta a los Romanos, 9, 370. m o , Homilías sobre la Carta a los Roma-
nos, 21, l 76.
D o n d e p r o f e c ía . Pablo dice que si al-
guno tiene entre vosotros [el don de] la N o conforme a la fe que hay en noso-
profecía, tiene el don más preciado des- tros, sino conforme a la fe que ha sido
pues del apostolado; pues dice que Dios dada y concedida por Dios a cada uno.
puso en la Iglesia en primer lugar a los P s . - C o n st a n c io , Comentario sobre la
apóstoles y en segundo a los profetas71. Carta a los Romanos, 12377.
Que el diácono piense entonces de
acuerdo con la profecía, pero conocien- Si es p r o f e c ía será p r o p o r c io n a d a a
do la preeminencia de los apóstoles y sa- la fe . El don no depende de nosotros,
biendo bajo la regla de su servicio que sino de la voluntad del donante78 y a
está en el grado más humilde, igual que todos los creyentes se les promete la glo-
las manos están sometidas a la cabeza. ria para el futuro, pero el que tuviera un
A polinar de L aodicka , Fragmentos a la corazón tan puro, que mereciera esto,
Carta a los Romanos71, recibe ya ahora el don de los carismas,
que Dios quiera regalarle.
«Profecía» es, pues, en primer lugar, la «Si es el don de profecía, ejerzámoslo
manifestación de las cosas oscuras, ya en la medida de nuestra fe». De la fe, no
sean futuras, ya pasadas, ya presentes y de la ley. O bien: porque la fe se hace
ocultas. Pero también se dice «profecía»
cuando alguien interpreta lo que el pro-
feta expresa. D iod oro , Fragmentos sobre
68 Cf. Ga 3, 28: Ef 4, 11-13. ׳״PL 54, 675-676.
la Carta a los Romanos7*. 70 CER 5, 60. 71 Cf. 1 Co 12, 28. 72 NTA 15, 76-
77. 73 NTA 15, 106. 74 PG 31, 929-932. 75 CSF.L
P o seer d o n e s d if e r e n t e s . Aunque 81, 397. 7b PG 60, 602. 77 ENPK 2, 80. 78 Cf. 1
nadie tiene capacidad para recibir todos Co 12, 28.
428 ROMANOS 12, 1-8
acreedora de la profecía, pues cada uno rio de los maestros. A polinar de L aodicea ,
recibe en la medida en q u e cree. P ela g io , Fragmentos a la Carta a los Romanos84.
Comentario a la Carta a los Romanos79.
Si es m in is t r o , q u e sirva . El ministro es
Así ha de entenderse: Somos miembros confirmado para servir a la Iglesia tanto
unos de los otros pues tenemos distintos cuanto cree debe servir; para que no se
carismas conforme a la gracia que nos ha fatigue inútilmente, sirviendo más allá de
sido otorgada... Pablo llama profecía no la fe. Porque eso es lo que hace cualquie-
sólo al conocimiento anticipado de las ra que se esfuerza de corazón. Igualmen-
cosas futuras, sino también al conocí- te Pablo dice que el maestro es ayudado
miento de las que están ocultas. Ttouo- en su enseñanza, de manera que sea ins-
reto de C iro , Interpretación de la Carta pirado para transmitir la doctrina divina
a los Romanos80. en la misma medida que su fe tiene la fi-
nalidad de enseñar. A mbrosiaster, Co-
Sin embargo, lo de «según la proporción mentario a la Carta a los Romanos85.
de la fe» no conviene solamente a la pro-
fecía, sino que es algo común de todos En este lugar se refiere a una ocupación
los demás carismas en conjunto, y hace general. Se habla, en efecto, del ministe-
totalmente referencia a lo mismo. G ena - rio apostólico, y toda obra buena espí-
d io de C o n s t a n t in o p i .a, Fragmentos a la ritual es ministerio. Recibe también es-
Carta a los Romanos*1. te nombre una ocupación particular, si
bien, aquí se ha hablado en general. J uan
C r i s ó s t o m o , Homilías sobre la Carta a
12, 7 Si uno tiene que enseñar, que
enseñe los Romanos, 21, l 86.
por la que las almas afligidas son ilumi- bajo la dirección del Espíritu, siempre le
nadas por los discursos de las divinas Es- da en abundancia a quien ayuda generosa-
crituras, seleccionados con prudencia y mente, para que no se canse de dar...
reunidos para un mismo fin. Acontece A quien toma sobre sí el cuidado de
con frecuencia que las almas atribuladas presidir a los hermanos, recibirá según
con la desesperación no son fácilmente su fe una autoridad solícita, para que sea
consoladas ni reconfortadas con pala- útil en lo que es requerido, consiguiendo
bras, aunque es plausible el hacerlo. Pero que den fruto aquellos, a quienes presi-
si se dice que la Palabra tiene el poder de de. «El que ejerce la misericordia, con
la gracia de Dios, entonces penetra el co- jovialidad». También es sólidamente for-
razón, facilita el consuelo y concede la talecido por Dios según su modo de sen-
esperanza, al remover la desesperación. tir el que ejerce la misericordia con ale-
O rígenes, Comentarios sobre la Carta gría, no como si se retorciese porque no
a los Romanos, 9, 389. quiere. A mbrosiaster, Comentario a la
Carta a los Romanos91.
«Exhortación» es la incitación por la
que invitamos a la fe de Cristo a los que S e n c il l e z , s o l ic it u d , a l e g r ía . Esto [la
yacen en la ignorancia, no exponiéndoles exhortación] es un modo de dar doctri-
todavía, ciertamente, el objeto final de na... Reclama honradez en el reparto92,
la vida cristiana, sino imbuyéndoles el en la compasión alegría, y diligencia en
deseo de gozar de los bienes eternos si la protección. Y no quiere que ayudemos
creen e n Cristo. D i o d o r o , Fragmentos a los necesitados sólo con dinero, sino
sobre la Carta a los Romanos40. también con palabras, con obras, en per-
sona, y de todas las demás formas posi-
E x pl ic a c ió n d e lo s d o n e s . E s prepara- bles. J uan C risóstomo , Homilías sobre la
do por la gracia del Espíritu y para aque- Carta a los Romanos, 21, 2'n.
lio mismo que pretende, para que tenga
la gracia de provocar. Pues estimula a los
hermanos al bien y a los incrédulos a la *' ׳CER 5, 62-64. ' =׳NTA 15, 106. ' '׳CSEL 81,
fe. «El que da, con sencillez». Afirma que, 399-401. ‘2 ׳Cf. 2 Co 9. 7-9. ״PG 60, 603-604.
LA C A R ID A D (12, 9-21)
12,10 H onrando cada uno a los sotros amaos como si hubierais nacido
otros más que a sí mismo de una misma madre. «Honrando cada
uno a los otros más que a sí mismo». Si
A m a o s u n o s a o t r o s . A sí pues, perma- observamos siempre esto, lograremos
neced en estos sentimientos y seguid el también la caridad y la paciencia, como
ejemplo del Señor, «firmes e inconmovi- dice en otro lugar: «Considerando cada
bles en la fe, queriendo a los hermanos,
amándoos mutuamente»‘7, unidos en la
verdad, superándoos los unos a los otros 1 Cf. Sal 97, 10; P r 8, 13; Am 5, 15. 2 C E R 5, 62-
en la mansedumbre del Señor, sin des- 64. נPG 60, 604. 4 Cf. 1 Jn 1, 5-7. 5 Cf. 2 C o 6,
preciar a nadie. P o l i c a r p o d e E s m i r n a , 4-6; 1 Tm 1, 5-7. * Cf. 1 Jn 3, 18. 7 Cf. Jn 15, 13.
8 PL Supp. 1, 1165. 9 C ol l,2 3 ; c f . 1 P 3, 8; Jn 13,
Carta a los Filipenses, 10, l'°.
34. 13 FuP 1, 223. " Cf. Jn 13, 34-35. 12 CSEL
81,403. 13 Rm 5, 6. 14 1 Tm 1, 15. 15 Sal 146, 8.
Dice que no se tiene amor fraterno, si C E R 5, 68-70. 17 Cf. 1 Ts 4, 9-10. 18 PG 60,
mutuamente no se adelantan a la hora 604-605.
432 ROMANOS 12, 9-21
cual a los demás como superiores a sí para el mundo. «Servidores del Señor».
mismo»19. Si nos consideramos inferió- No al mundo y a los vicios, sino hacien-
res a todos, en modo alguno haríamos do todas las cosas por el Señor. P elag io ,
ofensa a nadie, ni nos produciría dolor Comentario a la Carta a los Romanos26.
grave cualquier injuria que se nos hicie-
se. P elagio , Comentario a la C arta a los N o a p a g u é is a l E s p ír it u . Pablo llama
Romanos20. «Espíritu» al carisma... Y esto lo dice
también en otra parte: «No extingáis el
12, 11 Servidores del Señor Espíritu»27*.Se les apaga el Espíritu a los
indignos de la gracia. T e o d o r e t o d e
F e r v o r o s o s e n e i . e s pír it u . Nosotros C i r o , Interpretación de la Carta a los
hemos recibido el mandato de ser ardien- Romanos1*.
tes en el espíritu. Sin duda, con esto se
expresa la Palabra ardiente y cálida. O rí- 12, 12 Alegres en la esperanza, pa-
g e n e s , Los primeros principios, 2, 8, 321.
cientes en la tribulación...
Esto significa que no debe-
D i l ig e n t e s . A Se alegra
l e g r a o s e n i.a e s pe r a n z a .
mos estar tibios en hacer el trabajo de en la esperanza el que no mira las cosas
Dios o de la ley, como se dice en el Apo- que se ven, sino que espera lo que no se
calipsis de Juan: «Puesto que eres tibio, y ve29. O rígenes, Comentarios sobre la
no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi Carta a los Romanos, 9, 11J0.
boca»22; pues la meditación diaria quita
el sueño y nos hace estar vigilantes. A m- T ened p a c ie n c ia e n la t r ib u l a c ió n .
brosiá s t e r , C om entario a la Carta a los «Aprovechando la ocasión oportuna»,
Romanos2i. añade: «Con la alegría de la esperanza».
Aun cuando los tiempos no permitan
N u n c a o s e n f r ié is e n l a s o l ic it u d . que hablemos públicamente sobre núes-
Querer no es suficiente, además es nece- tra fe, aun con miedo, debemos estar con
sario esto [«diligentes en el deber»]: y la alegría de la esperanza, porque esta
esto, precisamente, proviene ante todo tristeza trae alegría. «Pacientes en la tri-
del amor, del mismo modo que el amor bulación». Esto es alegrarse en la espe-
se ve favorecido por esto, y una cosa ranza, ser paciente en la tribulación, pues
confirma a la otra. Muchos son los que desde la alegría de la esperanza soporta
quieren con el pensamiento, mas no tien- la tribulación, sabiendo que es mucho
den sus manos. Este es el motivo por el más grande lo que se nos ha prometido.
que en todo lugar estimula a la caridad. «Constantes en la oración». La oración
J uan C risóstomo, H om ilías sobre la es totalmente necesaria, porque, para
Carta a los Romanos, 21, 324. poder soportar la tribulación, hay que
Sin embargo llama «santos» a los ere- Cristo. Y de la misma forma que el que
yentes, en el sentido de estar llamados a maldice al que le persigue evidencia que
la santificación. G en a d io df. C onstanti- no se complace en sufrir por Cristo, el
n opla , Fragmentos a la Carta a los Ro- que lo bendice, por el contrario, revela
manos*b. mucho amor51. J uan C risóstomo, Homi-
lías sobre la Carta a los Romanos, 22, l 52.
12, 14 Bendecid a los que os
C o n v e r t id a e o s p e r s e g u id o r e s .
persiguen
Quiero —dice—que entre vosotros la
a l o s e n e m ig o s . N o quiere
B e n d e c id amabilidad sea tan grande que podáis
[el Apóstol] que los que creen en Cristo ofrecer a quienes os combaten el per-
maldigan con su boca, sino que hablen dón de los que aman53. G fn a d io df
bien, digan cosas buenas, recen bien, de C onsta n tin o pla , Fragmentos a la
manera que puedan ser creídos como Carta a los Romanos54.
siervos de un buen Señor y discípulos
de un buen Maestro... Cuando aquí el M a l d ic ió n c o m o p r o f e c ía . ¿Cómo
Apóstol afirma «bendecid y no maldi- las mismas Escrituras divinas, que nos
gáis», cuando somos provocados por prohíben maldecir, contienen tantas
enemigos o somos instigados por inju- maldiciones? Esas maldiciones, queridí-
rías, lo dice para que no devolvamos simos hermanos, no se profieren con es-
maldición por maldición, sino que haga- píritu de deseo, sino de predicción. No
mos lo que él mismo escribe respecto de quieren que ocurra esto a los pecadores,
sí mismo, cuando dice: «Nos maldicen y sino que tendrán lugar sin duda; esas
bendecimos»47. O r í g e n e s , Comentarios mismas maldiciones son prueba de que
sobre la Carta a los Romanos, 9, 1448. existen las p ro fe c ía s. C esárf.o df. A ri.és,
Sermón, 48 , 255.
S u p e r a d i .a ir a c o n a la b a n z a . Para
conseguir nuevos cristianos p o r to d o s
12, 15 Alegraos con los que se ale-
los m e d io s, ta m b ié n q u ie re apartarlos de
gran, llorad con los que lloran
aquella c o s tu m b re , ta n común, para que,
llevados de la ira, más fácilmente no A l e g r a o s c o n l o s q u e se a l e g r a n .
quieran maldecir, sino que, venciendo la Aquí hay que hacer una distinción clara
ira, bendigan, y esto sirva para alabanza y adecuada; las alegrías de los cristianos
de la doctrina del Señor49. A mbrosiaster, no se asocian a cualquier alegría, ni
Comentario a la Carta a los Romanos*0. nuestras lágrimas deben unirse a cuales-
quiera lágrimas. Por tanto, si viere yo
B e n d e c id , y n o les m a l d ig á is . L os q u e alegrarse a uno por su abundante diñe-
n o s p e rsig u e n so n p a ra n o s o tr o s m e d ia- ro, por la multitud de posesiones o por
d o re s d e re c o m p e n sa s. Si estás v ig ilan te, un gran honor mundano, no debo con-
ju n to c o n aq u e lla s o b te n d rá s p ara ti
m ism o o tr a re c o m p e n sa : a q u é l te p r o -
p o rc io n a rá la re c o m p e n sa d e la p erse cu -
c ió n , y tú o b te n d rá s p a ra ti m ism o la d e NTA 15, 405. 47 1 Co 4, 12. ״CER 5, 74-76.
״Cf. Mt 5, 43-45; Le 6, 35. 53 CSEL 81, 407.
la b e n d ic ió n d e aq u é l, al tie m p o q u e m a-
MCf. 1 Ts 5, 15. s-’ PG 60, 609. « Cf. Pr 25, 21-
m festarás u n a señal clarísim a del a m o r a 22. 54 NTA 15, 405. MCCL 103, 217.
ROMANOS 12, 9-21 435
gratularme con ese tal, puesto que sé para darnos ejemplo62; hay que pensar
que luto y lágrimas siguen a esa clase que ni siquiera lloró por Lázaro, a quien
de alegrías... iba a resucitar, ni por la incredulidad de
En cambio, si vemos que alguien rea- aquellos que no creyeron muchas veces
liza una tarea merecedora de ser inscrita en él, cuando hacía los milagros. Pero
en el cielo, una obra de justicia, caridad, nosotros, todo lo contrario, lloramos
paz, misericordia o parecida que merezca con los que se alegran y nos alegramos
ser inscrita en el libro de la vida, con con los que lloran; si alguien es alabado,
esos es con los que debemos alegrarnos. nos entristecemos; si uno cae nos llena-
Y si vemos que uno se convierte del mos de gozo. Por lo que nosotros que
error o abandona las tinieblas de la igno- hacemos tales cosas, ponemos de maní-
rancia para acceder a la luz de la verdad, fiesto que no somos del cuerpo de Cris-
y merece la remisión de los pecados y la to, porque no nos dolemos de un miem-
gracia del Espíritu Santo, debemos ale- bro cortado, sino que somos enemigos
gramos con ellos36. de nosotros, como una parte de ese cuer-
Igualmente se nos manda «llorad con po y amigos de la parte contraria; no lio-
los que lloran», no con los que lloran a ramos por nuestro ejército, haciendo fra-
sus muertos o los daños mundanos que casar a varones sumamente vigorosos, ni
conocen... Si alguien llora por sus peca- nos alegramos sí los vemos que luchan
dos, si uno, tras el delito, se convierte a con todo el ardor. P elagio, Comentario
la penitencia y lava con lágrimas su peca- a la Carta a los Romanos*'*.
do, si también uno gime en su habitación
y desea volver a Cristo y riega con pro-
12, 16 Tened los mismos sentimien-
fusión de lágrimas ese santo deseo, una-
tos los unos hacia los otros
naos nuestras lágrimas y juntemos núes-
tros gemidos con esos hombres57. O r í g e - N o s e á i s o r g u l l o s o s . Quien se cree
n e s , Comentarios sobre la Carta a los prudente a sí mismo, ese es arrogante-
Romanos, 9, 155fi. mente necio, y no puede conocer la au-
téntica sabiduría de Dios quien cultiva
L l o r a d c o n lo s q u e l l o r a n . Y si su misma necedad como si fuera sabi-
llora con un infiel, lo inclina más a acep- duría64. O r íg e n e s , Comentarios sobre la
ta r la doctrina del Señor3'7. A mbrosiaster, Carta a los Romanos, 9, 18',f>.
Comentario a la Carta a los Romanos1'״.
D ios r e s is t e a l o s s o b e r b io s . Saber
T Desea además que
e n e r c o m p a s ió n . cosas elevadas es soberbia; pues, también
ardamos completamente en amistad. Por sabiéndolas el diablo, apostató... Salo-
eso añadió esto, para que los bendijéra- món dice: «Con los arrogantes es tam-
mos, pero también para que, si los viéra- bién arrogante»66. «Otorga su favor a los
mos aquejados por la desdicha, partid-
páramos de su dolor y sufrimiento. J u a n
C r isó st o m o , Homilías sobre la Carta a
56 Cf. Sal 13, 5-6; 40, 16; 68, 3; 71, 23; 97, 12; Is 25,
los Romanos, 22, l 61.
9; 61, 10; Mt 5, 11-12; Ix 15, 6. ״Cf. Jr 30, 15.
5s CER 5, 76-78. 5 ׳־Cf. Si 3, 27. “ CSEL 81,409.
L a s l á g r i m a s d e n u e s t r o S e ñ o r . Las '־׳PG 60, 609. 2 ־׳Cf. Jn 11, 33-35. ‘ ייPL Supp. 1,
lágrimas de María hicieron llorar a Jesús 1166. M Cf. Pr 26, 12. ״CF.R 5, 80. “· Pr 3, 34.
436 ROMANOS 12, 9-21
pobres». Quiere decir que, dominada la sabiduría humana, sino sed necios para
la soberbia, haga suya la preocupación el mundo, para que seáis sabios ante el
ajena, y la preocupación suya como si Señor. P f.i.agio , Comentario a la Carta a
fuera ajena, para conseguir gracia ante los Romanos70.
Dios. A mbrosiaster, Comentario a la
Carta a los Romanos'’7. N u n c a seáis ja c t a n c io s o s . N o os ten-
gáis por listos. Antes bien, que no os
A s o c ia o s c o n l o s h u m il d e s . De baste con vuestras propias deliberacio-
nuevo pone un gran empeño en hablar nes, sino aceptad los consejos de otros.
de la humildad, tema con el que tam- T eodoreto de C iro , Interpretación de la
bién comenzó la exhortación. Era natu- Carta a los Romanos7'.
ral que éstos estuvieran llenos de orgu-
lio, fuera por la celebridad de su ciudad, 12, 17 No devolváis a nadie mal por
fuera por otras muchas razones. Por mal
este motivo tira constantemente de la
enfermedad y contiene el orgullo, ya I g u a l p o r ig u a l . Se manda de manera
que nada como la arrogancia divide el absoluta no devolver mal por mal: a se-
cuerpo de la Iglesia... mejante acto, semejante mérito. T f.rtd-
¿Se presentó acaso el pobre en tu ca- lia no , Sobre la paciencia, 10, 3 72.
sa? Compórtate como él y no te enorgu-
llezcas más por tus riquezas68: en Cristo A NADIE I.E DEVOLVÁIS MAL PO R MAL.
no hay ni rico ni pobre, No te avergüen- Algunos piensan que es malo el pecar,
ces por su aspecto externo, acógelo, por pero es justo el volver a hacerlo; en
el contrario, por su fe interior. Si vieres cambio, yo pienso que es igualmente
que llora, no creas que es impropio con- pecado e incluso más grave. Así, uno
solarle; si vieras que está feliz, no te ru- que por primera vez hace algo malo,
borices por compartir su felicidad y regó- quizás no haya tenido en cuenta que lo
cíjate con él... Por ejemplo, ¿piensas que que hace es malo. En cambio, quien
eres grande? Piensa, por tanto, que aquél vuelve a repetir el mismo mal, precisa-
también lo es. ¿Sospechas que aquél es mente porque es impulsado como para
humilde e insignificante? Calcula enton- vengarse, manifiesta darse cuenta del
ces lo mismo acerca de ti, y rechaza toda mal que repite... También debemos dar-
desigualdad. Juan C risóstomo, Homilías nos cuenta que el Apóstol no dice que
sobre la Carta a los Romanos, 22, 269. agrademos a todos, sino que «busque-
mos hacer el bien delante de todos los
Para que tengas los mismos sentimientos hombres», es decir, que hagamos las
contigo que con el otro. «Sin dejaros lie- cosas buenas delante de todos los hom-
var por pensamientos soberbios, sino bres, les agraden o no. O rígenes , C o-
acomodándoos a las cosas humildes». Se mentarios sobre la Carta a los Romanos,
complace en la soberbia el que desea 9, 19-2073.*60
vengarse por sí mismo de la injuria infe-
rida [a su persona], y no presta su asentí-
miento a las cosas humildes, es decir a la 7 י׳CSEL 81, 409. 68 Cf. Le 14, 7-11; St 2, 5. ׳״PG
humildad. «No os complazcáis en vues- 60, 610. 7: PL Supp. 1, 1166-1167. 71 PG 82, 192.
tra propia sabiduría». No os gloriéis en T- CCL 1, 310. 73 CER 5, 8082־.
ROMANOS 12, 9-21 437
«Sin devolver a nadie mal por mal»74. 12, 18 Vivid en paz con todos los
Así lo dijo el Señor: «Si vuestra justicia hombres
no es mayor que la de los escribas y fari-
seos, no entraréis en el reino de los cié- Si es p o s ib l e , v iv id e n p a z . Sabiendo el
los»75. Pues había sido mandado en la Apóstol que la paz, que se debe tener, no
ley: «Amarás a tu prójimo como a ti sólo depende de uno, sino de dos, con el
mismo76 y odiarás a tu enemigo»77. Esto, fin de que el ánimo del otro, si estuviere
a lo que parece, es la justicia: pero ense- inquieto, no nos parezca que impide el
ña a los cristianos no devolver mal por bien de la paz, dio un precepto muy mo-
mal, para que sobreabunde su justicia78. derado: que nuestro ánimo esté siempre
A m b r o s i a s t e r , Comentario a la Carta a preparado para la paz y que el reproche
los Romanos7‘1. de la discordia no debe estar presente en
nuestro lado, sino en el del otro. Puede
T o m a d c o n c ie n c ia d e lo n o b l e para que alguno diga: ¿Cómo conseguir estar
c o n to d o s. Quiere decir lo siguiente: en paz con todos los hombres?...
realiza lo que te compete y no propor- Ciertamente con los malos no conviene
ciones a nadie, ni a judío ni a griego, tener paz ni relación con nuestra fe e idea-
pretexto para la guerra y la batalla80. Mas les, aunque pueda encontrarse otra distin-
si vieras que la piedad sale perjudicada, ción en otros lugares. Una cosa es amar a
no escojas el consenso antes que la ver- los hombres y otra distinta amar los peca-
dad, por el contrario, persevera con va- dos. Quien ama a los hombres, ama a una
lentía incluso hasta la muerte, y entonces criatura de Dios; pero quien ama los peca-
no luches en tu alma, no te eches atrás dos, sigue las invenciones del diablo. Por
en la voluntad, lucha sólo en las cosas. tanto, quienes son perfectos aman a los
J u a n C r isó st o m o , Homilías sobre la hombres en los que se encuentran los pe-
Carta a los Romanos, 22, 2SI5*. cados; odian lo que hay en ellos como pe-
cado, pero no dejan de amarlos como cria-
Si vituperas al que trama asechanzas contra turas de Dios. O rígenes , Comentarios
ti, ¿por qué te haces deudor de la misma sobre la Carta a los Romanos, 9, 21s\
acusación? Juan C risóstomo, Homilías
sobre la Carta a los Romanos, 22, 28’־. Pablo quiere que vivan en paz todos los
que sirven a la justicia de Dios... Porque
Hay sabiduría humana, si tratas de de- no es hombre de paz, quien rechazando
volver la alternancia a los enemigos. la ley de Dios, sigue su propia ley... Y si
Pero, si al que te abofetea, te vienen de- otro no es amante de la paz, tú, en cam-
seos de ofrecerle la otra mejilla8’׳, eso es bio, sí quieres ser hombre de paz, en la
necedad para este mundo, mas si tuvieras medida de lo posible. A m br o sia ster , C o-
tanta paciencia y humildad, podrías ser mentario a la Carta a los Romanos™'.
alabado no sólo ante Dios, sino también
ante los hombres. «Procurando el bien
ante todos los hombres». Guárdate de
74 Lv 19, 17-18. 75 Mt 5, 20. 76 Cf. Lv 19, 18. 77 Mt
hacer sólo aquello con lo que únicamen- 5, 43. 78 Cf. I Ts 5, 15. 79 CSEL 81, 411. ™Cf. Sal
te deseas dar gusto a los hombres, no a 34, 14; Hb 12, 14. s' PG 60, 611. 82 PG 60, 611.
Dios. P e l a g i o , Comentario a la Carta a ״Cf. Mt 5, 39. 84 PL Supp. 1, 1167. 85 CER 5, 82.
los Romanosm. s ’׳CSEL 81, 413.
438 ROMANOS 12, 9-21
injuria por injuria, y trataron de pasar seja dominar la ira, para que puedan ser
por alto y olvidarse de la ira contra guardados los compromisos de la paz, y
quien hace la injuria... Pero existe tam- más porque la ira suele ser causa del pe-
bién otro modo de no reclamar vengan- cado. Pues el que se deja llevar de la ira,
za, cuando por aquellos que engendran exige más de lo que pide el delito: o a sí
las injurias y pecan, conforme a la opi- mismo se da la desgracia de querer co-
nión del mismo Pablo, atesoran para sí meter pecados más graves con una ven-
ira en el día de la ira, cuando Dios dé a ganza inconveniente, pues tiene como
cada uno conforme a sus méritos. Si no- resultado que ponga enfermo a quien
sotros nos vengamos, esa venganza no pudo corregir y sanar...
será grande, puesto que por la injuria Pablo prohíbe buscar la venganza
recibida devolvemos mano por mano, conveniente no sólo con los inferiores
piedra por piedra, o insulto por insul- a nosotros, sino también con nuestros
to91. En cambio, si reservamos esas iguales o superiores; es decir, debemos
cosas a la venganza de Dios, damos la perdonar y no buscar la venganza contra
oportunidad de que quien nos hiere sea
mucho más castigado por las malas ac-
ciones que ha atesorado que lo que no-
> ־Cf. Hb 12, 14. ss PL Supp. 1, 1167. ׳'׳׳PC 82,
sotros podríamos infligirle. O r íg e n e s , (92. 9: NTA 15, 406. 91 Cf. Ex 21, 24; Lv 24, 20;
Comentarios sobre la Carta a los Roma- Dt 19, 21; Mt 5, 38-48. ‘׳: CER 5, 84. '■׳־NTA 15,
nos, 9, 22 92. 106. 94 CSEL 82/1, 289.
ROMANOS 12, 9-21 439
nuestro hermano, que tal vez nos ofen- les prestemos ayuda, en esa misma medi-
dió, dejándolo al juicio de Dios; para da acumulamos sus castigos para el jui-
que, mientras estam os dominados p or la ció de Dios; ciertamente tendremos un
ira, el enemigo no encuentre ocasión de castigo justo, si arguyen ante Dios que
insinuarnos o convencernos de lo que va les infligimos males, cuando recibimos
contra nosotros mismos. de ellos bienes... También el profeta Je-
«Porque está escrito». Confirma lo remías dice a la pecadora hija de Babilo-
dicho con el ejemplo de la ley, para con- nia: «Tienes carbones de fuego, siéntate
vencer con más fuerza: «Pues dice la Es- sobre ellos y te servirán de ayuda»100.
critura: A mí me toca la venganza y el Quizás también aquí se apilan para su
pago para el momento en que su pie va- ayuda esos carbones de fuego que se api-
cile»95. De modo que si no hacemos lo lan sobre la cabeza del enemigo. En efec-
que Dios enseña, nos mostrará su despre- to, puede conseguirse que el ánimo sal-
ció. Luego, de doble manera salimos be- vaje y bárbaro, al sentir nuestra ayuda,
neficiados, si dejamos en manos de Dios humanidad, afecto y piedad, tome la
la venganza: el que vence la venganza, se compunción del corazón, haga peniten-
hace perfecto, y se le tendrá en cuenta en cia y se encienda por ese fuego y le ator-
el juicio de Dios. A mbrosiaster, Comen- mente y queme por la conciencia de lo
tario a la Carta a los Romanos96. cometido. O rígenes, Comentarios sobre
la Carta a los Romanos, 9, 2310'.
La v e n g a n z a es p e r s o n a l . El que ha
sido tratado in ju stam ente desea ver antes C o n t e n e r i .a v i o l e n c i a . Efectivamen-
vores, los muertos volverán censurados a ascuas de fuego son como aquellas as-
la vida. Luego el Señor, con palabras de cuas de las cuales se dice en el Salmo:
Salomón, no solo nos prohíbe devolver «¿Qué se te dará o qué se te añadirá, ¡oh
mal por mal a los enemigos, sino que la lengua engañosa! ? Saetas agudas de un
nos exhorta a buscar la amistad con finu- guerrillero con ascuas devastadoras, son
ra, para hacernos perfectos no sólo a no- aptos para q u e m a r » 107. A gustín , Exposi-
sotros, sino que podamos ganar a otros ción sobre la Carta a los Romanos, 71108.
para la vida eterna103. A m b r o s i a s t e r , C o-
mentario a la Carta a los Romanos104. Pues el que sc castiga a sí mismo, no
merece la v en g a n za del Señor. J f.ró n i -
A c e r c a r s e : a u n o e:n v e n g a n z a . Lo m o , Apología contra los libros de Rufi-
dijo para contener a aquél ante el temor no, 3, 2 109.
y para disponer mejor a éste ante la es-
pcranza de obtener algo a cambio. El M o d e r a d o p o r la c a r id a d . N o exis-
que ha sido objeto de una injusticia, timos para ultrajar y condenar, como
cuando es débil, no se detiene tanto ante piensa la mayoría, sino para corregir y
la consideración de sus propios bienes perdonar, de manera que superado por
cuanto ante la venganza del que le ha los beneficios de la caridad, y ablandado
causado el daño. Nada hay tan grato, en por el fuego, deje de existir el enemigo.
efecto, como ver al enemigo castigado. J erónimo , Diálogo contra los pelagianos,
J u a n C risóstomo, Homilías sobre la 1, 31 ״0.
Carta a los Romanos, 22, 3105.
Si a lg u ie n o b r a m a l c o n tig o y tú o b ra s
I n c it a r a l a r r e p e n t im ie n t o a i. p e c a - b ie n c o n él, está s a m o n to n a n d o s o b re su
dor. Lo que dijo: «si tu enemigo tuviese c a b e z a ascu a s e n c e n d id a s, es d ecir, estás
hambre, dale de comer; si tuviese sed, p u rific á n d o le d e su s v ic io s y c a u te riz a n -
dale de beber; al hacer esto, amontonarás d o su m alicia, p a r a in d u c ir lo al a rre p e n -
ascuas de fuego sobre su cabeza», puede tim ie n to . J erónim o , Tratado sobre los
parecer a muchos que se opone a la sen- Salmos, 119l ״.
tencia por la que mandó el Señor amar a
nuestros enemigos y rogar por los que Si el e n e m ig o t ie n e h a m b r e , d a d l e d e
nos persiguen '06; o también a lo que el com er. En este pasaje dice Pablo que
mismo Apóstol insertó: «bendecid a los debemos imitar a Dios, «que hace salir
que os persiguen, bendecidles y no les el sol sobre los buenos y sobre los
maldigáis»; y a la otra: «No volváis malos»112, pues dando de comer y de
nunca mal por mal». Luego ¿cómo es beber al enemigo, le estimulamos a la
que el que ama a alguien y le da por esto paz y a la reconciliación. Pero si él se
de comer y de beber acumula ascuas en- obstina en su malicia, él mismo se echa
cendidas sobre su cabeza, si estas ascuas
encendidas simbolizan en este sitio algu-
na pena grave? Por lo tanto, ha de enten-
1:3 Cf. Mt 5, 38-48. 1:4 CSF.L 81, 413-417. 1:5 PG
derse que se dijo esto para que, corres-
60, 612. Cf. M t 3, 44. 1:7 Sa] 120, 3-4.
pondiendo nosotros con el bien, incite- 1:8 CSEL 84, 43: BAC 187, 53-54. 1MCCL 79, 74.
mos a quien nos hubiere ofendido a que CCL 80, 39. 111 CCL 78, 258: BAC 593, 516.
se arrepienta de lo perpetrado. Pues estas !l- Mt 5, 45.
ROMANOS 12, 9-21 441
f u e g o s o b r e s u c a b e z a . P s . - C o n s t a n c io , c r e c e y se d e s a r r o ll a p o r las a c c io n e s
Comentario sobre la Carta a los Roma־ p r o p i a s , lo m is m o q u e si a u m e n ta s f u e g o
nos, 125113. al f u e g o o s e a s o c ia u n c ie lo n u b l a d o a
la s tin ie b la s d e la n o c h e . O rígenes , C o -
No A CTU ÉIS C O N M ISE R IC O R D IA PF.RM I- mentarios sobre la Carta a los Romanos,
No
T IE N D O Q U E O C U R R A A L G O P E O R . 9, 24' 18.
niegues a tu enemigo lo que Dios no
niega a nadie, aunque sea un blasfemo e S u p e r a r t i. m a i . c o n e l b ie n . N os hará
impío114. «Haciéndolo así, amontonarás mucho bien a nosotros, si vencemos el
ascuas sobre su cabeza». De modo que mal; pues vence al mal, quien durante
cuando advierta por sí mismo que los algún tiempo fue vencido por él. Así el
carbones han sido amontonados por tu Salvador venció el mal, cuando no se re-
misericordia indebida, los sacuda, es sistió a él; pues la malicia obra contra sí
decir, se convierta, y te ame a ti a quien misma, y cuando es vencida, piensa que
en algún tiempo te consideró odioso. ella es la vencedora. Así también obra el
Por lo demás, no es misericordia, sino enemigo, buscando la ocasión de que pe-
crueldad, si haces una obra de tal modo quemos, para apartarnos de nuestro pro-
que le suceda a tu enemigo algo peor, pósito. En consecuencia, si alguien nos
por lo que te veas obligado a interceder provoca y no respondemos a la provoca-
a n te el Señor111. P ela g io , Comentario a ción, le vencemos para bien; pues no nos
la Carta a los Romanos1"'. resistimos para conservar el bien, despre-
ciando la justicia, ya que la justicia obli-
I nertes ascuas de eu eg o h e c h a s ga a la reparación. A mbrosiaster , Co-
Existen personas que alimentan a
v iv a s . mentario a la Carta a los Romanos119.
sus propios enemigos en la intención,
puesto que les infligen ascuas de fuego, NO O S DEJÉIS I.I.EVAR P O R E l. M A E. En
es decir, penas. Así, el que da de comer o primer lugar le concede esto, lo que pre-
de beber a su enemigo de esa manera, no cisamente desea, y cuando ha soltado el
le ama como a sí mismo. Ahora bien, no veneno, entonces le anima a cosas más
debemos dar de comer o de beber así a sublimes con las palabras «no te dejes
nuestro enemigo, sino mucho mejor es vencer por el mal». Sabía que, aunque el
convertirlo hacia nosotros. Para que enemigo fuera un animal, si estuviera ali-
quien previamente nos despreció, co- mentado, no seguiría siendo enemigo...
mience a amar. Quien ama así a su ene- Seguidamente, continuó su predicación
migo, apilará sobre la cabeza de aquél diciéndolc «no te dejes vencer por el
ascuas de fuego, o sea, el amor de la cari- mal, sino que vence al mal con el bien»:
dad. En efecto, los carbones suelen en- con delicadeza insinúa que no se debe
cender al que yace muerto, cuando se actuar con esa intención, ya que conser-
unen al que permanece vivo. L u c u l e n - var el recuerdo de las ofensas significa
c ío , Comentarios''7. dejarse vencer por el mal. Pero no lo
dijo desde el principio, ya que no era el mal propio e íntimo, por el que es arrui-
momento oportuno, sino que, cuando nado más grave y perniciosamente que por
lo vació de su ira, entonces le persuadió la crueldad de cualquier enemigo exterior.
con esas palabras «vence al mal con el A g u st ín , Carta a Marcelino, 1 3 8 , 2 , l l 122.
bien». Esto es también una victoria120.
J u a n C risó sto m o , Homilías sobre la Vengarse es señal de derrota, y victoria
Carta a los Romanos, 2 2 , 3 121. manifiesta es devolver bien por mal. T e-
o d o r f .t o ni·: C ir o , Interpretación de la
juicio de Dios, en que lo que nos concc- c ía .Como Pablo ha mandado obedecer
dió para usar bien, nosotros lo hemos la ley de la justicia celestial, recomienda
empleado para abusar en cosas impías e la justicia presente, para no dar la impre-
inicuas... También Dios juzgará a los sión que pueda uno desentenderse de
que han ejercido su autoridad conforme ella, porque no puede ser obedecida
a sus impiedades y no según las leyes di- aquella, si esta no es obedecida. La ley
vinas. O rígenes , Comentarios sobre la terrena es como el tutor, que anima a los
Carta a los Romanos, 9, 26’. niños pequeños, para que puedan seguir
mejor el camino de la justicia. Pues de
Judas el Gali-
E n g a ñ o d e la r e b e l d ía . nadie se puede tener misericordia, si no
leo en los días del censo, como dice Ga- posee la justicia.
maliel en los Hechos de los Apóstoles1, Luego afirma que Dios es el autor de
movió a defección a gran parte del pue- la ley natural, para confirmar su autor¡-
blo detrás de sí, al rechazar obedecer la
orden de los romanos e inscribir los bie-
nes, por lo que estaba presente Quirino 1 C E R 5, 92-94. 2 Cf. H ch 5, 37. 3 N T A 15, 7«.
que había sido enviado a Siria... Cierta 4 P r 8, 15. 5 N T A 15, 107. < ׳P G 29, 344-345.
444 ROMANOS 13, 1-7
dad y su temor; y que quienes la ejercen y piense que en el andar de esta vida no
reciben de Dios el mandato. Por eso ha de observarse su propio orden, y esti-
añade: «Y las que existen han sido cons- me que no debe estar sometido a poder
tituidas por Dios», para que nadie piense superior a quien se entregó el gobierno
que pueden ser despreciadas las leyes durante el tiempo de las cosas témpora-
humanas; pues ven que el derecho divino les. Constando como constamos de alma
ha sido delegado a las autoridades huma- y de cuerpo, y como, mientras estamos
ñas. Luego el hombre está obligado a en esta vida temporal, nos valemos del
abstenerse, por temor de Dios, de aque- auxilio de las cosas temporales para
lias cosas que prohíbe. A mbrosias !׳!׳k, pasar la vida, nos conviene, por lo que
Comentario a la Carta a los Romanos7. pertenece a esta vida, estar sometidos a
las autoridades, es decir, a los hombres
O B E D E C E D A LAS A U TO R1D A D K S Q U E que, colocados en dignidad, administran
. En otras epístolas trata con
g o b ie r n a n las cosas humanas. Por lo que toca a la
frecuencia de este asunto a fin de some- parte por la cual creemos en Dios y
ter a los súbditos a la autoridad de sus somos llamados a su reino, no nos con-
gobernantes, de la misma forma que los viene estar sujetos a hombre alguno que
sirvientes domésticos lo están a la de pretenda echar por tierra en nosotros lo
sus señores. Lo hace para demostrar que Dios se ha dignado concedernos
que Cristo no introdujo sus leyes para para la vida eterna.
abolir el gobierno común, sino para Luego, si alguno piensa que por ser
mejorarlo... «No existe pod er-d ice- cristiano no debe pagar alcabala o tribu-
sino bajo Dios». ¿Qué dices? ¿Todo go- to ni prestar debido acatamiento a las
bernante ha sido establecido por Dios? potestades que cuidan de estas cosas, se
No digo esto -afirma-, ni ahora mi dis- halla en gran error. Igualmente, si algu-
curso gira entorno a cada uno de los no piensa que ha de someterse de tal
gobernantes, sino sobre esa tarea en modo que en su misma fe juzga que
concreto. tiene potestad aquel que está investido
Digo que existen cargos, que unos de alguna dignidad en la administración
gobiernan y otros son gobernados, que de las cosas temporales, cae en error
nada ha de ser llevado sin cautela y con mucho mayor. La norma que debe ob-
ligereza cuando el pueblo va de aquí servarse es la que prescribió el mismo
para allá como las olas, que es obra de Señor: «Dad al César lo que es del
la sabiduría de Dios. J uan C risóstomo, César y a Dios lo que es de Dios»9.
Homilías sobre la Carta a los Romanos, Aunque seamos llamados a aquel reino
23, l 8. donde no habrá tales potestades, sin
embargo, mientras peregrinamos por la
N in g u n a a u t o r id a d c iv il e s t á p o r tierra, hasta que lleguemos al siglo
e n c im a En lo que dice: «toda
d e la fe . donde desaparecerá todo principado y
persona está sujeta a las autoridades que potestad, toleremos nuestra condición,
gobiernan, porque no hay autoridad que teniendo en cuenta el orden de las cosas
no venga de Dios», rectamente nos amo- humanas, sin obrar nada con fingimien
nesta, no sea que alguno, porque haya
sido llamado por su Señor a la libertad y
se haya hecho cristiano, se ensoberbezca, 7 CSEL 81,417-419. s PG 60, 613-615. 9 M t22, 21.
ROMANOS 13, 1-7 445
Romanos15.
L a o b e d ie n c ia d e b e se r c o n f o r m e a
Ya sea uno sacerdote, ya
i .a p i e d a d . L u c h a r c o n t r a l a f a m a d e r e b e l d ía .
pontífice máximo, ya se haya consagrado De esta forma atrajo a los gobernantes
a la vida monástica, que obedezca a que no eran creyentes a la piedad, y a los
quienes les ha sido confiada la autoridad. ya creyentes a la obediencia. Por enton-
Evidentemente siempre y cuando sea ces circulaba el rumor que acusaba a los
con piedad, porque la oposición a los apóstoles de sedición y de renovación
mandamientos de Dios impide obedecer del estado de las cosas, como si todo lo
a los gobernantes... que hicieran y dijesen tuviera como ob-
Hay que saber, en verdad, que el di- jeto la destrucción de las leyes comunes.
vino Apóstol hace depender de la provi- Mas cuando pongas de manifiesto que
dencia de Dios tanto el gobernar como nuestro Señor aconseja esto a todos los
el ser gobernado, no el que gobierne fu- suyos, cerrarás las bocas de los que ca-
laño o mengano. Porque Dios no ha vo- lumnian a los apóstoles de sediciosos, y
tado que los impíos tengan poder, sino hablarás con una mayor confianza de las
que se administre el mando. Como Él
quiere enseñar a los pecadores, consiente
en que gobiernen incluso malos gober- 10 CSEL 84, 44: BAC 187, 54-55. " PL Supp. 1,
nantes. T e o d o r e t o di C ir o , Interpreta- 1167-1168. 12 PG 82, 193. ״C E R 5, 94. 14 PG 31,
ción de la Carta a los Romanos 12. 884. 15 N T A 15, 108.
446 ROMANOS 13, 1 7 ־
proposiciones que se asientan en la ver- eran alabados por estas potestades, sino
dad. J uan C risóstomo, Homilías sobre que les infligieron penas y llegaron a ma-
la Carta a los Romanos, 23, 116. tarlos? Consideremos las palabras del
Apóstol: No dice haz bien y te alabará la
E v i t a r i . a L e y . « A sí pues, quien se re- potestad, sino «haz bien y tendrás de ella
bela a la autoridad, se rebela contra el alabanza». Por tanto, ora apruebe tu
ordenamiento divino». Esto lo dice con- buen obrar, ora lo persiga, «tendrás de
tra quienes son poderosos, o creen que ella alabanza», ya sea cuando la hubieres
no dependen de nadie y se burlan de la ganado al servicio del Señor o cuando
ley. Dice que la ley de Dios es para merecieres la corona por su persecución.
éstos, y que no van a librarse del juicio A gustín, Exposición sobre la Carta a los
de Dios, aunque por algún tiempo se Romanos, 7322.
evadan. A m b r o s ia s t e r , Comentario a la
Carta a los Romanos'7. N in g ú n m ie d o a i .a a u t o r id a d . El que
obra mal, debe tener miedo a la autori-
Como sc dice a Rahab: «Si alguno sale dad, mas el que obra bien, nada tiene de
fuera de las puertas de su casa, caiga su qué temer, y si es matado injustamente,
sangre sobre su cabeza» '8. P f.lagio, Co- obtiene la gloria. «¿Quieres no tener
mentario a la Carta a los Romanos 1‘׳. miedo de la autoridad?». Toma mi con-
sejo y nunca más temerás. «Obra el bien
13, 3 Los gobernantes no han de ser y obtendrás de ella alabanza». La conde-
temidos cuando se hace el bien na misma de los malos se constituye en
elo g io de lo s buenos23. P ki.acio , Comen-
En cuanto que no se q u e b r a n t a n in - tario a la Carta a los Romanos14.
gún m a n d a t o d i v i n o . Hay que some-
terse a las autoridades que nos presiden 13, 4 Está al servicio de Dios para
en todo lo que no se pone traba al man- tu bien
damiento de Dios. B a s i l i o d e C e s a r l a ,
Reglas morales, 79, l 20. E l ju e z h u m a n o actúa c o m o s ie r v o
de D Estas palabras de
io s p a r a t u b i e n .
Ta r e a d e l o s g o b e r n a n t e s . Llama g o - Pablo me conmueven, porque dice que
bernantes a los reyes, que están puestos la autoridad y el juez de este mundo son
para corregir la conducta y prohibir las ministros de Dios, y lo dice no una sola
cosas malas. Tienen la imagen de Dios, vez, sino dos y tres veces. Quisiera yo
para que los demás estén bajo una sola preguntar en qué sentido el juez de este
cabeza. A m b r o s ia s t e r , Comentario a la mundo es ministro de Dios. En los He-
Carta a los Romanos2'. chos de los Apóstoles23 encontramos es-
crito que los apóstoles establecieron de-
La alabanza v ie n e d e D ios , n o d e las terminados decretos para que fueran ob
«Obra bien y tendrás de
a u t o r id a d e s .
servados por los que creemos en Cristo a los malvados, beneficia y honra a los
proviniendo de los gentiles... En dichos buenos, y coopera con la voluntad de
decretos se dice que no hay que imponer Dios: por este motivo la llamó su mi-
más cargas a los creyentes que provienen nistro... Para que no te apartes cuando
de entre los gentiles, excepto que se abs- de nuevo oigas hablar de castigo, suplí-
tengan de aquello que es inmolado a los ció y espada, una vez más dice que
ídolos, de la sangre, de los animales in- cumple la ley d e Dios. J uan C risósto-
molados y de la fornicación, y no se mo , Homilías sobre la Carta a los Ro-
prohíbe el homicidio, ni el adulterio ni manos, 23, 228.
el robo ni la homosexualidad ni los
demás crímenes castigados por las leyes P or t u b ie n . Esto mismo se entiénde en
divinas y humanas. Ahora bien, si sólo lo que sigue, cuando dice «porque mi-
los cristianos deben observar lo que he nistro de Dios es para ti en cuanto al
dicho antes, parece que a los demás se bien», aunque le sirva a ella de perjuicio.
les da libertad. Pero mira lo que dispone A gustín , Exposición sobre la Carta a los
el Espíritu Santo, puesto que los demás Romanos, 7329.
crímenes son castigados por las leyes
mundanas, parecería superfluo que tam- Al decir « E l q u e m a n d a está p a r a tu
bién fueran prohibidas por la ley divina bien» e n se ñ a q u e h a y q u e o b e d e c e r a lo s
aquellas cosas que ya lo son suficiente- ju e ce s en las co sas re c ta s, p e r o n o e n
mente por la ley humana; únicamente aq u ellas, q u e s o n ilícitas o q u e s o n c o n -
decretó aquello sobre lo que la ley hu- tra ria s a la fe. P s.- C onstancio , Comenta-
mana nada había dicho y que parecía rio sobre la Carta a los Romanos, 12630.
conveniente para la religión. Así es
como se manifiesta que el juez de este P ara q u e n a d ie se a p r o v e c h e d e i .
mundo completa lo que falta a la ley de peca d o . Porque [la autoridad] se prco-
Dios. Cuando Dios quiere castigar cual- cupa de tu seguridad. «Pero si obras el
quier crimen no lo hace mediante los mal, teme, pues no en vano lleva la es-
gobernantes y autoridades eclesiásticas, pada». Y tiene él la responsabilidad
sino por medio del juez de este mundo. sobre ti, si pecas, y si pecas no te re-
O rígenes, Comentarios sobre la Carta a dunda en orden a un premio. O bien,
los Romanos, 9, 2826. los sacerdotes llevan la espada espiri-
tual, como Pedro que golpeó a Ananí-
M a e st r o s o r d e n a d o s . Puesto que Dios as, y Pablo al mago. «Porque está al
ha establecido que habrá un juicio futu- servicio de Dios para hacer justicia y
ro, y no quiere que nadie perezca, ha de- castigar al que obra el mal». Porque
terminado que haya gobernantes en este Dios, que «odia a todos los que obran
mundo, para que sean como tutores para la iniquidad»31, no ama a los malos.
todos por el temor, enseñándoles lo que P elagio , Comentario a la Carta a los
deben observar, para evitar el castigo del Romanos32.
juicio futuro. A mbrosiaster, Comentario
a la Carta a los Romanos27.
26 CER 5, 94-96. 27 CSEL 81, 421. 28 PG 60, 616.
F a c il it a r i .a Además, la auto-
v ir t u d . ^ CSEL 84, 46: BAC 187, 56. ENPK 2, 82.
ridad te facilita la virtud, ya que castiga 51 Sal 5, 6. 52 PL Supp. 1, 1168.
448 ROMANOS 13, 1-7
13, 5 Es necesario estar sujeto... por yes, to d o estará p erd id o. J uan C rísósto-
motivos de conciencia mo ,Homilías sobre la Carta a los Roma-
nos, 23 , 235.
C a s t ig o p o r i .o s c r ím e n e s . Pablo
manda estas cosas en favor de la Iglesia P ara e i . b ie n d e i .a c o n c ie n c ia . Lo que
de Dios: que no se haga nada en contra dice: «y, por tanto, someteos por necesi-
de los príncipes y autoridades de este dad», sirve para entender que es necesa-
mundo, sino que se realice la justicia y la rio por causa de esta vida hallarnos so-
piedad mediante la moderación y la tran- metidos, no resistiendo si quieren quitar-
quilidad. Ahora bien, si los que creemos nos, en lo que les fue dada potestad, algo
en Cristo mediante la Palabra no nos so- de las cosas temporales, las cuales, como
metemos a las autoridades de este mun- pasan, por lo mismo esta sujeción no
do, ni devolvemos los tributos o paga- debe basarse en los bienes como si hu-
mos los impuestos, ni tememos u honra- biesen de permanecer, sino en los necesa-
mos a nadie, ¿acaso por esas cosas relati- rios a esta vida.
vas a los gobernantes y autoridades no se Sin embargo, como dijo someteos
convertirán en sus propios enemigos y se por necesidad, para que no fuese que al-
harán sus perseguidores, ciertamente ex- guno no se sometiese con completa vo-
cusables, aunque culpables? Parecerán ser luntad y puro amor a tales potestades,
castigados no por la fe, sino por su con- añadió diciendo: «no sólo por el castigo,
tumacia, y será para ellos causa digna de sino también por motivos de concien-
muerte, aunque indigno mérito de muer- cia»; es decir, no sólo para esquivar la
te. O rígenes, Comentarios sobre la Carta ira, lo cual puede hacerse simulando,
a los Romanos, 9, 293J. sino para que en tu conciencia estés se-
guro que lo haces por amor de aquel a
S o m e t e o s . Con razón dice que debemos quien has sido sometido por mandato de
ser obedientes, no sólo por cólera, es tu Dios. A gustín , Exposición sobre la
decir, por el castigo de la vida presente; Carta a los Romanos, 74ib.
pues la cólera lleva al castigo: sino por el
juicio de la vida futura; porque si aquí se Los que obran mal y viven de forma
libran de él, allí les espera el ser castiga- contraria a lo que ordenan los preceptos,
dos por su propia conciencia, que los están sometidos a las autoridades a causa
acusará. A mbrosiaster, Comentario a la del castigo, mas los que viven ordenada-
Carta a los Romanos4,־. mente, están sometidos a las autoridades
por motivos de conciencia, porque las
E v ita dla ir a d e D io s . ¿Qué significa cosas que se mandan son buenas y jus-
«no sólo por temor al castigo»? No sólo tas. Ps.- C onstancio , Comentario sobre la
-dice- que te opongas a Dios si no te so- Carta a los Romanos, 12737.
metes a El, ni que recibas grandes males
de Dios y de los hombres, sino que tam- No sólo porque las autoridades pueden
bién es tu benefactor en lo más impor- airarse, aún sin motivo, sino también para
tante, porque es el que procura la paz y
la administración ciudadana. En efecto,
las ciudades reciben muchos bienes a tra- 33 CER 5, 100. 34 CSEL 81, 421. 35 PG 60, 617.
vés de estas autoridades, y si las destru ^ CSEL 84, 46: BAC 187, 56. 37 ENPK 2, 82-83.
ROMANOS 13, 1-7 449
que no seáis condenados por causa de la menos así les entreguen lo que les de-
conciencia de algún pecado. P elagio, Co- bían42, y también para que no pareciera
mentario a la Carta a los Romanos38. que Cristo había enseñado la soberbia.
P elagio, Comentario a la Carta a los
Pablo llama «cólera» al castigo. Ordena Romanos43.
obedecer por ambas razones: por miedo
al castigo y por cumplir con lo conve- 13, 7 Dadle a cada uno lo que se le
niente. A esto lo denomina conciencia. debe
T eodoreto de C iro, Interpretación de
la Carta a los Romanos3S). M a n t e n e r se lib r e d e la id o l a t r ía .
Así, lo que pertenece a los honores de
13, 6 Les pagáis también los tributos los reyes o de los emperadores, bastante
prescrito lo tenemos; conforme al pre-
D a r t e s t im o n io m e d ia n t e el pa g o de cepto del Apóstol conviene que nosotros
Dice que testimonias su
lo s im p u e s t o s . nos presentemos como súbditos ante los
beneficio pagándole un salario. Observa magistrados, los príncipes y las autorida-
la sabiduría y la prudencia del bienaven- des, pero dentro de los límites de la doc-
turado Pablo. Su tributo parecía ser una trina [cristiana], mientras nos mantenga-
carga pesada y molesta, si bien, él la con- mos separados de la idolatría. T ertulia-
vierte en una prueba de su cuidado ¿Por no , Sobre la idolatría, 15, 8 44.
qué -pregunta- pagamos tributos al rey?
¿No es acaso porque nos cuida?, ¿no es P a g a r lo s im pu e st o s d e b id o s . Exigen
porque, al pagarle un salario, asume de nosotros los tributos de nuestra tierra
nuestra protección? N o les hubiéramos y los réditos de nuestros negocios. Mas,
retribuido si, desde el principio, no hu- ¿cómo digo de nosotros? Nuestro Señor
biéramos entendido que nos beneficia- Jesucristo, hecho hombre, pagó el tribu-
mos con su cuidado. Por este motivo, to, no porque debiera nada, sino para no
desde antiguo fue opinión común que causarles escándalo45. Pues, si el que no
los gobernantes fuesen mantenidos por debía nada al César y en el que no en-
nosotros, ya que, olvidados de sus pro- contró nada de lo suyo al venir el prínci-
pías ocupaciones, se dedican por entero pe de este mundo, y estando libre, no
a los asuntos comunes, gastan todo su obstante pagó el tributo, ¿cuánto más
tiempo en ellos, y, a través de éstos, tam- necesario es que nosotros paguemos los
bién los nuestros están a salvo. J uan C ri- tributos de la carne y nuestros negocios?
sóstomo, Homilías sobre la Carta a los O rígenes, Comentarios sobre la Carta a
Romanos, 23, 340. los Romanos, 9, 3046.
este mundo, para que al ver la humildad puestos; a quien tributo, tributo». Núes-
de los siervos de Cristo, tengan más tro impuesto es para que lo donemos a
razón para alabar que para maldecir la los transeúntes, o para que al pasar no-
doctrina evangélica. A mbrosiaster, C o- sotros, se lo entreguemos a los que están
mentario a la Carta a los Romanos47. sentados junto al camino y viven [de
nuestras limosnas]... También el respeto
R e s pe t o a l o s q u e se l o m e r e c e n . To- a los mayores, el honor solamente a los
davía insiste en lo mismo exhortándoles iguales. P e i .a g i o , Comentario a la Carta
a gastar no sólo el dinero en ellos, sino a los Romanos50■
también el honor y el respeto. ¿Y cómo
dijo antes «¿quieres vivir sin temor a la Pablo llama «impuesto» a la contribu-
autoridad? Haz el bien», y ahora añade ción por la tierra y «tributo» a la del co-
«pagad respeto»? En este contexto se re- mercio o la de algún tipo de profesión.
fiere a un gran honor, no al temor que T eodoro di; M opsukstia, Fragmentos
procede de una mala conciencia y al que sobre la Carta a los Romanos5' .
había aludido anteriormente. Juan C ri-
sóstomo, Homilías sobre la Carta a los El «tributo» y el «impuesto» son lo
Romanos, 23, 348. mismo. G enadio de C onstantinopea ,
Fragmentos a la Carta a los Romanos52.
T r ib u t o a q u ie n se l o m e r e c e . Tam-
bién se puede llamar a la limosna deuda,
conforme a la Escritura: «Inclina al po- 47 CSEL 81, 423. 48 PG 60, 618. 44 Si 4, 8. 50 PL
bre tus oídos, y responde a su saludo Supp. 1, 1168-1169. 51 NTA 15, 162. 52 NTA 15,
con dulzura»49. «A quien impuestos, im 408.
estar unidos por el amor mutuo. Ps.- decir, «es hora de despertarnos del
C onstancio , Comentario sobre la Carta sueño», de hacer el bien, como si cstu-
a los Romanos, 128a28. viéramos de día, abiertamente... Es claro
que quienes viven bien después del Bau-
N0 D A R DF. C O M E R AL H A M B R IE N TO tismo, y son solícitos en la caridad, no
Incluso ya
P U ED E LLEVAR A I.A M U ERTE. están lejos del mérito de la resurrección
es malo el no hacer el bien. Pues si ve al prometida. Pues la vida bondadosa del
prójimo en riesgo de perder la vida por cristiano es signo de la salvación futura.
causa del hambre, ¿acaso no le mata él A mbrosiaster, Comentario a la Carta a
mismo, si cuando acude, no le da ali- los Romanos33.
mentó, aunque no le haya dado sus po-
sesiones propias?29. Cualquiera puede Ya es m o m en to de despertar . El mo-
socorrer a uno que va a morir en cual- mentó del juicio -dice- está a las puer-
quier necesidad; si no le socorre, lo está tas... Es decir, está cerca la resurrección,
matando. P f.lagio, Comentario a la cerca el juicio terrible, cerca el día que
Carta a los Romanos30. arda como un horno... Si estás prepara-
do y has hecho todo cuanto se te orde-
A mar es cum plir la L ey. L o que haces, nó, el día de la salvación está al llegar;
hazlo con caridad por Cristo, y que la mas, si has hecho todo lo contrario, de
intención y el fin de todas tus acciones ningún modo llegará. No les persuade
miren a Cristo. No hagas nada por ala- con argumentos que puedan acongojar-
banza humana, sino por amor a Dios y les, sino con los que puedan serles útiles,
deseo de la vida eterna. Así verás el fin así, y al mismo tiempo, les libera del
de toda perfección, al que habrás de lie- alecto por las cosas de este mundo. Era
gar, y no desearás nada más. C esáreo de verosímil que fueran más diligentes al
A rles, Sermón , 137, l 31. principio y en los comienzos, cuando su
deseo estaba en el punto culminante,
13, 11 Nuestra salvación está más mas, era verosímil también que, transcu-
cerca rrido el tiempo, todo su empeño sc fuera
extinguiendo, por eso, dice a continua-
C u a n d o creim o s p o r vez prim era . ción que es preciso hacer todo lo contra-
Esto es: Cuando conocimos cuáles eran rio, esto es, no desfallecer con el paso
las obras más útiles, lo referente a la sal- del tiempo, sino alcanzar la plenitud de
vación fue para nosotros más fácil que las fuerzas. Cuanto más cerca esté el
cuando éramos catecúmenos en orden a Rey, tanto más necesario es estar prepa-
la razón de la fe, porque no tuvimos, a la rado. J uan C risóstomo, Homilías sobre
vez que la fe en Cristo, también la com- la Carta a los Romanos, 24, l 34.
prensión exacta de lo que se debía prac-
ticar, ni era evidente de qué prácticas E l tiempo aceptable. Lo que dice: «Y
convenía abstenernos y cuáles acometer. esto, conociendo el tiempo, porque ya es
D iodoro , Fragmentos sobre la Carta a
los Romanos32.
28 ENPK 2, 83. ’’־Cf. St 2, 15-16. 30 PL Supp. 1,
D Pablo h a b la del
esper ta d d e i . s u e ñ o . 1169. ״CCL 103, 565-566. 32 NTA 15,108.
tiempo que tenemos para merecer. Es 33 CSEL 81, 427-429. 33 PG 60, 621-622.
ROMANOS 13, 8 -1 4 455
novado por el Bautismo. Pablo dice que decir, de las buenas obras. Ps.-C onstan-
el hombre viejo ha muerto como la cío, Comentario sobre la Carta a los Ro-
noche, y que el día está cerca, con cuyo manos, 12949.
sol nos ha llegado la verdad, para saber
lo que debemos hacer. Pues antes, no co- c o m o ig n o r a n c ia . Pablo
T in ie b l a s
nociendo a Cristo, andábamos en las ti- compara el conocimiento con el día y la
nieblas. Pero cuando le conocimos, nació ignorancia con la noche, conforme a lo
la luz en nosotros y pasamos de la false- que dice Oseas: «Perece mi pueblo por
dad a la verdad. «Abandonemos, pues, falta de saber»50. «Despojémonos pues
las obras de las tinieblas, y revistámonos de las obras de las tinieblas y revistámo-
con las armas de la luz». Las obras de las nos de las armas de la luz». Juntamente
tinieblas constituyen la vida carnal, que con la ignorancia, rechacemos también
se lleva a cabo con tentaciones munda- las obras de la ignorancia, y revistámo-
ñas: éstas le pertenecen a las tinieblas, nos con las armas de la luz, es decir, con
como dice el Señor: «Atadlo de pies y las obras de la lu z . P elagio , Comentario
manos, y echadlo a las tinieblas exterio- a la Carta a los Romanos5'.
res»45. Y revestirse de la armadura de la
luz es hacer obras buenas. A mbrosiaster, S ig n if ic a d o d e l d ía y d e la n o c h e .
Comentario a la Carta a los Romanos*6. Pablo llama «día» al momento de la lie-
gada de Cristo, pues su aparición hizo
A r m a r se para el r e in o d e la l u z . El más claro el discernimiento de lo bueno
día nos convoca al combate y a la lucha. y lo que no es tal, y «noche» al tiempo
Mas no temas cuando oigas el combate y anterior. T eodo ro de M opsuestia , Frag-
las armas. Equiparse de una armadura vi- mentos sobre la Carta a los Romanos51.
sible es duro y detestable, en cambio, ar-
marse aquí es anhelado y digno de deseo Se llama «noche» a la época de la igno-
ya que se trata de las armas de la luz. rancia y «día» al tiempo de después de
J uan C risóstomo , Homilías sobre la la llegada del Señor. T eo d o ret o de
Carta a los Romanos, 24, l 47. C ir o , Interpretación de la Carta a los
Romanos55.
E l d ía se a c e r c a . El Apóstol dijo:
«Ahora está más cerca vuestra salvación 13,13 Como en pleno día tenemos
que cuando creisteis. La noche pasó y el que comportamos honradamente
día se acerca», y ya ves los años que han
pasado. Sin embargo, no es falsa la frase O bras d e i .a c a r n e . Estas son las obras
de Pablo. ¡Cuánto mejor podremos decir de las tinieblas, las llamadas también
ahora que se acerca la venida del Señor, obras de la carne en aquellos que manci-
cuando tantos años han pasado camino liaron su propio cuerpo con la lujuria y
del fin! A gustín , Carta a Hesiquio, 199, la impudicia, no con la santidad ni con el
8, 2248.
Señor. Las comilonas son los banquetes censura la cohabitación con mujeres,
deshonestos y lujuriosos, con los que sino la fornicación. «No en contiendas y
necesariamente va unida la borrachera envidias». Apacigua las principales pa-
inmoral, de las que derivan las fornica- siones, la concupiscencia y la ira, por lo
ciones y las deshonestidades... En ver- que no sólo destruye éstas, sino también
dad también la riña y la envidia residen las fuentes de las mismas. Nada, en efec-
en los ánimos de aquellos que viven to, enciende el deseo e inflama la ira
según la carne y andan en tinieblas. O rí- como la embriaguez y la borrachera.
g e n e s , Comentarios sobre la Carta a los J u a n C risóstomo , Homilías sobre la
Romanos, 9, 3354. Carta a los Romanos, 24, l 57.
Con frecuencia
R e v e s t io s d e C r i s t o . N 0 SATISFACER MÁS DF. 1.0 NECESARIO.
hemos afirmado que Cristo es la sabidu- Ya no habló de obras, sino que los elevó
ría, la santidad, la verdad y todas las vir- hacia asuntos más importantes. Cuando
tudes al mismo tiempo, y quien las se refirió a la maldad, hablaba de las
asume, se dice que se reviste de Cristo. obras, cuando, por el contrario, se refería
Si Cristo constituye todas esas cosas, es a la virtud, ya no hablaba de las obras,
necesario que quien las tenga, posea tam- sino de las armas... Lo que con mucho
bién a Cristo. Así, quien tiene todo eso era más estremecedor, nos da al Señor
«no está pendiente de la carne para satis- mismo, al Rey en persona, como vestido,
facer sus concupiscencias». El Apóstol ya que el que se reviste de Él, posee
habla con su acostumbrada moderación, completamente toda la virtud...
puesto que no niega todos los cuidados De la misma forma que no prohibió
que hay que tener por la carne. Es cierto beber, sino embriagarse, y no tomar es-
que hay que cuidar de ella en lo necesa- posa, sino ser lascivo, así no prohibió
rio, pero no en el exceso, en la lujuria y cuidar de la carne, sino cuidar hasta sa-
en toda concupiscencia. O r í g e n e s , Co- tisfacer la concupiscencia, como sería,
mentarlos sobre la Carta a los Romanos, por ejemplo, ir más allá de lo que es ne-
9, 3463. cesario. J u a n C risóstomo , Homilías sobre
la Carta a los Romanos, 24, 26s.
No quiero que admires como vestido del
cuerpo lo que llamamos alma perfecta, N o CUIDAR LAS CONCUPISCENCIAS DF
que por la Palabra de Dios y su sabidu- Por lo que dice: «y no estéis
la c a r n e .
ría ahora es llamada «incorrupción»; pendientes de la carne en sus concupis-
aunque quien es Señor y Creador del cencías», demostró que no debe ser cul-
alma diga que Él mismo es vestido para pado el cuidado de la carne cuando por
los santos, como dice el Apóstol: «Re- medio de él se provee de las cosas que
vestios del Señor Jesucristo». O rigi nes, sirven para las necesidades de la salud
Los primeros principios, 2, 3, 26+. corporal. Mas, si alguno se complace en
'Al que es débil en la fe, acogedle sin entrar a discutir puntos de vista. 2Pues
uno cree que puede comer de todo y, en cambio, el débil come sólo verduras. 3El
que come, que no desprecie al que no come, y el que no come, que no juzgue al
que come, pues Dios lo ha acogido. 4¿Quién eres tú para juzgar al siervo ajeno?
Que se mantenga firme o que caiga es asunto de su señor. Y se mantendrá en
pie, porque el Señor es poderoso para sostenerle.
5Pues hay quien distingue entre un día y otro, y hay quien juzga iguales
todos los días: que cada uno siga su propia conciencia. bEl que distingue el día,
lo hace por el Señor; y quien come, come en honor del Señor -porque da gracias
a Dios-, y quien no come, se abstiene en honor del Señor y da gracias a Dios.
7Pues ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni ninguno muere para sí mismo;
8pues si vivimos, vivimos para el Señor; y si morimos, morimos para el Señor;
porque vivamos o muramos, somos del Señor.
das entonces en los mercados, eran car- bien, la misma enseñanza ya adelantada
nes sacrificadas a los dioses, y pensando haría para Pablo necesaria esta exhorta-
de esta forma, las com ían con verduras ción, pues había demostrado en todas las
para no contaminarse. P s.-C onstancio , formas y maneras que la ley y la vida
Comentario sobre la Carta a los Roma- conforme a ella estaban abolidas por la
nos, DO6. gracia en Cristo. Era, pues, consciente,
como es natural, de que la ley pagana
E l RETO DF. I.A DEBILIDAD. ¿Ves cómo, al sería más penosa para el judío y que sc
punto, se le ha atribuido una sola herí- impondría la mutua rivalidad si no dis-
da? Cuando dijo «al débil», puso de ma- cutía con ellos también al respecto lo
nifiesto que estaba enfermo. Seguida- que correspondía. G enadio de C onstan-
mente añade una segunda con las pala- t in o pi .a, Fragmentos a la Carta a los
bras «acogedle». De nuevo señala que Romanos 10.
está necesitado de mucha ayuda, algo
que, precisamente, es indicio claro de 14, 2 El débil come sólo verduras
una enfermedad de importancia. «Sin en-
trar a discutir puntos de vista». He aquí A u m e n t o de i.a P alabra . Parece que
una tercera herida. Manifiesta en este Pablo dice estas cosas con un sentido
punto que su error es tal que, incluso los más profundo. En efecto, tampoco la ley
que no yerran en lo mismo que él, mas, prescribe nada a los que se acercan a la
por el contrario, comparten su amistad y circuncisión respecto al alimento con
sc dedican por entero a su cuidado, tam- verduras... Parece claro que aquí se re-
bién emiten juicios. Juan C risóstomo, fiere al alimento de la Palabra y al que se
Homilías sobre la Carta a los Romanos, encuentra débil en la fe, o sea, que toda-
25, l 7. vía no es perfecto y que no puede comer
todo el alimento de la Palabra de Dios,
N o discutir sobre o pin io n es . A partir como el mismo Apóstol dice en otros lu-
de aquí Pablo comienza a increparlos in- gares: «El alimento sólido es propio de
directamente a ellos, que se consideraban los perfectos, de los que poseen sus fa-
fuertes, porque comían carnes desmedí- cultades bien desarrolladas para discernir
damente. «Sin discutir opiniones». No el bien y el mal»"... Por tanto esto se
juzguéis según vuestra forma de pensar refiere a la calidad de la Palabra y por
al que la ley no juzga. P elagio, Comen- ello afirma que si uno está enfermo, o
tario a la Carta a los Romanoss. sea, no tiene una fe perfecta, no debe as-
pirar a aquello que no puede entender.
Q uiénes so n débiles . Pablo llama débil O rígenes, Comentarios sobre la Carta
al que está esclavizado por la observan- a los Romanos, 9, 3612.
cia de la ley. T eodoreto de C iro, Inter-
pretación de la Carta a los Romanos9. T odo lo que D ios ha creado es
bu e n o . El lector fiel de la Escritura no*14
P rudencia cultural . ¿De qué condi-
ción es, efectivamente, el hombre que,
además de no acudir en ayuda del débil, 6 ENPK 2, 84. 7 PG 60, 629. 8 PL Supp. 1,
lo pisotea y, siendo necesario socorrer, él 1170. ‘ ׳PG 82, 200. 10 NTA 15,410. " Hb 5,
mismo se añade a la desventura? Ahora 14. 12 CER 5, 118-120.
462 ROMANOS 14, 1-8
duda que todo lo que fue puesto al ser- por el ayuno, o el que es ya anciano.
vicio del hombre se puede comer. Por- «Mientras el débil». El que está enfermo
que en el libro del Génesis se lee que a causa de su edad juvenil o por el ardor
todo lo que Dios creó era muy bueno13; de la carne. «No come más que verdu-
por lo tanto ningún alimento ha de ser ras». Aquí se prueba que no babla de los
prohibido, ya que no aparece que se judíos, como algunos piensan, sino de
hayan abstenido de algo, ni Enoc, que los que hacen abstinencia, pues no comí-
fue el primero que agradó a Dios; ni an carnes puras conforme a la ley, sino
Noé, quien fue encontrado como el solamente verduras. Cabe también otra
único justo en el diluvio; ni Abrahán, el interpretación: si la debilidad de espíritu
amigo de Dios; ni Isaac ni Jacob, justos se origina en ti, porque conoces casual-
y amigos de Dios, entre los que también mente a uno de tu mismo sentir, y te
estuvo Lot, ni los demás justos. Pero el avergüenzas de que coma carne a pesar
que sea débil, que coma verduras. de su fe, no juzgues su decisión, ni recia-
En consecuencia, quien piense comer mes a otro lo que se ha confiado a la vo-
verduras, que las com a: no se le obligue luntad de cada uno. Pero si te escandali-
a com er carne, para que no tenga escrú- za, y tú quieres que no coma carne,
pulo de pecar, porque no cum ple lo que ponte moderación a ti mismo, y obrando
se ha p ro p u e sto . A mbrosiaster, Comen- mejor, come solamente verduras, para
tario a la Carta a los Romanos 14. que cualquiera por medio de tu absti-
nencia se sienta más estimulado a la abs-
N 0 MANCHA LO QUE ENTRA POR I.A tinencia, que irritado por esto mismo te
BOCA, SINO 1.0 QUE SALE POR ELLA. escandalice y se afirme en la comida de
Como ya en aquel tiempo existían mu- carne, lo cual tú no puedes reprochar en
chos firmes en la fe y sabían que no otro, como si fuera algo culpable; por
manchaban las cosas que en su interior ejemplo, si uno presume de ello de
entraban, sino las que salían de él, con- buena fe, o lo hace por necesidad en
forme a la sentencia del Señor15, por eso orden a la salud, o por exigencias de la
tomaban indiferentemente, salvando la vejez. P e l a g i o , Comentario a la Carta a
conciencia, cualquier clase de alimentos; los Romanosn.
por el contrario, otros más débiles se
abstenían de las carnes y del vino, no N 0 HUMILLAR A LOS DE OTRA CULTURA.
aconteciera que, ignorándolo, comieran Uno cree poder comer de todo, es decir,
y bebieran de las cosas que se ofrecían a el creyente gentil, mientras que el débil
los ídolos16. Entonces se vendía en la no come más que verduras. Algunos
plaza del mercado toda carne inmolada, dicen que, entre los convertidos, los ju-
y los gentiles libaban a sus íd o lo s con las dios se avergüenzan de los gentiles y se
primicias del vino, y se hacían algunos abstienen no sólo de la carne de cerdo,
sacrificios en los mismos lagares. A gus- sino de cualquier otra, pretextando as-
tín , Exposición sobre la Carta a los Ro-
manos, 7817.
15 Cf. Gn 1, 31. 14 CSEL 81, 433-435. 15 Cf. Mt
R e l a c i ó n e n t r e l a fe y l o q u e u n o
15, 11-20. 16 Cf. Hch 15, 29; 21, 25; 1 Co 8, 1-13;
com e. El que tiene una fe tan grande que 10, 25-31. 17 CSEL 84, 48: BAC 187, 58. ls PL
no se inmuta, o el que está debilitado Supp. 1, 1170-1171.
ROMANOS 14, 1-8 463
continencia. T e o d o r e t o d e
c e s is y gaban que éstos, muchos de los cuales
C Interpretación de la Carta a
ir o , muy posiblemente procedieran de los
los Romanos19. gentiles, eran o infractores de la ley, o es-
taban entregados por completo a la gula.
14, 3 Que no juzgue Por este motivo añadió «pues Dios lo ha
acogido». Juan C risóstomo, Homilías
N o juzgar . Pablo afirma esto para que sobre la Carta a los Romanos, 25, l 23.
prevalezca en la Iglesia la concordia
entre los perfectos y los imperfectos, lo S obre n o d e sp r e c ia r l a s c o s t u m b r e s
mismo que entre los miembros [del de otras c ulturas. Por esto manda
cuerpo] honestos y los que no los son, el Apóstol que quienes, salvando su
y no halla disensión alguna entre ellos. conciencia, usaban de tales alimentos, no
O rígenes, Comentarios sobre la Carta despreciasen la flaqueza de los que se
a los Romanos, 9, 3620. abstenían de tales comidas y bebidas; y
ordena a los flacos que no juzguen por
S in descortesía n i refinamiento . N o manchados a los que comían carnes y
nos está vedada la variedad de manjares, bebían vino. Para esto sirve lo que a
sino la preocupación por ella. Debemos continuación escribe: «el que come, no
tomar el alimento que se nos ofrece, desprecie al que no come, y el que no
como conviene al cristiano, honrando al come, no juzgue al que come». Los fir-
que nos ha invitado, participando de la mes en la fe despreciaban con insolente
reunión sin descortesía y sin refinamien- orgullo a los flacos, y los débiles juzga-
to. C l e m e n t e d e A leja ndría , El Pedago- ban con temeridad a los fuertes. A g u s -
go, 2,10, 221. t í n , Exposición sobre la Carta a los Ro-
manos, 7824.
E l e c c i ó n p e r s o n a l . Por lo tanto, el
que come, que no desprecie al que no hubiese
M a n t e n e r e l e q u i l ib r i o . A sí
come: y el que no come, que no juzgue guardado esa prudencia y templanza,
al que come. Porque cada uno puede para evitar el escándalo; no hablaría de
comer o no comer, y no se debe discutir los que comen o ayunan el sábado, para
por tal cuestión. A mbrosiaster , Comen- que ninguno que coma desprecie al que
tario a la Carta a los Romanos22. no come y para que el que no come no
juzgue al que come. A g u s t í n , Carta a
L O S FUERTES N O DEBEN DESPRECIAR A Casulano, 36, 8, 2025.
l o s d é b il e s . No dijo, déjale; no dijo, no
le acuses; no dijo, no le corrijas, sino, no N o e s c a n d a l iz a r . Había escándalos
le hagas reproches, no le rechaces con entre las personas. Unos consideraban a
desprecio, manifestando de esta forma otros como carnales, y éstos se reían de
que hicieron algo merecedor de una gran aquellos como si fueran necios y supers-
burla. Además no debe ser así, ¿cómo, ticiosos. «Pues Dios lo ha acogido».
entonces? «El que no come, no desprecie
al que come». Los más perfectos los des-
preciaban, y alegaban que tenían poca fe, ' ׳־PG 82, 200. 22 CER 5, 120. 21 FuP 5, 299.
que eran pérfidos, bastardos y, además, 22 CSEL 81, 435. 23 PG 60, 629. 24 CSEL 84, 48:
judaizantes, por eso mismo aquéllos juz BAC 187, 58. 25 CSEL 34/2, 50: BAC 69, 192.
464 ROMANOS 14, 1-8
Dios le llamó como a ti. P llagio , Co- den hacerse con buena y recta intención,
mentario a la Carta a los Romanos26. no se nos reprocha si juzgamos. Así,
pues, esto que dice de los alimentos,
14, 4 El Señor es poderoso para como se ignora con qué intención se
sostenerle haga, no quiere que nosotros seamos jue-
ces en tal litigio, sino Dios. Sin embargo,
U n e s p ír it u d e d e v o c i ó n . Con qué sobre aquel nefando estupro en el que
conciencia come o deja de comer, Dios cayó cierto individuo teniendo por mujer
es el juez, de quien es esclavo. «Quedará la de su padre, manda que debe ser juzga-
en pie, pues poderoso es el Señor para do31. Aquél no podía decir que cometió
sostenerle». Estará en pie, dice, para su delito tan enorme con sana intención.
señor, porque ni será culpable si come; Luego todos los actos que se patentizan
ni será culpable si no come, con tal que de tal suerte que no pueda decirse haberse
lo haga con devoción, procurando no cometido con recta intención, deben ser
quitar esa misma devoción al que piensa juzgados por nosotros. A gustín, Exposi-
lo contrario. A m b r o s i a s t e r , Comentario ción sobre la Carta a los Romanos, 7932.
a la Carta a los Romanos17.
Sói.o D io s j u z g a el c o r a z ó n . Querí-
El serví-
J u z g a r a l q u e sirve a o t r o . an, pues, los romanos, no siendo más
dor de Cristo, el que Cristo tomó de an- que hombres, juzgar de acciones de esta
temano, es ajeno a la ley. ¿Quién eres tú, índole, las cuales pueden proceder de
pues, que juzgas desde la ley al que es una intención recta, sencilla y elevada,
ajeno a la ley? D i o d o r o , Fragmentos como también de una intención dañada,
sobre la Carta a los Romanos2*. y además proferir sentencia acerca de los
secretos del corazón; de todo lo cual
A l se r v ir a D io s s o m o s j u z g a d o s p o r sólo Dios juzga. A gustín , El Sermón de
E l.Dispongo que no se le juzgue, no la Montaña, 2, 18, 5933.
porque haga cosas dignas de no ser juz-
gado, sino porque es un siervo que per- J uzga r la L ey . ¿Qué autoridad tienes
tenece a otro, es decir, que no es tuyo, tú para juzgar al que la ley no juzga? He
sino de Dios. Después de consolarle una aquí lo que dice Santiago: «El que juzga
vez más, no dijo: cae, sino ¿qué dijo?: a su hermano, juzga a la ley»34, es decir,
«permanece en pie o cae». Ya sea una se considera superior a la ley. Por lo
cosa, o ya sea la otra, ambas competen al demás, el mismo Pablo ya juzgó a los
Señor. J u a n C risóstomo , Homilías sobre que obraban contra el mandamiento, y
la Carta a los Romanos, 25, 229. dio poder a otros para juzgar35. «Que se
mantenga en pie o caiga sólo interesa a
¿ Q u ié n er es t ú para ju z g a r ? Lo dice su mano». Ya sea en la vida, ya sea en la
con el fin de que remitamos a Dios el jui-
ció en aquellas cosas que puedan ejecutar-
se con buena o mala intención, y no nos
26 PL Supp. 1, 1171. 27 CSEL 81, 435-437. NTA
atrevamos a dar nuestra sentencia sobre el
15. 109. ’ ׳־PG 60, 629. > נCf. Mt 7, 1; 1 Co 4, 5;
corazón de otro, puesto que no lo cono- St 4, 12. 31 Cf. 1 Co 5, 1. ’ '־CSEL 84, 49: BAC
cenaos30. En las cosas que de tal modo se 187, 59. ״CCL 35, 155: BAC 121, 961 33 St 4, 11.
manifiestan que es evidente que no pue 35 Cf. 1 Co 5, 3-5; 6, 2-3.
ROMANOS 14, 1-8 465
muerte. P elagio, Comentario a la Carta ayuno. Era natural que algunos de los
a los Romanos}b. que ayunaban juzgaran constantemente
a los que no ayunaban, o era verosímil
14, 5 Hay quien juzga iguales todos también que algunos, los que durante los
los días días establecidos se abstenían, y los que
durante los fijados no se abstenían, se
A p r e c ia r ig u a l m e n t e t o d o s lo s t e x - ciñeran a las observancias... De esta
E s c r it u r a . Conforme a la in-
t o s df. i .a forma, les libera del temor a las obser-
terpretación más profunda del Apóstol, vancias cuando dice que era un asunto
relativa a los alimentos de la carne, que indiferente. J uan C risóstomo, Homilías
hemos visto con anterioridad, según sobre la Carta a los Romanos, 25, 2 3s.
aquella interpretación espiritual, sobre la
que ya hemos disertado, y en la que unos E l j u ic io h u m a n o se d if e r e n c ia d e l
interpretan un solo día, mientras otros j u ic io d i v i n o . Lo que dice: «Hay quien
piensan que hay días distintos, nosotros discierne los días alternos, otro todos los
podemos pensar que en cada capítulo de días», dejando a un lado por ahora otra
las divinas Escrituras, donde se contienen consideración mejor, no me parece que
las verdades de la piedad y de la fe, se se dijo de dos hombres, sino de Dios y
habla de un solo día. En verdad es día el del hombre. El que juzga días alternos
que ilumina la mente y hace huir las ti- es el hombre, porque puede juzgar hoy
nieblas de la ignorancia, que es Cristo, de un modo y mañana de otro, es decir,
sol de justicia. Si hubiera una persona de- que a quien condenó hoy por malo,
dicada al estudio de las divinas Escritu- convicto y confeso, mañana le encontra-
ras, y descubriera un solo día y diera rá bueno por haberse corregido; al con-
vueltas al sentido de la Escritura divina, trario, a quien alabó por justo hoy, ma-
de manera que no se le escapara una tilde ñaña le hallará perverso. El que juzga
o iota de la ley, ése tal parecería estimar todo día es Dios, porque no sólo conoce
todos los días iguales. En cambio, el que . cuál sea cada uno, sino también cuál ha
no goce de tanto ingenio, verá los días de ser en todo tiempo. Luego «cada
distintos, o sea, captará algo de aquel uno», dice, «siga su propia conciencia»,
sentido, pero aunque no alcance la pleni- es decir, atrévase a juzgar tanto cuanto
tud de la ciencia, tendrá suficiente con sea permitido al entendimiento humano
mantenerse en el culmen de la fe. Por o cuanto sea concedido a cada hombre.
consiguiente, uno y otro, conforme al A gustín , Exposición sobre la Carta a los
consejo del Apóstol, deben dar gracias a Romanos, 8039.
Dios; el primero porque gusta de todos
los días iguales y come de todo, o sea, lo D ías d e a b s t in e n c ia . Esto se refiere a
entiende y comprende todo; el otro, aun- que según Pablo, hay algunos que en de-
que no coma de todo ni entienda todas terminadas épocas del año se abstienen
las cosas, sin embargo se salva con la de carnes, y que hay otros que decidie-
confesión de la fe. O rígenes, Comenta- ron abstenerse de comer carnes durante
ríos sobre la Carta a los Romanos, 9, 3837.
Comenta-
to d a su v id a . P s .- C o nstanc io , q u e n o se h a d e p e r d e r la c o n fia n z a e n el
rio sobre la Carta a los Romanos, 13240. fu tu r o d e la c o r r e c c ió n d e a q u e l d e c u y a
c u lp a m a n ifie sta h ab ías ju z g a d o e n el
O Pablo menciona
b r a r e n c o n c ie n c ia . Exposición sobre la
p r e se n te . A gustín ,
acerca de la abstinencia y del ayuno as- Carta a los Romanos, 8044.
pectos, que no fueron redactados con-
forme a la ley en cierto modo. Que cada C o m e r e n h o n o r d e l S e ñ o r . Tiene en
cual haga cuanto pueda, y cuanto quiera, consideración a Dios, el que ayuna por
en orden a lograr un premio. De donde Dios y no por los hombres45. «El que
se deduce que cada uno obre en una ma- come, lo hace por el Señor pues da gra-
teria como la presente, en la medida que cias a Dios». Porque come por Dios para
la considere mejor. P elagio, Comentario poder tener el valor de anunciar el Evan-
a la Carta a los Romanos4^. gelio, por el que los convertidos dan gra-
cias a Dios, no para satisfacer su gula,
No hay que tomar lo dicho por una ere- sino para la salvación de los otros46...
encía de fe, como él mismo lo dice. Ecu- Porque gracias a su ejemplo, muchos se
mf.nto, Fragmentos sobre la Carta a los salvan y dan gracias a Dios, pues el que
Romanos42. da gracias de palabra, lo hace él solo,
mientras que quien da gracias con las
14, 6 Da gracias a Dios obras, lo hace con muchos. P elagio , C o-
mentario a la Carta a los Romanos47.
C u a l q u ie r p e r s p e c t iv a p u e d e h o n r a r
ciertamente no vive para él, sino para dos, y llama vida a la que nos hace extra-
Dios, que dio la ley, de manera que vive ños de este mundo5■‘. O rígenes, Comenta-
según su voluntad. Igualmente, muere ríos sobre la Carta a los Romanos, 9, 3955.
para Dios, porque por El, que es el j u e z ,
será coronado o condenado. A m b r o s i a s t e r , V iv ir pa r a i .a L ey. El que vive para la
Comentario a la Carta a los Romanos50. ley, ¿có m o p u ed e vivir para C risto? J uan
C r i s ó s t o m o , Homilías sobre la Carta a
M u f .r t f . c o m o a p o s t a s í asomos l i-
. N o los Romanos, 25, 2 56.
bres, tenemos un Dios que quiere q u e v i -
vamos y que no desea que muramos, y V iv im o s p a r a el S e ñ o r . Debemos cui-
ambas cosas le interesan más a Él q u e a darnos por el contrario de vivir para no-
nosotros... Si morimos, no morimos sotros comiendo, o de morir ayunando
sólo para nosotros mismos, sino t a m b i é n por los hombres. P elagio, Comentario
para el Señor. En este punto habla d e la a la Carta a los Romanos57.
muerte de la fe. J u a n C r i s ó s t o m o , Homi-
lías sobre la Carta a los Romanos, 25, 351. S o m o s d e l S e ñ o r . ¿Qué quiero expre-
sar, dice Pablo, cuando hablo de comer o
Ningún fiel vive para sí, y nadie m u e r e no comer? Ni cuando vivimos nos perte-
para sí mismo, porque Cristo « m u r i ó necemos a nosotros mismos ni tampoco
p o r todos, para que los que v i v e n , y a n o cuando morimos. Porque si vivimos, vi-
v i v a n para sí, sino para El»52. P e l a g i o , vimos la vida de Cristo, y si morimos,
Comentario a la Carta a los Romanos3י. morimos conforme a su propósito. T eo -
doro de M opsuestia , Fragmentos sobre la
9Para esto Cristo murió y volvió a la vida, para dominar sobre muertos y
vivos.
'0Tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? ¿O por qué desprecias a tu hermano?
Todos compareceremos ante el tribunal de Dios. "Porque está escrito: «Vivo
yo, dice el Señor, ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a
Dios».
468 ROMANOS 14, 9 -18
11Asípues, cada uno de nosotros dará cuenta de sí mismo a Dios. 13Por eso,
no nos juzguemos ya más unos a otros; antes bien, procurad sobre todo no hacer
caer al hermano ni darle escándalo.
uSoy consciente y estoy persuadido en el Señor Jesús de que no hay nada
impuro en sí mismo; sino que algo es impuro para el que lo estima impuro.
15Pues, si a causa de tu comida se entristece tu hermano, ya no andas conforme
a la caridad. No pierdas a causa de tu comida a aquel por quien murió Cristo.
u,Que vuestro bien no sea ocasión de maledicencia. 17Porque no consiste el
Reino de Dios en comer ni beber, sino que es justicia, paz y alegría en el Espiri-
tu Santo, upues el que sirve de esta manera a Cristo agrada a Dios y es estima-
do por los hombres.
mente, de manera que busquen el bien los vivos: no omitió nada que competiese
libremente y no por necesidad3, y les ex- a su cuidado... Pagó la muerte, y si no la
horta enseñando más que mandando, in- hubiera comprado a tan gran precio, de
vitando más que amenazando. Por eso es la que obtuvo el señorío con tanto es-
por lo que se digna acceder a la muerte, fuerzo y dificultad, calcularía en nada la
para dejar un ejemplo de obediencia y salvación. J uan C risóstomo , Homilías
una forma de morir a los que desean sobre la Carta a los Romanos, 25, 38.
morir al pecado y a los vicios. Así, el
Apóstol aquí escribe que Cristo ha L a se g u n d a v e n id a d e C r is t o . La lie-
muerto y ha vuelto a la vida, para do- gada de Cristo encontrará vivos [a unos],
minar sobre vivos y muertos; sobre los y resucitará a los muertos9. Es indife-
vivos, es decir, aquellos que viven de ma- rente, tanto si te resucita, como si te en-
ñera nueva y celeste, a ejemplo de su re- cuentra vivo. [Importa] sólo que compa-
surrección; sobre los muertos, sobre rezcas justo a su presencia. P hlagio , C o-
aquellos que sin duda llevan la morti- mentario a la Carta a los Romanos 10.
ficación de Cristo a su propio cuerpo4
y mortifican sus miembros, que están 14,10 Todos compareceremos ante
sobre la tierra5. O r í g e n e s , Comentarios el tribunal de Dios
sobre la C arta a los Romanos, 9, 396.
S obre En
el ju z g a r y el d e s p r e c ia r .
P ara este f i n m u r i ó C La crea-
r is t o . efecto, algunos, que parecen adelantar un
ción fue hecha por Cristo el Señor, pero, poco en ciencia, acostumbran a despre-
debido al pecado, fue separada de su ere- ciar y no tener en cuenta a los que son
ador y hecha cautiva: y, para que su obra menos capaces de una inteligencia más
no pereciera, Dios Padre le enseñó, en- alta, y les juzgan de inexpertos e insumí-
viando a su Hijo del cielo a la tierra, qué sos, es decir, les acusan y les condenan...
puede hacer para escapar de las manos Por eso el Apóstol, queriendo cercenar
de sus dominadores. Por esta razón per- estas cosas, les manda no despreciar ni
mitió que sus enemigos le mataran, de tener en menos a los inferiores, sino que
manera que descendiendo a los infiernos, les juzguen como superiores, aunque no
aunque recibió la muerte siendo inocen- tengan experiencia en juzgar... El Após-
te, fue hecho reo de pecado, para liberar tol, al asumir las razones de esa gente
a los que estaban prisioneros del diablo. que no juzga con rectitud a los herma-
Luego, porque enseña a los vivos el ca- nos, introduce la forma del juicio divino,
mino de la salvación, y se ofrece a sí recto y justo, y afirma: «Todos compare-
mismo por ellos; y a los muertos los ccremos ante el tribunal de Dios», en el
libró del infierno, por eso es Señor de que quien juzga al hermano conocerá el
vivos y muertos; pues a los que estaban pecado de exageración en el que ha incu-
perdidos los volvió a hacer de nuevo rndo, puesto que lo tendrá en cuenta el
siervos suyos. A mbrosiaster, Comenta-
rio a la Carta a los Romanos7.
·' Cí. Dt 30, 19; Is 1, 19-20; Jr 11, 8; Mt 23, 37; 2
N Y cuida de
a d a esca pa a su d o m in io .
C 5, 20. "Cf. 2 C 0 4.10. 5Cf. Col 3, 5. 6 CER
0
los muertos. Mas, si cuida de los muer- 5, 128-132. 7 CSEL 81, 439. s PG 60, 631. יCf.
tos, es evidente que también lo hace de Hch 17, 31. 10 PL Supp. 1, 1171-1172.
470 ROMANOS 14, 9 -18
T odos s e r á n ju z g a d o s . ¿Con qué au- Con este testimonio prueba que todos
toridad condenas a tu hermano, como si hemos de dar cuenta de nuestras accio-
fuera un glotón? «Y tú, ¿por qué des- nes sólo al Señor. P elagio , Comentario
precias a tu hermano?». ¿Lo desprecias a la Carta a los Romanos21.
como si fuera un enfermo, o como que
ayuna innecesariamente?14. «En efecto, P a r a n o c a u s a r d iv is io n e s . Manténte
todos hemos de comparecer ante el tri- alerta cuando veas al Señor de todos sen-
bunal de Dios». Entonces Dios juzgará tado en el tribunal, y no separes y divi-
nuestras conciencias; qué hicimos, con das a la Iglesia apartándote de la gracia y
qué intenciones y con qué provecho. recurriendo a la ley: la ley también es
P elagio , Comentario a la Carta a los suya. J uan C risóstomo , Homilías sobre
Romanos '5. la Carta a los Romanos, 25, 322.
¿Por q u é d e s p r e c ia s a t u p r ó jim o ?
14, 12 Cada uno de nosotros dará
«¿Por qué juzgas?» se refiere a los judíos cuenta de sí mismo a Dios
y «¿por qué desprecias?» a los gentiles.
Ninguna de las dos cosas habéis de ha- R e n d ir c u e n t a s a n tf . D io s . Así pues,
cer, dice Pablo, porque es totalmente si rogamos al Señor para que nos perdo-
obligado acercaros al tribunal de Cristo ne, también nosotros debemos perdo-
para rendir cuentas por lo vivido. T e o - nar23, pues estamos delante de los ojos
o o r o d e M o p s u e s t i a , Fragmentos sobre del Señor y de Dios, y es necesario que
la Carta a los Romanos16. todos nos presentemos ante el tribunal
de Cristo y que cada uno dé cuenta de sí para sí mismo -dice- porque es débil?
mismo. P o l ic a r p o d e E sm ir n a , Carta a Por eso mismo sería justo que lo sopor-
los Filipenses, 6, 224. taras todo, ya que si fuera fuerte, no ne-
cesitaría tanto cuidado. J u a n C r isó st o m o ,
C ada u n o es r e s p o n s a b l e . Puesto que Homilías sobre la Carta a los Romanos,
n o s o tr o s , c a d a u n o p o r s í m is m o , h e - 2 5 , 4 29.
mos d e d a r c u e n ta , n o c o n d e n e m o s a
ya h e m o s co-
lo s d e m á s e n a q u e l l o q u e A partir de aquí Pablo comienza a reco-
m e n ta d o . A Comentario a
m b r o s ia s t e r , mendar la abstinencia de forma velada, y
la Carta a los Romanos25. enseña que ellos deben guardar abstinen-
cia, puesto que gozan de salud, para que
A C r i s t o . Y no es la ley, sino Cristo, los débiles no se escandalicen con su
quien te pedirá cuentas a ti y a todo el ejemplo. P e l a g i o , Comentario a la Carta
género humano. ¿Ves cómo nos liberó a los Romanos7"0.
por miedo al pecado? J u a n C r isó sto m o ,
Homilías sobre la Carta a los Romanos, Los G E N T IL E S N O D E B E N E N T R IS T E C E R
2 5 , 4 2fl. Como
D E L IB E R A D A M E N T E A LO S J U D ÍO S .
los griegos eran más poderosos entre
N e c e s i d a d d e l a c o r r e c c i ó n . «Así los romanos tanto por su número como
pues, cada uno de vosotros dará cuenta por su credibilidad, actuaban más bien
de sí mismo a Dios». De aquellas cosas con intención de burlarse de los judíos,
de las que la ley guarda silencio. Por lo dedicándose a comer, a la vista de aqué-
demás, si viendo a uno que peca, no le líos, alimentos de los que éstos se apar-
reprende, dará también cuenta al Señor taban con especial celo para, al confun-
por él27. P e l a g i o , Comentario a la Carta dirles de esta manera, apartarlos quizá
a los Romanos2*. de la fe y quedarse ellos cada vez más
solos aduciendo que eran negligentes
14, 13 Procurad sobre todo no hacer en la asamblea común. T e o d o r o d e
M o p s u e s t i a , Fragmentos sobre la Carta
caer al hermano
a los Romanos31.
N o d a r e s c An d a l o . Considera tú qué
castigo recibiremos los que, en cualquier 14, 14 No hay nada impuro en sí
situación, constituimos motivo de escán- mismo
dalo. Entonces era ilícito lo sucedido
porque se hicieron reproches en el mo- La l ib e r t a d a n t e l o s a l im e n t o s . Es
mentó no oportuno, por tanto, si impi- evidente que todas esas comidas disfru-
dio que esto sucediera para que el her- tan nuevamente de bendiciones, una vez
mano no se escandalizara y no tropezara, acabada la ley, y no hay que volver a las
cuando nosotros somos objeto de escán- ceremonias de los alimentos, que una
dalo porque no rectificamos, ¿de qué se- determinada causa había preceptuado y
remos merecedores? Si no preservar del
peligro es un motivo de acusación -y lo
pone de manifiesto el que enterró el ta- 24 FuP 1,219. 25 CSEL 81, 441. 2 י׳PG 60, 632.
lento-, ser objeto de escándalo ¿a qué 27 Cf. 2 Tm 4, 2. 28 PL Supp. 1, 1172. 29 PG 60,
dará lugar? ¿Y si él es causa de escándalo 632-633. 30 PL Supp. 1, 1172. 11 NTA 15, 166.
472 ROMANOS 14, 9-18
por él, y tú, en cam bio ¿no renuncias a Por tanto, eliminado el pecado, quedan
unos alim entos para salvarle? J u a n C ri- eliminadas también sus consecuencias;
s ó s t o m o , Homilías sobre la Carta a los pero si se introduce la justicia, es natural
Romanos, 26, l 42. que también se introduzcan la paz y la
alegría. G en adío di; C o n s t a n t i n o p i a ,
N o p e r d e r p o r c u l p a d e l o s a l im e n - Fragmentos a la Carta a los Romanos45.
ros a q u i e n C r i s t o s a l v ó . El que
arruinó al hermano destruyó también la 14,16 Que vuestro bien no sea
paz y la alegría y delinquió más que el ocasión de maledicencia
que roba dinero. Lo peor, sin embargo,
es que otro le salvó, y tú, en cambio, le U na in t e r p r e t a c ió n e s p ir it u a l d f «S e
haces daño y lo destruyes. J u a n C r is ó s - ¿Cómo
HABLA D E L BIEN C O M O U N M A L » .
t o m o , Homilías sobre la Carta a los Ro- un bien nuestro puede ser coacción de
manos, 27, 243. blasfemia? Lo bueno es entender espiri-
tualmente la ley y evitar las cosas impías
P e n s a r e n e l b i e n d e i . p r ó j i m o . Pablo e ineptas de los herejes o las opiniones
no dijo «por causa del ayuno», sino para de los que estudian la falsa filosofía, cual
que con tu ejemplo no incites, ni arras- alimentos inmundos y corrompidos.
tres al que es débil o hace abstinencia. Esto es lo que sanciona espiritualmente
«Tú ya no andas conforme a la caridad». la ley. Sin embargo, si un judío o uno de
Porque come contra su voluntad, lo que los llamados encratitas desea creer en
no le conviene, y ya no amas al prójimo Cristo piense que no es necesario obser-
como a ti, si no consideras el bien suyo var la continencia de aquellos alimentos
como tuyo propio. P e l a g i o , Comentario que la ley prohíbe o aquellos otros que
a la Carta a los Romanos44. piensan ellos son contrarios a la castidad,
apelando incluso a la autoridad de la Es-
T rama d e l a r g u m e n t o d e P a b l o . El critura; de modo que ese hombre, aun-
a s u n to lo trató d e manera admirabilísi- que se abstenga de todos esos alimentos,
m a . P r i m e r o , por la sencillez y humildad no digas que sólo puede salvarse y alean-
d e la c a u s a , d i c i e n d o «por u n alimento»; zar la fe y la gracia de Cristo tomando
l u e g o , p o r la p e r s o n a a quien afecta el los alimentos de los que huye, y así es
p e c a d o , a l d e c i r « t u hermano»; después, como el bien espiritual se convierte en
p o r e l r e s u l t a d o m i s m o del acto culpable una blasfemia, al pensar ese hombre que
c u a n d o a ñ a d e a b ie r ta m e n te : « d e s tr u c - nosotros creemos que no le puede salvar
ción»; en cuarto lugar, por la referencia otra cosa que los alimentos comunes e
al afectado por el crimen: «aquel por el indiferentes que come. O rígenes, Co-
cual -dice- Cristo murió»; quinto, por- mentarlos sobre la Carta a los Romanos,
que el tal hace que se blasfeme contra la 10, 14A.
piedad; y sexto, porque no nos hemos
adherido a la fe de Cristo por el disfrute B lasfem ar c o n t r a la d o c t r in a de
de esto o de algo parecido, sino por par- D io s . La doctrina del Señor es buena y
ticipar de la justicia, esto es, de la ino-
cencía, de la paz y de la alegría. Efectiva-
mente, del pecado sale la ofensa; de la ״PG 60, 637. « PG 60, 638-639. 44 PL Supp. 1,
ofensa la pena, y de la pena la condena. 1172. 45 NTA 15, 412. 46 CER 5, 160.
474 ROMANOS 14, 9 -18
saludable, y no sc debe dar ocasión de serán como los ángeles de Dios»52, así
que sea blasfemada por algo trivial; sin tampoco comerán ni beberán, sino que
embargo, es blasfemada cuando se duda serán como los ángeles de Dios. Por
de la bondad de la creación de D io s. A m- tanto, según la verdad absoluta y cierta
b r o s i áster, Comentario a la Carta a los del Apóstol, todo se termina y en el
Romanos*7. reino de Dios no hay lugar para comidas
ni bebidas, sino para la justicia y la paz
Enseñas bien, pero la disputa se ha con- en el Espíritu Santo; y por eso exhorta a
vertido en m otivo de blasfemia. E cumf.־ que no nos detengamos en esas cosas y
nio , Fragmentos sobre la Carta a los Ro- que pensemos y a aquí en los bienes y en
manos*%
. la naturaleza que hemos de tener para
poder alcanzar nosotros el reino de los
N0 AYUDAR A QUE SE HABLE MAL DE LA cielos. La paz y la justicia, junto a lo que
d o c t r in a s a n a . A quí llama bien a la fe, se consiga por medio del Espíritu Santo,
o a la esperanza futura de prem ios, o a serán para nosotros la comida y la bebi-
la piedad perfecta. N o só lo -a firm a - no d a en el reino de Dios. O r íg e n e s , C o -
ayudas al hermano, sino que incluso mentarios sobre la Carta a los Romanos,
haces que el dogm a m ism o, la gracia de 10, l 53.
D io s y su don sean objeto de maledicen-
cia. J uan C r i s ó s t o m o , Homilías sobre la Quien coma de este alimento poseerá el
Carta a los Romanos, 26, 149. mejor de los bienes, el reino de Dios;
con ello se prepara para la santa unión
N 0 HACER OSTENTACIÓN DE LA LIBERTAD de la caridad, la Iglesia celestial. C i.e m e n -
c r is t ia n a . N uestra libertad, la que teñe- te df. A leja n d r ía , El Pedagogo, 2, 6 , 2 54.
m os en el Señor, consiste en que todas
las cosas son puras para nosotros; no de- También saca a relucir aquel testimonio
bem os usarlas de tal form a que parezca del Apóstol que dice: «No es el reino de
que vivim os para la gula y para los ban- Dios comida y bebida, sino justicia, paz
quetes. P ei .agio , Comentario a la Carta y gozo en el Espíritu Santo». Por reino
a los Romanos50. de Dios quiere que se entienda la Iglesia,
en la cual reina Dios. A gustín , Carta a
E v it a d se r c a u s a d e l a d e s t r u c c ió n Casulano, 3 6 , 7 , 1 7 25.
Alabo tu fe , dice Pablo,
d e l p r ó jim o .
pero no quiero que ella sea causa de Aquí se dice con toda claridad por parte
daño y maledicencia. T e o d o r e t o d e de Pablo que en el reino de los cielos no
C i r o , Interpretación de la Carta a los hay una bebida y una comida corporal,
Romanos51. sino que allí hay una espiritual. Ps.-
C onstancio , Comentario sobre la Carta
14, 17 No consiste el Reino de a los Romanos, 1 3 3 6י־.
Dios en comer ni beber, sino que
es justicia...
47 CSEI. 81, 445. 48 NTA 15, 431. v>PG 60, 638.
A l f in a l , l a ju s t ic ia será n u estr o
5: PL Supp. 1, Π 7 2 . 51 PG 82, 204. 52 Mt 22, 30.
. Allí, en efecto, lo mismo que
a l im e n t o
5' CER 5, 162. 54 EuP 5, 291. 55 CSEL 34/2, 46:
«no se casarán ni ellas ni ellos, sino que BAC 69, 188. if· ENPK 2, 87.
ROMANOS 14, 9-18 475
ayuno y la sobriedad», sino que dijo; no da a Dios, es aprobado por los hombres.
es comida ni bebida, «Sino justicia y paz ¿Por qué? Porque ha aceptado el don
y gozo en el Espíritu Santo». Estas cosas por el que se presenta digno ante Dios.
son más fácilmente custodiadas mediante A m b r o s i a s t e r , C om entario a la C arta a
la abstinencia; pues donde hay justicia, los R o m a n o s^ .
amando el prójimo como a uno mismo,
allí hay paz, y donde hay paz, allí hay A f i r m a d o s p o r h o m b r e s . N o te ad-
Es digna de risa la simplicidad de aque- Nadie puede dudar que un hombre así es
líos que piensan que después de la resu- santo. P e l a g i o , C om entario a la C arta a
rrección comemos y bebemos, cuando los R o m an os*1’1.
precisamente de las palabras de Pablo se
desprende todo lo contrario, pues dice
que «el reino de Dios no es comida ni 57 PL Supp. 1, 1172-1173. 58 NTA 15,166.
bebida». T e o d o r o d e M o p s u e s t i a , Frag- CSEL 81, 447. “ PG 60, 639. M PL Supp.
m entó¡ sobre la C arta a los R om anos 58. 1, 1173.
El v e r d a d e r o b a n q u e t e d e la P ala-
' Cf. Ef 4, 11 3 .12 ־CSEL 81, 447. 3 PG 60, 639.
bra.Es estúpido admirar con exceso y 4 PL Supp. 1, 1173. 5 CER 5, 168. 6 FuP 5, 301-
quedarse boquiabierto ante lo que se 303. 7 CSEL 81, 447. 8 PG 60, 639.
ROMANOS 14, 19-23 477
nórmente, para que no parezca que vino es bueno: y al contrario saben que
condena a la creatura. «Pero es malo no comer carne y no beber vino también
comer dando escándalo». Lo puro en es bueno. Pues la creación fue dada para
sí mismo, se convierte en malo para él, los que quieran hacer uso de ella. Ya que
si otro hace ofensa a imitación de él v ninguna obligación fue impuesta de que-
por él. P ela g io , Comentario a la Carta rer usarla o no. A mbrosiaster, Comenta-
a los Romanosy. rio a la Carta a los Romanos 12.
Dios edificó mediante la cruz; pues N o HAGÁIS NADA QUE PUEDA ESCANDA-
bien, tú destruyes la construcción de l iz a r a l o t r o . Si le fuerzas, se opon-
Dios. E cum enio , Fragmentos sobre la drá, te condenará y se reafirmará en no
Carta a los Romanos™. comer. Ahora bien, si condesciendes con
él, te querrá y no sospechará de ti cuan-
14, 21 Cualquier cosa que pueda do enseñes, y tú, por tu parte, casi sin
escandalizar a tu hermano darte cuenta, tendrás la posibilidad de
sembrar en él los buenos principios. Mas
La a b s t in e n c ia d e la c a r n e y d e l si él, aunque sólo sea por poco tiempo,
v in o .Comer o no comer carne y beber te odia, habrás cerrado la puerta al razo-
o no beber vino ni es bueno ni malo, namiento. Por tanto, no le fuerces,
sino que [el Apóstol] enseña a permane- abstente tú por él, no porque te prives
cer en el medio y ser indiferente. En de algo impuro, sino porque aquél se es-
efecto, se puede no comer carne ni beber candaliza. Así te querrá más. J uan C ri-
vino y ser un hombre malo y distante de sóstomo , Homilías sobre la Carta a los
la fe, como hacen muchos por razón de Romanos, 26, 2 13.
los ídolos. Incluso se puede hacer esa
observancia por otras malas artes. Esta En este pasaje alaba ciertamente la absti-
es la costumbre ciertamente de no pocos nencia de carne y de vino, pero advierte
herejes, y no por ello decimos que es severamente que como precaución de un
bueno el no comer carne y no beber escándalo a nuestro hermano, debemos
vino... El bien reside en no ofender o abstenernos de comer y de beber de
escandalizar al hermano. O rígenes , Co- aquello que ha sido inmolado a los ido-
mentarlos sobre la Carta a los Romanos, lo s . P s . - C o n s t a n c i o , Comentario sobre
10,3". la Carta a los Romanos, 13414.
Dios, pero sin obligar a otro que, puesto m ism o en lo que aprueba», ha de referir-
que come de todo, aun no tiene esa fe, se principalmente a lo que dijo antes:
puesto que cree que hay que comer de «no sea blasfemado nuestro bien». Esto
todo... es también lo que ahora dice antes de
Existen muchos que intentan hacer el esta sentencia: «la fe que tienes dentro de
bien, como por ejemplo los que intentan ti m ism o tenia delante de D ios»; porque,
conseguir los premios de la castidad y com o es buena esta fe por la cual cree-
determinan vivir castamente, pero con el m os que para los puros tod o es puro18, y
paso del tiempo, negligencia o deseo ar- en ella nos aprobamos, usem os bien de
diente, lo que en un principio intentaron nuestro m ism o bien, no sea que quizá
guardar se mancha y se corrompe, y es pequem os contra los hermanos cuando
infeliz ese que lo ha intentado y estable- abusamos de aquel bien, llegando a ser
cid o, pero vencido se juzga y condena a por esto un tropiezo para los hermanos
sí mismo. En cambio es feliz quien lo in- débiles, y, por tanto, en el m ism o bien
tenta y lo establece de tal manera que nos condenem os cuando escandalizamos
permanece fijo y estable en ello, y así en a los flacos, en cu yo bien nos aprobamos
nada es juzgado ni reprendido. O rígenes , cuando la misma fe nos satisface. A gus-
Comentarios sobre la Carta a los Roma- Exposición sobre la Carta a los Ro-
tín ,
nos, 10, 4-5'5. manos, 81 '9.
S in n e c e s id a d d e ju z g a r a l o s d e m á s . N0 DEBILITÉIS LA FF D F I O S DEM ÁS P O R
E s decir, tú que te sientas feliz a comer, l o q u e com éis . Si en esta m ateria te
porque sabes que todo lo que Dios hizo consideras fiel, come de tal modo que
es bueno; ninguna necesidad hay de que nadie se debilite con tu ejemplo. «Dicho-
juzgues a otro. Porque es mejor que ten- so aquél que no se juzga culpable a sí
gas paz con tu hermano, pues esto es lo mismo en lo que decide hacer». Aquél,
que Dios quiere, A m b r o s i a s t e r , Comen- que no tiene en cuenta, al decidirse, su
tario a la Carta a los Romanos '6. propia solidez, sino la salvación del
débil20. P elagio, Comentario a la Carta
R Me parece que
e sistid a la v a n id a d . a los Romanos11.
en este lugar advierte sutilmente al que
es más perfecto ante la tentación de la 14, 23 Todo lo que no es conforme
vanidad. Quiere decir lo siguiente: a la fe es pecado
¿quieres mostrarme que eres perfecto y
completo? No me lo demuestres a mí, T odo l o q u e n o p r o c e d e d e la fe es
sino que sea suficiente para ti el que ten- pecado. Si pues todo lo que no procede
gas conciencia de ello. Aquí se refiere a de la fe es pecado, como dice el Apóstol,
la fe, pero no a la fe en los dogmas, sino y la fe viene del oído, y el oído median-
a la fe en el asunto propuesto. J uan C ri- te la palabra22 de Dios: todo lo que está
s ó s t o m o , Homilías sobre la Carta a los
fuera de la divina Escritura al no venir Cuando dice esto, le anima una vez más
de la fe, es pecado. B asilio df. C esarla, a tener compasión del que es más débil
Reglas morales, 80, 2223. ;Q ué beneficio obtiene si, aun dudando,
come y se condena a sí mismo? Yo, por
D ir ig ir t o d o a C r is t o . Todo aquello mi parte, apruebo a aquél que come, y lo
que no está dirigido a Cristo, bien sean hace sin ninguna duda. J uan C risóstomo ,
palabras, obras o pensamientos, todo Homilías sobre la Carta a los Romanos,
esto mira exclusivamente a lo que es 26, 3 ־7.
contrario a Cristo. Pues aquel que está
fuera de la luz y de la vida, no puede E l q u e a u m e n t a l a d u d a se c o n d e n a .
menos de estar en las tinieblas y la Si uno emite un juicio acerca de otro y
muerte...; abandona a Cristo aquel que dice: si ese ha comido, ciertamente está
se separa de El por las cosas que piensa, condenado, la fe no acepta esto, y por
obra o habla. G regorio de N isa, Sobre eso continúa: «porque no es conforme a
la perfección, 8124. la fe». No es, pues, conforme a la fe con-
denar a otro porque come, cuando tú
R espet a d i .a c o n c ie n c ia . Esta es la ayunas. P s.-C onstancio , Comentario
verdad, porque, si alguien juzga que sobre la Carta a los Romanos, 134, II28.
no debe comer, y come, se condena;
él mismo se condena, cuando hace lo Todo lo que destruyas a otro, no proce-
que piensa que no debe hacer. de de la fe, y por lo tanto es pecado. Pe-
«Porque no obra conforme a la fe». lacio , Comentario a la Carta a los Ro-
Ciertamente no come conforme a la fe manos**.
el que, pensando que no puede comer,
come. Y todo lo que no es conforme a la
fe, es pecado. Con razón lo llama peca-
n PG 31, 868. 24 G NO 8/1, 210: BPa 18, 81.
do, porque se hace una cosa distinta de 25 Cf. Si 14, 2; Jn 8, 9; 1 Tm 1, 5; Hb 13, 18.
la que está permitida25. A mbrosiaster, 2f-CSEL 81,451. 27 PG 60, 640. 28 ENPK 2,
Comentario a la Carta a los Romanos21‘. 87. PLSupp. 1, 1173.
consolación os dé un mismo sentir entre vosotros según Cristo Jesús, kpara que
unánimemente, con una sola voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo.
7Por esta razón acogeos unos a otros, como también Cristo os acogió a vo-
sotros para gloria de Dios. sDigo, en efecto, que Cristo se hizo servidor de los
que están circuncidados para mostrar la fidelidad de Dios, para ratificar las pro-
mesas hechas a los padres,*9y para que los gentiles glorificaran a Dios por su mi-
sericordia, conforme está escrito: «Por eso te alabaré a ti entre los gentiles, y
cantaré en honor de tu nombre». 10K de nuevo, dice: «Alegraos, naciones, con
su pueblo». n Y también: «Alabad al Señor, todas las naciones, y ensalzadle
todos los pueblos». n Y también Isaías dice: «Aparecerá la raíz de Jesé y el que
surge para gobernar las naciones: en él esperarán las naciones».
liQue el Dios de la esperanza os colme de toda alegría y paz en la fe, para
que abundéis en la esperanza con la fuerza del Espíritu Santo.
15, 1 Sobrellevar las flaquezas de los 15, 2 Que cada uno de nosotros
débiles agrade al prójimo buscando su
Parece que con
G a n a r a l o s d é b il e s .
bien y su edificación
estas palabras Pablo dice que él es fuerte, P ara e d if ic a r . L o mismo que lo pn-
lo mismo que en la primera Carta a los mero es amar al Señor Dios y después al
Corintios afirma: «Me hice débil con los
débiles, para ganar a los débiles»1. O rí-
genes , Comentarios sobre la Carta a los 1 1 Co 9, 22. - CER 5, 182. 3 PG 60, 645. 4 1 Co
Romanos, 10, 62. 9, 22. 5 PL Supp. 1, 1173. ־׳NTA 15, 168.
ROMANOS 15, 1-13 481
rio, tratan de complacerse a sí mismos 1 lp 2, 6. CER 5, 188. " Jn 6, 38. 15 Sal 69, 10.
quienes, buscando sus propios intereses, ' 6 CSE1. 81,455.
482 ROMANOS 15, 1-13
hacerlo también con una sola alma. ¿Ves 15, 8 Para ratificar las promesas
cómo unió todo el cuerpo, y cómo con- hechas a los padres
cluyó el d isc u rso con una d o x o lo g ía? De
ah í que inste sobre todo a la unanimidad I d e n t if ic a r s e y t r a s c e n d e r la c ir -
y c o n c o rd ia . J uan C risóstomo , Homilías c u n c is ió n . Existen dos maneras
de en-
sobre la Carta a los Romanos, 27, 337. tender cómo Cristo fue ministro de la
circuncisión para ratificar las promesas
C o n u n s ó l o p e n s a r . D io s es v e rd a d e - hechas a los padres. Porque recibió la cir-
ra m e n te g lo rific a d o p o r n o s o tro s , si le cuncisión en su propia carne, como es
e n sa lz a m o s c o n u n m ism o e s p íritu y co n conocido claramente, pues era de la estir-
u n a m ism a v o z. P elagio , Comentario a pe de Abrahán, a quien Dios había hecho
la Carta a los Romanos38. las promesas45, y porque en él mismo se-
rían bendecidas todas las gentes, al cum-
15, 7 Acogeos unos a otros plir en su persona las promesas hechas a
los padres. O rígenes, Comentarios sobre
A c o g e o s u n o s a o t r o s . Obedezcamos, la Carta a los Romanos, 10, 84fe.
por tanto, y unámonos los unos a los
otros. Aquí no exhorta sólo a los débiles, P ara c o n f ir m a r i .as pr o m e sa s a i .o s
sino a todos. Si alguno deseara romper Cuando dice «ministro de la
pa t r ia r c a s .
contigo, tú no rompas con él...; mas circuncisión» quiere significar que, des-
cuando no desee quererte, entonces pués de haber venido y haber cumplido
muéstrale tú más amor y así lo atraerás la ley, una vez circuncidado, y siendo se-
hacia ti. Es un miembro, y cuando por milla de Abrahán, destruyó la maldición,
algún motivo necesario el miembro se se- apaciguó la ira de Dios y dispuso conve-
para del resto del cuerpo, hacemos todo nientemente a los que iban a recibir la
lo posible para unirlo de nuevo, y, a par- promesa, libres ya para siempre del
tir de ese momento, le prestamos una enojo del desacuerdo47... Tú transgredís-
atención mayor. J uan C risóstomo , Homi- te la ley, por eso aquél la cumplió, no
lías sobre la Carta a los Romanos, TI, 339. para que tú le dieras cumplimiento, sino
para confirmar las promesas hechas a los
C a r g a r c o n lo s y u g o s c o m o l o h iz o padres, promesas que la ley abrogó, con
D io s . Por el honor de Dios «Ayudaos lo que demostró que tú estabas en desa-
mutuamente a llevar vuestras cargas y cuerdo y que eras indigno de la herencia.
cumplid así la ley de Cristo»40, que nos J uan C risóstomo , Homilías sobre la
tomó consigo41. ¡Cuánto más nosotros Carta a los Romanos, 28, l *4״.
mutuamente debemos soportar a núes-
tros semejantes! P elagio , Comentario a L a P a la b r a p r o c l a m a d a p r im e r o a
la Carta a los Romanos42. I sr a e l . L o que escribe: «digo que Cristo
U n id o s e n el a m o r . Somos muchos un
solo cuerpo, miembros unos de otros,
como está escrito43, trabándonos Cristo 5' PG 60, 647. ,s PL Supp. 1, 1174 . 39 PG 60, 647.
4 ־Ga 6, 2. 41 Cf. Rm 3, 6. PL Supp. 1, 1174־
44
en la unidad con lazos de amor. C irilo 1175. 43 Cf. Rm 12, 4-5; 1 Co 10, 17. 44 PG 74,
de A lejandría , Fragmentos a la Carta 833. 45 Cf. Le 2, 21. ■«· CER 5, 200. 47 Cf. Ga 3,
de san Pablo a los Romanos44. 13. 4* PG 60, 649-650.
ROMANOS 15, 1-13 485
cordia de Dios, sin embargo, ambos habéis lo anterior para poner de manifiesto la
sido hechos un solo cuerpo». P elagio , C o- necesidad de estar unido y dar gloria
mentario a la Carta a los Romanos53. a Dios, al tiempo que contiene al judío
za67. No obstante, pienso que los fieles delEspíritu Santo. P s.- C o n sta n cio ,
pueden tener la plenitud de la paz, cuan- Comentario sobre la Carta a los Ro-
do se reconcilian con Dios Padre me- manos, 134B70.
diante la fe... En efecto, si uno cree que
es fortalecido con el poder del Espíritu Todo el
A b u n d a d en la esper a n za .
Santo, ciertamente, poseerá la plenitud gozo de los fieles debe estar en la espe-
de la alegría y de la paz. O rígenes, C o- ranza futura, y allí está el gozo total,
mentarlos sobre la Carta a los Romanos, donde hay paz; pero donde reina la di-
10, 968. sensión, no puede haber alegría, sino
una absoluta aflicción. «Hasta rebosar
E n I.a decir, que echéis fuera de
fe . E s de esperanza por la fuerza del Espíritu
vosotros la indolencia de unos para con Santo». La abundancia de la esperanza se
otros, y que no sintáis nunca abatimien- apoya en los dones y en los prodigios
to ante las tentaciones: sucederá si abun- del Espíritu. P elagio, Comentario a la
dáis en esperanza. Esto es causa de todos Carta a los Romanos7'.
los bienes, y vendrá del Espíritu. Ahora
bien, si no ponemos de nuestra parte, no E 1 . D ios d e t o d a e s pe r a n z a . Dice «el
vendrá sin más del Espíritu. Por eso dice Dios de la esperanza», en vez de el Dios
«en la fe». J uan C risóstomo, Homilías que os regala la esperanza de los bienes
sobre la Carta a los Romanos, 28, 269. futuros. G i .n ad k ) de C onstantinopla ,
Fragmentos a la Carta a los Romanos71.
El d o n d e i. a T r in id a d es u n o s ó l o .
Aquí Pablo manifiesta que Dios sin el
poder del Espíritu Santo no llena a 7 י׳Cf. 1 Co 15, 9. ״'׳CER 5, 206-208. ׳״PG 60,
nadie con el don de la gracia, pues es 650. 70 ENPK 2, 89. 71 PL Supp. 1, 1175. 72 NTA
uno y el mismo el don del Padre y 15,415.
R e l a t iv id a d d e la b o n d a d h u m a n a .
chazada, ni defecto alguno, para que pu- Por lo que dice: «para
d e l o s g e n t il e s .
diera ser grata y aceptada por Dios12, así ser yo ministro de Cristo Jesús entre las
también quien ofrece el Evangelio y gentes, dedicándome al Evangelio de
anuncia la Palabra de Dios debe procurar Dios, a fin de que la oblación de las gen-
todos los cuidados, para que no exista tes sea aceptable, santificada en el Espiri-
falta al predicar ni defecto al enseñar, con tu Santo», se entiende que deben ser
la finalidad de que no exista culpa en el ofrecidas las gentes a Dios como sacrifi-
magisterio13; más bien, como ya he dicho, ció aceptable, cuando, creyendo ya en
si se pudiera hacer, tendría que inmolarse Cristo, han sido santificadas por el
él mismo antes, estrangular su propios Evangelio, conforme arriba lo dijo: «así,
defectos, y antes que al pecado mortificar pues, os ruego, hermanos, por la miseri-
sus propios miembros, de manera que no cordia de Dios, que ofrezcáis vuestros
sólo por su doctrina, sino también por el cuerpos como hostia viva, santa y agra-
ejemplo de su vida hiciera aceptable para dable a Dios»16. A gustín , Exposición
Dios su propio sacrificio, que es la salva- sobre la Carta a los Romanos, 83'7.
ción de los discípulos. «Santificada, dice,
en el Espíritu Santo». El Espíritu Santo es S a n t if ic a d o s p o r el E s p í r it u S a n t o .
la fuente de la santificación, y por ello la Demostrando con mi ejemplo que lo que
ofrenda de los gentiles, que es ofrecida con tanto temor llevo adelante, es santo.
por Pablo, al ser sacerdote; no se dice que Pues algunos rechazan como si fuera hu-
es aceptable a Dios por la observancia de mano lo que predican como divino, y así
la ley, sino mediante el Espíritu Santo. resulta que una cosa santa parece no ser
O rígenes , Comentarios sobre la Carta a santa, porque no se lleva a cabo santa-
los Romanos, 10, 11M. mente... Para que con mi ejemplo [de
Pablo] v mis palabras, los gentiles se con-
E i. s a c r if ic io s a c e r d o t a l d e Pablo. viertan en una oblación aceptable para
Después de la demostración de todo lo Dios, no santificada o elevada por el fue-
dicho, eleva el tono del discurso, no para go, sino por el Espíritu Santo. P elagio ,
hablar simplemente del culto como al co- Comentario a la Carta a los Romanos1*.
mienzo, sino para hablar de la liturgia y
del ministerio sagrado: esto es para mí el 15, 17 Tengo de qué gloriarm e en
sacerdocio, predicar y anunciar, éste es el Cristo Jesús
sacrificio que ofrezco. Nadie inculparía a
un sacerdote que se esforzara en ofrecer G l o r i a r s e f.n C r i s t o J e s ú s . El gloriar-
un sacrificio irreprochable. Decía todo lo se en Dios sin Cristo es como si uno di-
anterior para elevar el tono de sus pensa-
mientos, pero también para demostrar
que ellos son sacrificio, y además para Cí. Ex 29, 1; Lv 1, 3.10. Cf. 1 Tm 3, 1-7.
defenderse a sí mismo, ya que así había ;4 CER 5, 214-216. 15 PG 60, 655. 16 Rm 12, 1.
sido establecido. Mi cuchillo expiatorio 1’ CSEL 84, 51: BAC 187,61. 18 PL Supp. 1,1176.
ROMANOS 15, 14-22 491
manos5־.
Mi t r a b a jo para D io s . Porque creyen-
do y sirviendo a Cristo Jesús con una 15, 19 Con la fuerza del Espíritu de
conciencia pura, hizo méritos ante Dios Dios
Padre, como para afirmar que nada falta
que no haya hecho Cristo por medio de E l p o d e r d e l o s s ig n o s y la s m a r a -
él para exhortar a los gentiles, realizan- v il l a s . Sc lla m a n se ñ a le s en c u a n to
do signos y prodigios por su mano, para que c o n s titu y e n a lg o m ila g r o s o , a n u n -
que su poder fortaleciera a la predica- c ia d o r ta m b ié n d e u n f u tu r o ; e n c a m -
c ió n . A mbrosiaster, Comentario a la b io , s o n p r o d ig io s c u a n d o ta n s o lo se
Carta a los Romanos20. m u e s tr a a lg o a d m ir a b le . O rígenes , C o -
mentarios sobre la Carta a los Roma-
Después de mucho humillarse, eleva nos, 10, 1226.
una vez más el tono del discurso, y lo
hace por aquéllos, para que no le ere- H a s t a l a I l i r i a . Enumera las ciuda-
yeran desdeñable. J u a n C risóstom o , des, regiones, linajes y pueblos que es-
Homilías sobre la Carta a los Roma- taban bajo el dominio romano, pero
nos, 29, 221. también los que estaban bajo el domino
bárbaro. N o hagas sólo el camino a tra-
G loria a los ojos de D ios . Tengo de vés de Fenicia, Siria, Cilicia y Capado-
qué gloriarme [yo Pablo] a n t e Dios, cia, piensa también en todo lo que está
aunque sea difamado y abochornado más atrás, en el de los sarracenos, per-
a n t e los hombres. P e l a g i o , Comenta- sas, armenios y de los demás pueblos
rio a la Carta a los Romanos12. bárbaros. Por este motivo dijo «en los
alrededores», para que no hicieras sólo
15, 18 No me atreveré a hablar de la ruta directa [de Jerusalén a Iliria],
algo que Cristo no haya realizado sino que recorrieras también con el
a través de mí pensamiento todo el itinerario, incluida
Asia meridional. J u a n C r i s ó s t o m o , H o-
P rueba d e s u v o c a c i ó n . L os milagros millas sobre la Carta a los Romanos,
y la complacencia de los gentiles ponen 29, 227.
de manifiesto que llevé a término aque-
lio por lo que fui enviado, y no son pa- P or el p o d e r d e l E s p ír it u S a n t o .
labras jactanciosas... Mira cómo se es- Muestra aquí Pablo que la fuerza y la
fuerza por mostrar que todo es de Dios potestad de Cristo, de Dios [Padre] y del
y nada de s í mismo23. J u a n C risóstomo ,
Homilías sobre la Carta a los Romanos,
29, 224.
״CLR 5, 216. ->: CSEI. 81, 467. -’ ׳PG 60, 655.
22 PL Supp. 1, 1176. 23 Cf. Hch 15, 12. 24 PG 60,
L o q u e C r is t o h a i i e c h o p o r m í . 656. 24 PL Supp. 1, 1176. 21’ CER 5, 218. 27 PG
N o he tenido al menos el atrevimiento 60, 656.
492 ROMANOS 15, 14-22
Espíritu Santo son única [y la misma]. porque juzgaba codicioso e injusto sus-
Ps.-G .)n s t a n c i o , Comentario sobre la traer la gloria de las obras ajenas. Dio-
Carta a los Romanos, 13728. d o r o , Fragmentos sobre la Carta a los
Romanos33.
Esto es, con enseñanzas y con prodigios
[Cristo obró por medio de Pablo], pues N o CONSTRUIR SOBRE I.OS CIMIENTOS
aquí Pablo no hablaba de las obras, sino a je n o s . He aquí de nuevo otra muestra
de los prodigios. «Tanto que desde Je- de su superioridad, ya que evangelizó y
rusalén y en todas direcciones hasta la persuadió a muchas personas, pero, ade-
Iliria he dado cumplimiento al Evange- más, no se dirigió a los que ya tenían co-
lio de Cristo». Se da cumplimiento al nocimiento de la predicación. Evitó en-
Evangelio cuando las gentes creen. caminarse él en persona a los discípulos
P elag io , Comentario a la Carta a los que otros habían hecho, y de hacerlo por
Romanos29. adquirir gloria, ya que sc esforzó incluso
por instruir a los que todavía no tenían
No he fecundado solamente a los genti- conocimiento alguno... Dice todo esto
les que estaban junto al camino en línea para demostrar que la vanagloria era algo
recta, sino que hice un rodeo en círcu- ajeno a él, y para enseñarles que no se
lo y llené de enseñanza las provincias dedicó a escribirles por deseo de gloria y
orientales, tanto las del Ponto como las de que le estimaran, sino para cumplir su
de Asia y Tracia. Esto da a entender ministerio, perfeccionar su servicio sa-
«por todas partes». T e o d o r e t o d e C 1 - cerdotal y amar su salvación. J u a n C ri-
ro , Interpretación de la Carta a los sóstomo , Homilías sobre la Carta a los
Romanos1'2. Romanos, 29, 334.
D e s p e d id o e n m i v ia je . Seguidamente, a
יPG 60, 657. 1 Cf. 1 Co 3, 10. 5 PL Supp. 1, 1177.
fin de que esto no les envaneciera, obser- '׳CER 5, 222-224. 7 PG 33, 997: CJC 282. 8 PG
va cómo les contiene con las palabras 60,657. יPL Supp. 1, 1177. 10 CSEL 81, 471.
496 ROMANOS 15, 2 3 -3 3
salén». En apariencia señala la causa del hechos partícipes de las cosas espiritua-
retraso, pero con ello consigue algo más, les de los santos que viven en Jerusalén,
esto es, estimularles a ejercitar la limosna puesto que también les han ayudado
y hacerles más diligentes. J uan C risósto- materialmente, sino que de la misma ma-
m o , Homilías sobre la Carta a los Roma- ñera los romanos son deudores por igual
nos, 30, 1". condición. O r íg e n es , Comentarios sobre
la Carta a los Romanos, 10, 1415.
M e v o y a J e r u s a l é n . Había santos en
Jerusalén que, habiendo separado sus Pensaron que esto sería útil para ellos, si
posesiones y habiéndolas puesto a los costeaban una colecta a favor de los san-
pies de los apóstoles12, se dedicaban a la tos. «A favor de los pobres de entre los
oración, a la lectura [de los libros santos] santos de Jerusalén». Pues quisieron que
y a la enseñanza. Por este pasaje se hubiera pobres para la edificación de los
puede ver, cómo eran ellos, pues Pablo santos. P f.i .a g io , Comentario a la Carta
en persona se dirigió hacia ellos para a los Romanos '6.
atenderlos, y les expuso el deseo de que
la ofrenda [que les llevaba] fuera recibida A Cuando los
c o r d a o s d e i .o s p o b r e s .
por ellos, es decir, que se dignaran acep- excelentes Bernabé y Pablo llegan a estos
tarla, haciéndoles ver que esto era útil no acuerdos con los bienaventurados após-
tanto a los que lo recibían, cuanto a los toles, me refiero a Pedro, Santiago y
que lo daban13. P e l a g i o , Comentario a Juan, asumieron la instrucción de los
la Carta a los Romanos H. gentiles y prometieron impulsar a los
fieles gentiles a atender a las necesidades
15, 26 Hacer una colecta en favor de de los fieles de Judea. Y esto lo enseña
los pobres Pablo claramente en la Carta a los Gala-
tas\ «Pedro, Santiago y Juan -dice- que
C0I.ECTA S PARA LOS POBRES DE J e r USA- eran considerados como columnas, nos
lén. Cuando afirma: «Pues Macedonia y tendieron la mano a mí y a Bernabé en
Acaya han tenido a bien hacer una colee- señal de comunión: ellos se dirigirían a
ta en favor de los pobres de entre los los circuncisos y nosotros a los gentiles,
santos», con sutileza y pudor, mientras sólo que nosotros debíamos acordarnos
alaba a los corintios, exhorta a los roma- de los pobres, cosa que me he apresura-
nos. Invita más fácilmente a los espíritus do a hacer»17. Trono r e t o de C iro, Inter-
piadosos a hacer el bien mejor con ejem- pretación de la Carta a los Romanos™.
píos que con palabras. Pero, puesto que
añadió: «Les pareció bien, ya que son 15, 27 Si los gentiles participaron de
deudores de ellos», ;qué desea hacer sen- sus bienes espirituales...
tir a los romanos sino que, al ser los de
Macedonia y Acaya deudores de los po- A y u d a e n i .o s b i e n e s m a t e r i a l e s . De
bres de entre los santos que viven en Je- esta manera los creyentes judíos alabarán
rusalén, por eso mismo, porque también
los romanos tienen la misma e idéntica fe
de Cristo, tienen que darse cuenta que ״PG 60, 661. 12 Cf. Hch 4, 34-35. ״Cf. Hch 20,
también ellos mismos son deudores? Y 35. 14 PL Supp. I, 1177. 15 CER 5, 228-230. 16 PL
no sólo los de Macedonia y Acava son Supp. 1,1177. 17 Ga 2, 9-10. IKPG 82, 216.
rom anos 15, 2 3 -3 3 497
aventaja el alum no, tanto más el maestro para él, sino para sí mismos, esto es, para
se siente estim ulado a enseñar. P elagio, que pudieran ser confirmados con su en-
Comentario a la Carta a los Romanos2s. señanza32. En verdad, el amor espiritual
hace que supliquemos unos por otros.
15, 30 Rogando a Dios por mí P ei.agio, Comentario a la Carta a los
Romanos33.
L u ch ad conm ig o en vuestras o r a -
ciones . Ahora pide que le ayuden en sus 15, 31 Para que sea liberado de los
oraciones, para que se libre de las manos incrédulos
de los judíos no creyentes: no porque él
lo merezca menos, sino que sigue cl U na gr a n lucha por delante . Cierta-
orden, de modo que en la Iglesia se rece mente, le esperaba una gran contienda.
por su pastor. Porque muchos pequeños, Por eso es por lo que implora sus ora-
cuando se juntan unánimes para rezar, ciones. J uan C risOsiomo , Homilías sobre
son muy grandes: y es imposible que la Carta a los Romanos, 30, 234.
no sean escuchadas las oraciones de
muchos29. Por lo tanto, si ellos están P ara que sea librado de los paganos .
deseosos de ver al Apóstol, recen más O bien, para que todos crean, o bien, para
intensamente, para que lo puedan reci- no caer en manos de infieles, mientras me
bir liberado con el gozo de la caridad. dedico al serv icio de los fieles, y así no
A m b r o s i a s t e r , Comentario a la Carta a pueda llegar hasta vosotros. P elagio, Co-
los Romanos mentario a la Carta a los Romanos35.
C uando m uchos o r a n . Pablo pide que P ara que pueda descansar c o n voso -
toda la Iglesia haga oraciones con insis- tros . Observa cómo manifiesta una vez
tencia por él, porque sabe que las oracio-
nes de muchos hechas en común, tienen
gran poder. Pues, después que Santiago
PL Supp. I, 117S. ’'־Cl. 2 C ro 7, 14; M t 18, 19.
murió, Pedro es liberado de la cárcel por 5 ־־CSEL 81, 475. ” PG 60, 662. ;גCf. Hch 12, 2-
las oraciones de los hermanos, quienes 10. 33 PL Supp. 1, 1178. * PG 60, 663. 35 PL
de esta forma sacaron beneficio no tanto Supp. 1, 1178. ' ־׳CSEL 81, 475.
ROMANOS 15, 23-33 499
más modestia. No dijo: para enseñaros e que sean el upo de personas, con quienes
instruiros, sino «para ser consolado jun- vive el Señor Jesucristo, que les dio la
t a m e n t e con vosotros». J u a n C r isó sto - prueba de la verdad, rota toda discordia
m o , Homilías sobre la Carta a los Roma- del error humano, para que permanezcan
nos, 30, 237. en la verdad, llenos de paz. A mbrosiastkr ,
Comentario a la Carta a los Romanos*2.
P ara q u e pueda llegar c o n g o z o .
si los de Jerusalén aceptan mi ofrenda, y la paz solo habita en los pacíficos. Her-
exento de preocupaciones expondré la mosamente termina Pablo con el saludo
Palabra de Dios más ampliamente, pues de la paz, una vez que judíos y gentiles
la aflicción interior dificulta sobremane- han sido llamados por él a la concordia.
ra en orden a la enseñanza. P e l a g io , Co- P e l a g io , Comentario a la Carta a los
mentario a la Carta a los Romanos*1*. Romanos*1.
L os Padres dieron
P r e s e n t a c ió n : forma habitual de saludo en el siglo IV, y
mucha importancia a Febe y a otras mu- evidentemente causaba cierta turbación
jcres mencionadas en Romanos 16, por- entre los Padres. Sin embargo, estaban
que sus nombres demostraban que había muy seguros de que el propósito del ós-
mujeres en el ministerio durante la pri- culo era espiritual y previnieron a los
mera generación. Hacia el siglo IV esto cristianos de tomarse libertades bajo el
empieza a resultar más extraño, aunque pretexto de obedecer las instrucciones
persistió durante más tiempo en lugares del Apóstol.
de oriente que en occidente. Priscila v
Aquila eran personajes muy conocidos N 0 PASÉIS APRESURADAMENTE POR ESTA
en el Nuevo Testamento y viejos compa- p e p it a d e o r o . Pienso que muchos, in-
ñeros de Pablo. Había y sigue habiendo cluso aquéllos que parecen tratar muy
desacuerdo acerca del nombre de Junia o en serio las cosas, pasan de largo esta
Junias. La mayoría de los Padres lo con- parte de la carta, ya que la juzgan su-
sideraron como nombre de varón, pero perflua y sin importancia. Opino que
Crisóstomo creía que se refería a una actúan igual con la genealogía que apa-
mujer tan profundamente respetada que rece en el Evangelio, ya que, como es
incluso fue contada entre los apóstoles, un catálogo de nombres, creen que no
aunque no por supuesto como uno de aporta nada de provecho. Los hijos de
los doce. La identidad exacta de la ma- los orfebres cuidan con esmero incluso
yoría de los nombres de esta lista era tan las pepitas de oro más pequeñas, éstos,
insegura para los Padres, como lo sigue en cambio, pasan de largo ante tamaños
siendo para nosotros. ¡Es obvio que lingotes de oro. J uan C r is ó s t o m o , Ho-
ellos se pasaban especulando la mayor milías sobre la Carta a los Romanos,
parte del tiempo! El comentario de san 31, l 1.
Juan Crisóstomo acerca del último capí-
tulo de Romanos resulta sumamente sig-
nificativo. El ósculo sagrado no era ya la ' PG 60, 667.
ROMANOS 16, 1-16 501
mas la honra. Pensó en ella antes q u e en 16, 2 También ella asistió a muchos
todos los demás, y la llamó hermana. No
es algo sin importancia, sin duda, ser lia- L a b o r i o s i d a d d e F e b e . Exhorta esto
mada h e r m a n a d e Pablo. J ijan C risó sto - para que quienes se dedican a las buenas
mo, Homilías sobre la Carta a los Roma- obras en las iglesias sean recibidos por
nos, 30, 23. los hermanos y les honren en lo que
fuere necesario o les den el honor por sus
N in g u n a d is c r im in a c ió n e n t r e v a r ó n tareas materiales. O rígenes, Comentarios
y m u jer . Aquí enseña Pablo, cuando en- sobre la Carta a los Romanos, 10, 17*.
vía una carta a los romanos p o r medio
de una mujer y en la misma carta envía P ara q u e i .a r e c i b á is . Recomienda a
saludos a otras mujeres, que no debe Febe, como a la hermana común, es
haber a c e p c ió n o elección d e p e r s o n a , decir, que llegó a la fe desde la ley: para
h o m b r e o m u je r . Céncreas, p o r l o d e - recomendarla merecidamente, dice que
m á s , es p u e r t o d e Corinto. P s.- C ons - es diaconisa de la Iglesia de Céncreas, y
t a n g i ó , Comentario sobre la Carta a que ayudó a muchos; con todo mereci-
los Romanos, 1404. miento debe ser ayudada en su peregri-
nación. Da como testimonio, para ani-
e n e l O r i e n t e . Pablo, co-
S e r v id o r a s marlos a que la reciban sin ninguna
mo si ya hubiera concluido el contenido duda, y a que le ayuden a él en su nece-
de la carta, añade esto al pie, según eos- sidad, si llega a ellos, que ella le asistió
tumbre, como recomendación y como
saludo.
«Diaconisa de la Iglesia de Céncre- ’־CER 5, 242-244. 3 PG 60, 663. 4 ENPK 2, 91.
as». Como todavía hoy las mujeres dia- 3 Cf. Hch 18, 1-3.24-26. '׳PL Supp. 1, 1178. 7 PG
conisas que están en lugares orientales 82,217.220. 8 CER 5, 244.
502 ROMANOS 16, 1-16
también a él; pues cuanto más excelente verdadera fe. Finalmente, Apolo, aunque
parece una persona ante los demás, tanto fuera un experto en las Escrituras, sin
más manifiesto es que se le debe d a r los embargo fue diligentemente instruido
cuidados debidos p o r c a r i d a d . A m b r o - por ellos en el camino del Señor: por eso
SIASTER, Comentario a la Carta a los Ro- los llama colaboradores suyos, pero en
manos9. Cristo Jesús. A m brosiaster , Comentario
a la Carta a los Romanos1*.
Su s a n t i d a d . Tiene dos m o t i v o s para
que vosotros la tratéis con deferencia: T e s t i m o n i o df . L u c a s . Lucas también
Los v a r o n e s s o n h u m il l a d o s p o r m u -
Pero ¿cómo? De
je r e s c o m o éstas .
29 PL Supp. 1, 1179. Cf. Hch 18, 24-28. ״PG
nuevo una mujer es coronada y procla- 82, 220. 32 CER 5, 248. 33 1 Tm 2, 12. 34 Cf. Hch
mada y, una vez más, nosotros los hom 18, 26. 35 PG 60, 668-669. * PG 82, 220.
ROMANOS 16, 1-16 505
así fuera y lo entiendo... Pero lo que Luego dice que son ilustres no entre los
me llama la atención es lo que se dice: discípulos, sino entre los maestros, y
«Compañeros de cautividad». ¿Cuándo tampoco entre los maestros corrientes,
había tenido lugar la cautividad de Pa- sino entre los apóstoles. Los alaba ade-
blo, en la que también se manifiesta más por el tiempo que hacía que eran
que estuvieron cautivos Andrónico y creyentes. T eodoreto d e C iro, Interpre-
Junia, a no ser que, con sentido más pro- tación de la Carta a los Romanos41.
fundo, contemplemos dicha cautividad
como aquella de la que Cristo vino a li- 16, 8 Amadísimo mío en el Señor
berar, de aquella de la que está escrito
que vino para dar la remisión de los cau- Q u e r id o f.n e i . S e ñ o r . Pablo lo saluda
tivos, la vista de los ciegos? O rígenes, como amigo, pero amigo en el Señor; por-
Comentarios sobre la Carta a los Roma- que no había compartido el trabajo de
nos, 10, 2137. Pablo o su encarcelamiento. A m b r o s i a s t e r ,
Comentario a la Carta a los Romanos42.
d e P a b l o . Estaban los pa-
P a r ie n t e s
rientes de Pablo en carne y en espíritu, S a l u d a d a A m pi . ia t o . Si gozar del amor
como el ángel le dijo a María: «Mira, del rey es algo grande, ser amado por
también Isabel, tu pariente»3“. A mbro - Pablo ¿ q u é alabanza no merece? Si [Am-
siasti r , Comentario a la Carta a los pliato] no hubiera poseído una gran vir-
Romanos3s. tud, no lo habría atraído a s u amor. J uan
C risóstomo , Homilías sobre la Carta a
U n a m u je r d ig n a d e ser lla m a d a d is - los Romanos, 31, 243.
Ser uno de los prisioneros com-
c ip u l a .
pañeros de Pablo era el más grande de Y no es éste pequeño elogio: lo llamó
los honores y una gran proclamación... amado en el Señor. Esto indica sus méri-
Ser apóstoles era algo muy importante, tos. T eodoreto de C iro , Interpretación
pero piensa que encomio sería ser de los de la Carta a los Romanos44.
destacados entre ellos: sobresalían por
sus obras y por sus acciones rectas. Mas 16, 9 Nuestro colaborador en Cristo
¡cuán grande fue la sabiduría de esta
mujer [Junia] que fue juzgada digna del Mi a m a d ísim o E sta q u is . Es una alaban-
título de los apóstoles! Y no se detiene za mayor ya que en ésta se sobreentiende
en este punto, sino que junto a ésta, aquélla. «Y a Estaquis, mi amado». De
añade otra alabanza cuando dice: «Y fue- nuevo corona también a ésto con las mis-
ron antes que yo en Cristo». J uan C ri- mas palabras. J uan C risóstomo , Homilías
sóstomo , Homilías sobre la Carta a los sobre la Carta a los Romanos, 31, 245.
Romanos, 31, 2 4־.
S a l u d a d a U r b a n o . Elogió a Urbano
V iv ía n e n C Son
r is t o a n t e s q u e y o . con mayores alabanzas. Lo llamó cola
muchos encomios al mismo tiempo. En
primer lugar por ser compañeros del di-
vino Pablo en los peligros. Efectivamen- 57 CER 5, 248-250. 38 Le 1, 36. 39 CSEL 81, 481.
te, los llamó compañeros de prisión por- 43 PG 60, 669-670. 41 PG 82, 220. 42 CSEL 81,
que sufrieron con él los tormentos. 481. 43 PG 60, 670. 44 PG 82, 221. 45 PG 60, 670.
506 ROMANOS 16, 1-16
16, 12 Que trabajan en el Señor 16,14 A los hermanos que están con
ellos
Saludad a la am adísim a P é r sid e , q u e
tr a b a jó m u c h o e n el S e ñ o r . Pérside S a l u d a d a H e r m a s . Pienso que este
parece ser más honrada que los otros dos; Hermas es el escritor de aquel libro titu-
porque ha trabajado mucho en el Señor. lado «Pastor», que me parece un escrito
Este trabajo estaba en exhortar y servir a muy útil y pienso que está divinamente
los santos por Cristo, cuando están en inspirado. Por qué [Pablo] no alaba este
prisión y en necesidad, porque habían libro, pienso que no es otra la causa sino
huido de sus hogares y estaban perseguí- porque, según parece y el mismo libro
dos por los incrédulos. A mbrosiaster, C o- manifiesta, se convirtió a la penitencia
mentario a la Carta a los R om anos 54. después de muchos pecados; por eso, no
escribió ningún oprobio, porque había
S a l u d a d a i .o s t r a b a j a d o r e s e n e i. enseñado a no apresurar al hombre que
S e ñ o r . De nuevo la alabanza por los acaba de arrepentirse del pecado, ni ala-
trabajos. «Trabajo» significa o bien hos- bario porque aún no había sido puesto
pitalidad o bien ayuno o bien algún otro bajo el á n g el de la penitencia. O rígenes,
tipo de virtud. T e o d o r e t o de C iro, In- Comentarios sobre la Carta a los Roma-
terpretación de la Carta a los Romanos55. nos, 10, 3159.
Comentarios sobre la Carta a los Roma- llama a eso el beso santo... ¿Acaso no
nos, 10, 32 62. escribió estas cosas Pablo, colocado en
una sola iglesia? ¿Cómo es verdad que
T odos los santos . Se entiende que pueda al mismo tiempo enviar saludos
todos ellos estaban muy unidos, y a de todas las iglesias para la iglesia de
todos los saluda al mismo tiempo, ya Roma? Pero, en lugar de eso debemos
que conoce los méritos de los que esta- entender o que uno era el Espíritu que
ban con ellos. A mbrosiaster, Comentario había en Pablo y en todas las iglesias de
a la Carta a los Romanos63. Cristo o que les salude por estar unidos
gracias a la fe y al Espíritu. O r í g e n e s ,
A migos r ic o s en i .a g r a c ia . Con su Comentarios sobre la Carta a los Roma-
ejemplo Pablo nos enseña cuáles han de nos, 10, 3367.
ser los amigos, a quienes tenemos que
saludar en nuestras cartas, a saber, no a T o das las iglesias de C risto o s salu -
los ricos de este mundo, ricos en recur- dan. A to d o s, a los que escribe y nom-
sos, encumbrados por los honores, sino bra, les m anda que se saluden mutua-
a los ricos por la gracia y por la fe. P ela- mente con el beso santo, es decir, en la
gio , Comentario a la Carta a los Roma- paz de Cristo, no con el deseo de la
nosM. carne, sino en el Espíritu Santo; de modo
que los besos sean piadosos, no carnales.
16, 16 E l beso santo «Todas las iglesias de Cristo os salu-
dan». Con ello se entiende que habla de
Ó Si hemos
sculo sa n to , n o im pu r o . una iglesia, que no es de Cristo. De ahí
sido llamados al reino de Dios, vivamos que también David llame a la iglesia de
de una forma digna de este reino, aman- los maquinadores, conspiración inicua68.
do a Dios y al prójimo. La caridad no A mbrosiaster, Comentario a la Carta a
consiste en el beso, sino en la benevolen- los Romanos66.
cia. Pero algunos no hacen sino atronar
las iglesias con sus besos, sin tener el Ó scu lo c o m o sím bolo de ig u a ld a d
amor dentro de sí mismos. El uso inmo- a nte Dios. A través de este saludo de
derado del beso, que debería ser místico paz expulsa todo pensamiento que pu-
-«santo», lo llamó el Apóstol- ha susci- diera turbarles y cl pretexto para la mez-
tado vergonzosas sospechas y calumnias. quindad de ánimo, a fin de que el grande
C lemente de A lejandría, El Pedagogo, 3, no desprecie al más pequeño, y el peque-
81, 2- 365. ño no mire con envidia al más grande.
Que también el orgullo y la envidia sean
O r a c ió n y beso . ¿Qué oración es per- desterrados, ya que este ósculo lo suavi-
fecta si se separa del beso santo? T e r t u - za todo e iguala a todos. Por este moti-
u a n o , La oración, 18, 366. vo les exhorta a que se saluden de esta
forma, y además éste es el saludo que les
H ablar de parte de to d a s las ig i .e -
sias .Por esta y otras expresiones seme-
jantes, era tradición en las iglesias que “ CER 5, 258. ״CSEL 81, 487. 64 PL Supp. 1,
después de las oraciones los hermanos 1179. FuP 5, 631. ’ ״CCL 1, 267. 1,7 CER 5,
se saludaran con un beso. El Apóstol 258. י■׳Cf. Sal 26, 5. <' ״CSEL 81, 487.
ROMANOS 16, 1-16 509
envía de to d a s las Iglesias. J uan C risós- anuncia la paz, para demostrar que está
tom o, Homilías sobre la Carta a los Ro- en paz con todos, el que va a participar
manos, 31, 37נ. del cuerpo de Cristo72. P elagio , Comen-
tario a la Carta a los Romanos71.
B f.s o d e J u d a s y ó s c u l o d e i .a p a z . N o
con un beso hipócrita y engañoso, como
aquél con el que Judas entregó al Salva- 70 PG 60, 671. 71 Cf. Mt 26, 49; Me 14, 45. 72 Cf. 1
dor71. Por eso, en la Iglesia primero se Co 10, 16. 73 PL Supp. 1, 1179.
17Os ruego, hermanos, que tengáis cuidado con los que producen discordia
y escándalos contra la doctrina que aprendisteis. Alejaos de ellos, 18pues ésos no
sirven a Cristo, nuestro Señor, sino a su propio vientre, y m ediante palabras
dulces y aduladoras seducen los corazones de los ingenuos.
19Vuestra obediencia ha llegado al conocimiento de todos; p o r eso m e alegro
por vosotros, pero quisiera que fuerais sabios para el bien y sencillos, en cambio,
para el mal. 20El Dios de la p a z aplastará rápidamente a Satanás bajo vuestros
pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vosotros.
21Os saluda Timoteo, m i colaborador, y Lucio y Jasón y Sosípatro, mis pa-
rientes. 22Os saludo yo, Tercio, que he escrito esta carta en el Señor. 2iOs saluda
Gayo, que nos hospeda a m í y a toda la iglesia. Os saluda Erasto, el tesorero de
la ciudad, y Cuarto, nuestro hermano. (24)
25A l que tiene el poder de confirmaros según m i evangelio y la predicación
de Jesucristo, según la revelación del misterio oculto por los siglos eternos,26pero
ahora manifestado a través de las Escrituras proféticas conforme al designio del
Dios eterno, dado a conocer a todas las gentes para la obediencia de la fe , 27a
Dios, el único sabio, a E lla gloria por medio de Jesucristo por los siglos de los si-
glos. Am én.
intrigantes debían
P r e s e n t a c ió n : L os sabios para lo bueno e ingenuos para lo
ser evitados en la Iglesia. Los Padres malo. Los Padres intentaron en la medí-
describieron quienes eran y dieron por da de lo posible identificar a los compa-
buenas las normas de conducta que para ñeros y parientes de Pablo. Ellos fueron
con ellos nos aconseja el Apóstol. Estos alabados por su obediencia y animados
tales encubren cl veneno con capa de en medio de sus adversidades. La men-
miel. Los creyentes están llamados a ser ción de Gayo y Erasto relaciona esta
510 ROMANOS 16, 1 7 -27
carta con Corinto donde probablemente Sobre lo que dice: «os ruego, hermanos,
Pablo estaba residiendo cuando la escri- que os prevengáis de aquellos que provo-
bió. Esta es al menos, la conclusión a la can disensiones y escándalos en contra de
que tanto los Padres como la mayoría de la doctrina que aprendisteis», se entiende
los comentaristas modernos han llegado. que habla de aquellos de quienes, escri-
Rm 16, 24 se halla en algunos manuscri- biendo a Timoteo, dice: «te rogué, cuando
tos como conclusión. Los últimos versí- marchaba a Macedonia, que permanecie-
culos de la Carta a los Romanos apare- ses en Éfcso, para que intimases a algunos
cen al final de Rm 14. Juan Crisóstomo que no enseñasen otra doctrina distinta de
y Teodoreto de Ciro reflejan esto en sus la nuestra ni se dedicasen a fábulas y ge-
comentarios. La carta concluye con una ncalogías interminables, las cuales más
bendición espiritual donde se garantiza a bien acarrean disputas que la edificación
los creyentes que cl evangelio de Pablo de Dios, la cual se basa en la fe»3. Y asi-
se basa en la predicación de Jesucristo. mismo a Tito: «hay muchos insubordina-
dos, charlatanes, embaucadores, mayor-
16, 17 Os ruego que tengáis cuidado mente de los que vienen de la circunci-
con los que producen discordia sión, a quienes conviene rebatir, los cuales
trastornan casas enteras, enseñando lo que
E v it a n d o a l o s m a e s t r o s j u d a íz a n - no es menester por amor de la sórdida ga-
tes. Ahora Pablo menciona a los falsos nancia»4. De éstos dijo un cierto vate con-
apóstoles, de los que advierte en toda ciudadano suyo: «Los cretenses, siempre
la carta, que han de estar prevenidos, embusteros, malas bestias, vientres pere-
como hace también aquí: pero ataca su zosos». A esto sc refiere lo que asimismo
enseñanza sin bajar a más detalles. Pues dijo aquí: Estos no sirven a Cristo, sino a
estos forzaban a los creyentes a judaizar su propio vientre; sobre los cuales igual-
de modo que vaciaban los beneficios de mente dice en otro lugar: «Cuyo dios es
Dios en torno a ellos, como más arriba su vientre»5. A gustín, Exposición sobre la
he comentado; pues, recopilando largas Carta a los Romanos, 846.
genealogías, preparaban sus doctrinas
para apoyar sus enseñanzas, y hacer Con estas palabras Pablo alude a los
caer a los sencillos de corazón. A mbro- malvados defensores de la ley, de cuya
Comentario a la Carta a los
si áster, enseñanza recomienda huir, alabando la
Romanos1. doctrina del jefe de los apóstoles. Tro-
do reto dt C iro , Interpretación de la
nuos con un lenguaje seductor y dulce, sagaces en lo suyo que los hijos de la
ocultando con el nombre de Cristo, co- luz»14. O rígenes, Comentarios sobre la
mo con miel, los dardos envenenados Carta a los Romanos, 10, 3615.
de las doctrinas impías. C i r i l o d f . J f r u -
s a l e n , Las catcquesis, 4 , 2 8. C El Apóstol dice
o r a z o n e s in o c e n t e s .
que se alegra «de los corazones inocen-
P alabras l is o n je r a s . La adulación tes» y sugiere cl significado del término
siempre es insidiosa, engañosa y blanda, «párvulos». C i .f.mentf. df. A lejandría , El
y el adulador es definido hermosamente Pedagogo, 1, 19, 5lb.
entre los filósofos como cariñoso enemi-
go. La verdad es amarga, de frente rugosa Sf.d sa b io s pa r a l o b u e n o . Ingenioso
y triste, y ofende a los réprobos. J e r ó m - para el bien es aquel que hace el bien; en
m o , Diálogo contra los pelagianos, 1, 2 7 '1. cambio, son inocentes para el mal, los
que lo ignoran, es decir, desconocen la
«Su dios es el vientre» 10. Me parece que malicia. A mbrosiaster, Comentario a la
en este lugar sc refiere a los judíos a Carta a los Romanos'7.
quienes acostumbra a tachar de glotones.
Y dijo bien «palabras engañosas». Efecti- V u estr a o b e d ie n c ia es c o n o c id a p o r
vamente, el cuidado alcanza a las pala- todos. Si obedecisteis a aquellos a quie-
bras, mas no al pensamiento que, por el nes no debisteis, ¡cuánto más debéis obe-
contrario, está lleno de engaño. No dijo, decernos a nosotros! Pues ellos vinieron
os engañan a vosotros, sino «a los cora- a vosotros porque sabían que vosotros, a
zones de los inocentes». J uan C risósto- causa de una obediencia no recelosa, no
m o , Homilías sobre la Carta a los Roma- podíais ser seducidos fácilmente. «Me
nos, 3 2 , 1 " . alegro de vosotros»... Me alegro, pues,
con vosotros, porque la obediencia es
Habla Pablo de aquellos que habían ve- buena, pero sólo si es racional, y por eso
nido en ese tiempo del círculo de los cir- quiero que seáis sabios en el bien, para
cuncidados destruyendo los ayunos y la que ignorando cl mal, pongáis al cnemi-
abstinencia, y que propagaban por causa go bajo los pies de la inocencia. P elagio ,
del estómago las creencias en la luna Comentario a la Carta a los Romanos'*.
nueva, los sábados y las demás fiestas,
disintiendo de la doctrina de los aposto- 16, 20 El Dios de la paz aplastará
les y presentando tropiezos a los herma- rápidamente a Satanás
nos. P 1 lacio, Comentario a la Carta a
los Romanos11. P ronto D io s p is o t e a r á a S a ta n á s
Me parece a mí que
b a jo v u e s t r o s pies .
16, 19 Sabios para el bien y sencillos aquí «Satanás» se refiere a todo espíritu
que se opone a Dios. En efecto, «Sata-
S ed Esto es
s e n c il l o s pa r a el m a l .
igual que lo que ha escrito a los corin-
tios, cuando dice: «Sed niños en la ma-
8 PG 33, 456: CJC 73. ׳־CCI. 80, 35. 10 Flp 3, 19.
licia, pero perfectos en cl uso de la " PG 60, 676. ' ־PL Supp. 1, 1180. 14 1 Co 14, 20.
razón»13. Y también a los que el Señor 14 Le 16, 8. ' יCER 5, 264. 16 FuP 5, 115. 17 CSEL
dijo: «Los hijos de este mundo son más 81,489-491. 18 PL Supp. 1, 1180.
512 ROMANOS 16, 17-27
nás» en nuestra lengua significa «adver- go con todos nuestros miembros libres
sario»... y liberados. P elagio , Comentario a la
Pero a esos, a los que el Apóstol en- Carta a los Romanos22.
seña, si se comportan así y manifiestan
que son como los que ha descrito en su La g r a c ia d e n u e s t r o S eñor esté
predicación, les promete que Satanás será Después de enseñar al
c o n vo so tro s.
aplastado bajo los pies del Dios de la enemigo Pablo mostró al aliado. Porque
paz, de manera que ese mismo Dios de quienes gozan de la gracia divina son in-
la paz suscitará a Satanás en aquel que vencibles. T eodoreto de C iro , Interpre-
no guarde su paz con corazón puro y tación de la Carta a los RomanosZi.
conciencia limpia; es decir, suscitará al
adversario, para que, quien desprecie el 16, 21 Os saluda Timoteo, mi
bien de la paz, sufra los pinchazos amar- colaborador
gos de las adversidades, y así hasta que
recuerde la dulzura de la paz que recha- m i c o l a b o r a d o r . De Timoteo
T im o t e o ,
zó. Por tanto, somos edificados por dos se habla claramente en los Hechos de los
aspectos de la divina Escritura; porque sc Apóstoles, que era de la ciudad de Derbe,
dice que Dios suscita a Satanás contra hijo de una viuda creyente y de un padre
los perezosos o porque los contiene y pagano24; el mismo Pablo le menciona,
domina para los esforzados, pues a los porque le rogó que permaneciera con él
que luchan les concede la palma de la en Efeso, para que denunciara a los que
victoria, una vez vencido el enemigo, y enseñaban otras cosas y no hicieran caso
les da los premios del poder. O rígenes, a fábulas y mitos interminables25.
Comentarios sobre la Carta a los Roma- En cambio, algunos piensan que Lu-
nos, 10, 3719. ció es el mismo Lucas, el evangelista,
porque unas veces los nombres se men-
Pablo se refiere a su llegada a Roma, por- cionan conforme a la patria y otras con-
que cuando él llegue aplastará al diablo, forme a la lengua griega y romana.
porque recibirán la gracia espiritual a la Jasón es el mismo del que se habla
que Satanás verá con malos ojos, porque en los Hechos de los Apóstoles, cuando
quiere que los hombres permanezcan en en la sedición en Tesalónica se entregó él
el error, de modo que no se entiendan, mismo a la multitud sublevada en lugar
aunque sea una la fe. «La gracia de núes- de Pablo y de Silas, para que los aposto-
tro Señor Jesucristo sea con vosotros». les quedaran en libertad26. También Sosí-
Ya desea que esté con ellos la gracia que patro, citado junto a los otros, sospecho
les promete cuando él llegue; pues si me- que es el mismo que se menciona en los
recen recibirla, entonces en la esperanza Hechos de los Apóstoles: «Sópatros, hijo
ya está con ellos. A mbrosiaster, Comen- de Pirro, de Berea»27. Pero quien consi-
tario a la Carta a los Romanos2z. dere las cartas de Pablo como si Cristo
Homilías sobre la
J uan C risóstomo , sobre toda potencia enemiga»46, esto es,
Carta a los Romanos, 32, 239. para que no prevalezca sobre nosotros, y
para que podamos andar sobre el enemi-
El mayor motivo de elogio es precisa- go con todos nuestros miembros libres y
mente haber abierto la casa a los alimen- liberados. P keagio, Comentario a la
tadores de la fe y, junto a todos los de- Carta a los Romanos*7.
más, al propio maestro que cuida del
orbe. Porque Pablo llama anfitrión al R o d e a d o p o r i o s m u r o s d e i .a g r a -
que acoge a huéspedes. Que Gayo era de De nuevo Pablo les hizo partícipes
c ía .
Corinto nos lo enseñó el divino Após- de la bendición espiritual y los rodeó
tol en su Carta a los Corintios: «Doy con la gracia del Señor cual un muro im-
gracias a Dios por no haber bautizado a penetrable. Esto lo hizo en el proemio
ninguno de vosotros fuera de Crispo y de la carta y además lo colocó al final.
Gayo»40. «Os saluda Erasto, cuestor de Participemos también nosotros de esta
la ciudad, y Cuarto, nuestro hermano»... gracia para hacernos más fuertes ante la
Lo menciona también en la Carta a Ti- tentación, para encontrar, por ella ilumi-
moteo·, dice así: «Erasto se quedó en Co- nados, el camino recto sin extravíos y,
rinto; a Trófimo lo dejé enfermo en Mi- seguidores de las huellas apostólicas, ser
leto»41. T eodoreto de C iro , Interpreta- considerados dignos de ver al maestro a
ción de la Carta a los Romanos*2. fin de gozar, por medio de la intercesión
de éste, del favor del Señor, y para obte-
16, 24 Gracia a todos ner los bienes prometidos, por la gracia
y la bondad de nuestro Señor Jesucristo,
L a g r a c ia a l f in a l . En la conclusión con el Padre, junto al Espíritu Santo,
de su carta Pablo pone a Cristo, por gloria y grandeza ahora y siempre y por
quien hemos sido hechos, y de nuevo re- los siglos de los siglos. Amén. T eodork -
novados con su gracia; para que quede to df C iro , Interpretación de la Carta a
grabado en nuestras mentes; porque si los Romanos**.
tenemos en la memoria sus beneficios,
siempre nos guardará, como él mismo S o b r e si este pa sa je fu e o m it id o p o r
dijo: «Y he aquí que yo estoy con vo- M a r c ió n . Marción, por quien fueron
sotros todos los días hasta el fin del interpolados los escritos evangélicos y
mundo»43. A mbrosiaster, Comentario los apostólicos, no sólo omitió este pasa-
a la Carta a los Romanos**. je, sino también lo que está escrito en
otro lugar: «Todo lo que no proviene de
¿Ves dónde es preciso empezar y dónde la fe es pecado» y todo el resto hasta el
acabarlo todo?... Esto es lo que ante final. En otros manuscritos, es decir, en
todo caracteriza a un maestro magnáni- aquellos que no fueron revisados por
mo: ayudar a sus discípulos, no sólo con Marción, encontramos esta misma expre-
palabras, sino también c o n oración. J uan
C risóstomo , Homilías sobre la Carta a
los Romanos, 32, 245.
' ׳־PG 60, 676.677-678. 40 1 Co 1, 14. 41 2 Tm 4,
20. 4- PG 82, 225. 43 Mt 28, 20. 44 CSEI. 81, 493.
Así pues, el Señor «nos dio el poder de 43 PG 60, 678. 4 '׳Le 10, 19. 43 PL Supp. 1, 1180.
pisar sobre serpientes y escorpiones y ״PG 82, 225.
ROMANOS 16, 1 7 -27 515
sión en distintos lugares. En todos los que todavía no estaban firmemente ase-
códices, después de ese pasaje que hemos gurados, sino que, ora estaban en pie,
mencionado antes, o sea, «todo lo que ora se tambaleaban. A continuación, con
no proviene de la fe es pecado», se añade el fin de hacer creíbles sus palabras, aña-
a continuación: «Pero el que es poderoso dio «y la predicación de Jesucristo», es
os confirmará». Otros códices lo ponen decir, que El mismo predicó. Mas, si El
al final. O rígenes, Comentarios sobre la mismo predicó, los dogmas no son núes-
Carta a los Romanos, 1 0 , 4 3 49. tros, sino que las leyes son de Él... Esto,
hacernos partícipes de los misterios, v a
16, 25 La revelación del misterio ninguno antes que a nosotros, es, sin
oculto por los siglos duda, una señal grandísima de amistad.
J u a n C r is ó s t o m o , Homilías sobre la
R e v e l a c ió n d e l m is t e r io . Me parece Carta a los Romanos, 2 7 , l ’3.
que Pablo indica dos maneras de robus-
tecerse quienes son confirmados en la fe D ios p u e d e f o r t a i .ecf .r n o s . «A aquel
del Evangelio: una mediante la predica- que puede consolidarnos». Con signos y
ción de Pablo, que es la misma que la de con doctrina. «Conforme al Evangelio
Cristo; otra manera es mediante la reve- mío y a la predicación de Jesucristo».
lación del misterio, mantenido en silen- Para que viváis como yo prediqué: con
ció durante siglos, pero ahora, es decir, el ejemplo y con la autoridad de Cristo.
con la llegada de Cristo, con su presen- P eí a g i o , Comentario a la Carta a los
c ia f í s ic a se ha manifestado y aclarado Romanos54.
cuanto se e s p e r a b a , no sin los tcstimo-
nios i d ó n e o s , s i n o t a m b i é n con la a y u d a Y para enseñar la antigüedad de la pro-
de las e s c r i t u r a s p r o f é t i c a s . O r í g e n e s , clamación, Pablo añade: «Revelación del
Comentarios sobre la Carta a los Roma- misterio». T e o d o r e t o d i C i r o , Interpre-
nos, 1 0 , 4 3 50. tación de la Carta a los Romanos’5.
E l . M ISTERIO E S C O N D ID O D U R A N T E S I-
16, 26 Dado a conocer a todas las
g los. Pablo glorifica a Dios Padre, de gentes
quien proceden todas las cosas; para que
se digne llevar a plenitud, pues es pode- C o n o c i d o p o r t o d a s i .as n a c io n e s .
roso, lo comenzado en los romanos, No me parece que esta confirmación se
confirmando en la fe sus almas para el refiera a todas las gentes, sino únicamen-
progreso del Evangelio, y para la revela- te a los que creen en el evangelio de
ción del misterio, escondido durante si- Pablo y en la predicación de Cristo. La
glos, y dado a conocer por Cristo, o en revelación del misterio, mantenida en si-
Cristo51. A m b r o s i a s t e r , Comentario a la lcncio durante siglos, no se hace a todos,
Carta a los Romanos52. sino a unos pocos y elegidos, que se han
hecho capaces de la ciencia y sabiduría
Mi E v a n g e l io sf. basa e n i .a p r e d ic a -
J esú s . Cuando dice
c ió n df .l m ism o
«confirmar», señala también la forma de 49 C E k 5, 280. =יCER 5, 280. 51 Cf. 1 Co 2, 6;
llevarlo a cabo «según mi evangelio». Col 1, 26-27. 52 CSEL 81, 495. 51 PG 60, 643-644.
Con estas palabras pone de manifiesto 54 PL Supp. 1, 1180. 45 PG 82, 208.
516 ROMANOS 16, 17-27
de Dios, de los cuales se ha dicho: «Mu- preguntas por qué se dio a conocer
chos son los llamados, pero pocos los ahora, no te comportas prudentemente
elegidos»56. O ríge nes , Comentarios so- porque te inmiscuyes de forma indiscre-
bre la Carta a los Romanos, 1 0 , 4 3 57. ta en los misterios de Dios y le reclamas
una rendición de cuentas. En efecto, no
A h o r a se d a a c o n o c e r a t o d o s . es necesario examinar estas cosas con cu-
Tampoco es verdad lo que se dice sobre riosidad, es preciso, por el contrario,
que, más adelante, los que progresan en quererlas y aceptarlas. J uan C risóstomo,
conocimiento, desprecian lo que está es- Homilías sobre la Carta a los Romanos,
crito en la ley. La verdad es que le conce־ 27, Γ ’1.
den mayor honor, demostrando la pro-
fundidad de las sabias y misteriosas pala- E s c o n d i d o d u r a n t e s ig l o s . El misterio
bras de aquellos escritos, que los judíos de la llamada de todos los gentiles había
no penetran a fondo, leyéndolos superfi- permanecido oculto durante mucho
cialmente y atendiendo más bien a lo na- tiempo en la ley, y este Evangelio ha
rrativo. O r íg enes , Contra Celso, 2, 4 5s. sido manifestado con toda claridad por
Pablo62, utilizando los testimonios de los
Pues el
P o r l o s e s c r it o s p r o f é t ic o s . profetas, los cuales, aunque ya antes ha-
misterio que estuvo siempre oculto en bían dicho muchas cosas sobre los genti-
Dios, fue dado a conocer en tiempo de les, sin embargo, nadie como ellos había
Cristo, porque Dios no está sólo, puesto conocido tan claramente, cómo judíos y
que en Él está desde la eternidad tam- gentiles podían llegar a ser una unidad
bién el Paráclito, en cuya verdad Dios en Cristo. Podían pensar que algunos
decretó salvar a toda la creación por su debían ser admitidos a la fe como prosé-
conocimiento. Ciertamente, la verdad de litos. P e l a g io , Comentario a la Carta a
este misterio había sido comunicada con los Romanos63.
algunos símbolos, conocido sólo para
Dios que es sabio, y por su gracia quiso L a o b e d i e n c i a d e l a f e . ¿Cuál es el
hacer partícipes a personas, lo que per- fruto de la predicación? La obediencia
maneció oculto a los ojos del género hu- de la fe. T eodoreto d i : C iro , Interpreta-
mano. Luego sólo Dios es sabio, porque ción de la Carta a los RomanosM.
por Él viene toda la sabiduría, como dice
Salomón: «Toda sabiduría viene del Se-
16, 27 A Dios, el único sabio, a Él
ñor, y con Él está por siempre»59. Esta la gloria
Sabiduría es Cristo, porque de Él procc-
de, y con Él estuvo siempre, por quien a L ím it e s d f . la s a b id u r ía h u m a n a . No
Él la gloria por los siglos de los siglos. debes entender que Dios es sabio como
A mbrosiaster , Comentario a la Carta a si la sabiduría le hiciese sabio. En efecto,
los RomanosbZ. entre los hombres se llama sabio al que
Gregorio Magno, Papa (540-604; fl. 590- Juan Damasceno (c. 650-c. 750). El último
604). Valedor de la ortodoxia frente a de los Padres orientales, fue muy esti-
las tesis de los visigodos arríanos. Des- mado en la iglesia bizantina por su en-
taca por la reforma litúrgica que llevó señanza, predicación y la composición
a cabo, donde sobresalen el llamado de numerosas obras que abarcan todos
sacramentarlo y canto gregorianos. los campos de la teología. Destaca el ca-
Gregorio Nacianceno (c. 330-390; fl. rácter compilatorio de toda su obra.
372-389). Obispo de Nacianzo, amigo Justino M ártir (c. 100/110-165; fl. 148-
de Basilio de Cesárea y de Gregorio 161). Filósofo pagano que, deseoso de
de Nisa, es conocido por mantener la hallar la verdad, acabó convirtiéndose
unidad personal de Cristo y la doctri- al cristianismo. Estableció su escuela
na ortodoxa sobre la Trinidad. en Roma y su defensa de la religión
Hilario de Poitiers (c. 315-367). Obispo cristiana frente a los poderes civiles y
de Poitiers y llamado el «Atanasio oc- frente al judaismo está basada en el ar-
cidental» por su defensa de la con- gumento de antigüedad.
substancialidad entre Padre y el Hijo León Magno (fl. 440-461). Obispo de
frente a los arríanos. Roma que sostiene explícitamente que
Ignacio de Antioquia (fl. 110-130). hay una sola persona en Cristo, frente a
Obispo de Antioquia, escribió siete las posiciones nestorianas, y dos natura-
cartas a los fieles de las iglesias por lezas, contra el monofisismo condenado
donde pasaba arrestado y conducido a en el concilio de Calcedonia (451). Es
Roma para ser martirizado. Estas car- igualmente conocido por su teología
tas gozaron de una enorme difusión. basada en la trilogía Cristo-Pedro-Papa.
Ireneo de Lyon (c. 135-c. 202). Obispo Libro de los grados. Colección de escritos
de Lyon donde escribió una célebre e en siriaco en los que se exponen los
influyente obra en cinco libros para diversos modos de vida que corres-
«desenmascarar y refutar la falsa gno- ponden a los distintos grados de unión
sis», y un breve compendio de la fe con Dios, todo ello con un trasfondo
cristiana con finalidad catequética. filosófico nada fácil de determinar.
Jerónimo de Estridón (c. 347-420). Ge- Luculencio. Parece tratarse de un autor
mal exégeta y exponente del estilo clá- africano del siglo V, del que nos han
sico de los latinos, es conocido como llegado breves comentarios a las cartas
el traductor de la Vulgata latina. De- paulinas. La exégesis de estos comen-
fendió la perpetua virginidad de tarios es literal y muy parecida a la de
María, seopuso a las doctrinas de Orí- Jerónimo, Agustín y Pelagio.
genes y de Pelagio y vivió en medio de Mario Victorino (fl. c. 355). Profesor de
ejercicios extremos de ascesis. retórica que tradujo al latín varias
Juan Crisóstomo (344/354-407; fl. 386- obras de autores platónicos, y después
407). Obispo de Antioquia y de de su conversión (355) dedicó varios
Constantinopla donde fue famoso por escritos a las controversias frente a los
su ortodoxia y elocuencia; sus ataques arríanos. Es el primer comentarista la-
contra el relajamiento cristiano le cau- tino de las cartas paulinas.
saron amores y odios extremos. Es Nicetas de Remesiana. Fue obispo de
uno de los grandes Padres en la Iglesia Remesiana, (Bela Palanka, en Servia),
de Oriente. durante la segunda mitad del siglo IV.
522 GLOSARIO DE AUTORES Y OBRAS
Acacio de Cesárea: 78, 214, 221, 519. Apolinar de Laodicea: 45, 55, 69, 71, 75, 78,
Agustín: 41, 46, 48, 52s., 5 5 s 7 8 ,58 ״s., 83, 87- 82, 85, 89, 102, 112, 115, 120, 124, 140,
90, 94s., 99, 103s., 107, 111, 119, 123, 127, 160, 173, 192, 357, 362, 380, 387s., 398,
1 3 3 s 1 7 0 ,168 ,161423,
,159427s.,
,157 443,
,142460,519.
,136 ״s.,
174, 176s., 185, 188, 190, 198s., 205, 208, Atanasio: 95, 519.
211, 215, 218s., 221, 223, 225, 229s., 236,
242, 245, 256, 261, 264, 266, 268-270, 272, Basilio de Cesárea: 86, 102, 130, 197,203,235,
275-277, 279, 281-285, 287, 291 s., 294, 237, 243, 267, 341, 407, 425, 427, 443,
298s., 302, 304, 306, 310, 312, 315, 320, 445s., 472, 479, 519.
322, 324, 326s., 329, 331, 333, 335, 340, Bcda: 200, 254, 293, 311, 315, 325, 422, 519.
342-344, 348, 350, 353, 355s., 358s., 361-
364, 366s., 369-373, 3 7 8 s 3 8 3 ״s., 386s., Cesáreo de Arles: 89, 103, 111, 144, 238, 242,
390, 394, 396s., 399, 401, 411s., 414, 418, 283, 286, 293, 328, 340, 343, 357, 370, 387,
421, 424, 433, 440, 442, 445-448, 451-453, 434, 454, 519.
456, 459s., 462-466, 474, 478, 485, 490, Cipriano: 61, 77, 98, 131, 140s., 214, 307, 314,
510, 519. 324, 339,519.
Ambrosiaster: 45, 47, 49, 52, 55, 57, 61, 64, 66, Cirilo de Alejandría: 53, 166, 171, 174, 209,
68s., 71, 745., 77, 82, 85, 8 7 s 9 0 ״s., 93, 95, 211, 222, 231 s., 234, 237, 265, 267s., 271,
97-102, 104-106, 108, 110-114, I16s., 273, 275, 277, 280, 289, 293, 311, 313,
119s., 122-124, 126-131, 1 3 3 s 1 3 9 ,136 ״s ״3 1 7 s 3 2 3 ״s., 331, 334s., 348, 367, 374, 384,
142-144, 146, 148-154, 156, 160-165, 167- 394, 397, 401, 411, 413, 472, 484, 519.
170, 172s., 175-182, 184-187, 189, 191s., Cirilo de Jerusalén: 124, 213, 231, 406, 495,
195-205, 207, 210, 214, 217, 219-221, 224, 511, 520.
226, 228-230, 2 3 2 s 2 3 8 ,235 ״s., 241, 243s, Clemente de Alejandría: 145, 155, 168, 198,
247-254, 256-259, 261, 264, 266, 268-270, 252, 270, 295, 308, 339, 379, 405, 455, 458,
272, 274, 278-283, 285, 287s., 290, 294s., 463, 474, 476, 508,511,520.
297s311 ,309 ,306 ,301-304 ״s., 314, 317, Clemente de Roma: 101, 426, 520.
3198., 322-325, 327, 330, 332, 334, 336-
338, 340, 342, 345, 347, 349-352, 354, 357, Dídimo el Ciego: 520, 269, 272.
359s379 ,370-377 ,368 ,366 ,362-364 ״, Diodoro; 210, 215, 217, 219, 221, 224, 233,
381-384, 386, 388-396, 398s., 401-408, 239, 241, 263, 265, 267, 274, 276, 280, 287,
410-413, 415-417, 420, 425-429, 431-437, 303, 309, 311 s., 316, 332, 348, 358, 365,
439-441, 444, 446-448, 450-458, 460, 462- 381s., 392s., 395-397, 404, 410, 427, 429,
464, 467, 469-472, 474-479, 481, 483, 433, 4 3 8 s 4 5 4 ,445 ,443 ״s., 458, 464,
4 8 5 s 4 8 8 ״s., 491-493, 495, 497-499, 502s., 492, 520.
505-508, 5)0-517, 519.
Ambrosio: 57, 78, 87, 121, 141, 147, 158, 175, Ecumcnio: 97, 190, 200, 209, 212, 218, 234,
207, 224, 231, 236, 239, 279, 283, 306, 302, 361, 370, 374, 466, 474, 477, 520.
317, 319, 322, 336, 378, 383, 417, 438, Eusebio de Cesárea: 206, 290, 396, 520.
519, 314. Eusebio de Entesa: 44, 89, 139, 141, 520.
ÍNDICE DE AUTORES Y OBRAS ANTIGUOS
Filoxcno de Mabbug: 328, 422, 520. Mario Victorino: 110, 214, 296, 521.
Gcnadio de Constantinopla: 58, 63, 65, 70, 72, Nicetas de Remesiana: 311, 521.
76, 79, 84, 88, 90, 100, 111, 158, 161, 209, Novaciano: 61, 86, 325, 380, 415, 417, 472, 522.
230, 234, 237, 242, 262, 271, 278, 284, 287,
289, 297, 345, 355, 375, 378, 380s., 397s, Oráculos montañistas: 314, 522.
404, 411, 422, 425, 428, 433s., 438, 450, Orígenes: 42, 44, 47, 49, 51, 54-56, 61, 64, 66s-,
455, 461, 470, 473, 487, 493, 520. 69s., 73, 75, 77, 82, 85, 86, 91, 93, 96, 105־
Gregorio de Nisa: 164, 297, 332, 415, 417, 107, 110, 112, 114-116, 118, 121s., 124,
420, 423, 479, 520. 126, 129, 131-135, 138, 140s., 143-145,
Gregorio Magno: 239, 521. 147-155, 158, 160, 162s., 165, 167-170,
Gregorio Nacianccno, 91, 521. 173, 175-177, 179s., 182-187, 189-192,
195-197, 199-203, 206, 210, 213, 216, 220,
Hilario de Poitiers: 136, 240, 521. 222, 224, 226, 228-231, 233, 235, 238,
240s., 243s., 247-250, 252s260 ,255-257 ״,
263, 265, 270, 274, 276, 278, 285, 287s.,
Ignacio de Antioquia: 48, 521.
290, 295s., 301, 303s., 306-308, 31 ls., 314,
Ireneo de Lyon: 109, 112, 162, 169, 175, 212,
316s., 319, 322s334-337 ,332 ,327 ,325 ״,
237, 240, 298, 305, 316, 340, 379, 405, 521.
339-342, 345, 347, 351, 358, 360-363, 365,
368, 370, 373-375, 378, 380, 382, 384, 388-
Jerónimo: 117, 119, 142, 169, 215, 241, 283s., 391, 395s., 398s414 ,410 ,406 ,401-403 ״,
299, 317, 319, 330, 359, 380, 392, 405, 413, 4 16s., 4 l 9 s 4 2 3 ״s., 426-429, 431-439, 441,
420, 440, 457, 497, 511, 517, 521. 443, 445. 447-449, 45 ls., 455, 457s., 460s״
Juan Crisóstomo: 41, 46, 48s., 52, 55, 57, 62, 463s., 466s., 469s480 ,476-478 ,472-474 ״-
65s., 68s., 72, 74, 76, 78, 83, 85, 87, 89s., 484, 4 8 7 s 4 9 0 ״s., 493-497, 501-508, 511-
92, 94, 95, 97-101, 103-105, 107s., 111, 513, 515-517, 522.
113s., 116s., 119s., 122-124, 127s., 130-132,
134-136, 138-140, 142, 144, 146s, 155s״ Pelagio: 46, 48s., 53, 55, 58, 63, 65, 67, 72, 76,
160-162, 164, I66s., 169-171, 173-175, 177, 85, 89s., 92, 95, 97, 9 9 ,1 0 1 ,103s., 106, 108,
180-182, 184-186, 188, 190, 192, 195, 197- 111-114, 116s., 120, 122s., 125, 127-131,
199, 2 0 3 s 2 1 9 ,217 ,215 ,207 ״s225 ,223 ״, 139, 141s., 144, 146, 148-150,
133-136,
228-230, 232, 234, 236, 239-241, 244, 152s., 155, 158, 161-166, 168-171, 173-182,
248s-, 251-254, 258, 260s., 264, 266, 268- 184-187, 189-193, 195, 197s., 200-205,208,
270, 272, 275, 279s., 282s., 285, 287s., 291, 211, 216, 218, 220-223, 226, 228-230, 232,
294, 296-298, 3 0 1 s 3 0 8 ,304-306 ״s., 31234, ls., 237-240, 242, 244s., 247, 249-251,
315s-, 318-320, 322-324, 326, 328, 330, 253-258, 2 6 0 s 2 6 8 ,265 ״s 2 7 1 ״s , 275-28
332, 334, 336-338, 340-342, 346, 350, 352, 2835., 286s., 289, 292, 294, 296-299, 302,
357, 360, 363s., 366, 369-374, 376-381, 304s., 307, 31 Os., 313, 315, 317s320 ״,
383, 386, 388-393, 397, 399, 401-403, 406- 3 2 3 s 3 2 7 ״s., 331, 333, 335-338, 340s., 343,
409, 41 ls., 415s., 421, 424-429, 431-437, 345-351, 353, 355, 357-359, 361s364 ״,
439s., 442, 444, 446-452, 454, 456-458, 369, 371-376, 378-381, 383s., 386-392,
461, 463-467, 469-493, 495-506, 509-511, 394-399, 401-408, 410-416, 418, 421, 424-
514-517, 521. 426, 428, 431-433, 435-439, 441, 445-447,
Juan Damasceno: 54, 96, 389, 414, 418, 521. 449s., 452-457, 459, 461 s., 464, 466s., 469-
Justino Mártir: 489, 521. 487, 489-493, 495-499, 501-504, 507-509,
51 ls., 514-517, 522.
León Magno: 339, 427, 521. Policarpo de Esmirna: 303, 431, 471, 522.
Libro de los grados: 286, 521. Prospero de Aquitania: 90, 163, 251,279, 308,
Luculencio: 422, 441, 521. 416, 522.
ÍNDICE DE AUTORES Y OBRAS ANTIGUOS 527
Prudencio: 209, 522. 143, 146, 165, 167, 175s., 178, 181s., 187,
Ps,-Agustín: 383. 189, 193, 196, 203, 209, 211,216, 218, 223,
Ps.-Constancio: 46, 52, 58, 62, 67s., 78, 83, 85, 225, 233, 237, 242, 244, 245, 248s., 260,
87, 89, 94, 97, 104, 1 0 7 s 1 ,111 ״l9s131 ״, 262, 268s., 271, 275, 277, 280s., 284, 299,
139, 142, 144, 146, 155s., 160, 166s., 171, 303, 305, 307, 311, 313, 318, 327s., 331,
173, 192, 199, 201, 207, 211, 216, 218, 221, 334, 337, 345, 349, 351, 355, 365, 367, 372,
223, 225s., 230, 245, 249, 254, 260s264 ״, 376, 378s., 381, 394s., 398, 403-405, 408,
267-269, 275-278, 286, 289, 292, 301, 410-412, 414, 418, 421, 4 2 4 s 4 3 2 ,428 ״s.,
307s., 316, 318, 320, 323s., 327s., 334, 337, 436, 438, 442, 445, 449, 453, 456, 461, 463,
346, 348, 355, 358s., 364, 369, 372, 375, 470, 474, 482s., 492, 496, 499, 501 s., 504-
379, 384, 397, 399, 402, 404, 408s, 421, 507, 510, 512-517, 522.
426s., 441, 447s., 454, 456, 461, 466, 474, Teodoro de Mopsuestia: 46, 58, 62, 64, 68, 71,
477, 479, 483, 487, 489, 492, 497, 501, 520. 82, 95, 105, 119, 125, 1275., 136, 148, 150,
Ps.-Diomsio Areopagita: 343, 415, 520, 107. 166s., 170, 179, 210, 215, 219s., 226, 245,
Ps.-lgnacio de Antioquia: 383. 247, 259s, 262, 265, 267, 271, 283, 289,
308, 310, 317, 320, 331, 364, 367, 370, 375,
Severiano: 45, 48, 57, 71, 98, 102, 110, 162, 388-390, 394, 399, 404, 407, 433, 450, 453,
182, 223, 230, 232, 267, 284, 302, 334, 339, 455s., 459, 467, 470s., 475, 480, 489, 522.
380, 522. Teófilo de Antioquia: 113, 522.
Tertuliano: 56, 77, 81, 86, 96, 124, 130, 168,
Teodoreto de Ciro: 47s., 54, 56, 63, 67-69, 72, 181, 214, 231, 233s., 239, 253, 263,289, 298,
79, 84, 90, 94s., 99, 113, 116, 121, 129, 141, 303, 365, 376, 389, 414, 436, 449, 508, 522.
ÍNDICE TEMÁTICO
Aarón: 75. adopción: 57s., 73, 300, 310s., 313, 316, 318,
Abbá: 43, 199, 300, 308-310. 320-323, 334, 343, 346s., 354.
Abel: 206, 223. adulación: 106, 151 s., 430, 511.
abismo: 342, 377, 38ls. adulterio/s: 100, 102, 113, 121, 125, 129, 135,
Abrahán: 42, 46, 48, 56, 114, 126, 136, 141, 242, 255, 447, 452s.
169, 171-184, 187-191, 208, 250, 344s., adultcro/a/s: 78, 103, 255, 257, 371.
348-351, 373s., 404, 408, 433, 462, 486; afecto: 68, 71, 101, 343, 345, 439, 453.
descendencia de: 75, 133, 137, 139, 183, agarenos: 188.
187, 344, 349, 353, 392- 394, 404, 412; fe Ageo: 355.
de: 175, 180, 183, 187, 191; hijo de: 133, agua: 115, 23ls., 235, 259, 293, 299, 309, 325,
349; hijos de: 126, 139s186 ,180-182 ,165 ״, 350.
189, 195, 216, 344, 347-350, 354, 392s.; se- alabanza/s: 49, 59, 6 1 s 1 2 5 ,104 ,90 ״s.,
milla de: 350, 372, 484. 138, 175s., 1905., 267, 271, 378, 424, 431,
Abram: 42. 434, 442, 446, 481, 489, 497, 501, 503, 505-
abstinencia de alimentos: 380, 462, 466, 471- 507.
473, 475-477, 511. alcgría/s: 61, 130, 185, 224, 249, 301, 305, 388,
Acaya: 494, 496. 411, 419, 429, 432-435, 468, 473, 480,
acción/cs: 60, 62s., 80, 99, 104s., 142, 156s., 486s., 494, 499.
192, 203, 262, 265, 274, 279s., 293, 301, alfarero: 356, 364-367, 371.
306, 422, 455, 460, 464, 466, 470, 505; alianza: 250, 343, 346s., 408; nueva: 166s., 170,
buena/s: 115, 117, 120, 124, 134, 165, 167, 411.
173s., 177, 179, 201, 231, 243, 253s., 289, alimento/s: 64, 185, 197, 454, 459-464, 468,
353, 397, 403, 421, 456, 499, 501; mala/s: 471-474.
114s., 132, 149, 213, 235, 259, 261, 296, alma/s: 49s., 58, 63s., 66, 72, 74, 81, 86, 89, 91,
309, 438. 93, 110, 114, 116, 122, 124, 129, 142, 151-
acebuche: 404s., 408. 153, 164, 168, 171, 178, 187, 206-209,
acepción de personas: 58, 106, 109, I16s., 142, 2 12s., 2 i 6, 218, 222, 230s234,237 ״s241 ״-
161, 352, 354. 244, 25ls., 254, 256s., 259s., 264, 272, 279,
acusación: 94, 101, 160, 211, 263, 268, 275, 280s., 284-298, 301-304, 307, 311, 318,
280, 329, 337, 345, 348, 378s., 401, 437, 324, 326, 328, 336, 338s., 341s365 ,355 ״,
471. 386, 396, 421-424, 429s., 433, 437, 442,
acusador/es: 123s., 130, 337. 444, 452, 458, 460, 484, 486, 513, 515.
Adán: 147, 150, 168, 204-210, 212-223, 231, Altísimo: 290, 346.
235, 237, 259, 263, 267-269, 271, 274, 278, altura: 342, 366, 504.
281, 283, 285, 290, 304, 306, 316, 318, 320, Amalee: 48.
353, 356, 367, 371, 384, 215; hijos de: 346; amalecitas: 188.
pecado de: 157, 205, 207-209, 217-222, Amasias: 51.
241, 258, 265, 272, 294; prevaricación de: amigo/s: 105, 113, 118, 150, 200,203,282, 287,
212, 215s.; transgresión de: 209, 214s., 285, 293, 314, 330, 387, 390, 410, 431, 435, 462,
318. 483, 505s., 508.
529 ÍNDICE TEMÁTICO
amistad: 297, 336, 364, 425, 431, 435, 440, 451, 365, 368s387-391 ,384 ,379-382 ,372-376 ״,
461, 507, 515. 393s., 397s., 404s., 407, 409s., 413s., 416,
amor: 46, 61, 64-66, 70, 8C, 105, 175, 193s., 418, 422, 424, 427, 431, 434, 436s., 440,
200, 202, 204, 301, 305, 310s., 313, 326, 443, 445s., 449, 453, 456-458, 460s., 463s״
336, 338, 340-343, 3455., 352, 357, 377s., 468-470, 472, 474, 476-478, 483, 486, 489,
396, 402, 407, 421, 429-432, 441, 448, 451- 494s-, 497s., 500-502, 506-509, 511-514,
454, 460, 472, 482-484, 495, 498, 505s., 517; de los gentiles: 61, 400, 402s.
508, 510, 513; de Cristo: 329, 339-341, apostolado: 41, 43, 46s., 52, 54s., 427, 506.
343, 346, 434; de Dios: 42, 56, 174, 179, apóstoles: 42s., 45, 53-55, 57, 60, 62, 65, 68,
1935., 198-200, 329-331, 341, 378, 411, 70s., 75s., 123, 131, 138, 154, 223,235, 299,
420, 454; del Espíritu: 494, 498. 321, 345, 388, 393, 396, 403, 427, 445s.,
amorreos: 361. 492s., 496s, 500, 504s., 512.
Ampliato: 500, 505. Aquila: 71, 398, 499-502, 504.
Ananías: 447. Aristóbuio: 500, 506.
anatema: 342s., 345s. Aristóteles: 89.
anciano/s: 174, 187, 189, 425, 462. armenios: 491.
Andrórrico: 500, 505. armonía: 87, 205, 468, 480.
anfitrión: 513s. arrepentimiento: 82, 104, 107s., 243, 328, 385,
ángel/es: 60, 87, 105, 110, 113, 130, 191, 204, 430, 440.
210, 316, 320, 323, 327, 329, 342-343, 383, arríanos: 41, 338, 418.
386s., 414, 422, 468, 474, 507. Arrio: 49, 348.
angustia: 109, 113s., 329, 339, 346. arrogancia: 69, 92, 100, 126s., 166, 236, 404,
animal/es: 76, 79, 82, 209, 278, 281, 307, 320, 428, 436.
390, 421, 447. artífice: 66, 86, 88, 212, 260, 354, 414, 513.
ánimo/s: 47, 71, 101, 104, 166, 174, 212, 264, Asia: 491 s., 500, 503s.
369, 437, 439, 457, 488s., 508. Asíncrito: 500.
anomía: 179. atenienses: 83.
antepasado/s: 75, 114, 126, 133, 136, 172, 346, Augusto: 360.
385, 394, 398, 404. Autor: 85, 88, 97, 122, 175, 190, 207, 214, 247.
antigüedad: 81, 380, 515. autoridad/es: 54, 91, 106, 129, 144, 154, 156,
Antiguo Testamento: 41s., 46, 48, 70, 78s., 83, 210, 213s., 244, 257, 279, 281, 296, 362,
93, 109, 137, 147, 155, 159, 164, 172, 258, 388, 399, 415, 425, 429, 442-450, 464, 470,
270, 310, 314, 344, 347, 368, 393. 473, 488s., 501,515.
Apeles: 500, 506. avaricia/s: 60, 80, 100, 102, 105, 113, 303, 420.
Apis: 91. ayuda: 283, 302, 321, 326s., 342, 439, 461, 481,
Apocalipsis: 47, 214, 417, 432, 468. 502s.
Apolo: 358, 502, 504. ayuno/s: 140, 293, 315, 462, 464, 466, 473,
Apóstata: 248. 475, 507, 511.
Apóstol (cf. Pablo): 42, 44s., 47, 50, 54-56, 59- Azarías: 43, 51.
64, 66-71, 73, 77, 79, 83s., 86s., 90-94, 96,
105, 110-112, 114s., 118s., 121s., 126, 131- Baal: 392s.
135, 138, 141, 1 4 4 s 1 5 9 ,156 Babilonia:
,149-151 ״439.
s.,
163-168, 170, 173, 180, 184-186, 189, 191, babilonios: 91.
194-197, 202, 204, 206s., 209-212, 214s., Balaam: 59, 66.
221-223, 226-228, 230s, 233-235, 238, Balaq: 66.
240-242, 244, 247, 252, 256, 263s., 270- banquete/s: 399, 476, 457, 474.
272, 284, 286, 289, 291, 293, 295, 297-302, bárbaro: 70, 72s., 77, 85, 249, 439, 491.
307s., 312-316, 319, 322s., 327-329, 331, bautismo: 55, 163, 172, 178s., 189, 196, 208,
337, 339, 341, 3 4 4 s 3 4 8 ״s., 351s., 354, 359- 218, 221, 2268., 229-239, 241s., 253, 258s.,
ÍNDICE TEMATICO 530
287, 293s., 304, 308, 311, 313, 335, 337, 350, camino/s: 90, 129, 143, 146, 150, 152s., 323,
370, 377, 379, 383, 41 ls., 454, 456, 459. 343, 369, 376, 388, 409, 414s., 450, 469,
bebida/s: 121, 260, 265, 463, 474s477 ״. 502-504, 514.
belleza: 67, 421, 423, 427, 504. Cantar de los Cantares: 341.
Belo: 91. Capadocia: 491.
bendición/es: 56, 95, 130, 141, 172, 180, 187, caridad: 64-66, 101, 134, 157, 168, 174, 199,
250, 293, 345, 349, 434, 471, 483, 494, 497, 203, 282, 294, 303, 326, 342, 352, 358, 366,
510, 514. 412, 424, 426, 429-432, 435, 440s., 450-
bcneficio/s: 57s., 115, 138-140, 142, 149, 200s., 452, 454, 460, 468, 473s., 495, 498, 502,
244, 249, 319, 330, 340, 370-372, 378, 411, 508.
440, 470, 498,510,514. carisma/s: 58, 314, 323, 325, 328, 425, 427s.,
benevolencia: 164, 175, 271, 407, 416, 508. 432.
benignidad: 83, 140, 143, 162, 164. carnal/es: 140, 156, 229, 242, 259s., 263, 273-
Benjamín: 392, 394. 275, 277-279, 282, 285s., 289, 291, 295,
Berea: 512. 297, 302, 304, 343, 350, 463.
Bernabé: 46, 496. carne/s: 49-53, 63, 76, 95, 99, 114, 120, 125s.,
beso: 500, 508s. 131, 133, 135, 139, 154, 156s., I72s., 182,
bien/es: 47, 57, 79, 87, 93, 105, 109, 112, 115, 188, 193s., 206, 209, 216, 218, 222, 230s.,
125, 128, 136s., 145-150, 152, 154 166, 175, 233s., 236-238, 240, 242s251-253 ,246 ״,
184, 186, 190, 194, 196-201, 203, 210, 215, 255, 257, 259s., 273, 275, 277-281, 284-
219s., 223, 225, 245, 254, 258, 261-263, 302, 304-306, 322s., 325, 339, 341, 343s.,
265-267, 269, 271, 273, 275s278-281 ״, 347s., 351, 363, 365, 390, 392, 398, 403s.,
283s., 289, 291, 294, 297s., 306, 310, 313, 410, 420, 422, 449, 451, 457-463, 465, 477,
315, 318, 323, 327, 329-331, 335-337, 340, 484-486, 505, 508.
346, 350, 352, 359, 362s., 370, 381, 384, carpocratianos: 146.
386, 391, 399, 406, 409, 412, 416, 418, 423, carta/s: 45s., 58, 62s., 68, 71,96, 110, 112, 114,
429s., 436s., 439-443, 446-448, 450, 453s., 138, 151, 159, 168, 209,213,233, 391,460,
461, 469, 473s., 477-479, 481, 487, 494, 493s., 500s., 508, 510, 513s.; a los Corin-
497, 509, 511, 514. tíos: 91, 328, 425, 480, 514; a los Gálatas:
Bitinia: 70. 496; a los Romanos: 355, 501, 510; a Ti-
blasfemia: 107, 109, 130, 197, 345s441 ,369 ״, moteo: 514.
473s. casa: 149, 164, 183, 289, 328, 358, 365, 396,
bondad: 43, 58, 80, 93, 103, 107s137 ,111 ״, 433, 436, 446, 499s., 502-504, 506, 514; de
147, 174, 202, 224, 234, 253, 263, 270s״ Dios: 106, 196; de Israel: 133, 166, 170,
305, 309, 361, 368s., 400, 407s., 423, 474, 365, 485; de Judá: 167, 170; de Narciso:
487-489, 514. 506.
Booz: 486. castidad: 115, 134s., 305, 420, 473, 504.
Buena Nueva: 385, 388, 391. castigo/s: 73, 80, 83s., 88-90, 94, 96, 103s.,
bueno/s: 93, 104, 106, 108, 113, 115, 144s., 1 0 6 s 1 2 4 ,119 ,114-116
149, 151 s., 207, 209, 250, 261, 265s., 269- 145, 147, 156, 184s., 202, 217-219, 229,
271, 278, 280, 283, 297, 306, 308, 310, 325, 257, 264, 267, 269, 271, 278, 306, 31 Os.,
331, 344, 351-354, 357, 362, 364, 366, 360, 362, 366s., 369s., 385, 391, 393, 401,
369s., 406s., 419, 431, 440, 446s., 465, 473, 430, 438s., 442, 447-449, 470s.
475, 477s., 495, 509, 517. catafrigios: 123.
catecúmenos: 133,295,454.
Caifás: 344. cautividad: 45, 162s505 ,500 ,373 ,282 ,249 ״.
Caín: 147, 21 ls., 235, 263, 267. cautivo/s: 241, 259, 277, 282.
calumnia/s: 80, 100, 137, 152, 156, 337s., 340, Cefas: 46.
508. ceguera: 89, 399, 403, 408s.
531 ÍNDICE TEMÁTICO
cclo/s: 44, 47, 63, 69, 328, 376, 378, 385, 390, 279, 285s., 290, 295, 298, 305s323 ,312 ״,
400s504 ,403,409,471,495 ״. 421, 451,457-459.
Céncreas: 501. condenación: 80, 87, 91, 119, 126, 176, 204,
certeza: 87, 140, 194, 305, 324, 326, 343, 393. 218s., 221s., 236, 242, 250, 282, 286s., 289,
César: 66, 444, 449, 494, 502. 310, 329, 353s., 360, 366, 384, 406, 445.
Chipre: 42. conducta: 131, 153, 232, 263, 309, 403, 415,
ciego/s: 81, 375, 387, 397, 407, 410, 505. 446, 451, 458, 488, 509.
cielo/s: 45, 49, 60, 76, 79, 83s., 86s., 107, 113, confianza: 47, 62, 69, 75, 112, 227, 253, 309,
118, 164, 181, 190s., 197, 199, 207, 209, 314, 370, 381, 386, 415, 466, 480, 486, 489.
217, 231, 299, 307, 316, 323, 330, 332, 337- conocimiento: 73, 80, 84-90, 94, 96, 99s., 102,
339, 342s., 354, 366, 376s., 380-383, 388, 128, 136, 146, 154-157, 161, 171, 196, 203,
392, 411, 435, 441, 469, 481, 488; reino de 211, 221, 224, 231, 243, 249, 264, 266-268,
los: 115, 184, 187, 189, 241, 299, 301, 356, 332, 347, 365, 378, 396, 411, 414s., 428,
425, 437, 474. 455-457, 468, 486, 492, 509, 516.
ciencia: 67, 84s., 88, 125, 128s., 138, 255, 279, consentimiento: 102, 114, 157, 242, 245, 279,
332, 339, 343, 366, 399, 401, 409, 414s., 285.
464, 469, 487s., 515. consuelo: 69, 189, 315, 319, 336, 401, 427, 429,
Cilicia: 491. 482s502 ״.
circuncisión: 46, 64, U6s., 125s., 131 ü., 134- contemplación: 86, 169, 414.
139, 156-158, 160, 167-173, 175, 179-185, contienda/s: 100, 186, 291, 451, 457, 498.
187s., 195, 211, 216, 236, 293, 310, 375, continencia: 115, 132, 135, 305s., 463, 473.
390, 461, 484s510 ; ״camal: 132, 134, 136, conversión: 57, 60, 66, 72, 83, 87, 94, 108,
169; del corazón: 126, 131, 135s. 11 Os., 177s., 228, 319, 360s., 373, 398, 403,
cisma/s: 110, 124. 438, 483.
clemencia: 78, 120, 239, 247, 353, 356, 361, corazón/es: 64, 80, 86, 88s., 91s., 94, 96s.,
369, 401, 407. 104s., 108s., 111, 115, 121-124, 131, 133-
códice/s: 214, 328, 506, 515; griegos: 214; latí- 136, 151, 154, 156, 173, 182, 190, 193s.,
nos: 214, 423. 198-200, 240, 242, 245s., 248, 261, 263,
codicia/s: 130, 262, 266, 285. 288, 307s., 321, 327, 330, 339, 343, 352,
coherederos: 300, 311-313, 335, 402. 354, 356-358, 361, 363, 365, 376-378, 381-
colaborador/es: 499s., 502, 506, 509, 513. 384, 390, 395, 397, 410, 422s., 427-429,
colecta: 494, 496. 452, 455, 460, 464, 497, 509-512.
Colegio Apostólico: 45. cordero: 48, 164s., 214, 337, 420.
cólera: 110, 137, 185, 221, 361, 448s. corintios: 60, 74, 133, 470, 496, 511, 513.
colosenses: 60. Corinto: 494, 501s., 510, 513s.
comida/s: 121, 260, 265, 315, 4 6 2 s 4 7 1 ,468 ״Cornelio:
s״ 116, 168.
474-476. corrección: 83, 106, 203, 223, 360, 369, 401,
comilonas: 451, 457. 466.
compañía: 312s., 315, 494s., 500, 505s., 509. corrupción: 81, 92, 95, 98, 113, 211, 222, 237,
compasión: 357s., 378, 429s., 479, 485. 241, 278, 286, 292, 304, 313s., 316-320,
comprensión: 114, 375, 415, 430, 488, 493. 322-324, 364, 417, 460, 476.
compunción: 326, 328, 424, 439. costumbre/s: 43, 102, 113, 133, 152, 208, 222,
conciencia: 65, 85, 106, 114, 117s., 121-125, 236, 239, 244, 257s274 ,268 ,264 ,260 ״,
128, 147, 179, 198, 205, 263, 267s., 271, 278s., 282, 328, 331, 390, 408, 433s., 472,
283, 336, 343-345, 439, 442, 448-450, 459s., 477, 501.
462-465, 468, 470, 472, 478, 491, 512. creación: 45, 79, 82,85-88,96,102, 105,256,293,
concordia: 214, 425-427, 460, 463, 483s., 499. 313s., 316-321, 414, 469, 474, 476s., 516.
concupisccncia/s: 92, 94, 98s., 135, 156, 158, Creador (cf. Dios): 57, 76, 79-84, 87-90, 94-
221, 225, 227, 238-241, 245, 260, 262-266, 96, 99, 106, 114, 121s., 134, 136, 150, 179,
ÍNDICK TEMÁTICO 532
188, 191, 202, 248, 296, 304, 315, 317, 319, 434, 447s., 473; Jesús: 44, 49, 57, 75, 158,
355, 364, 374, 417, 430, 458, 468s. 162s., 203, 226s., 230s., 240, 246, 286-288,
creatura (cf. criatura): 76, 85, 89, 95, 114, 316, 329, 345, 431, 458, 480, 483, 485, 487, 491,
319, 323,418,468, 477. 499, 502s.; llegada de: 149, 215, 316, 456,
credo: 377, 383s., 387. 469, 515; muerte de: 162, 202s., 207, 230,
cretenses: 510. 232-234, 239s., 291; nacimiento de: 42, 46,
creyentc/s: 42, 45, 47, 48, 58, 70, 75, 77s., 109, 290, 388; nombre de: 54, 61, 64, 67, 488,
114s., 117, 119, 122, 131-134, 139s., 156, 492, 511; pasión de: 192, 399; predicación
162, 165-167, 169, 174, 177, 179s., 182s., de: 161, 497, 506, 509s., 515; resurrección
186s., 191-193, 202, 227, 260s., 280, 287, de: 52, 189, 227, 23ls., 239, 466; sangre de:
297, 322, 328, 335s350 ,349 ,342 ,338 ״- 163, 202, 236; tribunal de: 115, 470s.; vcni-
352, 354, 357s., 371, 379s., 382, 384, 386, da de: 41, 47, 82, 109, 111, 116, 132, 137,
388, 394s, 402, 406, 409s., 413s419 ,416 ״, 178, 224, 255, 287, 321, 396, 456; vida de:
427, 434, 443, 445, 447, 455, 462, 486, 496, 202, 467.
503-507, 509s517 ,512 ״. crucificado con Cristo: 227, 236s.
criatura/s (cf. creatura): 49, 52, 80, 82, 84, 86, crucifixión: 312, 341, 236, 258.
94-96, 122, 154, 199, 202, 209, 296, 312, cruz: 52s., 75s., 91, 167, 194, 215, 221, 230,
317-320, 322, 327, 329, 332, 342, 354s., 234-236, 240, 294, 392, 453, 477, 482.
364, 416, 437. Cuarto: 509, 514.
crimen/es: 61, 89, 91, 95, 98-102, 107, 124, cuerpo/s: 44, 49, 51, 55, 58, 63, 80, 91-93, 96s.,
129, 131, 148, 151, 154, 176, 200, 209, 235, 110s., 113, 125, 134s., 147, 149, 15ls157 ״,
252, 261, 266, 272, 340, 447, 457, 473. 163, 187-189, 192, 227, 230, 232, 234, 236-
Crispo: 514. 245, 25ls., 254, 259, 278-281, 283s., 286s.,
cristiano/s: 68, 115, 121, 123, 129s., 137, 188, 290, 293, 295s., 298-304, 306s., 317s., 320-
194, 227, 246, 255, 257, 259, 273, 295, 300, 325, 330, 333s., 339, 341, 355, 376, 383,
321 s., 324, 327, 329, 340, 350, 377, 398, 403, 418-422, 424, 426, 431, 435, 442, 444,
430s., 434, 437, 444, 446s468 ,463 ,454 ״, 456, 458s., 463, 469, 484s510 ,490 ; ״de la
472, 480, 500, 506; primeros: 194, 313, 430, Iglesia: 426, 436; de muerte: 206, 235, 273,
442. 283s.; de pecado: 227, 234-237, 240; de
Cristo (cf. Jesucristo, Jesús, Señor): 41-48, 50־ vida: 206, 284; del Salvador: 290, 376; glo-
54, 56-58, 61, 63-65, 6 8 s 7 7 ,72-74 ״s., 95, rioso: 333s.; mortal: 206, 222, 227, 241.
101, 109-111, 113-116,118-121, 123s., 126, culpa: 60, 92, 102, 108, 113, 130,140,151, 164,
128, 130-132, 134, 138-140, 147, 153, 178, 204, 206s., 209, 217, 219, 222, 224,
155s., 158, 160s., 163s., 166-170, 172, 175, 239, 264, 268s., 274, 285, 291, 317, 319,
177, 183s, 187, 190-196, 200-208, 212-216, 353, 387, 438, 466.
218-222, 227-236, 238s., 241-243, 247s., culpable: 109, 146, 148, 154, 205, 261, 361,
252-257, 259, 274, 280, 282-291, 294-296, 372, 392, 415, 475, 478.
300-303, 307s., 31 ls., 315, 320, 323s., 329- culto: 62, 64, 80, 82, 89-91, 95, 143, 164, 250,
332, 336, 338-350, 352-354, 358, 368, 372- 334, 344, 347, 369, 395, 418, 420s., 490.
382, 384-387, 389, 391, 395, 397, 400s., cumplimiento: 121, 174, 198, 328, 368, 451,
403-406, 410, 412s., 416, 419, 426s., 430s., 484, 492.
433-435, 444, 452-456, 458-460, 464, 467- cumplimiento de la ley: 171, 291, 380, 430,
469, 471 s., 479-486, 490-493, 498-500, 451.
505-510, 512, 514-517; cuerpo de: 255,
258s., 292, 339, 426, 435, 509; Dios: 156, Daniel: 67, 91, 376.
347; divinidad de: 45, 130s.; ejemplo de: daño/s: 215, 224, 267, 340s., 435, 440, 453,
249, 294, 341, 431, 466, 483; Espíritu de: 472-474, 503.
299-303, 307, 335; Evangelio de: 256, 488, David: 44, 51s., 84, 130, 141-143, 150, 172,
492; fe en: 78, 133, 137, 321, 385s410 ״, 177s., 184, 290, 307, 342, 347, 358s., 368,
53 3 ÍNDICE TEMÁTICO
393, 486, 508; estirpe de: 41, 48-53; hijo 267, 269, 272, 278, 292, 329, 337, 341, 389,
de: 53, 486. 435, 488, 512; hijo/s del: 214, 311.
débil/es: 193, 250, 274, 291, 293, 325, 327, 336, dignidad/es: 46, 55, 57, 140, 169, 175, 181,
364, 424, 459-463, 471, 473, 475, 478-480, 197, 202, 220, 228s338 ,308 ,282 ,249 ״,
484, 516. 347, 444, 513.
dcbilidad/es: 53, 76, 107, 121, 141s., 189s., diluvio: 107, 147, 212, 462.
197, 211, 215, 225, 237, 243, 247, 250s., dinero: 83, 94, 424, 429, 431, 434, 450,473,497.
258, 264, 266, 273-275, 280, 284, 291-293, Dios: pasim: bueno: 244, 370, 407; caridad de:
325s506 ,462 ,460 ,406 ״. 57, 157, 198s., 277, 342s., 352, 358, 366;
delito/s: 93, 99, 102, 157, 172, 178, 185, 192, creador: 73, 93; de Abrahán: 60, 62; de Is-
218s., 221, 225, 272, 274, 276, 294, 403, rael: 129, 196; de la paz: 494, 499, 509, 512;
435, 438, 464. del universo: 141, 176, 182; Espíritu de:
Demócrito: 89. 56, 81, 121, 140, 274, 299-302, 306-308,
demonio/s: 91, 95, 159, 243, 322, 337, 391. 311, 325, 335, 405, 416, 419; Evangelio de:
Derbe: 512. 41, 43, 45s490 ,487 ,75 ; ״fe en: 78, 174,
descendencia: 136, 141, 174s., 183s., 186, 188- 391; fuerza de: 50, 70, 72, 74, 76; hijos de:
191, 208, 257, 274, 349, 373, 486. 53, 57, 78, 113, 115, 172, 186, 191s., 197,
descendientes: 186, 218, 344s., 351; de Adán: 214, 300, 304, 307-314, 317-320, 335, 344,
209; de Israel: 344, 348s. 346, 348, 350s., 367, 371, 424; imagen de:
deseo/s: 59, 66, 68, 70s., 80, 89, 92-98, 100, 89s., 109, 272, 319, 423, 446, 497; ira de:
108, 140, 157, 213, 223, 225, 228, 234, 238, 79-81, 83s., 96, 99, 109, 127, 137, 143, 185,
240, 256, 260, 262, 265, 269, 277, 282s., 368, 370, 484; misericordia de: 68, 154,
285, 287, 289, 302, 306, 310, 321, 324, 185, 353, 356, 359, 362, 366, 370s., 383,
327s., 330, 344-346, 360, 376, 379, 423, 396, 413, 416, 418, 420s., 485s., 490, 497;
434s., 454, 457, 478, 483, 492, 494-496. nombre de: 94, 125s., 131, 347; paciencia
desesperación: 183, 284, 369, 394, 401, 420, de: 107s, llls ., 142, 158, 361, 369; Padre:
429. 54, 56-58, 78, 120, 129, 199s., 204, 217,
desgracia/s: 44, 81, 153, 330, 369, 401. 222, 232, 253, 309, 312, 331, 338, 347, 417,
desidia: 101, 113, 156, 266. 487, 491, 515, 517; poder de: 48, 73, 75, 87,
desierto: 59, 168, 293. 141, 166, 189, 359, 361, 374, 408, 460, 487;
designio/s: 45, 152, 170, 217, 329s., 333s., 352, presencia de: 188, 194, 263, 328, 342, 379,
409, 416, 509. 385, 482; promesa de: 54, 77, 79, 137, 140,
desobediencia: 81, 194, 205s., 218, 221-224, 144, 183, 186-188, 350, 412s.; pueblo de:
272, 282s., 409. 134, 139, 150, 371, 390s486 ; ״reino de: 65,
dcsprecio/s: 74, 98, 111, 129, 203, 226, 338, 126, 197s., 312, 324, 388, 401, 419, 468,
431, 438s., 463. 474s., 508; riquezas de: 164, 370, 402; sabi-
deuda/s: 176, 193, 226, 254, 285, 305, 396, duría de: 50, 143, 162, 233, 296, 336, 347,
450s., 453. 357, 363, 402, 414-416, 424, 426, 435, 444,
deudor/es: 72-74, 101, 176, 304, 414, 451, 486, 516; temor de: 129, 146, 153, 220, 308, 378,
494, 496s. 424, 444, 503; tribunal de: 105, 467-470;
Deutcronomio: 382. único: 82s., 89, 93, 169s., 173, 189; veraci-
día: 120, 179, 214, 274, 324, 329, 340, 380, 385, dad de: 137, 140, 144, 348; Verbo de: 49,
392, 414, 422, 426, 450s., 454,-457, 459, 51, 53, 145, 175, 187s333 ,331 ,293 ,212 ״,
464-466, 499, 514, 517; de la cólera: 108, 382, 418; verdad de: 80-82, 94-96, 98, 129,
361; de la ira: 109-111, 438; de la salvación: 141, 145, 174, 485; verdadero: 95, 115s.;
454s.; del juicio: l lls ., 123-125, 184, 202, voluntad de: 53s., 59, 64-67, 70, 118, 149,
316, 377, 384; del Señor: 120, 125, 141. 163, 228, 247, 297, 319, 321, 324, 351, 356,
diablo: 75, 93, 98, lOOs., 163, 195, 207, 210, 362-364, 416, 419s., 423s., 443, 447, 494,
2 2 3 s 2 2 9 ״s , 238, 247, 250s., 258, 263, 265- 499.
ÍNDICE TEMÁTICO 534
dioses: 56, 63, 76, 88s., 94s., 307, 316, 461. 478, 481s., 486, 488, 490, 496s., 504, 508,
discernimiento: 122, 154, 210, 247, 267, 271, 515.
285, 367, 376, 378, 414, 456. Eleazar: 483.
disciplina: 61, 130, 195, 250, 253. elección: 43s., 57, 62, 143, 329s., 338, 344, 352,
discípulo/s: 45, 49, 54, 63, 69, 103, 123, 274s., 356, 372, 392, 395-399, 409, 412, 501.
301, 303, 323, 343, 354, 363, 434, 482, 490, elegido/s: 41, 43s., 46, 55-57, 145, 151, 223,
492, 505, 514. 318, 329, 337, 409, 515.
discordia: 305, 388, 437, 452, 476s., 499, 509. Elias: 392s., 395, 397, 410.
disputa/s: 62, 114, 296, 363, 365, 371, 379, 474, Elíseo: 395.
510. embriaguez: 102, 158, 457.
divinidad: 42, 52, 79, 86-88, 92, 98, 100, 156, emperadores: 63, 76, 117, 449.
160, 312, 327, 332, 334, 337, 347s., 423. Encarnación: 47, 114, 130, 206, 292, 312, 333.
doctrina: 54, 64s., 68, 73-76, 123, 127, 145, enemiga/o/s: 57s., 66, 80, 86, 93, 98, 100, 143,
151, 153, 180, 196, 232, 245, 248, 256, 260, 162, 193s., 200-203, 243, 275, 278, 283,
345, 365, 374, 403, 412, 419, 424, 426, 285, 288, 295, 297s., 302, 322, 329, 332,
428s., 449s., 483, 489, 490, 493, 503, 509- 335, 338, 361, 377s., 409, 4 1 2 s 4 3 4 ,430 ״s.,
511, 515. 437, 439-442, 448, 451, 453, 469s, 51 ls.,
dogma/s: 62, 83, 97s., 101, 146, 228, 474, 478, 514.
492, 515. enemistad: 58, 119, 202, 439, 457.
dolor/es: 237, 312s., 320, 322, 341, 343, 345- cnfcrmedad/cs: 57, 68, 101, 114, 147, 149, 155,
347, 354, 359s., 405, 412, 435, 472, 513; de 190, 220, 222s., 242, 250, 270, 284, 289,
parto: 171, 313, 318s., 431. 292, 313, 325, 360s., 420, 436, 461.
don/es: 55, 58, 66s., 73, 101, 105, 159, 164, eníermo/s: 11 Os., 200, 266, 412, 438, 460-462,
172, 185, 192, 194, 196, 203-205, 216-220, 470, 514.
251, 294, 297, 302, 308, 31 ls., 324s328 ״, engaño: 80, 100, 151, 202, 336, 349, 509, 511.
346, 352, 407, 409s., 419s., 425-427, 474s., engreimiento: 101, 165s., 400, 495.
487; de Cristo: 75, 205; de Dios: 42, 54s., Enmanuel: 53, 171, 234.
67, 78, 163, 168, 220, 246, 249, 306, 309, Enoc: 223, 462.
352, 362, 406s., 411-413, 420, 486; de la ca- enseñanza/s: 49, 59, 62, 65, 68s., 86, 103, 119,
ridad: 419; de la fe: 67, 180, 186; de la gra- 128s, 131, 146s., 153, 160, 223, 228, 308,
cia: 224, 283, 395, 413, 487; de la justicia: 329, 350, 373, 384, 387, 389, 402-405, 410,
204, 220; de la Ley: 126; de la profecía: 412, 414, 419, 428, 461, 479, 492s., 496,
419; de lenguas: 73; de sabiduría: 67, 483; 498s513 ,510 ,504 ,502 ״.
del Espíritu: 186, 200, 289, 311, 328, 359; entendimiento: 78, 87, 153, 189, 245, 422, 465.
del Padre: 312; espiritual: 67, 69, 71, 419, envidia: 80, 100, 151, 192, 210, 213, 240, 269,
425, 427. 272, 354, 375, 398, 409, 451, 457, 506, 508.
dulzura: 269, 368, 450, 512. Epéneto: 500, 503s..
Erasto: 509, 513s.
Eclesiastés: 317. error/es: 68, 81, 83s., 99, 114, 136, 141 s., 145,
edad: 147, 261, 263s., 275, 308, 333, 356, 369, 196, 203, 235, 243, 296, 301, 320, 322, 337,
451, 458, 462. 369, 379, 410, 435, 458, 461, 499, 512.
efesios: 407. Esaú: 344, 350-352, 354s.; hijo de Esaú: 350s.
Éfcso: 510, 512. escándalo/s: 110, 152, 336, 368, 375s., 449,
egipcios: 81, 91 s., 371. 463, 468, 471, 475, 477, 509s.
Egipto: 139, 168, 360. escita: 85, 162.
ejemplo/s: 72, 85, 129, 131, 153, 161, 167, 189, esclavitud: 44s., 59, 236, 246, 249, 251 s., 267,
191 s., 195, 207, 219, 223, 240, 245, 256, 300, 306, 309s., 313, 317, 319, 349, 420.
294, 337, 358s., 361, 394, 398, 403, 409- esclavo/s: 45, 94, 122, 151, 153, 199, 213, 244,
41 1, 426, 435, 457, 466, 468s., 471, 473, 246-248, 273, 276, 281, 289, 299, 304, 310,
535 ÍNDICE TEMATICO
331, 349, 364, 384, 391, 425, 431, 464, 472; estirpe: 51, 134, 175.
de la justicia: 246, 248; del pecado: 237, estrellas: 74, 175, 190, 3 1 6 s1 7 4 ״s189 ״.
246-249. estudio: 74, 407, 414.
Escritura/s (Sagrada/s): 41-43, 47s., 49, 51s., estupidez: 81, 91 s., 296.
77, 82, lOOs., 108s., 124s., 142, 145, 147s., eternidad: 47-49, 228, 238s., 320, 348, 377,
163, 172, 187, 197, 207, 214, 230, 233, 239, 516.
260, 265, 274, 307, 309, 328s., 331, 338s., Eva: 205, 207, 215, 235, 316, 318, 320.
343, 347-349, 356, 363, 368, 375-377, 382- evangelio/s: 42-48, 54s., 57, 60, 62, 64s., 70,
384, 389, 392, 398, 413s., 419, 422, 429, 72-74, 76116 ,93 ,82 ,79־s., 124, 127, 137,
434, 438s., 450, 461, 464, 468, 473, 4795., 151, 161s., 167s., 248, 256, 260, 278, 300,
482, 485, 502, 509, 512, 515. 319, 330, 345, 353, 371s., 378, 385, 388,
espada: 329, 339, 341, 343, 442, 447. 405, 409s., 425, 439, 453, 466, 485, 488,
España (cf. Hispania): 493, 495. 490, 494, 500, 509, 515s.; verdad del: 114,
esperanza/s: 44, 47, 56s., 128, 149, 188-190, 480, 493.
193s., 196-199, 201, 203, 227, 239, 241, evangelista/s: 43, 47, 418, 512.
253, 283, 289, 298, 301, 303s., 312-321, excusa: 88, 99, 154, 359.
323s., 327, 342, 348, 368, 370, 378, 382, exhortación: 82, 102, 340, 419, 427-429, 436,
386, 401, 405, 411, 413, 429s., 432s., 440, 461, 488.
459, 474, 479s., 482, 486s., 497, 506, 512. Éxodo: 264, 360.
espíritu (humano): 49s., 55s., 63s., 87, 106,
114s., 121s., 125, 131, 1 3 5 s 1 7 2 ,157 fabricantes
״s., de tiendas: 502s.
193s., 235, 242, 255s., 260-263, 270, 273- fábulas: 340, 343, 510, 512.
275, 277s., 280-282, 285, 287s., 291, 293- falso testimonio: 121, 303, 452.
311, 314s., 321-323, 325-328, 334, 339, falsos apóstoles (cf. seudoapóstoles): 492, 510.
347, 358, 363, 375, 390, 398, 422, 425, 427, falta/s: 122, 210, 235, 275, 367, 375.
432, 434, 472, 484, 487s., 498, 505, 508, familiaridad: 330, 332, 346, 348.
511. Faraón 156, 263, 356, 360s., 369.
Espíritu Santo: 46, 49, 51, 53, 55, 73, 82, 93, fariseo/s: 45, 151, 379, 437.
127, 136, 159, 186, 191-193, 198-200, 216, fatiga/s: 113, 271, 312, 373, 431.
227, 230, 234, 243, 253, 259, 274s., 284- favor/es: 14ls., 207, 264, 439, 503, 514.
286, 289s., 293-295, 299-302, 304, 306-311, fe: 42, 44-46, 48, 54, 58-64, 68-72, 75-79, 82,
321-328, 334, 343, 345, 347, 352s., 357s., l lls ., 116-120, 122, 124, 126, 1 2 8 s1 3 2 ״s.,
368, 376, 389, 417, 419, 425, 429, 447, 451, 136, 138-140, 145, 155s., 158s., 161-196,
453, 468, 4745., 483, 487, 489s., 492, 508, 202, 218, 225, 228s248 ,242 ,233-235 ״,
514, 517; de adopción: 43, 199, 306-311, 250, 253, 259, 261, 270, 281, 295, 301, 315,
335; de santificación: 50, 52s.; fruto del: 32ls., 324, 330, 332-336, 338, 342, 347,
57, 301, 305, 321, 323; fuerza del: 74, 262, 349, 350, 352s., 360, 362s., 368, 370s., 373-
307, 480, 487s.; gracia del: 58, 65, 245, 260, 375, 377-393, 395-398, 400, 402, 404-413,
288, 305, 307, 335, 423, 429, 435, 486; ilu- 419, 424s., 427-429, 43ls., 436s., 443-445,
minación del: 327; inhabitación del: 200, 447s., 450, 455, 459-464, 466s., 471, 473-
303, 342. 481, 483, 485-487, 493, 495, 501 s., 504,
espiritual/es: 114, 156, 255, 260s., 263, 273- 507s., 510, 512-516; de la Iglesia: 61, 92,
277, 280s., 288s., 295, 297, 302s., 307, 309, 118; de los patriarcas: 348, 408; del Evan-
311, 320, 342s., 346, 363s., 392, 405, 468. gelio: 77, 515; en Cristo: 120, 122, 125,
esposa/o/s: 67, 129, 215, 235, 256, 341, 350, 135, 160s., 169s., 194, 222, 243, 249, 254,
371, 452s., 458. 288s., 319, 375, 383, 390, 395, 409, 414,
Estaquis: 500, 505. 429, 460, 472s., 496; en Dios: 140, 187,
Esteban: 65. 403; fuerza de la: 166, 200, 265, 350, 388;
esterilidad: 132, 187-189, 350. fundamento de la: 166s., 343.
In d ic e te m á tic o 536
Febe: 499, 500-502. generosidad: 105, 108, 176, 201, 385, 412, 439,
felicidad: 78, 95, 130, 223, 291, 417, 436, 478. 494.
Felipe: 120. Génesis: 90, 189, 214, 350, 355, 462.
Fenicia: 491. gente/s: 41, 54s., 57, 97, 116, 151, 164, 168,
fidelidad: 141,240, 363; de Dios: 137, 139s., 480. 262, 271, 293, 321, 377, 389, 390, 394, 401,
fiel/es: 54, 58, 110, 115, 133, 137, 142, 154, 410, 413, 469, 484s., 490, 492, 509, 515.
159, 169, 200, 218, 239, 280, 282, 325, 334, gentil/es: 41, 43, 46, 48, 54s., 59, 70, 72-75, 83,
339, 351, 363, 378, 393, 395, 425, 452, 472, 85, 87, 95, 104, 109s., 114125 ,123 ־s., 128,
478, 487, 494, 496, 498, 506. 130s., 133s., 136, 138s., 146-148, 154s.,
figura: 149, 159, 164, 171, 191, 212, 214; de 158s., 161s182 ,180 ,177 ,167-169 ,164 ״,
Adán: 218; de Cristo: 216s.; de hombre: 221. 184, 186s., 191, 248, 263, 345-349, 351,
filiación: 53, 309, 404. 354, 367s., 370-372, 374, 377s., 384s., 387-
Filólogo: 500, 507. 394, 396s., 400, 402s., 405-415, 447, 462s.,
filósofos: 86, 89, 110, 511. 470, 480, 485-494, 496s., 499, 503, 516s.;
fin/al: 109, 171, 198, 200, 209, 211, 213, 224, salvación de los: 73, 137, 391, 401, 403,
232, 252s., 258, 270, 276, 377, 379s., 409, 415s., 485,497.
417, 429, 452, 454s., 499, 514. gloria: 51, 61, 72, 76, 80, 85, 95, 108, 112-117,
finalidad: 183, 380, 417, 428, 493. 131, 134s., 137, 161s., 166, 171, 173s., 176,
firmeza: 62, 69, 170, 460, 489. 189-191, 194, 196-198, 200, 220, 224,
flaqueza/s: 216, 246, 251, 321, 325, 328, 463, 233s., 255, 265, 284, 295, 297, 313-317,
479. 322, 325, 333, 336, 339, 342s., 347, 362,
Flegonta: 500. 367, 370s., 403, 409, 415-418, 422, 427,
fornicación/es: 100, 113, 214, 447, 451, 457. 446, 481, 485, 491 s., 509, 514, 516s.; de
Fotino: 44, 49, 292, 348. Cristo: 57, 76, 238, 346; de Dios: 82, 87,
Frigia: 252. 91s., 96, 147, 158, 162s., 169, 193, 196,
fruto/s: 59, 66, 67, 70s., 74, 83, 100, 194, 198, 203s., 220, 226, 239, 346, 416, 422, 480; del
233, 252s., 373, 375, 405, 429, 485s., 494, martirio: 105, 178; del Padre: 111, 226,
504, 516. 231; eterna: 170, 369; futura: 313-315; in-
fuego: 92, 107, 147, 433, 439-441, 490; eterno: mortal: 60, 170, 233.
11 Os., 113. glorificación: 53, 166, 174, 197, 203, 227, 418.
fuerte/s: 274, 276, 364, 459-461, 463, 471, Gobernador del universo: 67.
479s., 514. Gobernadores: 46, 63.
fuerza/s: 75, 79, 193, 197, 203, 277s., 296, 318, gobernante: 442-449.
328, 359, 406, 443, 453, 480, 491, 510. gobierno: 72, 88, 279, 442, 444, 513.
futuro: 44, 88, 112, 116, 136, 140, 142, 160, godos: 42.
165, 175, 194, 203, 210, 215, 238, 243, 253, Gomorra: 350, 368, 374.
271, 297, 325, 383, 393, 411,418, 427, 451, gozo: 66, 198, 251, 433, 435, 474s498 ,487 ״.
455, 466, 483, 491. gracia: 41s., 44, 47, 54-59, 66, 69, 83, 116,
119s., 127, 136, 156-158, 161-164, 166,
gálatas: 60, 76, 163, 301. 171, 173, 175-178, 180, 183-187, 195s.,
Gamaliel: 443. 198, 2 0 0 s 2 0 4 ״s., 216-230, 233, 235, 241,
Gayo: 509, 513s. 244-247, 254, 256, 260s., 264, 266, 270,
gemido/s: 321s., 325, 327s., 369, 435. 272, 275, 277, 282-286, 289, 291, 293, 300,
genealogía/s: 51, 349, 500, 510. 304, 307, 309-312, 317s., 323s., 326, 328,
generación/es: 49, 51, 150, 184, 218, 267, 325, 332-335, 348, 351, 353, 356, 3665, 370,
344, 350, 355, 366, 500. 373, 375, 379, 386, 391-393, 395-397, 402,
género humano: 49, 68, 76, 82, 84, 96, 121, 406s, 410, 412s, 419s, 424s, 427-429,
151, 162-164, 168, 205, 210, 213, 247, 283, 432, 436, 451, 470, 483, 485-487, 489, 497,
318, 368, 373, 415, 420, 452, 471, 516. 508s, 512, 514, 516; de Cristo: 118, 200,
537 ÍND1CF. TEMATICO
218, 224, 245, 249, 258, 283, 285, 473; de 344, 347, 350, 374, 386, 391, 394, 417s.,
Dios: 42, 46, 54, 72, 91, 95, 147s163 ,159 ״, 455, 468s., 493, 498, 517; de Dios; 41s., 48-
166, 169, 172, 174, 185, 191, 195s202 ״, 54, 56, 75, 95, 129, 162, 191, 212, 290,
204s247 ,244 ,227-229 ,224 ,217-219 ״, 300s386 ,333 ,331 ,312 ,308 ,306 ; ״Evan-
249, 254, 257, 274s., 277s., 286-288, 309, gelio del; 59, 63, 64s.
335, 346, 351, 360, 362, 371, 375s., 383, hijos; 49, 51, 53, 62, 106, 126, 132, 184, 188,
395, 398, 410, 414, 424, 429, 443, 474, 489, 191, 195, 218, 222, 283, 285, 307-312, 319,
512; del bautismo: 105, 132s., 311; del Li- 321-323, 330, 332-335, 343s., 349-351, 354,
bertador: 310; espiritual: 67-69, 71, 412. 371, 394, 397, 403, 411, 424, 485, 500, 504,
grandeza: 86, 140, 198-200, 225, 349, 514. 511; del Zebedeo: 42.
gratitud: 46, 423, 490. hipocresía; 103, 151,429s.
griego/s: 43, 58, 70, 72-75, 77s., 81, 88, 92, Hispania (cf. España): 494.
109, 114-117, 119, 146-149, 154, 160-162, historia: 214, 359, 382, 125.
168, 170, 187, 214, 218, 237, 384s., 437, hitita: 143.
471, 494, 512. hombrc/s: 43s., 48s., 53s., 58, 60, 62, 64, 71,
guerra/s: 57, 76, 83, 98, 134, 144, 193-195, 313, 76-86, 88, 90-93, 96, 98-100, 102-104, 107-
345, 378, 425, 437, 499. 111, 114-117, 120-126, 131, 135-148, 150-
guía: 99, 122, 125, 127-129, 154, 182, 305. 156, 158, 160s., 163-165,167-170, 172-174,
gula: 463, 466, 474. 176-178, 181, 185-188, 190, 196, 199, 201,
204, 206-210, 212, 214, 216-219, 221, 224-
Habacuc: 77, 165. 226, 229s., 235-237, 241 s., 244s., 248, 250,
hábito/s: 222, 268, 276, 278-281,285, 294, 408, 255s., 258s., 261, 263-266, 268 271, 274-
415. 278, 280-282, 284-286, 288, 290-292, 294-
Hacedor: 189, 318, 332. 296, 298, 30ls., 305s., 308-311, 315s., 318-
hambre: 83, 315, 329s., 339, 430, 440, 454. 320, 328, 330, 332, 334, 337-342, 344s״
hebreo/s: 202, 225, 238, 292, 309, 324, 398. 351s., 355, 357s., 361s., 364-366, 368, 370,
Hechos de los Apóstoles :4 2 ,·46, 67, 116, 152, 372s., 375s., 378-382, 386, 391, 395s, 405,
443, 446, 485, 512. 408s., 413-415, 421, 424s., 427, 430, 435-
heredero/s: 175, 183-185.,227, 300, 312s., 315, 438, 444s., 448s-, 451-453, 457s., 461s״
335, 347, 397. 464s., 467s., 472s., 475s., 481, 488, 491,
hereje/s: 43s., 57, 62, 68, 76, 99, 110,, 114, 118, 497, 501, 503s., 507, 512, 516s.; carnales:
123, 129, 142, 146, 155, ;203, 258s., 322, 50, 307; espiritual: 212, 328; exterior: 91,
384, 473, 477, 510, 517. 135, 281, 366; homicida: 152, 212; interior:
herencia: 184, 189, 205, 283, 304, 311, 313, 90, 135, 273, 281, 308, 420; malo: 322, 366,
325, 346s., 393, 402, 484. 369, 442, 477; nuevo: 235s., 350; primer:
hermana/o/s: 59, 61, 67, 70-72, 89, 126, 144, 157, 208s., 221, 238, 259, 278, 281, 366;
257s., 267, 270, 315, 329s 332-334, 343, salvación de los: 49, 380, 478; viejo: 90,
345, 349, 370, 376, 378, 408, 418, 421, 192, 227s249 ,245 ,234-237 ,230-232 ״,
425s., 429, 431, 434,, 439,, 451, 453, 464, 261, 455, 459.
467-478, 487s., 490, 494, 498- 501, 503, homicidio: 80, 100, 102, 104, 121, 211, 237,
506-511, 513s. 447.
Hermas: 500, 507. homosexualidad: 81, 447.
Hermes: 500. honestidad: 455, 481.
Herodión: 500, 506. honor/es: 89, 91, 104, 106, 109, 112-117, 128,
Hijo (divino): 41, 43, 46, 48-50, 52, 56-58, 139s., 143, 161, 177s., 191, 197, 220, 307s,
64s., 76, 78, 82, 85, 95, 112, 115, 121, 130, 332, 343, 365-367, 431, 442, 449-451, 459,
174s., 180s., 187, 191-194, 200, 202-204, 484, 501, 505, 508, 516s.
238, 254, 260, 286, 288-292, 296, 300-302, honra/dez: 83, 391, 429, 445.
307s., 310-313, 329, 334, 336-339, 342, hospitalidad: 424, 429, 433, 503s., 507.
ÍNDICE TEMATICO 538
hostil/idad: 73, 196, 202, 281, 296, 298, 372, incredulidad: 113, 137, 140, 188, 360, 377, 385,
438. 390s., 393, 400-402, 406-408,410, 413s., 435.
huésped: 149, 278, 433. increencia: 114, 141, 345, 394, 397.
humanidad: 42, 49, 52, 80, 85, 137, 147, 206, indignación: 83, 109, 113s., 116, 391.
212, 221, 259, 292, 312, 333, 388, 439. indolencia: 271, 275, 280, 487.
humildad: 57, 65, 68, 166, 220, 302, 363, 425, indulgencia: 119, 378, 472.
430, 436s., 450, 459, 473, 489, 503. infamia/s: 96, 99, 133, 138, 147, 268, 293.
humilde: 44, 153, 196, 224, 315, 370, 430, 436, infeliz: 228, 283s., 478.
504. infidelidad: 114, 132, 140s., 173, 191, 243, 350,
393, 398, 401,413.
idolatría/s: 81, 88, 96, 98, 100s., 103, 113, 116, infiel/es: 117, 119,132,148,218,239, 363, 389,
128, 235, 449. 393, 410, 435, 460, 498.
ídolo/s: 47, 62, 81, 89s., 95, 116, 125, 129-131, infierno/s: 50, 60, 82, 88, 98, 153, 164, 207,
136, 150,214, 390s., 407, 447,462,477,485. 212, 217, 243, 247, 272, 294, 342s., 345,
Iglcsia/s: 59, 62, 71, 77s., 90, 110, 124, 129, 382, 398, 469.
132s., 147s325 ,235 ,215 ,183 ,169 ,159 ״, ingratitud: 87, 130, 139, 367, 372, 412.
336, 346, 366, 373, 385, 387, 389, 424, iniquidad/es: 80s., 84, 87, 96, 100s., I13s., 173,
427s., 459, 463, 468, 470, 474, 493, 498, 178s., 242, 244, 246, 250, 270, 290, 357,
499, 501, 503s., 508-510, 513; de Céncreas: 366, 447, 452.
499, 501; de Cristo: 56, 500, 508; de Dios: injuria: 83, 102, 130, 146, 184, 432, 434, 436,
250, 339, 504, 448; de Roma: 488, 508; uni- 438s.
versal: 64, 110. injusta/o/s: 77, 82, 94, 105s., 143, 145, 165,
ig n o m in ia : 76, 117, 231, 366s., 482. 185, 209, 216, 221, 356-359, 364, 367, 369,
ig n o ra n c ia : 84, 99, 117, 127, 243, 267s., 272s., 492.
296, 325, 330, 378s., 391, 413, 429, 435, injusticia: 79, 82-84, 94, 100, 109, 113s., 137,
455s464 ״. 143s241 ,227 ,209 ,192 ,173 ,160 ,149 ״,
ignorante/s: 70, 72-75, 76, 88, 123, 125, 128s, 252, 302, 346, 355, 361, 367, 440, 452s.
276, 296, 328, 425. inmortal/cs: 92, 95, 113, 239, 241s., 260, 284,
Iliria: 488, 491s. 289, 291,304, 307,314,364.
imagen/es: 76, 80, 86, 90-93, 95, 112, 134s., inmortalidad: 157, 213, 223, 240s., 286, 289,
191, 223, 231s., 304, 318, 329, 331, 333s., 297, 304.
364, 422, 424. inocencia: 102, 104, 224, 264, 345, 473, 511.
impiedad/cs: 52, 79, 81-84, 87s., 93-96, 98, inoccnte/s: 109, 149, 152, 258, 369, 399, 469,
105, 111, 138, 177, 179, 273, 352, 360, 511.
362s., 369, 408, 413, 443. inspiración/es: 131, 174, 308, 328.
impío/s: 44, 61, 77, 82s., 94, 98, 105, 118s., 128, instrucción: 270, 428, 496, 517.
154,161s., 172, 177, 184, 194,200-203, 353, inteligencia: 79, 81, 86, 93s., 121, 129, 159,
363, 371, 374, 416, 420, 431,441, 445. 194, 200, 279, 280, 316, 318, 322s., 339,
impuestos: 442s., 448-450. 382,415, 422, 438, 443,469.
impunidad: 104, 108, 110, 247. intención/es: 67s., 147, 237, 360, 369, 402, 441,
impura/o/s: 92, 202, 231, 420, 468, 472, 476s. 454, 464, 470-472, 476.
impureza/s: 80, 92s., 96s., 151, 246, 250, 305. ira: 78, 80s., 83, 102, 104, 109-114, 116, 143s.,
incircuncisión: 120, 133s., 169s., 18 ls., 187, 183-185, 193, 201s., 211, 261, 360, 365,
250, 310. 367-370, 434, 438, 442, 448, 457.
incorrupción: 109, 112s., 115s., 304, 317s., 458. Isaac: 48, 56, 60, 174, 181, 191, 208, 344, 348-
incorruptibilidad: 53, 113, 286, 318, 364. 351, 353, 355, 394, 462.
incrédula/o/s: 76, 81, 113-115, 123, 137, 139, Isabel: 505.
142, 200, 229, 236, 259, 350, 358, 363, 429, Isaías: 45, 48s., 129-131, 163s., 255, 359, 368,
494, 507. 372s., 385, 388s., 391, 398, 410, 480.
539
ÍNDICE TEMÁTICO
182, 188, 192, 194, 204, 215s., 219, 22ls., 256, 444, 447; natural: 68, 79, 82, 87, 101,
226, 258, 293s., 302, 322, 336, 379-381, 116, U8s., 121s., 134, 147s., 154-160, 167,
384s., 397. 169, 173, 176, 184, 205, 207, 209-213, 216,
justificado/s: 48, 54, 117s., 133, 146, 155, 161, 225, 249, 256s., 261, 263, 270, 276s, 281,
163, 165-170, 172s., 180, 195, 201-203, 286, 301, 323, 350, 374, 408, 415, 443, 452.
222, 320, 495. liberación: 160, 218, 237, 246s., 251, 253, 304,
319, 323, 397, 512, 514.
ladrón/es: 76, 167, 174, 212, 283s. liberalidad: 351, 381, 349.
Lamed: 212. libertad: 43, 84, 171, 207, 244, 247, 249, 251s,
latín: 46, 55. 281,286, 313, 337, 364, 366, 402, 414, 417,
Lázaro: 435. 444s474,512 ,472 ,447 ״.
Lebco: 43. Libertador (divino): 157, 171, 277, 282, 291,
lectura: 42, 145, 374, 42ls., 496. 408,411.
legislación: 210, 270, 343, 346s. libre/s: 43s249 ,245 ,217 ,205 ,163 ,81 ,77 ,57 ״,
legislador: 183, 214, 271, 404, 453. 251, 255-257, 261, 268, 281s., 285, 384,
lenguaje: 43, 69, 82, 150, 328. 425, 484, 493, 503, 512, 514; albedrío: 143,
letra: 63, 121s., I25s., 129, 131, 135s., 138,244, 156s., 171, 199, 249, 277, 281, 306, 308,
256s., 261s., 270, 274, 288s., 295s, 301, 332, 352s., 356, 359, 362, 365, 403, 410;
375, 379. elección: 280, 297, 366, 406.
Leví: 43. libro/s: 93, 138, 159, 354s., 374, 398, 435, 496,
Levítico: 452. 507; de los Reyes: 43, 51.
Icy/es: 43-45, 47, 49, 51s., 56, 61, 63s., 68, 70, limosna: 421, 450, 482, 496s.
75, 77s., 87, 93, 98, 104, 111, 115-136, linaje: 98, 126, 182, 195, 208s., 343, 348s., 350,
138s., 146-148, 150, 153-156, 158-162, 357, 394s., 489, 491.
165-174, 177-181, 183-189, 191, 195, 200- Listra: 513.
202, 204s227 ,223-225 ,220 ,209-215 ״, llamada: 44-46, 57s., 71, 77, 321, 329-331, 335,
230, 235s., 241, 244-248, 250, 255-272, 368,372,386,412, 488,516.
274s., 277s., 280-283, 285-298, 301, 305, llamamiento: 46, 169, 333, 353, 359.
309s., 323, 345s., 354, 372s., 375-382, 385, locura: 89, 91, 191, 199, 274, 343, 384, 426.
387, 389-391, 396s., 413-415, 420-423, 425, longanimidad: 73, 94, 103, 361, 368, 370.
427, 432, 437, 443-447, 450-453, 458, 460- Lot: 433, 462.
464, 466s., 470s., 473, 484, 493, 501, 515s.; Lucas: 43, 45, 49, 502, 504, 512.
de Cristo: 55, 118, 132s., 136, 153, 285, lucha/s: 81, 93, 112, 195, 242, 273, 282s., 288,
304, 484; de Dios: 66, 89, 99, 121, 127, 140, 369, 456, 506.
146-148, 154, 156, 177, 194, 215s., 245, Lucio: 509, 512.
247, 256s., 260, 273s., 277, 280-288, 294- lujuria/s: 92, 98s363 ,294 ,255 ,240 ,190 ,145 ״,
299, 301 s., 304, 322, 426, 437, 443, 446s.; 456458־.
de la carne: 289, 295; de la fe: 158, I66s., luna: 95, 316s., 319, 375, 511.
171, 261, 264, 288, 309; de la justicia: 155, luz: 89, 115, 125, 128s., 143, 173, 178, 225,
368, 374s.; de la mente: 224, 281, 288; de 266, 276, 314, 319, 337, 339, 342, 355, 369,
las obras: 166s., 176, 185; de Moisés: 55, 386, 431, 435, 451, 455-457, 479.
79, 116, 118s., 121, 147s., 154, 158-160,
182-184, 205, 210-213, 225, 244, 249, 256, Macedonia: 494, 496, 510.
263s., 270, 274, 280s., 285s., 288s., 305, madre/s: 43s., 47, 121, 127, 211, 290, 349, 351,
323, 380, 409, 422; del Espíritu: 244, 257, 431,460, 500, 507, 513.
261, 282, 286, 288s., 297, 306; del pecado: maestra/o/s: 68s., 74, 81, 84, 98, 125, 128s.,
185, 222, 245, 257, 2 7 3 s 2 8 1 ,277 ״s284 ״- 255, 274s., 341, 363, 383, 394, 399, 414,
289, 293, 304, 322; escrita: 79, 122s., 147, 428, 434, 439, 455, 489, 493, 497s505 ״,
157, 161, 169, 225, 261, 374; humana: 118, 513s.
541 I n d i c e t e m á t ic o
mal/cs: 79, 82, 91, 93s., 98-105, 107, 109, 114, 365, 382s., 386, 395, 416, 422-425, 439,
125, 137, 142, 145-147, 150, 152, 154, 167, 464, 468, 514.
178, 184, 197s., 209s., 225, 229, 249, 252, mcntira/s: 43, 80, 92, 94-96, 98, 129, 141-142,
258, 263-265, 271, 273, 275-281, 283s., 144s., 197, 265, 345.
291, 297s., 303, 306, 315, 318, 330s., 340, mentiroso: 137, 141-143.
350, 352, 359s., 362s., 370, 401, 405s., 414, mérito/s: 44-46, 55, 58, 62, 65, 106, 112, 117,
423, 429s., 436s., 439-443, 447s., 450, 120, 127, 133, 136, 138s., 143, 159, 169,
452s., 461,492, 509,511. 173-176, 191, 197, 249, 254, 324, 335, 347,
Malaquías: 355. 349, 350-354, 356, 360, 362s371 ,366 ״,
maldad: 80s., 96, 100, 102, 105s., 109, 113, 124, 385-397, 411, 413, 436, 438s., 448, 451,
137, 140, 148, 153s., 191, 217, 223, 251s., 454,482, 491, 505s., 508.
259, 289, 303, 342, 348, 362, 369, 390, 398, miedo: 66, 311, 315, 360, 368, 415, 446, 449,
406s., 410, 422, 430, 458. 460, 471, 476.
maldición/es: 130, 146, 152, 164, 185, 294, miembro/s: 72, 74, 122, 190, 242-244, 246,
303, 318,434, 484. 250s., 255, 257, 259s, 272s., 277, 281-283,
maledicencia: 151 s., 468, 474. 297, 315, 323, 419-422, 424, 426s., 435,
malicia: 80, 83, 100s., 104, 107, 147s., 151, 194, 451,459, 463, 469, 484s., 490, 512, 514.
204, 224, 266, 270, 289, 305, 361, 365, 375, milagro/s: 52, 54, 70, 190, 194, 296, 398, 435,
379,384, 440s., 476, 483,511. 488, 491s., 493, 497.
malvados: 102, 123, 144, 369, 447, 510. Mileto: 514.
mandamicnto/s: 125s., 130, 133, 175, 215s., ministerio/s: 43, 46, 55, 62, 65, 71, 110, 304,
257, 263-265, 267-272, 274, 297, 303, 310, 354, 385, 388, 400, 402s., 419, 424, 428,
338, 343, 381, 386s., 389s., 397, 445s., 450- 431, 487-490, 492, 494, 4 9 7 s 5 0 0 ״s.
452, 457, 464. ministro/s: 62, 84, 428, 442, 446s., 484s., 487,
mandato/s: 72, 93, 121, 133, 147, 171, 200, 490.
212, 245, 248, 250, 267-270, 278, 290, 310, misericordia: 104, 106, 111, 115, 120, 140, 149,
404, 417, 432, 444, 448. 160, 166, 197, 228, 283, 353, 355, 357-359,
Manes: 348. 361s., 364-367, 369, 371, 378, 386, 399s.,
maniqueo/s: 48, 83, 251, 264, 298, 320. 406, 409, 412-415, 419s., 424, 429, 435,
mansedumbre: 110, 196, 305, 431. 441, 443, 480, 485s., 495, 497.
manuscritos: 205, 212, 214, 502, 510, 514. misterio/s: 73, 80, 110, 115, 136, 155,163, 191,
Marción: 44, 93, 202, 263, 514. 196, 231, 235, 329, 356, 375, 380, 387, 393,
marcionitas: 96, 271. 409, 414-418, 468, 485, 509, 515s.
Marcos: 45, 47, 49. moderación: 72, 98, 223, 243, 448, 458, 462.
María: 51, 486, 500, 504s.; Virgen: 48, 53. Moisés: 45, 48, 56, 64, 77s., 82, 87, 119s., 136,
marido: 67, 215, 255-257, 501, 504. 138, 154, 156, 170s., 173, 176, 183, 196,
mártires: 115, 201, 223. 200, 204, 210, 212s, 215, 220, 236, 256,
martirio: 130, 178s., 194, 201, 230. 275, 281, 293, 323, 346, 354s., 357s., 373,
Mateo: 43, 45, 49, 51. 377, 381 s , 385s., 390s., 415, 451s.
Mattanías: 43. mortal/es: 88, 92, 147, 209, 212, 222, 239, 241,
medicina: 111, 155, 220, 266, 283. 284-287, 291, 299s, 302-304, 314, 318,
mcdico/s: 147, 250, 266, 283, 325, 360s. 364.
Melquisedec: 56, 116, 223. mortificación/es: 164, 230, 233s., 241, 284,
memoria: 57, 64, 328, 384, 453, 472, 487, 305, 468s.
514. muerte: 47, 49-52, 58, 75s., 80, 98, 101s., 104,
mente/s: 64, 80s., 86, 88s., 93, 96, 99, 105, 108- 118, 142s., 151, 154, 162s., 189, 192-194,
110, 130, 159, 174, 208, 240, 244s., 252, 198, 200-218, 220-223, 226-235, 237-240,
256s., 280-282, 284-286, 289, 291, 294, 243-250, 252-256, 258, 260-263, 265s.,
298, 302, 305, 322, 326s., 343, 358, 360, 268s, 272, 274, 276, 284, 286, 288s., 291s.,
ÍNDICE TEMÁTICO 542
295-297, 301 s., 304-306, 314s., 324, 329s., niño/s: 44, 69, 125, 129, 151, 154, 205, 207-
336, 341-343, 353, 360, 370, 385, 403, 407, 209, 216, 235, 245, 249, 264, 267s., 295,
411, 420-422, 437, 448, 464, 467, 469, 479, 351, 356, 369, 382, 443, 455, 511.
481, 483; del alma: 207, 229, 341; eterna: nobleza: 81, 347, 354, 365, 367, 486, 503.
238, 253; reino de la: 214, 228; segunda: Noé: 56, 223, 462; hijos de: 216.
207, 238, 241, 254, 258, 272, 288, 420; sen- nombre: 41-47, 54, 60, 84, 91, 126s., 130, 160,
tencia de: 213, 219, 269,318. 164, 181, 183, 198, 201, 262, 269, 292, 296,
muerto/s: 91, 183, 187, 191, 203, 206, 217, 227, 307, 309s., 313, 341, 349, 354, 356, 364,
239-241, 312, 322, 332, 354, 360, 377, 382, 366, 372, 470, 480, 493, 500, 502, 504, 506,
400, 416, 420s., 435, 440s., 446, 467-470; 512s.
con Cristo: 230, 238-240. no vacíanos: 123.
mujer/es: 67, 76, 80, 83, 96-98,189, 206s., 239, novilunios: 121.
241, 250, 255-257, 269, 290, 333, 425, 457, Nuevo Testamento: 46, 78s., 83, 93, 136, 166,
464, 500-504. 256, 261, 270, 302, 347, 356, 373, 383, 442,
mundo: 41, 45, 49, 53-55, 59-62, 72-74, 81, 500.
83s., 86-88, 91, 100, 104, 106s., 110, 137,
143s., 146, 154s., 157, 165, 183s., 189, 191, Obed: 486.
195, 199, 204-211, 213, 221, 223, 230s., obediencia: 41, 55, 71, 85, 113, 188, 205s.,218,
233s., 238, 243, 248, 286, 296, 298, 305s., 221, 223, 238, 246-249, 312, 364, 372, 386,
312s., 322s., 329, 339, 385, 388, 390, 402, 397, 442, 445, 448, 468s., 488, 509, 511,
410, 414, 417s., 422, 424, 43ls., 436s., 442, 516.
445-451, 454s., 467, 498, 508, 511. obra/s: 62, 65, 67, 78, 80, 103, 114, 120, 127-
129, 132, 153, 155, 156, 1 6 4 s 1 6 7 ״s172 ״-
nacimiento: 49, 100, 172, 209, 230, 232, 325, 179, 183, 194s., 220, 222, 235, 240, 243,
353, 370, 376, 503, 506. 248, 25ls., 295-297, 305-307, 309, 315,
nación: 73, 154, 183, 344, 391, 396. 319, 344, 352s-, 357, 360, 363, 368, 371,
naciones: 42, 55, 116, 141, 166, 184, 346, 349, 375, 378, 389, 392s., 395-397, 413-415,
401,410,413, 480, 489. 424, 429, 431, 435, 441, 446, 450s., 454,
Nahún: 388. 456, 458, 466, 479, 488, 492, 497, 502, 505;
Narciso: 500, 506. obra buena: 113, 115, 131, 134, 149, 318,
Natanael: 120. 352s., 357, 421, 428, 456; obra de Dios:
naturaleza: 43s., 49, 51-53, 57, 59, 76, 78, 80s., 194, 280, 417, 432, 475s., 488; obra de la
84-86, 88, 91, 95-97, 101, 110, 112s., 117, gracia: 168, 219, 229, 327; obras de la
121, 123-124, 127, 134, 137, 141s., 150, carne: 287, 299, 306s., 351, 456; obras de la
155, 159, 1 6 2 s 1 7 9 ,171 ״s., 188-190, 203,justicia: 168, 258; obras de la ley: 77, 120,
209-211, 215, 220, 222- 224, 233, 237, 240, 122, 133, 136, 146, 148, 156-158, 163, 167-
242, 245, 24 75., 251, 259s., 264, 271, 282- 169, 171-173, 177s., 190, 224, 375, 379,
285, 290-293, 296-298, 300, 305-307, 31 Os., 381, 397s., 402.
315, 317s., 325-327, 330-333, 337, 339, observancia de la ley: 132, 264, 461, 480, 490,
342, 347, 349s., 364-368, 400, 404, 408, 499.
414, 441, 472, 474, 476, 507, 517. Occidente: 497, 500.
necedad: 95, 140, 297, 319, 435. Ocozías: 51.
necia/o/s: 80s., 89s., 92, 96, 149, 199, 385, odio: 44, 105, 277, 305, 345, 377, 430s453 ״.
3 9 0 s 4 3 5 ,399 ״s., 463, 489. oíensa/s: 95, 143, 278, 341, 376, 401, 441,473,
negligencia: 101, 111, 132, 142, 151, 225, 281, 477.
297, 340, 368, 402, 471, 478. ofrenda: 45, 163, 194, 212, 235, 404, 418-420,
neomenias: 64, 156, 160, 167, 185. 422, 487, 490, 496, 499.
Nereo: 500. ojo de la mente: 86, 153, 240.
ninivitas: 116. Olimpas: 500.
543 ÍNDICE TEMÁTICO
olivo: 400, 404-406, 408. 405, 408s., 41 ls., 419, 430, 442, 480, 484,
opinión/es: 110, 124, 144s., 150, 214, 384, 398, 488, 494, 500, 509.
449, 461, 473. pagano/s: 72, 76, 80s., 89, 116, 138, 154, 252,
oración/es: 59, 64-66, 70, 176, 321, 325, 327- 276, 295, 512.
328, 330, 338, 376, 422, 429, 432s., 496, palabra/s: 57, 60, 62, 64s., 68-71, 73-75, 85, 95,
498, 508s514 ״. 108, 112, 123, 129, 132, 140s., 151, 155,
oráculo/s: 64s., 137-139, 142, 245. 160, 163, 165,169,173, 176, 190, 192, 196,
orbe: 63s., 73, 167, 207, 394, 502, 514. 202, 208, 212, 214, 242, 306, 327, 340, 347,
orgullo: 76, 81, 103, 187, 436, 463, 504, 508. 350, 365, 368, 376s., 381 s., 385, 391, 395,
Oriente: 497, 500. 399, 429, 432, 448, 461, 501; de Dios: 70,
oro: 198, 492, 500. 129, 137-139, 143, 151, 187, 250, 255, 301,
ósculo: 500, 508. 339, 344, 348, 365, 373, 394, 398, 420, 422,
oscuridad: 89, 92, 336, 455. 426, 458, 461, 478, 490, 499.
Oseas: 367, 371 s., 456. Paráclito: 311, 516.
Ozías: 43, 51. paraíso: 150, 167, 205, 207, 214s., 262, 270,
315, 366, 384.
Pablo (cf. Apóstol): 41-46, 48, 52, 55-59, 62- pariente/s: 154, 175, 181, 196, 336, 500, 505s.,
76, 78, 81-86, 91s., 94, 96, 98-103, 105, 509, 513.
108s., 112-116, 119s., 122, 125-127, 129, partos: 42.
131, 136, 138, 140s., 144-155, 157, 159, pasión/es: 46, 53, 80, 92, 96, 98, 102, 113, 164,
161 s., 165-173, 176, 178, 180-182, 184, 192, 203, 222, 236, 240, 245, 255, 260, 278,
187, 190s., 195s208 ,203-205 ,199-201 ״- 280s., 283s., 286, 289s., 293, 305, 307, 370,
213, 215-220, 223, 225s., 229-234, 237, 420, 438, 451,457, 468.
240, 242-250, 252-266, 268-273, 275-281, pastor: 149, 168, 372, 498, 507.
283-290, 292s., 295-297, 299, 301-303, patriarca/s: 173,181s., 190, 223, 344, 404, 483.
305-309, 311, 313-320, 323, 325, 327-331, patripasianos: 337.
334-339, 341-359, 361-364, 367, 369, 371 s., Patrobas: 500.
374s., 377-380, 382s., 385s393 ,388-391 ״- paz: 41s., 44, 56-58, 60, 72, 74, 109, 114-116,
395, 397, 399-404, 406-422, 424-428, 432s., 153, 157, 161, 193-196, 203, 240, 254, 295-
437-440, 443, 445-456, 458, 460s., 463-468, 297, 300, 303-305, 322, 388, 391, 412, 430,
470-477, 480s., 483, 485-516. 435, 437s., 440, 448, 451, 468, 473-478,
paciencia: 54, 73, 74, 82, 94, 103, 107s., 110, 480, 486s., 499, 508s., 512.
112s., 115, 165, 193s., 197-199, 276, 302, pecado/s: 45, 49, 5 7 s 8 6 ,84 ,81 ״s., 89, 92s., 9
305, 321, 324, 327, 337, 341, 360s., 367- 108, 110s., 114, 117, 119s., 123s., 127, 131,
370, 407, 431, 437, 479s., 482s. 139, 142, 144-149, 151, 154-160, 162-165,
padecimiento/s: 312-315, 431. 171s., 174-179, 183, 185-188, 192-197,
Padre (cf. Dios): 41, 43, 46-48, 50-54, 56-58, 200-202, 204-269, 271-283, 285-296, 299,
63-65, 82, 85, 93, 95, 100, 121, 126, 131, 301-303, 305s., 309, 314s., 322, 327, 335,
133, 168, 172, 179-184, 187-192, 196, 199, 337s., 350, 355, 357s., 361, 369, 376, 383s.,
204, 221, 231s., 243, 249, 260, 288s., 300- 391s410-413 ,408 ,401-403 ,399 ,397 ״,
303, 308-311, 327, 330s., 334, 336, 338s., 420s., 431, 435-438, 449, 466-469, 471-473,
344, 347, 349-351, 363, 374, 386, 404, 410, 475-479, 490, 507s., 514s.; reino del: 212,
416, 418, 423, 464, 468s., 480-483, 487, 228, 241; remisión de los: 145, 156, 178,
491, 498, 512, 514, 517. 219, 226, 435.
Padres (Santos): 41 s., 59, 73, 80s., 100, 103, pecador/a/es: 43, 45, 47, 54s., 60, 78, 83s., 94,
109, 117s., 133, 137, 147s167 ,158 ,154 ״, 104s., 108-111, 119, 137, 142s., 146, 153,
170, 172, 180, 183s., 205s., 218, 222, 254s., 164s., 176s., 185, 187, 192-194, 201-203,
263, 267, 273, 287, 295, 299s., 308, 313s., 205, 207s., 211, 217s., 222, 226, 228, 231,
321, 329s., 344s., 347s., 356, 377, 400, 403, 239, 244, 256, 258s., 261, 269, 272-274,
ÍNDICE TEMATICO 544
281, 288s., 294, 308, 316, 336, 351, 353, Pirro: 512.
355-358, 361, 365, 369, 371, 379, 397s״ Pitágoras: 89.
407, 414, 431,434, 445, 481. placer/es: 102, 222, 264, 269, 277, 281, 298,
Pedro: 42, 44-46, 116, 134, 151, 181, 299, 316, 312, 323, 326, 457s.
376, 447, 489, 493, 496, 498. Platón: 89.
peligro/s: 74, 243, 321, 326, 329, 336, 339s., plenitud: 77, 106, 148, 162, 168, 170, 180, 194,
471,482, 503, 505. 253, 294, 314, 338, 400, 408, 450, 453, 482,
pena/s: 84, 92, 101, 105, 108, 111, 114, 192, 487, 515.
209, 211, 217, 221s., 241, 265, 269, 272, pobre/s: 117, 150, 250, 315, 402, 424s., 436,
343, 345, 414, 440s., 446, 473. 450, 481, 494, 496.
penitencia: 94, 98, 103, 105, 107s., l l l s ., 143, pobreza: 223, 313, 315, 330.
156, I78s., 238, 253, 320, 337, 365, 383, poder/es: 52, 79, 82, 86s., 100, 123, 141, 144,
404,412, 435, 439, 507. 153, 163, 165, 187s., 203, 211s., 226, 228,
pensamiento/s: 44, 59, 89, 93, 123-125, 237, 239s., 243, 249, 257, 265, 278s., 287, 293,
242, 245, 252, 259, 292, 295s306 ,301 ״, 303, 306s., 310s, 317s., 330, 356s., 360s.,
315, 370, 376, 399, 403, 416s., 421s., 424, 365, 367, 370, 417, 424, 445, 464, 468, 481,
430, 432, 436, 443, 460, 476, 479, 490s., 497s., 509.
497, 508, 511. pontífice: 338s., 445.
perdición: 75, 100, 107, 110, 119, 128, 214, P o n to : 492.
283, 367, 369, 392-394, 396, 406. potestad/es: 54, 87, 185, 206, 247, 310, 320,
perdón: 45, 58, 67, 75, 103, 113, 144s., 154, 329, 341 s., 365, 444, 446, 448, 491.
156, 160, 162, 166, 185, 187, 192, 195, 197, precepto/s: 42s., 89, 120s., 126, 133, 141, 144,
200, 203, 205, 212, 217, 244, 253, 283, 294, 148, 155, 171, 184, 200, 211, 216, 223, 232,
358s., 373, 379, 407, 412, 422, 434. 244, 250, 261-263, 268-270, 272, 274, 277,
pereza: 100, 152, 266, 432, 455, 512. 291, 295, 310, 360, 381, 409, 437, 448-452.
perfección/es: 79, 87, 132, 137, 149, 171, 194, predestinación: 41, 44, 50, 53, 329, 333s., 344,
253, 301, 306, 322, 331, 364, 375, 379, 389, 356, 387, 394, 412.
415, 426, 454, 475, 488. predicación: 45s., 48, 54, 59, 62, 64-66, 68-70,
perfecta/o/s: 49, 70, 73, 118, 142, 216, 229, 72-76, 78, 145, 335, 345, 375, 385, 389,
301, 308, 395, 419, 423, 439, 461, 463, 470, 403, 419, 441, 485, 490-492, 501, 504, 506,
478, 488, 511. 512s., 515.
persas: 491. premio/s: 83, 104s., 115, 120, 126, 174, 176s.,
persecución/es: 44, 69, 73s., 194, 197, 312, 314, 195, 197s., 306, 312, 314, 317, 320, 327,
329, 339s., 346, 383, 430, 434, 446, 448. 331, 336, 351, 366, 370, 384, 396, 398, 413,
perseverancia: 108, 112, 324, 506. 421, 447, 457, 466, 474, 478, 497, 512.
Pérside: 500, 507. prepucio/s: 116, 132-134, 136, 169, 180s., 390.
persona/s: 44, 65, 81, 99, 105, 109, 115, 117, presciencia: 43s., 71, 142, 332-335, 337, 351s.,
123, 127, 148, 172, 193s., 201s., 207, 209, 354, 357, 372, 390, 393, 396, 415.
227, 230, 242, 251-253, 255, 264, 267, 271, presunción: 157, 364, 400, 485.
273s., 275s., 279, 282, 284, 286, 296, 300, prevaricación: 99, 185, 211, 225, 256, 272, 318.
302s., 329, 335, 337-339, 347, 350, 359, prevaricador: 132-135, 185,211.
363, 388, 402, 406s., 411, 418, 429, 436, primicia/s: 52, 320-324, 404, 462, 503.
439, 441 s., 444s., 460, 463s., 468, 473, 484, primogénito: 322, 329, 332-334, 347-439.
488s., 492, 496, 499, 502s., 513, 516. Prisca: 499, 502, 504.
piadosa/o/s: 177, 200, 242, 348, 358, 378, 384, Priscila: 71, 500-502, 504.
455. proclamación: 45, 55, 114, 330, 387, 410, 505,
piedad: 66, 79, 111, 116, 158, 177, 247, 348, 515.
352, 356s., 369, 407, 423, 437, 439, 443, profecía/s: 42, 48, 150, 166, 290, 373, 388, 390,
445,448, 464, 473s., 501,503. 399, 419, 4 2 7 s 5 0 2 ,458 ,450 ,434
545 ÍNDICE TEMÁTICO
profeta/s: 41, 45, 47s., 52, 61, 63, 70, 74s., 77, recompensa/s: 102, 109, 112s., 172, 197s., 317,
79, 82s., 87, 93, 100, 106, 111, 117, 120, 369, 380, 409, 434.
129-131, 138, 142, 149, 152, 154, 158-161, reconciliación: 193, 202-204, 322, 400, 440.
163s., 169, 171s., 177s., 206s., 248, 260, rectitud: 58, 157, 272, 363, 380, 445, 469.
290, 316, 340, 355, 362, 372, 376, 383, 388- redención: 52, 57, 139, 158s., 162s., 165, 200,
392, 395s., 398, 401, 403s414 ,412 ,410 ״, 319-322, 373.
423, 427s., 439, 451s., 482s., 486, 493, 516. Redentor: 192, 315, 401.
profundidad: 342s., 362, 366, 414-417, 516. regalo/s: 59, 114, 159s., 172, 175s., 183, 233,
prójimo/s: 83s., 194, 245, 250, 264, 384, 430s., 300, 311, 322s., 396, 406, 498.
438, 450-454, 473, 475, 479, 481, 483, 508. regeneración: 229, 231, 253, 312, 332, 459,
promesa/s: 47s., 82, 108, 118, 128, 134, 139- 476.
141, 143, 148, 154, 160, 163s., 169, 174, reino/s: 67, 82, 162, 167, 205, 212, 228, 253,
180, 183-187, 189-191, 205, 241, 243, 250, 278, 315, 348, 359, 376, 393, 444, 451, 486.
258, 324, 330, 332, 340, 344-350, 385-387, religión: 60s., 66, 73, 116, 144, 236, 252, 260,
396s., 405, 412, 415, 420, 455, 480, 484s. 358, 443,447, 481.
propiciación: 158, 163-165. remedio: 106, 111, 185,211,268, 285,293, 401.
propósito/s: 59, 70, 72, 280, 323, 328, 33ls., remisión: 157, 178, 505.
334, 352, 356, 410, 441, 467, 516. reo/s: 111, 113, 117s., 129, 148, 154, 160, 163,
Proverbios: 443. 171, 173, I85s., 192, 200, 210, 244s., 247,
providencia: 49, 61, 72, 92, 99, 106s., 123, 169, 257-259, 264, 268, 309s., 345, 360s., 469.
247, 285, 317, 327, 366, 402, 415s., 445, responsabilidad: 154, 280, 401, 447.
497. resto: 368, 392s., 395s., 402; de Israel: 393,
prudencia: 61s., 81s., 91, 114s., 156, 170, 281, 409.
296-299, 305, 340, 349, 363, 384, 429, 435, resurrección: 41s., 46, 51-54, 79, 111, 113, 129,
449, 463, 489. 133, 157, 189, 192s., 202, 218, 220, 223,
prueba/s: 44, 74, 223, 229, 314, 339, 349, 357, 226s., 229, 231-234, 236, 238, 258s., 286,
482s. 289, 296, 300, 303s., 316-318, 322s., 335,
pudor: 431, 496, 504. 382, 389, 398, 404, 454s., 459, 468s., 475.
pueblo/s: 56, 67, 70s., 73, 130, 138, 150, 169, revelación: 42, 80, 108, 314, 317, 321, 333, 361,
180s., 183s225 ,214 ,212 ,196 ,186-188 ״, 419, 509, 515.
239, 248, 255, 257, 292, 326, 336, 344, 346, rey/es: 67, 110, 212, 254, 360, 395, 405, 423,
350, 357, 361, 367, 369, 371s., 374s., 385, 443, 445s., 449, 451, 454, 458, 486, 505.
387, 390 ־396, 402, 404, 409, 422, 443, 456, rico/s: 74, 164, 177, 316, 402, 416, 425, 436,
480, 486, 491, 495. 481s., 508.
riqueza: 62, 67, 70, 72, 76, 103, 107, 174, 197,
Queturá: 349, 351, 355. 239, 265, 310, 361, 367, 370, 386, 400, 409,
Quirino: 443. 414-416, 436, 513.
robo: 125, 211, 447, 453, 481.
Rahab: 139, 446. Roma: 41,54, 56, 59-63, 66, 70-72, 74, 98, 360,
raza: 63, 75, 93, 123, 139, 148, 182, 187, 205, 488, 493-495, 497, 502, 512.
208s., 213, 350, 356, 396, 400, 403. romana/o/s: 41, 55s., 59-63, 65, 70s., 73s., 76,
razón: 79, 84, 89, 93, 99, 107, 148, 154, 175, 81, 92, 99, 402, 443, 460, 464, 471, 483,
189, 199, 209, 214, 263, 267, 273s., 281, 488s., 491, 493-497, 503s., 507, 512s., 515.
283, 320, 325, 337, 365, 367, 382, 414; hu- Rubén: 332.
mana: 189, 251; natural: 86, 115, 121. Rufo: 500, 507.
razonamiento/s: 80, 88s., 96, 117, 123, 137, ruina: 207, 272, 403, 468, 510.
148, 150, 167, 191, 195, 247, 296, 298, 325,
362, 369, 477, 489. sábado/s: 64, 121, 136, 156s., 160, 1675., 181,
Rebeca: 344, 350-352, 355. 185,211,289,375, 463,511.
ÍNDICE TEMÁTICO 546
sabiduría: 70, 73s., 80, 87, 89s., 92, 121, 129, Santiago: 45, 168, 195, 198, 464, 496, 498; el de
1 4 4 s 2 8 8 ,250 ,242Alfeo:
,240 ,233
43; el,216 ,197 394.
Mayor: ״s.,
296, 298, 300, 303, 308, 339, 361, 366, 382, santidad: 45, 58, 80, 111, 137, 140, 177, 234,
407, 409, 414, 417, 422, 424, 430, 435-437, 246,250, 252s., 290, 325, 409, 421, 456, 458.
439, 449, 458, 488s., 491, 516s. santificación: 57, 162, 240, 250, 252s., 295,
sabio/s: 70, 72-74, 80, 83-86, 89-92, 96, 114, 303, 307, 322, 420, 434, 490.
138, 146s., 149,182, 296,298, 303, 384, 390, santificada: 487, 490.
408, 416, 425, 430, 436, 509, 511, 516s. Santuario: 232, 482.
sacerdocio: 339, 420, 490. Sara: 42, 46, 187s-, 190, 344, 350s., 353.
sacerdote/s: 45, 60, 77, 100, 103, 162, 347, 422, Saray: 42.
425, 427, 445, 447, 449, 490; sumo: 60, sarracenos: 491.
164s., 333, 489. Satanás: 70, 74, 98, 192, 209, 213, 268, 272,
sacramento/s: 155, 230, 232, 339, 356, 383. 283,290, 493, 509, 51 ls.
sacrificio/s: 45, 60, 89, 121, 136, 159, 212, 239, Saúl: 358s., 412, 423.
290, 339, 379, 419-422, 462, 480, 489s. Saulo (cf. Pablo): 41-46.
sacrilegio/s: 110, 129s., 420. Sedecías: 43.
salario: 169, 172, 175-177, 246, 312, 449. Sem: 56.
salmo/s: 43, 52, 75, 82, 141, 149s., 155, 274, semejanza: 91, 199, 204, 212, 215, 233s., 236,
276, 358, 398, 440, 457, 485s. 289-293, 318, 426.
Salomón: 43, 153, 317, 405, 412, 425, 435, 440, semilla/s: 98, 110, 154, 368, 373s.
516s. sencilla/o/s: 74, 341, 363, 464, 509s..
salud: 58, 79, 82, 161, 166, 198, 220, 325s., sencillez: 68, 114, 220, 419, 429, 473, 497.
360s., 383, 386, 401, 458, 462, 471. sentencia: 104s., 207, 219, 271, 276, 285, 331,
saludo/s: 46, 58, 501, 506-508. 387, 440, 462, 464.
salvación: 42, 51, 56, 58s., 61, 63, 67, 70-80, sentido/s: 86, 91, 187, 318, 413s.; alegórico:
110, 118, 120, 127, 133, 135, 146, 151, 156, 42; apostólico: 387; carnales: 259; de la
159, 161 s., 165s., 169, 174, 181s., 185, 195, ley: 123, 130, 170; de las Escrituras: 399;
202-206, 227, 238s., 243, 250, 252, 258, espiritual: 51, 187, 287, 339, 420; históri-
283-285, 294, 297, 305, 308, 321, 323, 326, co: 373; humano: 214; interior: 379; lite-
329, 332s., 336, 339, 342, 352, 354, 372s., ral: 51, 329; llano: 60; naturales: 159;
377, 383-396, 400-404, 406, 409-411, 414, obvio: 433.
416, 425, 427, 438, 450, 454-456, 460, 466, Señor (cf. Cristo, Jesucristo, Jesús): 41, 44-48,
469, 472, 476, 482s., 485s492 ,490 ״. 51-53, 55-57, 60, 63s, 66, 69, 71, 76, 90, 92,
Salvador: 50, 54, 63, 77, 112, 129, 192, 195s., 100, 106, 108, 115s., 122, 130s., 136, 138,
201, 203, 206, 212, 217, 230, 241, 244, 251, 150-153, 164, 168-170, 172, 175s., 178s.,
254, 258, 265, 292-294, 300, 325, 338, 347, 188, 191 s., 194, 197, 202s., 208, 215, 219,
350, 354, 373, 375, 392, 394s., 397, 399, 224, 226, 233, 236, 240, 242, 246-248, 250,
415, 430, 441, 481, 483, 509. 254, 259, 270, 278, 286, 292s., 296, 303, 305,
Samaría: 63. 307s., 310, 3 1 2 s 3 2 9 ,326 ,320 ,315 ״
sangre: 57, 60, 146, 152, 154, 158s., 162-165, 341-343, 345, 347, 350, 353, 358, 362s., 364,
185, 193s., 202, 239, 250, 339, 351, 446s., 367-369, 374, 377, 382-386, 388s., 392, 394-
503, 513. 396, 398, 404, 407, 410, 412s., 416, 420, 422,
santa/o/s: 41, 46, 49, 52, 55-58, 60, 63, 71, 110, 4 2 4 s 4 3 6 ,434 ,430-432 ״s., 439-44
113, 130, 139, 1425, 168-170, 190, 192, 451-453, 456-459, 464, 466s., 469-471, 474,
201, 206, 212, 232, 252, 262, 265, 267, 483, 4 8 5 s 4 9 9 ״s., 502, 505-507, 509, 51 ls.,
270s, 288, 299, 310, 313, 315, 318, 321, 514, 516; Dios: 271, 480; doctrina del:
323, 326, 328, 333, 336, 356, 363, 374, 400, 434s., 473; Espíritu del: 325, 347; gracia del:
404, 429, 433s., 458, 468, 475, 482s., 490, 178, 219, 461, 482, 514; Jesucristo: 41, 52,
494-496, 499s., 502, 5C4, 506-508, 517. 56, 58, 76, 120, 124, 163, 165, 193s., 196,
547 ÍNDICE TEMÁTICO
200, 205, 218, 286, 291, 322, 339, 404, 449, tablas de piedra: 121, 133, 261, 452.
451, 458, 480, 483, 485, 494, 499, 509, 512, temor: 43, 46, 82, 102, 105, 108, 110, 113, 118,
514, 517; Jesús: 44, 121, 167, 191, 195,218, 121, 123, 127, 153,157,199s.,247s.,250,256,
382, 411, 472, 468,; nombre del: 54, 71, 116, 270, 277, 281s., 294, 298, 300, 308-310, 369,
131, 198, 377, 384s. 379,405, 440, 442, 444, 447s., 450s., 463, 465,
señorío: 46, 207, 468s. 472, 490, 516; espíritu de: 308s., 410.
Septuaginta: 391, 399. templanza: 115, 223, 463.
sepulcro: 146, 151, 230s., 236, templo/s: 52, 95, 125, 129, 191, 250, 290, 292,
sepultado/s con Cristo: 230s., 235, 467. 303s, 307, 325, 370, 419.
serpientc/s: 48, 9 ls., 150, 206, 210, 236, 269, tentación/es: 74, 112, 195, 223, 227, 278, 285,
316, 342, 512, 514. 295, 328, 330, 340s., 456, 478, 482, 487,
servicio/s: 46, 59, 244, 304s., 308, 316, 319, 506, 514.
372, 419, 426-428, 430, 442, 446s., 462, Tercio: 509, 513.
492, 4 9 4 s 4 9 8 ״s., 501, 5D3s. Tesalónica: 512.
servidumbre: 45, 63, 248, 251, 275, 310s., 317- testigo/s: 54, 59, 63s., 68, 124, 140, 204, 381,
320; espíritu de: 43, 199, 308, 31 Os. 390, 495.
seudoapóstoles (cf. falsos apóstoles): 492, 493. testimonio/s: 47, 66, 68, 75, 77, 120, 122s.,
severidad: 61, 400, 407, 415, 502. 130s., 139, 142, 149, 154, 160, 171, 174,
sexualidad: 96s., 333, 503. 177, 187, 197, 304, 311, 333, 336, 355, 357,
Sibila: 48. 372, 376, 383, 385s., 388, 391, 399, 411,
siervo: 41, 43-45, 54, 57, 64, 77, 176, 191, 202, 443, 470, 474, 485, 501s., 506s., 515s.
241, 246, 248, 251, 253, 310s., 345, 363, texto hebreo: 391, 399.
388, 410, 421, 434, 459, 464, 469; de Cris- tibieza: 287, 340, 432.
to: 42, 45, 57, 450, 481; de Dios: 44, 229, tiempo/s: 107, 116, 123, 156, 158, 165s., 169,
246, 248, 252s., 308,315,326, 443. 180,200, 212s., 244, 261,309, 313,315, 320,
signo: 70, 75, 133, 181 s., 197, 203, 338, 360, 335, 340, 344, 346, 360, 368s., 380s., 384,
389, 420, 430, 488, 491,515. 392, 399, 403, 407, 410s., 413, 415, 430, 441,
Silas: 512. 444, 446, 454s., 465, 477, 482, 500, 516.
silencio: 367, 471, 515. tierra: 49, 52, 54, 60, 86, 101, 107, 124, 141,
Símaco: 398. 183s., 191, 199, 207, 220, 236s., 299s., 307,
Simeón: 254, 388. 314-316, 318, 320, 323, 336s., 342, 347,
Simón: 42s. 349, 356, 366, 368, 373, 376, 381, 383, 385,
Sión: 45, 93, 368, 408, 411. 387, 389, 390s., 393, 404, 444, 449s., 452,
Siria: 443, 491. 469, 502.
soberbia/o/s: 76, 80, 88, 90, 100s., 162, 196, Timoteo: 367, 509s., 512s.
327, 371, 378, 394, 401, 413, 430, 435s., tinieblas: 83, 128s., 143, 171, 173, 266, 276,
445, 449, 451. 337, 435, 455-458, 464, 479.
Sócrates: 89. tirano/s: 74, 163, 194, 212, 238, 284, 336.
Sodoma: 107, 147s., 350, 368, 373s. Tito: 510.
sodomitas: 212, 361. tormentos: 74, 314, 340, 360, 505.
Sópatros: 512. torpeza/s: 94, 96-99, 123, 243, 252, 420, 458.
Sosípatro: 509, 5 12. trabajo/s: 44, 54s., 57, 65s., 69, 74, 78, 106,
substancia: 87, 122, 196, 202, 234, 269, 278s״ 112, 169, 174, 177s., 254, 278, 314s., 319s.,
289s., 293, 296, 298, 317, 321, 347, 365, 358, 363, 367, 369, 373, 402, 407, 412, 415,
404,417. 423, 426, 4328., 493, 497, 505, 507.
sufrímicnto/s: 51,75, 102, 140, 178, 193s., 197, Tracia: 492.
302, 313, 316, 324, 343, 430, 435. tracio: 162.
suplicio/s: 73, 78, 83, 98, 107, 113, 128, 156, tradición: 63, 67, 102, 123, 235, 374, 389, 398,
185, 222, 224, 248, 314, 353, 360, 362, 447. 508.
ÍNDICE TEMÁTICO 548
traducción de los Setenta: 398. 250, 252, 257, 259, 265, 275s., 279, 284,
transgresión/s: 94s., 102, 125, 127, 130, 136, 286, 304, 312, 420s., 431s469 ,440 ״.
146, 157, 183-185, 200, 204, 211, 213s., víctima/s: 165, 292, 341, 421, 490.
216s., 219s., 222, 225, 237, 266-268, 271s., victoria/s: 52, 76, 136, 142s., 145, 206, 288,
281, 402, 412. 291, 307, 442.
tribu/s: 51, 183, 311, 394. vida: 42, 45, 73s., 76, 78, 82s., 97, 99s, 106s.,
tribulación/es: 109, 113s., 153, 193, 197-199, 112s., 115s., 120, 130, 134, 143, 147, 150,
314s., 326s., 329s., 339-341, 346, 429, 432, 152s., 162, 183, 187, 193, 200-204, 206-209,
507. 211, 213-216, 218, 220s., 223, 225-228, 230-
tribunal: 106, 112, 123,445, 470. 234, 236, 238-240, 243, 246, 2485., 252s.,
tributo/s: 45, 442, 444s., 448-450. 255, 258-262, 265, 268-270, 272, 282, 286,
Trifena: 500. 288s., 294-297, 299, 302, 304-310, 312,
Trifosa: 500. 314s., 317, 325s., 333, 339-343, 353, 355s״
Trinidad (divina): 52s., 192, 288, 300, 302, 347, 369s., 377, 380-392, 400, 403, 406, 417-421,
416, 418. 440, 444s., 448, 451, 454s., 461, 464, 466-
tristeza: 198, 224, 305, 318, 432, 475, 486. 470, 479, 481, 483, 490, 499, 513; carnal:
Trófimo: 514. 259, 298, 456; cristiana: 189, 287, 300, 419,
423, 429, 480; de libertinaje: 59, 189, 227,
ultraje: 156, 479-482. 287; de pecado: 237, 255, 341; eterna: 108,
unidad: 88, 98, 278, 300, 302, 426, 480, 484s., 112, 115s., 126, 140, 203-205, 218, 220,
516. 226s., 238s., 246, 252-255, 269, 271, 289,
Unigénito (Hijo de Dios): 50, 54, 116, 170, 297,303, 306s., 342,352, 354,356,370,373,
196, 200s., 204, 217, 220, 237, 307, 332- 381, 415, 420, 440, 444, 454; futura: 106,
334, 410, 470. 108, 220, 260, 264, 314, 323, 326, 343, 448,
universo: 59, 80, 85, 202, 308, 316, 318, 327, 455, 457; nueva: 158, 227, 232s., 255, 300.
332, 381, 395, 397, 410. vino: 420, 457, 462s., 475, 477.
Urbano: 500, 505. Virgen (cf. María): 49, 52, 208, 216, 259, 290,
Urías: 143. 296, 339, 376, 486.
virtud/es: 44, 46, 64, 82, 123, 148, 167, 172s״
Valentín: 202. 177, 193, 196-198, 229, 236, 240, 243,
vanagloria: 84, 122, 166, 481, 492. 250s., 253, 272, 275, 285, 288, 298, 302,
vanidad: 126, 150, 243, 313s., 316-318, 320, 306, 320s., 323, 366, 369, 413, 421s., 430s.,
342, 478. 447, 452, 458, 503-507, 513.
varón/es: 52, 57, 80, 95-98, 206, 213, 256, 259, viuda/s: 65, 424, 512.
290, 333, 376, 392, 433, 435, 486, 500, 503. vivo/s: 91, 312, 360, 420, 441, 467-469.
vasija/s: 356, 364s., 367. vocación: 41, 43, 46, 53, 57, 334, 353, 356, 401,
vaso/s: 138, 354, 364-367, 369-371. 409, 411.
vejez: 46, 138, 190, 262, 350, 462. voluntad: 64, 66s., 85, 93s., 99, 105, 116, 125,
venganza: 81, 83, 89, 95, 108, 430, 438-440. 127s., 134, 157, 161, 171, 176, 187, 202,
veraz: 77, 137, 141s., 146. 205, 214, 216, 223, 226, 228, 238, 243,
verdad: 43, 47, 52, 59, 61, 63, 71, 77, 79, 81-85, 247s., 251, 257, 268, 273, 275-281, 285,
87, 91s., 95, 100, 103-105, 109, 113s., 123- 289, 292s., 303, 308, 313, 317s329 ,327 ״,
125,128s., 134, 141s., 145, 195s., 213s., 221, 331, 334, 352-354, 356, 359s., 362-365,
249s379 ,342-346 ,337 ,333 ,301 ,288 ,276 ״, 368s437 ,433 ,427 ,417 ,410 ,403 ,379 ״,
381s., 389, 431, 437, 443, 446, 456-458, 472, 448, 453,462, 467, 473, 481.
474, 479, 488, 491, 499, 511, 516. voz: 85, 383, 385, 485.
vergüenza: 75, 97, 249, 252, 383s., 482, 504.
Yedidías: 43.
vicio: 47, 71, 81, 98, 100, 103, 108, 123, 127,
152s., 156, 177, 194s., 233, 236, 238, 247, Zacarías: 100.
L a B iblia C omentada por los P adres de la I glesia
y otros autores de la época patrística
N uevo T estam ento
6
DIRECTOR DE LA EDICIÓN EN CASTELLANO
Marcelo Merino Rodríguez
Reservados todos los derechos. La reproducción parcial o total de esta obra p o r cualqui
procedim iento, sin la autorización escrita de los propietarios del c o p y rig h t está p ro h ib id
de la legislación vigente.
IS B N : 84-89651-87-6
D epósito Legal: M-36892-2000
desierto tenían que decir sobre un texto concreto para la predicación, el estudio y la
meditación. Hay una conciencia cada vez mayor entre los laicos católicos, protestantes
y ortodoxos de que la predicación bíblica vital y la formación espiritual están faltas de
una mayor profundización, que supere las orientaciones críticas que rigen los estudios
bíblicos en nuestros días.
Por tanto, este trabajo se dirige a un público mucho mayor que la altamente téc-
nica y especializada área académica de los estudios bíblicos y patrísticos. Su divulga-
ción no se limita al estudiante universitario centrado en el estudio de la historia de la
transmisión del texto o de quienes tengan un marcado interés en la morfología textual
o en los temas histórico-críticos. Aun reconociendo que todo ello es crucial para los
especialistas, no es el objetivo primario de esta colección.
Esta obra tiene la pretensión de ser un Talmud cristiano. El Talmud es una colee-
ción judía de argumentos y comentarios rabínicos a la M ishnah , en la que ejemplifica-
ban las normas de la Torah. El Talmud se originó aproximadamente en el mismo perí-
odo en que los escritores patrísticos hacían sus comentarios sobre los textos de la tra-
dición cristiana. Los cristianos, desde la última edad patrística hasta el período medie-
val, tenían documentos análogos al Talmud judío y al Midrash (comentarios judíos) en
la forma de la glossa ordinaria y las tradiciones de las catenae, dos formas de compilar
extractos de la exégesis patrística. En el estilo talmúdico pues, el texto sagrado de la Es-
critura cristiana se aclara e interpreta por los comentadores patrísticos.
Esta Biblia C om entada p o r los Padres de la Iglesia tiene venerables antecedentes
en la exégesis medieval, tanto en las tradiciones orientales como en las occidentales de
la Iglesia católica, así como en la tradición de la Reforma protestante. Ofrece a los lee-
tores modernos, por primera vez en estos últimos siglos, las más antiguas reflexiones y
comentarios cristianos sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Tratándose de un
proyecto intrínsecamente ecuménico, esta serie está diseñada para servir a un público
católico, protestante y ortodoxo, sea laico, pastoral o académico.
En los casos en que los textos griegos, latinos, siríacos, coptos, etc. no gocen aún
de una traducción a nuestros idiomas modernos, aquí se proponen traducciones nue-
vas. Si se dispone ya de buenas traducciones, se utilizarán actualizando su lenguaje, si
fuera el caso; queremos presentar traducciones recientes, con una equivalencia dinámi-
ca de algunos textos por mucho tiempo olvidados, pero que históricamente han sido
considerados como modelos representativos de interpretación bíblica,
Estas fuentes fundacionales están hallando ya su puesto en muchas bibliotecas pú-
blicas y entre la colección de libros básicos de muchos pastores y laicos. Es nuestro
deseo, y el compromiso de la editorial, mantener en catálogo toda la colección duran-
te muchos años.
Ti !omas C. O den
Editor General
GUÍA PARA USAR ESTE COMENTARIO
En el plan de esta Biblia com entada se han tenido en cuenta unas determinadas ca-
racterísticas. Las siguientes líneas tratan de facilitar la lectura del presente volum en.
Los títulos
Los com entarios patrísticos a la Carta a los Rom anos son num erosos. Por ello,
hem os procurado dividir las perícopas en secciones con dos o más partes y sus títulos
correspondientes. Estos títulos vienen a ser una síntesis del comentario que sigue a
12 GUI A PARA USAR ESTE COMENTARIO
cada uno ellos. Esta característica proporciona el puente por el que los lectores m o-
d em os pueden acceder al núcleo del com entario m ism o de los autores de la antigüedad
cristiana.
Las traducciones
Se proporcionan nuevas traducciones al castellano en aquellos comentarios patrísti-
eos que todavía no gozan de una publicación en nuestra lengua. Estas traducciones han
sido realizadas, desde los textos originales, por un equipo de profesores universitarios
expertos en lenguas griega, latina, siríaca, etc. En algunos casos, se ha procurado mejorar
la sintaxis de aquellas traducciones castellanas ya existentes, pero que han quedado un
tanto obsoletas; en otros, para facilitar la lectura, se ha normalizado la sintaxis y también
los signos de puntuación o se han suprimido las conjunciones superfluas, por ejemplo.
Cada comentario viene referenciado por su fuente crítica del texto original y de la
edición castellana correspondiente. D entro de las notas a pie de página, sólo se hace re-
ferencia a aquella edición castellana más accesible. Es la que hem os preferido, en caso de
que existan varias. También hay que advertir que existen algunas traducciones castella-
ñas a las obras de los Padres de la Iglesia que no se indican aquí por ser excesivamente
anticuadas u otros m otivos, com o, por ejemplo, la dificultad de su consulta para los lee-
tores de nuestros días. Por ello, hemos decidido no mencionarlas en el presente trabajo.
Para las ediciones críticas de los textos originales hem os seguido las indicaciones
del Thesaurus Linguae G ra eca e1 y del C e te d o c 12, que son actualmente los bancos de
datos digitalizados sobre textos griegos y latinos respectivamente de que disponem os.
Es sentencia com ún entre los estudiosos de la antigüedad cristiana que la edición más
com pleta de los autores de esta época es la publicada bajo la dirección de J.-P. Migne;
incluso, algunas obras patrísticas sólo pueden encontrarse actualmente en esa edición.
Pero es sabido igualm ente que esa edición adolece de rigor científico, no sólo en lo re-
ferente a la crítica del texto, sino también en lo que respecta a la autoría ofrecida sobre
m uchos escritos y obras presentados en esos volúm enes editados bajo la dirección del
sacerdote francés. Por ello, se podrá observar que se citan mayoritariamente otras co-
lecciones o series de fuentes, elaboradas con posterioridad a la Patrología de J.-P.
M igne, con mejores imprentas y m ayor rigor científico, com o son las que nosotros
hem os utilizado para la presente obra.