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COCHES- BOMBA

Los coches-bomba son sin duda el arma más eficaz y más versátil con la que
puede contar un grupo terrorista o subversivo dada la facilidad de camuflarlos o
de pasar desapercibidos, porque en resumen ¿dónde esconderías una
manzana?, entre otras manzanas por supuesto, y esto es perfectamente
aplicable a los coches-bomba dado el gran incremento del parque
automovilístico nacional y la saturación existente en las zonas de
estacionamiento.-

En justicia, aunque la denominación de coche-bomba es más genérico y


comprensible a la vez, deberían llamarse vehículos-bomba, ya que no sólo se
usan coches (turismos), sino todo tipo de vehículos como ciclomotores,
bicicletas, furgonetas, camiones, etc.-

También se debería hacer una diferenciación entre coche-bomba y bomba en


el coche, no es lo mismo, así como la bomba en el coche se refiere a un
pequeño artefacto explosivo adosado a los bajos de un vehículo u oculto en el
interior del mismo para atentar contra una persona determinada, el coche-
bomba se constituye todo él en artefacto explosivo.-

Las ventajas para el terrorista a la hora de montar un coche-bomba, aparte de


la facilidad para que pase desapercibido, es la gran cantidad de explosivo que
puede cargar, por este motivo, los terroristas eligen modelos con una óptima
relación entre tamaño del vehículo y capacidad del maletero, durante un tiempo
prevaleció el Renault 19 por estas características, cuando cesó su producción,
se decantaron por el Ford Mondeo por los mismos motivos, aunque no de
modo genérico; también puede prepararse oculto y sacarlo a la luz para cumplir
la misión prevista..-

De esta manera, las capacidades para cargar explosivos, varían entre 20 y


1.000 kg, lo que obviamente produce unas explosiones aterradoras que se
pueden escuchar en un radio de más de cinco kilómetros, produciendo una
devastación que podría compararse a un bombardeo de artillería pesada,
colaborando con el explosivo, transformándose en metralla.-

El explosivo utilizado en este tipo de artefactos, suele ser artesanal, tipo


amonal o cloratita, dada la gran cantidad con la que se cargan y la dificultad
que conlleva el conseguir esas cantidades de explosivos de los mercados
comerciales o militares, dejando a éstos la función de reforzadores o
multiplicadores para asegurarse la activación de la totalidad del explosivo,
asimismo, ya que los explosivos artesanales son menos potentes que los
comerciales o militares, los terroristas compensan esta falta de potencia
aumentando la cantidad de explosivo para obtener los mismos resultados.-

En cuanto la los dispositivos de iniciación, se emplean temporizadores cuando


se trata de objetivos estáticos (inmuebles), activados a distancia (radio
frecuencia, teléfono móvil, transceptor, rayos infrarrojos, etc.) cuando el
objetivo es móvil (convoyes, vehículos en movimiento), o sistemas
antimovimiento o choque cuando se trata de vehículos kamikaze, es decir,
dirigidos autónomamente contra cualquier objetivo.-

Es de destacar que los dispositivos de iniciación usados en los coches-bomba


son totalmente autónomos, no utilizan ningún elemento del vehículo ya sea
batería o antena, pues los terroristas no se fían de un mal funcionamiento de
éstos, prefiriendo usar sus propios medios, los cuales ya tienen ensayados y
les dan un resultado satisfactorio.-

Las instalaciones militares y del gobierno civil, los aeropuertos internacionales,


las grandes ciudades y los monumentos o edificios famosos constituyen
algunos de los objetivos de alto riesgo para actos terroristas. Los terroristas
también podrían atacar lugares donde hay grandes concentraciones del
público, los suministros de agua y alimentos, los servicios públicos, las líneas
de comunicaciones, medios de transporte y los centros corporativos.-

Pueden ser destinados a un objetivo selectivo, aunque por su gran virulencia,


suele afectar a numerosas víctimas y provocar grandes daños materiales.

Normalmente, los terroristas roban el vehículo que les parece apropiado para
sus fines y “doblan” las placas de matrícula, esto quiere decir que buscan,
preferiblemente en el lugar donde van a cometer el atentado, un vehículo de
similares características y color que el que han robado y copian sus placas de
matrícula, éstas se las fabrican ellos mismos gracias a una troqueladora y
varios cientos de placas en blanco que robaron en el país vasco hace unos
años, posteriormente lo ocultan y lo preparan, y cuando llega el momento de su
uso, lo trasladan ya preparado al lugar que han elegido para hacerlo
explosionar.-

Durante estos traslados, suelen ir en convoy, aparte del coche-bomba


preparado, uno o más vehículos que sirven de lanzadera, adelantándose y
avisando de cualquier contratiempo para los terroristas, como pueden ser
controles de vehículos, por lo que generalmente usan la red secundaria de
carreteras para poder evitar en gran medida estos imprevistos.-

Los autores del atentado de Durango, el pasado 24/08/07, utilizaron un


procedimiento similar al empleado en los años ochenta en dos ocasiones por el
“comando Argala”, integrado por ciudadanos franceses y encabezado por Henri
Parot. Es un tipo de atentado muy poco habitual en ETA debido al alto riesgo
que corren los terroristas.

Al igual que ocurrió ayer en la localidad vizcaína, Parot aparcó sendos


vehículos bomba a la vista de los agentes de vigilancia de la Casa Cuartel de
Zaragoza, en 1987, y de la Dirección General de la Guardia Civil, un año
después. En ambos casos, se dio a la fuga en un segundo coche conducido
por un cómplice que le seguía a corta distancia. Instantes después, se
produjeron las explosiones.

El primer atentado de estas características, uno de los más sangrientos del


historial de ETA, tuvo lugar el 11 de diciembre de 1987 junto a la Comandancia
de la Guardia Civil de Zaragoza. Parot y otros dos miembros de la organización
terrorista montaron una artefacto explosivo compuesto por unos 250 kilos de
amonal repartidos en tres botellas de acero que introdujeron en un 'Renault 18'.

Para activar la bomba confeccionaron un sistema de iniciación pirotécnico


similar al de las granadas de mano: al tirar de una anilla se activaba un
percutor que actuaba sobre un fulminante con el que se prendían tres trozos de
mecha que, finalmente, provocaban la explosión. El tiempo que transcurrió
desde el inicio del proceso hasta la explosión fue de un minuto y quince
segundos.

Dos de los miembros del 'comando Argala', uno de ellos el propio Parot,
condujeron el coche bomba hasta la Comandancia de la Guardia Civil, lo
estacionaron y lo activaron y a continuación se subieron en un 'Peugeot 205',
conducido por un cómplice, para darse a la fuga. Poco después, antes de que
los vigilantes pudieran reaccionar, se produjo la explosión que costó la vida a
tres guardias civiles y ocho familiares de agentes, seis de ellos niños.

El 22 de noviembre de 1988, Parot y sus cómplices perpetraron un atentado


similar contra la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid. En esta
ocasión cargaron el coche bomba de 500 kilos de explosivo, repartido también
en cuatro botellas de acero para que hicieran el efecto de un cañón. El sistema
de iniciación de la bomba era similar al empleado en Zaragoza, aunque el
tiempo de seguridad desde que se activó el mecanismo hasta que se produjo la
explosión se redujo a 45 segundos. Hubo dos civiles muertos, 45 personas
heridas y daños materiales evaluados en casi 900 millones de pesetas.

Los terroristas no se preocupan en absoluto por las “víctimas colaterales” si en


su acción se ven cumplidos sus objetivos. Como nota anecdótica, se puede
comentar que el 20 de Marzo de 2007, insurgentes detonaron un coche-bomba
en Irak con dos niños en el asiento trasero después de que soldados
estadounidenses los dejaron pasar por un puesto de control en Bagdad.

El vehículo fue detenido en el puesto de control, pero se le dio permiso


de paso por transportar a los dos niños en el asiento trasero. Los niños en el
asiento trasero redujeron las sospechas. Estacionaron el vehículo, los adultos
corrieron y lo hicieron estallar con los niños atrás.

"La brutalidad y la crueldad de este enemigo no han cambiado", dijo un militar


de alta graduación. "Para ser franco, lo único que les interesa en asesinar
civiles".

VEHÍCULOS SOSPECHOSOS:

Un vehículo puede levantar sospechas en los siguientes casos:


- Aviso por grupo terrorista o anónimo de amenaza de "coche-bomba".
- En campaña terrorista, robo y posterior localización de un coche
empleado por dichos grupos.
- Aviso de sujeto paciente, estacionamiento irregular en zonas de
seguridad de instalaciones, edificios, etc.
- Denuncia anónima indicando localización de un vehículo requisitoriado.
- Denuncia indicando localización de un vehículo abandonado durante
campaña terrorista.
- Localización de objeto sospechoso en vehículo.

Medidas de Seguridad al Detectar un Vehículo Sospechoso:

- Comprobación del aviso o amenaza.


- Averiguar si está requisitoriado.
- Estudio de la situación:
 Objetivo previsible.
 Evaluación de daños (material peligroso cerca).
 Localización del vehículo.
 Control de propietarios.
- Signos: matrícula vieja y remaches nuevos.
- Establecer un cordón de seguridad amplio, que sirva a su vez para hacer
huir al terrorista que ha de provocar la explosión.
- Comprobar la autenticidad de las placas de matrícula.
- No utilizar medios de iluminación para ver el interior.
- Prestar atención a un anormal hundimiento de la parte trasera.
- Observar si existe más de una antena.
- Utilizar inhibidores de frecuencia.
- Prestar atención especial a los vehículos estacionados en proximidades
de centros oficiales, sobre todo si un vehículo lleva estacionado mucho
tiempo en un lugar y, una vez que lo abandona, su lugar es ocupado
inmediatamente por otro vehículo.
- Reconocimiento exterior del vehículo: (No tocar).
 ¿Ha sido forzado?.
 Observar parte inferior.
 Observar equipos de óptica delanteros-traseros del
vehículo.
 Observar interior.
El día 14 de julio de 1986 un microbús que llevaba a varios jóvenes guardias civiles
para realizar su servicio de vigilancia en garitas, fue destrozado por un potente coche
bomba cuando pasaba por la plaza de la República Dominicana, de Madrid.
Los 12 guardias civiles que murieron estaban en torno a los veinticinco años de edad, y
ninguno de ellos se encontraba destinado como especialista en ningún cargo de
importancia. Los terroristas de ETA comprobaron que era muy fácil hacer explosionar
un coche bomba al paso del autobús, y destrozar a cualquiera que viajase en él o paseara
por la zona en aquel momento. Y así lo hicieron.
Primeros momentos después de la explosión que provocó ETA en el muelle de
Barcelona. Hubo un muerto y varios heridos. A los asesinos de ETA no les importó en
absoluto que el muelle de Barcelona estuviera lleno de obreros en aquellos momentos.
Tampoco le dieron importancia al hecho de que sea un lugar muy concurrido por
jubilados, mujeres y niños que pasean por la zona. La misión de ETA era destruir vidas,
sin importar a quien pertenecieran.

Probablemente éste sea uno de los atentados de los que más ha disfrutado ETA. Fue el
19 de junio de 1987. La bomba se puso en un hipermercado, exactamente en un
Hipercor de Barcelona. El resultado de esta masacre, fue de 21 personas muertas y 45
heridas graves, de las cuales 22 quedaron inválidas.
Como se puede suponer había un importante porcentaje de mujeres y niños entre las
víctimas. Mujeres que pretendían hacer las compras del día acompañadas de sus hijos
más pequeños. ETA sabía perfectamente que aquel hipermercado estaba lleno de
mujeres y niños.

Fue en diciembre de 1.995. Pusieron un coche bomba en el madrileño barrio de


Vallecas, -un humilde barrio de gente trabajadora-, y asesinaron de modo
indiscriminado a CINCO personas, dejando heridas de diversa gravedad a otras 17.
Sucedió en Vic (Barcelona), un primaveral día de 1991. Un coche bomba cargado de
explosivos y metralla estalló en la casa-cuartel de la Guardia Civil de Vic. La intención
de los terroristas de ETA era asesinar familias de guardias civiles ya que familiares son
la mayoría de los que residen en las casas-cuartel. En total hubo DIEZ muertos y 28
heridos, muchos de ellos sin relación alguna con la Guardia Civil. Entre los muertos
hubo mujeres y niños.

En la fotografía puede verse una de las dos furgonetas que ETA llevaba a Madrid con
1.000 kilos de explosivos cada una preparados para ser explosionados a las 8 de la tarde.
Sin duda la intención de ETA era matar... pero matar mucho, porque con 2.000
kilogramos de dinamita se puede volar media ciudad.
En esta ocasión pusieron una furgoneta bomba cargada con 50 kilogramos de dinamita y
metralla al lado de la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Ágreda (Soria).
La furgoneta hizo explosión cuando el temporizador llegó al punto cero y en ese
momento coincidió que no había nadie paseando por el lugar. Por eso no hubo víctimas.
Mala suerte para ETA y su nacionalismo vasco.

En esta fotografía se puede ver de un modo más detallado el amasijo de hierros en que
se convirtió la furgoneta después de la terrible explosión.
Estado en el que quedó el edificio donde vive la senadora del Partido Popular de Getxo
(Vizcaya), Pilar Aresti, después de que ETA hiciese explosionar un potente coche
bomba en la calle José Amann. Al parecer quisieron que hiciese explosión en el
momento en que Pilar pasase por el lugar pero el dispositivo falló y explosionó un poco
más tarde.

El día 30 de octubre de 2000. Hacía tiempo que los terroristas vigilaban al Magistrado
del Tribunal Supremo, Juan Francisco Querol Lombardero, para asesinarle. Del mismo
modo que al conductor del Juez, Armando Medina Sánchez, que también era objetivo
por "cometer el delito" de hacer su trabajo, e igualmente al policía de escolta, Jesús
Escudero García. También resultó muerto el conductor del autobús que resultó afectado
por la explosión.

El día 31 de diciembre de 2000 ETA quiso felicitar el año nuevo a los andaluces con
este "regalito" que se puede ver en la fotografía. Se trata de un coche bomba que
contenía nada menos que ciento sesenta kilos de dinamita con los que pretendían volar
el edificio de la Seguridad Social y -de rebote- el Hotel Occidental Sevilla que se
encuentra muy próximo.
A las ocho y media de la tarde del día 4 de agosto de 2002 un gigantesco estruendo se
oyó en Santa Pola (Alicante) y en todas las localidades próximas. Los terroristas
buscaron la Casa-Cuartel de la Guardia Civil y estacionaron junto a ella un potentísimo
coche bomba. como consecuencia de la explosión murió instantáneamente Cecilio
Gallego Alarias, un hombre de 57 años, que se encontraba esperando el autobús, y
también murió la hija de un guardia civil, una niña de 6 años llamada Silvia Martínez
Santiago que se encontraba jugando en su habitación acompañada por su madre, por su
tía y por un primo de 5 años que resultó gravemente herido. Como consecuencia de la
explosión más de 40 personas resultaron heridas de diversa consideración (algunas de
ellas graves).

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