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MARCO TEÓRICO

 ANTECEDENTES

Los vehículos eléctricos se encontraban entre los primeros automóviles construidos


durante los primeros años de la industria automotriz. El primer vehículo independiente
que funcionaba con electricidad se construyó en la década de 1830 en Escocia. La
fuente de energía de este vehículo no era recargable, y esto constituía un problema
importante. Otros vehículos eléctricos llegaron a las rutas a lo largo del siglo XIX, pero
el primer automóvil eléctrico real apareció en 1891, salido del taller de William
Morrison, de Des Moines, Iowa. Para el año 1897, funcionaba una flota de taxis
eléctricos en la ciudad de Nueva York. En 1900, el 28 % de todos los automóviles de
los Estados Unidos funcionaban con electricidad. Sin embargo, poco después de ese
auge de popularidad, el automóvil eléctrico entró en decadencia. Henry Ford introdujo
el Modelo T con motor a combustión fabricado en serie, lo que hizo que los
automóviles comenzaran a ser más accesibles para las masas. Para el año 1920, el
automóvil eléctrico casi había desaparecido y había sido reemplazado por automóviles
que podían recorrer mayores distancias y más rápidamente con más energía. La
rápida disponibilidad de la gasolina contribuyó a la transición al motor de combustión
interna. La idea de un automóvil eléctrico para las masas resurgió en la década de
1960. Pero no se puso de moda hasta la década de 1970, cuando tomaron lugar
ciertas preocupaciones acerca de la contaminación y los precios en aumento de la
gasolina. El primer vehículo eléctrico fue el CitiCar de Vanguard-Sebring, que salió en
1974. Este pequeño vehículo podía ir a más de 48 km/h y recorrer aproximadamente
64 km con cada carga. Se fabricaron alrededor de 2.000. El CitiCar no era muy
seguro, y en el año 1976 el fabricante dejó de construirlos. Los vehículos eléctricos
fueron probados para otros usos. El Servicio Postal de los Estados Unidos compró
alrededor de 350 Jeeps eléctricos para repartir el correo en 1975. Estos vehículos
podían recorrer hasta 64 km y tenían una velocidad máxima de 80 km/h. Cada
vehículo requería 10 horas de tiempo de recarga. Éste parecía ser un buen uso para
un vehículo eléctrico: distancias cortas para recorrer en un período limitado de tiempo.
Sin embargo, el programa fue descontinuado.

FIG.1. Autos eléctricos


 PARTES

Motor: puede tener uno o varios, dependiendo del diseño. También recupera
energía (inversor).

Puerto de carga: recibe la electricidad del exterior, puede haber otra toma
específica para carga rápida.

Transformadores: convierten la electricidad de una toma casera o de recarga


rápida en valores de tensión y amperaje válidos para el sistema de recarga. No
solo rellenan las baterías, también se preocupan de la refrigeración para evitar
riesgo de explosión o derrames.

Baterías: el depósito de “combustible”, puede haber una batería auxiliar como la


de cualquier coche convencional para sistemas de bajo consumo auxiliares.

Controladores: comprueban el correcto funcionamiento por eficiencia y seguridad,


regulan la energía que recibe o recarga el motor.

FIG.2. Parte del auto eléctrico

 CARACTERÍSTICAS

Actualmente, podemos encontrar muchos modelos de vehículos eléctricos en el


mercado. La mayoría de marcas de automóviles han incorporado en su catálogo al
menos un auto eléctrico. Todos ellos comparten una serie de características en común
que especificamos a continuación:

Batería de iones de litio


La mayoría de los vehículos vienen con una batería de tipo ion-litio que garantiza la
alimentación del motor eléctrico, cuya capacidad está estrechamente relacionada con
la autonomía del vehículo. Para entenderlo mejor, podemos decir que la batería del
coche eléctrico es similar al depósito de combustible de un vehículo tradicional. No
obstante, además de la capacidad total, la forma de conducir y el uso de equipos
secundarios (aire acondicionado, radio, etc.) influyen en la autonomía final.
Se enchufa a la red eléctrica

Los fabricantes indican que la carga ideal se hace desde un cargador, con una
potencia entre 3,6kW y 22kW, cuando los niveles de la batería están entre el 20% y el
80%. De esta manera el tiempo de carga no será ni muy largo ni muy rápido, siendo
dos situaciones que reducen la vida de la batería.

FIG.3. Vehículo en una estación de carga (Alemania)

Conducción suave y silenciosa

El coche eléctrico cuenta con motores silenciosos y no emite vibraciones perceptibles.


Influye, por supuesto, el hecho de que no cuenta con tubo de escape. No emite ningún
sonido mecánico. Por todo ello, se caracteriza por una conducción suave y agradable.

Menor coste de mantenimiento

Hay una reducción considerable de los costes de mantenimiento, con un ahorro de


hasta el 50%. El motivo es muy sencillo: un vehículo eléctrico no necesita cambios de
aceite, filtros del combustible, bujías, tubo de escape, etc.

FIG.4. Revisión técnica de un vehículo eléctrico

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