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TRABAJO 1 "PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL PROCEDIMIENTO

LABORAL"

ESTUDIANTES:
LAURA LIZETH MORENO CAMPO
MANUEL SANTIAGO VARGAS ORTEGÓN

PROFESOR:
GILBERTO CUELLAR BOTELLO

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

FACULTAD DE DERECHO
DERECHO PROCESAL LABORAL
NEIVA-HUILA
2023
TRABAJO 1 "PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL PROCEDIMIENTO
LABORAL"

 Realizar el siguiente trabajo de manera individual o máximo en grupo de


dos (2) estudiantes, sobre los principios fundamentales del procedimiento
laboral, deben seleccionar 2 principios y buscar por cada principio 2
sentencias actualizadas de los últimos 7 años y de las 4 sentencias,
seleccionar 1 y a esa, realizarle un análisis jurisprudencial.

SOLUCIÓN

Principios que se escogieron:

 LEALTAD PROCESAL:

Sentencias:
RESUMEN
 T-341/2018: Una providencia reciente de la Sala Civil de la Corte Suprema de
Justicia concluye que las determinaciones adoptadas por la Sentencia T-341
del 2018 de la Corte Constitucional son "inter partes" y, por esa razón, no tie-
ne el valor de precedente. Vale recordar que el alto tribunal constitucional hi-
zo importantes precisiones sobre el término para dictar sentencia y la pérdida
de competencia regulada en el artículo 121 del Código General del Proceso
(CGP), al estudiar una tutela presentada por una persona que consideraba
que las decisiones de instancia desconocieron su derecho fundamental al de-
bido proceso.
La accionante señaló que el juicio declarativo de responsabilidad civil extracontrac-
tual en el cual el tribunal profirió sentencia de segunda instancia se encontraba vi-
ciado de nulidad. Además, explicó que el juzgado civil de primera instancia carecía
de competencia para fallar, toda vez que el término de un año previsto para el efecto
había vencido. Y es que el acceso a una justicia pronta y cumplida se encuentra ínti-
mamente ligado a la celeridad y eficiencia en el ejercicio de la jurisdicción.
Sin embargo, la concepción del derecho al debido proceso sin dilaciones injustifica-
das y de la prestación del servicio público a la administración de justicia con obser-
vancia de los términos procesales, so pena de sancionar su incumplimiento, ha de-
terminado la construcción de una línea jurisprudencial nacional e interamericana so-
bre la mora judicial. Así, se parte del supuesto de que no todo incumplimiento de los
términos procesales lesiona los derechos fundamentales, pues para que ello ocurra
se requiere verificar la superación del plazo razonable y la inexistencia de un motivo
válido que lo justifique.
Lo anterior teniendo en cuenta:
 La complejidad del caso
 La conducta procesal de las partes
 La valoración global del procedimiento
 Los intereses que se debaten en el trámite
De esta manera, explicó la Corte, en el estudio de la mora judicial se debe tener en
cuenta la realidad del país, logrando un equilibrio garante de los valores, principios y
derechos involucrados, en el que la diligencia del funcionario en el cumplimiento de
sus deberes no implique el sacrificio de la celeridad y oportunidad de la justicia.
Plazo para dictar el fallo: Por las razones expuestas, dicha corporación acogió la in-
terpretación del artículo 121, según la cual se puede convalidar la actuación extem-
poránea cuando lo que se pretenda sea la efectividad de los derechos reconocidos
por la ley sustancial y la obtención de resultados normativos institucionales, siempre
dentro del marco de la garantía del plazo razonable y la lealtad procesal. De otra
parte, precisó que la actuación extemporánea del funcionario judicial no podrá ser
convalidada y, por tanto, dará lugar a la pérdida de competencia, cuando en el caso
se verifique la ocurrencia de los siguientes supuestos:
 Que la pérdida de competencia se alegue por cualquiera de las partes antes
de que se profiera sentencia de primera o de segunda instancia.
 Que el incumplimiento del plazo fijado no se encuentre justificado por causa
legal de interrupción o suspensión del proceso.
 Que no se haya prorrogado la competencia por parte de la autoridad judicial a
cargo del trámite para resolver la instancia respectiva, de la manera prevista
en el inciso 5° del artículo 121 del CGP.
 Que la conducta de las partes no evidencia un uso desmedido, abusivo o di-
latorio de los medios de defensa judicial durante el trámite de la instancia co-
rrespondiente, que hayan incidido en el término de duración del proceso.
 Que la sentencia de primera o de segunda instancia, según corresponda, no
se haya proferido en un plazo razonable.
Precedente de la Sala Civil: Ahora bien, la Corte Suprema aclaró que para estudiar
el término objetivo del artículo 121 se debe tener en cuenta su postura. Así las co-
sas, reiteró varias providencias que han desarrollo este precedente judicial. De ahí
concluye que, salvo interrupción o suspensión del proceso por causa legal, los jue-
ces civiles están perentoriamente obligados a emitir sentencia, de primera o única
instancia, durante el término del año, contado a partir de la notificación al demanda-
do.
Así lo ha enfatizado la Sala Civil luego de advertir que el momento inicial para el
cómputo del término de un año, establecido por el mencionado artículo para proferir
el fallo de primera instancia, comienza a correr objetivamente desde la notificación
del auto admisorio de la demanda al enjuiciado. Ello sin salvedad alguna en caso de
reforma o sustitución por parte del demandante. Según su concepto, el plazo para
dictar sentencia es objetivo y no admite modificación, en armonía con las garantías
de acceso a la administración de justicia, que traduce la necesidad de definición de
los litigios sin dilaciones indebidas.
“El CGP impone al sistema judicial la obligación de dictar sentencia en un lapso pe-
rentorio, al margen de las circunstancias que rodeen el litigio, incluso de las vicisitu-
des propias de la administración de justicia, desde su punto de vista institucional”.
Lo anterior quiere decir que las normas procesales son de orden público, de obliga-
torio cumplimiento y en ningún caso pueden ser derogadas, modificadas o sustitui-
das por los funcionarios o particulares.
Este alto tribunal remató indicando que la estipulación de plazos perentorios para la
resolución de los litigios deriva de la necesidad de dar cumplimiento a los diferentes
tratados internacionales que ha suscrito Colombia, entre ellos el Pacto de Derechos
Civiles y Políticos, respecto a los plazos razonables para que la justicia actúe, man-
dato que por su relevancia debe ser extensivo a los asuntos de naturaleza civil.
ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL
 SL3036/2018:

CONTENIDO: características a tener en cuenta en la notificación de


sentencias y autos en los procesos laborales. Se explica que, en desarrollo
del principio de publicidad, el debido proceso y el derecho de defensa, los
estatutos procesales establecen los términos y condiciones dentro de los
cuales se debe dar a conocer a las partes, terceros y comunidad en general,
las actuaciones surtidas y decisiones adoptadas en el transcurso del juicio.
Dicho de esta manera, las reglas sobre notificación de providencias
judiciales, tienen como propósito fundamental garantizar el derecho de
defensa y contradicción de los sujetos procesales, es decir, constituyen una
garantía constitucional contra la arbitrariedad y en el debido proceso. Por
consiguiente, para que una providencia surta todos sus efectos jurídicos
requiere haber sido notificada previamente a quienes intervienen en el
proceso conforme a los procedimientos estipulados. Ahora bien, según el
artículo 41 del código procesal del trabajo, modificado por el artículo 20 de la
ley 712 de 2001 se consagró las formas de notificación de las actuaciones y
providencias dictadas dentro del procedimiento laboral. Así mismo, se señala
que se debe notificar en estrados, oralmente, las de las providencias que se
dicten en las audiencias públicas. Se entenderán surtidos los efectos de
estas notificaciones desde su pronunciamiento, esta forma de notificación es
de la esencia de los procesos que como el laboral se rigen por el principio de
oralidad. Igualmente, se dispone que por estados se notificaran los autos
interlocutorios y de sustanciación, cuando no se hubieren efectuado en
estrados a las partes o alguna de ellas.
TEMAS ESPECÍFICOS: notificación, acta de notificación, notificación del
auto, proceso laboral, derecho laboral, procedimiento laboral, notificaciones.
SALA: Laboral
PONENTE: Botero Zuluaga, Gerardo
Para resolver la controversia propuesta debe empezar la Corte por recordar,
que dentro de los fines perseguidos por el legislador al expedir la Ley 797 de
2003, y más concretamente en su artículo 20, estuvo el de contemplar un
mecanismo procesal que permitiera revisar las decisiones judiciales,
conciliaciones o transacciones que hubieren reconocido pensiones
«irregularmente o por montos que no corresponden a la ley», para de esa
manera revocarlas y con ello afrontar los graves casos de corrupción en esta
materia, evitando los grandes perjuicios que pueda sufrir la Nación. Se
persigue de esa forma, como lo tiene precisado la jurisprudencia de esta
corporación, la defensa de los recursos públicos y el afianzamiento de los
principios de moralidad pública e interés general, a partir de una excepción a
los efectos de cosa juzgada que ampara a las decisiones judiciales,
transacciones o conciliaciones, que imponen el pago de sumas periódicas o
pensiones a cargo del tesoro público o fondos de naturaleza pública (CSJ
SL17741-2015-SL 351-2018).
Así fue como la normativa reseñada con precedencia, consignó:
ART. 20. REVISIÓN DE RECONOCIMIENTO DE SUMAS PERIÓDICAS A
CARGO DEL TESORO PÚBLICO O DE FONDOS DE NATURALEZA
PÚBLICA. <Apartes tachados INEXEQUIBLES> Las providencias judiciales
que en cualquier tiempo hayan decretado o decreten reconocimiento que
impongan al tesoro público o a fondos de naturaleza pública la obligación de
cubrir sumas periódicas de dinero o pensiones de cualquier naturaleza
podrán ser revisadas por el Consejo de Estado o la Corte Suprema de
Justicia, de acuerdo con sus competencias, a solicitud del gobierno por
conducto del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, del Ministerio de
Hacienda y Crédito Público, del Contralor General de la República o del
Procurador General de la Nación.
La revisión también procede cuando el reconocimiento sea el resultado de
una transacción o conciliación judicial o extrajudicial. La revisión se tramitará
por el procedimiento señalado para el recurso extraordinario de revisión por
el respectivo código y podrá solicitarse en cualquier tiempo por las causales
consagradas para este en el mismo código y, además:
 Cuando el reconocimiento se haya obtenido con violación al debido
proceso, y
 Cuando la cuantía del derecho reconocido excediere lo debido de acuerdo
con la ley, pacto o convención colectiva que le eran legalmente aplicables.
Descendiendo al asunto particular y concreto que constituye el tema de
nuestro estudio, y no existiendo discusión en torno a que el citado proceso
laboral se tramitó conforme al procedimiento vigente con anterioridad a la Ley
1149 de 2007, pues como se recordará el artículo 15 estableció un régimen
de transición, en el que dispuso que los procesos iniciados antes de la
aplicación gradual de la ley se continuarán tramitando bajo el régimen
procesal anterior, le corresponde entonces a esta Sala resolver los siguientes
problemas jurídicos: i) si en los procesos laborales tramitados en vigencia de
la Ley 712 de 2001, las providencias dictadas en el curso de una audiencia y
notificadas en estrados sin la comparecencia de las partes o una de ellas,
debían notificarse en estados, y en caso afirmativo determinar si dicha
omisión constituye violación al debido proceso, ii) establecer la conducencia
de la prueba supletoria testimonial prevista en la Ley 50 de 1886 como medio
para acreditar tiempos de servicios públicos con fines pensionales, y iii) y
consecuencialmente dilucidar, si se configuraron las causales de invalidación
previstas en el artículo 20 de la Ley 797 de 2003.
En cuanto a la objeción planteada por la apoderada de los demandantes,
relacionada con la extemporaneidad del recurso, esta Sala se relevará de
estudiarla, pues fue resuelta a través del Auto AL575-2017 del 25 de enero
de 2017. Igualmente, debe precisarse que, respecto al recurso de revisión
presentado por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público por los mismos
hechos, radicación interna 59.715, no hubo decisión de fondo, por cuanto
mediante providencia AL1033-2013 del 21 de agosto de 2013, fue rechazada
la demanda contentiva del recurso por no subsanarla dentro del término
otorgado para tal fin.
NOTIFICACIONES EN EL PROCESO LABORAL
En desarrollo del principio de publicidad, el debido proceso y el derecho de
defensa, los estatutos procesales establecen los términos y condiciones
dentro de los cuales se debe dar a conocer a las partes, terceros y
comunidad en general, las actuaciones surtidas y decisiones adoptadas en el
transcurso del juicio. Las reglas sobre notificación de providencias judiciales,
tienen como propósito fundamental garantizar el derecho de defensa y
contradicción de los sujetos procesales, es decir, constituyen una garantía
constitucional contra la arbitrariedad y en la senda de la efectividad del
debido proceso. Igualmente, por regla general para que una providencia surta
todos sus efectos jurídicos requiere haber sido notificada previamente a
quienes intervienen en el proceso conforme a los procedimientos dispuestos
con tal finalidad.
Así lo ha entendido la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema, en
providencia del 29 de septiembre de 2004, radicación 23.556, en la que
consideró que “la comunicación de los actos procesales a las partes, amén
de cumplirse en estricto rigor procesal, so pena de su invalidez e ineficacia,
constituye un mecanismo de publicidad que legitima la decisión judicial y
garantiza el derecho de contradicción y defensa”. Sobre las finalidades
procesales y constitucionales de la notificación de las providencias judiciales,
la Corte Constitucional en Sentencia C-783 de 2004, consideró: “Conforme a
la doctrina jurídica, la notificación judicial es un acto procesal mediante el cual
se hacen saber o se ponen en conocimiento de las partes o de terceros las
decisiones adoptadas por los funcionarios respectivos, con las formalidades
señaladas en las normas legales.
En virtud de esta función, dicho acto es un instrumento primordial de
materialización del principio de publicidad de la función jurisdiccional
consagrado en el artículo 228 superior. Por efecto de dicho acto, sus
destinatarios tienen la posibilidad de cumplir las decisiones que se les
comunican o de impugnarlas en el caso de que estén en desacuerdo con
ellas y ejercer su derecho de defensa. Por esta razón, el mismo constituye un
elemento básico del debido proceso previsto en el artículo 29 de la
Constitución”.
Para el caso que nos ocupa, el artículo 41 del Código Procesal del Trabajo,
modificado por el artículo 20 de la Ley 712 de 2001, consagró las formas de
notificación de las actuaciones y providencias dictadas dentro del
procedimiento laboral. El literal b) de la norma en cita, señala que se debe
notificar en “en estrados, oralmente, las de las providencias que se dicten en
las audiencias públicas. Se entenderán surtidos los efectos de estas
notificaciones desde su pronunciamiento.”; esta forma de notificación es de la
esencia de los procesos que como el laboral se rigen por el principio de
oralidad. Por su parte, el literal e) numeral 1º, dispone que por estados se
notificarán los autos interlocutorios y de sustanciación, cuando no se
hubieren efectuado en estrados a las partes o alguna de ellas.
Debe recordarse la controversia jurídica en torno al sentido y alcance que los
operadores judiciales le daban respecto a la notificación que debía hacerse
de las providencias dictados en audiencia, a la parte o partes que no
concurrían a ella. Para el caso de las sentencias dictadas en audiencia, el
artículo 81 del Código Procesal del Trabajo, antes de su derogatoria por parte
del artículo 17 de la Ley 1149 de 2007, establecía claramente y
expresamente que se notificarían en estrados, la citada disposición
preceptuaba:
“ART. 81. Clausurado el debate, el juez podrá proferir en el acto la sentencia,
motivándola oralmente; en ella señalará el término dentro del cual debe
ejecutarse, y la notificará en estrados. Si no estimare conveniente fallar en la
misma audiencia, lo declarará así y citará a las partes para una nueva, que
deberá celebrarse dentro de los diez días siguientes, en la cual se leerá y
notificará a los interesados la sentencia”.
En relación con la notificación de las sentencias dictadas en audiencia, no
había duda que debía efectuarse en estrados, por expreso mandamiento
legal y siguiendo la regla general de notificación de los actos procesales
dictados en audiencia, prevista en el literal b) del artículo 20 de la Ley 712 de
2001, así lo reiteró la Sala Laboral de la Corte Suprema en sentencia del 4 de
noviembre de 2004, radicación 25.321, cuando sostuvo: “tratándose de
sentencias que de acuerdo con su trámite se deben dictar en audiencia
pública, el sistema de notificación que impera no es otro que el de estrados,
lo cual está en consonancia con lo dispuesto en los artículos 81 y 82 del
Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, este último modificado
por el artículo 40 de la Ley 712 de 2001, donde para el trámite de la segunda
instancia se conservó para estos asuntos lo referente a que la decisión de
fondo se emita dando aplicación al principio de la oralidad, al regular en su
inciso segundo que “...Vencido el término para el traslado o practicadas las
pruebas, se citará para audiencia que deberá celebrarse dentro de los veinte
(20) días siguientes, con el fin de proferir el fallo...”.
Los autos interlocutorios y de sustanciación dictados en audiencia, debían
notificarse en estrados conforme lo establecía el literal b) del artículo 20 de la
Ley 712 de 2001; sin embargo, el numeral 1º del literal c), ibídem, disponía la
notificación por estado de aquellos autos cuya notificación por estrados no
hubiere sido posible efectuarla a las partes; hipótesis que no se configuraba
por la inasistencia de las partes o una de ellas a la audiencia.
En resumen, conforme a la regulación prevista en el artículo 20 de la Ley 712
de 2001 y artículo 81 del Código Procesal del Trabajo, con base en el cual se
tramitó el cuestionado proceso laboral, las sentencias dictadas en audiencia
debían notificarse necesariamente en estrados; mientras que los autos
interlocutorios y de sustanciación dictados en audiencia debían notificarse
igualmente en estrados, pero en caso de no ser posible hacerlo a través de
esta forma de notificación, debía entonces acudirse a la notificación por
estado.
La delegada del Ministerio Público predica, que la falta de notificación por
estado de algunas decisiones notificadas en estrados en las audiencias
efectuadas sin la presencia de la parte demandada, desconocen el debido
proceso, pues así lo dispone el numeral 1º literal c) del artículo 41 del Código
Procesal del Trabajo modificado por el artículo 20 de la Ley 712 de 2001;
mientras la opositora responde, que conforme al artículo 41 del Código
Procesal del Trabajo todas las providencias deben notificarse por estrados, lo
cual incluye autos interlocutorios y de sustanciación; agrega que de acuerdo
con el artículo 17 de la Ley 712 de 2001, la inasistencia de la parte a la
audiencia sin excusa comprobada no paraliza el proceso y que la incuria de
la parte no puede alegarse en su propio beneficio.
Esta Sala comparte las reflexiones de la opositora sobre la inconveniencia de
la notificación por estado de pronunciamientos notificados debidamente en
estrados, sobre su negativa incidencia en la celeridad de los procesos
laborales y su amañada utilización por parte de algunos litigantes; sin
embargo, en estos casos dicha conducta podría ser apreciada por el juez
como un incumplimiento del deber que tienen los sujetos procesales de
actuar con lealtad, para lo cual el operador judicial cuenta con las potestades
legales para prevenir y sancionar ese tipo de conductas. Por lo tanto, la
distorsión de una garantía procesal no puede dar lugar a su desconocimiento.

 LIBRE APRECIACIÓN DE PRUEBAS:


Sentencias:
RESUMEN
 SU129/21: El 1 de febrero de 1999 varias señoras presentaron demanda
con apoderado con la que pretendían lograr el reconocimiento contractual
con la policía nacional de Colombia. La señora Sofía Pedraza, se
desempeñaba como lavandera de las escuelas Carlos Holguín y Carlos,
inspección judicial en las instalaciones de la policía nacional con el fin de
verificar tiempo de contrato, promedio devengado, hoja de vida y demás
documentos importantes para el proceso.
El 23 de mayo de 2011 se le asigna al Juzgado Catorce Laboral del Circuito de
Medellín, en esa misma fecha se admite y corre traslado a la Policía Nacional,
quien responde la demanda el 9 de junio de 2011, oponiéndose a las pretensiones,
aunque aceptó algunos hechos, otros no y en alguno simplemente guardó silencio.
En auto del 13 de junio de 2011, el juzgado señaló que la contestación no cumplió
con los requisitos previstos en el artículo 31 del Código Procesal de Trabajo y de la
Seguridad Social, por lo cual le otorgó 5 días para subsanar. Al no cumplirse esto
último, el 30 de junio de 2011 el juzgado tuvo por no contestada la demanda. Se cita
a audiencia obligatoria de conciliación el 11 de junio de 2011 a las 10:00 am y la
parte demandada no asistió, razón por la cual se da por agotada la etapa de
conciliación, se tuvo presente que no se resolvieron las excepciones por cuanto la
parte demandada no contesto la demanda. En este punto se decretaron pruebas
documentales aportadas y testimoniales. Se ordenó librar los oficios solicitados y
se reservó la posibilidad de practicar la inspección judicial.

En fecha 26 de julio de 2011 a la 1:30 pm se tenía prevista audiencia, en la que se


resalta la no concurrencia de la Policía Nacional, en este punto se reciben los
testimonios de los señores: María del Carmen Bedoya, Gloria Elena Álvarez de
Mazo y María Estela Jordán; en las que afirman que conocen a la señora Ana
Pedraza Pedraza por cuanto fueron compañeras de labores, que recibían ordenes
de los oficiales y trabajaban 6 días a la semana, prestando los servicios en sus
casas. En la audiencia del 26 de julio, el apoderado de la señora Ana Pedraza
Pedraza, solicita al juez que se tenga en cuenta decidir la litis, por cuanto se aclara
que los testimonios fueron claros al ilustrar al despacho los acontecimientos.

6
El tramite fue interpuesto por la dimensión negativa en relación a no tener en cuenta
los testimonios y documentos aportados, lo que hizo conducir a un fallo alejado de
todo razonamiento, le correspondería a la Sala resolver si en las sentencias
atacadas se desconocieron los derechos al debido proceso y a la tutela judicial
efectiva, por cuenta de la presunta configuración de un defecto fáctico luego de un
análisis probatorio deficiente o si se omitió, por parte de los jueces, en el marco de
un proceso laboral, el deber de actuar oficiosamente a fin de acceder a la verdad
procesal. El planteamiento jurídico en el presente caso concreto, la Sala planteará
los dos siguientes interrogantes:

1) ¿Los elementos de prueba aportados al proceso ordinario eran suficientes


para establecer los extremos temporales de dicha relación laboral? Si no lo
eran
2) ¿Habiéndose probado la existencia de la relación laboral, tenía el juez ordinario
laboral el deber de ejercer sus poderes oficiosos en materia probatoria para
absolver las dudas que tuviera sobre aquellos aspectos que le impedían resolver de
mérito la controversia y definir los derechos de las personas?
La corte resolvió dejando sin efecto las sentencias proferidas por el Tribunal
Superior de Medellín –Sala Tercera Dual de Descongestión Laboral–el 14 de febrero
de 2014, y por la Corte Suprema de Justicia –Sala de Casación Laboral, Sala de
Descongestión No. 2–, el 9 de julio de 2019. Ordenar al Tribunal Superior de
Medellín – Sala Tercera Dual de Descongestión Laboral para que reinicie el estudio
del proceso en el grado jurisdiccional de consulta y decrete y practique todas las
pruebas que considere necesarias para esclarecer los extremos temporales.
RESUMEN
 STL-1940/2020: El deber de aportación probatoria es aquella figura jurídica y
procesal perteneciente al derecho probatorio, está estrictamente asociada a
lo dispuesto por el artículo 29 de la Constitución Política en donde se
establece el derecho fundamental al debido proceso y al artículo 167 del
Código General del Proceso en donde se establece la carga de la prueba y
se indica que corresponde a las partes probar los supuestos de hecho para
que el juez tenga la certeza de declarar o no el efecto jurídico que cada una
de las partes persiguen. Por ende, en ese orden de ideas, es necesario
entender que el deber de aportación probatoria debe ser interpretado como
aquella obligación que tienen las partes de probar aquello que alegan, es
decir; cumplir con el deber procesal de ejercer la actividad probatoria como
impulso del proceso que es propio de las partes, recordando que el sistema
judicial civil en Colombia es de carácter dispositivo.
Sin embargo, el deber de aportación probatoria no debe confundirse con la
carga dinámica de la prueba, ya que si bien tiene características en común;
se trata de dos figuras probatorias distintas, como se explicará a
continuación. La carga dinámica de la prueba es una regla de juicio en
materia probatoria que se establece en el CGP en su artículo 167 inciso 2, en
donde se otorga la facultad al juez de distribuir la carga de la prueba; sin
embargo, dicha decisión es susceptible de recurso. Es decir que la carga
dinámica de la prueba es aquella asignación que le otorga el juez a una de
las partes para aportar determinada prueba decretada en el proceso, toda
vez que la parte que debe soportar la carga dinámica de la prueba está en
mejores condiciones para aportar la prueba.
En otras palabras, la parte que se encuentre en una situación más favorable
para aportar la prueba debe hacerlo sin perjuicio de que esta prueba no
favorezca a la parte que debe aportarla; toda vez que esta tiene un acceso
cercano a la prueba que da certeza de un hecho relevante que una de las
partes alega. De igual manera es importante aclarar que la carga dinámica de
la prueba puede ser de oficio por el juez o a petición de parte. Frente a esta
diferenciación la Corte Suprema de Justicia se ha pronunciado en sentencia
STL 1940-2020 en donde indico que inicialmente las partes están en
obligación de probar los hechos que alegan en ejecución del deber de
aportación probatoria; sin embargo, cuando la parte que está en deber de
probar no puede acceder a la prueba se aplica la inversión de la carga
probatoria en cumplimiento de la carga dinámica de la prueba.

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