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LA IMAGEN

DE HERNAN
CORTES
DOSIER

6
A TRAVES
DE LOS ENRIQUE
LETRAS LIBRES
JULIO 2021 SIGLOS KRAUZE

ilustración
MANUEL MONROY La relación de México con Cortés
ha sido compleja y contradictoria.
Este viaje a través de la historio-
grafía, la literatura y el arte
describe la construcción y las
mutaciones del mito, y es también
un acercamiento a la figura
histórica y su legado.
Buscando una ins- un sentimiento de abandono. El ambiente es desor-
piración para esta denado, el pequeño atrio sirve de estacionamiento y
conferencia, antes nadie parece visitar el lugar. El mural de Orozco está
de viajar a España completamente olvidado y descuidado, en la penum-
visité el Hospital de bra apenas se distinguen sus trazos. Sobra decir que
Jesús en la Ciudad a esa hora –diez, once de la mañana– no había nadie
de México. Encontré más que nosotros en el templo.
en él una metáfo- Avanzamos por la nave y en el presbiterio encon-
ra de la huella de tramos finalmente –junto a la permanencia, la conti-
Hernán Cortés en la nuidad y el abandono– el elemento escondido, casi
historia: un símbolo de permanencia, de continui- clandestino. Una pequeña placa metálica del lado del 7
dad, pero que es también una imagen de abandono Evangelio que dice simplemente: “Hernán Cortés,
y de ocultamiento. 1485-1547.” Ahí reposan los restos del conquistador.
De permanencia porque, al entrar en ese edificio Ya de regreso, en la calle, reflexioné sobre lo que
invisible desde el exterior –está rodeado de construc- todo esto nos dice de la posteridad de Hernán Cortés.
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ciones funcionalistas sin mayor interés–, el visitante Permanece, continúa, pero también está abandonado. JULIO 2021
se encuentra con el antiguo Hospital de la Purísima Los mexicanos vivimos ese recuerdo como algo oscu-
Concepción y de Jesús Nazareno fundado por Hernán ro, callado, clandestino. Octavio Paz escribió: “Cortés
Cortés en 1524, a un lado del sitio en que se reunió por divide a los mexicanos, envenena a las almas y alimen-
primera vez con Moctezuma.1 Están ahí los dos patios ta rencores anacrónicos y absurdos. El odio a Cortés
intactos del siglo xvi con sus sólidas arcadas. Al pie no es odio a España: es odio a nosotros mismos. El
de la escalinata, en una atmósfera del Renacimiento, mito nos impide vernos en nuestro pasado y, sobre
se hallan el escudo de Cortés y su busto, copia del todo, impide la reconciliación de México con su otra
que se esculpió en 1794 para su cenotafio. Esa perma- mitad.” 3 Se refería a la mitad española.
nencia se advierte también en el rico artesonado que ¿Cómo se construyó el mito de Cortés en México?
cubre el techo de sus oficinas y en los retratos del fun- ¿Cuál fue la historia que condujo a ese desencuentro
dador que celosamente resguardan. El espíritu todo entre Hernán Cortés y el país que él mismo llamó “la
del lugar produce la impresión de que los siglos han pieza que hilé y tejí”?4 Los invito a un viaje necesa-
pasado y, a la vez, permanecen. riamente rápido, esquemático, vertiginoso, por qui-
Al mismo tiempo, hay una continuidad conmove- nientos años de historia mexicana para entenderlo:
dora y sorprendente en su función. Unos médicos del el viaje por la posteridad de Cortés en México. Esa
hospital me recibieron con toda cortesía. Me expli- travesía será principalmente historiográfica, aunque
caron que este primer hospital de México ha opera- también voy a referirme a la obra de algunos escrito-
do continuamente a lo largo de casi ya cinco siglos. res y pintores.
Modesta, humildemente, pero con gran dignidad, me
hablaron de su labor: “Somos pocos los doctores, hay
en este momento 43 pacientes, hacemos dos cirugías ¿Por qué la imagen de Cortés no fue “plutarquiana”
al día y dependemos únicamente de una junta priva- como las de Alejandro Magno o Julio César? Méritos
da.” Permanencia, continuidad. le sobraban. Francisco Cervantes de Salazar fue quizá
Al salir del recinto está la Iglesia de Jesús Nazareno, el primer cronista que mencionó a Cortés relacio-
que fue parte del hospital y es hoy una parroquia nándolo –a mediados del siglo xvi– con Julio César
independiente. Su fachada se adorna con la porta- y pienso que no se trata de un paralelo al que le falte
da herreriana original de la catedral de México, tras- razón.5 Su hazaña fue incluso superior, puesto que no
ladada aquí en 1691.2 En la bóveda del coro y del solamente conquistó, sino que leyó e interpretó una
primer tramo de la nave hay un mural del gran pin- realidad, una civilización absolutamente ajena de la
tor mexicano José Clemente Orozco con el tema del
Apocalipsis. Pese a ello, aquí se apodera del visitante 3 Octavio Paz, “Hernán Cortés. Exorcismo y liberación”, en Octavio
Paz y L. M. Schneider (editores), México en la obra de Octavio Paz: El
1 Hay alguna controversia sobre el año de fundación del hospital. peregrino en su patria, México, Fondo de Cultura Económica, 1988,
Josefina Muriel sostiene que se hablaba ya de él en 1524 –que es la pp. 101-106.
fecha que la propia institución asume– y supone que fue fundado poco 4 José Luis Martínez (editor), Documentos cortesianos III: 1528-1532, sec-
después de la caída de Tenochtitlan, en 1521. Josefina Muriel, Hospitales ciones V a VI (primera parte), México, Fondo de Cultura Económica,
de la Nueva España, México, unam y Cruz Roja Mexicana, 1990, p. 38. 1990, p. 22.
2 Guillermo Tovar de Teresa, “La portada principal de la primitiva 5 José Luis Martínez (editor), Documentos cortesianos IV: 1533-1548, sec-
Catedral de México”, Boletín de Monumentos Históricos, Tercera Época, ciones VI (segunda parte) a VIII, México, Fondo de Cultura Económica,
12 (enero-abril de 2008), p. 87. 1990, p. 347.
que no tenía indicios. “Nunca griego ni romano ni de Cuauhtémoc. En el gran drama de la historia corte-
otra nación, después que hay reyes, hizo cosa igual”, siana hay, como diría Octavio Paz, un “mito negro”,
escribió López de Gómara.6 Además de su proeza el de Cortés, pero también hay un “mito blanco”, el de
militar y su sagacidad política (no leyó a Maquiavelo, Cuauhtémoc, el último emperador de los aztecas.8 El
pero este lo hubiera admirado), sus hazañas, acompa- tlatoani –que se comportó de manera absolutamente
ñadas después con el elemento de construcción, de digna y gallarda, diría yo, estoica, frente al conquista-
exploración, de configuración de una geografía polí- dor– fue ejecutado en 1525, en el viaje a las Hibueras.
tica, jurídica y económica del nuevo país –el haberlo Si Cortés no lo hubiera sacrificado quizá el libreto de
vislumbrado–, lo colocan en una dimensión notable la historia y la posteridad de Cortés habrían sido dis-
en la historia. Y sin embargo no tuvo a un Plutarco tintos. México, a lo largo de los siglos, pero especial-
8 que como biógrafo lo elevara a esa altura. mente después de su independencia, exaltó al héroe
La causa de ello, por lo menos en parte, es la acti- inverso a Cortés, Cuauhtémoc. Su nombre está en las
tud de la monarquía española, que impidió la reedi- calles, en los pueblos, en las ciudades, en las perso-
ción de las Cartas de relación de Cortés. Otro factor fue nas; posee estatuas, obras de teatro, poemas. En cam-
la censura de Felipe II al primer libro de Francisco bio, el conquistador da nombre a unos cuantos sitios:
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JULIO 2021 López de Gómara y, desde luego, el juicio de resi- el Paso de Cortés, entre los volcanes del Valle de
dencia, un proceso interminable que comenzó en México; el mar de Cortés en Baja California; el Palacio
1526 y no concluyó con la muerte de Cortés, pues los de Cortés en Cuernavaca, donde vivió diez años, la
temas en litigio continuaron a lo largo de los siglos.7 Casa de Cortés en Coyoacán, donde ni siquiera resi-
De hecho, los documentos del juicio de residencia dió... y eso es casi todo.
–riquísimos en información– son la fuente que En México prevaleció lo que Miguel León Portilla
muchos historiadores aprovecharon para contar la llamó “la visión de los vencidos”, es decir, la visión
vida de Cortés y la conquista de México. Con esos de los mexicas que sufrieron el asedio de la ciudad
antecedentes se comprende la responsabilidad de la de Tenochtitlan. León Portilla recopiló obras y frag-
propia España en el relegamiento histórico de Cortés. mentos que vienen de las fuentes en lengua náhuatl
Pero también hay razones muy importantes en sobre la conquista: poemas, crónicas del libro 12 de
México. Allí, a diferencia del resto de Norteamérica, la Historia general de las cosas de Nueva España de fray
Cortés encontró un territorio densamente poblado Bernardino de Sahagún o de los Anales de Tlatelolco.
y una civilización profunda, variada, rica, compleja. Sus últimas páginas las dedica a los icnocuícatl, canta-
Esa civilización fue destruida en su aspecto militar en res tristes de carácter elegíaco, como un poema que
1521 y, consecuentemente, también en lo político y lo muchos mexicanos conocemos: “Llorad, amigos míos,
religioso. Trágicamente, también en el demográfico, / tened entendido que con estos hechos / hemos per-
debido a las enfermedades para las cuales los naturales dido la nación mexicana.” Esta es la versión indígena
carecían de toda inmunidad. Pero en cambio sobrevi- de la conquista, arraigada desde hace por lo menos
vió en buena medida su organización social, económi- dos siglos en la memoria mexicana.9
ca y sobre todo cultural. México es el país en donde el Pero hay otras versiones indígenas que no preva-
pasado no ha pasado, en donde el pasado es presencia lecieron y que son igualmente importantes. Porque
viva. Los indígenas, aunque mermados, continuaron la gran alianza que logró Cortés y explica en muchos
allí, y sigue allí la fuerte presencia del mestizaje que sentidos el triunfo militar se dio con los pueblos vasa-
–siempre lo he pensado– es uno de los grandes rega- llos de los mexicas (cuyos agravios son suficiente razón
los de España a México y de México al mundo. De para dudar también de la versión arcádica del México
aquella civilización que Hernán Cortés enfrentó, ven- prehispánico). Existen libros de los propios suceso-
ció y conquistó, subsistió no únicamente una memo- res de los señores de Texcoco y lienzos pictográficos
ria historiográfica, sino una memoria viva, humana, a prodigiosos que narran cómo los tlaxcaltecas contri-
través del mestizaje. buyeron a la conquista.10 Pero el hecho fundamental
Otra razón de peso que ensombrece legítima- persiste: la preeminencia de la visión de los vencidos
mente a Cortés es la figura de su adversario y víctima,
6 Francisco López de Gómara, Historia general de las indias, Volumen 8 “Hernán Cortés. Exorcismo y liberación…”, op. cit., p. 103.
ii, Barcelona, Orbis, 1985, p. 127. 9 Miguel León Portilla, Visión de los vencidos, México, unam, 1959.
7 En 1527 se prohibió la publicación de las Cartas de relación de Cortés 10 En la tradición texcocana está el mestizo Fernando de Alva
y solo en 1749 volvieron a publicarse en español. Por otra parte, el Ixtlilxóchitl, bisnieto del último tlatoani de Texcoco, que escribió la
príncipe Felipe (Felipe II) expidió una cédula en 1553 que prohibió la Historia general de la Nueva España. Por la parte tlaxcalteca, el llama-
impresión, venta y posesión de la obra de López de Gómara. Marcel do precisamente Lienzo de Tlaxcala es toda una crónica visual de la
Bataillon, “Hernán Cortés, autor prohibido”, en Libro jubilar de Alfonso alianza con los españoles y de diversos episodios de su participa-
Reyes, México, unam, 1956, pp. 77-82. ción en la conquista.
sobre la visión de los aliados contribuyó a impedir la tenía. Sahagún describió la gran religiosidad de los
imagen plutarquiana, “de bronce”, de Hernán Cortés. indios mexicanos y Cortés supo aprovechar esta cua-
Pero la historia es aún más compleja y fascinante si lidad.14 Uno no puede más que conmoverse con los
tomamos en cuenta a otros protagonistas estelares de relatos de cuando Pedro de Gante introdujo el tea-
la historia: los religiosos. ¿Quiénes fueron los gran- tro, la música y la pintura para enseñar a los indios
des aliados de los indígenas (tanto mexicas como sus los evangelios.
tributarios y enemigos) que al mismo tiempo lo fue- ¿Qué decían los franciscanos de Cortés?
ron de Cortés? ¿A quiénes debemos el rescate de la “Cristianísimo varón y fidelísimo caballero... en cuya
historia del México prehispánico, de la historia de la presencia y por cuyos medios hizo nuestro Señor
conquista? A los frailes, especialmente a los francis- muchos milagros en la conquista de esta tierra... El
canos. Hablo cuando menos de cuatro: Toribio de primero fue la victoria de nuestro Señor en la prime- 9
Benavente, Motolinía (que quiere decir “el pobreci- ra batalla que tuvieron contra los otomíes, tlaxcalte-
to”), a quien los indígenas adoraban justamente por cas, que fue semejante al milagro que nuestro Señor
su humildad; Bernardino de Sahagún, el gran com- Dios hizo con Josué, capitán general de los hijos de
pilador de la Historia general de las cosas de Nueva España; Israel en la conquista de la Tierra de Promisión.”15
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Jerónimo de Mendieta, autor de la Historia eclesiás- Tanto Sahagún, de quien proviene esta cita, como JULIO 2021
tica indiana, y finalmente, ya a principios del siglo Motolinía, Mendieta y Torquemada insistieron en esa
xvii, Juan de Torquemada, que escribió la Monarquía lectura bíblica. México en clave bíblica. Cortés es el
indiana. nuevo Moisés, es el nuevo Josué, que vino a apartar a
La nueva historiografía pone en duda el rela- los indígenas de las tinieblas de su religión sangrienta,
to franciscano de la evangelización y plantea que la que vino a salvarlos como aquellos al pueblo de Israel
conversión de los indios al cristianismo fue bastante de Egipto. Esa interpretación es la que predomina en
más forzada que natural. Hay muchos casos, en efec- los libros de los franciscanos.
to, de coerción por parte de los frailes a los indios, así Notemos claramente que los franciscanos son el
como delaciones por seguir practicando su antigua punto de unión entre Cortés y los indios de México,
religión.11 Pero quiero confesarles a ustedes –la pala- y no solo los tlaxcaltecas y los texcocanos aliados en
bra “confesión” es muy buena en este contexto– que la conquista sino todos los indios de México y en par-
a mí me sigue emocionando mucho la historia escri- ticular de los vencidos mexicas. En esa vinculación
ta por aquellos franciscanos. Yo creo que el mexica- tenemos un acto fundacional tan importante como el
no del altiplano tiene un alma franciscana, que el de la formación de puertos, ciudades o caminos: es la
espíritu mexicano es franciscano. Esos frailes fue- fundación espiritual de México. Pero esto no fue sufi-
ron los fundadores espirituales de México. A mí me ciente tampoco para fijar la imagen plutarquiana de
emociona, y no importa si fueron 100.000 o si fue- Cortés. Porque hubo alguien más que tuvo también
ron 10.000 los indígenas que lograron bautizar en un una lectura bíblica de Cortés y la conquista, pero muy
solo día, como dicen sus crónicas.12 Lo que importa es distinta a la franciscana. Es el gran adversario de esa
que esa impronta franciscana perduró y que confiar- orden, que suscita contra ellos una polémica feroz.
les la evangelización fue una de las ideas geniales de Naturalmente, este grandísimo personaje de la histo-
Cortés. Tras él vinieron ya tres eminentes francisca- ria española y universal es fray Bartolomé de las Casas.
nos flamencos (Pedro de Gante, Juan de Tecto y Juan Motolinía, el franciscano, escribió a Carlos V en
de Aora), pero en 1524 llegaron más y es famosísimo 1555 acerca de Las Casas: “hombre tan pesado, inquie-
el mural en que ante los doce primeros frailes –doce to e inoportuno, y bullicioso y pleitista... tan desaso-
naturalmente, como los apóstoles– se arrodilla.13 segado, tan mal criado y tan injuriador y perjudicial,
Esa es una imagen repetida a lo largo de los siglos. y tan sin reposo [que] se atreve a mucho, y muy gran-
Son muchas las anécdotas de Cortés humillándose de parece su desorden y poca su humildad; y piensa
frente a los religiosos de diversas maneras, y los indios que todos yerran y que él solo acierta… Siempre escri-
de México tomaron buena nota del respeto que les biendo procesos y vidas ajenas, buscando los males y
delitos que por toda esta tierra habían cometido los
11 Fue el caso del indígena noble Carlos Ometochtzin, que termi-
nó en la hoguera en 1539 por su idolatría, o el de Cristóbal, uno de
los llamados “niños mártires de Tlaxcala”, asesinado por su propio 14 “En lo que toca a la religión y la cultura de sus dioses no creo que
padre Acxotécatl por intentar alejarlo de sus creencias. ha habido en el mundo idólatras tan reverenciadores de sus dioses
12 Pedro de Gante habla en una carta de 1529 de 14.000 bautizados ni tan a su costa, como éstos de esta Nueva España”. Miguel León
en un solo día. Richard E. Greenleaf, Zumárraga y la Inquisición mexi- Portilla, Bernardino de Sahagún, pionero de la antropología, México, unam
cana, 1536-1543, México, Fondo de Cultura Económica, 1988, p. 61. y El Colegio Nacional, 1999, p. 115.
13 Este mural se encuentra en la portería del antiguo convento fran- 15 Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva España,
ciscano de Ozumba. México, Porrúa, 1969, pp. 18-20.
españoles... y en esto parece que tomaba el oficio de Décadas de Herrera entre 1601 y 1615, y desde luego
nuestro adversario”.16 Mientras que Las Casas decía la obra de Antonio de Solís, su Historia de la conquis-
que amaba a los indios y en realidad no se ocupaba ta de México, ya muy avanzado el siglo, en 1684. Pero
más que de “cargarlos y fatigarlos” –continuaba, agra- sobre todo Hernán Cortés se convierte en el héroe
viado, Motolinía–, los franciscanos habían emprendido prototípico de los criollos mexicanos. Para empe-
una magna obra de conversión que, en efecto, toda- zar, lo fue del primer criollo, su hijo Martín, quien
vía es visible materialmente en las prodigiosas capi- hizo arreglos para trasladar los restos del conquista-
llas abiertas que cualquier visitante puede admirar. dor desde Sevilla a México y en 1565 había encabe-
La oposición de Las Casas a los franciscanos era zado una extraña conjura para “alzarse con el reino”
irreductible y tuvo gran peso. No solo por su amistad que tras ser descubierta fue severamente reprimida.
10 con Carlos V, ni por su gran influencia en la década En ella había participado también su medio herma-
de 1540 con las Leyes Nuevas de Indias, ni por todo no, el otro Martín, el mestizo hijo de la Malinche.
lo que logró en beneficio de los indígenas. Las Casas Los hermanos fueron desterrados a perpetuidad de
pesó también en el propio Cortés. las Indias; sus cómplices –varios de ellos hijos tam-
Las Casas y Cortés se encontraron en España, en bién de conquistadores–, cruelmente decapitados.19
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JULIO 2021 la villa de Monzón, en 1542. El dominico le reprochó Esta conspiración prefigura la identificación de
haber aprehendido a Moctezuma y usurpado sus rei- generaciones de criollos, de escritores criollos, de his-
nos. Cortés le respondió con una sentencia bíblica: toriadores criollos, con la imagen del conquistador
“El que no entra por la puerta, ese es un ladrón y un en el siglo xvii. Para empezar, el agravio de los crio-
salteador” (Juan, x, 1). Según José Luis Martínez, emi- llos con respecto a la Corona se proyectaba retrospec-
nente biógrafo de Cortés, la opinión de Bartolomé de tivamente en la figura de Cortés, pues también ellos
las Casas pesaba en el alma del conquistador, a pesar se sentían relegados por los españoles peninsulares.
de la simpatía de sus amigos franciscanos.17 En la lec- Buscaban reconocimiento y reivindicaban, por razo-
tura bíblica de nuestra historia, Bartolomé de las Casas nes muy concretas, las hazañas de sus antepasados
es un nuevo Jeremías que lamenta el estado en que para reclamar sus derechos a tierras, títulos, cargos
los españoles han dejado el Nuevo Mundo. Para él y privilegios. Su actitud, reflejada por cierto en toda
Cortés es un “puro tirano y usurpador de reinos aje- una literatura del resentimiento, nos lleva al conflic-
nos y matador y destruidor”, un criminal que merecía to central del virreinato en términos políticos y cultu-
ser decapitado y su empresa de conquista, una abo- rales: el conflicto entre los criollos y los peninsulares.
minación: “Desde la entrada de la Nueva España... Daré algunos ejemplos de estimables escritores
hasta el año treinta… duraron las matanzas y estra- criollos que sin embargo no alcanzan a crear una ver-
gos que las sangrientas y crueles manos de los espa- dadera épica literaria de la conquista. Puedo men-
ñoles hicieron continuamente… [matando] a cuchillo cionar, por ejemplo, a Juan Suárez de Peralta, que
y a lanzadas y quemándolos vivos, mujeres y niños, y escribe un gran elogio de Cortés –era su sobrino polí-
mozos y viejos.”18 tico– a pesar de tener motivos de recelo, puesto que se
Tras la catástrofe demográfica debida a las epide- rumoraba que había tenido que ver en la muerte de
mias, el siglo xvi terminó con los fundamentos pues- la hermana de su padre, Catalina Suárez.20 Menciono
tos de la problemática posteridad de Hernán Cortés también a Baltasar Dorantes de Carranza, que escri-
tanto en España como en América. be en 1604: “Cosas hechas con grandes fundamentos
y con grande ánimo. Quién pudiera o gozara fiarlas
Entramos ahora en el siglo xvii, el siglo barroco. Esta todas a la fortuna, arrojándose en tantas aventuras
es la gran centuria de Cortés en Nueva España. Se que parece imposible el efecto de ellas en tan buenos
publica en 1632 la Historia verdadera de la conquista de la fines y gloria de su nación, y acrecentamiento de su
Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, aparecen las casa, servicio y grandeza de su rey, con tanta grande-
za y hechos tan milagrosos.”21 Francisco de Terrazas,
16 Joaquín García Icazbalceta, Colección de documentos para la historia poeta descendiente del mayordomo de Cortés, es otro
de México, Tomo i, México, Porrúa, 1971, pp. 257-258.
17 “Mientras que unos le celebraban como hazañas sus hechos como
conquistador, la voz de un juez severo volvía a recordarle sus culpas.
Y estas doctrinas de justicia iban conturbándolo y llegarían a ven- 19 Manuel Orozco y Berra, Noticia histórica de la conjuración del Marqués
cerlo en sus últimos días”. José Luis Martínez, Hernán Cortés, México, del Valle, años de 1565-1568, México, Tipografía de R. Rafael, 1853.
Fondo de Cultura Económica, 1990, p. 745. 20 Juan Suárez de Peralta, Tratado del descubrimiento de Indias y su con-
18 Bartolomé de las Casas, Historia de las Indias, Vol. iii, México, quista, 1589, impreso hasta 1878 en Madrid por Justo Zaragoza con el
Fondo de Cultura Económica, 1951, p. 251, y Bartolomé de las Casas, título Noticias históricas de la Nueva España.
Breve relación de la destrucción de las Indias occidentales, México, Oficina 21 Baltasar Dorantes de Carranza, Sumaria relación de las cosas de la
de Mariano Ontiveros, 1822, p. 70. Nueva España, México, Porrúa, 1987, p. 92.
de los autores criollos que le dedicaron sus obras.22 Además, en este mismo siglo se pintaron impor-
Pero quiero detenerme en un importante polígrafo, tantes cuadros cortesianos, como uno atribuido a
investigador, editor, que reunió documentos impres- Alonso Vázquez que estaba justamente en la igle-
cindibles de la historia indígena: Carlos de Sigüenza sia de Jesús. Esta obra muestra la escena del marti-
y Góngora. rio de san Hipólito (patrono de la ciudad) en Roma,
Este personaje escribió un Teatro de virtudes políticas con Cortés orante al pie de la imagen.26 La identifi-
que constituyen a un príncipe, advertidas en los monarcas anti- cación de san Hipólito con Cortés data de entonces.
guos del Mexicano Imperio en que retrató a los reyes indí- Y a partir de allí hasta bien entrado el siglo xviii hay
genas a la manera de Plutarco, como grandes héroes.23 una riquísima iconografía: biombos, óleos prodigio-
Sufrió, sin embargo, una decepción en 1692 con el pri- sos, enconchados, grabados.
mer gran motín indígena en la Ciudad de México, y Pero así como esa larga centuria barroca fue la gran 11
cambió su idealización del pasado indígena. Pero con época de Cortés en Nueva España, en la península
respecto a Cortés escribió un libro memorable: Piedad los grandes escritores del Siglo de Oro prácticamen-
heroica. Es la historia del Hospital de Jesús del que les te no escribieron sobre sus hazañas. En esos tiempos,
hablaba al principio de esta plática. Con su menta- se extrañaba Marcel Bataillon, hay dos veces más
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lidad barroca, cuenta Sigüenza que Cortés (a quien libros sobre los turcos que sobre América. Y Ramón JULIO 2021
consideraba un héroe mayor que Eneas) decidió eri- Menéndez Pidal señalaba algo parecido: “los mis-
girlo en el lugar en donde en tiempos del emperador mos hombres de entonces, que se beneficiaban tanto
Ahuízotl había iniciado la terrorífica inundación de con aquella conquista, se interesaban mucho menos
la ciudad: “Si fue disposición del acaso o noticia que en los grandes sucesos de América que en las meno-
tendría don Hernando Cortés de tan extraño suceso lo res cosas de Europa”.27
que le motivó a erigir esta fábrica en semejante lugar
para santificarlo, no es cosa que se sujeta por incóg-
nita a que se discurra, pero ¿quién nos puede quitar La Ilustración, que en México arribó muy entrado
el que ponderemos ser contingencia digna de gran el siglo xviii, asistió a la consagración del conquista-
reparo el que donde experimentó México en su gen- dor. Junto a la catedral de México hay una plaza que
tilidad tan dolorosa ruina halle ahora para los católi- en su origen se conocía como Placeta del Marqués,
cos que la habitan providencia caritativa?”24 pues frente a ella estaban precisamente las casas de
En el siglo xvii tuvieron su gran momento de Hernán Cortés. A principios del siglo xviii se cons-
esplendor las fiestas relacionadas con la conquista, truyó allí una pequeña capilla que ya no existe, lla-
como el Paseo del Pendón con el que se conmemora- mada de la Santa Cruz de los Talabarteros. En su
ba cada 13 de agosto la caída de Tenochtitlan. El pen- interior pendían cuatro maravillosos lienzos de José
dón del Ayuntamiento salía de las Casas de Cabildo Vivar y Valderrama pintados hacia 1752 referentes a
y se le llevaba hasta la ermita de san Hipólito o “de temas cortesianos y de la conquista: la primera misa
los mártires”, un punto de desdicha y muerte para sobre los templos aztecas, el bautismo de los señores
los españoles durante la Noche Triste. Más tarde se de Tlaxcala, la humillación de Cortés ante los fran-
jugaban toros y continuaba la fiesta pública con todo ciscanos y, finalmente, el advenimiento de la virgen
el esplendor barroco. Fue la gran celebración de la de Guadalupe. Tras la destrucción del templo en
Ciudad de México en la época virreinal, especialmen- 1824 se dispersaron, pero un destacado historiador
te notable en su centenario en 1621.25 del Instituto de Investigaciones Estéticas de la unam,
Jaime Cuadriello, identificó las pinturas hace unos
cuantos años y logró su restauración y exhibición.28
22 “Valeroso Cortés por quien la fama / sube la clara trompa hasta el El momento cumbre para Cortés llegó en 1794,
cielo, / cuyos hechos rarísimos derrama / con tus proezas adornando
el suelo, / si tu valor que el ánimo me inflama / se perdiese de vista
cuando en la iglesia del Hospital de Jesús –siempre
al bajo vuelo, / si no pueden los ojos alcanzalle / ¿quién cantará ala- una metáfora de esta historia–, al lado del viejo cuadro
banzas a tu talle?”, en Francisco de Terrazas, “Nuevo Mundo y con- de san Hipólito y Cortés de Alonso Cano, se levantó
quista”, en Antonio Castro Leal (editor), Francisco de Terrazas. Poesías, un cenotafio en forma de obelisco para resguardar los
México, unam, 1942.
23 Carlos de Sigüenza y Góngora, Teatro de virtudes políticas que consti-
tuyen a un príncipe, advertidas en los monarcas antiguos del Mexicano Imperio, 26 Jaime Cuadriello, “El origen del reino y la configuración de su
México, por la viuda de Bernardo Calderón, 1680. empresa”, en Los pinceles de la historia. El origen del reino de la Nueva España
24 Carlos de Sigüenza y Góngora, Piedad heroica de don Fernando Cortés, 1680-1750, México, Museo Nacional de Arte e inba, 1999, p. 97. El cua-
Marqués del Valle, México, Antigua Imprenta de Murguía, 1928, p. 22. dro hoy se encuentra en el Museo Nacional de Historia de México.
25 Reiko Tateiwa, El cabildo de la ciudad de México y la fiesta de 27 José Luis Martínez, Hernán Cortés, op. cit., p. 73.
san Hipólito, siglos xvi y xvii, México, Cámara de Diputados, lxiii 28 Jaime Cuadriello, Las glorias de la República de Tlaxcala o la conciencia
Legislatura, 2017, p. 100. como imagen sublime, México, unam e inba, 2004, p. 78.
restos del conquistador. Manuel Tolsá, el legendario todas sus dificultades, y a semejanza de Portugal– a
escultor valenciano, autor de la escultura ecuestre de un Borbón al trono de México.34
Carlos IV que en México llamamos “El Caballito”, El consumador de la Independencia, Agustín de
realizó un busto en bronce dorado de Cortés que era Iturbide, fue coronado emperador por el Congreso.
la mayor gala de ese monumento.29 Era al cabo una ceremonia sin legitimidad y no
A fines del siglo xviii el historiador novohispa- es casual que tuviera que abdicar menos de un
no Francisco Javier Clavijero, jesuita, expulsado en año después. Octavio Paz me confesó alguna vez:
1767 con todos los miembros de su orden, escribió su “Convénzase: México nunca se consolará de no haber
Historia antigua de México en Bolonia.30 Si bien se trata sido una monarquía.” Esa frase se me quedó graba-
todavía con respeto a Cortés, se advierte que los crio- da. México no habría necesitado consuelo si España
12 llos mexicanos empezaban a gravitar hacia el pasado hubiera actuado de otro modo, la ruptura habría sido
prehispánico. Los criollos no necesitaban más apelar menos traumática.
a Cortés y comenzaban a acogerse a la herencia indí- El mismo año de la abdicación de Iturbide, en el
gena. Y entramos al siglo de las luchas, donde todo Congreso de México se escucharon voces que pedían
se vuelve difícil, enconado, sangriento. Es el siglo de la destrucción del cenotafio de Cortés y se amena-
LETRAS LIBRES
JULIO 2021 la construcción mitológica de Cortés a la que se refie- zó con el saqueo de su tumba y la quema de sus res-
re Octavio Paz. tos. Un importante político conservador de la época,
Nuestro siglo xix empieza en 1810 con la Guerra de Lucas Alamán, administrador de los bienes del mar-
Independencia, que termina en 1821. En el insurgen- quesado del Valle de Oaxaca, tomó sus precauciones:
te Miguel Hidalgo hay más un clamor por la situa- se adelantó a desmontar el sepulcro, envió el busto
ción de los indígenas que una reivindicación de su de bronce a los descendientes de Cortés en Palermo
pasado anterior a la conquista, pero en las tropas de y escondió los restos.35 Desde luego la famosa capilla
Morelos comienza a haber referencias a Cuauhtémoc, de Talabarteros se destruyó muy pronto.
a Moctezuma, y se lee ávidamente a Bartolomé de las Lucas Alamán era un notable intelectual criollo
Casas.31 La Brevísima relación de la destrucción de las Indias que de muy joven había atestiguado la destrucción
anima y le da sentido a la Independencia como una causada por la Guerra de Independencia, incluida
reversión de la conquista.32 En cada uno de los pre- la atroz matanza de españoles en la Alhóndiga de
sentes de México, el pasado sigue presente. Granaditas. En la década de 1840 empezó a escribir sus
Hubo un momento luminoso en la historia mexica- Disertaciones sobre Hernán Cortés.36 Al mismo tiempo
na: el 27 de septiembre de 1821, día en que se consumó mantenía correspondencia con William Prescott (que
la Independencia. Fue, según algunos historiadores, escribía su Historia de la conquista de México37), como
el día más feliz de la historia de México.33 El día de la también lo hacía Frances Erskine Inglis, marquesa
unión de todos los mexicanos. Y España pudo haber- de Calderón de la Barca, esposa del primer embaja-
lo hecho más feliz aún si hubiese enviado –a pesar de dor español en México. Prescott le debe muchísimo
a ella y a Alamán. Cuando se publican las dos histo-
rias, resultan complementarias. Prescott tiene a Cortés
29 Francisco de la Maza, “Una obra desconocida: el busto de Cortés como un héroe romántico, autor de una gran hazaña,
por Manuel Tolsá”, en Revista de la Universidad de México, 22, 10 (junio y Lucas Alamán escribe sobre todo del Cortés pos-
de 1968), pp. 32-33. terior a la conquista: el constructor, el edificador de
30 Francesco Saverio Clavigero, Storia antica del Messico, Cesena,
Gregorio Biasini, 1780.
ciudades, de caminos, de puertos, de rutas de nave-
31 El diputado Carlos María de Bustamante envió a Morelos un dis- gación, de un orden jurídico; el que trae una nueva
curso para que lo leyese en la apertura del Congreso de Chilpancingo, cultura material, plantas y animales desconocidos en
el cual invocaba a los “manes de Moctezuma, Quautemotzin, el país. Es estrictamente, dice Alamán, el fundador
Xicotencatl, y Calzontzi” y llamaba a “restablecer el Imperio
Mexicano”. Lucas Alamán, Historia de Méjico, Tomo iii, México,
de México.
Imprenta de J. M. Lara, 1850, p. 560. Curiosamente, otro criollo muy famoso, el doc-
32 “La resurrección de Las Casas como apóstol de las Indias es para- tor José María Luis Mora, fundador del liberalismo
lela a la Independencia de México y se debe en buena medida a fray
Servando [Teresa de Mier] quien ligó desde 1813 su propia Historia 34 La tradicional atribución a Aranda de dicho proyecto hoy es
de la revolución de Nueva España con la Brevísima relación”. Christopher cuestionada con buenas razones. José Antonio Escudero, El supuesto
Domínguez Michael, Vida de fray Servando, México, Ediciones Era, memorial del Conde de Aranda sobre la Independencia de América, México,
inah y Conaculta, 2004, p. 205. unam, 2014.
33 “La alegría era universal, y puede decirse que este ha sido... el 35 José Luis Martínez, Hernán Cortés, op. cit., p. 783.
único día de puro entusiasmo y de gozo, sin mezcla de recuerdos tris- 36 Lucas Alamán, Disertaciones sobre la historia de la República Megicana,
tes o de anuncios de nuevas desgracias, que han disfrutado los mexi- México, Imprenta de D. José Mariano Lara, 1844.
canos”. Lucas Alamán, Historia de Méjico, Tomo v, México, Imprenta 37 William H. Prescott, History of the Conquest of Mexico, Nueva York,
de Victoriano Agüeros, 1885, p. 257. Harper Brothers, 1843.
en México, coincidía con el conservador Alamán. actual”).39 Pero sobre Cortés, Altamirano escribió:
Discrepaba con él en casi todo, pero no en la apre- “El héroe se desvanece en el proceso, y aparece en
ciación de Cortés. Digamos que los criollos siempre toda su desnudez el bandido; un bandido astuto,
mantuvieron fidelidad y apego a la figura de Hernán audaz, mañero, a quien favoreció la fortuna y coronó
Cortés. La gran paradoja de Lucas Alamán sería que el éxito, pero siempre un bandido. Y nada importa
el libro para el que tanta ayuda prestó, el de Prescott, que obtuviese, merced a sus informes, y a la ofren-
se volvió el libro de viaje preferido por los soldados da de una colonia sometida por sorpresa, el título de
de Estados Unidos en la invasión a México en 1847. marqués; porque eso no es raro, ni que se improvisa-
Alamán escribió: “A dicho hospital [de Jesús] –que él ra una riqueza colosal con el producto de sus rapiñas
administraba como parte los bienes de la descenden- y con el despojo de los vencidos; porque era natural;
cia del conquistador– van con frecuencia jefes y oficia- ni que fuese ensalzado por plumas venales y adula- 13
les norteamericanos a que se les enseñe el retrato de do por la opinión engañada o seducida; lo cual tam-
don Hernando Cortés, a quien ven con mucha vene- poco tiene nada de extraordinario.”40
ración.” No sin amargura, Alamán señaló además la Por cierto, esta imagen de Cortés como bandi-
ironía del aniversario: “El día 3 del próximo diciembre do no es original de Altamirano. Los liberales leían
LETRAS LIBRES
de 1847 se completan tres siglos cabales de su muerte. mucho en esa época a Heinrich Heine, el poeta JULIO 2021
¿Quién hubiera podido pensar en aquella época que judío alemán que había escrito un poema llamado
a los tres siglos de la muerte del gran conquistador, “Vitzliputzli” (una extraña traslación al alemán del
la ciudad que él sacó de sus cimientos había de estar nombre del dios azteca Huitzilopochtli). Esos versos
ocupada por el ejército de una nación que entonces del Romancero (1851) de Heine evocan así al conquis-
no había tenido ni el primer principio?”38 tador: “En su cabeza llevaba un laurel y en sus botas
Con aquella infausta guerra termina la historia brillaban espuelas de oro. Y sin embargo no era un
criolla de Cortés y comienza una historia intrincada, héroe, no era más que un capitán de bandoleros.”41
difícil, dolorosa: la era liberal. En México ya no vuel- Por fortuna, viene la luz después de tantas tinie-
ven a gobernar los criollos. Entre 1857 y 1867 –años de blas. En la época de Porfirio Díaz surgieron varios his-
la Guerra de Reforma (una guerra civil cuyo centro toriadores que fincaron la historiografía moderna de
era el conflicto entre la Iglesia y el Estado), la inter- México. Quiero mencionar a dos, cuyos nombres me
vención francesa y el Imperio de Maximiliano– son hubiera gustado que resonaran en esta Real Academia
los mestizos liberales acaudillados por un indígena, en su tiempo, porque lo merecían: Manuel Orozco y
Benito Juárez, los que toman el poder. Es un cambio Berra y Joaquín García Icazbalceta.
muy profundo e importante en la historia de México. Orozco y Berra terminó en 1881 la historia de ese
Ocurre entonces la separación cabal de la Iglesia y México antiguo, antes y durante la conquista, suave
el Estado. El país se constituye como una república y respetuosamente inclinada hacia el lado indígena.
federal, representativa y democrática. En el sentido Él introduce en la narración de estos sucesos el equi-
político, es la época dorada del liberalismo mexicano. librio. Por ejemplo, escribe: “Vencidos y vencedores
fueron grandes. Pero la admiración no debe ofuscar
la verdad. Y la compleja verdad estaba igualmente
¿Cuál fue la idea de la conquista y de Cortés en la distante de ambas banderías.” Es un crítico pondera-
era liberal? Una visión contraria a la de Alamán. do de Cortés: “Don Hernando supo aprovecharse de
En los decenios siguientes encontramos una ima- las pasiones dominantes, darles dirección, emplear-
gen que contrasta violentamente con ella y que vuel- las para su provecho; se sometió a los indios con los
ve otra vez a la narrativa de fray Bartolomé de las indios.”42 Muchas de las hipótesis modernas en esta
Casas. Es el caso, por ejemplo, de Ignacio Manuel historia están ya presentes en la obra de Orozco y
Altamirano, indígena puro, fundador de la cultura Berra. Por eso hay que leerlo: es uno de nuestros clá-
nacional mexicana, editor, poeta, novelista. Admiraba sicos. No tiene miedo de hablar del “horrendo culto
enormemente a los franciscanos, se declaraba inclu- religioso” de los mexicas. Y considera que finalmen-
sive guadalupano (decía que “el día que no se adore te la conquista fue un progreso civilizatorio, cosa que
a la virgen del Tepeyac en esta tierra, es seguro que 39 Ignacio Manuel Altamirano, “La fiesta de Guadalupe”, en Paisajes
habrá desaparecido no solo la nacionalidad mexicana, y leyendas. Tradiciones y costumbres de México, México, Porrúa, 1979, p. 29.
sino hasta el recuerdo de los moradores del México 40 Ignacio Manuel Altamirano, “Prólogo”, en Eduardo del Valle,
Cuauhtémoc: poema en nueve cantos, México, Oficina Tipográfica de la
Secretaría de Fomento, 1886, p. xxi.
41 Ignacio Manuel Altamirano, “Prólogo”, op. cit., p. xxiii.
38 Lucas Alamán, Documentos diversos (inéditos y muy raros), México, 42 Manuel Orozco y Berra, Historia antigua y de la conquista de México,
Jus, 1947, p. 457. México, Tipografía de G. A. Esteva, 1880, p. 644.
evidentemente yo también creo. Un adelanto de la que representaban a Cortés, la Malinche, Moctezuma
humanidad. Pero, por supuesto, sin detrimento de la y muchos otros personajes de la historia recorrie-
objetividad y la ponderación, su corazón está con los ron las calles de la ciudad. “Cortés” y “Moctezuma”
mexicas, los vencidos: “Admira la defensa, asombra representaron su encuentro. Paseó el antiguo pen-
aquella tribu indómita, inspira respeto, entusiasmo, dón del Ayuntamiento y también el pendón de la
la noble figura de Cuauhtémoc… El ardido defensor Independencia que enarboló Hidalgo. Hay fotogra-
de México, el indomable caudillo de la libertad nacio- fías prodigiosas de ese desfile. En otra ceremonia, el
nal… Nuestra admiración para el héroe, nunca nues- embajador especial de España, marqués de Polavieja,
tro cariño para el conquistador.”43 entregó al presidente Porfirio Díaz varias prendas
A su lado está la figura extraordinaria de Joaquín del insurgente Morelos. Era la reconciliación sim-
14 García Icazbalceta. Hacendado e historiador nacido bólica de España y México. Pero poco más de dos
en 1825, expulsado de México como todos los espa- meses después, a los fuegos de artificio de las fies-
ñoles en 1829. Regresó con sus padres y se hizo cargo tas del centenario siguieron los fuegos de verdad de
muy joven de su finca cercana a Cuernavaca, la ciu- la Revolución mexicana, que solo cesaron –y no del
dad donde Cortés tuvo su palacio, y al viejo ingenio todo– hasta 1920.
LETRAS LIBRES
JULIO 2021 que fundó el conquistador, donde Alamán trabajó
en sus Disertaciones. ¿En qué consistió la obra magis-
tral de García Icazbalceta? Este hombre, él solo, reco- El año de 1921, como un siglo atrás, fue un momen-
bró la historiografía del siglo xvi en Nueva España. to plástico. Había terminado la Revolución. En la
Fue editor, impresor, biógrafo, historiador. Escribió nueva Secretaría de Educación Pública despachaba
sobre todos los temas imaginables: sobre la catedral de el célebre filósofo y educador José Vasconcelos, que
México, la historia de las profesiones en el virreinato, intentó la definitiva conciliación de los mexicanos a
los colegios, los autos de fe de la Inquisición, la orden través de la cultura. Vasconcelos reconoció la cultu-
agustina, la historia económica de Nueva España, los ra española, la cultura clásica, la cultura de Oriente,
mexicanismos. Y, en particular, escribió un estudio la cultura indígena. El suyo era un nuevo ecumenis-
histórico que, en las antípodas de Orozco y Berra, mo. Con espíritu franciscano recurrió a la pintura y
defiende la conquista. Pero la defiende con los argu- entregó a Diego Rivera y José Clemente Orozco los
mentos sólidos de un hombre que llevaba cincuen- muros de la Secretaría de Educación Pública y de la
ta años estudiándola: “No era móvil absolutamente Escuela Nacional Preparatoria para que pintaran en
general y exclusivo de las acciones [de los españoles] ellos la gesta de la Revolución, como siglos antes pin-
la sed de oro, como hasta el fastidio se repite: hacían- taban los frailes en sus iglesias y conventos escenas del
le compañía el deseo de la gloria, el de ensanchar Evangelio. Además, creó la figura de los “maestros
los dominios del soberano, y el de ganar almas para misioneros”, que recorrieron todo el país llevando la
Dios… Ellos cumplían inconscientemente un desig- buena nueva del alfabeto y de los libros.45
nio providencial: los indios sucumbían a la ley de la En aquella progresión de 1521 (la conquista),
historia. Nada podía detener la marcha incesante del 1621 (el apogeo del Paseo del Pendón que la cele-
poder y de la civilización hacia Occidente.”44 braba), 1721 (la decadencia de dicho paseo), 1821 (el
Estos dos hombres, García Icazbalceta y Orozco gran momento de esperanza de reconciliación con
y Berra, son los pilares y fundadores –junto con otro España, cuando Iturbide se refiere a nuestros paí-
personaje que solamente mencionaré de nombre, ses con la metáfora de “el tronco y la rama”)46 y 1921
José Fernando Ramírez, quien recobró la historia (con Vasconcelos que propone de nuevo la idea de
de los franciscanos y la historia prehispánica– de la una unión cultural), algunos historiadores indige-
historia profesional en México. Son nuestros pares, nistas creyeron leer el llamado a una nueva ruptura.
son nuestros académicos, que están aquí en espíritu. Diego Rivera también lo interpretó así cuando reali-
Gracias a ellos, el siglo xix concluyó con una visión zó los murales del Palacio de Cortés en la ciudad de
de concordia histórica. Las fiestas del centenario de Cuernavaca entre 1929 y 1931.
la Independencia de México en 1910 mostraron esa Cortés, Alamán, García Icazbalceta, como hemos
armonía: Justo Sierra, historiador y educador mexica- visto, vivieron en esa ciudad y sus alrededores del
no, organizó un desfile histórico en el que individuos estado de Morelos. Y fue precisamente ahí donde
en 1910 había surgido la sublevación campesina de
43 Manuel Orozco y Berra, Historia antigua y de la conquista de México,
op. cit., pp. 641-642. La última frase es una atribución no documentada. 45 Enrique Krauze, “Vasconcelos: libros, aulas, artes”, Letras Libres
44 Joaquín García Icazbalceta, “Conquista y colonización de Méjico. 139 (julio de 2010), p. 40.
Estudio histórico”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, 25 (1894), 46 Plan de la Independencia de México, Iguala, 24 de febrero de
pp. 10-11. 1821.
Emiliano Zapata. Esa rebelión fue entendida como
una venganza o reversión de la conquista. Al empren-
der su obra, Diego Rivera pintó justamente en la log-
gia del palacio una idea que no es históricamente real,
pero que alimentaba el mito de Zapata como el nuevo
Cuauhtémoc, la reencarnación de una rebeldía indí-
gena antigua, esta vez contra los hacendados, muchos
de ellos españoles.
Vasconcelos consideró vergonzosos aquellos mura-
les: “se denigra soezmente la epopeya de la Conquista
española”.47 Era una cierta profanación del Palacio de 15
Cortés, irreverencia que Diego Rivera prosigue en el
Palacio Nacional de la Ciudad de México (que tam-
bién perteneció a Cortés y a sus descendientes hasta
1562) con el retrato de un Cortés francamente defor-
LETRAS LIBRES
me e incluso sifilítico. Aquella imagen contrahecha LETRAS LIBRES
JULIO 2021
JULIO 2019
derivaba de la particular interpretación del pintor del
estudio forense de los restos del conquistador (redes-
cubiertos apenas en 1946), en que se mencionaba la
sífilis como posible causa de una osteítis, entre dece-
nas de otras posibilidades, y que obvió la propia con-
clusión del médico autor del estudio: “[las lesiones]
no son debidas a sífilis”.48 Se trataba, pues, de alimen-
tar el mito negro.
Otro pintor mexicano, José Clemente Orozco,
pintó en el antiguo Colegio jesuita de San Ildefonso,
entonces Escuela Nacional Preparatoria, la más
impresionante figura de la Malinche y Cortés juntos,
desnudos, con un indio muerto a los pies. Octavio
Paz, estudiante de la preparatoria, veía diariamen-
te esa imagen. Quien haya leído El laberinto de la sole-
dad recordará en ese libro la imagen de la Malinche,
la idea de que el mexicano es un ser solitario y aislado
porque rechaza al padre y también a la madre, que es
precisamente ella.49 Yo difiero, con todo respeto, de mi
maestro. Creo que en El laberinto de la soledad Octavio
olvidó algo muy importante: olvidó el mestizaje. El
mestizaje cultural del que México es uno de los gran-
des ejemplos universales, y un legado, como he dicho
ya, de España a México y de México al mundo.

Escribió Octavio Paz: “El mito nació de la ideología,


y solo la crítica de la ideología podrá disiparlo. Cortés
debe ser restituido al sitio al que pertenece con toda
su grandeza y todos sus defectos.”50 Debe ser restitui-
do a la historia.

47 José Vasconcelos, La flama, México, Trillas, 2009, p. 189.


48 Eusebio Dávalos Hurtado, Temas de antropología física, México,
inah, 1965, p. 178.
49 Octavio Paz, El laberinto de la soledad, México, Cuadernos
Mexicanos, 1950.
50 Octavio Paz, “Hernán Cortés. Exorcismo y liberación”, op. cit.,
pp. 101-106.
Por eso quiero apelar a los historiadores. Es a noso- y en España acariciando esa idea. Publicarlo en papel
tros a quienes nos corresponde la palabra hoy. García quizá sería innecesario, pero con todos los instrumen-
Icazbalceta y Manuel Orozco y Berra, en su labor soli- tos actuales sería maravilloso publicarlo de manera
taria, trabajaron en el siglo xix. El gran historiador electrónica, con índices y buscadores. Es la verdade-
mexicano Silvio Zavala y otros maestros españoles ra fuente para esa gran biografía que todavía está por
quizá olvidados en España pero que deben recordar- escribirse.
se, como José Gaos, Ramón Iglesia o José Miranda, Hay que apoyar el índice de documentos corte-
lo hicieron en el siglo xx. En sus aulas y sus obras se sianos que está en puerta, el diccionario de conquis-
formó una generación de historiadores mexicanos tadores. Hay que impulsar ediciones y reediciones.
que recobró la historiografía del siglo xvi, el xvii, el Hay que recobrar a España y a México como los dos
16 xviii. Estos son los fundadores sobre los que debemos ejes de la globalidad. Ahora todo el mundo habla de
arraigar nuestra actitud frente al año de 2021, el quin- ella, pero fue España la que la inventó. Cortés fue un
to centenario de la conquista. personaje central en ella y México un gran eje de esa
Quien contribuyó mucho a esa restitución fue realidad que, en muchos sentidos, es semejante a la
José Luis Martínez con su Hernán Cortés. La suya es nuestra.
LETRAS LIBRES
JULIO 2021 una biografía que no considero definitiva, pero que, Finalmente, como biógrafo, apunto la necesidad
a la manera de Orozco y Berra, compulsa con aten- de una biografía definitiva de Cortés y de un historia-
ción las distintas versiones y documentos cortesianos dor que empeñe una década o dos, no sé cuánto tiem-
(empeñó muchos años en reunirlos) y luego, de una po, en hacerla. Comencé esta conferencia recordando
manera muy discreta, a veces desliza un juicio. Decía mi visita al Hospital de Jesús, metáfora de la posteridad
mi maestro Luis González y González que hay histo- de Cortés. Quisiera mencionar ahora otra visita que es
riadores del verbo e historiadores del sustantivo. Esta también una metáfora, la que hice con mi padre y con
es una biografía del sustantivo. El verbo es la acción, mi hijo en 1993 a Castilleja de la Cuesta, donde falle-
como el libro de Hugh Thomas, obra monumental ció el conquistador. Me conmovió ver allí plantado un
comparable a la de Prescott o a la de Bernal Díaz del árbol de zapote mexicano y varias piezas aztecas que
Castillo.51 Los historiadores han hecho su parte, pero Cortés atesoró seguramente con más curiosidad que
hay mucho camino por andar. avaricia. “Siempre trabajé de saber todos los más secre-
¿Cómo vislumbro el año 2021? Lo veo como una tos de estas partes que me fue posible.”53 Sentí enton-
gran oportunidad para la obra de los historiadores. ces lo que muchos mexicanos pensamos sobre Cortés:
Debemos luchar contra la politización de la historia. que este conquistador también fue conquistado por
Buscar y practicar una historia para el saber, no para una cultura que a través del mestizaje sigue viva. ¿Qué
el poder. Menos estatuas, más estudios. Contra los biografía definitiva de Cortés estoy vislumbrando? A
hispanistas y los indigenistas (ambos representantes un joven le aconsejaría que no lo intentase a la manera
del fanatismo de la identidad), lo que necesitamos es de Carlyle. No queremos una estatua literaria, no que-
conocimiento histórico y búsqueda honesta de la ver- remos una historia de bronce, no queremos a la encar-
dad histórica. Proyectos no van a faltar. Hay que reto- nación de la conquista ni a la esencia hispana ni a la
mar el impulso de aquella generación de historiadores esencia de la fe. No un mito ni un instrumento de la
de los que he hablado. Me refiero a México y también ideología. No un capitán de bandoleros, pero tampoco
a España. Hay que propiciar un debate de altura en los un ser providencial. Un hombre de carne y hueso, un
centros académicos. Alentar nuevos estudios cortesia- hombre de aquel tiempo, y en cierta medida un hom-
nos; por ejemplo, los que Carmen Martínez ha hecho bre de todos los tiempos: Hernán Cortés. ~
sobre Veracruz en 1519.52 Es notable todo lo que toda-
vía puede revelar la vida de aquel gran personaje. Esto Esta conferencia, impartida el 21 de junio de 2019,
es lo que debe alentarnos. fue la intervención inaugural del ciclo dedicado a
Llevar una historia de la conquista –o como quie- Hernán Cortés en la Real Academia de la Historia,
bajo la coordinación de Carmen Iglesias.
ra llamársele, yo la llamo así– al gran público de
manera equilibrada, atractiva, veraz, fiel. Creo que Agradezco el apoyo de dos grandes historiadores y
es el momento de pensar en publicar los documen- amigos en esta investigación: Javier Lara Bayón y
tos del juicio de residencia de Cortés. Hugh Thomas Jaime Cuadriello.
tenía ese sueño. No sé cuántas veces lo vi en México
ENRIQUE KRAUZE es historiador, ensayista y editor mexicano,
51 Hugh Thomas, Conquest: Montezuma, Cortés, and the fall of old Mexico, director Letras Libres y Editorial Clío.
Nueva York, Simon and Schuster, 1993.
52 María del Carmen Martínez, Veracruz 1519. Los hombres de Cortés,
México, Universidad de León, inah y Conaculta, 2013. 53 José Luis Martínez, Hernán Cortés, op. cit., p. 347.

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