Está en la página 1de 16
INSTITUTO AMERICA DE ESTUDIOS SUPERIORES Preparatoria IAES POEMARIO TALLER DE LECTURA Y REDACCION | Nombre: Grado y grupo: INDICE / BITACORA PAG. [POEMA [FECHA [LECTURA + TRABAIO COMO Bs Mariposa de otofio 2 No verte 3 ‘Amor 4 Elretorno 5 | Laausenciano hace sombra 6 [tunaliena 7 |Hormigas 7 3 | Los amorosos 9 |Ajeno 10 |Micorazén 11 | Digo vive 12 | Limites 13 _| Gracias, sefior 14 _| Las voces prohibidas Poema 1 Mariposa de otofo La mariposa volotea y arde —con el sol— a veces. Mancha volante y llamarada, ahora se queda parada sobre una hoja que la mece. Me decian: —No tienes nada. No estas enfermo. Te parece. Yo tampoco decia nada. Y pas6 el tiempo de las mieses. Hoy una mano de congoja llena de otofio el horizonte. Y hasta de mi alma caen hojas. Me decian: —No tienes nada No estas enfermo. Te parece. Era la hora de las espigas. El sol, ahora, convalece. Todo se va en la vida, amigos. Se va 0 perece Se va la mano que te induce. Se va 0 perece Se va la rosa que desates. También la boca que te bese. El agua, la sombra y el vaso. Se va 0 perece. Paso la hora de las espigas. El sol, ahora, convalece. Su lengua tibia me rodea También me dice: —Te parece. La mariposa volotea, revolotea, y desaparece Pablo Neruda Poema 2 No verte Un dia y otro dia y otro dia. No verte. Poderte ver, saber que andas tan cerca, que es probable el milagro de la suerte. No verte Y el corazén y el calculo y la brdjula, fracasando los tres. No hay quien te acierte. No verte. Miércoles, jueves, viernes, no encontrarte, no respirar, no ser, no merecerte. No verte. Desesperadamente amar, amarte y volver a nacer para quererte. No verte. SI, nacer cada dia. Todo es nuevo Nueva eres td, mi vida, ta, mi muerte. No verte. Andar a tientas (y era mediodla) con temor infinito de romperte. No verte. Olr tu voz, oler tu aroma, suefios, ay, espejismos que el desierto invierte, No verte. Pensar que ti me huyes, me deseas, querrias encontrarte en mi, perderte. No verte. Dos barcos en la mar, ciegas las velas. Se besarén mafiana sus estelas? Gerardo Diego Poema 3 Amor Amar es este timido silencio cerca de ti, sin que lo sopas, y recordar tu voz cuando te marchas y sentir el calor de tu saludo. Amar es aguardarte como si fueras parte del ocaso, ni antes ni después, para que estemos solos entre los juegos y los cuentos sobre la tierra seca. Amar es percibir, cuando te ausentas, tu perfume en el aire que respiro, y contemplar la estrella en que te alejas cuando cierro la puerta de la noche. Salvador Novo Poema + El retorno Las paredes tienen oidos, vientre y sangre. Pero que no lo sepa el aire, que lo ignoren el invierno y el vendedor de esponjas; que no se enteren mis fotografias que hablan; que mi amor, oh montafias, oh cielos, no levante su voz como raiz dulcisima. Las paredes tienen ofdos, dientes, venas. Pero que yo nunea, fumando, diga su breve nombre de madera. Que yo nunca sonriendo, pronuncie su verdad: la calida verdad. Porque las paredes, como los sétanos, tienen grandes ofdos de herrumbre y frio, desesperanza y pavor, desconsuelo y locura Que yo nunca, en voz baja, diga que he vuelto a amar Efrain Huerta Poema 5 La ausencia no hace sombra Uno se va de pronto de la casa porque se siente mal del cuerpo y del espiritu, © porque dijo el médic "Se necesita un tratamiento largo y un descansar los nervios lejos del ruide > problemas.” Y uno dic’ =me iré sin decir nada aii ia le y si anheiotes buscan y Ya casi des semanas instalada en la paz que alreded: > de mi deseur su cor ro Libros @ cuaderno yun, y discretas persi7nas, aonde el sol no se atreve hi siquiera a olvidar una brizna ‘a su polen 10 for az ti ont Po Es co . De rec. .quier temblor que se deslice cAlido y sorpre-ivo 2ajo mi piel caliada, y me llague hasta el alma y la humedezca con su espuma sin prisa. Pero en verde sé lo quem: Sobre ol aquar rane we algo quec ce anso: la veni@ ta su impotenci.. “Hago falta.” Yno vias alla el sol esplende. La vida, ccmo siempre, no interrumpe su ritmo. La ausencia no hace sombra. Y cualquier dia que vuelva con una desolada orfandad en los brazos escucharé la frase tranquila y cotidiana: *-Hola, jqué tal!” -y continuamos... Margarita Fac Paredes ‘Poema 6 Luna Ilena Aprendi de los griegos que los rios son dioses que abandonan a veces sus palacios y se echan a andar por los caminos. Si esto es asi, el Guayalejo debe ser un dios fuerte, bello y fogoso para que la misma Diosa Luna baje todas las noches a su lecho. No hay agua esta noche: es la luz de la luna la que llena este cauce. Cruzamos el rio bajo Ia luna llena Tocamos las piedras bajo el agua con nuestros pies desnudos. Teniamos que cruzarlo como se cruza un suefio que después se hard sangre en nuestro cuerpo. Caminamos despacio para beberlo todo. Ya estamos en la orilla. Desde esta parte el rio, a la luz de la luna, es un collar de oro que nadie arrancara de nuestro pecho. Baudetfo Camarilto ‘Poema 7 Hormigas A la calida vida que transcurre canora con garbo de mujer sin letras ni antifaces, ala invicta belleza que salva y que enamora, responde, en la embriaguez de la encantada hora, un encono de hormigas en mis venas voraces. Fustigan el desman del perenne hormigueo el pozo del silencio y el enjambre del ruido, la harina rebanada como doble trofeo en los fértiles bustos, el Infierno en que creo, el estertor final y el preludio del nido. Mas luego mis hormigas me negaran su abrazo y han de huir de mis pobres y trabajados dedos cual se olvida en la arena un gélido bagazo; y tu boca, que es cifra de eréticos denuedos, tu boca, que es mi rabrica, mi manjar y mi adorno, tu boca, en que la lengua vibra asomada al mundo como réproba llama saliéndose de un horno, en una turbia fecha de cierzo gemebundo en que ronde la luna porque robarte quiera, ha de oler a sudario y a hierba machacada, a droga y a responso, a pabilo y a cera Antes de que deserten mis hormigas, Amada, déjalas caminar camino de tu boca a que apuren los viaticos del sanguinario fruto que desde sarracenos oasis me provoca. Antes de que tus labios mueran, para mi luto, damelos en el critico umbral del cementerio como perfume y pan y tdsigo y cauterio. ‘Ramon Lopez Velarde Poema 8 Los amorosos Los amorosos caltan. El amor 9s el silencio mas fino, | més tembloroso, el mas insoportable. Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan. ‘Su corazén les dice que nunca han de encontrar, no encuentran, buscan, Los amorosos andan como locos porque estan solos, solos, solos, entregandose, dandose a cada rato, llorando porque no salvan al amor. Les preocupa el amor. Los amorosos viven al dia, no pueden hacer més, no saben. Siempre se estan yendo, siempre, hacia alguna parte. Esperan, no esperan nada, pero esperan. ‘Saben que nunca han de encontrar. El amor es la prorroga perpetua, siempre el paso siguienta, el otro, el otro, Los amorosos son los insaciables, Jos que siempre -ique bueno! han d Los amorosos son la hidra det cuento, Tienen serpientes en lugar de brazos. Las venas del cuello s6 les hinchan también como serpientes para asfixiarios. Los amorosos no pueden dormir porque si se duermen se los comen los gusanos. En la oscuridad abren los ojos ¥ los cae en ellos el espanto Encuentran alacranes bajo la sabana ¥ su cama flota como sobre un lago. estar solos. Les amorosos son locos, sélo locos, sin Dios y sin diablo. Los amorosos salen de sus cuevas temblorosos, hambrientos, a cazar fantasmas. Se rien de las gentes que lo saben todo, de las que aman a perpetuidad, veridicamente, de las que creen en el amor como una lémpara de inagotable ace Los amorosos juegan a coger el agua, a tatuar el humo, a no irse. Juegan el largo, al triste juego dat amor. Nadie ha de resignarse. Dicen que nadie ha de resignarse. Los amorosos se avergienzan de toda conformacion. \Vacios, pero vacios de una a otra costlla, la muerte les fermenta detras de los ojos, y ellos caminan, lloran hasta la macrugada ‘en que trenes y gallos se despiden dolorosamente. Los lega a voces un olor a tierra recién nacida, a mujeres que duermen con ia mano en el seno, complacidas, a arroyos de agua tiema y a cocinas. Los amorosos se ponen a cantar entre labios una cancién no aprendida, y se van llorando, llorando, la hermosa vida. Jaime Sabines Poemna 9 Ajeno Largo se le hace el dia a quien no ama y él lo sabe. Y él oye ese tafido corto y duro del cuerpo, su cascada cancién, siempre sonando a lejania. Cierra su puerta y queda bien cerrada; sale y, por un momento, sus rodillas se le van hacia el suelo. Pero el alba, con peligrosa generosidad, le refresca y le yergue. Esta muy clara su calle, y la pasea con pie oscuro, y cojea en seguida porque anda s6lo con su fatiga. Y dice aire: palabras muertas con su boca viva Prisionero por no querer, abraza su propia soledad. Y esta seguro, mas seguro que nadie porque nada poseerd; y él bien sabe que nunca vivira aqui, en la tierra. A quien no ama, zcomo podemos conocer 0 cémo perdonar? Dia largo y aun mas larga ja noche. Mentiré al sacar Ja Ilave. Entrara. Y nunca habitara su casa. Claudio Rodriguez Poema 10 Mi corazén Es mentira que mi corazén porque palpita esté despierto. Sus latidos son tan s6lo el goteo de su Hlanto glacial como el que Hora al fundirse el témpano de hielo. Es mentira que mi corazén porque palpita esté despierto. Su misién se reduce a mantener de pie aun muerto que esperanzado aun persigue sus suefios. Elias Nandino Poema 11 Digo vivir Porque vivir se ha pugsto al rojo vivo. (Siempre la sangre, oh Dios, fue colorada.) Digo vivir, vivir como si nada hubiese de quedar de lo que escribo. Porque escribir es viento fugitivo, y publicar, columna arrinconada. Digo vivir, vivir a pulso, airada- mente morir, citar desde el estribo. Vuelvo a la vida con mi muerte al hombro, abominando cuanto he escrito: escombro del hombre aquel que fui cuando callaba. Ahora vuelvo a mi ser, torno a mi obra mas inmortal: aquella fiesta brava del vivir y el morir. Lo demas sobra. Blas de Otero zQuién dijo alguna vez: hasta aqui el agua? EQuién dijo alguna vez: hasta aqui el fuego? £Quién dijo alguna vez: hasta aqui el odio? £Quién dijo alguna vez: hasta aqui no? Poema 12 Limites hasta aqui la sed, hasta aqui el aire, hasta aqui el amor, hasta aqui el hombre, Sélo la esperanza tiene las rodillas nitidas Sangran. Juan Gelman Poema 13 Gracias, sefior Gracias, Sefior, porque me diste un afio en que abrir a tu luz mis ojos ciegos; gracias porque la fragua de tus fuegos templé en acero el corazén de estafio. Gracias por la ventura y por el dafio por la espina y la flor; porque tus ruegos redujeron mis pasos andariegos ala dulce quietud de tu rebafio. Porque en mi florecié tu primavera; porque tu otofio maduré mi espiga que ol invierno guarece y atempera. Y porque, entre tus dones, me bendiga -compendio de tu amor- la duradera felicidad de una sonrisa amiga ‘Salvador Novo Poema 14 Las voces prohibidas Mas despacio que nunca, casi agénicas, marchan y duelen estas voces o estrellas. Humedos pies descalzos, breves pieles, dulce origen, impfo desorden. Voces que purifican lo que tocan. Voces todo milagro. Suaves voces de amor. Voces para decir amor toda la vida y todo el santo dia y a la lenta distancia de una noche de suefio, amor y voces. Calidas 0 despiertas, dormidas o ya frias, estas voces se pegan a los labios y dicen y se dicen altos, duros misterios, Prohibidos latidos, esbeltos calosfrios Despaciosas y firmes, llegan como las bestias, crecen como el encino, y no hay en ellas nada que no sea verdadero. Pero duelen. Son dardos de amorosa ponzofia y dan la seca muerte del olvido. No perdonan, no aman, no son rios serenos sino fuego, ardiente maldicién, dolorosa quietud. Vienen asi, calladas, caminando caminos de helado polvo. Son las voces que ya nunca se dicen Por eso duelen y por eso ardo junto a ellas, como al pie de una hoguera. Ardo y adoro al mismo tiempo porque nada me callan o no me dicen nada. Asciendo rudas catedrales de miedo y el vacio es un lago de hambre y sal. Me maidigo con ellas pero duermo con elas. Cuando la sed se haya quemado en mi garganta, cuando no tenga paz ni amor, cuando todo sea voces y no llantos, una pequefia sombra habrd a mi lado. No la rosa del ansia ni el clavel de miseria, sino la joven luz del alba, la joven voz del alba mia Efrain Huerta

También podría gustarte