Ácido málico (ácido 2-hidroxibutanodioico) es un ácido orgánico que se
encuentra de forma natural en muchas frutas y plantas. Tiene la fórmula química C4H6O5 y es un isómero del ácido tartárico. Posee varias propiedades químicas, físicas y usos interesantes: 2. Propiedades químicas del ácido málico: Acidez: El ácido málico es un ácido dicarboxílico y, por lo tanto, puede liberar dos protones (iones H+) en solución acuosa, lo que le confiere su naturaleza ácida. Reacciones de neutralización: Al ser un ácido, el ácido málico reacciona con bases para formar sales llamadas malatos. Deshidratación: El ácido málico puede sufrir deshidratación para formar ácido fumárico, que es otro ácido dicarboxílico. Reacciones de oxidación: Puede someterse a reacciones de oxidación para formar ácido oxálico y dióxido de carbono. 3. Propiedades físicas del ácido málico: Estado físico: El ácido málico es un sólido cristalino blanco a temperatura ambiente. Solubilidad: Es soluble en agua, lo que significa que se disuelve fácilmente en esta, formando soluciones ácidas. Punto de fusión: El punto de fusión del ácido málico es de aproximadamente 130-131°C. 4. Usos del ácido málico: Industria alimentaria: Una de las principales aplicaciones del ácido málico es como aditivo alimentario. Se utiliza como regulador de acidez y potenciador del sabor en muchos productos, como bebidas, dulces, confitería, productos horneados y alimentos procesados. Suplementos deportivos: El ácido málico también se utiliza en algunos suplementos deportivos debido a su papel en el ciclo del ácido cítrico, que está involucrado en la producción de energía en el cuerpo. Cosméticos y productos para el cuidado personal: Se utiliza en algunos productos cosméticos y para el cuidado personal debido a sus propiedades ácidas y suavizantes.
Es importante mencionar que, aunque el ácido málico se encuentra de forma
natural en muchos alimentos y es generalmente seguro para el consumo humano, su uso en productos procesados y suplementos debe cumplir con las regulaciones y límites establecidos por las autoridades sanitarias. Además, si se tienen dudas sobre su uso o sus posibles efectos, siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud.