Está en la página 1de 4

2.1. Contradictoria.

– Implica la libertad para cada una de las partes, de


hacer conocer todo cuanto sea necesario para el éxito de su demanda o de
su defensa. Impone que todo paso, toda presentación al juez de una pieza, de
un documento, de una prueba por el adversario, sea llevada al conocimiento de
la otra parte y libremente discutida en la audiencia. Esta característica es la
condición indispensable de la libertad de la defensa.
El juez tiene que observar y hacer observar en todas
las circunstancias el principio de la contradicción y no puede retener en
su decisión más que las explicaciones que haya recogido en contradictorio.
“ El principio de contradicción supone que los actos procesales se
realizan con intervención de todas las partes acreditadas en el proceso,
las cuales pueden hacer alegaciones, oposiciones o pedimentos en
relación con las diligencias de que se trate o sobre los alegatos o
pedimentos de la contraparte”
2.2. Oralidad. – consiste en que los actos procesales son realizados a viva voz,
reduciendo lo escrito a lo estrictamente indispensable. Todo lo que se pida,
pregunte, argumente, ordene, permita o resuelva será concretado oralmente,
pero lo más importante de las intervenciones de las partes es que será
documentado en el acta de audiencia aplicándose un criterio selectivo.
El principio de oralidad es una característica inherente al juicio oral e
impone que los actos jurídicos procesales constitutivos del inicio, desarrollo y
finalización del mismo, se realicen utilizando como medio comunicación la
palabra hablada.
La necesidad de la Oralidad de la audiencia es indiscutible, en tanto se
requiere el debate entre los intervinientes, por ello está íntimamente ligado al
llamado principio de inmediación. La Oralidad determina una directa
interrelación humana y permite un mayor conocimiento recíproco y personal
entre quienes intervienen en el juicio oral. Ahora la normativa nacional
establece que se podrán incorporarse por su lectura:
• Las pruebas que se hayan recibido conforme a las reglas del anticipo
de prueba, sin perjuicio de que las partes o el tribunal exijan la
comparecencia personal del testigo o perito, cuando sea posible;
• Las declaraciones o dictámenes producidos por comisión o informe,
cuando el acto se haya producido por escrito, conforme a lo previsto
por ley, sin perjuicio de que las partes o el tribunal exijan la
comparecencia del testigo o perito cuando sea posible;
• La denuncia, la prueba documental, los informes y las actas de
reconocimiento, registro o inspección practicadas conforme a lo
previsto en este Código.
• Todo otro elemento de prueba que se incorpore al juicio por su
lectura, no tendrá ningún valor.
Las resoluciones del tribunal durante la audiencia se dictarán verbalmente,
quedando notificados todos por su pronunciamiento, dejándose constancia en
acta.
2.3. Publicidad. – este principio de vital importancia es una forma de control
ciudadano al juzgamiento, es como una forma de auto legitimación de las
decisiones de los órganos que administran justicia. La finalidad de la publicidad
es que el imputado y la comunidad tengan conocimiento del proceso, la
actividad probatoria y la forma como se juzga.
La regla general es que los juicios deben ser públicos, salvo cuando sea
necesario para preservar los intereses de la justicia, de este modo ha sido
recogido en la Convención Americana de Derechos Humanos (art. 8 inc. 5).
Nuestra Ley señala la excepción al Principio de Publicidad cuando se trate de
tutelar intereses superiores, tal es el caso del derecho al honor de una persona
y en los casos de delitos contra la libertad sexual.
“La publicidad en el juicio oral se refiere a que en él, la percepción y
recepción de la prueba, su valoración y las intervenciones de los sujetos
procesales, se realizan con la posibilidad de asistencia física, no sólo de
las partes sino de la sociedad en general. La publicidad no puede estar
circunscrita a simples alegatos y a conocer el contenido de la sentencia,
sino a que los intervinientes deduzcan la absoluta transparencia de los
procedimientos y estén conscientes de lo que ocurrió y por qué ocurrió.”

2.4. Continuidad. – como rector del juicio oral, implica que éste se lleve a cabo
todos los días y horas hábiles en forma consecutiva hasta el pronunciamiento
de la Sentencia, principio que se encuentra recogido en el art. 334 del CPP que
señala: “Iniciado el juicio, se realizará sin interrupción todos los días hábiles
hasta que se dicte sentencia y sólo podrá suspenderse en los casos previstos en
este Código; añadiendo que “la audiencia se realizará sin interrupción todas las
horas hábiles del día. El juez o el presidente del tribunal ordenará los recesos
diarios, fijando la hora en que ésta se reinicie.” Asimismo, las suspensiones del
juicio oral están regladas por los arts. 335 y 336 del CPP, que prevé las causales,
plazo de suspensión de la audiencia (diez días) y las consecuencias ante la
subsistencia de una determinada causal de suspensión.
Ahora bien, el Auto Supremo 640/2014-RRC de 13 de noviembre, refiriéndose
al principio de continuidad y concretamente sobre las disposiciones que lo
regulan concluyó:
“De los preceptos citados, se colige que la regla general es la continuidad del
juicio como manda el referido art. 334 transcrito, que debe observarse en la
realización de los juicios orales, en condiciones de desarrollo normal del acto
de juicio; empero, no se puede dejar de considerar, que en ciertas ocasiones,
se presentan circunstancias que imposibilitan materialmente la prosecución
normal del juicio oral, debido a diversos factores que pueden ser internos,
atingentes al proceso o las partes, tales como la inconcurrencia de las partes,
de sus abogados, de los integrantes del Tribunal de Justicia, de los testigos,
peritos etc.; el planteamiento de cuestiones procesales como apelaciones,
recusaciones, incidentes por causal sobreviniente; o por causas externas, a
raíz de eventos ajenos al proceso, con la característica de fuerza mayor, que
inevitablemente impiden el cumplimiento o vigencia del principio de
continuidad o concentración, tales como declaratorias en comisión de jueces
o suspensión imprevista de actividades laborales, entre otras situaciones,
que de ninguna manera pueden ser atribuibles a las partes o la autoridad
jurisdiccional; empero, lo cierto es que entorpecen o impiden el normal
desarrollo del juicio y en consecuencia, de la vigencia plena del principio de
continuidad o concentración y obviamente el de inmediación.
Así mismo el Auto Supremo N° 715/2014-RRC del 10 de diciembre de 2014,
puntualizó:
“Asimismo, las partes no deben quedar en pasividad ante una transgresión
de la norma debido a que los señalamientos de día y hora para la
prosecución de la audiencia de juicio son arbitrarios o ilegales, sino que debe
utilizar los mecanismos que la ley prevé para buscar la corrección del
defecto; y tomando en cuenta que los Tribunales de impugnación deben
sopesar los actos concretos que habrían quebrantado la continuidad del
juicio oral y si las causas son justificadas, cuando se denuncia la
vulneración al principio de continuidad por considerar que el juicio
injustificadamente no se desarrolló todos los días y horas hábiles de manera
consecutiva, el reclamante, a tiempo de impugnar y denunciar la
vulneración de este principio en su recurso de alzada (y de no ser reparado
el defecto, en casación), debe señalar de forma precisa qué actos o audiencias
del juicio oral fueron suspendidos o declarados en receso (indicando las
fechas de suspensión, de prosecución y las causas) sin respetar la inmediatez
que prevé la ley, fundamentando por qué considera que la prolongación del
juicio oral fue indebido, arbitrario o no justificado, para que con esos
insumos, los tribunales superiores tengan los suficientes elementos objetivos
y concretos para verificar si los aspectos reclamados son evidentes o no y en
definitiva establecer si los principios de continuidad e inmediación fueron
indebidamente incumplidos.
Para concluir principio de continuidad tiene por finalidad garantizar que la
inmediata adquisición de la prueba por parte del juez o tribunal de sentencia
no sea dispersa, como manda el art. 334 del CPP.
2.5. Inmediación. – El juicio se realizará con la presencia ininterrumpida de
los jueces y de todas las partes.
En ese entendido MIXAN MASS, describe este principio señalado que la
"inmediación es una condición necesaria para la concreción de visu y audito de
la oralidad en el mismo lugar, acto y tiempo. Es la relación interpersonal
directa: frente a frente, cara a cara entre el acusado y el juzgador, entre el
acusado y el acusador, entre el acusado y los defensores y entre estos y el
juzgador y el acusado respectivamente, también entre el testigo y el perito. El
acusador y el juzgador, entre el agraviado y el actor civil y el tercero civilmente
responsable. Es decir es una relación interpersonal directa de todos entre sí y a
su turno"
Este principio que exige que el juicio se desarrolle con la presencia
ininterrumpida de los Jueces y que "importa que el Juez debe elaborar la
Sentencia de acuerdo con las impresiones personales que obtiene de las partes
y de los medios de prueba en el curso del juicio oral" (Claus Roxín, Derecho
Procesal Penal), se halla regulado en el art. 330 del CPP, respecto al cual este
Tribunal mediante Auto Supremo 011/2013-RRC de 6 de febrero, expresó el
siguiente criterio: “…el art. 330 del Código Adjetivo Penal, refiere que el juicio
se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces y de todas las partes;
además, en el sistema acusatorio establecido en el Código de Procedimiento
Penal vigente, el juicio oral y público es la verdadera garantía para un proceso
donde se respete el debido proceso y se otorgue el acceso a la justicia de la manera
más amplia; entonces es, en esta fase del proceso penal en el que durante el
contradictorio las partes debaten los elementos probatorios que fueran reunidos
en la etapa preparatoria, subsanados en la etapa intermedia, para que frente a
un juez o Tribunal se lleve a cabo la audiencia bajo los principios rectores de
inmediación, contradicción, oralidad, publicidad y continuidad. Es decir, que
en este sistema penal estos principios tienen como consecuencia que el juez o
Tribunal de juicio sea el único órgano revisor jurisdiccional habilitado para
determinar y fijar los hechos históricos acaecidos, a través del análisis crítico de
las pruebas y de conformidad a la reconstrucción del iter criminis que las partes
van realizando a lo largo del proceso, toda vez que son los únicos que pueden
valorar la prueba judicializada en el debate bajo los principios de inmediación,
concentración y contradicción que rigen el juicio oral y público”.
“El principio de inmediación consiste en que debe existir un permanente
contacto, una inmediata comunicación entre las partes, ya que en la
audiencia oral el contacto es mucho más directo y actual”.
2.6. Concentración. – pretende a reunir toda la actividad procesal en la menor
cantidad posible de actos, y a evitar, por consiguiente, la dispersión de dicha
actividad. Este mismo principio se encuentra estrechamente relacionado con el de
celeridad. Al respecto Hernando Devis Echandia en su obra en su obra “Teoría
General del proceso” refiere:
“Que se debe procurar que el proceso se desenvuelva sin solución de continuidad
y evitando que las cuestiones accidentales o incidentales entorpezcan el estudio
de lo fundamental; lo cual solo se obtiene restringiendo el derecho de interponer
recurso e incidentes previa definición. Igualmente este principio tiende a dejar
todas las cuestiones, los incidentes, las excepciones y peticiones para ser
resueltas simultáneamente a la Sentencia, concentrando así el debate
Judicial”.
El Principio de Concentración está referido, primero, a que en la etapa de juicio oral
serán materia de juzgamiento sólo los delitos objeto de la acusación fiscal. Todos los
debates estarán orientados a establecer si el acusado es culpable de esos hechos. En
segundo lugar, el Principio de Concentración requiere que, entre la recepción de la
prueba, el debate y la sentencia exista la "mayor aproximación posible". Este
principio de concentración está destinado a evitar que, en la realización de las
sesiones de audiencia de un determinado proceso, se distraiga el accionar del
Tribunal con los debates de otro. Es decir, que la suspensión de la audiencia exige
que cuando los Jueces retomen sus actividades, continúen con el conocimiento del
mismo proceso, a fin de evitar una desconcentración de los hechos que se exponen.

También podría gustarte