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EL HOMBRE COMO SER RACIONAL

DESDE LA FILOSOFÍA

Nombre: Clarise Vannya Salguero Ramos

Curso: VI “B” Secundaria

Colegio: San Martin de Porres Particular

Fecha: 15/09/23
Introducción

La capacidad de razonamiento del hombre es un tema fundamental en la reflexión filosófica que ha


intrigado a pensadores a lo largo de la historia. La noción de la racionalidad humana es un pilar central
en la filosofía y a lo largo de la historia ha sido abordado por numerosos filósofos desde diversas
perspectivas, ya que plantea preguntas profundas sobre la naturaleza y el potencial del ser humano.
Desde los albores de la filosofía griega hasta las discusiones contemporáneas, los filósofos han
explorado y debatido el papel de la razón en la vida y la existencia humanas.

El hombre como ser racional según algunos filósofos

Platón.

Platón, uno de los filósofos más influyentes de la antigua Grecia, tenía una visión particular sobre la
naturaleza del ser humano y su capacidad racional. En su filosofía, Platón consideraba que el ser
humano es un ser racional por excelencia, y esta idea está relacionada con su teoría de las Ideas o
Formas y su concepción de la realidad.

Platón sostenía que el mundo sensible que percibimos a través de nuestros sentidos es solo una copia
imperfecta y cambiante del mundo de las Ideas o Formas, que son realidades eternas, inmutables y
perfectas. Según él, el conocimiento auténtico y la verdad se encuentran en el mundo de las Ideas, no
en el mundo material.

Desde esta perspectiva, Platón afirmaba que el ser humano posee una parte racional y una parte
irracional en su alma. La parte racional del alma es la que puede acceder al conocimiento de las Ideas a
través de la razón y la reflexión. Es esta parte racional la que nos distingue de los animales y nos hace
seres racionales.

Platón también defendía la idea de que la educación es esencial para desarrollar y cultivar la parte
racional del alma. Creía que, mediante la educación adecuada, los seres humanos pueden alcanzar un
mayor conocimiento y comprensión de las Ideas y, por lo tanto, vivir una vida más virtuosa y justa.

Aristóteles.

Aristóteles, otro influyente filósofo griego de la antigüedad, también tenía una visión particular sobre el
ser humano como ser racional. Su enfoque sobre la racionalidad y la naturaleza humana difiere en
algunos aspectos clave de la de su maestro, Platón.

Aristóteles sostenía que el ser humano es, por naturaleza, un "animal político" o "animal social" (zōon
politikon, en griego). Lo que quería decir con esto es que los seres humanos tienen una tendencia innata
a vivir en sociedad y a organizarse en comunidades políticas. Esta característica social es fundamental en
su comprensión de la naturaleza humana y su racionalidad.

Según Aristóteles, la racionalidad humana se manifiesta a través de la capacidad de la razón práctica,


que es la facultad de tomar decisiones racionales y elegir acciones basadas en la deliberación y la ética.
Creía que los seres humanos tienen la capacidad de razonar sobre lo que es bueno y justo, y esta
capacidad es lo que distingue a los seres humanos de otras criaturas.
Aristóteles también enfatizaba la importancia de la educación y la formación ética para el desarrollo
completo de la razón humana. Creía que, a través del estudio, la reflexión y la práctica de la virtud, los
individuos podían perfeccionar su capacidad racional y alcanzar la excelencia moral, lo que él llamaba
"eudaimonia" o "felicidad".

Kant.

Immanuel Kant, un filósofo alemán del siglo XVIII, es conocido por su influyente perspectiva sobre la
racionalidad y la naturaleza humana. Según Kant, el ser humano es fundamentalmente un ser racional
debido a su capacidad de pensamiento autónomo y moral. Su filosofía se enmarca en lo que él llamó la
"crítica de la razón" y se centra en la autonomía de la razón práctica.

Kant argumentó que la capacidad de la razón es lo que distingue a los seres humanos de otras criaturas
y que esta capacidad se expresa a través de la voluntad libre y autónoma. La razón humana es capaz de
formular principios y reglas morales universales que deben seguirse independientemente de los deseos
o inclinaciones personales. Esta idea es central en su ética deontológica, conocida como el "imperativo
categórico".

El "imperativo categórico" es una regla moral que establece que las acciones son moralmente correctas
si pueden ser universalizadas, es decir, si se puede concebir que todos los seres racionales actúen de la
misma manera sin que haya contradicciones. Kant creía que esta regla se derivaba de la autonomía de la
razón y proporcionaba un fundamento sólido para la ética.

Además, Kant argumentó que los seres humanos tienen una dignidad inherente debido a su capacidad
de autonomía moral. Esta dignidad implica que los seres humanos deben ser tratados siempre como
fines en sí mismos y no simplemente como medios para alcanzar fines personales o sociales. En otras
palabras, los seres humanos deben ser respetados y no utilizados o explotados.

Descartes.

René Descartes, un filósofo, matemático y científico del siglo XVII, es conocido por su famosa afirmación
"Cogito, ergo sum" (Pienso, luego existo), que subraya la importancia de la razón y la mente en la
definición de la naturaleza humana. Para Descartes, el ser humano es esencialmente un ser racional
debido a la facultad del pensamiento y la razón.

La filosofía de Descartes se caracteriza por el método del dudar metódico, un proceso de duda radical en
el que Descartes buscaba eliminar cualquier creencia que pudiera ser puesta en duda hasta llegar a un
conocimiento indudable. El único conocimiento que consideraba indubitable era el conocimiento de su
propia existencia como ser pensante. Así, llegó a la conclusión de que, mientras duda de todo lo demás,
no puede dudar de la existencia de su propia mente pensante.

La razón y el pensamiento son, por lo tanto, las características esenciales de la naturaleza humana según
Descartes. Él sostenía que la mente humana era una entidad no material, distinta del cuerpo, una
perspectiva conocida como el "dualismo cartesiano". Esta distinción mente-cuerpo se convirtió en una
parte importante de la filosofía moderna y de la discusión sobre la relación entre la mente y el cuerpo.
En resumen, según Descartes, el ser humano es un ser racional en virtud de su capacidad para pensar y
razonar. La mente, que es no material y distinta del cuerpo, es la característica definitoria de la
naturaleza humana. La afirmación "Cogito, ergo sum" ilustra su énfasis en la razón y el pensamiento
como el núcleo de la existencia humana.

Conclusión

La capacidad de la razón se ha considerado como la característica distintiva que define la humanidad y


que permite a los individuos buscar la verdad, el conocimiento y la moralidad. La afirmación de que el
ser humano es un ser racional según la filosofía se basa en una serie de características y capacidades que
se consideran distintivas de la especie humana. Desde su capacidad única para el pensamiento lógico, la
abstracción, el lenguaje, la reflexión, la autoconciencia, la búsqueda del conocimiento y la formulación
de sistemas morales. Estas capacidades distinguen a los seres humanos de otras formas de vida y les
permiten buscar la verdad, comprender el mundo y tomar decisiones basadas en la razón.

Sin embargo, estas ideas han sido objeto de críticas y debates continuos en la filosofía, y diferentes
corrientes filosóficas han dado lugar a diferentes interpretaciones de la razón y su papel en la vida
humana.

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