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El Retorno de Perón.
El Retorno de Perón.
El retorno de Perón:
El retorno de Perón a la presidencia de Argentina en 1973 fue posible gracias a una
combinación de factores políticos, sociales y económicos:
En segundo lugar, el movimiento peronista había logrado consolidarse como una fuerza
política hegemónica, con una amplia base social y una estructura organizativa sólida.
Perón contaba con el apoyo de los sindicatos, de los movimientos estudiantiles y de una
amplia gama de organizaciones sociales y políticas.
En tercer lugar, el gobierno de facto que había tomado el poder en 1966 había fracasado
en su intento de estabilizar la economía y de controlar la creciente conflictividad social.
La represión y la violencia política habían generado un clima de descontento y de
rechazo hacia el régimen militar. En este contexto, Perón logró capitalizar el
descontento social y presentarse como la única alternativa viable para sacar al país de la
crisis. En las elecciones presidenciales de 1973, Perón obtuvo una amplia victoria, con
más del 60% de los votos. Su retorno al poder fue recibido con entusiasmo por amplios
sectores de la sociedad argentina, que veían en él la esperanza de un futuro mejor.
Demanda de la institucionalización:
La demanda de la institucionalización del movimiento se refiere a la necesidad de
establecer un marco institucional para el movimiento peronista, que permitiera su
participación en la vida política del país de manera más formal y organizada. Esta
demanda comenzó a instalarse en la época de la Cámpora, multiplicando las escenas de
conflicto.
Peronistas vs Peronistas:
Perón realizó un giro hacia la derecha en los últimos meses de su gobierno. Este giro se
manifestó en el reconocimiento de Perón hacia los "viejos peronistas", a quienes había
denostado hasta hacía poco tiempo, y en la reafirmación de la clase trabajadora
organizada como "columna vertebral del movimiento". Este giro fue interpretado por
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los sectores del sindicalismo burocrático como una expresión de la voluntad del líder de
devolver las cosas a su lugar. Sin embargo, este giro también generó conflictos con las
corrientes del sindicalismo combativo, que defendían la autonomía sindical y el
basismo. En él se menciona que este giro hacia la derecha también se manifestó en el
campo de la cultura, donde comenzaron a aparecer manifestaciones que proyectaban
en el centro del debate ideológico las posibles articulaciones entre la "Patria Socialista"
y la "Patria Peronista", colocando el acento en la distancia instalada entre la conjunción
(el "y") y la oposición (el "o"). En resumen, el giro hacia la derecha de Perón se
manifestó en su reconocimiento hacia los "viejos peronistas" y en la reafirmación de la
clase trabajadora organizada como "columna vertebral del movimiento", generando
conflictos con las corrientes del sindicalismo combativo y manifestándose también en
el campo de la cultura.
5. La búsqueda de una política exterior independiente y solidaria con los países del
Tercer Mundo, en contraposición a la política de alineamiento con los Estados Unidos
que había caracterizado a los gobiernos anteriores.
Sin embargo, el tercer gobierno peronista también enfrentó una serie de dificultades y
contradicciones, como la polarización política y la violencia política, que dificultaron la
implementación de estas políticas y generaron una creciente inestabilidad social y
política.
El Operativo Dorrego:
Fue una acción civil llevada a cabo por las Fuerzas Armadas argentinas, junto con la
Juventud Peronista (JP) y Montoneros, en octubre de 1973. El objetivo de esta acción
era brindar ayuda a los sectores más perjudicados por las inundaciones que habían
afectado a la provincia de Buenos Aires en ese momento. El Operativo Dorrego fue una
de las primeras acciones conjuntas entre las Fuerzas Armadas y los grupos guerrilleros
peronistas, y se llevó a cabo en un contexto de creciente polarización política y violencia
en el país. Si bien la acción fue presentada como una muestra de solidaridad y
compromiso social por parte de los grupos involucrados, también fue criticada por
otros sectores del peronismo y de la sociedad en general, que la consideraron una
maniobra oportunista y una muestra de la creciente influencia de los grupos armados
en la política argentina. En este sentido, el Operativo Dorrego fue un ejemplo de la
complejidad y la ambivalencia de las relaciones entre los distintos actores políticos y
sociales en la Argentina de 1973-1976, y de la creciente polarización y violencia que
caracterizó a este período.
Perón – Balbín:
La relación entre Perón y Balbín fue compleja y ambivalente. Durante el tercer gobierno
peronista (1973-1976), ambos líderes políticos establecieron un acercamiento que
sorprendió a muchos, dado que provenían de tradiciones políticas y sociales muy
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Además, su política económica se caracterizó por una fuerte intervención del Estado en
la economía, con medidas como la nacionalización de la banca y la creación de
empresas estatales, pero estas medidas no lograron revertir la crisis económica y la
inflación. En cuanto a la política social, el gobierno de Isabel Perón impulsó una serie
de medidas destinadas a mejorar las condiciones de vida de los sectores más
vulnerables de la sociedad, como la creación de planes de vivienda y la ampliación de la
cobertura de la seguridad social. Sin embargo, estas medidas no lograron contrarrestar
la creciente conflictividad social y la violencia política que se vivía en el país.
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el objetivo principal del plan económico del tercer gobierno peronista era llevar a cabo
una profunda reestructuración del capitalismo argentino. El plan buscaba fomentar el
desarrollo nacional, establecer una planificación integral de la economía y abarcar
múltiples aspectos de la vida económica. El plan económico del tercer gobierno
peronista se centró en dos objetivos principales. En primer lugar, se buscaba dotar al
sector público de instrumentos que hicieran factible el proceso de reestructuración. En
segundo lugar, se pretendía estimular el desarrollo del sector privado nacional en pos
de contrarrestar el poder económico del capital extranjero y de la “oligarquía nacional”
y revertir el proceso de desnacionalización y dependencia, a partir de la promoción del
desarrollo de las pequeñas y medianas empresas (pymes). El ministro de Hacienda y
Finanzas, José Ber Gelbard, fue el encargado de llevar a cabo la implementación del
plan económico. Durante su gestión, se implementaron políticas económicas de corto
plazo y se desarrolló un proyecto de reforma estructural. El objetivo de estas políticas
era mejorar la distribución del ingreso y reducir la dependencia económica del país. En
términos de las principales consecuencias de la política implementada, el plan
económico del tercer gobierno peronista logró reducir la inflación y mejorar la
distribución del ingreso. Sin embargo, también se registraron algunas debilidades en la
implementación del plan, como la falta de inversión en infraestructura y la falta de
medidas para mejorar la productividad. En resumen, el plan económico del tercer
gobierno peronista buscaba lograr una reestructuración del capitalismo argentino, con
el fin de reducir la dependencia económica del país y mejorar la distribución del
ingreso. La implementación del plan estuvo a cargo del ministro de Hacienda y
Finanzas, José Ber Gelbard, y se centró en la dotación de instrumentos al sector público
y la promoción del desarrollo del sector privado nacional. Aunque se lograron algunos
objetivos, también se registraron algunas debilidades en la implementación del plan.
La política económica del tercer gobierno peronista se basó en llevar a cabo una
profunda reestructuración del capitalismo argentino, a partir de la puesta en práctica
de un ambicioso programa estructural que buscaba fomentar el desarrollo nacional,
establecía una planificación integral de la economía y abarcaba múltiples aspectos de la
vida económica. El gobierno peronista llevó a cabo la reestructuración del capitalismo
argentino a través de la implementación de un ambicioso programa estructural que
buscaba fomentar el desarrollo nacional, establecía una planificación integral de la
economía y abarcaba múltiples aspectos de la vida económica. El Plan Trienal para la
Reconstrucción y la Liberación Nacional fue una de las principales herramientas
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utilizadas para llevar a cabo esta reestructuración. Además, se llevaron a cabo políticas
económicas de corto plazo para lograr los objetivos del programa económico
en el Pacto Social y presionando "desde abajo" por mejoras en las condiciones laborales
y salariales.
1. La mayoría de los indicadores económicos más relevantes tuvo una evolución que
distó considerablemente de las proyecciones delineadas en el Plan Trienal.
5. Hubo una falta de una política de inversión pública que permitiera un crecimiento
sostenido de la economía.