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Colegio Santiago de Quilicura

Departamento de humanidades
Filosofía y psicología.
Guía de Contenidos
“EL PSICOANÁLISIS DE CARL GUSTAV JUNG”

Carl Gustav Jung. Médico, psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, figura clave en la etapa
inicial del psicoanálisis; posteriormente, fundador de la escuela de psicología analítica, también
llamada psicología de los complejos o “psicología profunda”. Se le relaciona a menudo
con Sigmund Freud, de quien fuera colaborador y amigo en sus comienzos, aunque luego se
separaron irreconciliablemente. Carl Jung se dedicó a la exploración del "espacio interno" a
través de todo su trabajo, sin embargo, intento ir más allá, explorando las profundidades del
inconsciente, redefiniendo casi completamente a Freud. Si bien se lanzó a la tarea de elaborar
su propia teoría equipado con los antecedentes del psicoanálisis freudiano, Jung le sumó su
conocimiento -aparentemente inagotable- sobre mitología, religión, teología y filosofía. Desde
este momento, se fue metiendo en un proceso doloroso de auto-exploración personal que
formaría la base de su futura teoría. En la actualidad es considerado uno de los intelectuales
más importantes de la historia de la humanidad.

I. TEORÍA

A diferencia de Freud, la teoría de Jung divide el aparato mental en dos grandes partes:
INCONSCIENTE PERSONAL e INCONSCIENTE COLECTIVO: en el primero, Jung colocará
las siguientes partes de nuestra psicología: MÁSCARA, SOMBRA, HERMAFRODITISMO
PSÍQUICO, así como los distintos COMPLEJOS.

A) INCONSCIENTE PERSONAL

1) La primera división del inconsciente personal es el YO, el cual se identifica con el


Consciente de la Primera Tópica de Freud. Aquí se encuentran los contenidos lógicos,
racionales o que resultan útiles a la hora de relacionarse socialmente de manera
adecuada. Jung también considera como parte del YO aquello que Freud ubicaba en el
SUPER-YO, entre ellos, la culpa y la represión principalmente transmitidas por las
figuras de autoridad mediante la violencia física y psicológica. Es importante subrayar
que esta violencia se mantiene constante a lo largo de toda nuestra vida, por lo cual, las
figuras de autoridad pueden variar a través del tiempo. Jung, a pesar de que reconoce
que estas figuras de autoridad pueden ser individuos, sostiene que hay a lo menos
cuatro instancias represivas que predominan en virtud de su legitimidad social. Tales
son: la familia (espacio primario de violencia); la cultura (modalidad represora que se
configura históricamente); la sociedad (instancia cotidiana de violencia y dominación
mutua) y la religión (espacio moralizador que delinea las conductas pecaminosas y actúa
como agente determinador de lo bueno y lo malo).

2) LA MÁSCARA: la máscara es la proyección de nuestro YO hacia los demás. Se


estructura a partir de las creencias y pensamientos (no siempre verdaderos) acerca de
lo que consideramos que puede resultar agradable al resto. Es una parte del aparato
mental de características paranoides, pues, ocurre sólo “en nuestra cabeza”. Al
tratarse de una construcción unilateral, el individuo adoptará lo que a él le parece
socialmente aceptable, aquello que le conducirá a la integración con sus pares y excluirá
lo que le parece incompatible con la recta inclusión social. En rigor, es un constructo
mediado por la falsificación de uno mismo, de manera que si bien constituye eso que los
demás ven de nosotros, no representa más que “nuestro lado bueno” con exclusión de lo
que estimamos como indeseable.

3) LA SOMBRA: Jung introduce el concepto de LA SOMBRA que está constituida por


todos aquellos recuerdos, traumas de infancia y, en general, aquellas cosas que no nos
gustan de nosotros mismos. Principalmente construida en base a la vergüenza y el
conflicto interno, la sombra es ese lugar oscuro de donde surgen gran parte de los
sentimientos negativos y de autodestrucción. A menudo, cuando nos sentimos tristes o
desintegrados, es que la sombra está imperando en nuestro aparato mental. A resultar
de todo lo que nos provoca sensaciones de negatividad, la sombra posee mucha fuerza y
no es poco frecuente que desplace al YO y a la MÁSCARA en influencia y
preponderancia. Habitualmente, la sombra se manifiesta a través de la rabia y el
desacomodo y nos desconcierta, al punto que no sabemos de qué lugar viene tanta carga
negativa en nuestro ánimo.

RESUMEN: El INCONSCIENTE PERSONAL, incluye cualquier cosa que no esté


presente en la consciencia, pero que no está exenta de estarlo. El inconsciente personal
incluye la memoria a largo, corto y mediano plazo, por lo cual, tiene la posibilidad de
atraer rápidamente a nuestra consciencia aquellos recuerdos que han sido reprimidos
por cualquier razón, fundamentalmente, los traumas de nuestra infancia. La diferencia
estriba en que no contiene a los instintos, como Freud concluía. Por contraposición al
INCONSCIENTE COLECTIVO, el INCONSCIENTE PERSONAL es nuestro
inconsciente único, individual, ontogenético, estructurado a partir de nuestras propias
experiencias tanto negativas como positivas con independencia de aspectos mayores
como la historia, o constantes de especie como la filogénesis.

II. EL HERMAFRODITISMO PSÍQUICO. ANIMUS Y ÁNIMA. Jung argumenta que


hay en cada uno de nosotros una parte femenina y otra masculina, motivo por el que
–a diferencia de Freud- no hay jamás una posibilidad de alcanzar una determinación
del objeto de deseo sexual. En realidad, somos homosexuales y heterosexuales al
mismo tiempo. Las razones de ello derivan de que, a diferencia de Freud, Jung
sostiene que no hay una definición de la sexualidad. La decisión de si se obtendrá
placer de uno u otro sexo, o bien, de ambos siempre está abierta. La explicación de
la afirmación sobre el hermafroditismo psíquico la encontramos, asimismo, en el
hecho de que Jung no considera el complejo de Edipo como excluyente de los
varones o el de Electra como exclusivo de las mujeres. Para Jung tanto uno como
otro complejo se encuentran en ambos sexos y, por consiguiente, tanto uno como
otro sexo sienten atracción por el sexo opuesto así como por el sexo propio.

1) Varones. Complejo de Edipo. Edipo positivo (aman a su madre); Edipo negativo


(odian a su padre. Complejo de Electra. Electra positiva (aman su padre); Electra
negativa (odian a su madre).

2) Mujeres. Complejo de Edipo. Edipo positivo (aman a su madre); Edipo negativo


(odian a su padre. Complejo de Electra. Electra positiva (aman su padre); Electra
negativa (odian a su madre).

c) Complejo de castración. El complejo de castración está directamente


relacionado con el pene como símbolo o representación del poder y la autoridad.
Tomemos en cuenta que nuestra cultura puede ser caracterizada como
falocéntrica, esto es, una cultura donde el elemento masculino predomina a tal
punto que pasa a constituirse en representación del mando y la conducción. Ello,
no obstante, implica para hombres y mujeres consecuencias diversas. Mientras
que cuando los hombres son castrados pierden la sexuación, en el caso de las
mujeres lo que Jung observa es una envidia y rencor ante la carencia de
autoridad. De este modo, el complejo de castración afecta de distintas formas
a un sexo u otro:

1. Hombres: - pérdida del pene. Los mayores miedos masculinos derivan de la


pérdida simbólica del pene que, en términos concretos, implica la pérdida de
autoridad. Esto tiene dos efectos fundamentales. Por un lado, motiva la
competencia entre hombres y en gran parte de las demostraciones de fuerza
que la caracterizan y, por otro, la exacerbación de la masculinidad ante las
mujeres dando pie a conductas tales como el machismo. – pene de menor
tamaño: dada la competitividad que distingue a la convivencia entre hombres, un
temor muy específico dice relación con que su autoridad se vea disminuida, lo
cual explica cierta lógica que acompaña a gran parte de las conductas
masculinas y que se manifiesta de distintas maneras, entre ellas, la ocultación
del llanto, la jactancia por las propias conquistas sexuales o deportivas. De todo
lo anterior, se puede concluir una proporcionalidad básica, es decir, que para
Jung a mayor despliegue de masculinidad, más atemorizados e inseguros son los
hombres.
2. Mujeres: -ausencia de pene: en las mujeres el COMPLEJO DE CASTRACIÓN
se presenta al darse cuenta que carecen de pene, o sea, su capacidad de
expresar autoridad es menor en comparación con los hombres. Además, la
ausencia de pene provoca cierta extrañeza respecto de un mundo que perciben
que no fue hecho ni por ellas ni para ellas, sino en directo beneficio de los
hombres. También, provoca una estrecha ligazón de ellas a roles sociales
frecuentemente más pasivos o, en último término, meramente reproductivos y
asociados al cuidado de los hijos. –culpa hacia la madre: las mujeres culpan
inconscientemente a la madre por su situación históricamente desfavorable, ya
que le atribuyen a ésta que las hizo mal al no dotarlas de una sexualidad que les
permitiera acceder al juego de la competencia por el control y la disputa por la
autoridad.

III. INCONSCIENTE COLECTIVO: Después de describir el INCONSCIENTE


PERSONAL, Jung añade una parte a su forma de entender el psicoanálisis que hará que su
teoría destaque de entre las demás: el INCONSCIENTE COLECTIVO. Podríamos llamarle
sencillamente nuestra “herencia psíquica”. Así como para Freud existe una herencia psicológica
histórica que incide -a modo de ejemplo-, en los biotipos de hombres o mujeres que nos
resultan agradables (espaldas anchas, caderas contorneadas, etc.), o bien en la comida (las
comidas grasosas como pizzas o papas fritas, donde la apetencia por la grasa es una huella que
la especie adquirió durante los periodos glaciales), según Jung, hay una herencia psíquica que se
ha desarrollado a partir de las diversas situaciones adversas que le han ocurrido a la
humanidad. En el INCONSCIENTE COLECTIVO se encuentran los arquetipos que son aquellas
huellas que han quedado en el inconsciente de toda la humanidad producto de las diversas
experiencias negativas y positivas que nos han acontecido como especie. De esta manera, un
arquetipo como EL SABIO (el que busca comprender), en algún minuto fue útil en el
descubrimiento del fuego o EL GOBERNANTE (el que lidera) fue increíblemente útil para
organizar a la primeras hordas humana orientándolas a un objetivo común. Los arquetipos se
forman por la reiteración de experiencias problemáticas que ha afrontado la especie y, al
transmitirse de padres a hijos, operan como ayuda para encarar dichas experiencias a las
generaciones posteriores de manera adecuada. Los arquetipos se clasifican en aquellos según si
se responsabilizan por provocar control, orden, organización, establecer autoridad, o bien,
generar cambio, transformación, renovación o creación. Asimismo, los arquetipos condicionan si
la estructura de nuestra personalidad es INTROVERTIDA o EXTROVERTIDA.

IV. LOS ARQUETIPOS. Los arquetipos constituyen rasgos de la personalidad que en algunas
personas se encuentran más acentuados y, en otras, más atenuados.

1. EL CUIDADOR. El cuidador es un arquetipo que denota aquella parte de nuestra personalidad


que nos hace preocuparnos por la protección de los demás y también de nosotros mismos.
2. EL AMIGO. El amigo es el arquetipo encargado de provocarnos al empatía, es decir, la
capacidad de ponernos en el lugar del otro, pero, asimismo, de hablarnos con honestidad y
procurar el bien de los demás.

3. EL AMANTE. Es esa parte de nuestra personalidad que hace que entreguemos amor a los
demás. El amante puede modularse de dos maneras. Se puede entregar mucho amor a una pocas
personas, en cuyo caso, se fomenta la monogamia. O bien, es posible entregar poco amor a
mucha gente, de modo que lo promovido es la poligamia. Para Jung tanto una como otra
tendencia son posibles y lo único que hace la diferencia es la influencia del YO CONSCIENTE
(Super-yo en la teoría freudiana).

4. EL GOBERNANTE: Se trata de aquella parte de la personalidad que lidera y que todos, en


mayor o menor medida, tenemos más o menos acentuada. El gobernante, al igual que el
CUIDADOR, representa tanto el gobierno de sí mismo como el que se ejerce sobre los demás.

5. El CREADOR. Constituye ese rasgo de la personalidad que posibilita la creación de cosas


nuevas. Como todos los arquetipos proviene de la acumulación de experiencias de la humanidad.
En este sentido, fue tremendamente útil cuando se trató, para el género humano de la creación
de nuevas formas para, por ejemplo, crear maneras de manipular el fuego o construir
herramientas.

6. EL INOCENTE. Es la parte de la confianza y el optimismo que opera en nuestra


personalidad. Nos permite creer en los demás, las labores que realizamos en conjunto y los
objetivos que nos proponemos conseguir con dichas actividades. Es fundamental, ya que nos
hace confiar en que el bienestar individual está estrechamente asociado a la fe en las acciones
que efectuamos como colectivo.

7. EL SABIO. Constituye el rasgo de nuestra personalidad que hace posible la valoración de los
conocimientos culturales, científicos, etc. como un modo de alentar el progreso humano.
Alimenta la necesidad de continuar avanzando en el saber como una manera válida y racional de
estimular el progreso.

8. EL EXPLORADOR. Es el arquetipo de la sociabilización, muy importante a la hora de


vincularnos unos con otros. La sociabilización es relevante, pues, da pie a la colaboración y, en
este sentido, la posibilidad de explorar aquello que quizá nos resulte más complejo de
comprender: las otras personas y sus diversas personalidades, máscaras y sombras.

9. EL HÉROE. Se trata de ese rasgo de nuestra personalidad que nos insta a hacer cosas
sacrificios concretos por los demás aunque ello implique alguna clase de perjuicio para nosotros
mismos.

10. EL BUFÓN. Constituye la parte lúdica del aparato mental según Jung lo entiende y lo
explica. Es el humor y la capacidad de evadirnos de la seriedad. Es fundamental en la
convivencia con nuestros pares, ya que si bien puede estar más atenuado en algunas personas
abre muchas puertas al momento de sociabilizar.
11. EL REBELDE. Todos, en mayor o menor medida, podemos reconocer la injusticia o ciertos
factores de nuestro cotidiano vivir que podrían estar mejor. Ante ello, el rasgo rebelde de
nuestra personalidad nos permite levantar la voz y señalar que lo que ocurre no está bien y que
podría ser modificado. No está directamente relacionado con la violencia, sino con la
asertividad y el sentido de lo recto, base de la convivencia en común.

12. EL MAGO. Es la capacidad de asombro y de sorprendernos por la novedad. Desde un chiste,


un viral o un nuevo meme, hasta la motivación que manifestamos al momento de escoger una
actividad que nos produce fascinación (una determinada carrera universitaria, un hobby, etc.)

V. TIPOS DE PERSONALIDAD. Nadie es completamente introvertido, ni absolutamente


extrovertido. Sin embargo, cada individuo trata de favorecer una u otra actitud. En ocasiones
es más apropiada la introversión, otras veces lo es la extraversión. Las dos son mutuamente
excluyentes. No se puede mantener en forma constante una actitud introvertida y otra
extravertida. Ninguna de las dos es mejor que la otra. El ideal es adoptar la actitud que resulte
más apropiada para el sujeto.
1. La introversión es una actitud típica que se caracteriza por la concentración del
interés en los procesos internos del sujeto. Los introvertidos se interesan
principalmente por sus pensamientos y sentimientos, por su mundo interior. Tienden a
ser profundamente introspectivos.

2. La extroversión, por el contrario, es una actitud típica que se caracteriza por la


concentración del interés en un objeto externo. Los extravertidos se interesan por el
mundo exterior de la gente y de las cosas, tratan de ser más sociables y de estar más
al tanto de lo que pasa en su entorno.

V. TIPOS DE PERSONALIDAD. Fueron acuñados por Jung y abren la puerta a su teoría de los
tipos de personalidad, junto a las funciones racionales del ser humano (pensar y sentir) y las
irracionales (percibir e intuir). Jung dividió el mundo entre introvertidos y extrovertidos. A
saber, los primeros son tímidos, se retraen de la compañía; Jung pensaba que dirigían su
atención y su "líbido" (energía) al interior, hacia sus propios pensamientos y estados internos. Y
los extrovertidos son sociales, dirigen su energía hacia la gente "y las experiencias del
mundo". Desde esas premisas se constituyen los ocho tipos de personalidad de Jung:

A- INTROVERTIDOS

 INTROVERTIDO-Pensamiento Interesado en las ideas en lugar de los hechos, le


importa la realidad interior y pone poca atención en las personas. "Es muy terco y tenaz
para defender y llevar a cabo sus ideas, pero a la vez es influenciable y explotable
fácilmente, porque no percibe las intenciones ajenas por la poca relevancia que da a lo
externo".

 INTROVERTIDO-Sentimiento Es un tipo de persona ligeramente reservada, pero


simpática y comprensiva con los amigos cercanos u otros que lo necesiten. "Es amoroso
pero no demostrativo" de esa condición. "Se percibe callada, inaccesible, difícil de
comprender y melancólica".

 INTROVERTIDO-Sensación Pone énfasis en la experiencia subjetiva, en lugar de los


hechos por sí mismos. Se nutren de sus impresiones sensoriales y viven inmersos en sus
sensaciones internas. Es un perfil típico de músicos y artistas. Pueden vivir en un mundo
irreal.

 INTROVERTIDO-Intuición Está interesado con las posibilidades futuras más que en


lo que actualmente está presente. Está en contacto con su inconsciente. Son soñadores.
B. EXTROVERTIDOS.

 EXTROVERTIDO-Pensamiento. Es un individuo interesado fundamentalmente en los


hechos y a partir de ahí elabora sus teorías. Reprime la emoción y los sentimientos.
Descuida a los amigos y a sus relaciones sentimentales. "El tipo reflexivo extravertido
no solo se subordina a su fórmula para tomar decisiones, sino que pretende que lo hagan
así, por su propio bien, cuantos le rodean", escribió Jung.

 EXTROVERTIDO-Sentimiento. Perfil muy interesado en las relaciones humanas, se


ajusta al ambiente social. Jung consideraba que se da con frecuencia en las mujeres:
"Es amado el hombre que conviene y no otro", escribió Jung. "Su actividad intelectual
está restringida a lo que sienten".

 EXTROVERTIDO-Sensación. Pone énfasis en las percepciones que le provocan las


realidades tangibles. Manifiesta una tendencia acusada a la búsqueda del placer. Es un
tipo que necesita cambiar de estímulos constantemente y atribuye un valor incluso
mágico a los objetos de una forma inconsciente, opina Navarro.

 EXTROVERTIDO-Intuición. Aventurero. Su interés por una cuestión permanece hasta


que consigue el objetivo, luego necesita nuevas perspectivas. Tiende a entusiasmar a
otros en sus proyectos y suelen ser carismáticos. "La moralidad del intuitivo no es
intelectual ni sentimental. Tiene su moral propia, que es la fidelidad a su intuición y el
sometimiento voluntario a su fuerza. Es escasa su consideración por lo que se refiere al
bienestar de los que lo rodean", explicó Jung en su obra.

PARA FINALIZAR: En síntesis, si bien la propuesta psicoanalítica de Jung comparte


varios elementos con la de su maestro Freud, también es verdad que se diferencian en
muchos aspectos. Si bien es cierto que, en lo personal, luego de mantener una estrecha
amistad y colaboración, dicha relación pasó a ser de hostilidad e indiferencia, en
conjunto ambos conforman uno de los primeros constructos teóricos y terapéuticos
acerca de la psicología humana, sus problemas y posibles modos de tratamiento. En este
sentido hasta la fecha ha ayudado mejorar la salud mental de millones de personas,
convirtiendo al psicoanálisis en una de las herramientas más importantes y difundidas a
nivel mundial en términos de psicoterapia. Ello no sólo convirtió a Freud y Jung en dos
figuras clave del pensamiento occidental, también convirtió a sus propuestas e ideas (a
veces mal entendidas o criticadas superficialmente), ciertamente en pilares de nuestra
cultura, influyendo y sobrepasando en campo de la psicología para internarse en otros
como el arte, el cine, la literatura, la antropología y la filosofía.

LEAN CON MUCHA ATENCIÓN Y COMPRENSIVAMENTE LA GUÍA DE CONTENIDOS.


EVITEN PRESTARLE ATENCIÓN HORAS ANTES DE LA EVALUACIÓN.

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