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Tales of The Lost Centinel - Centinela Cero (Ismael Díaz)
Tales of The Lost Centinel - Centinela Cero (Ismael Díaz)
1
Un módulo de: Ismael Díaz Sacaluga
Maquetación y Diseño de Portada: Alberto de Torres “Morapio”
2
“A mi familia; a quienes jamás podré devolver todo lo bueno
que han hecho por mí” .
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CENTINELA CERO: LA SAGA
DEL CENTINELA PERDIDO
Entre la primera aparición documentada del Centinela y la
incorporación de Leo Szilard a lo que pronto sería conocido
como el equipo Centinela, los pocos que conocen la verdad
sobre Brian Wayland creen que los primeros años de su cru-
zada contra el crimen los acometió él solo.
Eso no es del todo cierto.
Antes que Andrew Nixon se convirtiese en el Centinela número
2 - antes incluso que entrase en la vida de Wayland como su
fiel compañero Linx – Brian Wayland compartió el manto del
Centinela con otra persona. Alguien a quien creía igual de
comprometido con su causa.
¿Quién fue ese Centinela perdido? ¿Qué fue de él? ¿Qué
hizo para que Brian Wayland decidiese ocultar su existencia
incluso a los demás miembros del equipo Centinela?
¿Quién es el “Centinela Cero”?
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fronteriza con Sudán cuya población 1947 aparece en Betlam un miste-
parece gozar de la protección de rioso personaje que se hace llamar
alguna clase de criatura sobrena- “el Cazador”. Éste toma al Centinela
tural. El explorador Hauser no solo como su presa favorita e inicia una
salvará la vida del joven Wayland en caza implacable contra él. Pese a las
aquella aventura africana: la amistad advertencias de Wayland, Hauser
entre ambos perdurará en el tiempo, acaba por seguirle el juego al
llegando a ser Hauser el sustituto de “Cazador”, a quien acaba desenmas-
Wayland durante su etapa en solita- carando: resulta ser un viejo socio
rio como el Centinela. de Industrias Wayland, el millonario
Archibald Grant. Dejándose arras-
Cuando en una de sus tempranas trar por el furor de la cacería y
apariciones una terrible caída lo deja dejando libres sus impulsos más sal-
prácticamente en silla de ruedas, vajes, Hauser da muerte a Archibald
Wayland se ve forzado a buscar vistiendo el uniforme del Centinela…
ayuda para continuar con su lucha ante la mirada de Gideon, el pequeño
contra el crimen. Recurre entonces hijo del millonario.
al único hombre a quien cree capaz
de llevar el manto del Centinela. A raíz de lo ocurrido, Wayland
Por aquel entonces –corría el año acoge a Gideon en la Fundación
1946– Hauser se ha convertido en Wayland para huérfanos a causa de
el protector de la reserva natural crímenes violentos. Por otra parte,
de N’Bwari. Como favor a Wayland pone fin a la asociación con Hauser,
se traslada a Betlam y, durante quien regresa a África bajo la adver-
algunos meses, asumirá el papel tencia de Wayland de no volver a
del Centinela. poner los pies en Betlam. Su amis-
tad jamás volverá a recuperarse
Durante un año, incluso con después de aquello.
Wayland recuperado ya de sus
heridas, Harrison Hauser sigue Sin embargo, el tiempo dedicado
compartiendo con él la labor de a colaborar con Wayland ha pasado
ejercer de vigilante en las calles de factura al que es hogar de Hauser:
Betlam, comenzando así a correr durante los meses pasados en
el rumor sobre el Centinela como Betlam, el territorio de los N’Bwari
“el héroe que nunca duerme”: gra- ha sido asediado por fuerzas mer-
cias a los dos turnos que hacen, el cenarias y tribus rivales (amparadas
héroe enmascarado no deja jamás por distintos intereses extranjeros
de velar por la ciudad. que buscan la explotación de las
reservas minerales del territorio).
Sin embargo, en noviembre de Pese a contar con la protección de
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las míticas “bestias”, muchos de los no sólo en las fuentes subterrá-
lugareños han muerto o han huido. neas que recorren el suelo N’Bwari
Obcecado en su orgullo, Hauser tar- –consideradas sagradas– sino tam-
dará casi diez años en pedir ayuda a bién en la experimentación médica
su viejo amigo Wayland. A principios que Hauser ha pagado a lo largo
de 1956, la última de las bestias de los años.
del territorio N´Bwani muere bajo el
fuego de los mercenarios y asesinos Bajo su papel de sacerdote
que asedian sin descanso sus fron- supremo, Hauser se ha convertido
teras. Desesperado, Hauser con- en un auténtico tirano. Sin “la bes-
tacta con Wayland, pidiéndole ayuda tia” para infundir el terror supersti-
para resolver la situación. cioso en los demás, Hauser se ha
visto obligado a buscar un sustituto.
Con la firma de un acuerdo de Y lo encontró a través de los descen-
explotación por parte de Industrias dientes del profesor Ernst Kowalski,
Wayland, el territorio N’Bwari deja genios como lo fue su padre pero
de ser considerado “tierra de nadie” en una faceta totalmente distinta.
y, en apenas un par de meses, las Los hermanos Kowalski son exper-
propias Naciones Unidas lo recono- tos genetistas a quienes Hauser dio
cerán como una nación soberana. carta blanca para experimentar en
Wayland garantiza a su viejo amigo suelo N’Bwari. Con su ayuda, Hauser
que su empresa no explotará jamás pretendía crear una nueva bestia y,
los yacimientos. A cambio Hauser se de esa manera, mantener al pueblo
compromete a mantener el secreto protegido... y unido. Los hermanos
del Centinela... y mantenerse ale- Kowalski lograron crear clones del
jado de Betlam. propio Hauser, implementando en
ellos muestras de ADN de distin-
A partir de entonces, Hauser tos animales. Tras unos primeros
asumirá la identidad de Adonai resultados grotescos y terribles,
Loubomo, sacerdote supremo y se consiguieron ejemplares funcio-
portavoz de la población N’Bwari. nales y de apariencia humana, con
Este cargo pasará supuestamente una fuerza y resistencia superiores
de padres a hijos. Pero al igual que a la normal. Emulando la estrategia
bajo la mítica figura del Centinela se que el propio Wayland emplearía con
han ocultado distintos hombres a lo Betlam y el Centinela, Hauser pro-
largo de los años, bajo los distintos porcionó un disfraz a estas creacio-
sucesores Loubomo se ha ocultado nes de laboratorio –basadas en su
siempre un mismo hombre: Harrison propio ADN– haciendo creer a su
Hauser. El origen de su sorpren- pueblo que una nueva bestia había
dente longevidad hemos de buscarlo nacido y que aquel territorio volvía a
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estar bajo su protección. de la tecnología moderna está pro-
hibida (la tradición N’Bwari la consi-
Habiendo fallecido oficialmente en dera como algo que debilita el espí-
1940, Harrison Hauser lleva años ritu del ser humano). Sin embargo,
asumiendo las falsas identidades de ha sido esa tecnología la que ha
los varones de la estirpe Loubomo. permitido a Loubomo (Hauser) per-
La tradición le ha permitido man- petuar el mito de la “bestia” y man-
tener esa farsa: por costumbre, tener protegido (y asustado) a su
los sacerdotes N’Bwari ocultan su pueblo durante décadas.
semblante bajo un velo ritual siem-
pre que se encuentren en público.
Por otro lado, las terapias genéticas El territorio
a las que se somete Hauser para
prolongar su longevidad le han pro-
N’Bwari
porcionado una fuerza, resistencia y Con aproximadamente la misma
agilidad muy por encima de las de un extensión que Gibraltar, la mayor
humano de su edad. parte del terreno de los N’Bwari
está ocupado por el inmenso bos-
La situación actual, sin embargo, que que rodea el que fuese el cubil
es difícil para el territorio N’Bwari: de la bestia. En al actualidad, una
con la reciente muerte de Brian fortaleza militar – hogar del Clan
Wayland, la junta de accionistas ha Loubomo – se alza sobre la grieta
iniciado los trámites para empezar natural que, durante siglos, acogió
la explotación de los yacimientos el escondrijo de las bestias N’Bwari.
N’Bwari. Hauser, bajo su actual La única localidad que hay en todo
identidad como el sumo sacerdote el territorio se encuentra en el perí-
Zeus Loubomo, se opuso y llegó a metro exterior del bosque: con casi
interponer una denuncia ante las cuarenta mil habitantes, la pequeña
Naciones Unidas, asegurando que ciudad de Nobari carece de muchas
las tierras que la Wayland quería de las necesidades básicas: con un
explotar debían ser consideradas suministro muy limitado de luz y
como reserva natural protegida. agua, las casas son apenas barra-
Aunque haya sido empleada por los cones que dan al lugar el aspecto de
medios de comunicación como arma un inmenso campo de refugiados. En
a favor de los intereses de Industrias la zona oriental del anillo exterior del
Wayland, lo cierto es que el pueblo territorio, ocupado por la sabana, se
de N’Bwari vive bajo el régimen opre- encuentran unas pequeñas instala-
sor del Clan Loubomo: sus habitan- ciones que Industrias Wayland cons-
tes tienen prohibido abandonar los truyó en la década de los sesenta. El
límites del territorio y la mayor parte aeródromo sigue operativo y, como
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el resto de las dependencias, se edi- último en armamento. Si no explo-
ficó pensando que sería la cabeza de tan sus ricos yacimientos naturales,
playa para levantar unas plantas de ¿de donde proviene la riqueza de los
extracción mineral a lo largo de toda Loubomo? La respuesta la tenemos
la sabana. Hasta ahora, en estas en los niveles subterráneos que se
instalaciones sólo ha permanecido esconden bajo la fortaleza militar:
un pequeño destacamento de segu- aprovechando la gruta sagrada de
ridad de la Wayland, que ha ayudado las bestias, Hauser levantó un labo-
a coordinar el escasísimo tráfico ratorio de experimentación genética.
aéreo del aeródromo. Allí, además de llevar a cabo sus
propias mejoras y la obtención de
Además de las supersticiones esos clones que emplea a modo de
que giran en torno a la terrible bes- “nuevas bestias”; Hauser ha puesto
tia N’Bwari –que, según se dice, a trabajar a los hermanos Kowalski
persigue y ataca a todos aquellos en el diseño de ciertas mejoras
que osan abandonar el territo- genéticas que luego se venden al
rio habiendo nacido allí– el Clan mejor postor en el mercado negro
Loubomo mantiene una pequeña internacional. Los sobornos adecua-
elite de guardias, armados con lo dos permiten que el aeródromo de la
FOR
Mejorado genéticamente
REF
HABILIDADES La rapidez del Guepardo
04 Tribus africanas
VOL
04 Moverse por la jungla Destinado a la grandeza
05 Machete
03 Cuchillo arrojadizo
INT
03 Pelea Confía en sus instintos
03 Entrenamiento militar HITOS
03 Conducir • Es temido por su pueblo.
03 Dialectos tribales
PUNTOS DE RESISTENCIA
• Está convencido de haver lo mejor para su pueblo, considerándose su benefactor.
04 Rastrear • Oculta su rostro bajo velos rituales y su auténtica identidad bajo una secesión de
03 Moverse en silencio tapaderas (el Clan Loubomo).
02 Medicina • Una serie de modificaciones genéticas le han permitido prolongar su longevidad.
03 Cabalgar • Dispone de duplicados genéticos de sí mismo, a quienes emplea como “nuevas
bestias” para mantener el miedo en N’Bwari.
• Sabe el secreto de Brian Wayland, conociendo además la ubicación del escondrijo
del Centinela.
• Robó ciertos objetos a Brian Wayland, entre ellos sus diarios y un viejo uniforme de
20
COMBATE
Centinela (que conserva como trofeo.
05 Iniciativa
+3 Daño
COMPLICACIONES
17 Defensa • Espíritu Salvaje: Siempre responde a un desafío
30
PUNTOS DRAMÁTICOS
8
Wayland sirva de punto de entrada dos desde su infancia – a quienes
y salida de los “paquetes de mejo- entrena personalmente. Estos llevan
ras genéticas” que Hauser exporta a uniformes militares y cascos que
terceros países. ocultan sus rostros (y que reprodu-
cen vagamente la efigie de un demo-
ZEUS LOUBOMO/ nio mitológico que, supuestamente,
protegió las tierras de N’Bwari
HARRISON HAUSER hasta la década de los cincuenta del
Temido Dictador/ siglo veinte).
El Centinela Perdido
Hauser dispone de cuatro clones
Zeus Loubomo es la última de gestados en laboratorio que cum-
una sucesión de identidades-tapa- plen su función como “bestias”: bajo
dera que Hauser ha empleado para un uniforme especial – reforzado con
mantenerse al mando del gobierno kevlar y confeccionado para, entre
N’Bwari. Es tan temido por su pue- las sombras, parecer algo más que
blo como odiado por las regiones humano, una criatura entre gorila y
vecinas que, desde tiempos inme- lagarto – estos clones se han dedi-
moriales, han codiciado las riquezas cado durante años ha mantener viva
minerales ocultas bajo su suelo. la leyenda de la bestia en el territo-
rio N’Bwari.
Zeus, como el resto de sus “ante-
pasados”, mantiene una postura Con la muerte de Wayland y el
casi mesiánica en sus escasas apa- renovado interés de la empresa
riciones públicas. Se define como por iniciar la explotación de los
“el elegido por los espíritus” para yacimientos N’Bwari, Loubomo se
mantener el suelo de N’Bwari libre ha desplazado a Betlam junto a
de la violación y expolio de su “maná” una comitiva de sirvientes y ase-
(referido a sus ricos yacimientos), sores. Es en esa ciudad – a la que
así como para mantener a sus gen- Hauser no había regresado en déca-
tes libres del influjo pernicioso de las das – donde tendrá lugar una vista
nuevas tecnologías. por parte de un gabinete de las
Naciones Unidas. Tanto represen-
En su hipocresía, sin embargo, tantes de la Wayland como el pro-
Zeus vive encerrado en una forta- pio Zeus Loubomo podrán defender
leza militar dotada de toda clase de sus posturas. Y la junta medioam-
sistemas de alta tecnología y seguri- biental de las Naciones Unidas
dad. Además, dispone de una guar- decidirá si Industrias Wayland
dia pretoriana – seleccionada entre tiene potestad para explotar los
los niños de la región y adoctrina- yacimientos N’Bwari o, si por el con-
9
trario, se trata de una reserva natu- la joven tuvo que regresar a la uni-
ral digna de ser considerada como versidad. Aunque han intercambiado
espacio protegido. correspondencia, es Malcolm quien
sigue enamorado de la joven.
10
MALCOM STEWARD
12 10 8 6 4 2
Fotógrafo Activista
FOR
Incansable
REF
HABILIDADES Donde pone el ojo, pone la foto
03 Tribus africanas
VOL
02 Supervivencia en entornos Se crece ante la injusticia
salvajes
02 Pelea
INT
05 Fotografía Curiosidad Incansable
03 Motocicleta HITOS
02 Dialectos tribales • Viene de una familia británica, de la cual reniega
04 Activismo contagioso
PUNTOS DE RESISTENCIA
• Desde los diecinueve años ha formado parte de ONGs que actúan en África
04 Primeros auxilios
04 Encantador • Ha publicado numerosos reportajes de denuncia sobre atrocidades y abusos
04 Debatir cometidos en ciertas naciones africanas
02 Mentir • Tuvo un fugaz romance con Brooke Wayland, de la que sigue enamorado.
COMPLICACIÓN
20
COMBATE
03 Iniciativa • Arriesga su propia seguridad cuando considera que una causa es justa
+1 Daño
11 Defensa
30
08 Desprevenido
40
PUNTOS DRAMÁTICOS
11
CENTINELAS N’BWAI
12 10 8 6 4 2
Clones
FOR
Perfección genética
REF
HABILIDADES Entrenados desde pequeños
04 Tribus africanas
VOL
04 Moverse por la jungla Lealtad Ciega
04 Machete
02 Cuchillo arrojadizo
INT
05 Pelea No pienses, sólo obedece
03 Entrenamiento militar HITOS
04 Conducir • Han sido gestados en un laboratorio
03 Dialectos tribales
PUNTOS DE RESISTENCIA
• Se les laba el cerebro desde pequeños para ser leales de forma ciega a Loubomo.
02 Rastrear
04 Moverse en silencio • Disponen de un traje basado en el del Centinela original pero modificado para
05 Interpretación hacerles parecer alguna clase de bestia inhumana entre las sombras.*
• Entrenados para trabajar e incluso pensar de forma coordinada.
COMPLICACIÓN
20
COMBATE
05 Iniciativa • La técnica de crecimiento acelerado les hace tener una longevidad muy corta: en
+5 Daño tres años, mueren.
18 Defensa
30
15 Desprevenido
40
PUNTOS DRAMÁTICOS
12
* En términos de juego, considera que el traje de estos “centinelas N’Bwari” proporciona una RD similar a la del traje del propio Centinela. Como
armas, dispone de unas afiladas cuchillas a modo de garras que hacen daño M
la muerte de Wayland no ha fre-
nado las actividades del Centinela
por lo que otras personas deben
encontrarse tras el vigilante enmas-
carado. Creyendo que la propia
Brooke Wayland pueda estar tras
el Centinela, Hauser intentará
primero chantajearla dejando
ver que tiene en su poder prue-
bas para señalar a Brian Wayland
como el Centinela. Si eso no fuese
suficiente, Hauser encargará a
sus “bestias” que inicien una cam-
paña más agresiva contra sus
adversarios.
13
LA SAGA DEL CENTINELA PERDIDO
(Tales of the Sentinel: Lost Sentinel nº 1-4)
Durante la visita de un dignatario extranjero en Betlam City,
Brooke Wayland recibe un misterioso mensaje cifrado. Cuando
el equipo Centinela lo descifra descubre que se trata de uno
de los viejos diarios de Brian Wayland, relatando una expedi-
ción realizada en su juventud a N’Bwari, un misterioso rincón
de África custodiado por una legendaria bestia sobrenatural.
Época: La actualidad.
Protagonistas: El equipo Centinela (pag.58)
Antagonistas: Zeus Loubomo (Hauser); Centinelas N’Bwari
14
Szilard junto a una pequeña comi- atrás la región de N’Bwari.
tiva de técnicos de Industrias
Wayland. Éstos llevan varias horas Mientras tanto, en Betlam, la
sitiados en un pequeño aeródromo apasionada defensa de su país
por los soldados de Loubomo, sin como reserva natural que Loubomo
haber podido siquiera descargar realizaba ante los asesores de las
el material de perforación que Naciones Unidas se ve interrumpida
habían llevado hasta allí. En reali- por una notificación dada por su pro-
dad, escondido entre el personal pio personal diplomático. Tras unos
técnico, se encuentra Christopher minutos de incertidumbre, Loubomo
Bates (Número 9), quien ha sido acusa públicamente a Industrias
enviado por Goldfield para encon- Wayland de haber dado apoyo a un
trar pruebas que demuestren posible espía extranjero en suelo
la implicación de Loubomo en N’Bwari. Brooke, temiendo que
el tráfico de armas biológicas. pueda tratarse de alguna medida
Manteniendo contacto con Szilard de espionaje llevada a cabo a sus
desde el avión, Bates - sin el uni- espaldas por la junta directiva de su
forme del Centinela - se adentra propia empresa, pide a Goldfield que
en las miserables callejuelas de se encargue de que garantizar que
Nobari, la deprimida capital (y no haya presencia de la Wayland en
única ciudad) de N’Bwari. Entre la suelo N’Bwari: no quiere convertir
pobreza imperante, Bates asiste a una disputa medioambiental en un
una persecución de la policía mili- incidente internacional.
tar en pos de un joven occidental.
Antes de que lo asesinen en plena Con el avión de la Wayland cum-
calle, Bates interviene salvándole pliendo la orden de regresar a
la vida. Sin poder contar con el Estados Unidos, el joven fugitivo se
apoyo de Fedora – apenas hay dis- presenta como Malcolm Steward,
positivos electrónicos conectados reportero freelance, al tiempo que
a la red en toda N’Bwari – Bates insiste una y otra vez en la importan-
y el joven son perseguidos por las cia de llegar a Betlam: debe hablar
autoridades a través de los teja- ante el tribunal que está mediando
dos de las chabolas de Nobari. en el conflicto de Loubomo contra
Por suerte, mediante un dispo- Industrias Wayland, ya que afirma
sitivo de extracción desde el aire tener pruebas para demostrar su
que ha copiado de operativos de implicación en “algo muy sucio y
la CIA, Szilard ayuda a Bates y al muy gordo”.
chico occidental a dar esquinazo a
sus perseguidores al tiempo que Al mismo tiempo, Brooke anun-
el avión remonta el vuelo dejando cia en el congreso que la comitiva
15
Entrada del Diario de Brian Wayland: 1
Al sur de la frontera de Sudan se encuentra el territorio N’Bwari. Un área de apenas
doscientos kilómetros cuadrados; una zona donde la sabana deja paso a un territorio sor-
prendentemente fértil y rico. Una tierra que, sin embargo, jamás ha sido arrebatada a sus
pacíficos habitantes, una reducida comunidad de pastores y agricultores, tan pacíficos como
desarmados.
La leyenda cuenta que N’Bwari, una criatura mitad hombre mitad bestia, custodia los
alrededores del valle sagrado donde viven los habitantes de esta región. A lo largo de los siglos,
la misión de N’Bwari parece haber sido la de impedir que la región sea invadida por cualquiera
de las tribus vecinas. Se dice que la criatura es inmortal, pues nadie ha podido darle caza ja-
más. No faltan tampoco las leyendas sobre fabulosos tesoros, cementerios de elefantes y otras
fantasías similares… todos ellos custodiados por el feroz N’Bwari.
Las tribus vecinas han pasado siglos enviando a sus jóvenes guerreros a la caza del
N’Bwari. Con la colonización, fueron expediciones portuguesas, francesas y británicas las que
trataron de dar con los tesoros custodiados por la criatura. Dicen que nadie ha regresado
para contarlo. Pero no es cierto.
Me encontraba en Tebas, pasando las horas antes de tomar un barco que me llevase al
otro lado del canal de Suez. Fue allí donde un borracho desertor de la Legión Extranjera me
habló de la leyenda de N’Bwari y del único hombre que había conseguido salir con vida de sus
tierras. Resultó difícil sortear a varios impostores que trataron de hacerse pasar por él pero,
finalmente, encontré al auténtico Harrison Hauser encerrado en los calabozos de la gendar-
mería en Casablanca, Marruecos. Me sorprendió ver que, en efecto, se trataba de un chico
apenas dos años mayor que yo mismo. Lo habían capturado mientras trataba de ayudar a
salir del país a varios miembros de la resistencia francesa. Como más tarde él mismo Hauser
me diría, “no me hubiesen cogido de haber trabajado en mi terreno.”
Unos cuantos sobornos más bastaron para orquestar su fuga de Casablanca. Más difícil,
en cambio, resultó convencer a Hauser para que me llevase hasta las tierras del N’Bwari.
Me advirtió que allí sólo encontraría muerte. Que si era otro niño rico yanqui con ganas
de buscar tesoros y vivir aventuras, mejor probaba suerte en otra parte. No comprende con
quién está hablando. No conoce mi auténtica identidad y aunque la supiese, no puede imaginar
la empresa en la que estoy embarcado. Sin embargo, veo en los ojos de Hauser una determi-
nación semejante a la que guía mis pasos. Por otro lado, el temor que esa criatura infunde
en todos aquellos que la mencionan me resulta fascinante. Una fascinación que creció cuando
Hauser me tradujo lo que significa N’Bwari en suajili.
Significa “aquel que protege e infunde temor”.
N’Bwari significa “Centinela”.
De los diarios personales de Brian Wayland.
A pocos kilómetros de la frontera de Marruecos con Argelia.
21 de Enero de 1940.
16
enviada a N’Bwari por su empresa vigilancia constante de Troy Sanders –
está regresando a Betlam. Aceptando Número 8); Goldfield entrega a Fedora
el gesto de buena voluntad, Loubomo una copia del documento recibido por
se aproxima a la joven, a la que Brroke. Aunque la joven hacker no
agradece –siempre a través de su tarda en preparar un software con
traductor– su voluntad de negociar. el que descifrar el texto, es Szilard
Mientras abandonan el palacio de con- quien – conexión vía satélite desde
gresos, Brooke recibe un misterioso el avión - lo reconoce como una clave
mensaje en su móvil. Aunque para empleada por el propio Brian Wayland
ella y su departamento informático para cifrar sus documentos. Con un
es un galimatías sin sentido alguno escalofrío, el viejo inventor informa a
–probablemente un fichero corrupto sus compañeros que parece tratarse
o spam– Goldfield lo identifica como de un diario llevado por Brian Wayland
alguna clase de código que le resulta durante su juventud.
extrañamente familiar.
(Entradas 1 y 2 del Diario)
Esa noche, mientras Loubomo y
su comitiva diplomática se trasladan
al lujoso Grand Goyer Hotel (bajo la
an Wayland: 2
Entrada del Diario de Bri un interesante
qu e llev am os de via je, Hauser ha demostrado serembargo, sus cono-
En estas dos semanas y hablador, cosa que en verdad aprecio. Sin
mu con los caciques
compañero de viaje. No es autóctonas y su pericia a la hora de negociar ocultarle de
cimientos sobre las cu ltu ras r África. He pre fer ido
paración con su amor po mismo, Hauser
fronterizos sólo tienen com re él – tengo la sensación de que, al igual que yo a revuelta de
momento todo lo que sé sobsu pasado. Sé que sus padres murieron durante unn afincado en la
prefiere ser reservado con criado por su abuelo materno, un colono alemá
Hutus en Ruanda y que fue sad o de Ha user se desvanece en ese pu
nto.
frontera con Ke nia . El pa
o la pólvora por
o con tra ban dis ta “de buen corazón” corre com lo que me contó
Sin embargo, su fama comente negro. Sin embargo… no dejo de pensar en ra y que de-
tin Extranje
todo el área oriental del con Qu e Ha use r ha bía pasado un año en la Legiónando a Hauser hablar de
aquel borracho en Teb as. del cuerpo. Escuch
gre fría a tres miembros semejante. Debo
sertó tras asesinar a san , cuesta creer que un hombre así sea capaz de ira ostrado su pericia
la belleza natural de Áfricatías que me despierta. En cualquier caso ha dem llegaremos a
pa
ser cauto pese a las sim dor del terreno. Según él en apenas un día y me wari. dio
como explorador y conoce ilizado antes de adentrarnos en el territorio de N’B
Kagudli, el último punto civ de Brian Wayland.
De los diarios personales El Obeid, Sudán.
17
9 de Febrero de 1940.
ESCENA 2: Por otro lado, las menciones en el
diario de Wayland a ese tal Harrison
ESE PASADO Hauser llevan a Goldfield a revisar
DESCONOCIDO... los viejos archivos del Centinela.
Pero ni en ellos ni en la memoria
Habiendo descifrado las dos pri- de Szilard consiguen ubicar a nadie
meras entradas del diario mediante relacionado con Brian Wayland con
su software decodificador, Fedora ese nombre. Las pocas referen-
rastrea el origen del mensaje reci- cias que Fedora puede encontrar
bido por Brooke, descubriendo sobre Hauser son las mismas que
que, sea quien sea el remitente, ha el propio Brian Wayland menciona
debido ser alguien presente durante en el segundo apunte de su diario.
el acto oficial. ¿Quizá un miembro de Sin embargo, mientras el software
la comitiva de Loubomo? de transcripción sigue trabajando,
Al parecer, alguien había “pagado” por nuestras vidas. Concretamente, Sir Roland Emmer-
son-Westmoore, un “humilde” siervo de la corona británica y dueño de unas tierras, a unas millas
de Kagudli. Sir Roland había conseguido llegar a un acuerdo con M´Gwane canjeando nuestras
vidas por su proyector cinematográfico. Su interés, sin embargo, no reside tanto en cumplir como
“buen samaritano” a la hora de salvar nuestras vidas sino en contar con la pericia de Hauser a
la hora de llevarlo a través del territorio del N’Bwari. Está claro que la fama de Hauser le precede.
Por otro lado parece que Sir Roland no está tan interesado en la mítica bestia como en los posibles
tesoros que anidan en su gruta, en lo más profundo del valle de N’Bwari. El flemático británico no
deja de hacer gala de unos falsos modales escoltado siempre por su grupo de mercenarios y por
un hombrecillo de unos treinta años, enjuto y que luce grandes anteojos. Responde al nombre de
“Ernest” y parece ser una especie de secretario personal de Sir Roland. Sin embargo, me resulta
tan obvio que algo turbio se oculta tras el falso acento británico de “Ernest” como que Sir Roland
me considera una “carga imprevista”. Está claro que sólo quería salvar el pellejo de Hauser. Y que
ha sido el propio Hauser quien ha insistido en incluirme en el trato. Odio reconocerlo, pero empiezo
a estar en deuda con él.
Esta noche la pasaremos en las propiedades de Sir Roland, una impresionante finca colonial.
Al alba partiremos hacía las tierras del N’Bwari. Debo reconocer que me encuentro nervioso,
impaciente por encontrarme cara a cara con esa supuesta bestia. Pronto veremos qué se esconde
realmente tras la leyenda y la superstición.
De los diarios personales de Brian Wayland.
Finca Emmerson-Westmoore, a diez kilómetros de Kagudli (Sudán)
19
13 de Febrero de 1940
Entrada del Diario de Brian Wayland: 4
o N’Bwari. No deja de
Hace ya casi dos días que nos adentramos en la espesura de la sabana. En territori a recoger muestras
“Ernest” , dedica mucho tiempo
resultarme curioso que el secretario personal de Sir Roland, a su peculiar tarea que
del suelo y de las fuentes de agua que encontr amos a nuestro paso. De hecho, fue debido
el terreno, encontramos
dimos con la primera amenaza de muerte. Ocultos entre matorrales salvajes que cubren con pavoros as fauces en lugar
ídolos toscamente tallados en piedra, representando alguna clase de bestia hominid a,
que ya nos encontr ábamos en el reino del N’Bwari . Aquello
de cabeza. Hauser nos indicó que era la advertencia de
no pareció intimidar ni a Sir Roland ni a sus mercena rios.
durante la noche
La cosa cambió al día siguiente: dos de los guardias que custodiaban el campamentos de sangre. Hauser dió
cubierta
desaparecieron sin dejar rastro. No tardamos en encontrar parte de sus ropas de caza. Me sorprendió que
con algo más: un par de brazos arrancados de cuajo que aun sostenían un rifle sus hombres. Extraña lealtad
incluso después de ver aquello, Sir Roland no tuviese que renegociar el pago con
para unos soldados de fortuna.
llegar al linde de un espeso
El resto de la jornada la hemos dedicado a avanzar todo lo que hemos podido hasta frondosas copas de sus
sin fin” pues las
bosque. Hauser dice que los lugareños lo llaman “el bosque de la sombra bosque. De esa forma, la luz
árboles, con sus altísimos y gruesos troncos, forman un techo natural sobre todo elparece que hay algo moviéndo-
del sol apenas llega al suelo, sumiéndolo todo en una inquieta nte penumb ra. A veces
embargo, tengo la sensación
se en la espesura. Hauser asegura que deben ser alimañas y pequeños animales. Sin
de que estamos siendo observados.
contado más de
Con las últimas luces del alba, hemos llegado a un poblado bastante grande. Debo haber con hospitalidad
de Sir Roland, los habitant es nos han recibido
cien chozas de adobe. Pese a la escolta armada Hauser nos ha servido
y sin temor alguno. El pueblo carece de medios de defensa como muros o empalizadas.ión física que responde
de intérprete con el sacerdote de la tribu, un anciano de sorprendente altura y complex
más temor que el de
al nombre de Lembasi. Durante la cena, Lembasi nos ha contado que su pueblo no conoce ver que los habitantes de la
la propia bestia, pues ésta les protege de toda agresión exterior. Sin embargo , basta
bestia no sólo les protege de
aldea tiemblan ante la mera mención de N´Bwane. Como Hauser me ha explicado, lahacer su vida fuera de la tierra
ataques externos… también da caza a aquellos habitantes del poblado que tratan de
que los ha visto nacer.
Hauser en las más inusi-
Hablando de nacimientos, debo reconocer que no deja de sorprenderme la pericia de os de la tribu han venido en
tadas áreas de conocimiento. Estábam os acaband o de almorza r cuando varios miembr
. Al parecer, una de las mu-
busca del sacerdote. Se les veía preocupados y Hauser tradujo sus nerviosas palabrasno haber sido por Hauser la
jeres de la tribu estaba a punto de dar a luz y había complicaciones en el parto. De
y del recién nacido. Lembasi,
chica habría muerto: intervino como una diestra matrona y salvó la vida de la madre Por ello, si al amanecer damos
agradecido, nos ha dicho que éste acto será visto con benevolencia por los espíritus. como una amenaza velada
media vuelta, nos asegura que saldremos con vida de allí. Sir Roland lo ha interpretado violenta. No me gusta el gatillo
y yo mismo he tenido que intervenir para que sus hombres no reaccionen de forma se trae Sir Roland con su
fácil del que hacen gala sus mercenarios. Como tampoco me gustan los secretos que
temente del suelo? ¿Qué han
ayudante, “Ernest”. ¿Para qué son todas esas muestras minerales que toma constan
venido buscando realmente?
dormir algo esta noche.
Mañana trataré de averiguar más cosas sobre ambos. De momento, espero poder
De los diarios personales de Brian Wayland.
20 Poblado de Mewan ari, a dos días de la frontera con Sudán.
15 de Febrero de 1940.
la guardia pretoriana de Loubomo le Mientras la policía se hace cargo
permitió acceso a su fortaleza mili- del cuerpo sin identificar encon-
tar en N’Bwari. Allí encontró unas trado en Finger Park, al no recibir
extrañas instalaciones médicas, noticias suyas Malcolm se resigna
una especie de hospital secreto. convencido de que su contacto se
Habiendo perdido su cámara en la ha asustado y ha decidido “des-
huida, la única prueba con la que aparecer”. Con la idea de haber
Malcolm puede contar es el testimo- perdido su última baza contra
nio de su contacto. Sin embargo no Loubomo, Malcolm juega una última
conoce su identidad. carta. Esa misma noche se celebra
una cena de gala en los elegantes
Habiendo interferido el móvil de salones del Grand Goyer Hotel con
Malcolm, es Fedora y no el joven Loubomo como invitado de honor.
activista quien en ese preciso ins- Malcolm acude allí acompañando a
tante recibe un mensaje del miste- Brooke. También acuden Goldfield
rioso contacto: sea quien sea éste, y Szilard, como representantes de
parece estar dispuesto a confe- Industrias Wayland.
sar públicamente todo lo que sabe
sobre las actividades clandestinas Durante la cena, Goldfield trata
de Loubomo. Cita al fotógrafo free- de acercarse a Loubomo para, de
lance para encontrarse con él frente forma velada, averiguar más sobre
a una de las fuentes de Finger Park. aquel viaje de Brian Wayland al terri-
Siguiendo las indicaciones de Fedora, torio N’Bwari... y sobre la muerte de
Bates – con el uniforme de Centinela Harrison Hauser. Loubomo, siem-
– es quien se desplaza hasta el punto pre a través de su traductor, niega
de encuentro, reuniéndose allí con haber oído hablar de Brian Wayland
el confidente... o lo que queda de o de Hauser... sin embargo, aprove-
él: colgando de un árbol, su cuerpo cha para narrar a los presentes la
muestra cortes, mutilaciones y toda terrible leyenda de la bestia que da
clase de laceraciones, como si lo nombre a su pueblo: la criatura que
hubieran arrojado para ser pasto de protege la nación de sus adversa-
una manada de lobos. rios a través del temor, del miedo.
El propio Loubomo reconoce haber
(Entrada 4 del Diario) oído mencionar que Betlam tiene
su propia bestia. El “Centinela”. Y
ESCENA 4: establece un paralelismo entre la
actuación del héroe enmascarado
CENA CON EL atemorizando a los delincuentes
21
Entrada del Diario de Brian Wayland: 5
La he visto. He visto a la bestia.
días.
, pues apenas he dormido en los dos últimos
Me cuesta poner en orden mis pensamientos
”,
s de internarnos en “el bosque de las sombras
Las cosas empezaron a ir mal la noche ante ros y los gritos nos despertaron en mitad de la
dispa
antes de abandonar la aldea de Mewanari. Losa y vimos como varios de los hombres de Sir Roland
noche. Hau ser y yo salim os de nues tra tiend en
propio Sir Roland y su secretario no tardaron
disparaban contra la espesura del bosque. El do. Al parecer, la necesidad llevó a uno de los
aparecer, preguntando qué demonios había pasaue cuando su compañero de guardia vió como era
mercenarios a aproximarse demasiado al bosq s procedentes del interior del bosque nos llevaron
súbitamente arrastrado por “algo”. Nuevos grito siado. Hauser trató de impedírmelo y corrió tras
a adentrarnos en la espesura sin pensarlo dema tos, me ví completamente desorientado. Perdido en
de mí. Sin embargo, en menos de un par de minu algunos gritos, esta vez de otros mercenarios.
Traté
la espesura. Alrededor escuchaba disparos y paso. No tardé en tropezar con una enorme raíz,
de guiarme por la voz de Hauser y aceleré el dome a ciegas.
estrellándose mi candil contra el suelo y deján
a
entre los árboles era la de Hauser. Pero poco
Al principio pensé que la silueta que se movía or que la de un humano normal. Salí de dudas
may
poco fui comprendiendo que su complexión eracon creces los dos metros de alto y se dio lentamente
cuando aque lla cosa se puso de pié. Supe raba licos.
brillaba con tonos que se me antojaron metá
la vuelta. Tenía facciones humanas pero su pielsalvaje. Con un rugido inhumano se lanzó sobre mí.
Su resuello por otro lado era el de un animal la vida. Atrajo sobre sí mismo la atención de la bestia,
La providencial aparición de Hauser me salvó hice.
al tiempo que me gritaba que corriese. Y eso
22
í
r. No era la sensación de impotencia que sent
Jamás en mi vida he sentido esa clase de temoaños. No. Era otra cosa. Algo… algo más allá del
e
en aquel callejón de Betlam, hace ya casi veint
propio mied o.
Esto
os supersticioso. Pero esto… Dios me ayude.
Nunca he sido un hombre religioso. Mucho men
no es humano.
r sentirme responsable de la muerte de Hauser.
Me cuesta incluso escribirlo pues no puedo evita de Sir
amaneciendo. De la comitiva de mercenarios
Cuando conseguí salir del bosque, estaba ya ido Hauser – sólo hemos encontrado restos ajados
Roland sólo quedan tres. De los demás – inclungrentadas. Pese a que en sus ojos leo el mismo temor
de sus prendas. La mayor parte de ellas, ensa ve a Sir Roland es más poderoso que el miedo, pues
que todos compartimos, sea lo que sea que mue
está dispuesto a seguir adelante.
ner fuerzas. Según las anotaciones que Hauser
Hemos hecho una parada para almorzar y repo noche al valle de N’Bwari: el corazón mismo
del
dejó en los mapas de la región, llegaremos estaho tiempo, vuelvo a tener una inquietud casi infantil
territorio de la bestia. Por primera vez en mucme impide conciliar el sueño. Es esa pregunta que no
por la llegada de la noche. No es lo único que o dejar por escrito.
me atrevo a hacer en voz alta, que casi no pued
¿de qué será capaz? ¿Puede ser realmente
Si esa cosa, esa “bestia” existe y no es humana…enfrentarnos a ella… y salir airosos?
mos
inmortal? ¿Hay alguna posibilidad de que poda
De los diarios personales de Brian Wayland.
”, a menos de un día del poblado Mewanari.
En algún punto de “El bosque de las Sombras 16 de Febrero de 1940.
23
Entrada del Diario de Brian Wayland: 6
diario. Una de mis piernas está fracturada y
Ésta bien puede ser mi última anotación en este . No sé cuanta sangre he perdido ya, pero sin
al menos dos costillas se encuentran fuera de lugar horas.
atención médica estaré muerto en menos de dos
paso de la expedición, no conseguimos llegar
Pese a los intentos de Sir Roland por apretar el ubrimos entonces que, más que un valle, se
Desc
al valle de N’Bwari hasta bien entrada la noche. profundo cañón labrado por la naturaleza en roca
trataba de una enorme grieta en el terre no: un
r noche antes de intentar siquiera un descenso
viva. Sus paredes escarpadas nos forzarían a hace
con cuerdas.
nte ocupados montando el perímetro de
Sir Roland y sus hombres parecían estar lo bastae la oportunidad de averiguar qué se traía
darm
seguridad en torno al campamento como para revisando en un pequeño laboratorio de quími-
entre manos “Ern est”. Lo enco ntré en su tiend a,
que había tomado desde el primer día. A punta de
ca portátil aquellas muestras de agua y tierra tica identidad: su apellido era Kowalski y era un
pistola, “Ernest” no tardó en confesar su autén al exterminio nazi gracias a su talento en ingeniería
eminente científico polaco que había sobrevivido do de que hubiese descubierto su identidad, pues me
avanzada. Me sorprendió ver que parecía alivia momento, claro.
pidió ayuda para escapar. Poco pude hacer en ese
tarde, cuando desperté del golpe en la nuca que
Del resto de la historia me enteré una hora más ba claro que ni ese era su auténtico nombre ni
Esta
me propinó el propio Sir Roland por la espalda. os tesoros. Al igual que los supuestos merce-
su interés en toda esta exped ición radic aba en mític
h. Kowalski, junto a otros expertos “reclutados”
narios, Sir Roland era un espía del Tercer Reic procedentes de un sinfín de puntos geográficos
por los nazis, habían estado analizando muestras minerales imprescindibles con los que confeccio
nar
del planeta, en busca de yacimientos de ciertos cía indicar que bajo el valle de N’Bwari se encontra-
armas de amplio poder destructivo. Y todo pare ntrado hasta la fecha.
ba el mayor yacimiento que los nazis habían enco
nombre– estaba a punto de arrojarme por
Sir Roland –o como quiera que fuese su auténticoa: más de cincuenta metros en caída libre, sin
segur
el borde del precipicio. La caída era una muerte cañón. En mi mente traté de urdir alguna clase
contar el choque contra las afila das pare des del
tenía esperanzas de poder salir con vida y ver
de plan para escapar. Incluso en aquel momento
cumplido mi sueño de volver a Betlam.
campamento me dio los segundos de distracción
El oportuno rugido de la bestia que recorrió el un puñetazo. La bestia N’Bwari, por su lado,
de
necesarios como para deshacerme de Sir Roland mercenarios rebotaban contra su piel metálica.
surgió de la espesura del bosq ue. Las balas de los s
Kowalski escondido en una de las tiendas. Ambo
Traté de buscar cobijo, encontrando a “Ernest” acababa con los mercenarios y con el propio Sir
escuchamos con horror como la bestia N’Bwarilas tiendas estaba impregnado con la sangre de sus
Roland. Cuando hubo terminado, el exterior de
24
pero me equivoqué. Había sido capaz de olernos
víctimas. Pensé que la bestia habría desaparecido…
y allí estaba. Esperándonos.
lla mole de dos metros quince se alzaba lenta-
Sentí mi cuerpo paralizado, al tiempo que aque zaba el corazón.
atena
mente. Como si pudiese saborear el miedo que me
lski para que saliese corriendo de allí. No sé si
Apenas pude conseguirle algo de tiempo a Kowa uier caso, no me arrepiento de haber dado mi
el pobre desgraciado lo habrá conseguido. En cualq ntos científicos al bando aliado. Y si la bestia ha
vida si él consigue escapar, llevando esos conocimie caerán en malas manos.
acabado con él… Bueno. Eso garantizará que no
bestia. Parecía imposible escapar de ella. A la luz
He pagado el precio por intentar derrotar a esa aspecto. Aquello que parecía su piel metálica
ico
de los candiles del campamento pude ver su titán de la cabeza, sin duda alguna, era una especie de
se me antojó alguna clase de armadura . La parte ales
máscara. Sin embargo, sus proporciones colos
casco, con una tosca cara humana a modo de descomunal gorila. No lo sé. En cualquier caso,
no podían ser de las de un ser humano. Quizá un to creí necesitar: había tomado cuerda suficiente
esa bestia me acorraló al filo del abismo. Era cuan el momento en que tratase de embestirme. Así lo
– o al menos eso pensé – para dejarme caer en da consiguió frenar parte de mi caída pero no toda.
hizo y ambos nos precipitamos al vacío. La cuercontra el suelo y cuando llegué abajo había evidentes
Escuché con claridad el impacto de la criatura
rastros de sangre por todas partes.
Pero de su cuerpo no había ni rastro.
a no ha muerto. Sigue viva, en alguna parte.
Eso sólo puede significar una cosa. Que la besti perándose de sus heridas. Sé que es imposible.
recu
Posiblemente oculta entre los riscos del cañón, a… Dios mío. ¿Es eso que escucho el resuello de
Que esa caída tuvo que habe rla mata do. Pero ahor
sible. No puede seguir viva. Este temor… Dios.
la bestia o es tan sólo el viento nocturno? Es impo o que deberían sentir aquellos que hacen el mal
Nunca he sentido un miedo como éste. Es el miede…
ajeno. Si tan sólo pudiese sobrevivir a esta noch
De los diarios personales de Brian Wayland.
Sin ubicación.
Sin fecha.
25
En ese momento, saltan las Mientras, Sanders lucha por esca-
alarmas: Fedora intercepta una lla- par de la trampa mortal en la que
mada de la policía informando de se ha convertido el autobús. Allan
una extraña toma de rehenes en el Paul abandona la furgoneta y trata
Linsday Bridge: según algunos tes- de atacar a la bestia N’Bwari, la cual
tigos, el autobús nocturno que hacía no tarda en dejarlo fuera de com-
la ruta de Lynwood con Forest Hill bate, arrojándolo al agua. Al tiempo
fue asaltado en marcha por una que un inconsciente Allan Paul se
especie de… “bestia”. Mientras suma a los problemas que se acu-
Móvil 1 traslada a Sanders hasta el mulan para un sumergido Sanders,
puente, Goldfield mantiene a Bates la bestia N’Bwari hace gala de su
y a Móvil 2 vigilando de cerca a fuerza superior, empujando varios
Brooke y Malcolm, que siguen en de los coches allí parados – con sus
la fiesta del Grand Goyer Hotel. pasajeros atrapados en el interior
Cuando Sanders llega al puente, – dejándolos caer desde lo alto del
apenas un par de coches patrulla puente a modo de “cargas de pro-
han podido responder al incidente. fundidad”. Tras ayudar a Allan Paul,
El tráfico está colapsado y el auto- Sanders tiene que esquivarlos como
bús, estrellado contra uno de los proyectiles pero además debe salvar
laterales del puente, se encuentra a a quienes se encuentran encerrados
punto de caer al vacío. Sanders se en su interior.
adentra en el siniestrado vehículo
para ayudar a salvar a los pocos Bates con-
viajeros que siguen dentro, paraliza- sigue llegar
dos por el terror. Éstos no dejan de al puente,
murmurar acerca de “el monstruo”. enfrentán-
Cuando Sanders logra llegar hasta el dose a la
conductor, con el autobús a punto de bestia
caer al agua, uno de los Centinelas
N’Bwari se deja caer desde una
de las estructuras superiores del
puente se deja caer, provocando que
el autobús se precipite contra el río,
hundiéndose a gran velocidad.
26
N’Bwari: teniéndola frente a frente, mismos centinelas.
queda claro que no se trata de nin-
gún monstruo, sólo alguien extraor- En ese mismo momento,
dinariamente corpulento enfundado Malcolm y Brooke tienen una fuerte
en un traje reforzado. discusión en la parte de atrás de
la limusina. Ella le recrimina haber
Ambos, Centinela y N’Bwari puesto su vida en peligro por nada,
se enfrentan en las alturas de la ya que es falso que tenga pruebas
estructura metálica del puente. La que incriminen a Loubomo en activi-
ventaja inicial de Bates se ve inte- dades ilegales. La discusión acaba
rrumpida por el ataque combinado pronto derivando a un terreno más
de un segundo N’Bwari. Peleando personal, sobre la forma en que
codo con codo contra Bates, ambos terminó la relación entre ambos.
están a punto de acabar con el Sin embargo, la discusión se ve
valiente Centinela… hasta que la interrumpida por un brusco frenazo
reaparición de Sanders equilibra de la limusina. Malcolm baja del
la balanza. La presencia de dos coche descubriendo que se encuen-
centinelas peleando juntos obliga tran en un callejón... y topándose
a Fedora a piratear la señal de los de bruces con alguien vestido
helicópteros de noticias que captan como el Centinela original. Tras ver
las imágenes del combate desde como deja inconsciente a Malcolm,
el aire. Además, Fedora controla Brooke trata de pedir ayuda a su
las luces del puente, apagándolas chofer. Éste la noquea, revelándose
y sumiéndolo en las tinieblas de que en efecto se trata del joven tra-
forma que nadie pueda ver dema- ductor de Loubomo.
siado bien lo que está sucediendo.
(Entrada 6 del Diario)
Pese a derrotar a sendas bes-
tias, los Centinelas apenas tienen
tiempo de desenmascarar a los
ESCENA 6:
atacantes. A través de las cáma- BUSCANDO
ras de sus cascos, Fedora, Szilard
y Goldfield comprueban que ambos AL CENTINELA
atacantes son la viva imagen del
joven que ejerce de traductor
PERDIDO.
simultáneo para Loubomo. Justo Sospechando que el ataque de las
entonces se activa un protocolo “bestias” haya sido una distracción,
de autodestrucción en los trajes Goldfield pide a Fedora que pinche
de ambos N’Bwari. Su explosión a las cámaras del Grand Goyer Hotel.
punto está de costar la vida a los A través de ellas comprueban que
27
tanto Loubomo como el resto de su subiendo a la limusina de la heredera
comitiva se han retirado ya a sus Wayland. Sin embargo, Goldfield
habitaciones. Una de las cámaras pide a Fedora que haga zoom en el
del exterior, sin embargo, mues- espejo retrovisor. La agudeza visual
tra a Brooke y Malcolm saliendo del viejo centinela y el sofisticado
de la fiesta, veinte minutos atrás, software de la hacker permiten
identificarlo como el joven traductor
de Loubomo.
El rumor de un río subterráneo acompañó las explicaciones que Hauser me iba dando,
que yo mismo iba atando los cabos. Al parecer, “la bestia” nunca había sido una única al tiempo
realidad, se trataba de una manada entera de una extraña especie de gorila. A medio criatura. En
el simio y el ser humano, estos gorilas bien podían ser el mítico eslabón perdido del camino entre
tantos antropólogos. En cualquier caso, Hauser me llevó hasta una de aquellas cuevas. que hablaban
reunidos Lombasi y otros sacerdotes tribales. Se encontraban alrededor de la bestia Allí estaban
a la
bía dado muerte. No muy lejos de donde se encontraba su cuerpo, una hembra de su que yo ha-
sostenía en brazos a un bebé recién nacido. Hauser me explicó que, tras haber visto misma especie
ejercido de “matrona” con la chica humana, los sacerdotes decidieron valerse de sus como había
médicas para salvar a la única hembra que quedaba con vida entre aquellos simios. capacidades
no acabó descuartizado como Sir Roland y sus mercenarios. Por eso Hauser
Hauser, una vez fue puesto al día, asistió al parto salvando así su vida junto a la
y su cría. Pero Hauser hizo algo más. Para garantizar mi perdón, aceptó entregar de la madre
la tradición, aquellos que descubren el secreto del N’Bwari quedan ligados de por vidasu vida. Según
28 a él. Hauser
Brooke y Malcolm despiertan ata- indumentaria del Centinela original,
dos y amordazados, sentados en escoltado por el joven traductor de
elegantes sillas estilo Luis XIV. Aun Loubomo. Bajo la siniestra penum-
en la penumbra, Brooke es capaz bra que proyectan un par de cande-
de distinguir los muebles cubiertos labros y ocultando su rostro bajo el
por lonas que pueblan como fan- casco, Hauser acusa a Brooke de
tasmas el enorme salón comedor. haber llevado las cosas hasta ese
Reconoce el lugar: ¡es la mansión de extremo. A una señal de Hauser,
su abuelo, Wayland Manor! Hauser el traductor saca una pistola, dis-
hace acto de presencia llevando la
y yo no podríamos abandonar jamás esa tierra. Gracias a lo que Hauser hizo, sólo
él pagaría ese
precio. Y lo cierto es que no parecía importarle. Si África siempre había sido su hogar,
de N’Bwari parecía ser un sitio tan bueno como cualquier otro para asentarse. el territorio
Han pasado dos semanas y mis heridas están casi curadas del todo. Ayer supe que
interceptado por los lugareños y que Hauser ha conseguido que lo acepten como uno Kowalski fue
porque sus conocimientos como ingeniero podrán ser útiles para mejorar las condiciomás. En parte
de los aldeanos. Por otro lado, es una forma de asegurarnos que sus “otros” conocim nes de vida
de índole bélica – no acaban en malas manos. Lo cierto es que Kowalski tampoco parece ientos – los
ante la idea de que el resto del mundo le dé por muerto. Es la tranquilidad de un hombre apenado
primera vez en mucho tiempo, no se siente perseguido por nadie. que, por
Escribo estas líneas poco antes de partir. Me he despedido de Hauser con una extraña
Por un lado, he aprendido mucho de este viaje. Es fascinante comprobar cómo incluso sensación.
mente racional se vio sobrecogida ante la ilusoria inmortalidad de la bestia. Lo poderosomi propia
llegar a ser un mito cuando se rodea de cierta parafernalia y estrategia. Por otro lado, que puede
tengo una deuda pendiente con Harrison Hauser. Me ha salvado la vida. Dos veces. siento que
Y sé
él no siente que esté sacrificándose al tener que hacer de esta tierra su hogar, es una que aunque
quiero llevar sobre mis hombros. Harrison me ha dicho que puedo quedarme si así lo deuda que no
esta tierra puede ser también mi hogar. Le he dicho que yo ya tengo un hogar, Es Betlam: deseo. Que
al que he jurado regresar para salvar de la corrupción y la oscuridad que reina en un hogar
comentado que parece una tarea demasiado dura como para que un solo hombre la él. Harriso n ha
Puede que tenga razón. lleve a cabo.
30
Revisando la actividad “pública”
de Wayland durante ese periodo,
ESCENA 7:
sin embargo, Fedora descubre algo PERDIDO… Y
sorprendente: Brian Wayland pasó
todo ese tiempo postrado en una silla ENCONTRADO.
de ruedas a causa de lo que, oficial- Comienza a amanecer. Una hora
mente, fue una mala caída durante un antes de que tenga lugar en el palacio
fin de semana de esquí en los Alpes de congresos Davis el alegato final
franceses. Los informes médicos por parte de Industrias Wayland.
lo verifican: no se trata de ninguna En la mansión, ante la mirada de
tapadera urdida por Brian Wayland Brooke, Hauser se quita el casco
para distanciar su imagen de la del dejando al descubierto su identidad.
Centinela. Y los periódicos no mien- Su cara no dice gran cosa a Brooke,
ten: muestran actuaciones del héroe pero son las palabras de Hauser las
enmascarado en ese mismo periodo. que la inquietan: “Tu abuelo nunca te
La conclusión es evidente: Brian habló de mí, ¿verdad que no? No…
Wayland contó con un sustituto en claro que no. El viejo Wayland te
aquella época. Pero, ¿quién pudo ser? ocultó muchas cosas. La clase de
cosas que yo puedo hacer públicas...
Apenas se ha hecho la pre- y que destruirán para siempre la
gunta en voz alta, Szilard es memoria de tu abuelo.” La amenaza
quien aparece con la respuesta: es clara: enviará los diarios perso-
a través de un programa de orde- nales de Brian Wayland a las princi-
nador el viejo científico ha com- pales rotativas del país a menos que
parado el semblante del joven Brooke haga exactamente lo que va
traductor de Loubomo con la a pedirle. La idea es que ella con-
única vieja fotografía que existe tacte vía telefónica con el responsa-
de Hauser. ble de dar la ponencia a favor de la
explotación minera de N’Bwari por
Son idénticos. parte de Industrias Wayland. Brooke
tendrá que darle órdenes expresas
(Entrada 7 del Diario) para que declare en contra ante la
comisión de las Naciones Unidas. En
un principio Brooke no cede al chan-
taje, convencida de que no hay nada
en esos viejos diarios que pueda
hundir a alguien tan bueno y noble
como su abuelo. Viendo la convic-
ción en los ojos de la joven, Hauser
decide cambiar de táctica… y vuela
31
una de las rodillas de Malcolm con Pese a que Fedora es incapaz de
un disparo. Dejando claro que la vida rastrear la procedencia de la lla-
del activista depende de su coopera- mada de Brooke – Hauser ha dis-
ción, Brooke acaba cediendo. puesto inhibidores de frecuencia en
torno a la mansión – en la grabación
Al mismo tiempo, Szilard con- de la misma se capta un sonido
tacta con Fedora y Goldfield desde peculiar de fondo. Amplificado gra-
su laboratorio en la Torre Wayland: cias a los ordenadores de Fedora, el
ha tomado muestras de la sangre sonido resulta ser las campanadas
de sendas “bestias” (impregnada en de un viejo carillón dando la hora.
los trajes de Bates y Sanders tras Szilard lo reconoce en el acto: es
el incidente en Lindsay Bridge). Y el viejo reloj de los padres de Brian
las conclusiones de los análisis son Wayland. ¡Brooke se encuentra rete-
claras: se trata de clones de una nida en Wayland Manor!
misma persona, gestados mediante
una sofisticada e ilegal tecnolo- Mientras Szilard acude al palacio
gía de aceleración celular. En ese de congresos Davis, Goldfield coor-
momento, Goldfield recibirá una lla- dina a Bates y Sanders: mientras el
mada de los miembros de la junta primero accederá a la mansión por
directiva: Brooke Wayland debe la superficie, el segundo se aden-
comparecer junto a su jefe de inge- trará en la casa empleando uno de
nieros para las alegaciones finales los túneles subterráneos que llevan
ante la comisión medioambien- a la que fuera la primera guarida
tal de Naciones Unidas. Al mismo del Centinela. Tras enfrentarse a la
tiempo, Szilard recibe una llamada mascota de Hauser en los pasillos
de Brooke: ésta trata de aparentar de la mansión (un león modificado
calma mientras Hauser aprieta el genéticamente y al que el desgra-
cañón de su pistola contra la cabeza ciado confidente fue entregado como
de Malcolm. Sin poder dar pistas alimento); Bates da con Brooke y
sobre su ubicación ni explicar por Malcolm. Sin embargo, es sorpren-
qué no podrá acudir en persona a la dido por el traductor de Loubomo,
presentación, Brooke pide a Szilard quien demuestra ser tan fuerte y
que falsifique los resultados de los rápido como los centinelas N’Bwari a
análisis topográficos, dejando ver quienes se enfrentaron en el puente
así que la intervención de Industrias Lindsay.
Wayland provocaría un desastre
natural en N’Bwari. Antes de que el Por su parte, Sanders debe
viejo inventor pueda si quiera pre- atravesar unos conductos
guntarle nada, la comunicación se subterráneos plagados de viejas
cortará. trampas dejadas por el propio Brian
32
Wayland como
antes de ingeniero
acceder jefe de
al interior Industrias
de la cámara Wayland.
que acoge el Entre los pre-
viejo refugio del sentes, además
primer centinela. Allí de la comitiva de
se enfrenta a Hauser las Naciones Unidas,
quien, ataviado con el Szilard ve al séquito de
uniforme del primer Centinela, le Loubomo y al propio dictador…
aguarda apoyado contra una de las aunque acompañado de un nuevo
barandillas de la inmensa cámara traductor, una chica oriental. Por
subterránea. otro lado, Fedora capta algo raro en
Loubomo: empleando un programa
Al mismo tiempo, en el palacio de que compara la grabación de sus
congresos Davis, Szilard se dispone apariciones anteriores en televisión
a leer las conclusiones de su trabajo con la de esa mañana, queda claro
33
que quien está hoy allí es un doble. acabarán con la vida del falso Zeus
¿Dónde está el auténtico Loubomo? Loubomo ante las cámaras que
cubrían el evento. El auténtico digna-
Bates consigue neutralizar al tario ha sido siempre Hauser pero, a
joven traductor – el último de los ojos del mundo sin embargo, el dig-
clones que Hauser tenía en suelo natario N’Bwari habrá muerto allí.
americano. Liberando a Brooke, Dos días después, las autoridades
ésta llama de inmediato a Szilard, encontrarán en una habitación de un
evitando así que éste tenga que dar sucio motel el cadáver del francoti-
el falso informe topográfico. Entre rador; un mercenario de Interlink a
tanto, la pelea entre Sanders y quien contrataron para llevar a cabo
Hauser amenaza con destrozar por el trabajo. Para entonces, la
completo el viejo cubil del primer muerte de Loubomo habrá
Centinela. Antes de que Sanders alentado un alzamiento
pueda derrotarlo, Hauser activa popular en N’Bwari. En cues-
unas trampas explosivas coloca- tión de horas, las Naciones
das en puntos estratégicos de la Unidas enviarán un pequeño
cámara subterránea, provocando un contingente para pacificar la
desplome del techo. Sanders con- región. Éstos descubri-
sigue salvar la vida pero Hauser es rán las instalacio-
sepultado por la avalancha de rocas. nes ocultas
Sin embargo, poco más tarde, las bajo la
inspecciones llevadas a cabo por forta-
Szilard dejarán claro que consiguió l e z a
escapar. Las muestras de san- real de
gre, sin embargo, confirmarán que
Hauser fue el donante original cuyo
material genético sirvió de base
para gestar a los clones.
34
Loubomo, procederán al desman- miento popular… pero aun sigue
telamiento de las mismas y super- teniendo en su poder los diarios de
visarán la creación de un gobierno Brian Wayland. Está ahora atrapado
democrático en la pequeña región en un territorio que no es el suyo,
de N’Bwari. perseguido y acorralado. Pero como
todo animal salvaje, sintiéndose aco-
Tras recuperarse de los aconte- rralado será mucho más peligroso.
cimientos vividos, Brooke nombrará
a Malcolm supervisor de Industrias En ese mismo instante el pro-
Wayland en la futura planta de grama decodificador de Fedora ter-
extracción mineral de N’Bwari. Tras mina de traducir el último fragmento
compartir una agridulce despe- del diario de Wayland, mostrando
dida en el aeropuerto, Brooke una anotación: “final del volumen III”.
subirá a su limusina donde Es el volumen tres… ¿de cuantos?
la aguarda Goldfield. La ¿Cuántos diarios secretos tenía
joven compartirá con él lo Brian Wayland? ¿Y cuántos están en
que Hauser le dijo sobre poder de Hauser?
los secretos que ocultaba
su abuelo, preguntándole ¿Qué secretos ocultos esconden
si tiene idea de lo que puede las páginas de esos diarios?
haber querido decir con eso.
Goldfield trata de restarle
importancia a
los delirios
de un des-
equilibrado,
temiendo en
silencio que
quizá Brooke no tarde
en descubrir la verdad sobre el
Centinela.
35
NOTAS DE DIRECCIÓN:
EL DIARIO SECRETO DE
BRIAN WAYLAND
“La Saga del Centinela Perdido” está planteada como una aventura que,
partiendo de los sucesos que transcurren en la Betlam del presente, per-
mite al equipo Centinela ir descubriendo fragmentos de la historia oculta de
Brian Wayland y del hombre que, en su momento, formó parte del Proyecto
Centinela: Harrison Hauser.
Durante las escenas encontrarás los siete capítulos que componen ese
volumen de los diarios de Brian Wayland. Puedes ir entregándolos a tus
jugadores como piezas de información adicional a medida que avance la aven-
tura –lo ideal sería que cada vez que se juegue una escena les entregaras
un nuevo fragmento– al final de la descripción de cada escena se indica el
capítulo correspondiente que debes mostrar a tus jugadores.
Otra opción, más compleja –pero que puede traducirse en una experiencia
de juego interesante– puede ser jugar cada fragmento del diario a modo de
“flashbacks” entre escena y escena de la aventura en Betlam. Los perso-
najes que podrían llevar los jugadores en estos flashbacks irían desde un
joven Brian Wayland hasta el mismísimo Harrison Hauser, pasando por Ernst
Kowalski o Sir Roland Emmerson-Westmoore.
36
juegas estos “flashbacks” puede haber eventos que no puedan darse bajo
ninguna circunstancia. Por ejemplo, Brian Wayland no debería morir en la
historia.
Para el caso en que quieras jugar esos “flashbacks”, se han incluido las
estadísticas de juego de los principales personajes no jugadores que apare-
cen en la historia.
37
PERSONAJES DEL
DIARIO DE
BRIAN WAYLAND
HARRISON HAUSER
12 10 8 6 4 2
FOR
Salud de hierro
REF
HABILIDADES Muy rápido
04 Tribus africanas
VOL
04 Moverse por la Jungla Un hombre de palabra
05 Machete
03 Cuchillo Arrojadizo
INT
03 Pelea Ha vivido mucho
03 Entrenamiento Militar HITOS
03 Conducir • Sus padres fueron asesinados por los Hutus en Ruanda
03 Dialectos Tribales
PUNTOS DE RESISTENCIA
• Su mejor amigo, un viejo esclavo que trabajaba en las tierras de su abuelo, fue quien
04 Rastrear
03 Moverse en sielencio le enseñó todo sobre las culturas tribales
02 Medicina • Entró en la Legión Extranjera para encontrar y dar muerte a los soldados
03 Cabalgar responsables de asesinar a su mejor amigo.
• Lleva viajando por África Oriental desde que tenía quince años.
COMPLICACIÓN
20
COMBATE
05 Iniciativa • Su sentido de “Buen Samaritano” le lleva a meterse en más líos de los que sería
+3 Daño recomendable.
16 Defensa
30
13 Desprevenido
40
PUNTOS DRAMÁTICOS
38
M’GWANE
12 10 8 6 4 2
FOR
Fibroso
REF
HABILIDADES No es un blanco fácil
05 Costumbres Tribales
VOL
04 Crueldad Gratuíta Desconfiado
04 Armas de Fuego
03 Machete
INT
03 Moverse por la Jungla Impulsivo
03 Costumbres del Hombre blanco HITOS
05 Pelea Sucia • Siendo muy pequeño, su familia fue descuartizada por un clan tribal enemigo
03 Liderazgo
PUNTOS DE RESISTENCIA
• Fue un niño esclavo en minas portuguesas de diamantes
• Mató por primera vez a los once años.
• Siente una infantil fascinación por cualquier chuchería tecnológica occidental.
COMPLICACIÓN
20
COMBATE
04 Iniciativa • Se considera más duro de lo que en realidad es.
+2 Daño
15 Defensa
30
12 Desprevenido
40
PUNTOS DRAMÁTICOS
Hombres de M’Gwane
12 10 8 6 4 2
COMBATE
03 Iniciativa
+2 Daño
15 Defensa
12 Desprevenido
20
PUNTOS DRAMÁTICOS
39
SIR ROLAND EMMERSON-WESTMOORE
12 10 8 6 4 2
Espía nazi
FOR
Más fuerte de lo que aparenta
REF
HABILIDADES Desenfunda con rapidez
03 Costumbres Tribales
VOL
03 Conocimiento de África Maestro Mentiroso
06 Fingir ser inglés
04 Armas de Fuego
INT
04 Pelea Astuto
06 Mentir HITOS
04 Liderazgo • Protegido de una pareja de nobles británicos colaboracionistas del Reich.
04 Sigilo
PUNTOS DE RESISTENCIA
• Entrenado como espía en Berlín.
02 Magnífico conversador
04 Entrenamiento como espía • Lleva dos años asumiendo su papel de terrateniente británico en África
• Sabe que la misión que debe llevar a cabo Kowalski puede cambiar el rumbo de la
guerra.
COMPLICACIÓN
20
COMBATE
05 Iniciativa • Subestima la inteligencia de sus adversarios.
+2 Daño
14 Defensa
30
11 Desprevenido
40
PUNTOS DRAMÁTICOS
FOR
Puños de acero
REF
HABILIDADES Preparados para el combate
02 Conocimiento de África VOL
05 Armas de Fuego ¡Por el Reich!
04 Pelea
05 Entrenamiento militar
INT
COMBATE
04 Iniciativa
+2 Daño
15 Defensa
12 Desprevenido
20
PUNTOS DRAMÁTICOS
40
LEMBASI
12 10 8 6 4 2
FOR
La edad no perdona
REF
HABILIDADES Conoce el terreno
05 Costumbres Tribales
VOL
05 Ritos Religiosos Servidor fiel del N’Bwari
04 Liderazgo
06 Conocimiento del N’Bwari
INT
03 Esconderse Sabiduría tribal
01 Inglés HITOS
01 Portugués • Como su padre (y su padre antes de su padre) ha sido la principal figura religiosa de
PUNTOS DE RESISTENCIA
la tribu protegida por los N’Bwari.
• Sólo él y los demás ancianos conocen el secreto de los N’Bwari.
• Domina una forma de lenguaje de signos para comunicarse con los N’Bwari
• Conoce la ubicación de todos los accesos al complejo de grutas que recorren el
sub-suelo del territorio N’Bwari
COMPLICACIÓN
20
COMBATE
04 Iniciativa • Se está quedando ciego
+0 Daño
09 Defensa
30
06 Desprevenido
40
PUNTOS DRAMÁTICOS
N’Bwari
12 10 8 6 4 2
Centinela Bestial
Fuerza Aplastadora FOR
REF
HABILIDADES Veloz
06 Trepar
VOL
07 Esconderse Aterrador
07 Moverse en silencio
05 Apresar
INT
• Se desplazan por una red de grutas subterráneas que conectan cada punto del
territorio N’Bwari
• Amaestrados por los sacerdotes de la tribu para ser protectores de su pueblo.
• Llevan una rudimentaria armadura metálica (RD 4)
COMPLICACIÓN
20
COMBATE
04 Iniciativa • Sus ojos son sensibles a la luz del día
+4 Daño
17 Defensa
30
14 Desprevenido
PUNTOS DRAMÁTICOS
41
ERNST KOWALSKI
12 10 8 6 4 2
Genio Perseguido
FOR
Escuálido
REF
HABILIDADES Pulso Firme
05 Trabajo de campo
VOL
08 Ingeniería Cobarde
07 Física
07 Química
INT
06 Esconderse Brillante
05 Moverse en silencio HITOS
02 Inglés • La pasión por los mecanismos y la ciencia le viene de su padre, un maestro relojero.
PUNTOS DE RESISTENCIA
• Ha trabajado en secreto en un programa nazi para obtener un arma atómica para
antes de 1945.
• Busca cualquier oportunidad de escapar de sus captores nazis.
• Cree que sus conocimientos son tan peligrosos que lo mejor sería desparecer del
mapa para que nadie pudiera tenerlos.
COMPLICACIÓN
20
COMBATE
08 Iniciativa • Es demasiado cobarde como para intentar nada por sí solo
+0 Daño
11 Defensa
30
08 Desprevenido
40
PUNTOS DRAMÁTICOS
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RECOMENDACIONES
MUSICALES PARA
LA AMBIENTACIÓN
Como colofón, cabe destacar algunas canciones recomendables para ade-
cuar la atmósfera de juego durante las distintas escenas. Éstas son:
43
44