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Tesis Persona
Tesis Persona
POR
TANIA ELIZABETH MÉNDEZ AVILA
PREVIO A CONFERÍRSELE
VICERRECTOR DE
INVESTIGACIÓN Y DR. CARLOS RAFAEL CABARRÚS PELLECER, S. J.
PROYECCIÓN:
A MIS PADRES: por ser los guías de mi vida. Por su amor incondicional,
paciencia, fortaleza y esfuerzo. Sin ellos no hubiera podido llegar hasta donde me
encuentro el día de hoy y ser la persona que soy.
A MIS HERMANOS: por sus consejos, apoyo, escucha y cariño. Por siempre
instarme a esforzarme y luchar por las cosas que deseo en la vida y a ser cada día
mejor.
Es así, que la personalidad es una atribución que toda persona tiene por el simple
hecho de serlo; ésta determina el punto de partida para la protección de los
derechos de la persona. No necesita un reconocimiento expreso por la ley puesto
que es un derecho inherente de las personas.
Introducción………………………………………………………………………………..1
CAPÍTULO PRIMERO: LA PERSONA
1.1. Etimología……………………………………………………………………………..4
1.2 Antecedentes………………………………………………………………………….5
1.3 Definición………………………………………………………………………………8
1.4.2 Filosófica……………………………………………………………………11
1.4.3 Sociológica…………………………………………………………………12
1.4.4 Psicológica…………………………………………………………………12
2.1 Antecedentes………………………………………………………………………...17
2.2 Definición……………………………………………………………………………..18
2.5 Caracteres……………………………………………………………………………30
3.3.1 Antecedentes………………………………………………………………52
3.3.2 Definición…………………………………………………………………...54
3.4.1 Definición…………………………………………………………………...73
3.5.1 Antecedentes...…………………………………………………………….89
3.5.2 Definición…………………………………………………………………...90
3.5.5 Características……………………………………………………………..94
3.5.8.a Nacionalidad……………………………………………………106
3.5.8.b Ciudadanía……………………………………………………..110
3.6 La Capacidad……………………………………………………………………….112
3.6.1 Antecedentes……………………………………………………………..112
3.6.2 Definición………………………………………………………………….113
4.3.1 La libertad…………………………………………………………………127
5.1 Antecedentes……………………………………………………………………….137
5.2 Definición……………………………………………………………………………138
5.3 Caracteres…………………………………………………………………………..142
5.5 Clasificación………………………………………………………………………...144
6.1 Guatemala…………………………………………………………………………..146
6.2 El Salvador………………………………………………………………………….148
6.3 Honduras……………………………………………………………………………150
6.4 Nicaragua…………………………………………………………………………...152
6.6 México……………………………………………………………………………….155
6.7 Argentina……………………………………………………………………………156
6.8 España………………………………………………………………………………159
7.3 Discusión y análisis de los resultados del cuadro comparativo de los atributos
de la personalidad en los países de Centroamérica, México, Argentina y
España…………………………………………………………………………………..163
7.5 Discusión y análisis de los resultados del cuadro comparativo de los derechos
de la personalidad en los países de Centroamérica, México, Argentina y
España…………………………………………………………………………………..165
CONCLUSIONES………………………………………………………………………167
REFERENCIAS…………………………………………………………………………170
ANEXOS………………………………………………………………………………...176
INTRODUCCION
Esta parte del manual, que a la vez constituye el presente trabajo de tesis de
graduación lleva por título “La persona y la personalidad individual, la capacidad y
el estado de la persona individual y su protección. Los derechos de la
personalidad”, cuyo objetivo principal consiste en facilitar a los alumnos de la
carrera de Ciencias Jurídicas y Sociales el conocimiento del tema que comprende
esta rama del derecho, abarcando tanto aspectos doctrinarios como legales de la
persona y la personalidad individual, la capacidad y el estado de la persona
individual así como los derechos de la personalidad en el Derecho Civil, brindando
así un aporte en la realización de dichos materiales de estudio que sean útiles en
el desarrollo de los estudiantes universitarios y del público en general.
1
aspectos propios de cada tema con la finalidad de estableces las similitudes y
diferencias existentes entre los países mencionados.
2
derechos comprenden y la importancia que posee cada una de ellas en la vida de
la persona humana.
El capítulo quinto desarrolla lo que son los derechos de la personalidad, desde sus
antecedentes históricos que determinan la razón por la cual son considerados
como derechos inherentes a la persona, hasta su diferencia con los derechos
fundamentales; pasando por las definiciones proporcionadas por los
jurisconsultos, características, naturaleza jurídica y clasificación.
3
CAPÍTULO PRIMERO
LA PERSONA
1.1 Etimología
Siguiendo la misma línea, Marcel Planiol y Georges Ripert sostenían que “La
palabra persona es una metáfora tomada por los antiguos del lenguaje teatral.
Persona designaba, en latín, la máscara que cubría la cara del actor, y que tenía
una apertura provista de láminas metálicas, destinada a aumentar la voz; por
José CastánTobeñas por su parte, consideraba que “La palabra persona tiene su
origen en las lenguas clásicas. El sustantivo latino persona, ae, se derivó del verbo
persono (de per y sono, as are), que significaba sonar mucho, resonar. Se
designaba con dicho sustantivo la máscara o careta que usaban los actores, y que
servía al mismo tiempo para caracterizarse y para ahuecar y lanzar la voz. Por una
serie de transposiciones se aplicó la palabra persona al actor, y luego a los
actores de la vida social y jurídica; es decir, a los hombres considerados como
sujetos de derecho”.3
Por lo tanto, tomando como punto de referencia las posturas señaladas, el término
persona deviene de la época romana en la que los actores de una obra utilizaban
una máscara para interpretar sus papeles y los presentes adivinaban de quién se
trataba por el tipo de máscara que llevaban, a raíz de eso se les empieza a
denominar persona a los actores de obras teatrales que utilizaban máscaras.
1.2 Antecedentes
2
Planiol, Marcel y Ripert, Georges. Derecho civil. Volumen 8. Traducido por: Pereznieto
Castro, Leonel. México. Oxford. 1999. Pág. 61
3
Castan Tobeñas, José. Derecho civil común y foral. Tomo I. –vol. II. España. 1978. Pág.
111
Rogel Vide, Carlos. Derecho de la persona. España. José M. Bosch Editor. 1998. Pág. 11,
coincide con la postura establecida por el tratadista Castán Tobeñas.
4
Bonnecase, Julien. Tratado Elemental de Derecho Civil. (Parte A). Volumen 1. México.
Editorial Harla, 1997. Pág. 103
5
fuerza misma de las cosas el estatuto de la esclavitud experimentaba, en Derecho
Romano principalmente, la imposibilidad de desconocer de manera absoluta que
el esclavo era ser humano.
Sin embargo, la premisa de que sin hombres no habría habido derecho de ninguna
índole no significa en modo alguno que todos los miembros de nuestra especie
deban ser, por ese solo hecho, titulares de facultades y obligaciones. Para tener
esa posibilidad, así como la de ceder y adquirir prerrogativas jurídicas y de
reclamarlas ante los tribunales, en el ámbito gobernado por Roma, se requerían
en principio ciertas cualidades. Éstas correspondían a tres puntos de vista, cada
uno de los cuales generaba una clasificación. Los tres factores a considerar eran
la libertad, la ciudadanía y la familia.
5
Rabinovich-Berkman, Ricardo D. Op. Cit., Pág. 241
6Ghersi, Carlos Alberto. Derecho civil. Parte general. Argentina. Editorial Astrea de Alfredo
y Ricardo de Palma. 1999. 2ª. Edición. Pág. 179
6
Dicho lo anterior, establecía que siguiendo esta línea de razonamiento se revitaliza
la función del ordenamiento jurídico, resultando imprescindible establecer,
respecto del sujeto de derecho, una serie de características que regulan, desde su
ubicación en el contexto social-jurídico, hasta el fin de su existencia como persona
jurídica, para gozar durante ese lapso de las mayores garantías de su protección.
Vladimir Osman Aguilar Guerra7 hace referencia a que tanto en Roma como en
Grecia el hombre en sentido propio, era siempre identificado con el ciudadano. Los
no ciudadanos no eran considerados como personas en sentido estricto. De la
filosofía greco-romana sobre las determinaciones generales de la naturaleza
humana resultaba que la pertenencia al Estado, era una exigencia absoluta para
cada uno de los individuos. Es por ello que la personalidad humana surgía
completamente únicamente en aquellos que ya de hecho poseían los derechos
civiles. Es decir, sólo eran tratados como persona aquellos a quienes el Derecho
positivo vigente de cada Estado consideraba como tales, reconociéndoles trato y
consideración a través de una serie de normas que establecían una situación
subjetiva frente a la organización social. Por el simple hecho de ser hombre no se
reconocía la dignidad o los valores preexistentes del mismo. Así, ni los esclavos ni
los extranjeros eran considerados como personas.
Para los griegos y los romanos no existieron más personas que las que reunían
los requisitos establecidos por el ordenamiento jurídico, ni encontraron un apoyo
crítico para alterar este principio enfrentando al hombre, como valor en sí, con el
ordenamiento que no se lo concedía.
Aguilar Guerra, Vladimir Osman. Derecho civil. Parte General. Guatemala. Editorial
7
1.3 Definición
Para conocer más a fondo el rol de la persona dentro del Derecho en general y
específicamente en el Derecho Civil, es necesario delimitar el significado del
término persona, en este sentido, Manuel Ossorio indica que es todo “Ser o
entidad capaz de derechos y obligaciones, aunque no tenga existencia individual
física, como las corporaciones, asociaciones, sociedades y fundaciones”.8
8
Persona. Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales.
Argentina. Heliasta, 2006. 33ª. Edición. Pág. 715
8
Otros autores como María Luisa Beltranena Valladares de Padilla9, Guillermo
Cabanellas de Torres10, Planiol y Ripert11, Castan Tobeñas12, Bonnecase13 y
Rogel Vide14 indican que persona es todo ser capaz de adquirir o ejercer
derechos y contraer obligaciones, es decir ser sujeto del Derecho.
Aguilar Guerra agrega además que “(…) deberíamos destacar cómo hemos
llegado, con el paso del tiempo, desde una idea de persona en cuanto sujeto de
derecho, un ser que puede ser titular de derechos y obligaciones, a un concepto
de persona como ser humano integrado en la sociedad, verdadera causa y fin del
Derecho, al que se reconoce dotado de valores y bienes prejurídicos, pero cuya
realización requiere que sean reconocidos e incorporados al ordenamiento, entre
otras razones porque el hombre vive en sociedad y el Derechos sirve para ordenar
la convivencia. La tendencia actual se dirige a la incorporación de los bienes y
valores de la persona en un orden positivo, general o universal, válido para todos
los hombres más allá de su vinculación o pertenencia a un determinado Estado”.15
Por último, Aguilar Guerra indica que “Estamos ante una persona como centro
del universo jurídico dotada de valores y protegida respecto de ellos. El
ordenamiento jurídico la incorpora de dos modos: como sujeto de la vida social
con libertad hacia sus propios fines, y como sujeto de la vida jurídica general
reconociéndole una aptitud global para los actos y las relaciones del mundo
jurídico”.16
Así, unificando las definiciones anteriores, se puede decir que persona es todo
ser, ya sea éste humano o entidades que tengan o no existencia individual,
9
Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Lecciones de derecho civil. Personas y
familia. Guatemala. IUS-ediciones, 2008. Quinta Edición. Pág. 17
10Persona. Cabanellas de Torres, Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental. Argentina.
16Ibid., Pág. 71
9
capaces de adquirir derechos y contraer obligaciones reconocidos y protegidos por
el ordenamiento jurídico, es decir, capaces de ser sujetos activos o pasivos de las
relaciones jurídicas.
Sin embargo, es necesario hacer una breve reseña de todas las acepciones
propuestas por la doctrina, que aunque no son el bastión de la investigación que
se propone representan un punto importante para la comprensión de la misma,
pues la definición de persona no siempre ha tenido el mismo significado y cada
disciplina la define desde el ángulo que la aborda.
17
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Derecho civil. Introducción y
personas. México. Oxford. 2004. Pág. 133
18
Loc. Cit.
10
Siguiendo esta misma línea, los autores citados, hacen referencia a que la
definición de persona presentada no se refiere a ningún ser real, sino que
corresponde a la elaboración jurídica que en principio puede aplicarse a cualquier
clase de ser, real o ideal, ya sea al hombre, a un conjunto de estos, a un bien, a
un conjunto de bienes o a una abstracción.19
Es claro que tal definición es sumamente amplia, ya que no limita a las personas
como individuos de la especie humana; sino que lo amplía hasta las entidades,
que sin tener esa condición, pueden estar afectadas de derechos y obligaciones.
1.4.2 Filosófica
19Loc. Cit.
20Castan Tobeñas, José. Op. Cit., Pág. 112
21
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit., Pág. 134
22Ibid., Pág. 135
11
como ser sobre el cual pesa un deber ser, una misión moral a cumplir por sí
mismo y bajo su propia responsabilidad.
De acuerdo con Castán Tobeñas “Para los antiguos metafísicos, persona era una
sustancia individual de naturaleza racional, o bien el supuesto dotado de
entendimiento, concepto equivalente al anterior, pues en orden ontológico el
término supuesto indica sustancia o ser que subsiste por sí, y las sustancias se
hacen individuales por la subsistencia”.23
Por lo tanto, desde el punto de vista filosófico, la persona se define como el ser
que posee dignidad, es decir, con fines morales propios que debe realizar por sí
mismo y bajo su propia decisión y responsabilidad.
1.3.3 Sociológica
1.4.4 Psicológica
Récasens Siches, citado por Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez establece que
“Desde esta óptica, persona es la esencia concreta de cada individuo humano, la
cual constituye el resultado de la íntima combinación de varios tipos de
12
ingredientes, por ejemplo, factores biológicos adquiridos, factores sociales y
culturales; y el Yo, es decir, la unidad radical y profunda del sujeto, su mismidad
concreta, irreductible, entrañable, única; la raíz profunda, incanjeable de cada
individuo, la base y esencia de su ser y su destino”.26
Las individuales han sido llamadas físicas o naturales; las jurídicas han recibido
varias denominaciones: morales, colectivas, sociales e incorporales, o
simplemente entidades.”
Para aclarar la problemática que pueda surgir entre la diferencia entre una
persona individual de una jurídica, es necesario brindar una definición de esta
última.
26
Ibid. Pág. 135
27
Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op. Cit., Pág. 18
28Persona. Ossorio, Manuel. Op. Cit., Pág. 715
29
Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op. Cit., Pág. 18
13
representada judicial y extrajudicialmente. Las personas jurídicas nacen por
creación o autorización de la ley”.30
Por su parte, Bonnecase31 establece que las personas morales o jurídicas, que se
reducen a grupos o establecimientos destinados a desempeñar un papel social y
provistos, para el efecto, de los atributos de la personalidad física compatibles con
su estructura y sus fines propios; en estas agrupaciones o establecimientos, los
individuos que forman parte de ellos, desaparecen jurídicamente en provecho de
una especie de ser abstracto; éste adquiere por ese hecho una individualidad que
lo coloca frente a la regla de derecho, en la misma situación que la persona
humana.
Por lo tanto, persona jurídica son aquellas que nacen como resultado de una
ficción de la ley, capaz de ejercer derechos y obligaciones. La diferencia entre una
persona individual y la persona jurídica radica fundamentalmente en cuanto a su
creación, pues la persona individual no es creada por la ley, sino que ésta se limita
a reconocerles los derechos y obligaciones que le corresponde por el simple
hecho de serlo; caso contrario es el de la persona jurídica pues esta únicamente
puede nacer por creación o autorización de la ley.
30
Loc. Cit.
Persona Jurídica. Cabanellas de Torres, Guillermo. Op. Cit., Pág. 304 y Persona Jurídica,
Ossorio, Manuel. Op. Cit., Pág. 717, coinciden con la definición presentada.
31Bonnecase, Julien. Op. Cit., Pág. 100
32
Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op. Cit., Pág. 19
14
En cuanto al objeto de la relación jurídica, Beltranena Valladares de Padilla
señala que las cosas únicamente pueden ser objeto de derecho. Son entes
jurídicos pasivos sobre las cuales el sujeto, ya sea éste persona natural o jurídica,
ejerce su acción.34
Por lo tanto, el sujeto de derecho está constituido por las personas, quienes tienen
la facultad de ejercer los derechos que adquieren por la calidad que sustentan y
por ende el objeto del derecho son las cosas. El objeto del derecho no puede ser
algo más que las cosas debido a que nunca podrán tener capacidad ni ostentar la
calidad de persona y por lo tanto no pueden ejercer derechos, únicamente sobre
ellas es que una persona puede ejercerlos.
De conformidad con lo indicado por Castán Tobeñas35 las modalidades del sujeto
de la relación jurídica pueden ser las siguientes:
33
Lehmann, Heinrich. Tratado de derecho civil. Volumen I. Parte general. Traducción de:
Navas, José María. España. Editorial Revista de Derecho Privado. 1956. Pág. 121
34
Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op. Cit. Pág. 20
35Castan Tobeñas, José. Op. Cit., Pág. 109
15
En esta modalidad no pueden ser reconocidos los derechos que pertenecen a un
sujeto totalmente indeterminado que por ningún evento pueda resultar cierto
puesto que resulta imposible llegar a conocer quién es el sujeto de la relación
jurídica y por ende ésta no podría realizarse.
16
La modalidad del sujeto de la relación jurídica hace referencia a la forma en la que
una persona puede adquirir derechos y contraer obligaciones; dichas modalidades
pueden ser tanto determinadas o indeterminadas como singulares y plurales.
CAPÍTULO SEGUNDO
LA PERSONALIDAD
La personalidad es una atribución que toda persona tiene por el simple hecho de
serlo; ésta determina el punto de partida para la protección de los derechos de la
persona. No necesita un reconocimiento expreso por la ley puesto que es un
derecho inherente de las personas.
2.1 Antecedentes
2.2 Definición
38Loc. Cit.
39Aguilar Guerra, Vladimir Osman. Op. Cit., Pág. 70
40Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit., Pág. 151
18
De forma similar, Beltranena Valladares de Padilla41 señala que la personalidad
se constituye o determina por la apreciación de la persona, física o jurídica,
considerada en sí misma, en cuanto a su existencia y capacidad, como sujeto de
derecho.
19
Sin embargo, para poder adquirir esos derechos la persona debe tener la aptitud
para ser sujeto, activo o pasivo, de relaciones jurídicas.
En el fondo, estas teorías más que soluciones distintas, presentan dos vertientes
del problema de la personalidad jurídica. Pues, las teorías formales hacen
referencia principalmente al problema dogmático o de ciencia jurídica positiva,
esto es, cuando existe en una determinada ordenación y como se reconoce la
persona jurídica. Por el contrario, las realistas atienden al problema ético-jurídico y
jurídico-ideal de la misma, es decir, a qué entidades y en qué condiciones deber
ser concedida la personalidad jurídica.
Loc. Cit.
46
20
Dicho esto, es necesario señalar que son estas últimas teorías las que permiten,
sin el exclusivismo de las formales, vincular los dos puntos de vista para llegar a
conclusiones satisfactorias, facilitando así la solución de los problemas de
Derecho positivo, dándole al intérprete la orientación que resulta de la
consideración de la dignidad y valor de la condición humana.
Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez señalan que “la teoría jurídica llamada de la
ficción, pretende explicar la naturaleza de la personalidad colectiva partiendo del
supuesto de que la única persona real es el hombre, por ser la única susceptible
de querer, de tener voluntad, origen y fundamento de los derechos subjetivos, por
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit., Pág. 136
47
21
tanto, careciendo de los entes sociales de voluntad, era necesario que el Derecho
supusiera, por medio de una ficción, esa voluntad colectiva, para que así pudieran
tener derechos y obligaciones distintas de los miembros que las constituyen. Para
esta teoría, las personas morales o colectivas no son algo real, sino tan solo una
ficción legal, pues los seres humanos son los únicos susceptibles de tener una
voluntad y consecuentemente ser capaces de derechos subjetivos y
obligaciones”.49
Savigny, fue el expositor más notable de esta teoría, quien señalaba que todo
derecho es la sanción de la libertad moral inherente al ser racional y por esto, la
idea de persona o sujeto de derecho se confunde con la idea de hombre,
pudiéndose formular la identidad primitiva de ambas ideas en esto términos: Todo
individuo y solo el individuo tiene capacidad de derecho. Sin embargo, el Derecho
Positivo puede crear artificialmente una personalidad jurídica, como sería el caso
de las personas jurídicas que son entes ficticios, pues no existen naturalmente de
la misma manera que la persona física, sino sólo para los fines jurídicos que la ley
específicamente establece.50
Por su parte, Otto Gierke, citado por Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez52
indica que por la capacidad de querer y obrar que tienen de las corporaciones, el
49
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit., Pág. 136
50
Ibid., Pág. 137
51
Loc. Cit.
52Ibid., Pág. 137
22
Derecho les atribuye personalidad puesto que ve en ellos una voluntad colectiva
que es una y continua.
Su diferencia fundamental con la teoría de la ficción es que para ésta teoría el ser
humano es el único soporte real y para las teorías realistas además del ser
humano lo es el ente colectivo; otra distinción entre ambas teorías resultaría ser
que para la teoría de la ficción la personalidad de los entes colectivos es un don
de la ley, para las teorías realistas es un reconocimiento que existe obligación de
dar, pues las personas colectivas no son creadas por la ley sino que únicamente le
reconoce capacidad jurídica para poder adquirir una voluntad real dentro de las
relaciones jurídicas. Estas se semejan en cuanto a la existencia de la voluntad.53
Esta teoría surge como conclusión del estudio crítico que Ferrara hace sobre las
teorías anteriormente expuestas sobre la personalidad, reconociendo la verdad
que cada una de ellas señalaba.
Loc. Cit.
53
54
Ibid., Pág. 138
23
a) “La personalidad jurídica es un don de la ley, puede darse o negarse al
hombre o a los seres colectivos, es solo una creación de la técnica jurídica
sin la cual es imposible la construcción de un ordenamiento jurídico;
b) En la persona deben contemplarse dos factores o elementos: el sustrato y
la personalidad, pues ésta no puede caer en el vacío;
c) Todo hombre debe ser persona, el imperativo ético de nuestra cultura lo
exige, y
d) Las personas colectivas denominadas asociaciones o instituciones
formadas para la consecución de un fin, para ser reconocidas por el orden
jurídico como sujetos de Derecho, requieren reunir determinados requisitos,
a saber: una asociación de hombres; un fin a cuyo logro se reúnan los
individuos, el que necesariamente debe ser lícito, determinado y posible;
una organización de la que se deriva la existencia de determinadas reglas,
la forma de los órganos por los que se expresará la voluntad colectiva, y por
último el reconocimiento que haga el Estado, con carácter constitutivo, de la
personalidad jurídica”.55
Teoría sostenida por el creador de la teoría pura del derecho, Hans Kelsen, nos
ofrece un concepto de persona estrictamente jurídico, desde el punto de vista del
derecho subjetivo. Con relación a esta teoría, Baqueiro Rojas y Buenrostro
Báez56 indican que para la teoría pura, el derecho subjetivo no es más que un
aspecto del derecho objetivo, este puede tomar la forma ya sea de un deber y de
una responsabilidad cuando establece una sanción; ya de un derecho cuando se
hace depender esa sanción de la declaración de un individuo determinado,
convirtiéndolo en un elemento esencial del procedimiento de sanción. Ahora bien,
si derecho objetivo y subjetivo son lo mismo, la persona viene a ser un conjunto de
Loc. Cit.
55
24
normas; un sujeto dotado de obligaciones, de responsabilidad y de derechos
subjetivos.
25
2.4.5 Teoría Iusnaturalista
Esta teoría afirma que la personalidad principia desde que está concebido el ser.
26
materno (fecundación in vitro), por lo que cambió el concepto clásico de la
concepción”.61
Continúa indicando Aguilar Guerra que “se afirma que el hecho determinante de
comienzo de la personalidad es la concepción, por tanto, el hombre existe desde
ese momento y es persona, y siendo la capacidad inherente a todo hombre, debe
reconocérsele desde la concepción”.62
Por su parte, Castan Tobeñas66 además de coincidir con Aguilar Guerra, indica
que históricamente, este punto de vista era adoptado por el Derecho Romano,
ligando la adquisición de la capacidad jurídica al momento en que el feto nace con
vida. Esta teoría, es hoy predominante en la doctrina científica.
28
Por su parte, Beltranena Valladares de Padilla70 señala que la personalidad
comienza con el nacimiento, pero se retrotrae al momento de la concepción para
todo lo que beneficie al que está por nacer, además indica que esta teoría es
aceptada por código español.
Aguilar Guerra71 establece que “viable significa capaz de vivir, vital habilis. La
viabilidad es un requisito impuesto por diversas legislaciones para poder
considerar legalmente al recién nacido por sí mismo fuera del vientre materno, es
decir, que tenga todos sus órganos, aparatos y sistemas en condiciones que le
permitan sobrevivir.
Por ende, esta teoría exige para el reconocimiento de la persona no sólo el hecho
de nacer está viva, sino además, la aptitud de seguir viviendo fuera del claustro
materno por sí sólo. Es sostenida por el Código Civil francés y el Código Civil
español.
29
la teoría ecléctica. Sin embargo, esta contradicción se resuelve al inclinarse por la
teoría iusnaturalista, puesto que la legislación nacional únicamente señala los
límites de la personalidad, cuándo se inicia y cuándo se extingue, reconociéndola
implícitamente al hombre por el simple hecho de serlo.
2.5 Caracteres
30
personalidad no puede ser restringida bajo ninguna circunstancia, de forma que
esta existe o no. Así mismo, no puede ser objeto de negociación, ni ser
transferida, ni renunciada; y por último, personalidad únicamente se extingue con
la muerte de la persona.
Dentro de este ámbito, la persona individual existe desde dos aspectos: el legal,
que es cuando el derecho o la legislación les reconoce su existencia; y la natural,
que es la existencia inherente a todo ser humano, desde su concepción.
Sobre este particular el Código Civil en su art. 1 establece literalmente: “al que
está por nacer se le considera nacido para todo lo que le favorece, siempre que
nazca en condiciones de viabilidad”.76 Del contexto de dicha disposición legal se
encuentran los derechos del que está concebido, que en ese momento son
eventuales. Sin embargo, ello está sujeto al suceso del nacimiento del ser en
condiciones de viabilidad, el cual puede ser un acontecimiento futuro e incierto; de
nacer vivo, los derechos eventuales se convierten automáticamente, para el recién
nacido, en derechos adquiridos.
75
Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op. Cit., Pág. 19
76Peralta Azurdia, Enrique.Código Civil, Decreto 106. Guatemala. 1963. Artículo 1.
31
2.6.2 Principio de la personalidad individual
Por su parte, Aguilar Guerra establece que la vida humana se sitúa entre dos
momentos extremos y biológicamente definibles: el nacimiento y la muerte.
“El nacimiento es, a su vez, un hecho biológico y un hecho jurídico. Desde el punto
de vista biológico, es la culminación de un proceso de gestación, con la salida del
niño del claustro materno al mundo exterior. En el aspecto legal, el nacimiento es
un hecho jurídico, que significa la existencia de una persona física independiente
de la madre. El alumbramiento tiene lugar, por regla, después del nacimiento y
consiste en el desprendimiento de la placenta”.79
77Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit., Pág. 149
78Lehmann, Heinrich. Op. Cit., Pág. 585
79Aguilar Guerra, Vladimir Osman. Op. Cit., Pág. 115
32
hecho de tener a alguien por nacido, siendo el nacimiento el que se conoce como
nacimiento natural, momento en el cual comienza la personalidad de quien llegue
a adquirirla.
El mero hecho del nacimiento constituye un hecho físico, no jurídico, y por tanto
era común que se exigieran otros requisitos, que unidos a tal circunstancia,
permitiesen surgir la personalidad. Por ejemplo, en el Derecho germánico, se
acostumbraba que los recién nacidos fueran expuestos en público y la aceptación
del niño por parte del padre que lo recogía del suelo era lo que se vinculaba a la
personalidad jurídica. En el Derecho español se consideraba suficiente el que el
recién nacido viviera un determinado lapso y hubiere sido bautizado, requisitos a
los que por influencia romana, se añadía además el que tuviera figura humana.
Entre los Códigos modernos, como el francés y el italiano de 1865, exigen además
la viabilidad, es decir, la aptitud del recién nacido para seguir viviendo.
33
rigurosamente, en ciertos casos, con la vida humana, considerada entre sus dos
términos: el nacimiento y la muerte. En tres series de casos la existencia o
duración de la personalidad física jurídicamente sobrepasa los límites materiales y
aparentes entre los cuales se desarrolla la vida humana; el nacimiento y la muerte,
más exactamente, en algunas hipótesis la personalidad es enteramente
independiente de la vida humana; ésta existirá sin que la personalidad aparezca o,
por el contrario, a pesar de que aún no haya vida humana, la noción de la
personalidad desempeñará su misión por cuenta de seres eventuales”.
34
2.6.3 Consideración jurídica del concebido (nasciturus)
82
Rabinovich-Berkman, Ricardo D. Op. Cit., Pág. 250
35
asignaran individualidad jurídica a un ente que nadie podía ver, y que según toda
evidencia integraba el cuerpo de su madre como un órgano más.
En la antigüedad, los romanos entendían que la unión del nasciturus con su madre
era sólo transitoria, pues durante el tiempo de gestación era considerado como
una víscera más del cuerpo femenino y que esa víscera, de acuerdo con el
transcurso normal de los eventos, adquiriría forma y caracteres humanos e
individualidad propia, hasta poder vivir autónomamente. Entonces, ese ser,
considerado individual en potencia, ya existía como ente jurídicamente protegido,
a los efectos de poder nacer. Las teorías propuestas por el Derecho Romano
llevaron a buscar medios para que el neonato gozara de los beneficios que
correspondían al nacido, adquiriéndolos completamente al momento de nacer.
Así mismo, indican que existen casos que se presentan ante esta anticipación de
la personalidad en el concebido, los cuales son:
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit., Pág. 151
84
36
2. El de los no nacidos que pueden adquirir por donación, siempre y cuando
hayan estado concebidos al tiempo en que la donación se hizo y sean
viable.
37
Esta posición resulta adecuada, según Baqueiro Rojas y Buenrostro
Báez87,puesto que aunque también recurre a la ficción de tener por nacido al
concebido no considera los derechos del nasciturus como condicionales o como
expectativas puesto que manifiestan que se requiere la existencia de un sujeto
para que puedan haber derechos condicionales o expectativos y si este sujeto no
existe aún, como en el caso del nasciturus, se estará ante el caso de derechos sin
sujeto, posición doctrinal que ya no es válida en la actualidad.
Continúan indicando, que por excepción a la regla, el hijo no nacido aún es capaz
de adquirir derechos desde su concepción. Por anticipado se le considera como
persona y sobre todo que posee personalidad para adquirir ciertos derechos, los
que varían con cada legislación. Esa personalidad anticipada, reconocida al hijo,
puede producir efectos útiles, sobre todo cuando se trata de la adquisición de una
nueva nacionalidad, de un reconocimiento voluntario de maternidad o paternidad
naturales, o de los derechos del hijo a la pensión, en caso de accidente de trabajo
ocurrido a su padre. Sin embargo, para que la personalidad de hijo concebido se
reconozca después del nacimiento, se requieren dos condiciones: debe nacer vivo
y viable.
87Loc. Cit.
88Planiol, Marcel y Ripert, Georges. Op. Cit., Pág. 61
89Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op. Cit., Pág. 25.
38
que existieren dudas sobre si nació vivo o muerto, la doctrina en general ha
establecido que la presunción de que nació vivo, salvo prueba en contrario, cuya
carga corresponde a quien sostenga el extremo opuesto.
39
jurídica, de expectativa, que se convierte en un derecho cuando el niño
(portador de derechos) nace.
b) Para la guarda de los derechos futuros del concebido puede nombrarse un
curador, en especial un curador de la herencia”.92
Loc. Cit.
92
40
adquirir completamente, en primer lugar, que sea concebido y segundo, que nazca
vivo y en condiciones de viabilidad.
Fernando Moreno Mozo indica que “el concepturus (literalmente, el que va a ser
concebido), también denominado nondum conceptus (o, nasciturus nondum
conceptus, por oposición al simple nasciturus, que sí es un concebido o
conceptus) puede definirse como la hipotética futura persona que ni siquiera está
concebida al realizarse un acto jurídico en cuya virtud se le concede un derecho
para el caso de que nazca con los requisitos legales”.94
Ahora bien, el concepturus es el ser que aún no ha sido concebido pero que en
algunos casos puede adquirir derechos antes de su concepción, los cuales
únicamente podrían llegar a adquirirse eventualmente al momento de su
concepción y en su totalidad al momento de su nacimiento en condiciones de
41
viabilidad; es decir, se está otorgando un derecho a una persona futura que puede
o no llegar a adquirirlo en su totalidad, en el caso que dicha persona futura nunca
llegue a ser concebida, tal derecho se tendrá como si no hubiese existido.
La expresión pauliana separa los dos aspectos de la cuestión. Ante el nonato debe
verificarse una protección inmediata, actual, como la que merece cualquier
humano ya nacido. Pero, paralelamente, puesto que ese amparo se brindaba
considerándolo un sujeto de derechos, y que tal situación motivaría la posibilidad
de recibir válidamente otros beneficios, como legados, donaciones, herencias; era
necesario dar una solución para el supuesto de que el niño no llegare a nacer con
vida, la cual resultaría ser, que en ese supuesto, los derechos que el nasciturus,
adquiriera ya no eran válidos, estos desaparecerían.
García Marín, citado por Rabinovich-Berkman indica que “ya desde los tiempos
clásicos se fueron concediendo ciertos efectos al acto de la concepción con el fin
de proteger los derechos del futuro individuo. La más clara expresión de esa
función tuitiva del ordenamiento jurídico se halla concentrada en la conocida
máxima ‘el concebido ha de ser tenido como ya nacido’ de los juristas clásicos. Es
evidente que el derecho recurre aquí a la ficción de entender por nacido al feto,
cualquiera que sea el tiempo de la gestación, con el objeto de proteger sus
expectativas de derechos. Nada más indicativo de su afán por defender los futuros
42
intereses del aún nonato que el recurrir una vez más a la ficción de considerarlo
nacido sólo para aquello que le pueda beneficiar”.99
Aguilar Guerra señala que el artículo 1° del Código Civil, establece que al que
está por nacer se le tendrá como nacido para todo lo que le favorece, siempre y
cuando este nazca en condiciones de viabilidad. Esta norma funciona en este
punto sobre la base de una ficción, dicha ficción opera sólo en lo que sea
favorable para el nasciturus, pero no en aquello que pueda resultarle perjudicial.
43
Por lo tanto, el concebido ha de tenerse como nacido para los efectos jurídicos
que le convenga, estando sujetos estos a una condición suspensiva, la cual es el
nacimiento del concebido vivo y en condiciones de viabilidad. Al producirse el
nacimiento, tiene efectos retroactivos el cumplimiento de la condición, y por una
ficción creada por el derecho, se entenderá que para tales efectos, el concebido
era persona a partir de su concepción. En el caso en que el nacimiento no se
efectúe, la adquisición de esos derechos no podrá surtir efectos y estos serán
adquiridos por las personas llamadas a ello en defecto del concebido.
Por su parte, Aguilar Guerra105 señala que la muerte no puede ser otra que la
muerte física, en la que también se toma en cuenta el cese de la actividad
cerebral, puesto que en el Derecho moderno se rechazan los supuestos de muerte
civil de los antiguos ordenamientos, la cual podía ser determinada por la pérdida
de la libertad, la pena o la profesión religiosa. Puesto que sólo un hecho físico
44
puede extinguir la personalidad, sólo otro hecho físico, el nacimiento, determina su
existencia y relevancia para el mundo jurídico.
Por último, Planiol y Ripert106 coinciden con los autores citados, sin embargo,
agregan que el Derecho Romano admitió que la persona difunta sobrevivía
ficticiamente hasta que sus herederos aceptaran la sucesión; esta ficción se
expresaba diciendo: Hereditas personam defuncti sustinet.
45
En el caso, por ejemplo en materia sucesoria, en que los sucesores o herederos
adquieren del causante se produce efectos jurídicos positivos o adquisitivos.
Ahora bien, en el caso del matrimonio, este causa efectos jurídicos negativos o
extintivos, pues provoca su disolución.
Por su parte, Ghersi109 indica que la muerte, como hecho jurídico que pone fin a la
existencia de la persona jurídica humana, produce la transferencia o extinción de
derechos y obligaciones del causante. Por lo que resulta importante distinguir los
derechos y obligaciones que se transmiten a los herederos, de aquellos que se
extinguen con su titular.
46
Además, agrega que se tendrán por extinguidas una serie de relaciones por el
hecho de la muerte:
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 154
111
Loc. Cit.
112
47
posibilidad de que unos hubieran muerto antes que otros o presunción de
premoriencia.
48
Por su parte, Lehmann117 indica que para determinados casos en que no cabe
establecer la prueba de la vida, de la muerte o de la sobrevivencia mediante el
registro o de otro modo, o que dicha prueba se hace muy difícil, la ley preceptúa
ciertas presunciones, tal es el caso de la presunción de que la muerte ha ocurrido
al mismo tiempo cuando no cabe probar que, entre varias personas muertas o
declaradas muertas, la una haya sobrevivido a las otras. Continúa agregando el
citado autor, que cuando no es posible establecer quien murió antes de quién
debe presumirse que todos murieron al mismo tiempo.
Por último, Aguilar Guerra señala que para que proceda la declaración de
conmoriencia son necesarios dos requisitos:
49
antes, se está ante la presunción de conmoriencia, en la cual se tendrá a todas las
personas como fallecidas simultáneamente. Es necesario aclarar, que la
conmoriencia puede aplicarse aunque las personas hayan muerto en lugares
diferentes, siempre y cuando no fuera posible determinar la hora de fallecimiento
de cada una; así mismo ésta tiene el carácter de una presunción iuris tantum,
puesto que admite prueba en contrario que acredite que una de las persona murió
antes que la otra, produciéndose así una transmisión de derechos entre ellas.
CAPITULO TERCERO
ATRIBUTOS DE LA PERSONALIDAD
a) Nombre
b) Domicilio
c) Estado
d) Patrimonio
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 161
120
Loc. Cit.
121
50
Siendo el nombre122 considerado como el primer atributo de la personalidad,
constituye el elemento que designa a la persona, diferenciándola de las demás de
su misma especie, es decir, delimita a cada persona jurídica individualizándola.
a) El nombre
b) El estado y
c) La capacidad
“El nombre es un elemento que sirve para diferenciar o distinguir a una persona
dentro de la familia o de la sociedad. Es indispensable en el terreno jurídico.
122Loc. Cit.
123Loc. Cit.
124Ibid. Pág. 162
125Loc. Cit.
51
Por último, Planiol y Ripert establecen que “las personas tienen un nombre, que
sirve para distinguir unas de otras; un estado jurídico, que se compone de
cualidades múltiples, del cual depende su capacidad, y que debe probarse por
medios especiales; sólo ellas pueden tener un patrimonio y un domicilio”.127
3.3.1 Antecedentes
52
Sin embargo, se sintió la necesidad de una mayor precisión en las
denominaciones, y se fueron formando los actuales apellidos que en un principio,
fueron libremente elegidos por los interesados o les fueron asignados por los
demás, atendiendo a ciertas características personales. La adopción del apellido
materno o segundo apellido es práctica exclusiva de los Derechos derivados del
español, ya que en otros países, como los anglosajones, solo se acostumbra el
uso de un apellido.
Planiol y Ripert129 coinciden con esta postura y además agregan que llegó un
punto en que era necesario evitar confusiones entre personas que llevasen el
mismo nombre. Para ello se emplearon procedimientos diferentes. El más antiguo
parece ser el de los sobrenombres, como Pepino el viejo, Roberto el fuerte, Hugo
Capeto. Otras veces, al nombre del individuo se añadía el nombre de su padre en
genitivo, como los jurisconsultos Joannes Rolandi y Petrus Jacobi.130
53
3.3.2 Definición
El Diccionario de la lengua española define el nombre propio como “El que, sin
tener rasgos semánticos inherentes, se aplica a seres animados o inanimados
para designarlos”.132
Por su parte, Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez indica que “Por nombre
entendemos la palabra o conjunto de ellas que sirven para designar a una persona
distinguiéndola de otras y que la individualizan”.133
Desde el punto de vista jurídico, el nombre es un atributo de la persona y como tal
tiene efectos jurídicos o sea que implica derechos subjetivos y obligaciones, pues
su función no es sólo de identificación.
Tomando como referencia las definiciones dadas por los autores citados, se puede
concluir que el nombre es la forma de identificación de una persona, tanto en su
ámbito personal como social, cuya función no consiste únicamente en identificar a
una persona sino que como atributo de la persona tiene efectos jurídicos, es decir,
implica derechos subjetivos y obligaciones. El nombre se compone de: el nombre
54
propio, prenombre, nombre de pila o de bautizo; y el patronímico, nombre de
familia o de apellido.
137Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 171
138Aguilar Guerra, Vladimir Osman.Op. Cit. Pág. 105
139Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op. Cit. Pág. 30
55
carácter no se toma en cuenta la pérdida del apellido, sino únicamente el del
nombre propio.
En torno a la naturaleza jurídica del nombre se han creado muchas teorías que
han dificultado su determinación creando gran controversia, sin embargo hasta la
fecha no existe una acepción general en torno a alguna de ellas.
140Ibid. Pág. 31
141Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. 171
142Loc. Cit.
56
carácter extrapatrimonial, puesto que no es valorable en dinero, ni puede ser
objeto de contratación alguna.
Ihering, citado por Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez143 por su parte señala
que los derechos subjetivos son intereses jurídicamente protegidos y que no cabe
duda que el nombre encaja en esta disposición porque no solo cumple las
finalidades personalísimas del sujeto y se le protege en función de sus fines
individuales, sino también representa intereses generales que son necesarios
proteger.
b) Derecho de la personalidad
Por su parte, Ferrara, Ruggiero, entre otros, sostienen que el derecho al nombre
posee carácter de derecho personalísimo, pues este constituye un derecho
privado, en cuanto a la persona, y tiene a su disposición la tutela de la ley para
garantizar su goce contra ataques o usurpaciones de tercero; así como también
tiene por objeto un bien no susceptible de cambio, un medio de identificación de la
Loc. Cit.
143
Loc. Cit.
144
57
persona inherente e inseparable de la personalidad. Por lo tanto, es un derecho
absoluto que puede hacerse valer contra todos.
c) Derecho de Propiedad
Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op. Cit. Pág. 30, coincide con la postura
sostenida por Aguilar Guerra.
58
puesto que la doctrina de la propiedad del nombre es doblemente falsa, lo es
desde el punto de vista teórico y desde el punto de vista histórico.
Desde el punto de vista histórico, hace referencia a que el origen de los nombres
de las personas es absolutamente contrario a la idea de propiedad. “Todos los
nombres se han adquirido del fondo común de la lengua y de la historia; son
nombres de cualidades, de profesiones y de nacionalidades, o bien de un
personaje piadoso o célebre dado a un hijo por su padre, para brindarle un patrón
o modelo: el nombre no es una cosa apropiable”.148 El origen del error proviene
desde el nombre feudal, o sea el nombre de un dominio feudal, el cual introdujo en
el derecho la idea de la propiedad de los nombres. En esa época, cuando una
persona tomaba el nombre de una tierra que no le pertenecía usurpaba, de forma
Loc. Cit.
148
59
exterior, el dominio de otra; pero si el nombre de una tierra llevado por el
propietario de ésta, podría conservar para ella el carácter de una propiedad.149
d) Institución de Policía
Marcel Planiol, citado por Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez151 establece que
el nombre es para la persona que lo lleva una obligación, más que un derecho.
Sostiene que el nombre es una institución de policía civil, es decir, es la forma
149Loc. Cit.
Coinciden con esta postura Bonnecase, Julien. Op. Cit. Pág. 128 y Baundry-Lacantinere
y Houques-Fourcade, citados por Bonnecase.
150Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 172
60
obligatoria de la designación de las personas, pero no es un objeto de propiedad;
no es enajenable, la ley no lo pone a disposición de quien lo lleva y más que en
interés particular se establece en interés general, la ley es la que, para hacer
notorio el hecho de filiación, exige que este hecho se anuncie mediante la
identidad del nombre, lo que excluye toda idea de propiedad. Desde esta
perspectiva, el nombre se ha considerado como un deber de política
administrativa.
La naturaleza jurídica del nombre ha sido muy discutida a lo largo del tiempo
debido a las distintas acepciones y posturas de los juristas; sin embargo, la teoría
que se adapta más a la legislación guatemalteca es la que establece que el
nombre es un derecho de la personalidad, puesto a que es un derecho inherente a
la persona y como tal debe ser protegido y respetado por terceros, que aunque
lleven el mismo nombre no tienen que hacer un uso indebido del mismo.
Estos dos términos causan gran confusión en lo que al nombre se refieren puesto
que son otras formas en las que una persona puede ser identificada sin tener que
hacer un uso obligatorio de su nombre. A este respecto, Baqueiro Rojas y
Buenrostro Báez indican que “el seudónimo responde a un nombre ficticio,
convencional, de fantasía, nombre artístico o nombre de batalla, es aquel que
libremente escoge una persona para presentarse en un determinado círculo social
o como autor de alguna obra artística”.153
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 172
152
61
Los autores continúan indicando que tradicionalmente se ha establecido que el
seudónimo es un nombre falso que se usa para ocultar la identidad personal del
que lo usa. Sin embargo, el seudónimo también sirve para realzarla. Pues, el
hecho de que un individuo use un seudónimo atrayente, sirve para fijar su
identidad con mayor fuerza entre las masas. No se trata de ocultar el nombre sino,
por el contrario, de ayudar a que el individuo que lo usa, sea más fácilmente
reconocido.154
154Loc. Cit.
Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op. Cit. Pág. 35 coincide con esta
postura.
155Planiol, Marcel y Ripert, Georges. Op.Cit. Pág. 69
62
En cuanto al sobrenombre, que también se conoce como apodo o alias, Baqueiro
Rojas y Buenrostro Báez157 señalan que el sobrenombre es también una forma
de identificación de las personas, el cual se distingue del seudónimo en que no se
elige por el interesado, sino que le es impuesto por determinados círculos
sociales, atendiendo a ciertas características personales.
Sobre el apodo no se tiene ningún derecho, ni existe protección legal para su uso;
solamente cuando con toda libertad se admite y usa como seudónimo, adquiere
las características de este, y, consecuentemente, su protección jurídica.
157Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 174
158Bonnecase, Julien. Op. Cit. Pág. 128
159Planiol, Marcel y Ripert, Georges.Op. Cit. Pág. 69
63
En síntesis, el nombre es la forma tradicional de identificar a una persona, sin
embargo, ésta también puede ser identificada por medio de seudónimos o
sobrenombres; el primero es un nombre supuesto que una persona libremente
escoge para identificarse ante un grupo de personas o para disimular su nombre
propio, este se encuentra protegido por los derechos de autor; ahora bien, el
sobrenombre es un nombre que no se escoge libremente sino que es impuesto
por determinados círculos sociales para identificar a una persona atendiendo sus
características propias, este no se encuentra protegido por la legislación.
a) Filiación;
b) Adopción; y
c) Matrimonio
En el caso del matrimonio, que atañe únicamente a la mujer, la ley no obliga al uso
del apellido del esposo, sino que establece un derecho o facultad en favor de la
Loc.Cit.
163
64
mujer; es más tampoco existe regulación alguno sobre el empleo de la preposición
“de”, precediendo el apellido de casada.164
1. “Los hijos legítimos reconocidos por ambos padres, toman el nombre del
padre;
2. Los hijos naturales legalmente reconocidos toman el nombre del progenitor;
cuando el padre y la madre reconocen al hijo, éste toma el nombre del
progenitor que lo haya reconocido primero;
3. Los hijos naturales no reconocidos llevan el nombre de su madre, si de
menciona el nombre de ésta en el acta de nacimiento;
4. Los hijos cuya filiación adulterina esté legalmente probada por una
sentencia de desconocimiento de paternidad llevan, en lo sucesivo, solo el
nombre de su madre;
5. Los hijos expósitos y, por extensión, los naturales no reconocidos por
ninguno de sus padres, reciben su nombre del oficial del estado civil
directamente, o de la administración del hospicio al que han sido
confiados”.166
Planiol y Ripert167 coinciden con lo establecido, y además agregan que “el
apellido no es propio de una persona determinada, sino común a todos los
miembros de la familia que desciende, por la línea masculina, del mismo autor. Es
164Loc. Cit.
165Bonnecase, Julien. Op. Cit. Pág. 127
166Ibid. Pág. 126
65
elemento hereditario del nombre, el que indica la filiación; por ellos se le llama
nombre patronímico, o nombre de familia. Corresponde al gentilitium romano”.168
Por lo tanto, el apellido es la parte del nombre que se hereda a los descendientes,
este puede ser adquirido por filiación, matrimonio y adopción. Tradicionalmente en
Guatemala así como en la mayoría de países, se coloca primero el apellido del
padre y en segundo lugar el de la madre, sin embargo, no existe legislación
nacional al respecto que regule lo relacionado con la colocación del apellido, por lo
que sin restricción alguna se puede colocar en primer lugar el apellido de la madre
y en segundo el del padre, no obstante, la jurisprudencia ha establecido que los
apellidos de todos los descendientes deberán guardar el mismo orden, pues de lo
contrario, ante la sociedad y la ley no serían parientes al no llevar los mismos
apellidos.
168Loc. Cit.
169Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op. Cit. Pág. 28
170Planiol, Marcel y Ripert, Georges. Op. Cit. Pág. 68
66
Las principales aplicaciones de esta idea son las siguientes:
Por lo tanto, el apellido se pierde por la extinción del derecho de filiación, por
cesación o revocación de la adopción; y respecto de la mujer, por nulidad o
disolución de su matrimonio. Aparte de las mencionadas, no hay otro motivo por el
cual una persona pueda perder el apellido, además que no sería válido que una
persona quede sin apellido o que simplemente quiera tener el apellido de alguien
más que no sea su pariente o su cónyuge pues estaría alterando su filiación, que
es la que lo une a sus familiares.
El cambio de nombre aún es un tema discutido entre los estudiosos del Derecho
puesto que contradice uno de los caracteres principales del nombre que es el de la
inmutabilidad, al respecto, Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez171 indican que en
principio, el cambio de nombre sólo se permite por vía de la consecuencia, como
cambio de un estado civil. Asimismo, puede decirse que el nombre de las
personas físicas es inmutable, de aquí que está prohibido su cambio en forma
voluntaria por casi todas las legislaciones.
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 175
171
67
aparece en el acta de nacimiento o cuando el nombre se presta a la burla o al
ridículo. Al respecto, los Tribunales no ha seguido un criterio fijo y en algunas
ocasiones han permitido el cambio de nombre, tomando en cuenta lo motivos
mencionados; y en otros casos han seguido un criterio diferente, negando el
cambio de nombre.
68
Asimismo, Planiol y Ripert176 indican que el cambio de nombre voluntario es
ilegal; toda alteración del nombre, ya sea en su composición o en su ortografía,
está prohibida. Este autor señala que el cambio de nombre únicamente se puede
dar por medio de un decreto o por vía de la consecuencia.
Al respecto, establece que el cambio de nombre debe hacerse en principio por vía
administrativa, es decir por medio de un Decreto; “mediante el cual debe dirigirse
una demanda motivada al gobierno que falla en la forma prescrita para los
reglamentos de administración pública, es decir, después de oír la opinión del
consejo de Estado. Si el cambio se autoriza sólo puede ejecutarse un año
después de haberse publicado el decreto en el Boletín de Leyes. Durante este
plazo, los terceros pueden oponerse ante el gobierno, lo que posiblemente origine
la revocación del decreto; al terminar el plazo de un año, este es inatacable”.177
Loc. Cit.
177
69
3.3.7.a Identificación de la Persona
Ibid. Pág. 34
179
70
Por lo tanto, la identificación de persona procede en cualquiera de los siguientes
casos:
Estas situaciones suelen ser muy comunes puesto que las personas suelen no
identificarse con su nombre completo, por lo que para determinadas situaciones
sociales será conocido con un nombre distinto al que aparece en su partida de
nacimiento, haciendo que ante la ley sean personas diferentes, por lo que sería
indispensable realizar una identificación de persona para evitar problemas futuros.
“En el campo del Derecho Civil se lleva a cabo mediante la impugnación del
interesado contra la persona que indebidamente esté usando el nombre de aquél.
71
Y en el campo penal, mediante la acción correspondiente fundada en el Art. 229
del Código Penal”.182
El domicilio de una persona es el lugar donde esta puede ser localizada para
efectos ya sean jurídicos o sociales. El domicilio individualiza a la persona desde
el punto de vista territorial. De tal manera, Bonnecase indica que “considerado en
su verdadero sentido jurídico, el término domicilio expresa una relación de
derecho: la relación que obligatoriamente liga a una persona con un lugar preciso
Loc. Cit.
182
72
del territorio, en el cual se considera que se halla siempre, cuando se trata de su
participación activa en la vida jurídica o de las repercusiones de éstas sobre ella.
Pero en el uso corriente, se sobreentiende la relación de derecho, y por domicilio
se considera lo que realmente debe llamarse el lugar del domicilio”.184
3.4.1 Definición
Planiol, Marcel y Ripert, Georges. Op. Cit. Pág. 90 coinciden con la definición
proporcionada por el tratadista Bonnecase.
188Lehmann, Heinrich. Op. Cit. Pág. 608
73
desenvolvimiento, como para su protección en juicio, de modo que la persona
tenga un círculo central, bien determinado, donde desarrollar sus derechos y
cumplir sus obligaciones, esta esfera local que forma la platea de la persona se
llama sede jurídica”.189
189Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 181
190Loc. Cit.
191Ghersi, Carlos Alberto. Op. Cit. Pág. 191
192Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 181
74
sinónimo de casa de habitación; sin embargo, el domicilio es diferente de la
residencia o habitación de una persona y conforme se fue desarrollando el
Derecho, estos juristas diferenciaron claramente el domicilio de la casa de
habitación.
75
aunque se ausente de él por un tiempo prolongado. Sin embargo, el domicilio no
se desplaza si la persona no hace de un lugar distinto su morada habitual, puesto
que cuando la persona regresa a ella, se dice que ha vuelto a su domicilio, pues
no lo había perdido. Esta permanencia del domicilio, que perdura en el lugar
donde se ha establecido, a pesar de la ausencia temporal de la persona, es lo que
nos lleva a distinguir el domicilio propiamente dicho, de la residencia.
198Ibid. Pág. 99
199Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op. Cit. Pág. 79
200Bonnecase, Julien.Op. Cit. Pág. 135
76
Asimismo, la legislación hace referencia únicamente al cambio de domicilio, es
decir, la sustitución de uno por otro nuevo, no de la pérdida pura y llana del
mismo; pues toda persona tiene por lo menos un domicilio en su vida, el de origen.
1) Fijo: este hace referencia a que el domicilio sea estable. Sin embargo, la
estabilidad no debe confundirse con la inmutabilidad puesto que el domicilio
puede cambiar.
77
ellos, pero si se trata de actos que tienen relación especial con un lugar
determinado, éste será el domicilio de la persona”.204
Por su parte, Bonnecase205 señala que el Código Civil francés establece que el
domicilio, para el ejercicio de sus derechos civiles, es el lugar de su principal
establecimiento. Entendiéndose el principal establecimiento como el centro de los
intereses económicos o profesionales de una persona, es decir, el lugar donde se
encuentra el elemento predominante de su patrimonio. Sin embargo, la regla de la
unidad del domicilio no es absoluta, pues en ocasiones la propia legislación
designa cual es el lugar del principal establecimiento para determinadas
actividades.
204Peralta Azurdia, Enrique. Código Civil, Decreto 106. Guatemala. 1963. Artículo 34
205Bonnecase, Julien. Op. Cit. Pág. 133
206Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 184
78
del conflicto de leyes se toma en consideración el domicilio de la persona para
determinar el Derecho aplicable a la situación jurídica en conflicto.
79
envío de comunicaciones, la determinación de la competencia, el ejercicio de
ciertos derechos; sin embargo agrega dos de suma importancia para el Derecho:
En síntesis, la importancia del domicilio radica en que la ley considera como que la
persona está siempre presente en él; señala el lugar donde una persona puede,
en fáciles, condiciones ejercer sus derechos o ser forzada a cumplir con
obligaciones que haya adquirido. Es así, que el principal efecto de la designación
del domicilio es la certidumbre y confiabilidad de que la persona pueda ser
localizada para que cumpla cualquier obligación o ejerza derechos, otorgando así
al sistema seguridad y certeza jurídica. Además que hay actos que únicamente
pueden llevarse a cabo en el lugar donde la persona se encuentra domiciliada.
Debido a la importancia que el domicilio ejerce dentro del Derecho, éste ha sido
clasificado dependiendo la forma en que una persona lo adquiere, ya sea de forma
voluntaria o impuesto por la legislación para fines prácticos. Es por ello que la
doctrina en forma general, lo ha clasificado de la siguiente forma.
80
3.4.6.a Domicilio Particular o la Habitación
81
Asimismo indican que el domicilio que de manera consciente adopta una persona,
también es conocido como domicilio real o domicilio general. Coincide con lo dicho
Beltranena Valladares de Padilla214 quien además agrega que este es el
domicilio por excelencia, que se constituye voluntariamente en un lugar con el
ánimo de permanecer en él.
Por su parte, Ghersi215 señala que el domicilio real es el lugar donde las personas
tienen establecido el asiento principal de su residencia y de sus negocios. Dicho
esto, son dos los elementos que en forma indistinta o conjunta pueden constituir el
domicilio real: el asiento principal de la residencia y/o el asiento principal de los
negocios. El primero es el lugar donde la persona normal y ordinariamente habita
y el segundo, en igual sentido, hace referencia al centro de negocios de la
persona, ya sea por su profesión o comercio. En el caso en que una persona
tuviera varias residencias, el domicilio real será aquel en donde habite con su
familia, es decir, el hogar conyugal.
De forma más escueta pero puntual, Lehmann indica que “el domicilio voluntario
es el lugar del establecimiento permanente”.216
82
presente”.218 El domicilio legal, llamado también forzoso, necesario o de derecho,
aparece definido en el Art. 36 del Código Civil.
Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez221 por su parte indican que hay ocasiones en
que el Derecho, independientemente de la voluntad de las personas, les asigna
una sede jurídica específica, ya sea para su propia protección o por motivos de
orden público. Este domicilio fijado sin la voluntad del interesado recibe el nombre
de domicilio legal o necesario.
218Peralta Azurdia, Enrique. Código Civil, Decreto 106. Guatemala. 1963. Artículo 36
219Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op. Cit. Pág. 81
220Peralta Azurdia, Enrique. Código Civil, Decreto 106. Guatemala. 1963. Artículo 37
221Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 187
83
Para Bonnecase,222 la determinación del principal establecimiento es una
cuestión de hecho; sin embargo, la ley cuidadosamente ha fijado el domicilio de
ciertas personas y, por consiguiente establece, respecto de ellas, lo que debe
entenderse por principal establecimiento. De aquí se deriva la noción de domicilio
legal en oposición al domicilio real. Para este autor, tres categorías de personas
tienen su domicilio obligatoriamente fijado por la ley.
I. Algunos incapaces;
II. Los mayores que sirven o trabajan habitualmente en casa de otra
persona; y
III. Los funcionarios inamovibles.
Por su parte Lehmann establece que “el domicilio legal se constituye sin tener en
cuenta el establecimiento permanente”.223
84
y Buenrostro Báez225 indican que en este caso, existen simultáneamente un
domicilio voluntario o legal y un domicilio convencional, el que debidamente no
debe ser llamado domicilio, sino más bien un lugar para el cumplimiento de
determinadas obligaciones, reservando el término domicilio únicamente para
designar la sede jurídica de la persona.
Por último, Ghersi227 señala que de conformidad con los principios contractuales,
las personas puede establecer en sus relaciones jurídicas domicilios especiales.
Es por ello que el domicilio especial genera una presunción legal, que implica que
se produzcan todos los efectos del domicilio legal; sin embargo, la constitución de
un domicilio legal no puede afectar las leyes del orden público o mediante su
imposición violentar derechos del otro contratante, así por ejemplo, la cláusula que
establezca que la constitución del domicilio de una empresa extranjera en su país
de origen con la cual cada adquiriente debería litigar en ese país (el de origen),
devendría nula puesto que imposibilita y ataca el principio al acceso de justicia.
Además, es necesario aclarar que el domicilio especial establecido en un contrato,
va a ser válido y eficaz únicamente para esa relación particular.
225Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 189
226Beltranena Valladares de Padilla, María Luisa. Op Cit. Pág. 81
227Ghersi, Carlos Alberto.Op. Cit. Pág. 195
85
3.4.6.e Domicilio de origen
En cuanto a este domicilio, no toda la doctrina lo admite o reconoce como tal; sin
embargo, para fines de proteger el principio por el que ninguna persona puede
dejar de tener domicilio es necesario hacer mención del mismo. Al respecto,
Planiol y Ripert228 indican que el domicilio de origen lo adquiere un menor desde
el momento de su nacimiento, siendo éste el domicilio de sus padres. Ya en el
Derecho Moderno este se constituye como el primer domicilio ordinario y puede
sustituirse por otro. Dicho cambio, puede producirse aún antes de la mayoría de la
edad o de la emancipación del menor si el domicilio de los padres se desplaza, o
bien, por el nombramiento de un tutor que tenga un domicilio diferente. Una vez, el
menor adquiere la mayoría de edad o la emancipación, este es capaz de escoger
otro domicilio, pero si no lo hiciera conservará indefinidamente su domicilio
original.
Ghersi229 señala que si bien es cierto, el domicilio de origen el del día del
nacimiento de los hijos, es decir, el domicilio del padre, debe entenderse que se
trata del domicilio de los padres, en el caso que se encuentren unidos en
matrimonio o convivan en el mismo lugar, aunque alguno de los padres se
encuentre transitoriamente fuera del hogar conyugal; pero si se tratare de un hijo
extramatrimonial, el domicilio de origen del menor será el de la madre. Así, que el
domicilio de origen es el primero que tiene una persona al nacer, el cual subsiste
mientras la persona sea menor de edad, salvo el caso de la emancipación.
86
obligaciones que se deriven de un contrato suscrito por ambas partes; domicilio de
origen, es el que un menor adquiere al momento de su nacimiento y es el domicilio
de sus padres, este domicilio nunca se extingue respecto a una persona.
El cambio de domicilio hace referencia a todas las clases de domicilio que vimos
con anterioridad, pues las personas tienen la libertad de cambiarlo cuando lo
deseen, la excepción a la regla sería el domicilio legal, puesto que este se fija por
la ley y únicamente puede ser cambiado cuando la misma ley lo indique o cuando
finalice la situación por la que una persona fue sometida a este domicilio.
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 190
230
87
Con la postura de Bonnecase coinciden Planiol y Ripert232 quienes agregan que
el cambio voluntario de domicilio supone reunidas dos condiciones: la primera el
hecho de que exista una habitación real en otro lugar; y el segundo la intención de
fijar en él su principal establecimiento. Por tanto, deviene necesario que la persona
haya llegado ya al lugar donde piensa habitar para que se configure la primera
condición. En cuanto a la segunda intención, los autores citados plantean la
problemática del cambio de domicilio en el supuesto en que una persona muera y
no se hubiese completado el cambio de domicilio. En principio, la sucesión se
abrirá en el lugar de su antigua habitación; pero ¿qué sucede con la intención que
tenía la persona de hacer de ese lugar su principal establecimiento?, pues si no lo
llega a concluir solo sería un cambio de residencia. Es aquí donde los autores
coinciden con la postura de Bonnecase, pues indican que la intención puede
probarse con hacer una declaración expresa a la alcaldía del lugar que se
abandona y otra en el lugar donde se fija el nuevo domicilio. En defecto de este
medio probatorio la intención se probará dependiendo de las circunstancias, las
cuales no son taxativas pues quizá no haya una sola que, tomada aisladamente,
pueda bastar para ello. La intención se deducirá más bien por una serie de hechos
o actos, que el tribunal apreciará. Sin embargo, algunos hechos tendrán más valor
que otros, porque la intención de cambiar de domicilio deberá manifestarse ante
ellos bajo una forma jurídica. Cuando estas dos condiciones se reúnen y pueden
ser probadas, el cambio de domicilio opera de inmediato.
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 190
233
88
tenía antes de estar preso y que adquiere el del lugar donde cumple su condena,
es decir, tiene dos domicilios simultáneos.
3.5.1 Antecedentes
Para tener una idea más generalizada de cómo se llegaron a determinar los
estados de la persona, Ghersi234 a manera de antecedente señala que la idea de
estado se inicia con la atribución o reconocimiento del ser humano como persona
jurídica, pues es a partir de allí que nace el estado de ente de imputación
normativa. No obstante, esta situación jurídica no se aplica en el uso normal del
derecho a los efectos del estado.
Continúa señalando el citado autor que todos los códigos de base romano-
napoleónica, centran la cuestión del estado en torno a la familia y al Estado, como
organización política; sin embargo, hoy en día sorprende el hecho que los
ordenamientos jurídicos se ocupen de la cuestión de la familia, puesto que las
89
relaciones de familia se desarrollan, por su naturaleza, como si el derecho no
existiera, es decir, que en el derecho se legisla a partir de ella. Por lo tanto, el
estado como función del derecho, se piensa y se legisla en consideración a la
familia y al Estado.
3.5.2 Definición
Para comprender más cuales son los estados de la persona y en base a qué se
determinan, es necesario conocer que es estado de la persona individual. Al
respecto, Bonnecase, nos brinda una definición muy completa y acertada sobre el
tema, “El estado como atributo de la personalidad es la situación jurídica de un
individuo en función con los grupos sociales de que necesariamente forma parte:
la Nación y la familia; el estado contribuye, a la individualización de la persona
uniéndola a un grupo social determinado”.235
90
fallecimiento- que el ordenamiento jurídico alude, para el desarrollo de una función
o rol, sin la cual el derecho no podría cumplir su cometido”.236
Para Maseaud, citado por Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez “El estado de
una persona es su situación jurídica, su estatuto jurídico. Determinar el estado de
una persona es precisar sus contornos jurídicos, su situación frente al Derecho”. 237
Finalmente, Planiol y Ripert señalan que “Se llama estado de una persona (status
o conditio) a determinadas cualidades que la ley toma en consideración para
atribuirles ciertos efectos jurídicos”.239
Continúan indicando los autores citados que, designar el estado de una persona
es calificarla, no sin precisar el punto de vista bajo el cual se juzga, puesto que no
toda cualidad que produzca efectos jurídicos puede denominársele estado, ya que
no se consideran como estados las diversas profesiones y funciones, a pesar que
todas implican derechos y deberes propios, reglamentados por la ley. Por lo tanto,
el derecho reserva este nombre a las cualidades inherentes a la persona, con
exclusión de los calificativos que le corresponden en razón de su ocupación.
91
3.5.3 Efectos del “Estado de”
La ubicación, tanto social como jurídica, que brinda la situación del estado –estado
de— conlleva determinados derechos y obligaciones, dependiendo de cuál sea el
estado que ostenta una persona.
Al respecto, Ghersi240 indica que la ubicación que brinda la situación jurídica del
estado, significa para el que lo porta una actitud referencial del derecho respecto a
determinadas situaciones o relaciones, que conllevan, a su vez, la aplicación de
determinadas instituciones, normas, o estatutos, que son la base del derecho.
92
estado, la ley le concede o le niega un derecho; le impone una obligación o lo
dispensa de ella. Así pues, los ciudadanos de determinado país, tienen derechos y
obligaciones que un extranjero no tiene. Así como, las personas unidas en
matrimonio regular, tienen deberes recíprocos de fidelidad y asistencia que no
existe entre los concubinos.
Ibid. Pág. 74
242
93
Por lo tanto, la razón de saber si una persona posee o no determinado estado,
interesa unas veces a la existencia misma del derecho u obligación, y en otras a
su simple ejercicio. Siendo sus consecuencias de dos clases: la primera de ellas
es que en consideración del estado de una persona, la ley le concede o le niega
un derecho, le impone una obligación o lo dispensa de ella; y la segunda es que el
estado de la persona sirve para determinar su aptitud para ejercitar por sí misma
sus derecho o cumplir sus obligaciones.
3.5.5 Características
94
e) Es intrasmisible, en tanto que no puede ser objeto de traslado, entrega,
sesión, traspaso o enajenación;
f) Es irrenunciable ya que es un derecho que no puede ser renunciado;
g) Es imprescriptible en tanto que no se adquiere ni se extingue por el simple
transcurso del tiempo; y
h) Puede ser materia de posesión”.243
Las características del estado ayudan a comprender más cuáles son sus
funciones dentro del sistema jurídico. Las características a resaltar serían que es
intransmisible, irrenunciable e imprescriptible; es indivisible y absoluto; se
encuentra fuera del comercio; sin embargo, la característica más importante es
que es una relación entre la persona considerada y un grupo social determinado.
Por lo tanto, tal y como lo establecen Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez, “el
estado personal refiérase entonces, a la situación particular en que se encuentra
la persona física frente a la sociedad, clasificando a los individuos en capaces e
incapaces”.244
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 206
243
95
estructura orgánica (edad, locura) o desde el punto de vista del estado (soltero,
casado).
Por su parte, Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez establecen que “para algunos
autores la capacidad o incapacidad no constituyen propiamente un estado, pues
se dice que falta la característica de relación con un grupo determinado como la
que existe en el estado de familia y en el estado político”.246
Lo anterior hace referencia a que en las primeras dos categorías existe siempre
una relación entre una persona considerada y otra más. En cambio en la última,
no se supone ninguna relación particular entre diversas personas, por lo que las
cualidades de ésta se determinan por una simple comparación entre una persona
y las demás.
246Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 207
247Bonnecase, Julien. Op. Cit. Pág. 140
248Planiol, Marcel y Ripert, Georges. Op. Cit. Pág. 71
96
En síntesis, el estado personal o capacidad es la situación particular en que se
encuentra una persona física frente a la sociedad. Coincido con la doctrina que
establece que la capacidad o incapacidad no constituyen propiamente un estado,
pues falta la característica de la relación que tiene la persona con un grupo social
determinado o con los miembros de éste; y cuando se hace referencia a la
capacidad se considera a la persona en sí misma, en su estructura jurídica, ya sea
ésta un resultado de su estructura orgánica o de su estado. El estado pues, es el
conjunto de cualidades constitutivas que distinguen al individuo en la ciudad y en
la familia, no en su ámbito personal.
Por su parte, Rogel Vide hace referencia a que el estado civil es un concepto
fundamental para la legislación, del cual el intérprete no puede prescindir de
ninguna manera. Brindándonos así una definición desde el punto de vista subjetivo
y una desde el punto de vista objetivo. “En sentido subjetivo, ha de entenderse por
tal la suma de puestos que una persona ocupa en relación a ciertas circunstancias
que el ordenamiento valora como esenciales para determinar la posición y el trato
jurídico asignable a ésta dentro de la comunidad y de la familia, su capacidad de
obrar y su ámbito de poder y responsabilidad. En sentido objetivo se entiende por
Loc. Cit.
250
97
estado civil, por estados civiles, cada una de las circunstancias consideradas
como esenciales”.251
Por la naturaleza de las relaciones, derechos y deberes que se crean a raíz del
estado familiar, es que algunos autores lo denominen también estado civil,
asimismo lo relacionan con la situación de la persona respecto del matrimonio, así,
desde esta perspectiva las personas tienen el estado civil de soltera (cuando no
ha contraído matrimonio), casada (cuando está unida en matrimonio), divorciada
(cuando ha disuelto su vínculo matrimonial en vida de su cónyuge) o viuda
(cuando ha muerto su cónyuge), aunque este último no sea reconocido como
estado civil en varias legislaciones.
Ghersi253 indica que el estado civil se determina desde dos puntos de vista:
respecto del matrimonio y respecto de la filiación.
98
de fidelidad, en cambio, existe una diferencia en cuanto a la presunción de
maternidad y de paternidad respecto de los hijos.
Para que la calidad del estado civil que se ostenta sea legal y válida, deberá
hacerse constar o inscribir en el RENAP; el cual, de conformidad con Beltranena
Valladares de Padilla “es una institución pública del Derecho Civil, Administrativa
o de Familia, en donde se asientan con individual particularización los principales
hechos relativos al hombre: nacimiento, matrimonio, muerte, y otras circunstancias
99
o actos de importancia que le atañen o conciernen en sus relaciones familiares o
sociales”.256
Sin embargo, hay autores, como Planiol258, que consideran que el estado civil
también tiene por objeto determinar la aptitud para ejercer los derechos y
obligaciones que otorga el mismo. No obstante, esta aseveración resulta
incongruente, puesto que hace más referencia a la capacidad de la persona que al
estado civil de la misma, distorsionando de esta manera el verdadero objeto del
estado civil que es determinar el número y naturaleza de los derechos que
adquieren las personas.
100
3.5.7.c Clasificación del Estado Civil
101
3) Nuera
4) Cuñado
Ahora bien, por su carácter irrenunciable, a nadie le es dado abdicar tal derecho;
aún en aquellos casos en que alguna persona, por complejo o vergüenza, no
quiera tener determinada filiación.
259Ibid. Pág. 41
260Ibid. Pág. 42
261Bonnecase, Julien. Op. Cit. Pág. 140
102
derechos patrimoniales, los cuales una vez nacidos, se separan en cierta forma de
él, y se sitúan dentro de los límites generales de los bienes materiales. Por lo que
no existe una razón válida por la cual se pueda impedir, a los acreedores, el
ejercicio, por cuenta de su deudor, de la acción de petición de herencia que le
pertenece a su propio derecho en una sucesión abierta.
En síntesis, se puede establecer que los caracteres más relevantes del estado civil
son que es inalienable, imprescriptible e irrenunciable, pues este no se puede
negociar, no de extingue bajo ninguna circunstancia y nadie puede abdicar tal
derecho.
Como se mencionó con anterioridad, en principio, el estado civil se prueba con las
certificaciones de las actas extendidas por el RENAP, y que en casos expresos
que señala la legislación, se puede probar por medio de pruebas supletorias.
103
En cuanto al nombre, la doctrina establece que su demostración se da con el uso
público y constante de un apellido derivado de la filiación, siendo este en la gran
mayoría de casos el apellido paterno.
Por último, en cuanto a la fama, esta se establece con demostrar que los
parientes y amigos de los presuntos padres, haya reputado y reconocido como hijo
al interesado, así como la sociedad en general; es decir, que en las relaciones
sociales y de familia el interesado haya sido reconocido como hijo de los
presuntos padres.
104
definitiva. Que públicamente haya sido su padre, y que haya tenido el mismo
concepto para la familia”.265
De conformidad con la definición aportada, se creó una fórmula que contenía los
elementos de la posesión de estado del Código Civil: Nomen, tractus, fama. Estos
en general coinciden con los establecidos por Beltranena Valladares de Padilla,
sin embargo son explicados de otra manera que vale la pena mencionar.
Este estado hace referencia a los derechos y obligaciones que una persona
adquiere frente al Estado propiamente, ya sea que reside en ese Estado o se
encuentra de paso.
265Loc. Cit.
266Planiol, Marcel y Ripert, Georges. Op. Cit. Pág. 74
267Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op.Cit. Pág. 217
Coinciden con tal postura Planiol, Marcel y Ripert, Georges. Op. Cit. Pág. 72
105
Por su parte, Bonnecase268 indica que el estado político se refiere a la situación
de la persona con respecto a la nación y en la nación.
Por tanto, de conformidad con este autor, el estado político de las personas en el
sentido amplio de la palabra, implica un doble aspecto: se es nacional o
extranjero, pero no necesariamente se es ciudadano.
3.5.8.a Nacionalidad
271Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 217
106
Por su parte, Ghersi272 indica que el estado de nacional tiene una condicionalidad
de pertenencia con determinado estatuto jurídico a que el ser humano tiene
derecho, como resultado de su ubicación en el contexto mundial.
Por último, García Amigo, citado por Ghersi establece que “la nacionalidad es la
relación de la persona con el ordenamiento jurídico nacional –como expresión del
Estado de derecho- a que está sujeta”.273
276
Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez. Op. Cit. Pág. 217
277
Aguilar Guerra, Vladimir Osman. Op. Cit. Pág. 183
278
Constitución Política de la República de Guatemala. Artículo 146
279Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez. Op. Cit. Pág. 217
108
a) Por concesión de la soberanía. En la cual, se solicita que se le conceda al
extranjero la nacionalidad mexicana, a través de la obtención de la carta de
naturalización correspondiente expedida por la Secretaría de Relaciones
Exteriores.
b) Por virtud de matrimonio. La mujer o varón extranjeros que contraigan
matrimonio con varón o mujer mexicanos y tengan o establezcan su
domicilio dentro del territorio nacional, adquieren la nacionalidad mexicana.
Previa comprobación de los requisitos de ley, para que la Secretaría de
Relaciones Exteriores expida el certificado correspondiente de
nacionalidad.
c) Por elección. Cuando se presenta conflicto entre dos legislaciones,
respecto de qué nacionalidad corresponde a un individuo, cuando ambas
coinciden en reputarlo nacional de su Estado; la regla aceptada por la
mayoría de los sistemas jurídicos, es la que, corresponde en cada caso al
propio interesado, optar por la nacionalidad que le convenga, siempre que
se llenen algunos requisitos tales como, en el caso de México: tener
establecido su domicilio en el territorio del país por cuya nacionalidad opta,
tener modo honesto de vivir etc..
109
Sin embargo, hay un caso específico en el que se puede perder la nacionalidad
sin la voluntad de quien la posee; tal caso es cuando se comete el delito de
traición a la patria, el cual se castiga con la pérdida de la nacionalidad y por ende
la expulsión de esta persona de dicho país.
3.5.8.b La ciudadanía
La urbe era en tiempos antiguos el sustrato material de una unión vista como
espiritual, metafísica, sagrada, entre familias de varias etnias diferentes, con
intereses comunes, residencias colindantes, culturas muy parecidas, y todas ellas
sometidas al fuerte influjo etrusco de modo inmediato, y a la más débil presencia
griega en segundo término. Esa comunicación recibió desde muy antiguo dos
denominaciones coexistentes; “república” y “ciudad”.
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 218
281
110
votando en las elecciones para elegir a los representantes y funcionarios de la
Federación, de los Estados o de los Municipios.
Por último, Planiol y Ripert señalan que la calidad de ciudadano es la aptitud para
ejercer derechos políticos. Fue creada por la revolución, pero pronto fue alterada
la noción por el espíritu popular. Usualmente se emplea la palabra ciudadano de
una manera general, como sinónimo de súbdito francés, y se aplica a todos los
miembros de la nación.
111
Asimismo, la ciudadanía también puede suspenderse, la cual se impone cuando
no se cumple con las obligaciones que la ley fija para los ciudadanos o bien
durante el tiempo determinado en que por virtud de estar sujeto a proceso, prófugo
o extinguiendo una pena corporal, no se pueden ejercitar los derechos; lo mismo
en los casos de vagancia o ebriedad consuetudinaria.
3.6 La capacidad
3.6.1 Antecedentes
112
de derechos. Los latinos, con el sentido común que los caracterizaba y su poco
afecto por la abstracciones, preferían hablar de “cabeza”, pues es por cabeza, de
lo que se hace la imagen, que se es conocido.
3.6.2 Definición
Loc. Cit.
285
113
familia o patrimonial, y para hacer valer por sí misma los derechos de que esté
investida”.287
Para Aguilar Guerra la capacidad se puede entender como “la idoneidad o aptitud
reconocida por el Ordenamiento Jurídico para ser sujeto de la actividad jurídica, es
decir, para ser el destinatario de las normas jurídicas y titular de los intereses que
el legislador asume para su protección. La capacidad jurídica así entendida, es
una cualidad esencial de la persona y corresponde siempre a la misma”.289
Julio Luis Martínez Martínez coincide con la definición dada por Aguilar Guerra y
además agrega que los elementos que caracterizan a la capacidad jurídica son:
“es una e indivisible, porque la persona es una y la capacidad jurídica es reflejo o
expresión de la dignidad de las personas, y es igual para todos los que son
reconocidos como personas; estática, es decir, no modificable por las condiciones
empíricas o fenoménicas del individuo; irreductible, en el sentido de que no puede
ser limitada ni restringida en forma alguna; tiene el carácter de fundamental,
porque contiene in potentia todos los derechos de que el hombre puede ser sujeto
y en los cuales se traduce la capacidad.”290
Por lo tanto, capacidad es la aptitud de una persona para ser titular de cualquier
derecho, ya sea de familia o patrimonial, y para hacer valer por sí misma los
derechos de que esté investida; dicha aptitud es reconocida por el ordenamiento
jurídico para ser sujeto de la actividad jurídica. La capacidad jurídica es una
114
cualidad esencial de la persona y corresponderá siempre a la misma; sus
características esenciales son: es una e indivisible, es estática, irreductible y tiene
el carácter de fundamental. La capacidad se divide en dos nociones
completamente distintas: la capacidad de goce y la capacidad de ejercicio.
Para Cabanellas de Torres capacidad de goce es “La aptitud que tiene el hombre
para ser sujeto o por parte, por sí o por representante legal, en las relaciones de
Derecho; ya como titular de derechos o facultades, ya cual obligado a una
prestación o al cumplimiento de un deber”.291
291
Capacidad Jurídica. Cabanellas de Torres, Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental.
Argentina. Editorial Heliasta. 2001.15ª. edición. Pág. 61
Coincide con la definición de Capacidad jurídica. Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias
Jurídicas, Políticas y Sociales. Argentina. Heliasta, 2006. 33ª. Edición. Pág. 146
292Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 208
115
de la misma, del deber u obligación que puede recaer sobre su persona o su
patrimonio. La capacidad es el fundamento y la precondición de cualquier derecho
y es un status.
Por otra parte, continúa indicando Bonnecase295 que si bien es cierto que la
capacidad de goce de una persona no se puede suprimir totalmente, sí puede
sufrir ciertas restricciones, es decir, no existen incapacidades de goce generales,
pero por el contrario, hay incapacidades de goce especiales muy limitadas en
número pues al parecer atentan contra la esencia misma de la personalidad. Tal
sería el caso de la incapacidad de goce que afecta a los condenados a una pena
perpetua, que les impide tanto dar como recibir a título gratuito bajo ciertas
reservas; lo mismo sucede con la disposición que niega, en Francia, el voto y la
elegibilidad política a las mujeres, se trata de una capitis diminutio, que
corresponde a un estado social desaparecido. Por el contrario, la naturaleza
misma de las cosas impone que se fije una edad antes de la cual es imposible
contraer matrimonio, hacer testamento, adoptar; en estos casos, se está ante una
Loc. Cit.
295
116
incapacidad de goce, puesto que la persona afectada por ella, no puede hacer
esos actos ni por sí misma ni por medio de un representante.
Finalmente, Spota, citado por Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez “La persona
tiene capacidad de derecho para llegar a ser titular de posibilidades jurídicas
atribuidas por el Derecho Objetivo a su voluntad y para satisfacer intereses
humanos propios o ajenos. De ahí que toda aquella que carece de tal actitud sufre
de incapacidad jurídica. Pero si el ser persona implica ese estado potencial, esa
actitud de llegar a la titularidad de derechos subjetivos y de ser sujeto pasivo de
deberes jurídicos, deriva de ello como lógica consecuencia, que la persona
individual, es, por regla, capaz de derecho. Solo en razón de disposición contraria
de la norma existe incapacidad jurídica. De lo anterior se deduce que la capacidad
de goce de las personas físicas solo admite restricciones limitadas en función de
la ley”.296
Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 210
296
117
valer los derechos por el que es titular de ellos. De la misma forma no es subjetiva,
ya que es el derecho objetivo puesto en función o llevado a la práctica.
Por su parte, Bonnecase indica que “La capacidad de ejercicio puede definirse
como la aptitud de una persona para participar por sí misma en la vida jurídica,
figurando efectivamente en una situación jurídica o en una relación de derecho,
para beneficiarse con las ventajas o soportar las cargas inherentes a dicha
situación, siempre por sí misma”.300 En cuanto a la capacidad de ejercicio, esta
puede ser afectada libremente por el legislador, pues su único objetivo es proteger
a la persona, no afectarla.
298Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Báez, Rosalía. Op. Cit. Pág. 211
299Loc. Cit.
300Bonnecase, Julien. Op. Cit. Pág. 165
118
reconocidos en las normas, lo que se conoce como actos jurídicos. Dicha
capacidad constituye una manifestación de la libertad de la persona, en cuanto
que le permite asumir por sí misma la defensa de sus propios intereses; es por ello
que es preciso que la persona tenga la madurez necesaria para poder medir las
consecuencias de sus actos. La legislación guatemalteca la plena capacidad se
adquiere con la mayoría de edad, que está fijada en los 18 años, que es la edad
en la que, a juicio del legislador, se puede presumir la existencia de la madurez
necesaria para actuar en forma responsable en la defensa de sus propios
intereses. Por lo tanto, se puede afirmar, en principio, que solo la minoría de edad
y determinadas enfermedades, que afecten la conciencia del individuo, pueden ser
causa de limitación de la capacidad de obrar.
Por último, Rogel Vide302 la define como “la aptitud de la persona para realizar
actos con eficacia jurídica; la posibilidad, conferida a esta, de producir, con sus
actos, efectos jurídicos para sí misma y para su patrimonio”.
Coinciden con esta definción Ossorio, Manuel. Op. Cit. Pág. 146, Cabanellas de la
Torre, Guillermo. Op.Cit. Pág. 61 y Lehmann, Heinrich. Op. Cit. Pág. 122
119
capacidad es la mayoría de edad, que en nuestro ordenamiento jurídico, está
fijada en los 18 años.
Diferenciar entre los dos tipos de capacidad deviene necesario pues cada una
tiene funciones específicas en el actuar de la persona dentro de las actividades
jurídicas. Al respecto, Aguilar Guerra303 indica que la capacidad jurídica, como
esencial a toda persona, es igual e invariable en todas ellas, en cambio, la
capacidad de obrar depende del estado civil de cada una, siendo, por tanto
cambiante y diferente en cada momento y en cada sujeto. Por una parte se
encuentra determinada por la misma aptitud natural de cada individuo, y por otra
parte se manifiesta como un reflejo del estado de la situación que cada uno
guarda en relación con la comunidad. De esta forma, la capacidad de obrar se
presenta como una condición necesaria para la validez y eficacia de los actos que
realiza una persona jurídicamente.
120
Ahora bien, en cuanto a la capacidad de hecho, esta se encuentra ligada con el
ejercicio y no existe en todas las personas, sino únicamente a favor de aquellas a
las cuales la ley se las conceda, mientras que a otras se las niega en su propio
beneficio como medida de protección, tal es el caso de los menores impúberes y
dementes, con la salvedad de que se les asigne un representante legal para que
ejerza esos derechos en su nombre.
Loc. Cit.
306
121
objeto de presunción, debe constar expresamente en un texto legal. En esta
materia no hay, ni puede haber interpretaciones analógicas, cuando la ley
establece la incapacidad debe interpretarse en sentido restrictivo.
CAPÍTULO CUARTO
Las esferas del poder jurídico de la persona, hacen referencia a los ámbitos en los
cuales la persona puede desenvolverse jurídicamente, es decir, los ámbitos en los
cuales adquirirá derechos y obligaciones y en los cuales los puede hacer valer.
Esta esfera hace referencia a la esfera personal, corporal, espiritual y patrimonial
de cada persona.
122
primordial por el cual se crea el derecho; asimismo, es a la persona a quien se le
impone una serie de deberes que derivan del ordenamiento jurídico y como
consecuencia de los mismos, se le impone un ámbito de responsabilidad.
En cuanto a este tema Rogel Vide309 señala que el tema de los bienes y derechos
de la personalidad, es en la actualidad un tema clásico del Derecho Civil, que
aunque no esté expresamente regulado en el Código Civil, la jurisprudencia
reconoce el carácter indemnizable del daño moral, con lo cual se abre paso a la
consideración y protección jurídica de los bienes de la personalidad en general.
Loc. Cit.
308
Loc. Cit.
309
123
Asimismo, afirma que a pesar de que se habla de los anteriores derechos como
derechos subjetivos de la personalidad, se asignan a estos, caracteres singulares
no propios de otros derechos, los cuales son los siguientes: son esenciales,
innatos u originados, inherentes a la persona, personalísimos, individuales,
privados, absolutos, oponibles erga omnes, intransmisibles, irrenunciables,
inexpropiables e imprescriptibles.
Sin embargo, la propia legislación establece que cada persona tiene obligación de
respetar la vida ajena, salvo los casos en los que se está defendiendo de una
agresión injusta.
124
que hay autores que sostienen que dicha práctica es factible, mientras hay
quienes opinan que no lo es. Sin embargo, parece preponderante la tesis de
quienes no están de acuerdo con dicha práctica, en base a la cual no debe
estimarse vinculante la negativa de una persona a someterse a un tratamiento
médico, transfusión de sangre o intervención quirúrgica que se estimen, según
criterio médico, necesarios o imprescindibles para salvar la vida del enfermo; no
obstante, se han establecido parámetros bajo los cuales, para que el tratamiento
sea exitoso, sea imprescindible la colaboración activa del paciente.
311
Vida. Ossorio, Manuel. Op. Cit. Pág. 984
312Vida. Diccionario de la lengua española. Real Academia Española. 22ª. Edición.
http://lema.rae.es/drae/?val=vida
313Rogel Vide, Carlos. Op. Cit. Pág. 131
125
primero, el momento del cigoto o pre embrión, fruto de la fecundación por unión de
dos gametos, el óvulo y el espermatozoide, y su desarrollo hasta que se implanta
en la pared del útero materno, tras semana o semana y media; el segundo es el
momento del embrión: desde que el cigoto se implanta en el útero hasta el tercer
mes del embarazo; y el tercero el momento del feto: cuando éste ya posee
apariencia humana y órganos formados que maduran paulatinamente, momento
comprendido desde el tercer mes de embarazo hasta el parto.
126
conducirlo a la muerte pues no se estaría respetando el derecho fundamental a la
vida consagrado en la Carta Magna; dicha práctica, en los países en los que no
está legalizada, puede ser considerada como homicidio o inducción al suicidio.
La esfera espiritual de la persona hace referencia más que nada a los derechos
que atañen la moralidad de la persona, su esencia como tal. Dentro de esta esfera
encontramos derechos que de ser transgredidos, se estarían violentando derechos
fundamentales para el correcto desarrollo de las personas dentro de la sociedad,
como serían: la libertad, el honor y la fama, la intimidad personal y familiar, la
propia imagen, y por último los derechos de autor.
Al respecto, Rocco Buttiglione indica que la esfera espiritual, “es donde se halla
la plenitud de la persona y su felicidad, que consisten en el don de sí y en la
participación a la comunión universal”.314
Por su parte, Leopoldo Eulogio Palacios señala que “la esfera espiritual es lo
humano con valor propio. Constituye una unidad en la totalidad de lo humano.
Pero no es algo definitivo y acabado, sino una construcción y un proyecto, que se
realiza en la construcción de la personalidad por medio de la búsqueda de
sentido”.315
4.3.1 La libertad
314
Buttiglione, Rocco. La persona y la familia. Traducción por: Francisco Fernández.
España. Ediciones Palabra. 1999. Pág. 211
315
Palacios, Leopoldo Eulogio y otros. Tratado de educación personalizada. El concepto de
persona. España. Ediciones Rialp. 1989. Pág. 109
316Libertad. Diccionario de la lengua española. Real Academia Española. 22ª. Edición.
http://lema.rae.es/drae/?val=vida
127
Por su parte, Ossorio la define como el “Estado existencial del hombre en el cual
éste es dueño de sus actos y puede auto determinarse consistentemente sin
sujeción a ninguna fuerza o coacción psicofísica interior o exterior”.317
Ahora bien, Rogel Vide318 nos indica que dentro de la esfera espiritual de la
persona se manifiestan, en primer lugar, las libertades. De las cuales, la doctrina
habla de diversas libertades, en ocasiones derechos de libertad, en función de los
distintos objetos sobre los que pueda versar.
Las que resulta más interesante destacar son las libertades de expresión e
información. La primera resulta más amplia que la de información, puesto que no
opera, en el ejercicio de la libertad de información, el límite de veracidad aplicable
a ésta.
128
personalidad, como el honor, la fama, la intimidad o la imagen, no pueden
reputarse ilegítimas al final.
Los bienes sociales de conformidad con Rogel Vide319 son aquellos que aun
separables de la propia persona, le atañen muy directamente, tales como el honor
y la fama, la intimidad personal y familiar y la propia imagen. La doctrina ha
cuestionado, en relación con los bienes sociales y los derechos existentes sobre
los mismos, caracteres clásicos de los derechos de la personalidad, como lo son:
esenciales, absolutos, indisponibles e intransmisibles.
En cuanto a este tema, Ossorio nos proporciona una definición de honor, la cual
establece que es la “Cualidad moral que nos lleva al más severo cumplimiento de
nuestros deberes respecto del prójimo y de nosotros mismos”.320
Ahora bien, en cuanto a la fama, el mismo autor la define como la “Opinión que las
gentes tienen de una persona. Buen estado del hombre que vive rectamente
conforme a la ley y a las buenas costumbres”.321
Por su parte, Rogel Vide322 indica que Tribunal Supremo español establece que
el honor, como bien, está integrado por dos aspectos: el de inmanencia o
mismidad, que es la estimación que cada persona hace de sí mismo; y el de
trascendencia o exterioridad, que es el reconocimiento que los demás hacen de
nuestra dignidad.
129
independientemente de que ésta sea famosa o no. El honor tiene que ver con la
propia estima, con la adecuación de la propia vida y conducta a un patrón honesto
y la satisfacción que ello causa. La fama, por su parte, hace referencia a la
reputación, que puede ser buena o mala, tiene que ver con la consideración ajena,
con lo que los demás piensen o digan de uno, sea cierto o no.
Ahora bien, en cuanto a la intimidad personal y familiar, Rogel Vide324 nos indica
que esta implica la existencia de un ámbito propio y reservado frente a la acción y
conocimiento de los demás, un espacio en el cual no se permiten las intromisiones
extrañas, lo cual es necesario para mantener una calidad de vida mínima. Para
establecer los límites de la intimidad, es necesario tomar en cuenta los usos
sociales y los propios actos, las cuales representan las pautas de comportamiento
escogidas por cada persona para sí misma y en el seno de la familia. Ya sea en
130
mayor o menor representación, todas las personas tienen una esfera de intimidad
que no puede ser traspasada impunemente.
131
corresponde por razón de las obras literarias, artísticas, científicas o técnicas para
disponer de ellas por todos los medios que las leyes autorizan”.326
Rogel Vide327 indica que el derecho del autor sobre la obra del espíritu que crea
es un derecho de propiedad intelectual que está integrado por derechos de
carácter personal y patrimonial, que atribuyen al autor la plena disposición y el
derecho exclusivo a la explotación de su obra. Asimismo, posee derechos o
facultades morales o personales como el inédito, la paternidad, la integridad y el
arrepentimiento.
132
un efecto perjudicial en la moral de la persona, en su espíritu como tal; es por eso
que se protegen como derechos de la personalidad.
El patrimonio representa todos aquellos bienes que son aptos para satisfacer las
necesidades económicas de las personas. Los bienes económicos constituyen el
objeto del patrimonio. En sí, el poder y deberes sobre dichos bienes surgen de una
serie de situaciones jurídicamente relevantes, cuyo conjunto conforman la esfera
patrimonial de la persona.
Por su parte, Rogel Vide indica que se puede entender el patrimonio como la
“masa de bienes destinada a un común y sometida a unas normas específicas de
gestión y a una misma esfera de responsabilidad”.330 Lo normal sería que una
persona sea titular de un solo patrimonio, sin embargo es posible que sea titular
de varios, así como también es posible la existencia de un patrimonio sin sujeto.
Por lo tanto, se puede decir que el patrimonio es todo aquel conjunto de bienes
materiales, derechos y obligaciones que posee una persona y que pueden ser
valorables en dinero. En principio, una persona solo puede ser titular de un
patrimonio; sin embargo, puede darse el caso que una persona sea titular de
varios patrimonios al mismo tiempo o que existan patrimonios sin titular.
133
4.4.2 Características del patrimonio
Rogel Vide332 coincide con las características anteriores, sin embargo agrega las
siguientes: a) Legalidad. Hace referencia a que el Derecho es el único que puede
autorizar la consideración jurídica unitaria de un conjunto de bienes; y b)
Autonomía. Hace referencia a la independencia de un patrimonio, respecto de
otros, en el ámbito de la responsabilidad por deudas.
Coincide con las características mencionadas Alessandri R., Arturo y otros. Op. Cit.
Pág. 481
134
posee en la actualidad. Se puede mencionar como ejemplo, el patrimonio
del menor o el del ausente.
3. Patrimonio colectivo. Aquel en que la titularidad corresponde a varias
personas. Como por ejemplo, la comunidad de gananciales, los restantes
posibles regímenes de comunidad conyugal, la masa de la herencia indivisa
e, incluso, el patrimonio de las sociedades sin personalidad jurídica.
4. Patrimonio en situación interina. Sería el caso del patrimonio en liquidación,
como el patrimonio concursal y herencia a beneficio de inventario, o en
espera de un titular, como por ejemplo, el patrimonio del ausente, la
herencia yacente o bajo condición.
135
dinero, jurídicamente, es cosa consumible, no en el sentido de que pierda
su valor sino en el de que, al ser usado, sale del patrimonio del usuario.
4. Cosas fungibles y no fungibles. Las primeras son sustituibles fácilmente y
no tienen valor como objeto en sí, a diferencia de cuanto sucede con las no
fungibles, las cuales no pueden ser sustituidas con facilidad pues son
únicas.
5. Cosas específicas y genéricas. Según estén individualmente determinadas
o lo estén tan solo por su pertenencia a un género del que se puede
especificar algunos datos.
6. Cosas divisibles e indivisibles. Físicamente, todas las cosas son divisibles.
Jurídicamente, son divisibles las cosas susceptibles de ser divididas sin
menoscabo, de tal modo que las partes resultantes tengan la misma
naturaleza y función que el todo; si ello no puede ser, son indivisibles.
7. Cosas presentes y futuras. Las primeras tienen propia individualidad física y
jurídica actual. Las segundas carecen de individualidad jurídica autónoma.
8. Cosas registrables y no registrables. En función de que tengan acceso, o
no, a los distintos registros de bienes, es decir, que para que puedan surtir
efectos jurídicos o para que sean válidas deben estar inscritos en los
registros que estipule la legislación.
136
personas pueden tener un patrimonio. El patrimonio es una emanación de la
personalidad.
CAPÍTULO QUINTO
5.1 Antecedentes
Juan José Bonilla Sánchez335 indica que el primer antecedente de los derechos
de la personalidad son el Código de Hammurabi pues este fue la primera
legislación que trató de poner límites a la esclavitud; en el Derecho Romano sus
antecedentes se remontan al ius Gentium; y por último el cristianismo defendió los
derechos de la personalidad humana mediante la idea de una paternidad
universal, lo que implicaba la igualdad de todas las personas y de sus derechos, al
ser humanos entre sí.
335
Bonilla Sánchez, Juan José. Personas y Derechos de la personalidad. España. Editorial
Reús. 2010
137
Por su parte, Aguilar Guerra336 establece que los derechos esenciales de la
persona, tienen por objetivo los bienes más elevados de entre los que son
susceptibles de dominio por el hombre. Estos perfeccionan la transferencia al
plano jurídico de la personalidad, al darle un contenido mínimo de reconocimiento
efectivo, como requiere el calor que esa personalidad significa, y sirven para
impedir que la personalidad en sentido jurídico se convierta en una fórmula
inservible.
5.2 Definición
138
en la calidad de sujeto jurídico, lleva inseparablemente desde su origen y que no
tienen otro presupuesto que la existencia de la persona”.337
Oscar Ochoa339 los define como aquellas facultades concretas de las que se
encuentra investido las personas como su núcleo fundamental, teniendo el
derecho como impedimento desconocerlos, ni dejar de regularlos o sujetarlos a
normas que nieguen al hombre esa esencia de serlo.
Por lo tanto, los derechos de la personalidad se pueden definir como aquellos que
tienen por finalidad defender intereses humanos ligados a la esencia de la
personalidad. Asimismo, son aquellos que consideran a la persona en sí misma y
la organizan socialmente; estableciendo en qué condiciones el ser humano es
sujeto de derechos y en qué medidas lo son.
139
equivocada. Al respecto, Aguilar Guerra341 indica que el problema entre la
diferenciación de ambos procede de una serie de factores tales como la distinta
perspectiva metodológica con que se ha analizado una misma realidad jurídica, la
dimensión histórica de ese análisis o, incluso, la propia estructura interna de los
distintos derechos. Los derechos de la personalidad fueron desarrollados por la
doctrina jurídico-civil desde finales del siglo XIX y eran un mecanismo muy útil de
impulso de protección y tutela de los valores esenciales de la personalidad
humana. Se centraban en las relaciones privadas y trataban de explicar las
características de los instrumentos de protección y tutela puestos a disposición de
cada persona. Sin embargo, también fueron utilizados para delimitar el ámbito de
defensa de la persona frente a los poderes públicos.
Por su parte, Rogel Vide342 indica que todos los bienes de la personalidad se
encuentran contemplados en la Constitución española, junto con muchos otros,
como objeto de los derechos fundamentales en ella consagrados.
Ibid. Pág. 63
341
140
coincidir, al estar pensados los primeros dentro de un marco privado, de
relaciones entre particulares, en tanto que los segundos se afirman en el ámbito
del Derecho Público, a favor del ciudadano frente a los poderes del Estado.
141
cometa, pudiendo ser cometido por particulares, por los poderes del Estado o por
funcionarios al servicio de la Administración del mismo.
Por lo tanto, se puede establecer que a través del tiempo, de los derechos
humanos consagrados en la Constitución hemos llegado a los derechos
fundamentales y dentro de éstos se encuentra un grupo de derechos específicos
fundamentales que reciben el nombre de derechos de la personalidad. Por lo
mismo, sí existen diferencias fundamentales entre los derechos fundamentales y
los de la personalidad, pues a pesar de que el objeto de los mismos llegue a
coincidir en un punto determinado, ambos tienen finalidades diferentes. Los
derechos de la personalidad están pensados dentro de un marco estrictamente
privado, de relaciones entre particulares, se mueven dentro de un ámbito más
reducido, vendrían a coincidir con los llamados derechos de ámbito personal;
mientras que los derechos fundamentales se afirman en el ámbito del Derecho
público, a favor del ciudadano y frente a los poderes del Estado, suelen ser más
numerosos y coinciden con los derechos de ámbito político o socioeconómico.
5.4 Caracteres
Coinciden con las características mencionadas Aguilar Guerra, Vladimir Osman. Op. Cit.
Pág. 81 y Alessandri R., Arturo y otros. Op. Cit. Pág. 486
142
2) Los derechos de personalidad son derechos vitalicios; debido a que surgen
con su concepción, los derechos de la personalidad se extinguen con ella,
cuando deja de ser persona en términos jurídicos.
3) Los derechos de la personalidad tienen carácter extrapatrimonial; pues no
son valorables en dinero ni pueden ser objeto de contratación.
4) Los derechos de la personalidad son derechos indisponibles; siendo por la
misma razón intransmisibles, irrenunciables, enajenables, inembargables,
inejecutables, expropiables e imprescriptibles.
5) Los derechos de la personalidad son derechos absolutos; en cuanto son
oponibles erga omnes e imponen una obligación negativa a todos,
excluyendo cualquier conducta que lesione su contenido.
6) Los derechos de la personalidad son derechos privados o particulares de
cada persona. Son privados en el sentido de que ellos son particulares y
personales de cada uno, puesto que no se refieren sino a los intereses
personales de los particulares.
143
surgir en la doctrina de los civilistas la interrogante sobre la existencia de
verdaderos derechos subjetivos de la personalidad, negando así su existencia. En
contra de esa doctrina desfavorable a los Derechos de la personalidad como
verdaderos derechos subjetivos, se ha sostenido que tales derechos tienen rango
de derechos subjetivos. En Francia han sido admitidos los Derechos de la
personalidad como verdadero y auténticos derechos subjetivos, aun cuando se
limitan sólo a ciertos derechos que denominados "de la personalidad” no son tales,
sino más bien derechos protegidos, así como lo ha sido en Italia y en España.
5.6 Clasificación
Aguilar Guerra346 señala que la doctrina los clasificaba en dos clases: bienes o
derechos esenciales, como la vida, integridad y libertad; y bienes o derechos
sociales e individuales, como el honor, intimidad, imagen, derecho moral de autor
y nombre. La distinción se basa en la esfera de protección y en el bien protegido,
según fuere un atributo básico para la existencia misma de la persona o afectara a
su proyección respecto de los demás.
144
Por su parte, Ochoa347 indica que de conformidad con la doctrina conocida como
“Sistema unitario”, de origen alemán, los Derechos de la personalidad no son
múltiples, plurales y distintos unos de otros, sino que todos ellos son de la persona
considerada en sí misma, como un sujeto de derecho con dignidad.
1. Derecho a la vida
2. Derecho a la integridad física o corporal
3. Derecho de disposición del propio cuerpo y del propio cadáver
4. Derecho al libre desarrollo de la propia actividad o derecho de libertad
4.1 derecho a la libertad de locomoción, de residencia o de domicilio
4.2 derecho a la libertad matrimonial
4.3 derecho a la libertad contractual y comercial
4.4 derecho a la libertad de trabajo
5. Derecho al honor
6. Derecho a la imagen
7. Derecho moral de autor y de inventor
8. Derecho al secreto epistolar, telegráfico y telefónico
145
Asimismo, agrega que otros autores, agrupan, por un lado, a los derechos que
protegen la inviolabilidad física de la persona y, por otro, a los que resguardan su
integridad moral.
CAPÍTULO SEXTO
6.1 Guatemala
Para conocer más sobre los antecedentes del Código Civil de Guatemala, es
necesario hacer mención que en el año de 1875, mediante acuerdo del 26 de julio,
Justo Rufino Barrios nombró una comisión codificadora para que se encargara de
redactar un Código Civil. Dicha comisión fue suspendida debido a un estado de
guerra con El Salvador, retomándose de nuevo por medio de un acuerdo del 29 de
septiembre de 1876. El primer proyecto de Código Civil fue presentado el 5 de
febrero de 1877 por Decreto número 175 del Presidente de la República emitido el
8 de marzo de 1877. El proyecto se transformó en ley entrando en vigencia a partir
del día 15 de septiembre de 1877, siendo el primer Código Civil de Guatemala.
El actual Código Civil fue emitido el 14 de septiembre de 1963 por el Decreto Ley
número 106 por el Jefe de Gobierno de ese entonces Enrique Peralta Azurdia, el
cual antes de entrar en vigor fue objeto de varias reformas mediante el Decreto
146
Ley 218, el cual entró en vigencia el 10 de julio de 1964.De conformidad con el
artículo 2,178 del Código Civil reformado por el Decreto Ley número 180; el actual
Código entro en vigencia el 1 de julio de 1964.350
350
Castillo Salcedo, Carlos Alberto. Análisis jurídico del artículo 637 del Código Civil
guatemalteco. Guatemala. 2006. Tesis de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales.
Universidad Mariano Gálvez de Guatemala. Pág. 6
351Congreso de la República de Guatemala. Decreto 27-2010.
147
domicilio se encuentra regulado en el capítulo III, de los artículos del 32 al 41, en
los cuales se establece la forma en que se constituye, así como la presunción de
ánimo de permanencia, qué lugares son considerados domicilio, el domicilio legal
y en qué consiste la vecindad. Los estados de la persona individual no se
encuentran regulados en el Código Civil.
6.2 El Salvador
352
Morales Palacios, Hugo. Sobreseimiento. Procedimiento y Eficacia. El Salvador. 2007.
Tesis de Licenciatura en Ciencias Jurídicas. Universidad Francisco Gavidia.
http://wwwisis.ufg.edu.sv/wwwisis/documentos/TE/347.052-M828s/347.052-M828s.pdf. 13
de julio de 2013.
148
referente al Derecho de Familia, argumentando su autonomía respecto del
Derecho Civil y por la necesidad de regular por separado los derechos
patrimoniales y los extra patrimoniales del mismo. Creándose así el Código de
Familia, Decreto 677.
149
que la capacidad se encuentra regulada en el art. 26 del CCES puesto que
establece en que edades se encuentra comprendido un infante, impúber, menor
adulto y mayor de edad.
6.3 Honduras
353
El Código Civil hondureño cumplió 100 años. La Tribuna. Honduras. 5 de enero de
2007. http://old.latribuna.hn/2007/01/05/post10002986/. 13 de julio de 2013.
150
nasciturus y en cuanto a los partos dobles ambas personas tendrán igualdad en
derechos y obligaciones. El fin de la personalidad regulado en el Título IV,
Capítulo I, que establece que ésta únicamente puede perderse con la muerte
natural de la persona, así como establece el caso de la conmorencia.
Los atributos de la personalidad que son regulados por el CCH son el domicilio, el
estado civil y político y la capacidad. El domicilio se encuentra regulado en el
Título III, artículos del 60 al 80 y establece que el domicilio es el lugar de
residencia de una persona, así como cuál es la residencia de los militares,
empleados públicos, de los privados de libertad, de la mujer casada, de los
mayores y menores de edad, entre otros, asimismo regula el domicilio civil y
especial. El estado civil se encuentra regulado a partir del artículo 296 del CCH y
establece que este es la calidad de un individuo en orden a sus relaciones de
familia, en cuanto le confiere o le impone determinados derechos y obligaciones
civiles; el estado político se encuentra regulado en el Libro I, “De los hondureños y
extranjeros” el cual establece que son hondureños los que declara la Constitución
del Estado, los demás son extranjeros, también establece la nacionalidad de los
hijos y de la mujer casada. La capacidad es denominada en el CCH como
habilitación de edad, la cual se encuentra regulada en el Título XIII y establece
que este es un privilegio concedido a un menor para que pueda ejecutar actos
judiciales y extrajudiciales excepto los que la ley lo declare como incapaz. La
mayoría de edad se adquiere a los 21 años.
151
6.4 Nicaragua
152
un individuo en orden a sus relaciones familiares en cuanto le confiere o impone
derechos y obligaciones civiles. El estado político únicamente es regulado en el
artículo 4 que establece que las personas se dividen en nicaragüenses y
extranjeras de conformidad con la Constitución del Estado y la Ley de Extranjería.
La capacidad se encuentra regulada del artículo 278 al 282 y establece que la
mayoría de edad se adquiere a los 21 años.
El actual Código Civil de Costa Rica fue promulgado por medio de la ley No. XXX
del 19 de abril de 1885, entró en vigencia en enero de 1888 por medio de la ley
No. 63 del 28 de septiembre de 1887; derogando así el Código General, llamado
“de Carrillo” del 30 de junio de 1811. Durante los primeros 20 años de
independencia política de España, rigió en Costa Rica las Leyes de Toro, las Siete
Partidas del Rey Don Alfonso El Sabio y las Leyes de Indias de 1680.355
Arroyo Alvarez, Wilberth. “El artículo 595 del Código Civil de Costa Rica: ¿Limitación a
355
la libertad de testar?, Revista de Ciencias Jurídicas. 101. Costa Rica. Mayo-Agosto 2003.
http://www.iij.ucr.ac.cr/archivos/publicaciones/revista/Revista%20101.pdf. 13 de julio de
2013.
153
existencia de la persona física principia al nacer viva y se reputa nacida para todo
lo que le favorezca desde 300 días de su nacimiento, a diferencia de las demás
legislaciones que no establece un período de tiempo dentro del cual se puede
hacer valer los derechos del nasciturus. Asimismo regula los partos dobles y la
conmorencia.
154
Los derechos de la personalidad se encuentran regulados en el CCCR en el Título
II, Capítulo I, artículos del 44 al 48. Estos establecen que los derechos de la
personalidad se encuentran fuera del comercio y que su transgresión debe ser
indemnizada. Los derechos que regula expresamente son el de disposición del
propio cuerpo y el de la fotografía o imagen de una persona.
6.6 México
El Código Civil se publica por secciones con el nombre de Código Civil para el
Distrito y Territorios Federales en Materia Común y para toda la República en
Materia Federal, en el Diario Oficial de la Federación el 26 de mayo, 14 de julio, 3
y 31 de agosto de 1928. El Código entró en vigencia el 1° de octubre de 1932,
según decreto de Pascual Ortiz Rubio, con fecha 29 de agosto de 1932 y
publicado en el DOF el 1° de septiembre de 1932.356
Jiménez García, Joel. “Código Civil para el Distrito Federal de 1928”. Revista de
356
155
circunstancia se puede restringir el ejercicio de sus derechos cualquiera que sea
su naturaleza. También establece que esta se adquiere por el nacimiento y se
pierde con la muerte, pero desde el momento en que un individuo es concebido
entra bajo la protección de la ley.
6.7 Argentina
156
1869 mediante la Ley No. 340 y entró en vigencia el 1 de enero de 1871. 357 El
Código Civil argentino se caracteriza por haber sabido conjugar armoniosamente
la tradición jurídica hispánica, las costumbres del país y la moderna doctrina
civilista.358
357
Universidad Nacional de Rosario. Reforma del Código Civil. Un poco de historia.
Argentina. 2012. http://www.unr.edu.ar/noticia/4800/reforma-del-codigo-civil-un-poco-de-
historia. 13 de julio de 2013
358
Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdova. Moisset de Espanés,
Luis. Dalmácio Véliz Sársfield y el Código Civil Argentino. Argentina.
http://www.acaderc.org.ar/doctrina/dalmacio-velez-sarsfield-y-el-codigo-civil 13 de julio de
2013
359
Carrera de Abogacía. Bravo Palumbo, Ana María. Universidad Maimónides. Las
reformas en el Código Civil en materia de personas, familia y procedimientos. Argentina.
2012. http://abogacia.maimonides.edu/%E2%80%9Clas-reformas-en-el-codigo-civil-en-
materia-de-personas-familia-y-procemientos%E2%80%9D/. 13 de julio de 2013.
157
establece que persona de existencia visible son todos los entes que presenten
signos característicos de humanidad sin distinción alguna.
158
6.8 España
360
Derecho Civil I. Arnau Moya, Fernando. El Derecho Civil español. España. 2002.
http://ocwbeta.uji.es/material/4978/raw. 13 de julio de 2013.
159
casos en los que los menores poseen capacidad relativa.El estado civil, regulado a
partir del artículo 325 y establece que todos los actos relacionados con el estado
civil de las personas se hará constar en el Registro creado para el efecto; el
estado político regulado en el título primero del libro primero, artículos del 17 al 28
establece la nacionalidad de origen y adquirida; así como el procedimiento que se
debe seguir para obtenerla, la forma en que se pierde la nacionalidad y la forma
de recuperarla en caso se perdiera. En cuanto al domicilio se encuentra regulado
del artículo 40 y 41 del CCA y establece que el domicilio de las personas naturales
es el lugar de su residencia habitual o el que determine la Ley de Enjuiciamiento
Civil, así como también regula el domicilio de las personas jurídicas.
CAPITULO SÉPTIMO
161
Cuadro 5: comparativo de la regulación legal sobre los derechos de la
personalidad, siendo las unidades de análisis los Códigos Civiles de Guatemala,
El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, México, Argentina y España; y los
indicadores definición, caracteres y clasificación.
En general, la regulación civil de los países que son objeto de investigación siguen
la misma línea; sin embargo, se encuentran diferencias puntuales dentro de la
regulación de la persona, tal y como se observa en el cuadro uno del apartado de
anexos.
162
Códigos Civiles de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica,
México, Argentina y España.
a) Todos los países objeto de estudio, con excepción de Argentina, regulan el
principio de la personalidad estableciéndolo en el momento del nacimiento
de la persona, siempre y cuando ésta nazca viva y en condiciones de
viabilidad. En el caso de Argentina, el Código Civil establece la concepción
como el momento en que inicia o principia la personalidad no el nacimiento.
b) La consideración jurídica del concebido, es regulada de la misma forma
tanto en los países centroamericanos como México, Argentina y España;
puesto que otorgan protección jurídica al nasciturus desde el momento de
su concepción, siendo ésta de forma temporal pues en el momento de su
nacimiento adquirirá todos los derechos que adquirió en el vientre de su
madre de forma definitiva.
c) El fin de la personalidad, determinado con la muerte de la persona física y
la conmorencia, que establece que en caso que dos o más personas
mueran en un mismo hecho y no pueda determinarse quien murió antes, se
tendrá como que todas fallecieron al mismo tiempo, se encuentran
regulados de la misma forma en los Códigos Civiles de Guatemala, El
Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, México, Argentina y España;
en el caso de la conmorencia, el único país que lo regula bajo ese nombre
es el Código Civil de Guatemala y el único país que no la regula es México.
d) En el caso de la definición de personalidad, la consideración jurídica del no
concebido y la premoriencia, los Códigos Civiles de Centroamérica, México,
Argentina y España coinciden en no regularlos dentro de su articulado.
163
a) Los países objeto de estudio no proporcionan una definición legal de
atributo, ni regulan una clasificación sobre los mismos.
b) Países como Guatemala y Costa Rica regulan el nombre de la persona
como un atributo inherente de la misma, así como la forma en que se
compone, siendo el Código Civil de Costa Rica el único que establece el
orden en que deben colocarse los apellidos de los hijos que se reconozcan,
primero el apellido del padre y luego el de la madre en ese orden; asimismo
regulan el procedimiento que debe seguirse en caso se desee cambiar el
nombre.
c) Los Códigos Civiles de Honduras, Nicaragua, México y España coinciden e
llamar estado civil a la calidad que tiene un individuo en orden a sus
relaciones familiares en cuanto le confiere o impone derechos y
obligaciones civiles, y el mismo se hará constar en un Registro creado para
ese fin. Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Argentina no regulan dentro
del Código Civil lo relativo al estado civil de las personas.
d) Ahora bien, El Salvador, Honduras, Nicaragua y España regulan dentro del
Código Civil el estado político de las personas, siendo más amplia la
regulación que proporciona España sobre el tema.
e) Por el contrario, Guatemala, Costa Rica, México y Argentina no regulan el
estado político de la persona dentro del Código Civil, pues para el efecto se
han creado leyes que son específicas en la materia. En el caso de
Nicaragua, en el artículo 4 únicamente hace mención de la ley que lo regirá.
f) Todos los Códigos Civiles de los países objeto de estudio, sin excepción
alguna regulan el domicilio de las personas y la capacidad de las mismas.
La capacidad, fundamental para el ejercicio de los derechos civiles, la
mayoría de edad se adquiere a los 18 años en Guatemala, El Salvador,
Costa Rica, México, Argentina y España. En Honduras y Nicaragua se
adquiere a la edad de 21 años. Sin embargo, cuando se creó el Código Civil
de España se fijó la mayoría de edad en 23 años, edad que resultaba
incongruente con la evolución del derecho, por lo que en 1978 se reformó el
Código Civil fijándola actualmente en 18 años.
164
7.4 Discusión y análisis de los resultados del cuadro comparativo de la
esfera de poder jurídico de la persona individual en los países de
Centroamérica, México, Argentina y España
a) Costa Rica es el único país que su Código Civil regula las 4 esferas de
poder jurídico de la persona individual, la personal, la corporal, la espiritual
y la patrimonial; sin embargo no son reguladas de manera extensa dentro
de su articulado.
b) Las legislaciones de los países que son objeto de estudio, salvo Costa
Rica, no regulan nada relacionado con las esferas de poder jurídico de la
persona individual a excepción de la esfera patrimonial.
c) La esfera patrimonial se encuentra compuesta por cosas y bienes que son
precisamente los regulados en las legislaciones en materia civil de
Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, México,
Argentina y España. Los criterios considerados por los legisladores
coinciden en cuanto a la clasificación de los mismos, la cual es bienes
inmuebles y muebles; así como en establecer que los bienes deben ser
objeto de apropiación.
Es criterio unificado de los legisladores el no regular dentro del Código Civil los
derechos de la personalidad, puesto que por la jerarquía que estos poseen deben
165
ser objeto de una legislación aparte y con la supremacía que los mismos merecen
para tener la calidad de derechos inherentes a la persona.
166
CONCLUSIONES
167
7. Todos los países objeto del presente trabajo admiten la mayoría de edad
como la edad determinante para poseer capacidad absoluta para ejercer
derechos y contraer obligaciones con algunas restricciones. Es así que en
los países de Guatemala, El Salvador, Costa Rica, México, Argentina y
España, se adquiere la mayoría de edad a los 18 años. Sin embargo, los
Códigos Civiles de Honduras y Nicaragua establecen la edad de 21 años
como la edad en la que se adquiere la mayoría de edad.
10. El Derecho Civil, al igual que en otras ramas del Derecho, toman como
base para su regulación legal los derechos de la personalidad, pues estos
168
tienen como fin primordial defender los intereses de la persona ligados a la
esencia de la personalidad; es decir, que son aquellos derechos que son
inherentes a la persona y que bajo ninguna circunstancia se pueden ver
limitados, ya que los bienes que protege son de mayor importancia que los
demás.
169
REFERENCIAS
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b) Referencias Normativas
173
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2013.
175
ANEXOS
CUADRO 1
Comparativo de la regulación legal sobre la persona en los países de Centroamérica, México, Argentina y España
El Salvador
Costa Rica
Guatemala
Nicaragua
Argentina
Honduras
España
México
Definición de SI SI SI
N/R N/R N/R N/R N/R
persona Art. 52 Art. 2 Art. 51
Si SI SI
Clasificación N/R N/R N/R N/R N/R
Art. 52 Art. 1 Art. 31
Definición SI Si SI SI
N/R N/R N/R N/R
persona jurídica Art. 16 Art. 52 Art. 3 Art. 32
Sujeto de la
N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R
relación jurídica
176
CUADRO 2
Comparativo de la regulación legal sobre la personalidad en los países de Centroamérica, México, Argentina y
España
El Salvador
Costa Rica
Guatemala
Nicaragua
Argentina
Honduras
España
México
Definición N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R
Principio de la SI SI SI SI SI SI SI SI
personalidad Art. 1 Art. 72 Art. 51 Art. 5 Art. 31 Art. 22 Art. 70 Art. 30
Consideración
SI SI SI SI SI SI SI SI
jurídica del
Art. 1 Art. 73 Art. 52 Art. 13 Art. 31 Art. 22 Art. 70 Art. 29
concebido
Consideración
jurídica del no N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R
concebido
Fin de la SI SI SI SI SI SI SI SI
personalidad Art. 1 Art. 77 Art. 81 Art. 46 Art. 34 Art. 22 Art. 103 Art. 32
SI SI SI SI SI SI SI
Conmorencia N/R
Art. 3 Art. 78 Art. 82 Art. 47 Art. 35 Art. 109 Art. 33
Premoriencia N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R
177
CUADRO 3
Comparativo de la regulación legal sobre los atributos de la personalidad en los países de Centroamérica,
México, Argentina y España
El Salvador
Costa Rica
Guatemala
Nicaragua
Honduras
Argentina
España
México
Definición de
N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R
atributo
Clasificación N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R
SI SI
El nombre N/R N/R N/R N/R N/R N/R
Art. 4 Art. 49
SI SI SI SI SI SI SI SI
El domicilio
Art. 32 Art. 57 Art. Art. 25 Art. 60 Art. 29 Art. 89 Art. 40
SI SI SI SI
Estado civil N/R N/R N/R N/R
Art. 296 Art. 499 Art. 35 Art. 325
SI SI SI SI
Estado político N/R N/R N/R N/R
Art. 54 Art. 46 Art. 4 Art. 17
SI SI SI SI SI SI SI SI
Capacidad
Art. 8 Art. 26 Art. 269 Art. 278 Art. 36 Art. 646 Art. 126 Art. 315
178
CUADRO 4
Comparativo de la regulación legal sobre la esfera de poder jurídico de la persona individual en los países de
Centroamérica, México, Argentina y España
El Salvador
Costa Rica
Guatemala
Nicaragua
Argentina
Honduras
España
México
SI
Esfera personal N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R
Art. 44
SI
Esfera corporal N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R
Art. 45
SI
Esfera espiritual N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R
Art. 47
Esfera SI SI SI SI SI SI SI SI
patrimonial Art. 442 Art. 560 Art. 599 Art. 596 Art. 253 Art. 747 Art. 2,311 Art. 333
179
CUADRO 5
Comparativo de la regulación legal sobre los derechos de la personalidad en los países de Centroamérica,
México, Argentina y España
El Salvador
Costa Rica
Guatemala
Nicaragua
Argentina
Honduras
España
México
Definición N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R
Caracteres N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R
SI
Clasificación N/R N/R N/R N/R N/R N/R N/R
Art. 45
180