- El error más frecuente en pronunciación es la omisión o cambio de las consonantes finales,
principalmente las letras -t, -m, -c y -s. Debido a la dificultad que existe en pronunciarlas, muchas veces se opta por omitirlas. De esta forma se acaban pronunciando palabras que no existen, cambiando los tiempos verbales o el caso de las palabras. Es necesario comprender que el latín es una lengua diferente, con sus reglas de pronunciación propias, que exigen que cada consonante sea pronunciada exactamente. Evitar, por tanto, cambiar -m por -n (Por ejemplo, decir “Patren onipotenten y no Patrem omnipotentem, omitir las consonantes en palabras como nunc (no decir, nun), est, sunt (no decir es, sun), -