EL MEJOR MOZO DE ESPANA DE LOPE:
MONTAJE DE UN MITO NACIONAL
Davip GITLiTz
University of Rhode Island
Durante los ultimos meses he venido preparando una traduccién de una co-
media de Lope, El mejor mozo de Espafa. El asunto principal de esta obra
son los preparativos de la boda de Fernando e Isabel en 1468. Una de las
cosas mas problematicas de esta obra es que su argumento bdsico no es en
si muy interesante.! Todos sabemos que al final los dos jévenes se van a
casar. Conocemos las lineas generales de su historia antes de levantarse el
telén. Entonces, gdénde reside la tensién dramatica tradicional? ;Qué hace
Lope para que no durmamos en las butacas?
Su solucién es curiosa, y no desprovista de complejidades. Esta obra,
y otras muchas, se concibe no exactamente como una comedia ortodoxa si-
no como un pageant: o sea, un desfile de escenas cuyos propdsitos son cele-
brar el origen mitico-histérico del reino moderno espaiiol; realzar las figu-
ras de Fernando ¢ Isabel como fundadores; refrescar nuestra memoria en
cuanto a Jas circunstancias de su matrimonio; y divertirnos sobre la marcha
con los episodios de la obra. Como se trata de Lope, tal vez podemos afiadir
‘un quinto propdsito, que es el de siempre: hacerse lucir. El mejor mozo de
Espafia pertenece al subgénero de comedias que Vern Williamsen identificé
hace una década como obras que carecen de ‘‘true dramatic infrastructure’’
y en las cuales ‘‘pomp and circumstance rather than dramatic tension flesh
out the underlying linear skeletons of the plays’’.?
! para Menéndez Pelayo, por ejemplo, es uno de los desaciertos de Lope: “No sélo ca-
rece este drama de unidad organica, de motivos serios, de interés coneéntrico (para no hablar
de los caracteres, que no estén ni siquiera esbozados), sino que la accién est desmigajada, por
decirlo as, en una serie de escenas mezquinas y pobres de vida poética’”. Estudios sobre el tea-
tro de Lope de Vega en Edicién nacional de las obras de Menéndez Pelayo. Aldus, Santander.
1949, vol. 33, p. 110. s
? Vern G. Williamsen, The Minor Dramatists of Seventeenth-Century Spain. Twayne,
[129}130° DAVID Grrtirz
Este ensayo propone lograr tres propésitos: 1) examinar las soluciones
que Lope usa para suplir la falta de tensién dramatica inherente en el argu-
mento conocidisimo de la obra; 2) generalizar sobre la visién artistica que
gobierna a Lope al escribir esta obra, y sobre las técnicas que emplea para
realizar esta visién; para 3) llevar un paso mas adelante las observaciones
de Vern Williamsen y delinear la morfologia de este subgénero de comedias
que podriamos llamar comedias de tipo pageant.
Es necesario entender el trasfondo histérico para comprender la admi-
rable condens: n y simplificacién de los hechos que Lope ha logrado. De
antemano sabemos mucho acerca del matrimonio de Fernando ¢ Isabel.3
Cuando se casaron en 1468 ella tenia 17 afios; 61 15. Hacia tiempo que tanto
en Castilla como en Aragén bullia la discordia de la guerra civil. Fernando,
hijo del segundo matrimonio de Juan II de Aragon, no debiera haber reina-
do, pero su hermanastro Carlos, el principe de Viana, un joven atractivo
¢ inmensamente popular, ya habia muerto en 1461, tal vez envenenado por
Ja misma madre de Fernando. Sobre el asunto empufiaban armas las distin-
tas facciones aragonesas y catalanas.
En Castilla la cosa fue peor. Alli el rey don Juan II habia tenido hijos
de dos matrimonios. De su segunda esposa nacié Isabel (1450) y su hermani-
to Alfonso (1453); de su primera esposa habia nacido Enrique IV (1425),
que reiné en Castilla hasta 1474. El primer matrimonio de Enrique con una
princesa de Navarra habia sido anulado después de trece afios por no haber-
‘se jamas consumado: de alli su apodo Enrique ‘‘el impotente”’. Su segundo
matrimonio, con una princesa portuguesa, produjo una nifia, Juana, que
fue universalmente considerada hija de don Beltran de la Cueva, uno de los
nobles que atendian a la reina; 0 sea, Juana la Beltraneja. ;Tendria 0 no
tendria esta nifia derecho de heredar Castilla? Enrique sostenia que si. La
faccién pro-Enrique, y pro-Portugal, afirmaba que si. La faccién pro-
Alfonso (y después de la muerte del joven principe, pro-Isabel) mantenia
que no. Una banda y otra salié armada del campo para decidir el derecho
de sucesion.
Esta situacién confusa es el trasfondo del matrimonio. Los partidarios
de Isabel sabian que ella deberia casarse cuanto antes con un marido que
les diera sucesi6n legitima, y que los defendiera contra Enrique y el partido
portugués. Los de Enrique sabian que tenfan que encontrar un marido para
Isabel que favoreciera los intereses de Enrique. En sus maniobras politicas
Enrique usaba la mano de Isabel como cebo para forjar alianzas con mu-
Boston, 1982, p. 11.
3 La mayoria de las biografias de Isabel son muy romantizadas. Una excepcidn estima-
ble es: Tarsicio de Azcona, Isabel la Catélica: estudio crtico de su vida y reinado. Biblioteca
de Autores Cristianos, Madrid, 1964.EL MEJOR MOZO DE ESPANA DE LOPE —131
chos paises, y también para sobornar a los partidarios de Isabel. Pero Enri-
Gue también sabia que el dia que Isabel se casara de veras, él tendria que
dejar de hacer comercio con su mano, y también que tendria en el marido
de la princesa un potente rival. Los intereses del rey eran triples: que se si-
guicra negociando el matrimonio; pero que Isabel no se casara; y que la vo-
luntad de ella, como su hermana y como su vasallo, fuera subordinada a
Ja suya. Con estos propésitos, en un periodo de ocho afios Enrique ofrecié
1a mano de Isabel a Carlos de Viana (para hacer alianza con Arag6n), a Fer-
nando de Aragén (lo mismo), al rey Alfonso V de Portugal (para hacer
alianza contra Castilla), al hermano de Luis XI de Francia (para pactar con
los franceses), a Pedro Girdn, el gran maestre de Calatrava (para que él
cambiara de lado en la guerra civil), y hasta a Ricardo de Lancaster de In-
glaterra.
Los partidarios de Isabel querian todo lo opuesto: urgian que se con-
cluyera el matrimonio cuanto antes con un principe que favoreciera los inte-
reses de Castilla contra Enrique y los aportuguesados, y que la voluntad de
Isabel, como futura reina o madre de reyes, superara a la de Enrique. Por
esta razén apresuraban las negociaciones con Aragén durante el verano de
1468, contra los deseos explicitos de Enrique, quien colocé soldados en la
frontera para impedir que ocurriera. Por esta razén el joven Fernando, ape-
nas cumplidos los quince afios, salié para Castilla disfrazado de mozo de
mulas, logrando esquivar los soldados de Enrique y casarse con Isabel en
Valladolid en octubre de 1468.
Todo aquello es historia, con la posible excepcién de lo del mozo de
mulas que puede ser leyenda, aunque leyenda que fue rapidamente recogida
por los cronistas* y andaba en boca de la gente como si fuera verdad. Y to-
do esto sabia el ptiblico que venia a ver la obra de Lope. Asi que no hay
mucho en esta historia de interés dramatico, especialmente cuando todos sa-
bemos de antemano que el matrimonio se celebrara. Lo del disfraz de Fer-
nando es bonito, pero la historia no indica que hubo percances de ningin
tipo. El dilema de Lope era cémo hacer de todo esto algo que se prestara
alas tablas, y que mantuviera el interés de su piiblico.
Lope inventa una estructura sencilla que funciona en tres niveles: el
dramitico, el mitico, y el cémico. El conflicto que da forma a la obra es
entre la voluntad de Enrique y la de Isabel, y este conflicto se manifiesta
de varias maneras a través de la obra. Hay también una serie de conflictos
subsidiarios en forma de problemas para resolver u obstaculos para vencer.
Como es normal en Lope, la accién es interrumpida por escenas cémicas
4 Alonso de Palencia, Cronica de Enrique IV (intr. A. Paz y Melia). BAE, Atlas, Ma-
drid, 1973, vol. 257, p. 293.132: DAVID GITLITz
que marginalmente avanzan el argumento, o que reflejan los temas princi-
pales de la obra. ¥ es repleta de imagenes, simbolos y leitmotifs que sostic~
nen parte del peso del argumento y del desarrollo tematico.’ En parte esta
comedia es una relacién narrativa, y en parte es una celebracién de los orige-
nes del estado moderno espafiol. Lope cuenta con que su ptiblico sabe de an-
temano cémo termina la historia, y por tanto puede prefigurar, o hacer juc-
‘g08 irnicos, que no podria hacer si los espectadores no estuviesen enterados.
Hablemos de la dimensién mitica, ya que la comedia comienza y ter-
mina con escenas de intervencién sobrehumana que indican que Isabel es
elegida por Dios para reinar, y para cchar a los moros y judios de la penin-
sula. La primera escena tiene dos partes. Primero vemos a Isabel hilando.
Répidamente una serie de alusiones la unen al pasado heroico Espafiol: la
reina Urraca y las dos hijas del Cid. Su paje Rodriguillo la compara con la
Parca, que hila el destino de sus vasallos. O sea: Isabel hereda el valor de
Jas reinas y princesas heroicas, y ella tiene en sus manos el hilo del destino
de los castellanos. Enseguida su paje canta un romance que narra cémo el
tey Rodrigo, motivado de su amor por la Cava, hizo la traicién que resulté
en la pérdida de la Espaiia cristiana con los moros. Los conocimientos pre-
vios del puiblico dotan de significado estos hechos: el rey Rodrigo, por unos
amores ilicitos perdié Espaiia ante los moros; Isabel, caséndose con Fernan-
do, rescatara al pais. Cada alusién es la mitad de un par que el piiblico suple
sin tener que apuntarselo explicitamente.
En la segunda parte de esta escena Isabel queda dormida con la musica
y aparece una visién de Espafia cautiva a los pies de moros y judios. Lo que
sugirieron las primeras imagenes ya se hace explicito: Espafia le manda que
cambie la rueca por la espada, aviséndole que libraré a Espafia del poder
de los infieles porque Dios le tiene reservada esta hazafia. Y asi es, como
todos sabemos. Como es frecuente en Lope, la comedia se cierra con una
escena simétrica a esta. Espafia aparece de nuevo, vencedora esta vez del
pur veal ial Ahora Fernando estd a su lado para compartir con Isabel
- El marco mitico de la comedia cleva a Isabel a nivel sobrehumano;
subraya el interés que Dios tiene en el destino de Espafia, y produce en el
Ee secomplicidal, ya que los espectadores estan en la
ir , :
eae iplir un desenlace histérico que Lope no tiene ne-
Protagonista mitica, unida al pasado heroico de Espafia. -
vorecida y protegida de Dios. Predestinacién, e Reet ae
* Estas son técnicas habituales
‘media de Lope de Vega (University of
‘ros, Valencia, 1980,
en Lope. Véase mi estudio La estructura lirica de i
: irica de la co-
f North Carolina Press, Estudios de Hispanéfila). Alba.EL MEJOR MOZO DE ESPANA DELOPE = 133
sobrehumanos. Estado ¢ Iglesia unidos en una cruzada contra los infieles.
Todo esto es mas parecido a un pageant que honra a algin santo que a una
‘comedia histérica. Y precisamente de esta manera lo trata Lope, multipli-
cando los elementos sobrenaturales. En un nivel encontramos adjetivos co-
mo divina, celestial, o escogida repetidos con frecuencia. En otro nivel ve-
mos cémo Isabel cumple con las prefiguraciones del comienzo: si, deja la
rueca; sf, empufia la espada — por lo menos la espada metaférica del con-
flicto abierto con su hermano el rey. Si (suple el piiblico, que conoce bien
Jos hechos del desenlace), echa a los moros y judios de Espafia.
En un tercer nivel encontramos otras escenas de portento explicito.
Por ejemplo, en ¢l segundo acto una bruja musulmana pronostica cémo
Fernando serd el agente de su destierro de Espafia, entregandole un emble-
ma pintado que representa una F y una J coronadas encima de un montén
de moros y judios muertos. Aunque Fernando no percibe el significado del
emblema, el puiblico sf lo sabe: la Fy la J son el emblema personal de los
Reyes Catdlicos, que luego se haré ubicuo en el arte y la arquitectura espa~
fiola.6 En otro episodio uno de los pretendientes de Isabel, Pedro Girén,
muere suibitamente cuando reta a Dios diciendo que se casaré con Isabel,
quiéralo 0 no la divinidad.’ O sea (nos advierte Lope), Dios es poderoso,
y tiene a Isabel reservada para Fernando. Todavia en otro episodio, Isabel
y su compafiera Juana juegan a sacar de una bolsa letras pintadas que indi-
carn el nombre del futuro esposo de la princesa. No solamente sacan la F,
sino que la F esta metida dentro de un anillo. Otra vez los personajes igno-
ran el significado; y otra vez el piiblico, enterado de todo, deriva placer al
reconocer el portento.
Con la excepcién posible de la muerte de Girén, ninguna de estas esce-
nas avanza el argumento. Pero tampoco es su propésito. Estas escenas colo-
can a los Reyes Catdlicos sobre el altar de la historia. La técnica semeja la
de un retablo de iglesia: son una serie de cuadros que narran emblematica-
mente las hazafias de figuras semidivinas.
Ahora bien; la segunda consecuencia de saber el piiblico de antemano
el desenlace histérico de los hechos es que el conflicto principal no crea la
tensién dramAtica. Como en una comedia de santos, el dramaturgo tiene
que relegar ésta a los episodios secundarios. La tensién surge de la secuencia
rasa, 8 m0 prom es todo el decode del momatsio de San Juan de os Ree en
7 Si fuera EI mejor mozo una comedia normal, este episodio, que abre l tercer
podria ser considerado una debilidad de la obra porque no est adecuadamente preparado en,
elargumento, ya que no hemos visto a irda hasta el momento en que aparece para enseguida
morir, y porgue el episodio apenas estd entrelazado con otros. El episodio sélo tiene sentido
si se interpreta como portento a la manera de una comedia hagiografica.134 DAVID GITLITZ
de obstaculos que dificultan el camino de los dos principes jévenes. Sabe-
mos que se superardn: pero ,cémo?
Por ejemplo, a cada uno de los pretendientes de la mano de Isabel,
4cémo se les eliminaré? Ya vimos que Dios quité a Girén de la escena. El
duque de Segorbe serd eliminado por su orgullo, y por tener las manos blan-
duchas. Alfonso V de Portugal ser4 climinado por viejo; el hermano de Luis
XI de Francia por ser su embajador demasiado afectado en sus cortesias.
Hay otros obstaculos también, cada uno de ellos propuesto y Iuego ré-
pidamente resuelto por Lope. Alfonso, ¢l hermano de Isabel, tendré que
morir para que ella sea la heredera: luego, muere después de la batalla de
Olmedo. Isabel no tiene recursos ni para comer: hasta que vende una sortija
para obtener comida. Ella tendra que saber qué pretendiente elegir: luego,
el cielo le manda los indicios necesarios. Otros conflictos giran en torno al
viaje de Fernando: ,Cémo eludiré a los soldados de Enrique? Se reconoce-
4 su disfraz? ,Cémo escapard de los apetitos sexuales de la moza en la ven-
ta? Otros obstAculos tienen que ver con los esfuerzos de Isabel y Juana para
ponerse a salvo: 4c6mo se escapardn de los soldados que montan guardia
ena frontera? Y més tarde, gle gustaré Fernando cuando lo ve por primera
vez? c¥ ella a él? etoétera.
El tercer elemento que usa Lope para crear interés es la comicidad. Es-
te se encarna en Martin, un mensajero de don Gutierre de Cardenas que va
y viene entre los campos de Isabel y de Fernando. Aunque una de sus fun-
ciones es representar los sentimientos populares frente al matrimonio entre
Castilla y Aragon, su mayor papel es provocar la risa. Esto lo hace mediante
una serie de chistes verbales, relatos descriptivos burlescos, y situaciones
grotescas que son flechas en el aljibe de cualquier gracioso. Pero hay otras
escenas mientras Fernando est disfrazado de mozo de mulas, cuando Mar-
tin Ie trata como si fuera una persona de su propia condicién, y Fernando
no sabe cémo reaccionar. Visto del lado de una comedia de argumento tra-
dicional, estas escenas tienen poco que ver con el conflicto central ni con
Jos temas principales de la comedia, y son ms bien relleno. Pero visto como
parte de un espectaculo escénico, o pageant, cuyo desenlace se sabe de ante-
mano, y cuyo propésito es ensalzar el cardcter de uno de los protagonistas,
estas escenas y las otras ya referidas son la materia prima del acontecimien-
to teatral.
En resumen: El mejor mozo de Espafa es a la vez comedia y especté-
culo hist6rico; 0 sea, pageant. Su morfologia, que creo que es tipica de esta
clase de obra, consta de los siguientes elementos:
La obra es episddica. Como el desenlace se sabe de antemano, la
tensién dramatica tiene que buscarse en una serie de obstdculos episédicos
secundarios. Estos, y la sarta de escenas cémicas, llevan el compas emocio-EL MEJOR MOZO DE ESPANA DE LOPE 135
nal de la obra. La técnica es parecida a la que usa Lope en varias comedias
de santos como, por ejemplo, San Diego de Alcald.
—Interviene lo sobrenatural. Como uno de los propésitos de la obra
es realzar la figura de Isabel, se destacan elementos que la sefialan co-
mo persona escogida de Dios. También en esto la obra es parecida a una
comedia de santos, aunque la técnica se usa también en varias comedias
histéricas.
—Se destacan los iconos visuales conocidos por el ptiblico en contex-
tos extra-teatrales: la F y la J coronadas, y los retablos de Isabel en figura
de Parca, y de Espajfia triunfante. Estos iconos sirven para confirmar los
conocimientos previos del piiblico y hacerlos coparticipes en las prefigura-
ciones e ironias que toman lugar en la escena. Es una de las técnicas preferi-
das de Lope, y la utiliza en comedias mitolégicas (Adonis y Venus), ha-
giograficas (San Diego de Alcald) e hist6ricas (Las paces de los reyes 0 Los
comendadores de Cérdoba) para s6lo citar algunas.
—Tienen una funcién parecida las referencias auditivas a historias 0
mitos previos a la accion. Un ejemplo aqui es la referencia a la Parca, o las.
referencias a los reyes y las mujeres miticos de Espaiia. Parecida es la fun-
cién del resto del lenguaje alusivo en la obra, tema en el cual no tenemos
tiempo de entrar ahora.
EI factor clave en El mejor mozo de Espafia, como en otras obras de
este tipo, es que el piiblico conoce Ia historia antes de verla representada.
Cuanto mas conocida es, mas puede el autor echar mano a la prefiguracién
y los portentos que prestan un aire de predestinacién a los acontecimientos.
Por otra parte, cuanto mas conocida es, mas tiene el autor que buscar otras
maneras de mantener el interés del espectador: para esto le sirven los obs-
taculos menores encadenados, y las escenas de alivio cémico. Estas caracte-
risticas definen el subgénero teatral que podriamos llamar comedias de tipo
pageant.