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Había una vez dos hormiguitas, una de ellas se llama siki y la otra kebsin, ambos
vivían en distintos hormigueros, se conocieron en un día de recolección, se
volvieron muy amigos hasta que un día kebsin y siki se enamoraron. Eran muy
felices, les gustaba ir a caminar entre el pasto todas las tardes, terminando sus
tareas, también les gustaba comer semillas juntos, platicar y reír juntos, estas dos
hormiguitas se querían mucho.
Llegó el verano y empezaron lluvias muy fuertes y tormentas, todas las hormigas
estaban preocupadas por sus hormigueros, hasta que un día en una tormenta muy
fuerte el hormiguero de kebsin se inundó y se quedó sin hogar, así que las
hormigas de su hormiguero tomaron la desición de mudarse y comenzar uno
nuevo, kebsin se puso muy triste al saber que se quedó sin hogar y que se iba a ir
lejos de siki.
Al día siguiente siki y kebsin fueron a caminar todo iba bien hasta que kebsin le dió
la noticia a siki que se tenía que ir, ambos estaban muy tristes, porque se querían
mucho y no se querían separar, prometieron que si se volvían a encontrar volvería
a ser como antes, agarraron una hoja y la partieron a la mitad como promesa de
que la volverían a unir cuando se volvieran a encontrar.
Pasaron los años, hasta que un día el hormiguero de kebsin decidió volver a
mudarse porque en el lugar donde estaban se estaba quedando sin vegetación.
Llegando al lugar donde iban a vivir kebsin se dió cuenta que era dónde antes
vivían así que el muy contento fue a buscar a siki y la vió a lo lejos recolectando
unas semillas, él se apresuró hacia ella y cuando ella volteó a verlo se puso muy
feliz, amos se abrazaron, se dijeron lo mucho que se habían extrañado y unieron
las hojitas que guardaron por años, desde ese día siki y kebsin se volvieron
inseparables.

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