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REAL CONSERVATORIO SUPERIOR DE MÚSICA DE MADRID

Dirección: Calle Santa Isabel, 53, 28012 Madrid


Punto de encuentro: Puerta principal, en plaza Juan Goytisolo
Duración de la visita: 45 minutos aprox.
Objetivo de la visita: Evolución del edificio desde hospital hasta Real Conservatorio Superior de
Música. Evolución de la plaza y de la zona urbanística.

1º PARADA
Puerta principal del edificio en plaza Juán Goytisolo.

Objetivo parada: Presentación del Conservatorio, historia del edificio original y de la zona en la que
se encuentra.

Bienvenida

Buenos días y bienvenidos al Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, un lugar lleno de
arte y artistas que se forman aquí durante su carrera musical. Aunque a día de hoy se escuche
música celestial, lo cierto es que no siempre ha sido así. En su origen, de este edificio lo que
emanaba eran gritos, llantos y lamentos, ¿saben por qué?

Presentación edificio conservatorio

Efectivamente, porque antiguamente todo este lugar donde nos encontramos era un hospital.

Realmente, en torno a la actual plaza de Juan Goytisolo donde nos encontramos, concretamente
entre las calles Santa Isabel, Callejón del Niño perdido, Ronda de Atocha y Calle de Atocha, estuvo
constituido durante los siglos XVII y XVIII todo un verdadero eje sanitario, formado por el hospital
General y de la Pasión. El hospital ocupaba lo que actualmente son dos edificios diferentes, pero
en su día, formó parte de un mismo complejo. Se trata, por un lado, del edificio Sabatini, que ha
sido sede del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía desde su creación, el 27 de mayo de
1988, y el edificio donde actualmente se encuentra el Real Conservatorio Superior de Música
(Vamos señalando ambos edificios cuando hacemos referencia a ellos). Este último, era un ala del
hospital general que se extendía hasta la calle Atocha, llamado pabellón del niño perdido.

Si alguien pregunta por qué se llamó así este pabellón, se puede contar la leyenda. Se puede empezar preguntando Sugerente este
nombre del Pabellón del Niño Perdido ¿verdad? ¿Les gustan las historias de misterio? Permítanme que les cuente la historia de por
qué este pabellón se llamaba así. El suceso ocurrió en los tiempos en que este edificio albergaba parte del hospital General y de la
pasión, concretamente la parte destinada a mujeres enfermas de sífilis, un mal que trajeron los marineros que viajaron con Colón a
América en 1492, y a mujeres con lesiones que no fueran incurables o a las que se estaba tratando en asuntos de maternidad.

El hijo de una de las pacientes internas del hospital desapareció entre los pasillos, salas y desvanes del hospital. La madre del
pequeño, una de las mujeres que se encontraban internas en el hospital, quiso que le buscaran, pero nadie le hizo caso. Ella
imaginaba a su pequeño angustiado encerrado en alguna parte, sin encontrar la salida, llorando y gritando, en vano.

Una noche, el padre Bernardino de Obregón le oyó en sueños y a la mañana siguiente comenzó a rezar pidiendo a Dios que le
mostrara el lugar donde se encontraba la criatura. Cuando llegó, el pequeño estaba ahí, pero murió en sus brazos. El padre rezó tres
veces para impedir que muriera y lo logró. Devolvió entonces al «niño perdido» a su madre.

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Por qué construyeron el hospital en este lugar de Madrid?

Volviendo a la plaza en la que nos encontramos, era el lugar idóneo para construir semejante
complejo sanitario, puesto que al estar construido en lo que eran las afueras de la ciudad, el aire
proveniente del cerro de San Blas era más puro y, por lo tanto, resultaba beneficioso para los
enfermos (Señalamos en dirección al cerro).

El resto de la actual plaza estaría ocupada por otras edificaciones como el herbario, huertas, un
pozo y un cementerio donde se enterraba a los difuntos del hospital. En 1834 se prohibió seguir
enterrando gente en ese cementerio (tendrían que hacerlo en el llamado Cementerio General del
Sur). Posteriormente, en el año 1846 se venderían estos terrenos para hacerlos habitables.

Anterior a su constitución, durante los últimos años del reinado de Felipe II (siglo XVI), hubo un pequeño antecesor a este Hospital
General y de la Pasión. Se trataba de un albergue-hospital de pobres, que posteriormente, sirvió como complemento del hospital
durante varios siglos, durante los reinados de Fernando VI, Carlos III y Carlos IV.

Arquitectura

Todo este conjunto asistencial-sanitario fue diseñado principalmente por los arquitectos
Hermosilla (1715‐1776) y Sabatini (1722‐1795), y consecuentemente, el hospital que acabó siendo
construido es un difuso ida y vuelta entre las propuestas de ambos profesionales, que nunca
llegaría a completarse.

En un primer momento, tal y como había mencionado anteriormente, el Hospital General y el


pabellón del niño perdido estuvieron unidos, siendo parte de una misma edificación. Sin
embargo, en 1861 comenzaron los derribos para separar ambos edificios, constituyendo así los
dos edificios individuales que observamos hoy. Se pretendían tres cosas:

1. La continuación de la C/Santa Isabel hasta la Ronda de Atocha (si permanecía unida el


ala del niño perdido al Hospital General, la calle se cortaba y no podía continuar).

2. Que la facultad de medicina localizada justo detrás pudiera disponer de todo el


pabellón del niño perdido para tener más espacio para sus salas de clínica, y no tener
que usar solo de las de la planta principal (porque el resto estarían ocupadas por el
Hospital General).

3. Llevar a cabo una nueva política gubernamental, que concebía otros hospitales de
distrito para reforzar el Hospital General, por lo que podrían darle otros usos al
pabellón del niño perdido, como el citado anteriormente, por ejemplo, para que la
facultad de medicina le diera uso.

Los cambios y remodelaciones en el complejo siguieron sucediéndose. En 1870, el Hospital


General fue renombrado como Hospital Provincial, mientras que el pabellón del niño perdido
acabaría transformándose en el Hospital Clínico de Madrid, en el año 1875. Este hospital clínico
tendría capacidad para 150 enfermos, y sería independiente del Hospital Provincial, pero al
servicio de la Facultad de Medicina.

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Fue Cesáreo Iradier quien reformaría las salas de enfermería de este pabellón y las proyectaría
para poder impartir clase (1904). También reformó la fachada de la C/Santa Isabel, haciendo
desaparecer la construcción que unía ambos hospitales. Adelantó el edificio a la alineación oficial
de la calle, elevó la altura del segundo piso hasta dos metros y construyó toda la cornisa del
edificio. Abriría también 16 tragaluces para mejorar la iluminación y ventilación de las estancias.

Síganme, y veremos dónde se encontraba la facultad de medicina de la cual empezaría a depender


el Hospital Clínico.

2º PARADA
Rodear el edificio y pararnos ante la entrada de la C/Santa Isabel.

Objetivo parada: Explicación de la conexión entre los edificios del Hospital General y de la Facultad
de Medicina (hoy colegio de médicos).

Facultad de Medicina

Como ven, detrás del Real Conservatorio de Música hay una manzana entera edificada, separada
del edificio del Conservatorio (del pabellón del Niño Perdido) por la llamada Calle del Hospital (Lo
señalamos a medida que vamos explicándolo). Ese complejo, actualmente el Ilustre Colegio Oficial
de Médicos de Madrid, que históricamente estuvo asociado al hospital de la Pasión, se construyó
en la década de los 30 en el siglo XIX para albergar el Colegio de Cirugía de San Carlos (Fundado en
el siglo XVIII por Carlos III, tal y como ya había en otras ciudades como Barcelona y Cádiz). Más
tarde, la manzana entera acabaría albergando el Colegio de Medicina y Cirujía de San Carlos.

Como también dijimos antes, la facultad de medicina disponía de un par de salas de enfermería
que serían usadas como salas de clínica dentro del pabellón del niño perdido. La comunicación
entre ambos edificios se hacía por medio de una pasarela cubierta y acristalada que cruzaba el
callejón del niño perdido (recordemos, es la actual C/ del Hospital) que los separaba.

Declive del eje sanitario

Finalmente, este eje sanitario comenzó su declive cuando se comenzaron a construir hospitales
por los diferentes distritos de la ciudad. Y poco a poco, el viejo complejo desaparecería y las
edificaciones comenzarán a tener otros usos.

El uso que se le dio a este edificio, ya saben cuál es. Así que, ahora sí, bienvenidos al Real
Conservatorio Superior de Música de nuestra ciudad. Adelante (Les invitamos a pasar al interior).

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3º PARADA
Entramos en el edificio por la puerta de la C/Santa Isabel. Justo en la entrada explicamos:

El antiguo hospital comienza a ser conservatorio

Fue en el año 1990 que este edificio comenzaría a acoger el Real Conservatorio Superior de
Música. Fueron los arquitectos Manuel e Ignacio de las Casas y Jaime Lorenzo quienes llevaron a
cabo la rehabilitación del edificio.

Este Real Conservatorio de Música concentra 5 aulas grandes, 35 aulas de tamaño medio, 27
cabinas de estudio, 2 auditorios y varios espacios para servicios habituales de centros de
enseñanza (despachos de dirección y administración, biblioteca, aulas…).

Durante la visita de hoy, vamos a recorrer el interior de este edificio y podremos ver diferentes
salas. Pero antes de comenzar nuestro recorrido, sí que me gustaría recordarles que el antiguo
edificio del Hospital General se convirtió en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y su
colección permanente se inauguró en el año 1992.

4º PARADA
Nos dirigimos a la escalera de subida para llegar a la última planta. Allí explicamos el origen del
conservatorio (como institución).

Historia del Conservatorio Superior de música de Madrid

Tal y como acabamos de comentar, el Conservatorio llegó a este edificio en el año 1990, pero
antes, ya teníamos Conservatorio Superior de Música en Madrid.

El primer conservatorio estaba situado en la antigua plaza de los Mostenses, dependía del
patronazgo de la Corona y su organización era parecida a la de los conservatorios italianos de la
época.

Con el estallido de la Guerra Carlista el mantenimiento del Conservatorio se dejó en manos del
gobierno, ya que empezaron los problemas económicos. Acabada la guerra continuaron las
dificultades económicas del conservatorio, e incluso estuvo cerca de desaparecer porque no
contaba con el apoyo de algunas clases políticas que consideraban que la institución era de poca
utilidad.

Finalmente, en 1852 se ordenó su traslado a algunas dependencias del Teatro Real, inaugurado
dos años antes. Pero en 1921, debido a los daños que habían aparecido en los cimientos y en la
estructura del Teatro Real, se aconsejó su cierre.

El Conservatorio comenzó entonces un continuo viaje de estancias temporales por diferentes


teatros y locales de la ciudad hasta llegar al lugar que ocupa hoy en día.

(Si se puede se enseña el aula de orquesta que está en esta misma planta). Simplemente se
muestra y se dice que es el aula de orquesta.

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5º PARADA
Según vamos bajando por la escalera.

Símbolos masónicos en el Conservatorio

Si algo caracteriza a este edificio es la curiosidad que despierta en todos los que lo visitan.
Podemos encontrar toda clase de detalles fascinantes. Por ejemplo, y durante el recorrido, podrán
observar que hay símbolos masónicos que colocaron los arquitectos por algunas partes del
interior y del exterior del edificio.

La masonería es una institución de carácter simbólico que aparece en Europa en el siglo XVII y
tienen como objetivo la búsqueda de la verdad, el estudio filosófico de la conducta humana, de las
ciencias y de las artes y la moral del ser humano, orientándolo hacia su evolución personal,
además del progreso social, y demuestra sus enseñanzas con símbolos y alegorías tradicionales
tomadas de los gremios de albañilería y cantería.

Además, representan 5 fundamentos: la libertad, la igualdad, la fraternidad, la tolerancia y la


humanidad.

¿Cuáles son y dónde se aprecian estos símbolos masónicos? Por ejemplo, podemos observar en
las ventanas la forma triangular de “el ojo que todo lo ve”. Este símbolo es utilizado también
dentro del mundo de la masonería para representar al gran arquitecto del universo y la
omnipresencia.

También en la entrada principal se pueden apreciar símbolos masónicos…recuérdenlo, al final de


la visita les diré cuáles. (Lo que se enseñará son unos monos en la puerta principal haciendo
posturas diferentes y se dice que también podría tener relación con los masones).

6º PARADA
Pasillo con la galería de las fotos de los personajes ilustres que ha tenido la institución.
Atravesamos la galería entera.

Señalamos en los retratos a quién nos referimos en cada caso.

En esta segunda planta, veremos una galería entera con todos los retratos de los directores que
han ido pasando por este conservatorio, los cuales, aparecen en esta pared cuando dejan el
puesto de director. La lista de retratos comienza con Francisco Piermarini que fue el primer
director y acaba con Ana Guijarro jubilada en 2020 que es la última hasta ahora.

Además, cabe destacar que concretamente a partir de Saldoni (1868), los directores dejaron de
ser políticos (4 de ellos presidentes de la época) y pasaron a ser profesionales de la música
excepto Julián Romea que era actor (en su momento este era el Real Conservatorio de música y
teatro).

Llama la atención que uno de ellos es “anónimo”, no tiene foto. Esto es porque desapareció en la
guerra, solo se sabe que se exilió a París y no se supo nada más de él.

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Sala de los cuadros originales puede que esté abierto. Si lo está se puede enseñar y diremos: Aquí sí
que se encuentran algunos de los cuadros originales de los retratos de los directores.

Por cierto, no les he preguntado ¿Alguno de ustedes es músico? (Damos tiempo a que contesten)
Por si en algún momento de su vida se plantean comenzar la carrera de música, que sepan que las
especialidades que se pueden cursar en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid son
Composición, Dirección, Musicología, Pedagogía e Interpretación.

Además, es de los conservatorios más completos en cuanto a instrumentos, porque cuenta con
enseñanza para todos ellos excepto guitarra flamenca e instrumentos de Jazz. Pero claro, para
poder enseñar tantas especialidades de instrumento, necesitan contar con un claustro muy
grande. Y así es, son 160 profesores aproximadamente para un promedio de 600 alumnos
matriculados.

7º PARADA
Se baja por la escalera de los mulos.

Vamos a bajar ahora por la escalera conocida como escalera de los “Mulos”. Es la única escalera
original que queda en este edificio ya que las otras son de construcción posterior. Es de Sabatini
y está hecha completamente de granito, un material muy pesado.

Fijaros en los peldaños de la escalera ¿No notáis algo extraño? Tienen un paso muy tendido y esto
se debe a que estos escalones no fueron diseñados para personas sino para burros, para
cabalgaduras, puesto que cuando este edificio aún era hospital, por aquí bajaban mulas para
transportar a los enfermos que no podían caminar o incluso a los difuntos. ¿A que ahora tiene más
sentido que se le haya dado el nombre de escalera de los mulos? Cuando los pacientes morían, los
iban arrastrando, cogiéndolos por los pies e iban rebotando por la escalera. Esto es algo que
mencionaba también Pio Baroja mientras estudiaba medicina aquí. Baroja decía: “Me parece
indigno como tratan a los cadáveres que van rebotando la cabeza un escalón detrás de otro”

En la escalera podemos apreciar la ingeniería de Sabatini. De hecho, en el Museo Reina Sofía


podemos encontrar escaleras iguales a estas, ya que como hemos mencionado anteriormente,
tanto el edificio del museo como este del conservatorio pertenecían a un mismo hospital. Las
escaleras del Reina Sofía también se utilizaban para mulas ya que en la época no existían
ascensores y era la única manera de transportar a los enfermos.

(Poner voz de misterio, más pausada y floja) Y hablando de difuntos… ¿Saben que hacían con los
cadáveres cuando se quedaban sin espacio en tierra santa para poderlos enterrar? Se les
emparedaba en las anchas paredes del edificio. De hecho, cuando se realizó la obra de
remodelación se encontraron esqueletos de los pacientes tanto en el suelo como en las paredes.
También se enterraba en el patio de delante que se ven por las ventanas. Así cuentan que por las
noches tocan solos los pianos y se escuchan ruidos.

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8º PARADA
En el pasillo inferior a la escalera de los Mulos.

Museo

(Señalando el cartel de entrada al museo que encontramos a la izquierda en el pasillo) El


conservatorio cuenta con un museo que se inauguró en 2007 y que tiene una extensa colección
de instrumentos antiguos, partituras y otros objetos de Bien de Interés Cultural, algunos
comprados para su uso en las clases y otros donados por antiguos profesores o músicos.
Desgraciadamente no podremos acceder a él durante la visita, pero si quieren visitarlo en otra
ocasión lo pueden hacer pidiendo cita previa en la página oficial del conservatorio.

9º PARADA

Entramos en alguna de las aulas.

Acompáñenme que vamos a entrar en una de las aulas. Aquí podemos ver toda la estructura de
cómo eran los espacios diáfanos del antiguo hospital y lo que se ha hecho es dividir este espacio
en varias estancias más pequeñas y se han aprovechado para hacer las aulas de ensayo.

Llaman la atención las ventanas que son muy altas. Se utilizaban para la ventilación de los
enfermos. Además, las ventanas que dan al pasillo estaban orientadas hacia el cerro de San Blas
desde donde el aire provenía más puro (lo hemos contado al comienzo, es para recordar. Se puede
señalar cuando se salga al pasillo). En el Museo Reina Sofía eran exactamente iguales pero se
tuvieron que cambiar.

10º PARADA
Cambiamos de sala y accedemos al auditorio.

Vamos a ver uno de los auditorios que es la sala más noble que se utiliza para conciertos y para
clases. Observamos la estructura y el límite de anchura que tienen los espacios. Cuenta con un
órgano, que además se utiliza para las clases.

Y ahora sí, acompáñenme al exterior para finalizar la visita en la puerta principal, pero... se
acuerdan de que se nos quedó algo pendiente ¿verdad? Los símbolos masónicos de la entrada.
Acompáñenme que se los enseño.

Antes de salir al pasillo que nos conduce a la salida, en la pared de la derecha hay una placa de la
candidatura de Prado-Recoletos para Patrimonio de Paisaje Cultural de la UNESCO y es que este
Conservatorio está incluido dentro de la candidatura.

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11º PARADA

En la puerta principal, situados en el exterior.

Lo prometido es deuda, fíjense en la fachada. Si observan con atención, podrán localizar las placas
con el pentagrama. Los símbolos masónicos están a ambos lados: por un lado, a la izquierda hay
placas de bronce con 3 chicos, y al otro lado estatuas de monos que fueron colocados por los
arquitectos y podrían ser símbolo de sabiduría, como los tres monos sabios, aunque se desconoce
realmente su origen.

Por último, advertirles de que tengan cuidado de por dónde pisan (Señalamos el suelo). Antes de
la construcción de este edificio, por debajo había una galería subterránea del siglo VI. Se trata de
una galería que comunica con el museo y cruza por Atocha continuando por el centro de Madrid.
Sin embargo, esta galería se utilizó por última vez durante la Guerra Civil y servía a la gente para
cruzar de un lado a otro de la ciudad sin ser vistos. Una vez acabada la guerra, la mayoría de estas
galerías fueron tapiadas. A día de hoy, es por este motivo, y por su estado de abandono, con un
suelo cubierto de insectos muertos, que el túnel es muy poco transitable.

Finalmente, y para no quedarnos con un recuerdo tan desagradable, acuérdense de todo lo que
hemos contado hoy sobre esta zona de Madrid, lo importante que fue como eje sanitario que, por
las circunstancias actuales, tiene aún más importancia. A día de hoy, el edificio sigue vivo gracias a
todos los estudiantes de música que lo nutren con sus sueños e ilusiones a diario. La historia
evoluciona y con ello, los usos de los edificios cambian, pero la esencia original no se pierde y es lo
que hace que a día de hoy sean aún más valiosos y nosotros podamos contarlos.

Muchas gracias, espero que les haya gustado la visita de hoy y podamos volver a verles en la
próxima edición del festival Open House Madrid.

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