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122 La "Carla a los espanoles americanos", de 1792, al tiempo que de- {ine el cardcter propio de la historia americana en contraposicién a la historia de los conquistadores iberos, expresa ideas muy claras so- bre la dominacién colonial: "Todo lo que hemos prodigado a la Espa- fia ha sido pues usurpado sobre nosotros y nuestros hijos; siendo tanta nuestra simpleza, que nos hemos dejado encadenar con unos hierros que si no rompemos a tiempo no nos quedara otro recurso que el soportar pacientemente esta ignominiosa esclavitud..." (2). Denuncia el régimen de monopolio comercial existente que andan- do el tiempo se convertira en el argumento central del debate poltico y la propia justificacién de la lucha revolucionaria: "Desde que os hombres comenzaron a unirse en sociedad para su mas grande bien, nosotros somos los Unicos a quienes el gobierno obliga a com- prarlo que necesitamos a los precios més altos, y a vender nuestras producciones a los precios mas bajos...” (3). Viscardo finalmente, pone en duda el poder legitimo de la Corona, pues “la pretensin de la Corte de Espafa de una ciega obediencia a sus leyes arbitrarias, est4 fundada principalmente sobre la ignorancia que procura alimentary entretener, acerca de los derechos inaliena- bles del hombre y de los deberes indispensables de todo gobier- ‘no... Concluyendo que con la emancipacién, "se vera renacer la ‘gloria nacional... bajo las leyes de la razon y de lajusticia...(4). Ak ta de los espafoles americanos', siguen otros documentos (1) VISCARDO, Juan Pablo, Carta a los espafioles americanos (1792). En Viscardo y otros. Pensamiento Politico de la emancipacién. 1970- 1825. Biblioteca Ayacucho, Caracas-Venezuela, 1977. Vol. |. Paginas 51a 63. (2) idem. (@) tbidem. (4) idem. 123 valiosos por su contenido politico, como la "Declaracién de los dere- ‘chos de! hombre y del ciudadano”, traducida al espafiol por el bogo- tano Antonio de Narino (5). Documento fundamental que se diftunde a través del contacto personal de Nario con los patriotas dal conti- ‘ente, convirtiéndose en el substrato politico-ideolégico de la causa ‘emancipatoria. Con estos mismos propésitos, el enciclopedista y médico equatori ‘no Francisco Eugenio Javier de Santa Cruz y Espejo, en 1792, pu- bblicd su "Discurso sobre el establecimiento de una sociedad pa- tridtica en Quito", en e! cual denunciaba que “la razén, la monarquia y ce evangelio han venido a rayar el horizonte de América, desde que unatrevido genovés extendi6... su ambicién y sus deseos al conoci- miento de tierras virgenes y cerradas a la protanacién de otras ni ciones...” (6). Espejo es explicito en senalar el trato discriminatorio otorgaco a los. _amencanos “destituidos de educacion y de medios para prosperar", (8) “En esos anos -1792,1800- en que circula la Carta de Viscardo y ‘Guzman, las ideas on América comienzan a convertirse en hechos, Un ‘dia de 1794, ol propietario bogotano Antonio de Narifo,... obtione por obse- quia de un amigo la Histoire d Assemblée Constituante, de Salart de Mojoie ‘on fa que encuentra el joven bogotano los 17 articulos que constituyen la ‘Dedaracién de los derechos del hombre y del ciudadano, Entusiasmado con ellos los traduce al espafol y varias noches...trabaja la clandestina prensa _ axiténdolos en centenares de hojas volantes. Sin nombre de traductor ni im- ‘Presor, los papeles se expiden hasta las més lejanas ciudades del virreyna- 10... Descubierto el autor de la subversiva traduccién, se le encarcela, se le onliscan sus bienes y se le conduce prisionero a Espafa..." PICON- SALAS, Mariano. De la Conquista a la Independencia, Tres siglos dehistoria lural hispanoamericana. Fondo de Cultura Econémica. Quinta raimpre- México 1975. Paginas 228-229, 3) DE SANTA CRUZ Y ESPEJO, Eugenio. Discurso sobre el estableci- miento de una sociedad patriética on Quito. 1798. En de Sante Cruz y jo. y otros. Pensamiento Politico de la Emancipacién. 1790-1825. Ob. Vol. | Paginas 43 a 46, 424 asi como la ninguna ligazén entre americanos y europeos separados de fa vista por “una cadena inmensa de cordilleras". Concluye su *Discurso...", haciendo una alusion directa a la independencia na- cional pues en "cada quitefio renace la Patria, convertido en arbitro de su propia felicidad” (7) Llevados por las mismas motivaciones patridticas, Manuel Gual y José Maria Espafia, que no solamente redactan documentos sino ‘que complotan contra el régimen espafol (8), radicalizan el pensa- miento revolucionario. En el "Texto introductorio a la Declaracién de os Derechos del hombre y el ciudadano” que publican en Venezue- la, en 1797, justifican la necesidad de la emancipacién americana. ‘Son categéricos en sefialar que "La Patria, después de trescientos aos de la mds inhuriana esclavitud, pide a voces un gobierno libre; la hora para el logro de un bien tan grande y precioso ha llegado ya; las circunstancias nos éonvidan y favorecen; reunkmonos, pues, in- imente para tan heroico fin; impongamas silencio a toda otra pasién que no sea la del bien ptiblico; contribuyamos todos, con huestras luces, con nuestras haolendas, con nuestras fuerzas, con nuestras vidas, al restablecimiento de la felicidad general; sacrifique- ‘moslo todo, si es necesario, para el bien de la Patria; tomemos todas las armas; si, a las armas, a las armas todos; resuene por todas partes; {Viva el pueblo soberano y muera el despotismo! (9). Entre los idedlogos de la independencia y personajes comprometi- dos con planes concretos de accién revolucionaria, se encuentra en ee (7) thider, (8) “Los organizadores ol plan fueron Gual, Capitan retirado, Espana justi- ‘cia mayor de Macuto, quienes lograron atraor a su causa al comerciante Ma- ‘uel Montesinos y Rico, de modo que tanto criollos intluyentes como hom bres de la clase de los pardos estuvieron comprometides en la conjura. La Cconspiracién fue descubierta, y Espafia {ue condenado a muerte..." MO- RON, Guillermo, Historia de Venezuela. Quinta Edicion. Talleres halgrafica. ‘Caracas 1970. Paginas 226-227. 125 primer iugar Francisco de Miranda, que no s6lo coordina la accién ublicitarie de los patriotas Bernardo O' Higgins, Juan Bautista Viscar- do y Guzman, José Cortéz de Madariaga, Pozo, Sucre y Salas, con ‘cuyos tres uitimos ha firmado un "pacto de la Independencia” (10), sino que 2 lanza en aventura guerrera. ‘Al desembarcar en Coro, Venezuela, “a principios de agosto de 1806, al frente de una expedicién emancipadora, preparada en Nue- va York y reorganizada en Nueva Espafia, luego de una derrota ini- cial", declara que “toda autoridad emanada de! gobierno espafiol ‘queda abotida ipso facto" (11). En la *Prociamacién’, asumiendo la investidura de "Comandante General del Ejército Colombiano*, Mi- ‘anda enfetiza que “lieg6 el dia, por fin, en que, recobrando nuestra América su soberana independencia, podran sus hijos libremente ‘manifestar al universo sus animos generosos" (12). a ee (9) “Texto introductorio a la Declaracién de los Derechos de! Hombre y el iudadano, traducido y publicado en Venezuela en 1797 por los partci- ppantes en la conspiracién de Gual y Espafa, El discurso procura vincular los principios de la Revolucién Francesa con la situacién de las colonias _americanas y justfica la necesidad de la revolucién ‘emancipadora” Pensa-~ ‘iento Politco de la emancipacién 1780-1825, 0b. Git. Paginas 5 a 12. (10) PICON-SALAS, Mariano, De fa Conquista a la... Pagina 227. (11) DE MIRANDA, Francisco. Planes de Gobierno, 1801. Bosquejo de Go- __bierno Provisorio. En de Miranda, y otros. Pensamiento Politico de la eman- cipacién 1780-1825. Ob. Cit, Paginas 13 a 19. (12) *Proctamacion. Don Francisco de Miranda, Comandante General del Ejército Colombiano, a los pueblos y habitantes dol Continent Ameri- 0-Colgmbiano, Valerosos compatriotas y amigos; Obedeciendo a vuestto lamamiento,y ala repetidas instancias y clamores de la patria en cuyo ser- _Vicio hemos gustosamente consagrado la mejor parte de la vida, somos de- _sembarcadcs en esta provincia de Caracas. La coyuntura y el tiempo nos ‘Parecen sumamente favorables para la consecucién de westros designios; 'Y cuantas personas componen este ejército son amigos 0 compatriotas _Westos; todos resueltos a dar la vida si fuese necesaro, por vuestra liber- 126 En el Ato Peni, de igual manera que en las otras regiones del Cor nente, aun cuando en forma velada, se redactaron documentos refe- ridos a la emancipacion americana, 0 por lo menos defendiendo la te~ sis de la iguallad entre espafioles, europeos y americanos. Este es el caso de Victorian de Villaba, en sus "Apuntamientos para la Refor- ma del Reino” de 1797, en su condicién de Fiscal de la Audiencia de Charcas. En lo fundamental, independientemente de proponer una "monar- quia moderada para el mejor gobiemo de las colonias, Villaba denun- cia el régimen de explotacién social, pues “exlinguidas las enco~ miendas de indios, han quedado los que llaman pongos, yanaconas ¥y mitayos: los primeros destinados para los servicios familiares, los segundos pare ser siervos adicios a la tierra; y os terceros para el tra- bajo de las minas de plata y azogue" (13). Ya en el siglo XIX, el rioplatense Bernardo de Monteagudo que ju- ‘gard mas tarde importante papel al lado de los libertadores José de San Martin y Sim6n Bolivar, escribe su "Didlogo entre Atahuallpa y Fernando VII en los Campos Eliseos” (1809), que se convierte en el ‘material ideologico mas leido entre los alumnos de la Universidad de Chareas, por su contenido politico y cuestionador del vasallaje de 1os americanos hacia el Rey y la supuesta felicidad otorgada a los subdi- tos. ee tad @ indesendencia, bajo los auspicios y proteccién de la marina briténica...”. DE MIRANDA, Francisco, Prociama de Coro 2 de agosto de 1806. De Miranda, y otros. Pensamientos Politico de la emancipacién 1790-1825. Vol, ]Ob, Cit. Paginas 20-23. (19) “En 1797 escribie los “Apuntamiontos..., que permanecieron inéditos hasta 1822. Proponen el establecimionto do una monarquia moderada y la modernizacién del Estado. En el utimo capitulo, dedicado a América, defiende la tesis de la igualdad entre espafoles europeos y americanos". Pensamiento politico de la emancipacién. 1790-1825. Vol. |. Ob. Cit, Paginas 59 63. 127 Monteaguco, parce de asides Wetles doa pea, tace habar a Atahuallpa” :-Y bien? 2En dénde esta la felicidad? En la ignoran- ‘ia que han fomentado en la América? En la tendz portiay viglancia fempefo de imped a Minerva el transis del océano y de sjetara en {as orilas del Témesis y del Sena? En tenerlos gimiendo bajo del in- soportable peso de la miseria, en medio mismo de las riquezas y te- ‘sro que les ofrece la amada patria? {En haberlos destituido de todo ‘empleo?En haber privado su comercio e Impedido sus manufactu- ras? {En haberlos Uitimamente abatido y degradado hasta el nivel de las bestias?". Concluyendo el didlogo con "Idos, pues, Femando, a Dios, que yo también a Moctezuma,y otros reyes de la Améica darles ‘quero la feliz nueva de que sus vasallos estén ya a punto de decir ‘que viva la libertad” (14). Fero, la autocomprensién hist6rica de América en contraposici6n a la fistoria de los conquistadores iberos, denvaca de la toma de‘con- de los americanos acerca de sus derechos politicos, nai expli= ‘solo el problema de la micha emancipatonia. Ubicado el pro- ma en el contexto histérico latinoamericano y altoperuano, es ne- ‘cesario plantearse la pregunta de z.Cuales las eausas de ‘dencia nacional? y {Cuales las implgaoionesisociales 0 de clase que conllevan a la concrecién del Estado Nacional? Interrogantes funda- mentales que al comprender la globalidad social, daran lugar a una ‘explicacién adecuada de los hechos y acontecimientos hist6ricos y "moa meras especulaciones politico-ideol6gicas, como suele ocurri. (14) *Convonceos de que los espafoles han sido unos sactilegos atenta- dores de los sagrados @ inviolables derechos do la vida de a libertad el hombre. Conoced que como envidiosos y airados de que la naturaleza hubiese prodigiado tantas riquezas a su América, habiéndolas negado al suelo hispano, lo han ollado por todas partes. Confesad en fin quo ol trono ‘westro en orden a las Américas, estaba cimentado sobre la injusticia y era propio asiento dela iniquidad.... DE MONTEAGUDO, Bernardo. Dialogo entre Atahuallpa y Fernando Vil en los campos Eliswos. 1609, DE Montes ‘9:40, y otios, Pensamienio Poltico dela emancipacién 1790-1625, Vol. | Ob. Cit Paginas 64 a71 128 Sobre el particular, es necesario sefalar que dos y hasta tres escue- las de pensamiento incursionan en la explicacion de los hechos histéricos de alusi6n, con posiciones contrapuestas en cuanto a la ‘pausalidad social de los hechos histéricos, ta objetividad social y la propia concepcién de la historia, Consumada la obra emancipadora en el campo de batalla y constitu. dos los Estados nacionales, se generaliza el culto a los héroes en los documentos hist6rico-politicos. Estilo semeiante a la nacracién épica en el trasfondo de un remanticisme emocional. que resoonde a una historia nacida de la querra y destinada a contar las glorias y hazafias inmortales de los protagonistas (15). Una mezcla del romanticismo latinoamericano y det pensamiento de la ilustracién, tanto por el lenguaje fantasioso y figurado que "mueve las montafias en intensas palpitaciones", como por el contenido ra- sional de valoracién de las ideas en el condicionamiento hist6rico, aparece en "Venezuela Heroica" de Eduardo Blanco. Pues, como se puede infer, “una palabra magica, secreto de los sighs...: la liber- ‘ad... lransiormé en un dia a aquel pueblo de parias en un pueblo de néroes" (16). En el Alto Peni, la "Declaracion de la Independencia...”, hace gala de un lenguaje rimbombante al tiempo que estéril, propio d2 las motiva- ciones romédnticas. José Mariano Serrano a auien se airibuve la re- daccién de este documento, agudiza la imaginacién pare sefalar que “el Alto Peri ha sido en el continente americano el ara donde se vir- 1id la primera sangre de los libres y la tierra donde existe la tumba del titlimo de los tiranos...” (17). 15) “Esta historiografia nace como el de una sociodad que viene de la guerra, cuenta sus hazafias y justitica su accidn. De ahi que pre minen en ella el caracter heroico, el sentimiento ant-espafoly la vision na- ttativa épica’. CARRERA DAMAS, German, Cuestiones de historiogralia ve- nezolana. Universidad Central de Venezuela. Caracas 1964, Pagina 26. 129 Pero la historiogratia "heroica v romantica, ademds de parcial v detor- ante de la realidad social, es ahist6rica, Manuel José Gortez al atr- ‘mar en su "Ensavo sobre la historia de Bolivia™ (18), de que "la es- clavitud no tenia historia...", es decir, al negar contenido historico a los nechos coloniales, cae en el simplismo de fundamentar los acon- tecimientos importantes de la sociedad en la valorizacion de las me- ‘as ideas, las pasiones humanas o el plan de la providencia, el azar o desiino singular. Pero silos roménticos exaltaron las glorias querreras en la conforma- pe ee ee (18) “La forza se anima. La revolucién estalla, etmortvi resurgent. De silo, un grto mas poderoso ain que los fugitives de la tempestad, {un sacudimiento mds intenso que las volentas palptaciones de los Andes, recorte el Continents; una palabra magica, secreto de bs siglos, incompren. sible para la mutt, aunque propicia a Dios, se pronuncia a la faz del leon tetrble, guardidn de las conquistas de Castila. El viento la atrebata y la le va ‘en sus alas a través del espacio, como un globo de fuego que ilumina y espana. Despierta los dormidos ecos de nuestras montafias y, cual cent elas que se alertan, la repiten en coro: las lanuras las cantan en sus pak mas flexibles; los rios la murmuran en sus répidac ondas: y el mar, su simbolo, la recoge y envuelve entre blancas espumas, y va a arrojaro, ge-come rede use eas qu na dj Colin pa ron lun mundo nuevo...” BLANCO. Eduardo Venvezuela heroics. Editorial “Morte Avila’. Caracas. 1972. Pagina T6. (17) *Lanzdndose furioso el Lesn de Iberia desde las columnas de Hércu- les hasta los imperios de Moctazuma y de Atahuallpa, es por muchas ‘conturias que ha despedazado el desgraciado cuerpo de América y nutri- dose con su substancia. Todos los Estados del continente pueden mostrar ‘al mundo sus profundas heridas para comprobar el dlaceramiento que su- {ieton; pro el Alto Perd aun las tione mas enormes, y la sangre que vierten hastael dia, es ol monumento mas auténtico de la ferocidad de aquel mons- ttuo..."Primer Acépite del Acta de la Independencia del Alto Pers. Libro Mayor de sesiones de la Asamblea de Representantes del Alto Peri, insia- lada el 10 de julio de 1825. (18) CORTES, Manuel José. Ensayo sobre la Historia de Bolivia. Emp. Edit. GRAFICA Lida. La Paz-1981 130 ién de la nacionalidad y oreacién del Estado Nacional, Jos PosRIvise ‘ta recurTieron a las causas geograticas en el condicionamiento de la vioa, de la historia y éF destino humano: Jaime Mendoza atribuye la libertad politica del Alto Peri al Macizo ‘Andino, sefialando: "El Alto Peri en efecto habia estado fusionado ‘mas de dos sighos al Virreinato de Lima y en fos titimos cuarenta anos al de Buenos Aires. Parecia pues l6gico que al finalizar la guerra si- Quiese la suerte de una de esas entidades, ya constituidas en na- clones independiente. Pero he aqui que al alborear el afwo 1825, todo el gran Macizo Andino vibré intensamente a los ecos de la bata- lla de Ayacucho, y sus principales centros... se alzaron prociamando {a patria bre (19). Junto @ Jaime Mendoza, Daniel Sanchez Bustamente y Rigoberto. Paredes, que con algunas variantes llegan a la misma conclusion, SeacnmEaeREN CS =TemCOne R Ja produccién minera del cerio de Potosi con el "poder co del Ande” y su prodigio- ‘sa capacidad para concentrar una poblacién en tomo a las montanas pparalelas al Océano Pacifico. “bps historiadores Gabriel René Moreno, Alcides Arauedas, Charles /Wearnade, siguiendo a Willredo Pereto v su teoria de las élites, se sinan por la tesis de yen gro “ de Charcas, fueron los creadores y del Estado Na- cional Boliviano. La Academia Carolina, donde los egresados univer- sitarios llevaban a cabo sus practicas procesales, seria el centro de discusién y debate de las ideas imperantes en la época, a la luz de las doctrinas politicas de Tomas de Aquino, Francisco Suérez, Maquia- (19) "Elo Perd, en efecto, habla estado fusionado més de dos siglos al Vireinaio de Lima, y en los Gtimos cuarenta afos al de Buenos Aires. Parecia pues l6gico que al finalizar la guerra siguiese la suerte de una de rlidades, ya constituidas en naciones independientes. Pero he aqui jborear el aio 1825, todo el gran Macizo Andino vibré intensamente {os ecos dela batalla do Ayacucho, y sus principales contos,. ce alzaron prociamando la patra libre. MENDOZA, Jaime. Ei Macizo Boliviano. Ob. cit paginas 9y 191 131 ‘velo, Rousseau, Mostesquieu, entre otros. __ ‘En Santo Tomas aprendieron sin duda ninguna los estudiantes de ‘Chuquisaca sobre el derecho de resistencia al poder trénico, sobre nulidad de las leyes injustas, sobre formas de gobierno, sobre el pre- tendido derecho de conquista, doctrinas juridicas abstractas que _ Contenian oculto el germen de opiniones por concretarse en contra _del yugo espaol” (20). De los iluministas franceses, tomaron los uni- -vorsitarios las ideas fundamentales sobre los derechos politicos del _Cludadano y los inherentes a la soberania popular. La Universidad ra, puede, decirse, un laboratorio de ideas libertarias dados los pos y la clase de hombres dominantes” (21). or los afios de 1801 y 1802, el grupo de descontentos de que hay Cierta, se componia de argentinos y alto-peruanos pertene- °S a los cursos universitarios. Muy en breve todos ellos pasaron corieos ue 14 revowucion, aistinguiéndose por su amor ala liber- ia. 05 pueblos a la soberania, alimentaban en aquel pufado de na- Goctrinarios el espiritu de rebelion y de inaependencia’ (22). s de Chuquisaca se valdrian de la astucia y a siloaismo | MORENO, Gabriel René. Utimos dias coloniales en ol Alto Peri. Lioto- ‘ia Editorial SUVENTUD' La Paz-Bolivia 1970, Pagina 76, favorita do estudiantes y doctores era engotfarse en apasiona- cones sobre temas politics de proferencia y con los argumen- ‘Montesquieu, Raynal, DAgneseau y Jevorados a ocultas de los profesores. Era, puede desirse, un la ode ideas lbertarias dados los tiempos y la clase de hombres domi- ARGUEDAS, Alcdes. Historia General de Bolivia 1809-1821, Edk. "Puerta del Sol" La Paz-Bolivia 1967. Paginas 3 y 4. 132 para profundizar el rompimiento entre el Presidente Pizarro y los Oi- dores de la Audiencia de Charcas” (23). El primero, junto al Arzobis- po Mox6, partidarios de las ideas liberales de la Junta de Sevilla, pro- pugnadora de la igualdad de derechos politicos de espaholes y americanos; y los segunaos, ranaticos absolutistas monarquicos, que asumen la totalidad del poder en nombre de Femando VII, apo- yados por los *revolucionarios de Charcas (24). Pero no obstante el prestigio de los historiadores nombrados, cuyos textos se convirtieron en dogma de fe por su palabra sacralizada a lo largo del presente siglo, la versién histérica que presentan, se de- senvuelve tnicamente en ei nivel politico-ideoléaico, hacienao abs ae ee eel (22). Eran todos amigos y fraternizaban entre sie! vinculo de la mas pet- {ecta unidad de ideas y sentimientos contra la mettépoli. Sus rou- riones tenian por fuerza que ser siglosas y discretas; pero, una vez solos y ‘Seguros, estallaba el {Uego do los corazones. Entonces se denigraba a vo- ‘Ces e1 mal gobierno y se execraba el despotismo espaol en América”. MO- RENO, Gabriel René. Utimos dias coloniales... Pagina 85. (23) “El ilogiemo fue su més itil herramienta. Como guerreros que tuvie- ran sus espadas listas para atacar, asi los doctores de fines del siglo ‘estuvieron siempre prontos para usar el silogismo en defensa de sus puntos {de vista. Lo manejaron con gran maostria. Aquino, Suarez, Maquiavelo y el Silogismo, fueron cuatro elementos fundamentales en el movimiento de in- dependencia de Charcas. ARNADE, Charles W. la dramatica insurgencia de Bolivia, Libreria ‘“Juventud’. La Paz-Bolvia 1964. Pagina 20. (24) El movimiento de Charcas de 1809 es suigéneris, pues los “revolu- cionarios" en vez de apoyar al Presidente Pizarro y el arzobispo Moxé, que adhirioron a las ideas liberales de la Junta Central de Espana or- ‘garizada contra Napoleén, que haciendo incapié en la igualdad de derechos tentro América y Espafia solicitaba la nominacién de representantes ante su ‘seno, resolvieron apoyar a los Oidores de la Audiencia, de conocida filiacién ‘absolutsta, Esto es, pantidarios de la desigualdad entre criolios americanos ¥ espafoles. De esta manera, se colocaron en posicién opuesta a fos pa- ‘tiotas de La Paz, Montevideo, Buenos Aires, Quito, Santa Fé de Bogota, tc. pattidarios de la organizacién de gobiernos auténomos, con soberania politica propia, alm cuando bajo el rétulo de Fernando VI 133 ‘traccién del coniunto de las relaciones sociales. Lucubracion acerca {del desarrollo histérico-social que lejos de concebir la sociedad como lun todo, en cuyo proceso de vida real se generan los hechos hist6- Ticos, lleva la vision parcial. de tos fenémenos, el espeiismo brilloso de las ideas, a las que asigna una determinacién absoluta. Bajo este marco te6rico referencial. v ubicado el problema en los Ii- mites de la formacién social altoperuana, es necesario formular como hipétesis de trabajo que el Estado Nacional Boli- viano encontro su condicionamiento histérico en causas econémicas y politicas, cuyas contradicciones hicieron posible 1a lucha de los criollos y mestizos altoperuanos ‘contra el régimen colonial y Ia presencia de los ejércitos expedicionarios argentino y colombo-venezolanos. ‘ Supuesto hipotético vlanteado aue conlleva al descubrimiento de , ,partiendo de una configura- ‘cin de la realidad continental v sus implicaciones de clase en la con- “Grecién histérica, Esto es, las condicionantes externas de nuestra lidad, convertidas en matriz de determinacianes importantes al in- ror de la formacion social y del reacomodo de Ia tuerzas sociales ‘de América Latina y altoperuanas a la situacién emergente en la me- ‘poli espanola. ‘Desde esta perspectiva, es facil advertir que la crisis de la Sociedad ‘Gioia! que diera lugar ala creacién de los estados nacionales, r@5- a ‘Bonde a un proceso histérico continuo y Unico de! sistema caprtaist ere eae llamado "pacto coloniar rica y Espafa, sino que perdua hasta nuestros dias con ee ¥ Parlicularidades concretas en el desarrollo histérico- Sentido. se puede sefialar a los siglos XVI y XVII como de ex- de tipo mereantily que caracteriza la conguista de da realizando el intercambio comercial, tundamental- €N las colonias de Norteamérica, las Antillas Francesas y en le Brasil, que se encontraban fuera del control proteccionista im 134 puesto por Espafia a sus dominios coloniales. “Enesta fase, América Latina es sobre todo una zona de expoliacion primitiva cuyos productos ingresan al contexto internacional moder- No por la via det comercio europeo de las metropolis o de la rapifia (Pitatas en los siglos XVI y XVII). Ni el oro nila plata de América falta- ron al proceso de desarrolo del capitalismo comercial europeo, pues debe recordarse la revolucién de los precios en Europa debido ala afluencia de metales preciosos americanos, generadores de mayor circulante” (25). (25) Es sobretodo en las primeras décadas del siglo XVII, y bien entrado ste, cuando las sociedades implantadas latinoamericanas comien- 22s a ropresontar mercados signficativos para las manufacturas europeas, ‘gracias al desarrollo de las actividades agricolas. De esta manera: 1) Se amplia el mercado latinoamericano como proveedor do productos casi ex- ‘lusivos: cacao, café, indigo, y en parte azicar y tabaco, cuyo acceso a los mercados europeos se facta en uncién del desarrollo de los medi ‘transporte y comercializacién (decae la mineria); 2) Se amplia el mercado latinoamericano como consumidor de manufacturas en funcién del fraguado dol proceso de implantacién de esas sociedades: se diversifica ta la demanda de textiles y se expande la de articulos mas 0 m ries; 3) Esta ampliacién de la demanda de manutecturas encuent spuasta on forma de un creciente contrabando (ingloses y holandeses) q culmina en 1778 con la apertura del imperio espanol, con la excepcion de México, al comercio internacional (en 1786 so extionde la medida a México). El proceso se acentia con la legada a la fase de implantacién de las socie- dades hasta entonces marginales, como la de Costa Fitme; 4) Este enfoque ppetmite comprender mejor la crisis de la socidad colonial latinoamericana a fines del siglo XVIlly comienzos del XIX, y el por qué ésta se plantea tan ‘estrechamente vincualada con la cuestion de la libertad de comercio. 'No es solo un estuerzo por legalizary liberalizar lo que ya era un hecho, os decir, la ruptura del monopolio formal establecido por a metrépalis, ni lo es principalmente. So trata on realidad, del hecho de que la expansion europea lnrumpe en latinoamérica al llegar las sociedades implantadas en ésta a un nivel que hacia propicia su incorporacién al proceso general...” CARRERA DAMAS, German. La dimensién histérica en el presente de américa latina y ‘Vonezucla. Universidad Central de Venezuela. Escuela de Historia. Cara- cas. 1972, Paginas 17 a 19. 135 _ Sibien en el Allo'Pent hubo un cativo para las mer- r extranjeras desde ei descubrimiento del cerro de Potosi cias a los polos de creci- las nuevas burocracias redujeron la importancia de las au- , limitandolas en sus funciones a las de supremas cortes, y 0 comerciales de Cadiz, México y Lima fueron suprimi- t ‘os nuevos consulados y al decretarse la libertad de esta altura del desarrollo histico social eurepeo, de virtualmente los pafses ibéricos ITO) Igetitin i vreieien 8, frente a la invasi6n francesa, RTINEZ Y VELA, Bartolomé. Anales de la Villa Imperial de Potosi. oteca Boliviana. La Paz-Bolivia 1939, Paginas 159, 168. 98 esparfoles eran enviados al Nuevo Mundo. Gon este méteda s0 lo- la leattad regional no obstaculizara la transtormacién que se pre- 4 elecio, y esta politica produjo una dite imperial proveniento Partes, que tenia una preparacion similar que compartia la fe en el Promovido por el Estado”. RODRIGUEZ O. Jaime E. El nacimiento a. 1808-1832. Fondo de Cultura Econémica. Sece. Ob. de México 1980. P: 136 rencias entre Espafia e Inglaterra, celebrando un Tratado de Alianza con Gran Bretafa, a fin de adelantar la guerra contra Napoleén. Me- diante este tratado, se abrieron los puertos de América ala flota de es tones eee las cos- ‘americanas contra cualquier amenaza naval francesa” (29). ‘En esta conyuntura politica europea derivada de la ocupacién de Espafa por Napoleén, la burguesia criolla aspiré a capturar e1 poder, bascando beneisiares con la acmiracsmedetaparato de Esato ‘en provecho propio, de clase, pues a lo largo de la colonia y de la _ propia lucha emancipatoria, expresé su oposicién a una alianza con Jos yanaconas, mitayos, pongos, esclavos, constituidos por 1os nati vyos de América y negros del Africa, a quienes explotaba en las plan- taciones y haciendas agricolas, las minas, obrajes y los servicios do- ‘mésticos. En este sentido, no escapa a nadie que "lacausaesencial de la Re- vvolucién emancipadora... fue la existencia de una clase social cuyos intereses entraron en contradiccién con el sistema de dominacién impuesto por la metrépoli. Esa clase social fue ta burguesia criolla. ‘Contiolaba a fines de la colonia las principales fuentes de riauez: pero el gobierno sequia en manos de los representantes dé la’mo- narquia espafola. Esta contradiccién entre el poder econémico, en manos de la burguesia criolla, y el poder politico, monopolizado por los espafioles, es e! motor que pone en movimiento el proceso re- volucionario....” (30). Es decir, los criollos americanos, como clase, al margen del poder. “Los intereses de la burguesia eran contrapuestos a los del imperio (28) GUNDER FRANK, And?é. Lumpenburguesia: Lumpendesarrollo. Dé pendencia. clase y politica en Latinoamérica. Editorial LAIA. Barcelo- na, 1972, Pagina 65. (29) LIEVANO AGUIRRE, Indalecio. Los grandes conflicios sociales y ‘econémicos de nuestra historia. Tercer Mundo. 6a. Edicién Bogoté- Colombia 1974, Vol. Vol. Il Paginas 536. 137 ‘espafol. Mientras la burguesia criolla nacesitaba encontrar nuevos ‘mercados, la corona espafiola restringla las exportaciones de acuer- do a las necesidades exclusivas del comercio peninsular. Mientras la burguesia criolla aspiraba a comprar productos manutacturados a ‘menor precio, el imperio imponia la obligacién de consumir las mer- caderias que los comerciantes espafioles vendian a precios recarga- dos... La burguesia criolla aspiraba a tomar el poder porque el go- biemo significaba el dominio de la aquana, del estanco, de las rentas fiscales, de los alos puestos piiblicos. del ejercito y del aparato esta- tal, del cual dependian las leves sobre impuestos de exportacién importacién”. (31) Contraposicién de intereses que en el Allo Peru se expresaban prin- cipalmente entre los empresarios mineros debido a los exoesivos ‘gravamenes impuestos a la explotacion de plata en relacién a los cos- os de produccidn, que conviente a los mineros en deudores de la Hacienda Real o del Banco de Rescate, debido a los créditos del azoque 0 mercurio no cubiertos en plazos normales, cuyo manono- lio ejercia ta Corona (32), (80) “Seria un error considerar las demandas de tipo econémico en forma aislada y separada dol resto do las aspiraciones de clase do la burguesia crolla. Lo que impulsa a la Revolucién do 1810 es el conjunto de teinvindcaciones que presenta una burguesta dispuesta a tomer el poder, a autodeterminarse, a controlar no s6lo el poder econémico, sino también el Politico, el aparato del Estado, unica garantia. para el cumplimiento de sus aspiraciones generales de clase. La burguesia crolla so daba cuenta que régimen colonial le imposibiltaba el acceso al poder politico, que era a lave para abrir una nueva poltica econémica en su exclusivo beneticio. No basta Sefialar cuanto criollos hubo en los altos mandos del ejército, la llesia y Jos puestos pices. Lo fundamental es que la burguesia crolla, como clase, no estaba en el poder”, La estructura del Estado colonial le cerraba anarquia, derivada de la ausencia del amadisimo Rey Femando Vii (50) En Charcas, la Negi te! Binadier José Manvel de Gayanscne como emisatio de la Junta de Sevilla, 6rgano politico central que bus- caba el reconociemto de su autoridad en todo el territorio espafiol, al mismo tiempo que de Garlota Yoaquina, esposa del Principe Juan de Portugal (51), deseosa de gobernar las colonias en ausencia de su hermano Fernando Vil, crea las condiciones propicias:para la mani- pullaeién politica de 16S enotlos, decididos a tracturar el poder colo- ral. (52). |49) “La actitud de Sobremonte, al abandonar la detensa de Buenos Aires pra dirigirse a Cérdoba con su familia, provocé la indignacion gene- tal dol pusblo que exigié del Cabiléo una resolucién enérgiea. En la Plaza Mayor cus alrededores, y on el mismo ecco del Cabildo se habjan reuni- do mas de 4,000 personas para esperar el resutado de a Asamblea Popular convocada. Verdadero Cabldo Abierto, pues ol pueblo Io imouso exigiendo la destitucién dol Vrrey”. GROSSO, Altredo 8. Curso de Historia Nacional. Talleres Graficos "Federico Rossi e Hijo". Buenos Aires 1939, Pagina 193. (50) “Los esparioles americanos somos hermanos de los expafioles do Eu- ropa... Los 6e all, viéndose privados do nuestro muy amado Rey... han ten- nido facultades para proveer a su seguridad y defender los imprescriptibles erechos de la Corona, ereando juntas de gobierno que han sido la salva- ‘én dela patia y credndolas casi a un mismo tiempo y come inspracién di- Vina. Lo mismo sin duda podemos hacer nosotros, pues comos igualmento Tbres" ACEVEDO, Eduardo, Anales Histricos del Uruguay. “Casa A. Barre roy Ramos S.A." Montvideo 1933 Tomo |. Paginas 57 y 58. (61) ARNADE, Charles W. La dramética Insurgencia de Bolivia. ob. cit. Pagina: 147 Alanochecer el 25 de mayo de 1809, en Chuquisaca, ante el apresa- ‘miento del abogado de pobres de la Audiencia, Dr. Jaime Zudanez, sindicado junto a los Oidores y el Fiscal Audiencial de desacato a la de Sevilla que en nombre del Rey cautivo asumia el gobierno limo de Espana, se produce un "tumulto 0 conmocién populart (53). Alboroto eee Cea miembros del Claustro Universitario, de conocida ‘monarquica absolutista, solicitan- do a voces la libertad de Zudanez, Gestion que resulta favorable debido a la Mediacién del Arzobispo | de la Plata, pero que da lugar a que el Presidente Pizarro ordenara a _ Su guardia personal una descarga de fusil (54) para dispersar alos H tantes, la misma que ocasiona la muerte de una persona yla | rerida de varias otras (55). Conmocisn o tumulto popular que se | va atin mas ante la ausencia del Fiscal, Dn. Miguel! Lopez Andreu _¥los rumores falsos sobre su muerte (56), dando lugar a que el Oidor VAZQUEZ MACHICADO, Humberto, Rebelién on Chuquisaca. en VAZ. ‘QUEZ, DE MEZA, José, y otros. Manual de Historia de Bolivia, Gisbert ‘Cia, Libroros Editores a La Paz Bolivia 1958, Pagina 277. ) “Pero antes de la libertad de Zudafiez, cerrada la Puerta de la Presi- dencia y dentro la persona de Su llustrisima para mediar en tan 8 circunstancias, disparé fa gran guardia por las rendijas de dicha tuna furiosa descarga de fusil al monton de gente, que ansiosamente aba on la calle el desistimiento del Sefor Pizarro en sus artiosgadas lencias contra los Padres de la Pattia, los mejores vecinos, los mas 8 vasallos y en su palabra los que mejores pruebas habian dado de su al Soberano... sin mas motivo ni insulto de parte del Pueblo congre- 10 ¢on la novadad que aquel rumor, @ griteria que puede llamarse indis- roduccién de un Tumulto o Conmocién, pues lo que doxa expro- cel exponente lo sienta como Testigo da Vista". Declaracién del Lic. layo de 1808. Revista do Insituto de Sociologia bolviana (ISO), Fa, 1de Derecho, Ciencias Polis y sociales, Universidad Mayer, Realy ‘de San Francisco Xavier de Chuquisaca. Aho XXI. No 6 Sucte Bo- 1961. Pagina 22. 148 Jesé Vazquez Ballesteros, en nombre de la Audiencia, solicitara la entrega de las armas de la gobemacién para ser trasladadas al Ayun- tamiento (57). ‘Siuacién propicia que permite e! apresamiento del Presidente Piza- tro en su propio Palacio y su traslado a los recintos del Claustro Uni- vversitario, asi como a la precipitada fuga del Arzobispo Benito Maria Mpxé y Francol (58), a quienes se sindicaba de traidores al Rey y a la Patria, por su adherencia a la Junta de Gobierno de Sevilla y de pre- tender entregar el gobiemo de Charcas a Carlota Joaquina de Portu- gal (69) De esta manera, los Oidores obsolutistas de la Real Audiencia de Charcas asumieron la totalidad del poder poitico-militar (60), hasta la (4) Declaracién de Dn. Pedro Antonio Cabezas Vargas, Capitan de ia Sala de Atmas y vecino de Chuguisaca en el proceso que "La Real Audien- la de Charcas levanta sobre los hechos acaecidos el dia 25 de mayo de 11809", Revista del Instituto de Sociologfa Boliviana (IBSO). Ob. Cit. Pagina 90, (65) Ibidem, Pagina 90. (66) Declaracién del Lic, Don Tomas Alzerreca, abogado y Defensor de. "Naturales en el proceso que "La Real Audioncia de Charcas levanta sobre fos hechos acaecides el dia 25 de mayo de 1809". Revista del Institu- to... Pagina 32. (67) Declaracién de Don Manuel de Entrambansaguas, Vecino y del Co- mercio de Chuquisaca, en el proceso sobre los hechos del 25 de mayo de 1809, Revista... Ob. Cit, Pagina 21 (68) “El populacho vociteré frente a la casa de Pizaro... Furioso el pueblo forz6 la pesada puerta, saques el lugar, y aprehienci al vio Presi- dente... El Arzobispo, después de fracasar al ratar de serenat fos dnimos, {ue presa del pdnico y escapé hacia la Vila do Yanparéez... El Padre Jorge Vanavente, quien acompafo a Moxé en esta hulda, fue forzado a llevarlo sobre sus espaldas" ARNADE, Charles W. La dramatica insurgencia de Bo- Tvia. Ob. Cit. Paginas 39 y 40. 149 llegada del sucesor de Pizarro en la gobernacién intendencia, Maris- cal Vicente Nieto, encargado de levantar minuciosa indagacién de os sucesos de mayo (61). Durante la administracién de la "Real Audiencia Gobemadora’ los re- (69) MORENO, Gabriel René. Ultimos dias coloniales en el Alto Per’. Ob. it, Pagina 397. Declaracion de Don Juan Bautista Villegas. Vecino de Chu- ‘quisaca y Socio de la Real Acadena Carolina de Derecho en el proceso judi- ‘ial sobre los sucesos de mayo de 1809. Revista... Ob. cit. Pagina 121. (60) MORENO, Gabriel René. Utimos dias coloniales... Ob. Cit. Pagina 408. Declaracién de Don Juan Bautista Vilegas. Revista... Pagina 123, "Después de deponer al Presidente, la Audiencia asumié todos los poderes en nombre de Femando Vil, a las cuatro de la mafiana del 26 de mayo de 11809; era s6lo nominalmente responsable ante el Virey de Buenos Aires y directamente ante el rey prisioneto. Inmediatamente, el nuevo gobierno co- Ionial de las Audiencia tomé varias importantes medidas. Designé al corone! Aenales como Comandante General de Charcas, y le pidié organice una fuerte milicia" ARNADE, Charles W. La dramatica insurgencia.... Ob. Cit Pagina 40, (61) Don Manuel Sénchez de Velasco que en el proceso de" diencia de Charcas sobie los hechos acaecidos el dia 25 de mayo de 1809". suscrbe las declaraciones recibidas en su condicién de Secretario {de Camara dela Real Audiencia Gobernadora, en su "Memorias para la his- toria de Bolivia” sostione que el Mariscal Nito“infatuado con las lsonjas de {que se cloriaban llamarse pizarristas cerré los ojos a la razén y a la politica... ordenando prender a los Oidores, salvo el Conde de San Xavier ‘don Gaspar Ramirez de Laredo, que poco antes llegado hacta de Regente, y {don José Le Iglesia que fué trasladado a Lima. Los Oidores Usoz, Ballasto- 10s y el Fiscal Lépez tueron llevados al momento al noviciado de San Fran- ‘isco, destinado para la custodia de los presos. £1 Comandante Aronalos ‘con varios empleados miltares y civles, la mayoria. de los Cabidantes, y ‘otros muchos vécinos, gemian incomunicados bajo la més estrecha pri= sin”. SANCHEZ DE VELASCO, Manuel. Memorias para la Historia da Bol- via. Desde ol afo 1808 a 1848, Editorial Charcas, Sucre-Bolvia 1838. P&- sina2t 150 volucionarios de la Universidad, “se echaron a difundir la consabida especie de que Espana estaba aruinada para siempre, y que la falta de Re" Absoluto no era transitoria sino defintiva” (62). Viajaron vor las Lrovincias de la jurisdiccién de Charcas sembrando la idea del go- bierno propio, como ocurre con el Dr. Antonio Vicente Seoane en . que lleg6 a ser_miembro de la Junta Gubernativa de 1810-1811 (63); de igual o similar manera que los revolucionarios AF ‘cerreca en Cochabamba, Bernardo Monteagudo en Potosi, Mariano Michel en la ciudad de La Paz, lugar donde avanzaba desde tiempo tras el propésito de acabar con el gobiemo espanol. Pero si en Chuqnisaca se quebré la unidad de. gobiemo espanol on el entfrentamiento det Presidente de la Gobernaci6n Intendencia ‘don Ramén Garcia Pizarro y los Oidores del Tribunal de Justicia, en ‘cabezados por Dn. José de la Iglesia, Decano de la Audiencia, en la ‘ciudad de'baipaz los acontecimientos politicos llevaron a la constitu- ion de una Juntarde\Gobiemno emanada de la Voluntad popularscon iqualradicalic: °**n que las organizadas en la propia Espana. En efecto, el 16 de julio de 1809, los conjurados tomaron el cuartel Ce la ciudad y en Cabildo Abierto designaron a Gregorio Garcia Lan- za, Juan Bautista Sagémmaga y Juan Basilio Catacora representantes Cel pueblo, al grito de {Viva Ferado Vil! jMueran los traidores del Rey! jMuera e! mal gobierno! (64), al tiempo que obtentan ta renuncia 2 sus cargos del Gobemador Davila y el Obispo Remigio de la Sania y Ortega. (65), junto a otros funcionarios de la administracién. ‘clos de soberania popular que concluyeron el dia 24 de julio con la flacién de la “Junta Nacional Representativa de Tuicién’, es de- Gir, protectora de los derechos del pueblo, integrada por el Presiden- (62) MORENO, Gabriel René. Los Utimos dias coloniale: (63) SANABRIA FERNANDEZ, Hernando. Breve historia de Santa Cruz. Li- ‘reria Editorial “Juventud”, 30. Edic., La Paz-Bolivia 1979. Pégina 149, CHINI LUDUERA, Virgilio Warnes en Santa Cruz. Ediciones ROALVA. La Faz - Bolivia 1981. Pagina 27. 151 'e, Dn. Pedro Domingo Murillo, en su condicién de Coronel Coman- c Milita. (66), y los Drs. Meichor Leén de la Barra, cura de Caquia- i: José Antonio Medina, cura de Sicasica; Juan Manuel Mercado, bitero de la Catedral; Gregorio Garcia Lanza; Juan BasiloCataco- , Juan de la Cruz Monje, Antonio Avila, Dr. Francisco Diego de Pala~ José Maria Santos Rubio, Francisco Xavier ituri Patino, Buena- ‘Bueno, Sebastian Arrieta, Tesorero de ia Real Hacienda; Se- Aparicio, Secretario; y Juan Manuel Caceres, Escribano. un indio de cada partido con voz y voto (67). 64) COTERA, Tomas. Memorias Histércas de la Revolucion Politica, Del _ dia 16 de Julio del aio 1809 en la Ciudad de La Paz por ia Indopenden- de América y de los sucesos posteriores hasta ol 20 de fefrero de 1810. OTERA y otros. Documento para la Historia de la Revolucion de 1809, ca pacefia. Aicaldia Municipal. Volumen Il, La Paz-Bolivia, 1954, ‘dela 1S ala 1, “En estas circunstancias salé el Seftor Obispo exortando a la tranqui- , nadie le escuché y como le consideraban cémplices con ol Go- dot para entregar estos reinos a la Princesa del Brasil, le mandaron ‘4 8u Palacio. Asi continu el alboroto popular hasta ias diez de la #81 que gritaron que se juntasen los S.S. del llusire Ayuntamionto y 2 Cabildo Pablico. En efecto, se veriticd inmediatamenta y 61 puoblo a sola voz dispuso en sv nombre a los abogados D. Gregorio Lanza y D. o Catacora, para que representasen al Cabildo sus deseos... gebernador Intendente renuncio el mando an el Cabildo, y el Obispo también en el Eclesiéstco: Que los Ministros de la Real Hacion- regasen al ML Cabildo a una de las llaves de las arcas roales y que el dor de Correros dejase el empleo...” DIARIO DEL PRESBITERO 0. En PATINO, y ottos Diarios de la Revolucion del 16 de julio. do dtorial Universo, La Paz-Bolivia 1940. Paginas 167-181. MIO, Luis F. Monografia del 16 de julio de 1809 on la ciudad do La ‘Paz. En JEMIO. Luis F. otros. Documentos para la Historia de la Re- 1 de 1809. Biblioteca Alcaldia Municipal La Paz 1943, Vol. Ill ‘Tomas Memorias histericas do la Revolucén Poltica en CO- TERA, y otros. Documentos para la historia de la Revolucion de 1809 192 Junta Tuitiva que lanza la proclama de Julio, afirmando que "ya es tiempo de organizar un sistema nuevo de gobierno, fundado en los intereses de nuestra patria, altamente deprimida por la bastarda poli- tica de Madrid. Ya es tiempo, en fin de levantar el estandarte de la li- bertad en estas desgraciadas colonias” (68); poniendo en ejecucion e1 Plan de Gobiemo de diez puntos aprobados_por el Cabildo (69) mediante sus departamentos de Gobierno, de Gracia y Justicia, De Guerra, de Culto y de Hacienda (70). Proclama y Plan de Gobierno redactados por el cura de Sicasica, Juan Antonio Medina, de origen Tucumano y considerado jacobino y radical por sus actividades y de- finiciones politicas (71). ‘Ob, Cit. Vol. Il. Paginas 99 y 40. (68) JEMIO, Luis F. Monogratia del 16 de Julio de 1809... en JEMIO y fttos, Documentos para la historia de la Revolucién de 1809. Ob. Cit. Vol. Il. Pagina 474, (69) GARCIA LANZA, Grogotio; CATACORA, Juan Basilio; BUENO Buena ventura, Estatuto Constitucional. En Documentos para la historia de Ja Revolucén de 1609. Ob. Vit. Vol. I. Paginas 361-268. )) REGLAMENTO PROVISIONAL DE LOS DEGNAMOS ESPECIALES ‘QUE DEBERAN DESEMPENAR DISTRIBUTIVAMENTE LOS S.S. VO- CALES DE ESTA JUNTA REPRESENTATIVA EN CALIDAD DE DIPUTADOS DE ELLA MISMA. En Documentos para la historia de la revolucién do 1809. Biblioteca Pacefa. Alcaldia Municipal. La Paz-Bolivia 1995. Vol. l. Pag LVI- Lvl (71) *Preguntado si por un efecto de su fidelidad que tanto aparenta en la ‘expresion, y tan mal ha observado en la practica, formé el nuevo Plan de Gobierno de la Junta Tuitiva, segun los tiene expresado on su deciaracién preventiva... Que es cierto que los oficios que hizo circular la Junta Tutiva, por conducto del Cabildo a las Superioridades de Lima, los dicté el conte- ‘Sante de acuerdo con la misma, como también los que se diigieron a los Ca- bildos, por el mismo conducto*. Confesién del Dr. José Antonio Medina. En Documentos para la historia de la revolucién de 1809. Ob. Git. Vol. |. Paginas CLVI-CLXXVI. FELLMANN VELARDE, José, Historia de Bolivia. Los antecedentes de la bo- 153 Ellevantamiento de La Paz permit ere mena ama iron para ‘estancos y ee Hacienda eudas a la (72), ‘bajo su mando (73) y enviar 's politicos a las ciudades préximas: Cochabamba, Arequipa, Puno, Chuquisaca, entre otras (74), al amparo del reconocimiento in- directo que la “Real Audiencia Gubernativa" les ofrecia (75) y la con- fianza de que la Junta Central de Espana e Indias, avalara sus actos como lo habia hecho con la de Montevideo (76). livianidad. Editorial "Los Amigos de! Libro™. La Paz-Cochabamba- 1968. Tomo | Pagina 266. (72) *Pregutado como permanecié pertinas en sus desordenes... pidien- do como Representante la condonacion e incendio de todos los expe- dientes y créditos, que en esta Ciudad se hallaban pendientes a favor de! ‘ratio... dijo que a fin de evitar cargos y reconvenciones sobre esta materia, reitera de buena fe su confesién y expone haber cometido todos estos ex- ccesos, agregando que una de las cosas que le estimularon para pedir la cancelacién de créditos, fue el hallarse el confesanta descubierto en canti- ‘dad de pesos a la Real Hacienda de resultas de un remate que hizo en el ‘amo de Diezmos”. Declaracién de Buenaventura Bueno. Documentos para. lahistoria de la Revolucién de 1809. Ob. Cit. Vol. Il Pagina 268, (73) COTERA, Tomas. Memorias Histéricas do la Revolucién Politica. Ob. Git.. En Documentos para la Historia de la Rev. Vol. Pagina 45. (74) bide, Pagina 39, (75) “Juan Galvez tue nombrado como delegado a Chuquisaca, donde via}é a. poco, en compania de Michel y ogi6, por parte dela Audiencia ‘Gobernadora, la aceptacisnindrecta de lo obrado on La Paz, mediante una den dirigida a Paula Sanz para que se abstuviera de intervent en sus a ‘suntos'. FELLMAN, Jos6. Historia de Bolivia. Ob. Gt. Tome I. Pagina 266, (76) “La Suprema Junta Central Gubernativa del Reino ha visto con la. ‘mayor satistacciGn la leatad y pariotismo que ha desplegado la capi- tular provincial de esta ciudad en las ditimas ocurrencias de ese Virreynato, {que dieron motivo a la creacién de dicha Junta... “ACEVEDO, Eduardo, Anales Histéricos del Uruguay. Ob. Cit, Tomo I. Pagina 69. 154 Accién insurgente del Alto Peri que, sumada a la de Buenos Aires el 25 de mayo de 1810, did lugar a los levantamientos politicos de Co- chabamba el 14 de Septiembre del mismo aflo, encabezado por los ilustres criollos Don Francisco del Rivero y Esteban Arze (77); de Santa Cruz el 24 de septiembre, dirigido por Antonio Vicente Seoa- ne, José Andrés Salvatierra y el Coronel Antonio Suarez (78); de ‘Onur, bajo el liderazgo de Don Manuel Barrén (72). Junta Tuitiva que se disuelve a fines de septiembre de 1809 (80), quedando Murillo con el poder en sus manos, en circunstancias de ‘otal aislamiento politico, pues la Junta Gubernativa de Montevideo ya haba dejado de existir; en Buenos Aires se habia frustrado el in- tento de organizarla, y la Junta de Gobierno de Quito presidida por e! Marqués de Selva Alegre, de 10 de agosto de 1809, soportaba el bbloqueo de las fuerzas realistas de Lima y Bogota, sin encontrar un unto de apoyo que le permita salvarse (81). Alfracasar el movimiento, desde la prisién, los protagonistas asumie- ona defensa de Fernando VII sefalando que los dominios de Char- cas estaban a punto de ser entregados a Joaquina Carlota de Portu- gal (82) por los gobernadores oficiales. Justificando la destitucién de. las autoridades en las instructivas de la Junta Central de Sevilla con- tra los sospechosos (83). (77) GUZMAN, Augusto. Brove Historia de Bolivia. Editorial “Los Amigos

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