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T| LA CIUDAD GRIEGA: LA POLIS 1. Reconstruccién ideal de la Acrépolis de Atenas. "Por todo esto estd claro que la ciudad es una de las cosas natu- rales, y que el hombre es por naturaleza un animal social." AnistOrLes, Poltica, 12,9 “En resumen, afirmo que toda la ciudad es escuela de Grecia, y creo que cualquier ateniense puede lograr una personalidad comple- ta en los més distintos aspectos y dotada de la mayor flexibilidad, y al ‘mismo tiempo el encanto personal. ¥ que esto no es una exageracién retérica, sino ta realidad, lo demuestra el poderto mismo de la ciudad, que hemos adquirido con este cardcter." ‘Tuctomes, Hisoria dela Guerra del Peloponeso Wi, 41 En estos dos textos que acabas de leer aparecen claramente expre- sados la consideracién que tenian los antiguos griegos de la ciudad ‘como marco natural de las cualidades humanas y el reflejo de Atenas ‘como la ‘poli’ por excelencia, De hecho, aquellos pueblos que todavia no vivian en ciudades similares a las de los griegos eran denominados ‘barbaros’ Qué es una polis? Debemos apartarnos un poco del concepto de ciudad actual para poder acercarnos con mayor precisién al de la polis clésica, Para los antiguos griegos, el término de pols comprendia tanto los aspectos de una ciudad como los de una entidad estatal; ademés, implicaba una extension territorial limitada que permitiese e! conocimiento entre sus ciudadanos, vinculados por toda una tradicién de costumbres, cul= tos y leyes, y tenia independencia politica autonomia) y econémica (autarquia). Como puedes ver, la dimensién humana esta siempre presente en el concepto de polis, y ésta es precisamente su grandeza: una ciudad 5 préspera si sus ciudadanos lo son, y viceversa, “mo eran las ciudades de los antiguos griegos El fildsofo griego Aristoteles, en su Politica, nos sefiala las caracte- risticas que debe tener la ciudad ideal: |. El territorio debe proporcionar de todo a sus ciudadanos como para permitirles levar una vida holgada. 2Tiene que ser inaccesible a los enemigos y de facil salida para los habitantes. 2, Stow de Atalo, Las estoas eran galerias porticadas destinadas al paseo de fos ciudadanos en las que se alo- Jaban tendas. 3. Resios de (a excallera del antiguo puerto griego de Ampurias (Gerona). 3. Debe constar de un territorio abarcable, 4.Conviene que esté emplazada favorablemente respecto al mar y ala tierra (bien comunicada). 5.Es preciso que conste de murallas y fortificaciones similares, ast como de poderio naval. 6. Debe contener alimentos, oficios, armas, abundancia de recursos, culto religioso y érgano judicial. Pero, como es natural, las ciudades de la antigua Grecia eran dis- tintas entre si, adaptadas al diferente tipo de terreno en que se asen- taban. La topografia montafiosa y maritima del pais favorecia la disper- sion en pequefios niicleos urbanos que originalmente se afincaban al pie de una colina fortificada o acrépolis. Esta acrépolis servia tam para guarecer a la poblacién en situaciones de peligro. Tenemos que distinguir, ademas, entre las 'poleis' mas antiguas, con una distribucin mas bien andrquica (como Atenas), de las originadas ‘en época helenistica y de las colonias, dotadas de mayor planificacién, No obstante, y como seguidoras de una misma tradicién cultural, las ciudades helénicas tenian una serie de caracteristicas comunes: a) La acrépolis, o zona alta fortificada con edifcios de culto, b) El Agora, lugar de reunién y de mercado, con tiendas, pérticos y otros ambitos y edificios publicos para el desarrollo adminis- trativo y judicial de la ciudad, ©) Los espacios privados, diseminados por toda la ciudad, en principio de forma anarquica. 4) Las ciudades maritimas constan de un puerto y las edifica- ciones propias del mismo, Por su nidmero de habitantes, las ciudades no solfan pasar de los 5.000 ~Atenas debia de tener en época clisica més del doble- pero con Alejandro Magno aparecerin nicleos mucho mis populosos, como la Alejandria que ha llegado a nuestros dias. En Iberia encontramos también colonias griegas, pero sélo de Emporion (Ampurias, Girona) tenemos testimonios arqueolégicos ‘que nos revelen este pasado como ciudad griega en nuestra peninsu- la, Las fuentes clisicas mencionan también los emplazamientos de Rodas (Rosas, Girona), Mainake (Malaga), Hemeroskopeion (Denia), Abdera (Adra, Almeria) y Alonis (Benidorm), lugares en los que no hemos tenido tanta fortura como en Emporion, ya que no se han encontrado restos como alli. Pensemos que en Emporion encontra- mos un Agora, mercados porticados, puerto, etc. Lo més probable es que el resto de lugares mencionados no llegasen a la consideracion plena de polis, sino que més bien consistirian en asentamientos de fac- torias por parte de sus metrépolis griegas. 3._ {Como era la antigua Atenas Sin duda Atenas es para nosotros la referencia obligada a la hora de imaginarnos una ciudad de la antigua Grecia —pensemos, p. ¢), que Esparta, su rival tradicional, no llegé a tener la entidad plena de polis; Brn 4. Plano de Atenas en tiempos de Pericles. Hacia rmediados del siglo V aC. 8, Busto de Pericles, que goberns Atenas durante ta etapa de su mayor esplendor ‘era més bien una agrupacion de granjas—, aunque su estructura como ciudad no fue fijada hasta el s.V a.C. Sus origenes tan antiguos (de época micénica por lo menos) provocaron un desarrollo anarquico. En época arcaica la ciudad se reducia tan sélo a la acrépolis y a una zona baja orientada al sur.Al noroeste de la acrépolis nacié en el sl a.C. el barrio del Cerdmico, auténtico niicleo urbano con el emplazamien- to del agora. En los silos venideros se irn afiadiendo otros lugares de rreunién, murallas (las de Pisitrato y Temistocles, para defender a los atenienses de invasores como los persas y para conectar la ciudad con el puerto de El Pireo), etc. Pero es en el llamado Siglo de Pericles (450-350 a.C,) cuando Atenas cobrara todo su auge. Pericles se afané en reconstruir de forma esplendorosa los templos de la Acrépolis, destruidos por el rey persa Jerjes, y de entre ellos destacard, como emblema de la ciudad, el Partendn, el magnifico templo dedicado a la diosa Atenea Partenos, divinidad tutelar de la ciudad a la que otorga su nombre.Ademas, con el transcurrir de los afios, floreceran nuevos barrios con otros tem- plos y pérticos, pero todo ello exento de cualquier tipo de planifica- cién racional; probablemente la Atenas de aquella época se asemejaria mis al aspecto de las ciudades orientales. En cuanto a las casas de los atenienses, éstas por lo general no eran muy grandes, y solian ser de planta baja, organizadas en torno a un patio interior. Un material siempre presente en la construccién era fa madera, que junto con el adobe formaba muros de poca consistencia, Los tejados eran planos y las ventanas pequefias. Se cocinaban los ali mentos al aire libre y, cuando se hacia fuego en el interior, se levanta- ba una teja del techo para permitir la salida del humo. Las clases aco- modadas tenian al menos dos plantas:la superior, destinada a las muje- res, la inferior a los hombres. Habitaclones eecundarias| (i Patos y pats de ces 6, Reconsiruccién de una vivienda en Priene. 8, Figura de Zeus del frontén Este del templo de Zeus en Olimpia. Los templos griegos estaban repletos de cesculturas, como corresponde # su funcién ornamental 9. Ruinas del remplo de Zeus. Atenas. Como suele acurrir, apenas nos han llegado testimonios arqueolé- gicos de las casas humildes, aunque si de las sefioriales. De todas for- mas, por los testimonios escritos sabemos que el tamafio de las casas atenienses estaba en consonancia con el de sus calles: pequefias y estrechas, Tanto es asi que las puertas se abrian hacia afuera, y para no golpear a los viandantes y avisarles se llamaba a las puertas antes de salir de casa. La escasa calidad de los materiales de construccién hacia muy facil la actividad de los ladrones, ya que el adobe no oponia dema- siada resistencia a sus agujeros. ‘Como podemos apreciar,en general los atenienses preferian ver su gloria reflejada en los templos de su ciudad antes que en sus propias casas. 1. Templo de Teseion, Atenas. 450 a.C. Templo muy bien conservado en el que st puede aprecir la grandiosidad con que los griegos construfan la casa de sus doses No se debe olvidar que el tempio griego esté concebido para set visto desde fuera e importa menos su configuracién y funcién interior Se dice por ello que es una arquitectura ornamental o escultérica. 18, Hegeso dlespidiéndose de sus joyas que le muestra swcriad, Estela funeratia. Hacia cl siglo V a.C, Museo Nacional de Atenas, 2. La familia En Ia antigua Grecia, a unidad social nuclear bésica era la familia, centrada en el padre, que era la auténtica autoridad sobre los otros miembros, mujer € hijos. También vivian en este entorno familiar parientes cercanos y esclavos. Los griegos tenian gran respeto por esta institucidn, que estaba en la base de otras més amplias de tipo tribal. Su finalidad principal era la de tener hijos y asegurar asi la hacienda familiar. Hasta tal punto era importante este Ultimo aspecto que en Atenas era algo muy habitual y bien visto casar a las hijas con algin pariente cercano. a) {Qué papel tenia la mujer? "Y si debo mencionar también la virtud de las mujeres [..], vues- tra gloria consistird en no ser inferiores a vuestra condicién natural, yen que haya entre los hombres las menores conversaciones posibles sobre vosotras para bien o para mal". ‘Teetbives, Historia de la guerra del Peloponeso Il, 45,2 Con esta declaracién de principios de Tucidides, podemos hacernos una idea acerca de cual era el pape! de la mujer, por lo menos en Ate- nas; llevar una vida lo més discreta posible obedeciendo en todo a su marido, No en toda Grecia fa situacién de la mujer era idéntica; en Esparta sabemos que gozaban de mayor liberalidad y podian incluso hacer deporte ensefiando las piernas,y en otros lugares podian llegar a ser postisas de renombre, cosa que no ocurria en Atenas, El sometimiento al marido era visto como algo natural por Aristo- teles,y ya en Homero aparecia claramente la figura del marido como legislador de su mujer ¢ hijos. El papel principal de la mujer era el de obedecer al marido, cuidar de su hogar y dar una educacién basica a sus hija. 16, Las Bodas Aldobrandinas. Copia romana de un ori- ginal helenistico de Etién. Biblioteca Vaticana. 17. Abraco de hombre y mujer. Pélive de figuras negras del Pintor de Aqueloo. Siglo VI aC. Museo Briténico, Londres Los matrimonios eran concertados por los padres, y por lo gene- ral no habia mucha intimidad ni mucho amor verdadero entre los esposos. Pensemos que la diferencia de edad entre hombre y mujer al llegar al matrimonio era considerable: Hesiodo recomienda que el hombre se case hacia los treinta afios con una muchacha de unos quin- ce, para asi poder educarla.Y esto era lo que le ocurria a la mujer: salia de su casa de la tutela de su padre, casi una nifia, y pasaba a la tutele de su marido. La bod era en toda propiedad una entrega de la novia al novio, con una dote que aportaba ella y que debia serle restituida en caso de divorcio, cosa casi imposible para la mujer, pero més fécl para el hom- bre.Al parecer, a dote aportaba legitimidad al matrimonio, una espe- cie de acuerdo legal, un trato oral con testigos de por medio. La ceremonia de los esponsales duraba tres dias; en el primero, la novia se despedia de su nifiez consagrando sus juguetes y objetos de la infancia a la diosa Artemis; luego, tanto él como ella tomaban un bafio purificador y en el segundo dia se procedia a la ceremonia pro- piamente dicha; posteriormente tenia lugar un banquete en casa del padre de la novia, tras el cual era conducida a la casa del novio. En algtin sitio, como en Esparta, este traslado tomaba la apariencia de un rapto. El dia tercero tenia cardcter festivo. con entrega de regalos a la nueva pareja. La situacién de la mujer en Atenas era un poco lamentable: debia permanecer casi siempre en los aposentos destinados exclusivamen- te a ellas (el gineceo), y apenas tenia trato con los hombres de la casa, que habitualmente estaban fuera de ella ocupados en sus que- haceres politicos o hasta en la compra en el mercado. Incluso de nifias estaba mal visto que estuviesen en el patio si habia hombres de por medio. an sélo podian disfrutar de un poco més de libertad en las fiestas dedicadas a las mujeres casadas: las Tesmoforias. En defini- tiva, era la 'reina de [a casa’, pero aqui se terminaban sus privilegios, Tras la guerra del Peloponeso estas costumbres se verén alteradas, y el Helenismo seré también testigo de pequefios cambios de esta situacién. b) Los hijos y la educacién Los matrimonios griegos no solian tener muchos hijos por distin: tas razones, entre las que cabe destacar el interés por preservar el patrimonio familiar y no dividirlo entre varios miembros; ademés esta: ba permitido tanto e| aborto como la exposicién del recién nacido si no era legitimado por el padre. Esta ultima prictica era més habitual con una hembra que con un varén. Cuando un hijo venia al mundo, se colocaba sobre la puerta de ld casa una corona de olivo si era un niffo y una madeja de lana si era una nia, Cinco © siete dias més tarde se procedia a una ceremonia de purificacién (amfidromia), y a los diez dias se organizaba otra para hacer pidblico el nacimiento y legitimarlo. Era entonces cuando se ponia nombre al nifio, habitualmente el del abuelo paterno, aunque 4 veces también se empleaba el del materno; el apellido era simplemen- te el nombre de su padre (patronimico) y el del lugar de donde pro: cedia. 18. Un no jugando con una oca. Copia romana de un original griego de Beto de Caledonia. Sigio I ac. Museo del Louvre, Pais. 19, Detalle de una cerdimica de figuras rojas que repre senta una clase de misica. Hacia 480 a.C. Museo de la antighiedad, Bern Hasta los siete afios, los nifios permanecian tanto en Atenas como en Esparta al cuidado de sus madres y nodrizas; pero a partir de esta edad Ia situacién cambia, y lo hace de forma diferente en una y otra ciudad. En Atenas las nifias, como vimos, apenas reciben educacion:tan solo aquellos rudimentos que su madre les ensefiaba para atender correc- tamente las labores domésticas. Sin embargo los nifios acuden a una escuela acompafiados por un esclavo, el pedagogo. Estas escuelas no estaban a cargo del estado, sino que eran privadas, y por el misero sueldo que cobraba un maestro de entonces podemos deducir que la ensefianza no era una prioridad. Todo dependia también de la posicién social de las familias, y en las mas pobres apenas llegaban los nifios a tener unos rudimentos de lectura, Los estudios principales que cursa- ban los nifios atenienses eran las letras, la musica y la gimnasia, La memoria ocupaba una plaza primordial en estos estudios, asi como el manejo de algin instrumento musical y el dominio del canto. Esta ensefianza se completaba con la aritmética, Los estudios superiores,a partir de los dieciocho afios, dependian de instituciones de corte militar (efebia) y de la ensefianza de los sofis- tas, hombres sabios que transmitian sus conocimientos. La educacién en Esparta diferfa mucho de la ateniense; las mucha- chas participaban en las competiciones atléticas de los muchachos, dominando artes més propias de un adiestramiento militar, e incluso aparecian unos y otras desnudos en las procesiones. Esta formacién del sexo femenino se debia a la consideracién espartana de que tanto el hombre como la mujer debian ser fuertes y robustos para dar hijos excelentes. Los varones, ya acostumbrados desde pequefios a no ser capricho- sos ni a tener miedo a la soledad o a la oscuridad, ingresaban a los siete afios en agrupaciones de cardcter militar que irian forjando su cardcter para constituirse en los mejores guerreros de la Hélade. De hecho, pasaban a pertenecer directamente del Estado hasta su muer- te.Aprendian a escribir y a leer, pero sus objetivos primordiales pasa- ban por la disciplina, el aguante y el conocimiento de la guerra. Las pruebas de resistencia y de supervivencia que arrostraban serian impensables en nuestra época, ya que por cualquier falta se les azota- ba, apenas se les proporcionaba alimento o vestido ~y el invierno en el Peloponeso puede ser muy duro!-,y se estimulaba asi su agudeza y atrevimiento para que consiguieran por sus propios medios todo lo necesario, pero, eso si, sin que fueran sorprendidos al hacerlo. Veamos qué nos dice Plutarco sobre la educacién en Esparta: "Nada mas cumplir los siete afios el estado se hacta cargo y los repartia en agelai (grupos), en los que convivian juntos, y se habitua- ban a jugar y a aprender juntos. Como jefe de cada grupo ellos ele- ‘gan a aguél que destacaba por su inteligencia y por el coraje en la lucha. Aprendfan a leer y a escribir porque era necesario, pero el resto de la educacién consistia en obedecer, resistir la fatiga y vencer emel combate." Prutanco, Vidas paralelas:Licurgo

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