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[Amer werapeu- and Re- ork: Int Related nt Univ. re9 asec on to te anal, 2: pb, moa ‘atment. int Rev. Prychoo: sd Object iophre- te. New 8). Bf >ationts: chodyna- ‘an over- counter- Through ork: Basic York: Ba TOLERANDO LA CONTRATRANSFERENCIA: UN PROCESO MUTATIVO DENIS CARPY, LONDRES ‘Mucho se ha escrito sobre Ia contratrans- ferencia en la literatura psicoanalitica mas reciente. Bn el presente articulo, me ocuparé del paciente que evoca sentimientos intensos en el analista, Discutiré la base de tal fenémeno y las diferentes maneras posibles de enfrontarlo y describiré cémo el “tolerar” la contratransferencia puede tener un bene- ficio terapéutico para el paciente. ‘Empezaré, sin embargo, con unos cuantos comentarios ‘sobre el coneepto de contra- transferencia y su historia. Frecuentemente sedice que aunque Freud cambié su punto de vista sobre la transferen- cia, pasando de considerarla como un estorbo a apreciar su valor terapéutico central, nun- ca tomé conciencia del valor terapéutico de la contratransferencia, En realidad, lo que no- sotros denominamos actualmente contra- transferencia, y consideramos util, es un fenémeno diferente al descrito por Freud uti- Tizando el mismo término, Freud utilizé por primera vez el término en 1910 para referirse a la resistencia incons- iente del analista a ayudar libremente al pa- ciente a enfrentar dreas de la psicopatologia ‘que él mismo encontraba dificiles de enfren- tar, Freud mantuvo este uso a lo largo de sus eseritos posteriores. Lo que nosotros llama- ‘mos en la actualidad contratransferencia es bastante diferente, aplicéndose el término, en la mayoria de casos, para deseribir lossen- timientos consciontes y_preconscientes, que tiene el analista hacia su paciente. El desplazamiento hacia esta versién mas moderna fue iniciado por Paula Heimann en suarticulo "Sobre la contratransferencia” pu- blieado en 1950. Ella eomienza definiendo el término como "todos los sentimientos que el analista experimenta hacia su paciente". In- luye en esto lo inconseiente, describiendo la contratransferencia como resultado de una Snteraccién mediante la cual "el inconseiente del analista entiende el de su paciente”, pero en el articulo olla se centra en los sentimien- tos conscientes o preconscientes -a los que de- nomina “respuesta emocional” del analista al paciente, Es a este énfasis en los sentinien- tos conseientes y preconscientes hacia el pa- eiente a lo que generalmente se ha pasado a hacer referencia en épocas més recientes, Sin ‘embargo, Segal (1977) ha sefialado que, en ‘oposicidn a este uso comiin, Ia parte mas im- portante de la contratransferencia es incons- ciente y sélo podemos reconocerla a partir de sus derivados conscientes. Heimann pasa a deseribir eémo, si el ana- lista se permite tomar eonciencia de su con- tratransferencia, los sentimientos pueden ser utilizados para sefialarle las dreas que son significativas para el paciente en ese mo- mento. Bl proceso mediante el cual se hace posible una situacién de este tipo puede ser entendido utilizando el coneepto de identifi- caeién proyectiva, que fuera descrito por Me- Janie Klein (1946) como una actividad men- tal que se produce inicialmente en la infancia temprana, pero que continia a lo largo de to- da la vida, Se basa en una fantasia incons- cicnte, segun la cual partes escindidas del self, originalmente el pecho como objeto par- cial, son percibidas como puestas dentrode la otra persona, pasando a formar parte de ella. Este concepto original ha sido ampliado por Bion (1959) y Ronsenfeld (1971) para incluir Ja nocién de que el receptor de la identifica- cién proyectiva es afectado por ella, de tal ma- era que puede experimentar lo que esta siendo proyectado en él. Bs sobre la base de esta idea que se entienden los poster puntos de vista sobre la contratransfere! resultando interesante que Heimann haya dicho en 1950 que “la contratransferencia del analista no sélo es una parte 0 parcela de la relacién analitiea sino que es Ia creacidn del paciente, es una parte de la pei paciente’. aaa Los escritos sobre este tema no son claros 187), Patie chody Thro ork: Be “York: | 234 respecto a cémo exactamente se ve afectada Ja mente del analista por esto. En la discusién del material clinico, los analistas algunas ve ces hablan como si ellos creyeran que este as- pecto de la contratransferencia implica que el analista realmente sient, en un sentido con- treto, los sentimiontos del paciente -como si Ios sentimientos dejaran la mente del pacien- tey se insertaran en la mente del analista. Creo que la confusién se debe, en parte, a que los eseritos sobre el tema describen Jos pensamiontos o fantasfas existentes en la mente de un paciente, un bebé, un analista 0 tuna madre, sin explicarlos claramente, por lo que puede dar a impresién deque seestades- cribiendo fenémenos desde el punto de vista del que escribe o de algiin tercero que obser- va objetivamente la interaccién que se esté deseribiendo. Por ejemplo, témese mi wltima cita de Heimann, quien dice que "la contra- transferencia...es una parte de la personali- dad del paciente". El paciente muy bien podria ereer, como parte de su fantasta in- consciente, que eso es concretamente lo que sucede. De'manera similar, el analista podria conceptualizar asf la situacién si ha leido (0 ha lefdo mal) Ia literatura pertinente. Pero, en mi opinién, un hipotético observador obje- tivo de la interaceién verfa que ambos estiin equivocados en lo que ereen y que el pacien- te, de alguna manera, habria logrado inducir fet anglista un estado rienial moy’ similar al que él estaba intentando, de manera mas ‘0 menos exitosa, eliminar en sf mismo. La identifieacién proyectiva es un fenéme- no primitive y, por lo tanto, puede involucrar Sentimientos muy intensos a los que sélo se puede manejar de esta manera, pues el pa- tiente es incapaz de ponerlos en palabras. Particularmente con pacientes mas pertur bados y fronterizos, el analista se encuentra Meno de sentimientos intensos durante la se- sign y se enfrenta con el problema de edmo manejarlos, La primera dificultad es deseri- ta por Heimann (1950), euando sefiala que “emociones violentas de amor u odio, desam- paro o ira, impulsan a la aceién, antes que a acontemplacién y perturban la capacidad de tuna persona para observar y sopesar la evi- dencia correctamente”. El peligro es que el tanalista realice un acting out de sus intensos sentimientos, por lo que su principal tarea en {el situacion ee intentar taerar estos sent mientos sin llevar a cabo.un acting out de ellos. Posteriormeiite retornaré a examinar este punto. \) rea del analista. Tras haber recone DENIS V. CARPY Con una contratransferencia mas sutil, la primera tarea con frecuencia es simplemen- ser timientos, poro ello puede ser dificil, como lo ha sefialado Bren- man Pick (1985). Ella nos recuerda que el analista es un ser humano y, por lo tanto, es probable que desce tanto como el paciente evitar el dolor de Ja experiencia proyectada Ella también habla sobre la siguiente ta- sentimientos contratransferenciales y haber evitado realizar un acting out de ellos de una ‘manera destructiva, el analista debe intentar Geshacer la inevitable confusién en su mente /-2) entrée que es producidode una manera més\—7 directa por el paciente y.lo que es mas una / funcién de su propia respuesta personal a di-\ cha produccién. Si puede hacerlo, entonces el ‘analista podré intentar entender lo que est } proyectando el paciente, junto con el motivo Que existe detras de dicha proyeccin. ‘En todo esto existeun acuerdo bastante ge- neral, pero ahora pasamos. al problema difieil, ¢Cémo utilizard el analista lo que ha descubierto para sacarle la mayor ventaja te- rapéutica? Existen aquellos que estdn a favor de que ‘el analista revelo abiertamente su contra- transferoncia al paciente,en una variacién de Jo que seria deciele "T'i me haces sentir esto y aquello". En un articulo donde profundiza Sus planteamientos de 1950, Heimann (1960) plantea que "una comunicacién de este tipo Tepresenta una confesin de asuntos perso- rales del analista e implicaria una carga pa- ra el paciente y un alejamiento del analisis. Por lo tanto, no debe ocurrir” (p. 12). Yo afiadiria que, dado que el paciente proyecta algo que él no puede tolerar, es probable que ‘experimente dicha "confesién” como una evi- deneia que confirma que su proyeccién es in- tolerable, pues e] analista también tiene que deshacerse de ella ‘A partir principalmente de la obra de Bion (1962a, 1963) se ha formulado la idea de que a través de un proceso de comprensién de las proyecciones del paciente, el analista funcio- nna como un “eontinente” de ellas, de tal ma- era que son "desintoxicadas”. Eso quiere de- cir gue lanaturaleza atemorizadoray pertur- badora de lo que el paciente proyecta es miti- gada y que, entonces, el analista tiene que en- contrar una forma de devolver al paciente la parte proyectada, pero ya presentada de una manera aceptable. Esto se hace mediante la interpretacisn, que permite al paciente rein- i, a ello ren. eel 0, €8 ente da, 2 ta sus aber una ntar ente mas una adi- esel estd otivo ege- jema eha ja te- = que ntra: nde “esto idiza, 1960) tipo erso- a pa isis. ). Yo yecta e que a evir es in- eque Bion e que je las | ma- rede- prtur mite een nto la nte la reine pean on come ph, TOLERANDO LA CONTRATRANSFERENCIA: UN PROCESO MUTATIVO, corporar, introyectar nuevamente, las partes de si mismo que él ha proyectado, pero modi- ficadas de tal manera que puedan ser inte- gradas a su personalidad El grado en el cual esto es posible varia grandemente. La situacién es examinada por Rosenfeld (1971), quien deseribe tales inter- pretaciones como la esencia de la tarea analitica en casos en los que el paciente esta utilizando la identificacién proyectiva como comunieacién. El plantea que aqui ol pacien- te es receptivo a lo que entiende cl analista y puede encontrar que sus interpretacionesson signficativas. Sin embargo, cuando la identi- fieacion proyeetiva gsta siendo utilizada para negar la realidad ffisida, Ia interpretacién puede ser experimentada como un reingreso forzado. Rosenfeld plantea que es importan- te difereneiar estas situaciones para mante- ner eontact con el pacientey hater postbleel tra manera de mirar esto es considerar en qué grado retiene un paciente dentro.desi alguna conciencia va; ‘que esta siendo proyectado, Cuanto mas conciencia tiene paciente de foque proyécta, mayor sera suca- pacidad para reconocerlo como suyoeuando eTanalista se To interprete. Un paciente mas perturbado 0 fronterizo tenderd a usar la identificacién proyectiva de una forma mas completa, de tal manera que con frecuencia él se despojard totalmente de su proyeceién y la verd como completamente extrana a), sin retener ninguna conciencia de ella. Es en es te enso en el que la tarea terapéutica se hace particularmente dificil y esa esta situacién a Ta que me referiré principalmente en este lo, £1 primer punto que deseo seftalar es que, en una situacién asi, es totalmente inutil que el analista trate de decirle al paciente que él siente algo que simplemente no siente. El pa- ciente se convencerd ain mas de la realidad de su proyeccién a través de Ja confirmacién de que lo ques intolerable o inaceptable est de hecho en eualquier otra parte. Ademds, el paciente se sentird enfrentado a un analista que esta intentando introducir en él algo ate- morizador 0 descabellado. Parece que existen analistas que insisten en utilizar ja contratransferencia de esta ma era, convencides aparentemente de que aunque el paciente no tenga concieneia de sentir lo que se le esta diciendo que siente, la interpretacisn de alguna manera le afectard aun nivel mds profundo, Pienso que esto trae 235 consigo el riesgo de una pseudo aceptacisn de dicha interpretacién, motivada por el temor ‘aun analista amenazador, que se esconde detras de la idealizacién del analista (y de su técnica). Ciertamente, Rosenfeld (1971) pare- ee advertir contra una ténica semejante. El se da cuenta del problema técnico y parece su- gerir que el mejor enfoque es inierpretar el proceso proyectivo junto con el contenida de Ia prayeecién, Esto, presumiblemente, impli- ea decirle al paciente que él evita sentir esto y aquello mediante el convencimiento de que se ha librado de tales sentimientos transti Tiéndolos al analista. Esta es una técnica también utilizada por muchos. Sin embargo, nuevamente implica decirle.al paciente que AI siente algo que él no tione conciencia de sentir, pues la fantasia de identificacién pro- yectiva que esta siendo explicada por el ana- lista es, por su naturaleza, inconsciente e inaccesible para el paciente. En mi propio tra- bajo elinico, no he encontrado util este méto- do, aunque Rosenfeld deseribe su trabajo con pacientes psicéticos, quienes pueden tener mayor eoncioneia de sus fantasias que los pa- siontes con perturbaciones menos graves. Nos quedamos con la interrogante de como enfrentar experiencias contratransferen les intensas para obtener el mejor efeeto te- rapéatico. Sugiero en este articulo que si el analista puede tolerar dichos sentimientos, este hecho por sf mismo puede ayudar al pa- ciente y producir un cambio psiquico. Pasaré a oxplicar lo que quiero decir con el término Galea ) No me estoy refiriendo a una capa- eidad para no ser afectado por las proyeccio- nes del paciente o para distanciarse del calor de la interaceién emocional o para "esconder” al paciente a respuesta emocional propia, Un analista que se comporte de esta manera probablemente seria experimentado por el paciente como distante, aislado, atemorizado ‘© poco sincera, A lo que me refiero es ala ca- pacidad para pormitirse jentar as jone® del paciente eon toda su fuerza y, @pésar de ello, poder evitar cl realizarac- ting outs de ellas de una manera brusea. Pa- rahacer esto, uno debe ser eapaz de evitar ser abrumado completamente porla experiencia, pero considero que es inevitable que, si las ? royecciones son experimentadas en su ple- 22 nitud, se produzcan en cierto grado acting | outs ‘pareiales dé Ta contratransferencia.~ Brenman Pick (1985) plantea eso cuando des- cribe cémo la identifieacién proyectiva busca producir una reaceidn, que puede producirse F cos eat Yor 1R int tior 236 DENIS V. CARPY ‘con tanta rapidez que no se la reconozca. "El analista tiene un impulso de actuar y parte de 61 estaré expresado e (158). Pienso que este acting out puede tomar muchas formas, incluyendo la eleesién de 4- reas de interpretacién, el tipo de interpreta- cién y las palabras y el tono de voz que se uti- Jizan para comunicarla. Creo que este aspec- to inevitable de la situacién tiene, finalmen- te, un valor terapéutico positive, Mads adelan- te explicaré eémo se produce esto, pero prime- ro daré un ejemplo que ilustra el acting out parcial al que me refiero. “Ta paciente es una mujer soltera de unos 35 afios, con una sesién semanal de psicote- rapia psicoanalitica, Ella se queja de sinto- mas fobicos y obsesivos, No puede utilizar as- censores ni viajar en el subterraneo ni en aviones, pues tione temor de quedar "atrapa- da" en estas situaciones, aunque nunca le ha pasado algo asf, Se preocupa constantemen- te de la salud de sus padres, temiendo parti- cularmente que su padre sufra otra hemorra- gianasal gravey muera. Estoabarea también su propia salud y ella con frecuencia acude al doctor con pequerios malestares. Es obsesiva- mente pulera y cuidadosa y constantemente reacomoda las ropas en el ropero o las cosas en el trabajo. Antes de acostarse, tiene que verificar varias veces que las puertas y las ventanas estén aseguradas, pues tiene temor que alguien se introduzea a la easa. El comer fuera constituye un problema, pues teme co: mer alimentos que ya se hayan "pasado", En casa, constantemente huele los alimentos an- tesde comerlosy descarta cualquiera que ha- ya pasado la fecha maxima recomendada pa- Ta suconsumo en el paquete. No puede comer en restaurantes. Ella es hija tiniea. Sus padres son obreros de origen espafiol, a los cuales permanece es- trechamente unida, Ella vivié con sus padres hasta tener un poco mas de 80 afios y sélo los dejé, mudéndose a su propio departamento, para escapar de su temor de que su padre tu- viera una hemorragia nasal durante la noche y ella tuviera que atenderlo. A pesar de ha berse mudado, ella pasa las nochesy losfines de semana donde sus padres y realmente usa su propio departamento sélo como un lugar donde dormir. La madrees deserita como una persona suave y tranquila y el padre como mis rigido y propenso a ataques de pénico. Ella abandons el colegio poco antes de ter- minar, se dedicé a trabajar en una tienda de ropa y finalmente abrié su propia tienda pe- ‘quefia de ropa para damas junto con una s0- cia, En sus entrevistas de evaluacién fue des- cerita como una persona controlada y muy for mal, que no mostraba emociones de ningtin tipo! Un aspecto sorprendente de ella era que no tenia ningun tipo de recuerdo anterior a los 16 afios. También era incapaz de deseri- bir suefios o fantasias y daba la impresion de tener un mundo interno muy vaeio. Tenfa un par de amigas, pero nunca habia tenido una relacién duradera con un hombre. Ella des- cribja su estado emocional como un constai te “equilibrio -ni para arriba ni para abajo Admitia que algunas veces se enojaba con sus padres y deseribié un incidente en el que habia tenido una discusién con su madre. Luego de ésta la madre le habia ofrecido co- cinarle algo, pero la paciente le dijo que no lo hiciera, pues no tenia hambre; sin embargo, inmediatamente empez6 a comer una tajada de pan ya seco delante de ella. Este episodio fue deserito de una manera objetiva y sin afecto, caracteristieos en la paciente, como si no tuviese la. més minima eoneiencia de ha- ber sentido algo en ese momento. Ella inieié su tratamiento de una sesién se- manal conmigo después de una larga espera por un turno libre. En la terapia, se presen- taba muy formal y préctica, con la actitud de la paciente que va a ver a un doctor para un tratamiento disefiado con el fin de ayudarle ‘a superar sus sintomas fobicos. Me saludaba Giviéndome "Buenas tardes, doctor” y se des- pedia diciéndome "Hasta luego, doctor’. Du: ante las sesiones, se mostraba cooperadora y amigable, sin mostrar ninguna otra emo- ign; hablaba constantemente, de tal manera que me era dificil poder hablar, y ocasional- mente hacfa referencia a lo mucho que le de- sagradaba el silencio Répidamente descubri que cualquier in- tento mio por interpretar Ja transferencia seria recibido con una perplejidad inocente. Ella no podia entender por qué yo sugeria que ella tenfa algiin tipo de sentimiento hacia mi cuando, después de todo, yo era simplemente el doctor al que ella acudia para que la ayu- dara con sus sintomas. Un ejemplode esta ac- titud se produjo evando, después de varios meses de terapia, ella me pidié un cambio en Ja hora de sus sesiones debido a un compro- miso de trabajo; cuando me fue imposible aco- ‘modarla en un nuevo horario, ella gentilmen- te me pregunté si yo podia arreglar que la ‘TOLERANDO LA CONTRATRANSFERENCIA: UN PROCESO MUTATIVO 237 transfirieran donde otro doctor. Casi todo co- ‘mentario que yo hacia era examinado de ma- nera euidadosa y muy gentil para demostrar que no era valido, ya sea en base a razona- ientos ligicos o ‘porque yo habia utilizado para deseribir algo una palabra diferente a la que ella habia usado. Yo traté de interpretar esto como algo relacionado con su temor de | asimilar algo malo, como en el caso de Ta co- | mida "pasada’”, pero fue imitil ‘Mi contratransferencia durante muchas |, delas sesiones era la de un sentimiento abru- | mador de ira impotente porque estaba siendo | desechado como alguien inuitil y sin impor- | taneia, igual que mis intentos por ayudarla. Pienso que esto se derivaba de una identifi- cacién proyectiva de sentimientos similares enella y que para que se produjera una eva- cuacién tan efectiva de estos sentimientos y su alojamiento en mi, era necesario que yo fuera un continente adecuado de los mismos. Es decir, que yo mismo debia ser, por cuenta propia, significativamente suscoptiblea tales sentimientos, para que se hubiera producido una "transferencia” masiva de ellos de una manera tan exitosa. En diferentes momentos al inicio de la te- | rapia, intenté hablarle sobre sus sentimien. | tos de inutilidad o de resentimiento hacia mt | ode su deseo de controlarme y evitar que le | ayudara, pero estos comentarios carectan | completamente de significado para ella. Me | dicuenta de queno le estaba ayudando de es- ta manera, asi que traté de evitar tales inter- \ pretaciones y simplemente tolerar esta con- tratransferencia. Lo que no quiere decir que dejé de interpretar: segui tratando de inter- pretar la naturaleza de a transferencia como yo la veia, pero presté particular atencién a la necesidad de evitar interpretaciones que tenian muy poea probabilidad de ser acepta- das. Pienso que este esfuerzo me ayudé a ev tar realizar acting outs de mi contratransfe- rencia de una manera brusca; sin embargo, pasaré a deseribir una sesicn que se produjo aproximadamente después de un afto de te- rapia y que espero demostraré el grado con- tinuo de acting outs pareiales por parte mia. Ella comenz6 la sesién sin aliento, como era usual, después de haber subido por las es- caleras cuatro pisos para llegar a mi consul- torio, Sonriéy dijo, canversadora como siem- pro, que ese dia 86 sontid mis sofoeada que de costumbre porque generalmente descan- saba un momento al terminar de subir las es- caleras, pero esta vez un hombre estaba pa- ado esperando el ascensor y a ella le preo- ‘cup6 que él pensara que le pasaba algo malo, ‘asi que no se detuvo. Habia Negado ala sala Ge espera del consultorio antes de lo usual y habia lefdo en una revista la historia de una mujer adicta a la heroina, que habia acudido a Tas drogas porque se sentia deprimida, La ‘mujer nose habia dado cuenta en esi imida, s6lo habia perci- ido que estaba preocupdndose menos por ella misma, BI haber leido esta historia no habia deprimido a la paciente, sélo la hi conmovido.un poco, e80 era todo, En el émni- us, camino a la consulta, habia estado pen- sando sobre qué iba hablar y, como era usual, no podia pensar en nada importante que le fubiera pasado durante la semana. Como yo ‘ya sabia, ella no hacia muchas cosas, simple- mente iba a trabajar y luego regresaba a ca: 5a, Ponsé en el émnibus sobre la sesiGn de la ‘semana pasada y lo que habia pasado en ella, aunque esto no se Ie habia cruzado por la ‘mente en toda la semana, Pensando en esto, se haba sentido un poco mal, pero no depri- mida, BI leer sobre esta drogadicta le habia Fiocho pensar que, durante el sitio par de afios, ella no habia estado prestdndole mucha. atencién a las cosas. No es que se diera al abandono 6 cosas asi. Simplemente existfan algunas cosas que tendia a dejar pasar, espe- cialmente en su departamento, donde habjan cosas que solfa hacer todos los dias o todas las semanas, pero que ahora las hacia cada dos dias o cada quineena. No se trataba de que el departamento estuviera sucio o de algo que los demas pudieran notar. En todo caso, na- die la visitaba, Si algin amigo Ia iba aver, generalmente era en la casa de sus padres. Ella suponia que cualquiera pensaria que 6 departamento se veia muy bien, pero ella se daba cuenta de que algunas cosas no estaban siendo atendidas adecuadamente. E} pérrafo anterior es un resumen de la primera media hora de su sesion, en la que hablé constantemente sin darme la oportuni- dad de intervenir. En este punto, ella hizo una ligera pausa, permitiéndome decirle que se le escuchaba como si se hubicra dado cuen- ta de que se sentia un poco mal inte- riormente, algo que ella habfa sentido en su sesién de la semana anterior. Afiadi que pa- recia estar diciendo que esto era algo que ‘otras personas nonotarfan, algo que yo no e taba notando, por lo que no le estaba toman- do atencién en las sesiones. ‘Su respuesta fue decir que ella no veia la ne de ei ands 238 DENIS V. CARPY razén de brindarle atoncién a las cosas. Des- pués de todo, uno de sus problemas, era que je brindada demasiada atencién a las cosas, especialmente en el trabajo, donde tado tenta {que ser perfecto, Su socia insistia en que ella Se demoraba siglos en dejar todo ordenado y Timpio- una de sus obsesiones. Y por supues to, ninguna de sus obsesiones estaba mej yando. Todavia tenfa que subir por las esta leras. ‘Yo le dije que parecia que cuando yo inten- tababbrindarle atencién a sus sentimientos de afliecidn, ella se ponfa a hablar sobre sus sintomas, ‘Respondié queno podia ver la conexién. En i maboliy-el 6mnibus estaba tratando de pensar sobre ‘como el sentirse conmovida por la posibilidad de que sus padres murieran y la dejaran so- Ja(un tema tratado la semana anterior) podia tener algo que ver con sus sintomas y que no existia ninguna conexién. Por lo menos, no la podia ver. Quizs yo tuviera alguna idea al Fespecto, pero no se la habia planteado, aun- gue ella suponia que yo era un psiquiatra Competente y debia saber lo que estaba ha- ciendo. ‘Yo le dije que parecia como si ella fuera ca- paz de pensar” sobre su afliceidn y sentir que ho estaba conectada con sus sintomas, por lo jue no tenfa caso seguir preocupandose por lla. Ella lo estaba dejando todo limpio y or- Genado para ya no tener que preocuparse por 80. ‘Ella dijo que finalmente sus padres iban a morir y que no se podia hacer nada al respet to, asi que lomejor era simplemente sacar ese pensamiento de su mente. Realmente, lo que blla queria era que la ayudaran con sus sinto- mas, pero quizds ello tomara mucho tiempo. Ella veia a otra gente en la sala de espera, por To que suponfa que esa gente recibia efectiva mente algan tipo de ayuda aqui, Quizds sim- plemente no habia forma de ayudarla, por lo Que tal vez seria mejor que yoatendicraaotra persona. ‘Le sefialé que ella habia estado viniendo ‘ya durante cierto tiempo y lo que yo habia vis- to que parecia suceder era que ella hablaba sobre sus sintomas y yo decia cosas respecto f sus sentimientos, 1o que, como ahora ella fadmitia, le causaba cierta afliceién. Sin em- argo, lo que ella parecia estar diciendo era ‘que yanoestaba interesada en tener algo que Yer con sus sentimientos y su afliecign; que no estaba interesada en loque yo le daba. Ella ‘elo queria quela ayudaran con sus sintomas, que le resultaban probleméticos, Baresian causar ninguna afliccidn; sin em- Bargo, ella pensaba que no estaba recibiendo ninguna ayuda, Afiadi que se trataba de una ‘Situacidn similar a la que habia vivido con su madre, cuando ella tena hambre y su madre le ofrecia prepararle una comida, pero ella, Tena de ira, le respondia que no queria nada y deliberadamente comia pan seco frente @ ella. No, dijo, eso era algo diferente, pues ella lo yhacia cuando se sentia molesta con su madre. Ella no se sentia molesta conmigo porque no habia ninguna razén para ello, Era como cuando iba al doctor; ella esperaba que las ta~ bletas la ayudaran, pero si no era asi, no se sentia molesta con él, Ella simplemente pen- saba que se trataba de algo en lo que él no podia ayudarla. ‘En este punto, se nos habia acabado el tiempo y se lo dije. Ella coment6 que el tiem- po habia pasado répidamente. Yo dije que breia que se debia a que se habia sentido en gran medida duefia de la situacién, Sonrié y {iio que erefa que yo tenia razén. "Hasta lue- go, doctor’. ‘Creo que esta situacién ilustra cémo la pa~ ciente ingresé en mi, haciendo que yo realiza- ra un ligero acting out mediante mis comen- tarios eriticos, que involueraban un intento porhacerle sentir algo que no podia sentir. Lo {que yo tomé como su triunfo fue resultado fi- talmente, creo yo, de que ella hubiera podide cbservar que me habia atrapado y que me ‘afectaba de esa manera, Aunque pienso que flla tave conciencia momentaneamente de esto, esta concieneia pareeia haber desapare- tido cuando traté de referirme a ello en la si- guiente sesién. ‘Esto me trae al punto principal que estoy tratando de desarrollar. El acting out parcial del analista permite al paciente ver, cons- ciente 0 inconscientemente, que é1 esta afec- tando al analista e induciéndole fuertes sen- timientos y le permite observar atentamente como el analista enfrenta estos sentimientos. Esto se desvia un poco del punto de vista planteado por Winnicott (1949) en su articu- fo "Odio on la contratransferencia”. El plan- tea que “el analista debe estar preparado pa- ra soportar tensiones sin esperar que el pa- lente sepa algo respecto alo que él esta ha- ciendo, quizds durante un periodo prolonga~ do,,.Finalmente, él debe ser eapaz de decirle al pacionte lo que ha estado haciendo por su bien” (p. 72). El no esta planteando que el ‘TOLERANDO LA CONTRATRANSFERENCIA: UN PROCESO MUTATIVO 259 analista "esconde” activamente su contra: transfereneia, sino mas bien que el paciente es incapaz de tomar conciencia del odio del analista. ‘No creo que éste sea cl caso. La identifica- cign proyectiva no resultaria un mecanismo particularmente util para el paciente si la Fantasia no estuviera basada en cierto tipo de evidencia de que la forma de ver el mundo que tiene el paciente es real y precisa. Creo que mi experiencia con esta paciente es sélo un ejemplo de su habilidad, desarrollada y per- fectamente afinada a lo fargo de toda la vida, para introducirse de esta manera en los otros J observar su frustacidn frente a ella, mien: tras que ella permanece carente de senti mientos. Uno puede imaginarse algo asi en la Interaecién que ella describe con su madre al rno aceptar una comida y provocadoramente comer pan seco. Bronman Pick (1985) sugiere que él pa- ciento observa, consciente 0 inconsciente- monte, si el analista evade o enfrenta las é- reas dificiles dentro de la interaccion. Yo qui- Siera decir, mas especificamente, que creo que es inevitable un acting out parcial de la Contratransferencia, lo que permite al pa- ciente ver que el andlista esta siendo afecta- do por lo que él proyecta, que est luchando por tolerario y, si el andlisis resulta efectivo, Que esta logrando mantener su_postura analitica sin desarrollar acting outs muy bruscos. Creo que es a través de este proceso que el paciente puede reintroyectar gradualmente fos aspectos anteriormente intolerables de si mismo que estdn en cuestién. También sera capaz de introyectar la capacidad de tolerar- Jos que ha observado en el analista. ‘Estoy diciendo, por lo tanto, que, en estas circunstancias, es el proceso de intrayeccién como resultado de esta interaceién no verbal Jo que produce un cambio en la estructura taica del paciente, mds que una interpre: tacidn cuyo contenido no tiene sentido parael © paciente, La interpretacién sélo puede adqui- Tir sentido como consecuencia del descubri- miento por parte del paciente de aspectos de Si mismo a través de este proceso gradual. Es S6lo entonces que el paciente puede reconocer como suyolo que ha estado proyectando y, asi, Jainterpretacién "exitosa’ y el sentimientode comprensién mutua producido por ella sir- Yen como una confirmacién de algo que ya se hha hecho accesible y puede ser comprendido de manera mas conseiente. Como en todo buen trabajo analitico, 1a in- terpretaeién ayuda a la formacion de un vineulo en la mente del paciente, en este ca- 0 entre lo preconsciente y lo consciente. La identificacién proyectiva es parte de un esce- nario mental donde los vinculos son destrui- dos porque no pueden ser tolerados. Yo piennip UE" ‘50 que en la interaccién que he estado deseri- biendo, el el paciente haga algo semejante Bs dificil pensar en estos aspectos sin e5- pecular eémo podrian ser extrapolados den- tro de la interaccién madre-bebé. Bion (1962) escribe sobre el ensuefio ma- ternal -un estado receptivo en el que la ma- Gre puede darse cuenta de las partes malas... Gel infante que estan siendo proyectadas en. J. ella. Ella actiia como un continente de estas proyecciones y las modifica a través de su pensomiento, De esa manera, es capaz de Fresponder terapéuticamente’. Esto obvia- mente no implica que ella le brinde al bebé tuna interpretacidn. Bion explica que ella res- ponde “de una manera que hace que el infan- te sienta que esta recibiendo nuevamiente su temida personalidad, pero de una manera en Ja cual él la puede tolerar” (p, 118), Bl no di- ‘ee c6mo se produce exactamente este, Tam- poco lo hace Rosenfeld (1971), cuando nos di te que “la madre es capaz de responder ins- Gintivamente recibiendo la angustia del in- fante y mitigandola mediante su comporta- miento” (p. 117). Estoy sugiriendo que el infante normal ne- cesita poder sentir que su madre est luchan- do por tolerar su afliccién proyectada sin pre- sentar ninguna interrupcién importante de su funcidn maternal. Ella no podra evitar Garle al infante ligeras indicaciones sobre la ‘manera como estd siendo afectada porélyson {stas indieaciones las que permiten al infan- fever que los aspectos proyectados de sf mis- wopuede Sie eae Entonees el infante puede reintroyectar estos aspectos de si mis- mo, junto con la eapacidad para tolerar los que él ha observado en su madre. ‘La situacién paradigmética a la que hace referencia Bion es al bebé que lora de ham- bre y siente que se esta muriendo, La madre se siente presa del panico al pensar que el in- fante seestd muriendo y que no serd eapaz de alimentarlo con la rapidez suficiente, Si ella es capaz de tolerar este pénico, alimentard al bebe. Ent mi opi rtante de esto es ie fe el analista tolere la contrat transferencia implica que él realice vineulos 57" fen su mente y que esto es lo que permite qua..Ty cose aA here York 1 Re int free tion pt sats a Pry ode i 18: at cho Th ork: ‘Yor © 240 que el beb¢ tendré una experiencia de ser ali mentado por una madre tra cual) pued persibir_panico, pers ‘sin embargo es ca- paz de darle Herhe, Esto es lo que hace que el co sea tolerable. ‘De esto se desprende que con un bebé"nor- mal", el grado de “acting out” por parte de la madre es crucial. Si este acting out no es Ininimo sino mayor, legaré aun punto en el {que el infante experimente que lo "malo" del ‘panico es mas poderoso que lo "bueno" de la Teche. En vez de quela leche haga que el pani- co sea tolerable, ocurriré To contrario, lo cual tendré consecuencias patologicas. Dado quees probable que se cumpla lo mis- mo en una interaccién analitica, de ninguna manera puedo estar a favor de que el analis- ta realice deliberadamente un acting out de su eontratransferencia. Sin embargo, creo Que las descripciones desarrolladas de la re- Cepeién de las partes malas por parte de las mnadreay de los analistas no reconace comple- tamente la importancia de nuestra incapa‘ dad para contener lo que sea que se nos haya proyectado y es esto lo que he estado tratan- Fo de exponer. Me he centrado en la versién mas facilmente observable del fenémeno que deseribo, pues me he encontrado en la inte- accion psicoanalitica con pacientes mas se- DENIS V. CARPY riamente perturbados. Sin embargo, cree que tuna forma de interaccién similar es un aspec- to de la relacién terapéutica con todos los pa- cientes y que ella contribuye a la accién te- rapéutica del psicoandlisis. RESUMEN Este artieulo examina el problema técnico de ‘como enfrentar al paciente que evoca sentimien- {os poderosos en el analista. Describe eémo el "to- Terds" dicha eontratransforencia puede, de pot sf, ‘producir un cambio psiquico en el paciente. Esto Eo produce a través deinevitables acting outs par- Gales del anatista y de la observacién de osto por parte del paciente. Se diseuten lasimplicancias de Beta internecién paralacomprensién delerelacién smadre-bebé. RESUMO (© artigo examina 0 problema téenico do modo ae lidar com 0 paciente que evoca intonaas senti- {nientos no analista. Descreve como o fato de’tole- Tur uma tal contratransferincia pode, ele mesmo, produzir uma mudanga psiquica no pacionte. Isto Ceorve através de inavitaveis atuagdes parciais do Ghalista e da observagdo delas pelo paciente. Dis- item-se diversas implicagbes desta interactions compreensio da relagéo mae-bebé. REFERENCIAS Biox, W. R. (1959). Attacks on linking. Int. J, ‘Peychoanal,, 40. 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