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La situación artística desde el siglo XX a la época

contemporánea en México y el Mundo


El cine mexicano. Culturas Mexicanas
Maestría en dirección orquestal. Tercer semestre

Marco Levi Corona Natividad

El cine mexicano y la cultura urbana

Comenzamos con el horizonte, empezando por el principio y solo así


entendemos la redundancia del cine mexicano correctamente delimitado y
aunque se mencionan algunas excepciones cabe resaltar que la época de oro
aquí mencionada no es limitada solo a los estrenos paralelos a la segunda
guerra, es más específicamente el público que comparte un humor y un dolor
propios de una identidad

El inicio se refiere al espejo de gustos tradiciones y costumbres, prejuicios y ritos


de la esencia del pueblo. Todo es una hermosa órbita a la cultura.

Del 32 a 1955 la industria decide la vinculación orgánica, dando como punto de


partida Mas fuerte que el deber. Obras maestras, prejuicios vicios y turismos
internos compartidos, todo se funde y todo renace con vigor extraordinario,
rendidos a la magia del mundo tecnológico y el nuevo medio, credibilidad y
credulidad, fantasía moral, el cine de los pobres.

Ahora sabemos hacia donde llorar, lloramos hacia la cámara. La cultura rural con
catedra de catecismo se combina con risa melodrama y critica del autoritarismo.
Surgen elementos como lo entrañable de lo popular, la sensación de colectividad
nacional y el melodrama como técnica de distencion familiar.
El público, lo que el publico pida puesto que ellos pedirán lo mismo y de esta
manera el modelo de Hollywood se importa, importando escandalo rebajado con
moral, suspenso y dirección de cortes y guiones que poco a poco entran en
nuestro modelo y así nacionalizamos hollywod . Nuestro país, cronológicamente
cae en ciertos deseos de autoproclamación como un todo y un único e irrepetible
paraíso aun sin pertenecer o tener definido ese paraíso mismo. Se carga al
espectador de sensualidad y se simplifica la complejidad cultural y en esta a su
vez de refleja la jerarquía de valores de los complacidos espectadores llenos de
prejuicios, núcleos familiares, y comportamientos de clase. Así se convierte a
toda tradición ya no útil en un museo, elogiando el pasado no vuelve. Actualizar
los prejuicios en esta manera acerca al cine a la tolerancia requerida para su
consumo.

Surge el cine de barrio y con el todo el deposito de instintos, educaciones y


aprendizajes propios del público, se aleja el foco de cine para dar la ruta hacia la
simplicidad, no muy bien producida pero identificable de la pobreza legitima y del
legitimo uso de expresiones nuevas y tolerables que permitirán cualquier tipo de
identificación a los problemas y necesidades ya existentes para el barrio.

Lo que de alguna manera cataloga como costumbristas a estos son la alusión a


la fantasía de la oralidad, la migración de campo a la ciudad de la adaptación al
nuevo habito y el clásico melodrama que será explotado.

La mujer entra como un símbolo del cine sonoro, venerada, abstracta, sufre,
coquetea es vengativa es inconsistente y es frívola. Poco a poco su raíz de
personaje machista va cambiando, ya nada es como antes y el temor a dios deja
de existir y artistas consagradas son solo el aura de un proceso complejísimo de
avances de género.

Comienzan así los denominados santuarios de zonas sagradas, el cabaret, el


salón de baile, la cantina, la historia patria, el campo, la fantasía broadway, la
hacienda, la calle de las prostitutas, la pareja en la cama , Xochimilco y Jalisco ,
el gótico mexicano el ring y el confesionario. Igual que la comedia ranchera peca
con inocencia de estereotipos y arquetipos explotados de desigualdad y
nociones diversas con romanticismo hacia ese estilo de vida.

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El cine mexicano hace de la purga de nuestros pecados una razón de goce con
alguien menos puro, Pancho villa, y hace de la pobreza una razón para existir
viendo en la pantalla a la familia pobre un reflejo de eterna unidad. La repetición
conmueve y reitera.

Igualmente se aprecia un código de conducta de los mandamientos de un


comediante donde resaltan pertenecer a la clase baja, las limitaciones de las
clases sin conflicto de clasismo, vivir los conflictos amorosos, permanecer
siempre en su ámbito.
Por último, el melodrama es la esencia de la familia mexicana, pleitos, dramas y
Tin Tan es el padre de la chicanización. El espacio idóneo para representar al
personaje de la mujer es aquí en el melodrama, igualmente aquí es donde la
mujer conoce la humillación, si el cine es modernidad, las grandes figuras que
representan mujeres en él, son premodernidad. Hay un sinfín de arquetipos
desde la santa y siempre leal y de toda virtud excepto amor propio, y el humor
racista de las migraciones de la india maría hasta la famosa frase canonicemos a
las putas, de la frase no se la presentaría a mi madre pero que la conozcan
todos mis amigos pero de ahí viene el ingreso femenino a la industria y una
nueva dinámica social por si misma donde la mujer ocupara cargos, direcciones
y por ultimo una resonancia cultural de familia, machismo y feminismo.

Culturas Urbanas

La dimensión cultural y sus cambios se caracteriza por su segmentación y


diversificación con criterios individuales de mercado y ya no de manera unitaria
con un sentido colectivo de estado; sin embargo, siguen existiendo elementos
que sirven para un balance colectivo de manera unitaria sobre este
individualismo que es parte de un todo. Para ello tomamos como primer paso el
cuerpo determinativo que representa la diversidad de una manera general y
parcial, el segundo es evaluar la producción intelectual anteriormente producida
para darle un sentido de balance al discurso social. El objeto legitimo de la
realidad será ciudad y se ven afectadas por su lugar que ocupan en su sistema.
Poco después hay que definir el subcampo y el uso transdisciplinario para
entender el potencial de la pluralidad. De esta manera se puede hacer una

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organización de percepción de que es lo que podemos balancear y cuales son
los elementos individuales de la cultura y lo urbano en su totalidad.

Para ello dan 3 opciones de contextualizar la cultura urbana.

Como un conjunto de bienes simbólicos y materiales.

Modelos y pautas de comportamiento de adaptación al medio natural


contingentes humanos para la percepción a nuevas prácticas.

Una dimensión cultural como dimensión semiótica

Un proceso de significación y simbolización que da pie a semiótica y diversidad


difractada y pluralizada.

Así se define a la ciudad como un lugar y se estudian los procesos de manera


aislada. Después se identifican los paralelismos entre otras ciudades que van
mas adelantadas en ese proceso y estos subcampos nos llevan a la crónica, el
ensayo y el periodismo.

Continuamos comprendiendo el transfondo y algunos componentes de la


memoria primaria de la ciudad y las actitudes y valores del contingente de una
ciudad naciente con una percepción descriptiva y fenomenológica de los
movimientos sociales desde el campo vecinal.

Mas adelante, se comienza la investigación antropológica de su conformación, la


modernidad y sus transformaciones, la dificultad entre lo material y lo abstracto,
y los efectos contextuales de la industrialización en la sociedad, así como la
gradación de complejidad en los procesos fenomenológicos y los niveles de
clasificación. Hacemos una pausa para ejemplificar la nidificación de lo diverso
como un fenómeno fomentado por el monopolio y la exclusión del libre mercado
de manera industrial, lo cual no permite a una economía globalizada el competir
de manera individual. La ciudad en otra parte presenta características de la
subjetividad de las coyunturas sociales en un contexto no solo determinado al
tiempo y espacio si no a las variables de este inclusive de percepción individual,
que paradójicamente constituyen un colectivo.

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Para terminar, se menciona después de una ejemplificación de la sociología y su
problemática en yuxtaposición con la antropología, la convergencia de la
psicología social, sociología y antropología entendiendo la comprensión de la
dimensión cultural, la construcción de identidades y la organización social y
popular.

Así con la organización de los actores contextualizados en un esquema


sistemático, incluyendo las reglas y la inferencia del actor sobre estas. Además,
se ruega a la inclusión de estas preguntas. ¿Hay multiplicidad de culturas
urbanas? ¿hay verticalidad u horizontalidad? ¿qué pasa con la homogenización
la economía y la legitimidad’?, y la ultima que reza : ¿qué es explícitamente
político?

Conclusiones

En ambos capítulos exploramos diferentes anatomías, si bien pareciera que


solamente nos referimos a lo ya dictado como un capítulo mediático de influencia
simbólica en configuraciones sociales del materialismo y lo abstracto del cine y
su influencia, es algo mucho mas profundo, En mi perspectiva, más allá de la
verborrea y redundancia que quiere pecar de clasista a pesar de enaltecer la
tradición y el purismo urbanista de la sociedad, la lectura de cultura mexicana
tiene puntos rescatables a manera de índice sobre cómo abordar la dimensión
social mexicana y aunque resuenan algunas quejas en búsqueda de aprobación
patológica como ciencia, lo cierto es que la sustancia de la configuración del ser
y del cine mexicano presentan más una respuesta a un fenómeno que las
muchas preguntas que presenta el segundo texto que lejos de responder un
hecho, fundamenta una incógnita que fácil puede ser respondida por mera
subjetividad

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