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El modernismo (literatura)

El Modernismo literario es una nueva corriente que supone el surgimiento de una nueva
estética vinculada al Fin de siglo que se desarrolla sobre todo en la poesía y cuyo impulso inicial
viene de Hispanoamérica, con autores como Rubén Darío. Este movimiento va desde finales
del siglo XIX (1888) hasta 1915 aproximadamente.

En 1888 el autor nicaragüense Rubén Darío publica una colección de poemas titulada “Azul” y
esa publicación fue el nacimiento del Modernismo.

El Modernismo surge en un periodo de gran decepción y desilusión en el mundo y de muchos


problemas. Dos palabras pueden resumir al modernismo “Estética y belleza”. El modernismo es
un movimiento “Escapista” (=intenta huir de la realidad que rodea al poeta). Esta huida de la
realidad es muy diferente de la realidad del “Romanticismo”. El poeta Modernista intenta crear
mundo mejores, más armónicos, más bellos y musicales.

El Modernismo es el primer movimiento literario importante que no nace ni en España ni en


Europa, nace en Hispanoamérica, de la mano del poeta Rubén Darío.

El Modernismo, aunque surge en Hispanoamérica tiene dos importantes bases o influencias


europeas, en general francesas:

 El Parnasianismo: Es un movimiento literario que propone la belleza de las


formas. Su máximo representante es Téophile Gautier, y de él es la famosa frase:
“el arte por el arte”, es decir el único fin del arte -en este caso la literatura, tiene
que ser el arte mismo. Este movimiento quita todos los otros objetivos del arte
(el fin social, el fin político…), es decir, el “arte” es el único objetivo de lo que
hacemos. En este movimiento literario hay un culto a la belleza. Este
movimiento tiene también un gusto especial por la evasión (=escape) hacia
ambiente exóticos, orientales, el mundo de los mitos griegos etc.
 El Simbolismo. Los poetas simbolistas más importantes son Baudelaire,
Rimbaud, o Mallarmé. Para los simbolistas, el poema, además de ser bello, tiene
que ir más allá de lo sensible. Es decir, para ellos, la realidad encierra u n
significado oculto y mediante la poesía y el uso de símbolos nos ayuda a ir más
allá del mundo de las apariencias. Por ejemplo, si el poeta habla de la
“primavera”, en realidad detrás de la palabra primavera hay un mundo que
siguiere otra realidad, por ejemplo, la nueva vida o un mundo nuevo.

Como ya sabemos los poetas modernistas aborrecen la realidad en la que viven y por eso se
refugian en otro mundo caracterizado por “La belleza”. La palabra “Belleza” puede ser la
palabra clave del Modernismo.

Temás de la poesía Modernista:

 El “escapismo” asociado a la “belleza”. La fuga de los poetas modernista puede ser en


el tiempo y en el espacio. Es muy importante ver que esta fuga es muy diferente de la
fuga del romanticismo. Los poetas modernistas no buscan lugares del pasado con
referencias concretas o históricas. Muchas veces se mezclan elementos pasados de
épocas pasadas diferentes y muchas veces no hay referencias temporales ni espaciales.
Esta fuga es hacia una especie de “mundo onírico” (mundo de sueños) donde podemos
encontrar un paisaje en el que hay una pagoda china junto a un bazar persa, y están
unido por una única característica: “La belleza”. Elementos diferentes de épocas
diferentes conviven para crear un clima de belleza.
 La Sensualidad y el erotismo (el amor). Ya sabemos que el amor es el tema principal de
la literatura. En los diferentes movimientos literarios que hemos visto cambia el
enfoque, la perspectiva en la que se ve o se expresa ese amor. El amor en el modernismo
es un amor muy sensual, muy seductor, muy erótico, muy bello.
 Internacionalización. El poeta modernista se siente ciudadano del mundo. Piensan que
el mundo es un mundo sin fronteras y para ellos la ciudad de “Paris” es muy importante
y es como la “capital del mundo” y la “capital de la belleza”.
 Indigenismo. Aunque el poeta modernista mira hacia Europa, al mismo tiempo y como
signo de su independencia de la madre patria (España), también mira hacia su pasado y
hacia sus raíces indígenas. Es una reacción frente al colonialismo, y por eso los poetas
modernistas, especialmente los de Hispanoamérica, buscan sus raíces, sus leyendas sus
mitos y aparecen con frecuencia en sus poemas.

Estilo: Con el modernismo se produce una completa renovación del lenguaje poético

 Metrica perfecta y musical. La poesía modernista sigue una métrica muy perfecta y
musical. El poema es como una canción perfecta con muchos efectos musicales y
sonoros. Abudan las aliteraciones. Por ejemplo aparecen muchas aliteraciones de “r” y
de “l” que son consonantes liquidas y que son muy parecidas a las vocales y por tanto
las palabras que tienen estos fonemas parece tienen más vocales y por tanto parece
que “suenan más”. Las aliteraciones con estas consonantes abundan mucho en la
poesía modernistas, por ejemplo, en el verso de Rubén Dario:/ Bajo el ala aleve del
leve abanico…/. También los poemas prefieren las palabras esdrújulas ya que se
consideran más musicales.
 léxico rebuscado: Aparecen muchos términos cultos, exóticos y “evocadores” También
hay muchos “neologismos” inspirados en otras lenguas.
 Abundante adjetivación: se ponen muchos adjetivos para caracterizar mejor el
sustantivo del que se está hablando. Aparecen muchos adjetivos cargados de valores
sentimentales y de valores sensoriales.
 Sensorialidad. Los cincos sentidos son muy importante. El poeta quiere crear un
mundo que nos llene de sensaciones muy bonitas. En la poesía modernista hay
muchos colores (sentido de la vista), abundan la música (sentido del oído), abundan
los olores(olfato), etc… En este sentido la figura retórica más importante para resaltar
los sentimientos es la “sinestesia” (mezcla entre dos sentidos diferentes, por ejemplo,
si decimos “la caricia rosa” de Juan. Ramón Jiménez. Se mezclan dos sentidos, la
caricia (sentido del tacto) y el color rosa ( sentido de la vista).

Modernismo no es un término que aplicamos a la literatura, sino a otros artes como la


Arquitectura. Veamos algunos ejemplos del mejor aquitecto modernista de España (Antoni
Gaudi) Casa Batlló y Parq Güell.
Más ejemplos del modernismo catalán.

Vemos que el modernismo arquitectónico es un movimiento “bello”, “elegante”, “refinado”,


“con muchos colores”, “con muchos elementos naturales”, “animales refinados y armónicos,
como el cisne o el pavo real” y se usa muchos las líneas curvas a imitación de la naturaleza.

Antoni Gaudí, el arquitecto modernista catalán, no es un “modernista” puro, ya que como


todos los genios tiene un estilo propio, él parte del modernismo para llegar a un estilo propio y
personal.

Autores modernistas en literatura:

Rubén Dario (1867-1916).


Es el llamado “príncipe de las letras
españolas”. Fue el creador del modernismo.
Nace en Metapa (Nicaragua) en 1867. Fue un
niño prodigio. Con tres años ya sabía leer, a
los seis años ya leía a los clásicos. Con 21 años
publica el libro Azul que tendrá un éxito
internacional. Conoce a los principales
autores españoles de la época (Unamuno,
Machado, Jiménez, …) y ejerce una enorme
influencia entre ellos. Trabaja como
diplomático y como periodista. Lleva una vida
bohemia y con muchos excesos, entre ellos
las mujeres

Obras:

 Azul. Marca el principio del Modernismo. Es una exaltación del amor. Se divide en
cuatro partes (Primavera, verano, otoño e invierno) que representan los distintos tipos
de amor.
 Prosas Profanas. (1896) Se consolida su estilo modernista. Es todavía más sensual que
el libro anterior. Sus poemas más famosos se encuentran aquí.
 Cantos de vida y esperanza (1905). Hay temas más políticos y sociales. Tiene un tono
más reflexivo.
En España, los autores considerados modernistas (Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado)
no son del todo modernistas, ya que, si bien es cierto que en un principio estuvieron muy
influenciados por el modernismo, en España en ese mismo momento surgió otro movimiento
llamado “La Generación del 98” que también los influyó.

Ahora leamos e interpretemos según la estética modernista este poema de Rubén Darío.

Sonatina (Rubén Darío)

La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?

Los suspiros se escapan de su boca de fresa,

que ha perdido la risa, que ha perdido el color.

La princesa está pálida en su silla de oro,

está mudo el teclado de su clave sonoro,

y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.

Parlanchina, la dueña dice cosas banales,

y vestido de rojo piruetea el bufón.

La princesa no ríe, la princesa no siente;

la princesa persigue por el cielo de Oriente

la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,

o en el que ha detenido su carroza argentina

para ver de sus ojos la dulzura de luz?

¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,

o en el que es soberano de los claros diamantes,

o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa

quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,

tener alas ligeras, bajo el cielo volar;

ir al sol por la escala luminosa de un rayo,


saludar a los lirios con los versos de mayo

o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,

ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,

ni los cisnes unánimes en el lago de azur.

Y están tristes las flores por la flor de la corte,

los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,

de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!

Está presa en sus oros, está presa en sus tules,

en la jaula de mármol del palacio real;

el palacio soberbio que vigilan los guardas,

que custodian cien negros con sus cien alabardas,

un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!

(La princesa está triste. La princesa está pálida.)

¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!

¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,

(La princesa está pálida. La princesa está triste.)

más brillante que el alba, más hermoso que abril!

-«Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-;

en caballo, con alas, hacia acá se encamina,

en el cinto la espada y en la mano el azor,

el feliz caballero que te adora sin verte,

y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,

a encenderte los labios con un beso de amor».

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