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La Bestia El Dragon y La Mujer Joe Crews
La Bestia El Dragon y La Mujer Joe Crews
Isaías dice con referencia a este ser glorioso: “¡Cómo caíste del
cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú
que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón:
Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré
mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del
norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al
Altísimo” (Isaías 14:12-14).
¿Les parece lógico que Dios nos advierta sobre el terrible peligro
que supone la bestia —un peligro tan mortal que conlleva a la
vida o a la muerte— y luego nos diga que es imposible
identificarla? ¿Nos diría: “Serás arrojado al fuego si recibes la
marca, pero no te voy a decir qué significa; es una lástima si la
tienes”? Esta no es la forma en que Dios trabaja. Nos advierte de
un peligro que se puede evitar. Sabremos si estamos a salvo de
la bestia, solo si sabemos quién es la bestia. Sabremos si
estamos a salvo de recibir la marca, solo si sabemos de qué se
trata la marca.
Un animal simbólico
¿Es posible entender la marca de la bestia? Sin lugar a dudas,
podemos y debemos saberlo. Lo primero es entender la
identidad misma de la bestia profética. Queda establecido de
antemano, que este extraño animal amalgamado no debe
interpretarse de manera literal. No se ha visto jamás una criatura
con cuerpo de leopardo, boca de león y pies de oso. Los libros
proféticos de la Biblia se componen de tipos y símbolos. Esta
bestia representa algo. Pero ¿qué? Este tema no da cabida a
conjeturas. La Biblia no deja lugar a dudas. Desempeña la
función de su propio comentario divino y provee la
interpretación para entender las profecías.
El cuerno pequeño
Estamos preparados para leer el siguiente versículo de la
profecía y descubrir el significado del cuerno pequeño en la
visión de Daniel. “Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí
que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron
arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este
cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba
grandes cosas” (v. 8). En este punto, de hecho, hay que ser muy
cuidadosos. No debemos cometer el error de identificar
falsamente al cuerno pequeño, porque este demostrará ser el
anticristo de la historia.
Un cumplimiento exacto
Tenemos ante nosotros una lista de nueve características
específicas, extraídas del capítulo 7 de Daniel, que identifican al
poder del cuerno pequeño. Solo existe un poder en toda la
historia que cumple con los requisitos descritos aquí. En
concreto, Dios elimina cualquier otra opción y nos obliga a llegar
a la única conclusión posible: la Iglesia católica cumple con
todas las marcas de identidad establecidas en Daniel 7.
Dos bandos
Satanás y Dios han estado contendiendo por el control de todos
los seres humanos. Estos bandos estuvieron representados
hasta en los hijos de Adán. Caín estaba del lado del dragón, y
quiso sustituir el sacrificio que Dios había ordenado por uno de
su propia hechura. Abel pertenecía al bando de Dios, y era tan
justo que Caín finalmente lo mató. ¿Recuerdan que Dios le dijo a
cada uno que trajera un cordero como sacrificio, pero Caín
sustituyó con frutas o verduras lo que Dios había ordenado que
ofrecieran como sacrificio? Esto siempre será la marca del
dragón. Intenta sustituir, o falsificar, la verdad pura de Dios.
La simiente de la mujer
Esta mujer de blanco, descrita en Apocalipsis capítulo 12,
representa la verdadera Iglesia, la Iglesia apostólica, que enseña
doctrinas puras. Las doce estrellas en su cabeza son los doce
apóstoles. “Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en
la angustia del alumbramiento. También apareció otra señal en
el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete
cabezas y diez cuernos… Y el dragón se paró frente a la mujer
que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto
como naciese.
Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a
todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su
trono” (Apocalipsis 12:2-5). Ahora bien, ¿quién era este hijo
varón? Solo ha existido un hijo varón que estaba destinado a
gobernar todas las naciones, y que finalmente fue llevado al
trono de Dios. No es ningún otro que Jesucristo. Pero ¿quién
intentó matar a Jesús cuando nació? Responde: “Herodes, el rey
romano”. Y así fue. Herodes trató de matar a todos los bebés
varones de Judea en un intento por destruir a Cristo.
Solo los paganos celebraban ese día, hasta que el sistema papal
falso empezó a tomar forma. En aquella época, el papado
adopto el día y se le llamó el nacimiento del hijo, en lugar del
cumpleaños del sol. El Dr. Gilbert Murray, miembro de la
Academia Británica y profesor de griego en la Universidad de
Oxford, escribió lo siguiente: “El mitraísmo tuvo tanta aceptación
que le fue posible imponer al mundo cristiano su propio
domingo en lugar del sábado de adoración. El 25 de diciembre,
en vez de ser el cumpleaños del sol, se convirtió en el natalicio
de Jesús” (Historia del cristianismo a la luz del conocimiento
moderno, Capítulo III; citado en “La religión y la filosofía”, págs.
73-74, Nueva York: 1929).
El sello de Dios
Un sello es algo que tiene que ver con asuntos legales. Los
documentos oficiales siempre llevan el sello del órgano rector.
Todos los gobiernos tienen un sello que estampan en los
documentos legales. El propósito es mostrar que hay una
autoridad que respalda el documento. Esto es evidente en lo
referente a las leyes del país. Toda nueva ley lleva un sello que
demuestra que dicha ley está respaldada por el poder y la
autoridad.
El sello en la ley
Estamos preparados para escudriñar la ley de Dios a fin de
determinar cuál es en verdad su sello de autoridad. Recuerde
que un sello debe incluir el nombre, el cargo y el territorio de
dicha autoridad. Estudiamos uno por uno los diez mandamientos
del decálogo. Se eliminaron todos, excepto uno. Los tres
componentes de un sello se hallarán únicamente en el
mandamiento que incluye el nombre, el título y el territorio de
Dios.
Un intento de cambio
Para responder a esta pregunta, debemos regresar nuevamente
a Daniel 7:25, donde se describe al papado como un poder que
“pensará en cambiar los tiempos y la ley”. Aprendimos cómo se
eliminó el segundo mandamiento y cómo se dividió el décimo
en los catecismos del papado. Pero ¿qué pasa con los “tiempos”
mencionados en el versículo? ¿Dónde se menciona el tiempo en
la ley? Se menciona en el cuarto mandamiento. ¿Pensó el
papado en cambiar el sábado, la única referencia al tiempo en
la ley? Claro que sí, y sucedió de la manera más interesante.
Estas son las palabras del Dr. Gilbert Murray, Mag., Dr. Lit., Dr. Der.,
M. A. B., profesor de griego en la Universidad de Oxford: “Ya que
Mitra era ‘El Sol, el Invicto’ y el Sol era la ‘Estrella Real’, la religión
buscaba un rey que pudiera servir como representante de Mitra
en la tierra... El emperador romano parecía ser el indicado para
ocupar el cargo de rey. En marcado contraste con el
cristianismo, el mitraísmo reconoció al césar como el portador
de la gracia divina y sus devotos llegaron a formar parte de las
legiones y el servicio civil... Fue tanta la aceptación, que pudo
imponer al mundo cristiano su propio día del sol en lugar del
sábado y el cumpleaños del sol, el veinticinco de diciembre,
como el cumpleaños de Jesús”. (Historia del cristianismo a la luz
del conocimiento moderno).
La imposición de la marca
Podríamos incluir declaraciones de otras fuentes
denominacionales, pero el espacio no lo permite. ¿Cómo
responde a esto? Sin lugar a dudas, hemos visto que Dios predijo
el surgimiento de una potencia que trataría de cambiar el
sábado; la historia da fe que dicha potencia intentó hacer el
cambio; la potencia misma admite que trató de cambiarlo; y los
protestantes confiesan que se hizo el cambio. ¿Cuántos se
pondrán del lado de la verdad bíblica?
La decisión
Bien podría plantearse la interrogante: “¿Qué tiene que ver todo
esto conmigo?” Esa es una pregunta importante y la respuesta lo
es aún más. Su salvación eterna depende de su decisión ahora.
No puede pasar por alto las repercusiones de esta revelación en
lo referente a la obediencia del mandamiento del sábado. No es
asunto de conveniencia o inconveniencia. Tiene que ver con la
ley de los Diez Mandamientos que fue escrita por Dios mismo.
Violar uno de esos mandamientos es pecar, y nadie que peque
voluntariamente será salvo. La observancia del sábado se ha
convertido en la prueba de lealtad y amor a Dios. “Y al que sabe
hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Santiago 4:17).
“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los man-
damientos de Dios y la fe de Jesús”.
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16. ¿Cómo se siente Dios con los líderes religiosos que ig-noran el
sábado?
“Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis santua-rios;
entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia... y de mis días
de reposo apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio
de ellos... Por tanto, derramé sobre ellos mi ira” (Ezequiel 22:26,
31).
Su respuesta:
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