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MARCO TEORICO

1. Prevención

Prevención es el conjunto de las acciones realizadas con la finalidad de poder evitar o impedir
un riesgo, anticiparse a un acontecimiento que puede ser dañino o perjudicial, en este caso dentro
de la salud bucal de los seres humanos. También se puede definir como la suma total de esfuerzos
por promover, mantener, restaurar la salud del individuo a través de la promoción, el
mantenimiento y la restitución de la salud bucal.

En sentido amplio, la prevención es cualquier medida que pueda permitir reducir las
posibilidades de la aparición de afecciones o enfermedades, o también interrumpir o aminorar su
progresión.

Para la prevención de una buena salud bucal se le debe de considerar a los pacientes como una
unidad, ver si tiene una boca sana, y si no, tratar de conservar la salud bucal brindando al
individuo información sobre la educación para su salud bucal, la de la familia y la comunidad (4).

1.1.Prevención en odontología

Las prácticas de higiene bucodental constituyen la base de la prevención en odontología,


incluyen diferentes estrategias como el cepillado, el empleo de hilo dental y enjuague bucal, las
cuales son aplicadas para disminuir el riesgo de padecer caries o enfermedad periodontal que
corresponden a las enfermedades más comunes en la cavidad oral. La aplicación de estas medidas
de manera frecuente y continua, además de las visitas periódicas de control a consulta
Odontológica, permitirán que el individuo goce de un estado de salud estomatológico saludable.
La evidencia científica nos demuestra que la salud oral está relacionada con la salud general de
cada individuo (1).

Por ende, las estrategias que se plantean en la sociedad deben estar enmarcadas en una visión
integral de la importancia del mantenimiento de prácticas saludables, se debe trabajar en acciones
de enseñanza y difusión, para que la población pueda ser autosuficiente en la sustentación de las
mismas para prevenir enfermedades frecuentes como la caries y enfermedad periodontal; pero
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que son prevenibles si se toma conciencia acerca de la relevancia de los buenos hábitos que se
apliquen a diario (1).

La Organización Mundial de la Salud estima que las enfermedades bucodentales afectan a


aproximadamente 3500 millones de personas en todo el mundo. Se estima que 2 000 millones de
personas tienen caries en los dientes permanentes y 514 millones de niños tienen caries en los
dientes primarios. Un diagnóstico de las necesidades de salud bucal en una población, así como
sus prácticas y costumbres, es transcendental para instaurar medidas de prevención y promoción
concretas según las insuficiencias identificadas (1).

Los gobiernos y los ministerios de salud, con el acompañamiento de las asociaciones


profesionales que agrupan a los odontólogos, de las asociaciones de especialistas y de higienistas
orales, son los llamados a diseñar, implementar y evaluar programas de prevención, de educación
y de promoción de la salud oral a nivel poblacional.

Los sistemas y los servicios de salud son las plataformas para brindar atención a la población,
y se recomienda en la actualidad integrar la salud general con la salud oral, entre otras cosas
porque los odontólogos y los higienistas pueden promocionar la salud oral y la salud general al
mismo tiempo, vemos a los pacientes muchas veces y podemos de ese modo integrarnos mejor en
los sistemas de salud. Así, los sistemas y los servicios de salud deben promover la salud general y
la salud oral, favoreciendo entonces la introducción de al menos 3 nuevos paradigmas en la
odontología: el primero es el trabajo interdisciplinar y la cooperación entre diversos sectores
como educación, trabajo, deporte y recreación, comercio, agricultura, alimentación y cultura
compartiendo esfuerzos, estrategias y recursos para el cuidado, la promoción, la educación y la
atención en salud. Un segundo paradigma es la conformación y participación de los odontólogos
en los equipos básicos de salud, donde se haga equipo con otros profesionales y aporten su
conocimiento y esfuerzo para promover la salud oral y general para la población. El último
paradigma consiste en cambiar los modelos de atención pasando de un modelo curativo
individual, cuestionado hoy en día pues no responde a las necesidades de la gente por un modelo
integrador centrado en la promoción de la salud, apoyándose en intervenciones comunitarias, en
la atención primaria de la salud y en la adopción de estilos de vida saludables para la reducción
tanto de la exposición como del riesgo (0).
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2. Hábitos

Los hábitos corresponden a respuestas contextuales que suponen en las personas la repetición
de comportamientos o acciones en la vida diaria (Wood & Neal, 2016).

Se trata de disposiciones originadas en acciones pasadas, activadas de manera automática por


señales del entorno, pues se han repetido de forma reiterada y consistentemente en la actuación
de los sujetos (Lally & Gardner, 2013; Neal, Wood & Quinn, 2006; Verplanken & Aarts, 1999),
haciendo menos accesible el surgimiento de nuevas acciones en situaciones similares.

Según Lally y Gardner (2013), los hábitos corresponden a acciones carentes de deliberación y
conciencia. Mientras, Verplanken y Aarts (1999) agregan que estos refieren a secuencias de actos
funcionales para el alcance de metas lo que excluye, por ejemplo, los movimientos inconscientes
de partes del cuerpo y/o adicciones. Para Ouellette y Wood (1998), la intencionalidad y el
comportamiento pasado alternan su participación como predictores de acciones futuras, pues en
las situaciones que facilitan el desarrollo y ejecución de hábitos, el comportamiento pasado
aparece como un fuerte predictor, mientras que en aquellas que no favorecen la aparición de
hábitos, el comportamiento pasado juega un rol menor como predictor, en tanto que la
intencionalidad se fortalece. A su vez, la modificación de hábitos dañinos requiere de la
modificación del entorno o de las señales que promueven la aparición de estas acciones (Lally &
Gardner, 2013; Wood & Neal, 2016) (7).

2.1.Hábitos de salud durante la etapa universitaria

La vida universitaria conlleva un cambio en el estilo de vida del joven estudiante, que
involucra desde los hábitos de sueño, alimenticios, y por supuesto en su higiene oral.

El cambio de un horario regular y monótono a actividades organizadas en tiempos


determinados que exigen acciones extra se constituye en el diario vivir de un estudiante de una
carrera universitaria, y es más frecuente cuando esta carrera corresponde a las ciencias de la
salud, en la cual actividades en clínica se complementan con las actividades académicas
regulares, que impiden en muchos de los casos que se efectúe una práctica de consumo de
alimentos regularizada y, por el poco tiempo disponible, no se efectúen prácticas de aseo bucal.
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Los estudiantes de Odontología desde los primeros años de la carrera son generalmente
motivados a mantener buena salud oral, encontrándose que el comportamiento de estudiantes de
Odontología presenta actitudes con respecto a su salud oral que difieren entre los años preclínicos
y clínicos.

Desde los primeros niveles de la carrera de Odontología, los estudiantes que la cursan
deberían ser motivados a convertirse en agentes involucrados en la educación de los cuidados
bucodentales tomando como punto de partida el hecho de que la buena salud bucal se considera
importante dentro del sistema craneofacial por la intervención en procesos vitales como la
alimentación, la comunicación, estética y afecto, aspectos importantes relacionados con la calidad
de vida y el bienestar de la persona.

La importancia que se proporciona a la ejecución de prácticas habituales de aseo dental en la


población es diaria y generalizada en todas y cada una de las asignaturas que se consideran dentro
de la carrera de Odontología. Si bien algunos factores influyen en el incremento de enfermedades
bucodentales en una población determinada, aquellos relacionados con los bajos recursos
económicos, la poca disposición y el acceso limitado a los servicios odontológicos y de flúor en
el agua, son los aspectos más relevantes, determinantes de la presencia de patologías a nivel
bucal, principalmente de caries y enfermedad periodontal. A esto se suma una inadecuada
alimentación y el uso desmedido de alcohol y tabaco. La actitud del personal de salud con
respecto a su propia condición oral resulta determinante cuando se piensa que este es el promotor
y multiplicador de conocimientos sobre prácticas de higiene y de salud en general y genera una
influencia positiva o negativa, según el caso, en la salud bucal de sus pacientes.

La instauración de hábitos, principalmente de higiene oral, se inicia en los primeros años de


vida del individuo y se constituye en factor decisivo para la presencia de patologías bucales del
tipo caries y enfermedad periodontal, que pese a ser las más comunes en la población a nivel
mundial, por su origen y características de evolución, son fácilmente controlables (2).

3. Salud bucodental

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud oral como la ausencia de


enfermedades y trastornos que afectan boca, cavidad bucal y dientes, como cáncer de boca o
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garganta, llagas bucales, defectos congénitos como labio leporino o paladar hendido,
enfermedades periodontales, caries dental, dolor orofacial crónico, entre otros.

La salud bucal es un componente fundamental de la salud; definir este concepto es muy difícil
puesto que la salud es una expresión de la vida por tanto involucra complejos procesos donde se
conjugan aspectos biológicos, sociales, históricos, de género, tecnológicos, económicos y
culturales, así como el sistema de valores, los subjetivos e individuales.

Actualmente la salud bucal se considera una parte integral del complejo craneofacial que
participa en funciones vitales como la alimentación, la comunicación, el afecto y la sexualidad.
Muchas enfermedades infecciosas y crónicas tienen repercusiones en la cavidad bucal, como el
sida o la diabetes, así como las deficiencias nutricionales. También se lo puede definir como el
estado de completa normalidad de todas las partes adyacentes de la cavidad bucal incluyendo el
complejo maxilofacial. Así mismo, involucra un componente psíquico que el individuo no este
perturbado por algún aspecto estético del aparato dentario.

En los problemas de salud bucal es necesario incidir con acciones de auto cuidado desde la
niñez. Debido a que las enfermedades bucales son uno de los problemas de salud de mayor
prevalencia en el mundo y una vez declaradas no tienen curación espontánea, sin embargo, la
mayoría son prevenibles con hábitos correctos de higiene, alimentación y conducta. (3).

3.1.Conocimientos sobre salud bucodental

Es un conjunto de información sobre salud bucodental, almacenada mediante la experiencia o


el aprendizaje (a posteriori), o a través de la introspección (a priori).

En el sentido más amplio del término, se trata de la posesión de múltiples datos


interrelacionados que, al ser tomados por sí solos, poseen un menor valor cualitativo.

El conocimiento tiene su origen en la percepción sensorial, después llega al entendimiento y


concluye finalmente en la razón. Estos cambios pueden observarse en la conducta del individuo y
actitudes frente a situaciones de la vida diaria, dichas actividades irán cambiando a menudo que
aumenten los conocimientos aunada con la importancia que se le dé a lo aprendido y se lleve a
cabo básicamente a través de dos formas.
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El conocimiento es una capacidad humana y no una propiedad de un objeto, su transmisión


implica un proceso intelectual de enseñanza y aprendizaje. Transmitir una información es fácil,
mucho más que transmitir conocimiento. Esto implica que cuando hablamos de gestionar
conocimiento, queremos decir que ayudamos a personas a realizar esa actividad.

La evolución en los conceptos de “Salud”, reconocen que tiene un amplio rango de


componentes como son: Biológicos, mentales, sociales y de calidad de vida; de igual modo
también ha evolucionado el concepto de salud bucal, el cual ha cambiado desde el nivel
biológico, hasta los niveles social y psicológico, donde contribuye con la autoestima, expresión,
comunicación y estética facial. Por lo que se entiende que cuando la salud bucal está
comprometida, la salud general y la calidad de vida pueden disminuir.

Entonces la salud bucal se define no solo clínicamente, sino agregando aspectos como el
impacto del dolor bucal y el grado de inhabilidad o “mal función” de esta.

3.2.Higiene bucal

La higiene bucal es toda práctica orientada en el mantenimiento y fortalecimiento de la salud


en encías, lengua, dientes y la boca en general, para mantenerla limpia, libre de enfermedades.

Los beneficios de una correcta higiene bucal son prevenir la acumulación de placa
dentobacteriana y sarro en los dientes, evitando con ello enfermedades tales como la caries,
periodontitis, gingivitis y halitosis, entre otros.

Está comprobado científicamente que el correcto y frecuente aseo de la boca elimina


totalmente la placa dentobacteriana, lo que contribuye a prevenir eficazmente la presencia de
caries y patologías periodontales, enfermedades que provocan la pérdida de órganos dentarios
desde temprana edad.

La placa dentobacteriana es un depósito compuesto por restos de alimentos y


microorganismos, y suele acumularse en mayor cantidad en zonas en donde es difícil ser
eliminada, por ejemplo, en fisuras (hendiduras que presentan las muelas), en los espacios
interproximales (espacios entre los dientes) y en el borde gingival (margen de encía que rodea al
diente).
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Los hábitos higiénicos son prácticas que provienen de los grupos sociales a los cuales
pertenece la persona. Por ello, una mujer que tiene malos hábitos de cuidado dental, repetirá estos
patrones en sus hijos y se creará un círculo vicioso que perpetua el desarrollo de las caries.

Si se realiza un cepillado mínimo dos veces al día con pasta dental con flúor, ayudará a la
prevención y el control de la caries dental y enfermedades periodontales. Este comportamiento es
esencial en la rutina de higiene diaria de muchas personas (3).

3.3.Hábitos de higiene bucal

Dentro de la higiene bucal el control de la microflora asociado a los residuos orales y el


cálculo, la eliminación de la placa es indispensable para poder prevenir la aparición de las caries
y enfermedades periodontales que son realizadas de forma mecánica.

La preocupación acerca de la higiene bucal es cada vez mayor, pero aún persisten muchas
dudas e inseguridades acerca de cómo, cuándo y cuánto hay que limpiar la dentadura para evitar
las caries y prevenir las enfermedades de las encías. Para poder contar con una higiene bucal
adecuada se deberá dedicar el debido tiempo y las herramientas adecuadas para que sea efectiva
mantener una higiene correcta.

La placa dental constituye un factor causal importante de las dos enfermedades dentales más
frecuentes: caries y enfermedades periodontales. Por eso es fundamental eliminarla a través de
los siguientes métodos:

• Cepillado de dientes, encías y lengua.

• Uso de medios auxiliares: hilo dental, cepillos interdentales e irrigador bucal.

• Pasta dental o dentífrico.

• Enjuagues bucales (clorhexidina).

3.3.1.Cepillado dental. El cepillado de las superficies dentales es indispensable para mantener


una correcta salud bucal. Para ello se debe de realizar ciertos pasos y contar con una duración y
frecuencia.
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3.3.2.Frecuencia y duración del cepillado. En diferentes estudios se ha demostrado que un


cepillado correcto que eliminé completamente la placa bacteriana cada 24 horas es suficiente para
evitar el desarrollo de gingivitis. Lo más recomendable para eliminar los restos de comida y
detritos y así evitar la colonización de bacterias causantes de caries, es cepillarse los dientes
después de cada comida, y el momento más importante, sobre todo, es antes del descanso
nocturno.

En cuanto a la duración del cepillado es necesario cepillarse los dientes durante un tiempo
suficiente, que podría ser alrededor de los tres minutos, pero también es necesario seguir un
patrón de cepillado que asegure la higiene en de todos los dientes por todas sus superficies.

3.3.3.Cepillado de la lengua. En la lengua se acumulan gran cantidad de bacterias por lo que


su limpieza es necesaria para mantener la salud bucal. Para limpiarla podemos frotarla con
suavidad hacia delante usando el cepillo de dientes o bien usar un limpiador lingual.

3.4.Técnicas de cepillado dental

El método más común y más utilizado para la higiene bucal y la prevención de las
enfermedades bucales es el cepillado dental. Se reconoce que es lo más útil para el control de la
placa supragingival.

A través del tiempo se han descrito diferentes técnicas de cepillado, las cuales difieren entre sí,
dependiendo de la edad, de las habilidades y del estado de salud bucal del paciente, algunas son
más recomendadas y reconocidas que otras; la técnica de cepillado indicada para personas en
estado de salud periodontal, es la modificada de Bass, la cual ha ofrecido buenos resultados.

Para la técnica de Bass se recomienda un cepillo de cerdas suaves para evitar, primero, la
abrasión de la estructura dental dura, y segundo, la lesión de la encía marginal por trauma.

La técnica consiste en que el cepillo se coloca en un ángulo de 45 grados con respecto al eje
longitudinal del diente (teniendo en cuenta que las cerdas van hacia la parte apical del diente); los
filamentos del cepillo se introducen en los nichos interdentales y el surco gingival, al estar ahí se
realizan pequeños movimientos vibratorios y después un movimiento de barrido hacia oclusal,
con esta técnica está limitada la limpieza de las superficies oclusales.
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La segunda técnica más recomendada es la técnica de Fones, que está indicada para las
superficies vestibulares; para llevarla a cabo, los dientes deben estar en oclusión o en posición de
reposo, y los filamentos del cepillo se colocan formando un ángulo de 90 grados con respecto a la
superficie bucal del diente. Estas superficies se dividen en 6 sectores y se realizan 10 amplios
movimientos rotatorios en cada sector. En las caras oclusales, se realizan movimientos circulares
y en las caras linguo – palatinas se coloca el cepillo en posición vertical y se realizan
movimientos rotatorios; está indicada en niños por la facilidad para aprenderla, en comparación
con la técnica de Bass.

La tercera técnica es la técnica horizontal de Scrub, ésta consiste en que los filamentos del
cepillo se colocan en un ángulo de 90 grados sobre la superficie vestibular, linguo- palatina y
oclusal de los dientes. Se realiza una serie de movimientos repetidos de atrás para adelante sobre
toda la arcada, la cavidad oral se divide en sextantes y se realizan 20 movimientos por cada
sextante; se ha demostrado que es el método de elección en niños en edad preescolar, porque
ellos tienen menor habilidad para llevar a cabo otros métodos de cepillado y se encuentran en la
edad en la que están desarrollando sus capacidades motoras, pero a la vez, se ha observado que
las técnicas de cepillado horizontal aumentan la abrasión del esmalte.

La técnica de cepillado de Stillman modificada está indicada en pacientes adultos que no


tienen enfermedad periodontal, es igual a la técnica de Bass pero los filamentos se colocan 2 mm
por encima del margen gingival, es decir, encima de la encía adherida. Se realiza a presión hasta
observar la palidez de los márgenes gingivales, la vibración se mantiene por 15 segundos por
cada dos dientes y al finalizarla se realiza movimiento hacia oclusal de barrido (8).

3.5.Elementos que se utilizan para la higiene bucal:

3.5.1.Hilo dental: Es un hilo especial de seda, en forma de cinta, encerada o no, cuyo
uso asegura la limpieza de las caras laterales de los dientes que el cepillado no elimina.
De acuerdo con algunos estudios, la asociación del cepillado y el hilo dental remueven
un 26% más de placa que el uso aislado del cepillo.
Para usar el hilo dental, se extrae del rollo más o menos 60 cm se enrolla alrededor del
dedo medio de una mano, pero se deja suficiente hilo para sostenerlo firme con el dedo
medio de la otra mano, el hilo se introduce con suavidad entre los dientes y se desliza
hasta el surco gingival, enseguida se rodea el diente y se desliza hacia la cara oclusal con
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movimientos de cierra o de vaivén en sentido vestíbulo lingual a continuación se mueve


encima de la papila interdental con mucho cuidado y luego se pasa al siguiente espacio
con otra fracción del hilo.

3.5.2.Dentífrico o pasta dental: Los dentífricos o pastas dentales son una sustancia
que se utiliza en el cepillo dental para limpiar las caras accesibles de los dientes.
El cepillo dental tiene la función más importante en la eliminación de la placa dental,
pero el dentífrico contribuye a ello por medio de sustancias tensoactivas, espumógenos,
bactericidas y abrasivos. Además, el dentífrico brinda sensación de limpieza a través de
las sustancias saboríferas, como la menta, al grado de que muchas personas no se cepillan
los dientes cuando carecen de pasta dental. En la actualidad a la mayoría de dentífricos se
les ha adicionado flúor en su composición por que se han convertido en un medio eficaz
para la prevención de caries y fortificar los dientes.
La norma general indica que la cantidad correcta de dentífrico para un buen cepillado
es del tamaño de un guisante.

3.5.3.Enjuagues bucales Los enjuagues bucales en general se dividen en dos tipos:


Los que contienen fluoruro y cuya actividad es principalmente anti caries, y los que
contienen agentes antisépticos para combatir a las bacterias u hongos que causan
enfermedades en la boca. En general, ninguno de estos enjuagues está hecho para sustituir
al cepillado y al uso del hilo dental, sino más bien para usarse como suplementos de estas
actividades fundamentales, normalmente se utilizan después del cepillado dental.
Los enjuagues no quitan el mal aliento, sino que (al igual que el cepillado con pasta
dental) solo lo enmascaran por períodos cortos de tiempo. Los enjuagues con fluoruro de
uso en casa deben tener una concentración de fluoruro de sodio del 0.05% o de fluoruro
fosfato acidulado con concentración de 0.044%. Se emplean diariamente 1 o 2 veces por
día, por 30 segundos y escupiendo al final del enjuague.
Los pacientes a los que se les recomienda su uso son aquellos con caries activas o con
alta susceptibilidad a la caries, con aparatos de ortodoncia fijos como brackets o bandas,
con aparatos removibles, o con reducción del flujo salival. Los enjuagues con fluoruro
deben utilizarse inmediatamente después del cepillado dental.
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En general, no se recomienda el uso del enjuague bucal con fluoruro a las


concentraciones mencionadas en niños menores de 6 años. Esto se debe a que los niños en
estas edades tienden a tragar el enjuague ya que no tienen el suficiente control para
enjuagar y escupirlo. Esto les puede afectar ya que ingerirían cantidades por arriba del
rango aceptable del fluoruro, lo cual puede ocasionar malformaciones (hipoplasias y
descalcificaciones) de los dientes.
Los enjuagues bucales sirven para atacar a las bacterias de la placa dental (bio- film)
que ocasionan esta inflamación gingival. Al reducirse el número de bacterias (y sus
toxinas), se reduce igualmente la inflamación de las encías. Igualmente, su función
principal es atacar directamente a las bacterias que ocasionan la caries (4).

4. Principales enfermedades bucodentales ocasionadas por malos hábitos de higiene


bucodental

4.1.Caries dental

La caries dental se define como un proceso o enfermedad dinámica crónica, que ocurre en la
estructura dentaria en contacto con los depósitos microbianos y por causa del desequilibrio entre
la sustancia dental y el fluido de placa circundante, transmisibles o no, presentes en la placa
dental pueden llevar a un disturbio del equilibrio entre la fase mineral del diente y el medio bucal
circundante a través de la producción de ácidos por parte de la microbiota. Esto da como
resultado una pérdida de mineral de la superficie dental, cuyo signo es la destrucción localizada
de los tejidos duros, por lo tanto, se trata del producto directo de la variación continua del pH de
la cavidad oral, resultado se sucesivos ciclos de desmineralización y de re precipitación sobre la
superficie dental de minerales presentes en la saliva, como el calcio y el fosfato.
Consecuentemente, el equilibrio fisiológico del proceso de desmineralizaciónre mineralización
puede ser restaurado y traducirse clínicamente como una lesión “inactiva”, esta enfermedad
depende de un equilibrio entre la naturaleza y la intensidad de la respuesta biológica del huésped,
y se establece en la boca mucho tiempo antes de producir manifestaciones clínicas en forma de
lesiones visibles.
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4.2.Gingivitis

Es la inflamación de la encía por acumulación de placa bacteriana no removida de la cavidad


bucal generada por la ingesta alimentaria y mala higiene del individuo, es normalmente
reconocida por presencia de enrojecimiento de las encías en tonos azulosos, a veces con
pigmentos. También a consecuencia de esta inflamación gingival pierden su aspecto de puntillado
parecido a la cascara de una naranja volviéndose más lisa con una consistencia blanda e
hinchada. La encía en estos casos se encuentra con mucha sensibilidad por lo que llega a sangrar
con gran facilidad en muchos de los casos solo con el contacto de los dedos.

Esta inflamación denominada normalmente gingivitis es una de las entidades más comunes
dentro de las enfermedades periodontales, causada en un gran número de casos por la presencia
de placa bacteriana que genera, a la vez, una respuesta inflamatoria de la mucosa gingival de
carácter reversible, sin consecuencias posteriores en los estadios iniciales.

La gingivitis no tratada puede evolucionar a una periodontitis, una afección crónica que puede
llevar a una recesión gingival y la posterior pérdida de los dientes.

La evolución de la gingivitis está marcada por los siguientes signos:

4.2.1.Encía Normal: no hay presencia de inflamación alguna, con color normal de las encías.
Inflamación Leve: hay presencia de un ligero cambio de color en las encías, también un poco de
cambio en la textura de la unidad gingival marginal o la región papilar con presencia de un ligero
edema del margen gingival, donde no se presenta sangrado al sondaje.

4.2.2.Inflamación moderada: de igual manera que en el criterio anterior, pero se encuentra


afectada toda la unidad gingival marginal o papilar, el tejido se aprecia de un aspecto brillante y
liso, además existe enrojecimiento moderado y edema, y hay presencia de un sangrado al sondaje.

4.2.3.Inflamación severa: dentro del estado de inflamación severa se presenta con un aspecto
de brillo, enrojecimiento intenso, presencia de edema en la unidad gingival marginal o papilar.

4.2.4.Sangrado espontáneo: La probabilidad de ocurrencia de esta entidad se intensifica


particularmente en los adolescentes debido a cambios hormonales presentes en esta etapa, al tipo
de dieta que frecuentan, a la calidad de la higiene oral y a la presencia de otros factores de tipo
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social y de comportamiento, que modifican el ambiente interno y externo, los cuales incrementan
en el sujeto el riesgo para desarrollarla

4.3.Enfermedad periodontal

La enfermedad periodontal es una patología de etiología multifactorial es el segundo trastorno


bucal de importancia que afecta al tejido de soporte del diente lo que comprende (encía, cemento
y hueso). La enfermedad periodontal sigue siendo una de las patologías de mayor incidencia en la
población en general, además de ser una de las causantes de la pérdida de dientes, se considera
además como un factor de riesgo para ciertas enfermedades sistémicas, representa la interacción
de factores etiológicos locales y sistémicos.

La forma más leve de la presencia de enfermedad periodontal se define como gingivitis ya


descripta anteriormente y la más severa como periodontitis. Esta última es una entidad
irreversible, resultado de una compleja relación entre la infección bacteriana causada por diversos
microorganismos (Phorhyromonas gingivales, Actinobacillus actinomycetemcomitans,
Treponema denticola, entre otros) y la respuesta del huésped asociada con su estilo de vida y
comportamiento tales como: hábitos de higiene oral, actividad física, consumo de cigarrillo y
alcohol (4).

La falta de prevención genera más restauraciones, tratamiento periodontal, extracciones y


prótesis dentales; por lo que se requiere una transformación de prioridad del tratamiento a
prevención. Es por esto, que la necesidad de promover la práctica de la atención odontológica
preventiva y buenos hábitos de higiene bucodental resultan relevantes, pues los recursos
disponibles para la atención de la salud en la mayoría de los países en desarrollo son insuficientes
para apoyar la atención curativa tradicional de enfermedades dentales (5).

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