"La conciencia del mal nace con nosotros. Al
nacer conocemos la orfandad, nos sentimos
arrojados a un mundo extrafio. Descubrimos al
mal, primero, al sentirnos en un mundo
inhospitalario, indiferente; después, en la
agresion de los otros contra nosotros o en
nuestra agresividad contra ellos. Este saber es
universal y comun a todos los hombres desde la
nifiez. Desde que tengo uso de la memoria, el
misterio del mal (porque es un misterio), me ha
desvelado. ¢Alguien ha descifrado el misterio
que es ser hombre? Pues lo mismo pasa con el
mal. En una época pensé que era una herencia
de nuestro pasado animal. Pronto me di cuenta
de mi error: ningun tigre mata a una pantera
porque ella es negra y él, rayado. El mal aparece
sobre la Tierra con los hombres. Por esto es
inseparable de la Historia. Lo que distingue al
hombre del resto de los animales es la
conciencia, mas o menos clara, de ser libre.
Incluso los que creen en la fatalidad, al
obedecerla, realizan, en cierto modo, un acto
libre. £0 sera ala inversa y cuando pensamos
ser libres, obedecemos a la necesidad? No lo sé.
El nudo entre libertad y fatalidad es inextricable.El secreto del mal, su misterio, esta en ese nudo.
Pues bien, creamos en la fatalidad o en la
libertad, somos siempre responsables de
nuestros actos. Por esto, nadie es inocente, ni
siquiera los santos 0 los héroes. Por esto
también es imposible acabar con el Mal: es
parte del hombre, como el Bien. A diferencia de
las otras criaturas terrestres, nosotros sabemos
que nuestros actos son buenos 0 malos; de ahi
que a veces tengamos remordimientos. Un leén
no se arrepiente de haber devorado a una
gacela, ni un virus de provocar una epidemia.
Nuestro Unico recurso es reconocer la
existencia de los otros, nuestros semejantes.
Dafar al otro es, de alguna manera, dafarse a
uno mismo. El origen de los grandes crimenes
reside en la aparicioén de ideologias que negaron
la humanidad de razas y clases enteras".
Octavio Paz.