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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR


INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
COORDINACIÓN LOCAL DE LOS PROGRAMAS DE EXTENSIÓN
BARINAS

ENSAYO ARGUMENTATIVO

Tutora Maestrante

Prof. Ingrid Camacho Prof. Guillermo Certad 9.267.164

Unidad Curricular:
Educación y tecnologías de la información y comunicación
(Electiva 2)

Tema 1:
Ensayo argumentativo
BARINAS, JUNIO DEL 2023
INTRODUCCIÓN
La tecnología ya es parte del entorno humano, lo que requiere aprender a vivir con ella y utilizar su potencial,
para Zea, Atuesta y González señalan que en el aula se destaca la capacidad de brindar más información a las
personas a través de diferentes canales sensoriales; su integración en el trabajo colaborativo en un entorno virtual
compartido; promover nuevas habilidades y destrezas, especialmente para investigar, organizar y seleccionar
información; así como un cambio en los roles de educadores y educandos, convirtiéndose estos últimos en gestores
de su aprendizaje, siendo el primero facilitador y colaborador en el proceso, pero sobre todo, cuando el proceso de
enseñanza-aprendizaje es entendido como el proceso de construcción conocimiento.
Si bien los sistemas informáticos como Internet, bombardean a los estudiantes con miles de datos, la
institución escolar y por ende el docente, tiene la misión de saber orientar a los estudiantes para que usen la
información de manera útil, motivándolos a brindar análisis, síntesis, diagramar y potenciar aspectos que son
importantes para saber controlar con precisión el universo visual que aparece en la pantalla.
Se necesitan estudios empíricos para medir el impacto de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) en el proceso educativo (Coll, 2008), ya que miden el desarrollo real del trabajo de los
docentes y el uso que hacen los estudiantes, enfatizando cómo se incorporan estas tecnologías en las prácticas
educativas y cómo pueden transformarlas y mejorarlas, "asumiendo que el aprendizaje de los estudiantes está
vinculado y depende de la calidad de las experiencias que realizan en clase".
Los análisis del uso de la tecnología se centran en los aspectos considerados más relevantes para la práctica
educativa; son los marcos teóricos y los modelos prácticos, los que permiten identificar y encontrar aspectos
seleccionados, que reflejan "los mismos procesos que conducen al logro de tales resultados, la forma en que las
tecnologías son realmente utilizadas por los docentes y/o el estudiante durante estos procesos y en qué medida el
uso real puede o no coincidir con el uso planificado” (Coll, 2008).
Sin embargo, la incorporación de las tecnologías en el aula es una realidad inevitable, más aún en tiempos de
pandemia, donde el confinamiento forzado y el aislamiento social hacen realidad las tecnologías inteligentes, la
información y la comunicación se convierten en el único medio para propiciar el encuentro educativo y social,
influyendo en la forma en que los estudiantes aprender, mediante la interacción virtual con los docentes y el
proceso educativo de enseñanza-aprendizaje.
Es claro que la emergencia sanitaria decretada a inicios del 2020 ha cambiado la forma en que se desarrollan
los procesos educativos, que hoy en día necesitan de algunas herramientas digitales para poder seguir desarrollando
los procesos de estudio en los diferentes niveles, la implementación de tecnología y plataformas educativas
virtuales, es una forma conveniente y relativamente económica de mantener la naturaleza de los procesos humanos
y sociales básicos, como la comunicación y la interacción, sin embargo, es fundamental que docentes y estudiantes
la utilicen adecuadamente, aunque es un gran desafío para las personas del ámbito educativo al pasar de la
enseñanza presencial a la enseñanza virtual (Monasterio y Briceño, 2020).
Como resultado de estas interacciones, se crean brechas digitales y fuertes desigualdades sociales en países
de todo el mundo, principalmente en América Latina y en los países con menor acceso a los recursos tecnológicos.
EL PAPEL DE LA TECNOLOGÍA EN LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE
La incorporación de tecnologías en el proceso educativo representa un punto de impacto en la educación y la
posibilidad de innovación en el proceso educativo, Coll (2005) en su análisis sabía que las TIC han ampliado el
alcance del proceso, como ocurre, por ejemplo, a través de internet, en casa, en el trabajo, en el espacio de ocio, en
sincronía estrecha con lo calculado, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ser conscientes de la ampliación del
espectro; en ese sentido, se asume la visión de que el proceso pedagógico también ocurre fuera del aula y que saber
cuándo se socializa allí, tendrá un impacto en beneficio de estudiantes y docentes.
El principal aspecto relacionado con la implementación de la tecnología en las escuelas es buscar la
transformación en la calidad del aprendizaje y la enseñanza, si bien, como señaló Coll (2005), los resultados no
encuentran suficiente sustento empírico por varias razones:
• Heterogeneidad de los recursos aplicados.
• Potencialidades como herramientas de comunicación y transmisión de información, diferencias en el uso
objetivo por parte de estudiantes y docentes.
• Métodos pedagógicos y didácticos en que se contextualizan.
Estas causas representan axiomas que dictan su uso, sin cuestionar su rendimiento real en el procedimiento
especificado.
Para Coll (2005), una serie de estudios se han centrado en comprender cómo la implementación de las TIC
cambia la praxis educativa, cuya importancia radica en las actividades realizadas por docentes y alumnos, dónde
está el valor y la importancia de estas actividades en el proceso educativo, incluida la capacidad de mejorar los
resultados del aprendizaje.
Este potencial está ligado a las habilidades que ofrecen para presentar, procesar, transmitir y compartir
información, pero el autor advierte que la información se convierte en conocimiento cuando se actúa sobre un
sentimiento y un significado, y también implica ir más allá del individuo para que el aprendizaje sea intencional,
que es, factible en interacción y comunicación.
Cuando se utilizan tecnologías en el aula, las semióticas comunes que aparecen en ellas, se utilizan con otros
recursos, como imágenes fijas o animadas, texto, datos numéricos, entre otros, esto no implica ninguna novedad,
Coll (2005) nos orienta a que la novedad radica en que, a partir de la integración de los sistemas simbólicos
clásicos como el lenguaje oral, lenguaje escrito, lenguaje audiovisual, lenguaje gráfico, lenguaje digital, las TIC
crean condiciones completamente nuevas para la operación, representación, procesamiento y acceso a la
información, así como su transferencia, son las condiciones creadas por este entorno semiótico, más que las
características de los sistemas simbólicos en los que operan, las que otorgan a las TIC un potencial particular como
herramienta psicológica en el sentido de Vigotsky (citado por Miffre Leon, mayo 2013), es decir, como mediadoras
de los procesos intramentales e intermentales comprometidos en el aprendizaje.
De igual forma Coll (2005), muestra que, para comprender el impacto de la tecnología en el proceso
educativo, el triángulo de interacción: alumno-docente-contenido, en el que formalismo, interacción, la
interactividad, la biodinámica, la multimedia e hipermedia, muestra el potencial de las TIC como una herramienta
psicológica que media la relación entre maestros y contenido y entre estudiantes y contenido, mientras que la
capacidad de conectarse potencialmente está relacionada con las relaciones estudiante-maestro y las relaciones
estudiante-estudiante.
Desde el punto de vista educativo, señala el autor, la confluencia de la interactividad y la conectividad tiene
un impacto importante en la planificación y desarrollo de los procesos educativos en un entorno de base
tecnológica, estos promueven una acción educativa que respete el principio de atención a la diversidad, así como la
práctica del trabajo en equipo y la cooperación.
Sin embargo, Coll (2005) enfatiza que el potencial de las tecnologías depende de su uso, lo que está
claramente relacionado con el tema propuesto en este trabajo, en el sentido de que la relación recíproca entre
estudiantes, docentes y contenidos es de fundamental importancia, especialmente cuando el mismo recurso
tecnológico puede desempeñar diferentes funciones, según su uso, como recurso de información o como recurso de
comunicación, “Es común, de hecho, que no exista una relación directa o biunívoca entre los recursos tecnológicos
y los usos: los mismos recursos pueden ser utilizados de formas muy diferentes, y los mismos usos pueden ser
soportados por varios recursos tecnológicos”.
Este uso puede hacerse de forma tradicional, es decir, se refuerza la pedagogía preexistente, o de forma
innovadora, en cualquiera de los dos casos, las TIC no son vistas como una tecnología herramientas pedagógicas
capaces de transformar la relación entre los elementos del triángulo de interacción: profesor-estudiante-contenido,
sin embargo lo que se puede transformar es el espacio pedagógico, la naturaleza de la una relación existe entre
estos tres componentes, por lo tanto, Coll (2005) propone que la clave para analizar el impacto del uso de las TIC
en la educación son los espacios pedagógicos, sus usos en relación de estos recursos tecnológicos.
Las interacciones que resultan del uso de estos recursos son interacciones, en las que los estudiantes pueden
construir significado y asignar significado al contenido, así como a los agentes que ayudan en esta construcción,
por ello, es fundamental entender que la incorporación de recursos tecnológicos en la práctica educativa requiere
de una serie de procesos para el proceso de enseñanza y aprendizaje, entre ellos la participación conjunta de los
participantes, una vez más el proceso se reproduce con aportes individuales, enmarcado en su experiencia, en sus
conocimientos previos, en este sentido, Coll (2005) cree que es en esta etapa cuando emergerán las tecnologías
como herramientas psicológicas que posibilitarán nuevas formas de organización en las actividades conjuntas y de
mediación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como la construcción del pensamiento de los estudiantes.
Sin embargo, la combinación de tecnologías debe integrar tanto a docentes como estudiantes y el contenido
(Coll, 2005), creando un espacio de discusión que tenga un impacto en el sistema, pero al mismo tiempo un control
global de su aplicación y su verdadera integración en el proceso de enseñanza-aprendizaje, potenciando tanto las
capacidades de los usuarios, estudiantes y docentes, además de su integración a los contenidos de la institución.
Sin embargo Finol (2016), determina que existe un modelo pretérito de educación conductual, basado en un
sistema de clases magistrales con contenidos didácticos en formato lineal y soporte físico, en donde el papel de
protagonismo lo desempeña la pertenencia de los docentes, permisible gracias a una combinación de entornos de
aprendizaje virtual y otras herramientas, como las estrategias de aprendizaje constructivista, la cual patrocina la
experimentación positiva y la construcción colectiva del aprendizaje.
Los autores determinaron que se trataba de sistematizar un proceso para lograr este objetivo, estructurado en
4 acciones coordinadas a seguir, para producir una secuencia de resultados positivos, entre ellos: 1) gestión
dinámica y sistemática de la información, 2) ir más allá del modelo tradicional basado en clases magistrales, 3)
integrando habilidades de comunicación no verbal y dominio de contenidos multimedia, 4) facultar al alumno el
papel de participante activo y responsable de su propio aprendizaje.
En este sentido Finol (2016), establece que los beneficios se obtendrán al incorporar sistemas de aprendizaje
en los estudios escolares, serán la tecnología como nuevos escenarios, construyendo conocimiento colectivo
reconocido como aprendizaje significativo, además, como un aprendizaje estrategia para nuevos entornos, de
modelo educativo, así como apoyo en el proceso de gestión que fortalezcan el entorno virtual de aprendizaje de la
comunidad estudiantil.
Por ello, el aprendizaje activo y significativo requiere de nuevos escenarios para los docentes, que pueden
abandonar la idea de que los docentes son dueños del conocimiento y promover formas de atención a los
estudiantes, pueden incorporar tecnologías de aprendizaje como estrategias que promuevan la experimentación
activa y la construcción colectiva del conocimiento.
CONCLUSIONES
La implementación de tecnologías como requisito de la vida moderna, y matizada durante el confinamiento
pospandemia provocado por el COVID-19, tiene un impacto significativo en los procesos educativos, requiere que
tanto profesores como estudiantes reestructuren las estructuras cognitivas; en primer lugar, en que deben
comprometerse a trabajar a través de la inclusión de una herramienta que posibilite la atención de los estudiantes,
así como un elemento que promueva la integración significativa de los contenido a saber, que los estudiantes
reportan desde el hogar.
Para los estudiantes su estructura cognitiva debe cambiar, la aplicación de la herramienta no favorece el
proceso de enseñanza y aprendizaje, la efectividad de la enseñanza y el aprendizaje está marcada por su voluntad
de aprender y depende en gran medida de docentes capacitados, lo que permite a los estudiantes vislumbrar el
favor de la herramienta, en la labor pedagógica con contenido implícito.
Sin embargo, si los docentes creen que el uso de la tecnología debe ser visto como una herramienta y no
como un fin, deben seguir procesos educativos y de formación que les permitan disfrutar al máximo de estas
herramientas, ya que los estudiantes tienen una capacidad inherente de uso y de dominio tecnológico, ya que forma
parte de su vida cotidiana.
Cuando la tecnología es vista como el objetivo final, la mediación del docente no es necesaria, porque las
personas piensan erróneamente que su simple implementación es beneficiosa para el proceso de enseñanza-
aprendizaje y olvidan que existe una responsabilidad del significado, de las construcciones cognitivas que
incorporan tanto contenido como emoción, con los docentes desempeñando un papel importante en la promoción
del uso correcto de la tecnología, así como el aprendizaje significativo.
La implementación de nuevas herramientas tecnológicas y su implementación en los procesos inherentes al
aula, apoyan el desarrollo de tareas, promueven la comprensión de contenidos y la capacidad de obtener
información importante siempre disponible; requiere tanto de procesos cognitivos propios como de los estudiantes,
sobre todo si se entiende que el acceso a la información, por sí solo no garantiza un buen aprendizaje, debe
coexistir criterios a favor de la selectividad, de permiso para crear comentarios críticos, de pensar en la tecnología
de la información que pone información, al alcance de todos los usuarios, buscar generar creatividad y crítica a
partir del conocimiento interpretado y analizado.
El uso de las redes sociales en la educación ha dado como resultado que los estudiantes construyan sus
propias redes educativas a través de enlaces con otras redes, el desafío para las instituciones educativas es crear y
evaluar espacios de aprendizaje basados en modelos pedagógicos que se centren en la alineación de los educandos
con los elementos existentes en sus propias redes educativas, por lo tanto es vital la presencia del criterio de
ponderación socio-formativo, que evalúa la red educativa con el objetivo de mejorar el ambiente de aprendizaje.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Coll, C. (2005). Análisis de los usos reales de las TIC en contextos educativos formales: una aproximación
sociocultural. XXII Semana Monográfica de Educación. Fundación Santillana.

Finol, L., Finol, L. y Morales, A. (2016). Incorporación de entornos virtuales de aprendizaje en la educación
universitaria. Utopía y praxis.

Monasterio, D. y Briceño, M. (2020). Educación mediada por las tecnologías: un desafío ante la coyuntura
del Covid-19. ONCTI.
http://www.oncti.gob.ve/ojs/index. php/rev_ODC/article/view/132/151

Miffre, Leon (mayo 2013), Formar con Vygotstki. Psicología de la actividad docente en situación. FR : U.
Bordeaux 3.

Zea, C., Atuesta, M. R. y González, M. (2000). Informática y escuela: un enfoque global. Editorial
Universidad Pontificia Bolivariana.

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