Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Modulo 2 Vih, Diagnóstico, Tratamiento y Cuidado
Modulo 2 Vih, Diagnóstico, Tratamiento y Cuidado
VIH, Diagnóstico,
2
tratamiento y cuidado
MÓDULO DOS
VIH, Diagnóstico,
tratamiento y cuidado
Coordinación académica
Equipo Docente
CC BY-NC-ND 4.0
La responsabilidad por las opiniones expresadas en los libros, artículos, estudios y otras co-
laboraciones incumbe exclusivamente a los autores firmantes, y su publicación no necesaria-
mente refleja los puntos de vista de la Secretaría Ejecutiva de CLACSO.
CLACSO
Estados Unidos 1168 | C1023AAB CABA | Argentina
Tel [54 11] 4304 9145 | Fax [54 11] 4305 0875
clacso@clacsoinst.edu.ar | www.clacso.org
¿Cómo vivencian las personas con VIH su diagnóstico y su tratamiento,
según el contexto social y sanitario en los que viven?
¿Cómo realizan el seguimiento?
¿Qué prácticas de cuidado implementan?
El Programa de alfabetización regional sobre diagnóstico, preven-
ción y tratamiento del VIH con perspectiva en salud colectiva se
propone como un espacio reflexivo y de educación para la salud
que hará énfasis en la endemia de VIH como un proceso de sa-
lud-enfermedad individual y colectivo (subjetivo e intersubjetivo)
y analizará las estrategias de atención-cuidado; los marcos insti-
tucionales socio-sanitarios que dan cuenta de los métodos diag-
nósticos y los diversos tratamientos; la relación entre diagnóstico,
tratamiento y experiencias corporales vividas y las formas de cui-
dado y autocuidado, en contextos familiares y comunitarios y sus
respectivos soportes.
Esto estará conjugado con el fortalecimiento de capacidades
analíticas y metodológicas, individuales y colectivas, en una pers-
pectiva de salud colectiva para el monitoreo participativo epide-
miológico, la organización y planificación en Salud y VIH, la promo-
ción de los derechos y salud sexual y reproductiva con perspectiva 9
de género, el abordaje integral del VIH desde una estrategia pre-
ventiva-promocional y de cuidado hacia un problema prioritario de
la salud humana y salud colectiva de América Latina y el Caribe.
El presente manual de acompañamiento pedagógico ha sido
elaborado a partir de las video-clases desarrolladas por el equi-
po docente que conforma este espacio formativo.
CLASE 3
Prof. Manuel Espinel Vallejo
Esto significa que todos y todas podemos infectarnos con el VIH. Tam-
bién significa que ninguno de nosotros y nosotras tiene condiciones
intrínsecas que lo hagan más vulnerable a la infección con VIH. Lo que
indica principalmente que son esos marcos sociales e institucionales
los que dan cuenta de nuestra vulnerabilidad. En segundo lugar, que
el virus produce en nuestro organismo un deterioro de nuestro siste-
ma inmune, de nuestras defensas, particularmente de unas células 17
que llamamos se CD4, donde el virus se reproduce. Este deterioro
del sistema inmune determina que nuestro cuerpo sea susceptible
a infecciones que, en condiciones normales, no nos afectan. Se lla-
man infecciones oportunistas que pueden afectar nuestros pulmo-
nes, nuestro sistema nervioso o producir algunos tipos de cáncer ra-
ros. Son estas infecciones las que finalmente nos pueden provocar la
muerte y las que producen los síntomas de lo que conocemos como
SIDA. En tercer lugar, la utilización de tratamientos antirretrovirales
desde mediados de la década de los 90 del siglo pasado ha reducido
notablemente la reproducción del virus, evitado el deterioro del siste-
ma inmune y, por tanto, redujo estas infecciones oportunistas. Estos
tratamientos no nos curan, pero sí reducen de manera significativa
la mortalidad, al reducir la carga viral, es decir, la cantidad de virus.
Después de dos a cuatro semanas de entrar en contacto con el
virus, podemos comenzar a experimentar síntomas semejantes
al de un episodio gripal: fiebre, dolor de garganta, dolor muscular
y articular. Estos síntomas duran entre una y dos semanas y se
producen por la respuesta inmune de nuestro organismo contra
el virus. Durante este periodo, debido a la proliferación del virus,
tenemos una alta capacidad de transmisión. Después podemos
estar asintomáticos durante varios años, de 8 a 10 años o incluso
más. Sin embargo, durante este período se va deteriorando nues-
tro sistema inmune. Cuando aparecen los síntomas, que pueden
variar dependiendo del tipo de infección oportunista que se pre-
sente, significa que ya hay un deterioro importante del nuestro sis-
tema inmune. En este caso es que hablamos de SIDA.
El diagnóstico se hace normalmente a través de pruebas de
laboratorio que detectan los anticuerpos producidos por el or-
18 ganismo contra el virus. La mayoría de personas tienen pruebas
positivas tres o cuatro semanas después de entrar en contacto
con el virus. Previamente a esta fecha, conocida como “período
de ventana” los resultados pueden ser negativos. Toda prueba
positiva con los denominados test de antígenos rápidos, que se
pueden hacer en sangre o en saliva y que dan resultados en 15-
30 minutos deben ser corroborados con un test confirmatorio. En
todo este proceso debemos tener siempre presente la necesidad
de un acompañamiento familiar y sociosanitario de las personas
que se realizan el test, por las implicaciones que tiene un resulta-
do positivo, en términos de estigma y desinformación. Además, es
necesario este apoyo para comprender las implicaciones del se-
guimiento y del tratamiento. Todo esto implica un acceso efectivo
y en igualdad de condiciones al sistema de salud.
En relación con el tratamiento, fundamentalmente farmacoló-
gico, es importante tener en cuenta al menos 4 aspectos. En pri-
mer lugar, que la meta es
¿Cómo entiende
el Diagnóstico-Tratamiento-Cuidado
la Salud Colectiva?
31
En cuanto al Caribe, se aprecian diferencias notorias en los apor-
tes nacionales (en color azul claro) y una brecha mucho mayor para
el 2020, (el círculo verde oscuro), a pesar de que la financiación de
Estados Unidos ha sido muy fuerte durante el periodo analizado, (en
color verde aceituna), así como recursos del Fondo Mundial de lucha
contra la Tuberculosis, el VIH y la Malaria, (en color verde oscuro) y
otros recursos de cooperación internacional.
32
El objetivo que se han propuesto las Naciones Unidas y uno de sus organismos,
el ONUSIDA, refrendado en la histórica sesión general de la Asamblea General de
las Naciones Unidas en 2001 (UNGASS, por sus siglas en inglés) –primera que se
ocupó de un tema de salud– y en 2016 en las reuniones de evaluación del progreso,
era alcanzar para 2020 los llamados tres noventas: que el noventa por ciento de las
personas seropositivas conozcan su diagnóstico; dentro de ese porcentaje, que el
noventa por ciento esté en tratamiento antirretroviral, y finalmente que el noventa
por ciento de este último tenga carga viral indetectable.
Para el 2019, se puede observar que, si bien la brecha ha disminuido en América
Latina, si nos concentramos en el último objetivo (que el 90% de las personas en
tratamiento tengan carga viral indetectable), que es el más importante desde el
punto de vista comunitario para efectos de cortar la transmisión, en la tercera barra
vertical, apreciamos que hay un 47% de personas en tratamiento que no logran
ser indetectables. Las implicaciones para fracasos terapéuticos tempranos, ago-
tamiento de los esquemas de tratamiento disponibles en nuestros países, años de
sobrevida libres de SIDA, y calidad de esos años de vida son, al menos, alarmantes. 33
En la siguiente gráfica, se puede observar la relación entre cobertura sani-
taria y porcentaje de población en tratamiento antirretroviral. En cuanto al
cumplimiento del objetivo dos, es decir personas que sabiendo su estado
para el VIH, se encuentran en tratamiento (barra de color verde oscuro para
cada país), Colombia, Paraguay y Venezuela muestran los menores porcen-
tajes, seguidos de cerca por tres países de Centroamérica: Honduras, Gua-
temala y El Salvador. No es casualidad que en estos tres países, por la poca
presencia y garantías del Estado, así como la violencia extendida, sean de
donde parten las mayores caravanas de migrantes, legales e ilegales, mu-
chas y muchos viviendo con VIH o bien que lo adquieren durante la migración
o al llegar al país de destino (Estados Unidos, Canadá o México).
34
El siguiente cuadro nos permite apreciar datos con un nivel mayor de
desagregación, por grupos de sexo y edad, herramientas valiosas para
trabajar en los siguientes módulos de monitoreo y seguimiento.
35
La situación para El Caribe, así como las implicaciones desfavorables,
son muy similares a las de América Latina, con brechas de 23%, 37% y
50% para cada objetivo, respectivamente.
Ante amenazas de tal magnitud, los proyectos de salud alterna-
tivos que busquen un modo de vivir saludable desde la perspectiva
del derecho a la salud, como derecho humano fundamental, deben
situarse en tensión y confrontación con el escenario histórico de una
crisis, que más allá de ser un problema de exceso de dinero que la
clase capitalista no encuentra donde invertir, es una crisis civilizato-
ria que se nos vuelve a imponer desde afuera. Tenemos un gran reto:
reorganizarnos, acumular fuerzas para resistir a los embates que ya
comenzaron y que pretenden arrebatarnos las conquistas duramente
alcanzadas y hacernos retroceder, descargando el peso de la reso-
lución de viejos y nuevos problemas en los hombros de las familias,
las comunidades. Que pretenden instalar un “sálvese quien pueda” y
36 un alejamiento, o franco retirada, de las instituciones del Estado que,
hasta hoy, se habían comprometido, consecuencia de la fuerza y per-
sistencia de las luchas, a hacerse cargo de unos mínimos que deben
ser, para todas y todos, innegociables.
Este momento, en que la estructura de dominación deja a la vista fisu-
ras o grietas –hasta ahora ocultas– es propicio para el avance de los pue-
blos y mayorías afectadas por esta crisis civilizatoria, siempre y cuando
trabajemos con los criterios de organización, incremento de la formación
política e incorporemos ideas claras sobre una visión renovada del de-
recho a la salud, que incluyan, como mínimo, servicios de promoción,
prevención y atención, gratuitos y universales, con una perspectiva que
abarque los procesos de determinación del continuo Salud-Enfermedad-
Atención, defienda la salud colectiva, como hemos resaltado en estas
sesiones y que ampliaremos en el siguiente módulo.
¿Por qué hacerlo? Porque se nos está imponiendo, en el mejor de los
casos, más de lo mismo: repartir y reasignar los pocos recursos sanita-
rios y económicos en grupos cada vez más focalizados, donde prima la
conveniencia económica de los grandes grupos empresariales y finan-
cieros sobre las necesidades reales de la población. Dicho de otro modo:
privatización de las ganancias y socialización de las pérdidas.
La Salud Colectiva ve la falta de una estrategia para afrontar la
pandemia del VIH como un asunto tanto o más grave que la ausencia
de servicios curativos de calidad. En el horizonte actual, las empresas
de capital transnacional en todos nuestros países buscan y buscarán
acrecentar sus ganancias, a costa de poner en peligros los ecosiste-
mas y la salud de los colectivos.
Necesitamos preguntarnos: ¿Qué sucederá con la salud de las pobla-
ciones rurales y urbanas, con nuestra salud, con nuestras expectativas
de una vida buena, si se desatan sin control todos aquellos procesos
destructivos antes mencionados? ¿Qué pasará si se multiplican las in- 37
versiones especulativas, en especial en el sector salud, sin el fortale-
cimiento y la aplicación de normas que nos beneficien, y protejan a las
mayorías, sin la garantía futura de los recursos financieros, suficientes
para su sustentabilidad, sin el incremento de nuestro umbral de percep-
ción y cualificación como actores políticos, decisivos en la contención y
retroceso de la rapacidad del capital especulativo?
Este dilema exige nuestro mayor compromiso con la organización,
las movilizaciones en todas sus expresiones, y echar mano de toda la
creatividad que heredamos y conocemos en el variado mundo mesoa-
mericano, caribeño, andino y del cono sur, para no negociar los dere-
chos adquiridos y, en el largo aliento, luchar por la nacionalización de
los sistemas educativos, sanitarios, y por qué no, la nacionalización de
los recursos y activos estratégicos de nuestras naciones.
¿Cómo podemos aportar, en el mediano
y largo plazo, desde nuestras organizaciones
y comunidades, a la transformación
del modo de vida deteriorante y dañino,
y reemplazarlo por uno protector-benéfico
para todas y todos?
GLOSARIO