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Vejez EdadMediayRenacimiento
Vejez EdadMediayRenacimiento
Bibliografia
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Protección
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Palabras clave: vejez, anciano, caridad, cui- Key words: old age, elderly, charity, health
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Raúl Villagrasa, Nokaria. 1 (2021), 67 - 77. Protección institucional de la vejez a finales de la Edad Media y el Renacimiento
El 3 de octubre de 2020 un grupo de personas nos reu- comparable. Creemos, por tanto, que el paso del tiempo na la Celestina, recurriendo el estereotipo literario de la afirmaba Georges Minois (MINOIS 1987, 83-84, 159-160 y
nimos en la plaza del Pou de Balaguer en unas Jornadas y una concatenación de inventos y mejoras tecnológicas vetula (físicamente repugnantes, malvadas y peligrosas, 212-218), todas estas divisiones eran «juegos de intelec-
d’Estudis Rei Pere el Ceremoniós atípicas, en un año sin (desde los comienzos de la agricultura, pasando por el a quienes se recurre para conseguir el amor de la mujer tuales». Alcanzar la vejez no se trataba tanto de un nú-
duda insólito. La situación de crisis sanitaria que vivimos arnés del caballo, la escritura, la pólvora, la imprenta, deseada). Imágenes que a su vez son totalmente antagó- mero como de la capacidad para mantener el ejercicio
en la actualidad permitió que los allí congregados de- internet...) rigen el tiempo histórico. Lejos de la realidad, nicas a los ancianos llenos de vitalidad que hoy copan los laboral. Francesc de Queralt, médico que daba clases en
dicáramos una sesión divulgativa en torno a la enfer- existen determinadas cuestiones que no pueden medirse anuncios de la televisión y que cabría preguntarse si son el Estudi General de Lleida durante la primera mitad del
medad en la historia y sus múltiples caras: la dolencia únicamente a través del progreso y el caso de la vejez reflejo de nuestros mayores. La ambigüedad es pues una siglo XV, ejerció su profesión pese a ser descrito como
individual, la epidemia como fenómeno comunitario, la es una de ellas. Son muchísimos los parámetros (econó- tónica en la consideración de los ancianos. «senex nonaginta annorum» (FERRAGUD 2018, 348).3
represión, la estigmatización... Mi humilde aportación se micos, sociales, culturales) que influyen en cómo el co-
Una de las formas más utilizadas para acercarse a la ve- De la tradición griega, la sociedad medieval-renacentista
concentró en el colectivo que, en mi opinión, más ha su- lectivo de los ancianos ha vivido y ha sido considerado
jez en el pasado es a través de las instituciones, ya que heredó también la percepción médica. Autores como el
frido este año: las personas mayores. a lo largo de los siglos. No se puede dibujar una línea
éstas generaron documentación dentro y fuera de ellas. médico Hipócrates (460 a. n. e. – 370 a. n. e.) utilizaron
ascendente entre un pasado calamitoso y un presente
Es posible que, al igual que con los brotes sucesivos de Y esa es la principal vía que he elegido para las páginas la conocida teoría de los humores para explicar la vejez
exultante. Además, el paso de una a otra época histórica
peste a partir de 1348, cambie nuestra concepción con siguientes. y sus múltiples transformaciones corporales. Según dicha
no conllevó la sustitución de ciertos elementos. Hemos
respecto a la vejez. En aquel entonces perecieron en teoría el cuerpo humano se compone de cuatro humores:
de entender esta evolución como una superposición de
mayor número niños y jóvenes adultos. Hoy, por el contra- sangre, bilis negra, bilis amarilla y flema. Estos están vin-
factores en los que unos u otros destacaron en mayor o
rio, la enfermedad castiga a los de edad más avanzada. culados con uno de los cuatro elementos básicos (fuego,
menor medida. Nuestra concepción de la vejez arraiga
en las primeras civilizaciones mediterráneas: Mesopota- 2. Hablemos de números tierra, aire y agua) y con propiedades relacionadas con
el calor/frío y la humedad/sequedad. En el momento en
mia, Egipto, Grecia, Roma y, por supuesto, el surgimiento
Los números son básicos para entender las edades del que los humores se descompensan, por exceso o esca-
de las creencias judeo-cristianas, llenando de riqueza y
1. Vejez e historia 2
ser humano. Ojalá pudiéramos responder certeramente sez, el equilibrio corporal peligra, lo que abre la puerta
complejidad los siglos medievales.
a preguntas como cuántas personas llegaban a la vejez a la enfermedad. La vejez no se consideró tanto una
La vejez es vista como una etapa compleja porque com-
En segundo lugar, y en relación con lo anterior, cada o hasta qué edad vivían. Quedémonos al menos con una enfermedad, pero sí como el proceso de pérdida de ca-
porta cambios a varios niveles. En cualquier caso, es con-
época histórica y cada sociedad tienen muchos matices, idea básica: siempre han existido los ancianos, pese a lor y humedad. Cada persona tiene un foco de energía
cebida como un constructo humano y cultural y, por lo
por lo que no hay una vejez, hay muchas. No es lo mismo que las medias de edad calculadas por los historiadores que disminuye con el tiempo y que lo debilita. Hipócra-
tanto, depende de cada grupo humano. Partiendo de
llegar con buena salud que aquejado de múltiples acha- para cada época sean menores que las actuales. Una tes recomendaba un régimen alimenticio y ejercicio físico
esta premisa, puede parecer una obviedad la siguiente
ques; contar con un tejido familiar que encontrarse sólo; vez los individuos superaban la niñez y las enfermedades moderados, así como baños calientes e ingesta de vino
enumeración de ideas, pero para acercarnos al estudio
ser hombre o mujer; disponer de rentas y patrimonio o que engrosaban las cifras de mortalidad infantil, era más (MINOIS 1987, 102-106).
de la vejez en el pasado necesitamos realizar una serie
situarse bajo los umbrales de la pobreza; residir en una probable que alcanzaran la madurez y la vejez.
de matizaciones o advertencias, algunas de las cuales se ¿Cuántas personas llegaron a la senectud? Por supuesto,
gran ciudad o en una apartada aldea; vivir en el siglo
pueden hacer extensibles a otras temáticas. Los números, además de cuantificar, guardan en sí mis- y como hemos apuntado, son muchos los factores e
VIII o en el XV, desarrollar un trabajo manual que uno
mos más que un valor, también un significado. El número impedimentos documentales para responder certera-
En primer lugar, el desarrollo histórico no debe ser con- intelectual...
evoca, expresa tanto una cantidad como una cualidad. mente a esa pregunta. Obviamente, la cúspide social si-
cebido como una línea ascendente de progreso. En
El tercer y último axioma está relacionado con las fuentes «Doce no representa solo una docena de unidades, sino empre proporciona más datos al investigador. Entre los
muchas ocasiones nos imaginamos a las primeras co-
de información. Analizar la vejez en épocas preindustri- también la idea de una totalidad, de un conjunto com- reyes de la Corona de Aragón (ss. XII-XV) podemos ex-
munidades humanas con escasos útiles y herramientas
ales y preestadísticas con una escasez de determinados pleto y perfecto; de este modo, once es insuficiente y tre- traer algunas conclusiones generales. Como se observa
mientras que nosotros disponemos de una tecnología in-
documentos complica en exceso la obtención de datos ce es excesivo, imperfecto y nefasto», expresaba Michel en la siguiente gráfica, a diferencia de hoy, los varones
exactos. Por tanto, se requiere de un conjunto de refe- Pastoureau (PASTOREAU 2006, 24). Siete también es un envejecieron en mayor medida que las mujeres, y se debe,
rencias de lo más variado que exige al investigador un número singular, de ahí que cuando eruditos de la Anti- principalmente, tanto en las épocas antiguas como en las
esfuerzo extra. Deben ser contrastados los documentos güedad y la Edad Media reflexionaron sobre las edades posteriores, a los problemas derivados del embarazo y,
más formales y oficiales con la literatura de la época, con de la vida se utilizó en repetidas ocasiones. Solón (c. 638- sobre todo, del parto.4 De las reinas representadas, solo
las más variadas representaciones artísticas y con los re- 558 a. n. e.), literato, político y uno de los Siete Sabios de tres llegaron a los 60 años (Violante de Bar y Leonor
gistros arqueológicos. Fuentes que, en mayor o menor Grecia que se cree que alcanzó los 80 años, adjudicó a de Alburquerque), y únicamente una de ellas superó la
medida, ayer y hoy, pueden ser tremendamente subjeti- la vida diez etapas separadas cada siete años (7, 14, 21, barrera de los 70 (Elisenda de Montcada, 1292-1364). En
vas, las cuales transmiten muchas veces discursos este- 28, 35, 42, 49, 56, 63 y 70). San Agustín (354-430), padre cambio, y pese a ser menor el número de hombres re-
reotipados. Pensemos en la figura del «viejo verde» que de la Iglesia que superó los 70, prefería hablar de siete presentados, seis reyes pasaron de los 60 (Jaime I, Jaime
tanto gustaba en las comedias romanas, siempre ridicu- etapas jalonadas por siete-catorce años (7, 14, 21, 35, 49, II, Pedro IV, Alfonso V, Fernando II), al margen de Juan II
lizado por su apetito sexual, pero cuya mofa respondía 63, 98). Las dos últimas, senior (63) y senex (98), corres- (1398-1479) que cumplió los 80.5
a las críticas del pater familias. Justo el papel de senex ponderían con los años de la vejez. San Isidoro de Sevilla
(c. 556-636) compartió esta visión con pocos cambios. En Generaciones y semblanzas, Fernán Pérez de Guzmán
que interpretó Michael Hordern en la película Golfus de
Definió al senior como «la persona que aún se mantie- (c. 1377 - c. 1460) reunió una serie de biografías de per-
Roma (1966). Recordemos la cantidad de veces que una
Figura 1. Anciana con muletas frente a una chimenea. Titula la miniatura sonajes ilustres: monarcas, eclesiásticos y nobles caste-
la palabra Villesce (vieillesse), «vejez» en francés (Roman de la Rose, anciana ha sido tachada de bruja, como en el caso del ne bastante fresca [...], que no es demasiado viejo». En
1340-1350, <http://www.enluminures.culture.fr/> consultado el 19 de cambio, los ancianos, el senex, «deben su denominación llanos. Proporcionó la edad de 28 de los 34 retratados.
febrero de 2021 (Foto: Enluminures).
cuento de Blancanieves, un retrato totalmente opuesto a
a la disminución de sus sentidos [sensus], porque con la De entre ellos, siete superaron los 70, cuatro los 75, dos
la entrañable historia de Coco y su abuelita en el film de
vejez se debilitan» (HOMET 1997, 40). No obstante, como los 80 y otros dos los 85. Por tanto, no fue raro observar
Disney, o como prototipo de alcahueta, que bien encar-
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Raúl Villagrasa, Nokaria. 1 (2021), 67 - 77. Protección institucional de la vejez a finales de la Edad Media y el Renacimiento
ancianos en la sociedad medieval. Hernando del Pulgar tirarse de la vida pública y abandonar la ajetreada polí- fundados por el propio linaje; en definitiva, consistía en de prebendari. En su opinión, la venta de estas preben-
(c. 1436-1492), en un ejercicio similar en Claros varones de tica romana para disfrutar de la cultura en sus villas pri- un reencuentro con el patrimonio familiar. No podemos das era una paradoja de la caridad. En cierta medida,
Castilla, escribió sobre veinticuatro personalidades, otor- vadas.6 Sin embargo, los siglos medievales trajeron otro generalizar para el caso de las viudas, pero convertirse se pagaba por ser pobre, se renunciaban a los bienes
gando las edades de diecisiete: cuatro llegaron a los 70, tipo de retiro. Fue muy común que personas con recursos en ancilla, familia Dei, confessa o Deo vota fue una posi- temporales para acceder a un hospital. Las causas de
uno a los 75 y dos a los 80. Un total de 17 de 21 superaron y propiedades optaran por acabar sus últimos años en bilidad ante su estado (ANDRADE 2012). entrada relacionadas con la vejez respondían a la inha-
los 40 años (HOMET 1997, 51-52). una institución religiosa. En solitario, matrimonios o famili- bilidad para el trabajo, la pérdida de estatus o el deseo
A mediados del siglo XII el matrimonio ilerdense de Gui-
as pudieron acceder a un monasterio u hospital a través de retiro de la sociedad. Los hospitales del Espíritu Santo
Gráfica 1. Edades de los reyes y reinas de la Corona de llem Nicolau y Salerna inauguró un hospital para los po-
de una donación. Estas instituciones proporcionaban re- y Corpus Christi parece que estuvieron especializados en
Aragón de 1164 a 1515. bres de Cristo en las afueras de la ciudad. El hospicio
fugio y estabilidad, así como ropa, alimento y cuidados. el siglo XIV en este tipo de sujetos. Finalmente, concluye
tuvo una vida muy corta, ya que apenas unos años des-
El régimen de acceso podía variar el autor que quienes optaron por este camino en los úl-
pués una crecida del río arrasó el edificio y el barrio en
en gran medida: desde optar por timos años de su vida fueron miembros de la burguesía
su conjunto. Pero eso no cesó el empeño de este matri-
seguir el estricto ritmo religioso urbana, más de las clases medias que de las familias aris-
monio que poco tiempo después dotó una nueva institu-
de la institución hasta adaptar- tocráticas de la ciudad (SŁON 2001, 31-52).
ción en la zona del Palau de l’Horta. Este segundo centro,
se a uno más flexible. Igualmen-
más tarde utilizado como leprosería, fue cedido al obispo Además de la familiaritas, los hospitales actuaron como
te, muchas personas accedieron
de Lérida con la condición de que el matrimonio pudiera refugio de gran cantidad de necesitados: pobres, vian-
acompañados de sus respectivos
acabar sus días en calidad de «donats» y en compañía dantes, huérfanos, doncellas sin recursos... El anciano
criados para facilitar la vida co-
de los más necesitados (ROCA 2017, 242-250). también tuvo cabida ante el avance de la edad, la enfer-
tidiana. Por último, entrar en una
medad y la pobreza. El sistema nosocomial complementó
comunidad religiosa permitía al El hospital del Rey de Burgos recibió una gran cantidad
el cuidado institucional de cofradías y los nexos sociales
anciano prepararse para la muer- de bienes donados por parte de particulares que busca-
de familias y vecinos.7 Los ejemplos son múltiples.
te y la etapa sucesiva. La liturgia ban obtener una de las raciones de la casa. Como indica
y el rezo ayudaban en las preocu- Luis Martínez, se trataba de «auténticos seguros de sub- El hospital de Lagunilla, cerca de Carrión, fue fundado
paciones sobre la posteridad del sistencia de vejez, de enfermedad». Para los siglos XIII-XIV por Pedro Gutiérrez y María Bueso. En 1194 el centro había
ánima. Era una opción más para se documentan dieciséis de estos contratos con todas sido entregado a la abadía de Benevívere para la aten-
aquellas personas que pudieran las variantes: hombres o mujeres en solitario que acce- ción de «pauperes sustentetur, orphani nutriantur, senes
permitírselo. dían como freyres o freyras, acompañados de criados o et débiles subleuentur» (PIÑEYRÚA 2001, 73). Igualmente,
Elaboración Raúl Villagrasa-Elías
hijos, matrimonios, etc. La dieta incluía pan, vino, carne, Diego García y María Álvarez cedieron a Santa María
Este fenómeno de la donación a cambio de asilo respon-
pescado, aceite, hortalizas, huevos y queso, además de de León en 1229 un solar para que se construyera una
de al nombre de familiaritas. José Orlandis (1954, 136) lo
Entre las capas más populares, la obtención de datos calzado y hábito apropiado (MARTÍNEZ 1986, 414-432). El alberguería «para servicio de los pobres, débiles y an-
describe de la siguiente manera:
fiables es más complicada. En una pesquisa acometida hospital de Santa Caterina de Palma de Mallorca tam- cianos» (HOMET 1997, 116).8 En 1355 la hermandad de sa-
por el monasterio de San Zoilo de Carrión (Palencia) «La vinculación de seculares a las iglesias y bién permitió la entrada de «alcun hom de bona fama» cerdotes de Sevilla fundaba el hospital de San Bernardo
en 1220 declararon 167 personas por ciertos derechos monasterios tiene lugar con arreglo a unos moldes de edad superior a los 45 años. Si quisiera «elegir sa vida para «hombres y mujeres ancianos que, destituidos de
del cenobio. Muchos dudaron de su edad, otros usaron que, reducidos a su más simple expresión, pueden en lo dit hospital», recibiría «les viandes y vestedures e las fuerzas naturales y de bienes u haciendas, hubie-
expresiones poco concretas. La imprecisión y la laxitud concretarse en el siguiente esquema: entrega de altres aliments» propios de los cofrades de la institución sen venido a necesidad» (COLLANTES 1886, 258).9 Según
fueron comunes. De los testimonios, se explicitó que di- la persona, del cuerpo y del alma; el cuerpo para (AGUILÓ 1903-1904, 367). opina Katherine Park para la Florencia renacentista, a
ecisiete habían alcanzado los 60, cuatro los 70, nueve sepultura y el alma para que goce del auxilio de excepción de los hospitales para peregrinos y niños hué-
Julia Baldó certifica este mismo fenómeno para la Navar-
los 80-90 e incluso cinco superaron los 100 (HOMET 1997, las oraciones y buenas obras, tanto en vida como rfanos, una buena cantidad de camas de hospitales es-
ra bajomedieval. La mayoría de los casos se sucedieron
48-51). Debemos ser cautos con estas cantidades, ya que después de la muerte. La entrega va acompañada taban ocupadas por personas de edad avanzada para
en el siglo XIII, disminuyendo en el Trescientos. En esta
perfectamente los entrevistados pudieron exagerar sus de una disposición de bienes en favor de la iglesia tratamiento de incapacidades y enfermedades crónicas
ocasión habitantes de zonas rurales optaron por acce-
edades. Una avanzada edad y el hecho de recordar o monasterio. Estos reciben al que se ofrece en el (PARK 1994, 31).
der a hospitales de la orden de San Juan de Jerusalén o
antiguos acontecimientos podían convertirse en argu- seno de su familia, lo acogen por hermano y ‘fa-
a los monasterios de Irache y Leire. Fue el caso de María, Algunos centros se especializaron en atender a clérigos
mentos para las causas judiciales. miliar’ y le hacen partícipe de todos los beneficios
señora de Eguirior, que hizo ofrenda al hospital de Apat de avanzada edad, como el mallorquín de San Pedro y
espirituales de la comunidad, como uno más de sus
para acceder como donada junto a su marido (1381). En San Bernardo a finales del siglo XV:
miembros».
caso de tener hijos, la transacción se anularía, lo que
evidencia que la existencia de un tejido familiar era fun-
3. Dos «inventos medievales»
damental para tomar esta decisión. Estos «paniaguados» «Per habitar preveres pobres, los quals no hagen
Fue también frecuente que este contrato se destinara
Podemos decir que el largo período de la Edad Media podían solicitar también ser enterrados en las necrópolis benifet [=beneficio eclesiástico] del qual se pusquen
para la formación de niños. La inclusión en la comunidad
«inventó» dos aspectos con respecto a la vejez en el pla- de dichas instituciones. Rodrigo López quiso que su cuer- sustentar per passar lur vida honestament; e que
no suponía que el nuevo miembro rompiera todos los la-
no de las instituciones: por un lado, el retiro, y, por otro, el po descansara «en el çimiterio del devandito Hospital or aquests tals sien preveres vells los quais sien de
zos con quienes residían allende los muros.
cuidado. En ambos casos los hospitales jugaron un papel quiere que avienga mio fin» (1262) (BALDÓ 2008, 211-217). edat de sexanta anys vel ultra e homens de hones-
fundamental. La familiaritas se documenta tempranamente en la pe- ta vida e bona fama, e que sien acuedits tants deIs
Marek Słon ha estudiado el fenómeno en la ciudad po-
nínsula Ibérica, ya en los siglos IX-XI. Entre los grupos dits preveres com les facultats e rendes del hospital
Personalidades como Séneca (4 a. n. e. - 65) pudieron re- laca de Wrocław. El término utilizado en este caso era el
aristocráticos fue muy común acceder a monasterios bastaran» (HOMET 1997, 117-118)10.
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Raúl Villagrasa, Nokaria. 1 (2021), 67 - 77. Protección institucional de la vejez a finales de la Edad Media y el Renacimiento
Los hospitales se combinaron con otras formas de ayuda. Veamos cuáles son los principales ejes de este nosocomio La perspectiva de Séneca, que también se retiró de la incapacitados para la lectura, ya que uno de los cartujos
En 1483, los hermanos Juan y Antón Llorent se dirigieron y el reflejo de las ideas comentadas previamente.12 vida pública, es algo diferente, menos idealizada que la debía ser un religioso, así que podían «oyr leer en libros
al hospital de Santa María y San Juan de Teruel para de Cicerón. Con todo, comparte características con su de deuoçion» (VÍRSEDA 2019, 374).
1. Pedro Fernández de Velasco se retiró de la vida pú-
llevarse con ellos a su padre Domingo porque había re- antecesor: ambos alaban la necesidad de la virtud del
blica en 1460, pese a su activo papel anterior. Residió en Su vestimenta recuerda a la de los oblati o donados de
alizado «pacto special fecho entre aquellos» para «ro- individuo y creen en la riqueza intelectual. Con más de
el hospital de la Vera Cruz los últimos diez años de su las instituciones eclesiásticas evocadas: laicos que de-
garle le plaziesse sallir del dito spital et tornase a su 70 años Séneca escribió Cartas a Lucilio y en algunas
vida y delegó los asuntos políticos y familiares en su pri- dicaban su cuerpo y alma a la devoción, en este caso,
casa, que ellos lo governarían e le darían todo lo neces- de ellas reflejó su parecer sobre la vejez. Nuevamente,
mogénito. Cuando fundó el hospital tenía casi 40 años y vestidos con hábito pardo y el escudo de San Andrés en
sario» (NAVARRO 2000, 571). Mireia Comas documenta es posible que este segundo filósofo romano influyera en
se recluyó con unos 60. Salió en muy pocas ocasiones, por el pecho (insignia del linaje).17 Los achaques y las enfer-
a mujeres viudas en hospitales catalanes del siglo XV, Pedro Fernández de Velasco, ya que también existió una
ejemplo, cuando medió entre las enfrentadas monarquía medades de los hermanos continos podían ser aliviados
aunque concluye que el número es menor del esperado, copia de estas Cartas, en lengua romance, en la bibliote-
y nobleza, cuyo cese llegó con la redacción del Seguro gracias a los cuidados que proporcionaba el equipo sa-
proponiendo que serían atendidas en mayor medida en ca nobiliaria de este hospital.14
de Tordesillas (1439). Pudo haber elegido para su «jubila- nitario, compuesto de físico, cirujano, barbero y varias
círculos informales (COMAS 2018).11
ción» espiritual un monasterio masculino en su radio de enfermeras.18
Isabel de Aragón, reina de Portugal, se involucró en nu- acción y solicitar acceso a la familiaritas, sin embargo, su
4. Este esquema de atención al anciano en el hospi-
merosas instituciones asistenciales para pobres, niños y capacidad y riqueza le permitieron crear una institución
tal pudo repetirse en otros contextos peninsulares. Al-
mujeres prostitutas. Estuvo muy influencia por el pensa- que sirviera para el recuerdo de su memoria personal y
gunos de ellos ya los hemos comentado. Sin embargo, la
miento franciscano. De hecho, tras la muerte de su ma- la del linaje. Su esposa, Beatriz Manrique de Lara, hizo lo
discriminación relacionada con la participación militar y
rido eligió el convento de Santa Clara en la ciudad de mismo en el convento de Santa Clara, donde su hija ejer-
la condición hidalga no fue exclusiva del hospital de la
Coímbra para retirarse en sus últimos días y ser enter- cía de abadesa, cenobio que servía, entre otras cosas,
Vera Cruz de Medina de Pomar. Podemos documentarla
rada. Vistió el hábito de las clarisas sin abrazar la re- como panteón de la familia desde el siglo XIV.
en fundaciones vinculadas a la monarquía y la nobleza.
gla. Anexo al cenobio, fundó a principios del siglo XIV un
2. Como hicieron eruditos y políticos de la Antigüe-
hospital bajo la titularidad de Santa Isabel, al que años Así, en el ya mencionado hospital del Rey de Burgos tam-
dad, el retiro del Buen Conde tenía entre sus objetivos
después se añadió la partícula «de la Vieja» (a-Velha), ya bién residía una comunidad de doce varones de origen
el estudio y la lectura. De hecho, trasladó al hospital una
que estaba dedicado a personas ancianas de ambos se- hidalgo y avanzada edad. Igualmente, vestían un hábito
completa biblioteca con volúmenes de historia, filosofía, Figura 3. Inicio del capítulo VII, «Del bien de la vejez...», del Mss/9215 (f.
xos (quince camas para mujeres y quince para hombres) 8r.) Epistulae morales ad Lucilium de Séneca perteneciente a la biblio- y un emblema como si de una orden religiosa se tratara.
teología, literatura, historia y jurisprudencia. Cicerón, por teca del hospital de la Vera Cruz de Medina de Pomar (Foto: Biblioteca
(MACEDO 2000). Se les conocía con el nombre de «freires» (MARTÍNEZ 1986,
ejemplo, escribió buena parte de su obra filosófica a una Digital Hispánica, BNE).
58-73). A finales del siglo XV el hospital real de Sevilla,
La religiosidad desprendida de los hospitales bajomedi- edad avanzada, una vez apartado de las intrigas polí-
A grandes rasgos, la concepción de Cicerón y Séneca también denominado Nuestra Señora del Pilar, dedicó sus
evales responde en gran medida a la concepción de la ticas. Entre sus ensayos, destaca, para el caso que nos
sobre la vejez coincide en múltiples aspectos con el pen- esfuerzos a inválidos de guerra. Nuevamente se repite la
pobreza de las órdenes mendicantes y el pensamiento ocupa, su tratado sobre la Vejez, De Senectute. Resumi-
samiento mendicante de franciscanos y clarisas y que numerología a la que aludíamos al principio. El hospital
de autores clásicos. Quien más poseía (reyes, nobles, pre- endo en exceso podemos decir que Cicerón pensaba que
tanto influyó en la sociedad bajomedieval. El disfrute de acogía a trece pobres que hubieran desempeñado
lados y mercaderes) debía revertir parte de su riqueza la vejez es una fase natural de la vida, que no hay que
la vejez es posible si se ha llevado una vida virtuosa, si se tareas para la Corona: «Ayan de ser e sean de las per-
en beneficio del bien común, en acrecentamiento de la renegar de ella, y que su vivencia depende de la virtud
abandonan los vicios y se opta por la pobreza material. sonas que en nuestro serviçio o de los reyes nuestros de-
res publica. De ahí que estos colectivos privilegiados uti- con la que se ha vivido, más que de los problemas de la
La mayor riqueza es el cultivo de la mente. çendientes que por tiempo fueron e reçibieron mitylacion
lizaran la caridad, los hospitales y la limosna como instru- edad (TORREGO ed. 2019, 50-52). Las ideas ciceronianas
e dybilitación en sus myenbros de tal suerte que sean
mentos para la redención de sus pecados. pudieron influir en este noble castellano, puesto que en- 3. El Buen Conde de Haro no buscó una familiaritas,
ynutyles para se poder sustener» (BELLO - CARMONA
tre sus libros encontramos dos copias de este discurso en sino que se acompañó de la suya. Los destinatarios del
1997-98, 26). En la visita de 1543 se los denominó «los
versión latina.13 hospital de la Vera Cruz fueron principalmente tres co-
escuderos pobres» (GARCÍA - PORTELA 2005, 426). De la
lectivos: pobres enfermos, peregrinos y una comunidad
misma manera, el hospital de la Alhambra en Granada
4. El hospital de la Vera Cruz de Medina de ancianos hidalgos. Estos últimos, conocidos como car-
fue destinado por los Reyes Católicos en 1501 para
tujos o continos, fueron seleccionados entre personas
de Pomar: ¿un caso excepcional? próximas al conde o la casa nobiliaria. Componían una
beneficio de soldados lisiados y servidores de la Corona
empobrecidos. Décadas después el establecimiento
En este sentido, el hospital que vamos a presentar a con- comunidad de trece hermanos (o doce y el conde en un
otorgaba limosnas a necesitados previa cédula de
tinuación puede considerarse uno de los mejores ejem- primer momento). En general, se cree que algunos de es-
merced real, una práctica progresivamente desvirtuada
plos de la institucionalización de la asistencia a la vejez tos primeros cartujos fueron personas muy cercanas a
y sujeta a redes clientelares (VALENZUELA 2014, 172-
a finales del periodo medieval en la península Ibérica. Pedro Fernández de Velasco, antiguos compañeros de
174). Por último, entre los repartos de pan por parte del
armas que habían compartido vivencias con él,15 hidalgos
La empresa fue acometida por Pedro Fernández de Ve- hospital que fundó Beatriz Galindo, La Latina, se especi-
envejecidos al igual que el señor de Medina de Pomar.16
lasco II (1399-1470), conocido como el «Buen Conde de ficó «que los Patrones del Hospital busquen trece pobres
La caridad con el anciano fue discriminatoria, conque no
Haro», y su mujer, Beatriz Manrique de Lara, señores de hombres, y mugeres de estas Villa de Madrid, que sean
fueron elegidos para este círculo cualquier persona. Esta
la villa castellana de Medina de Pomar. Este matrimonio personas de bien, y hidalgos, y se ayan visto en honra, y
comunidad de hermanos debía mantenerse activa, para
fundó el hospital de la Vera Cruz en 1438 situándolo ane- Figura 2. Inicio del Mss/2617 Cato maior, de Senectute de Cicerón sean envergonçantes [...]».19
nada vivir en la ociosidad. El provisor les encargaba ci-
perteneciente a la biblioteca del hospital de la Vera Cruz de Medina de
xo al convento medinés de Santa Clara y designando a Pomar (Foto: Biblioteca Digital Hispánica, BNE). ertas tareas, como visitar a los enfermos, trabajar los Finalmente, el hospital de la Vera Cruz fue emulado por
la priora como administradora. En 1455 el Conde dotó nu- huertos, dedicarse a la oración o leer los volúmenes de otro miembro de la familia. Mencía de Velasco (fall. 1523),
evamente a la institución y estableció sus constituciones. la biblioteca. Pese a su posible analfabetismo, no estaban
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Raúl Villagrasa, Nokaria. 1 (2021), 67 - 77. Protección institucional de la vejez a finales de la Edad Media y el Renacimiento
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