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Pensar el ámbito educativo desde la escuela

Uno de los fines de la Educación (según lo que se especifica en la Ley N° 070), es impulsar la
investigación científica y tecnológica, asociada a la innovación y producción de conocimientos, pero
cómo aplicar eso en la realidad, cuando el Sistema Educativo Boliviano aún mantiene esa lógica de
desigualdad de oportunidades para la cognición óptima y desarrollo de habilidades de las y los
estudiantes (en el subsistema de educación regular por ejemplo). Y es que si las maestras y maestros,
como parte de la Comunidad Educativa, no pensemos desde la exterioridad de los ambientes de las
escuelas, prácticamente dejamos que EL AULA MUERA, pues el mundo contemporáneo del que
"creemos que somos parte", no está a nuestro alcance, cuando colegios como el de Poroma o Kelekelera
no accedan a laboratorios equipados o cobertura de Internet para la investigación y producción de
aquellos conocimientos que se supone se debe lograr.

Cómo aportamos para evitar que ese "Segundo Hogar" (tal como ven los estudiantes a la escuela), se
convierta en un espacio muerto, cuando las tecnologías virtuales del momento, están revolucionando la
perspectiva del hombre moderno, y nosotros quedamos resagados, en el modelo de educación
escolástico y memoristico.

Según el profesor argentino, Darío Sztajnsrajber, el viejo modelo de la sociedad disciplinaria, con un
docente que se cree poseedor del saber está en crisis: hoy cualquier estudiante tiene alcance a
contenidos ilimitados (en sociedades avanzadas). Entonces, lo que debería promover una clase es un
vínculo, más amistoso, como el encuentro con esa diferencia que es el otro. Ahí es donde esa dinámica –
vincular- empieza a tener sentido y nos exige la reinvención de nuestros roles, la relación
transformadora con lo diferente.”

Se requiere de laboratorios y espacios lúdicos que provoquen el eros, en el cuerpo estudiantil de


nuestras comunidades educativas, lo cual puede ser una realidad, si se hace cumplir el mandato
constitucional que da orden al Estado de financiar adecuadamente al ámbito de educación del país.

El libro que se pone en esta ocasión para la lectura y análisis: "La escuela ha muerto de E. Reimer",
considera la realidad del ámbito educativo boliviano (a pesar de tener varios años de haber sido
publicado) muy desigual para sus ciudadanos, fortaleciendo aquello que el sociólogo francés, Bourdieu
planteó su concepto de habitus, desde el cual, las sociedades privilegiadas aseguran su posición a costa
del resto de la sociedad.

Aquí ya no hay lucha de clases, sino, lucha por los privilegios, y son las escuelas las cuales deben exigir el
presupuesto digno con el cual se pueda garantizar cambios progresivos de verdad, y no caer en
improvisaciones que nos dejen en la ficción de "proceso de cambio" o "revolución" que la retórica
politiquera y las teorias reinvindicacionistas han provocado.

Marx propuso hacer de la ignominia (sentimiento de indignación), lo más ignominiosa posible, y tanto
maestras como maestros, pueden ejercer el rol de intelectuales revolucionarios para generar las ansias
de resistencia al poder, y no caer en la pasividad, en la muerte de la propia historia. Por ello es necesario
impulsar el pensamiento crítico y el diálogo de reflexiones que vincule a la sociedad, con su destino,
sustentado de un nítido impulso moral y revestido de un postulado científico.

J.R.F. 21/08/23

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