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Universidad Andrés Bello

Facultad de Ciencias de la Rehabilitación


Escuela de Fonoaudiología

ANALIZAR LAS ALTERACIONES COGNITIVO-COMUNICATIVAS ASOCIADAS A


COVID 19 EN PERSONAS MAYORES HOSPITALIZADAS.

INFORME Nº3 MARCO TEÓRICO

Autores:
Leonidas David Bahamonde Briones, Javiera Ignacia Espinoza Silva, Melissa
Brendaly González Isla, Valentina Andrea Varela Roa.
Profesor guía: Flgo. Andrés Martorell Henríquez
Metodóloga: María Cristina Fellay Matic
Valparaíso, Chile
10 de mayo, 2021
MARCO TEÓRICO (mínimo 15 referencias)
La enfermedad de coronavirus 2019 fue reconocida por la Organización Mundial de
la Salud (OMS) en febrero del año 2020 (Wang Y. et al., 2019) y el 11 de marzo se
declaró pandemia ("La OMS caracteriza a COVID-19 como una pandemia -
OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud", 2021).

Existen dos posibilidades al presentar la enfermedad: Aquellos que son sintomáticos


y aquellos que son asintomáticos, en ambos casos el resultado de la toma de
muestra puede resultar positiva

La enfermedad infecciosa SARS-COV-2 puede tener los siguientes signos: fiebre,


tos seca, fatiga, mialgia, disnea, dificultades respiratorias, saturación de oxígeno
inferior a 93%, entre otros. Estos signos estarán presentes según el grado de
severidad de la enfermedad. Además, algunos pacientes han presentado signos
neurológicos tales como: dolor de cabeza, náuseas, vómitos, alteraciones de la
conciencia, enfermedades cerebrovasculares y encefalopatías sobre todo en
usuarios hospitalizados en unidades de cuidado intensivo(UCI) (Ortiz-Prado et al.,
2020).

La enfermedad por coronavirus 2019 fue denominada así por la Organización


Mundial de la Salud (OMS) y fue declarada por la OMS una emergencia de salud
pública de preocupación internacional el 30 de enero de 2020. La caracterización
ahora de pandemia significa que la epidemia se ha extendido por varios países,
continentes o todo el mundo, y que afecta a un gran número de personas.
(https://www.paho.org/es/noticias/11-3-2020-oms-caracteriza-covid-19-como-
pandemia)
La enfermedad infecciosa SARS-COV-2 puede tener los siguientes signos: fiebre,
tos seca, fatiga, mialgia, disnea, dificultades respiratorias, saturación de oxígeno
inferior a 93%, entre otros. Estos signos estarán presentes según el grado de
severidad de la enfermedad. Como es de entender, esta es una enfermedad nueva
para todo el mundo y por lo tanto cada día trae un nuevo conocimiento. Es por esto,
que diferentes estudios han encontrado nuevos hallazgos relacionados con covid-19
y uno de ellos son los relacionados con complicaciones neurológicas, cuando los
síntomas y signos no se limitan al tracto respiratorio, sino que también invaden el
sistema nervioso central (SNC) (11), como es el caso de las encefalopatías, una
condición caracterizada por cambios en la función o estructura cerebral, presente
sobre todo en pacientes hospitalizados en unidades de cuidado intensivo (UCI)
(http://www.scielo.org.co/pdf/anco/v36s1/2422-4022-anco-36-s1-7.pdf)

Un 80% de las personas diagnosticadas pero con un cuadro leve o asintomatico


Respecto a la evolución del cuadro, alrededor de 80% de las personas cursarán con
una enfermedad leve o asintomática, las que pueden ser manejadas de forma
ambulatoria. El 20% restante requerirá hospitalización, y aproximadamente un 5%
evolucionarán con un Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA), requiriendo
ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y conexión a ventilación
mecánica, con una alta morbimortalidad asociada 4-7.(CITAR)

(https://sochimfyr.cl/site/docs/Consenso_20_de%20Agosto.pdf)

Las personas mayores tienden con más frecuencia a presentar comorbilidad,


deterioro funcional y polifarmacia, estas características los hace estar más
expuestos a requerir hospitalización, puesto que tienen sucesos adversos más
relevantes, cómo por ejemplo; complicaciones nosocomiales, reacciones adversas
a medicamentos, delirium y pérdida de funcionalidad durante la hospitalización. De
manera similar, algunas características asociadas al cuidado hospitalario, como
son el reposo en cama (a veces innecesario), el uso de dispositivos invasivos y la
malnutrición, entre otros, favorecen la pérdida funcional y el desarrollo de
comorbilidades en esta población. (Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile,
2021)

Es así como la enfermedad COVID-19 genera una serie de consecuencias


negativas sobre la condición de salud de la persona, sobre todo en aquellas que
requieren hospitalización e ingreso a UCI. La complejidad fisiopatológica de la
enfermedad, incluyendo la afectación multisistémica sobre el organismo, implica el
deterioro de diversas estructuras y funciones que pueden llevar a una situación de
discapacidad transitoria o permanente. La literatura describe el Síndrome Post
Cuidados Intensivos (SPCI), como un conjunto de secuelas funcionales,
psicológicas y cognitivas, o empeoramiento de alteraciones funcionales previas, las
que impactan en la calidad de vida de la persona y su familia, yendo más allá de la
causa que genera el ingreso a la unidad crítica . La evidencia actual respecto a las
secuelas post COVID-19 asociadas al SPCI, sumada a investigaciones en otros
brotes de SARS, muestra que los deterioros se producen principalmente a tres
niveles; Físico: Se describe principalmente el compromiso de la función
cardiopulmonar y neuromotriz, este último traducido en la Debilidad Adquirida en
UCI (DA-UCI). Ambos impactan negativamente sobre la capacidad física y
funcionalidad de la persona. Se señala además la afectación sobre diversos
sistemas (nervioso, hepático, renal, vascular, tegumentario). Se incluyen también
los trastornos nutricionales, metabólicos, deglutorios, fonatorios, vesico-
intestinales, entre otros. Cognitivo: En la fase aguda hospitalaria se presenta
como delirium, descubriéndose también un compromiso neurocognitivo a
largo plazo (meses e incluso años), el que incluye, consenso
Interdisciplinario de Rehabilitación Post COVID-19, principalmente trastornos
de la atención, memoria, velocidad de procesamiento y funciones ejecutiva.
Psicológico: Dentro de los trastornos más frecuentes se encuentran la ansiedad,
depresión y Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), que puede afectar tanto a
la persona como a su familia. Se ha descrito además el aislamiento social y
estigmatización.
(https://sochimfyr.cl/site/docs/Consenso_20_de%20Agosto.pdf)
Lo descrito anteriormente implica un impacto negativo enorme sobre la calidad de
vida de la persona, limitando la realización de las actividades básicas e
instrumentales de la vida diaria y restringiendo su participación en la sociedad. Se
hace evidente, por lo tanto, la necesidad de entregar servicios de rehabilitación a
las personas post COVID-19, en base a los principios declarados al inicio de este
consenso. Según lo anterior, se propone una matriz de rehabilitación donde se
describe la participación de los distintos profesionales de rehabilitación a lo largo
del proceso salud enfermedad de las personas en esta situación.

En APS las acciones correspondientes a la promoción de salud deben


readecuarse y vincularse en forma consistente con la orientación del modelo
integral de salud familiar y comunitaria, visibilizando los activos existentes en la
comunidad para procurar la difusión de información respecto de
recomendaciones frente a la COVID-19, así como fortalecer la gestión en salud
junto a la comunidad. Así mismo, se destaca la necesidad de educación y apoyo
a las organizaciones solidarias (COLMED, 2020b). Las acciones anteriores
pueden vincularse a la provisión de servicios de Fonoaudiología, relacionada con
las acciones de promoción y bienestar sociosanitario(ASHA,2016). En ese
sentido se destacan el aislamiento social prolongado, la precarización de la
vida, la violencia intrafamiliar, el consumo de drogas y el agravamiento de
patologías crónicas, la necesidad de acompañamiento de las dinámicas de
empoderamiento emergentes de las comunidades, así como el accionar
ante los requerimientos de salud mental (Sarti et al.,2020). Dado que la
Fonoaudiología en APS mantiene acciones centradas en la rehabilitación (Silva
Rios, Escudero, et al., 2018), es necesario implementar estrategias de
promoción de salud individual y colectiva, con el objeto de abordar las
problemáticas de la población afectada por la pandemia, posicionando la
comunicación como un medio para contribuir al bienestar, el
empoderamiento y el desarrollo de las personas (Mahmud et al.,2013). Respecto
a la promoción de salud, la literatura menciona la acción del fonoaudiólogo
relacionada a la participación social de usuarios y usuarias con secuelas de
COVID-19. Específicamente, debe contribuir a la necesidad de vinculación con
diferentes nodos (personas, familia y comunidades) contemplando los intereses
de la persona, posicionándose como facilitador y articulador de redes
comunitarias locales. En palabras de las Sociedades Científicas y Colegios
Profesionales del área de rehabilitación (2020): “insertándose en equipos inter
y transdisciplinarios, considerando la complejidad social de la realidad, en
especial de personas, comunidades y colectivos que presentan situación de
vulneración, en los que se requiere esfuerzos mayores para el desarrollo de la
acción aludida”
(https://ultimadecada.uchile.cl/index.php/RCDF/article/view/60183/63628 ).

SÍNDROME UCI
El síndrome de cuidados post-intensivos (PICS por sus siglas anglosajonas
“Post-Intensive Care Syndrome”) (Ahumada & Partarrieu, 2021) describe la
discapacidad que permanece en el sobreviviente de la enfermedad crítica.
(Rawal et al., 2021). El PICS ahora se reconoce como una carga para la salud
pública debido a la discapacidad neuropsicológica y funcional asociada; sin
embargo, se desconoce su prevalencia exacta. (Rawal et al., 2021).

De los pacientes infectados por SARS-CoV-2, hasta un 20% de ellos desarrolla


una enfermedad severa que requiere hospitalización, y un 5-12% del total de
infectados requiere ingreso a unidades de cuidados intensivos (UCI). Si bien el
ingreso a UCI es imprescindible en los pacientes que la requieran, no es una
intervención exenta de deterioro en funciones cognitivas (se ha informado que
ocurre en promedio en el 25% de los sobrevivientes de la UCI, pero pocos
estudios han demostrado que su incidencia sea significativamente alta, y que
ocurre en más de 3/4 de los sobrevivientes de la UCI), psiquiátricas (depresión,
ansiedad y trastorno de estrés postraumático) y/o físicas (movilidad deficiente,
caídas recurrentes o tetraparesia o tetraparesia) posteriores a cuidados
intensivos. Sus síntomas aparecen generalmente de forma precoz posterior a la
enfermedad crítica y perduran en el tiempo. En promedio, el 25% de los
pacientes presentan algún déficit cognitivo y estas alteraciones son duraderas,
pudiendo persistir incluso 12 meses posterior al alta ("Vista de Seguimiento e
intervención a pacientes dados de alta post cuidados intensivos producto de
COVID-19", 2021). En consecuencia, la salud psicológica de los familiares del
superviviente también puede verse afectada de manera adversa, denominada
PICS-Familia (PICS-F). (Rawal et al., 2021)

PICS-F se refiere a los efectos psicológicos agudos y crónicos de una


enfermedad crítica en la familia del paciente e incluye los síntomas que
experimentan los miembros de la familia durante la enfermedad crítica, así como
los que ocurren después de la muerte o el alta de un ser querido.Se ha
observado que hasta el 30% de la familia o los cuidadores experimentan estrés,
ansiedad, depresión y duelo complicado. (Rawal et al., 2021).

In-text: (Ahumada & Partarrieu, 2021) Your Bibliography: Ahumada, D., & Partarrieu, R.
(2021). Seguimiento e intervención a pacientes dados de alta post cuidados intensivos
producto de COVID-19. Revistas.udd.cl. Retrieved 15 April 2021, from
https://revistas.udd.cl/index.php/confluencia/article/view/488.

Rawal, G., Yadav, S. y Kumar, R. (2017). Síndrome de cuidados post-intensivos: una


descripción general. Revista de medicina interna traslacional , 5 (2), 90–92.
https://doi.org/10.1515/jtim-2016-0016 / Rawal, G., Yadav, S., & Kumar, R. (2021). Post-
intensive care syndrome: An overview. Recuperado 15 Abril 2021, from. En el texto (Rawal
et al., 2021)
Describir las alteraciones cognitivo-comunicativas
que provoca el SARS-CoV-2.
Históricamente las alteraciones cognitivo comunicativas se han descrito como
aquellas dificultades de la comunicación relacionadas con déficits lingüísticos,
sobre todo en sintaxis, semántica y/o habilidades metalingüísticas, así como
funciones cognitivas no lingüísticas, principalmente atención, memoria y funciones
ejecutivas. Las causas más comunes del trastorno cognitivo comunicativo son
Enfermedad de Alzheimer, ataques cerebrovasculares, tumores cerebrales y
traumatismos craneoencefálicos. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?
codigo=7345465 (Habla sobre TCC)

Describir los instrumentos utilizados para descubrir las


patologías cognitivo-comunicativas.
este no se si importa
yo creo que igual influye en la comunicación

https://sochimfyr.cl/site/docs/Consenso_20_de
%20Agosto.pdf
Describir las intervenciones realizadas por los
profesionales a cargo de la rehabilitación post covid-
19.
Todas las personas ingresadas a la UPC con diagnóstico de COVID-19 deben
tener acceso a evaluación e intervención por un profesional fonoaudiólogo según
necesidad. Se describen a continuación las actividades específicas. Evaluación
fonoaudiológica A toda persona ingresada a la UPC se le debe realizar una
evaluación clínica de la deglución y comunicación. Se recomienda priorizar
evaluaciones a personas con factores de riesgo Se realizarán evaluaciones
diferenciadas de la deglución y comunicación dependiendo si el usuario se
encuentra: ▪ Intubado y sedado. ▪ Intubado y no sedado ▪ Con uso de
traqueostomía (TQT) o extubado. Además de la evaluación indirecta de la
deglución, se evaluarán aspectos comunicativos para seleccionar el método de
comunicación más adecuado según las características de la persona (sistemas de
comunicación, uso de tableros, entre otros). Si la persona presenta alteraciones
comunicativas o fonatorias, se categoriza la severidad de leve a severo según
escalas usadas en el servicio y trastorno fonoaudiológico que presente. Se
presentan como alternativas de evaluación las siguientes escalas, según recursos,
experiencia de uso, sumado al criterio clínico de los fonoaudiólogos (Ver listado
anexos): Escala de Fujishima o FILS (Food Intake Level Scale) Escala de ASHA
National Outcomes Measurement System (NOMS) Escala FOIS (Functional oral
intake scale) Escala DOSS (Dysphagia. Outcome and Severity Scale). Se sugiere
como instrumentos de evaluación para la comunicación y la cognición:
Funcionamiento cognitivo y comunicación ▫ Protocolo cognitivo lingüístico (autores
González y Leaguer) ▫ Protocolo de Habilidades pragmáticas (autor Prutting) ▫
Protocolo de necesidades comunicativas básicas ▫ Índice de eficiencia
comunicativa (CETI). Funcionamiento de la voz ▫ Protocolo de valoración subjetiva
de la voz. ▫ Escala de RASATI
Se debe velar por una adecuada higiene oral de todas las personas hospitalizadas,
siendo esto de responsabilidad compartida entre las áreas de Fonoaudiología,
Enfermería y Técnicos en Enfermería de Nivel Superior (TENS), realizándose al
menos dos a tres veces durante el día. Si además la persona presenta alteraciones
a la comunicación, funcionamiento cognitivo o fonatorias, se debe incorporar estos
aspectos a la terapia fonoaudiológica entregada. 27
En cuanto a la comunicación, funcionamiento cognitivo y voz, se realizarán las
intervenciones correspondientes, siempre orientado hacia el desempeño de la
persona en sus necesidades, en la capacidad de uso de sus funciones
comunicativas y su capacidad de adaptación desde las funciones cognitivas.

Dentro de las actividades a realizar se encuentran: Educación: Se dará énfasis a


la educación de aspectos ambientales y estrategias que faciliten la comunicación y
deglución de las personas con dificultades. Estas se entregarán al personal de
salud, familiares, red cercana y a la propia persona. Además, se educará sobre
una correcta higiene oral para prevenir posibles complicaciones asociadas a la
disfagia. Rehabilitación de la comunicación: dependiendo de la dificultad
presentada, se establecerá el énfasis en intervención de habla, lenguaje o voz.
Rehabilitación de la deglución: está debe ser de manera presencial debido al
riesgo de complicaciones asociadas. Dependiendo de la severidad, esta puede ser
intervención indirecta o directa de deglución. Las indicaciones otorgadas a usuario
y familia, deben considerar las posibilidades económicas para el uso de
espesantes y otros elementos necesarios. Participación social: Vinculación a redes
comunitarias (Juntas de vecinos, ONG´s, grupos de adultos mayores, grupos de
autoayuda, grupos religiosos) y/o familiares según atingencia. El profesional
orientará respecto a las posibilidades de participación social según los intereses y
deseos de la persona. El Fonoaudiólogo ejercerá un rol facilitador y articulador con
la red comunitaria local, promoviendo el uso de la tecnología para fines inclusivos y
de participación comunitaria. Así mismo, el desarrollo de trabajo inter y
transdisciplinar del equipo tratante en conjunto con la persona y su familia,
permitirá activar redes en el territorio, que procuren vincular a los usuarios que
presenten escasa participación social, dificultades socioeconómicas, trastornos
emocionales, entre otros. En este sentido el fonoaudiólogo acompañará el proceso
comunitario fortaleciendo la educación sanitaria, la disminución de barreras
comunicacionales entre el usuario y los demás actores sociales.
(https://sochimfyr.cl/site/docs/Consenso_20_de%20Agosto.pdf)

http://repositorio.puce.edu.ec/bitstream/handle/22000/7307/11.27.001096.pdf?
sequence=4&isAllowed=y TESIS DE SINDROME UCI

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