Está en la página 1de 2

Para aprender, es necesario equivocarse.

Durante la vida habrá varios motivos que nos pondrán tristes y nos harán llorar, uno
de ellos suele ser dar una despedida; sin embargo, la despedida que hoy damos a
nuestros compañeros y compañeras que concluyen su educación primaria es causa
justa de felicidad porque es el momento que da fin a todo el trabajo y el esfuerzo que
empeñaron en sus estudios elementales.

Como cada fin de ciclo escolar el sembrador atestigua como germinan las semillas
que ha plantado. Compañeras y compañeros que hoy dejan esta escuela primaria, sus
profesores han puesto empeño en grabar en sus mentes los conocimientos básicos y
necesarios para emprender nuevas etapas, el valor de la educación y la idea de lo que
es ser un ciudadano responsable, exitoso y productivo para el bien común de la
sociedad. A la par, sus padres con amor, apoyo, comprensión y desvelo, han
demostrado que importancia representan en la vida de ellos.

De la escuela no sólo se llevarán lo anterior: conservaran en su memoria las horas de


alegría que vivieron en esta escuela, porque no sólo disfrutaron de aprender,
también conocieron nuevos amigos, a compañeros de otros grados, pero todos
conviviendo con una gran felicidad. Nos enorgullecen y serán siempre un ejemplo a
imitar día a día. Nunca olviden que en nuestra escuela primaria Lic. Benito Juárez
recibieron la enseñanza cuya luz fue el faro que los guio a este puerto donde felices
los reciben sus sueños y su destino.

Esta etapa será la punta de lanza de varios éxitos que lograran, ya que, con la
obtención de su certificado de estudios, comienza otra etapa más, saben bien que el
hombre preparado nunca tendrá miedo ante la dureza de la sociedad, de los
obstáculos que le presente la vida y de aquellos que se aprovechan del ignorante.

Queda algo más que recordar y que no deben olvidar jamás, la amistad sincera que
dejan en cada una de las aulas, que durante la convivencia obtuvieron a lo largo de
estos seis años.

Esta escuela, recinto de saber por varias generaciones, sus docentes, sus padres,
nosotros sus amigos de la infancia y su contexto social, sólo tenemos algo más que
decirles, felicidades y enseguida: ¡vayan!, ¡luchen!, ¡venzan! Enaltezcan su escuela, su
comunidad, su estado y su país.
Gracias

También podría gustarte