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Julio Ramón Ribeyro Zúñiga Nació en Lima, el 31 de agosto de 1929.

Hijo de Julio Ribeyro y


Mercedes Zúñiga, fue el primero de cuatro hermanos (dos varones y dos mujeres). Su familia era de
clase media, pero en generaciones anteriores había pertenecido a la clase alta, pues entre sus
ancestros se contaban personajes ilustres de la cultura y la política peruana, de tendencia
conservadora y civilista. En su niñez vivió en Santa Beatriz, un barrio de clase media limeño y luego
se mudó a Miraflores, residiendo en el barrio de Santa Cruz, aledaño a la huaca Pucllana. Su
educación escolar la recibió en el colegio Champagnat de Miraflores. La muerte de su padre lo afectó
mucho y complicó la situación económica de su familia. Posteriormente, estudió Letras y Derecho en
la Pontificia Universidad Católica del Perú, entre los años 1946 y 1952, donde coincidió con Pablo
Macera, Alberto Escobar y Luis Felipe Angell "Sofocleto", entre otros jóvenes con intereses
intelectuales y artísticos. Inició su carrera como escritor con el cuento La vida gris que publicó en la
revista Correo Bolivariano, en 1948. En 1952 ganó una beca de periodismo otorgado por el Instituto
de Cultura Hispánica, que le permitió viajar a España.

Aunque el mayor volumen de su obra lo constituye su cuentística, también destacó en otros géneros:
novela, ensayo, teatro, diario y aforismo. El año de su muerte ganó el reconocido Premio de
Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo.

Sus principales influencias fueron los cuentistas del siglo XIX como Edgar Allan Poe, Antón Chéjov
y Guy de Maupassant.

Generoso con sus amigos y con escritores jóvenes, Ribeyro nunca tuvo enemigos y fue siempre muy
valorado por sus contemporáneos. Luego de ser confirmado como embajador ante Unesco a finales
de los años 1980, tuvo un intercambio verbal muy áspero con su compatriota y amigo Mario Vargas
Llosa, a raíz de la discusión desatada en el Perú en torno a la proyectada estatización de la banca del
primer gobierno de Alan García, que dividió a la opinión pública del país. Ribeyro criticó a Mario
que apoyara a los sectores conservadores de su país, oponiéndose así, según él, a la irrupción de las
clases populares. Vargas Llosa no dejó pasar la oportunidad de responderle en sus memorias "El pez
en el agua" (1993), señalándole su falta de coherencia, que lo llevaba a mostrarse servil con cada
gobierno de turno solo con el fin subalterno de mantener su cargo diplomático en la Unesco. Sin
embargo, al margen de este episodio penoso, Vargas Llosa ha alabado incesantemente la obra
literaria de Ribeyro, a quien considera como uno de los grandes narradores de habla hispana. La
relación entre ambos autores, que compartieron piso en París, fue por lo demás compleja y llena de
misterios.

Sus últimos años los pasó viajando entre Europa y el Perú. En el último año de su vida había
decidido radicar definitivamente en su patria. Murió el 4 de diciembre de 1994, días después de
obtener el Premio de Literatura Juan Rulfo.

El conjunto de sus cuentos se halla reunido en el libro La palabra del mudo, que fue ampliando a lo
largo de su carrera y suma cuatro volúmenes. Entre sus cuentos más célebres figuran "Los gallinazos
sin plumas", "Al pie del acantilado", "Alienación", "El doblaje" y "Silvio en el rosedal".

Narrados con un estilo sencillo e irónico, los personajes de sus historias, frecuentemente,
pertenecientes a la clase media establecida o la clase baja ascendente, se encuentran ante situaciones
de quiebre y fracaso, usualmente ante pequeñas tragedias personales o cotidianas que se articulan
con los discursos en constante pugna: el racismo, los rezagos de una Lima colonial anquilosada, la
migración campo-ciudad; así como sentimientos personales como la soledad y el fracaso.

Con sus obras, aparecidas a partir de la década de 1950, el Realismo Urbano llega a su desarrollo
pleno en el Perú, y se abre camino para las obras de los autores del boom latinoamericano como
Mario Vargas Llosa y Alfredo Bryce Echenique. Ribeyro, sin embargo, prefirió vivir alejado del
denominado Boom.

En 1983 gano el Premio Nacional De Literatura. En 1993 gano el Premio Nacional De Cultura. En
1994 fue galardonado con el premio internacional "Juan Rulfo”. Ese mismo año falleció.
RESUMEN GALLINAZOS SIN PLUMAS

Efraín y Enrique eran dos pequeños huérfanos que vivían con su abuelo don Santos, este era  un
viejo que tenía una pata de palo y además era muy cruel pues los explotaba, él tenía un cerdo
llamado Pascual  que era alimentado por los desperdicios que debían conseguir Efraín y Enrique,
ambos niños que salían muy temprano apenas comenzaba el amanecer cada uno con su cubo y
tenía que traer de vuelta los cubos llenos de desperdicios. ellos ya se habían acostumbrado
llegaban muy temprano entre la basura como tantos otros, pero cada uno ya tenia su territorio
otros los parques o muladares, cada lata de basura era  una sorpresa, pero a Pascual le gustaba
sobre todo la verdura en descomposición, Después de una rigurosa selección regresan la basura al
cubo y se lanzan sobre el próximo, al regresar  el abuelo husmeaba entre lo recaudado y decía
Pascual hoy vas a tener un buen banquete pero casi siempre estallaba diciendo que no trabajan
que solamente se van a jugar y los niños corrían alejándose de los gritos del viejo.

Al llegar el invierno don Santos se volvió aún más fastidioso, su objetivo era engordar al animal y
venderlo  por eso les exigía más, un día de regreso Efraín se corto el pie con  un vidrio y este se
comenzó a hinchar, y posteriormente a infectarse,  pero a don Santos esto no le interesaba y dijo
que ambos tenían que ir por el desperdicio, pero al levantarse Efraín no podía caminar cojeaba
demasiado, entonces  el abuelo mando a Efraín con los dos cubos, y a Enrique a la cama, que se
pudra, dijo el viejo, al regresar Efraín trajo los cubos repletos y además un perro flaco   que lo llamo
Pedro, convenció al abuelo que lo deje con él argumentando que tiene buen olfato para la basura, 
entonces lo llevo hacia Enrique que estaba en cama y le dijo que él lo cuidaría mientras va al
muladar. hasta que Efraín también enfermó estaba muy mal tosía mucho, y ardía en fiebre, el
abuelo echaba fuego, pero no podía hacer nada, les dijo que se morirían de hambre mientras no
trabajen, él solo le importaba Pascual, así que salió el primer día pero su pata de palo era un
obstáculo, esos días fueron horribles los tres en casa sin nada de comer y con los rugidos del cerdo
que aumentaban, hasta que el viejo mandó a Efraín al muladar y este tuvo que ir, aunque enfermo.

De regreso había una extraña calma, corrió hasta Enrique y luego por Pedro pero  no estaba, miro al
abuelo y el estaba callado no le importaba los cubos, entonces fue al corral y allí estaba Pedro había
sido devorado por Pascual, Efraín dio un grito  de resignación y de furia fue hacia donde el abuelo y
lleno de enfado le golpeo con una vara en los pómulos, este se desequilibrio y cayó de espaldas   al
corral, Efraín lleno de miedo solo fue en busca de su hermano, don santos estaba siendo devorado
por  Pascual quien tenía hambre de muchos días. Los hermanos salieron de allí en busca de un
nuevo horizonte tal vez junto a los gallinazos sin plumas.

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