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La danza el Huayno pertenece por identidad a la sierra

peruana, bailado alegremente con polleras y pañuelos al


ritmo de mayormente tristes letras y alegorías al amor
perdido. Resalta además la música tocada con arpa, que es el
instrumento principal de esta música autóctona de las
entrañas del Perú, donde se puede llegar allí vía vuelos a
Lima. El Huayno es relacionado directamente con lo rural, con
lo apartado de la urbe, completamente comprensible porque
los exponentes y orígenes de esta música, como ya ha sido
mencionado, son andinos, de altura, del campo. ORIGEN: El
Huayno està considerado en el Perù como un baile andino. Estos origenes precolombinos son desde el principio
matizados por la asimilación de influencias occidentales. Es por eso que el presenta variaciones regionales. El
Huayno es el baile principal de Los Andes pervanos. Este baile es una musica y un baile muy popular y tipico de Perù
y en Bolivia. Hoy, està difundido en el mundo urbano. Su nombre proviene del Quechua « WAYNARICUNATAKY » que
significa « canción que representa un joven que està enamorado ». El Huayno es un baile jubiloso y festivo que
muestra el entusiasmo, el amor, la alegría, la motivación, la vida y la espiritualidad. Existen diversas variaciones de
Huayno tal como la Muliza, el Huaylarsh y la Valicha. Las palabras son en espaňol o en quechua. La musica andina es
la musica indígena de Perù.

La danza de las tijeras se ha venido interpretado


tradicionalmente por los habitantes de los pueblos y las
comunidades quechuas del sur de cordillera andina central
del Perú y, desde hace algún tiempo, por poblaciones de las
zonas urbanas del país. El primer día, el Anticipo, las
cuadrillas llegan al pueblo y a medianoche, en secreto, hacen
un pago en la plaza. Al segundo día, la Víspera, desfilan por
las calles y bailan en contrapunto al ritmo de pasacalles
desde las 6 de la mañana hasta las 8 de la noche. Durante el
Día Central, los danzantes hacen sus pruebas más extremas:
números de magia, traspasarse con agujas y espinas o hacer
demostraciones de equilibrio sobre las torres de las iglesias son parte de la tradición. Al cuatro día, el Cabildo,
vuelven a bailar todo el día y al quinto, el Despacho, vuelven a sus pueblos. Los intérpretes de esta danza ancestral
van vestidos con ropas que representan el sincretismo religioso entre el cristianismo de los españoles y la tradición
andina. Son atuendos bordados con franjas de colores, lentejuelas y espejos, además de un gran sombrero colorido
llamado Montera o Luqu. Según la tradición, las ropas son producto de un pacto con el demonio.

DPCC:

Lo harán volar con dinamita. En masa, lo cargarán, lo arrastrarán. A golpes le llenarán de pólvora la boca. Lo volarán:
¡Y no podrán matarlo! Le pondrán de cabeza sus deseos, sus dientes y gritos. Lo patearán a toda furia. Luego, lo
sangrarán: ¡Y no podrán matarlo! Coronarán con sangre su cabeza; sus pómulos con golpes. Y con clavos sus
costillas. Le harán morder el polvo. Lo golpearán: ¡Y no podrán matarlo! Le sacarán los sueños y los ojos. Querrán
descuartizarlo grito a grito. Lo escupirán. Y a golpe de matanza lo clavarán: ¡Y no podrán matarlo! Lo pondrán en el
centro de la plaza, boca arriba mirando el infinito. Le amarrarán los miembros. A la mala, tirarán: ¡Y no podrán
matarlo! Querrán volarlo y no podrán volarlo. Querrán romperlo y no podrán romperlo. Querrán matarlo y no
podrán matarlo. Querrán descuartizarlo, triturarlo, mancharlo, pisotearlo, desarmarlo. Querrán volarlo y no podrán
volarlo. Querrán romperlo y no podrán romperlo. Querrán matarlo y no podrán matarlo. Al tercer día de sus
sufrimientos, cuando se crea todo consumado, gritando ¡LIBERTAD! sobre la tierra, ha de volver, ¡Y no podrán
matarlo!

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