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Introducción

Previo a analizar la Ley Nº 20.8301sobre Acuerdo de Unión Civil conviene clarificar


sumariamente tres conceptos diferentes: matrimonio2, pactos de convivencia y concubinato.

El Código Civil francés es un buen ejemplo sobre la distinción de estas tres figuras. Sobre el
matrimonio dice: "El matrimonio se contrae entre dos personas, de sexo diferente o del mismo
sexo" (artículo 143)3y aplica, por tanto, el estatuto matrimonial, sea que lo celebren personas
de igual o distinto sexo4.

Luego define el pacto civil de solidaridad: "Un pacto civil de solidaridad es un contrato
celebrado por dos personas físicas mayores de edad, de sexo diferente o del mismo sexo, para
organizar su vida en común" (artículo 515-1)5. Este pacto es lo que la doctrina, en términos
generales, llama pactos de convivencia, y que en nuestro país se llamó "Acuerdo de Unión
Civil"6; en Argentina, "Uniones Convivenciales"; en Francia, "Pacto Civil de Solidaridad", etc.
También en doctrina se habla de uniones de hecho formalizadas. Muy resumidamente, estos
pactos regulan los efectos patrimoniales de la vida en común, estableciendo muy pocos deberes
u obligaciones personales entre quienes los celebran, en particular el deber de asistencia o
ayuda mutua.

Finalmente, el Code se refiere al concubinato: "El concubinato constituye una unión de hecho
caracterizada por la vida en común, con carácter estable y continuo, entre dos personas, de
sexo diferente o del mismo sexo, que viven en pareja" (artículo 515-8). Se trata, al decir de
algunos autores, de uniones de hecho no formalizadas.

Una de las justificaciones del Ejecutivo para regular en nuestro país las uniones de hecho fue
que "en la actualidad un 15% de los chilenos mayores de 18 años declaran ser solteros y
convivir, lo que equivale a cerca de 2.000.000 de personas"7. En la discusión de la ley se indicó
por los partidarios de esta nueva regulación que "son atingentes las palabras del jurisconsulto
Michel Grimaldi, en torno al carácter doblemente igualitario del Pacto Civil de Solidaridad francés
[equivalente a nuestro Acuerdo de Unión Civil]: 'Curiosamente, el PACS responde, al mismo
tiempo, a la demanda de heterosexuales que podrían casarse, pero que no lo quieren, y a la
demanda de homosexuales que quisieran casarse, pero que no pueden hacerlo'"8. Todo esto

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fue controvertido, discutiéndose la eficacia de regular la materia, considerando que los datos
estadísticos de países donde hay legislación al respecto dan cuenta de un alto número de
convivientes y de bajos índices de parejas que celebran el pacto una vez legislado sobre ello;
que la legislación común —comunidad, sociedad de hecho, etc.— era suficiente para abordar
el problema; que la nueva figura no debía ser constitutiva de estado civil por no ser permanente,
etc.9.

Como bien observa Corral, para entender el contenido normativo de la ley Nº 20.830, y el
porqué de sus múltiples inconsistencias, ambigüedades y deficiencias técnico-jurídicas, hay que
tener en cuenta que se trata de una iniciativa de ley que buscaba dos objetivos que, en realidad,
eran inconciliables: el primero, establecer un estatuto jurídico para las uniones de hecho
heterosexuales; el segundo, otorgar legitimidad y estatus familiar a las convivencias entre
personas del mismo sexo. Para lograr lo primero, era necesario establecer una regulación
mínima, básicamente patrimonial, ojalá sin ninguna formalidad o rito que "oliera" al matrimonio,
para que estas personas, que, pudiendo casarse, no quieren hacerlo, se sintieran motivadas a
celebrar este nuevo contrato. En cambio, la legitimación de las uniones homosexuales requería
justamente lo contrario: acercar lo más posible esta regulación al matrimonio y a la familia. No
bastaba ya un mero estatuto básico de efectos patrimoniales, sino un régimen jurídico familiar,
en lo posible paralelo y mimético con el matrimonial10.

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Capítulo primero Concepto y características

1. Concepto

Conforme al artículo 1º de la ley Nº 20.830, el Acuerdo de Unión Civil (en adelante AUC) "es
un contrato celebrado entre dos personas que comparten un hogar, con el propósito de regular
los efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en común, de carácter estable y
permanente"11.

La norma agrega que los contrayentes se denominarán "convivientes civiles".

2. Características

2.1. Es un contrato

La ley, al igual que en el matrimonio, califica el acuerdo de unión civil como un contrato12. No
obstante la calificación que hace la ley, aquí también cobra aplicación la discusión que se da en
el matrimonio en cuanto a si éste es verdaderamente un contrato o se trata de un acto del Estado

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(considerando que es el oficial del Registro Civil quien declara casados a los cónyuges) o bien
es una institución13.

2.2. Es un contrato solemne

Ello, pues, como se verá, requiere para su celebración la presencia de un Oficial del Registro
Civil.

2.3. Pueden celebrarlo dos personas


de igual o distinto sexo

La definición del AUC pone en evidencia esta primera gran diferencia con el matrimonio, pues
el artículo 102 del Código Civil, que lo define, habla de la unión "entre un hombre y una mujer"14,
en tanto la nueva ley claramente permite la celebración del AUC entre personas del mismo sexo
desde el momento en que usa la expresión: "entre dos personas"15. Las otras diferencias
relevantes que podemos avanzar desde ya entre matrimonio y AUC son las siguientes: i) al AUC
puede ponérsele término, aun en forma unilateral, sin resolución judicial que así lo declare; ii) en
el AUC no hay obligaciones o deberes de carácter personal, salvo el deber de ayuda mutua; iii)
el régimen patrimonial supletorio en el AUC es la separación total de bienes, pudiendo pactarse
régimen de comunidad, y iv) en este nuevo contrato no hay derecho de alimentos entre los
convivientes civiles.

Al igual que en el matrimonio entre "un hombre y una mujer", el acuerdo de unión civil sólo
puede celebrares entre "dos personas", con lo cual aquí también se excluye la simultaneidad de
vínculos (poligamia, poliandria) y su ampliación a un número mayor de partícipes, como
ocurriría, por ejemplo, en las uniones comunitarias.

2.4. Las dos personas deben compartir un hogar

Así lo requiere el propio artículo 1º, que define que el acuerdo de unión civil "es un contrato
celebrado entre dos personas que comparten un hogar...".

Según Barrientos podría estimarse que es un presupuesto para celebrar este acuerdo el que
las personas que lo concluyen ya compartan un hogar, de guisa que el legislador no ha tenido
en cuenta a quienes, sin compartir un hogar, quieran, precisamente, a partir de la conclusión
del acuerdo, comenzar a compartirlo. Se trata de un presupuesto de hecho del que no hay más
noticia en las restantes disposiciones de la ley. Claramente, ese presupuesto no es un
"requisito" para celebrar el acuerdo, porque no es tratado como tal. Así, continúa el mismo autor,
aunque se diga expresamente en la ley que éste es un acuerdo de personas "que comparten
un hogar", nada impide que quienes no lo compartan puedan celebrarlo16. Para Tapia exigir a
quienes quieran celebrar este acuerdo compartir un hogar se trata de una "restricción
incomprensible", pues al mismo tiempo la ley no establece un deber de cohabitación. Si lo
convivientes civiles no están obligados a cohabitar, no se entiende por qué se incorporó esa
frase. De todas formas, concluye, como no existe tal deber, la ausencia de cohabitación no
debería tener efecto jurídico alguno17.

2.5. No puede estar sujeto a modalidades

El acuerdo de unión civil es un contrato puro y simple, pues el artículo 3º señala que el
AUC "no podrá sujetarse a plazo, condición, modo ni gravamen alguno"18, es decir, al igual que
en el matrimonio no se admiten las modalidades19, pero a diferencia de éste "[no] podrá
prometerse su celebración"20.

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2.6. El fin es regular los efectos jurídicos
de la vida afectiva en común

El artículo 1º de la ley señala que el propósito del acuerdo de unión civil es "regular los efectos
jurídicos derivados de su vida afectiva21en común, de carácter estable y permanente". La
diferencia con el matrimonio salta a la vista, pues los fines de éste son "vivir juntos, procrear, y
auxiliarse mutuamente" (art. 102 del Código Civil)22.

2.7. La vida afectiva en común


de las personas que lo celebran debe ser
de carácter estable y permanente23

En relación a esto último, Barrientos dice que el establecimiento de una vida en común,
precisamente, exige una cierta estabilidad y proyección en el tiempo, imprescindibles para llevar
adelante un proyecto unitario de vida. Esta condición de "permanencia" o "estabilidad" se ha
concretado en la exigencia impuesta por las leyes extranjeras, que han reconocido a las uniones
de hecho, de un cierto lapso de convivencia, normalmente de un año. Este carácter o nota
distintiva del hecho de la convivencia es relevante, pues es el que permite excluir de considerar
como tal unión a aquellas situaciones de trato temporal único o esporádico. Ha sido,
precisamente, esta ausencia de "permanencia" y la consiguiente "transitoriedad" e
"inestabilidad" la que ha permitido a la jurisprudencia reciente diferenciar una "convivencia" de
una "relación de pareja"24.

Capítulo segundo Requisitos de validez, impedimentos y prohibiciones

1. Requisitos de validez

Para la validez del acuerdo de unión civil es necesario:

i) Que los contrayentes sean mayores de edad (art. 7º),

ii) Que tengan la libre administración de sus bienes (art. 7º), y

iii) Que los contrayentes hayan consentido libre y espontáneamente en celebrarlo (art. 8º).

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1.1. Mayoría de edad

Los contrayentes del acuerdo de unión civil deben ser mayores de edad (art. 7º)25.

Aquí hay una diferencia con el matrimonio, cuya celebración se permite a partir de los
dieciséis años (art. 5º Nº 2 de la LMC)26.

1.2. Libre administración de los bienes

Los contrayentes del acuerdo de unión civil deben tener la libre administración de sus bienes
(art. 7º). No obstante lo anterior, el disipador que se halle en interdicción de administrar lo suyo
podrá celebrar, por sí mismo, este acuerdo (art. 7º, parte final).

1.3. Consentimiento libre y espontáneo

1.3.1. Error

Falta el consentimiento libre y espontáneo "si ha habido error en la identidad de la persona


del otro contrayente" (art. 8º letra a), lo cual se justifica plenamente por tratarse de un
contrato intuitu personae.

Respecto del error, el art. 8º de la Ley de Matrimonio Civil (en adelante LMC), a diferencia de
la Ley de Acuerdo de Unión Civil, también lo admite "acerca de alguna de sus cualidades
personales que, atendida la naturaleza o los fines del matrimonio, ha de ser estimada como
determinante para otorgar el consentimiento"27.

Quintana se pregunta: "¿se podría alegar como vicio del consentimiento el error en la
identidad moral o psíquica del otro contrayente? Estimo que sí, dado que la persona es una
entidad integrada no sólo por su corporeidad"28. Disentimos de ello, pues la diferente redacción
en este punto entre las leyes de matrimonio civil y de acuerdo de unión civil pone en evidencia
que la nueva ley quiso excluir la segunda causal de error; no se trató de un descuido legislativo.
La razón de fondo seguramente radica en que el legislador entendió que esta causal no se
aplica al AUC, desde que en sede matrimonial ella dice relación con "cualidades personales
que, atendida la naturaleza o los fines del matrimonio...", en circunstancias en que la regulación
del acuerdo de unión civil apunta fundamentalmente a los aspectos o efectos patrimoniales de
la vida en común, no estableciendo los fines de vivir juntos y procrear, como sucede en el
matrimonio. No habiendo tales fines en la nueva figura, no tenía sentido incorporar este segundo
tipo de error.

Barrientos hace un detallado estudio de la historia de la ley sobre este tema que, por su
importancia, nos permitimos transcribir. Anticipa que la exclusión de este segundo tipo de error
fue una decisión expresa de los legisladores y, además de contraria a la libertad de las
personas, difícilmente razonable de cara a justificar que no constituya una discriminación frente
a quienes contraen matrimonio29. Se lee en la obra de dicho autor: "ni en el proyecto presentado
por el senador Allamand ni en el del Presidente de la República se incluía una disposición
concreta para tratar de los "vicios del consentimiento", y fue en el curso del primer trámite
parlamentario cuando se decidió, en la Comisión de Legislación del Senado, incorporar un
artículo para tratar de esta cuestión. En su primera versión, el reconocimiento del error como
vicio que impide la formación de un consentimiento libre y espontáneo se definía simplemente
como un error que recaía en la persona del otro contrayente. El texto de esa versión era: "Si ha
habido error acerca de la persona del otro contrayente". Durante el segundo trámite
constitucional, en la Comisión de Legislación de la Cámara de Diputados se discutió esa

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redacción, en particular desde la perspectiva de si había de incluirse o no al error en una
cualidad personal del otro contratante. Se oyeron y defendieron tres opiniones: a) quienes
estimaban que, a imagen de la Ley de Matrimonio Civil, debía ser considerado: "El Profesor
Cristián Lepin señaló que existe una insuficiente regulación del error y de la fuerza. El Acuerdo
de Vida en Pareja es un contrato celebrado intuito personae. Recordó que en la nueva Ley de
Matrimonio Civil se incorporó el error en la persona como determinante de la nulidad de
matrimonio"; b) quienes consideraban que debía ser excluido: "El profesor Mauricio Tapia
manifestó que en materia de vicios del consentimiento no se prevé el 'error en las cualidades
personales', que sí se contempla en el matrimonio (art. 8º Nº 2 LMC). Personalmente no está
de acuerdo con este tipo de error en las cualidades, que está inspirado en el derecho canónico,
y que envuelve en realidad una causal de divorcio disfrazada de nulidad [...]. En su opinión, esta
causal relativa a las 'cualidades personales' no debería reconocerse en el AVP", y c) quienes,
en fin, juzgaban que este género de error debía quedar sujeto al arbitrio judicial: "Es preferible
aludir sólo al error en la persona del otro contrayente, con el fin que los jueces determinen si
comprende o no las cualidades esenciales del otro contrayente". En ese contexto, los diputados
Rincón y Chahín presentaron una indicación, inspirada en la idea de que había de seguirse el
modelo de la Ley de Matrimonio Civil, pero con exclusión del error en las cualidades personales,
de modo que era preciso modificar la regla para que ella sólo se refiriera al error "en la identidad"
de la persona: "Los diputados señores Rincón y Chahín formularon indicación para sustituir en
la letra a) la frase 'acerca de la' por la siguiente: 'en la identidad de la'. Los diputados autores de
la indicación explicaron que ésta tiene por propósito mantener la misma redacción que existe
en el caso del matrimonio, que en el artículo 8º Nº 1 de la Ley de Matrimonio Civil, contiene una
norma similar. Asimismo, se desecha la causal Nº 2 del artículo 8º de esa ley". Esta indicación
fue aprobada, con sólo un voto en contra y una abstención. En tercer trámite constitucional, el
Senado la rechazó y revivió el texto originario, pero, finalmente, en comisión mixta se aprobó el
texto según la redacción que le había dado la Cámara de Diputados (boletines Nºs. 7.011-07 y
7.873-07, refundidos). De este modo, el único error que vicia el consentimiento en el acuerdo
de unión civil es el que recae en la identidad del otro contrayente"30.

Agrega Barrientos que en la decisión de no incluir el error en una cualidad personal pesó,
probablemente, la opinión de quienes entendían que ese género de error no obedecía más que
a una influencia del derecho canónico sobre la Ley de Matrimonio Civil. Una influencia que, por
lo demás, no se veía con buenos ojos. En este sentido, la Comisión de la Cámara de Diputados
tuvo presente, como se ha dicho, la opinión del profesor Mauricio Tapia: "Tampoco debieran
ampliarse las nulidades a aquellas previstas para el matrimonio, y tomadas del derecho
canónico, que no son más que causales de divorcio encubiertas (por ejemplo, el 'error en las
cualidades personales')"31.

Especialmente crítico de la decisión adoptada por el legislador se muestra Barrientos, ya que


las razones para no tratar del error en una cualidad personal como causa de nulidad del acuerdo
de unión civil estuvieron condicionadas por una cierta lectura de la Ley de Matrimonio Civil y,
desde tal perspectiva, dan cuenta de una visión ideologizada que pasó por alto una mirada
desde el mismo derecho de las personas. Explica: "Si usted yerra en una cualidad personal,
que ha sido determinante para que concluya el acuerdo de unión civil, su misma persona resulta
afectada por ese error, y adviene herida su libertad, en cuanto que su proyecto personal de vida
descansa en una cierta falsedad, que no le es atribuible ni imputable. Así, si el derecho no
reconoce que ese error afecta a su propia persona, y hace que el acuerdo sea válido y genere
sus afectos, es su persona la afectada, y es su libertad personal y sus derechos esenciales los
que resultan oprimidos y menguados. Pero aún hay más: si usted conviviente civil, que ha errado
en una cualidad personal, ha de convivir válidamente con su libertad herida, ha de soportar la
injustificada discriminación que significa que si usted hubiera contraído matrimonio, sí que su
libertad habría sido respetada, que en esto la ley ha consagrado, en relación con el matrimonio,
una clara discriminación"32.

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1.3.2. Fuerza

Falta el consentimiento libre y espontáneo "si ha habido fuerza, en los términos de los
artículos 1456 y 1457 del Código Civil" (art. 8º letra b).

En relación con la fuerza, la Ley de Matrimonio Civil agrega que ella sea "ocasionada por una
persona o por una circunstancia externa, que hubiere sido determinante para contraer el
vínculo", lo cual no se contempla en la nueva ley de AUC33.

Como dice Rodríguez, de las normas citadas se desprende que la causal de nulidad en el
matrimonio es bastante más amplia que la causal regulada a propósito de los acuerdos de unión
civil, ya que en este último evento no hay nulidad si la fuerza ha sido ocasionada por una
circunstancia externa determinante para consentir.

1.3.3. Dolo, su no consideración

Al igual que sucede en el matrimonio, la Ley de Acuerdo de Unión Civil no reconoce el dolo
como vicio del consentimiento, pues entiende que en esta sede es igualmente aplicable lo dicho
para excluirlo allá: "establecer el dolo como vicio del consentimiento significa poner en peligro
la estabilidad del vínculo matrimonial, ya que es normal que en las relaciones que preceden a
las nupcias se adopten actitudes destinadas a impresionar que pudieran llegar a ser
constitutivas de este vicio"34.

2. Impedimentos y prohibiciones

En materia matrimonial los impedimentos pueden ser de dos clases: dirimentes, que son los
que obstan a la celebración del matrimonio, de tal suerte que, si no se respetan, la sanción es
la nulidad del vínculo matrimonial, e impedientes, que nuestro Código Civil llama prohibiciones,
cuyo incumplimiento no produce nulidad, sino otro tipo de sanciones.

Los impedimentos dirimentes pueden ser de dos clases: absolutos, si obstan al matrimonio
con cualquier persona, y relativos, si sólo impiden el matrimonio con determinadas personas.

Si aplicamos esa nomenclatura, la Ley de Acuerdo de Unión Civil establece los siguientes
impedimentos:

— No podrán celebrar este contrato entre sí los ascendientes y descendientes por


consanguinidad o afinidad, ni los colaterales por consanguinidad en el segundo grado (art.
9º inc. 1º)35. Se trata de un impedimento dirimente relativo.

— Tampoco podrán celebrarlo las personas que se encuentren ligadas por un vínculo
matrimonial no disuelto o un acuerdo de unión civil vigente (art. 9º inc. 2º)36. Éste es un caso de
impedimento dirimente absoluto.

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Los otros impedimentos dirimentes absolutos del artículo 5º de la Ley de Matrimonio Civil ¿se
aplican al acuerdo de unión civil?

Dicho artículo 5º señala que no pueden contraer matrimonio: "Nº 3 (...) los que por un
trastorno o anomalía síquica sean incapaces de modo absoluto para formar la comunidad de
vida que implica el matrimonio37, Nº 4 Los que carecieren de suficiente juicio o discernimiento
para comprender y comprometerse con los derechos y deberes esenciales del matrimonio"38.

Una solución es estimar que estos impedimentos son igualmente aplicables a quienes quieran
celebrar el acuerdo de unión civil, pues el artículo 23 de la nueva ley dispone que todas las
inhabilidades que las leyes y reglamentos establecen respecto de los cónyuges se harán
extensivas, de pleno derecho, a los convivientes civiles. Dentro del genérico término
"inhabilidades" habría de entenderse comprendidos los impedimentos, denominación que
reciben en materia matrimonial las incapacidades. El problema de aceptar esta tesis es que
también habría que admitir la nulidad del AUC por estas causales y el artículo 26 letra f) inc.
2º de la nueva ley no las señala entre aquellas que dan lugar a la nulidad y sabido es que en
materia de nulidad matrimonial no hay más causales que las que expresa la ley, razonamiento
del todo aplicable a esta nueva figura.

Otra tesis es sostener que dichos impedimentos no son aplicables al acuerdo de unión civil,
pues el legislador no los contempló y las incapacidades son de derecho estricto y, por lo mismo,
no cabe aplicar la analogía.

Nos inclinamos por distinguir entre uno y otro impedimento. El caso de un trastorno o
anomalía síquica que incapacite de modo absoluto para formar "la comunidad de vida que
implica el matrimonio" también se aplicaría al AUC, pues en éste igualmente hay una vida en
común, aunque precaria desde el punto de vista de su forma de terminación; vida en común que
no puede tener lugar si se padece de un trastorno o anomalía de esas características.

Respecto del impedimento de carecer de suficiente juicio o discernimiento para comprender


y comprometerse "con los derechos y deberes esenciales del matrimonio", no creemos que se
pueda aplicar al AUC, pues como dice Barrientos ha de considerarse como derechos y deberes
esenciales del matrimonio aquellos que específicamente aparecen reconocidos en el Código
Civil, en el contexto general marcado por su artículo 102, y que se describen a partir de su
artículo 13139. Pues bien, la ley que creó el acuerdo de unión civil estableció, de entre todos
ellos, sólo como deber personal el de ayuda mutua; las obligaciones de comunidad de vida y
fidelidad, que constituyen en buena medida la esencia del matrimonio, están ambas ausentes
en el nuevo estatuto. Dada la ausencia de esos deberes esenciales en el AUC, mal puede
aplicarse entonces el impedimento en comento a éste.

En cuanto a prohibiciones, la nueva ley dice que "La persona que, teniendo la patria potestad
de un hijo o la guarda de otra, quiera celebrar un acuerdo de unión civil, deberá sujetarse a lo
prescrito en los artículos 124 a 127 del Código Civil" (art. 10), esto es, hacer inventario solemne
de los bienes que esté administrando y les pertenezcan como herederos de su cónyuge difunto
o con cualquier otro título y nombramiento de un curador especial a esas personas para la
confección del inventario. Esta prohibición tiene por objeto evitar la confusión de patrimonios.
La sanción por la falta de inventario solemne es que perderá el derecho de suceder, como
legitimario o como heredero abintestato, al hijo cuyos bienes administra (art. 127 del C.C.)

El artículo 8º inciso 2º del reglamento40de la LAUC dice que el oficial del Registro Civil
correspondiente, no permitirá la celebración del acuerdo sin que se le presente certificado
auténtico del nombramiento de curador especial e inventario solemne de bienes, si los hubiere.

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Lo anterior, salvo que se acredite mediante información sumaria, la que podrá consistir en
una declaraciónjurada ante el oficial civil de que el o los contrayentes no tienen hijos de
precedente matrimonio que estén bajo su patria potestad o bajo su tutela o curaduría.

La ley agrega que, cuando un acuerdo de unión civil haya expirado, la mujer que está
embarazada no podrá contraer matrimonio con un varón distinto ni celebrar un nuevo acuerdo
antes del parto, o, no habiendo señales de preñez, antes de cumplirse los doscientos setenta
días subsiguientes a la expiración del acuerdo. Pero se podrán rebajar de este plazo todos los
días que hayan precedido inmediatamente a dicha expiración y en los cuales haya sido
absolutamente imposible el acceso del conviviente varón a la mujer. El oficial del Registro Civil
correspondiente no permitirá la celebración del matrimonio o del nuevo acuerdo sin que por
parte de la mujer se justifique no estar comprendida en el impedimento precedente (art. 11)41.
El objeto de esta norma es evitar la confusión de paternidades.

Capítulo tercero Celebración del Acuerdo de Unión Civil

1. Diligencias previas a la celebración del Acuerdo de Unión Civil

El Reglamento de la ley se refiere en su párrafo 2º a las "Diligencias previas a la celebración


del acuerdo de unión civil", disponiendo en su artículo 4º: "En forma previa a la celebración del
acuerdo, los futuros convivientes civiles deberán solicitar una hora con cualquier oficial del
Registro Civil, indicando sus nombres, el lugar, día y hora de celebración. En caso de requerir
la asistencia de un intérprete de señas, deberán indicarlo, así como también señalar si el
acuerdo de unión civil se celebrará a través de mandatario especialmente facultado para este
efecto".

Luego el artículo 5º, también del Reglamento, agrega: "El oficial del Registro Civil deberá
exigir a los futuros contrayentes que se encuentren en las situaciones descritas en los artículos
8º42y 9º43del presente reglamento, que acrediten el cumplimiento de los requisitos
correspondientes en forma previa a la celebración del respectivo acuerdo".

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2. Celebración, acta e inscripción

El acuerdo de unión civil se celebrará en el Servicio de Registro Civil e Identificación, ante


cualquier oficial44, quien levantará acta de todo lo obrado, la que será firmada por él y por los
contrayentes (art. 5º de la LAUC). A diferencia del matrimonio la ley no requiere la presencia de
dos testigos hábiles.

La celebración del acuerdo de unión civil, al igual que el matrimonio, podrá efectuarse en la
oficina del oficial del Registro Civil o en el lugar que señalaren los contrayentes, siempre que se
hallare ubicado dentro de su territorio jurisdiccional (art. 5º de la LAUC)45.

En la celebración, los contrayentes deberán declarar, bajo juramento o promesa, por escrito,
oralmente o por lenguaje de señas acerca del hecho de no encontrarse ligados por vínculo
matrimonial no disuelto o un acuerdo de unión civil vigente (art. 5º inc. 2º de la LAUC).

El artículo 10 del Reglamento, por su parte, dispone que: "Para proceder a la celebración del
acuerdo, el oficial del Registro Civil deberá:

a) Solicitar la cédula de identidad a ambos contrayentes o el documento identificatorio


respectivo, los cuales, en ambos casos, deberán encontrarse vigentes;

b) Indicar fecha, hora, lugar y comuna de la celebración;

c) Individualizar al Oficial Civil y la Circunscripción de la oficina;

d) Individualizar a los contrayentes: nombres, apellidos, domicilios, número de documento de


identidad nacional o extranjero, sexo, estado civil, nacionalidad, fecha de nacimiento y profesión
u oficio;

e) Dar lectura a los artículos 1º y 14 de la ley Nº 20.830;

f) Dejar constancia de haberse consultado a los contrayentes, quienes deberán declarar bajo
juramento o promesa, por escrito, oralmente o por lenguaje de señas, acerca de los siguientes
hechos:

i) No ser entre sí ascendientes o descendientes por consanguinidad o afinidad, ni colaterales


por consanguinidad en el segundo grado;

ii) No encontrarse ligados por vínculo matrimonial no disuelto o acuerdo de unión civil vigente;

iii) Tener o no la libre administración de sus bienes. En caso de tratarse de un disipador que
se halle en interdicción de administrar lo suyo, podrá celebrar este acuerdo, pero deberá dejarse
constancia de esta circunstancia en el rubro observaciones;

iv) Si consienten libre y espontáneamente en celebrar el acuerdo de unión civil, y de la


respuesta afirmativa, dejar constancia en el acta de celebración;

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v) Si pactarán el Régimen de Comunidad de bienes a que se refiere el artículo 15 de la ley;

g) Dejar constancia en el rubro observaciones del Acta, de los siguientes antecedentes


cuando corresponda:

i) Sentencia judicial que declara la interdicción del disipador;

ii) Sentencia judicial de nombramiento de curador de bienes del menor sujeto a guarda o
patria potestad y del inventario solemne de bienes;

iii) Acreditación de la mujer de no encontrarse comprendida en el impedimento del artículo 11


de la ley Nº 20.830;

iv) Nombres, apellidos y domicilio del intérprete; o, de quien conozca el lenguaje de señas.
Las partes deberán proporcionar el intérprete idóneo que intervendrá en la celebración;

v) Individualización del(la) mandatario(a) cuya representación conste en escritura pública; o,


acta consular con su correspondiente certificado de vigencia;

vi) Del hecho de haberse celebrado el Acuerdo de Unión Civil en artículo de muerte, las
circunstancias en que se ha efectuado, individualizando al conviviente civil afectado, y el peligro
que lo amenazaba;

h) Emitir el acta y proceder a su lectura;

i) Firma del Acta por el oficial del Registro Civil y por los convivientes civiles, si supieren o
pudieren hacerlo. Si alguno de los contrayentes no supiere o no pudiere firmar, se dejará
testimonio de esta circunstancia en el rubro observaciones que contendrá el acta de celebración,
expresando el motivo por el cual no firma, y procederá a estampar la impresión digital del pulgar
de su mano derecha o en su defecto de cualquier otro dedo, y a falta de este miembro, sólo se
dejará constancia de ello.

j) Certificar haber dado cumplimiento a los requisitos establecidos para su celebración".

Una vez finalizada la celebración del acuerdo de unión civil, se entregará a los convivientes
civiles una libreta de Acuerdo de Unión Civil. Asimismo, el Oficial Civil remitirá el Acta al Registro
Especial para proceder a su inscripción (art. 11 del Reglamento).

El acta levantada por el oficial del Registro Civil se inscribirá en un registro especial que llevará
el Servicio de Registro Civil e Identificación. El Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil
deberá incluir las siguientes referencias: nombre completo y sexo de los contrayentes; fecha,
hora, lugar y comuna en la que se celebra el contrato, y la certificación, realizada por el oficial
del Registro Civil, del cumplimiento de los requisitos establecidos para su celebración (art. 6º de
la LAUC).

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3. Posibilidad de celebrar el Acuerdo de Unión Civil por medio de mandatario

Al igual que en el matrimonio, el AUC puede celebrarse por mandatario "facultado


especialmente para este efecto. El mandato deberá otorgarse por escritura pública en la que se
indiquen los nombres, apellidos, nacionalidad, profesión u oficio y domicilio de los contrayentes
que quedarán sujetos al acuerdo y del mandatario". El mandatario requerirá facultad expresa
para convenir por su mandante el régimen de comunidad de bienes (art. 5º incisos 3º y 4º de la
LAUC).

Se trata, por tanto, de un mandato solemne, pues se requiere escritura pública,


y especial, por cuanto se da para celebrar un acto determinado —el contrato de acuerdo de
unión civil— y con una persona en particular.

Capítulo cuarto Acuerdos de unión civil celebrados en el extranjero46

1. Reglas a que se someten en Chile los acuerdos de unión civil o contratos equivalentes, no
constitutivos de matrimonio, celebrados en el extranjero

Según dispone el artículo 12 de la ley: "Los acuerdos de unión civil o contratos equivalentes,
no constitutivos de matrimonio, que regulen la vida afectiva en común de dos personas del
mismo o de distinto sexo, sujetos a registro y celebrados válidamente en el extranjero, serán
reconocidos en Chile, en conformidad con las siguientes reglas:

1ª. Los requisitos de forma y fondo del acuerdo se regirán por la ley del país en que haya sido
celebrado.

2ª. Sin embargo, podrá ser declarado nulo de conformidad a la ley chilena, el acuerdo
celebrado en territorio extranjero que se haya contraído en contravención a lo dispuesto en los
artículos 7º, 8º y 9º de la ley.

3ª. Para que el acuerdo otorgado en país extranjero produzca efectos en Chile, deberá
inscribirse en el Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil que establece el artículo 6º. Los

14
efectos de este acuerdo, una vez inscrito, se arreglarán a las leyes chilenas, aunque los
contrayentes sean extranjeros y no residan en el territorio nacional.

4ª. La terminación del acuerdo y los efectos de la misma se someterán a la ley aplicable a su
celebración.

5ª Las sentencias que declaren la nulidad o la terminación del acuerdo, dictadas por tribunales
extranjeros, serán reconocidas en Chile conforme a las reglas generales que establece el
Código de Procedimiento Civil.

6ª. Los actos auténticos en que conste la terminación de uno de estos acuerdos serán
reconocidos en Chile, en conformidad con la legislación chilena vigente en esta materia".

2. Matrimonios celebrados en el extranjero entre personas del mismo sexo son reconocidos en
Chile como acuerdos de unión civil

El inciso 2º del mismo artículo 12 de la LAUC prescribe que: "Los matrimonios celebrados en
el extranjero por personas del mismo sexo serán reconocidos en Chile como acuerdos de unión
civil47si cumplen con las reglas establecidas en esta ley, y sus efectos serán los mismos del
referido acuerdo"48.

Capítulo quinto El Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil

1. Organización

El Servicio de Registro Civil e Identificación se encargará de la organización, operación y


administración del Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil a que se refiere el artículo 6º
de la ley Nº 20.830, en el que se deberán inscribir, entre otros, los contratos celebrados entre

15
dos personas de igual o de distinto sexo, que comparten un hogar, con el propósito de regular
los efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en común, de carácter estable y permanente,
en conformidad a la citada ley (art. 12 del Reglamento).

El Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil será único y centralizado, y estará


conformado por el Acta de celebración del Acuerdo de Unión Civil, levantada por el Oficial del
Registro Civil, y demás documentos a que se refiere el artículo 10 del Reglamento, cuyas
inscripciones y/o anotaciones se practicarán de manera sistematizada e informática, por medios
tecnológicos (art. 13 del Reglamento).

2. Inscripciones en el Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil

Se inscribirán en este Registro, además de las actas de los acuerdos de unión civil celebrados
en Chile, lo siguiente:

1. Los acuerdos de unión civil o contratos equivalentes no constitutivos de matrimonio,


celebrados en el extranjero, los que se encuentran sometidos a las reglas establecidas en el
artículo 12 de la ley Nº 20.830;

2. Los matrimonios celebrados en el extranjero por personas del mismo sexo, los que se
encuentran sometidos a las reglas establecidas en el artículo 12 de la ley Nº 20.830 (art. 14 del
Reglamento).

También se deberán inscribir en el Registro Especial los actos jurídicos que modifican o ponen
término al acuerdo, tales como:

a. La escritura pública en que los convivientes civiles pacten la sustitución del régimen de
comunidad por el de separación total de bienes, dentro del plazo de 30 días siguientes a la fecha
de la escritura;

b. La constancia de la inscripción del matrimonio celebrado por los convivientes civiles entre
sí;

c. La escritura pública otorgada ante notario público o el acta otorgada ante oficial del Registro
Civil, en que se dé término por mutuo acuerdo de los convivientes civiles al acuerdo de unión
civil;

d. La escritura pública otorgada ante notario público o el acta otorgada ante oficial del Registro
Civil, en que se dé término por voluntad unilateral de uno de los convivientes civiles, al acuerdo
de unión civil;

e. Cualquier documento público debidamente autenticado en que conste la terminación de los


acuerdos de unión civil o contratos equivalentes celebrados en el extranjero;

16
f. La sentencia judicial ejecutoriada en que se declare la nulidad del acuerdo o su término, o
cualquier otra sentencia judicial que ordene practicar una inscripción en el Registro Especial;

g. Las sentencias judiciales de divorcio, nulidad o término de matrimonios entre personas del
mismo sexo celebrados en el extranjero y que se encuentren inscritos en Chile;

h. Otros actos jurídicos que modifiquen la inscripción (art. 15 del Reglamento).

La inscripción en el Registro deberá contener las siguientes menciones:

1. Fecha y número de inscripción;

2. Fecha, hora, lugar y comuna de otorgamiento del Acta;

3. Individualización del Oficial Civil y la circunscripción de la Oficina, o de la autoridad ante


quien se hubiere celebrado, si se trata de acuerdos de unión civil o contratos equivalentes, o
matrimonios de personas del mismo sexo celebrados en el extranjero;

4. Individualización de los contrayentes: nombres, apellidos, número de documento de


identidad nacional o extranjero, sexo, estado civil, nacionalidad;

5. Régimen de comunidad, si se hubiere pactado;

6. Anotar la circunstancia de haberse celebrado en artículo de muerte, cuando proceda;

7. Certificación realizada por el Oficial Civil de la Oficina de Registro Civil correspondiente de


haber dado cumplimiento a los requisitos establecidos para su celebración (art. 16 del
Reglamento).

3. Inscripción en el Registro Especial de los Acuerdos de Unión Civil o contratos equivalentes


no constitutivos de matrimonio celebrados en el extranjero

De conformidad a lo dispuesto en la ley Nº 20.830, los acuerdos de unión civil o contratos


equivalentes no constitutivos de matrimonio celebrados en el extranjero, y los actos auténticos
en que conste su terminación, serán reconocidos en Chile. Sus requisitos de forma y fondo se
regirán por la ley del país en que hayan sido celebrados u otorgados.

Para que el acuerdo o su término produzcan efectos en Chile deberá inscribirse el documento
en que conste el acto en el Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil, debidamente
autenticado conforme a la ley chilena.

Los efectos de este acuerdo o de su término, una vez inscritos conforme a lo señalado
precedentemente, serán reconocidos en Chile, quedando sometidos a las reglas establecidas

17
en el artículo 12 de la ley Nº 20.830, aunque los contrayentes sean extranjeros y no residan en
el territorio nacional (art. 17 del Reglamento).

Los acuerdos de unión civil o contratos equivalentes no constitutivos de matrimonio,


celebrados en el extranjero entre dos chilenos, o entre un chileno y un extranjero, para que
produzcan efectos en Chile, deberán ser inscritos en el Registro Especial. La inscripción en
estos casos podrá ser requerida a través de los consulados de Chile, los cuales deberán remitir
los antecedentes correspondientes al Ministerio de Relaciones Exteriores, quien a su vez los
enviará al Servicio de Registro Civil e Identificación para su inscripción en el Registro Especial
de Acuerdos de Unión Civil. Asimismo, la inscripción podrá ser requerida directamente en el
Registro Especial, o bien en cualquier Oficina del Servicio de Registro Civil e Identificación, la
que deberá remitir los antecedentes al referido Registro para su inscripción (art. 18 del
Reglamento).

La inscripción de los acuerdos de unión civil o contratos equivalentes no constitutivos de


matrimonio, celebrados en el extranjero, entre dos extranjeros sólo podrá ser requerida
directamente en Chile en el Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil, o bien en cualquier
Oficina del Servicio de Registro Civil e Identificación, la que deberá remitir los antecedentes al
referido Registro para su inscripción (art. 19 del Reglamento).

4. Certificados del Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil

La información contenida en el Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil será entregada


por el Servicio de Registro Civil e Identificación mediante certificados, de conformidad a lo
establecido en el artículo 4º Nº 7 de la Ley Nº 19.477, Orgánica del Servicio de Registro Civil e
Identificación. Dichos certificados se otorgarán a petición de cualquier interesado, para lo cual
deberá proporcionar el número de RUN o nombre completo de cualquiera de los convivientes
civiles.

Las menciones que deberán contener los certificados que otorgará el Servicio se fijarán por
resolución de su director nacional, en conformidad a la legislación vigente.

Los certificados se otorgarán en línea y en las oficinas del Servicio, previo pago de los
derechos que se fijen al respecto en conformidad a la normativa vigente (art. 23 del
Reglamento).

5. Rectificación de las inscripciones efectuadas en el Registro Especial de Acuerdos de Unión


Civil

18
Las rectificaciones de errores u omisiones manifiestos de la inscripción en el Registro Especial
podrán ser requeridas a petición de parte u ordenadas de oficio por el director nacional del
Servicio de Registro Civil e Identificación, quien las autorizará.

Se entenderán por omisiones o errores manifiestos todos aquellos que se desprendan de la


sola lectura de la respectiva inscripción o de los antecedentes que le dieron origen o que la
complementan (art. 24 del Reglamento).

Capítulo sexto Efectos

"El acuerdo generará para los convivientes civiles los derechos y obligaciones que establece
la presente ley" (art. 2º)49.

El acuerdo de unión civil produce diversos efectos, algunos de los cuales se desarrollan en
esta parte y otros sólo se enuncian, pues requieren un análisis mayor, que se hace más
adelante.

1. Los convivientes civiles son considerados parientes

Los convivientes civiles "serán considerados parientes para los efectos previstos en el artículo
42 del Código Civil" (art. 1º)50, norma que señala quiénes son tales en caso que la ley disponga
que se oiga a los parientes de una persona (lo que sucede, por ejemplo, cuando se trata del
cuidado personal de un menor, nombramiento de tutor o curador, etc.).

2. Se adquiere el estado civil de "conviviente civil"

Éste fue uno de los puntos más debatidos en la tramitación de la ley.

19
Conforme al artículo 1º inciso 2º de la LAUC, en virtud del acuerdo de unión civil se adquiere
el estado civil de "conviviente civil"51.

El proyecto de ley del Ejecutivo en cambio establecía: "El acuerdo sólo generará los derechos
y obligaciones que establece la presente ley y en ningún caso, alterará el estado civil de los
contratantes" (art. 1º inc. 2º)52. La justificación de esto fue "que el estado civil, de acuerdo al
artículo 304 del Código Civil, es la calidad de un individuo, en cuanto le habilita para ejercer
ciertos derechos o contraer ciertas obligaciones civiles. La esencia del contrato que se propone
consiste en regular los efectos jurídicos de la vida afectiva en común de más de 2.000.000 de
personas que se encuentran en una situación de precariedad jurídica (...) no hay necesidad de
establecer un estado civil para estas parejas que conviven, ya que éste le conferiría a quienes
lo celebran, todos los derechos y obligaciones que contempla el estado civil, lo que implicaría
crear un matrimonio de segunda categoría"53. En la misma línea argumentativa, Rodríguez
señaló que no le parecía adecuado que se otorgue estado civil a las parejas que celebren el
acuerdo. Indicó que era partidaria de que el proyecto genere sólo derechos y obligaciones y
que, de ninguna manera, altere el estado civil de los contrayentes. Recalcó que otorgar tal
estatuto a los contratantes del acuerdo de vida en pareja podría tener un gran impacto social y
cultural, porque este hecho constituiría una severa asimilación de este contrato a la institución
del matrimonio, dado que éste es una de las fuentes del estado civil. Sostuvo que el acuerdo de
vida en pareja no posee la vocación de estabilidad que sí tiene el matrimonio. Por eso es
razonable que esta última institución dé lugar a un estado civil y, además, no es efectivo que el
estado civil sea necesario para adquirir determinados derechos y deberes, ya que ellos son
consecuencia de lo que se establece en la ley y no derivan del estado civil y, si bien dos
personas que actualmente viven en pareja no cuentan con una protección de sus derechos en
materia de administración de bienes y normas sucesorias, el proyecto de ley en discusión viene
a subsanar ese vacío y a reconocer una serie de facultades, para los que no se requiere tener
un determinado estado civil54.

Por el contrario, Bascuñán expresó que el acuerdo de vida en pareja sí debía constituir estado
civil, tanto desde el punto de vista de la identidad de los propios contrayentes como desde el
punto de vista de los terceros, ya que no son personas solteras, son personas legalmente
emparejadas y el acuerdo cumple una función de orientación social55. En el mismo sentido se
pronunció Tapia, porque el estado civil es un estado permanente, y la unión civil es un estado
permanente; prueba de que el acuerdo debe dar origen a un tipo de estado civil es que éste es
incompatible con el matrimonio. Arguyó que si no fuese estado civil, tal incompatibilidad no
debería existir56. También en la historia de la ley se lee: "El Honorable Senador señor Espina
señaló que de la lectura del inciso segundo propuesto por el Gobierno se deduce que si una
persona soltera contrae un acuerdo de vida en pareja va a mantener su estado civil. Lo anterior,
señaló, no se entiende bien, ya que un casado no puede contraer el acuerdo de vida en pareja.
Agregó que, además, va a resultar un poco extraño que una persona que celebró este contrato
siga diciendo que es soltera. Agregó que esta situación le llamaba la atención pues el contrato
que estatuye el acuerdo de vida en pareja viene a regular la vida afectiva en común de los
contrayentes y va a generar derechos y obligaciones civiles entre ellos y terceros. Éste sería el
único caso de un estatuto que no da lugar a un estado civil. Concluyó que lo lógico sería que
este acuerdo confiera a las partes un estado civil nuevo"57.

3. Parentesco por afinidad

20
De manera similar que en materia matrimonial, "entre un conviviente civil y los consanguíneos
de la persona con la que está unida por un acuerdo de unión civil existirá, mientras éste se
encuentre vigente, parentesco por afinidad. La línea y grado de afinidad de una persona con un
consanguíneo de su conviviente civil se califica por la línea o grado de consanguinidad de dicho
conviviente civil" (art. 4º).

Sin embargo, hay una diferencia, pues en el matrimonio el parentesco por afinidad es el que
existe entre una persona que está o ha estado casada y los consanguíneos de su marido o
mujer (art. 31 del Código Civil)58, mientras que en el AUC tal parentesco sólo existe mientras
aquél "se encuentre vigente". La explicación legal de esto último es que al término del acuerdo
los convivientes recuperan el estado civil que tenían antes de celebrar este contrato (art.
1º inciso 2º de la ley Nº 20.830).

Como hace ver Bustos podría entonces presentarse perfectamente la situación en la que un
"ex conviviente civil" se encontrara habilitado para contraer matrimonio con el hijo o hija de su
ex conviviente, pues no afectaría a éste la inhabilidad dispuesta en el artículo 6º de la Ley de
Matrimonio Civil (el parentesco por afinidad cesa cuando termina la unión civil), en
circunstancias en que en esa misma situación, pero ahora tratándose de "ex cónyuges", al
mantenerse el parentesco por afinidad aun declarado el divorcio, respecto de ellos sí continúa
la inhabilidad dispuesta en el artículo 6º de la Ley de Matrimonio Civil59.

4. Ayuda mutua

"Los convivientes civiles se deberán ayuda mutua" (art. 14)60. La ayuda mutua o asistencia
consiste en los cuidados personales y constantes que los cónyuges se deben recíprocamente.

La ayuda mutua fue el único deber u obligación de carácter personal que impuso la ley a los
convivientes civiles. Como se sabe en el matrimonio existen otros, tales como el deber de
fidelidad61, socorro, deber de respeto recíproco, deber de protección recíproca, derecho y deber
de vivir en el hogar común (artículos 131 y 133 del Código Civil), etc.

5. Obligación de contribuir a los gastos de la vida en común

Los convivientes civiles "estarán obligados a solventar los gastos generados por su vida en
común, de conformidad a sus facultades económicas y al régimen patrimonial que exista entre
ellos" (art. 14)62.

21
6. Legitimación activa de un conviviente civil en caso de muerte o imposibilidad absoluta del
otro conviviente

"El conviviente civil tendrá legitimación activa para reclamar las indemnizaciones derivadas
de los perjuicios a que hubiere lugar por el hecho ilícito de un tercero que hubiere causado el
fallecimiento de su conviviente civil63o que lo imposibilite para ejercer por sí mismo las acciones
legales correspondientes, sin perjuicio de las otras indemnizaciones a que tenga derecho, con
arreglo a las prescripciones del derecho común" (art. 20).

Del texto queda claro que el hecho ilícito que habilita a un conviviente civil para demandar
debe ocasionar:

i) El fallecimiento de su conviviente civil o

ii) La imposibilidad para que el propio conviviente civil víctima ejerza las acciones legales
correspondientes64.

En general, puede decirse que esta norma viene a consagrar legislativamente una larga
evolución jurisprudencial que terminó por reconocer el derecho de los concubinos a demandar
de perjuicios en caso de fallecimiento de su conviviente65.

Sin duda, dada su redacción, este artículo 20 dará origen a los más diversos problemas.
Según Corral, la última frase, "sin perjuicio de las otras indemnizaciones a que tenga derecho,
con arreglo a las prescripciones del derecho común", daría para pensar que el conviviente
tendría derecho a reclamar una doble indemnización: la suya propia, como víctima por
repercusión66, y la que correspondería al conviviente fallecido o imposibilitado. Pero si fuera así,
agrega, se estaría consintiendo un enriquecimiento injustificado del conviviente que no fue
víctima directa del hecho ilícito. Contrastaría esto también con la situación en la que están las
personas que han contraído matrimonio entre sí, ya que, si uno de ellos es afectado por un
delito o cuasidelito, su marido o mujer sólo puede demandar por el daño sufrido como víctima
indirecta y no el daño propio del cónyuge víctima. Debe añadirse que, si el accidente produce
la muerte del conviviente, y en el entendido de que el daño sufrido sea transmisible —lo que es
puesto en duda respecto del daño moral—, el derecho a la indemnización debería pertenecer a
los herederos, entre los cuales está también el conviviente, pero junto con él pueden concurrir
hijos o ascendientes del fallecido (art. 16 ley Nº 20.830). La norma del artículo 20 estaría
negándoles el derecho a percibir la indemnización a estos herederos del fallecido, asignando
un derecho exclusivo al conviviente sobreviviente.

Según el mismo autor, no parece haberse sido ésta la intención de los legisladores, que lo
que buscaban era consagrar expresamente el derecho del conviviente a ser indemnizado como
víctima indirecta o por repercusión en caso de que un tercero causara culposa o dolosamente
la muerte de su pareja. La cuestión se complicó, explica Corral, cuando se añadió el caso de
hecho ilícito que produce imposibilidad de reclamar la indemnización por sí mismo, y más aún
cuando se agregó que el derecho del conviviente era sin perjuicio de las otras indemnizaciones
que le correspondieran según el derecho común.

22
En un intento por subsanar la mala técnica legislativa, postula que la frase "sin perjuicio de
las otras indemnizaciones a que tenga derecho, con arreglo a las prescripciones del derecho
común" no se refiere al derecho que pueda corresponderle como víctima por repercusión en
caso de fallecimiento o imposibilidad física del conviviente, sino a otras indemnizaciones, como
las contenidas en un contrato de seguro, o indemnizaciones de responsabilidad civil que surjan
de otro tipo de hechos ilícitos que afecten a su compañero o compañera, por ejemplo, hechos
ilícitos que no le provoquen la imposibilidad de reclamar la indemnización de su propio daño.
En este último caso, podrán acumularse las demandas del conviviente lesionado, que reclamará
su propio perjuicio, y la de la persona que está unida a él por un acuerdo de unión civil, que
reclamará el perjuicio que ha sufrido por repercusión.

Siguiendo este razonamiento, continúa Corral, hay que entender que si el delito o cuasidelito
del tercero provoca la muerte de una persona, su conviviente civil tendrá legitimación activa
para reclamar su daño como víctima por repercusión y, además, a título de heredero y en
conjunto con los demás sucesores, la indemnización que hubiere correspondido al fallecido y
que sea transmisible por causa de muerte. Si el hecho ilícito le provoca un impedimento para
reclamar por sí mismo la indemnización (lo que supone que padezca una incapacidad mental),
nuevamente el conviviente podrá tener legitimación para reclamar su propia indemnización
como víctima por repercusión, pero esto no privará al lesionado de su derecho a reclamar que
se le indemnice el daño que él mismo ha sufrido. Como se encuentra imposibilitado, deberá
proceder en su nombre su representante legal. Este representante deberá ser un curador por
demencia, entendiendo ésta en el sentido más amplio de falta permanente de uso de razón por
cualquier causa. Esta curaduría podrá ser conferida por el juez a la persona que ha celebrado
un acuerdo de unión civil con el demente, en conformidad con el Nº 1 del art. 462 del Código
Civil, que se aplica a los convivientes según el art. 25 de la ley Nº 20.830. En tal caso, el
conviviente percibirá la indemnización que corresponde a quien está imposibilitado, pero lo hará,
no a título propio, sino como representante de este último. Por tanto, la indemnización ingresará
al patrimonio del incapacitado y en su administración el conviviente-curador deberá cumplir lo
dispuesto en el art. 467 del Código Civil, que señala que "Los frutos de sus bienes, y en caso
necesario, y con autorización judicial, los capitales, se emplearán principalmente en aliviar su
condición y en procurar su restablecimiento".

Con todo, finaliza Corral, persistirá el riesgo que los tribunales comiencen a entender
que, para que se reconozca la legitimación activa de uno de los convivientes por daños
causados por terceros al otro, será necesario que la convivencia se haya formalizado mediante
un acuerdo de unión civil. Si fuera así, resultaría que esta nueva ley, en vez de otorgar más
derechos a los integrantes de una unión de hecho, los habrá dejado en peor condición de
aquella en la que se encontraban67. Esto último, sin embargo, es refutado por Barrientos, ya
que la historia de la tramitación parlamentaria del artículo en comento contribuye a precisar dos
puntos básicos para darle un sentido razonable. Él está determinado por: 1º) el propósito de
reconocer al conviviente civil el derecho que la jurisprudencia había reconocido al conviviente,
para demandar la reparación del daño experimentado como consecuencia (por repercusión) de
la muerte de su conviviente, y 2º) el propósito de no alterar esa opinión jurisprudencial, en
cuanto no pertenece al sentido de este artículo la finalidad de exigir que para la procedencia del
derecho a reclamar la reparación se exija la celebración de un acuerdo de unión civil. Estos dos
principios, continúa, se ven reafirmados por "una inédita declaración de la Comisión de
Legislación de la Cámara de Diputados, pues su 'Informe' tocante a la discusión en particular
del proyecto comienza con este párrafo: 'Vuestra Comisión, en forma previa a la discusión
particular, dejó constancia que la aprobación de este proyecto no significa que se elimine toda
la creación jurisprudencial previa referida a las convivencias' (Boletines Nºs. 7011-07 y 7873-07
refundidos, 'Informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia', Valparaíso, 6 de
enero de 2015, p. 130). Sobre tales bases se explica la regla de este artículo"68.

23
En lo que dice relación con la última parte del artículo 20 ("sin perjuicio de las otras
indemnizaciones a que tenga derecho, con arreglo a las prescripciones del derecho
común"), Barrientos sostiene que el sentido que ha de dársele es el siguiente: hay unas reglas,
las del derecho común, en sede de reparación del daño causado y de la titularidad de las
acciones para exigirla. Sin perjuicio de tales prescripciones del derecho común, en dicho artículo
se consagran dos reglas especiales: 1ª) En sede daño por repercusión: se confiere titularidad
expresa al conviviente civil; 2ª) En sede de "representación" para ejercer la acción para obtener
la reparación: el conviviente civil puede ejercer la acción que compete a su conviviente que,
como consecuencia del hecho ilícito de un tercero, ha sufrido daños y ha quedado imposibilitado
de ejercer la acción por sí mismo. De este modo esas "otras indemnizaciones a que tenga
derecho, con arreglo a las prescripciones del derecho común", el conviviente civil que no sufrió
el hecho ilícito del tercero, podrían ser: a) Los daños "transmisibles": si el hecho ilícito causó
la muerte del conviviente, en relación con los daños que se admitan como "transmisibles", el
derecho a obtener su reparación se rige por las reglas del derecho común, es decir, toca a los
herederos, entre los que ahora se cuenta el conviviente civil, quien habrá de concurrir con los
restantes, v. gr., los hijos o ascendientes de su conviviente civil fallecido; b) Los daños por
repercusión, si existen, cuando el hecho ilícito no ha causado la muerte del conviviente
civil: la regla de la primera parte del artículo 20 no confiere, por motivos que explica el mismo
autor, legitimidad expresa al conviviente civil para demandar la reparación de este género de
daños, de manera que su eventual indemnización se sujeta a las reglas del derecho común69.

Analizando el mismo artículo 20, Domínguez distingue entre daño material y daño moral. La
norma sólo se aplicaría al primero, pues es el único que ha podido entrar al patrimonio del
conviviente víctima por el hecho de la muerte. Y, si es así, indudablemente la norma es superflua
por innecesaria, ya que el conviviente sobreviviente tiene el carácter de heredero y, por lo
mismo, tiene derecho a suceder en todo lo que estaba en el patrimonio del causante. El
problema, en cambio, surge a su juicio con el daño moral. "Primero, porque si la interpretación
de la regla se decanta por entender que ella hace transmisible esta clase de perjuicio al
conviviente civil, se ha establecido un privilegio discriminatorio en favor del conviviente
sobreviviente y, en defecto, de todos los otros legitimados activos de esta especie de perjuicio
que carecen de un reconocimiento expreso a la transmisibilidad de la reparación. En segundo
lugar, porque estaría imponiendo la transmisibilidad del daño moral a los herederos, pese a que
ella se encuentra denegada ante ausencia de norma que lo resuelva, por la jurisprudencia que
se ha uniformado en el sentido de descartar la transmisibilidad del daño moral causado a la
víctima a sus herederos. Así, la Corte Suprema ha sido conteste en negar esa transmisibilidad,
tesis que hemos defendido junto a otros autores. De ser entonces esta la interpretación,
resultaría que el conviviente civil se encontraría favorecido respecto de todos los otros
herederos, en especial del cónyuge"70.

7. Presunción de paternidad71

"Para efectos de la presunción de paternidad, en caso de convivientes civiles de distinto sexo,


se estará a las normas que la regulan en el artículo 184 del Código Civil" (art. 21)72 73.
-

La referencia al artículo 184 del Código Civil significa que se presumen hijos del conviviente
civil los nacidos después de la celebración del acuerdo de unión civil y dentro de los trescientos
días siguientes a su disolución.

24
La utilidad de esta presunción es sólo probatoria, ya que desde 1998, con la dictación de la
ley Nº 19.585, los hijos matrimoniales y no matrimoniales (reconocidos voluntaria o
forzadamente) tienen los mismos derechos.

Los hijos nacidos de un acuerdo de unión civil no tienen filiación matrimonial, pues para ésta
se requiere copulativamente que estén establecidas la paternidad, la maternidad y que haya
matrimonio (art. 185 del Código Civil), cuestión esta última que no sucede en la especie.

8. Surgen derechos hereditarios entre los convivientes civiles (ver desarrollo infra)

9. Derecho a compensación económica en caso de término (ver desarrollo infra)

10. No hay derecho a alimentos entre los convivientes civiles (ver desarrollo infra)

11. Posibilidad de confiar el cuidado personal de los hijos al conviviente civil del padre o madre

Hasta la dictación de la Ley Nº 20.830, que crea el Acuerdo de Unión Civil, el artículo 226 del
Código Civil decía:

"Podrá el juez, en el caso de inhabilidad física o moral de ambos padres, confiar el cuidado
personal de los hijos a otra persona o personas competentes, velando primordialmente por el
interés superior del niño conforme a los criterios establecidos en el artículo 225-2"74. Su inciso
segundo agregaba que:

25
"En la elección de estas personas se preferirá a los consanguíneos más próximos y, en
especial, a los ascendientes".

Este inciso fue modificado por el artículo 45 de la nueva LAUC, quedando así:

"En la elección de estas personas se preferirá a los consanguíneos más próximos y, en


especial, a los ascendientes, al cónyuge o al conviviente civil del padre o madre, según
corresponda".

12. Separación total de bienes como régimen patrimonial supletorio

Supletoriamente habrá régimen de separación de bienes entre los convivientes civiles,


pudiendo pactarse un régimen de comunidad (ver desarrollo infra).

13. Curatelas

Ningún conviviente civil puede ser curador del otro declarado disipador, pero sí se puede
deferir la curaduría del conviviente civil demente al otro, todo ello conforme al artículo 25 de la
nueva ley.

14. En materia de salud un conviviente civil puede ser carga del otro

Para los efectos del sistema público o privado de salud, cualquiera de los convivientes civiles
puede ser carga del otro. En efecto, el artículo 29 de la ley dice: "Para los efectos del Régimen
Público de Salud y del Sistema Privado de Salud, contemplado en los Libros II y III,
respectivamente, del decreto con fuerza de ley Nº 1, del Ministerio de Salud, promulgado el año
2005 y publicado el año 2006, que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado del decreto
ley Nº 2.763, de 1979 y de las leyes Nº 18.933 y Nº 18.469, el acuerdo de unión civil celebrado
en la forma establecida por la presente ley permitirá a cualquiera de los convivientes civiles
ser carga del otro"75. Destacamos la última parte de la norma, pues en esta materia los

26
convivientes civiles varones quedan en mejor posición que los cónyuges ya que actualmente en
Fonasa el marido puede ser carga de la mujer sólo en el caso que sufra invalidez76.

15. Efectos previsionales y laborales

Se incorpora al conviviente civil como beneficiario de pensión de sobrevivencia (modificación


al art. 5º del D.L. Nº 3.500) y como beneficiario de la pensión básica solidaria de vejez
(modificación al art. 4º de la ley Nº 20.255)77. El artículo 30 numeral ii) de la Ley de Acuerdo de
Unión Civil agregó al Decreto Ley Nº 3.500, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, de
1980, que establece el nuevo sistema de pensiones, el siguiente artículo 7º:

"Para ser beneficiario o beneficiaria de pensión de sobrevivencia, el o la conviviente civil sobreviviente


debe ser soltero, viudo o divorciado78y haber suscrito un acuerdo de unión civil que se encuentre vigente
al momento del fallecimiento del causante, a lo menos con un año de anterioridad a la fecha de dicho
fallecimiento, o tres años si el acuerdo de unión civil se celebró siendo el o la causante pensionada de
vejez o invalidez.

Las limitaciones relativas a la antigüedad del acuerdo de unión civil no se aplicarán si a la época del
fallecimiento la conviviente civil sobreviviente se encontrare embarazada o si quedaren hijos comunes".

La misma LAUC agregó una letra g) al artículo 58 del decreto ley Nº 3.500. Para entender tal
modificación hay que considerar lo que disponen las letras a) y b) de tal artículo:

"La pensión de referencia de los beneficiarios de pensión de sobrevivencia acreditados de acuerdo al


artículo 5º será equivalente a los siguientes porcentajes de la pensión de referencia del causante:

a) sesenta por ciento para el o la cónyuge;

b) cincuenta por ciento para el o la cónyuge, con hijos comunes que tengan derecho a pensión. Este
porcentaje se elevará al sesenta por ciento, cuando dichos hijos dejen de tener derecho a pensión".

La letra que se agrega es del siguiente tenor:

"g) quince por ciento para el o la conviviente civil que cumpla los requisitos del artículo 7º, siempre que
concurran hijos del o la causante con derecho a pensión, que no sean hijos comunes. Cuando no
concurran dichos hijos o cuando éstos dejen de tener derecho a pensión, el porcentaje se elevará al
mencionado en las letras a) o b) dependiendo de si no existen o existen hijos comunes con derecho a
pensión, respectivamente. Cuando concurran hijos comunes con derecho a pensión del o la causante
y adicionalmente existan hijos del o la causante con derecho a pensión, que no sean comunes con el o
la conviviente civil, el porcentaje de éste o ésta será el establecido en la letra b) anterior, aumentándose
al porcentaje establecido en la letra a) precedente, en caso que tanto los hijos comunes como los no
comunes dejen de tener derecho a pensión".

Por su parte, los artículos 32 y 33 de la nueva ley modifican el "Estatuto Administrativo" y el


"Estatuto Administrativo para Funcionarios Municipales", respectivamente, disponiendo que en
caso de que un funcionario fallezca, el cónyuge o conviviente civil sobreviviente, los hijos o los
padres, en el orden señalado, tendrán derecho a percibir la remuneración que a éste

27
correspondiere, hasta el último día del mes en que ocurriere el deceso, y que, en el caso de
fallecimiento de un funcionario con derecho a desahucio, las mismas personas y en el mismo
orden tendrán derecho a percibir el desahucio que habría correspondido al funcionario si se
hubiere retirado a la fecha del fallecimiento.

La Contraloría General de la República, en relación a los efectos de la celebración de un


acuerdo de unión civil respecto de los beneficiarios de montepíos en el régimen previsional de
las Fuerzas Armadas, ha resuelto que: "en primer término, dado que conforme con el artículo
16 de la ley Nº 20.830 quienes celebran un AUC gozan de los mismos derechos [hereditarios]
que corresponden al viudo o viuda, el conviviente civil sobreviviente podrá tener derecho al
montepío en comento, en primer grado previsto en el artículo 88 bis de la ley Nº 18.948, siempre
que reúna los demás requisitos previstos en esa disposición". Agrega luego que: "en lo relativo
al segundo grado de concurrencia, referido a los hijos e hijas solteros —que además cumplan
algunos de los requisitos señalados en esa norma—, debe hacerse presente que ya que la
celebración de este acuerdo confiere el estado civil de 'conviviente civil', quienes lo suscriben
dejan de ser solteros, por lo que pierden una de las condiciones habilitantes para acceder a
dicha pensión"79.

¿Son causantes de asignación familiar los convivientes civiles? Según la Superintendencia


de Valores y Seguros no, porque la ley Nº 20.830 que estableció el AUC no modificó el artículo
3º del Decreto con Fuerza de Ley Nº 150 del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que define
quiénes son los causantes de asignación familiar, por lo que los convivientes civiles no tienen
esa calidad80. Así también lo ha entendido la Corte de Concepción, al resolver "Que, del análisis
de los antecedentes agregados al presente recurso [de protección] es útil tener presente que la
calidad de carga familiar, corresponde a quien es asignatario de asignación familiar, y de
conformidad a lo prevenido en el artículo 3º del decreto con fuerza de ley Nº 150 de 25 de marzo
de 1982, que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado de las normas sobre sistema
único de prestaciones familiares, se señala taxativa e imperativamente quiénes son causantes
en las letras a) a la g), sin que dentro de esos titulares se mencione al conviviente civil. Luego,
no existe ilegalidad alguna en la conducta de las recurridas en cuanto postulan la improcedencia
de la calidad de carga al conviviente civil, por cuanto el texto que regula la materia no los
contempla. En este orden de ideas debe enfatizarse que el derecho que se reconozca la calidad
de carga, permite acceder a derechos de carácter patrimonial típico de la seguridad social, la
cual se organiza bajo un régimen imperativo y de orden público que no es disponible para los
actores que participan en dicho sistema"81.

16. Inhabilidades, incompatibilidades y prohibiciones relativas a los cónyuges se aplican a los


convivientes civiles

El artículo 23 de la ley dispone: "Todas las inhabilidades, incompatibilidades y prohibiciones


que las leyes y reglamentos establecen respecto de los cónyuges se harán extensivas, de pleno
derecho, a los convivientes civiles"82.

Así, y sólo a modo de ejemplo, dice el Mensaje del Ejecutivo que se le harán aplicables a los
convivientes las inhabilidades y prohibiciones establecidas en el Estatuto Administrativo, las

28
inhabilidades establecidas en la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la
Administración del Estado o las normas de implicancias y recusaciones del Código Orgánico de
Tribunales cuando sean aplicables a los cónyuges83.

El caso más típico de prohibición en materia civil respecto de los cónyuges es la norma que
impide celebrar una compraventa entre marido y mujer (art. 1796 del Código Civil), cosa que
tampoco podrán hacer ahora los convivientes civiles.

Cabe destacar que lo único que se aplica, en virtud de esta norma, a los convivientes civiles
son las "inhabilidades, incompatibilidades y prohibiciones" que afectan a los cónyuges, nada
más. La regla no dice que cada vez que alguna legislación se refiera a los cónyuges (por
ejemplo, estableciendo derechos o beneficios) ha de entenderse extensiva a los convivientes
civiles, y no podía ser de otro modo desde que matrimonio y acuerdo de unión civil son dos
instituciones con requisitos, efectos y término diferentes.

17. Aplicación a los convivientes civiles de las leyes que se refieran a convivientes u otra
expresión análoga

El artículo 24 de la ley señala: "Las leyes y reglamentos que hacen alusión a los convivientes,
sea con esta expresión u otras que puedan entenderse referidas a ellos, serán igualmente
aplicables a los convivientes civiles"84.

Se desprende de la LAUC, según Orrego, que a partir de su vigencia, existen dos clases de
convivencias reguladas en la ley chilena: la convivencia civil, originada por quienes hayan
celebrado el acuerdo de unión civil, y la convivencia de hecho, originada por quienes no hayan
celebrado el contrato. La primera, regulada por la ley Nº 20.830. La segunda, carente de
regulación sistemática, pues diversas normas desperdigadas en distintos cuerpos legales
aluden a ella. El "concubinato", entonces, queda circunscrito a la segunda especie de
convivencia. Como el artículo 24 de la LAUC dispone que las leyes y reglamentos que hacen
alusión a los convivientes, sea con esta expresión u otras que puedan entenderse referidas a
ellos, serán igualmente aplicables a los convivientes civiles, a éstos se les aplican tanto las
normas de la ley Nº 20.830 como aquellas que aluden a los convivientes de hecho. Al contrario,
a los últimos sólo se les aplican las segundas85.

Capítulo séptimo Régimen patrimonial

29
En materia de régimen patrimonial, la nueva ley sólo contempla dos posibilidades: separación
total de bienes o régimen de comunidad86. Como se observó en la tramitación de la ley,
"mientras en el matrimonio es posible acceder a tres regímenes patrimoniales distintos y
dotados de sus propias características (la sociedad conyugal, la separación de bienes y la
participación en los gananciales, a los cuales los cónyuges pueden libremente optar), los
convivientes legales sólo podrán escoger entre un régimen de comunidad de bienes, con una
regulación bastante incompleta, y la separación de bienes"87.

1. Separación de bienes

A diferencia del matrimonio, en que el régimen legal supletorio es la sociedad conyugal (arts.
135 y 1718 del CC), en el acuerdo de unión civil lo es la separación de bienes, pudiendo
pactarse el "régimen de comunidad". En efecto, el artículo 15 de la LAUC señala que: "Los
convivientes civiles conservarán la propiedad, goce y administración de los bienes adquiridos a
cualquier título antes de la celebración del contrato y de los que adquieran durante la vigencia
de éste, a menos que se sometan de manera expresa a las reglas del régimen de comunidad"88 -

89
.

Llama la atención que el legislador haya establecido la separación de bienes como régimen
supletorio, pues quienes postulaban la aprobación de un estatuto como el que se analiza lo
fundamentaban principalmente, entre otros motivos, en la necesidad de regular jurídicamente
la comunidad de bienes que se formaba entre quienes vivían juntos y su derecho a recibir la
mitad de ello en caso de término de la convivencia o muerte de uno de los convivientes90. Los
argumentos que se dieron fueron que en derecho comparado la separación de bienes ha ido
ganando terreno como régimen supletorio frente a la sociedad conyugal o comunidad y además
por la complejidad que estos últimos implican en su funcionamiento.

En cuanto a los convivientes civiles que hayan celebrado el acuerdo o contrato de unión
equivalente en territorio extranjero se considerarán separados de bienes, a menos que al
momento de inscribirlo en Chile pacten someterse a la comunidad prevista en el artículo 15,
dejándose constancia de ello en dicha inscripción (art. 13 LAUC).

2. Régimen de comunidad

2.1. Regulación de la comunidad en la ley Nº 20.830

Conforme al artículo 15 de la LAUC, el régimen de comunidad deberá ser acordado por los
contrayentes "al momento de celebrarse el acuerdo de unión civil", de modo que no hay otra
oportunidad para pactarlo, cuestión que se ve ratificada por el inciso segundo de la norma, que

30
sólo permite sustituir la comunidad por la separación de bienes, lo que contrario sensu impide
la figura inversa, esto es, pasar de separación de bienes al régimen de comunidad.

De este pacto se dejará constancia en el acta y registro que se indica en el artículo 6º de la


ley.

Este régimen queda sometido a las siguientes reglas:

"1ª. Los bienes adquiridos a título oneroso durante la vigencia del acuerdo se considerarán indivisos
por mitades entre los convivientes civiles , excepto los muebles de uso personal necesario del
91-92

conviviente que los ha adquirido"93.

Debe tratarse, por tanto, de bienes adquiridos, individualmente94, por cualquier conviviente a
título oneroso (compra, permuta, etc.), quedando excluidos así los que se adquieran por
herencia o donación95. Además, ellos deben haber sido adquiridos durante la vigencia del
acuerdo de unión civil, de manera que no forman parte de la comunidad los bienes que los
convivientes civiles tuviesen al momento de celebrar el acuerdo de unión civil.

Un punto a resolver en relación con esta primera regla es qué pasa si uno de los convivientes
vende, por ejemplo, un inmueble que ha adquirido por herencia o que había adquirido antes de
celebrar el acuerdo y con su producto adquiere otro bien; ¿hay subrogación? Dos posibles
soluciones asoman. Primero, considerar que no hay subrogación, al contrario de lo que sucede
en la sociedad conyugal, pues se trata de una situación de excepción que requiere norma
expresa, o bien, en base a razones de equidad y aplicando por analogía las normas de la
sociedad conyugal, concluir que en el acuerdo de unión civil también habría lugar a la
subrogación en el caso señalado. Nos inclinamos por esta última solución, pues, existiendo igual
razón en ambas situaciones, igual regulación ha de aplicarse. Así también lo dispone el Code96.

Conforme a esta primera regla que analizamos, quedan excluidos de la comunidad los bienes
muebles adquiridos a título oneroso durante la vigencia del acuerdo siempre que se trate de
bienes: i) de "uso personal necesario" del conviviente, y ii) que hayan sido adquiridos por ese
conviviente. En la expresión "uso personal necesario" no cabe duda que quedan comprendidos
los bienes domésticos de uso diario como vestimentas, etc., pero ¿alcanza también a los bienes
necesarios para el ejercicio de una profesión u oficio de uno de los convivientes?, ¿entra a la
comunidad la biblioteca del conviviente abogado, el instrumental quirúrgico de un dentista, etc.?
Creemos que no ingresan, pues también se trata de bienes personales necesarios;
además, ambos grupos de bienes (domésticos y profesionales necesarios) reciben igual
tratamiento, por ejemplo, al declarárselos inembargables por el Código Civil (art. 1618 Nºs. 2 a
7) y de Procedimiento Civil (art. 445 Nºs. 8 a 13).

Un asunto de orden práctico es ¿cómo se sabrá que un bien que ha sido adquirido por una
persona y que ha sido inscrito a su nombre en algún registro público, por ejemplo, en el
Conservador de Bienes Raíces, es en realidad común porque lo ha adquirido a título oneroso
durante la vigencia del acuerdo de unión civil? Para Corral el abogado que deba informar los
títulos tendrá que pedir alguna constancia de que quien aparece como propietario exclusivo no
haya sido conviviente civil a la fecha de adquisición del o los bienes y, añade, aquí surge un
tema probatorio: ¿cómo se acredita el hecho negativo de no estar o no haber estado unido
civilmente, o de estar o haber estado unido civilmente, pero no con comunidad de bienes?97 Nos
parece que el problema se soluciona en el caso de las inscripciones registrales de inmuebles
señalando: "Fulano de tal, conviviente civil en régimen de comunidad, es dueño de...". De esta
manera, aunque aparezca sólo uno de los convivientes en la inscripción de dominio, es claro
que dicho bien, por aplicación de la regla 1ª del artículo 15 de la LAUC, es de la comunidad si

31
fue adquirido a título oneroso y en el título habrá de tomarse la precaución de transcribir el
certificado de unión civil con constancia de haberse pactado el régimen de comunidad.

"2ª. Se tendrá por fecha de adquisición de los bienes aquella en que el título haya sido otorgado"98.

Es la misma idea contenida en la sociedad conyugal en los casos del artículo 1736 del Código
Civil en que se atiende al título antes que al modo para determinar la fecha de adquisición.

"3ª. Se aplicarán a la comunidad formada por los bienes a que se refiere este artículo las reglas del
Párrafo 3º del Título XXXIV del Libro IV del Código Civil" (cuasicontrato de comunidad, artículos 2304
a 2313)99.

2.2. Regulación de la comunidad en el Código Civil

2.2.1. La comunidad del acuerdo de unión civil no recae


sobre una universalidad, sino sobre cosas singulares

El artículo 2304 del Código Civil reza: "La comunidad de una cosa universal o singular...", de
lo que resulta claro que la comunidad puede recaer sobre una universalidad o sobre bienes
determinados. Esta clasificación tiene importancia para determinar la naturaleza del derecho de
los indivisarios, ya que es distinto su derecho cuando recae sobre una cosa universal que
cuando versa sobre una cosa singular.

Para sostener que en el Acuerdo de Unión Civil la comunidad recae sobre cosas singulares
traemos a colación las palabras de Somarriva. Dice este profesor que la comunidad de
herederos que se forma por el fallecimiento del causante es el caso más caracterizado de
indivisión que versa sobre una universalidad, pero hay otros casos de indivisión universal y
sienta la siguiente regla general: "la comunidad será universal cada vez que recaiga sobre un
patrimonio, es decir, sobre un conjunto de bienes, que es algo distinto del patrimonio mismo; de
un patrimonio con activo y pasivo propios; de una universalidad de bienes que, antes de los
indivisarios, han tenido otro titular"100(énfasis agregado). La comunidad de herederos, continúa,
es el caso más típico de comunidad universal, pues ella recae sobre el patrimonio trasmisible
del causante que pasa a los herederos por el modo de adquirir sucesión por causa de muerte.
Pero hay otros casos. Así, dice, la indivisión que se forma al disolverse la sociedad conyugal es
también una indivisión que versa sobre una universalidad. Los cónyuges, o el cónyuge
sobreviviente y los herederos del cónyuge fallecido, no son comuneros o indivisarios en bienes
determinados; a ellos pertenecerá el patrimonio que fue de esa institución especialísima, cual
es la sociedad conyugal, patrimonio cuyo activo y pasivo es distinto de los bienes que tuvieron
los cónyuges mientras existió la sociedad. Otro tanto cabe decir de la indivisión que surge al
disolverse una sociedad; ella también es universal, pues recae sobre todo el patrimonio que
antes perteneció a la persona jurídica que era la sociedad, y no sobre bienes determinados. En
suma, concluye: "la indivisión será universal cuando recae sobre todo un patrimonio; en cambio,
tendrá el carácter de singular cuando versa sobre objetos determinados"101.

De lo dicho resulta claro que la comunidad del acuerdo de unión civil recae sobre cosas
singulares102, pues los convivientes no reciben un patrimonio que antes pertenecía a otro titular;
la comunidad aquí, por el contrario, estará formada por los bienes que a lo largo del tiempo
vayan adquiriendo los convivientes y siempre que sea a título oneroso.

A diferencia de lo que acontece en la comunidad universal, Somarriva es de opinión que en


la comunidad sobre cosa singular la cuota que el comunero tiene en la comunidad se radica en
el o los bienes comunes. No puede decirse que el derecho del indivisario sea indeterminado o

32
"flotante", desde el momento el que él sólo puede radicarse en el o los únicos bienes que
constituyen la indivisión. De ahí se sigue que en esta clase de indivisión el derecho del indivisario
será mueble o inmueble, según la naturaleza de los bienes poseídos en común103.

2.2.2. Administración de la comunidad

Como cuestión previa, recordemos que Andrés Bello, por su profunda desconfianza de la
propiedad colectiva, siempre concibió la comunidad como algo estrictamente transitorio, de ahí
lo parco de su regulación104. Si aplicamos esas normas del Código Civil, mutatis mutandi, al
acuerdo de unión civil, el régimen de comunidad por el que pueden optar los convivientes civiles
se sujetará a la siguiente reglamentación.

De la circunstancia que los indivisarios (convivientes civiles) tengan un igual derecho en la


cosa común se deduce que todos tienen iguales facultades para intervenir en la administración,
y que los actos de administración o disposición deban efectuarse de común acuerdo. Por el
hecho de exigirse la unanimidad de pareceres en la administración de la comunidad, resulta que
cada indivisario goza del jus prohibendi o derecho de veto para oponerse a los actos que los
demás comuneros pretendan realizar105.

El artículo 2305 del Código Civil —aplicable a la comunidad del AUC por la remisión que hace
al Código Civil la regla 3ª del artículo 15 de la LAUC— señala que el derecho de cada uno de
los comuneros sobre la cosa común es el mismo que el de los socios en el haber social. Entre
las normas relativas a la administración social, cabe destacar el artículo 2081106, que con las
adaptaciones del caso al acuerdo de unión civil diría así:

No habiéndose conferido la administración a uno de los convivientes civiles (de modo que
éstos pueden pactar que la administración de la comunidad la tenga uno de ellos), se entenderá
que cada uno de los convivientes civiles ha recibido del otro el poder de administrar con las
facultades expresadas en los artículos precedentes y sin perjuicio de las reglas que siguen:

1ª. Cualquier conviviente civil tendrá el derecho de oponerse a los actos administrativos del
otro, mientras esté pendiente su ejecución o no hayan producido efectos legales.

2ª. Cada conviviente civil podrá servirse para su uso personal de las cosas pertenecientes a
la comunidad, con tal que las emplee según su destino ordinario, y sin perjuicio de la comunidad
y del justo uso del otro conviviente civil.

3ª. Cada conviviente civil tendrá el derecho de obligar al otro a que haga con él las expensas
necesarias para la conservación de las cosas comunes.

4ª. Ninguno de los convivientes civiles podrá hacer innovaciones en los inmuebles que
dependan de la comunidad sin el consentimiento del otro.

2.2.3. Deudas personales de los comuneros (convivientes civiles)

Son aquellas que no benefician a la comunidad, sino que ceden en beneficio exclusivo del
conviviente civil deudor. Sólo pueden ser perseguidas por los acreedores contra aquel
conviviente civil que se hubiere obligado y no contra el otro. En otras palabras, respecto de
estas deudas no le cabe responsabilidad alguna al otro conviviente, tanto en las relaciones con
el acreedor como con el conviviente que las contrajo.

33
2.2.4. Deudas comunes o contraídas en pro de la comunidad
(en beneficio de ambos convivientes) durante ella

Respecto de las deudas contraídas en pro de la comunidad durante ella, no es obligado sino
el conviviente civil que las contrajo, el cual tendrá acción contra la comunidad para el reembolso
de lo que hubiere pagado por ella (art. 2307 inc. 1º)107.

Según esta norma sólo es responsable ante terceros aquel conviviente que contrajo la deuda,
sin perjuicio de que pueda repetir contra la comunidad, para obtener la restitución de lo pagado.
Como dice Somarriva, "hay una evidente impropiedad de lenguaje de parte del legislador al
decir que el comunero 'tendrá acción contra la comunidad', pues, como observa Claro
Solar 'más exacto habría sido decir que el comunero que contrajo la deuda en pro de la
comunidad y que es el único que queda obligado respecto del acreedor, tiene acción contra los
otros comuneros, por la parte que cada uno de ellos tiene en la comunidad, para el reembolso
de lo pagado por cuenta de ellos; puesto que la comunidad no es una persona jurídica'"108.
Entonces, en el acuerdo de unión civil el conviviente que contrajo este tipo de deudas tiene
acción por la mitad de ellas contra el otro conviviente109.

Si la deuda ha sido contraída por los convivientes civiles colectivamente, sin expresión de
cuotas, ambos, no habiéndose estipulado solidaridad, son obligados al acreedor por partes
iguales, salvo el derecho de cada uno contra el otro para que se le abone lo que haya pagado
de más sobre la cuota que le corresponda, esto es, cincuenta por ciento (art. 2307 inc. 2º).

2.2.5. Obligación de restituir a la comunidad


lo que se ha sacado de ella

Cada conviviente civil debe a la comunidad lo que saca de ella, incluso los intereses corrientes
de los dineros comunes que haya empleado en sus negocios particulares (art. 2308).

2.2.6. Los convivientes civiles responden de la culpa leve

Cada conviviente civil es responsable hasta de la culpa leve por los daños que haya causado
en las cosas y negocios comunes (art. 2308).

2.2.7. Obligación de contribuir a las obras


y reparaciones de los bienes comunes

Cada conviviente civil debe contribuir a las obras y reparaciones de la comunidad


proporcionalmente a su cuota, es decir, por mitades (art. 2309).

2.2.8. Derecho a los frutos de los bienes comunes

Los frutos de la cosa común (por ejemplo, rentas de arrendamiento, intereses de un depósito,
dividendos de acciones, etc.) deben dividirse entre los convivientes civiles, a prorrata de sus
cuotas, esto es, por mitades (art. 2310).

2.2.9. División de la comunidad

La división de las cosas comunes y las obligaciones y derechos que de ella resulten se
sujetarán a las mismas reglas que en la partición de la herencia (art. 2313). Esas reglas están
contenidas en los artículos 1317 y siguientes del Código Civil. Por su parte, el artículo 22, inciso

34
2º, de la LAUC dice que "la liquidación de los bienes comunes podrá efectuarse de común
acuerdo por los convivientes civiles o sus herederos. También podrán110las partes o sus
herederos, de común acuerdo, someter la liquidación al conocimiento de un juez partidor,
otorgándole incluso el carácter de árbitro arbitrador".

2.3. ¿Es posible la enajenación de la cuota


de uno de los convivientes civiles?

La regla general, como se sabe, es que cualquier comunero puede enajenar su cuota tanto a
otro comunero como a terceros extraños, pero ¿podría hacerse eso en el acuerdo de unión
civil?En otras palabras ¿podría uno de los convivientes civiles vender su cuota al otro
conviviente o a un tercero?

La respuesta es negativa porque el artículo 1796 del Código Civil prohíbe la venta entre
cónyuges, prohibición que se extiende a los convivientes civiles en virtud de lo dispuesto en el
artículo 23 de la LAUC.

Respecto de la venta de la cuota a un tercero, creemos que tampoco ello es posible. En


principio, podría aplicarse la misma solución que en las sociedades de personas, donde un socio
no puede enajenar sus derechos en la sociedad sin el consentimiento de los otros socios, pero
aquí ni aun con el consentimiento del otro conviviente ello se podría hacer, ya que resulta
absurdo aceptar que la comunidad de bienes del acuerdo de unión civil —contrato intuito
personae— tenga lugar entre un conviviente y un tercero extraño. La enajenación de la cuota
sólo se podrá hacer una vez terminado el acuerdo de unión civil.

2.4. Duración de la comunidad en el AUC

La nueva ley nada dice sobre la duración de la comunidad pactada por los convivientes civiles.
¿Termina junto con el acuerdo de unión civil? En Francia, en cambio, hay una norma expresa
que resuelve este punto, disponiéndose que "el convenio de indivisión (comunidad) se
considerará celebrado para la duración del pacto civil de solidaridad. No obstante, a la disolución
del pacto, la pareja podrá decidir que siga produciendo efectos" (art. 515-5-3 del Code).

Creemos que en nuestro país la comunidad subsiste no obstante que termine el acuerdo de
unión civil, pues la regla tercera del artículo 15 de la LAUC se remite en todo a la regulación de
la comunidad en el Código Civil, y el artículo 2312 de éste señala taxativamente las causales
por las que termina (reunión de todas las cuotas en una sola persona, destrucción de la cosa
común y división de la misma). Y la nueva ley, por su parte, no dice que la comunidad cese en
caso de terminación del acuerdo de unión civil. En resumen, ni en el Código Civil ni en la nueva
ley hay norma que permita afirmar que la comunidad termina junto con el AUC. Se produce así
la curiosidad de que termina el acuerdo de unión civil, pero continúa la comunidad (claro está,
sólo respecto de los bienes ingresados a ella hasta el momento del término del acuerdo), sin
perjuicio de que cualquiera de los convivientes civiles pueda, al amparo del artículo 1317 del
Código Civil, solicitar la partición.

3. Sustitución de régimen

35
Si los convivientes civiles hubieren pactado el régimen de comunidad, podrán sustituirlo por
el de separación total de bienes (art. 15 inc. 2º). Este pacto es solemne:

a) Debe otorgarse por escritura pública,

b) Debe subinscribirse al margen de la respectiva inscripción del acuerdo de unión civil y sin
ello no surtirá efectos "entre las partes ni respecto de terceros". La frase "entre las partes"
demuestra que la subinscripción es una solemnidad y no un simple requisito de oponibilidad a
los terceros.

Esta subinscripción sólo podrá practicarse dentro de los treinta días siguientes a la fecha de
la escritura en que se pacte la separación (art. 15 inc. 3º).

El pacto no perjudicará, en caso alguno, los derechos válidamente adquiridos por terceros
respecto de cada uno de los convivientes civiles (art. 15 inc. 3º)111.

En la escritura pública de separación total de bienes, los convivientes civiles podrán liquidar
la comunidad, celebrar otros pactos lícitos o ambas cosas, pero todo ello no producirá efecto
alguno entre las partes ni respecto de terceros sino desde la subinscripción señalada (art. 15
inc. 4º).

Se repite así en buena medida la norma del artículo 1723 del Código Civil, que establece los
requisitos para sustituir el régimen patrimonial en el matrimonio y sus efectos.

Aedo agrega que en el AUC no existe un equivalente a lo prescrito en el artículo 1739 inciso
final del Código Civil112 en materia de sociedad conyugal. Por consiguiente, debe razonarse en
el sentido de que, si uno de los convivientes civiles adquiere un inmueble a título oneroso, con
posterioridad a la celebración del pacto de separación de bienes, pero antes de la liquidación
de la comunidad, debe entenderse simplemente como un bien propio y separado113.

Capítulo octavo Bienes familiares

"Cualquiera sea el régimen de bienes que exista entre los convivientes civiles, tendrá
aplicación lo dispuesto en los artículos 141 a 149 del Código Civil" (art. 15, inciso final)114 115.
-

Advertimos que en los párrafos siguientes, y sólo con el objeto de facilitar la comprensión de
la remisión genérica que hace la nueva ley a las normas del Código Civil sobre bienes
familiares, haremos una adaptación de esos artículos, no obstante que no hubo una
modificación en particular de ellos.

36
1. Aplicación de los bienes familiares cualquiera sea el régimen patrimonial entre los
convivientes civiles

Como lo dice la propia norma antes transcrita, la institución de los bienes familiares tiene lugar
en el acuerdo de unión civil independientemente del régimen de bienes que exista entre los
convivientes civiles, es decir, sea que éstos opten por separación de bienes o régimen de
comunidad.

2. Bienes que pueden ser declarados como familiares

Conforme al artículo 141 del CC pueden ser declarados familiares:

a) El inmueble de propiedad de cualquiera de los convivientes civiles que les sirva a ambos
de residencia principal;

b) Los muebles que la guarnecen, y

c) Los derechos o acciones que los convivientes civiles tengan en sociedades propietarias de
un inmueble que sea residencia principal de ellos.

3. Forma de constituir un bien como familiar

En cuanto a la forma de constituir un bien como familiar, debe hacerse una distinción,
según que el bien en que incide la declaración sea de propiedad de uno de los convivientes
civiles o de una sociedad en la que uno o ambos convivientes civiles tengan acciones o
derechos. En el primer caso, rige la norma del artículo 141, y, en el segundo, la del artículo 146
del CC.

3.1. Constitución como bien familiar de un inmueble


de propiedad de uno de los convivientes civiles

37
El inciso 2º del artículo 141 dice: "El juez citará a los interesados a la audiencia preparatoria.
Si no se dedujese oposición, el juez resolverá en la misma audiencia. En caso contrario, o si el
juez considerase que faltan antecedentes para resolver, citará a la audiencia de juicio".

Constitución provisoria

El inciso 3º del artículo 141 dispone que "Con todo, la sola interposición de la demanda
transformará provisoriamente en familiar el bien de que se trate. En su primera resolución el
juez dispondrá que se anote al margen de la inscripción respectiva la precedente circunstancia.
El Conservador practicará la subinscripción con el solo mérito del decreto que, de oficio, le
notificará el tribunal".

3.2. Constitución como bien familiar de las acciones


y derechos del conviviente civil en la sociedad propietaria del bien raíz en que tienen la
residencia principal los convivientes

En conformidad al artículo 146 inc. 3º, la afectación de derechos (o acciones) se hará por
declaración de cualquiera de los convivientes civiles contenida en escritura pública. En el caso
de una sociedad de personas, deberá anotarse al margen de la inscripción social respectiva, si
la hubiere. Tratándose de sociedades anónimas, se inscribirá en el registro de accionistas.

Como puede observarse, esta declaración es solemne, siendo la solemnidad la escritura


pública.

Si la sociedad fuere colectiva civil, como no están sujetas al régimen de inscripción, no será
posible cumplir con el requisito de inscripción o anotación. Por eso el artículo 146 emplea la
frase "si la hubiere".

4. Efectos de la declaración de un bien como familiar

La declaración de familiar de un bien no lo transforma en inembargable, por lo que no se


causa perjuicio a terceros; sólo limita la facultad de disposición de su propietario (que ya no lo
podrá enajenar o gravar ni prometer enajenar o gravar, ni ceder la tenencia, sin la autorización
del otro conviviente civil) y otorga al conviviente civil en cuyo favor se hace la declaración un
beneficio de excusión, con el objeto de que, si el bien familiar es embargado por un tercero,
pueda exigir que antes de procederse en contra de dicho bien se persiga el crédito en otros
bienes del deudor.

4.1. Limitación a la facultad de disposición

Esta limitación será diferente según: a) el bien que se declara familiar sea el inmueble que
sirva de residencia principal de los convivientes civiles, o los bienes muebles que guarnecen el
hogar, o b) se trate de las acciones o derechos que los convivientes civiles tengan en una
sociedad propietaria del bien raíz que les sirve de residencia principal.

38
En el primer caso, el artículo 142 dice que no se podrán enajenar o gravar voluntariamente,
ni prometer gravar o enajenar, los bienes familiares sino con la autorización del conviviente civil
no propietario. La misma limitación regirá para la celebración de contratos de arrendamiento,
comodato o cualesquiera otros que concedan derechos personales de uso o de goce sobre
algún bien familiar.

La autorización deberá ser específica y otorgada por escrito, o por escritura pública si el acto
exigiere esta solemnidad, o interviniendo expresa y directamente de cualquier modo en el
mismo. Podrá prestarse en todo caso por medio de mandato especial que conste por escrito o
por escritura pública, según el caso.

El artículo 144 establece una autorización judicial subsidiaria, prescribiendo que, en los casos
del artículo 142, la voluntad del conviviente civil no propietario de un bien familiar podrá ser
suplida por el juez en caso de imposibilidad o negativa que no se funde en el interés de la familia.
El juez resolverá, previa audiencia a la que será citado el conviviente civil, en caso de negativa
de éste.

En el segundo caso (acciones o derechos), el efecto está indicado en el artículo 146 inc. 2º y
consiste en que, producida la afectación de derechos o acciones, se requerirá asimismo la
voluntad de ambos convivientes civiles para realizar cualquier acto como socio o accionista de
la sociedad respectiva, que tenga relación con el bien familiar (la expresión bien familiar en este
inciso es impropia, desde que el bien no es de ninguno de los convivientes civiles, sino de la
sociedad en que los convivientes civiles son socios).

Luego, el conviviente civil propietario, en este caso, queda sujeto a una doble limitación: 1.
No puede disponer de los derechos o acciones en la sociedad, sino con autorización del otro
conviviente civil (art. 142), y 2. Requiere de la voluntad del otro conviviente civil para realizar los
actos que deba hacer como socio o accionista, siempre que recaigan sobre el bien familiar (art.
146 inc. 2º).

Sanción para el caso en que se realicen estos actos sin


la autorización del conviviente civil no propietario

La sanción es la nulidad relativa, correspondiendo la acción rescisoria al conviviente civil no


propietario. Así lo dice el artículo 143 inciso 1º. En el caso del artículo 146, también la sanción
es la nulidad relativa, pero no por aplicación del artículo 143 (que sólo hace referencia al artículo
anterior), sino de las reglas generales, por haberse omitido un requisito establecido en atención
al estado o calidad de las partes.

Efectos de la nulidad respecto de los terceros


adquirentes de un bien familiar

El artículo 143 en su inciso 2º establece que "Los adquirentes de derechos sobre un inmueble
que es bien familiar, estarán de mala fe a los efectos de las obligaciones restitutorias que la
declaración de nulidad origine".

Es una presunción de derecho y rige únicamente para la enajenación de bienes inmuebles.


No para los muebles, por no encontrarse sujetos a registro. Para ellos mantienen su vigencia el
artículo 1687 y la presunción de buena fe del artículo 707.

4.2. Beneficio de excusión en favor del


conviviente civil no propietario

39
La constitución de un bien como familiar no le da el carácter de inembargable. Sin embargo,
y con el objeto de proteger al conviviente civil beneficiado con tal declaración, se le otorga un
beneficio de excusión, para que pueda "exigir que antes de proceder contra los bienes familiares
se persiga el crédito en otros bienes del deudor" (art. 148). Este beneficio se debe hacer valer
como excepción dilatoria (art. 303 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil).

Las disposiciones del Título XXXVI del Libro Cuarto, sobre la fianza, se aplicarán al ejercicio
de la excusión en cuanto corresponda (art. 148, inc. 1º, parte final).

Notificación al conviviente civil no propietario


del mandamiento de ejecución

El artículo 148 en su inciso 2º establece que, cada vez que en virtud de una acción ejecutiva
deducida por un tercero acreedor se disponga el embargo de algún bien familiar de propiedad
del conviviente civil deudor, el juez dispondrá que se notifique personalmente el mandamiento
correspondiente al conviviente civil no propietario. La finalidad de esta notificación es que el
conviviente civil no propietario pueda plantear el beneficio de excusión, mediante la
correspondiente excepción (art. 464 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil).

5. Derechos de usufructo, uso o habitación constituidos judicialmente sobre un bien familiar

El artículo 147 prescribe (ya hemos dicho, con las adaptaciones del caso) que durante el
acuerdo de unión civil el juez podrá constituir, prudencialmente, a favor del conviviente civil no
propietario derechos de usufructo, uso o habitación sobre los bienes familiares. En la
constitución de esos derechos y en la fijación del plazo que les pone término, el juez tomará
especialmente en cuenta el interés de los hijos, cuando los haya, y las fuerzas patrimoniales de
los convivientes civiles.

El tribunal podrá, en estos casos, fijar otras obligaciones o modalidades si así pareciere
equitativo.

La declaración judicial a que se refiere el inciso anterior servirá como título para todos los
efectos legales.

La constitución de los mencionados derechos sobre bienes familiares no perjudicará a los


acreedores que el conviviente civil propietario tenía a la fecha de su constitución, ni aprovechará
a los acreedores que el conviviente civil no propietario tuviere en cualquier momento.

6. Desafectación de un bien familiar

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El artículo 145 establece tres formas de desafectación:

a) Por acuerdo de los convivientes civiles. Cuando se refiera a un inmueble debe constar en
escritura pública, que debe anotarse al margen de la inscripción respectiva (art. 145, inc. 1º).

La ley no resuelve si del mismo modo se hace la desafectación en el caso de las acciones o
derechos en sociedades propietarias del inmueble donde tiene residencia principal la familia. Si
hay acuerdo, no vemos inconveniente para que con las mismas formalidades se haga la
desafectación de tales acciones o derechos.

b) Por resolución judicial, recaída en juicio seguido por el conviviente civil propietario en contra
del no propietario, fundado en que el bien no está destinado a los fines que indica el artículo
141, esto es, que no les sirve de residencia principal si se trata de un inmueble o, tratándose de
muebles, que no guarnecen el hogar común, lo que deberá probar (art. 145, inc. 2º).

c) Por resolución judicial, cuando el acuerdo de unión civil ha sido declarado nulo o ha
terminado por muerte de uno de los convivientes civiles, por mutuo acuerdo o por voluntad
unilateral de uno de ellos. En tales casos el conviviente civil propietario del bien familiar o
cualquiera de sus causahabientes deberá formular al juez la petición correspondiente (art. 145,
inciso final). Aquí también surgirá la controversia que se ha suscitado en el matrimonio, en
cuanto a si se puede pedir la desafectación del bien familiar una vez que el matrimonio termina.
Recién dictada la ley Nº 19.335, que incorporó en nuestra legislación la figura de los bienes
familiares, los tribunales hicieron una aplicación literal del inciso final del artículo 145 del Código
Civil y decretaron la desafectación de los bienes declarados familiares en caso de que el
matrimonio hubiese terminado por muerte de uno de los cónyuges, divorcio o nulidad. Luego la
jurisprudencia varió y, recurriendo al elemento lógico, interpretó ese inciso final con el que le
precede, concluyendo que, si el bien en cuestión continuaba siendo la residencia principal de la
familia, no podía declararse su desafectación, no obstante que el matrimonio hubiese
terminado116.

Capítulo noveno Derechos hereditarios

1. Calidad de heredero, legitimario y asignatario de la cuarta de mejoras del conviviente civil

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"Cada conviviente civil será heredero intestado y legitimario117del otro y concurrirá en su
sucesión de la misma forma y gozará de los mismos derechos que corresponden al cónyuge
sobreviviente. El conviviente civil podrá también ser asignatario de la cuarta de mejoras"118(art.
16 de la LAUC).

Se amplía así el catálogo de herederos intestados, legitimarios y asignatarios de la cuarta de


mejoras, señalados en los artículos 983, 1182 y 1184 inciso 3º del Código Civil,
respectivamente.

En síntesis, en el primer orden sucesorio el conviviente civil sobreviviente recibirá una porción
que, por regla general, será equivalente al doble de lo que por legítima rigorosa o efectiva
corresponda a cada hijo. Si hubiere sólo un hijo, la cuota del conviviente civil será igual a la
legítima rigorosa o efectiva de ese hijo119. Pero en ningún caso la porción que corresponda al
conviviente civil bajará de la cuarta parte de la herencia (sucesión intestada), o de la cuarta
parte de la mitad legitimaria (sucesión testada), todo conforme al artículo 988 del Código Civil.

En el segundo orden sucesorio, si el difunto no ha dejado posteridad, le sucederán el


conviviente civil sobreviviente y sus ascendientes de grado más próximo. En este caso, la
herencia se dividirá en tres partes, dos para el conviviente civil y una para los ascendientes. A
falta de éstos, se llevará todos los bienes el conviviente civil, y, a falta de conviviente civil, los
ascendientes (artículo 989 del Código Civil)120.

2. Desheredamiento

"El conviviente civil sobreviviente podrá ser desheredado por cualquiera de las tres primeras
causas de desheredamiento indicadas en el artículo 1208 del Código Civil" (art. 17 de la LAUC),
esto es, i) por haber cometido injuria grave contra el testador en su persona, honor o bienes, o
en la persona, honor o bienes de cualquiera de sus ascendientes o descendientes; ii) por no
haberle socorrido en el estado de demencia o destitución, pudiendo; iii) por haberse valido de
fuerza o dolo para impedirle testar121.

Los cónyuges pueden ser desheredados por estas mismas tres causales, según el artículo
1208 inciso final del CC.

Como nada dice la LAUC sobre las indignidades para suceder (artículos 968 y ss. del Código
Civil), en opinión de Gómez de la Torre no serían aplicables a los convivientes civiles, pues ellas
deben estar expresamente establecidas por el legislador, ya que son de derecho estricto y no
pueden aplicarse por analogía122. Discrepamos, considerando que el artículo 23 de la LAUC
dice que "todas las inhabilidades, incompatibilidades y prohibiciones que las leyes y
reglamentos establecen respecto de los cónyuges se harán extensivas, de pleno derecho, a los
convivientes civiles", y las indignidades referidas no son sino una inhabilidad para heredar.

42
3. Adjudicación preferente de la vivienda familiar

"El conviviente civil sobreviviente tendrá también el derecho de adjudicación preferente que
la regla 10ª del artículo 1337 del Código Civil otorga al cónyuge sobreviviente. Tendrá,
asimismo, en iguales condiciones que las prescritas en esta regla, los derechos de habitación y
de uso, que la misma concede al cónyuge sobreviviente para el caso en que el valor total del
inmueble en que resida y que sea o haya sido la vivienda principal de la familia, así como del
mobiliario que lo guarnece, excedan su cuota hereditaria" (art. 19)123.

4. Término de los derechos sucesorios

"Los derechos sucesorios y la condición de legitimario que la ley otorga al conviviente civil
sobreviviente sólo tendrán lugar si el acuerdo de unión civil celebrado con el difunto no ha
expirado a la fecha de la delación de la herencia" (art. 18). La delación es el actual llamamiento
de la ley a aceptar o repudiar la herencia y tiene lugar, por regla general, en el momento del
fallecimiento del causante (art. 956 del Código Civil).

Capítulo décimo Derecho de alimentos

1. Socorro y ayuda mutua. Conceptos

El acuerdo de unión civil no da derecho a demandar de alimentos al otro conviviente, pues el


artículo 14 de la LAUC dispone que los convivientes civiles se deberán "ayuda mutua", y los

43
alimentos provienen del deber de "socorro". Ayuda mutua y socorro son conceptos distintos.
Como explica Ramos, el deber de ayuda mutua consiste en los cuidados personales y
constantes que los cónyuges se deben recíprocamente y, citando a Puig Peña, dice que este
deber abarca "todo lo que pudiéramos llamar el lado negativo de la vida: miserias, desgracias,
enfermedades", mientras que el deber de socorro (arts. 131 y 321 Nº 1 del Código Civil) son los
alimentos que los cónyuges se deben entre sí124.

2. Procedencia del derecho de alimentos en el AUC

Estaba en lo correcto Eduardo Court al decir, durante la discusión de la ley, que: "Si existiera
este derecho (alimentos) en el Acuerdo de Vida en Pareja y uno de los contrayentes es
demandado, lo primero que hará será poner término unilateral a dicho acuerdo. Por ello, no
tiene sentido incorporarlo en esta iniciativa"125. Cristián Lepin agregó que "si se agregan los
alimentos y el deber de fidelidad prácticamente se trataría del mismo estatuto del matrimonio"126.
En contra, Mauricio Tapia planteó que este artículo [14] señala que los convivientes se deben
ayuda mutua (cuidados personales y constantes entre ellos) y que con igual o mayor razón
deberían también deberse "socorro", esto es, alimentos. Para ello, debería considerarse al
conviviente civil como titular del derecho de alimentos, modificando las normas respectivas del
Código Civil (arts. 321 y ss.). A su juicio, parece a todas luces una discriminación arbitraria que
se deba al cónyuge alimentos y que no ocurra lo mismo en el AVP, pues es una obligación con
sentido "humanitario" que tiende a proporcionar al desfavorecido patrimonialmente lo necesario
al menos para subsistir127. Finalmente, el deber de socorro no fue incorporado en el artículo 14
citado.

Dado que la Ley de Acuerdo de Unión Civil confiere a los convivientes derechos hereditarios,
compensación económica en caso de término y la posibilidad de declarar familiar la residencia
principal, la ausencia del derecho de alimentos viene a ser una de las diferencias sustantivas
entre el matrimonio y el acuerdo de unión civil.

Capítulo undécimo Compensación económica

44
1. Procedencia de la compensación económica en el Acuerdo de Unión Civil

Durante la tramitación de la ley se discutió si la compensación económica debía tener o no


lugar en esta nueva institución que es el acuerdo de unión civil.

Como cuestión previa cabe recordar que, en una controvertida sentencia de 7 de marzo de
2012, la Corte Suprema otorgó compensación económica a una concubina
sobreviviente, argumentando en síntesis la falta de ley que regulara la materia y la equidad128.
Claramente se trató de una sentencia dictada contra legem, pues el artículo 61 de la Ley de
Matrimonio Civil ordena el pago de la compensación económica sólo en caso de que
el matrimonio termine por divorcio o nulidad. Más aún, en este caso se concedió compensación
a una concubina sobreviviente, derecho que ni siquiera el viudo o viuda tienen, porque como se
sabe la compensación no tiene lugar cuando el matrimonio termina por muerte de uno de los
cónyuges. Ninguna laguna o vacío legal, por tanto, había al respecto. Guste o no, la ley es clara
en cuanto a que el derecho a compensación sólo corresponde a los cónyuges y no hay por qué
hacer decir a la ley lo que no dice. Otros eran los mecanismos —comunidad de bienes, sociedad
de hecho u otro129— si se quería proteger los intereses patrimoniales de la solicitante.

En la discusión de la nueva ley, algunos negaron la posibilidad de otorgar compensación


económica en caso de término del acuerdo de unión civil, cuestión que fue refutada por
otros, reflejándose la controversia, en síntesis, en los siguientes términos: "El profesor de
Derecho Civil, señor Corral Talciani, señala que 'el fundamento de la compensación económica
consiste en la confianza del cónyuge más débil en que el matrimonio será para toda la vida'.
Consignó que el acuerdo [de unión civil], en su esencia, no se prevé que sea para toda la vida",
mientras que para la profesora señora Lathrop "la esencia de la compensación económica es
indemnizar el menoscabo económico que ha sufrido uno de los cónyuges en el matrimonio y no
tiene por objeto reconocer o favorecer la menor o mayor duración de la unión afectiva"130.

Finalmente, la Ley de Acuerdo de Unión Civil sí contempló la compensación económica, en


los siguientes términos: "Si como consecuencia de haberse dedicado al cuidado de los hijos o
a las labores propias del hogar común, uno de los convivientes civiles no pudo desarrollar una
actividad remunerada o lucrativa durante la vigencia del acuerdo de unión civil, o lo hizo en
menor medida de lo que podía y quería, tendrá derecho a que, cuando se produzca el término
del acuerdo por las causales señaladas en las letras d), e) y f) del artículo precedente, se le
compense el menoscabo económico sufrido por esta causa" (art. 27).

Esta norma es una repetición, mutatis mutandi, del artículo 61 de la Ley de Matrimonio Civil.

2. Requisitos131

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Para la compensación económica en el acuerdo de unión civil es necesario:

a) Que durante la vigencia del AUC uno de los convivientes se hubiese dedicado al cuidado
de los hijos o a las labores propias del hogar común;

b) Que como consecuencia de ello ese conviviente no haya podido desarrollar una actividad
remunerada o lucrativa durante la vigencia del acuerdo de unión civil, o lo haya hecho en menor
medida de lo que podía y quería, y

c) Que haya un menoscabo económico sufrido por esta causa132.

3. Casos en que procede

Conforme al artículo 27, en el acuerdo de unión civil la compensación económica tiene lugar
cuando éste termine por las causales señaladas en las letras d), e) y f) del artículo 26133, esto
es, por mutuo acuerdo de los convivientes civiles, por voluntad unilateral de uno de ellos y por
declaración judicial de nulidad del acuerdo, respectivamente134.

4. Regulación y determinación. Remisión a la LMC

El mismo artículo 27 señala que la compensación "se regulará y determinará en la forma


prevista en los artículos 62 a 66 de la ley Nº 19.947". De manera que la nueva ley se remite en
todo a lo ya regulado sobre la materia en el matrimonio135. Esta remisión genérica, sin duda, va
a originar problemas, como ya se hizo presente en la tramitación de la ley. Así, se advirtió que:
"Entre dichos artículos [...] está el inciso 2º del artículo 62, el cual prescribe que 'si se decretare
el divorcio en virtud del artículo 54 (divorcio culposo, culpable o sanción), el juez podrá denegar
la compensación económica que habría correspondido al cónyuge que dio lugar a la causal, o
disminuir prudencialmente su monto'. A propósito de esto, se nos genera un doble problema:
Por una parte, en el acuerdo de vida en pareja no hay una causal análoga al divorcio culposo
como causal de terminación, precisamente por la falta de deberes no patrimoniales entre los
convivientes civiles, y parece de toda justicia, que quien ha infringido algún deber, como por
ejemplo, el de fidelidad, vea rebajada o suprimida su compensación económica. Y en segundo
lugar, el artículo 54 de la Ley de Matrimonio Civil, al cual se refiere el inciso segundo del artículo
62, señala que se incurre en la causal de divorcio culposo al cometer 'conducta homosexual', lo
que debería tener una regulación especial en el caso del acuerdo de vida en pareja,
distinguiendo entre el acuerdo entre homosexuales y heterosexuales, o en su defecto, eliminar
la aplicación de dicha causal a este contrato"136.

46
5. Factores para determinar la cuantía de la compensación137

Para determinar la existencia del menoscabo económico y la cuantía de la compensación, se


considerará, especialmente, la duración del acuerdo de unión civil y de la vida en común de los
convivientes civiles; la situación patrimonial de ambos; la buena o mala fe; la edad y el estado
de salud del conviviente civil beneficiario; su situación en materia de beneficios previsionales y
de salud; su cualificación profesional y posibilidades de acceso al mercado laboral, y la
colaboración que hubiere prestado a las actividades lucrativas del otro conviviente civil (art. 62
de la LMC)138.

Respecto del primer criterio, esto es, la duración del acuerdo de unión civil y de la vida en
común de los convivientes civiles, es dable pensar que las personas que celebran un acuerdo
de unión civil probablemente han convivido durante un período previo a su formalización, de ahí
que en el AUC cobrará seguramente mayor relevancia que en el matrimonio el hecho de si debe
considerarse o no para la determinación del quantum de la compensación la convivencia que
haya precedido al acuerdo139. Como se sabe, el artículo 62 de la Ley de Matrimonio Civil señala
que uno de los factores a considerar es la duración del matrimonio y de la vida en común,
entendiéndose, por el contexto de la norma, que se refiere a la vida en común dentro del
matrimonio, pero en contra podría sostenerse que el artículo 62 no es taxativo y que no habría
inconveniente para considerar también la vida en común previa al matrimonio o al acuerdo de
unión civil, en especial si se dan los supuestos sustantivos de la compensación, esto es,
dedicación al cuidado de los hijos o al hogar común, imposibilidad de desarrollar una actividad
remunerada y menoscabo.

6. Determinación convencional y judicial de la compensación

La compensación económica y su monto y forma de pago, en su caso, serán convenidos por


los convivientes civiles, si fueren mayores de edad, mediante acuerdo que constará en escritura
pública o acta de avenimiento, las cuales se someterán a la aprobación del tribunal (art. 63 de
la LMC)140.

A falta de acuerdo, corresponderá al juez determinar la procedencia de la compensación


económica y fijar su monto (art. 64 de la LMC).

47
7. Oportunidad para solicitar la compensación económica

Si el acuerdo de unión civil termina por declaración judicial de nulidad (art. 26 letra f), y dado
que el artículo 27 inciso 2º de la nueva Ley de Acuerdo de Unión Civil se remite en lo relativo a
la regulación de la compensación económica a lo establecido en la Ley de Matrimonio Civil, hay
que aplicar su artículo 64 incisos 2º y 3º, de manera que, si no se solicitare en la demanda, el
juez informará a los convivientes civiles la existencia de este derecho durante la audiencia
preparatoria. Pedida en la demanda, en escrito complementario de la demanda o en la
reconvención, el juez se pronunciará sobre la procedencia de la compensación económica y su
monto, en el evento de dar lugar a ella, en la sentencia de nulidad.

Si el acuerdo terminare por voluntad unilateral de uno de los convivientes (art. 26 letra
e), "la notificación de la terminación unilateral deberá contener mención de la existencia de este
derecho [compensación económica], así como la constancia de la fecha en la que fue subinscrita
la terminación. En este caso, la compensación económica podrá demandarse ante el tribunal
de familia competente, dentro del plazo de seis meses, contado desde la fecha de subinscripción
de la terminación del acuerdo de unión civil en el registro a que hace referencia el artículo
6º [Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil]" (art. 27 inciso final)141.

Para Barrientos, este inciso final del artículo 27 restringe la posibilidad de demandar la
compensación económica en caso de terminación del acuerdo por voluntad unilateral, al
prescribir que sólo puede demandarse en el término fatal de seis meses a contar desde la fecha
de subinscripción de la terminación del acuerdo de unión civil. Tal es la finalidad, dice, de
disponerse que la notificación deba contener la mención de la existencia del derecho a la
compensación, y la constancia de la fecha en que fue subinscrita la terminación del acuerdo.
Con todo, como la falta de notificación no afecta al término del acuerdo de unión civil, puede
plantearse la cuestión de en qué situación queda el derecho de demandar la compensación
económica cuando no se ha notificado al conviviente civil. Entiende el mismo autor que en este
evento "podrá demandar la compensación económica según las reglas generales, sin perjuicio
de lo que se prescribe en el inciso 4º de la letra e) del artículo 26: 'La falta de notificación no
afectará el término del acuerdo de unión civil, pero hará responsable al contratante negligente
de los perjuicios que la ignorancia de dicho término pueda ocasionar al otro contratante'. Que
proceda en este caso el derecho a demandar la compensación económica según las reglas
generales, se deriva del propio texto de este inciso final. En efecto, en su primer período se
pone en el caso de haberse practicado la notificación con la mención del derecho de
compensación y con la constancia de la fecha de la subinscripción; y en su segundo período
señala las consecuencia de presentarse ese caso: 'En este caso la compensación económica
[...]'. Luego, si no se ha practicado la notificación, o si ella no se ha practicado en los términos
previstos por este inciso 3º, no se está en el 'caso' de excepción del inciso 3º"142. Por su parte,
Lepin sostiene que ante la imposibilidad de demandar la compensación económica, porque la
notificación del término unilateral se hizo una vez transcurridos los seis meses desde su
subinscripción, el conviviente civil podría demandar por los perjuicios causados en concreto por
la pérdida de la oportunidad de demandar la compensación económica, lo que no es lo mismo
que demandar por el monto que le habría correspondido a dicho título; en consecuencia, el
monto debería ser menor, ya que sólo se trata de la pérdida de la opción143.

Nada dijo la ley sobre la situación en que el acuerdo de unión civil termina por mutuo acuerdo
de los convivientes civiles (art. 26 letra d), tal vez porque entendió que, si el AUC termina de
común acuerdo, ello llevaría resuelto el tema de la compensación económica. Como la ley lo
único que exige es que ese acuerdo debe constar por escritura pública o acta otorgada ante
oficial del Registro Civil (sin que sea necesario un acuerdo completo y suficiente, como en el
divorcio de común acuerdo), bien podría suceder que los convivientes civiles pongan término a
su unión sin haberse pronunciado sobre la compensación económica, y entonces puede surgir

48
el problema del plazo que tiene para demandar el conviviente que estime que le asiste
compensación económica. Varias alternativas se pueden plantear: que ha habido una renuncia
tácita a la compensación o que si no se reguló al ponerse término al AUC, caducó el derecho a
pedir la compensación144, o bien que, no habiendo la ley señalado un plazo, habría que aplicar
los plazos generales de prescripción del Código Civil. Lo que no nos merece duda es que los
convivientes al momento de poner término a su vínculo por mutuo acuerdo podrían hacer
reserva expresa de su derecho a discutir posteriormente en sede judicial la procedencia y monto
de la compensación.

8. Pago de la compensación económica145

El juez determinará la forma de pago de la compensación, para lo cual podrá establecer las
siguientes modalidades:

1. Entrega de una suma de dinero, acciones u otros bienes. Tratándose de dinero, podrá ser
enterado en una o varias cuotas reajustables, respecto de las cuales el juez fijará seguridades
para su pago.

2. Constitución de derechos de usufructo, uso o habitación, respecto de bienes que sean de


propiedad del conviviente civil deudor. La constitución de estos derechos no perjudicará a los
acreedores que el conviviente civil propietario hubiere tenido a la fecha de su constitución, ni
aprovechará a los acreedores que el conviviente civil beneficiario tuviere en cualquier tiempo
(art. 65 de la LMC).

El artículo 80 de la Ley Nº 20.255, sobre Reforma Previsional, autoriza al juez a ordenar el


pago de la compensación económica, cualquiera haya sido el régimen patrimonial del
matrimonio, mediante el traspaso de fondos desde la cuenta de capitalización individual del
cónyuge que deba compensar a la cuenta de capitalización del cónyuge compensado o, de no
existir ésta, a una cuenta de capitalización individual, que se abra al efecto146. Esto no tiene
aplicación en el AUC, pues el artículo 31 de la nueva ley modificó algunas disposiciones de ley
Nº 20.255, sin que entre ellas esté el artículo 80 referido. Además, siendo una norma de
excepción, no cabe su aplicación por analogía al acuerdo de unión civil147.

Si el deudor no tuviere bienes suficientes para solucionar el monto de la compensación


mediante las modalidades indicadas, el juez podrá dividirlo en cuantas cuotas fuere necesario.
Para ello, tomará en consideración la capacidad económica del conviviente civil deudor y
expresará el valor de cada cuota en alguna unidad reajustable. La cuota respectiva se
considerará alimentos para el efecto de su cumplimiento148, a menos que se hubieren ofrecido
otras garantías para su efectivo y oportuno pago, lo que se declarará en la sentencia (art. 66 de
la LMC).

Capítulo duodécimo Término del Acuerdo de Unión Civil

49
1. Causales

Conforme al artículo 26, el acuerdo de unión civil termina:

1.1. Por muerte natural de uno de los convivientes civiles


(art. 26 letra a)

1.2. Por muerte presunta de uno de los convivientes civiles


(art. 26 letra b)

La ley se remite aquí a lo dispuesto en el artículo 43 de la Ley Nº 19.947,


sobre Matrimonio Civil, agregando que terminará también por la comprobación judicial de la
muerte149de uno de los convivientes civiles efectuada por el juez del último domicilio que el
difunto haya tenido en Chile, en los términos prescritos en los artículos 95 y 96 del Código Civil.

1.3. Por el matrimonio de los convivientes civiles entre sí,


cuando proceda (art. 26 letra c)

La expresión "cuando proceda" debe entenderse referida a convivientes civiles de distinto


sexo, porque el matrimonio es un contrato entre "un hombre y una mujer", según la definición
del artículo 102 del Código Civil.

1.4. Por mutuo acuerdo de los convivientes civiles (art. 26 letra d)

Dice la norma: "Por mutuo acuerdo de los convivientes civiles, que deberá constar por
escritura pública o acta otorgada ante oficial del Registro Civil"150 151.
-

Nótese que, a diferencia del divorcio por mutuo acuerdo, no se requiere sentencia judicial que
declare terminado el acuerdo de unión civil ni un acuerdo completo y suficiente que regule los
alimentos, la relación directa y regular y el cuidado de los hijos, por lo que todas estas materias,
de no haber acuerdo, serán discutidas en futuros juicios. Tampoco se exige que se acredite un
plazo mínimo de cese de la convivencia, como en el divorcio consensual, que es de un año.

1.5. Por voluntad unilateral de uno de los convivientes civiles152


(art. 26 letra e)

El texto de la norma señala: "Por voluntad unilateral de uno de los convivientes civiles, que
deberá constar por escritura pública o acta otorgada ante oficial del Registro Civil.

En cualquiera de estos casos, deberá notificarse al otro conviviente civil, mediante gestión
voluntaria ante el tribunal con competencia en materias de familia, en la que podrá comparecer
personalmente.

50
La notificación deberá practicarse por medio de receptor judicial, dentro de los veinte días
hábiles siguientes a la subinscripción de la referida escritura o acta, al margen de la inscripción
del acuerdo de unión civil, efectuada en el registro especial que establece el artículo 6º.

La falta de notificación no afectará el término del acuerdo de unión civil, pero hará responsable
al contratante negligente de los perjuicios que la ignorancia de dicho término pueda ocasionar
al otro contratante. Quedará relevado de esta obligación si el miembro de la pareja a quien debe
notificarse se encuentra desaparecido, o se ignora su paradero o ha dejado de estar en
comunicación con los suyos. En todo caso, no podrá alegarse ignorancia transcurridos tres
meses de efectuada la subinscripción".

Este último inciso deja claro que la notificación al otro conviviente no es un requisito para el
término del acuerdo de unión civil153, lo cual tendrá lugar, conforme al artículo 26 inciso final,
desde el momento en que se subinscriba la escritura o acta que contenga la voluntad unilateral
de uno de los convivientes de poner término al AUC.

Nótese que no se exige expresión de causa ni plazo mínimo de cese de la convivencia para
la terminación unilateral, como sí sucede en el divorcio unilateral. Tampoco se requiere una
sentencia judicial que declare el término del acuerdo de unión civil; la intervención judicial se
limita a ordenar la notificación al otro conviviente civil de la voluntad unilateral del conviviente
que ha decidido poner término al acuerdo.

El término del acuerdo de unión civil por las causales señaladas en las letras d) y e) (mutuo
acuerdo y unilateral) producirá efectos desde que la respectiva escritura pública o el acta
otorgada ante el oficial del Registro Civil, según corresponda, se anote al margen de la
inscripción del acuerdo de unión civil en el Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil a que
se refiere el artículo 6º (art. 26 inciso final).

En esta materia de terminación del vínculo es donde se aprecia una de las diferencias más
importantes entre el matrimonio y el acuerdo de unión civil, pues en el primero —salvo el caso
de muerte— siempre se requiere sentencia judicial que le ponga término, como sucede con la
nulidad y el divorcio (aun en caso de mutuo acuerdo), en tanto que al acuerdo de unión civil se
le puede poner término incluso unilateralmente, sin necesidad de resolución judicial que así lo
declare.

1.6. Por declaración judicial de nulidad del acuerdo


(art. 26 letra f).

Esta causal es tratada en el capítulo siguiente154.

2. Efectos del término del acuerdo

"El término del acuerdo de unión civil pone fin a todas las obligaciones y derechos cuya
titularidad y ejercicio deriven de la vigencia del contrato" (art. 28)155.

51
Además, el término del acuerdo restituirá a los contrayentes el estado civil que tenían antes
de celebrar este contrato, salvo en la situación prevista en la letra c) del artículo 26, esto es, por
el matrimonio de los convivientes civiles entre sí (art. 1º inciso 2º)156.

Capítulo decimotercero Nulidad del Acuerdo de Unión Civil

1. Causales

El acuerdo de unión civil que no reúna los requisitos establecidos en los artículos 7º (ser capaz
y tener la libre administración de los bienes), 8º (consentimiento libre y espontáneo) y
9º (impedimento por parentesco, vínculo matrimonial no disuelto o acuerdo de unión civil
vigente) "es nulo"157, dice el artículo 26, letra f), inciso 2º.

En forma reiterativa la ley señala que: "Será también nulo el acuerdo celebrado mediante
fuerza ejercida en contra de uno o de ambos contrayentes o cuando se ha incurrido en un error
acerca de la identidad de la persona con la que se contrata..." (art. 26, letra f), inciso 5º).

2. Legitimación activa

Conforme al artículo 26, letra f), inciso 3º, la acción de nulidad corresponde a cualquiera de
los presuntos convivientes civiles158, salvo las siguientes excepciones:

a) Cuando el acuerdo haya sido celebrado por una persona menor de dieciocho años, la
acción de nulidad sólo podrá ser intentada por ella o por sus ascendientes (art. 26, letra f), inciso
4º),

b) En caso de error o fuerza, la acción sólo podrá ser intentada por el afectado (art. 26, letra
f), inciso 5º).

52
c) La muerte de uno de los convivientes civiles extingue la acción de nulidad, salvo cuando el
acuerdo de unión civil haya sido celebrado en artículo de muerte159, o que la causal que funde
la acción sea la existencia de un vínculo matrimonial no disuelto o de otro acuerdo de unión civil
vigente, casos en que la acción podrá ser intentada por los herederos del difunto (art. 26, letra
f), inciso 6º).

d) La acción de nulidad fundada en la existencia de un vínculo matrimonial no disuelto o de


otro acuerdo de unión civil vigente corresponderá, también, al cónyuge o al conviviente civil
anterior o a sus herederos (art. 26, letra f), inciso 7º).

3. Prescripción

Según el artículo 26, letra f), inciso 3º, la acción de nulidad sólo podrá ejercitarse mientras
ambos convivientes civiles vivan, salvo las siguientes excepciones:

a) Cuando el acuerdo haya sido celebrado por una persona menor de dieciocho años, la
acción de nulidad prescribirá al expirar el término de un año desde que el menor hubiese
alcanzado la mayoría de edad (art. 26, letra f), inciso 4º),

b) En caso de error o fuerza, la acción sólo podrá ser intentada dentro del plazo de un año
contado desde que cese la fuerza o desde la celebración del acuerdo, en caso de error (art. 26,
letra f), inciso 5º),

c) La muerte de uno de los convivientes civiles extingue la acción de nulidad, salvo cuando el
acuerdo de unión civil haya sido celebrado en artículo de muerte, o que la causal que funde la
acción sea la existencia de un vínculo matrimonial no disuelto o de otro acuerdo de unión civil
vigente, casos en que la acción podrá ser intentada dentro del plazo de un año contado desde
el fallecimiento (art. 26, letra f), inciso 6º).

4. Subinscripción

La sentencia ejecutoriada en que se declare la nulidad del acuerdo de unión civil deberá
subinscribirse al margen de la inscripción del acuerdo de unión civil y no será oponible a terceros
sino desde que esta subinscripción se verifique (art. 26 letra f).

53
5. Putatividad

Según Corral es curioso que no se reproduzca respecto de la unión civil la institución del
matrimonio putativo en caso de buena fe o justa causa de error de ambas o alguna de las partes.
En el evento de declararse la nulidad del acuerdo de unión civil, ésta operará con todo el rigor
de su efecto retroactivo, pero ¿qué pasará, por ejemplo, con la comunidad de bienes y los
derechos adquiridos por terceros? No hay que ser demasiado suspicaces, dice el mismo autor,
para elucubrar que esta retroactividad podría ser utilizada ex profeso para perjudicar
fraudulentamente a terceros160.

Capítulo decimocuarto Competencia

Competencia de los tribunales de familia

"Conocerá de los asuntos a que se refiere el artículo 8º de la ley Nº 19.968, que se promuevan
entre los convivientes civiles, el juez con competencia en materias de familia161.

Con todo, la liquidación de los bienes comunes podrá efectuarse de común acuerdo por los
convivientes civiles o sus herederos. También podrán las partes o sus herederos, de común
acuerdo, someter la liquidación al conocimiento de un juez partidor, otorgándole incluso el
carácter de árbitro arbitrador" (art. 22).

Capítulo decimoquinto Modificaciones a diversos cuerpos legales

54
1. Modificaciones al Código de Procedimiento Civil (art. 34 de la LAUC)

1.1. Suspensión de la vista de la causa

En materia de vista de la causa por tribunales colegiados, se agrega al conviviente civil del
abogado defensor entre las personas cuya muerte permite suspender la vista.

Esta causal de suspensión queda redactada como sigue: "Sólo podrá suspenderse en el día
designado al efecto la vista de la causa, o retardarse dentro del mismo día: 4º. Por muerte del
cónyuge o conviviente civil o de alguno de los descendientes o ascendientes del abogado
defensor, ocurrida dentro de los ocho días anteriores al designado para la vista" (art. 165 Nº 4
del Código de Procedimiento Civil).

1.2. Bienes inembargables

En el catálogo de bienes inembargables del artículo 445 se incluye al conviviente civil dentro
de las personas cuya sustentación impide embargar las rentas periódicas que el deudor cobre
de una fundación o que deba a la liberalidad de un tercero (art. 445 Nº 4). Del mismo modo, se
extiende la inembargabilidad a la ropa necesaria para el abrigo del conviviente civil del deudor
(art. 445 Nº 8 del Código de Procedimiento Civil).

2. Modificaciones al Código Orgánico de Tribunales (art. 35 de la LAUC)

2.1. Implicancia (art. 195 del Código Orgánico de Tribunales)

En términos generales, las modificaciones en esta materia se refieren a otorgar al conviviente


civil el mismo tratamiento que al cónyuge, así como eliminar las alusiones a la legitimidad de la
filiación.

2.1.1. Se modifica la causal de implicancia consistente en ser una parte o su representante


legal cónyuge o pariente del juez: además de incluirse al conviviente civil del juez, se sustituye
la palabra "consorte" por la de "cónyuge" y se suprime la alusión a las calidades de "pariente
consanguíneo legítimo" y de "hijo natural".

Esta causal queda como sigue: "Art. 195. Son causas de implicancia: 2º Ser el juez cónyuge,
conviviente civil o pariente consanguíneo en cualquiera de los grados de la línea recta y en la

55
colateral hasta el segundo grado, o ser padre o hijo adoptivo de alguna de las partes o de sus
representantes legales".

2.1.2. Se modifica la causal de implicancia relativa al parentesco del juez con el abogado de
alguna de las partes, suprimiendo la alusión a las calidades de ascendiente o descendiente
"legítimo" e "hijo natural".

La causal queda de la siguiente manera: "Art. 195. Son causas de implicancia: 4º Ser el juez
ascendiente o descendiente, o padre o hijo adoptivo del abogado de alguna de las partes".

2.1.3. Se modifica la causal de implicancia consistente en tener el juez, su cónyuge o ciertos


parientes causa pendiente en que deba fallar como juez alguna de las partes: además de
incluirse al conviviente civil del juez entre las personas que deben tener dicha causa pendiente
para que tenga lugar la inhabilidad, se sustituye la palabra "consorte" por la de "cónyuge" y se
suprime la alusión a las calidades de ascendiente o descendiente "legítimo" e "hijo natural".

La causal queda como sigue: "Art. 195. Son causas de implicancia: 6º Tener el juez, su
cónyuge o conviviente civil, sus ascendientes o descendientes, o su padre o hijo adoptivo, causa
pendiente en que deba fallar como juez alguna de las partes".

2.1.4. Se modifica la causal de implicancia consistente en tener el juez, su cónyuge o ciertos


parientes causa pendiente en que se ventile la misma cuestión que el juez debe fallar: además
de incluirse al conviviente civil del juez entre las personas que deben tener dicha causa
pendiente para que tenga lugar la inhabilidad, se sustituye la palabra "consorte" por la de
"cónyuge" y se suprime la alusión a las calidades de ascendiente o descendiente "legítimo" e
"hijo natural".

La causal de implicancia en comento queda así: "Art. 195. Son causas de implicancia:
7º Tener el juez, su cónyuge o conviviente civil, sus ascendientes o descendientes, o su padre
o hijo adoptivo, causa pendiente en que se ventile la misma cuestión que el juez debe fallar".

2.1.5. Se modifica la causal de implicancia consistente en tener el juez, su cónyuge o ciertos


parientes la calidad de heredero testamentario de alguna de las partes: además de incluirse al
conviviente civil del juez entre las personas que deben tener dicha calidad para que tenga lugar
la inhabilidad, se sustituye la palabra "consorte" por la de "cónyuge" y se suprime la alusión a
las calidades de ascendiente o descendiente "legítimo" e "hijo natural".

La causal de implicancia que se analiza queda con el siguiente texto: "Art. 195. Son causas
de implicancia: 9º Ser el juez, su cónyuge o conviviente civil, alguno de sus ascendientes o
descendientes o su padre o hijo adoptivo, heredero instituido en testamento por alguna de las
partes".

2.2. Recusación (art. 196 del Código Orgánico de Tribunales)

Al igual que en el caso de las causales de implicancia, en general las modificaciones en esta
materia se refieren a otorgar al conviviente civil el mismo tratamiento que al cónyuge, así como
eliminar las alusiones a la legitimidad de la filiación.

2.2.1. Se elimina de las dos primeras causales (parentesco del juez con alguna de las partes
o sus representantes legales o parentesco del juez con el abogado de alguna de las partes) la
alusión a la legitimidad o ilegitimidad de la filiación (art. 196 Nºs. 1 y 2).

56
2.2.2. En la causal consistente en ser el juez, su consorte o parientes deudor o acreedor de
alguna de las partes o de su abogado, se amplía su aplicación sustituyendo el vocablo
"consorte" por "cónyuge o conviviente civil" (art. 196 Nº 5).

2.2.3. En las causales relativas a la existencia de causas pendientes que tengan ciertos
parientes del juez en que deba fallar como juez alguna de las partes o en que se ventile la misma
cuestión que el juez debe fallar, se elimina la alusión a la legitimidad o ilegitimidad de la filiación
(art. 196 Nºs. 6 y 7).

2.2.4. En la causal consistente en la existencia de pleitos civiles o criminales entre las partes
y el juez, su consorte o ciertos parientes de éste, se amplía su aplicación sustituyendo el vocablo
"consorte" por "cónyuge o conviviente civil" (art. 196 Nº 8).

2.2.5. En la causal consistente en haberse instituido como heredero testamentario a ciertos


parientes del juez por alguna de las partes, se elimina la alusión a la legitimidad o ilegitimidad
de la filiación (art. 196 Nº 11).

2.2.6. En la causal consistente en ser el juez, su consorte o alguno de sus parientes socio
colectivo, comanditario o de hecho de alguna de las partes, se amplía la causal sustituyendo el
vocablo "consorte" por "cónyuge o conviviente civil" (art. 196 Nº 13).

2.3. Nombramientos, inhabilidades e incompatibilidades


(art. 259 del Código Orgánico de Tribunales)

2.3.1. Se incluye entre quienes no podrán ser nombrados ministro de Corte de Apelaciones
ni ser incluidos en la terna para ello a los ligados con algún ministro o fiscal judicial de la Corte
Suprema por un acuerdo de unión civil (art. 259, inciso 1º).

2.3.2. Se incluye al conviviente civil de un ministro de Corte de Apelaciones entre quienes no


podrán figurar en ternas o ser nombrados en cargo alguno del Escalafón Primario que deba
desempeñarse dentro del territorio jurisdiccional de la Corte de Apelaciones donde aquél ejerce
su ministerio (art. 259, inciso 2º).

2.3.3. Se establece, al igual que para el caso de matrimonio, que si dos miembros de un
mismo tribunal estando ya en funciones celebraren un acuerdo de unión civil, uno de ellos será
trasladado a un cargo de igual jerarquía. En tal caso, el traslado afectará a aquel que determinen
los convivientes civiles, a falta de asenso, la Corte Suprema (art. 259, inciso 5º).

2.3.4. Se establece, al igual que en caso de matrimonio, que el ministro de la Corte Suprema
que tenga acuerdo de unión civil con un miembro del Poder Judicial no podrá tomar parte alguna
en asuntos en que éste pueda tener interés (art. 259, inciso 6º).

2.4. Prohibiciones

2.4.1. Se incluye la defensa de las causas de convivientes civiles dentro de las excepciones
a la prohibición general a los jueces de ejercer la abogacía (art. 316 inciso 1º).

2..4.2. Se incluye al conviviente civil entre las personas para las cuales el juez tiene prohibido
comprar o adquirir a cualquier título las cosas o derechos que se litiguen en los juicios en que
él conozca (art. 321 inciso 1º).

57
2.4.3. Se incluye la defensa de las causas de convivientes civiles dentro de las excepciones
a la prohibición general a los auxiliares de la Administración de Justicia de ejercer la abogacía
(art. 479 inciso 1º).

3. Modificaciones a la Ley Nº 20.000, que Sanciona el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y


Sustancias Sicotrópicas (art. 36 de la LAUC)

Se incluye como sujeto de medidas especiales de protección al conviviente civil del testigo,
del perito, del informante, del agente encubierto o revelador y de quien haya colaborado
eficazmente en el procedimiento, en los términos del artículo 22 de la misma ley, cuando el
Ministerio Público estimare, por las circunstancias del caso, que existe riesgo o peligro grave
para su vida o integridad física.

4. Modificaciones a la Ley Nº 20.340, que Regula los Actos y Contratos que se pueden
celebrar respecto de viviendas adquiridas con el respaldo de los programas habitacionales
estatales (art. 37 de la LAUC)

Su artículo primero, modificado por la nueva ley que crea el AUC, aplica al acuerdo de unión
civil las mismas normas hasta ahora aplicables al matrimonio respecto de la facultad de
cualquier cónyuge para representar al cónyuge deudor sin su autorización para determinados
actos y contratos. La disposición queda como sigue:

"Artículo 1º.- Cualquiera de los cónyuges o de los contrayentes de un acuerdo de unión civil
vigente, sin importar el régimen patrimonial existente entre ellos, estará facultado para
representar al cónyuge o conviviente civil deudor en la ejecución de todos los actos y en la
celebración de todos los contratos que procedan para renegociar, repactar o novar los créditos
obtenidos para el financiamiento de las viviendas cuya adquisición o construcción haya sido
financiada, en todo o en parte, por el Estado mediante sus programas habitacionales. Para estos
efectos, no se requerirá la comparecencia del otro cónyuge o conviviente civil, ni su autorización
ni la de la justicia, para la constitución, reserva o extinción de hipotecas y gravámenes
destinados a caucionar las obligaciones que se convengan en virtud de la renegociación,
repactación o novación".

58
5. Modificaciones al Código Sanitario (art. 38 de la LAUC)

Se incluye a la persona con la que el difunto tuviere vigente un acuerdo de unión civil al
momento de su muerte entre aquellas que, si no manifestaren su oposición dentro del plazo y
en la forma que señala el reglamento del Código, podrán entonces los cadáveres ser destinados
a estudios e investigación científica, y sus órganos y tejidos destinados a la elaboración de
productos terapéuticos y a la realización de injertos (art. 147 del Código Sanitario).

Podrán también destinarse a injertos con fines terapéuticos los tejidos de cadáveres de
personas cuando la persona con la que haya mantenido un acuerdo de unión civil vigente al
momento de su muerte otorgue autorización en un acta suscrita ante el director del
establecimiento hospitalario donde hubiere ocurrido el fallecimiento (art. 148 del Código
Sanitario).

6. Modificaciones al Código Penal (art. 39 de la LAUC)

6.1. Se incluye la defensa de la persona o derechos del conviviente civil en la exención de


responsabilidad de legítima defensa del numeral 5º del artículo 10 del Código Penal.

6.2. Se incorpora al conviviente civil en la circunstancia atenuante o agravante del artículo 13,
quedando la disposición como sigue:

"Es circunstancia atenuante o agravante, según la naturaleza y accidentes del delito: Ser el agraviado
cónyuge o conviviente civil, pariente por consanguinidad o afinidad en toda la línea recta y en la colateral
hasta el segundo grado, padre o hijo del ofensor".

6.3. Estarán exentos de las penas impuestas a los encubridores quienes lo sean de su
conviviente civil (art. 17 inciso final).

6.4. Se incorpora dentro de la autorización de salida al condenado a quien se ha impuesto el


presidio perpetuo calificado la situación de encontrarse su conviviente civil en inminente riesgo
de muerte o haber fallecido (art. 32 bis regla 2ª).

6.5. Entre convivientes civiles, al igual que entre cónyuges, no serán aplicables las penas que
se establecen para el que abriere o registrare la correspondencia o los papeles de otro sin su
voluntad (art. 146 inc. 2º).

6.6. Se incorpora al conviviente civil de un miembro de una asociación ilícita en la exención


de penas que se aplican al que, habiendo tenido noticias verosímiles de los planes o de las
actividades desarrolladas por uno o más miembros de dicha asociación ilícita, omite ponerlas
oportunamente en conocimiento de la autoridad (art. 295 bis).

6.7. Se agrega a los convivientes civiles en la exención de responsabilidad criminal por los
hurtos, defraudaciones o daños que recíprocamente se causaren. Para ello, se agrega un nuevo
numeral 6º al artículo 489 del Código Penal.

59
7. Modificaciones al Código Procesal Penal (art. 40 de la LAUC)

7.1. Se incorpora al conviviente civil del ofendido entre las personas que se considerarán
víctima en aquellos delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en
éste no pudiere ejercer los derechos que el Código Procesal Penal le otorga. Se incluye al
conviviente civil en el primer orden de prelación, junto con el cónyuge y con los hijos (art. 108).

7.2. Se extiende a los convivientes civiles la prohibición de querellarse entre sí, a no ser por
delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus hijos (art. 116).

7.3. Se establece que la exhumación del cadáver será resuelta por el tribunal previa citación
del cónyuge o del conviviente civil (art. 202 inciso 2º).

7.4. Se incluye al conviviente civil del abogado del recurrente entre las personas cuya muerte
permite suspender la vista de la causa en aquellas causas en que hubiere personas privadas
de libertad (art. 357, inciso 3º).

7.5. Se otorga al conviviente civil del condenado la facultad de pedir, en cualquier momento,
la revisión de la sentencia firme (art. 474).

8. Modificaciones al Código del Trabajo (art. 41 de la LAUC)

8.1. Para efectos de computar la proporción mínima de trabajadores de nacionalidad chilena


a que se refiere el artículo 19, se tendrá como chileno al extranjero cuyo conviviente civil sea un
chileno (art. 20 Nº 3).

8.2. Se autoriza a que, habiendo acuerdo escrito del empleador y del trabajador, el empleador
pueda descontar de las remuneraciones sumas destinadas a la educación del conviviente civil,
al igual que en el caso del cónyuge (art. 58 inciso 2º).

8.3. Para el caso de fallecimiento del trabajador, se incluye al conviviente civil, al igual que el
cónyuge, en el primer orden de precedencia para recibir el saldo de remuneraciones y demás
prestaciones pendientes a la fecha del fallecimiento (art. 60 inciso 2º).

8.4. Se extiende el beneficio de siete días de permiso pagado en caso de muerte del cónyuge
al caso de muerte del conviviente civil (art. 66).

60
8.5. Respecto del permiso y subsidio que se da a la trabajadora o a el trabajador a quien se
le haya otorgado judicialmente la tuición o el cuidado personal como medida de protección de
un menor de edad inferior a un año, en caso que la salud del menor requiera de atención en el
hogar con motivo de enfermedad grave, se establece que este derecho se podrá extender tanto
al cónyuge como al conviviente civil del trabajador (art. 199 inciso 2º).

9. Modificaciones a la Ley Nº 16.271, de Impuesto a las Herencias, Asignaciones y


Donaciones (art. 42 de la LAUC)

9.1. Se extienden al conviviente civil las exenciones contenidas en el inciso segundo del
artículo 2º de la ley, quedando dicha disposición como sigue:

"Las asignaciones por causa de muerte que correspondan al cónyuge y a cada ascendiente, o
adoptante, o a cada hijo, o adoptado, o a la descendencia de ellos, o conviviente civil sobreviviente,
estarán exentas de este impuesto en la parte que no exceda de cincuenta unidades tributarias anuales.
Las donaciones que se efectúen a las personas señaladas estarán exentas de este impuesto en la
parte que no exceda de cinco unidades tributarias anuales. En consecuencia, la escala a que se refiere
el inciso primero de este artículo, se aplicará desde su primer tramo a las cantidades que excedan de
los mínimos exentos".

9.2. Se extiende al conviviente civil del fallecido la posibilidad de percibir, de las cajas
de previsión o de los empleados o patrones, de acuerdo con las leyes o contratos de trabajo,
sumas no superiores a cinco unidades tributarias anuales, sin que previamente se haya inscrito
la resolución que da la posesión efectiva de la herencia (art. 26).

10. Modificaciones a la Ley Nº 19.947, sobre Matrimonio Civil (art. 44 de la LAUC)

Se establece un impedimento para contraer matrimonio para los que se hallaren ligados por
un acuerdo de unión civil vigente, a menos que el matrimonio lo celebre con su conviviente civil.
Para dicho efecto se intercala en el artículo 5º de la Ley de Matrimonio Civil un nuevo numeral
2º.

Anexos

61
Anexo I Ley Nº 20.830 Acuerdo de Unión Civil

Título I Del Acuerdo de Unión Civil y de los convivientes civiles

Artículo 1º. El acuerdo de unión civil es un contrato celebrado entre dos personas que
comparten un hogar, con el propósito de regular los efectos jurídicos derivados de su vida
afectiva en común, de carácter estable y permanente. Los contrayentes se denominarán
convivientes civiles y serán considerados parientes para los efectos previstos en el artículo 42
del Código Civil.

Su celebración conferirá el estado civil de conviviente civil. El término de este acuerdo


restituirá a los contrayentes el estado civil que tenían antes de celebrar este contrato, salvo en
la situación prevista en la letra c) del artículo 26.

Artículo 2º. El acuerdo generará para los convivientes civiles los derechos y obligaciones que
establece la presente ley.

Artículo 3º. El acuerdo no podrá sujetarse a plazo, condición, modo ni gravamen alguno.
Tampoco podrá prometerse su celebración.

Artículo 4º. Entre un conviviente civil y los consanguíneos de la persona con la que está
unida por un acuerdo de unión civil existirá, mientras éste se encuentre vigente, parentesco por
afinidad. La línea y grado de afinidad de una persona con un consanguíneo de su conviviente
civil se califica por la línea o grado de consanguinidad de dicho conviviente civil.

62
Título II De la celebración del Acuerdo de Unión Civil, de sus requisitos de validez y
prohibiciones

Artículo 5º. El acuerdo de unión civil se celebrará en el Servicio de Registro Civil e


Identificación, ante cualquier oficial, quien levantará acta de todo lo obrado, la que será firmada
por él y por los contrayentes. La celebración podrá efectuarse en el local de su oficina o en el
lugar que señalaren los contrayentes, siempre que se hallare ubicado dentro de su territorio
jurisdiccional.

En este acto, los contrayentes deberán declarar, bajo juramento o promesa, por escrito,
oralmente o por lenguaje de señas acerca del hecho de no encontrarse ligados por vínculo
matrimonial no disuelto o un acuerdo de unión civil vigente.

El acuerdo podrá celebrarse por mandatario facultado especialmente para este efecto. El
mandato deberá otorgarse por escritura pública en la que se indiquen los nombres, apellidos,
nacionalidad, profesión u oficio y domicilio de los contrayentes que quedarán sujetos al acuerdo
y del mandatario.

El mandatario requerirá facultad expresa para convenir por su mandante la comunidad de


bienes a que se refiere el artículo 15.

Artículo 6º. El acta levantada por el oficial del Registro Civil, a que se refiere el artículo
anterior, se inscribirá en un registro especial que llevará el Servicio de Registro Civil e
Identificación.

El Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil que llevará el Servicio de Registro Civil e
Identificación deberá incluir las siguientes referencias: nombre completo y sexo de los
contrayentes; fecha, hora, lugar y comuna en la que se celebra este contrato; y la certificación,
realizada por el oficial del Registro Civil, del cumplimiento de los requisitos establecidos para su
celebración.

Artículo 7º. Para la validez de este contrato será necesario que los contrayentes sean
mayores de edad y tengan la libre administración de sus bienes. No obstante lo anterior, el
disipador que se halle en interdicción de administrar lo suyo podrá celebrar, por sí mismo, este
acuerdo.

Artículo 8º. Será necesario, además, que los contrayentes hayan consentido libre y
espontáneamente en celebrarlo.

Se entenderá que falta el consentimiento libre y espontáneo en los siguientes casos:

a. Si ha habido error en la identidad de la persona del otro contrayente.

b. Si ha habido fuerza, en los términos de los artículos 1456 y 1457 del Código Civil.

Artículo 9º. No podrán celebrar este contrato entre sí los ascendientes y descendientes por
consanguinidad o afinidad, ni los colaterales por consanguinidad en el segundo grado.

63
Tampoco podrán celebrarlo las personas que se encuentren ligadas por un vínculo
matrimonial no disuelto o un acuerdo de unión civil vigente.

Artículo 10. La persona que, teniendo la patria potestad de un hijo o la guarda de otra, quiera
celebrar un acuerdo de unión civil, deberá sujetarse a lo prescrito en los artículos 124 a 127 del
Código Civil.

Artículo 11. Cuando un acuerdo de unión civil haya expirado, la mujer que está embarazada
no podrá contraer matrimonio con un varón distinto ni celebrar un nuevo acuerdo antes del parto,
o, no habiendo señales de preñez, antes de cumplirse los doscientos setenta días subsiguientes
a la expiración del acuerdo.

Pero se podrán rebajar de este plazo todos los días que hayan precedido inmediatamente a
dicha expiración y en los cuales haya sido absolutamente imposible el acceso del conviviente
varón a la mujer.

El oficial del Registro Civil correspondiente no permitirá la celebración del matrimonio o del
nuevo acuerdo sin que por parte de la mujer se justifique no estar comprendida en el
impedimento precedente.

Título III De los Acuerdos de Unión Civil celebrados en el extranjero

Artículo 12. Los acuerdos de unión civil o contratos equivalentes, no constitutivos de


matrimonio, que regulen la vida afectiva en común de dos personas del mismo o de distinto
sexo, sujetos a registro y celebrados válidamente en el extranjero, serán reconocidos en Chile,
en conformidad con las siguientes reglas:

1ª. Los requisitos de forma y fondo del acuerdo se regirán por la ley del país en que haya sido
celebrado.

2ª. Sin embargo, podrá ser declarado nulo de conformidad a la ley chilena, el acuerdo
celebrado en territorio extranjero que se haya contraído en contravención a lo dispuesto en los
artículos 7º, 8º y 9º de esta ley.

3ª. Para que el acuerdo otorgado en país extranjero produzca efectos en Chile, deberá
inscribirse en el Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil que establece el artículo 6º. Los
efectos de este acuerdo, una vez inscrito conforme a lo señalado precedentemente, se
arreglarán a las leyes chilenas, aunque los contrayentes sean extranjeros y no residan en el
territorio nacional.

4ª. La terminación del acuerdo y los efectos de la misma se someterán a la ley aplicable a su
celebración.

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5ª Las sentencias que declaren la nulidad o la terminación del acuerdo, dictadas por tribunales
extranjeros, serán reconocidas en Chile conforme a las reglas generales que establece el
Código de Procedimiento Civil.

6ª. Los actos auténticos en que conste la terminación de uno de estos acuerdos serán
reconocidos en Chile, en conformidad con la legislación chilena vigente en esta materia.

Los matrimonios celebrados en el extranjero por personas del mismo sexo serán reconocidos
en Chile como acuerdos de unión civil si cumplen con las reglas establecidas en esta ley, y sus
efectos serán los mismos del referido acuerdo.

Artículo 13. Los convivientes civiles que hayan celebrado el acuerdo o contrato de unión
equivalente en territorio extranjero se considerarán separados de bienes, a menos que al
momento de inscribirlo en Chile pacten someterse a la comunidad prevista en el artículo 15 de
esta ley, dejándose constancia de ello en dicha inscripción.

Título IV De los efectos del Acuerdo de Unión Civil

Artículo 14. Los convivientes civiles se deberán ayuda mutua. Asimismo, estarán obligados
a solventar los gastos generados por su vida en común, de conformidad a sus facultades
económicas y al régimen patrimonial que exista entre ellos.

Artículo 15. Los convivientes civiles conservarán la propiedad, goce y administración de los
bienes adquiridos a cualquier título antes de la celebración del contrato y de los que adquieran
durante la vigencia de éste, a menos que se sometan de manera expresa a las reglas que se
establecen a continuación, las que deberán ser acordadas por los contrayentes al momento de
celebrarse el acuerdo de unión civil. De este pacto se dejará constancia en el acta y registro
que se indica en el artículo 6º.

1ª. Los bienes adquiridos a título oneroso durante la vigencia del acuerdo se considerarán
indivisos por mitades entre los convivientes civiles, excepto los muebles de uso personal
necesario del conviviente que los ha adquirido.

2ª. Para efectos de esta ley, se tendrá por fecha de adquisición de los bienes aquella en que
el título haya sido otorgado.

3ª. Se aplicarán a la comunidad formada por los bienes a que se refiere este artículo las reglas
del Párrafo 3º del Título XXXIV del Libro IV del Código Civil.

Si los convivientes civiles hubieren pactado el régimen de comunidad podrán sustituirlo por el
de separación total de bienes.

El pacto que los convivientes civiles celebren para sustituir el régimen de comunidad deberá
otorgarse por escritura pública y no surtirá efectos entre las partes ni respecto de terceros, sino

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desde que esa escritura se subinscriba al margen de la respectiva inscripción del acuerdo de
unión civil. Esta subinscripción sólo podrá practicarse dentro de los treinta días siguientes a la
fecha de la escritura en que se pacte la separación. El pacto que en ella conste no perjudicará,
en caso alguno, los derechos válidamente adquiridos por terceros respecto de cada uno de los
convivientes civiles.

En la escritura pública de separación total de bienes, los convivientes civiles podrán liquidar
la comunidad, celebrar otros pactos lícitos o ambas cosas, pero todo ello no producirá efecto
alguno entre las partes ni respecto de terceros, sino desde la subinscripción a que se refiere el
inciso anterior.

Tratándose de uniones civiles o contratos equivalentes, que regulen la vida afectiva en común
de dos personas del mismo o de distinto sexo, sujetos a registro y celebrados válidamente en
el extranjero que no se encuentren inscritos en Chile, y que cumplan con los requisitos
establecidos en esta ley, será menester proceder previamente a su inscripción en el registro
especial que establece el artículo 6º de esta ley. Mediante el reglamento señalado en el artículo
48 se determinará la forma en que se dará cumplimiento a lo establecido en este inciso.

Cualquiera sea el régimen de bienes que exista entre los convivientes civiles, tendrá
aplicación lo dispuesto en los artículos 141 a 149 del Código Civil.

Artículo 16. Cada conviviente civil será heredero intestado y legitimario del otro y concurrirá
en su sucesión de la misma forma y gozará de los mismos derechos que corresponden al
cónyuge sobreviviente.

El conviviente civil podrá también ser asignatario de la cuarta de mejoras.

Artículo 17. El conviviente civil sobreviviente podrá ser desheredado por cualquiera de las
tres primeras causas de desheredamiento indicadas en el artículo 1208 del Código Civil.

Artículo 18. Los derechos sucesorios y la condición de legitimario que esta ley otorga al
conviviente civil sobreviviente sólo tendrán lugar si el acuerdo de unión civil celebrado con el
difunto no ha expirado a la fecha de la delación de la herencia.

Artículo 19. El conviviente civil sobreviviente tendrá también el derecho de adjudicación


preferente que la regla 10ª del artículo 1337 del Código Civil otorga al cónyuge sobreviviente.
Tendrá, asimismo, en iguales condiciones que las prescritas en esta regla, los derechos de
habitación y de uso, que la misma concede al cónyuge sobreviviente para el caso en que el
valor total del inmueble en que resida y que sea o haya sido la vivienda principal de la familia,
así como del mobiliario que lo guarnece, excedan su cuota hereditaria.

Artículo 20. El conviviente civil tendrá legitimación activa para reclamar las indemnizaciones
derivadas de los perjuicios a que hubiere lugar por el hecho ilícito de un tercero que hubiere
causado el fallecimiento de su conviviente civil o que lo imposibilite para ejercer por sí mismo
las acciones legales correspondientes, sin perjuicio de las otras indemnizaciones a que tenga
derecho, con arreglo a las prescripciones del derecho común.

Artículo 21. Para efectos de la presunción de paternidad, en caso de convivientes civiles de


distinto sexo se estará a las normas que la regulan en el artículo 184 del Código Civil.

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Título V Disposiciones generales

Artículo 22. Deberá conocer de los asuntos a que se refiere el artículo 8º de la ley Nº 19.968,
que se promuevan entre los convivientes civiles, el juez con competencia en materias de familia.

Con todo, la liquidación de los bienes comunes podrá efectuarse de común acuerdo por los
convivientes civiles o sus herederos. También podrán las partes o sus herederos, de común
acuerdo, someter la liquidación al conocimiento de un juez partidor, otorgándole incluso el
carácter de árbitro arbitrador.

Artículo 23. Todas las inhabilidades, incompatibilidades y prohibiciones que las leyes y
reglamentos establecen respecto de los cónyuges se harán extensivas, de pleno derecho, a los
convivientes civiles.

Artículo 24. Las leyes y reglamentos que hacen alusión a los convivientes, sea con esta
expresión u otras que puedan entenderse referidas a ellos, serán igualmente aplicables a los
convivientes civiles.

Artículo 25. Lo dispuesto en el inciso primero del artículo 450 y en el número 1º del artículo
462, ambos del Código Civil, será aplicable a los convivientes civiles.

Título VI Del término del acuerdo de unión civil

Artículo 26. El acuerdo de unión civil terminará:

a) Por muerte natural de uno de los convivientes civiles.

b) Por muerte presunta de uno de los convivientes civiles, de conformidad a lo dispuesto en


el artículo 43 de la Ley Nº 19.947, sobre Matrimonio Civil. Terminará también por la
comprobación judicial de la muerte de uno de los convivientes civiles efectuada por el juez del
último domicilio que el difunto haya tenido en Chile, en los términos prescritos en los artículos
95 y 96 del Código Civil.

c) Por el matrimonio de los convivientes civiles entre sí, cuando proceda.

d) Por mutuo acuerdo de los convivientes civiles, que deberá constar por escritura pública o
acta otorgada ante oficial del Registro Civil.

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e) Por voluntad unilateral de uno de los convivientes civiles, que deberá constar por escritura
pública o acta otorgada ante oficial del Registro Civil.

En cualquiera de estos casos, deberá notificarse al otro conviviente civil, mediante gestión
voluntaria ante el tribunal con competencia en materias de familia, en la que podrá comparecer
personalmente.

La notificación deberá practicarse por medio de receptor judicial, dentro de los veinte días
hábiles siguientes a la subinscripción de la referida escritura o acta, al margen de la inscripción
del acuerdo de unión civil, efectuada en el registro especial que establece el artículo 6º.

La falta de notificación no afectará el término del acuerdo de unión civil, pero hará responsable
al contratante negligente de los perjuicios que la ignorancia de dicho término pueda ocasionar
al otro contratante. Quedará relevado de esta obligación si el miembro de la pareja a quien debe
notificarse se encuentra desaparecido, o se ignora su paradero o ha dejado de estar en
comunicación con los suyos. En todo caso, no podrá alegarse ignorancia transcurridos tres
meses de efectuada la subinscripción a que se refiere el inciso precedente.

f) Por declaración judicial de nulidad del acuerdo. La sentencia ejecutoriada en que se declare
la nulidad del acuerdo de unión civil deberá subinscribirse al margen de la inscripción a que se
hace mención en el artículo 6º y no será oponible a terceros sino desde que esta subinscripción
se verifique.

El acuerdo que no reúna los requisitos establecidos en los artículos 7º, 8º y 9º de esta ley es
nulo.

La acción de nulidad corresponderá a cualquiera de los presuntos convivientes civiles y sólo


podrá ejercitarse mientras ambos vivan, salvo en las excepciones contempladas en los incisos
siguientes.

Cuando el acuerdo haya sido celebrado por una persona menor de dieciocho años, la acción
de nulidad sólo podrá ser intentada por ella o por sus ascendientes. En este caso, la acción de
nulidad prescribirá al expirar el término de un año desde que el menor hubiese alcanzado la
mayoría de edad.

Será también nulo el acuerdo celebrado mediante fuerza ejercida en contra de uno o de
ambos contrayentes o cuando se ha incurrido en un error acerca de la identidad de la persona
con la que se contrata, caso en el cual la acción sólo podrá ser intentada por el afectado, dentro
del plazo de un año contado desde que cese la fuerza o desde la celebración del acuerdo, en
caso de error.

La muerte de uno de los convivientes civiles extingue la acción de nulidad, salvo cuando el
acuerdo de unión civil haya sido celebrado en artículo de muerte, o que la causal que funde la
acción sea la existencia de un vínculo matrimonial no disuelto o de otro acuerdo de unión civil
vigente, casos en que la acción podrá ser intentada por los herederos del difunto dentro del
plazo de un año contado desde el fallecimiento.

La acción de nulidad fundada en la existencia de un vínculo matrimonial no disuelto o de otro


acuerdo de unión civil vigente corresponderá, también, al cónyuge o al conviviente civil anterior
o a sus herederos.

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Produciéndose la muerte de uno de los convivientes civiles después de notificada la demanda
de nulidad, podrá el tribunal seguir conociendo de la acción y dictar sentencia definitiva sobre
el fondo del asunto.

El término del acuerdo de unión civil por las causales señaladas en las letras d) y e) producirá
efectos desde que la respectiva escritura pública o el acta otorgada ante el oficial del Registro
Civil, según corresponda, se anote al margen de la inscripción del acuerdo de unión civil en el
registro especial a que se hace mención en el artículo 6º.

Artículo 27. Si como consecuencia de haberse dedicado al cuidado de los hijos o a las
labores propias del hogar común, uno de los convivientes civiles no pudo desarrollar una
actividad remunerada o lucrativa durante la vigencia del acuerdo de unión civil, o lo hizo en
menor medida de lo que podía y quería, tendrá derecho a que, cuando se produzca el término
del acuerdo por las causales señaladas en las letras d), e) y f) del artículo precedente, se le
compense el menoscabo económico sufrido por esta causa.

Esta compensación se regulará y determinará en la forma prevista en los artículos 62 a 66 de


la ley Nº 19.947.

Con todo, si el acuerdo terminare por aplicación de lo previsto en la letra e) del artículo 26 de
esta ley, la notificación de la terminación unilateral deberá contener mención de la existencia de
este derecho, así como la constancia de la fecha en la que fue subinscrita la terminación. En
este caso, la compensación económica podrá demandarse ante el tribunal de familia
competente, dentro del plazo de seis meses, contado desde la fecha de subinscripción de la
terminación del acuerdo de unión civil en el registro a que hace referencia el artículo 6º.

Artículo 28. El término del acuerdo de unión civil pondrá fin a todas las obligaciones y
derechos cuya titularidad y ejercicio deriven de la vigencia del contrato.

Título VII Modificaciones a diversos cuerpos legales

Artículo 29. Para los efectos del Régimen Público de Salud y del Sistema Privado de Salud,
contemplado en los Libros II y III, respectivamente, deldecreto con fuerza de ley Nº 1, del
Ministerio de Salud, promulgado el año 2005 y publicado el año 2006, que fija el texto refundido,
coordinado y sistematizado del decreto ley Nº 2.763, de 1979 y de las leyes Nº 18.933 y
Nº 18.469, el Acuerdo de Unión Civil celebrado en la forma establecida por la presente ley
permitirá a cualquiera de los convivientes civiles ser carga del otro.

Artículo 30. Introdúcense, en el Decreto Ley Nº 3.500, del Ministerio del Trabajo y Previsión
Social, de 1980, que establece el nuevo sistema de pensiones, las siguientes modificaciones:

i) Intercálase, en el inciso primero delartículo 5º, a continuación de la palabra "cónyuge", la


expresión "o conviviente civil".

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ii) Incorpórase el siguienteartículo 7º:

"Artículo 7º.- Para ser beneficiario o beneficiaria de pensión de sobrevivencia, el o la conviviente civil
sobreviviente debe ser soltero, viudo o divorciado y haber suscrito un acuerdo de unión civil que se
encuentre vigente al momento del fallecimiento del causante, a lo menos con un año de anterioridad a
la fecha de dicho fallecimiento, o tres años si el acuerdo de unión civil se celebró siendo el o la causante
pensionada de vejez o invalidez.

Las limitaciones relativas a la antigüedad del acuerdo de unión civil no se aplicarán si a la época del
fallecimiento la conviviente civil sobreviviente se encontrare embarazada o si quedaren hijos comunes.".

iii) Modifícase elartículo 58de la siguiente forma:

a) Agrégase, en el inciso primero, la siguiente letra g):

"g) quince por ciento para el o la conviviente civil que cumpla los requisitos del artículo 7º, siempre que
concurran hijos del o la causante con derecho a pensión, que no sean hijos comunes. Cuando no
concurran dichos hijos o cuando éstos dejen de tener derecho a pensión, el porcentaje se elevará al
mencionado en las letras a) o b) dependiendo de si no existen o existen hijos comunes con derecho a
pensión, respectivamente. Cuando concurran hijos comunes con derecho a pensión del o la causante
y adicionalmente existan hijos del o la causante con derecho a pensión, que no sean comunes con el o
la conviviente civil, el porcentaje de éste o ésta será el establecido en la letra b) anterior, aumentándose
al porcentaje establecido en la letra a) precedente, en caso que tanto los hijos comunes como los no
comunes dejen de tener derecho a pensión.".

b) Intercálase, en el inciso segundo, a continuación de la expresión "cónyuge,", la frase "de


conviviente civil,", y agrégase después de la locución "cónyuges,", lo siguiente: "de convivientes
civiles,".

c) Reemplázase, en la segunda oración del inciso final, la expresión "la letra d) precedente"
por "las letras d) o g) precedentes".

iv) Intercálase, en el inciso segundo delartículo 72, a continuación de la palabra "cónyuge", la


frase ", ni al conviviente civil,", y suprímese la expresión "legítimos o naturales".

v) Reemplázase, en el inciso segundo delartículo 88, la expresión "del cónyuge," por "del
cónyuge o conviviente civil,", y sustitúyese la locución "cónyuge sobreviviente" por "cónyuge o
conviviente civil sobreviviente".

vi) Reemplázase, en los incisos primero y tercero delartículo 92 M, la palabra "cónyuge" por
"cónyuge o conviviente civil".

Artículo 31. Introdúcense las siguientes modificaciones en laley Nº 20.255, que establece la
reforma previsional:

i) Reemplázase la letra a) del inciso primero delartículo 4º, por la siguiente:

"a) Su cónyuge o conviviente civil;".

ii) Agrégase, en el inciso segundo delartículo 34, a continuación de la locución "del cónyuge",
la frase "o conviviente civil", y reemplázase la expresión "cónyuge sobreviviente" por "cónyuge
o conviviente civil sobreviviente".

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iii) Incorpórase, en el transitorio artículo, el siguiente inciso final:

"Lo dispuesto en la oración final del inciso primero no será aplicable a los convivientes civiles.".

Artículo 32. Introdúcense, en eldecreto con fuerza de ley Nº 29, del Ministerio de Hacienda,
promulgado el año 2004y publicado el año 2005, que fija el texto refundido, coordinado y
sistematizado de la Ley Nº 18.834, sobre Estatuto Administrativo, las siguientes modificaciones:

i) Reemplázase elartículo 114, por el siguiente:

"Artículo 114.- En caso de que un funcionario fallezca, el cónyuge o conviviente civil sobreviviente, los
hijos o los padres, en el orden señalado, tendrán derecho a percibir la remuneración que a éste
correspondiere, hasta el último día del mes en que ocurriere el deceso.".

ii) Sustitúyese el transitorio artículo, por el que sigue:

"Artículo 17.- En el caso de fallecimiento de un funcionario con derecho a desahucio, el cónyuge o


conviviente civil sobreviviente, los hijos o los padres, en el orden señalado, tendrán derecho a percibir
el desahucio que habría correspondido al funcionario si se hubiere retirado a la fecha del fallecimiento.
Si no existieren las personas indicadas, el derecho al desahucio integrará el haber de la herencia.".

Artículo 33. Introdúcense, en la Ley Nº 18.883, que aprueba el Estatuto Administrativo para
Funcionarios Municipales, las siguientes enmiendas:

i) Reemplázase elartículo 113, por el siguiente:

"Artículo 113.- En caso de que un funcionario fallezca, el cónyuge o conviviente civil sobreviviente, los
hijos o los padres, en el orden señalado, tendrán derecho a percibir la remuneración que a éste
correspondiere, hasta el último día del mes en que ocurriere el deceso.".

ii) Sustitúyese el transitorio artículo, por el que sigue:

"Artículo 17.- En el caso de fallecimiento de un funcionario con derecho a desahucio, el cónyuge o


conviviente civil sobreviviente, los hijos o los padres, en el orden señalado, tendrán derecho a percibir
el desahucio que habría correspondido al funcionario si se hubiere retirado a la fecha del fallecimiento.
Si no existieren las personas indicadas, el derecho al desahucio integrará el haber de la herencia.".

Artículo 34. Efectúanse, en el Código de Procedimiento Civil, las siguientes modificaciones:

i) Agrégase, en el número 4º del inciso primero delartículo 165, a continuación de la palabra


"cónyuge", la siguiente frase: "o conviviente civil".

ii) Modifícase elartículo 445de la siguiente manera:

a) Agrégase, en su número 4º, a continuación de la palabra "cónyuge", la siguiente frase: "o


conviviente civil".

b) Intercálase, en su número 8º, a continuación de la palabra "cónyuge", la siguiente frase: "o


conviviente civil".

Artículo 35. Introdúcense las siguientes enmiendas en el Código Orgánico de Tribunales:

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i) Modifícase elartículo 195del modo que sigue:

a) Sustitúyese el número 2º, por el siguiente:

"2º Ser el juez cónyuge, conviviente civil o pariente consanguíneo en cualquiera de los grados de la
línea recta y en la colateral hasta el segundo grado, o ser padre o hijo adoptivo de alguna de las partes
o de sus representantes legales;".

b) Reemplázase el número 4º, por el que sigue:

"4º Ser el juez ascendiente o descendiente, o padre o hijo adoptivo del abogado de alguna de las
partes;".

c) Sustitúyense los números 6º y 7º, por los siguientes:

"6º Tener el juez, su cónyuge o conviviente civil, sus ascendientes o descendientes, o su padre o hijo
adoptivo, causa pendiente en que deba fallar como juez alguna de las partes;

7º Tener el juez, su cónyuge o conviviente civil, sus ascendientes o descendientes, o su padre o hijo
adoptivo, causa pendiente en que se ventile la misma cuestión que el juez debe fallar;".

d) Reemplázase el párrafo primero del número 9º, por el que sigue:

"9º Ser el juez, su cónyuge o conviviente civil, alguno de sus ascendientes o descendientes o su padre
o hijo adoptivo, heredero instituido en testamento por alguna de las partes.".

ii) Introdúcense las siguientes modificaciones en elartículo 196:

a) Reemplázanse los números 1º y 2º, por los siguientes:

"1º Ser el juez pariente consanguíneo en toda la línea recta y en la colateral hasta el cuarto grado, o
afín hasta el segundo grado, de alguna de las partes o de sus representantes legales;

2º Ser el juez ascendiente o descendiente, hermano o cuñado del abogado de alguna de las partes;".

b) Sustitúyese el párrafo primero del número 5º, por el siguiente:

"5º Ser el juez deudor o acreedor de alguna de las partes o de su abogado; o serlo su cónyuge o
conviviente civil o alguno de sus ascendientes, descendientes o parientes colaterales dentro del
segundo grado.".

c) Reemplázanse los numerales 6º, 7º y 8º, por los siguientes:

"6º Tener alguno de los ascendientes o descendientes del juez o los parientes colaterales del mismo
dentro del segundo grado, causa pendiente que deba fallar como juez alguna de las partes;

7º Tener alguno de los ascendientes o descendientes del juez o los parientes colaterales del mismo
dentro del segundo grado, causa pendiente en que se ventile la misma cuestión que el juez deba fallar;

8º Tener pendientes alguna de las partes pleito civil o criminal con el juez, con su cónyuge o conviviente
civil, o con alguno de sus ascendientes, descendientes o parientes colaterales dentro del segundo
grado.

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Cuando el pleito haya sido promovido por alguna de las partes, deberá haberlo sido antes de la instancia
en que se intenta la recusación;".

d) Sustitúyese el número 11, por el que sigue:

"11. Ser alguno de los ascendientes o descendientes del juez o alguno de sus parientes colaterales
dentro del segundo grado, instituido heredero en testamento por alguna de las partes;".

e) Reemplázase el número 13, por el siguiente:

"13. Ser el juez socio colectivo, comanditario o de hecho de alguna de las partes, serlo su cónyuge o
conviviente civil, o alguno de los ascendientes o descendientes del mismo juez, o alguno de sus
parientes colaterales dentro del segundo grado;".

iii) Modifícase elartículo 259en los siguientes términos:

a) Intercálase, en el inciso primero, a continuación de la voz "matrimonio", la frase ", por un


acuerdo de unión civil".

b) Agrégase, en el inciso segundo, a continuación de la palabra "cónyuge", la expresión ",


conviviente civil,".

c) Intercálase, en el inciso tercero, después de la voz "cónyuge", la expresión ", conviviente


civil,".

d) Incorpórase, en el inciso cuarto, a continuación del término "matrimonio", la frase ", por un
acuerdo de unión civil,".

e) Sustitúyese, en el inciso quinto, la frase "o alguno de los parentescos" por la siguiente: ",
celebraren un acuerdo de unión civil o pasaren a tener alguno de los parentescos", y agrégase
la siguiente oración final: "Esta última regla se aplicará también cuando las personas se
encuentren unidas por un acuerdo de unión civil.".

f) Reemplázase, en el inciso final, la expresión "o tenga", por la frase ", que tenga un acuerdo
de unión civil o".

iv) Introdúcense las siguientes enmiendas en elartículo 260:

a) Incorpórase, en el inciso primero, la siguiente oración final: "El mismo impedimento se


aplicará a aquellos que tengan un acuerdo de unión civil con los referidos ministros o fiscales.".

b) Agrégase, en el inciso segundo, a continuación de la expresión "o tenga", la frase "un


acuerdo de unión civil o".

c) Intercálase, en el inciso final, a continuación de la expresión "o tenga", la frase "un acuerdo
de unión civil o".

v) Agrégase, en el inciso primero delartículo 316, a continuación de la expresión "cónyuges,",


la siguiente: "convivientes civiles,".

73
vi) Intercálase, en el inciso primero delartículo 321, a continuación del término "cónyuge", la
siguiente frase: ", para su conviviente civil,".

vii) Agrégase, en el inciso primero delartículo 479, a continuación de la expresión "cónyuges,",


la siguiente frase: "convivientes civiles,".

viii) Incorpórase, en el inciso cuarto delartículo 513, la siguiente oración final: "Este
impedimento también se aplicará a las personas que tengan un acuerdo de unión civil con un
funcionario del referido escalafón.".

Artículo 36. Agrégase, en el inciso primero delartículo 30de laley Nº 20.000, que sanciona el
tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas, a continuación de la expresión
"cónyuge,", lo siguiente: "o conviviente civil,".

Artículo 37. Sustitúyese elartículo 1ºde laley Nº 20.340, que regula los actos y contratos que
se pueden celebrar respecto de viviendas adquiridas con el respaldo de los programas
habitacionales estatales, por el siguiente:

"Artículo 1º.- Cualquiera de los cónyuges o de los contrayentes de un acuerdo de unión civil vigente,
sin importar el régimen patrimonial existente entre ellos, estará facultado para representar al cónyuge
o conviviente civil deudor en la ejecución de todos los actos y en la celebración de todos los contratos
que procedan para renegociar, repactar o novar los créditos obtenidos para el financiamiento de las
viviendas cuya adquisición o construcción haya sido financiada, en todo o en parte, por el Estado
mediante sus programas habitacionales. Para estos efectos, no se requerirá la comparecencia del otro
cónyuge o conviviente civil, ni su autorización ni la de la justicia, para la constitución, reserva o extinción
de hipotecas y gravámenes destinados a caucionar las obligaciones que se convengan en virtud de la
renegociación, repactación o novación.".

Artículo 38. Introdúcense las siguientes modificaciones en el Código Sanitario:

i) Reemplázase elartículo 140, por el siguiente:

"Artículo 140.- La obligación de dar sepultura a un cadáver recaerá sobre el cónyuge sobreviviente o
sobre el pariente más próximo que estuviere en condición de sufragar los gastos o la persona con la
que el difunto haya mantenido un acuerdo de unión civil vigente al momento de su muerte.".

ii) Sustitúyese el inciso segundo delartículo 147, por el siguiente:

"Podrán ser destinados a los mismos fines cuando el cónyuge o, a falta de éste, los parientes en primer
grado de consanguinidad en la línea recta o colateral o la persona con la que el difunto tuviere vigente
un acuerdo de unión civil al momento de su muerte no manifestaren su oposición dentro del plazo y en
la forma que señale el reglamento.".

iii) Intercálase, en elartículo 148, a continuación de la expresión "Código Civil", la frase "o la
persona con la que haya mantenido un acuerdo de unión civil vigente al momento de su
muerte,".

Artículo 39. Modifícase el Código Penal del modo que sigue:

i) Sustitúyese el número 5º delartículo 10, por el siguiente:

"5º El que obra en defensa de la persona o derechos de su cónyuge, de su conviviente civil, de sus
parientes consanguíneos en toda la línea recta y en la colateral hasta el cuarto grado, de sus afines en

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toda la línea recta y en la colateral hasta el segundo grado, de sus padres o hijos, siempre que
concurran la primera y segunda circunstancias prescritas en el número anterior, y la de que, en caso
de haber precedido provocación de parte del acometido, no tuviere participación en ella el defensor.".

ii) Reemplázase el inciso segundo delartículo 13, por el que sigue:

"Ser el agraviado cónyuge o conviviente civil, pariente por consanguinidad o afinidad en toda la línea
recta y en la colateral hasta el segundo grado, padre o hijo del ofensor.".

iii) Sustitúyese el inciso final delartículo 17, por el siguiente:

"Están exentos de las penas impuestas a los encubridores los que lo sean de su cónyuge, de su
conviviente civil, o de sus parientes por consanguinidad o afinidad en toda la línea recta y en la colateral
hasta el segundo grado, de sus padres o hijos, con la sola excepción de los que se hallaren
comprendidos en el número 1º de este artículo.".

iv) Agrégase, en la regla 2ª del bis artículo, a continuación de la palabra "cónyuge", la


siguiente frase: ", su conviviente civil,".

v) Intercálase, en el inciso segundo delartículo 146, después de la expresión "cónyuges,", la


frase "convivientes civiles,".

vi) Sustitúyese el inciso segundo del bis artículo, por el siguiente:

"Quedará exento de las penas a que se refiere este artículo el cónyuge, el conviviente civil, los parientes
por consanguinidad o afinidad en toda la línea recta y en la colateral hasta el segundo grado, y el padre,
hijo de alguno de los miembros de la asociación. Esta exención no se aplicará si se hubiere incurrido
en la omisión, para facilitar a los integrantes de la asociación el aprovechamiento de los efectos del
crimen o simple delito.".

vii) Agrégase, en el inciso primero delartículo 489, el siguiente número 6º:

"6º Los convivientes civiles.".

Artículo 40. Introdúcense las siguientes enmiendas en el Código Procesal Penal:

i) Intercálase, en la letra a) delartículo 108, a continuación de la voz "cónyuge", la expresión


"o al conviviente civil".

ii) Reemplázase, en la letra a) delartículo 116, la expresión final ", y", por un punto aparte (.),
y agrégase la siguiente letra b), nueva, pasando el actual literal b) a ser letra c):

"b) Los convivientes civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o
contra sus hijos.".

iii) Agrégase, en el inciso segundo delartículo 202, a continuación de la palabra "cónyuge", la


expresión "o del conviviente civil,".

iv) Intercálase, en el inciso tercero delartículo 357, después de la palabra "cónyuge", la


siguiente frase: "o del conviviente civil".

75
v) Reemplázase, en elartículo 474, la frase "o por el cónyuge," por ", o su cónyuge o
conviviente civil,".

Artículo 41. Introdúcense las siguientes modificaciones en el Código del Trabajo:

i) Intercálase, en el número 3 delartículo 20, a continuación de la expresión "cuyo cónyuge",


la siguiente: "o conviviente civil".

ii) Agrégase, en el inciso segundo delartículo 58, después de la palabra "cónyuge", la


expresión ", conviviente civil".

iii) Reemplázase el inciso segundo delartículo 60, por el siguiente:

"El saldo, si lo hubiere, y las demás prestaciones pendientes a la fecha del fallecimiento se pagarán, en
orden de precedencia, al cónyuge o conviviente civil, a los hijos o a los padres del fallecido.".

iv) Intercálase, en el inciso primero delartículo 66, a continuación de la palabra "cónyuge", la


expresión "o conviviente civil".

v) Agrégase, en el inciso segundo delartículo 199, después de la palabra "cónyuge", la


expresión "o conviviente civil".

Artículo 42. Introdúcense las siguientes modificaciones en la Ley Nº 16.271, de Impuesto a


las Herencias, Asignaciones y Donaciones, cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado
está contenido en el artículo 8º del decreto con fuerza de ley Nº 1, del Ministerio de Justicia,
promulgado y publicado el año 2000:

i) Agrégase, en el inciso segundo delartículo 2º, a continuación de la expresión "de ellos,", la


siguiente frase: "o conviviente civil sobreviviente,".

ii) Intercálase, en el inciso primero delartículo 26, después de la voz "cónyuge", la frase "o
conviviente civil".

Artículo 43. Agrégase, en el inciso primero delartículo 15de laley Nº 18.314, que determina
conductas terroristas y fija su penalidad, a continuación de la expresión "cónyuge,", lo siguiente:
"o conviviente civil,".

Artículo 44. Modifícase la Ley Nº 19.947, que establece nueva Ley de Matrimonio Civil, de la
siguiente forma:

i) Intercálase, en elartículo 5º, el siguiente numeral 2º, nuevo, pasando los actuales numerales
2º, 3º, 4º y 5º a ser 3º, 4º, 5º y 6º, respectivamente:

"2º Los que se hallaren ligados por un acuerdo de unión civil vigente, a menos que el matrimonio lo
celebre con su conviviente civil;".

ii) Sustitúyese, en la letra a) delartículo 46, el guarismo "2º" por "3º".

iii) Reemplázase, en la letra a) delartículo 48, el guarismo "2º" por "3º".".

Artículo 45. Reemplázase el inciso segundo delartículo 226del Código Civil, por el siguiente:

76
"En la elección de estas personas se preferirá a los consanguíneos más próximos y, en especial, a los
ascendientes, al cónyuge o al conviviente civil del padre o madre, según corresponda.".

Artículo 46. Sustitúyese el numeral 23 de la letra A, "Actuaciones Gravadas", del Nº 1 del


decreto con fuerza de ley Nº 1.282, de 1975, del Ministerio de Hacienda, promulgado y
publicado el año 1975, por el siguiente:

"23. Matrimonios y acuerdos de unión civil celebrados o inscritos fuera de la


Oficina____________21.680.

Por estos matrimonios o acuerdos de unión civil, cuando se celebren o inscriban en horas distintas de
las que corresponden a la jornada ordinaria de trabajo, el oficial civil percibirá, por concepto de derechos
arancelarios, el cincuenta por ciento calculado sobre la base del impuesto que grava esta actuación en
el momento de la celebración o inscripción, el que será financiado en su totalidad por los contrayentes.".

Artículo 47. Suprímese, en los incisos primero y cuarto delartículo 45de la Ley Nº 16.744,
sobre Seguro Social contra Riesgos de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales,
la expresión "naturales".

Artículo 48. Mediante un reglamento, que llevará la firma del Ministro de Justicia, se
determinará la forma en que se dará cumplimiento a lo establecido en esta ley.

Disposiciones transitorias

Artículo primero. La presente ley comenzará a regir seis meses después de su publicación
en el Diario Oficial.

Artículo segundo. El mayor gasto fiscal que represente la aplicación de esta ley durante el
año presupuestario de su entrada en vigencia, se financiará con cargo a los recursos del
Ministerio de Justicia, del Ministerio de Salud y, en lo que faltare, con cargo a la partida Tesoro
Público de la Ley de Presupuestos del Sector Público. En los años siguientes, se financiará con
cargo a los recursos que anualmente contemple la referida ley de presupuestos.

Habiéndose cumplido con lo establecido en el Nº 1 del artículo 93 de la Constitución Política


de la República y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto promúlguese y
llévese a efecto como Ley de la República.

Santiago, 13 de abril de 2015.- Michelle Bachelet Jeria, Presidenta de la República.- Álvaro


Elizalde Soto, Ministro Secretario General de Gobierno.- Rodrigo Peñailillo Briceño, Ministro del
Interior y Seguridad Pública.- Alberto Arenas de Mesa, Ministro de Hacienda.- Ximena Rincón
González, Ministra Secretaria General de la Presidencia.- José Antonio Gómez Urrutia, Ministro
de Justicia.- Javiera Blanco Suárez, Ministra del Trabajo y Previsión Social.- Carmen Castillo
Taucher, Ministra de Salud.- Paulina Saball Astaburuaga, Ministra de Vivienda y Urbanismo.

Lo que transcribo a usted para su conocimiento.- Rodolfo Baier Esteban, Subsecretario


General de Gobierno.

77
Anexo II Reglamento de la Ley Nº 20.830, que crea el Acuerdo de Unión Civil

Título I Del Acuerdo de Unión Civil

Párrafo 1º
Disposiciones generales

Artículo 1º. El acuerdo de unión civil, en adelante e indistintamente "el acuerdo", es un


contrato celebrado entre dos personas que comparten un hogar, con el propósito de regular los
efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en común, de carácter estable y permanente. Los
contrayentes se denominarán convivientes civiles y serán considerados parientes para los
efectos previstos en el artículo 42 del Código Civil.

Artículo 2º. La celebración del acuerdo de unión civil, confiere el estado civil de conviviente
civil, el que se acreditará en conformidad a las reglas generales. El término de este acuerdo
restituirá a los contrayentes el estado civil que tenían antes de celebrar este contrato, salvo en
caso de matrimonio de los convivientes civiles entre sí.

Artículo 3º. El acuerdo se podrá celebrar ante cualquier oficial del Servicio de Registro Civil
e Identificación, debiendo darse cumplimiento a las normas consagradas en la Ley Nº 20.830,
que Crea el Acuerdo de Unión Civil y en este reglamento.

Párrafo 2º
Diligencias previas a la celebración
del Acuerdo de Unión Civil

Artículo 4º. En forma previa a la celebración del acuerdo, los futuros convivientes civiles
deberán solicitar una hora con cualquier oficial del Registro Civil, indicando sus nombres, el
lugar, día y hora de celebración. En caso de requerir la asistencia de un intérprete de señas,

78
deberán indicarlo, así como también señalar si el acuerdo de unión civil se celebrará a través
de mandatario especialmente facultado para este efecto.

Artículo 5º. El oficial del Registro Civil deberá exigir a los futuros contrayentes que se
encuentren en las situaciones descritas en los artículos 8º y 9º del presente reglamento, que
acrediten el cumplimiento de los requisitos correspondientes en forma previa a la celebración
del respectivo acuerdo.

Párrafo 3º
De la celebración del Acuerdo de Unión Civil

Artículo 6º. El acuerdo se celebrará en el Servicio de Registro Civil e Identificación, en


adelante e indistintamente "el Servicio", ante cualquier Oficial Civil, quien levantará acta de todo
lo obrado, la que será firmada por él y por los contrayentes. La celebración del acuerdo podrá
efectuarse en el local de su oficina o en el lugar que señalaren los contrayentes, siempre que
se hallare ubicado dentro de su territorio jurisdiccional.

No obstante lo anterior, los acuerdos de unión civil en artículo de muerte pueden celebrarse
ante cualquier oficial del Registro Civil y en cualquier lugar.

Artículo 7º. Podrán ser convivientes civiles las personas mayores de edad, que no se
encuentren ligadas por vínculo matrimonial no disuelto o por un acuerdo de unión civil vigente
y que tengan la libre administración de sus bienes, sin perjuicio de la excepción que establece
la ley respecto del disipador que se halle en interdicción de administrar lo suyo.

No obstante lo señalado en el inciso anterior, no podrán celebrar este contrato entre sí los
ascendientes y descendientes por consanguinidad o afinidad, ni los colaterales por
consanguinidad en el segundo grado.

Artículo 8º. La persona que, teniendo la patria potestad de un hijo o la guarda de otra, quiera
celebrar un acuerdo, deberá sujetarse a lo prescrito por los artículos 124 a 127 del Código Civil.

El oficial del Registro Civil correspondiente, no permitirá la celebración del acuerdo, sin que
se le presente certificado auténtico del nombramiento de curador especial e inventario solemne
de bienes, si los hubiere. Lo anterior, salvo que se acredite mediante información sumaria, la
que podrá consistir en una Declaración Jurada ante el Oficial Civil, que el o los contrayentes no
tienen hijos de precedente matrimonio, que estén bajo su patria potestad o bajo su tutela o
curaduría.

Artículo 9º. Cuando un acuerdo de unión civil haya expirado, la mujer que está embarazada
no podrá contraer matrimonio con un varón distinto ni celebrar un nuevo acuerdo antes del parto;
o, no habiendo señales de preñez antes de cumplirse los doscientos setenta días subsiguientes
a la expiración del acuerdo.

Pero se podrán rebajar de este plazo, todos los días que hayan precedido inmediatamente a
dicha expiración y en los cuales, haya sido absolutamente imposible el acceso del conviviente
varón a la mujer.

El oficial de Registro Civil correspondiente no permitirá la celebración del matrimonio o del


nuevo acuerdo sin que por parte de la mujer se justifique no estar comprendida en el
impedimento precedente.

79
Para efectos de la presunción de paternidad, en caso de convivientes civiles de distinto sexo,
se estará a las normas que la regulan en el artículo 184 del Código Civil.

Artículo 10. Para proceder a la celebración del acuerdo, el oficial del Registro Civil deberá:

a) Solicitar la cédula de identidad a ambos contrayentes o el documento identificatorio


respectivo, los cuales, en ambos casos, deberán encontrarse vigentes;

b) Indicar fecha, hora, lugar y comuna de la celebración;

c) Individualizar al Oficial Civil y la Circunscripción de la oficina;

d) Individualizar a los contrayentes: nombres, apellidos, domicilios, número de documento de


identidad nacional o extranjero, sexo, estado civil, nacionalidad, fecha de nacimiento y profesión
u oficio;

e) Dar lectura a los artículos 1º y 14 de la ley Nº 20.830;

f) Dejar constancia de haberse consultado a los contrayentes, quienes deberán declarar bajo
juramento o promesa, por escrito, oralmente o por lenguaje de señas, acerca de los siguientes
hechos:

i) No ser entre sí ascendientes o descendientes por consanguinidad o afinidad, ni colaterales


por consanguinidad en el segundo grado;

ii) No encontrarse ligados por vínculo matrimonial no disuelto o acuerdo de unión civil vigente;

iii) Tener o no la libre administración de sus bienes. En caso de tratarse de un disipador que
se halle en interdicción de administrar lo suyo, podrá celebrar este acuerdo, pero deberá dejarse
constancia de esta circunstancia en el rubro observaciones;

iv) Si consienten libre y espontáneamente en celebrar el acuerdo de unión civil, y de la


respuesta afirmativa, dejar constancia en el acta de celebración;

v) Si pactarán el Régimen de Comunidad de bienes a que se refiere el artículo 15 de la ley;

g) Dejar constancia en el rubro observaciones del Acta, de los siguientes antecedentes


cuando corresponda:

i) Sentencia Judicial que declara la interdicción del disipador;

ii) Sentencia Judicial de nombramiento de curador de bienes del menor sujeto a guarda o
patria potestad y del inventario solemne de bienes;

iii) Acreditación de la mujer de no encontrarse comprendida en el impedimento del artículo 11


de la ley Nº 20.830;

iv) Nombres, apellidos y domicilio del intérprete; o, de quien conozca el lenguaje de señas.
Las partes deberán proporcionar el intérprete idóneo que intervendrá en la celebración;

80
v) Individualización del(la) mandatario(a) cuya representación conste en escritura pública; o,
acta consular con su correspondiente certificado de vigencia;

vi) Del hecho de haberse celebrado el Acuerdo de Unión Civil en artículo de muerte, las
circunstancias en que se ha efectuado, individualizando al conviviente civil afectado, y el peligro
que lo amenazaba;

h) Emitir el acta y proceder a su lectura;

i) Firma del Acta por el oficial del Registro Civil y por los convivientes civiles, si supieren o
pudieren hacerlo. Si alguno de los contrayentes no supiere o no pudiere firmar, se dejará
testimonio de esta circunstancia en el rubro observaciones que contendrá el acta de celebración,
expresando el motivo por el cual no firma, y procederá a estampar la impresión digital del pulgar
de su mano derecha o en su defecto de cualquier otro dedo, y a falta de este miembro, sólo se
dejará constancia de ello.

j) Certificar haber dado cumplimiento a los requisitos establecidos para su celebración.

Artículo 11. Una vez finalizada la celebración del acuerdo de unión civil, se entregará a los
convivientes civiles una libreta de Acuerdo de Unión Civil. Asimismo, el Oficial Civil remitirá el
Acta al Registro Especial para proceder a su inscripción.

Título II Del Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil

Párrafo 1º
Disposiciones generales

Artículo 12. El Servicio de Registro Civil e Identificación, se encargará de la organización,


operación y administración del Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil, en adelante e
indistintamente "el Registro Especial", a que se refiere el artículo 6º de la ley Nº 20.830, en el
que se deberán inscribir entre otros, los contratos celebrados entre dos personas de igual o de
distinto sexo, que comparten un hogar, con el propósito de regular los efectos jurídicos
derivados de su vida afectiva en común, de carácter estable y permanente, en conformidad a la
citada ley.

Artículo 13. El Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil, será único y centralizado, y
estará conformado por el Acta de celebración del Acuerdo de Unión Civil levantada por el Oficial
del Registro Civil, y demás documentos a que se refiere el artículo 10 de este Reglamento,
cuyas inscripciones y/o anotaciones se practicarán de manera sistematizada e informática por
medios tecnológicos.

Párrafo 2º
De las inscripciones en el Registro Especial
de Acuerdos de Unión Civil

81
Artículo 14. Se inscribirán en este Registro, además de las actas de los acuerdos de unión
civil celebrados en Chile, lo siguiente:

1. Los acuerdos de unión civil o contratos equivalentes, no constitutivos de matrimonio,


celebrados en el extranjero, los que se encuentran sometidos a las reglas establecidas en el
artículo 12 de la ley Nº 20.830;

2. Los matrimonios celebrados en el extranjero por personas del mismo sexo, los que se
encuentran sometidos a las reglas establecidas en el artículo 12 de la ley Nº 20.830.

Artículo 15. También se deberán inscribir en el Registro Especial, los actos jurídicos que
modifican o ponen término al acuerdo, tales como:

a. La escritura pública en que los convivientes civiles pacten la sustitución del régimen de
comunidad por el de separación total de bienes, dentro del plazo de 30 días siguientes a la fecha
de la escritura;

b. La constancia de la inscripción del matrimonio celebrado por los convivientes civiles entre
sí;

c. La escritura pública otorgada ante Notario Público o el acta otorgada ante oficial del
Registro Civil, en que se dé término por mutuo acuerdo de los convivientes civiles, al Acuerdo
de UniónCivil;

d. La escritura pública otorgada ante Notario Público o el acta otorgada ante oficial del
Registro Civil, en que se dé término por voluntad unilateral de uno de los convivientes civiles,
al Acuerdo de Unión Civil;

e. Cualquier documento público debidamente autenticado en que conste la terminación de los


acuerdos de unión civil o contratos equivalentes celebrados en el extranjero;

f. La sentencia judicial ejecutoriada en que se declare la nulidad del acuerdo o su término; o,


cualquier otra sentencia judicial que ordene practicar una inscripción en el Registro Especial;

g. Las sentencias judiciales de divorcio, nulidad o término de matrimonios entre personas del
mismo sexo celebrados en el extranjero y que se encuentren inscritos en Chile;

h. Otros actos jurídicos que modifiquen la inscripción.

Artículo 16. La inscripción en el Registro, deberá contener las siguientes menciones:

1. Fecha y número de inscripción;

2. Fecha, hora, lugar y comuna de otorgamiento del Acta;

3. Individualización del Oficial Civil y la circunscripción de la Oficina; o, de la autoridad ante


quien se hubiere celebrado, si se trata de acuerdos de unión civil o contratos equivalentes, o
matrimonios de personas del mismo sexo celebrados en el extranjero;

4. Individualización de los contrayentes: nombres, apellidos, número de documento de


identidad nacional o extranjero, sexo, estado civil, nacionalidad;

82
5. Régimen de comunidad, si se hubiere pactado;

6. Anotar la circunstancia de haberse celebrado en artículo de muerte, cuando proceda;

7. Certificación realizada por el Oficial Civil de la Oficina de Registro Civil correspondiente, de


haber dado cumplimiento a los requisitos establecidos para su celebración.

Título III De la inscripción en el Registro Especial de los Acuerdos de Unión Civil o contratos
equivalentes y matrimonios celebrados en el extranjero por personas del mismo sexo

Párrafo 1º
De los acuerdos de unión civil y contratos equivalentes
no constitutivos de matrimonio celebrados en el extranjero

Artículo 17. De conformidad a lo dispuesto en la ley Nº 20.830, los Acuerdos de Unión Civil
o contratos equivalentes no constitutivos de matrimonio celebrados en el extranjero, y los actos
auténticos en que conste su terminación, serán reconocidos en Chile. Sus requisitos de forma
y fondo se regirán por la ley del país en que hayan sido celebrados u otorgados.

Para que el acuerdo, o su término produzcan efectos en Chile, deberá inscribirse el


documento en que conste el acto, en el Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil,
debidamente autenticado conforme a la ley chilena.

Los efectos de este acuerdo o de su término, una vez inscritos conforme a lo señalado
precedentemente, serán reconocidos en Chile, quedando sometidos a las reglas establecidas
en el artículo 12 de la ley Nº 20.830, aunque los contrayentes sean extranjeros y no residan en
el territorio nacional.

Artículo 18. Los acuerdos de unión civil o contratos equivalentes no constitutivos de


matrimonio, celebrados en el extranjero entre dos chilenos; o, entre un chileno y un extranjero,
para que produzcan efectos en Chile, deberán ser inscritos en el Registro Especial. La
inscripción en estos casos, podrá ser requerida a través de los Consulados de Chile, los cuales
deberán remitir los antecedentes correspondientes al Ministerio de Relaciones Exteriores, quien
a su vez los enviará al Servicio de Registro Civil e Identificación para su inscripción en el
Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil. Asimismo, la inscripción podrá ser requerida,
directamente en el Registro Especial; o, bien, en cualquier Oficina del Servicio de Registro Civil
e Identificación, la que deberá remitir los antecedentes al referido Registro para su inscripción.

Artículo 19. La inscripción de los acuerdos de unión civil o contratos equivalentes no


constitutivos de matrimonio, celebrados en el extranjero, entre dos extranjeros sólo podrá ser
requerida directamente en Chile en el Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil, o bien, en

83
cualquier Oficina del Servicio de Registro Civil e Identificación, la que deberá remitir los
antecedentes al referido Registro para su inscripción.

Párrafo 2º
De los matrimonios celebrados
en el extranjero por personas del mismo sexo

Artículo 20. Los matrimonios celebrados por personas del mismo sexo en el extranjero, serán
reconocidos en Chile como acuerdos de unión civil, si cumplen con las reglas establecidas en
la ley Nº 20.830, y sus efectos serán los mismos de aquellos acuerdos celebrados en nuestro
país.

Párrafo 3º
Reglas comunes a los acuerdos de unión civil
o contratos equivalentes y matrimonios celebrados
en el extranjero por personas del mismo sexo

Artículo 21. Los convivientes civiles, serán considerados separados de bienes, a menos que
al momento de inscribirlo en Chile pacten expresamente el régimen de comunidad previsto en
el artículo 15 de la ley Nº 20.830, de lo cual deberá dejarse constancia en la referida inscripción.

Artículo 22. En los casos a que se refieren los artículos precedentes, deberán acompañarse
los documentos originales debidamente autenticados y traducidos, cuando corresponda.

Título IV De los certificados del Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil

Artículo 23. La información contenida en el Registro Especial de Acuerdos de Unión Civil,


será entregada por el Servicio de Registro Civil e Identificación, mediante certificados, de
conformidad a lo establecido en el artículo 4º Nº 7 de la Ley Nº 19.477, Orgánica del Servicio
de Registro Civil e Identificación. Dichos certificados se otorgarán a petición de cualquier
interesado, para lo cual deberá proporcionar el número de RUN o nombre completo de
cualquiera de los convivientes civiles.

Las menciones que deberán contener los certificados que otorgará el Servicio se fijarán por
resolución de su Director Nacional, en conformidad a la legislación vigente.

Los certificados se otorgarán en línea y en las oficinas del Servicio, previo pago de los
derechos que se fijen al respecto en conformidad a la normativa vigente.

84
Título V De la rectificación de las inscripciones efectuadas en el Registro Especial de
Acuerdos de Unión Civil

Artículo 24.- Las rectificaciones de errores u omisiones manifiestos de la inscripción en el


Registro Especial, podrán ser requeridas a petición de parte u ordenadas de oficio por el Director
Nacional del Servicio de Registro Civil e Identificación, quien las autorizará.

Se entenderán por omisiones o errores manifiestos todos aquellos que se desprendan de la


sola lectura de la respectiva inscripción o de los antecedentes que le dieron origen o que la
complementan.

Artículo transitorio

Artículo único transitorio. El presente Reglamento comenzará a regir conjuntamente con la


ley Nº 20.830, sin perjuicio de aquellas medidas que el Ministerio de Justicia y el Servicio de
Registro Civil e Identificación deban adoptar previamente para la adecuada ejecución de dicha
ley y de este cuerpo reglamentario.

Anexo III Proyecto de ley de s. E. el Presidente de la República que crea el Acuerdo


de Vida en Pareja

85
Título I De la existencia y término del Acuerdo de Vida en Pareja

Artículo 1º. El Acuerdo de Vida en Pareja es un contrato celebrado entre dos personas con
el propósito de regular los efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en común.

El acuerdo sólo generará los derechos y obligaciones que establece la presente ley y en
ningún caso, alterará el estado civil de los contratantes.

Artículo 2º. Sólo podrán celebrar el Acuerdo de Vida en Pareja las personas que sean
mayores de edad y que tengan la libre administración de sus bienes.

No podrán celebrar este acuerdo entre sí los ascendientes y descendientes por


consanguinidad, ni los colaterales por consanguinidad en el segundo grado.

Tampoco podrá celebrar el acuerdo aquella persona que esté sujeta a vínculo matrimonial o
a un Acuerdo de Vida en Pareja vigente.

Artículo 3º. El Acuerdo de Vida en Pareja será otorgado por escritura pública ante notario.
Dicha escritura pública deberá contener, además de lo señalado en el artículo 405 del Código
Orgánico de Tribunales, la declaración jurada de ambos contratantes respecto de no
encontrarse ligados por vínculo matrimonial o un Acuerdo de Vida en Pareja vigente.

Para los efectos de la suscripción de dicha escritura pública, regirá el beneficio establecido
en el artículo 600 del Código Orgánico de Tribunales, cuando corresponda.

Artículo 4º. Asimismo, el Acuerdo de Vida en Pareja podrá ser celebrado en una oficina del
Registro Civil, ante el respectivo Oficial, quien levantará acta de todo lo obrado, la que será
firmada por él y por los contratantes.

En este acto, los contratantes deberán declarar respecto de no encontrarse ligados por
vínculo matrimonial o un Acuerdo de Vida en Pareja vigente.

Artículo 5º. Tanto el acta levantada por el Oficial del Registro Civil como la escritura pública
en la que conste el Acuerdo de Vida en Pareja sólo tendrán eficacia entre las partes y respecto
de terceros desde que se inscriban en un registro especial que llevará el Servicio de Registro
Civil e Identificación. El plazo para solicitar su registro será de 10 días hábiles contado desde
su otorgamiento, a petición de cualquiera de los contratantes.

Un reglamento suscrito por el Ministerio de Justicia determinará la forma en que se dará


cumplimiento a lo establecido en el inciso anterior.

Artículo 6º. El Acuerdo de Vida en Pareja terminará en cualquiera de los siguientes casos:

a. Por la muerte de uno de los contratantes;

86
b. Por la muerte presunta de uno de los contratantes, de conformidad a las normas del Código
Civil;

c. Por el matrimonio de los contratantes entre sí o de cualquiera de ellos con terceras


personas;

d. Por mutuo acuerdo que conste por escritura pública, la que deberá anotarse al margen de
la escritura pública a la que hace mención el artículo 3º, si existiere;

e. Por voluntad unilateral de uno de los contratantes, la que deberá constar por escritura
pública y anotarse al margen de la escritura pública a la que hace mención el artículo 3º, si
existiere.

Copia de dicha escritura deberá enviarse al otro contratante por carta certificada notarial,
dentro del plazo de 10 días hábiles contado desde su otorgamiento. El no envío de la carta no
afectará el término del Acuerdo de Vida en Pareja, pero hará responsable al contratante
negligente de los perjuicios que la ignorancia de dicho término pueda ocasionar al otro
contratante. En todo caso, no podrá alegarse ignorancia transcurrido tres meses de efectuada
la anotación marginal en el registro especial.

f. Por declaración de nulidad del acuerdo. Será nulo el acuerdo que no reúna los requisitos
establecidos en el artículo 2º, 3º y 4º de esta ley, sin perjuicio de lo establecido en el Libro IV
del Código Civil. La sentencia ejecutoriada en que se declare la nulidad del Acuerdo de Vida en
Pareja deberá subinscribirse al margen del registro a que se hace mención en el artículo 5º y
no será oponible a terceros sino desde que esta subinscripción se verifique.

El término del Acuerdo de Vida en Pareja por las causales señaladas en las letras d y e,
producirá efectos desde que la respectiva escritura pública se anote al margen de la inscripción
del Acuerdo de Vida en Pareja en el registro especial a que se hace mención en el artículo 5º.

Título II De los efectos patrimoniales del Acuerdo de Vida en Pareja

Artículo 7º. Durante la vigencia del Acuerdo de Vida en Pareja, los contratantes se deberán
ayuda mutua y deberán contribuir a solventar los gastos generados por su vida en común,
atendiendo a sus facultades económicas.

Artículo 8º. Para todos los efectos legales, se formará entre los contratantes una comunidad
de bienes respecto de todos los bienes muebles adquiridos a título oneroso no sujetos a registro,
que hubiesen adquirido durante la vigencia del Acuerdo de Vida en Pareja. La comunidad
terminará en los casos señalados en el artículo 5º.

A dicha comunidad se le aplicará lo dispuesto en los artículos 2304 a 2313 del Código Civil.

87
Artículo 9º. Para los efectos de las regulaciones establecidas en el Libro Tercero, Título II,
del Código Civil, respecto de la sucesión intestada, cuando el Acuerdo de Vida en Pareja haya
tenido una vigencia mínima de un año y termine por la muerte de una de las partes, el
contratante sobreviviente concurrirá con los hijos del causante, recibiendo una porción que será
igual a lo que, por legítima rigorosa o efectiva, corresponda al hijo o a cada hijo si fueren más
de uno.

Si el causante no ha dejado descendencia, le sucederán el contratante sobreviviente y sus


ascendientes de grado más próximo. En este caso, la herencia se dividirá en dos partes iguales,
una para el contratante sobreviviente y la otra para los ascendientes. A falta de estos últimos,
llevará todos los bienes el contratante sobreviviente, y, a falta de contratante, los ascendientes.

Artículo 10. Para los efectos de las regulaciones establecidas en el Libro Tercero, Título V,
del Código Civil, respecto de las asignaciones forzosas, cuando el Acuerdo de Vida en Pareja
haya tenido una vigencia mínima de un año y termine por la muerte de una de las partes, el
testador podrá favorecer al contratante sobreviviente con todo o parte de la cuarta de mejoras.

Artículo 11. Para los efectos del Régimen Público de Salud y del Sistema Privado de Salud,
contemplado en el Libro II y III, respectivamente, del Decreto con Fuerza de Ley Nº 1, de 2005,
del Ministerio de Salud, el Acuerdo de Vida en Pareja acreditado en la forma establecida por la
presente ley, permitirá a cualquiera de los contratantes ser carga del otro.

Título III De las inhabilidades, incompatibilidades y prohibiciones a que da lugar el Acuerdo de


Vida en Pareja

Artículo 12. Toda inhabilidad, incompatibilidad o prohibición de carácter legal o reglamentario


que se encuentre establecida respecto de los cónyuges, se hará extensiva, de pleno derecho,
a los contratantes de Acuerdo de Vida en Pareja.

Título IV Disposiciones generales

Artículo 13. El término del Acuerdo de Vida en Pareja pondrá fin a todas las obligaciones y
derechos cuya titularidad y ejercicio deriven de la vigencia del contrato.

Artículo 14. En todas aquellas normas en las cuales se hiciere referencia expresa al
conviviente, se entenderá que aquélla incorpora también a los contratantes de un Acuerdo de
Vida en Pareja, según corresponda.

88
Artículo 15. Será competente para conocer de los asuntos a que dé lugar el Acuerdo de Vida
en Pareja el juez de letras del domicilio de cualquiera de las partes.

Bibliografía

Acuña San Martín, Marcela, La consideración de los hijos en la regulación de las relaciones de
pareja: Matrimonio y Acuerdo de Unión Civil; y su influjo en la configuración de la noción de
familia, en AA.VV., "Estudios de Derecho Familiar I", Thomson Reuters, 2016, pp. 229-242.

Aedo Barrena, Cristián, Algunas cuestiones sobre la protección de los terceros en la disolución
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