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calesén dit or Man Jiirgen Habermas La constelacién posnacional Ensayos politicos CA DE| BIBLIOTE 1 Witor Gomer 120 2 Enrique Gl Cabo € 4 Francie Ferner Buey Labora 5 Gabel Abie La mete 6 Aurelia Arteta La somes 5: Garae Thebout Vienne! Suen fTavetan Todorov Elda iperiesto. 9. Manuel Cr Hacee care Tov dirges Habermas a costlcnpotnacinl BIBLIOTECA Monge Afr ISTEMAS DE BIBLIOTECAS WERSIDAD DE COSTA RICA (ion donate poi, sate a Sistema de Bibl fotecas - 30s, 169 199 Prélogo I. Sobre el contexto nacional 1. £Qué es un pueblo? Sobre la autocomprensién politica de ia ciencias humanas en el «Vormarz>. El ejemplo de la ‘Asamblea de German r rt en 1846 2. Sobre el uso publica de la historia IL La constelacién posnacional 3. cAprender de las catastrofes? Un diagnéstico retrospectivo del corto siglo 4, La constelacién posnacional y el futuro de la demo i 5, Acerca de la legitimacién basada en los derechos humanos IIL Sobre Ia autocomprensién de la modernidad 6. Concepciones de la modernidad, Una mirada a dos tradiciones 7. Los diferentes ritmos dela filosofiay la politica. Herbert Marcuse en el centenario de su nacimiento Le IV. Un argumento contra la clonacién de seres humanos. Tres réplicas 8. {Esclavitud genética? Los de la medicina reproductiva 9, La natural rosotros mismos 10. La persona clanada no serfa un asunto de derecho civil ‘analizable en términos de dafios y perjuicios ‘Rio y frontera» es la sugestiva imagen para esta nueva constela- cién que surge con la superacién de las fronteras. En Ta Asamblea de Germanistas que tuvo lugar en Franefort en 1846 se discutié sobre el establecimiento de las fronteras nacionales que hoy estin desapare ciendo. Los dos ensayos introductorios alumbran nuestro contexto nacional desde dos perspectivas contrapuestas. En aquel entonces se dirigia la mirada hacia los inicios republicanos, Hoy observamos con desapasionamiento su catastrfico final La mirada tetrospectiva, con intenciones de diagnosis histérica, al corto sigio xx intenta explicar la sensacién de perplejidad actual mente tan extendida~ dirigiendo Ja atencién hacia un inquietante problema del préximo siglo: ¢puede la democracia, tal como se ha desarrollado en el Estado social, mantenerse y desarrollarse més al de las fronteras nacionales? El ensayo que da titulo al presente libro inda- ga las alternativas politicas frente a las priticas neoliberales actual pelts a historia. Dest exe pnt devia al cer melee de Gt ‘mente dominantes:y eosin conflar en la retGrica de una stercera via situada més alld del neoliberalismo y de la vieja socialdemocracia Con el inicio en Europa de una politica monetaria comiin obser vamos una inversin de las alianzas.Los stisfechos partidarios de una Europa como mercado se unen a los euroescépticas -que piensan todavia en términos de Estado nacional- para congelar el statu quo de tuna Buropa integrada econémicamente, pero politicamente tan divi- dida como antafio. Previsiblemente, esto supondria tener que pag un precio muy alto en términos de rechazo social; demasiado alto, quizas,a la vista del nivel de civilidad actualmente alcanzado. La legi- ‘imidad democritica no se puede obtener sin justcia social Esto e ha convertido ya en un principio conservador. Cabe dudar del utpico «ans alld de la derecha y dela inquierda, pero parece que se esti con- sumando un intercambio de papeles entre revolucionarias y conse vvadores Pues xtevolucionarios»resultan los esfuerzos para hacer olvi- dar a la poblacién los criterios del universalismo igualitario y para atribuir las desigualdades socialmente producidas a las propiedades naturales de veficientess y «racasados. En el marco nacional, la politica tiene sin duda cada ver mas dif cultades para seguir el paso de una competencia globalizada. La tinica alterativa satisfctoria desde un punto de vista normativo, que pueda poner en marcha algo nuevo, la veo inicamente en la conti guracién federal de una Unién Europea capaz de actuar en el campo de la politica social y econémica, que pueda orientarse hacia el futu ro de un orden cosmopolita sensible a las diferencias y compensador de Jas desigualdades sociales. Una Europa que se comprometa a Iuchar por la domesticacién de cualquier forma de violencia, incluso de indole social y cultural, estaria inmunizada frente a la recaida pos colonial en el eurocentrismo, Una perspectiva de este tipo, suficiente- mente descentrada, puede satisfacer también las exigencias del dis ‘curso intercultural sobre los derechos humanos. [as contribuciones de la tercera parte recuerdan a grandes rasgos 1 trasfondo filos6fico sobre el que, en la parte principal, analizo los retos dela constelacién posnacional El concepto de autonomia perte- 2. bicotexte srl paraapreparaion de wna coarscn can Gerard Serer ‘ie tease ona de 1998 en lara fore pra ncaa. SP. nece también a la autocomprensién de la modemnidad y sugiere un argumento contra la recientemente discutida 4 Starnberg, junio de 1998 Jtirgen Habermas Sobre el contexto nacional Qué es un pueblo? Sobre la autocomprensién politica de las ciencias humanas en el «Vormérz, El ejemplo de la Asamblea de Germanistas celebrada en Francfort en 1846+ I. Dos objetivos Del escrito de invitaciOn «a una asamblea de estudiosos en Francforb, asicomo de la breve introduccién que acompaiia la publicacién de las Verhandliungen der Germanister se desprende un doble objetivo por parte de los organizadores, Por iniciativa del jurista de Tubinga, Reys- cher, se habian reunido conocidlos hombres de letras como Jacob y Wilhelm Grimm, Georg Gottfried Gervinus, Leopold Rane, Ludwig, Unland, Friedrich Christoph Dahlmann, Georg Beseler y Karl Mitter- maier para fundar una asociacién que reuniera las tres disciplinas dedicadas al derecho, la historia y la lengua alemanas. Ante todo se trataba de institucionalizar una mejor comunicacién cientifica. Hasta entonces los contactos, que iban més allé de la habitual lectura de revistas y libros, se apayaban en el conocimiento personal. En ello jjugaba un importante papel el intercambio de correspondencia. Esto era asi no s6lo porlo que se refiere alos contactos interdisciplinares entre juristasfil6logos e historiadores sino también por lo que respec tala comunicacién dentro de las mismas disciplinas, sobre todo entre les germanistas Habia necesidad de formas més sdlidas de cono- cimiento personal, de entendimiento y aprendizaje mutuo, sen con versacién libre y desenvueltar y sin eleer conferencias escritas» Servian de ejemplo los primeros Congresos especializados de natura tas y médicos (desde 1822), asi como os de Filologia clsica (desde 1838) Los iniciadores eran conscientes, por lo dems, de que una asam- ‘lea de hummanistas germanistas de todo el Ambitoalemn seria perci- Dida como un hecho con significacién politica Elsegundo objetivo, que iba mésal sidades académicas, fue una manifestacion ~como siempre, contenida-en favor dela unién de la patria politicamente dividida: Seria mucho esperar de una reu nin de hombres de letras que. se pusiera como tarea una intervencién directa en la vida cotidiana; pero de nuestra asamblea no esperamos ‘nada menos que, manteniéndose firmemente arraigada en el suelo de Ja investigacin centifica-de elo no cabe ninguna duda- sepa apre iar tanto el valor como la realidad de estas tiempos y colme a cada uno con este fervor que alienta al conjuntos? El transcurso de las reuniones Confirmard esta expectatva. Incluso aquellos que hemos nacide poste- "lormente y que nos sentimos vinculados,a través de nuestra profesién 1 biografa, con las ciencias humanas ycon ls tradiciones republicanas de nuestro pais, sentimos todavia, al leer aquellasacas la emocién que «embargaba al orador Retrospectivamente reconocemos también, cer tamente, lo apolitico en las pasiones de aquellos héroes de la Escuela Historica alemana. A pesar de todas las criticas, nadie puede resistirse al Peculiar encanto de aquellos inicio inspirados por el espiritu del Romanticism. La implicacin de esos hombres de letras en sus respec {vos objetos de estudio ~la cantigtiedad germédnicay- coincide de un ‘odo casi inconsciente con la tendencia politica dela época La reunion estuvo, sin embargo, marcada per una trgica ironia, ‘Aquellos inicios celebrados con tanto énfasissignifican también, visto objetivamente, un final, tanto desde el punto de vista politico como desde el punto de vista de la historia de la ciencia. Las reuniones de ‘germanistas de 1846-1847 que tuvieron lugar en Francforty Libeck fueron el primero, pero también el iltimo intento de hacer converger quellas disciplinas que habian constituido en su dia el corazin de las primeras ciencias humanas. Un siglo y medio despues losjuristasy 4os fil6logos germanistas fundarian sus propias asociaciones. Lo cal © comespondia con la tendencia, absolutamente normal, de diferen- (Ranke) La Asamblea de Prancfort, que queria abrir un nuevo capitulo en la historia de esas ciencias, en realidad concluye la etapa fundadora. Visto en términos de historia de la ciencia sirvi6 precisa ‘mente para una transltio norinisjustamente entonces el titulo honor 0 de «germanistas» ~que Jacob Grimm reivindica ahora para las ‘encias del lenguaje~setransfiere, incluso en el uso més comin, desde los historiadores del derecho alos filélogos modernos? Asimismo, el papel que los germanistas creian poder interpretar ‘como intérpretes naturales del Volksgeist~el vespiritu del pueblo» o ‘espiritu nacional» en el espacio publico politico resulté ser una ilu- 4. €. Rothacey, Lop nd Systema des Geteswisenschftr, Bon, 1946, \Wssnscaftsgeschicte der Germanic 29-labrhundert, StatgarUWeaney * Anil serio ayes) ample crcia eh dai ete soveananns3 3008 sién. Como es sabido, dos afios mas tarde fracasaba en Ja vecina Pru ‘heel intento de unidad nacional en el marco de una comunidad politica constiuida a partir de ls ideas iberales* De todas maneras,cerea de un, 10 % de los participantes en la Asamblea de Germanistas volvieron a cencontrarse en la primera Asamblea Nacional Alemana, la mayoria de cellos como miembros del Gentrum. Wilhelm Scherer pudo mas tarde sefialar la Asamblea de Germanistas como «una especie de precursora del Parlamento de Francforb El Vormare-losafios previos a la Revolu- cién de 1848- fue el primer y eltltimo perfodo en el que los represen ‘antes ms prominentes de las ciencias humanas tuviewn la voluntad Politica de hacer uso piblico desu saber profesional en tanto que intelec- tuales y ciudadanos.Lo que en la generacién de mis maestros -antes, durante y después de 1933- podia parecer un intento parecido de {nfluencia politico-intelectual no cae evidentemente dentro de esta cate- goria de compromiso ciudadano. H papel de los intelectuales depende dela capacidad de resonancia de un espacio piblico liberal y de una cul- ‘ura politica de libertad. Los germanistas que hace 150 afios exigian la libertad de prensa en el Sal6n Imperial de Francfort tenian conciencia ‘muy lara de ello, No puede afirmarse lo mismo de Julius Petersen, Alfred Baunnler, Emst Bertram, Hans Naumann o Erich Rothacker, Elmovimiento de la Paulstiche fracasa por circunstancias histéricas ‘que no son ahora mi tema. Pero los germanistas, que si me interesan ‘como parte de ese movimiento, no fracasan solamente por causas cit ‘cunstanciales. Entre los factores en contra se encuentra también una autocomprensién politica influida por la flosofia de las primeras cien- as humanas, No s6lo carecia de fururo el deseo de pasar por alto los limites ~que bien pronto se pusieron de manifiesto- entre las distintas disciplinas; también resultaba problemética la construccién -en si mismo oculta~ de todo un conjunto de referencias a los origenes ‘mediante a cual se pretendia dotar ala nacién con la apariencia de un cuerpo orgiinico.Siguiendo el hilo dels explicaciones de jacob Grimm ‘esbozaré brevermente el trasfondo flos6fico de la Escuela Historica (M.A ilesia de San Pablo (Paulshiche) de Franefort en mayo de 184®. (N. det) 6.3 Miley Die ersten Germansetage er Jed, Maly como), Literatur wiseschattundSaiasescaten 2, Stat 1976 pkgs 297-918 partir de las contradicciones que aparecen en la discusién, quiero des- pués mostrar cémo la idea del Vollseist~una idea que mira hacia el pasado- pone en dificultades la intenciones liberales dirigidas hacia el fturo (ID, Gervinus elude la dialéctica fatal de la delimitacién inter na y externa mediante la dinamizacién hist6rica de esa doctrina del Vollsgest En aquel momento, sélo demcratas como julius Pribel -que no estin representados en la Asamblea de Germanistas-dan cuenta de Jo precaria que resulta la relacién entre el spueblos, definido cultural- ‘mente, yla macién» de ciudadanos V). La germanistica no ha repetido aquet primer gran intento de intervenir en el espacio piblico republica no. Finalmente, ecordaré las zones ~internas ala disciplina-que han inclinado a la germanistica hacia una autocomprensién apoitica dest propio quehacertV1, TT, Laimagen del muni en ta etapa I de las clencias humanas Jacob Grimm abrié la segunda sesi6n paiblica con unos comentarios sobre la relacién entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias Jumanas La quimica ylafiscale sirven como ejemplos de ciencias exac tas, que se apoyan en el célculo, que conciben la naturaleza como un. ™mecanismo, la descomponen en elementos y la vuelven a recompo- ner con finalidades téenicas De forma muy distinta operan las iencias sinexactasy, las cuales, gracias a un espiritu sensible y conveniente ‘mente educado (una rara disposicién de algunas naturalezas#), son capaces de penetrar en la multiplicidad ongénica y en el interior de las, creaciones hist6ricas de la humanidad. Se caracterizan no por los, smedios y as invenciones que maravillan y asustan al género humma- nor, sino mediante el valor inherente, la dignidad de sus objetos: «Lo humano en el lenguaje, a poesia el derecho y la historia nos lega mésal alma que los animales, las plantas o los elementos».Con un giro sorprendente, incluso sorprendentemente mlitante, Grimm afiade: Com las mismas armas lo nacional vence a lo extranjeros? naan nn sae ‘A esta elipticaformulacin le subyace la idea de que las ciencias Ja naturaleza -ciencias de observacién y explicacién-abarcan fenéme nos generales y regulares, mientras que las ciencias humanas ~ciencias, de la comprensién- se orientan a las peculiaridades culturales y la individualidad de sus objetos. Grimm tiene antes{no solamente la opo- sicién entre lo general y lo particular, entre ciencias momotéticas» y Quien utiliza un lenguaje naturalizado para definir el pueblo y el Volkgeist quiere delimitar la nacién, en términos de espacio y tiempo, de forma muy clara: «Nuestros antepasados han sido alemanes, incluso 545961 TL Vertastangen, 9.33 12. vertoatangen, 9.135, 3B. Verhanaturger pep. 129 antes de convertise al cristianismo; es una antigua condicién de la que ddebemos partrla que nos ha unido, como alemanes, en un tinico vincu Jon La continuidad del Volksgeis-basada en la historicidad de un ler sguaje-confiere asia la naci6n-pueblo el caricter de algo natural eros Ja nacién se imagina como un producto de a naturaleza, el proyecto nacional de la unificacién pierde el caricter constructivo de realizacté dena nacin modema de ciudadanos.Y lo que vale para la prolonga cidn en el tiempo vale también para la extensién en el espacio, Sila nacién es o debe ser coextensiva con la comunidad de lenguaje, la con: ‘ingencia de las fronteras de los territorios estatales desaparece tras el hhecho natural de la geografia lingiistica Jacob Grimm apela a la siguiente ley: La linea divisoriaentrelos pueblos no la forman los ris, ni Jas montaas sino que a un pueblo que se expande mas allé de monta Fas y ros slo su propio lenguaje puede poneste fronterasi* Fsta conv. dn constituye, por lo demas, el trasfondo para el empeiio con el que Juristase historiadores utiizan la primera sesin piiblca de a Asamblea Para rechazar la pretensin sucesoria dela corona danesa a la incorpora- ién del teritorio de Schleswig, que no pertenece al Bund alemn. En 1874, Wilhelm Scherer caracteriza retrospectivamente el spit tu de la Escuela Histérica con una serie de pares de conceptos: «Frente al cosmopolitismo, la nacionalidad; frente al constructo artificial, a fuerza de la naturaleza; frente a la centralizacin, las fuerzas aut6no- ‘mas; frente al bienestar otongado desde arriba, el autogobierno; frente aa omnipotencia del Estado, la libertad individual; frente al ideal ‘onstruido, la soberanfa de la historia; frente ala caza de lo nuevo, la veneracién por lo antiguo; frente lo elaborado, lo que ha devenido naturalmente; frente al entendimiento y al raciocinio, sensibilidad e {intuicién: frente ala forma matematica, la orgénica: frente a lo abs Uwacto, lo sensible; frente a la regla la congénita fuerza creativa; frente alo mecinico, lo vivos!*Se reconocen aqui inmediatamente los aspec- tos bajo los cuales la ideologia del sespirtu del pueblo» converge con 10s objetivo liberales del movimiento nacional, A partir del desarro- Uo espontiineo del Volegest devotamente evocado se puede adivinar 14. Verhandungen 9.17. 15, Veharngce 9.3 16. Wi. Scharer Vortrge und Ausfstze (1874), ps. 340 y sas cad sein Rothacer (ae ota pa. 19), yaa fuerza productiva, renovadora y, por supuesto, emancipatoria, {ques rebela contra el reglamentismo de ls rigidas burocracias est tales y que quiere dar al pueblo una forma politica propia, corde co su naturaleza histérica Peo por otra parte, dela descripcién de Sche- rerse desprenden también rasgos anticuados, retrgrados, quictistas y antilustrados que no predestinan precisamente al historicismo a ser elalumbrador del moderno Estado nacional burgués Gertamente, el idealismo filoséfico del escrtor de Tubinga tenia una direccién parecida al pei der, Méser y Hamann. También Héldetlin, Schelling y Hegel habian evocado, frente a las clasificaciones del pensamiento racional y contra niento hist6rico-romantico de Her- Ja positividad de una tradicién foslizada, la fuerza de Ia imaginacion, la productividad y la espontaneidad de los sentidos. También ellos acentuaron, frente a lo abstractamente general, el sentido propio y la individualidad de lo particular en la estructura de un todo orgéinico, Pero la filosofia ha incorporado estos elementos antinémicos en la razén misma, mientras que el historicismo carece de conceptos para oracionalmente general, Sin tal referencia ala raz6n, los germanistas tuvieron que hacer muchos esfuerzos para afrontar el problema de como extraer del respiritu del pueblos, del Volkegeist, los principios para una Constitucién liberal TIL. Sobre la dialéctica entre delimitacién interna y externa {La imagen del mundo de las cencias humanas ofrecia una perspecti: vvaa partir de la cual la unidad politica de Alemania se representaba como la consumacién retardada de una unidad nacional que, cultu- ralmente,se habia formado ya mucho tiempo atrés.El cuerpo del pue- blo, definido mediante la cultura y la lengua, carece todavia del ropaje politico adecuado. En el Estado nacional, la comunidad linglistica debia coincidir con la comunidad juridica, Pues toda nacién, al menos asi parecia, psefa por definici6n un derecho a la independencia poli ‘ica. Bn este punto los participantes en la Asamblea de Germanistas que interpretaban este principio a la luz dela doctrina del Vollsgeist- se engaiiaban sobre lo especificamente moderno de su propésito. Dado que partian del hecho de que el Fstado-nacién habja ido madu- ovasna nn 3 300 rando ya con la nacién cultural, pasaron por alto el carécter constru: tivo de su proyecto, El espiritu del pueblo alemsn, que debia tomar forma politica en el nuevo orden, quedaba ya atestiguado en los anti ‘guos documentos de a poesia, a lengua alemana yel derecho germ nico, Esta perspectiva explica las disonancias cognitivas que surgieron lo largo del debate. Ante todo, justamente el supuesto de una comu- nidad linglistica homogénea y claramente diferenciable es Io que esata una curiosa dialéctica, Incluso en el caso de una solucién del tipo de la «Gran Alema- nav, las fronteras culturales de la comunidad lingtistica no habrian conseguido solaparse con las fronteras politicas de la comunidad Juridica. Las fronteras del Estado nacional excluirian en todo caso minorias germanohablantes incluirian minorias de otras lenguas. La delimitacién juridico-politica que deja fuera a los alemanes en el extranjero origina el deseo de su incorporacién lingiistico-cultural, Por eso los hitoriadores proponen la fundacién de una «UniGn para el mantenimiento de la nacionalidad alemana en el extranjeros, Con ello persiguen un doble objetivo, Muchos oradores estén preo- Cupados por el destino de los emigrantes que, precisamente enton- ces, parten en masa hacia Norteamérica: incluso en el extranjero, (tos deberian conservar sla antigua lengua y con ello el cilido vincu Toconla tierra madre(!h” Pero con relacién a ¢Europa o, mas correc: tamente, a los Estados fronterizos con Alemania, esta politica Precisa de otros emedios y inalidades» que los necesarios spara otras artes del extranjero»” Sin querer cintervenir en el mbito politico, elinformante de la seccién histérica Georg Heinrich Pertz recuerda a existencia de slos alemanes en Alsacia, en Lorena, en los Pafses Bajos; os alemanes mas allé del Neman, los alemanes en Bohemia, en Hungria y Transilvania, los cuales tienen derecho al manteni: ‘miento desu nacionalidad alemana y desu lengua maternas” Jacob Grimm, en su conferencia de apertura, habia comentado ya el lamentable camino que habia tomado el idioma holandés -esta ‘peculiar y claramente enflaquecida forma de lenguaje de nuestros 1. Vertandungen 8,61 18. Verhagen 989,123. 19, vertanatingen ng 307, vecinos del noroester~ con la siguiente observacidn: «Lampe ce ya posible reconducirlo de nuevo hacia nosotros; pot eso con niia siendo més deseable multiplicar todos los vinculos entre stu decurso y el nuestros” La separacién entre el bajo alemn y el alemn literario recuerda el precio que exige la imaginaria unidad de la nacion lingifstica:1a pérdida de influencia de los dialectos, para la cual Grimm establece tuna eufemistica cuenta de pérdidas y ganancias Su hermano Wil helm reconoce el carécter artificial del lenguaje escrito, sin el cual das distintas comunidades a menudo no se entenderians. La homogenei- dad dela comunidad lingiistica no es pues algo genuiino o originario, sino que exige una nivelacon de los dialectos a favor de un lenguaje escrito introducido administrativamente. Pero el hecho que esa pre servable especificdad de lo nacional s6lo se puede produ mediante luna represién de otras especificidades surgidas esponténeamente es algo que se compadece mal con aquel modo arqueologizante de com. render el Vollsgest, como algo surgido de forma natural. gualmente ‘molesto es el hecho que las lenguas nacionales, que deberian fundar Ja individualidad de los diferentes pueblos, se hayan mezclado e influido entre elas, es decir, que no constituyan unidades fcilmente delimitables, ierto que en comparacién con las lenguas «mezcladass como el inglés o incluso el mismo francés, el alemén es considerado en su tiempo una lengua «pura. Pero también el aleman contiene térmi- nos prestados cuyo origen latino se ha olvidado; términos extranje- rs sin los cuales no podriamos arreglérnoslas en la vida diaria, incluso muchas expresiones terminol6gicas que resultan imprescin- dibles para el conocimiento cientifico, Wilhelm Grimm menciona éstos hechos sin que ello signifique cinterceder en favor dela injeren:

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