un silencio sentenció, despedazados quedaron los sentidos, echo triza el alma.
Un vacío, se agranda, se forma en mi pecho como
un cáncer, un eco resonante vislumbra soledad, y entre los sonidos del silencio la agonía muda; se hace pronunciar.
Débiles y fuertes, se hacen los sentidos, algunos
confusos, otros solo... delirando, delirando, delirando. Queriendo escapar de la tan ilógica realidad, que podría ser la locura que vierte su fuego abrazador sobre mi mente, que podría ser solo un reflejo desnudo; de lo que carece mi alma.
Fue tan simple, frío e inesperado que al
momento de escuchar esas palabras tan temibles. Mi mente colapsó, se inmoló.
Se perdió en sí misma, qué lo último que
recuerdo quizás fue esa frase con la cuál terminó todo yo nunca te amé, yo solo te vi como amigo.