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Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 29

Figura 1.12: Cambios en la demanda de transporte público debido al COVID-19 en ciudades seleccionadas de América Latina del 2 de marzo al 12 de mayo de 2020

Lima, Perú) - 90%

Bogota Colombia) - 86%

Ciudad de México, México) - 83%

Buenos Aires, Argentina) - 81%

Santiago, Chile) - 80%

Fortaleza (Brasil) - 77%

Campinas (Brasil) - 74%

Salvador (Brasil) - 74%

Recife (Brasil) - 73%

Rio de Janeiro, Brasil) - 72%

Guadalajara (México) - 68%

São Paulo, Brasil) - 67%

Montevideo, Uruguay) - sesenta y cinco%

Porto Alegre (Brasil) - 64%

Belo Horizonte (Brasil) - 62%

Brasilia (Brasil) - 62%

Curitiba (Brasil) - 62%

Tasa de crecimiento

Fuente: Statista, 2020

Disminución del uso del transporte público en ciudades seleccionadas de oportunidades que de otro modo estarían fuera del alcance de

América Latina entre el 2 de marzo y el 12 de mayo. las comunidades en asentamientos aislados o periféricos.62

2020, en los primeros meses de la pandemia. Por lo tanto, garantizar que las comunidades ya marginadas

no se enfrenten a más barreras para garantizar el empleo, la

Una red de movilidad integrada que proporciona transporte atención médica y otras necesidades durante la pandemia

público seguro y asequible, con conectividad de primera y debe ser una prioridad. El transporte público accesible, seguro

última milla a través de infraestructura de transporte no y asequible es fundamental para reducir los efectos negativos

motorizado, tiene el potencial de hacer que las ciudades de las desigualdades espaciales y la segregación, tanto en Accesible, seguro
existentes y las recientemente planificadas y las extensiones respuesta a la pandemia como en preparación para una y asequible
de la ciudad sean más resilientes. Los sistemas de viaje recuperación segura y duradera de la misma. transporte público

sostenibles, incluido el transporte público y la consiguiente es fundamental para

reducción del uso de vehículos motorizados privados, pueden reduciendo el

generar una serie de beneficios: mejora de la calidad del aire Se necesitan más investigaciones para desentrañar efectos negativos
urbano, reducción del número de accidentes de tráfico y completamente el verdadero riesgo de que el transporte público de espacial

acceso más equitativo a los servicios esenciales y otros. contribuya a la propagación de una pandemia y las medidas desigualdades y
adecuadas para permitir que continúe funcionando. segregación
30 | Capítulo 1: Repensar la forma y función de la ciudad
No hubo brotes importantes relacionados con el transporte masivo en París.
sin peligro. Sin embargo, muchos estudios iniciales y
resúmenes de políticas sugieren que, en las condiciones
adecuadas, el transporte público sigue siendo uno de los
medios más seguros y esenciales para moverse por las
ciudades. Al comprender el papel integral que desempeña el
transporte público, por ejemplo, al permitir que los
trabajadores esenciales se muevan fácilmente entre su hogar
y el lugar de trabajo, las ciudades han elevado los estándares
Debajo de la derecha de higiene para abordar el riesgo de infección asociado con el
condiciones, transporte público. En Moscú, se distribuyeron mascarillas
transporte público faciales y desinfectante de manos de forma gratuita en las
sigue siendo uno de entradas del metro para personas con discapacidad.63 Otras
el mas seguro y ciudades, como París y Tokio, también tomaron medidas para
mas esencial gestionar el riesgo potencial de infección en el transporte
medio de público y, como resultado, en los meses posteriores al
moviéndose estallido de la pandemia pareció haber evitado en gran
ciudades medida los clústeres de COVID-19 en sus redes de tránsito.64
En Alemania, donde los conceptos de higiene aseguraron el
distanciamiento social y el uso de máscaras faciales, solo el
0,2 por ciento de los brotes de COVID-19 rastreables estaban
relacionados con el transporte e involucraban a grupos más
pequeños de personas que las que se ven afectadas con
frecuencia.
ajustes.sesenta y cinco Es probable que la reducción del número de
pasajeros, las medidas de higiene más estrictas, incluido el
distanciamiento físico y el uso de máscaras, hayan sido factores
en la prevención de los grupos de infecciones relacionadas con
el transporte. Esto proporciona señales alentadoras de que,
con las medidas adecuadas, el transporte público se puede
utilizar de forma segura durante una pandemia.66 Sin embargo,
los gobiernos de las ciudades deberán realizar esfuerzos
concertados para comunicar las medidas vigentes para
tranquilizar a los usuarios y restaurar la confianza en el
transporte público: hubo evidencia considerable después de
que se levantó el primer bloqueo y se reanudó el movimiento
de que un gran número de personas ahora recurría a vehículos
privados para llegar.67
Sin embargo, los sistemas de transporte público en
muchos países en desarrollo, como matatus
(minibuses) en Kenia operan con modelos que se basan en
alcanzar su capacidad máxima antes de partir, lo que dificulta
la distancia entre los pasajeros. Por tanto, muchas ciudades
de los países en desarrollo se han enfrentado a un arma de
doble filo: rLos viajes de educación y el distanciamiento social
se reconocen como medidas efectivas para frenar la
propagación del COVID-19, pero
 Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 31

no se considera realista y alcanzable para muchos países en
desarrollo donde los medios de subsistencia de las personas
dependen de las interacciones cara a cara y se realizan
directamente. En ocasiones, las empresas privadas de
transporte público aumentaron el costo de los boletos para
compensar la pérdida de ingresos en los asientos vacíos para
cumplir con las medidas de distanciamiento físico. En este
caso, los subsidios de transporte específicos podrían ayudar a
las poblaciones vulnerables y marginadas durante la
pandemia, pero también podrían considerarse como una
estrategia a más largo plazo en ciudades donde la movilidad
depende del transporte público.68
Otro avance significativo fue la proliferación del transporte no
motorizado a raíz del COVID-19, provocada tanto por las
o desanimado. En Ammán y en gran parte del resto de
Jordania, por ejemplo, se prohibió oficialmente la
conducción de automóviles durante 40 días para reducir
la distancia que viajarían las personas.69
En otras ciudades, por ejemplo en China, los habitantes de las
ciudades optaron por caminar y andar en bicicleta para
satisfacer sus necesidades diarias dentro de sus vecindarios,
evitando el transporte público. Mientras tanto, en Quito,
Ecuador, se construyeron alrededor de 70 kilómetros de
nuevos carriles para bicicletas y se registró un aumento del Otro
734 por ciento en el número de viajes en bicicleta durante significativo
mayo de 2020.70 En respuesta, en un esfuerzo por mantener el desarrollo
cambio de comportamiento hacia los viajes activos, un número fue el
creciente de ciudades está expandiendo sus redes de proliferación de
transporte no motorizado. Lo que originalmente siniciado no motorizado
como medidas temporales, incluida la conversión del espacio transporte en

regulaciones públicas como por las respuestas individuales. En vial en pasarelas peatonales y carriles para bicicletas, ha el despertar de

un contexto en el que el distanciamiento social era de repente encontrado un apoyo generalizado y está dando lugar a COVID-19,
fundamental, la bicicleta ofrecía la posibilidad de un transporte cambios permanentes en la infraestructura. En todo el mundo, desencadenado por

urbano seguro debido a la separación natural que proporciona ciudades como Berlín, Bogotá, Kampala, Lima, Londres, Milán, ambos públicos

entre los usuarios. Estos modos también cobraron más Nairobi y Nueva York han invertido en la expansión de su regulaciones
importancia en algunas ciudades, ya que el uso de vehículos infraestructura para caminar y andar en bicicleta.71 e individual
motorizados privados estaba restringido. respuestas

Recuadro 1.11: Las ciudades transforman su infraestructura para caminar y andar en bicicleta en respuesta al COVID-19

En respuesta a la pandemia, la ciudad de Montreal respondió con la creación de “Active and Safe Lanes”, una red de corredores de
transporte accesibles para peatones y ciclistas. Implementadas como parte de las medidas de emergencia para permitir la reanudación
de las actividades luego de la primera ola de la pandemia COVID-19, representaron 112 kilómetros adicionales de ciclovías y rutas
peatonales, con más redes desplegadas durante el verano para brindar acceso a los residentes de la ciudad. a parques, escuelas,
servicios esenciales y comercios. Planificados de forma temporal durante la temporada de verano, estos desarrollos se llevaron a cabo en
un tiempo récord por todos los departamentos de Ville de Montréal y sus socios.72

En Colombia, Bogotá buscó una alternativa creativa a los trenes y autobuses en respuesta a la pandemia, con el desarrollo de 84 kilómetros de rutas ciclistas

temporales a principios de 2020 para agregar la extensa ciudad Ciclovía la red. Establecidas como una respuesta de emergencia a la pandemia, estas

instalaciones mejoradas ayudaron a impulsar el interés en el ciclismo entre los residentes, con una encuesta en el verano que mostró que el número de

personas que considerarían el ciclismo como un medio de transporte se había duplicado al 16 por ciento. El despliegue de esta nueva infraestructura ha ido

acompañado de talleres sobre distanciamiento social y otras medidas preventivas para mantener la seguridad de los usuarios. La esperanza es que esta

estrategia tenga un impacto duradero en el sistema de transporte de la ciudad a largo plazo.73

También en Europa, las ciudades han reconfigurado sus calles para dar cabida a un mayor uso del transporte no motorizado. En Milán, Italia, el centro de la

ciudad se remodelará parcialmente para asignar unos 35 kilómetros de espacio vial a ciclistas y peatones, con límites de velocidad reducidos para los vehículos

de motor para garantizar su seguridad. En Bruselas, Bélgica, donde ya estaba en marcha un ambicioso plan de peatonalización antes de que azotara la

pandemia, todo el núcleo de la ciudad se transformó en una zona prioritaria para ciclistas y peatones. En París, Francia, los carriles para bicicletas se ampliaron

de manera similar y se abrieron varias ciclovías de larga distancia planificadas antes de lo previsto.74
32 | Capítulo 1: Repensar la forma y función de la ciudad

Figura 1.13: Planes para Corso Buenos Aires en Milán, Italia antes y después de los cambios propuestos para reducir el uso del automóvil

Fuente: Laker, 2020

Estos cambios permanentes en la infraestructura
urbana a favor de los viajes activos pueden tener
beneficios multifacéticos y generalizados. Mantener
el cambio hacia el transporte no motorizado tiene el
potencial de contribuir a estilos de vida activos que
mejoren la salud personal y reduzcan las emisiones
de CO2. Además, las mejoras en las aceras, carriles
bici y otras infraestructuras pueden aumentar la
seguridad vial al reducir los conflictos entre
diferentes modos de transporte, como coches y
bicicletas.
En las ciudades donde el transporte público ya no
funcionaba, caminar y andar en bicicleta demostraron ser
alternativas bienvenidas para muchos habitantes urbanos.
La evidencia inicial también sugiere que las mejoras en la
infraestructura de transporte no motorizado pueden
reducir las tasas de infección:
Los desarrollos de Rise brindan viajes de peatones más
dispersos, lo que reduce los riesgos de contagio y mejora
la habitabilidad de la comunidad de muchas maneras ".75
Los bloqueos locales no solo parecían ser más efectivos
que los bloqueos en toda la ciudad para prevenir la
propagación de COVID-
19, pero los vecindarios con redes de calles sólidas
también parecían estar en mejores condiciones de brindar
acceso a servicios esenciales durante la pandemia. La
transitabilidad permitió a los habitantes de las ciudades
llegar a los servicios y satisfacer sus necesidades básicas a
distancias cortas de sus hogares. Los vecindarios más
compactos y de uso mixto, como se explorará más a
fondo a escala de vecindario en la sección 1.3,
combinados con una red de carreteras bien diseñada que
proporciona espacio para viajes activos, influyen aún más
en los patrones de viaje a favor de la movilidad activa.

Mantener el cambio hacia el transporte no motorizado tiene el potencial de

contribuir a estilos de vida activos que mejoren la salud personal y reduzcan
las emisiones de CO2.2 emisiones
 Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 33

Figura 1.14: Pautas para rediseñar y reutilizar las calles durante la pandemia

Colegio

Tránsito
Calles

Comida Cargando

Recoger / Salud /
Hacer cola Saneamiento

Abrir / Jugar
Calles Comunicación

Fuente: Nacto, 2020

34 | Capítulo 1: Repensar la forma y función de la ciudad

1.3. Reimaginando el históricamente empleado en su planificación. Si bien las

Vecindario: la renovada estrategias para toda la ciudad tienen claramente un papel

importancia de la vida local central que desempeñar en la gestión coherente de sistemas

urbanos complejos, es importante que no pasen por alto las

Las reglas de distanciamiento social, las restricciones de necesidades y oportunidades más granulares y

movimiento, los bloqueos de grupos y el aumento asociado en contextualmente sensibles que se encuentran en juego a nivel

el trabajo desde el hogar durante la pandemia de COVID-19 local. Esto puede requerir una inversión significativa en el

han permitido que el vecindario cobre una renovada conocimiento y las habilidades particulares involucrados en la

importancia en la vida urbana. La forma en que los habitantes planificación del vecindario, así como el desarrollo de

Espacios públicos urbanos utilizan ahora el espacio público y las comodidades plataformas participativas descentralizadas para garantizar

fueron rapidamente locales donde viven ha cambiado drásticamente en muchas que la toma de decisiones se base en las opiniones de los

adaptado ciudades, y potencialmente a largo plazo. residentes, propietarios de negocios y organizaciones

apoyar comunitarias en estas áreas.

emergencia
servicios a través de En respuesta a la pandemia, los espacios públicos76
la puesta en marcha se reutilizaron para uso médico y social, mientras que
de temporal los viajes no motorizados, como caminar y andar en
hospitales, bicicleta, cobraron impulso. Esta reorientación de las
almacenes y actividades sociales, económicas y culturales al nivel
otras facilidades del vecindario ha llevado a una nueva apreciación del
eso ayudó valor de áreas locales compactas y bien diseñadas que
mejorar contribuyen al bienestar de sus residentes. Sin
vecindario embargo, para que estos cambios positivos sean
respuesta duraderos, es imperativo considerar cuidadosamente
capacidades qué intervenciones pueden y deben mantenerse en el
tiempo y cuáles deberán revertirse una vez que la crisis
esté bajo control.
Ofrecer una mayor primacía a los vecindarios también puede
requerir una reorganización de los enfoques convencionales
de arriba hacia abajo que algunas ciudades tienen
1.3.1. Espacio publico
Una de las respuestas espaciales más inmediatas y
visibles a nivel de vecindario a la pandemia de COVID-19
fue la reutilización del espacio público. Los espacios
públicos se adaptaron rápidamente para apoyar los
servicios de emergencia mediante la instalación de
hospitales temporales, almacenes y otras instalaciones
que ayudaron a mejorar las capacidades de respuesta de
los vecindarios. En Wuhan, China, se erigieron varios tipos
de instalaciones de atención temporal, incluidos
hospitales temporales, sitios de aislamiento y centros de
salud comunitarios que aumentaron significativamente la
capacidad del sector de la salud.77 Experiencias como
estas confirmaron el papel integral de los espacios
públicos en la adaptación de emergencia de la función
urbana y las estructuras espaciales a los desastres.78

Un campo de emergencia

El hospital se instaló en
Central Park en la ciudad de
Nueva York en marzo de 2020.
© Lokman Vural | Elibol |
Agencia Anadolu | imágenes
falsas

Más allá de la respuesta de emergencia, la pandemia de
COVID-19 también destacó la importancia del espacio público
para la resiliencia comunitaria y social, así como el bienestar
personal. Los parques urbanos, al menos los que
permanecieron abiertos, se encontraban entre los pocos
lugares que vieron un aumento en las pisadas durante los
cierres de COVID-19. Dinamarca siguió una estrategia para
permitir la actividad física, el aire fresco y la socialización a
distancia manteniendo abiertos los espacios públicos. Los
requisitos de distanciamiento físico significaron que los
espacios públicos sirvieron como algunos de los pocos
espacios seguros para que los habitantes urbanos
interactuaran a distancia, contribuyendo a la cohesión de la
comunidad, aliviando el estrés y desempeñando un papel
importante en el desarrollo de los niños.79 El espacio público
también puede apoyar la igualdad de género: un estudio en
Dinamarca encontró que los espacios públicos fueron
utilizados de manera más equitativa por hombres y mujeres
durante el cierre que antes.80
De igual importancia es la capacidad del espacio público para
servir como un “centro de salud comunitario”.81
Las pandemias como la COVID-19 pueden dejar a las
personas con afecciones subyacentes, como
enfermedades crónicas no transmisibles,
desproporcionadamente vulnerables. Uniendo el “derecho
a la ciudad” y el “derecho a la salud”, un nuevo enfoque de
la planificación urbana debería apoyar una distribución y
acceso mejores y más equitativos a los servicios de salud,
al mismo tiempo que promueve estilos de vida activos y
saludables. El diseño de vecindarios, incluida la inclusión
estratégica y el diseño del espacio público, carriles para
bicicletas obligados, calles peatonales y redes continuas
de color verde azulado, son fundamentales para brindar
un ambiente saludable.
Figura 1.15: Se observó que los espacios públicos en las ciudades de Dinamarca tenían una redistribución de género significativa durante
COVID-19
Copenhague
Total percibido
Distribución de género
METRO F METRO F METRO
M: Masculino
F: mujer
Antes Durante Antes
Fuente: Gehl Architects, 2020
Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 35
entorno que aborde las enfermedades no transmisibles.
La incorporación de parques y naturaleza en todos los
barrios es una medida de salud pública con efectos
psicológicos y físicos beneficiosos.82
COVID-19 ha resaltado la importancia de este
aspecto como aspecto preventivo y sensible al
bienestar humano.
Sin embargo, para que estos beneficios se obtengan Un nuevo enfoque
plenamente, el espacio público debe ser accesible y equitativo a la planificación de la ciudad
para todos: ONU-Hábitat aboga por la distribución del espacio debería apoyar
público en cinco minutos a pie. La accesibilidad física para mejor y
todos, por ejemplo mediante la provisión de rampas para mas equitativo
personas con problemas de movilidad o pavimento táctil para distribución y
personas con discapacidades visuales, es un componente de acceso a la salud
esto. Igualmente importante es el imperativo de hacer que el servicios, mientras
espacio público sea socialmente accesible. En ciudades como también promocionando
Amman, Jordania, las mujeres frecuentemente evitan el espacio saludable y
público debido a las amenazas culturales de ser percibidas estilos de vida activos
como inapropiadas y al riesgo de acoso verbal por parte de los
hombres.83 En otros contextos, los espacios aparentemente
públicos pueden de hecho ser de propiedad y gestión privada,
lo que deja abierta la posibilidad de que en la práctica algunos
puedan ser excluidos, como los que duermen mal, los
vendedores ambulantes informales o los miembros de
minorías étnicas discriminadas.
Durante COVID-19, la reutilización de los espacios públicos
también ayudó a reducir el compromiso entre la salud
pública y la económica. No solo durante la pandemia, sino
también en la planificación espacial en general, existe la
necesidad y la oportunidad de reinventar las calles como
espacio público. Creando un espacio para que las personas
se ejerciten, jueguen y accedan a sus trabajos en las
proximidades de sus hogares.
Horsens Svendborg Helsingor
F METRO F METRO METRO F METRO F
Durante Antes Durante Antes Durante
36 | Capítulo 1: Repensar la forma y función de la ciudad

Si bien se siguen las pautas de distanciamiento físico, las calles

son una herramienta fundamental en un enfoque de salud Recuadro 1.12: Las oportunidades del espacio público para la restauración, el comercio

pública centrado en la reducción de riesgos. De manera minorista y el ocio.

similar, la distancia adicional que las calles pueden permitir

entre las personas significa que al expandir ciertas actividades Equilibrar la salud pública con la supervivencia económica ha obligado a muchas ciudades a

más allá de los confines internos de un edificio, los lugares de reinventar creativamente los espacios públicos para permitir que continúe alguna medida de

culto, las instituciones culturales, las bibliotecas e incluso las actividad a pesar de la pandemia. Los requisitos del distanciamiento social han significado que

escuelas pueden retomar de manera más segura su papel áreas anteriormente prósperas, como los mercados, hayan tenido que adaptarse para

fundamental en la sociedad.84 garantizar su capacidad para funcionar de manera segura. Al mismo tiempo, los espacios

Más allá de extender el aula a espacios al aire libre, en pasados por alto o inaccesibles, como los estacionamientos, también han adquirido en

respuesta al cierre de las escuelas, las calles pueden algunos casos una nueva importancia una vez que se han reutilizado como áreas de comedor,

proporcionar puntos de acceso WiFi que permitan a los recreación o deporte.

niños el acceso remoto a la educación y a los adultos un

medio para trabajar desde casa. Al convertir actividades En Delhi, a medida que se levantaba gradualmente el bloqueo en todo el país, algunos

de interior en actividades al aire libre, empresas como vecindarios comenzaron a albergar tiendas emergentes de marcas comerciales minoristas

restaurantes, cafés, teatros, cines y gimnasios han podido que normalmente solo se encuentran en mercados o centros comerciales más grandes.

seguir funcionando, apoyando los medios de vida y las Estos permitieron a los consumidores que podrían dudar en reanudar sus visitas a los

empresas al tiempo que ofrecen importantes servicios mercados centrales para satisfacer sus demandas a poca distancia, al tiempo que permitían

sociales y culturales a la comunidad urbana. Los nuevos a las empresas generar algunos ingresos.

conceptos, como Gastro Safe Zones en Europa y

Streateries en los EE. UU., Pueden permitir el regreso En Etiopía, ONU-Habitat ha estado trabajando con el apoyo del gobierno para rediseñar

seguro de los clientes y proporcionar al menos algunos los mercados urbanos superpoblados y establecer mercados temporales para ayudar a

ingresos para los restaurantes y vendedores de alimentos. prevenir la propagación del COVID-19 en cuatro ciudades. Los mercados que venden

Las calles también pueden proporcionar espacio para alimentos, verduras y otros productos básicos siguen abiertos y muy concurridos. Los

atención médica y pruebas emergentes, así como servir planificadores de ONU-Hábitat han propuesto nuevos diseños para incorporar

como puntos de distribución de alimentos y agua potable. distanciamiento físico, estaciones para lavarse las manos y la introducción de mercados

temporales en espacios públicos para acomodar a los proveedores. En el mercado de

Fara Gebaya en la ciudad de Hawassa, el sitio seleccionado es de 8.000 metros

cuadrados y está diseñado para albergar a 280 vendedores.85

Melbourne planea reconfigurar el área de 'Little Streets' del Distrito Central de

Negocios para crear un entorno urbano más animado para caminar, comer y otras

actividades al aire libre. Esto se logrará modificando el diseño y la distribución actuales

para proporcionar más espacio para el uso seguro y agradable del área por parte de

peatones y comensales. La ciudad también está explorando formas de apoyar a los

restaurantes abriendo estacionamientos y otros espacios para usar como áreas de

comedor.86

Actividades de la escuela de verano al aire libre con medidas de distanciamiento social. Turín, Italia © Shutterstock

El papel del espacio público accesible es aún más evidente en
áreas marginadas caracterizadas por la informalidad, el
hacinamiento y la falta de acceso a los servicios. En contextos
donde los medios de vida urbanos dependen de la economía
informal, los espacios públicos a menudo sirven como áreas de
mercado. Cerrar estas áreas puede tener efectos devastadores
en los habitantes urbanos que se mantienen a sí mismos día a
día. Como resultado, muchos proveedores han tenido que
adaptarse rápidamente a las nuevas restricciones. En Kisumu,
Kenia, por ejemplo, después de que el popular mercado de
Kibuye fuera cerrado durante el cierre, los comerciantes
construyeron una alternativa improvisada para vender sus
productos.87
En lugar de enmarcar únicamente los espacios públicos y las
actividades económicas y sociales que se llevan a cabo en ellos
como un riesgo para la salud pública, las autoridades de la
ciudad pueden utilizar estos puntos centrales de reunión para
crear conciencia sobre la salud, establecer estaciones de lavado
de manos y distribuir suministros médicos de emergencia y
necesarios, entre otros. otras funciones. En Beirut, Líbano, por
ejemplo, ONU-Hábitat desarrolló estaciones comunitarias de
lavado de manos en cuatro vecindarios urbanos para ayudar a
prevenir la propagación del COVID-19, beneficiando a unas
30.000 personas, incluidos residentes vulnerables, refugiados y
migrantes.88 Los espacios públicos y verdes también ofrecen
espacio para la agricultura urbana, lo que puede ayudar a
reducir la escasez de alimentos y brindar acceso a productos
frescos.
Sin embargo, estos beneficios solo son posibles si los
espacios públicos se distribuyen por igual en los
vecindarios. En muchas ciudades, la distribución desigual
del espacio público deja en peor situación a las zonas con
hogares de estratos socioeconómicos más bajos y
exacerba los patrones de exclusión existentes. Un análisis
reciente de 610 ciudades en 95 países encontró que solo el
47 por ciento de la población estudiada vivía a 400 metros
de distancia a pie de espacios públicos abiertos.89 En un
intento por rectificar tales desigualdades espaciales,
Vancouver ha desarrollado un plan maestro de parques y
áreas recreativas para toda la ciudad que tiene como
objetivo abordar el legado de discriminación e injusticia
priorizando la inclusión social en su diseño.90
Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 37
1.3.2. Desarrollo compacto de uso mixto
Los cambios inicialmente temporales en la forma en que los
habitantes urbanos interactúan con su entorno urbano a nivel
de vecindario, particularmente en lo que respecta a los
espacios públicos y la movilidad, han llevado a repensar cómo
se deben planificar los vecindarios para reconstruir mejor.
Concretamente, la idea del "barrio de 15 minutos", que se
caracteriza por la compacidad y la capacidad de satisfacer las
necesidades diarias, como las compras, la atención médica, la
socialización y la educación a poca distancia de casa, está
ganando un apoyo cada vez mayor, con el alcalde de París,
Anne Hidalgo, proponiendo remodelar radicalmente la ciudad
en torno a este concepto para reducir los niveles de estrés y
contaminación.
La evidencia inicial sugiere que los diseños de ciudades
centralizadas pueden conducir a un aumento de las tasas de
infección por COVID-19, mientras que los diseños
descentralizados pueden contribuir a reducir su propagación al
permitir restricciones de movimiento específicas que se basan en
y promueven la resiliencia de la comunidad.91
Estas tendencias sugieren que los vecindarios compactos y
de uso mixto son beneficiosos tanto para la resiliencia de
toda la ciudad al contener la propagación de la pandemia,
como para la seguridad personal al permitir que los
habitantes de las ciudades satisfagan sus necesidades
localmente y, por lo tanto, reduzcan sus interacciones y
exposición al virus.
Además, las restricciones de movimiento específicas son más
fáciles de implementar si las comunidades afectadas pueden
satisfacer sus necesidades localmente, a pesar de estar
desconectadas de la ciudad más grande. Sin embargo,
cuando no se cumplen estas condiciones, los cierres de
vecindarios o de agrupaciones pueden afectar de manera
desproporcionada a las personas y comunidades que ya son
vulnerables al impedirles que satisfagan sus necesidades y se
ganen la vida. Un aumento en los precios de los alimentos,
vinculado a restricciones de movimiento, por ejemplo, podría
hacer que los grupos socioeconómicos más bajos sean más
vulnerables a la desnutrición. Los efectos de los encierros
tampoco se sienten solo a nivel local. Después de que las
autoridades de Kenia impusieran un cierre de 15 días en el
vecindario de Eastleigh en Nairobi, por ejemplo, alrededor de
220.000 personas no pudieron entrar o salir del local
comercial mixto y
38 | Capítulo 1: Repensar la forma y función de la ciudad
zona residencial, lo que significa que los centros
comerciales, tiendas y restaurantes de la zona también se
vieron obligados a cerrar. Dada su importancia central
para la economía de Nairobi, el impacto de esta medida en
la ciudad e incluso en el país fue considerable.92
Recuadro 1.13: Aliviar la seguridad alimentaria
en Filipinas a través de los mercados satélites
En Filipinas, ONU-Hábitat ha abierto dos mercados satélites
y varias tiendas móviles alrededor de la ciudad de Marawi
para acercar a las personas alimentos y productos
esenciales a precios razonables. Debido al cierre y cierre de
las tiendas locales, la gente tuvo que viajar distancias
significativas al centro de las ciudades para encontrar
mercados abiertos, si había transporte público disponible.
El mercado de satélites hace que los productos estén
disponibles en ubicaciones fijas, lo que reduce las
distancias de viaje y promueve el uso mixto a poca
distancia.93
Uso de mascarilla para protección durante la pandemia de covid-19 © Shutterstock
Y es importante recordar que los vecindarios compactos
y de uso mixto tienen el potencial de brindar beneficios
incluso más allá de la fase de respuesta de emergencia
de una pandemia como la COVID.
19. A medio y largo plazo, es probable que un aumento
sostenido del trabajo a distancia y la consiguiente
reducción de la necesidad de viajar de las personas
generen una demanda creciente de servicios e
instalaciones locales y de fácil acceso. Esto podría
ofrecer una oportunidad para promover estilos de vida
más saludables basados en la actividad física y la
cohesión comunitaria.
Es probable que un aumento sostenido del trabajo a
distancia y las reducciones asociadas en la necesidad de
viajar de las personas creen una demanda creciente de
servicios e instalaciones locales y de fácil acceso.
 Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 39
1.4. Adaptación de edificios a la
pandemia: reducción del riesgo
mediante un mejor diseño
Como las restricciones de movimiento se implementaron
apresuradamente después del brote de COVID-19, las personas
tuvieron que adaptar sus rutinas diarias en consecuencia,
combinando los espacios en los que trabajan, viven y juegan en
sus hogares. En el proceso, se sacaron a la luz muchos
problemas relacionados con el diseño de edificios, en particular
casas, oficinas, escuelas, hospitales y otros edificios de un solo
uso. Los conocimientos que se obtienen como resultado a
menudo han sido dolorosos, pero también ofrecen la
oportunidad de generar un cambio duradero en los problemas
que han perseguido a las ciudades durante décadas.
1.4.1. Condiciones de vivienda
Como pandemias anteriores adaptaron viviendas para
garantizar estándares mínimos de luz, ventilación y
saneamiento, la pandemia COVID-19 presenta una
oportunidad para reforzar tales medidas y adoptar nuevas
para promover la flexibilidad del diseño de edificios y
evitar el hacinamiento. Las viviendas hacinadas y de mala
calidad han demostrado ser un factor importante en la
propagación del virus. En consecuencia, en muchas
ciudades del mundo ya se han adoptado medidas para
mejorar y reconfigurar viviendas superpobladas y
asentamientos informales. Los edificios vacíos se han
reutilizado para servicios de emergencia, en particular
para acomodar a las personas sin hogar y brindar servicios
médicos, mientras que el diseño de los lugares de trabajo
también ha estado en el centro de atención debido al
aumento de casos.
Las viviendas hacinadas y de mala calidad han demostrado
ser un factor importante en la propagación del virus. En
consecuencia, en muchas ciudades del mundo ya se han
adoptado medidas para mejorar y reconfigurar viviendas
superpobladas y asentamientos informales.
Recuadro 1.14: Utilizar el buen diseño como
herramienta para el desarrollo inclusivo
Aunque las discusiones sobre el buen diseño y las
mejoras de vivienda para los ciudadanos en las
ciudades de los países desarrollados a menudo se
tratan como un área de investigación separada de
los problemas de hacinamiento y salud pública en
asentamientos informales y contextos
humanitarios, en la práctica, las dos áreas tienen
muchas consideraciones importantes en común.
Para los habitantes de barrios marginales,
refugiados y otros grupos excluidos, la
distribución espaciosa, la ventilación eficaz, el
acceso a las zonas exteriores y otros principios de
buen diseño no son menos importantes. De ahí la
creciente movilización de conocimientos
arquitectónicos en contextos de emergencia y
socorro, como los campos de desplazados, así
como en la programación de desarrollo. La
organización Architects Without Frontiers, por
ejemplo,94
Ha habido un enfoque creciente en la incorporación de
buenos principios de diseño en los campamentos de
refugiados, particularmente a la luz del hecho de que
muchos asentamientos supuestamente temporales
construidos para albergar poblaciones desplazadas han
permanecido en el lugar durante años o décadas. En
respuesta a la tendencia continua de que los
campamentos se coloquen en cuadrículas rígidas,
algunos profesionales humanitarios han abogado por un
mayor énfasis en la absorción de los principios básicos
que informan el diseño urbano progresivo, con grandes
espacios comunes, jardines privados y servicios y
comodidades descentralizados y difusos. , en contraste
con la tendencia a concentrar todas las funciones
exclusivamente en el núcleo del asentamiento.95
40 | Capítulo 1: Repensar la forma y función de la ciudad
Si bien las medidas de bloqueo han variado de
una región, ciudad o vecindario a otro,
generalmente los residentes han tenido que
restringir su movimiento y permanecer dentro
Aunque no es nuevo de sus hogares. Si bien esto puede haber sido
conceptos, factible para una gran cantidad de personas, el
flexibilidad y diseño de la vivienda puede no permitir a los
adaptabilidad residentes adaptar sus rutinas diarias para
se han convertido realizarlas desde casa debido al espacio
cada vez más limitado para vivir. Particularmente en
relevante durante megaciudades como Hong Kong, Bangkok y
la pandemia Yakarta, la presión sobre la tierra es inmensa y
ha llevado a los arquitectos a lo largo de los
años a desarrollar planos de planta más
pequeños para cada hogar. Las dificultades de
trabajar y estudiar en estos espacios, por no
hablar de mantener un cierto distanciamiento
social, son especialmente pronunciadas en
regiones donde los hogares
multigeneracionales son habituales. En India,
por ejemplo, cuatro de cada 10 hogares son
hogar de familias extendidas,96
Por lo tanto, un enfoque de vivienda intersectorial tiene el
potencial de generar una variedad de beneficios sociales,
económicos y ambientales que ayudan particularmente a los
grupos vulnerables y de bajos ingresos.97 Mejorar las
Las ciudades deberían condiciones de la vivienda al proporcionar un espacio de vida
identificar múltiples adecuado y comodidad térmica no solo respalda los
objetivo resultados positivos de salud, sino que también contribuye a
y flexible los logros educativos y económicos al reducir los días de
edificios que ausencia a la escuela y al trabajo. Además, el aislamiento
Puede contribuir térmico mejorado y los diseños de edificios energéticamente
para fortalecer eficientes pueden mejorar las temperaturas interiores al
su salud tiempo que reducen el gasto de energía y, por lo tanto, las
resiliencia en el emisiones globales de carbono.
cara del futuro
crisis, incluyendo
la posibilidad de La vivienda saludable está asociada a factores
nuevas olas de dentro y fuera del hogar. Las restricciones a la
COVID-19 circulación también han tenido impactos en los
espacios públicos y áreas verdes con muchas
personas recurriendo a sus propios espacios al aire
libre, mediante el uso de balcones, terrazas y patios.
- espacios que para muchas personas han sido su
única oportunidad de hacer ejercicio y disfrutar del aire
fresco durante semanas o meses de encierro. Se ha
demostrado que las medidas para incorporar algún tipo
de espacio al aire libre mejoran la salud física y mental, y
se han vuelto aún más urgentes a raíz del COVID-19.
Dado que depender de las casas para acomodar más
actividades diarias podría ser la “nueva normalidad”
durante algún tiempo, repensar las formas en que se
puede mejorar el diseño de la vivienda para incorporar el
espacio exterior debe seguir siendo una prioridad.
1.4.2. Diseño flexible
Si bien no son conceptos nuevos, la flexibilidad y la
adaptabilidad se han vuelto cada vez más relevantes
durante la pandemia. Históricamente se han utilizado
grandes salones polivalentes, estadios, edificios cívicos y
centros de convenciones para la respuesta a emergencias,
particularmente en tormentas. De manera similar, en
respuesta al COVID-19, muchas ciudades y países han
tenido que reutilizar edificios de un solo uso para
respaldar las medidas de emergencia, con estadios y
escuelas transformados en instalaciones de aislamiento
para superar la escasez en los hospitales. En São Paulo,
Brasil, donde la capacidad de las instalaciones de salud
existentes no cumplió con las demandas potenciales bajo
la crisis de salud, un estadio se transformó en un hospital
al aire libre. En Viena, una gran sala de exposiciones se
transformó en un hospital temporal. En Santiago de Chile,
el Espacio Riesco se reconfiguró como hospital de
emergencia.
A medida que los países y las ciudades emergen de la peor
fase de la pandemia, es probable que los edificios cívicos
también permanezcan abiertos como espacios de oficina
para quienes no pueden trabajar desde casa. En el futuro, las
ciudades deben identificar edificios polivalentes y flexibles
que puedan contribuir a fortalecer su resiliencia sanitaria
frente a crisis futuras, incluida la posibilidad de nuevas
oleadas de COVID-19. Se pueden hacer cumplir las
regulaciones de construcción para garantizar que los edificios
de emergencia estén adecuadamente distribuidos en las
ciudades y sean accesibles para las poblaciones vulnerables.98
 Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 41

Se instaló un hospital de campaña temporal para pacientes con coronavirus en São Paulo, Brasil © Nelson Almeida | AFP | imágenes falsas

Si bien la crisis ha demostrado las oportunidades para que

Recuadro 1.15: Reutilización de un hotel patrimonial algunos edificios se reutilicen de manera creativa, también ha

como centro de salud en Viña del Mar, Chile puesto de relieve las deficiencias de otros en términos de
diseño deficiente. En la última categoría, muchos lugares de

La reutilización adaptativa es un enfoque común para trabajo, como instalaciones de fabricación y espacios de

reutilizar edificios y encontrar nuevas funciones, oficinas, así como instalaciones como hospitales y residencias,

particularmente para edificios patrimoniales. Esto se ha mostraron una mayor tasa de infección entre los usuarios

vuelto aún más valioso en tiempos en los que se necesita como resultado de diseños o sistemas de ventilación

un uso intensivo para una función en particular. En el inadecuados. Por ejemplo, las condiciones de hacinamiento e Brotes
caso de Viña del Mar, Chile, el Hotel O'Higgins fue insalubridad provocaron un número significativo de brotes en ha sido
reconvertido en una instalación de aislamiento para mataderos y plantas de procesamiento de carne en Alemania y asociado con
pacientes de bajo riesgo durante el COVID-19. El edificio, Estados Unidos. Los hospitales, hogares de ancianos y otras la forma fisica
construido en 1936, fue la sede de los artistas que instalaciones de atención médica también surgieron como de los edificios
participaron en el festival anual de música de la ciudad, puntos críticos para contraer el virus, lo que dejó a algunos ellos mismos: su
antes de convertirse en un hotel de propiedad pública ciudadanos temerosos de acceder a estos servicios. el diseño debe
arrendado al sector privado. Se cerró después de un ser reconsiderado
incendio en febrero de 2020 y posteriormente fue para evitar

reacondicionado por las autoridades sanitarias en superpoblación,

cuestión de semanas para acomodar a los pacientes con Estos brotes se han asociado a la forma física de los proveer
COVID-19.99 Para el hotel, como muchos otros edificios propios edificios: su diseño debe reconsiderarse ventilación
históricos que han sido remodelados ante una crisis de para evitar el hacinamiento, proporcionar sistemas sistemas y
salud pública, esta es la última de una serie de de ventilación y minimizar el contacto potencial minimizar
transformaciones durante su vida. entre diferentes usuarios. Como respuesta al potencial
debate en curso sobre el diseño de edificios como contacto entre
causa del aumento diferentes usuarios
42 | Capítulo 1: Repensar la forma y función de la ciudad
propagación, arquitectos y profesionales dentro del
entorno construido han desarrollado pautas para adaptar
las estructuras de los edificios a la luz de COVID-
19. Esto incluye una guía para restaurantes sobre
cenas al aire libre, escuelas y oficinas. También en los
centros de salud, si bien existen razones claras detrás
de la prevalencia de brotes en los centros de salud,
reinventar el diseño de muchos de estos espacios
puede ser un paso importante para reducir el riesgo.
Según el arquitecto italiano Filippo Taidelli, “COVID-19
ha puesto de relieve todos los desafíos estructurales,
organizativos y tecnológicos existentes asociados con
las instalaciones sanitarias antiguas y obsoletas”,
cuestiones que, según él, podrían abordarse
humanizando “la industrialización de los espacios
sanitarios ”.100
Al examinar la escala del edificio con más detalle, los
edificios de varios pisos deben estar equipados con
ventilación y sistemas de circulación revisados, tanto
horizontal como verticalmente. Por ejemplo, las
escaleras deben ubicarse primero en un lugar adecuado
y atractivo dentro de los edificios comerciales y
residenciales para evitar el hacinamiento y
Figura 1.16: Pautas para regresar al lugar de trabajo
Fuente: Harrouk, 2020
hacer cola para los ascensores. Las escaleras que conducen
hacia arriba y hacia abajo se pueden separar para reducir el
contacto, mientras que los pasillos en las tiendas de
comestibles pueden volverse unidireccionales.101
Particularmente con respecto a los ascensores, es probable
que se requieran reglas más estrictas, que incluyen cargas
reducidas de pasajeros, lugares designados para permanecer
de pie, uso obligatorio de máscaras y la prohibición de
conversar.102 Es probable que estas medidas generen efectos
en cadena en otros lugares, lo que significa que es posible que
sea necesario contar con personal de seguridad y sistemas de
colas para evitar que se formen multitudes en los vestíbulos o
pasillos.103 Otras medidas para gestionar de forma segura el
flujo de personas en un edificio podrían variar desde límites de
ocupantes hasta ventanas de tiempo asignadas para entrar y
salir, junto con el despliegue de tecnologías como sistemas de
filtrado y acabado antimicrobianos.104
Como ya es el caso en muchos lugares de trabajo, el personal
podría continuar trabajando de forma remota parte del
tiempo y los horarios de trabajo ajustados en consecuencia.
Los espacios comunes, como las cocinas en los espacios de
oficinas y los restaurantes, podrían tener restricciones en la
cantidad de personas que los utilizan en un momento dado.

1.5 Conclusión
A medida que la comprensión de COVID-19 continúa
evolucionando, el diseño de ciudades y edificios debe
reexaminarse urgentemente para hacerlos más
resistentes a futuras pandemias. Un elemento central
en el desarrollo de políticas más receptivas a la
pandemia actual, sin mencionar las crisis futuras, es
el concepto de “puntos débiles” urbanos. Si bien estos
incluyen con frecuencia las áreas económicamente
más desfavorecidas de una ciudad o región, los
factores que determinan su vulnerabilidad son
amplios y pueden abarcar una variedad de
dimensiones relacionadas con su ubicación,
conexiones, entorno construido y diseño de edificios
que los dejan más expuestos a choques o tensiones.
Para fortalecer los sistemas territoriales
regionales, las inversiones en recursos e
infraestructura deben equilibrarse mejor,
fomentando más medios de producción y
suministro locales, así como la integración del
cambio climático y las consideraciones
ambientales en los esfuerzos de planificación a
todas las escalas. Las ciudades deben adoptar
formas urbanas compactas con densidades
adecuadas, acompañadas de un acceso
equitativo a los servicios y comodidades para
todos los grupos. Los modos de transporte
públicos, no motorizados y activos deben estar
disponibles en toda la ciudad y las regiones
como redes continuas, confiables y seguras
junto con espacios públicos abiertos bien
diseñados y accesibles. Además, el diseño de
oficinas, casas y otros edificios debe evitar el
hacinamiento, permitir la ventilación natural y
facilitar el acceso al exterior para mejorar los
estilos de vida urbanos. Si bien requiere
esfuerzos considerables,
Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 43
Recomendaciones
Nivel regional
?? Fortalecer la coordinación entre ciudades, regiones
y territorios mediante la creación de plataformas
compartidas de toma de decisiones.
Las estructuras de gobernanza fragmentadas a
menudo dejan a las autoridades municipales y
provinciales operando de manera independiente sin
ningún medio para alinear sus políticas, a pesar de sus
intereses compartidos. El establecimiento de juntas
regionales u otros órganos con representación política
y poder para cooperar, unificar y gestionar redes de
ciudades o aglomeraciones urbanas podría ayudar a
abordar estas brechas.
?? Adoptar medidas de protección ambiental a escala
regional, como redes azul-verde, cinturones de paisaje y
límites de crecimiento urbano, para limitar la
conversión del uso de la tierra y reducir el deterioro de
los ecosistemas. La prevención de la deforestación y la
pérdida de biodiversidad no solo evitará el contacto entre
humanos y vida silvestre, reduciendo así la propagación de
enfermedades zoonóticas, sino que también disminuirá la
exposición crónica a niveles nocivos de partículas en el aire
y, por lo tanto, disminuirá la susceptibilidad a
enfermedades respiratorias. Además, al proteger tierras
agrícolas valiosas de la invasión, estas medidas ayudarán a
garantizar la proximidad continua de la agricultura y la
producción de alimentos a los consumidores de la ciudad.
?? Imponer pautas de planificación estrictas que prioricen
la calidad del aire y la salud pública. Junto con las
estrictas regulaciones de zonificación y uso de la tierra, las
políticas progresistas como los impuestos al carbono y el
límite y el comercio pueden disminuir el impacto de las
industrias pesadas y las emisiones industriales en la calidad
del aire urbano. Deben existir restricciones similares para
las prácticas de construcción, trabajos de demolición,
deforestación y otras actividades que liberan polvo y
conducen a una mala calidad del aire.
?? Enfatizar y mejorar la conectividad dentro de las
ciudades y regiones. a través de políticas y planes
urbanos nacionales que faciliten la seguridad
44 | Capítulo 1: Repensar la forma y función de la ciudad
flujo y movimiento de bienes, servicios y mano de
obra. Esto requiere una planificación de ciudades,
territorios y regiones para garantizar la coherencia
entre sectores y niveles espaciales. Reducir las
divisiones existentes, fortalecer los vínculos urbano-
rurales y promover una expansión más holística de la
infraestructura regional, tanto física como digital,
también ayudará a reducir el impacto
socioeconómico de COVID-19.
?? Fortalecer los medios de producción localizados para
disposiciones esenciales tales como las cadenas de suministro
de alimentos y médicos, creando resiliencia regional a los
choques repentinos en las cadenas de suministro mundiales.
Entre otras medidas, los gobiernos deben incentivar las
inversiones en infraestructura que apoye los medios de
producción locales y cadenas de suministro más cortas en el
sistema médico y alimentario. Los responsables de la
formulación de políticas también deberían fomentar un mayor
uso mixto en las regiones y más tierra para la agricultura
urbana.
Nivel de ciudad
?? Mejorar la resiliencia ante futuras crisis y
estrés mediante la inversión y la transformación de los
puntos débiles urbanos, tanto sistémicos (como los
sistemas de movimiento basados en automóviles) como
basados en áreas (asentamientos informales, áreas
suburbanas y periurbanas). Si bien los factores detrás de
estas vulnerabilidades son complejos y multidimensionales,
a menudo arraigados en la pobreza, la desigualdad y la
exclusión social, abordar las barreras espaciales a las que se
enfrentan estas áreas es un componente importante de su
desarrollo.
?? Promover el acceso equitativo a los servicios urbanos
y comodidades a través de densidades compactas y
bien planificadas y desarrollos de uso mixto que
fomentan estilos de vida saludables y cohesión
comunitaria. Una densidad urbana bien diseñada, a
escala humana que incluye instalaciones y funciones
adecuadas para equilibrar la sostenibilidad social,
económica y ambiental a largo plazo, puede permitir
un nivel de resiliencia a los impactos de la pandemia
sin comprometer la habitabilidad.
?? Repensar la ordenanza de zonificación y los códigos de construcción
para permitir altas densidades residenciales, mientras
exigiendo diseños que fomenten una mejor dispersión de
los peatones y promuevan la transitabilidad.
La transición de los modelos orientados al
automóvil con usos de suelo únicos hacia planes
urbanos más orientados a los peatones, de uso
mixto, diversos y compactos creará formas urbanas
más flexibles y adaptables para responder a futuras
pandemias.
?? Asegurar que el transporte público siga siendo
seguro, asequible, confiable y eficiente para los
residentes, con una estrategia clara y consistente
para minimizar la transmisión viral potencial.
Medidas como el desinfectante de manos gratuito y el
uso obligatorio de mascarillas no solo ayudarán a
reducir los riesgos para los usuarios, sino que también
restablecerán la confianza en el transporte público
como un medio de transporte viable. Las autoridades
de transporte deben involucrar a una amplia gama de
partes interesadas, incluidos los funcionarios de salud
pública, las organizaciones de la sociedad civil y los
grupos vulnerables, al desarrollar y comunicar su
enfoque.
?? Comprometerse con un futuro urbano más sostenible
invirtiendo en transporte público y diseños urbanos
compactos y accesibles que promuevan comportamientos
saludables como andar en bicicleta y caminar. Existe la
posibilidad de que las ciudades experimenten un aumento en el
uso de vehículos privados a largo plazo, dados los temores
continuos sobre la infección en espacios públicos o
compartidos, lo que allana el camino para niveles más altos de
contaminación y expansión urbana. Por tanto, los planificadores
y los responsables de la formulación de políticas deberían
permitir una alternativa más positiva mediante un diseño eficaz
y estrategias de movilidad.
Nivel de vecindario
?? Poner un énfasis cada vez mayor en los vecindarios en
la planificación de la ciudad, con un enfoque en la
promoción de comunidades autónomas y socialmente
inclusivas, con los servicios y comodidades necesarios
para permitir que los residentes satisfagan sus
necesidades a nivel local. Esto podría traer una
variedad de beneficios económicos y para la salud,
apoyando a las pequeñas empresas y minimizando la
necesidad de viajes largos en transporte público o
privado.

?? Desarrollar los conocimientos necesarios y
herramientas para apoyar estrategias de vecindario
efectivas a través de la toma de decisiones granular
informada localmente. Las ciudades deben asegurarse
de que las estrategias de arriba hacia abajo se
equilibren con enfoques más descentralizados y
sensibles al contexto que se basen de manera
significativa en la participación de los propios residentes.
?? Hacer de la accesibilidad y la inclusión una parte fundamental de
cualquier estrategia de barrio. Las autoridades de la
ciudad deben realizar evaluaciones del espacio público e
implementar programas para crear espacios públicos
distribuidos de manera más equitativa que promuevan el
uso por diferentes grupos de población y fomenten
estilos de vida activos y saludables.
?? Reconozca que muchos espacios públicos pueden
cumplen múltiples funciones y garantizan que se
respete esta diversidad de usos. La flexibilidad y la
adaptabilidad son claves para el éxito de los espacios
públicos, particularmente durante una pandemia cuando
es posible que sea necesario reconfigurarlos rápidamente
para adaptarse a las nuevas necesidades. Las ciudades
deben revisar las regulaciones locales para promover
calles, aceras y plazas como espacios públicos y permitir
que se desarrollen más actividades sociales, económicas y
culturales, incorporando los requisitos necesarios para el
distanciamiento social y la limpieza.
?? Diseñar, proporcionar y mantener bien distribuido
y sistemas conectados de espacio público.
Los espacios individuales se pueden ampliar a muchos
sitios en una ciudad, pero generalmente no pueden
proporcionar distribución, conectividad o accesibilidad de
ubicación. Por otro lado, una estrategia para toda la ciudad
puede establecer objetivos espaciales claros, arreglos de
gobernanza, planes de implementación y necesidades
presupuestarias, en el proceso de impulsar un buen
desarrollo urbano.
?? Diseñar, proporcionar y mantener bien distribuido
y sistemas conectados de espacio público.
Los espacios individuales se pueden ampliar a muchos
sitios en una ciudad, pero generalmente no pueden
proporcionar distribución, conectividad o accesibilidad
de ubicación. Por otro lado, una estrategia para toda la
ciudad puede establecer claramente
Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 45
objetivos espaciales, arreglos de gobernanza,
planes de implementación y necesidades
presupuestarias, en el proceso que impulsa un
buen desarrollo urbano.
?? Explore oportunidades para modernizar los vecindarios
existentes dentro del centro de las ciudades para incluir
espacios de uso mixto. Esto podría lograrse cambiando el uso
de la tierra o las actividades permitidas dentro de los límites
óptimos de densidad e infraestructura. Por ejemplo, los
planificadores podrían diseñar espacios para tiendas
emergentes, oficinas o mercados dentro de los vecindarios
para expandir los servicios locales.
Nivel de edificio
?? Asegurar que la vivienda adecuada sea una parte
central de cualquier estrategia de salud pública, con
un enfoque intersectorial que refleje sus beneficios
sociales, económicos y ambientales.
Esto debe incluir estipulaciones claras sobre el espacio
mínimo para vivir, el acceso a la luz, el confort térmico y la
ventilación que sean aplicables en todos los contextos,
incluidos los campamentos de refugiados, los dormitorios
para migrantes, los albergues y otros espacios donde las
normas se ignoran con frecuencia o no existen.
?? Identificar y abordar los puntos débiles y las
deficiencias en oficinas, fábricas, plantas, hospitales
y otros edificios que han surgido como epicentros de
los brotes de COVID-19. Deben establecerse requisitos
claros sobre distanciamiento social, aire limpio y
prácticas de higiene en el lugar para cubrir una
variedad de contextos de alto riesgo en los que incluso
modificaciones menores podrían generar una
reducción significativa de las infecciones.
?? Dar prioridad a las necesidades de los residentes
urbanos para el acceso personal a los espacios verdes y
áreas al aire libre durante la pandemia,
particularmente mientras existen cierres y
restricciones. Esto podría incluir la reconceptualización
del diseño del espacio al aire libre en el edificio y la escala
de bloques, incluido el espacio para el ejercicio en el hogar
y la producción de alimentos a través de azoteas, patios y
balcones.
46 | Capítulo 1: Repensar la forma y función de la ciudad
?? Estrategias para reconfigurar
parque de edificios existente para
adaptarse a los desafíos nuevos y
emergentes provocados por COVID-19.
Algunas de las intervenciones urbanas
más exitosas en la primera fase de la
pandemia involucraron la reutilización
imaginativa de espacios no utilizados,
como hoteles, estadios y museos, como
instalaciones de salud y atención
cuando más se necesitaban. Incluso
una vez que las peores olas de la
pandemia retrocedan, todavía habrá
oportunidades considerables para
reconfigurar
espacios como oficinas remotas,
instalaciones educativas y otras funciones.
?? Aprovechar la flexibilidad como recurso para futuras
crisis de salud pública. Las ciudades deben aprender de
sus experiencias durante la pandemia actual y desarrollar
una estrategia de adaptación en caso de nuevas
conmociones. Esto podría incluir la identificación de
edificios polivalentes adecuados como parte de los planes
de resiliencia sanitaria para garantizar la distribución
equitativa y el acceso a los edificios de emergencia,
especialmente para las poblaciones vulnerables en zonas
aisladas o periféricas.
asentamientos.
 Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 47

Notas finales

1. UNCTAD, 2020. 33. Engström et al., 2020. 72. Copenhagenize, 2020.

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3. Dasgupta, 2021. 35. Gordon et al., 2009. 74. O'Sullivan, 2020) b.
4. Gomera, 2020. 36. Gordon et al., 2009. 75. Birch, 2020.
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7. Burkle, 2020. 39. Kraemer et al., 2020. última sesión de la II Bienal de Servicios Públicos.
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26. Dahan, 2018. 58. Sturm y Cohen, 2004. 92. Kebaso, 2020.
27. “La infraestructura azul-verde urbana (BGI) es una red de 59. RAND, 2004. 93. ONU-Hábitat, 2020c, pág. 33
elementos naturales situados en áreas urbanizadas que 60. CDC, 2021. 94. Architects Without Frontiers (sin fecha
forman parte del paisaje urbano. Estas características se 61. de Kadt, J. et al., 2020. 95. ACNUR, sin fecha.
basan en la vegetación (verde), el agua (azul) o ambos. 62. ONU-Habitat, CGLU y Metropolis, 2020. 96. Kawoosa, 2020.
Techos y paredes verdes, áreas con césped, jardines de 63. Disability Insider, 2020. 97. OMS, 2018, p.1
lluvia, cunetas (canales poco profundos o desagües), 64. O'Sullivan, 2020a. 98. Jeffery, 2020.
árboles, parques, ríos y estanques son todos ejemplos de 65. Buda et al., 2020. 99. Larraín de Andraca, 2020.
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28. Brown y Mijic, 2019. 68. Mahendra, 2020. 102. Richtel, 2020..
29. Mcinnes, 2013. 69. Al-Khalidi, 2020. 103. Perkel, 2020.
30. Venter et al., 2020. 70. Presentación de los participantes en la sesión de 104. Shah, 2020.
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48 | Capítulo 1: Repensar la forma y función de la ciudad

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Residentes de la favela de Santa Marta, en Botafogo, en la Zona Sur
de Río, haciendo su propia limpieza viaria para evitar la propagación
del COVID-19 © Shutterstock
52 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia

2
Abordar lo sistémico
Pobreza y desigualdad
en las ciudades en
respuesta a la pandemia
El notable crecimiento de las ciudades en las últimas décadas ha
intensificado algunos de los desafíos más urgentes de la humanidad.
También ha presentado muchas de nuestras mayores oportunidades para
proteger a las personas, la prosperidad y el planeta.

Campamento de control puerta a

puerta en un tugurio en Malad,
Mumbai, India © Shutterstock

COVID-19 ha dejado al descubierto y, de hecho, ha aumentado
- tanto estos desafíos como las oportunidades, y colocó a
las áreas urbanas en la primera línea de la pandemia. En
el plazo inmediato, para muchas ciudades, el brote de
COVID-19 ha acelerado los problemas existentes,
convirtiéndose en una crisis que abarca no solo la salud
pública, sino también la seguridad, el empleo, los
servicios básicos, el transporte y la accesibilidad, y las
poblaciones urbanas más marginadas soportan los
mayores problemas. carga.1
Las desigualdades profundamente arraigadas en las
ciudades de los países desarrollados y en desarrollo han
influido en gran medida en el grado y la naturaleza de los
impactos de COVID-19 y están provocando que la
pandemia tenga un impacto negativo desproporcionado
en grupos que ya se encontraban en una situación de
mayor vulnerabilidad.2 Personas con acceso limitado a
servicios básicos y necesidades esenciales como
alimentos, ropa, vivienda adecuada, agua potable,
saneamiento, manejo de desechos sólidos, energía,
transporte, atención médica y otras formas de apoyo
social (especialmente aquellos que ya enfrentan
desempleo, enfermedad, discapacidad , viudez o vejez)
tienden a estar más expuestos a situaciones de crisis y
emergencia. Por lo tanto, COVID-19 y la desigualdad se
refuerzan mutuamente: mientras que el brote de
COVID-19 ha aumentado la pobreza entre las poblaciones
urbanas más marginadas, las desigualdades preexistentes
también han empeorado el impacto de COVID-19 para
esos mismos grupos.
COVID-19 también ha expuesto una condición subyacente
crucial para muchas de las comunidades más afectadas:
su vulnerabilidad, mucho antes de que comenzara la
pandemia, a las violaciones sistemáticas de los derechos
humanos. A lo largo de la pandemia, las medidas
preventivas de salud no han estado disponibles para
muchos trabajadores de bajos ingresos que no tienen
otra alternativa que trabajar en trabajos presenciales de
alto riesgo y baja seguridad. Porque la oferta de servicios
y la economía en su conjunto dependen de la salud y las
capacidades de los trabajadores, que a menudo son los
peor pagados y menos
Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 53
protegidas en nuestras sociedades, se necesita un mayor
énfasis en establecer y hacer cumplir los marcos para
respetar, proteger y cumplir los derechos humanos
universales a la dignidad, la seguridad personal y un nivel
de vida adecuado para todos. De hecho, los gobiernos
deben superar la falsa elección en la que la salud y los
derechos humanos se enmarcan en oposición a la
prosperidad económica: de hecho, garantizar la
protección laboral, la atención médica equitativa y otros Profundamente arraigado
derechos para todos, incluidos los más excluidos, es una desigualdades en
estrategia esencial para impulsar la resiliencia. y ambos desarrollados
recuperación de las sociedades en su conjunto. y desarrollando
ciudades del campo
Reducir las desigualdades urbanas es, por tanto, una tener mucho
piedra angular para garantizar que las ciudades estén influenciado
mejor preparadas para la próxima crisis. Sin ciudades el grado
inclusivas y sin desarrollo urbano, los impactos de futuras y naturaleza
crisis y tensiones pueden ser incluso más agudos que el de COVID-19
brote actual. La crisis económica y social inducida por la impactos
pandemia brinda una oportunidad única para repensar
fundamentalmente cómo se desarrolla la política
macroeconómica al priorizar los objetivos económicos y
sociales. Para abordar y reducir la pobreza y la
desigualdad urbanas en un mundo de pandemias, un
nivel de vida adecuado para todos debe estar en el centro
de cualquier respuesta de salud pública.
Este capítulo examina los impactos de las medidas
preventivas adoptadas por los gobiernos nacionales y
locales en respuesta a la crisis de COVID-19 mediante el
análisis de las formas de vulnerabilidad existentes y
emergentes que la pandemia ha exacerbado en gran
medida. Luego proporciona una revisión de las respuestas
socioeconómicas y de salud que se han llevado a cabo
para mitigar los resultados negativos de COVID-19. Por
último, explora cómo la crisis de COVID-19 podría
convertirse en una ventana de oportunidad única para
llamar la atención sobre los problemas de larga data de
pobreza y desigualdad urbanas. Concluye subrayando la
importancia de un nuevo contrato social basado en los
principios de los derechos humanos y la prosperidad
compartida con el fin de construir la resiliencia de las
ciudades y las comunidades ante las crisis futuras.
54 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia

2.1. Pobreza, desigualdad y 2.1.1. Reducción de la pobreza al revés

pandemia
La ambición de “acabar con la pobreza en todas sus formas en

Al igual que con brotes anteriores, la crisis sanitaria todo el mundo”, consagrada en el primero de los Objetivos de

mundial se ha transformado en una grave crisis Desarrollo Sostenible, se ha visto amenazada por la pandemia.

socioeconómica en la que las personas no solo se ven Durante más de dos décadas desde el impacto de la crisis

afectadas por la pandemia sino también por la financiera asiática, la cantidad de personas que viven en la

interrupción de los servicios urbanos.3 Para los grupos pobreza extrema se ha reducido de manera constante y

que ya viven en "entornos de desigualdad",4 continua en alrededor de mil millones, una tendencia que

como las personas con discapacidad, los niños, los ancianos, COVID-19 ahora parece que va a revertir. Por primera vez

Sin negrita los migrantes y los refugiados, los impactos de la exclusión desde 1999, se prevé un aumento de la pobreza mundial: el

acción, pobreza social a largo plazo los han dejado peor expuestos a los efectos Banco Mundial ha estimado que entre 119 y 124 millones de

podría convertirse en un de la pandemia. Los impactos de COVID-19 también se han personas se vieron obligadas a caer en la pobreza extrema

característica endémica agudizado a lo largo de las líneas de género, con innumerables durante 2020 como resultado del COVID-19, incluidas 31

de áreas urbanas mujeres en economías de todos los tamaños que pierden sus millones de personas que se había proyectado escapar de la

ingresos, se involucran en cuidados no remunerados y pobreza extrema ese año, con decenas de millones más

aumentan la carga del trabajo doméstico. Si las ciudades proyectadas para 2021.5

continúan divididas radicalmente en este sentido, no dejar a

nadie atrás será cada vez más difícil. La erradicación de la
pobreza después del COVID-19 requerirá abordar las El panorama es especialmente evidente en las ciudades, donde
desigualdades profundamente arraigadas, particularmente a la pandemia ha exacerbado las múltiples privaciones que ya
medida que la pandemia acelera las desigualdades de riqueza experimentan los pobres de las zonas urbanas. Tanto en los
y la polarización de la fuerza laboral: sin una acción audaz, la países desarrollados como en los países en desarrollo, los
pobreza podría convertirse en una característica endémica de impactos sanitarios, económicos y sociales de la pandemia
las áreas urbanas. están afectando con mayor severidad a los hogares
marginados y de bajos ingresos.

Gráfico 2.1: Variación anual del número de personas en situación de pobreza extrema (en millones), 1992-2020

100

80 88

60

47
Millones de personas en situación de pobreza extrema (cambio respecto al año anterior)

40

20
18
0
- dieciséis - 15
- 20 - 23 - 26
- 29 - 31 - 32
- 24-28-29 - 31
- 34 - 37 - 39
- 40 - 42
- 46 - 46
- 52
- 58
- 60 - 63
- 67
Proyección (2018-2020)

- 78
- 80
Crisis financiera asiática

Pandemia de COVID-19

- 96 - 97 - 99
- 100
- 108

- 120

- 140
- 140
1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018

2019

2020

Fuente: Lakner et.al., 2021

 Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 55

En Nueva York, por ejemplo, pronto quedó claro que los
impactos del COVID-19 se sentían desproporcionadamente a
lo largo de las líneas económicas, con tasas de mortalidad
promedio de 232 por cada 100.000 personas en áreas con
niveles de pobreza de al menos el 30 por ciento, en
comparación con el 100 por ciento. 100.000 personas en
zonas donde menos del 10 por ciento de la población era
pobre.6
que el 14,5 por ciento de la población no pudo
reducir efectivamente la tasa de contaminación
debido a las malas condiciones de la vivienda y no
tenía acceso a saneamiento básico o vivía en Vida peligrosa
hogares con tres o más personas en el mismo entornos,
dormitorio. Los investigadores proyectan una peligroso y
gama de posibles resultados comparando el precario
escenario actual con un modelo alternativo sin empleo
desigualdad social para evaluar hasta qué punto la al igual que

2.1.2. El impacto de la desigualdad social desigualdad ha determinado la prevalencia y discriminación

gravedad de la pandemia en la región. Los en acceso a
Históricamente, pandemias como la peste, la viruela, el hallazgos demostraron que “la desigualdad social salud basica
cólera y la influenza han golpeado con mayor dureza a los tiene un fuerte efecto en la propagación de e higiene
grupos más pobres y marginados.7 COVID-19, aumentando su daño y acelerando el las instalaciones tienen

Los entornos de vida peligrosos, el empleo peligroso y colapso de la infraestructura de salud”.8 todos contribuyeron

precario, así como la discriminación en el acceso a las a mayor

instalaciones básicas de salud e higiene, han contribuido a que el promedio

que las tasas de mortalidad de los grupos Esto también se ha visto confirmado por comparaciones en tasas de letalidad

socioeconómicos más bajos sean superiores a la media. En el mundo real de las tasas de infección y los coeficientes para los mas bajos

este sentido, COVID-19 no es diferente, con
investigaciones que muestran que la desigualdad puede
exacerbar los efectos de la pandemia.
Esto se ilustra en un estudio de la Región Metropolitana de
Belém en Brasil. Los resultados revelados
GINI en una selección de ciudades de países de ingresos socioeconómico
bajos / medianos bajos y medianos altos / altos. Como grupos
demuestran los gráficos a continuación, existe una fuerte
correlación entre mayores niveles de desigualdad y una
mayor proporción de casos, particularmente en los países
en desarrollo.9

Figura 2.2: Tasas de infección por COVID-19 versus coeficientes de Gini (países de ingresos bajos y medianos bajos)

4000
Bogotá DC

3500 Medellin
Cali
3000

2500
Barranquilla

2.000 Bacaramanga

1500

1.000

Dhaka
500

Metro Manila
0
0 0,1 0,2 0,3 0.4 0,5 0,6

Fuente: ONU-Habitat 2021

56 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia

Figura 2.3: Tasas de infección por COVID-19 frente a coeficientes de Gini (países de ingresos medios y altos)

Casos de COVID por 100.000 / coeficiente de gini (países de ingresos medios y altos)

6.000

Belo Horizonte
5,000

4000 Rio de Jeneiro

3000
Nueva York

Los Ángeles, California

2.000 Ciudad del cabo

San Jose Chicago, II

Ciudad de Almaty

Sao Paulo
1.000 Medan
Fortaleza
Filadelfia, PA

0 Lima
0 0,1 0,2 0,3 0.4 0,5 0,6 0,7 08

Fuente: ONU-Habitat 2021

Miembros de la comunidad en el barrio pobre de Mathare, Nairobi, Kenia durante el COVID-19 - mayo de 2020. © ONU-Habitat / Kirsten Milhahn

2.1.3. Barrios marginales y asentamientos informales vulnerable durante la pandemia. Junto con el hacinamiento, La
ausencia de servicios de agua potable y saneamiento en

Es probable que el aumento de la pobreza urbana, en un muchos asentamientos informales es un factor importante que

contexto de creciente desigualdad en muchas ciudades, contribuye a la propagación del virus, dados los desafíos que

fomente un aumento de los barrios marginales y los esto presenta para el lavado de manos regular de acuerdo con

asentamientos informales en los países en desarrollo. Las más las pautas de salud pública. El apoyo económico limitado o

de mil millones de personas ahoraviviendo en asentamientos inexistente, agravado por el riesgo de desalojo, deja a muchos

informales, que asciende a casi una cuarta parte (24 por ciento) residentes de los barrios marginales sin una red de seguridad

de la población urbana mundial en 2018,10 si enferman o se ven obligados a ponerse en cuarentena.

cara desafíos únicos que los dejan especialmente

 Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 57

Recuadro 2.1: Mapeo de la vulnerabilidad en asentamientos informales

Si bien los asentamientos informales generalmente se discuten en términos colectivos, producto de la distribución desigual de la tierra, la pobreza arraigada y el

crecimiento urbano no administrado, las manifestaciones particulares del desarrollo de los barrios marginales pueden variar significativamente entre países e incluso

dentro de la misma ciudad. Esto hace que las evaluaciones detalladas y el mapeo de vulnerabilidades sean aún más importantes para garantizar que la actualización y las

mejoras sean específicas y apropiadas para su contexto específico. Esto es particularmente evidente cuando es posible que los asentamientos informales ni siquiera

existan a nivel oficial, lo que significa que hay poca o ninguna información disponible sobre áreas clave como el acceso a servicios o la vivienda.

La siguiente figura, que muestra los “diamantes de condiciones de vida” para asentamientos informales en las capitales de tres países africanos (Kenia,

Senegal y Sudáfrica), ilustra cómo las condiciones de los barrios marginales pueden variar considerablemente entre países. Mientras que en Dakar más de

las tres cuartas partes (76 por ciento) de los hogares en asentamientos informales tenían acceso a agua corriente y electricidad en el momento de la

encuesta, la proporción se redujo a menos de una tercera parte (31 por ciento) en Johannesburgo y solo al 7 por ciento. ciento en Nairobi.11

Figura 2.4: Diamantes de condiciones de vida para asentamientos informales en tres ciudades de África

Infraestructura Infraestructura
20% índice (promedio) 60% índice (promedio)

Unidad Unidad
Tenencia Tenencia

8% 12% 74% 98%

propias casas con propias casas con
permanente permanente
paredes paredes

Vecindario & Vecindario &

Localización Localización

37% se siente seguro 48% se siente seguro

Nairobi Dakar

Infraestructura Infraestructura
52% Índice (promedio) 67% Índice (promedio)

Tenencia Unidad Tenencia Unidad

89% N/A 82% 62%

propias casas propias casas con
permanente
paredes

Vecindario & Vecindario &

Localización Localización

N/A N/A

Johannesburgo Johannesburgo
(Chozas) (Áreas desatendidas)

Fuente: Banco Mundial, 2010.

58 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia

Los datos más recientes, recopilados en noviembre de 2020, demuestran de manera similar una prestación de servicios deficiente en asentamientos informales durante la

pandemia de COVID-19. Como se muestra en el gráfico a continuación, ninguno de los asentamientos encuestados en el área metropolitana de Johannesburgo reportó

niveles 'verdes' o aceptables (por encima del 90 por ciento) de acceso al agua, baños limpios o servicios de recolección de desechos realizados por el municipio. Dada la

importancia del lavado de manos frecuente y la higiene general para reducir la infección, este acceso inadecuado a los servicios básicos podría exacerbar aún más los

riesgos para la salud en estas comunidades.

Figura 2.5: Resultados de la encuesta sobre el acceso a servicios en asentamientos informales seleccionados en Johannesburgo (2020)

En su asentamiento informal durante los últimos 7 días ...

. . . ¿Había suficiente agua . . . ¿Se limpiaron / . . . ¿Se recogieron

para todos los residentes? drenaron los inodoros? los residuos?

Buffalo City Buffalo City Buffalo City

Ciudad del cabo Ciudad del cabo Ciudad del cabo

Ekurhuleni Ekurhuleni Ekurhuleni

Ethekwini Ethekwini Ethekwini

Johannesburgo Johannesburgo Johannesburgo

Bahía Nelson Mandela Bahía Nelson Mandela Bahía Nelson Mandela

Tshwane Tshwane Tshwane

60% o menos de los encuestados dijeron que sí Entre el 60% y el 75% de los encuestados dice que sí Entre el 75% y el 90% de los encuestados dijeron que sí

Fuente: Asivekelane, 2020.

Si bien COVID-19 ha hecho que estos desafíos sean más en cuanto a por qué este podría ser el caso, incluidas
La propagación de visibles, son el resultado de un largo legado de exclusión y tasas más bajas de pruebas e informes, poblaciones más
comunicable omisión de los servicios de la ciudad, reflejado en agudas jóvenes, la prevalencia de anticuerpos de otros
enfermedades dentro desigualdades en salud que eran evidentes mucho antes coronavirus e incluso el papel de la genética13 en el
antihigiénico de que comenzara la pandemia. La propagación de número menor de lo esperado de muertes reportadas
las condiciones tiene enfermedades transmisibles en condiciones antihigiénicas en regiones como África subsahariana, donde a partir de
ha sido probado ha sido probada históricamente, y las personas que viven 2018 se estima que más de la mitad (53,6%) de la
históricamente, con en estrecho contacto con animales domésticos y sin acceso población urbana vive en barrios marginales.14 En la
los que viven en a agua corriente y baños separados corren un mayor actualidad, sin embargo, los factores en juego no se
contacto cercano riesgo de infección. Contagios como la enfermedad de comprenden bien.15
a doméstico Chagas, una infección parasitaria transmitida por insectos,
animales y prosperan en condiciones antihigiénicas. Lo mismo ocurre Sin embargo, particularmente al comparar entre países,
sin acceso con las ratas, que sirven como vector para una gran los limitados datos disponibles no siempre presentan
al agua corriente cantidad de bacterias y virus debilitantes.12 una correlación firme entre la prevalencia de barrios
y separar marginales y el número de infecciones por COVID-19
instalaciones sanitarias en registradas. Por ejemplo, el nivel de infección por
riesgo elevado A pesar de esto, los niveles catastróficos de infección por COVID-19 en Los Ángeles es significativamente más alto
de infección. COVID-19 y las tasas de mortalidad que muchos temían que en Nairobi, a pesar de la proporción mucho mayor
afectarían a los asentamientos informales aún no se han de residentes que viven en barrios marginales en este
materializado. Hay muchas teorías último.
 Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 59

Figura 2.6: Tasas de infección por COVID-19 frente a la proporción de la población de barrios marginales urbanos (países de ingresos
medios y altos)

6.000

Brasilia

5,000

4000
Puntarenas Lima

Alajuela

3000

Pretoria Durban
Ciudad del cabo
Quetzaltenango
Los Ángeles, California
Bakú
2.000
Chicago, IL R2 = 0.0108
Fortaleza
Heredia Sao Paulo
San Jose Astaná
Escuintla
Rio de Janeiro Ciudad de Guatemala Windhoek
1.000 Belo Horizonte
Libreville Asunción
Washington DC Surabaya

Bandung
0 Bangkok
0 10 20 30 40 50 60

Fuente: ONU-Habitat 2021

Figura 2.7: Tasas de infección por COVID-19 frente a la proporción de la población de barrios marginales urbanos (países de ingresos bajos y

medianos bajos)

4000
Bogotá DC

3500
Medellín

Cali
3000

2500
Barranquilla

Nueva Delhi
2.000 Bucaramanga

1500
Bombay Addis Abeba

1.000
R2 = 0.0921
Maputo Nairobi Nouakchott
Dhaka Mombasa
Conakry
500
Abidjan
Kampala
Dakar Yaoundé
Matro Manila Niamey Lagos Brazaville

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

Fuente: ONU-Habitat 2021

60 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia

Una de las razones de esta aparente disparidad es el con el virus, en comparación con el 16% de la población
hecho de que una gran proporción de las infecciones y que no vive en los barrios marginales.17 Se han reportado
muertes por COVID-19 en muchos asentamientos correlaciones similares en las favelas de Brasil, uno de los
informales no se reconocen ni notifican. En Río de Janeiro, países más afectados por COVID-19. En São Paulo, las
por ejemplo, un estudio realizado en junio de 2020 con personas que viven en áreas más pobres tienen hasta 10
Gente que vive miles de pruebas rápidas en seis de los barrios más veces más probabilidades de morir por el virus que las
en zonas más pobres marginados de la ciudad encontró que los niveles reales personas en áreas ricas, según datos publicados por el
y contrato de infección podrían ser hasta 30 veces mayores que las departamento de salud de la ciudad: entre las personas
el virus es estimaciones oficiales, con un 28 por ciento de los de entre 40 y 44 años había en promedio 6,7 muertes por
hasta 10 veces residentes. en un lugar dando positivo por el virus.dieciséis
mas probable que En consecuencia, es difícil hacer comparaciones 100.000 personas en las zonas más desfavorecidas,
morir que la gente significativas entre diferentes países basándose en los en comparación con solo 0,7 muertes por cada
en zonas ricas, datos reportados cuando la precisión y cobertura de los 100.000 personas en el mismo grupo de edad en los
de acuerdo a regímenes de prueba pueden variar enormemente. barrios más privilegiados.18
datos publicados por

la salud de la ciudad A pesar de las limitaciones de los datos disponibles, estos

Departamento Por otro lado, los estudios que comparan los niveles de estudios sugieren que las condiciones de vida de muchos
infección entre diferentes áreas dentro de la misma ciudad han barrios marginales y asentamientos informales pueden
sugerido una estrecha conexión entre la prevalencia de los conducir a proporciones desproporcionadamente más
barrios marginales y las infecciones por COVID-19. En Mumbai, altas de infecciones y muertes por COVID-19. Esto
India, por ejemplo, las pruebas de anticuerpos realizadas entre también se alinea con la evidencia hasta la fecha sobre
una muestra de miles de residentes en tres distritos de la cómo se transmite COVID-19 y las dificultades de
ciudad en julio de 2020 encontraron que un promedio del 57 observar prácticas preventivas como el lavado de manos
por ciento de los que viven en barrios marginales habían sido y el distanciamiento social en entornos urbanos
infectados. abarrotados e insalubres.

Una instalación de lavado de manos sin contacto recientemente instalada por ONU-Hábitat tiene como objetivo prevenir la propagación de COVID-19 en el mercado de verduras de Kalimati en Katmandú,

Nepal © ONU-Habitat Nepal


2.2 Salud y medio ambiente
Un factor central en la mayor prevalencia de infecciones y
muertes por COVID-19 entre las poblaciones marginadas
es el hecho de que muchas ya padecían afecciones
preexistentes antes de la pandemia que las ponían en
mayor riesgo. Las personas que viven en asentamientos
informales suelen sufrir niveles desproporcionados de
enfermedad y afecciones crónicas que pueden exacerbar
enfermedades respiratorias como COVID-19.19 Este telón
de fondo de mala salud está determinado, al menos en
parte, por la calidad del entorno urbano. Junto con
instalaciones inadecuadas de alcantarillado y saneamiento,
problemas como la contaminación del aire, el agua y el
suelo, así como la falta de acceso a alimentos frescos y
espacio para la actividad física, la recreación y el
esparcimiento, hacen que los asentamientos informales y
los hogares más pobres corran un mayor riesgo.
Esta sección describe la intersección de los factores
ambientales y de salud en áreas urbanas excluidas y
su papel en el aumento de la vulnerabilidad al
COVID-19. Desde el acceso limitado a la atención
médica hasta la falta de servicios de agua,
saneamiento y gestión de desechos, estos
problemas fueron anteriores a la pandemia. Estas
deficiencias deberán abordarse para lograr una
solución duradera no solo al brote actual, sino
también a otras posibles crisis en el futuro. Es
importante tener en cuenta que, a medida que
COVID-19 continúa ejerciendo presión sobre la
prestación de servicios ya sobrecargada, el costo de
salud pública de la pandemia podría multiplicarse
como resultado. Esto se evidencia en los resultados
de pandemias anteriores. "Durante el brote de ébola
en África Occidental en 2014, más personas
murieron por la interrupción de los servicios sociales
y el colapso económico que por el virus en sí".20
2.2.1. Servicios de atención médica
La infraestructura de una ciudad es fundamental para
su preparación y respuesta a emergencias y desastres. A
raíz del COVID-19, hay un renovado enfoque en el
impacto de las emergencias de salud pública en las
ciudades y su capacidad para responder. En el caso de
COVID-19, las capacidades necesarias para ralentizar la
transmisión y reducir las muertes van desde
Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 61
medidas de comportamiento como el lavado de
manos, el distanciamiento social y el autoaislamiento,
hasta el uso de tecnologías avanzadas de rastreo y
localización y sofisticados sistemas de salud, con
atención especializada y equipamiento para atender a
los más afectados.
Por supuesto, debe reconocerse que las presiones
particulares de la pandemia no tenían precedentes y
que los gobiernos de todo el mundo tomaron una
serie de medidas para evitar que los brotes se
convirtieran en desastres humanitarios. Muchas de Gente viviendo
estas medidas, como la reutilización de edificios y en informal
espacios públicos en hospitales y centros de asentamientos
aislamiento (que se analizan con más detalle en el típicamente
Capítulo 1), se ubicaron en ciudades y desempeñaron sufrir de
un papel fundamental en "complementar los recursos desproporcionado
limitados de atención médica".21 de sistemas de salud niveles de enfermedad
sobrecargados al borde del colapso. Al mismo tiempo, y crónico
los gobiernos nacionales y locales implementaron condiciones que
ampliamente medidas de emergencia para albergar a puede exacerbar
personas sin hogar u otras situaciones de respiratorio
vulnerabilidad, como la amenaza de violencia. enfermedades como
COVID-19
Sin embargo, como se discutió en la sección anterior, para
millones de pobres urbanos la dificultad de observar
prácticas preventivas en el contexto de asentamientos
informales, y mucho menos acceder a una atención
médica de calidad en caso de infección, los deja
desproporcionadamente expuestos al virus. Esto no solo
se refleja en la etapa de prevención (por ejemplo,
suministro gratuito o asequible de agua y jabón), sino
también durante el diagnóstico (acceso limitado a las
instalaciones de prueba) y el tratamiento (la atención
médica especializada puede ser costosa o no estar
disponible). Es importante situar estas deficiencias no solo
en el contexto inmediato de la pandemia y los desafíos
únicos que ha planteado, sino también en las fallas a
largo plazo de muchas ciudades para brindar atención
médica equitativa y accesible a muchos de sus residentes
más excluidos. Hubo llamadas mucho antes del brote de
COVID-19, para abordar urgentemente las inequidades en
salud en ciudades de todo el mundo a través de la
cobertura universal de salud y entornos urbanos más
saludables. Este fue particularmente el caso de
asentamientos informales superpoblados y desatendidos
que
62 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia
facilitó la propagación de enfermedades
transmisibles, incluidas las pandemias.22
Sin embargo, las deficiencias también han sido evidentes en
las naciones desarrolladas con recursos de salud pública
mucho mayores a su disposición. La concentración de muertes
en determinados contextos, como los hogares de ancianos,
refleja no solo los mayores riesgos para los residentes de edad
avanzada, sino también en muchos casos un fallo de
protección a nivel institucional. El gran número de personas
mayores y más vulnerables en los hogares de ancianos,
combinado con la negligencia y la imposibilidad de aislarse,
han exacerbado dramáticamente los riesgos de exposición al
COVID.
19. En España, por ejemplo, se estima que se produjeron
unas 29.500 muertes como resultado del COVID-19 a
mediados de marzo de 2021, lo que representa más del
40% de todas las muertes atribuidas al virus, y la
proporción aumenta aún más. en algunas regiones: en
Castilla y León, el 1,5 por ciento de las víctimas mortales
relacionadas con el COVID se habían producido en
viviendas residenciales.23 También se han expresado
preocupaciones sobre los efectos de los cierres y otras
restricciones impuestas para contener el virus en
personas con trastornos de salud mental y afecciones
psiquiátricas, cuyas necesidades se pasan por alto con
demasiada frecuencia.24
Si bien abordar los desafíos específicos que
COVID-19 ha traído a las ciudades de todo el
mundo, requiere el fortalecimiento inmediato de
Murales creados por la comunidad en el barrio pobre de Kibera para crear conciencia sobre la prevención del
COVID-19. Nairobi, Kenia © ONU-Habitat / Julius Mwelu
Las capacidades de prevención, prueba, aislamiento y
tratamiento del virus, promoviendo la recuperación
duradera y la resistencia a futuras pandemias también
deberían abordar las debilidades subyacentes de los
sistemas de salud urbanos. Esto significa reorientar las
inversiones a través de la lente de la inclusión social, con
un énfasis particular en los grupos más empobrecidos y
marginados que históricamente han sido excluidos de la
atención médica esencial.
2.2.2. Agua y sanitización
A pesar de los impresionantes avances de los últimos
años, COVID-19 ha puesto de manifiesto las profundas y
duraderas desigualdades dentro de las ciudades en el
acceso al agua potable y el saneamiento, así como a
otros servicios esenciales. Durante pandemias anteriores,
como la del ébola en África occidental, la falta de acceso
al agua y al saneamiento fue un factor determinante en
el que los países se vieron más afectados.25 También con
COVID-19, la ausencia de servicios equitativos de agua y
saneamiento en muchas áreas ha dejado a los residentes
en mayor riesgo de contraer el virus.
Recuadro 2.2: Priorizar el acceso al agua en
comunidades vulnerables durante la
pandemia
Asegurar un acceso espacialmente equitativo a los
servicios básicos es fundamental, no solo durante la
pandemia, sino más allá. Durante la primera ola, ONU-
Hábitat apoyó la provisión de acceso equitativo al agua en
asentamientos informales y comunidades vulnerables a
través de estaciones de lavado de manos en varios países,
incluidos Irak, Ghana, Kenia, Camboya y Myanmar, entre
muchos otros. En Egipto, ONU-Hábitat empleó tecnologías
de filtración en las riberas de los ríos para ampliar el
acceso asequible al agua potable y el saneamiento.26 Si
bien ya es una prioridad urgente, garantizar que la
creciente población urbana de todo el mundo tenga
acceso a los servicios básicos será un componente esencial
de cualquier estrategia para poner fin a la pandemia.

Muchos hogares urbanos pobres no pueden pagar los servicios
de saneamiento, agua corriente y jabón, lo que los hace
dependientes de instalaciones compartidas que limitan las
oportunidades de mantener la distancia física y requieren una
desinfección regular para estar seguros. En Bangladesh, por
ejemplo, una encuesta nacional de 2013 encontró que los
sistemas de alcantarillado estaban ausentes en todas las
ciudades del país con la excepción de la capital, Dhaka, aunque
incluso allí solo uno de cada cinco residentes tenía acceso a
una red de alcantarillado. Los baños compartidos eran un lugar
común en las zonas urbanas, en particular en los barrios
marginales, lo que contribuía a una variedad de enfermedades
potenciales, incluida la diarrea, responsable de miles de
muertes cada año.27 De manera similar, los datos actuales
apuntan a instalaciones de saneamiento adecuadas como un
importante factor disuasivo para la transmisión de COVID-19,
ya que el virus COVID-19 reciente "se filtra en las heces y se
puede detectar en las aguas residuales".28
Las deficiencias son evidentes sobre todo en las ciudades con
altos niveles de desigualdad, incluso en aquellas donde la
cobertura en general ha mejorado. En Etiopía, por ejemplo, si
bien el acceso urbano al agua ha aumentado significativamente
en los últimos años, todavía se da el caso de que “los hogares
más ricos tienen casi cuatro veces más probabilidades de tener
agua corriente que los más pobres”.29
Sin un acceso equitativo, seguirán existiendo focos de
vulnerabilidad y exclusión que ponen no solo a los residentes
locales sino también al resto de la ciudad en riesgo de una
emergencia de salud pública.
En Kenia, las autoridades tomaron medidas al principio de la
pandemia para garantizar que el suministro de agua se
mantuviera de forma gratuita en muchos asentamientos
informales, con medidas que suspendieron las desconexiones
del servicio durante los primeros tres meses de la crisis y
estrategias de comunicación para difundir las mejores
prácticas en materia de higiene y lavado de manos a los
residentes (Recuadro 2.3). Involucrar a las comunidades con
mensajes adecuados puede generar importantes beneficios.
Un estudio que cubre
2.000 hogares en cinco barrios marginales urbanos en Nairobi,
Kenia, durante el primer encierro descubrieron que las
principales barreras para lavarse las manos con regularidad
eran la falta de acceso al agua en el hogar (25 por ciento de los
encuestados) y los costos inasequibles de agua o jabón
adicionales (32 por ciento). Sin embargo, en el lado positivo,
COVID-19 había contribuido a una mayor
Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 63
adopción de prácticas higiénicas como lavarse las manos con
jabón. De hecho, entre los encuestados “el 95 por ciento dijo
que la mayoría de los espacios públicos tienen estaciones
para lavarse las manos, el 76 por ciento dijo que se lavaba las
manos más de siete veces al día y el 88 por ciento dijo que
siempre usaba jabón”.30
cada ciudad
Más allá de la pandemia actual, comportamientos intento de
mejorados como estos podrían ayudar a prevenir miles de controlar el
muertes en todo el mundo cada año por enfermedades propagación de
transmisibles, siempre que los gobiernos y las COVID-19 puede
comunidades se esfuercen por mantenerlas. Además, las solo ser como
autoridades deben trabajar con una variedad de partes exitoso como
interesadas, como empresas privadas, la sociedad civil y las provisiones
los residentes locales, para ampliar el acceso. En algunos en los mas pobres
casos, las organizaciones dirigidas por jóvenes se barrios
movilizaron con éxito para proporcionar infraestructura y
servicios básicos en entornos desatendidos al asociarse
con el gobierno, agencias internacionales y el sector
privado. Por ejemplo, en Kenia, varias organizaciones se
asociaron para formar la Coalición de Respuesta a
Emergencias COVID-19 liderada por jóvenes para ayudar a
establecer estaciones de higiene, centros de aislamiento y
programas de educación en asentamientos informales en
pueblos y ciudades de todo el país.31
En resumen, dado que los servicios adecuados
de agua y saneamiento son fundamentales para
prevenir y detener la propagación de Las ciudades deberían
enfermedades transmisibles, el intento de cada en lugar de ver el
ciudad de controlar la propagación de COVID-19 pandemia como
solo puede tener tanto éxito como las una oportunidad
disposiciones en los barrios más pobres. Si bien para identificar y
algunos proveedores locales han cortado el rectificar las lagunas y
acceso a los servicios a los barrios marginales y debilidades
asentamientos informales en caso de una mayor en agua y
demanda y reducción de la capacidad de estos saneamiento
sistemas, este enfoque es el menos productivo. Provision para
En cambio, las ciudades deberían ver la su mayoria
pandemia como una oportunidad para vulnerable
identificar y rectificar las brechas y debilidades comunidades,
en el suministro de agua y saneamiento para trabajando con
sus comunidades más vulnerables, trabajando ellos y otros
con ellas y otras partes interesadas para partes interesadas a
mejorar urgentemente el acceso. Como mejorar urgentemente
demuestra la evidencia, acceso
64 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia

Recuadro 2.3: Protocolos y directrices sobre la respuesta al COVID-19 sobre la gestión del suministro de agua en Kenia

Estos Protocolos y Directrices se emiten para definir acciones y medidas específicas a tomar para asegurar el suministro continuo de agua y un
saneamiento adecuado durante el período de la pandemia COVID-19 con el objetivo de asegurar que las personas tengan agua adecuada para
uso doméstico y para el lavado de manos. . Los protocolos y pautas son los siguientes:

Que los gobiernos del condado:

1. Instruir a todos los proveedores de servicios de agua (PSA) para que proporcionen agua gratuita a asentamientos informales y grupos vulnerables durante

los próximos tres meses, abril - junio de 2020. Otros consumidores pagarán por los servicios de agua y alcantarillado.

2. Asegúrese de que todos los PSA estén en pleno funcionamiento sin interrupciones y que el personal esencial cumpla las normas de salud, seguridad y medio

ambiente (HSE) en todo momento.

3. Asegurar que los PSA suspendan la desconexión del agua durante los próximos tres meses, es decir, de abril a junio de 2020.

4. Asegurar que en las áreas donde se realiza el rastreo de agua a comunidades no conectadas al suministro de agua, las comunidades que reciben el servicio estén

sensibilizadas sobre el lavado regular de manos con jabón, el uso de desinfectantes y el distanciamiento social para evitar la rápida propagación de la enfermedad.

5. Asegurar que los PSA mejoren las estrategias de difusión de información sobre las medidas necesarias que deben observarse a través de varias plataformas. Dichos

mensajes estarán alineados con las directivas emitidas por el Ministerio de Salud.

6. Asegurar que los puntos de lavado de manos sean accesibles en lugares estratégicos para atender a las comunidades necesitadas.

7. Colaborar con el Gobierno Nacional para delinear y priorizar áreas e intervenciones adicionales necesarias para asegurar una disponibilidad
adecuada y segura de agua para el público.

Fuente: Ministerio de Agua, Saneamiento e Irrigación, República de Kenia

2.2.3. Gestión de residuos La pandemia ha amplificado los desafíos de la gestión de

La eliminación de residuos bien gestionada es esencial para la
salud pública, especialmente en las ciudades, pero más de
2000 millones de personas carecen actualmente de servicios
básicos de gestión de residuos. El número de personas que
carecen de acceso a la eliminación controlada de desechos es
aún mayor, con más de 3 mil millones de personas.32 La
situación es particularmente alarmante en los países de bajos
ingresos, donde los desechos con frecuencia "se arrojan a
cursos de agua o terrenos baldíos o se queman al aire libre
cerca de las residencias",33 planteando graves riesgos para la
salud pública. A menudo, estos sitios contaminantes se
encuentran cerca de vecindarios marginados, lo que aumenta
aún más la carga que soportan los residentes de estas áreas.
residuos. El mayor uso de plástico, máscaras desechables,
kits de protección, productos de limpieza, desinfectantes a
base de alcohol, así como la compra y el consumo de
alimentos enlatados y envasados, ha creado muchas
toneladas de desechos adicionales, muchos de ellos
peligrosos. En las ciudades asiáticas de Manila, Yakarta,
Hanoi, Bangkok y Kuala Lumpur, la generación de
desechos médicos domésticos aumentó en alrededor del
500% debido a la pandemia.34 Como resultado, los
desechos municipales han aumentado sustancialmente,
abrumando los servicios de recolección y eliminación ya
agotados en muchas ciudades.
 Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | sesenta y cinco

Al mismo tiempo, una reducción en las actividades de

reciclaje ha exacerbado los desafíos en este sector, Recuadro 2.4: Proteger a los trabajadores informales en el sector de los residuos

afectando a muchos de los 15 millones de

trabajadores informales estimados en este sector.35 La pandemia y las diversas restricciones impuestas en las ciudades para evitar su

Habitualmente perteneciente a las comunidades propagación no solo han alterado los sistemas de gestión de residuos urbanos, sino que

urbanas más pobres, sin protección social ni seguro también han amenazado los medios de vida y la salud de los recicladores, que

médico, la pandemia ha hecho que su situación sea desempeñan un papel vital en la recolección y el reciclaje. Los gobiernos locales y otras

aún más precaria. Inmediatamente después del partes interesadas han tomado una serie de medidas para mitigar los efectos directos de

primer encierro, muchos no pudieron ganarse la vida. estas medidas de restricción de la movilidad en la gestión de residuos sólidos, que

En un estudio de mujeres recicladoras durante el incluyen:

encierro en Delhi, el 68 por ciento de los encuestados

informaron que no podían realizar su trabajo normal • Declaración de gestión de residuos como servicio esencial, incluidas
de clasificación y venta de materiales reciclables las asociaciones de recicladores.
debido al cierre de tiendas, patrullas policiales y falta
de equipo de protección. Sin embargo, dada su • Desarrollo de pautas y protocolos para recicladores informales, así como
necesidad de continuar generando algún tipo de asociaciones de recicladores que trabajan con municipios.
ingresos, los recicladores continuaron trabajando
cuando fue posible a pesar de la falta de protección • Adecuación de rutas de recogida y reasignación de trabajadores,

de salud y seguridad.36 especialmente de colectivos de alto riesgo

• Suministro de alimentos, vivienda e ingresos.

• Distribución de equipo de protección personal e instalación de estaciones de lavado de

manos en lugares clave, como vertederos, para reducir el riesgo de infección.

• Exenciones o reducciones de tarifas de agua, saneamiento y residuos urbanos

Recolectores de basura con máscaras faciales durante la pandemia del virus Corona en Ciudad del Cabo, Sudáfrica © Shutterstock
66 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia
2.3. Alojamiento
La vivienda adecuada ha sido reconocida durante mucho
tiempo como un componente importante de la salud
pública y la justicia social. Se ha demostrado que la mala
calidad de la vivienda y la falta de acceso a los servicios
básicos contribuyen a la proliferación y propagación de
enfermedades transmisibles. Cuando no se cumplen los
requisitos fundamentales de una vivienda segura y
adecuada: espacio suficiente para vivir, prestación de
servicios básicos seguros y asequibles, confort térmico,
accesibilidad para personas con discapacidad funcional,
seguridad frente a lesiones evitables y
exposición a sustancias nocivas como el humo, el
asbesto, el plomo y el radón; entonces, los hogares
que ya padecen inequidades en salud pueden estar
aún más expuestos como resultado de la pandemia.
Por lo tanto, la vivienda es un factor de riesgo
importante, así como un punto de entrada vital
para una respuesta intersectorial a los
problemas de salud pública. Los factores
económicos, sociales y demográficos son
determinantes clave para los estándares de
vivienda de que disfrutan algunos y se niegan a
otros grupos de población. Las personas de
bajos ingresos, así como ciertos grupos,
Particularmente en incluidos los pueblos indígenas, las minorías, las
humanitario familias monoparentales, las personas con
crisis discapacidad y las mujeres, tienen menos
superpoblado probabilidades de tener acceso a una vivienda
centros de vivienda adecuada y asequible. Estas tendencias son
están en riesgo evidentes en los países de ingresos bajos,
de propagación de medianos y altos. En Camboya, por ejemplo, el
comunicable 29% de los hogares del quintil de ingresos más
enfermedades bajo y el 79% de los hogares del quintil de
ingresos más alto tienen acceso a servicios
sanitarios. En los EE. UU., De manera similar,37
Si bien la relación entre la calidad de la vivienda y la
transmisión de enfermedades se ha establecido desde
hace mucho tiempo, la propagación de COVID-19 en
comunidades marginadas y desatendidas ilustra que el
tema no ha recibido el debido reconocimiento en la
agenda de desarrollo durante décadas. Ahora, en medio
de una pandemia mundial, la correlación entre las
inequidades sanitarias, sociales y económicas se ha vuelto
uniforme.
más urgente para abordar. Estos problemas se extienden
más allá de la vivienda hasta el suministro de suelo y el
entorno urbano en general. El consumo de tierra per
cápita en las ciudades es muy desigual y ya
insostenible. La remodelación del tejido urbano, como se
discutió en el Capítulo 1, debe basarse en principios de uso
mixto de la tierra, diversidad social y conectividad a empleos y
mercados, manteniendo la compacidad del espacio a través de
un equilibrio de viviendas de alta densidad pero habitables con
suficientes espacios públicos abiertos. Todas estas demandas
diversas de planificación espacial ejercen una gran presión
sobre las ciudades para que encuentren más espacio para el
desarrollo, sin comprometer la sostenibilidad a través de la
expansión urbana.
2.3.1. Superpoblación
Un desafío importante para contener la propagación de
COVID-19 en los países en desarrollo es la gran proporción
de residentes urbanos que viven en asentamientos
hacinados. Dado que el 56% de su población urbana vive
en viviendas estrechas e inadecuadas, y solo el 34% de los
hogares tienen acceso a agua potable o instalaciones para
lavarse las manos, África está especialmente expuesta a
estos riesgos.38 Este es especialmente el caso en contextos
de hacinamiento cuando un exceso de personas se
concentra en un espacio particular, como dormitorios o
cárceles. Además de ser un indicador clave de
vulnerabilidad social, el hacinamiento puede tener
impactos adversos en la transmisión de enfermedades
infecciosas, incluido el COVID-19. Las poblaciones
migrantes son un ejemplo de ello: con un gran número de
personas alojadas en condiciones deficientes: en la OCDE,
un promedio del 17 por ciento de los inmigrantes viven en
viviendas superpobladas, en comparación con el 8 por
ciento de los residentes nativos.39 - No es de extrañar que
“estudios en varios países de la OCDE hayan encontrado
un riesgo de infección que es al menos dos veces mayor
que el de los autóctonos”.40
Especialmente en las crisis humanitarias, los centros de
vivienda superpoblados corren el riesgo de propagar
enfermedades transmisibles. Los solicitantes de asilo, los
trabajadores humanitarios y los grupos de ayuda en Grecia
llevan años señalando que los centros de detención
masivamente abarrotados e insalubres
 Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 67

no son aptos para su propósito y ponen en peligro la vida
humana. En Moria, un asentamiento de refugiados en Grecia
que desde entonces cerró debido a un devastador incendio
en septiembre de 2020, unos 20.000 solicitantes de asilo se
apiñaron en un espacio originalmente diseñado para 3.000
habitantes cuando estalló la pandemia.
fuera.41 Con nuevas oleadas de coronavirus que aún se
extienden por todo el mundo, existe preocupación sobre
lo que sucederá si se requiere que los refugiados
cumplan con los procedimientos de encierro que los
atrapan indefinidamente en lugares cerrados.

Recuadro 2.5: Cómo las condiciones de hacinamiento e insalubridad ponen a los trabajadores migrantes en el centro de la epidemia

Si bien las tasas de infección por COVID-19 de Singapur han sido notablemente bajas para la población en general, el panorama ha sido muy diferente

para su población de trabajadores migrantes. A fines de 2020, nueve meses después de que comenzara la pandemia, alrededor del 93 por ciento de todas

las pruebas positivas se habían realizado entre migrantes. Además, los resultados combinados de las pruebas de PCR y serología mostraron que algunos

152.000 trabajadores migrantes, que representan alrededor del 47 por ciento de un estimado de 323.000 en la isla, habían contraído el virus desde que

comenzó la pandemia.42

Los dormitorios de trabajadores y los centros de detención mal diseñados y superpoblados donde los trabajadores migrantes fueron retenidos después del

encierro fueron un factor clave en la alta prevalencia de infecciones. También se registraron patrones similares en otros países del sudeste asiático y del Golfo

Árabe, donde grandes poblaciones de migrantes se concentraron en condiciones de hacinamiento e inadecuadas: la zona industrial de Qatar, por ejemplo, que

alberga a muchos trabajadores migrantes, ha sido citada como un punto crítico.43 El gobierno de Singapur respondió con el compromiso de aumentar el

espacio vital mínimo en los dormitorios y construir viviendas adicionales para acomodar a los trabajadores migrantes.44

Trabajadores migrantes en Singapur vistos fuera de su dormitorio

68 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia

Figura 2.8: Disposición típica de un dormitorio de 20 personas en un dormitorio en Singapur

39 pies

Literas

25 pies Entrada

Baño compartido

Fuente: Weiyi y Lai, 2020.

Figura 2.9: Propagación de COVID-19 en los dormitorios de trabajadores de Singapur, a junio de 2020

Fuente: Mapa de ONU-Habitat


Junto con una mayor cobertura de los servicios urbanos
básicos, la habitabilidad o el espacio vital suficiente serán
clave para descongestionar las zonas superpobladas. Esta es
una cuestión más amplia de ordenación territorial y
ordenación territorial, y las ciudades deben regular mejor
cómo se distribuye el espacio dentro de las áreas urbanas. Las
lecciones de los fracasos del pasado en la planificación urbana
muestran que los proyectos residenciales monofuncionales en
los suburbios donde la tierra era más barata fueron desastres
socioeconómicos. La planificación de vecindarios debe tener
en cuenta no solo la descongestión de hogares, sino también
mantener la proximidad entre las residencias, los trabajos, los
servicios y la vida cívica. La ciudad de 15 minutos es un
concepto útil para reconstruir mejor, ya que caminar y andar
en bicicleta es la opción más asequible y constituye la parte
modal más alta de transporte para los pobres de las zonas
urbanas.
Si bien a corto plazo, las ciudades pueden adaptar la nota de
orientación de ONU-Hábitat sobre descongestión y mejora de
los asentamientos de desplazados internos,45 a largo plazo, las
ciudades deben centrarse en la mejora de los barrios
marginales y los asentamientos informales. Estos enfoques de
focalización espacial deben integrarse en las estrategias de
toda la ciudad para hacer un inventario de los asentamientos
con las condiciones de vida más pobres. Este inventario ayuda
a comprender los cuellos de botella en el marco regulatorio
que están impidiendo el desarrollo de opciones de vivienda
asequibles y adecuadas, lo que significa que se pueden
priorizar las inversiones para mejoras en las áreas más
desfavorecidas y así construir resiliencia no solo para esas
comunidades, sino en la ciudad como entero.
La descongestión sin disponer de más tierra no siempre es
factible. Los códigos de construcción que aumentan los
requisitos para que los edificios se descongestionen pueden
socavar la inclusión y la asequibilidad. Por lo tanto, la
descongestión debe combinarse con herramientas de
montaje de terrenos que hagan que los terrenos asequibles
y con servicios estén disponibles para las necesidades de
vivienda de los grupos de bajos ingresos. Dado que muchas
ciudades no mantienen sistemas de administración de la
tierra eficaces y receptivos, la mejora urbana también puede
afectar negativamente la seguridad de la tenencia de la
tierra y potencialmente desencadenar el desplazamiento
inducido por el desarrollo, exacerbando aún más las
desigualdades y los conflictos por la tierra. Por eso es
fundamental garantizar que todos se beneficien de los
Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 69
desarrollo, incluidos los residentes en asentamientos que
pueden no ser reconocidos oficialmente por las autoridades;
de lo contrario, el desarrollo puede excluir aún más a aquellas
comunidades que no tienen codificados sus derechos sobre la
tierra.
2.3.2. Seguridad de tenencia y desalojos
La seguridad de la tierra y la vivienda es fundamental
para la seguridad y el bienestar en las ciudades,
particularmente a raíz del COVID-19. Incluso antes de la
pandemia, la inseguridad de la tenencia entre una gran
proporción de la población que reside en barrios
marginales y zonas urbanas no planificadas era un
motivo de grave preocupación, y las mujeres y otros
grupos marginados estaban especialmente en riesgo de
desalojo. La crisis actual ha provocado nuevas
perturbaciones en la seguridad de la tenencia, y es
probable que la creciente inestabilidad de los ingresos
provoque atrasos en las hipotecas y los alquileres. En los
EE. UU., Un estudio de agosto de 2020 realizado por el
Instituto Aspen estimó que entre 30 y 40 millones de
personas podrían estar en riesgo de desalojo en un A largo plazo
futuro cercano, y la pandemia ha agravado la inseguridad las ciudades necesitan
existente para muchos inquilinos. Las estimaciones centrarse en los barrios marginales
sugieren que hasta el 80% de las personas que enfrentan e informal
desalojos en ciudades de todo el país son miembros de asentamiento
minorías étnicas.46 mejorando
Sin embargo, estos problemas no son nuevos en la
pandemia: en todo el mundo, el brote de COVID-19 ha
profundizado las líneas divisorias existentes de clase,
ciudadanía, edad, etnia y género que han dejado a
grandes sectores de la población urbana mundial en un
estado de inseguridad prolongada. Históricamente, las
mujeres han luchado con regímenes de propiedad de
género que limitan su acceso a la tierra y la vivienda. Una
evaluación en 10 estados africanos, por ejemplo, encontró
que solo el 12 por ciento de las mujeres informaron
poseer tierras individualmente, en comparación con el 31
por ciento de los hombres.
- un desequilibrio reflejado en muchas otras ciudades
y países, y generalmente se agrava durante las
pandemias.47
Los costos de los servicios públicos también podrían volverse
insostenibles, ejerciendo una mayor presión sobre los hogares
urbanos en apuros. En particular, las políticas de "quedarse en casa"
impuestas durante los cierres han afectado
70 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia
sobre las necesidades energéticas de los hogares, tanto
por un aumento de la demanda convencional (más
A largo plazo calefacción, agua caliente, cocina, etc.) por el mayor
inversión tiempo de permanencia en el hogar, como por la demanda
estrategias para adicional relacionada con nuevas actividades como
accesible teletrabajo y educación a distancia. Estas presiones,
vivienda, tal combinadas con la pérdida generalizada de medios de
como mercado directo vida, han exacerbado los problemas preexistentes de
inversiones, pobreza energética y de combustible. En la Unión Europea,
también tiene un por ejemplo, más de 50 millones de familias se
papel importante para enfrentaban a la pobreza energética cuando comenzó la
juego pandemia, una cifra que se preveía que aumentaría aún
más durante la pandemia a medida que se implementaron
medidas para contener el virus.48
En resumen, COVID-19 ha exacerbado una crisis mundial de
vivienda de larga data que se refleja en la creciente
imposibilidad de acceder a viviendas adecuadas para una gran
parte de la población urbana. Asegurar que las personas
permanecieran alojadas fue una prioridad clave en la
respuesta de emergencia para muchos gobiernos durante los
primeros meses de la crisis.
Recuadro 2.6: Acciones clave para hacer que la vivienda sea asequible durante la
pandemia
Junto con las suspensiones y prohibiciones de desalojos, garantizar la asequibilidad temporal de
la vivienda y los servicios públicos permitió a las personas cumplir con las órdenes de cierre y
toque de queda, especialmente aquellas que presentaban vulnerabilidades económicas nuevas
o preexistentes. Las medidas más comunes fueron:
• El alquiler se congela que han prohibido temporalmente los aumentos de alquiler en las
unidades de alquiler durante la duración de la emergencia y / o durante meses
después del final de la emergencia.
• Moratoria de hipotecas que permitía a los propietarios evitar incurrir en
deudas con bancos o instituciones financieras.
• Vales de vivienda" o bonificaciones / subsidios de alquiler que se han utilizado para
ayudar a los inquilinos a pagar y pagar el alquiler durante la emergencia
• Prohibición de cortes de servicios públicos que también han contribuido a asegurar la
asequibilidad de los costos de vivienda a través de la continuidad del suministro de servicios
públicos durante la pandemia, particularmente para aquellos que ya están al borde de la línea de
pobreza.
Además de los subsidios y la asistencia financiera para
garantizar la asequibilidad a corto plazo de los alquileres, las
hipotecas y los costos de los servicios públicos, se
establecieron otras medidas, como moratorias temporales de
los desalojos y ejecuciones hipotecarias, para evitar un
aumento de las personas sin hogar. Sin embargo, algunas
ciudades vieron cómo los desalojos continuaron incluso en el
apogeo de la primera ola, siendo los barrios más pobres, los
asentamientos informales y los barrios marginales los
principales objetivos. En Nairobi, por ejemplo, miles de
personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares con
poca advertencia o apoyo en forma de vivienda alternativa y
compensación: en el asentamiento informal de Kariobangi, por
poner un ejemplo, unos 8.000 residentes fueron obligados a
abandonar el área y sus casas destruidas a pesar de un orden
judicial en vigor que prohíbe a las autoridades llevar a cabo el
desalojo.49 Se observaron patrones similares en otras ciudades
de África Oriental durante la crisis, con unas 65.000 personas
desalojadas en Somalia en la primera mitad de 2020, incluidas
más de 33.000 solo en Mogadiscio.50
En otros países, se han tomado medidas para garantizar el
derecho a la vivienda: en Bishkek, Kirguistán, las autoridades
trabajaron con agencias de la ONU para abordar la situación
en los asentamientos informales ayudando a reconstruir estas
comunidades de acuerdo con principios basados en derechos.
Más allá de las medidas a corto plazo descritas anteriormente,
las estrategias de inversión a largo plazo para viviendas
asequibles, como las inversiones directas en el mercado,
también tienen un papel importante que desempeñar. Una
limitación importante de las políticas de emergencia es que, si
se toman en el vacío, no abordan los impulsores económicos
más amplios que dejan a millones de personas vulnerables al
desalojo. También han surgido lagunas, incluso en países
donde se supone que las protecciones previenen los desalojos.
En los EE. UU., Por ejemplo, los propietarios aún han podido
desalojar a los inquilinos si no presentan un formulario de
dificultad económica o si hay errores en su papeleo: según los
datos del Laboratorio de Desalojos de la Universidad de
Princeton, compilados de 27 ciudades en cinco estados, como
del 13 de febrero de 2021 se habían producido casi un cuarto
de millón (247,463) desalojos desde que comenzó la pandemia.
51 Sin embargo, las ciudades pueden promulgar políticas para
aliviar estos impactos. Nueva York, por ejemplo, se extendió
 Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 71

amplia legislación a finales de 2020 para extender la desgravación
fiscal, las ayudas crediticias y una moratoria sobre los desalojos y
ejecuciones hipotecarias hasta mayo de 2021, con el objetivo de
ayudar tanto a los inquilinos como a los pequeños propietarios a
hacer frente a sus desafíos financieros.52
En ausencia de sistemas de protección social que
funcionen bien que permitan que la gran mayoría
permanezca adecuadamente alojada, durante el
COVID-19, los gobiernos implementaron una serie de
medidas para brindar alivio económico a las personas que
no podían pagar su alquiler debido a la pérdida de
ingresos. Al mismo tiempo, en muchos otros distritos, se
han seguido produciendo desalojos y desalojos forzosos
durante la pandemia, aumentando la exposición de miles
de personas que fueron desplazadas, al tiempo que se
violan los derechos humanos, poniendo en peligro la
salud pública y la resiliencia de toda la ciudad. . Los
marcos regulatorios promulgados para limitar los
desalojos y las reubicaciones pueden haber brindado
protección contra el desalojo en muchos distritos
electorales,
pero esto se promulgó como medida temporal. Al final del
cierre, las ciudades pueden esperar una crisis de desalojos
en ausencia de medidas de protección social más
sostenibles. Se necesitan estrategias a más largo plazo
para garantizar que la seguridad de la tenencia como
parte del derecho a una vivienda adecuada55 sea una
prioridad urgente en las ciudades de ingresos altos y bajos.
Esto incluye una agenda a largo plazo para aumentar
la oferta de viviendas asequibles a través de una
reevaluación de los mercados de suelo y vivienda y
volver a incluir la vivienda pública y la vivienda social
en la agenda.
2.2.3. Desamparo
Una de las preocupaciones clave en torno al creciente
riesgo de desalojos y ejecuciones hipotecarias es que
estos, a su vez, podrían conducir a un aumento en la falta
de vivienda y un aumento en la transmisión de COVID-19.
En la actualidad, se estima que hay 330 millones de
hogares urbanos sin hogar en todo el mundo, una cifra

Recuadro 2.7: El COVID-19 y la tenencia de la tierra insegura aumentan la vulnerabilidad entre los residentes de asentamientos informales en

Yangon, Myanmar

Una evaluación rápida realizada por ONU-Hábitat en asentamientos informales en Yangon, Myanmar, poco después de que comenzara la pandemia,

destacó las diferentes dimensiones de la vulnerabilidad que enfrentan las comunidades y los hogares. Sorprendentemente, descubrió que las

preocupaciones sobre la seguridad alimentaria y la asequibilidad eran casi universales, un reflejo de presiones económicas más amplias: al menos un

miembro del hogar había perdido su trabajo en los 30 días anteriores en la mayoría (81 por ciento) de los encuestados y 69 por ciento. por ciento de los

hogares informó haber obtenido un préstamo en los últimos 30 días, la mayoría de los cuales lo utilizó para comprar alimentos.

Sin embargo, las disparidades entre los diferentes asentamientos informales también eran reveladoras y hablaban de la necesidad de una evaluación clara y

desagregada de la vulnerabilidad para comprender la ubicación precisa de los puntos débiles más graves de una ciudad. Por ejemplo, al comparar los tres

municipios encuestados, el 71 por ciento de los encuestados en Shwepyitha informaron no tener suficiente dinero para comprar máscaras, en comparación con

el 27 por ciento en Hlaingthayar y ninguno en Dala. Se observaron patrones similares cuando se les preguntó sobre su capacidad para comprar jabón o

desinfectante de manos: el 61% de los hogares en Shwepyitha informaron que esto era un problema, en comparación con el 14% en Hlaingthayar y ningún

hogar en Dala.

La tenencia insegura de la vivienda y el riesgo de desalojo pueden exponer aún más las vulnerabilidades en áreas superpobladas, con efectos desiguales no

solo entre diferentes asentamientos sino también entre diferentes grupos, y las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas. El 57 por ciento de las

mujeres en los asentamientos informales encuestados en Yangon reportaron inseguridad relacionada con el desalojo, en comparación con el 49 por ciento

de los hombres.53 Las dimensiones de género de COVID-19 también se han destacado en investigaciones similares en otros países durante la pandemia.

Por ejemplo, en una encuesta de ONU-Hábitat de 16 asentamientos informales en la isla de Viti Levu, Fiji, el 76% de todos los encuestados que informaron

sentirse inseguros acerca de los desalojos eran mujeres.54

72 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia

se prevé que aumente a 440 millones de hogares (un total de gente.58 En España, mientras tanto, las autoridades públicas
1.600 millones de personas) para 2025, a menos que se tomen se asociaron con proveedores de vivienda del sector privado
medidas drásticas para abordar el problema.56 para aumentar temporalmente su stock de viviendas sociales:

La evidencia sugiere que las poblaciones sin hogar corren un Barcelona, por ejemplo, aseguró 200 apartamentos vacíos a

riesgo desproporcionado de infección y muerte por COVID-19, través de un acuerdo con una agencia de turismo para

Con suficiente lo que hace que las medidas de protección sean aún más albergar a las personas sin hogar en la primera fase de la

voluntad política urgentes. Los desafíos asociados de la falta de vivienda, así pandemia.59

y flexibilidad, como las respuestas policiales de mano dura en forma de

desamparo "redadas" y otras medidas enérgicas, también pueden Estos diferentes ejemplos muestran que con
- un problema aumentar la posibilidad de transmisión.57 Esto pone de relieve suficiente voluntad política y flexibilidad, la falta
que hasta el cómo las estrategias para reducir la propagación en curso de la de vivienda, un problema que hasta que
comenzó la pandemia pandemia también se superponen con la implementación de comenzó la pandemia parecía insuperable.
Parecía ser medidas de protección social a largo plazo para reducir las - puede reducirse significativamente. Preocupantemente,

intratable - puede vulnerabilidades socioeconómicas en torno a la seguridad de la
ser significativamente tenencia y la asequibilidad de la vivienda.
reducido
Es alentador que muchas ciudades se apresuraron a
reconocer y responder a estos desafíos en los primeros meses
de la pandemia, realojando a sus poblaciones sin hogar en
alojamientos seguros y socialmente distanciados. En Toronto,
Canadá, las autoridades proporcionaron unidades de
aislamiento y habitaciones de hotel vacías para permitir que
los residentes sin hogar se pusieran en cuarentena sin
ponerse a ellos mismos ni a quienes los rodeaban en peligro.
En Bratislava, Eslovaquia, las autoridades establecieron una
extensa "ciudad de cuarentena" con apoyo médico y
profesional para albergar y cuidar a unas 4.000 personas sin
hogar.
sin embargo, muchas ciudades parecen haber retirado
sus protecciones de emergencia una vez que se
percibió que había pasado la peor fase de la pandemia.
Revertir estos éxitos logrados con tanto esfuerzo no
solo es miope, sino que también equivale a una
"medida regresiva", una que "directa o indirectamente,
conduce a retrocesos con respecto a los derechos
reconocidos en el Pacto Social, Económico y Social.
Derechos culturales ”60 - prohibido por el derecho
internacional de los derechos humanos.61 Muchas
ciudades que posteriormente han reducido su apoyo
inicial, como Londres (Recuadro 2.8), han visto un
resurgimiento de la falta de vivienda y con ello un
riesgo creciente de infecciones por COVID-19.

Recuadro 2.8: Para las personas sin hogar de Londres, COVID-19 ha hecho la vida aún más peligrosa

En Londres, Reino Unido, se reconoció temprano la necesidad de garantizar que la gran población sin hogar de la ciudad tuviera un alojamiento
seguro para protegerla de la infección y prevenir una transmisión comunitaria más amplia. En respuesta, una serie de hoteles y oficinas vacíos se
convirtieron rápidamente con el objetivo de crear miles de espacios seguros e independientes.62 En cuestión de semanas, parecía que la capital
había logrado resolver un problema que había sido evidente en la ciudad durante décadas: la desesperada realidad de los más de 10,000
durmientes en sus calles y muchos otros que viven en alojamientos temporales como albergues. o refugios.63

Sin embargo, esto siempre tuvo la intención de ser una medida temporal y, a medida que la pandemia pareció aliviarse en los meses de verano
de 2020, se redujeron los ajustes de emergencia.64 Sin embargo, en octubre, las organizaciones benéficas advirtieron que las nuevas restricciones
de encierro estaban empujando a un gran número de jóvenes a las calles.sesenta y cinco A principios de 2021, hubo informes de una "explosión" de
casos entre la población sin hogar, superando con creces el número original de infecciones en las primeras semanas de la pandemia.66 Esto
ilustra la necesidad de considerar si las ciudades deberían considerar mantener provisiones de emergencia para viviendas seguras y accesibles
para apoyar a los más vulnerables, incluso una vez que las últimas oleadas de COVID-19 retrocedan, dado el valor de proteger a estos grupos a
largo plazo desde la perspectiva. de la salud pública y la justicia social.

2.4. Conectividad
Un elemento central de la llamada “ventaja urbana” es la
capacidad de las ciudades para brindar una variedad de
oportunidades, desde educación y empleo hasta
socialización y recreación, a sus poblaciones. Sin
embargo, tanto en los países desarrollados como en los
países en desarrollo, a muchas comunidades se les
niegan estos beneficios. Para los residentes de
asentamientos y vecindarios físicamente aislados y con
servicios deficientes, una variedad de barreras sociales,
económicas y geográficas a menudo les impiden disfrutar
de los mismos derechos que otros ciudadanos. En estos
contextos, la vida urbana puede caracterizarse
principalmente por la segregación, la falta de servicios y
el desempleo, en marcado contraste con la diversidad, el
bienestar y la prosperidad que se supone que brindan las
ciudades exitosas.
Una dimensión importante para garantizar un acceso
más equitativo es la mejora de la conectividad, con un
enfoque particular en aquellos más desconectados de
sus ciudades debido a la discriminación, las malas
ubicaciones y otros factores. Mientras mejoras en su
entorno físico mediante la actualización.
Pasajeros que mantienen distancia social y usan mascarillas dentro del MRT como parte de los protocolos de salud aplicados debido a la pandemia COVID-19. Yakarta / Indonesia © Shutterstock
Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 73
y una mejor planificación espacial puede lograr ganancias
significativas - un punto discutido anteriormente en este
capítulo, así como en el Capítulo 1 - el transporte seguro y la
inclusión digital también son fundamentales para garantizar
que los más marginados puedan acceder a los servicios
esenciales, ya sea en persona o en línea. Estos problemas solo Accesible
se han vuelto más urgentes a raíz de la pandemia, dadas las transporte
restricciones de movimiento y el cambio al trabajo y el es esencial para
aprendizaje a distancia. cualquier ciudad aspirante
ser equitativo
2.4.1. Movilidad accesible e inclusivo.
Sin embargo, durante décadas,
El transporte accesible es esencial para cualquier ciudad que planificadores y
aspire a ser equitativa e inclusiva. Sin embargo, durante Responsables políticos
décadas, los planificadores y los formuladores de políticas han han priorizado
priorizado el uso del automóvil privado sobre cualquier otro uso de coche privado
modo de transporte, incluidos los autobuses públicos, tranvías sobre cada modo
y líneas de tren, así como alternativas no motorizadas como de tránsito
caminar y andar en bicicleta. Pionero en los EE. UU. Pero
posteriormente replicado en ciudades de todo el mundo, este
enfoque autocéntrico del desarrollo urbano ha dejado un
legado devastador de destrucción, contaminación y expansión
de vecindarios. Estos costos son soportados de manera
desproporcionada por las poblaciones urbanas pobres y
marginadas.
74 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia
En primer lugar, la infraestructura vial privada
A pesar de la ofrece beneficios limitados en contextos donde la
riesgos percibidos inmensa mayoría de los residentes no posee su
de infección, propio vehículo. Sin embargo, más que eso, con
transporte público frecuencia socava otras formas de tránsito, ya que
fue un esencial las aceras y el espacio de la carretera se dedica
infraestructura cada vez más a los automóviles a expensas de los
eso tenia que ser peatones y ciclistas. Dado que caminar y andar en
mantenido y bicicleta son a menudo las opciones preferidas
mejorado durante para los residentes de bajos ingresos, estos
la pandemia impactos pueden ser altamente excluyentes,
como un salvavidas aumentando su exposición a los gases tóxicos del
para residentes tráfico y aumentando el riesgo de muerte o
y un lecho de roca lesiones graves como resultado de accidentes de
de economico tráfico. Por último, dado que el despliegue de
estabilidad autopistas de peaje y otras infraestructuras a
menudo promueve un uso ineficiente de la tierra y
puede dejar fragmentadas áreas previamente
cohesivas a su paso,
Recuadro 2.9: Hacer que el transporte público COVID-19 sea seguro
Desde el comienzo de la crisis, los gobiernos y las agencias de transporte han
enfatizado el papel esencial del transporte público para garantizar el acceso y los
medios de vida de los habitantes urbanos en medio de la pandemia. Sin embargo,
dados los temores generalizados sobre viajar en espacios compartidos, sin
mencionar los riesgos potenciales de infección sin las medidas adecuadas, las
autoridades y operadores de transporte público han respondido con una serie de
medidas que incluyen:
• Escalado y refuerzo de los procedimientos de limpieza y desinfección.
• Suministro de equipos de protección al personal y a los pasajeros.
• Asegurar que el personal y los pasajeros cumplan con las regulaciones de salud.
• Incrementar el nivel de ventilación natural y renovación de aire.
• Acelerar la digitalización y la implementación de herramientas de TI para
monitorear mejor las operaciones.
• Anticipar el número de viajeros y la ocupación de los vehículos para brindar
información en tiempo real para evitar aglomeraciones.
• Organización de servicios de pago sin contacto
• Proporcionar al personal y a los clientes comunicaciones transparentes periódicas.
El transporte público asequible e inclusivo, junto con la
provisión adecuada de espacio e infraestructura para
caminar y andar en bicicleta, es esencial para garantizar "el
acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles,
accesibles y sostenibles para todos", en consonancia con el
Objetivo Sostenible 11.2. Su importancia solo ha
aumentado desde el brote de COVID-19 y los cambios
introducidos en respuesta. Frente a las crecientes tasas de
infección, la mayoría de los gobiernos impusieron
restricciones de movilidad y medidas de contención de la
comunidad, como el cierre de escuelas y requisitos de
trabajo en el hogar, lo que resultó en caídas sin
precedentes en el número de pasajeros. Los países de
ingresos medios y altos también experimentaron caídas
significativas en el número de pasajeros en tránsito. En
ciudades como Estocolmo, el uso del transporte público
disminuyó en un 60 por ciento en las semanas posteriores
al cierre.67 tendencias reflejadas en Washington
DC, donde el número de usuarios de Metrorail y autobús se
redujo en un 90 por ciento y un 75 por ciento, respectivamente, a
fines de marzo de 2020.68 Es posible que estas disminuciones no
solo reflejen una caída en la demanda, sino también una menor
confianza en la seguridad del transporte público entre los
usuarios, lo que amenaza la efectividad continua de los sistemas
de movilidad de los que dependen muchos grupos de menores
ingresos.
Muchas ciudades reconocieron que, a pesar de los
riesgos percibidos de infección, el transporte público
era una infraestructura esencial que debía
mantenerse y mejorarse durante la pandemia como
un sustento para los residentes y un fundamento de
la estabilidad económica. Los beneficios no solo
fueron claros en términos de salud pública (los
trabajadores de atención médica de primera línea
dependen del transporte público para llegar a sus
lugares de trabajo, mientras que los pobres pueden
no tener otros medios para llegar a las instalaciones
médicas), sino también para proteger sus medios de
vida. Los habitantes de asentamientos informales en
particular, que a menudo viven a grandes distancias
de los centros de las ciudades, tendrían dificultades
para acceder al mercado laboral y ganarse la vida sin
acceso al transporte público. En algunos países y
regiones, como Europa,
2.9). Como se discutió en el Capítulo 1, la
evidencia sugiere que la incidencia de infecciones

conectados al transporte público en los países y ciudades
donde se han implementado tales medidas han sido muy
bajos. La implementación de medidas similares en
contextos de países en desarrollo donde muchos viajeros
dependen del transporte informal de propiedad privada,
como minivans, donde el distanciamiento físico y la
desinfección a menudo no son factibles, ha resultado más
desafiante. Estos modos son elegidos por grupos de
población con opciones de transporte limitadas y, a
menudo, están sucios, abarrotados y mal ventilados, lo
que puede aumentar el riesgo de infecciones.
Sin embargo, como se discutió en el Capítulo 1, muchas
ciudades han respondido a los desafíos provocados por la
pandemia con la expansión de áreas peatonales y carriles
para bicicletas como una alternativa segura y asequible.
Estos podrían traer una serie de beneficios duraderos a las
poblaciones urbanas, especialmente a las que están mal
atendidas por los sistemas de transporte auto-dominadas,
si se mantienen a largo plazo. Un determinante importante
de esto será si los gobiernos continúan canalizando los
recursos necesarios para una transformación duradera.
Sin suficiente voluntad política, incluso la limitada
infraestructura disponible puede volverse obsoleta. Un
ejemplo de ello es el carril bici designado en la avenida de
las Naciones Unidas en Nairobi: con pocas medidas para
disuadir a los propietarios de automóviles de estacionar
sus vehículos allí, es en gran parte inutilizable para sus
usuarios previstos.
A medida que las ciudades navegan por su recuperación
de la pandemia, es importante tener en cuenta que
podrían darse dos escenarios muy diferentes. Por un lado,
si muchos residentes se muestran reacios a utilizar el
transporte público, el uso del automóvil privado y los
problemas sociales, espaciales y ambientales asociados
podrían aumentar. Por otro lado, si se compromete la
suficiente inversión e imaginación, el transporte urbano
podría volverse más bajo en carbono e inclusivo para
todos, con importantes beneficios para la salud y el
bienestar. Para ser realmente efectivos, estos cambios
deben ir acompañados de un cambio más amplio en la
forma en que se planifican y gestionan las ciudades y los
barrios, un tema que se analiza con mayor detalle en el
Capítulo 1.
Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 75
2.4.2. Comunicaciones y
conectividad digital
Una característica distintiva de la pandemia actual ha
sido el papel central que desempeñan Internet y las
tecnologías digitales en el cambio de aspectos clave de
la vida diaria, en particular la educación y el empleo, en
línea. Si bien ayuda a aliviar algunos de los impactos de
COVID-19 y las restricciones impuestas para contener su
propagación, este rápido cambio también ha renovado
las preocupaciones sobre una creciente “brecha digital”.
Con el acceso a Internet, computadoras, teléfonos
inteligentes y otras tecnologías ahora más importantes
que nunca, abordar estas desigualdades es esencial
para garantizar una sociedad más justa.
Lo digital
dividir no es
Si bien las soluciones tecnológicas y el trabajo a distancia solo es evidente a
pueden aliviar algunos de los impactos económicos nivel mundial, pero
directos de los bloqueos y allanar el camino hacia una también manifestando
organización espacial más equitativa de las ciudades, dentro de las ciudades
también tienen el potencial de ampliar las desigualdades entre mas
existentes. Con los hogares excluidos de la banda ancha, rico y
las redes móviles y otras tecnologías que luchan como residentes más pobres
resultado con el trabajo a distancia y la educación en el
hogar, es esencial que los gobiernos inviertan
urgentemente para garantizar una prestación equitativa
de servicios digitales. En la actualidad, solo alrededor del
19% de la población de los países menos adelantados
tiene acceso a Internet.69 En el África subsahariana,
mientras que alrededor de las tres cuartas partes de la
población del África subsahariana (747 millones de
personas) tienen un teléfono móvil, solo un tercio de ellos
(250 millones de personas) tienen acceso a un teléfono
inteligente.70
Sin embargo, la brecha digital no solo es evidente a nivel
mundial, sino que también se manifiesta dentro de las
ciudades entre residentes más ricos y más pobres. En Nueva
York, por ejemplo, "el 46% de los hogares de la ciudad de
Nueva York que viven en la pobreza no tienen banda ancha
en el hogar", mientras que "el 18% de todos los residentes
de la ciudad de Nueva York, más de 1,5 millones de
personas, no tienen conexión en el hogar ni móvil ”.71
Es importante destacar que la brecha digital a menudo se
refleja en la configuración espacial de los servicios y
comodidades urbanos. En un estudio que analizó el acceso
a teléfonos celulares en 41 países africanos, los factores
76 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia
tales como la distancia a una carretera principal y a la ciudad más
cercana, junto con la elevación, la pendiente y la población, se
correlacionaron significativamente con la proximidad a las torres de
telefonía celular (aunque debe tenerse en cuenta que esto por sí
solo no necesariamente se traduce directamente en el acceso como
propiedad de un todavía se requiere teléfono). Otro estudio en
Kenia encontró que los participantes del estudio que vivían más
cerca de los mercados locales tenían "más probabilidades de
participar en servicios de información de mercado basados en
tecnología", destacando el papel que desempeña la forma urbana
para abordar la brecha digital.72
Superar la brecha digital requiere la construcción de una nueva
infraestructura para respaldar las crecientes demandas de
todos los grupos a raíz de la pandemia. Si bien en muchos
países desarrollados las familias se han enfrentado a una
escasez de dispositivos para apoyar a los niños que van a la
escuela junto con los padres que van a la oficina, el mundo en
desarrollo carece de acceso a los servicios de Internet en
general. En India, incluso como infraestructura de
telecomunicaciones
Estaciones WiFi de alta velocidad en el distrito escolar de Coachella Valley, California, para brindar acceso a Internet a los estudiantes © The Economic Times 2020
se ha vuelto cada vez más robusto y ubicuo, garantizar
el acceso público a datos de alta velocidad es un paso
urgente para conectar a los cientos de millones de
ciudadanos que aún no están en línea. Una solución es
instalar estaciones Wi-Fi de alta velocidad gratuitas en
áreas como paradas de autobús, hospitales y
estaciones de tren. India ya había tenido algo de
experiencia con este modelo antes de la pandemia a
través de iniciativas como Google Station, un servicio
que brindaba acceso gratuito a Internet en cientos de
estaciones de tren en todo el país.73 Aunque se canceló
a principios de 2020, poco antes del cierre, destaca el
potencial para el desarrollo de otros servicios en las
ciudades indias que ayudarán a mejorar la cobertura
en el futuro.
Junto con la infraestructura necesaria, el desarrollo de habilidades
digitales es una parte importante de la construcción de resiliencia a
los choques económicos y sociales como los presentados por el
brote de COVID-19. Las habilidades digitales son fundamentales
para que los maestros muevan sus clases en línea, los jóvenes que
ingresan al
 Ciudades y pandemias: hacia un futuro más justo, verde y saludable | 77

el mundo laboral, los padres que apoyan a los niños en su

educación, pero también a las personas mayores para mitigar
el aislamiento provocado por los encierros y las restricciones de
movilidad. Sin embargo, en la actualidad, la alfabetización
digital sigue siendo una barrera adicional importante para
ciertas comunidades, tanto en los mercados desarrollados
como en desarrollo. En las economías de bajos ingresos, por
ejemplo, menos de un tercio (32%) de la población tiene
habilidades digitales básicas.74

Los cierres de escuelas y las desigualdades preexistentes

han obstaculizado la capacidad de los niños para acceder a
clases y materiales de aprendizaje, principalmente debido
a la falta de acceso a Internet y a dispositivos electrónicos
como computadoras, lo que limita su capacidad para
acceder a la educación. Estas lagunas en el suministro son
evidentes incluso en los países desarrollados, donde
alrededor del 15% de los hogares con niños en edad
escolar carecen de acceso a una conexión a Internet de
alta velocidad en el hogar.75 En muchas regiones,
COVID-19 ha exacerbado las desigualdades preexistentes
que hicieron que un gran número de niños en edad
escolar no pudieran garantizar su derecho a la educación:
en América Latina y el Caribe, por ejemplo, “incluso antes Joven desbloquea bicicleta con su teléfono móvil. Bicicleta eléctrica nueva forma de movilidad urbana © Shutterstock

de la pandemia, casi 12 millones de niños y jóvenes fueron

excluidos de la educación, siendo la pobreza la principal
limitación de acceso ”.76 que los minoristas se encuentran muy cerca de los edificios
residenciales y se encuentran a poca distancia a pie.

Abordar la brecha digital también es fundamental en el Estas desigualdades también tendrán una influencia

sector comercial. Si bien las empresas y corporaciones significativa en el futuro del trabajo, dada la creciente

más grandes pudieron en su mayoría realizar la transición importancia de la digitalización. Las ciudades deberán

a operaciones más digitalizadas, este no siempre fue el encontrar formas innovadoras de desarrollar las habilidades y

caso de los minoristas más pequeños, que brindan una los conocimientos necesarios para que sus jóvenes puedan

fuente clave de empleo y apoyo económico en las trabajar en la economía del futuro. Esto requiere extender la

comunidades locales. En América Latina, por ejemplo, las cobertura a áreas no conectadas, por ejemplo, para conectar

pequeñas y medianas empresas locales y las tiendas barrios marginales, vecindarios desatendidos y campamentos

tradicionales representan más del 95 por ciento de los de refugiados con mercados digitales, junto con

puntos de venta.77 Asegurar su acceso a los servicios oportunidades de aprendizaje remoto, programas de

digitales es crucial, pero esto debe combinarse con la capacitación y mejoramiento de habilidades, así como

conciencia de que estas instalaciones de menor escala soluciones impulsadas por la comunidad para el

continuarán desempeñando un papel importante en la financiamiento colectivo para iniciativas de asentamiento y

vida fuera de línea de las ciudades, y deberán ser mejora de viviendas. Algunas ciudades, como Singapur y Seúl,

apoyadas con una planificación espacial adecuada. Las han respondido a la pandemia ampliando herramientas

leyes y políticas de zonificación que promueven el uso digitales y en línea, como soluciones y tecnologías de teléfonos

mixto, las formas compactas y el transporte no inteligentes, no solo para la comunicación, la concienciación, el

motorizado, como se analiza en el Capítulo 1, garantizarán teletrabajo y el aprendizaje, sino también para rastrear la
enfermedad.78
78 | Capítulo 2: Abordar la pobreza sistémica y la desigualdad en las ciudades en respuesta a la pandemia

2.5. Empleo y protección sobre los medios de vida y el acceso de las personas vulnerables

social a los alimentos ha obligado al PMA a expandirse a las zonas

urbanas a una escala sin precedentes en más de la mitad de los

Junto con su gran número de muertes y enfermedades, países en los que opera ”.81

COVID-19 también ha provocado una devastación En muchas ciudades, COVID-19 ha interrumpido los sistemas

económica generalizada en la economía mundial, como alimentarios, las cadenas de suministro de producción y distribución

resultado no solo de su impacto en la salud pública, sino a nivel mundial, al tiempo que ha devastado los medios de vida

también de la serie de cierres y restricciones de locales de los trabajadores informales, como los vendedores de

movimiento impuestas en respuesta. Se estima que los alimentos, que se vieron gravemente inhibidos durante los cierres.

ingresos laborales mundiales disminuyeron un 10,7%, o En un contexto de aumento de los precios de los alimentos y escasez

3,5 billones de dólares EE.UU., en los tres primeros de suministro, ha aumentado la nutrición deficiente e inadecuada

trimestres de 2020, en comparación con el mismo período entre los pobres de las zonas urbanas.82 En este contexto, la

de 2019. Esta cifra excluye el apoyo a los ingresos seguridad de los medios de vida y las medidas de protección social

proporcionado a través de medidas gubernamentales.79 tienen un papel aún más vital que desempeñar para garantizar la

Junto con COVID-19 también ha ejercido una inmensa presión sobre resiliencia y la recuperación urbanas. Sin embargo, sin las medidas

es pesado las redes de seguridad social en países con estas adecuadas, las implicaciones para las ciudades podrían ser

número de muertos disposiciones, y ha dejado a muchos otros donde tales catastróficas y duraderas.

y enfermedad, medidas de protección social no existen en condiciones

COVID-19 tiene aún más precarias.
también forjado 2.5.1. Medios de subsistencia

generalizado Con millones de personas que luchan por mantener sus

económico medios de vida en medio de esta turbulencia económica, Dado que antes del brote de COVID-
devastación muchos de los cuales tienen poco o ningún apoyo social al 19, más de la mitad de la población mundial o 4 mil millones de

en el mundo que apoyarse, la creciente vulnerabilidad de los pobres personas no se beneficiaron de ninguna protección social, la

economía urbanos es evidente en el aumento de la inseguridad pandemia representa una amenaza sin precedentes para los

alimentaria en las ciudades. Incluso antes de la pandemia, trabajadores informales y de bajos ingresos: en particular, aquellos

este problema era agudo, con casi 135 millones de personas que dependen de los salarios diarios en situaciones inseguras o

en todo el mundo enfrentando inseguridad alimentaria informales.

aguda en 2019, una cifra que el PMA proyectaba podría empleos que se han enfrentado a interrupciones en las

duplicarse durante 2020 como resultado de la pandemia a cadenas de suministro y la actividad ocupacional debido a

menos que se tomaran medidas urgentes.80 A finales de bloqueos. Este sector, que comprende alrededor de 1.600

año, la agencia informaba que “el impacto de COVID-19 millones de personas, sufrió un descenso del 60 por ciento en
el primer mes de la crisis.84

Recuadro 2.10: Mejora de la seguridad alimentaria mediante la agricultura urbana en Fiji

Durante las pandemias y otras crisis, la seguridad alimentaria en las ciudades puede verse rápidamente amenazada por interrupciones en la producción, el suministro y el

transporte, tanto en las regiones que las rodean como en otros países o continentes que aún pueden desempeñar un papel vital en su provisión diaria de alimentos. En estos

contextos, la agricultura urbana puede desempeñar un papel importante para llenar el vacío con productos cultivados localmente.

En Fiji, el Fondo de Respuesta de Emergencia Global de ONU-Hábitat trabajó con las comunidades para ayudar a los hogares con inseguridad alimentaria en

asentamientos informales que ahora enfrentan una presión aún mayor como resultado de COVID-19. Como los asentamientos informales no suelen tener acceso

a tierras cultivables y el espacio disponible para el cultivo a menudo corre el riesgo de inundaciones y otros peligros ambientales, la agricultura urbana

convencional no siempre es posible. Para superar estas dificultades, se introdujo la agricultura en contenedores como una alternativa asequible y accesible para

que los hogares cultiven sus propios alimentos. Trabajando con representantes de asentamientos informales, el proyecto proporcionó semillas, capacitación y

más apoyo a alrededor de 800 hogares.83