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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
FACULTAD DE INGENIERÍA
REDACCIÓN DE INFORMES TÉCNICOS

NANOTECNOLOGÍA:
APLICACIONES E IMPLICACIONES

INTEGRANTES:

LISCIRE MORANTES C.I: 27.196.749


CARLENNY CARDONA C.I: 28.059.321
HUMBERTO NAVA C.I: 29.509.389
MARÍA ROJAS C.I: 30.401.534

MARACAIBO, 27 DE FEBRERO DE 2019


ÍNDICE GENERAL

Pág.

Introducción……………………………………………………….... 3
Desarrollo……………………….................................................... 4
I. Nanotecnología………………………………………… 4
 Nanotecnologías y nanociencia
4
 Nanomateriales y nanoestructuras
5
 Tipos de nanomateriales
6
II. Mecanismo de la nanotecnología………………………
7
 Leyes del “universo” nanométrico
7
 Producción de nanoestructuras
9
III. Historia de la nanotecnología
11
 Inicios
11
 Desarrollo de la nanotecnología
12
 Difusión
13
IV. Aplicaciones..................................................................
14
V. Implicaciones……………………………………….........
17
Conclusión………………………………………………………….
Bibliografia................................................................................ 22

Anexos........................................................................................ 23
24
INTRODUCCIÓN

La nanotecnología, que manipula la materia a la milmillonésima de


metro, es asumida como uno de los frentes tecnológicos del siglo XXI de
mayores expectativas e implicaciones. Por el momento, el grueso de
avances se centra en el desarrollo de novedosos nanomateriales para uso
diverso. Las propiedades únicas de las nanopartículas y nanoestructuras que
los componen sugieren potenciales implicaciones ambientales y sobre la vida
debido a lo incierto de sus interacciones y efectos. Las promesas que genera
la nanotecnología son de tal magnitud que varios países y sus
multinacionales, y el grueso de estados capitalistas centrales, están
incrementando exponencialmente sus gastos en investigación al respecto.

Se dice que entre los campos de operación de mayor potencial en el


corto/mediano plazo figuran los que permiten la construcción de estructuras
materiales novedosas, aplicaciones en el procesamiento, almacenamiento y
transmisión de información, desarrollo de sistemas sensoriales y usos
químicos y nanobiotecnológicos. En el largo plazo destaca, entre otras áreas,
el potencial del autoensamblaje de la materia (fabricación de
autoensambladores o nanofábricas y nanorrobots, si es que eso es técnica y
físicamente posible). Los nanomateriales juegan ya un papel importante hoy
en día. Generalmente se producen por medios químicos o por métodos
mecánicos. Algunos de ellos están comercialmente disponibles y se utilizan
en productos comerciales. La nanociencia y la nanotecnología se presentan
como un área nueva de investigación en el estudio de los materiales donde
convergen diversas ramas del conocimiento que permiten estudiar
fenómenos inéditos que ocurren a nivel atómico y molecular. La importancia
de la nanotecnología radica en que en mundo nanométrico los materiales

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pueden adquirir o realzar propiedades diferentes a las que tienen a escala
macroscópica.

I. NANOTECNOLOGIA

Nanotecnologías y nanociencia

La nanotecnología (derivado del griego “nanno” que significa enano),


puede definirse como el control de la materia a escalas de entre 1 a 100
nanómetros. En términos sencillos, el uso del prefijo “nano”, denota una
amplia gama de fenómenos y objetos cuyas dimensiones son de una
millonésima parte de un milímetro (1x10-9 m), es decir, escala molecular,
atómica y subatómica.

Asimismo, podemos hablar de “nanociencia”, que es el estudio de los


fenómenos y la manipulación de materiales a escalas nanométricas. Esta,
está estrechamente relacionada con la nanotecnología. Sin embargo se
diferencian, ya que la nanotecnología se encarga del diseño, caracterización
y aplicación de estructuras, dispositivos y sistemas complejos mediante el
control de la forma, el tamaño y las propiedades de la materia a dicha escala,
es decir, aplica de forma práctica, lo establecido teóricamente por la
nanociencia.

Puesto que el término “nanotecnología” abarca un amplio rango de


herramientas, técnicas y potenciales aplicaciones, algunos científicos
encuentran más apropiado llamarlas nanotecnologías, y entre las disciplinas
que convergen en ellas se encuentran la química, la física, la biología, la
medicina, la ingeniería, entre otras.

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Se necesitan de muchas ciencias o disciplinas para el estudio y
utilización de nanoestructuras, es decir, que las nanotecnologías son un
campo inter y multidisciplinario. Esto describe una relación preliminar entre
dos o más disciplinas (multidisciplinario) y al mismo tiempo, una relación
sobrepuesta donde varias disciplinas se integran (interdisciplinario). Dichas
características son de las más importantes de las nanotecnologías.

Otros rasgos igualmente trascendentes son la “jerarquización” de los


sistemas bajo estudio y el uso de las “leyes fundamentales” de las ciencias
básicas como la física y la química. La primera se refiere a la complejidad
estructural de los productos que se obtienen, es decir, que se podría
empezar con la manipulación de átomos y moléculas para formar estructuras
más simples y, mediante la combinación o utilización de éstas, alcanzar
estructuras de mayor complejidad, pero sin perder de vista que para
manipular estos “objetos” se requiere conocer y usar las leyes fundamentales
de las ciencias, que son las que rigen dichos “objetos”.

Nanomateriales y nanoestructuras

Los nanomateriales corresponden a aquellos tienen componentes


estructurados con al menos una dimensión inferior a 100 nm (nanómetros).
Las partículas nanométricas existen en la naturaleza y pueden ser creadas a
partir de una variedad de productos, como el carbono o minerales como la
plata. La mayoría de los materiales a nanoescala son demasiado pequeños
para ser vistos a simple vista e incluso con microscopios de laboratorio
convencionales. Gran parte de la nanociencia y las nanotecnologías se
ocupan de producir materiales nuevos o mejorados.

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Estos nanomateriales se pueden clasificar en nanomateriales 0D, 1D,
2D Y 3D. La dimensionalidad desempeña un papel importante en la
determinación de las características de los nanomateriales, incluidas las
características físicas, químicas y biológicas. Con la disminución de la
dimensionalidad, se observa un aumento en la relación superficie-volumen.
Esto indica que los nanomateriales dimensionales más pequeños tienen una
mayor superficie en comparación con los nanomateriales 3D. Recientemente,
los nanomateriales bidimensionales (2D) han sido ampliamente investigados
para aplicaciones electrónicas, biomédicas, de administración de fármacos y
biosensores.

Tipos de nanomateriales

Cuatro son las principales clases en las que en general son


clasificados los nanomateriales:

Materiales de base de carbón. Con formas esféricas, elipsoidales o


tubulares; los fullerenos esféricos son a veces denominados “buckyballs”,
mientras que los cilíndrico-tubulares como nanotubos; sus propiedades
fundamentales son su reducido peso y su mayor dureza, elasticidad y
conductibilidad eléctrica, entre otras.

Materiales de base metálica. Pueden ser “quantum dots” (puntos cuánticos


o transistores de un solo electrón) o nanopartículas de oro, plata o de
metales reactivos como el dióxido de titanio, entre otras.

Dendrímeros. Polímeros nanométricos construidos a modo de árbol en el


que las ramas crecen a partir de otras y así sucesivamente; las
terminaciones de cada cadena de ramas pueden diseñarse para ejecutar

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funciones químicas específicas. Una propiedad útil para los procesos
catalíticos; además, dado que tienen cavidades internas, su uso médico para
la “entrega de droga” es factible (lo mismo sucede con el caso de algunas
estructuras de carbón y metálicas).

Composites. Combinan ciertas nanopartículas con otras o con materiales


de mayor dimensión; el caso de arcillas nanoestructuradas es un ejemplo de
uso extendido para la fabricación de diversos productos (e.g. autopartes).

II. MECANISMO DE LA NANOTECNOLOGÍA

Las leyes del universo nanométrico

Las leyes que rigen la materia a escala nanométrica son distintas a las
de la escala macroscópica. Las reglas que permiten entender el
comportamiento de este “nanouniverso” están dadas por las leyes de la
mecánica cuántica, la cual determina las propiedades de la materia cuando
se ubican en el rango de interés de las nanotecnologías. Algunos principios
fundamentales de la mecánica cuántica son:

• Que el intercambio de energía entre átomos y partículas solo puede ocurrir


en paquetes discretos llamados cuantos de energía.

• Que las ondas de luz, bajo determinadas condiciones, se pueden comportar


como partículas (fotones).

• Que en algunas circunstancias, las partículas se pueden comportar como


ondas.

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• Que es imposible conocer al mismo tiempo la velocidad y la posición exacta
de una partícula, cuestión que se conoce como el Principio de
Incertidumbre de Heisenberg.

El carácter discreto de los estados electrónicos en un sistema que


consta de pocas decenas a unos cuantos cientos de miles de átomos es un
elemento clave para controlar las propiedades de los materiales. Los
cambios de geometría y de tamaño en un sistema o la alteración de las
posiciones de los componentes provocan cambios significativos en la
distribución o en el número de dichos niveles y da lugar a que las
propiedades que caracterizan un objeto se transformen. Este hecho es de
suma importancia ya que determina cómo la materia modifica las
propiedades que posee a nivel macroscópico cuando su volumen se va
reduciendo.

Podemos citar algunos ejemplos que ilustran el papel de la mecánica


cuántica dentro de la nanotecnología: los nanotubos de carbono presentan
propiedades aislantes o conductoras en función de su diámetro; los
nanocristales de material semiconductor emiten luz de color distinto en
función del tamaño de dichos cristales; los “puntos cuánticos” se diseñan
para poseer una estructura de niveles electrónicos modificable mediante
potenciales externos; agregados de átomos tanto alcalinos como metálicos
en los que aparecen los llamados “números mágicos” —conocidos así
porque su estructura es muy compacta, esto es, que cada átomo dentro del
agregado atómico tiene un número de vecinos maximizado, lo cual está
regulado por la estructura electrónica, lo que a su vez da como consecuencia
que sus propiedades electrónicas sean muy diferentes a las de otros
tamaños contiguos.

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La importancia del tratamiento cuántico de la materia en la nanoescala
implica que la mecánica cuántica debe ser contemplada como materia base
fundamental en los programas modernos de posgrado en nano-ciencia y
nanotecnologías, posgrados de donde egresan los científicos encargados del
estudio y diseño de futuros dispositivos y materiales de nueva generación.

Producción de nanoestructuras

Para generar materiales nanoestructurados se distinguen dos


alternativas:

 “Top-down” o de arriba-abajo. Técnica que desarrolla las


nanoestructuras “grabando” un bloque de material.

 “Bottom-up” o de abajo-arriba. Técnica en la que los materiales


nanoestructurados se producen a partir de “nanobloques” de átomos o
moléculas.

En el “top-down” se inicia con una pieza grande de material y a través


de grabado o molienda se obtiene de ella una nanoestructuras mediante la
remoción del material; esto puede hacerse mediante técnicas de alta
precisión como las litográficas que se han desarrollado durante los últimos
treinta años para producir circuitos en microprocesadores y que se intenta
mejorar para conseguir cada vez mayor precisión. Las técnicas “top-down”
ofrecen confiabilidad y con ellas se obtienen dispositivos bastante complejos,
sin embargo tienen la desventaja de requerir mucha energía y generar
desperdicios , aun así con ellas se pueden fabricar chips para computadora,
láseres, espejos de alta calidad óptica, etc.

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Las técnicas “bottom-up” se refieren a la construcción de estructuras
átomo por átomo o molécula por molécula, mismas que, para una mejor
revisión podemos separar en tres partes:

 Síntesis química. Método para producir materias primas como


moléculas o partículas, que se puedan utilizar directamente como productos
o bien, para fabricar materiales más avanzados o complejos.

 Autoensamble. Técnica en la que, los átomos o moléculas se


ordenan a sí mismas dentro de nanoestructuras mediante interacciones
físicas y/o químicas entre las unidades básicas.

El autoensamble ha ocurrido en la naturaleza durante todo el tiempo,


pues es la base de la formación de todo organismo vivo, de los cristales de
sal y de los copos de nieve. Su uso en la industria es relativamente nuevo,
produce pocos desperdicios y utiliza poca energía. Pero, hasta hoy, a través
de esta técnica solo se pueden crear sistemas muy simples y rudimentarios,
y para mejorarlos es necesario perfeccionar los conocimientos en procesos
termodinámicos y cinéticos a nivel nanométrico.

Ensamble posicional. Los átomos, moléculas o sus agregados son


manipulados deliberadamente y posicionados uno por uno. Este método es
extremadamente laborioso y no es conveniente como proceso industrial.

Las técnicas bottom-up, habría que señalar también, se utilizan para


obtener productos que sirven como aditivos para cosméticos y combustibles.

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III. HISTORIA DE LA NANOTECNOLOGÍA

Inicios

Las ideas y conceptos detrás de la nanociencia y la nanotecnología


comenzaron con una charla titulada “There’s Plenty of Room at the Bottom”
(Hay mucho espacio en el fondo) por el físico Richard Feynman en una
reunión de la Sociedad Americana de Física en el Instituto Tecnológico de
California (CalTech) el 29 de diciembre de 1959, mucho antes de que se
utilizara el término nanotecnología.

En su charla, Feynman describió un proceso en el que los científicos podrían


manipular y controlar átomos y moléculas individuales. Más de una década
después, en sus exploraciones de mecanizado de ultra precisión, el
profesor Norio Taniguchi acuñó el término nanotecnología. No fue hasta
1981, con el desarrollo del microscopio de barrido de túneles que podía “ver”
átomos individuales, que comenzó la nanotecnología moderna.

Basándose en el pequeño tamaño de los átomos, Feynman considera


que es posible escribir grandes cantidades de información en superficies muy
pequeñas: “Grandes volúmenes de información, bibliotecas enteras, en
superficies tan pequeñas como la punta de una aguja”, mencionaba
Feynman. Una afirmación que no fue específicamente señalada, y que ahora
se cita amplia-mente (de hecho, lo que en ese momento era inviable, ahora
parece perfectamente factible, gracias a los avances en las

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microtecnologías). Feynman quería ir más allá de las máquinas
macroscópicas con las que vivimos: imagina un mundo donde los átomos
serían manipulados uno a uno y dispuestos en estructuras coherentes de
muy pequeño tamaño.

El desarrollo de nanociencias y nanotecnologías se basa en la


invención de los instrumentos que permiten observar e interactuar con la
materia en una escala atómica o sub-atómica. El primero de estos aparatos
es el microscopio de túnel que fue inventado en 1981 por dos investigadores
de IBM (Gerd Binnig y Heinrich Rohrer), y que permite recorrer superficies
conductoras o semiconductoras utilizando un fenómeno cuántico
denominado “el efecto túnel” , para determinar la morfología y densidad de
estados electrónicos de las superficies que este explora.

El segundo es el microscopio de fuerza atómica, que es un derivado


del microscopio de túnel, y que mide las fuerzas de interacción entre la punta
del microscopio y la superficie explorada. A diferencia del microscopio de
túnel, esta herramienta permite visualizar materiales no conductores. Estos
instrumentos combinados con la fotolitografía permiten observar, manipular y
crear nanoestructuras.

Desarrollo de la nanotecnología

En 1985, tres investigadores, Richard Smalley, Robert F. Curl (en la


Universidad Rice en Houston) y Harold W. Kroto (Universidad de Sussex)
descubrieron una nueva forma alotrópica del carbono, la molécula C60 que
consta de 60 átomos de carbono dividida sobre los vértices de un poliedro
regular formado de facetas hexagonales y pentagonales. Cada átomo de
carbono tiene un enlace con otros tres. Esta forma es conocida como

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la Buckminsterfullereno o buckyball y lleva el nombre del arquitecto e
inventor estadounidense Richard Buckminster Fuller quien creó varias
cúpulas geodésicas cuya forma es similar a la C6014.

Más generalmente, los fullerenos de los cuales el C60 es solo una


parte, son una nueva familia de compuestos del carbón. Estos no son
equiláteros, su superficie consiste en una combinación de hexágonos y
pentágonos como las facetas de un balón de fútbol. Esta disposición les da
estructuras que están siempre cerradas en forma de jaula de carbono. Sin
embargo, hubo que esperar hasta 1990 para que Huffman y Kramer, de
la Universidad de Heidelberg, desarrollaran un proceso de síntesis para la
obtención de estas moléculas en cantidades macroscópicas.

Los nanotubos fueron identificados seis años después en un


subproducto de la síntesis de fullereno.

Difusión

Fue Eric Drexler que en 1986, hizo que el término “nanotecnología”


fuera ampliamente conocido. Con su libro “Motores de la Creación“, inspiró a
muchos médicos y científicos algunos muy conocidos, incluyendo Richard E.
Smalley, para empezar a estudiar las diversas aplicaciones de esta nueva
ciencia.

Drexler, en 1986, cofundó el “Instituto de Estudios Prospectivos”, para


promover el estudio y aplicación de la nanotecnología. Drexler ya no tiene
relación con este instituto al día de hoy. Fue Drexler el que pavimentó el
camino para la popularización de la nanociencia que atrajeron mucha
atención, especialmente de grandes empresas.

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Drexler escribe que si el desarrollo de las nanotecnologías, aparentemente
inevitable en el proceso evolutivo, nos llevara enormemente a grandes áreas,
también es muy probable que estas tecnologías se vuelvan destructivas si no
las dominamos completamente.

IV. APLICACIONES

Puesto que en la nanotecnología convergen varias disciplinas, como


ya se expuso, es previsible que su efecto se perciba en muchos y variados
campos, desde la ciencia de materiales hasta la electrónica, desde la
computación hasta la medicina.

En la ciencia de los materiales habrá uno de los mayores impactos


debido a que son indispensables para fabricar objetos útiles en la vida
humana que siempre han tenido un alto valor social y económico, de lo que
son ejemplos el acero y los plásticos..

Los metales nanoestructurados ofrecen una resistencia mecánica


cuatro o cinco veces mayor que los metales "normales". Actualmente ya se
utilizan algunos materiales nanoestructurados en cosméticos, arcillas,
recubrimientos, pinturas y herramientas de corte. Otra aplicación que
también se investiga es la del nanocatalizador que ya se usa ampliamente en
las industrias química, petroquímica, farmacéutica, etc.

Los procesos de catálisis, en particular, están fuertemente favorecidos


por las nanotecnologías, por ejemplo:

• El diseño molecular y síntesis de materiales catalíticos nanoporosos.

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• El diseño molecular y síntesis de nanofases activas en reacciones de
interés para los procesos catalíticos de refinación, petroquímica y control
ambiental.

• Los novedosos sistemas catalíticos para elaborar productos de química


fina.

Los catalizadores nanoestructurados obtienen mayor reactividad


(actividad química) que los normales, además, si se fabrican con materiales
nanoestructurados, se les puede conferir propiedades catalíticas. Se prevé
que en los próximos cinco años estén presentes también en celdas de
combustible, baterías, aditivos para combustibles y amplio espectro de
aplicaciones en el ramo de los catalizadores. Los convertidores catalíticos de
tres vías de los automóviles modernos constan de un catalizador de
oxidación y otro de reducción; el de reducción está hecho de rodio y platino,
mientras que el de oxidación está compuesto de platino y paladio.

A mediano plazo se pueden desarrollar aplicaciones en lubricantes,


implantes y en la purificación de agua. Asimismo, se podrán lograr nuevos
materiales poliméricos y cerámicas livianas de alta resistencia,
recubrimientos superficiales de cojinetes y otras partes móviles sometidas a
desgaste en los automóviles, pinturas a base de nanopartículas, etc.

De igual modo, en los campos de la electrónica, la optoelectrónica y


las tecnologías de la información y comunicaciones las nanotecnologías
comienzan a jugar un papel en la fabricación de chips para computadora y en
dispositivos para almacenamiento de datos. En el futuro próximo también
habrá microprocesadores nanoestructurados, sistemas de comunicación en
bandas diez veces más anchas que las actuales, sistemas de

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almacenamiento informativo con dimensiones cada vez más reducidas y
capacidades mil veces superiores; también se vislumbran aplicaciones en
sistemas integrados de nanosensores.

En cuanto a la medicina, el diagnóstico de enfermedades y el


suministro de fármacos se investigan intensamente. Se puede prever que
habrá algunas aplicaciones como el uso de proteínas, ADN y biopolímeros
en biosensores. Actualmente está en fase de experimentación el uso de
nanopartículas para curar enfermedades genéticas como la fibrosis quística.
Y en la misma situación se encuentran las nanopartículas magnéticas que
permitirían posicionar fármacos en sitios específicos mediante sistemas de
campos magnéticos externos.

En Alemania se experimentó comercialmente con un dispositivo a


escala nanométrica que realiza análisis clínicos utilizando cantidades de
muestra muy pequeñas y que suministra los resultados en corto tiempo.
Este “lab on a chip”, como es conocido, se construyó en escala micrométrica.

Las nanotecnologías también pueden ayudar a resolver problemas de


contaminación y uso de fuentes de energía. Las soluciones que ofrecen
pueden alinearse en dos direcciones: mejor aprovechamiento de las fuentes
de energía renovables o reducción del consumo de energía y de los efectos
sobre el ambiente en los procesos industriales o de transporte, entre otros.

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V. IMPLICACIONES

En el siglo XXI las nanotecnologías tendrán un fuerte impacto en la


vida humana, al menos tan importante como el que tuvieron en el siglo XX
los antibióticos, los circuitos integrados, la microelectrónica y los polímeros
hechos por el hombre. Como ya existen algunas aplicaciones de las
nanotecnologías es necesario evaluar el impacto que tendrán en la sociedad.

Las propiedades de tales materiales nanoestructurados, sustento de


este tipo de tecnología, ya han generado un doble llamado de atención. Por
un lado, se observa los amplios beneficios que posibilitaría la
reestructuración de prácticamente todo el entorno material que nos rodea
pero, por otro lado, se identifica las posibles implicaciones que esa
transformación generaría en el ambiente y, de ahí, en la salud, puesto que
estarían presentes novedosas nanopartículas y nanoestructuras diseñadas
por el ser humano cuyas características, en su gran mayoría, son todavía
desconocidas.

Robert Madelin, director general de Salud y Protección al Consumidor


de la Comisión Europa en Helsinki, la nanotecnología está aún en pañales.
Según este experto, la mayoría de las nanopartículas serán probablemente
inocuas, pero hay que estudiar "caso por caso". No descarta "efectos agudos
adversos y consecuencias a largo plazo", y subraya que un material puede
ser seguro a dimensiones normales y esto no implica que también lo sea su
versión nano.

Ante su alto grado de complejidad e incertidumbre, la ola de


optimismo, estímulo y desarrollo de la nanotecnología a nivel mundial, resulta
altamente necesario el estudio, evaluación y debate sobre sus implicaciones

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sociales, éticas, ambientales y legales. Es necesario pensar en las
regulaciones de la nanotecnología de manera que se puedan cosechar sus
beneficios y evitar los daños que pueda causar su mal uso. La propuesta de
regulación más conocida la constituyen los "Lineamientos prospectivos sobre
la Nanotecnología molecular". Estos lineamientos contienen supuestos de
partida, principios y algunas recomendaciones denominados, por sus autores
y promotores, "Desarrollo responsable de la Nanotecnología molecular". En
cualquier caso, esta incipiente revolución nanotecnológica se debe
desarrollar de forma racional y responsable, sin olvidar la relación riesgo-
beneficio con la intención de que se aplique para mejorar la calidad de vida
de las sociedades actuales y de las generaciones venideras. La bondad o la
malignidad de esta tecnología, dependerá de las aplicaciones y fines a los
que se destine.

La nanotecnología, junto a la biotecnología, informática y ciencias


cognitivas, forma parte de las llamadas tecnologías convergentes, mismas
que se han constituido en el motor de un nuevo paradigma científico. El
propósito de este paquete científico-tecnológico rebasa la mera explicación
de los fundamentos de la naturaleza, al pretender la creación de nuevas
estructuras a través de la deconstrucción de las moléculas para liberar
átomos y reconstruirlos a voluntad, dando lugar a nuevos seres animados e
inanimados. No se trata pues de estudiar a la naturaleza a través de la
ciencia, se trata de crear naturaleza.

Las implicaciones del nuevo paradigma comienzan apenas a


esbozarse, pero es un hecho que transformará de manera substancial el
mundo tal cual ahora lo concebimos. Los cambios abarcarán no sólo lo
concerniente al ámbito material, natural o económico, sino a las formas de

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relacionarnos y de percibirnos como seres humanos, tanto a nivel social
como individual.

Una de las primeras manifestaciones del proceso se gesta en los


propios laboratorios. El avance de estas tecnologías requiere de visiones
transdisciplinarias y, con ello, de la construcción de nuevos protocolos de
investigación, con lenguajes, marcos conceptuales y metodologías creados
ex profeso para la interacción de las disciplinas. También supone nuevas
formas de colaboración entre colegas de diversas áreas del conocimiento e
instituciones, en muchos casos en franca competencia, y que ahora deben
unir sus esfuerzos para ser capaces de atender, en toda su complejidad, los
retos del nuevo paradigma científico.

En el terreno económico, la irrupción de las tecnologías convergentes


ha agudizado la competencia entre las grandes empresas globalizadas por
mantenerse a la delantera y ser capaces de generar gran diversidad de
productos y aplicaciones muy rentables. El informe del “Luxur Research”
estimó que la inversión mundial para desarrollos nanotecnológicos ascendió
a 8.6 millardos de dólares en 2004, de los cuales 55.2% se hizo con cargo a
los fondos públicos de los estados. La nación más destacada fue Estados
Unidos al aportar 39.3% de las inversiones totales.

Para consolidar su posicionamiento, este país estableció en el 2001 la


Iniciativa Nacional para la Nanotecnología (NNI, por sus siglas en inglés), a
través de la cual ha destinado diez millardos de dólares para investigación y
desarrollo. Las expectativas de recuperación son muy redituables pues,
según el Comité de Ciencia y Tecnología del Parlamento Inglés, se estimaba
que entre 2005 y 2010, el mercado de productos nanomanufacturados

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pasaría de 157 a 1,053 millardos de dólares. Tan sólo en la industria
alimentaria se prevía que para el 2015, un 40% de sus procesos
descansarán en las nanotecnologías, sin embargo, el desarrollo de las
nanotecnologías para dichos fines sigue en proceso, y sólo logra ser
altamente utilizada por ciertos países. Así las cosas, en la sociedad del
conocimiento, la hegemonía política y económica será de quien dirija el
desarrollo de las tecnologías convergentes.

Por otro lado, se trata de lograr la aceptación social de las nuevas


tecnologías con la promesa de solucionar añejos y nuevos problemas:
contaminación ambiental, desequilibrio ecológico, enfermedades,
desnutrición y pobreza. La validación de la sociedad es importante porque de
ella provienen la mayor parte de los fondos que financian la investigación en
nanotecnología y porque hacia ella están dirigidas sus aplicaciones y
productos. Bajo estas condiciones, la divulgación científica resulta esencial.

Sin embargo, las nanotecnologías no se desarrollan ni utilizan en un


ámbito valorativamente neutro. Éstas deben ser analizadas como parte de la
competencia capitalista en la sociedad del conocimiento, y es factible que
contribuyan a la reproducción de una estructura social desigual, en virtud de
que presuponen un incremento sustantivo en el número de excluidos, sea
como consumidores, como trabajadores o como productores. Desde esta
perspectiva, los alcances de las tecnologías convergentes estarán
determinados por el contexto socioeconómico y político en el cual se
desenvuelven.

Una asignatura más se relaciona con los riesgos derivados de la


manipulación atómica y subatómica de los elementos, cuya toxicidad e
impactos en la salud y en los ecosistemas aún resultan difíciles de calcular.

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Las posibles contingencias de las aplicaciones nanotecnológicas suponen la
necesidad de una interpretación ética y de la actualización de los marcos
jurídicos, a fin de proteger los derechos humanos y la privacidad e integridad
de los individuos. En un terreno más amplio, esta situación obliga a
reconocer la facultad que debería tener la sociedad civil organizada para
participar en la definición de las prioridades científico tecnológicas, sobre
todo considerando que contribuye al patrocinio de los proyectos de
investigación y que las tecnologías convergentes afectarán diversos ámbitos
de la vida social y personal.

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CONCLUSIÓN

Las nanotecnologías mejorarán muchos aspectos de la vida cotidiana


y ayudarán a resolver otros que no lo son tanto, como algunas
enfermedades; pero ello está condicionado por el financiamiento y
aceptación del gobierno y población de cada país. Esta aceptación depende
de varios factores sociales: las especificaciones técnicas, las opciones que el
público tenga, la política y las decisiones macroeconómicas que contribuyan
al desarrollo de mayores tecnologías y resultados deseables, así como de las
estructuras legales y regulatorias.

Otro punto a tomar en cuenta es que, como lo dice la experiencia, el


surgimiento de una nueva tecnología se acompaña de promesas de
bienestar social, reducción de la pobreza y erradicación de enfermedades,
por ejemplo, la energía nuclear prometía energía abundante y barata; la
revolución verde en la agricultura prometía acabar con las hambrunas: la
biomedicina y la ingeniería genética prometieron la cura de muchas
enfermedades, pero en la práctica se ha visto que en los últimos 50 años han
aumentado la pobreza y la desigualdad en el mundo, demostrando que los
avances científicos y tecnológicos se han llevado a cabo de manera desigual
por lo que son ineludibles las regulaciones y convenios entre países para que
aseguren que beneficios y riesgos de las nanotecnologías sean compartidos
por todos.

Las nanotecnologías presentan grandes oportunidades científicas,


tecnológicas y económicas para cualquier país, y para que todo esto se
aproveche se debe contar con apoyos para la investigación y desarrollo de
esa disciplina.

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BIBLIOGRAFÍA

 REVISTA SEMESTRAL DE LA ESCUELA DE CIENCIAS


AMBIENTALES, UNIVERSIDAD NACIONAL COSTA RICA, Nº 31
(Pág.34-37), JUNIO 2006, ISSN 1409-2158.

 CABRERA, TOLEDO Y PIANY. La nanociencia y sus posibilidades de


aplicación en el campo científico-tecnológico. 2008. En
https://www.scielosp.org/scielo.php?pid=S0864-
34662009000300006&script=sci_arttext&tlng=es

 MENDOZA Y RODRÍGUEZ-LÓPEZ. La nanociencia y la


nanotecnología: una revolución en curso. 2006. En
https://www.scielosp.org/scielo.php?pid=S0864-
34662009000300006&script=sci_arttext&tlng=es

 https://nanova.org/que-es-la-nanotecnologia/

 https://nanova.org/nanomateriales/

 https://www.redalyc.org/html/1698/169815389015/

23
ANEXOS

Figura 1. Tipos de nanoestructuras.

Figura 2. Algunos tipos de nanomateriales.

24
Figura 3. Técnicas de sintetización de partículas.

25

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