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Medina, Pag.

Nombre: Inti Medina Barrios

Fecha:

Materia: DGR-115. Análisis, Teoría y Crítica 1

Docente: Naara Arnold

Carrera: Diseño Gráfico y Comunicación Visual

UCB – regional Tarina

Percepción de la realidad en la civilización mesopotámica

Ubicada entre dos ríos, el río Tigris y el río Éufrates, se hallaba la civilización

mesopotámica. Esta civilización tiene una gran importancia dentro de la historia previa al

surgimiento del cristianismo debido a sus aportes culturales, entre ellos el arte o la escritura

cuneiforme que dio lugar a la historia escrita; avances que han sido posibles gracias a la

transición de una vida de estilo nómada en un asentamiento en tierras que satisfacían sus

necesidades. (Sanmartín & Serrano, 1998, pág. 9)

La civilización mesopotámica se considera un ancestro en común que comparten las diversas

culturas occidentales y del medio oriente; tanto culturas basadas en el cristianismo o judaísmo

como en la religión islámica que surgió posteriormente comparten el mismo origen (Bottéro,

Herrenschmidt, & Vernant, 2000, pág. 3). Por lo tanto, se puede afirmar que la civilización

mesopotámica es la cuna de las civilizaciones.

En el contexto de la sociedad actual, considerando a la civilización mesopotámica la cuna de

las civilizaciones, es posible también realizar una analogía, comparando a la civilización

mesopotámica con la etapa de la infancia del ser humano. Concretamente, los aspectos de
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percepción, interpretación y representación de esta civilización son también observables en la

infancia del ser humano actual. Una de las piezas que es capaz de ejemplificar estos rasgos en la

representación e interpretación de la realidad es la máscara de arcilla del demonio de Huwawa.

En este ensayo se analizará esta pieza con el fin de comprender la realidad desde el punto de vista

de la civilización mesopotámica.

La civilización mesopotámica se encontraba ubicada entre dos ríos, Tigris y Éufrates. Su

asentamiento se dio en un territorio que tenía la capacidad de satisfacer sus necesidades,

permitiéndole a esta civilización realizar progresos significativos sociales, en arte, escritura, etc.

Ya que se trata del comienzo del progreso en la civilización, en su arte se puede observar una

percepción de la realidad en desarrollo.

En la infancia, el ser humano posee una interpretación idealizada de la realidad, basada en

los esquemas mentales que se comienzan a adquirir. Este hecho conduce a una representación de

la realidad realizada de manera sintética, utilizando formas geométricas y los elementos más

relevantes para el reconocimiento de diferentes elementos de la realidad (Costa, 2007, pág. 22).

Esta representación idealizada se puede observar en distintas piezas de la civilización

mesopotámica en las que se presenta la figura humana, en las cuales el nivel de detalles

incrementa conforme la representación se aproxima al rostro, con un énfasis en los detalles de los

ojos. Una pieza en específico que es capaz de ejemplificar esto es la máscara de Huwawa.

La máscara de Huwawa tiene su origen en una práctica realizada por adivinos de la

civilización mesopotámica: Analizar órganos internos de oveja para predecir el futuro. La

máscara de arcilla analizada representa al demonio Huwawa. Ésta se elaboró en arcilla y tiene la

forma de un rostro que Warad-Marduk, adivino, habría observado en los intestinos de una oveja,

interpretándola como un presagio. (British Museum, s.f.)


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El origen de la máscara da a conocer un aspecto importante de la percepción. Gracias a la

existencia de esta máscara es posible conocer la existencia de un efecto conocido actualmente

como pareidolia, que provoca la percepción de elementos en situaciones en las que éstos son

inexistentes, en los habitantes de la civilización mesopotámica. Este efecto se debe a los

esquemas mentales que, tal como menciona Joan Costa (2007, pág. 22), nos permiten filtrar

nuestros sentidos para poder llegar a comprender el mundo.

La máscara de Huwawa representa un rostro de un ser sobrenatural antropomórfico. Los

diferentes elementos que conforman el rostro, concretamente la boca, la nariz y lo que aparentan

ser orejas son representados utilizando la forma de los intestinos de una oveja, con un mayor

nivel de abstracción. Sin embargo, los ojos de la máscara no sólo carecen de los patrones

observados en el resto de la pieza, sino también son representados de una manera más próxima a

la forma real de los mismos, característica encontrada en diversas piezas de arte de esta

civilización. Este hecho denota un claro predominio de la representación de los ojos respecto a

las demás características faciales. Este predominio fue también observado en un estudio, en el

cual se demuestra que los ojos son el elemento facial más atractivo, seguidos por la nariz y la

boca (Iskra & Gabrijelčič, 2016).

Al poseer una amplia variedad de características que revelan la percepción del mundo en la

civilización mesopotámica, la máscara de Huwawa podría ser considerada un objeto de estudio

de gran importancia que colabora a la comprensión de los orígenes del desarrollo de las

civilizaciones actuales. Y, en conclusión, Mesopotamia es una civilización que por sus

características en la percepción de la realidad podría ser no sólo considerada la cuna de la

civilización, sino también la infancia de ésta.


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Bibliografía

Bottéro, J., Herrenschmidt, C., & Vernant, J.-P. (2000). Ancestor of the West: Writing,
Reasoning, and Religion in Mesopotamia, Elam, and Greece. (L. a. nous, Trad.) Londres:
The University Of Chicago Press.
British Museum. (s.f.). mask; religious/ritual equipment | British Museum. Obtenido de British
Museum: https://www.britishmuseum.org/collection/object/W_1883-0118-AH-2598
Costa, J. (2007). Diseñar para los ojos. Barcelona, España: Costa Punto Com.
Iskra, A., & Gabrijelčič, H. (Junio de 2016). Eye-tracking analysis of face observing and face
recognition. Journal of Graphic Engineering and Design, VII(1), 5-11.
doi:10.24867/JGED-2016-1-005
Sanmartín, J., & Serrano, J. M. (1998). Historia Antigua del Próximo Oriente: Mesopotamia y
Egipto. Madrid, España: Ediciones Akal S. A.

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