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NARCOACTIVIDAD
NARCOACTIVIDAD
GRUPO: NO. 4
NARCOACTIVIDAD
INDICE
1. INTRODUCCION............................................................................................3
2. NARCOACTIVIDAD.......................................................................................4
3. Narcoactividad y globalización...................................................................7
5. Lavado de Activos......................................................................................14
6. Desmilitarización y narcotráfico...............................................................16
8. CONCLUCIONES.........................................................................................25
INTRODUCCION
Debido a la gran cantidad de dinero que generan sus actividades, que se basan en
la ilegalidad del artículo que venden, que es una droga venenosa, la organización
de los cárteles de la droga es análoga a la de un gobierno. Existen numerosas
formas de drogas; sin embargo, hay drogas legales socialmente aceptables, como
el alcohol o el tabaco, así como sustancias ilícitas utilizadas en la medicina, como
la morfina, y drogas ilegales que hacen mucho más rentable y peligrosa su
comercialización, como las drogas.
En adelante y hasta nuestros días, la historia de cada nación del istmo está
influida, muchas veces de manera decisiva, por factores externos. Verdad
particularmente evidente en la segunda mitad de este siglo, cuando el fragor de la
guerra fría arrastró a las naciones del istmo a un período de tensiones internas y
regionales que llegaron, en algunos países, a conflictos armados calificados
alguna vez como de baja intensidad.
En la dinámica global que condujo al fin del conflicto Este-Oeste, las naciones
centroamericanas encontraron los intersticios apropiados para formular soluciones
regionales, que condujeran a la finalización de las confrontaciones nacionales y a
reducir el peso de los factores extrarregionales que alimentaban la tensión. La
adopción del Plan Arias para la solución pacífica de la conflictividad
centroamericana, durante la cumbre de Esquipulas II, en agosto de 1987,
constituye un punto de referencia obligado en la definición de la nueva etapa
histórica por la que transita el istmo.
Características de esta nueva fase son una pesada herencia de pobreza extrema,
instituciones republicanas debilitadas y procesos de reconciliación inconclusos. A
su vez, este curso histórico se imbrica con la intensificación de los procesos de
globalización económica, factor nuevamente extrarregional que marca derroteros
en muchos sentidos ajenos a la voluntad o decisión soberana de los
centroamericanos.
Con una extensión territorial conjunta de 511 mil 217 kilómetros cuadrados, los
siete países centroamericanos (Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador,
Nicaragua, Costa Rica y Panamá) y una población estimada, en 1996, de 33
millones de personas, el reto común es insertarse de manera eficiente en la
economía globalizada y al mismo tiempo superar aquella herencia de pobreza y
pobreza extrema, dejada por la llamada década perdida (los años 80) y que el
crecimiento registrado durante la actual ha sido insuficiente para revertir.
Es obvio, añade esa fuente, que Centroamérica no ha sido aún capaz de generar
suficientes trabajos regulares (tanto en términos cuantitativos como cualitativos)
en la economía formal, para introducir una estimulante mejora en la pobreza y
reducir la brecha entre ricos y pobres. En algunos casos, los pobres están peor
hoy que antes de la crisis fiscal/deuda de los años ochenta.
Narcoactividad y globalización
Por lo que toca al uso del territorio centroamericano, como trampolín para el
reenvío de las drogas hacia el mercado estadounidense, en la mayoría de los
informes es perceptible el reforzamiento de ese rol tradicional con el de la creación
de bodegas. Los métodos del trasiego se analizan en algunos de los informes, de
los que se deduce que la acumulación de stocks en el área responde a la
permanente diversificación de procedimientos y rutas, y al crecimiento de la
importancia del mercado regional.
Uno y otro uso del territorio istmeño (tránsito y almacenamiento) parecen
asociados, por otra parte, con la debilidad de los cuerpos de seguridad, sus
limitados recursos técnicos para ejercer control sobre los pasos fronterizos o las
aguas territoriales, así como su vulnerabilidad ante la acción corruptora.
LAVADO DE ACTIVOS
Los indicios son significativos en los casos de Guatemala y Honduras, pero hace
falta mucho trabajo para documentar el fenómeno. La gran pregunta para esos
países, y en cierto modo para El Salvador, es hasta qué punto pueden existir
grupos de narco militares, con algún grado de organicidad, cuyo desarrollo y
consolidación pueda ser el punto de arranque de una reversión militarista que
devenga en narco dictaduras como las registradas en experiencias
sudamericanas, como las de Bolivia y Paraguay.
Lo anterior se conecta con otro de los ejes principales de la indagación: el rol de
las fuerzas armadas en el combate a la narcoactividad. La conclusión preliminar
es que el debate no está culminado y que en el seno mismo de los ejércitos
centroamericanos hay resistencias a desempeñar un papel más destacado, que
probablemente quisiera asignarles Estados Unidos. Incluso, está en discusión si la
política norteamericana puede prescindir de la incómoda sociedad con los
militares, para el combate al narcotráfico.
Se trata, para decirlo en palabras de Herasto Reyes, autor del informe sobre
Panamá, de "poner a los ratones a cuidar el queso". Puede estarse ante lo que
podría llamarse la mexicanización el modelo mexicano de penetración de las
estructuras castrenses que, para países como los centroamericanos, pueden ser
muy graves, dados los antecedentes autoritarios de los mílites istmeños.
El tema es de la mayor trascendencia, al menos para los países del Triángulo
Norte, (Honduras, El Salvador y Guatemala) donde las corrientes civilistas
alcanzaron éxitos importantes en estos años, al colocar a los militares a la
defensiva política.
Por ejemplo, no está claro cuáles son los patrones de arreglo entre los grupos de
narcotraficantes nacionales con los de sus socios del exterior. Puede resultar
discutible el uso indiscriminado de la figura de "cártel" para describir a estos
grupos delictivos; pero, es evidente que se trata de organizaciones bastante
estructuradas, con áreas de influencia definidas.
El surgimiento de organizaciones permanentes de narcotraficantes también está
influido por la presencia en la región, especialmente en Guatemala, El Salvador,
Nicaragua y Honduras, de contingentes de las fuerzas armadas o de grupos
irregulares desmovilizados. Muchos de ellos no lograron reinsertarse en la vida
civil y, en cambio, encontraron en las ilícitas formas de prolongación de su modo
de vida previo, haciendo uso frecuente de la violencia, y viviendo el vértigo de lo
clandestino y el poder de la impunidad.