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COLEGIO DE LA ESPERANZA

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Guía de Aprendizaje GRADO 10

Temas: Ontología Contemporánea-Nietzche


Asignatura: Filosofía

La ontología contemporánea es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio de la naturaleza
del ser y la realidad en el contexto actual. Surge como una respuesta a los desafíos y debates
filosóficos de la época contemporánea y se caracteriza por su enfoque crítico y multidimensional.

En la ontología contemporánea, se exploran diversas perspectivas y enfoques para comprender la


naturaleza del ser y la realidad. Algunos temas y debates prominentes incluyen:

Realismo ontológico: La ontología contemporánea examina la cuestión de si existe una realidad


objetiva más allá de nuestras percepciones y conceptos. Los debates se centran en la relación
entre la realidad externa y nuestra construcción subjetiva de ella.

Nominalismo y universalismo: Se analiza la existencia de universales y la relación entre ellos y


los objetos individuales. Los nominalistas sostienen que los universales no tienen una existencia
real, mientras que los universalistas argumentan que existen entidades o propiedades universales
compartidas por múltiples objetos.

Ontología de las relaciones: Se enfoca en la importancia de las relaciones entre los objetos y las
entidades para comprender la realidad. Se considera que las entidades adquieren su significado y
existencia a través de sus relaciones con otras entidades.

Ontología social y política: Se examina la naturaleza de la realidad social y las entidades


sociales, como instituciones, grupos y estructuras sociales. Se exploran las relaciones de poder, la
construcción social de la realidad y el impacto de las estructuras sociales en la existencia y el ser
de los individuos.

Metafísica de la existencia: Se indaga en la pregunta fundamental de qué es existir y cómo las


cosas tienen una existencia concreta. Se reflexiona sobre la naturaleza misma de la existencia y la
relación entre el ser y la realidad.

La ontología contemporánea aborda una amplia gama de temas y cuestiones relacionadas con la
naturaleza del ser y la realidad. Algunos de los temas principales que se exploran en la ontología
contemporánea incluyen:

Realidad y existencia: Se analiza la naturaleza de la realidad y qué significa existir. Esto implica
investigar si hay una realidad objetiva más allá de nuestras percepciones y cómo podemos
comprenderla.

Identidad y persistencia: Se examina la identidad de los objetos y las entidades a lo largo del
tiempo. Esto incluye cuestiones sobre la continuidad personal, la identidad de los objetos a pesar
del cambio y cómo se establece la identidad de grupos y entidades colectivas.

Categorías ontológicas: Se exploran las categorías o tipos de entidades que existen en el


mundo. Esto puede incluir discusiones sobre las distinciones entre lo material y lo mental, lo
abstracto y lo concreto, o lo individual y lo universal.

Relaciones y conexiones: Se investiga la naturaleza de las relaciones y conexiones entre objetos


y entidades. Esto puede incluir el análisis de cómo las relaciones dan forma a la existencia de los
objetos, cómo se establecen las conexiones causales y cómo se entrelazan las diferentes
entidades en un sistema o red.

Tiempo y temporalidad: Se examina la naturaleza del tiempo y su relación con la existencia. Esto
puede implicar reflexiones sobre la realidad del pasado y el futuro, la naturaleza del cambio y la
duración, y la influencia del tiempo en la existencia de los objetos y las entidades.

Ontología social y política: Se explora la naturaleza de la realidad social y las entidades sociales,
como las instituciones, los grupos y las estructuras sociales. Esto puede implicar el análisis de las
relaciones de poder, la construcción social de la realidad y el papel de las estructuras sociales en
la existencia y el ser de los individuos.

Friedrich Nietzsche

Filósofo alemán, nacionalizado suizo. Su abuelo y su padre fueron pastores protestantes, por lo
que se educó en un ambiente religioso. Tras estudiar filología clásica en las universidades de
Bonn y Leipzig, a los veinticuatro años obtuvo la cátedra extraordinaria de la Universidad de
Basilea; pocos años después, sin embargo, abandonó la docencia, decepcionado por el
academicismo universitario. En su juventud fue amigo de Richard Wagner, por quien sentía una
profunda admiración, aunque más tarde rompería su relación con él.

La filosofía de Nietzsche
Entre las divisiones que se han propuesto para las obras de Nietzsche, quizá la más sincrética sea
la que distingue entre un primer período de crítica de la cultura y un segundo período de madurez
en que sus obras adquieren un tono más metafísico, al tiempo que se vuelven más aforísticas y
herméticas. Si el primer aspecto fue el que más impacto causó en su época, la interpretación
posterior, a partir de Heidegger, se ha fijado sobre todo en sus últimas obras.

Como crítico de la cultura occidental, Nietzsche considera que su sentido ha sido siempre reprimir
la vida (lo dionisíaco) en nombre del racionalismo y de la moral (lo apolíneo); la filosofía, que
desde Platón ha transmitido la imagen de un mundo inalterable de esencias, y el cristianismo, que
propugna idéntico esencialismo moral, terminan por instaurar una sociedad del resentimiento, en la
que el momento presente y la infinita variedad de la vida son anulados en nombre de una vida y un
orden ultraterrenos, en los que el hombre alivia su angustia.
Su labor hermenéutica se orienta en este período a mostrar cómo detrás de la racionalidad y la
moral occidentales se hallan siempre el prejuicio, el error o la mera sublimación de los impulsos
vitales. La «muerte de Dios» que anuncia el filósofo deja al hombre sin la mezquina seguridad de
un orden trascendente, y por tanto enfrentado a la lucha de distintas voluntades de poder como
único motor y sentido de la existencia.

El concepto de voluntad de poder, perteneciente ya a sus obras de madurez, debe interpretarse no


tanto en un sentido biológico como hermenéutico: son las distintas versiones del mundo, o formas
de vivirlo, las que se enfrentan, y si Nietzsche ataca la sociedad decadente de su tiempo y anuncia
la llegada de un superhombre, no se trata de que éste posea en mayor grado la verdad sobre el
mundo, sino que su forma de vivirlo contiene mayor valor y capacidad de riesgo.

Otra doctrina que ha dado lugar a numerosas interpretaciones es la del eterno retorno, según la
cual la estructura del tiempo sería circular, de modo que cada momento debería repetirse
eternamente. Aunque a menudo Nietzsche parece afirmar esta tesis en un sentido literal, ello sería
contradictorio con el perspectivismo que domina su pensamiento, y resulta en cualquier caso más
sugestivo interpretarlo como la idea regulativa en que debe basarse el superhombre para vivir su
existencia de forma plena, sin subterfugios, e instalarse en el momento presente, puesto que si
cada momento debe repetirse eternamente, su fin se encuentra tan sólo en sí mismo, y no en el
futuro.

La Voluntad del Poder: Para Nietzsche, la "voluntad de poder" no se limita al poder en el sentido
tradicional de dominio o control sobre otros. En cambio, se refiere a una fuerza vital y creativa que
impulsa la existencia y el devenir. Es una fuerza que impulsa a los individuos a buscar la
autorrealización, a ejercer su agencia y a manifestar su potencial.

La "voluntad de poder" se manifiesta en diferentes ámbitos de la vida humana, desde el plano


físico y biológico hasta el psicológico y el cultural. Es una fuerza que impulsa el desarrollo y el
cambio, y que puede encontrarse en los deseos, aspiraciones y motivaciones de los individuos.

Para Nietzsche, la sociedad y la moral tradicional a menudo reprimen y distorsionan la "voluntad


de poder" de los individuos. Considera que los valores morales impuestos por la tradición y la
religión pueden ser limitantes y frenar la plena expresión de la vitalidad y la creatividad humanas.
En su lugar, Nietzsche aboga por una transvaloración de los valores, una reevaluación crítica de
los valores tradicionales y la afirmación de la vida en su totalidad.

Es importante destacar que la "voluntad de poder" en la filosofía de Nietzsche no debe confundirse


con una mera lucha por el poder o una búsqueda egoísta de dominio sobre los demás. Nietzsche
enfatiza la importancia de la afirmación de la propia vida y la autenticidad individual, reconociendo
la complejidad y la diversidad de las manifestaciones de la voluntad de poder en cada individuo.

Super hombre y el Eterno Retorno:

Superhombre: El concepto del "superhombre" es una figura idealizada propuesta por Nietzsche.
Según Nietzsche, el superhombre es un ser humano que ha trascendido los valores y las
limitaciones impuestas por la moral tradicional y la cultura dominante. Es un individuo que vive de
acuerdo con su propia voluntad de poder y crea sus propios valores, en lugar de adherirse a los
valores impuestos por la sociedad.

El superhombre se caracteriza por su autenticidad, su afirmación de la vida y su capacidad de


ejercer su poder creativo. Nietzsche ve al superhombre como una figura liberadora y aspiracional,
que representa el potencial humano para trascender las limitaciones y alcanzar una existencia más
plena y auténtica. La idea del superhombre deviene del pensamiento filosófico de Friedrich
Nietzsche, quien define a este ser como aquel individuo trascendental capaz de crear y establecer
su sistema de valores individual.

La palabra superhombre se traduce del término alemán empleado por Nietzsche übermensch, el


cual también puede ser traducido como ‘suprahombre. Al parecer, la idea del superhombre surgió
en dicho filósofo tras la lectura del ensayo titulado El único y su propiedad, publicado por Max
Stirner en el año 1844.

La concepción del superhombre propuesta por Nietzsche se refiere al hombre capaz de superarse
a sí mismo y a su naturaleza. Es decir, se trata de aquel ser humano que rompe con las
tradiciones morales, impuestas por el cristianismo, a fin de alcanzar la libertad de su esencia. De
esta manera, el hombre libre tiene la posibilidad de establecer sus propios valores y determinar
aquello que considere bueno o malo desde su percepción.

Esto puede conllevar al nihilismo y rompe con lo que Nietzsche denominó como “moralidad
esclava” generada por los valores tradicionales y, que, desde su percepción, debilitan al ser
humano. Cuando el hombre se libera de todas las influencias y doctrinas que le han sido
impuestas, y busca desde su estado de pureza y voluntad establecer su propio proyecto de vida
según sus valores, entonces de da origen al superhombre y se descubre la verdad de la
existencia. Sin embargo, según Nietzsche para lograr este estado de superación y de
transformación a superhombre se debe experimentar una serie de metamorfosis espirituales y de
la naturaleza del hombre a las que denominó de la siguiente manera:

El camello: simboliza al hombre europeo que sigue la moral tradicional, por lo que soporta
grandes cargas. Por tanto, debe luchar y alcanzar otros aspectos propios de la existencia humana.
El león: se refiere al hombre revolucionario que se enfrenta a la esclavitud moral.
El niño: se refiere a la pureza desde la cual se establecen los nuevos valores.

En este sentido, el superhombre es una representación del nihilismo, del hombre que se libera de
toda doctrina y sustituye a Dios por él mismo. Se trata de un ser que tampoco sigue los
planteamientos morales y éticos propuestos por los filósofos griegos Platón y Aristóteles.

Eterno retorno: El concepto del "eterno retorno" es una idea metafísica propuesta por Nietzsche.
el cual desarrolla en su obra más representativa, Así Habló Zaratustra, en el capítulo “De la visión
y el enigma”, y en la Gaya Ciencia. El eterno retorno constituye una doctrina moral y
una reflexión acerca del tiempo y es una crítica a la cultura occidental y a su concepción del
tiempo lineal de la cultura judeo cristiana medieval moderna, un tiempo aniquilador, destructor que
se opone a la vida y a la voluntad de poder, propia del superhombre, a la voluntad creadora, y
que viene representado en el Zaratustra por el enano o espíritu de la pesadez. Así, Nietzsche
propone una destrucción de este tiempo lineal, del sentido trascendente del tiempo que se dirige a
un fin igualmente trascendente.
Así, el tiempo va más allá de una sucesión de momentos desde el pasado, al presente y después
al futuro , reivindicando el valor del instante, el cual se revela en un tiempo circular, eterno. Esto
no significa que lo que ha sucedido volverá a suceder, ya que esto implicaría una forma de
finalidad y el eterno retorno representa la negación de toda finalidad, de toda trascendencia.
El eterno retorno, no consiste en una repetición de lo mismo, porque en la misma repetición lo
mismo, ya no es lo mismo, sino que todo cambia. Solo existe el devenir, en su crear y destruir el
mundo. Esto significa que cada instante es único y eterno, y este es el sentido de toda existencia.
La doctrina del eterno retorno intenta ser una llamada a la voluntad humana, ya que el eterno
retorno se construye con cada decisión, para que cada instante, posea un significado completo, un
sentido total.
Nietzsche afirma que la incapacidad para aceptar el eterno retorno, nace del resentimiento
contra la vida, de no poder asumir que todo lo que fue, ha sucedido, porque así lo hemos querido.
Esto es lo que significa querer el eterno retorno. Según Gilles Deleuze, la doctrina del eterno
retorno supone la total inversión de la filosofía de Platón.

Según esta idea, la existencia y el universo se repiten infinitamente, de modo que todo lo que ha
ocurrido, está ocurriendo o ocurrirá se repetirá exactamente de la misma manera una y otra vez.
El eterno retorno plantea un desafío existencial y ético. Nietzsche lo presenta como una prueba de
afirmación de la vida, donde uno debe imaginar que todo lo que ha experimentado se repetirá
infinitamente y decidir si estaría dispuesto a aceptarlo y afirmarlo una y otra vez. Para Nietzsche,
aquellos que pueden afirmar el eterno retorno abrazan plenamente la existencia y viven de manera
apasionada y auténtica.

Estos conceptos del superhombre y el eterno retorno están interconectados en la filosofía de


Nietzsche. El superhombre es el individuo que puede afirmar y vivir de acuerdo con el eterno
retorno, abrazando plenamente la vida y ejerciendo su voluntad de poder creativa. Juntos, estos
conceptos representan la aspiración de Nietzsche hacia una existencia auténtica y trascendente
más allá de las limitaciones impuestas por la moral tradicional y la cultura dominante

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