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HIPOTECA SOBRE MAQUINARIA INDUSTRIAL

La hipoteca sobre maquinaria industrial se regula en los Art. 42-44 de la


Ley sobre hipoteca mobiliaria y prenda sin desplazamiento.

Esta hipoteca grava exclusivamente las máquinas, instrumentos o utensilios


instalados y destinados por su propietario a la explotación de una industria
y que directamente concurran a satisfacer las necesidades de la explotación
misma. Con la obligación de que esa industria figure anotada en el censo
industrial o minero a nombre del hipotecante.

Se diferencia de la hipoteca mobiliaria (que también puede gravar la


maquinaria) en que la hipoteca sobre la maquinaria industrial, única y
exclusivamente puede gravar la maquinaria a la que se refiere el Art. 42 de
la Ley sobre hipoteca mobiliaria y prenda sin desplazamiento.

Hay que excluir de esta hipoteca las máquinas y aperos de las


explotaciones agrícolas, forestales y pecuarias según lo estipulado en el
Art. 52 de dicha ley, apartado 4 y, también, las máquinas y demás bienes
muebles identificables por características propias del Art. 53

Es un derecho real formal, se constituye por escritura en la que se deberá


indicar la reseña de las máquinas, instrumentos o utensilios, con expresión
de sus características de fábrica, número, tipo y cuantas peculiaridades
contribuyan a su identificación, Lugar de emplazamiento e industria a que
se destinen, aplicación de cada máquina o utensilio y su estado de
conservación o grado de deterioro.

El dueño de las máquinas podrá utilizarlas mientras estén gravadas con la


hipoteca pero con el límite de que no puede utilizarlos de tal forma que
merme su integridad. Deberá conservarlas en el lugar y estado en que se
encontrasen, bajo responsabilidad civil e incluso criminal si incumple este
deber. Si el dueño de las máquinas se resiste a la inspección de las mismas
o hace un mal uso de las ellas, dará derecho al acreedor a dar por vencida la
obligación hipotecaria.

En el Art. 75, Ley sobre hipoteca mobiliaria y prenda sin desplazamiento


da solución a la problemática que puede surgir a tenor del Art. 111, Ley
hipotecaria, pues este artículo en el párrafo 1 dispone que los objetos
muebles que se hallen colocados permanentemente en la finca hipotecada
que no puedan ser separados de la finca hipotecada, podrán ser objeto de
hipoteca inmobiliaria. Puede darse el caso de que una misma maquinaria se
encuentre hipotecada por la hipoteca mobiliaria sobre maquinaria industrial
y también, por extensión, por la hipoteca inmobiliaria, produciéndose un
doble gravamen sobre el mismo bien.

El Art. 75, Ley sobre hipoteca mobiliaria y prenda sin desplazamiento, a


tenor de lo anterior, establece un sistema de preferencias que consiste en
que:

Supuesto 1º: Cuando se hipoteque un establecimiento mercantil o


maquinaria industrial susceptibles de extenderse a ellos la hipoteca del
inmueble donde están instalados, bajo la premisa de que habrán de constar
sobre ellos la constitución de hipoteca mueble o prenda al margen de la
inscripción de dominio del inmueble, gozará de preferencia la hipoteca
mobiliaria frente a cualquier hipoteca inmobiliaria que se inscriba
posteriormente.

Supuesto 2º: Cuando se inscriba a favor del que hipoteca o pignora, el


derecho de arrendamiento del local donde radique el establecimiento
mercantil o las máquinas hipotecadas o los bienes, se extenderá nota al
margen de la inscripción de la hipoteca sobre arrendamiento. Una vez
extendida esa nota marginal, la hipoteca mobiliaria o la prenda seguirán
siendo preferentes aunque se inscriban con posterioridad a la hipoteca
inmobiliaria de arrendamiento

La maquinaria industrial puede encontrarse sobre todo en dos formas: en


establecimientos fabriles o comerciales que tienen por objeto la producción
o venta de la maquinaria o bien en industrias o fábricas donde la
maquinaria constituye un instrumento de producción.

De esta manera podemos definir a la hipoteca industrial como un gravamen


real impuesto sobre la unidad, reconocida por la ley, que conforman los
distintos elementos organizados de una empresa para lograr su finalidad
económica independientemente de su naturaleza, la cual se mantiene en
explotación por parte del deudor o de su propietario y que da derecho al
acreedor, en caso de incumplimiento de la obligación garantizada, a ser
pagado con el valor de la unidad completa, en el grado de preferencia
establecido por la ley. Evidentemente que este caso es una excepción al
principio de especialidad de la hipoteca ya que la misma, recae sobre
bienes que definitivamente llegan a ser indeterminados pero considerados
como una unidad, como una universalidad de hecho, ya que una empresa
en el curso normal de sus operaciones adquiere y enajena bienes de diversa
naturaleza, los cuales entran y salen del patrimonio, dejando indeterminado
el objeto de la misma. También es claro que esta excepción es ordenada por
la ley en diversos ordenamientos y por lo mismo válida

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