PARQUE NACIONAL OTISHI

UBICACIÓN:
El Parque Nacional Otishi (Perú) está ubicado al norte de la Cordillera del
Vilcabamba entre el distrito de Rio Tambo  de la provincia de Satipo en el
departamento de Junín y el distrito de Echarate, provincia de La Convención en el
departamento de Cuzco.

OBJETIVO:

Proteger la Cordillera de Vilcabamba a fin de conservar la estabilidad de los suelos

y el agua de las cuencas de los ríos, así como su excepcional belleza paisajística,
las singulares formaciones geológicas y diversidad biológica.
El Decreto Supremo 003-2003-AG, publicado el 15 de enero del 2003 indica: “que
el establecimiento del Parque Nacional Otishi tiene como objetivo principal proteger
la Cordillera de Vilcabamba a fin de conservar la estabilidad e integridad de los
suelos y el agua de las cuencas de los ríos Ene, Tambo y Urubamba, así como su
excepcional belleza paisajística, las singulares formaciones geológicas y diversidad
biológica de dicha región, caracterizada por la presencia de especies de
distribución restringida y endémicas de flora y fauna silvestre, entre las cuales
constan especies amenazadas categorizadas en peligro de extinción, situación
rara y vulnerable”.

CREACIÓN:

La creación del Parque Nacional Otishi es el resultado de uno de los procesos más

antiguos en la historia de los parques nacionales del Perú. Los esfuerzos de
conservación del área se remontan al año 1965, cuando la Unión
Panamericana (hoy OEA) propuso al Estado Peruano la creación del Parque
Nacional del Cutivireni, promoviendo la protección de una parte del entonces
Bosque Nacional del Apurímac, debido a su belleza natural. El pedido se basaba
en hallazgos previos de los investigadores Wolfram Drewes y José Lizárraga
(1961), por la revista National Geographic (1963) y por el Plan Peruvia, elaborado
por el ingeniero Alfonso Rizo Patrón en 1964. Diez años después, en 1974 las
misiones franciscanas de la selva central, a través del vicario de San Ramón,
plantearon el gobierno militar de aquella época la creación de áreas de protección
en la cordillera, para salvaguardar la singular belleza de la zona, así como las
áreas ocupadas por los Asháninkas.

El Parque nacional Otishi (PNO), un sitio declarado por el Estado peruano como
área natural protegida el 15 de enero de 2003, mediante D.S. N° 003-2003-AG,
posteriormente el 16 de septiembre de 2021 la UNESCO reconoció al PNO como
Zona Núcleo de la Reserva de Biosfera Avireri-Vraem..

EXTENSIÓN:

El Parque nacional Otishi ocupa un área de 305 973,05 hectáreas.

El Parque Nacional Otishi protege la Cordillera de Vilcabamba, a fin de conservar
las cuencas de los ríos Ene, Tambo y Urubamba. Posee una gran belleza
paisajística con singulares formaciones geológicas y una alta diversidad biológica.
El Parque Nacional Otishi presenta un rango altitudinal que va desde los 750 hasta
los 4,185 m.s.n.m., lo que explica la gran cantidad de ecosistemas y microclimas
presentes en este espacio. Por otro lado, dentro del parque nacional viven algunos
grupos de familias nativas en aislamiento voluntario, de las cuales, solo algunas de
ellas se contactan esporádicamente con las comunidades más cercanas. Existen
también grupos familiares que no han tenido contacto alguno con otros grupos.
Se ha podido determinar que la cantidad de área, al interior del parque, utilizada
por estos grupos de familias suma alrededor de 16 hectáreas. Es decir, más del
99% de la superficie total del Parque Nacional Otishi, se encuentra en situación
natural.
En el parque se puede apreciar quebradas profundas y húmedas hasta pajonales
de altura. También se encuentra una sobreposición de riqueza de especies
vegetales entre los diferentes hábitats de una misma elevación, lo cual es un
indicador claro de la inmensa diversidad de un área con una geología y topografía
tan variada como la Cordillera de Vilcabamba.
Los beneficios que brinda el Parque Nacional Otishi a la población que vive
alrededor del parque (cerca de 37 comunidades nativas de las etnias Asháninka,
Machiguenga, Yine Yami y Kakinte) son múltiples.
Así, la presencia del Parque Nacional Otishi permite resguardar el agua para
consumo humano; conservar la cobertura vegetal que evita el deslizamiento de las
laderas, protege la zona de la erosión y permite la conservación de suelos. Su
presencia contribuye a conservar el ambiente natural donde los diversos grupos
étnicos ubicados en Vilcabamba tienen sus raíces ancestrales.
A su vez, el Parque Nacional Otishi es parte de un importante corredor de alta
diversidad biológica denominado Corredor de Conservación Vilcabamba-Amboró
(CCVA). En el Perú, los Parques Nacionales Otishi, Manu, Alto Purus, Bahuaja-
Sonene forman parte de este corredor, con lo que se busca garantizar una
conectividad ecológica de bosques montañosos y llanuras tropicales para
salvaguardar la supervivencia de miles de especies de flora y fauna.

FLORA Y FAUNA:

La alta diversidad biológica del Parque está representada por la gran cantidad de
especies que alberga. Así, entre los mamíferos destaca el puma, el yaguarundí, el
jaguar, el oso andino, el maquisapa cenizo, el mono choro común, el coto mono
rojo, la taruca, el tapir. En el pajonal abierto predominan las poblaciones del ratón
campestre y del cuy silvestre.
En lo que respecta a la avifauna, destacan varias especies de picaflores, el gallito
de las rocas, el águila harpia y más de 120 especies de aves.
Dentro de la flora, se encuentra una gran variedad de orquídeas, árboles del
genero polylepis y podocarpus, helechos y grandes extensiones de bosques
montanos.
CLIMA:

El clima es variado en toda la cordillera Vilcabamba con un promedio de

temperatura anual de 25 ºC con máximas de 29°C a 34°C y mínimas de 15°C a
18°C hasta los 1,000 msnm. Por encima de esta cota la temperatura media anual
disminuye de 0,5 a 0, 7 por cada 100 metros de altura. El rango de variación de las
precipitaciones anuales está entre 3000 y 5000 mm.

 Por término medio, es caluroso todo el año

 Los meses más fríos son Junio y Julio
 Los meses más lluviosos son Enero, Febrero y Marzo
AVENTURAS Y ACTIVIDADES EN EL PARQUE NACIONAL OTISHI:

Se recomienda realizar un viaje al corazón de Perú y explorar la impresionante

belleza del Parque Nacional Otishi, uno de los últimos paraísos naturales vírgenes
de la región de Junín y Cuzco. Esta extraordinaria zona alberga los imponentes
picos de la cordillera de Vilcabamba, los cristalinos ríos Ene, Tambo y Urubamba, y
una gran riqueza de flora y fauna.
Embarca en una caminata guiada por la naturaleza y enfréntate cara a cara con la
diversa fauna del Parque Nacional Otishi. Guías locales expertos compartirán
contigo la historia del parque y los esfuerzos de conservación mientras buscas
especies como el oso de anteojos, el gallito de las rocas andino y el escurridizo
puma.

Para vivir una experiencia realmente emocionante, adéntrate en la naturaleza

salvaje del Parque Nacional Otishi y acepta el reto de hacer rafting, tirolina o
ciclismo de montaña. Tanto si eres un temerario experimentado como un
aventurero novato, hay algo para todos los gustos. Después, recompénsate con un
refrescante baño en uno de los muchos ríos y cascadas del parque.
Disfruta de la serenidad del Parque Nacional Otishi pasando una noche bajo las
estrellas. Con una gran variedad de campings y albergues, los visitantes pueden
disfrutar de las comodidades de los servicios modernos mientras están rodeados
de una naturaleza exuberante. Levántate temprano y saborea un abundante
desayuno antes de embarcarte en tu próxima aventura. Captura los recuerdos de
tu vida en este extraordinario santuario natural.

LOCALIZACIÓN Y LLEGADA AL PARQUE NACIONAL OTISHI

Para experimentar la grandeza del Parque Nacional Otishi, los visitantes deben
viajar a la región de Junín. Situado en el extremo norte de la cordillera, es
accesible a través del aeropuerto Francisco Carle de Jauja, Junín y otra opción
es viajar desde Lima hasta Satipo con buses interprovinciales, el trayecto tiene una
duración aproximada de más de 11 horas.

Los viajeros pueden alquilar un taxi o tomar un autobús para llegar hasta allí, y
contemplar las impresionantes vistas de las montañas andinas y la verde selva.
Por el camino, pueden incluso avistar el raro y colorido gallito de las rocas.
Una vez en el Parque Nacional Otishi, los huéspedes pueden explorar su plétora
de flora y fauna, que incluye el oso de anteojos, el cóndor andino y el jaguar.
Además, la zona alberga numerosos ríos y cuencas, que ofrecen a los visitantes
un hermoso paisaje y la oportunidad de conocer las reservas comunales de los
ashánincas y su cultura. Para disfrutar realmente del parque, se recomienda a los
visitantes que se queden unos días y participen en todas las actividades y
aventuras disponibles.

 Los mejores meses para tener buen tiempo en Parque Nacional Otishi son
Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre y Noviembre.
RECOMENDACIONES Y CONSEJOS PARA LOS VISITANTES:

Al visitar el Parque Nacional Otishi, es esencial mostrar respeto por el entorno y

sus habitantes. Se recomienda contratar a un guía local para que proporcione
información valiosa y se asegure de que los visitantes no invaden zonas
restringidas. Además, es necesario llevar ropa adecuada para las temperaturas
variables y la altitud.
El Parque Nacional Otishi ofrece a los visitantes una gran variedad de actividades
para disfrutar, como el senderismo y la observación de aves. Es importante venir
preparado, con calzado cómodo y resistente, así como agua y tentempiés
suficientes. Además, es muy recomendable informar a alguien de la hora prevista
de regreso.
Para proteger las zonas naturales del parque, existen ciertas normas. La caza y la
pesca están estrictamente prohibidas, y los visitantes deben evitar molestar a la
fauna y dañar la vegetación. Siguiendo estas normas, los visitantes pueden
contribuir a la conservación de esta hermosa zona.
Visitar el Parque Nacional Otishi puede ser una experiencia gratificante si se hace
con responsabilidad. Es importante tener en cuenta las normas del parque y tomar
las precauciones necesarias para garantizar la conservación de las zonas
naturales protegidas. Al hacerlo, los visitantes pueden asegurarse de llevarse sólo
recuerdos y dejar el parque intacto para que otros lo disfruten.