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304 JURISPRUDENC1A

sioTles graves intencionales en riña, en base a juicio y subrogarse en las .funciones de inves­
los dieciocho días ql/e demandó la cllraci6nde tigaci6n y acusación otorgadas al Ministerio
la v[crima. Ap.:li5 1" rI'!f~!1sa. Argumentó' que públicc.
habiéndose desestimado la calificaci6n fiscal
y la de la querella, se ordenó la apertUra del 2. ­ La posibilidad de calificar los hechos de la acu­
juicio sin acusación válida del nuevo tipo sadónde manera más grave o benigna que la
delictivo. La alzada rechazó la apelaci6n. El originalmente realizada por el acusador está
acusado interpuso amparo ante el Tribunal sujet.aa un régimen determinado por la nece­
Constitucional. el que es admitido por la sala sidadde garantizar los principios del debido
constitucional. proceso, de la defensa en juicio y de la igual­
dad y la contradicción, por lo que el'acusado
1.- Es violatoria de la defensa en juicio y el debido debe ser advertido sobre tal posibilidad por el
proceso la resolución del juez de control que juez de juicio.
modificó la calificaci6njurfdica del hecho con- .'
tenida en la acusación fiscal-en el caso, en­ 105.118 - TS Venezuela, sal'a constitucional. 2001/
cuadró el hecho en el delito de lesiones graves 06/15. - Vidaurre Bracho, Juan C. (1).
intencionales en riña. mientras que el fiscal
. había acusado por el delito de lesiones perso­
nales gravísimás en riña'-:", pues importa in­ (l) El fallo in extenso puede consultarse personal­
'vadir funciones que tiene asignadas el juez de mente en Atenci6n al Cliente.

EUTANASIA
Asistencia del c6nyuge en el suicidio - Enfermedad degenerativa incurable - DERECHO A LA INTI­
MIDAD - Alcance - UNION EUROPEA
V6ase en esta pdgina, Nota a Fallo
J' Hechos: Ulla persona paraiizd:d~ y con una en­ demandó ante el Tribunal Europeo de Dere­
ít"' I fermedad degenerativa incurable solicitó que Humanos. Dicho cuerpo declar:S que la
CIIOS
~ el Gobierno de Gran Bretaña concediera un conducta del Estado demandado no habla vio­
permiso para que su cónYllge la ayudara a sui­ lado ninguna de las prerrogativas reconocidas
cidarse y no fuera reprimido en sede criminaL' por la Conuención Europea de Derechos Hu­ J
Ante la negativa del mismo, el interesado lo, manos.
(\
<

\.) N OTA A FALLO


ENTRE EL DERECHO A LA VIDA Y EL DEF.ECHO A LA

. MUERTE;__E.L..D_ERECHO
_._-_. . ....ALA
.. -.. __ __
AUTODETERMINACION

. .. __ .

LA CUESTION EN EL ULTIMO FALLO DEL TRIBUNAL


EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS
.~~
POR. CALOGERO PlZZOLO (1)
J
.;
"1:
SUMARIO: I. Nociones prelimina­ libertad de pensamiento. -vt La pro­
res: presentación de los hechos que ori· hibici6n de discriminación:
ginan el caso bajo análisis. - ILEl
derecho a la vida humana y la prohibi­ l. Nociones preliminares: presentaci6n de los he­
ción de atentar contra ella.- IIl. La chos que originlUl el caSo bajo análisi.'1
prohibición de tortura. - Iv. El dere­
El presente caso se origina en una <:!emanda presen.
cho a la autodeterminatión. - V. La tada el 21 de diciembre de 2001 por una ciudadana brí-

Especial paca La Ley. DerechQs reservados (ley 11.723). Buenos Aires [UBA). Secretario General de la Cátedra de Dere­
cho Constitucional Latinoamericano (CDCL). Director General
(l) Abogada y Doctoren Derecho (UBA). Profesor regular por paraAmérica Latina de los Cursos Euroamedcanos de Postgra­
concUrso de Derecho Constitucional yDerechos Humanos, am. do en Derecho y Ciencia Política de la Facultad de'Derecho de la
bas asignaturas en la Facultad de Derecho de la 1Jniversidad de Universidad de Zaragoza (Esp'lña).
f.. ~ LLt.l ­ \\.e 'UV~-UJ
.. U;}

1.""7" La negativa de un Estado europeo a que el ralizada y con una enfermedad degenerativa
cónyuge de una persona paralizada y cOn una incurable para que su cónyuge la asista en el
enfermedad degenerativa incurable la asista suicidio sin ser reprimido por la Justicia crimi­
.! en el suicidio sin ser perseguido penalmente, nal de dicho país, pues la injerencia en la inti­
no viola el arto 3° de la Convención Europea midad del accionante está justificada en una
sobre Derechos Humanos, que prohibe la tor­ sociedad democrática. para la protección de los
tura y las penas o tratos inhumanos o degra­ derechos de los demás, por lo que no resulta
dantes, pues la citada norma consagra una arbitraria ni irrazonable -artículo citado.
obligación positiva de cuya reqacción no pue­ apartado 2°-.
de deducirs,e el deber de avalar actos tendien­
tes a la interrupción de la vida. 105.119 - TEuropeo de Derechos Humanos, sección
4a, 2002/04/29. - P. C. Reino Unido (1).
2. - No atenta contra el derecho a la vida privada
-arto 8°, Convenio Europeo sobre Derechos
Humanos- el rechazo de la autorización pe· (1) El fallo in extenso puede consultarse personal­
dida a un Estado europeo por una persona pa· mente en Atención al Cliente.

l. t~", cOntra el Reino Unido de.Gran Bretaña e Irlanda


del Norte ante la Comisión E4W.p.ea,.de.Derechos.,fIu­
m3I1os en virtud del arto 34 del <;::~mv!'lni!l.E!:1r9.Pllo para
. ciÓn. ~.m.l!ert~ sobrevi!megeneralmente P9r pro1?le­
mas de insuficiencia respiratoria y deneumopí;, (kb¡·
'dos~da'debilidad de los músculos respiratorios-y de
la Protección de los Derechos Humanos y Libertades aq\Jelfos·qüEi controlan J¡lv6i'y la deglución. Ningún
Fundamentales (en adelante el Convéiiio; Roma- Ü~50) 1:@!~erito -según se mantiene- Jluef.ie detener la
(2). En su sustanciación. la sección cuarta del Tribunal ~.':'~I~ci6.~. de la enfermedad.-- . .
Europeo de'Derechos Humanos (en adelante TEDH)
trabaja los alcances del "derecho a la muerte" reclama­ Desde que se le diagnostic6 dicha enfermedad en
d.Q.P.or la,deml!!!cI~~!:: -eñ-ün dr~áticcjcaSo~que~6ús­ . noviembre de 1999-narra la demandante--.-, su es­
! 1 ca materializar el sy!sig,ia..<;9..~ ..a.yt,lg!!'JJ.~.},lf,l,.~~rcMo-, tado se ha deteriorado rápidamente al extremo que
com/? e:SEEE!~!~.~.~!~!!!.fhQ . ª-l,a.J~!!!g<I,~!~qp.il1~ción a~rn~.m~.QJe.Ji.~.encuentra.paralizada desde. el· cuello
(fundado en el act.S" del Convenio). La demandante ~~~~o.~..p.leJ, lo'quéle imp(d'e"prácticarnenteexpre­
~¡¡. en su péijüido·i~.~Ja~.i~~;ademásaercitado sarse de forma comprensible yla obliga a alimentar·
.t­ d~~!to aJa l!!&Q.p~t~mil,óª~iºi:i;-~l!1e!echoª-.!a yi~a
se por medio de una sonda. Su esperanza de vida
4 .. (art. 2~ del Conve¡lio), d~Jg..Jl.r.Q.!Ijpici.29_g.!ttg~~. (art.
-eontinua- es muy limitada y se 'Cüeiitá-eñ--mes'es,
.~.: del Convenio), dt:..la li,be!1~9-.,d,~!J:~.~!!!:ml~e.llt?,<art. 9:
o incluso semanas-;--Peseatód6 -declara- su inte­
del Convenio) yde la prohibIcjºp.Ji~,~ÍS(,;riminación (art.
lecto y su C!HL~i9.ªr:!.P-!JgJomMd~cisiones estáñTn·
. ' 1~ del Convenio). tactos. La [ase final de la enfermedad es extremada·
·mjn!~.pei:tosª V,lIeva consigo una p-érdid''¡:::d~_ci.Tg¡.1Í­
Luego de una breve reseña de los antecedentes del dlld.: "La señoraP. tiene miedo y se lamenta del sufri­
caso, la riqueza en las consideraciones expuestas en el mit;!lJ,to y de la, ilJ,dignic:lª~tqll.e vaa.ten~r:que .¡oraú·al'
debate nos impone un análisis del fondo de la cuestión ~i.sedeJagll~!¡¡_~~fermedad sedesarroIle. y qesea
-'c ­ ~- siguiendo cuatro,ejes conceptuales: por una parte, las por tanto vivamente PQder decidir cuándo y cómo mó­
alegaciones de las partes -la demandante y el Estado dLY_~.~~1!..ªL.aSr.¡t~icho.~ufrimiento y a la indigni­
británico- junto a las opiniones del propio TEDH so­ ~a~" (3). --. '--'.
bre el particular. por la otra, nuestras consideraciones
frente a las. distintas cuestiones planteadas.' El suicidio no se considera Jridelito en el derecho
inglés:"'pero fa" demandante está"impedícIa por 'su
_. La ~~mandant~ de cuarenta y tres ~31añ!ls padece enrermedad para llevar a cabo dicho acto sin ayuda.
una ~s~I~JQ_~is lateral arrnotrófica, e,nfeImedad neu~o­ Ahora bien, ayydaca....!!1g:lJ,[li!n a suicidarse ca~ bajo el
degenerativa progresíva-C¡ue'atecta a las neuronas peso de la Ley Penal inglesa (árt:-n:::'¡¿LCJ,e_l~!it ~o­
motrices del interior'del s'istema nervioso central y que brefi!1.~q¡cjdJ.o)J41~Con el.fin de permitir a.su cUenta
provoca una alteraci6n gradual de'lascéluIas que ha­ suicidarse con la ayuda de su marido, ~L~olicitbr de la
cen funcionar a los músculos voluntarios del cuerpo. . tW~Il,d.aIlt~. mediante una carta fechada el 27 de
La evollú:ión de esta enfermedad conduce a un grave .julio de 2001 y escrita en nombre de aquella!,..solicit¡¡.­
debilitamiento de los brazos y de las piernas así como .ha al "Director of .Pu~lic Prosecutions" (en adelante
de los músculos implicados en-el cortrrol de la'respira. DPPyq~i~ic:C?mpr9m~~:~¡:a,.an~instTúii diligencias

(2J TEDH. "Le. Reino Unido". sentencia de29 de abril deZOOZ. (4) El arto Z".1 citado afIrma: "Toda persona que facilite, alien=--)
Secc.4,DemandaNr.Z346/Z000. te, recomiende u organice el suicidio o una tentativa de suicidio!
r', de un tercero será sometida. tras su acusación. a una pena má-ci- r
~'. . ,J~).IE.DI:-I, .~: c. Reino Unido", ya citada, parágrafo 6. ma de reclusión de catorce años".
j
i

'~k


, 306. JURISPRUDENCIA

en contra del marido de la demandante si este últi· Elrg9plej!lP~ por su parte. señala que el,citacIo
~;, aw!diendo alas deseos de su esposa, la ayudára ?!t. 2" pro.~ulga prin:ipa.!'!l.~!WU,lI1l!phligación.nc.
~ suicidarse (S). En una carta de 8 de agosto de 2001, gª!iya...Sin GUa a --afIriíta-, en una serie de casos s~
_eLPPP r·ch<l.l.6 ilC'~rtar dicho COi'"npromiso.(6}. consideró que irriponfa obligaciones positivas. pero'
ésta., ar.~ctaban a m.edidas para preservar la vida (~l) •
El c.:v ele agosto de 2001; lademandante solicitó el .El arto 2° del Convenio prevé explícitamente que 11\
exal11~njudicial de la decisiól1 del DPP y que fuesen I11.uert~!!o..PE~q~S.~Li~f!igi~~_Ill!:~rlie in,t.~.11.l<jpJ1acll,_ '
pronunciadas: una providencia anulando la decisión C!!..f:.ºie•..sal1fg_e~'U::it9111~taI!E!~:Lg~Wc,t~n,},e.m~Jimitl\_
del DPP; una declaracíón señalando que esta deCisión .Q-ª2-que no se producen en este caso: "El derech'o 1\
era ilegal o que el DPP no actuaría ilícitamenteacep­ morir no es el~~I.~r!2..._sj!!QJa_an!!J~si!lge.tª.~te¡;lto ¡¡
tando el compromiso solicitado; un.a providencia or­ la vi dé!:" (la). ' .
denando al DPP a aceptar el compromiso en cuestión
Cí, en su defecto, una declaración en cuyos ténninos el EltrEI:ifiJ a su tumo. comienza afirmando que en_
arto 2° de la Ley de 1961 sobre el suicidio era incompa­ tre las disposiciones del Convenio que considera pri­
tible con los arts. 2°, a", a", 9° y 14 del Co nvenio. El7 de mordiales conce~t:..L~p'!.~~iI.!~~c_ia_~nombCl\dn
octubre de 2001, el "Divisional Court" rechazó la de- . @!t:X (lI). Oícli'O"ariíclilo p'rot~g~1.9.!1X!=.~ho aja Vitlll,
r:nanda considerandoque'elDPP rio ténla~p'ód~i'de sLIl.m~l~L~!,gg~.~_ª~.t!i.9.g\J~g ..4~J.g~~g~rq~~_9~recil(lll
aq:ptar el compromiso. de no instrUii diligencias y que YJibeúa4~,g~t;iz,a.~~.PP.!_t:"!..S~~~~io.~~a-il~~'ll'
el. art,ZO de lal.ey de 1961sobre. el suicidio no era in­ rio. Defme, además, l~cb;f.!:lQ.1it!l!lgªª:nmlfaQas01\
compatible con el Convenio. La demandante r:ecurrió la;' que está permitido. ~¡mx:.i.nten~i.oQadamentplu
entonces en casación ante la Cániarádeíos Lores. Esta muerte;"";ijilícanalieí"'tEDfi un control estricto cadll
rechazÓ el recUrso el 29 de noviembre de 20th. confu­ vez'quedichas excepciones son invocadas por'!ns
mancio1<i'decisi6n del "Divisional Court"'. gobiernos demandados. .

n. El derecho a la vida humana y la prohibIción de La ptim.~.@1rase,.delart.,2 ..1 -en la interpretiicMn


atent:lr contra ella del TEDH- obli~aL~!~cl.o.~.Q...~9.!~.e!1tea abSI\l.
1)!=!'~E:.~E::rn_alar d.eJormll.lI1tet1~ioll¡¡9,ae ilegal, sIn()
Lg ~-;;:;;da~te\a:¡egaque autorizarle a seraY.':!da­ también lUom~J~,.m!'l,<;ij<;las"ne.c,e$<u.:i,!Is.par¡¡. prolt!.
da para::P?ñ.~.l.:1e'fIj¡í5.o:a:·'si.ij:~ster,g!~~~_eli,Ep.Ii(r~io, ger la vida d,~J.M.p.~r!!Q.tL~.!L<;l,~p.~ml_E:1.1&!U~U, r~I~IM­
al arto 2° del Convepio (1l. Dicho artículo ---mantie­ dicción (12). Esta obligación va másaifá déldehu\'
ne=coñ"Sagraél'decaéi!iOJüa.v.id,a.Y-t.lQJª-Yig!\.mI?ro¡1 primordial de. asegurar el derecho a la vida est¡¡blu.
y la frase relativa a la mu.ette infli~4a tiel1@:apK,.ote­ ciende una legislación penal concreta, disuadiendu
ger a los indj1i®~~t~OnlI:.¡lJ.Q~"º"~[l1,¡i,s. eSI;lecialmente de cometer ataques contra la persona y basándllllU
eU;staQº.y.m~11,tor.idades.pQbli~s.Y.lJ9_ Sp..~_tE..~~lqs en un mecanismo de aplicación concebido para 11I'u­
mismos: MDe esta foima, el arto 2" del Convenioréco­ venir, reprimir y sancionar las violaciones. ~~l!~,U /lM/.
noée quecorr~onde al individuo et~!I,c;ºg~ts,e~~r.o mismo imPb. en algunas circunstancias bien tlun.
I]E~~.~<!oyt~g~3!!~z,;a t~.~~ml?!!9.~!.e. como, C?­ nidas. 1a..ººliga,c:.iql',\"PQsitiva pllr<llas..autoridadcs (II! -i
rolario del derecho a la villa. el derecho a moñide for­ tQ!!l!LP.revE:nl.ivamente.lCJledidal), ele orden. prác1 k"
maque
di.bIes" (8):" " .
la
'se-éviten el 5ufrimientoy indig!1i~ad in.elu­
'.
p~~r!lle.g~r..aJJmlixidul) cuy.ayi~aest:i :lmc,nat\lu!1I
p~aS actuaciones criminales ajenas (13). .

(5) El art. 2°.4 de Ianombrada ley de 1961 mantiene que: . " . .'. .
"[...1No ~e emprendeiáÍúfiligen:i:las-por·un-dento-a1·present__ ~EDf:l!-L.~:!l-e~o Urndo", yacllada, parágrafo 35.
artfcuJo,.salvo por el "DirectorofPublic Proseeutions" o consu (9}VerTEDH "Keenanc.ReinoUnido" (TEDH2CO1 242J I " ,
")
aprobaClón" " Mlll C.
, 31. Nr. 27229/1995, Repertorio TEDH 2001-Ul. También 911 IUI'
\(5)la DPP (se' siglas eninglés) res6 concretamente que: . bría reconocido ~t1e.eIEstadopodia legítimamente allmlllllllr 11 .~
" ' g u n . exp li d la fuerza a un deterudo en huelga de hambre (ver el casu "X l'
Le.s,I?PP--:-:yIos fisca1!!s-su~eslvosslemprehan~ ca o~ue Alemania" Nr.l056511983 declsiónde la. Comisi6nde9 do .,
noc?ncede~pormUY~l:el'-<::,~_~~gl,l!!.s~aI1J~S~al!a.as, de 1984). " muy"
'1.·
UJ:lammurndad,queabsuelva.reqweraoáfirmeauttmzaroper­
mi.ilrla.c~mi.si6n,fi\tura d~Hn.g~li~o penal;[:~r..... ..... . . " (lO) TEDR, "1.. c. Reino Unido", ya citada, parágrafo 36.
~
r (7) E! citado ~ce lo siguiente: "l. El derecho de toda (11) VerTEDH, "McCanny otrosc. Reino Unido': senlencfllllu .~

persona a la vidá está protegido p.or la Ley. NaclJe p.0. dIá.. sexpri· .27sep.tie.mbre 1995 [TEDH 1995.301.sedeA, Nr. 324, par:lWllrll~ 4
vado de su vida intencionadamente, salvoen ejecución de una 146-147. ~
condena que imponga pena capital dictada por un Tribunal al
reo de undeJito parae[quela Ley establece esa pena. 2. Lamuerte - .... (12}VerTEDH, -1.. C. B. C. R.eino Unido", sentencLadc!l flllllu
{ no se considerara infligida con Wracci6n delpresente artículo 199B ITEDH 199B, 801, Repertorio de sentencias y resoluclulI"~ .~

a
cuando se produzcacomo consecuenciade wltecUisO lá'futir..a '199B-lJI. pg. 1403. parágrafo 36. .

que sea absolutamentenecesario: al En defensa de una persona .._ .. .

contra lUla agresión ilegítima: b} Para-detener a·unapersona Ü3l-Confr.TEDH, "Osman c, Reino Unido". sentencia Cid 211
11
I conforme a derecho o para impedir la evasión de un preso o octubre 1998ITEDH 1998, 103J, Repertorio 199B-VIII, paráflTuf'l

í detenido legalmente. cl Para reprimir, de acuerdo con la Ley, 115 Y"lGIir; C. Turquía" (TEDH 2000,1121, Nr. 224921l99~, ~lIl''',
"l
\, una revuelta o insurrección". . 1TEDH 2000·1lI, parágraCosS2 y76. Más recientemente, "1 ,'11/"

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1t:¡
~). .L.t.L.t .... -:-- \l..- ~uU.J-UJ .:IV {

Pero el TEDH hace saber que '19. considera que se' bien de c\Lalguiero.!!'-ll.P.ar!i~lar~~_'lc.t.g.~..sj!1e!~on.
R~J!¡f¡nte!E!~{ar.q)!,~~1 ..gEl!.echo ..a Ja vida garantiza­ s!E!!I!Ii~.!l!?A':.~R.~~§9n.aJlf~~!~r~pl)rla aereslÓ¡¡, lo
li0-l:LQr ec~:.1.:Ael Convenio cQIJU~xª""m asp.ei:;to que se configura es la antítesis o negación del dere­
n,ggativo. NQ.Jj.e!l~t:¡J!.lgy!lU~, ..gmJ.¡I,i.,g,¡.~.§.tip­ · cho a la vida. Actos como estossoncalificaoós de"ho­
"_..._--._,.... .
¡';,
.

nes relativas a la.<;.ª,1~ª.(t9.fl~.gí!.ºjtl.(19!-!~ RQ~...Q~~!>· l1)l~!9.!~~.o..:~es~!Ia:to". El f~~r de.!.~m!º,a.me aquí es


!.1.é!.bi!,J~.~C;:.Qg~gJthJl!=~rC.9.I:lelI~: '~~2 se puede interpre­ .la ausencia total gtU~ºJ!§ep,tim¡ento.deJavíctiTI1a. La
tar sin distorsi6n del lenguaje, que el arto 2° confiere penalización de conductas'de este tipo son las que
un derecho diam¡:lt.rª),mf:!Jte.. t)p.~~~!O, a saber:if],e­ busca desalentar cualqUier sistema penal.
r~º.a..m9,r.ir;~ampp,!<9..,P,ll~tq.l:_s:r.lW~n"d~¡:e."bQ3~)a I

au.to.de.termjn~t<:.iº.n.ll.!J,.etsentido.:9!!"-,<:q~!<~.Q.~r..aJQdo 1> Pero otra es la ¿esti6n,' entendemos. cuando la


individuo ~!.,g~~Eh~~.~.~2gl!U~J!!R.~~,.~!,1.teJLgH~Ja · decisi6n sobre .~HI!l<H.~J5I. '(Í.iliütuma,n¡l piii't:e-eIe:la
vid~' (14). El TEDH considera, por tanto. que no es pro.pLa...~r$9n¡l, cuando. es uno mismo quien gecide
POsible deducir del arto 2° del Convenio un dereCho a abrazar a la muerte, abandonar la vida, s.olo o con la
morir, ni de la mano de un tercero ni con1aayuda de ayudade un tercero. En estos casósl~priihibición que
:}0 üña-ªy.tmla..ª~CP'~p~)ca,-cOñlo-cuarseoonauye"e'nla · estuaramos-d~:mera~qerJr.!1!}!!U1Lus.o. disc;reci.onal
~~sen.ciade violaci.ón del.~t.a,dp.~",2·. q~q~J¡ll.,.llli!P¡a..YQhmhiQ"ha(:enJas personl.ls. La
! fr2~~o,,~r inj!:.m~«:!.acic?!1~co!1fEltia, m...á§,.qg.l;.pfoJege.L~ el. ~dere­
Enhuestraopii1i6n, el citado arto 2° del Convenio con·· Clhoa!~'"'1.c:I.a:.c.ons~~!.r,'!-.!a..:9Q!j~~~~r!,9~Y.iY.ir" como
s~'p"':.~~~E}n~~le-ºr9}J.i!?igºRº!U.t~tar<:'.Q.U!ñi:I~ un manuato imperativo. Si en nombre de la libertad
v!º~ ,\HltRª'lª-,I';f1 la medida_9 ue ~'s~!LtJ:!Y~.~I.!pa­ censuramos como autoritario a un Estado por ¡mpo.
y-or..v.alor.e¡u!na.<:'Q..rn\l...I;l,i.d.ar:ljW:fm~!!.nt~pr~~~~a. · ·n.emos como pensar, cuanto más diríamos de a.quel
':f.~ Lo anterior, puedéconsidetarse la mayor 'virtud que · Estado que nos impone como morir.
exhibe un estado de derecho al consagrar la vida como
su gran objeto de protección. Elcierecho moderno per­ r:[2-.~~. trata aquí del ader~!<.llQ_,lI:J.ª.m!-!.~.I1fLGQJno .un
·1
si~~almente a todo ac¡uefque busque,. o bien co­ a~~cto n~[.ltqYº,cleldelel:b.o..aJa.yjQa. ~I1!Qos dere­
¡ñergll!Soñ1,iy.f4ji'JlijÍllw '(v:'gr:¡ironibíción de esciá­ ,enos oq~,gel:.eI1.ªJqndªmentºsdiy'efl;()s: en dI?rtme­
'<[ vitud),.9. bien dispQ!:I~L~Qi!r.!l.ri~Ef~.~E!:Ja~~d~J1u­ r~p..r.9..9.!r.~Ls.!!Y!m!'!!~~J.ª,Y!:~ªJ:mm@a,e n el se­
mana de un tercero (v. gr. desaparici6n forzada de per­ ggndo se preserva ~laerecho alaautodel~rmin~r;iríh
sonas). C6htodci, se tiata de un inten-!!?,delderecho ggr sW'éCUcha;Vl4a:-Q.J1Q:ñQ:-é·sco.ii~ciiándIiY.ex:Ür.a.e.?~e
"racionª!i~t'J~.g;¡p,gy~.t~JJ!1rnªI'W! e n procura aban­ .mundo -PQ!..e~lo g~Q!LIU·.OJgg~r.~.e.m._Yi.d-ª~<l~IlqlJ.eJ
é:Ionar la "irracionalidad" de otros tiempos que llevaba a <t.\!'EtF.~.l'l1eg~c!.e!'Jº!f..qmt.ársela-, pero sí puede es-
la "venganza"como castigo fundada en la ley tribal que · co~ercuan.E9.!!Q.~.qQn.~10.E~oali[~~~.t~=9~ \ ;.¿'
impone que "la sangre se lava con sangre". Pero sobre ~ pues, 131 ne¡mcl6n nJJ.iumm~Sl.s~qgl ae!.~!:=.I:J.()._?- la j ,"
todo, sjgnifica cogsideLlI.tªJa..vidª rnismal;Q.rn.QJ~unªyor YiQ!r, -argumento' sostenido por .el Estado deman­
e2\P.('~~Q..d..da d1.gnidad ~_l.I.m~!U?~,t0f:iP9.~!E~~!1;!!: las dado y el TEDH- sino la eX.Eresión c;I~lJn:~.lLtlr.m.e ..re- \
tesi~. gue veían a ést~ como un sim2le o 1eto o co..sa. Cp'~cí~i~!!!.2.X.!~:;l'!!.!..~Ael..:!~Lh:ú¡nano come>, se.r ti- . .~
b.p~J!!.1Jªformªcjºp,Q.,e*sy.c::l:mC;ienC;\i!.Y el desaIJ"p\IQ de \
Ahora bien, 'los alcances de ~J.ll..Pl9El1J~<:lª_Il.~e,.~x­ sus actos de acuerdo a sus intimas convicciones.
• "•• : ~." _;.. • _.'. . •••• - •• - ' ,••• " ,•• ' _" _""~ ", O " . • .",_ •• _._ • __ •• _ ~.. • _ • •

t~n cO-'LeLmª''Si.I1Jo.rig0t:,~1 É.~t.l!1o. Detener las


practicas aberran~es conocidas como "terrorismo de 111. La prohibición de tortura
Estado" esto es, movilizar la maquinaria estatal para
llevar adelante todo tipo de c!i~enes.COI'l!I''!)~_vid!_.:._4.1~!.1!e![q!m~~~~~~.(;l!.~.~fri.mieJ}rºJ~Lque,se
humana tales como la "eliminación selectiva o siste·e~m..iLe..s_lJ.I1.t(ªt9..,gegr!1dil,Clt~.!H). el sentido del arto
mática" de personas, son sin duda el fin supremo de ~eL Convenio..(1Ji}. Aquejada de una enfermedad
la prohibición que estudiamos. Fuera del' ámbito es- atroz e irreversible en fase terminal .....-afirma-, f!!i!á
tatal. lª..Qrºl1,i!:!ici(jnse~ti~llC!l!.};l~jgt,laJ: fQffila, aJg,s destinad~ª@J!9.Eei !!!!!~:.~':I~~~_pe.J.1.8,~~~Jl1digna, que
a~~.Q~!:tl'!·.paT!ic.l!I¡Hes. En este segundo'ámbito, es sobrevendrá cuando los músculos que contro1an su
donde nos preguntamos sí tal.p~Ql:J.ib!<;icíQ~!': m.a,l}ti.e- respiración y su deglución estén tan debilitados que
ne en circunstancias en qúe la lesión a la vida huma- desarrollará problemas de insuficiencía respiratoria y
na part!! delaprppia-p·ersoÍ'íao.~éo~:~lplei1él.co.n:s_e.n- de neumonía. ~rno -continua-_no es desde
Qm.i.~mQ.-ª~~ta.:(:r~!irl"t..er<;:eÍ'o. ') . luego d~Jl!!!...n:.spQJl.~J:de ..Q.e.~t~.~ª,w. P~Fo ..el
'. ¡.gQI:ibJ!.e§t<l,l:>1~9c!Pen su jurisprudencia ll!:!e en vir-
Interrogamos sobre lo anterior nos permite esta- tud del citado arto 3 pesa sobre el Estado no solamente
blecer la siguiente distinci6n. En los casos en que lal~22!!.g~16n~~g~gy.~st~n-~~~.I:!Ji;JjitJJgír:dls:ho
.;¡..' a.gI~~Jº.~ •.a,Jª,y,iº¡¡'.)U~~~n..li~p~()ti.E;.~}:_ de_~g~JC!te~,ctel··-· t@tc..a.sus...ciu.dad..anCls•.:iw,Q<_í,i,IJl:lbién 1a...obiig aci6npo­
~¡;.~~gJ)g.departic.!ltw.,.sg~~il.S!~~~ .. ~i~;~u,:nombre, o sl~~~f!J~EE!!':.g~.!!~~5~n..tra eMg: "En este caso, la obli-

(14) TEDH. '~L c. Reino Unido", ya ci¡ada. parágrafo 39.

I
sider6 que el arto Z" del Convenio se aplicaba a la sHuación de un
detenido que padecía una enfermedad mental eonsignos que
indicaban que podía alentar contra su vida. Ver caso "Keenan" Q.~) El ci¡ado~' dice: "Nadie podrá ser sometido a tortura 1
}'a_ci¡a.~c!~p'arágrafo91. ,. .. _ ..__ _~a.P!!Il~~_O tr~tos irihurnanos o degradantes".


308 JURISPRUDENCIA

gación consistiria en tomar las medidas ):lccesarias para cien te para tratar su aplicación en otras situaciones

PJ~verlir a la demandante contra el sllfrlmiento que que pudieran presentarse (19}.

~~E~~Jor.rr.a__t~Il~0g!J~.s~p'(Ji!~;' Ü(¡)~"· ., " .

En cuanto ;;.105 tipos de "tratos" que dependen del


El!Gobiel~o; por su parte, señala que e~. 3' del arto 3" del Convenio, la jurisprudencia del TEDH ha­

Convenio no es aplicable al caso. La primera obliga· '\;lla de "lJlalQ.s..t~ª.tQ.S~..qu_e."~~ªit<:en un mínimo de gra­

ción que dkfiCjtextó'1mpone es negativa: el Estado '. ved~eJE~.1pIJq~en_ !.e.s.~o~es~cQrporales reales o ~n

<Leb~e_ªp¿!enersede infligir tomias o penaSD1iitos sufriInlento ;físico pmentál intenso:, "Un trato puede-,)"

i~manosoaegraaantes-:lfiSpecto"'a lliS'presúntas ser calificado de d~.grllº.<tJ:l.teycaer así oajoeJ pesó de "~-'"

obligacIOnes·positivas' que, según la demandante, se la prohibifiºn_rl.~l.¡irt.3.:,s.i)iurñlJill o ~egrada al in.di­

desprenderían del citado arto 3", el Gobierno sostiene viduo, si da testit'Q.onio de una falta de respeto a su

~Sa~~:~~~riJ2:a~~~~~~;'~~~:i~~··i:f:~

que de la jurisprudencia del TEDH surge que cuando

existen oblJg;!gºP.J~s_positivas,.éstasno son abSQf'útas


y .Q~I;J~l:JJnt¡;'lJl~~~ars_e..<i~ .fOI'Il).ª_qtj:enóiñipOrigan~ala,s : riQ!~dªcl:de:forma que ,sequebr!1nre 'su: i-esis.t.enda

~~orid,ade~ ~a cargains~pl)rt<lbl.e oex~esiv.a.®. ' ~()r!U o fIsica" (20).

EIfJ]blIjcomienza el estudio de esta cuestión afir­ El ~!lfrim~n!p_~~b!~.l'_ auna. enferme.dad que so·,

mando que, al igual que el ano 2', el arto 3° debe ser breviene de forma natural -mantiene el TEDH-,

consid!!rado una de las cláusulas primordiales del timtos( es física cómo mental, PE!.~~ ,li.epender.del

Convenio al mismo tiempo que consagra uno de los llr.t. 3" del ConveniosJse encuentra o si corre el riesgo

valores fundamentales de las sociedades democráti· d!Lye~s~,intensificada por' uidrato -:"tarito si éste se

cas que forman el Consejo de Europa (l8J. Encon­ debe a las condiciones de detención, a una expulsión

traste con las demás disposiciones del Convenio u Qtras medidas- del que las autoridades pueden

-sigue-, el arto 3° está redactado en, térmi l1 osabso­ ser,c:onsideradas responsal:íles (2iJ.En esté cáso

l.1!tos, @.pr~\fi~nci():-ñCéxcepcioñ¡;s-nrconaicil)nes y, ~oñtiriua-,todosrecoriocen que el Gobierno de·

según el arc. 15 del Convtútio:rio·éabeadmitir respec­ I}JªD!1ª-do no i~.!!ig!.2., ª:J!li~m9.,.~1 menor maltrato a

to de aquel ninguna excepción. la demandante. Esta no se queja tampoco de no

tlaoéi'-ieciljido los cuidados adecuados por parte de


Sobre el arto 3 del Convenio -confirma el TEDH­ las autoridades'médicasdel Estado. La demandan­

se puede decir en términos generales que impone a' te_~á.más bien q~l:!__ ~tre,c:haz() d!!I-Djip'aaceptar

lo~J::stad(JsJllobligll:<,:i61!e sencialmentenegati'ia--c,le el compromiso de no procesar a su marido si éste le

a.b,s.t~n~rse de infligir lesiones graves: á his personas ayudaba a suicidarse y la prohibición del suicidio

que dependen de 'su' Júrisdicc!6n. Sin embargo, te·' a§i!¡tlpo,esp31?1~~I~apOLel. ~er.echo penal inglés se

nieñ<!ü'encu'erita la únportancia fundamental de esta cQnsl.cIet:,an.ulll!.a.teJ, }nhufD:atio -y degradante cuyo

disposición, el Tribunal se reserva la flexibilidad sufi- re.spol1sªbJe es.,:I~stado en la medida en que no le

(16) TEDH. "L c'-Reino Unldo", ya cltada. parágrafo 44. metidas a tonuras, penas o tratos inhumanos o degradantes,

incluso administrados porparticulares (confr. TEDH. ':.\. e. Reino

(17) Hasta ahora -según ~~mC>-7-~e qa,~'1!:1S¡q~¡1do Unldo", sentencia de 2.3 septiembre 1998 (TEOH 1998, 551, Re- .
q~~tJ-'ID.J!º-lig<)..cioIle,sP9~!.ti:va.S.'?fl,Il~Sca~9,s: en,prlrnerlu­ pertorío 1998-VI, p. 2699, pangratoZZ). En otros casos, el TEOH :
.. gar, el Estado está obllgado ~prJ~!!lg~.rJa.s~!,I~de-'as p.!!p.QI.laS hadictarnlnado laexistencia deUliaobligaci6n positiva del Es·-- I' ..._--"
priY.ªd¡¡.¡;..!:t~ltl.l.li.b.ertad;e1 Estado también tiene laobligación de tado de protegercontralos tratos inhumanoso degradantes (Ver
o r/?zr.1a;rEJe.d1p'as paragaranmar que las personas que depend,en TEDH, -1\. e. Reino Unido· previamentecitada, en la que el niño
de sulllJ::!sdlcciónno .~uP:ó\1l.\O~~\Ulll;};l.?ll:O~,lf'll.tos J't~hi~!5Ios a
m,anos de particulares; por Ultimo; elteréércaso sena'iiquelen
demandante había sido azotado por su padrastro;y·z. Yotros c.
Reino Unido· lTEDH200l,3321 (GSI Nr:: 293921 1995,TEDH 2001­ -,,
I el que el Estadotra,iade.ad9ptjl!! ¡:qI.!I~S.P.~~I().a,.'Hl.il?!,liyj~~~.un V; enlaque los cuatro niños demandantes habían sido víctimas ~!

¡¡G\o·CJu~ puede,acabar con un !ercero inlligie,nd.q tratos ,Inh~a­ de graves abusosyde gran negligencia por parte de sus padres).

nos o degradantes al Interesado. Ahora bien, el presente caso El art. 3" del Convenlo impone asimismo a las autoridades del

"':<ohC1uye:=ñ§ ii~rie nada que ver con estas circlúiStaridas: la Estado la.protecdón de]a salud de las personas privadas de su

dem;mdªp~!tI19]iiisrdDm'ªJi!:a.tacia'p'l)!: nadie. no se queja~e libertad (Ver"Keenan c. Reino Unido· ya citado. que trataba de

h~be.J;.~idoprivada de, untratartúen!o médico y!!l ESta,doDo ha que no se habían proporcionado cuidados médicos efectivos aun -j

tq1l!1l9.?,nlngunil.tIlec:ü~da ,;n su c:,~ntra. ~"', --; . detenido que padecía una enfermedad mental y que se habla ;jI

suicidado;ver tambiénTEDH; "lCud1a c. Polonla" lTEDH 2000.

(l8) VerTEDH, ·Soering c. Reino Unido~, sentencia de 1 julio 1631 [GS¡ Nr. 3021011996, TEDH 20D0·Xl, parágrafo 94J.

:~ .~ ...J..
1989lTEDH 1989,131. serieAnúm. 161. pg. 34. parágrafo 88. - • • ,. - .' ••• _ - - •• - - Oo. _.. +

(20) TEDH. "Lo c. Reino Unido·, ya citada, parágr;úo 52. Ver !


(19) VerTEDH, "D. c.Relno Unido", sentenciadeZ mayo 1997 ademásrecientementeTEDH."Pricec. ReinoUIÚdo" lTEDH 2001,

rrEDH 1991, 29J, Repertorio 1997·1lI. pg.792. parágrafo 49, En, ..4441. núm. 3339411996.secc. 3, TEDH 2001-VIlI,parágrlÚ024.30 _-1,

este rumbo elTribunal ha considerado en concreto.que, enrela. yTEDH, ·Valasinas c: Utúania-¡TEDH 2001; 4811; núm.44558r-··-­
ción con el art. 3" del Convenio, la obligación que el art.l" del 1998, seec. 3. TEOH200í-V1ILpanlgraCo 117.

mismo texto impone a la$Altás Partes contratantes al garanti. .

zar a toda persona dependiente de su Jurisdicéiórtlos-derechos (21\ Confr. TECH, "D. c. Reino Unido" yTEDH, "I<eenan c. Re!.

y libertades consagrados por el Convenio, les Insta a tomar no Unldo· previamente citadas junto aTEDH,"Bensaid c. Reino

medidas adecuadas que !mpidanque dichas personas sean so· Unido"/TEDH 2001, 821 mím. 44599/1998, secc.3.TEDH 2ooH.

protege de esta forma de los sufrimientos ,que ten· consentir la voluntad de la denunciante, el Estado
,. drá que soportar si su enfermedad alcanza la fase , está consiñdendo' u~ traio degradante. ..... .
i --~.-:.-_...... ....•. -:- ._..
"'.~.,.,.,., . . . . -.
final. Este..razonamiento -concluye el TEDH- &,on­
tiene una, interpretación nuevaY3:II1pliada de la · IV. El derecho a la autodeterminaci6n
n.oc~6I'! de trato q:Uex¡Ú!i4Úlljí]~J!e!itJdo:,9Jclin¡l.rio
~üül~3,lá:~ia;'- '" ,. " ..... .... .. LardemaÍla¡mte\a1eg¡rqué~unqueel derecho a la
aUlQ.ctei~rrri¡riaci6n aparece en filigraña:iúiiodo 'el
El art... _3.: del C;onvenio ~siempre según el TEDH­ Convenio, eseLa.rt~B~eLque,más ~xplícitamente lo
d~b.~.!El.rip~erpreta.doenarm0níll.con ~I ya analizado r~º!!2~garantiza@: ~Este ~~rechocoJ1l1evll dil­

arto 2°. Dicho artículo 'i:oñsagra primer lugar y ante ramente ~1q,~tEl,I;;hº,ª.e.!C;9gercuándoy cómo morir, y
'to~(na E.rohibición.~~!¡.~~~~r.~?_~~~r.bi~d5t~e~u¡¡l. nada está más .íntimam~ntevinéUladQ.a lamane.ra
~~Ji~~ija'iérson a Ue,,~suYid¡lqu~eLm~q~ .y'.!!l
ir}ill~cfíiik~:Pdri::r:~:h~;;~~:{~o~tIili:r~~ · momento de ro muerte. De ello se deduce que el re- , .
incfiVidu-ó el é1ereclÍo a exigir del. Es~gC¡.(fue.~p~fIDita · ciláiOaelDPP'a aceptar el compromiso solicitadoyla
,~ . o raalj1~!il1m:üerte:'''EXigir dEiÜ:iitado'qüéadmita la prohiQ.ícI{'li.gen~tiltd!,!!. suicidio .~istido establecida
demanda, es obligar a. avalar actos tendientes a inte­ por el Estado vulnerarían respecto de la demandan­
rrumpir la vida. Dicha obligaci6n no puede deducir· te los d~r.Ell:IW~g¡Y:ijl]Pi4.P~,PPr. elart. 8,1 del Conve­
. se del arto 3° del Convenio" (22). El TEDH concluye,: . nio~ (24). La demandante considera que son necesa­
por tanto que el art.~o del Convenio,J19jmp9n.~.a,l, rias razones particularmente graves. para justificar
Estado demandaao l!!!2ro!F.a. 9Ja!igªc:i9~PQsitiY!l ~e' una ,vuln~IªQº!J3.J.lnJ~~p-el:t9..tiU1. ÚJtÍi~lo ci~ su vida
a&.~p;W e.1 comprornisode nop~rs~gWJ.Jw:l~c.~.~tneI1­ Rrtv,ªga y que el Gobiemono ha establel;:Iqolajlisti­
te al rnMido.de.la demandante si éste ay-!!dara a su .f}c::~c;:ip.pAe. s~iñjereñCia' ya 'qüe no se han tenido en
esppsa asúÍl:Úlarseni de ~~~ié-üñrña:rCo~le-garpara cuenta las circunstancias concretas del I;:aso.
cualquier otra forma de suicidio asistido. Por lo tanto,
se concluye, n.o ha habido,viola..ci6.n.cl~tªrk~:.del El]Go1?iemo lalega, por su parte, que los derechos
Convenio..,.. . '. garantiZados por el arto SO del Convenio. no se aplican
. CA??,.'!.',) , \ . . . .... al caso concretoali!iiSiimPD.r.t!U" eLdereého a lavicta
En nuestra Opinión, la interpretación que hace el . priVadaJ , en su opinión, U1} derecpo a morir: "El cIere­
1 TEDH del art. 3° en concordancia conelart. 2° ambos . c.hIiconsagrado por ~Lalt.8° cubre la manera en que
"}.
I del Convenio, no tiene presente el fundamento del u!I.~E.~~!on!l.Jlg.'l.a.su_vida, nO.Ja Jonnª~n~Hue ..se la
YJ derecho a morir que, como quedó expuesto más arri· "~. De otro modo, el derecho alegado llevaría con·
ba, ubicamos en el derecho a la autodeterminación. sigo la extinción del propio beneficio en el que se Cun·
~: E! mantener que no pueden avalarse actos "tendien- da~'(25). El Gobierno añade que, aun admitiendo
.' t~ill~leEi,Wjjplf-~.~i!:~a~'e~u!'{a1~'¡¡int~rp~ri~rpOr)a. e~L~9~iyo~.adoen este punto, _~!~~q:ue~eventúaI a
fuerza la VIda nnsma con t0taldespreclod~lavolun- los derechos garantizados a la demandante por el arto
taadirsuntular. El'irii:llVídiíÓ'e'r"úno"'e'indíViSible" én 8;;"delCoüveñióestarÍa de todos modos totalmente
[ eUaltto aladeterm¡ñací6ndi(~'Us'aciós:-ElEs(adjjdebe justificado: "Tenieñao-el Estado derecho. dentro de
I garantízar está paidcu!iu-rdadque;entreoiras-cl)'n, .··fcjilliiirr~1:t~_s.l,Cmi!r.gEl¡:¡,d.e.~préciación,a determinar
I secu'éIféias;'geluira la til:nrrien!ada diversidad de eU,qué me_didalo~Jndividuospueden.consentir,en
opiniones que da a luz el debate público a partir del infligirse lesiones a ellos mismos, aún estaría IÍiás le­
cual se construye una sociedad democrática. Dicha· gitiinadopalAdecidir si una pérsoña puede consen­
garantía implica tanto una obligación negativa tú-"eli"élüe 'Se lequifelavida" (26). .
.-- -·--~OieñQ§S'é·a!is.~~)-Iªf..!:T~.'~i:1fJ!~r~cu.álqúie.·tiip~ae., •. l' .. , . ' . .
. t!ll!9~~gra,,~,ante-co~,~I~.o.1;J!!g~c.i~l!po~i~llto~an. E1\!EDH pbserva que, la n.QCi6n..de.~'vidapriva­
do las medidas neceSarias paraeo4Ifar'ros'"tiatos de- da~~ consagrada en el ar~.8° del Convenio, es una
gri4imtes. enespedal en~epar1iciUare~.FJ~ESt~do, noci6n'l!!IlPUa ~!n un3í~e:fÍn~~iº.I}...~JAl-ªy~t.va q1,le
p!?r a.~t;:ió~\ ~:ºm~s.!6n, no debier.a.vvInerar 1¡3,.au1()\l0- ¡¡9~rca tanto lahitegridad físic;:a y mora} de l¡i :per­
~'i~..~~~o.!~!l:!~.?Jmp.l~i~~c:l~L!HjI!gj,Y,Í4J.1Q....ejercer ~()p.-~:-(17l é,!Jgio 'pueéleaveces englobar aspectos
s'ys.s~gY.t~E!~ges.. En el caso que observamos ~nP d~.1.<I,}4~.~ticl~qJí~~S<l:ysocial.de. un iqdivi~uo (28),

(22) TI¡DH, "1. c. Reino Unido·, ya citada, parágrafo 55. (24}TEDH."I. c. Reino Unido", ya citada. parágrafo 58.
r . (23) La parte aplicable en este caso del citado~ 4ice lo (25) Idero. parágrafo 60.
-' siguiente: "1. Toda persona tiene derecho al respeto de su vida

. privada yíamillar l.;.]. 2. No podrá haberinjerencia de la auto­ (26}ldem.


. i ridad pública en el ejercido de este derecho. sino en tanto en

- --T-cuantoesta inJerencia esté prevista parla LeyYconstituya lUla

, medida que, en lUlasocledad democrática. sea necesaria para la (27) Confr. TEDH. "X. eY. c. Países Bajos", sentenóa de 26 marzo
¡ seguridad nacional. la seguridad pública, el.bienestareconómi· 19851TEDH 1.985,41, serie A Nr. 91. pg.ll.parágrafo 22.
'. ca del país, la defensa del orden y la prevención del delito, la
; protección de la salud ode la moral, ola protección de 10$ dere­ (28) Confr.TEDH. "Mikullc c. Croacia", Nr. 5317611999
J t:h~sylas libertades de los demás", [secc.ll, 7 febrecro 20021JUR 2~2, 780191. parágrafo 53:

·r· ,
~: .

310 }URISPR UDENCIA


..i
1

o bien hacer referencia a algunos elementos como, j~.9ª,J.~§-p<!.mJ3,. \1daylaseguridad delos demás (33):
por ejemplo, la identificación s'exual, el nombre. la "Más gra~e es el daño producido y; mayor elpe~o en la
oril'ntcri' ~!'x:lal y J;¡ vida se;mal (29) El nombra­
C
balanzacle las consideraciones de salud y seguridad
do ~l::.ilo -11lH¡;,l d iEC¡;.. c.. i.'rot<Jge asimL';,;oel. plib1¡casf¡'eñie'arprilt~ipiol;l~,laautonGmía perso­
d~t!.Q,~L9~:?~!lOlI9 persClTl'!l y, eL8erecho~"esta­ nal". (34), En consecuencia, al Tribunal ii.ój~,_pan:ce
blecer y rnantener,rel.acione~ r::,oo, otrqs.§eres huma­ ailii.tI¡gioc¡~el;2.e!"~.c;:1I_(l1,~f.leje
)aímP0ftanciadel
nos yel mundo exterior (30). Y continua:'~unque derecho"a1á VIda prohibiendo el suicidio asistido al
eil'-ilingúri'asiulto de su jurisprudencia. anterior p¡:e:;¡'eruñ--r~'gimeri<lea:plícaci~ny 'de apreéiáción' por
haya sido establecido que el arto SOcomp,9,ctael
i'.;' parte 4e la justicia que permite tener en cuenta en
derechóilaaútOdetetminación como'tal,el Tribu­ cada caso concreto tanto el interés público en instruir
nal c(:msidei.~_·g~,e la n()~IóE.E~a,u.t().I:!Prrt!~~p~rso­ diligencias como las exigencias justas y adecuadas de
nal refleja un principio importante qu~ sed~~pren. la retribución y la disuasión. Con todo lo cual el Tribu­
4~-ª~T~-iÍ!t~rpretaciónde las garál1tía,sc..<:>n$,agra- ' nal concluye que la injerencia enjuiciada puede con­
d~E_9icho artfCulo" (31)." . siderarse justificada y "necesaria en una sociedad
democrática" para la protección de los derechos de
El TEDH señala, además, que l~.fa~ultad de cada los demás, concluyendo,en que {lO hubo violación del
uno de llevar su vida comole parezca puede también art•. B~_del Co?ve!1io._,~
iricfülrlapos¡biltdáa·aitiint~~~:~)c~~q~~~~9on •. ~' \l, ;:::2.0'-'';> \
sideradas fisica o moralmente Pllrjud!ci~e,s.pl>ellgro­ Las consideráciones' 'precedentes apuntan a resol·
s~.ÚJ.~ia-súp.ei~oná:-Sin:émbargci,'~ice-:-:iñciuso ver lo que entendemos es .el "misterio central" de la
cuando el comportamiento en cuestión representa cuestión que tratamos. Como ~~p tp~~c,en(Ien,t!l en

~IJ

un riesgo para la salud ó cuando razona.bleinente s~ , sujurisprudencia el lEO!!


r~n~s.e_~:X:llE!s,~.me!1te

puede considerar que es poteneialmentemortal, la ~e la noción de "vida privada" contiene ala rioci6nde

jurisprudenCia de los órganos del Convenioe..ttil11a la a.~!Qn:Q.mra..,péisOñ¡!tCoftelló~'sé'lográúril@pé!J':t,;mte

imp.osiciónpOLPju:tl;! del Es~ado de_mEldidas¡decC!ac:­ avlínce en el r~~QgSlmi~1!t9"y_l1ijn:naci6ndel.derecho

ción o de carácter penal aterttatbria contra laVi9a pri" . a la autodeter~.A~lFJél},pero se debe tener e..speci~

y~:~:~;eiiei séntido del ardloj:V'(¡ué"reqUlere'una cu.i.dad.o~de..nQ~itisiQ.nareste dl;!recho con el derecho'a

justificación conforme al segundo apartado de dicho l~tiI).JiIDlgªgA35J. sigúñ-ya'ilem<:úi-terifdó 'opo~tuni­

artIculo (32). dad de exponer (@), divisamos<:!9~ ~~bi~()¡;: ~no, dtJn~


¡.
de lo que seejer~f;~J.¡,ta,Wo<;lete~~a~ilÍn I'.rop'i~r:nen­
Analizando el caso en cuestión, el TEDHadmite t~,.cUcha que permite al individuo "fóim.~!~"~is­
que cl:mstituYE!~navulnerac,\6n al der~chocte'1ade~ rr!2.y, Qlrp; elqué2$e deriYrlde la autodeterminación, o .f ,;!(
:tJt~~:l~;f~ó~~ec::r~~lé~g~~!~t1~~~~~l~:~: 4 ::r~~;~~\i!l~~:i:~~~~~¿:fn~~~;~~ ij¿
~ ;;--~I ..
¡rn pedida por la Ley. de ejercer su elecciónde evitar lo . gran meQida, ~tg~J!!ghº-ll,J~J~~i¡:lad. El segundo es J
que: eñ su cipíni6ri,s~rá u'ri Ihlal 'i~dígn:()Ypenoso. ~"p~,~_~~J.!m9.!!9.,n~1;>Ij,sº.d~>rld~,se_m_~.!~e~ta un ~om'
.!1
Ahora bien, resuelto lo anterior, el citado TribUn'alse P&.r¡,amii;rt!~!!~~l;Ial~Fl qª"~fljQ)'!J!1 ,al,ltodetermi·

ocupa de examinar la cuestión de sí dicho ataque se nª"-!ón actua entonces CQID.\LllmYl1lW,¡gQ.¡¡.Ael.iQqivi·

adapta a las exigencias del segundo apartado del al:'t. quo rre.!t~~.ª,J~.posi~les,Jn~l;!m.,i,si,QnesAel
Estacl~p1.o,s
S·, o sea s,~ se trata~dauna.:'1njeren.ciaJld¡tll,Ut9,rnIad P2!YE_t,lJ!!r.~.ce.I!,llq~ell~~~nil de reserv~".En conse­
1,
~ ,
~.:

públíca".Jegitim.a¡'El TEDH considera que l.Qs.,Esta. cuencia,e1!J~t!~~E~ ..~B!;.<¡!f!f!!!1.lln~t~_~¡;;~~ado, !


dos. ~ien_~n,d..erec:hfUl<;qmrol':l!",a través de la aplica- existe una firrnnresunción <1el.l,~g~li~adencualquier ,¡I
ción del derecho penal general, lasai:tMdiiQéS'per~'"actitud gue-vaya más.-anáae1imitar··lUÍaco'r¡aüCtá;pé.
. ...._~ ....~..';,....~,._". ' .•. ' ~ . _'-.~~~ .. _-.~.... ",_ ••. ~•• ~ ~_ .... -ol'-'~.-.,., , .. :;<
"

'o;;
~

~
(29) Comr. TEDH. "B.c. Francia~scntenciade2Smano 1992 (33) VerTEDH, "Laskey, Jaggard y Browu", ya citada. parágra­ 11
ITEDH 1992,431, serieANr. 232-Convenio, parágrafo 63:TEDH. [043. .i
"Burghartt c. Suiza", sentencia de 22febrero 1994lTEDH 1994, 91. ,1
seúeANr,2110-B, parngrafo U:TEDH. "Dldgeon c. Reino Unido" (34) TEDH, "1.. c: Reino Unido",)Ia cirada. parágnúo 74.
sentenciade 220ctubce 19811TEOH 1981,41.seneANr. 45, pará­
grafo 41 yTEDH, "!.askey, Jaggard y Brown ~ Reino Unido", sen­
tencia de 19 febrero 1997, Repertorio 1997-1, parágrafo 36. (35) Ver al respecto BAS1'ERRA, Marcela, "Autorizaci6n de
inducción al parto. Una reafumaci6n del principio de auto­
(30) Confr. asunto "Burghartzc. Suiza~ infonnedc laComlSI6n, nomIa personal", La Ley,2001-E, 264. Ver también de la mis­
parágrafo 47, yaciyado y asunto"Friedl c.Atistria",ITEDH 1995,41, ma autora: "El principio.de.autonamIa ele la persona en la
jurisprudencia deJa Corte Suprema de Justicia de la Na­ , .,0",,;1;
serie AnÚln, 3Ó5-B. informe de la Comisión, parágrafo 45.
ción", publicado en"Revista Jurídica UCES", N° 1, primavera
. ,(31) TEDH.~L,c._ft~ÍJlo,1Jnido", ya citada; parágrafo 61.
- - . - .. _--------~_. ----. __._-,--.-_ __
'-, ­ 1999.
.... .. j
(32) Ver. porejemplo, en cuanto ala participación enacUvida­ (36) Ver nuestro comentario al arúculo.l9 de la Constituci6n
1

des sadornasoquistas consentidas con lesiones, elcaso "Senten­


cia Laskey, laggard y Brown" ya citado y; enlo relativo al rechazo
de un tratamiento médico. Nr. 10435/1983. decisión de laComi­
Nacionalen PIZZOLO, Calogero, "Constitución NacionaL comen,
tada, anótada y concordada¡tullo alos trataclosinternacionales
con jerarq\Úa constitucional", ps. 309 ysigtes.. Ediciones Juridi·
\r1
If (p ~
sión de 10 diciembre 1984, D.R.40.p. 251.. _. ".,_. cas Cuyo, Mendoza, 2002.
'J
1:·'t
~

, LA LEY ­ (t. 2003·8) 311

netrando agR~Lr.~{ygi(;U~QJQ..l!c.c;:.~§ipl~,:-:-por regla--:-.a cada individuo asistiéndose, una vez mas, a la cansa· .
quien su 11!C?!!4p'.r,a~fl:i~~. gración del autoritaiismo. ~..' -,
, ,- - .. _.-
, . .. -. .~ ~.

¡ El razonamiento anterior nos Lleva -al igual que al . V. La libertad de pensamiento


i TEDH- a detérminarlas congl~QIl~~Qbj.~tiYªs.!ieJa
¡ iIljerenc.i.~~Jª,-:autoriº,ª-<l.IW1?.li~an ~n l~~~de . Lal~.ñiª,~!tªDtel invoca asimismo el i;.rj..._9. del
0

) r~~a~ ..d.~Jospar~iC:l,ll¡gl:~: En el~o que an,iIliza­ Convenio (3BJ referido a lél.JJ9,~~ta9d!lpe.ns~r:nien-


, mas. el Tribunal parece ratificar el principio. de que JQ afirmanClo que, e,.U.Q!i.c;.lt1r.!a ayuda de s~ marido
!. existen c~ertas c~n.du~,~I:LqH~.~¡~~Th!!.,!lj~rcic:ioQ.el para suLcidars.c, cÜ~lU~'p'qy.~.'2,<l:J,~!i.!!~i~§.clÜ1j1d­
'. d~[~.l<h_o,_a)ª)~g~ºil~j~rmjg~ción.que pudiend~ C?~fls· dio asi,illg.Q..p;:u:a en~Lmis.wa . .§LQfP. rechazando
ti..tl:ti.~:~IJ,rle.sgo:"pa~!.~_yicia,de-s\ftifuIaiagliij!~plá aceptar el compromiso cie no instruir diligencias
, injereruja del E..m,g.!UW~9i.l!,Q~e 1~J.!p'p~i,G!Q·!t!t~Jne­ contra su marido. atentq contr.a_.dil:h~~e~edlo yel
.i rudas de coac.cióA..o.de..cará,ct!l,t: Pfil~al ,¡¡,t~nta):orias Reino Unido hace lomisrri6imporiieridó"lIria pro­
cQJ1!m~_Y.ic;laprivª1'?Nadie duda que elll:LW.Q.c.ede hibición general que no permite tener en cuenta
cuando de lo que de ܪ,!fl..l~S 9.~'p!~~!',Y.ar l!!jnl~gri­ su situación particular.
.. ~ ~cUí;¡i.(;;Lde_.t~.r.c"I~I9.~P_~fº¿cabría pe1'!~l'Jojntl!mo ,.... .
cuandQ_eLque.. pª,cle~er.í!!- ..~1.4~~..!~!~!l_~_~>1.~.2~,2pia .' .El Gt!,1J_i~mo.lJiegA.Q1l!L~Lªsl.!n.to.pJan.t.ee alguna
P~tªºMJl.t!~Jºjntllge?¿qué ocurriría entonces, por cuestión dependiente d.~.LaI1.9·;2 del Convenio.•I:~re

,":. caso, con aquellos individuos que impulsados por sus' P.!.2!~g~J!'lJjbllrtad4~ pe~sªmIento. de conciencia y

más íntimas convicciones llegan, a.tla.gelaIse~Qhacen g~ religi,ón, así como el d~Lefl!-º para.cadauno a ma­

dyras.. penitencias al punto de poner en peligro su ~e.star JiUS_cQn,VÍccipnes, y !.1o~nfiere a los indivi­

integridad física? ia.&t411r..r¡mcontra,delavoluntad.de QY9LllILderecho generé\l.,par~:d~C1I~.liÍ,~~~~:tp=das·las

es.t.ªs personas.·no ,significa.desconocer..slls,convec. actiVÍc;!~&le~~Q,~JtY.~!!'lg;i91l.p¡gas.eguir..Ji~s..cQnvicc.io­

ci.9nes religiosa.$_Q..m.Qr~e,li? ~s.cualesquiera que éstas sean. De forma subsidia­


. ria, en el caso en que el TEDH dictaminara la existen­

Así como en materias que nos ocupan se debe ser cia de una vulneración al derecho consagrado por el

muy cuidadoso de no caer en la tentación de preten­ ,·art. 9".1 del Convenio, el Gubierno alega que dicha
der· establecer reglas generales abstractas aplicables violación'está justificada en virtud del segundo apar­
a cualquier circunstancias sino que hay que atender tado del arto 9", por iguales motivos que los expuestos
. las particularidades de cada caso. Con la misma aten· en relación con los arts. 3" y S· del Convenio.
ción se debe evitar establecer las mismas reglasge­
nerales abstractas para justifi~ar la. intromisión de la Ef f~H~.i:!:O,.gll,g~9dª..finn~~a, ~eJM,!:'.o<nyiq:i.ones
Mautoridad p\lblica" en la vida privada ,de las perso­ de la dem.:.i!nd~J!! r,g!ª~~.al<SJlí!=jpio~!!itjdo.Hero
. c·' nas. El EstadP..no.puede.interpculer..pr.o.y.ectos.:.de.Yiqa señala que t~lg!!-sJlls ºpiZ:Ú9DeSO,cpn~ccio(l,esno,en'­
a1.ttorrererent~~n su p13.l1..P,!~.1B~i!t~Q'~~ti~c­ !rªª~n.~.t~PJtg.IUt,¡!Ufi:l~i9xu:leLm,~:"ldel Conve­
cionis!a. a~tªªQ.J1..o_e.s.un..tutQr..Yigj,l~q.q!:B1!~f!a nio. ~q~eias de,la inter:esada nºJJacen!~!~~I1c~a a
1f e~t.ª91g~~J;',mºg~10_\,~,~_~~~R9!J>!!!la Y!~.ll:,e!!r.~!>-· una forma de manifestaciónq.e una religión 9 de una
U~g.Cª"q~Ul,.ljgtQ,Es éste el único quel?,uede ag.Q.P­ ccinvicciónpormedío'deI'cú!to;hienseftánia,ia: prác­
t~d.Q~,P2Ly'g!gn!.~g..PL9IÜ~ (37), tif'as>,":laóbse'rvanCiii;.dé'lcisdtos,'én él sentido' de la
segunda frase del apartado 1 del arto 9· (39). El TEDH -"''>
El hecho de c.Q,nsi~~s,ec::ºm!>.u!l~peJ¡gr.()Jat~nte'" . concluye•.por tanto, que el ªE,~~: '!,e.1 fonvenio rl'J ha
~[~~~f!í~~i~~~g~~p\M~~ci.Eta.~g{ri~~%~·'·
~ido viol~_~._~... ."
<:.~ sU~~l}te,p..i!~j!tC.l;lt.CºID.P,...p~§¡1i)'ao ..negativ:a. VI. La prohibición de. discriminación
correcta o Incorrecta determinada conducta de natu­
_ _~ __ ,~., ' -........ . .'. . •
o"
.' ,0'''\
• _. •
....
.
r!!l~?;a,m9r~ti~pe .qlle,vercon la.d.esc9.n.fi~zaque Lald.emandallt!l ~e_.c.().m;ideravíctima de una dis­
d¡!=_h.a_.ªc~t4q.termine_p.or_coqsagra,r,valº¡:,e.~"-TlJor¡;¡l,es <;rimiIJaci6.n en los términos de ~t... J4 del Conve·
alH¡91utQ~º.PlJga,tOJ:.Iam!!l1t~y"¡¡J!!!Q.U~~ªrª.tQgp,1i en ni04.4Ó) en la medida en que e~~ta,da g~Jª_mislTla
perjuicio de los valores morales relativos que porta manera. _q':!~J'!S.Pl!rli.0_~¡¡~_ c~y.~_sl.t~ªd6I'1,es_~1~ªmen­

(37) BlDAR!' CAMPOS. Germán. "Tratado elemental de dere­ del orden, dela salud o de la mora! públicas. o la protecci6nde los ~
cho constitucional argentino~ t. 1, p.373, Ed. Ediar. Buenos Aires. derechos o las libertades de los demás", ;

(38) El citado ~~9 di~e: MI. Toda pm'ona tiene derecho a . (39) El TEDH cita el informe de la Comisión Europea de De- .
la libertad del pensamiénto, de conciencla'Y de, religión; este rechos H~anos enia que sostiene que el término "prácticas"
derecho implica la libertad de cambiarde religi6n o de convíc-. empleado en elan. 9".1 no cubre cualquier acto motivado oin­
ciones, así como la libertad de manifestar siüeligi6n o sus con~' .. tIuenciadoporunareligión o convicción ("Arrowsmith c. Reino
vicciones iildiVldual o CÍJlectivamerúe. en-pÜblícó-ó iiñpiivado;', -trñiao";-N°to5ÓiIg'n; infomie de la Comisi6n de 12 de octubre

por medio del culto, la enseñanza, las práeticasyla observación de 1978. D.R. .19. p.19, ap. 71).

de losrilos. 2. L, libertad de manifestarsu religión o sus convíc-' . ,

ciones no pueden ser objeto de másresaicciones que las que,(40) El citado.i!!t.JJ.,prescribe: "El goce de los derechos y libero:

previstas por la Ley, constituyen medidas necesarias, en una . tades reconocidos en el presente Convenio ha de ser asegurado (

sociedad democrática, para la seguridad pública.la protecci6n _sin distinción alguna. especialmenle por razones de sexo, raza, 1

312 JURISPRUDENCIA

te d¡ferenté:. Aunoue la prohibición general del suici­ gozan 5!~ ,ci,ertq.m,!rgen de apreciacióll para d~'er- r
e
dio ,¡sístido se apii'c.¡uelg'uiurnente alco'n¡únto dEt los .minar' si, y en qué medida. las diferencias ente si­ I

ir.dividuos. el resultado de su aplicación en ella mis­ tuaciones en otros aspectos análogas justifIcan las

tm..que.estÜíiil'Jñ¡.pearda'-que'Íl-ri puede 'siqui~ra distinciones de trato (41). También puede habo.:r

matarse sin ayuda, es discrimina.torio., La interesada discriminación cuando un Est~;;-:'s¡';:lji.istificación

·seve' fmpedida -deéjercer- UI;l de.reci.lo del que gozan oJ:1j~.~vaLr~~.~á.b[e!:~noUatad e forma diferente a

las demás personas.9\P_lf.c;:escj.e suicidarse sin aYu9a las personas que se encuentran en situaciones 'sus­
debido a que ningún handicap les priva de dicha . t~<;:í~¡!JIDent~ dis,tin~oas (42). .

posibilidad. Ella es tratada por tanto de manera sus­

tancialmente diferente y menos favorable que estas En opinión del TEDH existe una justificación' ob­
últimas. . j!,!tiva y razonable para láno di~tinci6n jurídica en­

tri~'¡¡is persóñas físi¿ámente capaces de suicidarse y


, El r~obiernéi1alega que el art, 14- del Conveni0.np las qU"é no lo son: "Desde el puntó dévisü¡ del ill't.14'

es apUcable al caso ya que lasquej~.formuladas por existe-ri tambiéri razones convincentes para no clis· i

la demandante no .reveJan ii!t:lgt.¡ria YioJ~c::i~!LC:!e. Jas tinguir a las personas que pueden suicidarse de las

dispo,si,ciones.normativas inyoca.d?s por elja. De for­ que no. La frontera entre las dos categorías es a me­ :1

ma subsidiatia, en el caso en que el TEDH dictami­ nudo estrecha, y tratar de inscribir en la Ley una ex­

nara lo contrario, alega la--,,!~~~_c::!.a 9,e pis,cdmina­ cepcIón para las personas que se considera no son

ció!], En primer lugar, no se puede considerar que la capaces de suicidarse, debilitaría seriamente la pro- .

demandante se encuenfiii"éñ una'siruación análo­ tecci6n de la vida que la Ley de 1961 ha pretendido
ga.-a.la de-ras_'peEsonasquepuedEm suicidarse' sin consagrar y aumentarfade forma significativa el ries­ l'

ayuda. Asimismo, el art. 2°j de lii Ley sobre elsuici: go de abusos· (43). Por lo tanto el TEDH concluye en

!;Uo,lJ.O_, es discriminatorio'ya qué'éL<:!iú~fhp¡nté'r,noo que n.o ha habido violación del are. 14 en este caso.

no confiere underecho,a suic,i9arse y la filosofía que

subyace a la Ley se opone firmemente~al suicidio.

, Hay una clara justificación razonable y objetiva


'-afirma eTIioOiemo:::::-paraciláiqüié"farferenda'de color, lengua. religión. opiniones poüticns u otras, origen nacib'-¡
trato alegada, nal osocial, pertenencia a una minoría nacional, fortuna, naci· ~
miento o cualquierotrasituación", )
El' TEDrl mantiene que, a los efect~s del ~!!:.l4 1,
del Convenio, la diferencia de trato entre personas (41) Ver TEDH, ·Camp y Bourimi c. Paises Bajos·, ITEDH ~
en situacíones añ,ilogaso'comparables-es discrimi­ 2000,4611 Nr. 28369/1995. Repertorio TEDH ZOOO.l!, panl¡;ra­ ,
fa 37.
~
natoria si no se basa en un."--Íustilicaci6n objetiva y ,
r?,;::Jlnable, es decir sipersigue~.l,m.I1!1).!!.gf~~oo si . (42) YerTEDH,"Thlimmenos c. Gred":: [TEDH 2000, 122J (eS)
c;~r.:.e_~__<i~_ re'-¡¡ci6n,~a:¡;(,Jna1?J~.Jl_~ .. P_~op~rdonalidad . -Nr. 34369/1997,RcpertorioTEDI-l 2aaO·IV, parágrafo 44.
e!}!!..~J9,s medios .empleados y.el fin perseguido. Por ,;
0:.0 lado ,-continúa-, I~J!1!~.cI.o_s.contratantes (43) TEDH. "L c. Reino Unido', ya citada, pr:lgrafo 89. f
:;\
jJ.
\!~
;¡Ii
,-.----.-
. 1­11­
DERECHOS DEL NIÑO ,1
'1
Titularidad - Interés superior del niño - Protección de la familia - Separación del niño respecto de
su grupo familiar - IGUALDAD ANTE lA LEY - Legislación especial para menores de edad - DERE­
CHO A lA VIDA - Medidas positivas que debe adoptar el Estado - DEFENSA EN JUICIO - Alcance ..
.
'
respecto de los niños - PROCEDIMIENTO PENAL- Justicia de menores
•'j~

1. - Los niños -entendiendo por ¡a1es a toda per­ (Adla, L-D. 3693)-implica que el desarrollo del
sona que no haya cumplido los 18 años de niño yel ejercicio pleno de sus derechos deben
edad- son titUlares de derechos'Y no só100b­ ser considerados como criterios rectores para la
jeto de protección, de conformidad con la nor­ elaboración y la aplicación de normas en todos
mativa contemporánea del Derecho Interna­ los órdenes relativos a la vida, de éste. 0 •• _ • • •_ ,

cional de los Derechos Humanos en la que se


enmarca el arto 19 de la Convención Americana 3. - El prinCipio de igualdad recogido en elart. 24
sobre Derechos Humanos (Adla, XUV·B, 1250).. de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Adla, XLIV-B, 1250) no impjde la .~
::.~. La expresión "interés superior del niño"-art. adopción de reglas y medidas especIficas en
3°, Convención sobre los Derechos del Niño . relación con los niños, los cuales requieren un ,
~. ..'~

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