Las lecturas de hoy nos anuncian alegría y esperanza, a un rey justo
y victorioso que está a punto de llegar e inaugurará una era de paz
y prosperidad como una cascada de ternura y consolación que irrigará nuestros corazones. Jesús, en el evangelio, nos dirá que los sabios, han puesto pesados yugos sobre los hombros de las gentes sencillas, pero quien acoge la sabiduría de las bienaventuranzas experimentaron la alegría y la paz siempre y cuando el amor sea la motivación principal para todos nuestros actos. Nos ponemos de pie para recibir a nuestro celebrante padre ________________________________ cantando. 1. Primera lectura El profeta Zacarías nos presenta la figura de un rey victorioso pero humilde y pacífico, que nos librará de toda esclavitud. ¡Acojámoslo con fe, él nos trae la paz y la alegría! Escuchemos con atención. 2. Salmo Responsorial A cada invocación respondemos a nuestra salmista cantando: Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey. 3. Segunda lectura San Pablo nos hace una cálida invitación a vivir según las mociones del Espíritu Santo que habita en nuestro corazón, y no según los impulsos de nuestro yo egoísta, ¡Escuchemos con el corazón abierto! 4. Evangelio Nos ponemos de pie para escuchar el santo evangelio, Jesús nos pide con inmensa ternura, que vayamos a él porque es nuestra fuente de paz y de consuelo. Él es el descanso y la felicidad que anhelamos. ¡Acerquémonos con confianza, abrámosle nuestro corazón! Aleluya. Bendito seas, Padre, Señor del cielo y tierra, porque has revelado los secretos del Reino de la gente sencilla. Aleluya.