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Monición de entrada

Queridos hermanos hoy jueves eucarístico nos complace recibirles en la casa de Dios. En la
liturgia de hoy vemos que en el camino de la vida con tristezas y alegrías lo mas importante
es descubrir la constante cercanía de Dios en nuestros hermanos
A veces pensamos que el anuncio del evangelio es solo misión de religiosos o sacerdotes,
por el contrario, todos estamos llamados a dar testimonio del amor de Dios y la llegada del
reino. Ese anuncio tiene mayor elocuencia cuando vivimos concretamente los valores,
especialmente del amor y el perdón. Y vos, ¿estás anunciando con tu vida la llegada del
Reino?
Con un corazón agradecido a Dios por habernos congregados hoy en su nombre iniciamos
esta eucaristía cantando
Moniciones a la lectura
La palabra de Dios es fuente de sabiduría, ella nos ayuda a cumplir nuestro compromiso
misionero en la iglesia. Escuchemos
Oración de los fieles
A cada petición respondemos : Te lo pedimos Señor
1 Por el Papa Francisco, para que el Señor lo sostenga cada día en la misión de guía y pastor
de la Iglesia y le dé la salud del cuerpo y del espíritu, para que sepa dar testimonio, animar y
acompañar a cada hombre al encuentro con Dios. Oremos.
2 Por los que dirigen las naciones y los pueblos de todo el mundo para que su labor sea un
servicio generoso hacia todos, especialmente a los más necesitados. Oremos.
3 Por aquellas personas que viven en extrema pobreza, sin alimento, sin hogar o en
abandono por sus familiares para que el Señor los asista en su sufrimientos y asi como José,
haya personas que se preocupen por las miserias del hermano y los asista. Oremos
4 Por los jóvenes para que en sus corazones se encienda la llamada a la vocación sacerdotal
y religiosa y sean buenos anunciadores del Reino de Dios .Oremos
5 Por todos nosotros, bautizados y llamados, por ese mismo bautismo, a ser misioneros,
para que no posterguemos ese compromiso cristiano y anunciemos sin miedo la Buena
Noticia de salvación. Oremos.
Presentación de las Ofrendas
Presentamos ahora al Señor nuestras oraciones que suben como ofrenda hasta el cielo,
junto a los dones de pan y vino
Comunión.
Cristo, que nos ha elegido para ser misioneros, nos elige también para participar de su
banquete. Acerquémonos a participar de él.

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