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indirecta son propuestas entonces, de las cuales la segun- da transita por intermediacién de las fantasias. Impulsiones (Impulse) Recuerdos de escenas Fantasias —————® Impulsiones El tercer aspecto de la teorfa, el modelo lenguajero y traductivo, aquel de la carta 52, va a desaparecer casi_ completamente. Sélo con Ferenczi encontrara su super- vivencia 0, mas bien, su renovacién, porque parece evi- dente que este articulo de Ferenczi al que nos hemos re- ferido a menudo, «Confusién de lenguas entre el nifio y el adulto», no se intercala explicitamente en una crono- logia de los escritos freudianos, en el sentido de que Fe- renczi no tenfa ciertamente conocimiento de ese precur- sor, la carta 52 a Fliess, que en 1933 se encontraba bien oculta en el fondo de un bat y que todo el mundo crefa desaparecida. Vemos en este articulo una suerte de pre- facio a la teorfa de la ‘seduccién generalizada, y le reser- vamos entonces su lugar, aun incurriendo en cierto ana- cronismo, en lo que HNamainos «el a partir de 1964». Si la seduccién como teoria sufre PRoGRESO EN en Freud esta suerte de represién LA FACTUALIDAD: y de desmembramiento que se po- LA SEDUCCION dria describir mas en detalle, re- PRECOZ montamos ahora hasta la linea de la «factualidad» para sefialar que por el contrario aqui, y en Freud mismo, el andlisis de los-hechos progresa considerablemente. Una profundi : cién importante se esboza con la introduccién de e gundo nivel que yo llamo seduccion precoz. El padre per- verso, personaje principal de la seduccién infantil, deja lugar a la madre, esencialmente en la relacién preedipi- j ca. La seduccién es vehiculizada aqui por los cuidados | corporales prodigados al Es un tema repetido en ~ Freud durante todo este periodo: cada vez que vuelve sobre:su apreciaci6n de la seduccién, es siempre para agre- gar que la seducci6n materna precoz constituye en defi- nitiva su punto de gravedad y, en ese sentido, la verdad. A Esa es su manera de demostrar que la idea de la seduc- 122 " pceto OG) Perr — sant _ ponert en marcha la actividad «teorizartte» del nifio y que desembocan en las «teorfas sexuales infantiles»: la Hega- da de otro nifio y-la diferencia de Jos géneros. El efecto. 1 traumiatico se produce también aqui por el atajo de la in- di je explicarselo para_ en que estan los a wlto 4 mi + abel ., ., 7 "Vemos que incluyo en la seducci6n originaria situa- ciones, comunicaciones, que en nada dependen del caten- tado sexual». El enigma, aquel cuyo resorte es inconcien- te, es por st mismo seduccion; y no en vano la Esfinge esté apostada a las puertas de Tebas aun antes de] drama de Edipo. : No es uno de los menores méritos RELACIONES DE de Leonardo de Vinci, y del «Leo- LOS TRES NIVELES nardo» de Freud, indicarnos los DE LA SEDUCCION tres niveles de la , seduccién tal co- mo los hemos recorrido: seduccién — paidéfila (aqui: homosexual), seduccién precoz por Ta ma- dre, seducci6n originaria en fin, cuya figura es la ineluc- _ fable sonrisa enigmdtica de la Gioconda, de la Virgen 0 de San Juan. Porque es preciso pensar que la seducci6n originaria no cancela la importancia de los otros dos ni- _ yeles, sino que viene, mas bien, a aportarles su funda- mento. La seduccién originaria no podria, tampoco, ser considerada un primer tiempo del cual la seduccié6n pre- coz 0 infantil seria el segundo, en un modelo del aprés- coup. La seduccién originaria.es la ese’ ima de las. otras dos, en tanto ella sola introduce disimetria ® «actividad-pasividad». Los cuidados «maternos» 0 el aten- tado «patérns s610-son seductores porque no son traspa; | 4K rentes sino opacos: vehiculizan lo enigmatico,3® ‘seduccién precoz, por Su parte, merece toda nues- tra atenci6n en una teoria nueva de la pulsién; las nocio- nes centrales de esta teoria: zona erégena, fuente soma- tica_ de la pulsién, pulsién parcial anal, oral o falica; to- das estas nociones solamente podran ser liberadas de las tmpasses en que pretende atraparnos una fisiologia aven- turada —y ya en la época de Freud daba trabajo la pre- pa sen qué puede consistir el proceso sexual en el vel de una zona erégena no genital?— si_se re que esas zonas, lugares de transito y de eee ea 38 Sut, Acerca de I \ ‘ 57 ghee de 10 originario en ta situacisn analitica, ef, infra, pas. 130

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