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Un universo "justo a punto"

Dr. Hugh Ross

Ninguna otra generación ha sido testigo de tantos descubrimientos acerca del universo. Ninguna otra generación
ha presenciado la medición del cosmos. Para las generaciones anteriores, el universo permanecía como un
misterio profundo. Pero nosotros estamos vivos para poder ver varios de sus misterios resueltos.

No sólo podemos medir ciertos aspectos del universo, sino que en estas mediciones estamos descubriendo
algunas de las características de Aquel que lo diseñó todo. La astronomía nos ha provisto de nuevas
herramientas para sondear la personalidad del Creador.

El problema de los bloques constructivos

Antes de medir el cosmos, los no-teístas daban por sentado la disponibilidad de los bloques constructivos
adecuados para la vida. Postulaban que, con suficiente tiempo, los procesos naturales correctos y suficientes
bloques constructivos, aun sistemas tan complejos como los organismos podrían ser ensamblados sin la ayuda
de un ser supremo. En los capítulos 3, 7, 8 y 9 hemos visto que no hay suficiente tiempo. En este capítulo
consideraremos cuán asombroso es que el universo provea los bloques constructivos correctos y los procesos
naturales correctos para la vida.

Para poner esta situación en perspectiva, imagine la posibilidad de que un avión Boeing 747 pudiera ser
ensamblado completamente como resultado de un tornado que se abate sobre un depósito de chatarra. Ahora
imagine cuánto más remota sería la posibilidad si se sustituyera bauxita (mineral de aluminio) por las partes de
chatarra. Finalmente, imagine la posibilidad si en vez de bauxita se la reemplazara por sedimento del río. Así
también, cuando uno examina los bloques constructivos necesarios para que la vida cobre existencia, la
posibilidad de que eso ocurra sin algo o alguien que lo diseñe fuerza la imaginación más allá del punto de
ruptura. Hay cuatro bloques constructivos fundamentales que deben ser diseñados "justo a punto" para la vida.

1. Conseguir las moléculas correctas

Para que la vida sea posible, más de cuarenta diferentes elementos deben tener la capacidad de unirse para
formar moléculas. La unión molecular depende de dos factores: la magnitud de la fuerza de electromagnetismo
y la relación de la masa del electrón a la masa del protón.

Si la fuerza electromagnética fuera significativamente mayor, los átomos se tomarían de los electrones tan
fuertemente que no sería posible compartir ningún electrón con otros átomos. Pero si la fuerza electromagnética
fuera significativamente menor, los átomos no retendrían ningún electrón y, nuevamente, no ocurriría la
compartición de electrones entre átomos que permite que existan las moléculas. Si han de existir más de sólo
unos pocos tipos de moléculas, la fuerza electromagnética debe estar balanceada aún más delicadamente.

El tamaño y la estabilidad de las órbitas de los electrones alrededor de los núcleos de los átomos dependen de la
relación de la masa del electrón con la masa del protón. A menos que esta relación esté balanceada
delicadamente, las uniones químicas esenciales para la química de la vida nunca podrían tener lugar.

2. Conseguir los átomos correctos

Las moléculas de la vida no pueden construirse a menos que estén disponibles cantidades suficientes de los
elementos esenciales para la vida. Esto significa que deben poder formarse átomos de distintos tamaños. Para
que esto ocurra, debe existir un delicado equilibrio para cada una de las constantes de la física que gobiernan la
fuerza nuclear fuerte y débil, la gravedad, y también para los estados de energía de base del núcleo (niveles de
energía cuánticos que son importantes para la formación de elementos a partir de protones y neutrones) para
varios elementos clave.

En el caso de la fuerza nuclear fuerte (la fuerza que gobierna el grado en que los protones y neutrones se unen
entre sí en los núcleos atómicos) el equilibrio es fácil de ver. Si esta fuerza fuera demasiado débil, los protones
y los neutrones no se mantendrían unidos. En ese caso, existiría un solo elemento en el universo, hidrógeno,
porque el átomo de hidrógeno tiene sólo un protón y ningún neutrón en su núcleo. Por otro lado, si la fuerza
nuclear fuerte fuera de una intensidad ligeramente mayor que la que observamos en el cosmos, los protones y
los neutrones tendrían tal afinidad los unos por los otros que ninguno quedaría solo. Todos se encontrarían
unidos a muchos otros protones y neutrones. En tal universo no habría nada de hidrógeno, sino sólo elementos
pesados. La química de la vida es imposible sin hidrógeno; también es imposible si el hidrógeno es el único
elemento.

¿Qué tan delicado es el equilibrio para la fuerza nuclear fuerte? Si fuera tan sólo un 2% más débil o un 0,3%
más fuerte de lo que es en la actualidad, la vida sería imposible en cualquier tiempo y lugar dentro del universo.
{1}

¿Estamos considerando solamente la vida como la conocemos? No, estamos hablando de cualquier tipo de
química de la vida concebible en toda la extensión del cosmos. Esta condición delicada debe ser cumplida
universalmente.

En el caso de la fuerza nuclear débil (la fuerza que gobierna, entre otras cosas, la velocidad de la
descomposición radioactiva), si fuera mucho más fuerte de la que observamos, la materia en el universo sería
convertida rápidamente en elementos pesados. Pero si fuera mucho más débil, la materia en el universo
permanecería en la forma de los elementos más livianos exclusivamente. De una u otra forma, los elementos
esenciales para la química de la vida (como el carbono, el oxígeno, el nitrógeno, el fósforo) no existirían para
nada o existirían en cantidades muy por debajo de las que se requieren para que se puedan formar todas las
sustancias químicas esenciales para la vida. Más aún, a menos que la fuerza nuclear débil estuviera balanceada
delicadamente, aquellos elementos esenciales para la vida que son producidos sólo en el núcleo de las estrellas
súper-gigantes nunca escaparían de las fronteras de esos núcleos (las explosiones de supernovas se volverían
imposibles).{2}

El valor de la fuerza de la gravedad determina cuán calientemente arderán los hornos nucleares en los núcleos
de las estrellas. Si la fuerza gravitatoria fuera mayor, las estrellas serían tan calientes que se consumirían en
forma relativamente rápida; demasiado rápidamente y demasiado erráticamente para la vida. Además, un
planeta capaz de sustentar vida debe ser apoyado por una estrella que sea estable y de combustión prolongada a
la vez. Sin embargo, si la fuerza gravitatoria fuera menor, las estrellas nunca se volverían lo suficientemente
calientes como para poner en marcha la fusión nuclear. En tal universo no se produciría ningún elemento más
pesado que el hidrógeno y el helio.

A fines de la década de 1970 y a principios de la década de 1980, Fred Hoyle descubrió que era necesario un
ajuste increíblemente fino de los estados de energías de base del núcleo para el helio, el berilio, el carbono y el
oxígeno para que exista cualquier tipo de vida.{3} Los estados de energía de base para estos elementos no
pueden ser mayores o menores respecto de cada uno de ellos en más de un 4% sin producir un universo con
cantidades insuficientes de oxígeno y carbono para la vida.{4} Hoyle, que ha escrito extensamente en contra del
teísmo{5}, y especialmente el cristianismo, sin embargo concluyó, basándose en este cuádruple ajuste fino, que
"un súper-intelecto ha estado ‘jugando’ con la física, además de la química y la biología."{6}

3. Conseguir los nucleones correctos


Uno debe "jugar" con la física del universo para conseguir suficientes elementos correctos para la vida y, más
aún, para conseguir que esos elementos se unan entre sí para formar las moléculas de la vida. Uno debe también
hacer un ajuste fino del universo para conseguir la cantidad suficiente de nucleones (protones y neutrones)
como para formar los elementos.

En los primeros instantes de la creación, el universo contenía alrededor de diez mil millones y un nucleones por
cada diez mil millones de antinucleones. Los diez mil millones de antinucleones aniquilaron los diez mil
millones de nucleones, generando una cantidad enorme de energía. Todas las galaxias y estrellas que
constituyen el universo de hoy fueron formadas a partir de los nucleones que sobraron. Si el exceso inicial de
nucleones por sobre los antinucleones hubiera sido algo menor, no habría habido suficiente materia para que se
formen las galaxias, las estrellas y los elementos pesados. Si el exceso hubiera sido algo mayor, las galaxias se
hubieran formado, pero se habrían condensado y habrían atrapado la radiación tan eficientemente que ninguna
de ellas se habría fragmentado para formar las estrellas y los planetas.

El neutrón es un 0,138% más masivo que el protón. Debido a esta masa adicional, los neutrones requieren
apenas algo más de energía para formarse que los protones. Así que, al enfriarse el universo luego del evento
creador del big bang, produjo más protones que neutrones – de hecho, unas siete veces más.

Si el neutrón fuera sólo un 0,1% más masivo, quedarían tan pocos neutrones del enfriamiento del big bang que
no habría suficiente cantidad como para formar los núcleos de todos los elementos pesados esenciales para la
vida. Esta masa adicional del neutrón respecto del protón también determina la velocidad a la que los neutrones
se descomponen en protones y los protones en neutrones. Si el neutrón fuera 0,1% menos masivo, se
acumularían tantos protones para formar neutrones que todas las estrellas del universo se habrían colapsado
rápidamente formando ya sea estrellas neutrónicas o agujeros negros.{7} En consecuencia, para que la vida
fuera posible en el universo la masa del neutrón debe tener un ajuste fino mejor que el 0,1%.

Hay otro proceso de descomposición que involucra protones que debe tener un ajuste fino para que exista la
vida. Se cree que los protones se descomponen para formar mesones (un tipo de partícula fundamental). Digo
"se cree" porque la velocidad de descomposición es tan lenta que los experimentadores aún no han registrado un
solo evento de descomposición (el tiempo de descomposición promedio para un único protón supera los 4 x 1032
años). No obstante, los teóricos están convencidos de que los protones deben descomponerse para formar
mesones, y a una velocidad bastante cercana a los límites experimentales actuales. Si los protones se
descompusieran más lentamente para formar mesones, el universo hoy no tendría una cantidad suficiente de
nucleones para formar las galaxias, estrellas y planetas.{8} Esto se debe a que los factores que determinan esta
velocidad de descomposición también determinan la proporción entre nucleones y antinucleones al momento
del evento creador. Por lo tanto, si la velocidad de descomposición fuera menor, la cantidad de nucleones habría
sido balanceado demasiado estrechamente por la cantidad de antinucleones, lo cual, después del aniquilamiento,
habría dejado demasiados pocos nucleones.

Sin embargo, si la velocidad de descomposición de los protones para convertirse en mesones hubiera sido
mayor, además del problema de una proporción demasiado grande entre nucleones y antinucleones, también
habría el problema adicional desde el punto de vista de mantener la vida. Debido a la tremenda cantidad de
energía que se libera en este proceso de descomposición específico, la velocidad de descomposición destruiría o
dañaría la vida. Por lo tanto, la velocidad de descomposición no puede ser mayor que la actual.

4. Conseguir los electrones correctos

No sólo debe tener el universo un ajuste fino para tener suficientes nucleones, sino que debe existir un número
exacto de electrones. A menos que la cantidad de electrones sea equivalente a la cantidad de protones con una
precisión de una parte en 1037 o mejor, las fuerzas electromagnéticas en el universo habrían superado las fuerzas
gravitatorias de tal forma que las galaxias, estrellas y planetas jamás se hubieran formado.
Una parte en 1037 es un equilibrio tan increíblemente delicado que es difícil de visualizar. La siguiente analogía
puede ser de ayuda. Cubra todo el continente norteamericano con monedas de diez centavos de dólar hasta
llegar a la luna, una altura de unos 380.000 kilómetros. (En comparación, el dinero para pagar la deuda del
gobierno federal de los Estados Unidos cubriría dos kilómetros y medio cuadrados con una profundidad menor
de sesenta centímetros de monedas.). Luego, apile monedas de aquí a la luna en mil millones de otros
continentes del mismo tamaño que Norteamérica. Pinte una moneda de rojo y mézclela dentro de las mil
millones de pilas de monedas. Véndele los ojos a un amigo y pídale que extraiga una moneda. La probabilidad
de que tomará la moneda roja es de uno en 1037. Y éste es sólo uno de los parámetros que están tan
delicadamente balanceados para permitir que se forme la vida.

Cualquiera sea el nivel en el que examinemos los bloques constructivos de la vida (electrones, nucleones,
átomos o moléculas), la física del universo debe tener un ajuste fino meticuloso. El universo debe estar
construido exactamente para crear los electrones necesarios. Debe ser modelado exquisitamente para producir
los protones y los neutrones requeridos. Debe ser fabricado cuidadosamente a fin de obtener los átomos
necesarios. A menos que esté diseñado hábilmente, los átomos no podrán ser ensamblados en moléculas lo
suficientemente complejas. Un equilibrio tan preciso de todos estos factores está realmente más allá de nuestras
capacidades de comprensión. No obstante, con la medición del universo se vuelven aparentes hechos aún más
asombrosos.

La expansión del cosmos

El primer parámetro del universo que fue medido fue la velocidad de expansión del universo. Al comparar esta
velocidad con la física de formación de las galaxias y las estrellas, los astrofísicos encontraron algo asombroso.
Si el universo se expandiera demasiado rápido, la materia se dispersaría tan eficientemente que nada de ella se
aglomeraría suficientemente como para formar galaxias. Si no se forma ninguna galaxia, no se forma ninguna
estrella. Si no se forma ninguna estrella, no se forma ningún planeta. Si no se forma ningún planeta, no hay
lugar para la vida. Por otro lado, si el universo se expandiera demasiado lentamente, la materia se aglomeraría
tan eficientemente que toda ella, de hecho todo el universo, colapsaría para formar una masa súper densa antes
que ninguna estrella del tipo solar se pudiera formar.

Lo que es aún más asombroso es cuán delicadamente balanceada debe estar esa velocidad de expansión para
que exista la vida. No puede diferir de la velocidad real en más de una parte en 1055.

Una analogía que todavía no llega a acercarse a describir la naturaleza precaria de este equilibrio sería un millón
de lápices todos parados simultáneamente sobre sus puntas, sobre una superficie lisa de vidrio y sin ningún
soporte externo.

El modelo del big bang inflacionario para el universo ofrece una explicación física de por qué el universo está
colocado en un equilibrio tan delicado en su velocidad de expansión. A medida que las cuatro fuerzas
fundamentales de la física (las fuerzas de gravedad, la nuclear fuerte, la nuclear débil y la electromagnética) se
separaron una de otra durante la primera fracción de segundo luego del evento creador, es posible tener un
breve instante de hiperinflación (que dure sólo 10–34 segundos) que prácticamente garantiza que el universo más
tarde se expandirá a la velocidad que permita que exista la vida. Por supuesto, lo que hace eso es intercambiar
un equilibrio exquisito (la velocidad de expansión del cosmos) por otro (los valores de un conjunto de varias
constantes de la física).

Además de requerir un ajuste fino exquisito de las fuerzas y de las constantes de la física, la existencia de la
vida exige aún más. Exige que las partículas fundamentales, la energía y las dimensiones del espacio-tiempo del
universo permitan que el efecto túnel cuántico y la relatividad especial operen exactamente como lo hacen. El
efecto túnel cuántico debe funcionar ni más ni menos eficientemente que lo que observamos para que la
hemoglobina transporte la cantidad correcta de oxígeno a las células de todas las especies de vertebrados y la
mayoría de las especies de invertebrados.{9} De la misma forma, las correcciones relativísticas, ni demasiado
grandes ni demasiado pequeñas, son esenciales para que el cobre y el vanadio cumplan sus papeles críticos en el
funcionamiento del sistema nervioso y en el desarrollo de los huesos de todos los animales superiores.{10}

La medición de la edad del universo

El segundo parámetro del universo que fue medido fue su edad. Por muchas décadas, los astrónomos y otros se
han preguntado por qué, si Dios existe, habría de esperar tantos miles de millones de años para crear la vida.
¿Por qué no lo hizo enseguida? La respuesta es que, dadas las leyes y las constantes de la física que Dios
escogió crear, se necesitan entre diez y doce mil millones de años sólo para fundir suficientes elementos
pesados en los hornos nucleares de varias generaciones de estrellas gigantes para hacer posible la química de la
vida.

La vida no podría ocurrir más temprano en el universo de lo que lo hizo sobre la Tierra. Ni tampoco podría
ocurrir mucho más tarde. A medida que el universo envejece, las estrellas como el sol, ubicada en la parte
correcta de la galaxia para la vida (ver capítulo 15) y en una fase de combustión nuclear estable, se vuelven más
y más excepcionales. Si el universo fuera sólo unos pocos miles de millones de años más antiguo, tales estrellas
ya no existirían.

Un tercer parámetro que ya he discutido con cierto detenimiento es la entropía, la degradación de la energía. En
el capítulo 3, expliqué la evidencia de que el universo posee una cantidad extrema de entropía específica. Este
alto nivel de entropía es esencial para la vida. Sin este nivel, los sistemas tan pequeños como las estrellas y los
planetas nunca se formarían. Pero si bien la entropía del universo es extremadamente alta, no podría ser mayor.
Si fuera mayor, los sistemas tan grandes como las galaxias nunca se formarían. Las estrellas y los planetas no
pueden formarse sin las galaxias.

Las masas de las estrellas

Un cuarto parámetro – otro que es muy sensible – es la relación entre la constante de la fuerza electromagnética
y la constante de la fuerza gravitatoria. Si la fuerza electromagnética relativa a la fuerza de gravedad fuera
incrementada en sólo una parte en 1040 sólo se formarían estrellas pequeñas. Y si fuera disminuida en sólo una
parte en 1040 sólo se formarían estrellas grandes. Pero para que la vida sea posible en el universo deben existir
tanto las estrellas grandes como las pequeñas. Las estrellas grandes deben existir porque sólo en sus hornos
termonucleares se producen la mayoría de los elementos esenciales para la vida. Las estrellas pequeñas, como el
sol, deben existir porque sólo las estrellas pequeñas arden durante el tiempo suficiente y en la forma
suficientemente estable como para sostener un planeta con vida.{11}

Si volvemos a las pilas de monedas, una parte en 1040 es equivalente a que una persona vendada, hurgando a
través de un billón de pilas de monedas del tamaño de Norteamérica que lleguen hasta la luna, tome una y que,
en el primer intento, sea la moneda roja.

A finales de la década de 1980 y a principios de la década de 1990, varias otras características fueron medidas
exitosamente. Cada una de estas, también, indicaron un ajuste fino cuidadoso para soportar la vida. Actualmente
los investigadores han descubierto veintiséis características que deben tomar valores definidos muy
estrechamente para que exista la vida de cualquier tipo. Se provee una lista de estas características y las razones
por las que deben ser definidas en forma tan estrecha en la tabla 14.1.

La lista de las características de ajuste fino para el universo sigue creciendo. Los parámetros 24, 25 y 26, por
ejemplo, fueron agregados sólo en los últimos meses. Cuanto más precisamente y extensamente los astrónomos
miden el universo, más ajuste fino descubren en él. También, como hemos visto para muchas de las
características ya medidas, el grado de ajuste fino es completamente asombroso, muy superior a lo que los
esfuerzos humanos pueden lograr.

Por ejemplo, tal vez la mejor máquina construida jamás por el hombre sea un flamante detector de ondas de
gravedad diseñado por físicos del California Institute of Technology para hacer mediciones con una precisión
de una parte en 1023. En comparación, tres diferentes características del universo deben tener un ajuste fino
mejor que una parte en 1037 para que exista vida de cualquier tipo (para un comentario de por qué la vida debe
estar basada en el carbono, ver la sección "Otro tipo de vida" en las páginas 133 y 134). Mi argumento es que la
Entidad que trajo a la existencia al universo debe ser un Ser personal, porque sólo una persona puede siquiera
acercarse a un diseño de este grado de precisión. Considere, también, que esta Entidad personal debe ser al
menos cien billones de veces más "capaz" que nosotros, los humanos, con todos nuestros recursos.

Evidencias del ajuste fino del universo

Más de una docena de parámetros para el universo tienen que tener valores que caen dentro de rangos definidos
estrechamente para que exista vida de cualquier tipo.

1. constante de la fuerza nuclear fuerte


si mayor: no se formaría hidrógeno; los núcleos atómicos para la mayoría de los elementos esenciales
para la vida serían inestables
si menor: no habría elementos fuera del hidrógeno
2. constante de la fuerza nuclear débil
si mayor: demasiado hidrógeno se convertiría en helio en el big bang; por lo tanto, se haría demasiado
material de elementos pesados por la combustión de las estrellas; no habría expulsión de elementos
pesados de las estrellas
si menor: demasiado poco helio sería producido por el big bang; por lo tanto, se haría demasiado poco
material de elementos pesados por la combustión de las estrellas; no habría expulsión de elementos
pesados de las estrellas
3. constante de la fuerza gravitatoria
si mayor: las estrellas serían demasiado calientes y se consumirían demasiado rápido e irregularmente
si menor: las estrellas serían demasiado frías como para encender la fusión nuclear; por lo tanto, ninguna
producción de elementos pesados
4. constante de la fuerza electromagnética
si mayor: insuficientes uniones químicas; los elementos más pesados que el boro serían demasiado
inestables para la fisión
si menor: insuficientes uniones químicas
5. relación entre la constante de la fuerza electromagnética y la constante de la fuerza gravitatoria
si mayor: no habría estrellas menores; por lo tanto, duraciones de vida estelares breves y luminosidades
estelares desparejas
si menor: no habría estrellas mayores que 0,8 masas solares; por lo tanto, no habría producción de
elementos pesados
6. relación entre la masa del electrón y la masa del protón
si mayor: insuficientes uniones químicas
si menor: insuficientes uniones químicas
7. relación entre la cantidad de protones y la cantidad de electrones
si mayor: el electromagnetismo predominaría sobre la gravedad, impidiendo la formación de galaxias,
estrellas y planetas
si menor: el electromagnetismo predominaría sobre la gravedad, impidiendo la formación de galaxias,
estrellas y planetas
8. velocidad de expansión del universo
si mayor: no se formarían las galaxias
si menor: el universo se colapsaría antes que se formaran las estrellas
9. nivel de entropía del universo
si menor: no se formarían las proto-galaxias
si mayor: no habría condensación de estrellas dentro de las proto-galaxias
10. densidad de masa del universo
si mayor: demasiado deuterio a partir del big bang; por lo tanto, las estrellas se consumirían demasiado
rápido
si menor: una cantidad insuficiente de helio a partir del big bang; por lo tanto, se formarían demasiados
pocos elementos pesados
11. velocidad de la luz
si mayor: las estrellas serían demasiado luminosas
si menor: las estrellas no serían lo suficientemente luminosas
12. edad del universo
si mayor: no habría estrellas del tipo del sol en una fase de combustión estable en la parte correcta de la
galaxia
si menor: las estrellas del tipo del sol en una fase de combustión estable todavía no se habrían formado
13. uniformidad inicial de la radiación
si más uniforme: las estrellas, los racimos de estrellas y las galaxias no se habrían formado
si menos uniforme: el universo a esta altura consistiría mayormente de agujeros negros y espacio vacío
14. constante de estructura fina (un número que describe la separación de estructura fina de las líneas
espectrales)
si mayor: el ADN no podría funcionar; no habría estrellas mayores que 0,7 masas solares
si menor: el ADN no podría funcionar; no habría estrellas menores que 1,8 masas solares
15. distancia media entre galaxias
si mayor: se infundiría una cantidad insuficiente de gas en nuestra galaxia como para sustentar la
formación de estrellas a lo largo de un tiempo adecuado.
si menor: la órbita del sol se perturbaría demasiado radicalmente
16. distancia media entre estrellas
si mayor: la densidad de elementos pesados sería demasiado escasa como para que se formen planetas
rocosos
si menor: las órbitas planetarias serían demasiado inestables
17. velocidad de descomposición del protón
si mayor: la vida sería exterminada por la liberación de radiación
si menor: el universo contendría una cantidad insuficiente de materia para la vida
18. relación entre los niveles de energía nuclear de carbono12 (C12) y oxígeno16 (O16)
si mayor: insuficiente cantidad de oxígeno
si menor: insuficiente cantidad de carbono
19. nivel de energía de base del helio4 He4
si mayor: insuficiente cantidad de carbono y oxígeno
si menor: insuficiente cantidad de carbono y oxígeno
20. velocidad de descomposición del berilio8 (Be8)
si más lenta: la fusión de elementos pesados generaría explosiones catastróficas en todas las estrellas
si más rápida: no se producirían ningún elemento más pesado que el berilio; por lo tanto, no sería
posible la química de la vida
21. exceso de la masa del neutrón sobre la masa del protón
si mayor: la descomposición de neutrones arrojaría demasiados pocos neutrones como para la formación
de los elementos pesados esenciales para la vida
si menor: la descomposición de neutrones haría que todas las estrellas colapsen rápidamente para
convertirse en estrellas neutrónicas o agujeros negros.
22. exceso inicial de nucleones por sobre antinucleones
si mayor: demasiada radiación para la formación de planetas
si menor: insuficiente materia para la formación de galaxias o estrellas
23. polaridad de la molécula de agua
si mayor: el calor de la fusión y de la vaporización sería demasiado grande para que exista la vida
si menor: el calor de la fusión y de la vaporización sería demasiado pequeño para la existencia de la
vida; el agua líquida se volvería un solvente muy pobre para que funcione la química de la vida; el hielo
no flotaría, lo cual conduciría a un congelamiento descontrolado
24. erupciones de las supernovas
si demasiado cercanas: la radiación exterminaría la vida sobre el planeta
si demasiado lejanas: demasiado pocas cenizas de elementos pesados para la formación de planetas
rocosos
si demasiado frecuentes: la vida en el planeta se exterminaría
si demasiado infrecuentes: demasiado pocas cenizas de elementos pesados para la formación de planetas
rocosos
si demasiado tardías: la vida en el planeta sería exterminada por la radiación
si demasiado tempranas: demasiado pocas cenizas de elementos pesados para la formación de planetas
rocosos

25. binarias enanas blancas


si demasiado pocas: demasiado poco flúor para que funcione la química de la vida
si demasiadas: alteración de las órbitas planetarias por la densidad estelar; la vida en el planeta sería
exterminada
si demasiado tempranas: insuficiente cantidad de elementos pesados para la producción eficiente de
flúor
si demasiado tardías: el flúor es demasiado tardío para la incorporación al proto-planeta
26. relación entre la materia exótica y la materia ordinaria
si menor: no se formarían las galaxias
si mayor: el universo colapsaría antes que se pudieran formar estrellas del tipo del sol

Dios y los astrónomos

El descubrimiento de este grado de diseño en el universo está teniendo un profundo impacto teológico en los
astrónomos. Como ya hemos notado, Hoyle concluye que "un súper-intelecto ha estado 'jugando' con la física,
además de la química y la biología."{13} Y Davies ha pasado de promover el ateísmo{14} a conceder que "las
leyes [de la física] ... parecen ser ellas mismas el producto de un diseño extremadamente ingenioso"{15}
Agrega lo siguiente:

[Hay] para mí evidencia poderosa de que hay algo que está pasando detrás de todo esto... Parece como si
alguien hubiera hecho un ajuste fino de los números de la naturaleza para hacer el Universo. . . . La impresión
de un diseño es apabullante.{16}

El astrónomo George Greenstein, en su libro The Symbiotic Universe (El universo simbiótico) expresa estos
pensamientos:

Cuando examinamos la evidencia, surge el pensamiento en forma insistente de que algún agente sobrenatural –
o, más bien, un Agente – debe estar involucrado. ¿Es posible que de repente, sin tener la intención, hemos
tropezado con pruebas científicas de la existencia de un Ser Supremo? ¿Fue Dios quien intervino y modeló el
cosmos en forma tan providencial para nuestro beneficio?{17}
Tony Rothman, un físico teórico, en un artículo de orientación popular sobre el principio antrópico (la idea de
que el universo posee características estrechamente definidas que permiten la posibilidad de un hábitat para los
humanos) concluyó su ensayo con estas palabras:

El teólogo medieval que contemplaba el cielo nocturno a través de los ojos de Aristóteles y veía ángeles que
movían esferas armoniosamente se ha convertido en el cosmólogo moderno que contempla el mismo cielo a
través de los ojos de Einstein y ve la mano de Dios, no en los ángeles sino en las constantes de la naturaleza. . . .
Cuando nos vemos confrontados con el orden y la belleza del universo y las extrañas coincidencias de la
naturaleza, es muy tentador tomar el salto de fe desde la ciencia a la religión. Estoy seguro de que muchos
físicos lo quieren hacer. Sólo quisiera que lo admitieran.{18}

En un artículo que reseñaba el principio antrópico publicado en la revista Nature, los cosmólogos Bernard Carr
y Martin Rees declaran en su resumen: "La naturaleza verdaderamente exhibe algunas coincidencias notables, y
éstas exigen alguna explicación."{19} Carr, en un artículo más reciente sobre el principio antrópico, sigue
diciendo:

Uno debería llegar a la conclusión de que los rasgos del universo invocados en apoyo del Principio Antrópico
son sólo coincidencias o que el universo fue hecho a medida para la vida. ¡Les dejaré a los teólogos que
certifiquen la identidad del sastre!{20}

El físico Freeman Dyson concluyó su tratamiento del principio antrópico así: "El problema aquí es tratar de
formular alguna declaración del propósito último del universo. En otras palabras, el problema es leer la mente
de Dios."{21} Vera Kistiakowsky, una física del MIT y ex presidente de la Asociación de Mujeres en la Ciencia
(Association of Women in Science), comentó, ‘’El orden exquisito desplegado por nuestra comprensión del
mundo físico exige lo divino."{22} Arno Penzias, quien compartió el premio Nóbel de física por el
descubrimiento de la radiación cósmica de fondo, comentó:

La astronomía nos conduce a un evento único, un universo que fue creado de la nada, un universo con el
equilibrio muy delicado necesario para proveer las condiciones que permitan la vida, un universo que tiene un
plan subyacente (uno podría decir "sobrenatural").{23}

Unos años antes de la caída del comunismo, Alexander Polyakov, un teórico y becario del Moscow Landau
Institute, declaró:

Sabemos que la naturaleza está descrita por la mejor de las matemáticas posibles porque Dios las creó. Así que
hay una probabilidad de que la mejor de todas las matemáticas posibles será creada a partir de los intentos de
los físicos de describir la naturaleza.{24}

El afamado astrofísico Fang Li Zhi y su coautor, el físico Li Shu Xian, escribieron recientemente, "Una cuestión
que siempre ha sido considerada un tema de la metafísica o la teología – la creación del universo – se ha vuelto
ahora un área activa de investigación en la física."{25}

En la película de 1992 sobre Stephen Hawking, A Brief History of Time (Una breve historia del tiempo), el
colega de Hawking, el distinguido matemático Roger Penrose, comentó: "Yo diría que el universo tiene un
propósito. No está ahí sólo por azar."{26} Hawking y el colega de Penrose, George Ellis, hicieron la siguiente
declaración en una ponencia presentada en la Segunda Conferencia sobre Cosmología y Filosofía en Venecia:

Un ajuste fino asombroso ocurre en las leyes que hacen posible [esta complejidad]. La comprensión de la
complejidad de lo que se ha logrado hace muy difícil no usar la palabra "milagroso" sin tomar una posición con
relación a la posición ontológico de esa palabra.{27}

El cosmólogo Edward Harrison hace esta deducción:


He aquí la prueba cosmológica de la existencia de Dios – el argumento del diseño de Paley – actualizado y
remodelado. El ajuste fino del universo provee evidencia prima facie del diseño deísta. Haga su elección: el azar
ciego que requiere multitudes de universos o el diseño que requiere uno sólo. . . Muchos científicos, cuando
admiten sus puntos de vista, se inclinan hacia el argumento teleológico (del diseño).{28}

Allan Sandage, ganador del premio Crafoord en astronomía (equivalente al premio Nobel), comentó,
"Encuentro bastante improbable que este orden haya salido del caos. Tiene que haber algún principio ordenador.
Dios, para mí, es un misterio, pero es la explicación del milagro de la existencia: por qué hay algo en vez de
nada."{29} Robert Griffiths, quien ganó el premio Heinemann en física matemática, observó: "Si necesitamos
un ateo para un debate, voy al departamento de filosofía. El departamento de física no sirve para mucho."{30}
Tal vez el astrofísico Robert Jastrow, un agnóstico auto-confeso,{31} describió de la mejor forma lo que les
ocurrió a sus colegas al medir el cosmos:

Para el científico que ha vivido por su fe en el poder de la razón, la historia termina como una pesadilla. Ha
escalado las montañas de la ignorancia, está a punto de conquistar el pico más alto, y cuando se está
incorporando sobre la última roca lo saluda una banda de teólogos que han estado sentados allí por siglos.{32}

En todas mis conversaciones con quienes investigan las características del universo y en todas mis lecturas de
artículos y libros sobre el tema, ni una sola persona niega la conclusión de que de alguna forma el cosmos ha
sido diseñado para que sea un hábitat adecuado para la vida. Los astrónomos por naturaleza tienden a ser
independientes e iconoclastas. Si existe una oportunidad para discrepar, la tomarán. Pero, sobre este tema del
ajuste fino o el diseño cuidadoso del cosmos, la evidencia es tan convincente que aún no he oído de ningún
desacuerdo.

La personalidad del Creador

¿Implica el ajuste fino un diseño con propósito? Hay tantos parámetros que deben tener un ajuste fino y el grado
de ajuste fino es tan alto, que no parece posible ninguna otra conclusión.

Como señaló Harrison, la evidencia permite sólo dos opciones: el diseño divino o el azar ciego. El azar ciego,
como vimos en el capítulo 12, está descartado dado que las conclusiones basadas en el azar deben ser derivadas
de tamaños de muestras conocidos y no hipotéticos. El tamaño de muestra conocido para el/los universo/s es
uno, y siempre será uno, ya que la envolvente del espacio-tiempo es cerrada (lo que significa que nosotros los
humanos no podemos, ni siquiera en principio, descubrir algo de otros universos que pudieran posiblemente
existir).3

Mucho más está ocurriendo, sin embargo, que simples discursos de astrónomos acerca del diseño del cosmos
para soportar la vida. Palabras como alguien hizo un ajuste fino de la naturaleza, súper-intelecto, "jugó" con,
diseño apabullante, milagroso, mano de Dios, propósito último, mente de Dios, orden exquisito, equilibrio muy
delicado, extremadamente ingenioso, Agente sobrenatural, plan sobrenatural, cortado a medida, Ser Supremo
y diseñado providencialmente se aplican, obviamente, a una Persona. Más allá de simplemente establecer que el
Creador es una Persona, los hallazgos sobre el diseño proveen alguna evidencia de cómo es esa Persona.

Una característica que se destaca en forma dramática es Su interés y cuidado por las cosas vivas,
particularmente la raza humana. Vemos este cuidado en la vastedad y calidad de los recursos dedicados a
sustentar la vida.

Por ejemplo, la densidad de masa del universo, con toda su enormidad, está centrada en las necesidades de los
humanos. ¿Cómo? La densidad de masa determina cuán eficientemente opera la fusión nuclear en el cosmos. La
densidad de masa que medimos se traduce en unos cien mil trillones de estrellas para el actual universo
observable. Según muestra la tabla 14.1 (página 118), si la densidad de masa fuera demasiado grande se
formaría demasiado deuterio (un isótopo de hidrógeno con un protón y un neutrón en el núcleo) en los primeros
pocos minutos de la existencia del universo. Este deuterio adicional haría que las estrellas ardan en forma
demasiado rápida y errática como para que alguna de ellas pudiera soportar un planeta con vida. Por otro lado,
si la densidad de masa fuera demasiado pequeña, se formaría tan poco deuterio y helio en los primeros pocos
minutos que los elementos más pesados necesarios para la vida nunca se formarían en las estrellas. Esto
significa que las aproximadamente cien mil trillones de estrellas que observamos en el universo – ni más ni
menos – son necesarias para que la vida sea posible en el universo. Dios invirtió fuertemente en los seres vivos.
Él construyó todas esas estrellas y las modeló cuidadosamente durante la vida del universo para que en este
breve instante de la historia del cosmos los humanos pudieran existir y tener un lugar agradable para vivir.

Respuestas no teístas

Cuando se trata de las características de ajuste fino del universo, los no-teístas se encuentran en un aprieto. La
evidencia es demasiado significativa y concreta como para dejar de lado. La evidencia es inanimada; así que no
se puede apelar a hipótesis darwinistas. Las apelaciones a un tiempo casi infinito se ven frustradas por las
pruebas de la creación del tiempo sólo unos pocos miles de millones de años atrás. Los siguientes cinco
argumentos parecen cubrir el rango de las respuestas no teístas a la evidencia del diseño cósmico:

Argumento 1: Nosotros no estaríamos aquí para observar el universo si lo extremadamente improbable no


hubiera ocurrido.

La evidencia a favor del diseño es meramente accidental. Nuestra existencia simplemente testifica que lo
extremadamente improbable ciertamente tuvo lugar por azar. En otras palabras, no estaríamos aquí para reportar
las características del universo a menos que el azar hubiera producido estas propiedades altamente improbables.

Refutación: Este argumento es fundamentalmente una apelación a las probabilidades infinitas que ya ha sido
contestada (ver capítulo 12). Otra respuesta ha sido desarrollada por el filósofo Richard Swinburne{33} y ha
sido resumida por otro filósofo, William Lane Craig:

Suponga que cien tiradores expertos son enviados para ejecutar a un prisionero en un escuadrón de
fusilamiento, y el prisionero sobrevive. El prisionero no debería asombrarse de que no ve que está muerto.
Después de todo, si estuviera muerto no podría observar su muerte. No obstante, tendría que asombrarse de que
esté vivo.{34}

Extendiendo el argumento de Craig y Swinburne, el prisionero debería concluir, dado que está vivo, que todos
los tiradores expertos erraron por algún azar extremadamente improbable. Él podría querer atribuir su
supervivencia a una increíble buena suerte, pero sería mucho más racional que él concluyera que los fusiles
estaban cargados con salvas o que los tiradores erraron a propósito. Alguien tiene que haber tenido el propósito
de que viva. De la misma forma, la conclusión racional que se deduce del ajuste fino del universo es que
Alguien tuvo el propósito de que nosotros viviéramos.

Argumento 2: El diseño del universo es simple antropomorfismo

El astrofísico Joseph Silk, en su más reciente esfuerzo de comunicar la física de la cosmología del big bang a
los legos, se mofa de la conclusión de que el universo ha tenido un ajuste fino para soportar la vida. Compara la
"tontería" de la idea del diseño con la suposición absurda de la pulga de que el perro del que se alimenta ha sido
diseñado precisamente para su beneficio. El error de la pulga, sugiere, se vuelve muy aparente apenas se le
coloque al perro un collar para las pulgas.{35}

El argumento de Silk ignora algunos temas clave. Si bien la pulga puede estar un poco centrada en sí misma al
suponer que el perro fue diseñado exclusivamente para ella, no hay ninguna razón para negar que el perro fue
diseñado para un propósito, o para varios propósitos. (El mito de que la vida es producto estrictamente de
procesos naturales accidentales es tratado en el capítulo 16.) El collar contra las pulgas puede ser un argumento
más fuerte a favor del diseño (por ejemplo, el control de la población) que a favor de la falta de diseño. Más
importantemente, si bien podemos imaginarnos un amplio rango de huéspedes adecuados para soportar a la
pulga, cada uno de ellos requiere elementos de diseño para facilitar la supervivencia de la pulga. Aunque son
bastante abundantes los huéspedes adecuados para la pulga, no lo son los universos adecuados para la vida. Los
astrofísicos no han sido capaces de inventar universos hipotéticos significativamente diferentes del nuestro que
pudieran soportar seres humanos o, para el caso, cualquier tipo de vida física inteligente concebible.

Argumento 3: Los argumentos del diseño están fuera del dominio de la ciencia y, por lo tanto, deben ser
ignorados.

Las publicaciones del National Center for Science Education, entre otros grupos anti-creacionistas, aseveran
repetidamente que la ciencia está "basada en lo empírico y es necesariamente materialista; los milagros no
deben ser permitidos" y que "cualquier teoría con un fundamento sobrenatural no es científica."{36} Dado que
los argumentos de diseño implican la intervención sobrenatural, pueden ser ignorados justificadamente porque
"no pueden ser considerados científicos."{37}

Refutación: Afirmar que la ciencia y la teología son mutuamente excluyentes puede ser conveniente para los
materialistas que no están dispuestos a defender su filosofía, pero es insostenible. La ciencia raramente es
neutral en lo religioso. Análogamente, la fe religiosa raramente es neutral en lo científico. Tanto la ciencia como
la teología tratan frecuentemente con causa y efecto y con procesos de desarrollo en el mundo natural. Tanto la
ciencia como la teología tratan con el origen del universo, el sistema solar, la vida y la humanidad.

Cuando se trata de las causas, los procesos de desarrollo y los orígenes, existen siempre dos posibilidades:
natural o sobrenatural. Insistir dogmáticamente que nunca deben considerarse respuestas sobrenaturales
equivale a decir que todos los seres humanos sigan una sola religión, la religión del materialismo ateo.
Encuentro irónico que, en nombre de la libertad religiosa, ciertos proponentes de la educación científica insisten
en librar a nuestras instituciones de enseñanza e investigación de cualquier fe que se atreva a competir con la
suya.

Argumento 4: El orden puede surgir del caos.

La idea de que bajo condiciones estrictamente naturales el orden puede surgir y surgirá del caos fue propuesta
primeramente por David Hume, casi doscientos años atrás. Recientemente, ha sido revivido por el químico
galardonado con el premio Nobel, Ilya Prigogine en su libro Order out of Chaos (El orden a partir del caos)
{38} y por la exitosa película Jurassic Park (Parque jurásico). Hume hizo la afirmación sin ningún apoyo de
las evidencias. Prigogine señaló varias reacciones químicas en las que el orden parece surgir de sistemas
caóticos. Jurassic Park en realidad toca otro tema, a saber la teoría del caos y la lógica borrosa.

El principio detrás de la teoría del caos y la lógica borrosa es que, al tratar de predecir el resultado del estado
futuro de sistemas excepcionalmente complejos, el investigador estará mejor si se conforma con respuestas o
conclusiones aproximadas en cada paso en la solución de un problema en vez de respuestas o conclusiones
exactas. La presunción de un principio auto-organizador en los sistemas caóticos surge del hecho de que cuanto
más complejo es el sistema mayor es la oportunidad de desviaciones del equilibrio termodinámico en pequeñas
porciones del sistema (y mayor es la dificultad para determinar cuáles son realmente los estados de equilibrio
termodinámico). Según la segunda ley de la termodinámica, la entropía crece en todos los sistemas, pero la
entropía puede decrecer (es decir, el orden puede crecer) en parte de un sistema, siempre que un incremento
adicional de entropía (es decir, desorden) ocurra en otra parte del sistema. Debido a que los investigadores
humanos pueden ser propensos a subestimar la complejidad de algunos sistemas, se sorprenden ocasionalmente
por cuánto puede desviarse una pequeña porción de un sistema del equilibrio termodinámico. No obstante, las
leyes de la termodinámica predicen que estas desviaciones son temporarias, y cuanto mayor la desviación, más
rápidamente se corrigen los desvíos.

Sin los desvíos del equilibrio termodinámico, no se formarían las gotas de lluvia y los copos de nieve, por
ejemplo. Pero la formación de gotas de lluvia y de copos de nieve se acerca a los límites de auto-organización
de un proceso natural. Si bien los copos de nieve exhiben un alto grado de orden, su contenido de información o
nivel de diseño permanece bastante bajo. La distinción es aproximadamente como la diferencia entre el Nuevo
Testamento y un libro que contenga la oración "Dios es bueno" repetida 90.000 veces. El último ejemplo
muestra un orden considerable, pero no mucha información. El primer ejemplo contiene un alto grado de orden
y un alto grado de información (o diseño) a la vez. Los ejemplos de Prigogine exhiben incrementos de orden
pero sin incrementos significativos en el contenido de información. Los procesos naturales solos no pueden
explicar el nivel excepcionalmente alto de diseño y de contenido de información en los organismos vivos o en la
estructura del universo que hacen que la vida sea posible.

Argumento 5: A medida que seguimos evolucionando, llegaremos a ser el Creador-Diseñador

En su libro, The Anthropic Cosmological Principle (El principio antrópico cosmológico), los astrofísicos John
Barrow y Frank Tipler reseñan muchas nuevas evidencias del diseño del universo.{39} Luego pasan a discutir
versiones del principio antrópico como el WAP (Weak Anthropic Principle – principio antrópico débil: los seres
conscientes sólo pueden existir en un medio ambiente con características que permitan que lo habiten), el SAP
(Strong Anthropic Principle – principio antrópico fuerte: la naturaleza debe adoptar aquellas características que
admitan, en algún lado y en algún tiempo, la existencia de seres conscientes), y versiones más radicales,
incluyendo el PAP (Participatory Anthropic Principle – principio antrópico participativo: los observadores
conscientes son necesarios para traer a la existencia al universo, y el universo es necesario para traer a la
existencia a los observadores). Pero lo que ellos propician es el FAP (Final Anthropic Principle – principio
antrópico final).

Con el FAP, la vida que existe (pasado, presente y futuro) continuará evolucionando con los recursos
inanimados del universo hasta que alcance un estado que Barrow y Tipler denominan el "Punto Omega."{40}
Este Punto Omega, dicen, es una Entidad que tiene las propiedades de omnipotencia, omnipresencia y
omnisciencia, con la capacidad de crear en el pasado.{41} En otras palabras, el Dios-Creador no existe todavía,
pero nosotros (toda la vida y todas las estructuras inanimadas del universo) estamos evolucionando
gradualmente hacia Dios. Cuando Dios sea construido finalmente así, Su poder será tal que Él puede crear un
universo entero con todas sus características de diseño miles de millones de años atrás.

En su último libro, The Physics of Immortality (La física de la inmortalidad),{42} Tipler propone que la
evolución hacia el Punto Omega ocurrirá mediante el avance de la tecnología de las computadoras.
Extrapolando el tiempo de duplicación de la capacidad de computación (en la actualidad, alrededor de dieciocho
meses) hacia algunos millones de años en el futuro, Tipler predice que una generación futura de seres humanos
podrá no sólo alterar todo el universo y todas las leyes de la física sino también crear un Dios que aún no existe.
Más aún, podremos resucitar cada ser humano que haya vivido jamás mediante la recuperación de los recuerdos
que alguna vez residieron en el cerebro de cada persona.

Refutación: Es difícil tratar estas hipótesis del FAP y del Punto Omega en forma seria. En el New York Review
of Books, el conocido crítico Martin Gardner ofreció su evaluación del trabajo de Barrow y Tipler:

¿Qué podemos decir de este cuarteto de WAP, SAP, PAP y FAP? En mi opinión no tan humilde, creo que el
último principio puede llamarse mejor CRAP, Completely Ridiculous Anthropic Principle – principio antrópico
completamente ridículo (nota: en inglés, la palabra "crap" significa "basura").{43}

En The Physics of Immortality, Tipler sobrestima groseramente el papel de la memoria humana y la capacidad
futura de las computadoras. Así como las computadoras no pueden funcionar solamente con bancos de
memoria, tampoco la mente humana y la conciencia humana operan solamente mediante la memoria. Si bien
están teniendo lugar hoy notables progresos en la tecnología de computación, las leyes de la física imponen
límites finitos predecibles sobre el hardware de las computadoras futuras. Como ha sido documentado
rigurosamente por Roger Penrose en The Emperor’s New Mind y Shadows of the Mind, estos límites no
permiten siquiera la duplicación de la conciencia humana, y mucho menos las capacidades fantásticas que
sugiere Tipler.{44}

Pero Tipler aparentemente quiere alterar mucho más que sólo el universo y las leyes de la física. Él cree, por
ejemplo, que las computadoras futuras serán capaces de exponer a la gente a los principios de la teoría del juego
tan efectivamente que todos los pensamientos y acciones destructivos serán purgados y la ya no habrá maldad,
aún para gente del tipo de Adolf Hitler y Mata Hari.{45} En la religión de Tipler, la obra redentora de un
Salvador se vuelve innecesaria. Considere, sin embargo, que si la propuesta de Tipler fuera cierta, cuanto mejor
la gente comprendiera la teoría del juego menor sería la propensión que exhibirían a cometer el mal.
Desafortunadamente para Tipler, no hay evidencias de ninguna correlación de este tipo.

Tipler no sólo descarta el infierno sino que redefine el cielo. El "cielo" de Tipler trae la dicha relacional (más
precisamente, sexual) a todo hombre y mujer. Él produce una ecuación para "probar" que su utopía generada
por la computadora traerá a cada hombre una mujer, y a cada mujer un hombre, capaces de entregar 100.000
veces el impacto y la satisfacción del mejor compañero que uno pueda imaginar en la vida que conocemos.{46}
La atracción popular de esta idea documenta la bancarrota espiritual de nuestro tiempo. Evidentemente muchas
personas nunca han saboreado un placer mayor que lo que puede dar la experiencia sexual.

En un artículo para el Skeptical Inquirer, Gardner nuevamente blandió sus cuchillos satíricos:

Le dejo al lector que decida si deberán optar por OPT (Omega Point Theology – teología del punto omega)
como una nueva religión científica superior a la Cientología – una religión destinada a elevar a Tipler al rango
de un profeta más grande que L. Ron Hubbard – u optar por el punto de vista de que OPT es una fantasía
descabellada generada por la lectura de demasiada ciencia-ficción.{47}

En su rechazo persistente de un Creador eterno y trascendente algunos cosmólogos (y otros) están recurriendo a
opciones cada vez más irracionales. Hay cierta lógica en esto, sin embargo. Si por motivos personales o morales
el Dios de la Biblia no es aceptable, entonces, dada toda la evidencia para la trascendencia y el diseño, las
alternativas están restringidas a vuelos de la imaginación.

A lo largo del tiempo y a medida que destrabamos más de los secretos del vasto cosmos, los hombres y mujeres
estarán más sobrecogidos por cuán exquisitamente está diseñado el universo. Pero ¿a qué estará dirigido ese
sobrecogimiento – a la cosa creada o al Creador? Esa es la elección de cada persona.

REFERENCIAS (tomadas de la edición inglesa)

{1}Richard Swinburne, "Argument for the Fine-Tuning of the Universe," Physical Cosmology and Philosophy,
ed. John Leslie (New York: Macmillan, 1991), page 160: Hugh Ross, The Fingerprint of God, 2nd ed. rev.
(Orange, CA: Promise, 1991), page 122.

{2}Ross, pages 122-123.

{3}Fred Hoyle, Galaxies, Nuclei and Quasars (New York: Harper and Row, 1965), pages 147-150; Fred Hoyle,
"The Universe: Past and Present Reflection," Annual Reviews of Astronomy and Astrophysics 20 (1982), page
16: Ross, pages 126-127.
{4}Fred Hoyle, The Nature of the Universe, 2nd ed. rev. (Oxford, U.K.: Basil Blackwell, 1952), page 109; Fred
Hoyle, Astronomy and Cosmology: A Modern Course (San Francisco, CA: W. H. Freeman, 1975), pages 684-
685; Hoyle, "The Universe: Past and Present Reflection," page 3; Hoyle, Astronomy and Cosmology, page 522.

{5}Hoyle, The Nature of the Universe, page 111.

{6}Hoyle, "The Universe: Past and Present Reflection," page 16.

{7}John D. Barrow and Frank J. Tipler, The Anthropic Cosmological Priniciple (New York: Oxford University
Press, 1986), page 400.

{8}

{9}George F. R. Ellis, "The Anthropic Principle: Laws and Environments," in The Anthropic Principle, F.
Bertola and U. Curi, ed. (New York: Cambridge University Press, 1993), page 30; D. Allan Bromley, "Physics:
Atomic and Molecular Physics," Science 209 (1980), page 116.

{10}George F. R. Ellis, page 30; H. R. Marston, S. H. Allen, and S. L. Swaby, "Iron Metabolism in Copper-
Deficient Rats," British Journal of Nutrition 25 (1971), pages 15-30; K. W. J. Wahle and N. T. Davies, "Effect
of Dietary Copper Deficiency in the Rat on Fatty Acid Composition of Adipose Tissue and Desaturase Activiy
of Liver Microsomes," British Journal of Nutrition 34 (1975), pages 105-112; Walter Mertz, "The Newer
Essential Trace Elements, Chromium, Tin, Vanadium, Nickel, and Silicon," Proceedings of the Nutrition
Society, 33 (1974), pages 307-313.

{11}John P. Cox and R. Thomas Giuli, Principles of Stellar Structure, Volume II: Applications to Stars (New
York: Gordon and Breach, 1968), pages 944-1028.

{12}Davies and Koch, pages 391-403. Ver también los capítulos 3 y 4.

{13}Hoyle, "The Universe," page 16.

{14}Paul Davies, God and the New Physics (New York: Simon & Schuster, 1984), page 243.

{15}Paul Davies, Superforce (New York: Simon & Schuster, 1988), page 203; Paul Davies, "The Anthropic
Principle," Science Digest 191, no. 10 (October 1983), page 24.

{16}Paul Davies, The Cosmic Blueprint (New York: Simon & Schuster, 1988), page 203; Paul Davies, "The
Anthropic Principle," Science Digest 191, no. 10 (October 1983), page 24.

{17}George Greenstein, The Symbiotic Universe (New York: William Morrow, 1988), page 27.

{18}Tony Rothman, "A ‘What You See Is What You Beget’ Theory," Discover (May 1987), page 99.

{19}Carr and Rees, page 612.

{20}Carr, page 153 (el énfasis está en el texto original).

{21}Freeman Dyson, Infinite in All Directions (New York: Harper and Row, 1988), page 298.

{22}Henry Margenau and Roy Abraham Varghese, ed., Cosmos, Bios and Theos (La Salle, IL: Open Court,
1992), page 52.
{23}Margenau and Varghese, ed., page 83.

{24}Stuart Gannes, Fortune, 13 October 1986, page 57.

{25}Fang Li Zhi and Li Shu Xian, Creation of the Universe, trans. T. Kiang (Singapore: World Scientific,
1989), page 173.

{26}Roger Penrose, en la película A Brief History of Time (Burbank, CA: Paramount Pictures Incorporated,
1992).

{27}George F. R. Ellis, page 30.

{28}Edward Harrison, Masks of the Universe (New York: Collier Books, Macmillan, 1985), pages 252, 263.

{29}John Noble Wilford, "Sizing Up the Cosmos: An Astronomer’s Quest," New York Times, 12 March 1991,
page B9.

{30}Tim Stafford, "Cease-fire in the Laboratory," Christianity Today, 3 April 1987, page 18.

{31}Robert Jastrow, "The Secret of the Stars," New York Times Magazine, 25 June 1978, page 7.

{32}Robert Jastrow, God and the Astronomers (New York: W. W. Norton, 1978), page 116.

{33}Swinburne, page 165.

{34}William Lane Craig, "Barrow and Tipler on the Anthropic Principle Versus Divine Design," British
Journal of Philosophy and Science 38 (1988), page 392.

{35}Joseph Silk, Cosmic Enigma (1993), pages 8-9.

{36}NCSE staff, Education and Creationism Don’t Mix (Berkeley, CA: National Center for Science Education,
1985), page 3; Eugenie C. Scott, "Of Pandas and People," National Center for Science Education Reports
(January-February 1990), page 18; Paul Bartelt, "Patterson and Gish at Morningside College," The Committees
of Correspondence, Iowa Committee of Correspondence Newsletter, vol. 4, no. 4 (October 1989), page 1.

{37}Education and Creationism Don’t Mix, page 3; Eugenie C. Scott and Henry P. Cole, "The Elusive
Scientific Basis of Creation Science," The Quarterly Review of Biology (March 1985), page 297.

{38}Ilya Prigogine and Isabelle Stengers, Order out of Chaos: Man’s New Dialogue With Nature (New York:
Bantam Books, 1984).

{39}Barrow and Tipler.

{40}Barrow and Tipler, page 676-677.

{41}Barrow and Tipler, pages 676-677, 682; Martin Gardner, "Notes of a Fringe-Watcher: Tipler’s Omega
Point Theory," Skeptical Inquirer 15, no. 2 (1991), pages 128-132.

{42}Frank J. Tipler, The Physics of Immortality: Modern Cosmology, God and the Resurrection of the Dead
(New York: Doubleday, 1994).
{43}Martin Gardner, "WAP, SAP, PAP, and FAP," The New York Review of Books, vol. 23, no. 8, 8 May 1986,
pages 22-25.

{44}Roger Penrose, The Emperor’s New Mind (New York: Oxford University Press, 1989), pages 3-145, 374-
451; Roger Penrose, Shadows of the Mind (New York: Oxford University Press, 1994), pages 7-208.

{45}Frank J. Tipler, pages 253-255.

{46}Frank J. Tipler, pages 256-257.

{47}Gardner, "Notes of a Fringe-Watcher," page 132.

El universo diseñado "justo a punto"


Walter L. Bradley, Ph.D.

Walter Bradley recibió su Ph.D. en ciencia de los materiales de University of Texas at Austin. Después de
ocho años en Colorado School of Mines, llegó a Texas A&M University donde actualmente es profesor y
Senior TEES Research Fellow en el departamento de ingeniería mecánica. Ha recibido dos premios de
enseñanza, un premio de investigación nacional, cinco premios de investigación locales, y de 1989 a 1993
dirigió el departamento. Ha recibido más de 3 millones de dólares en becas y contratos de investigación
que dieron como resultado la publicación de más de 80 artículos. Ha sido honrado por sus contribuciones
técnicas y fue elegido como Fellow of the American Society for Materials. Él y su esposa, Ann, tienen
dos hijos mayores.

Introducción

¿Qué significa a nivel humano que un ingeniero diseñe un producto? En gran escala, ¿qué significaría decir que
el universo es producto de un diseñador inteligente? ¿Y qué evidencia hay para apoyar esta afirmación? ¿Qué
rasgos del universo sugieren que hay un "hogar" que ha sido elaborado cuidadosamente para nuestro beneficio?
William Paley, en su obra clásica Natural Theology (1802), brindó evidencia tomada tanto de las ciencias
físicas como de las biológicas a favor de un universo diseñado, pero la fortaleza de su argumento a favor del
diseño estaba limitada por el conocimiento científico de su tiempo, y fue cuestionada posteriormente por la
teoría de la evolución de Darwin. Sin embargo, los descubrimientos en astronomía y cosmología de la última
mitad de siglo XX han provisto evidencia sumamente convincente a favor de un universo diseñado. Mi
propósito en este artículo es brindar una indicación clara de lo que significa el diseño y luego resumir la base
objetiva de la cosmología que indica que nuestro universo ciertamente está diseñado en forma única como un
hábitat para la vida en general y para los humanos en particular.

¿Qué hace un ingeniero cuando diseña algo?

Para lograr entender lo que hacen los ingenieros cuando diseñan productos para los clientes, déjeme primero
darle un ejemplo sencillo de cómo interactuamos con nuestro mundo cuando configuramos los sucesos físicos
con un propósito. Suponga que quiero arrojar una bomba de agua desde la torre inclinada de Pisa a un amigo
que está caminando en la plaza abajo (y no a otros turistas). Usando las ecuaciones que descubrió Newton para
el movimiento y la atracción gravitatoria, yo podría describir el descenso de la bomba de agua hasta la plaza con
la siguiente relación algebraica sencilla:

H(t) = h0 - (G m / r2 ) t2 /2 - v0 t (1)

donde "G" es una constante universal que indica el valor de la fuerza de atracción gravitatoria, "m" y "r" son la
masa y el radio de la tierra respectivamente, y "h0" y "v0" son la altura de la torre desde donde voy a arrojar la
bomba y la velocidad vertical con la que la arrojo. Teniendo definidas estas constantes y estas condiciones
iniciales, puedo entonces calcular la altura de la bomba de agua. H(t) da la altura calculada de la bomba de agua
en función del tiempo "t" desde cuando la arrojé. Esta ecuación puede ser usada para garantizar que mi bomba
llegará a la plaza en el momento justo como para pegarle a mi amigo. Todo lo que tengo que hacer es
determinar en qué instante mi amigo paseante estará exactamente debajo de mí en la plaza, y entonces puedo
usar la Ec. 1, para determinar la velocidad inicial con la que necesito arrojar la bomba. Simplemente dejar caer
la bomba está bien también; basta poner v0 = 0 y resolver para obtener el momento correcto para dejar caer la
bomba. La precisión con la que debo especificar la velocidad de la bomba arrojada depende de la forma
matemática de la Ec. 1, los valores especificados para la constante universal G y la condición inicial h0. Con la
simple forma matemática de la Ec. 1, la constante de la fuerza de gravedad G y la altura de la torre inclinada de
Pisa, tendría que ser relativamente fácil pegarle a mi amigo.

Los tres factores que son esenciales para predecir el movimiento de la bomba de agua desde la torre inclinada
hasta la plaza abajo ilustran los factores que generalmente son necesarios para brindar resultados determinados
en el trabajo de ingeniería: (1) la forma matemática que asume la naturaleza (como se ilustra en la Ec.1); (2) los
valores de las constantes universales (G en Ec. 1); y (3) las condiciones de borde, que incluyen la altura "h0" de
la torre desde donde arrojo la bomba y la velocidad inicial "v0" con la cual arrojo la bomba. Los términos "m" y
"r" pueden considerarse como las condiciones de borde adicionales que son propias de la ubicación de la torre
sobre la superficie de la tierra (en vez de algún otro lugar del universo). El ingeniero no tiene ningún control
sobre las leyes de la naturaleza y las formas matemáticas que asumen. Tampoco tiene control alguno el
ingeniero sobre las constantes universales, como la constante de la fuerza de gravedad. El ingeniero sólo puede
fijar las condiciones de borde, que se hace mediante dibujos de ingeniería que especifican exactamente cómo
será el artefacto una vez fabricado.

Ilustremos este proceso de diseño con los requisitos (o condiciones de borde) que deben especificarse cuando un
ingeniero diseña un automóvil. Debe determinar cuidadosamente las condiciones bajo las cuales la energía
química en la gasolina será liberada y convertida en momento de torsión en las ruedas del auto. Cada dimensión
de cada pieza del motor, por ejemplo, es crítica para que las piezas trabajen en conjunto en forma armoniosa. El
tamaño absoluto y la forma de las piezas (a diferencia del tamaño relativo para que encajen unas con otras)
depende de las fuerzas a ser desarrolladas y transmitidas, que a su vez dependen del peso del auto y la velocidad
que alcanzará cuando esté funcionando. El peso depende del tamaño, que a su vez depende de la cantidad de
pasajeros y equipaje que llevará el auto. Estos factores luego determinan el tamaño de los cilindros y los
pistones a ser usados en el motor y la proporción de gasolina inyectada en estos cilindros. Los sistemas de
frenos y de suspensión tienen que ser dimensionados independientemente para que coincidan con los requisitos
de peso, así como las especificaciones de las cubiertas. Note cuántas especificaciones están relacionadas entre sí
y, por lo tanto, no pueden ser asignadas independientemente. Cuanto mayor es esta interdependencia de las
condiciones de borde, más complejos y exigentes son los requisitos de diseño. Pequeños errores en la
especificación de cualquiera de estos requisitos producirán un auto con un desempeño muy inferior o, peor aún,
un auto que no funciona para nada.

En las próximas secciones vamos a analizar si el universo tiene estas características esenciales que asociamos
con el diseño. Los resultados determinados en el mundo natural dependen de (1) la forma matemática que
asume la naturaleza; (2) los valores de las constantes universales; y (3) las condiciones iniciales, o condiciones
de borde. Mientras los ingenieros sólo pueden fijar las condiciones de borde, la aptitud de universo como un
hábitat para la vida en general y para los seres humanos en particular depende de las tres características. Por lo
tanto, consideraremos cómo cada uno de estos requisitos aparece como esencial para la creación de un hábitat
natural adecuado para la vida.

La asombrosa forma matemática que asume la naturaleza

La matemática es una actividad intelectual abstracta que comenzó en Grecia en el siglo VI a.C con Pitágoras y
fue desarrollada por Euclides y Aristóteles. Sus estudios comenzaron con línea rectas y círculos y se
extendieron a elipses, creadas por el seccionamiento de conos. En el siglo III a.C., Apolonias de Perga escribió
ocho tomos monumentales dedicados a estas curvas, describiendo sus propiedades como "milagrosas." Sin
embargo, nunca se les ocurrió a estos matemáticos que estas formas abstractas hermosas de la matemática eran
en realidad descripciones de fenómenos del mundo real. Imagine el alborozo de Johannas Kepler (1571-1630)
unos dieciocho siglos después, cuando descubrió que las órbitas de los planetas alrededor del sol se ajustaban a
estas mismas formas matemáticas hermosas pero abstractas. Kepler señaló:

"El principal objetivo de todas las investigaciones del mundo exterior debería ser descubrir el orden racional y
la armonía que le ha sido impuesto por Dios y que Él nos ha revelado en el lenguaje de la matemática."

Galileo Galilei (1564-1642) señaló que "las leyes de la naturaleza están escritas con la mano de Dios en el
lenguaje de la matemática." Morris Kline, en su libro Mathematics: The Loss of Certainty (La matemática: la
pérdida de la certeza - 1980) señala que los matemáticos religiosos del siglo XVI y XVII, incluyendo a
Newton, Galileo, Kepler y Copérnico, creían que el universo era ordenado y, por lo tanto, estaba descrito por la
matemática, porque un Dios racional lo construyó así. Kline dice que estos científicos/matemáticos creían que:

"Dios había diseñado el universo, y era de esperar que todos los fenómenos de la naturaleza siguieran un plan
maestro. Una mente que diseñara un universo seguramente habría empleado un conjunto de principios básicos
para regir todos los fenómenos relacionados."

Aun estos cristianos devotos se hubieran sorprendido indudablemente de saber que todos los fenómenos
increíblemente variados que vemos en la naturaleza son el resultado de una cantidad tan pequeña de leyes
físicas-cada una de las cuales asume una forma matemática sencilla-que pueden ser escritas todas en un lado de
una hoja, como vemos en la Tabla 1.

Tabla 1: Leyes fundamentales de la naturaleza

Mecánica (ecuaciones de Hamilton)

Electrodinámica (ecuaciones de Maxwell)


Mecánica estadística (ecuaciones de Boltzmann)

Mecánica cuántica (ecuaciones de Schrödinger)

Relatividad general (ecuación de Einstein)

El físico Eugene Wigner, en un ensayo ampliamente citado titulado The Unreasonable Effectiveness of
Mathematics in the Physical Sciences (La efectividad irrazonable de la matemática en las ciencias físicas -
Comm. Pure and Appl. Math, 1960) señala que los científicos en general dan por sentado la efectividad notable
y aun milagrosa de la matemática para describir el mundo real. En palabras de Wigner:

"La tremenda utilidad de la matemática es algo que bordea lo misterioso... No hay ninguna explicación racional
para esto... El milagro de lo adecuado del lenguaje de la matemática para la formulación de las leyes de la física
es un regalo asombroso que ni entendemos ni merecemos..."

Albert Einstein, en una carta a un amigo (1956, Lettres a Maurice Solovine), al comentar acerca de la
comprensibilidad matemática del mundo, señaló:

"Tal vez le parezca extraño que yo considere la comprensibilidad del mundo al punto que podemos hablar de
esta comprensibilidad como un milagro o un misterio eterno. Bueno, a priori uno debería esperar un mundo
caótico, que no pueda ser comprendido de ninguna forma mediante el pensamiento... El tipo de orden creado,
por ejemplo, por la teoría de la gravedad de Newton es de una especie bastante diferente. Si bien los axiomas de
la teoría son postulados por un ser humano, el éxito de una empresa tal presupone un orden en el mundo
objetivo de un alto grado, que a priori uno no tiene ningún derecho de esperar. Ese es el milagro que se vuelve
cada vez más persuasivo con el desarrollo creciente del conocimiento."
A diferencia de Einstein y Wigner, pero de acuerdo con Newton y sus contemporáneos, muchos físicos
modernos consideran que la forma matemática asombrosa que asume la naturaleza es una evidencia de un
diseñador/creador inteligente-es decir Dios más que un misterio. Por ejemplo, el distinguido físico ruso,
Alexander Polykov, señala que: "Sabemos que la naturaleza está descrita por la mejor matemática posible
porque Dios la creó." El astrofísico australiano, Paul Davies, dice: "Las ecuaciones de la física tienen en ellas
una simplicidad, una elegancia y una belleza increíbles. Eso en sí mismo es suficiente para probarme a mí que
debe haber un Dios que es responsable de estas leyes y responsable del universo."

Pero la forma matemática por sí sola es insuficiente para garantizar un universo que sea un hábitat adecuado. La
forma matemática particular también es crítica. Por ejemplo, es esencial que la forma matemática provea
sistemas estables al nivel atómico o cósmico. Las soluciones de las ecuaciones de Hamilton para la mecánica no
relativista newtoniana y para la teoría general de la relatividad de Einstein en la Tabla 1 para un sol con planetas
sería inestable, a menos que la energía potencial gravitatoria sea proporcional a r-1, un requisito que sólo se
cumple para un universo con tres dimensiones espaciales. Para que la solución de la ecuación de Schrödinger
(Tabla 1) para el átomo de hidrógeno dé niveles de energía estables y limitados, nuevamente se requiere un
universo con tres (o menos) dimensiones espaciales. Las ecuaciones de Maxwell (Tabla 1) también sólo son
válidas para un universo de tres dimensiones espaciales. Además, Courant y Hilbert (1962, Methods of
Mathematical Physics - Métodos de la física matemática) han encontrado que la transmisión de señales
electromagnéticas o acústicas de alta fidelidad están optimizadas en nuestro universo tridimensional, al decir:

"...este mundo nuestro, en el cual las señales acústicas o electromagnéticas son la base de la comunicación,
parece haber sido escogido entre los modelos matemáticamente concebibles por su simplicidad y armonía."

En resumen, está claro que el carácter matemático específico de nuestro universo es esencial para que sea un
hábitat adecuado para la vida; sin embargo, la razón por la que la naturaleza tiene esta forma matemática es
problemática desde una metafísica naturalista.

El misterio de las constantes cosmológicas

Hay ciertas constantes universales que son una parte esencial de nuestra descripción matemática del universo.
Encontramos una lista parcial en la Tabla 2, e incluye la contante de Planck (h), la velocidad de la luz (c), la
constante de la fuerza de la gravedad (G), la masa del protón, del electrón, del neutrón, la carga unitaria del
electrón o del protón, las constantes de la fuerza débil, de la fuerza nuclear fuerte y de acople electromagnético,
y la constante de Boltzmann (k). Cuando se desarrollaron los modelos cosmológicos por primera vez a
mediados del siglo XX, se suponía ingenuamente que la selección de un conjunto dado de constantes no era
crítica para la formación de un hábitat adecuado para la vida. Los estudios posteriores de los parámetros que
hicieron variar las constantes en forma sistemática han demostrado que cambios en cualquiera de las constantes
produciría un universo dramáticamente diferente que no sería adecuado para la vida en ninguna forma
imaginable.

Se han escrito mucho libros en los últimos diez años para detallar esta característica asombrosa de nuestro
universo, a saber, que las constantes universales tienen que estar "justo a punto" para tener un universo apto
para la vida. Una lista parcial incluye The Anthropic Cosmological Principle (El principio cosmológico
antrópico) de Barrow y Tipler (1986), Universes (Universos) de John Leslie (1989), The Accidental Universe
(El universo accidental) (1982), Superforce (Superfuerza) (1984) y The Cosmic Blueprint (El plano cósmico)
(1988) de Davies, Cosmic Coincidences (Coincidencias cósmicas) de Gribbin y Rees, The Anthropic Principle
(El principio antrópico) de Reinhard Breuer (1991), Universal Constants in Physics (Constantes universales de
la física) de Gilles Cohen-Tannoudji (1993), The Creation Hypothesis (La hipótesis de la creación) editado por
J.P. Moreland (1994) y Mere Creation (Mera creación) editado por William Dembski (1998). Voy a ilustrar
este requisito de estar "justo a punto" para las diversas constantes universales y propiedades de la materia
mediante varios ejemplos.
Tabla 2: Constantes universales

Constantes universales

Masa de las partículas elementales

Constantes de la estructura fina

Constantes universales

Boltzman's constant Constante de Boltzman

Planck's constant Constante de Planck

Speed of light Velocidad de la luz


Gravitational Constante gravitacional
constant

Masa de las partículas elementales

Pion rest Masa/energía del pión en reposo


mass/energy

Neutron rest Masa/energía del neutrón en reposo


mass/energy

Electron rest mass Masa del electrón en reposo

Proton rest mass Masa del protón en reposo

Unit charge Carga unitaria

Mass-energy relation Relación masa-energía

Constantes de la estructura fina

Gravitation fine Constante de la estructura fina gravitatoria


structure constant ("Alfa-S")

Fine structure Constante de la estructura fina de la


constant of the weak interacción débil ("Alfa-W")
interaction

Electromagnetic fine Constante de la estructura fina


structure constant electromagnética ("Alfa-E")

Fine structure Constante de la estructura fina de la


constant of the strong interacción fuerte ("Alfa-S")
interaction

Constantes de la estructura fina-Cada una de las cuatro fuerzas de la naturaleza puede ser expresada
adimensionalmente a fin de poder expresar sus fuerzas relativas según actúan en la naturaleza de una forma que
facilite la comparación. Estas se resumen en la Tabla 2, y puede verse que varían en 1041, o 41 órdenes de
magnitud (10 con 40 ceros adicionales después). Sin embargo, un cambio mínimo en cualquiera de estas
constantes produce cambios dramáticos en el universo que lo convierten en inadecuado para la vida. Hay varios
ejemplos que ilustran esta naturaleza de "ajuste fino" de nuestro universo.

Se ha encontrado que la magnitud relativa entre la fuerza de gravedad y la fuerza electromagnética es crucial
por múltiples razones. Note en la Tabla 2 que la fuerza electromagnética es 1038 veces mayor que la fuerza de la
gravedad. Es la fuerza de gravedad la que junta a los protones en las estrellas haciendo que se fusionen entre sí
con la consiguiente liberación de energía. La fuerza electromagnética hace que se rechacen. Debido a que la
fuerza de gravedad es tan débil en comparación con la fuerza electromagnética, la velocidad a la cual las
estrellas "arden" por fusión es muy lenta, lo que permite que las estrellas provean una fuente de energía estable
durante un período muy largo. Si esta relación hubiera sido de 1032 en vez de 1038 (es decir, la gravedad fuera
mucho mayor), las estrellas serían mil millones de veces menos grandes, y arderían un millón de veces más
rápido.
La distribución de frecuencia de la radiación electromagnética producida por el sol también es crítica, ya que
necesita estar sintonizada con las energías de los enlaces químicos en la tierra. Si los fotones de la radiación
fueran demasiado energéticos (demasiada radiación ultravioleta), entonces los enlaces químicos se destruirían y
las moléculas serían inestables; si los fotones fueran demasiado débiles (demasiada radiación infrarroja),
entonces las reacciones químicas serían demasiado lentas. La radiación producida depende de un equilibrio
delicado entre la fuerza electromagnética (alfa-E) y la fuerza de gravedad (alfa-G), con la relación
matemática que incluye (alfa-E)12, lo que hace que la especificación de la fuerza electromagnética sea
especialmente crítica. Por otro lado, la energía de enlace químico proviene de cálculos mecánicos cuánticos que
incluyen la fuerza electromagnética, la masa del electrón y la constante de Planck. Por lo tanto, todas estas
constantes tienen que ser dimensionadas en su relación mutua a fin de ofrecer un universo en el cual la
radiación esté sintonizada con las reacciones químicas necesarias que son esenciales para la vida.

Otra coincidencia interesante de ajuste fino es que el espectro de emisión para el sol no sólo tiene un pico en un
nivel de energía que es ideal para facilitar la reacción química sino que también tiene un pico en la ventana
óptica para el agua. El agua es 107 veces más opaco a la radiación ultravioleta e infrarroja que a la radiación en
el espectro visible (lo que llamamos luz). Dado que el tejido vivo en general y los ojos en particular están
compuestos mayormente por agua, la comunicación por la vista sería imposible si no fuera por el hecho que esta
ventana única de la transmisión de la luz por el agua concuerda con la radiación del sol. Sin embargo, esta
concordancia requiere una determinación cuidadosa de los valores de las constantes de la fuerza de gravedad y
la fuerza electromagnética, además de la constante de Planck y la masa del electrón.

A continuación, considere el valor de la fuerza nuclear fuerte. El elemento más crítico de la naturaleza para el
desarrollo de la vida es el carbono. Sin embargo, ha resultado aparente recientemente que la abundancia del
carbono en la naturaleza es el resultado de un equilibrio muy preciso de la fuerza nuclear fuerte y la fuerza
electromagnética, que determina los niveles de energía cuánticos de los núcleos. Sólo están permitidos ciertos
niveles de energía para los núcleos y estos pueden considerarse como escalones de una escalera. Si la masa-
energía de dos partículas que chocan da como resultado una masa-energía combinada que es igual o
ligeramente menor que un nivel de energía permisible en la "escalera cuántica," entonces los dos núcleos se
adherirán fácilmente o se fusionarán en la colisión, y la diferencia de energía necesaria para alcanzar el escalón
será provista por la energía cinética de las partículas que chocan. Si este nivel de masa-energía para las
partículas que se combinan es exactamente el correcto, o "justo a punto," entonces se dice que las colisiones
tienen resonancia, lo cual significa una alta eficiencia de las colisiones que generan la fusión de la partículas
que chocan. Si la masa-energía combinada da como resultado un valor que es ligeramente mayor que uno de
los niveles de energía permisibles en la "escalera de energía," entonces las partículas simplemente rebotarán
entre sí en vez de adherirse o fusionarse. Hoyle (1970) predijo la existencia del nivel de energía de resonancia
desconocido del carbono, y posteriormente se encontró que existía. La fusión del helio y el berilio arroja un
valor de masa-energía que es 4% menor que la energía de resonancia del carbono, que es compensado
fácilmente por la energía cinética. De igual importancia fue el descubrimiento de que la masa-energía para la
fusión del carbono con el helio era 1% mayor que el nivel de energía cuántico en la "escalera de energía" para el
oxígeno, lo cual hace que esta reacción sea bastante desfavorable. Por lo tanto, casi todo el berilio se convierte
en carbono, pero sólo una pequeña fracción del carbono es convertida inmediatamente a oxígeno. Estos dos
resultados exigen la especificación del valor relativo de la fuerza nuclear fuerte y la fuerza electromagnética
dentro de ~1%, lo cual es verdaderamente asombroso teniendo en cuenta su grandes valores absolutos y su
diferencia en un factor de 100X, como vemos en la Tabla 2.

En forma más general, un aumento del 2% de la fuerza nuclear fuerte con relación a la fuerza
electromagnética dejaría al universo sin hidrógeno, sin estrellas de larga duración que consumen hidrógeno y
sin agua (que es una molécula compuesta por dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno), el solvente
último para la vida. Una disminución de sólo 5% de la fuerza nuclear fuerte con relación a la fuerza
electromagnética impediría la formación de deutones a partir de la combinación de protones y neutrones, lo que
a su vez impediría la formación de todos los núcleos más pesados a través de la fusión de deutones para formar
helio, la fusión del helio con el helio para formar berilio, y así sucesivamente. Rozental (1980) estima que la
fuerza nuclear fuerte tuvo que ser entre 0,8 y 1,2 veces su valor actual para que hubiera deutones y todos los
elementos de peso atómico 4 o superior.

Si la constante de acople de la fuerza débil (ver Tabla 2) fuera ligeramente mayor, los neutrones se
descompondrían más rápidamente, reduciendo la producción de deutones y, por lo tanto, de helio y de
elementos con núcleos más pesados. Por otra parte, si la constante de acople de la fuerza débil fuera ligeramente
menor, el big bang habría consumido casi todo el hidrógeno convirtiéndolo en helio con el resultado final de un
universo con poco o nada de hidrógeno y en cambio muchos elementos pesados. Esto no habría dejado ninguna
estrella de larga duración y ningún elemento compuesto que contenga hidrógeno, especialmente agua. Breuer
(1991) señala que la mezcla aproximada de hidrógeno y helio para proveer elementos compuestos que
contengan hidrógeno, estrellas de larga duración y elementos más pesados es de aproximadamente 75%
hidrógeno y 25% helio, que es justamente lo que encontramos en nuestro universo. Este equilibrio exige que la
constante de acople de la fuerza débil (alfa-W) sea proporcional a la constante de acople de la fuerza de
gravedad (alfa-G) en la siguiente proporción: (alfa-W)4 ~ (alfa-G), que podemos ver en la Tabla 2 que se
cumple en la realidad.

Esta es sólo una lista ilustrativa pero no exhaustiva de ejemplos de coincidencias cósmicas que claramente
demuestran que las cuatro fuerzas de la naturaleza han sido dimensionadas cuidadosamente para dar un
universo que provee fuentes de energía de larga duración y una variedad de bloques constructivos atómicos que
son necesarios para la vida. Se detallan muchos otros ejemplos en los libros citados, algunos de los cuales son
bastante cómicos. Por ejemplo un valor más grande de la gravedad haría más probable que al caer nos
quebremos debido a la fuerza de gravedad mucho mayor. Pero ¿qué deberíamos pensar acerca de partículas
elementales y otras constantes universales como la velocidad de la luz y la constante de Planck? ¿Acaso
también tiene que estar especificados muy precisamente?

Las masas de las partículas elementales y otras constantes universales-Ha sido sorprendente saber que las
masas de las partículas elementales también deben ser especificadas muy cuidadosamente en su relación mutua
y también con relación a las fuerzas de la naturaleza. Por ejemplo, Stephen Hawking (1980) ha señalado que la
diferencia entre la masa del neutrón y la masa del protón debe ser aproximadamente dos veces la masa del
electrón. La masa-energía del protón es de 938,28MeV, la masa-energía del electrón es de 0,51MeV, y el
neutrón pesa 939,57 MeV. Si la masa-energía del protón más la masa-energía del electrón no fuera levemente
menor que la masa-energía del neutrón, entonces los electrones se combinarían con los protones para formar
neutrones, y toda la estructura atómica colapsaría, dejando un mundo de neutrones solamente. Si esta diferencia
fuere mucho mayor, entonces todos los neutrones se descompondrían en protones y electrones, dejando un
mundo de hidrógeno solamente, ya que los neutrones son necesarios para permitir que los protones se combinen
para construir núcleos más pesados y los elementos asociados. Como están las cosas, el neutrón tiene justo el
peso suficiente como para asegurar que el big bang haya generado un neutrón por cada siete protones,
permitiendo una provisión abundante de hidrógeno como combustible para las estrellas y suficientes neutrones
como para construir los elementos más pesados del universo. De nuevo, los valores relativos precisos para las
masas de estas partículas elementales son considerados críticos para proveer un universo con fuentes de energía
de larga duración y diversidad de elementos.

Brandon Carter (1970) ha provisto ejemplos de otras relaciones esenciales de las masas de partículas
elementales a fin de permitir la formación de elementos más pesados en la naturaleza: la fuerza fuerte debe estar
relacionada con la masa del neutrón y la masa del pión por (alfa-S)2 ~ 2 (masa del neutrón/masa del pión); la
constante de la estructura fina electromagnética (alfa-E) ~ [(masa del neutrón) - (masa del protón)] / (masa del
pión); y la estructura fina de la fuerza nuclear fuerte debe obedecer (alfa-S)2 ~ 1 / (9 alfa-E). La Tabla 2 puede
ser usada para mostrar que cada uno de estos requisitos se cumple en la realidad. Es notable que se satisfagan
todos estos requisitos, a pesar del hecho que estas masas y fuerzas parecen ser independientes en su asignación
y no están conectados causalmente. Podrían afirmarse también requisitos adicionales para h, k, c y otras
constantes.
Concluiremos esta sección sobre las coincidencias cosmológicas permitiendo que varios científicos distinguidos
den su opinión acerca de las observaciones reseñadas más arriba. Por ejemplo, Freeman J. Dyson dice:

"Cuando miramos afuera hacia el universo e identificamos los muchos accidentes de la física y la astronomía
que han resultado en nuestro beneficio, casi parece como si el universo debe haber sabido en alguna forma que
estábamos llegando nosotros."

El ganador del premio Nobel, Arno Penzias, hace esta observación acerca del carácter enigmático del universo:

"La astronomía nos lleva a este evento único, un universo que fue creado de la nada y que está equilibrado
delicadamente para proveer exactamente las condiciones requeridas para sustentar la vida. En la ausencia de un
accidente absurdamente improbable, las observaciones de la ciencia moderna parecen sugerir un plan
subyacente que podríamos llamar sobrenatural."

Sir Fred Hoyle, el famoso astrónomo británico que al principio (1951) argumentaba que las coincidencias eran
sólo eso, coincidencias, para 1984 había cambiado de opinión, según se desprende de esta cita:

"Estas propiedades parecer atravesar la trama del mundo natural como una hebra de felices coincidencias. Pero
hay tantas coincidencias extrañas esenciales para la vida que parecen exigir alguna explicación para
justificarlas."

Los requisitos asombrosos para las condiciones iniciales

La forma matemática específica que asume la naturaleza y los valores altamente específicos de las diversas
constantes universales y las masas de las partículas elementales no puede explicar por sí solos nuestro hábitat y
la vida. Todo esto podría haber sido hecho de forma elegante, como ocurrió y explicamos arriba, y aun así la
vida no hubiera ocurrido si las condiciones de borde en ciertos puntos críticos no hubieran sido fijados
adecuadamente. En esta sección, discutiremos las condiciones iniciales para el big bang. Existe un problema
similar para el origen de la vida y para la explosión del Cámbrico, pero dejaremos la discusión de estos temas
para artículos más detallados en otra parte de esta edición especial.

El problema de valores de borde (o condiciones iniciales) fundamental con el big bang es el carácter crítico de
la velocidad inicial. Si esta velocidad hubiera sido demasiado grande, la materia en el universo se habría
expandido demasiado rápidamente y nunca se habrían formando los planetas, las estrellas y las galaxias. Si la
velocidad inicial hubiera sido demasiado baja, el universo se habría expandido sólo por un tiempo breve y luego
habría colapsado rápidamente bajo la influencia de la gravedad. Los modelos cosmológicos bien aceptados nos
dicen que la velocidad inicial debe estar especificada con una precisión de 1 / 1055. Este requisito parece superar
largamente a la casualidad y ha sido el impulso para alternativas creativas, más recientemente el modelo
inflacionario del big bang. Sin embargo, la inflación misma parece exigir un ajuste fino para que ocurra y para
que arroje irregularidades ni demasiado pequeñas ni demasiado grandes para que se formen las galaxias.
Inicialmente, se estimaba que dos componentes de una constante cosmológica impulsora de la expansión debían
cancelarse entre sí con una precisión mejor que 1 parte en 1050. Más recientemente, en Scientific American
(enero de 1999), se afirma que la precisión requerida es de 1 parte en 10123. Además, la relación entre la energía
gravitatoria y la energía cinética debe ser igual a 1,000000 con una variación de 1 parte en 100.000. Esta es un
área de investigación activa en este momento y estos valores podrían cambiar con el tiempo. Sin embargo,
parece que los requisitos esenciales de las condiciones de borde altamente especificadas estarán presentes para
cualquier modelo que sea confirmado finalmente para el origen de big bang del universo.

Resumen
Mi ejemplo inicial de diseño era uno muy sencillo que involucraba una sola ley física, una constante universal y
dos condiciones iniciales que podían ser determinadas de forma tal que mi bomba de agua llegara sobre la plaza
de la torre inclinada de Pisa en el momento justo como para pegar a mi amigo paseante. Este es un problema de
diseño relativamente sencillo. Sin embargo, para que el universo tuviera estrellas que generaran una diversidad
de elementos, que proveyeran fuentes de energía a largo plazo con una radiación de longitud de onda adecuada
para facilitar las reacciones químicas, y satisfacer muchos otros requisitos de un hábitat adecuado para la vida y
para el origen de la vida, la forma matemática de las leyes de la naturaleza, las 19 constantes universales (no
todas listadas en la Tabla 2), y muchas condiciones iniciales deben estar "JUSTO A PUNTO." Muchos de
estos requisitos están interrelacionados. Por ejemplo, el requisito de la velocidad inicial está relacionado con el
valor de la fuerza de gravedad. Hay tantos requisitos distintos interrelacionados que parece difícil imaginar
cómo todos estos resultaron "accidentalmente" como necesitaban ser. Debido a los muchos requisitos cruzados,
parece improbable que haya un conjunto alternativo de valores para estas constantes que "funcione." Además,
los valores necesarios abarcan treinta órdenes de magnitud (1030), lo cual hace que su "selección" correcta
accidental sea mucho más notable. Es bastante fácil comprender por qué tantos científicos han cambiado de
opinión en los últimos 30 años, y están de acuerdo en que se requiere una gran dosis de fe para creer que el
universo puede ser explicado como nada más que un accidente cósmico fortuito. La evidencia a favor de un
diseñador inteligente se vuelve más convincente cuanto más comprendemos acerca de nuestro hábitat
cuidadosamente fabricado.

Traducción: Alejandro Field

Copyright © 1999 by Walter L. Bradley. Todos los derechos reservados.

Reimpresión del capítulo 1 (pp. 33-50) de Mere Creation: Science, Faith and Intelligent Design, William A.
Dembski, Editor (Intervarsity Press, 1998). Usado con permiso.

Una explosión de vida


Dr. Paul Chien

El Dr. Paul Chien nació en China y se graduó en la Universidad de Hong Kong, donde obtuvo títulos en química
y botánica. Completó su doctorado en University of California, Irvine, y su postgrado en biología marina en Cal
Tech. En la actualidad preside el departamento de biología de University of San Francisco.

El Dr. Paul Chien, que preside el departamento de biología de University of San Francisco, recientemente aceptó
una invitación única para viajar a China para estudiar fósiles de la era del Cámbrico. Lo que Chien encontró en el
sitio en Chengjiang, y lo que ha aprendido desde entonces acerca de la fauna del Cámbrico, ha cambiado el foco
de su carrera. Hoy, Chien está dedicado a explorar y promover más los misterios de la explosión de vida del
Cámbrico. Además, Chien posee la mayor colección de fósiles chinos del Cámbrico de Norteamérica.

Chien asistió a Mere Creation, una conferencia de noviembre último auspiciado por Christian Leadership y que fue anunciado en un
número anterior de Real Issue. Lo que sigue es una entrevista con Paul Chien.
Un científico revela detalles de la explosión del Cámbrico,
un enigma biológico que desconcierta a los darwinistas

RI (Real Issue): Dr. Chien, ¿cuál es su interés en el debate entre la evolución y la creación?

Chien: Aun antes de convertirme en cristiano, tenía dudas acerca de la evolución. Durante mis años de escuela
secundaria, estaba realmente interesado en encontrar respuestas, pero no obtuve mucha ayuda. Por un tiempo
perdí interés porque pensaba que, de una forma u otra, no era muy importante. Pero desde que comencé a
enseñar, muchas personas me han preguntado sobre esto. De hecho, a menudo hablo en iglesias, grupos de
jóvenes y en conferencias, y me he visto forzado a enfrentar esa cuestión. Ahora es prácticamente mi
pasatiempo.

RI: Hasta hace poco, usted se ha concentrado en los efectos de la contaminación en los organismos marinos.
Entonces, ¿cómo llegó a estudiar la "explosión de vida" del Cámbrico?

Chien: Al estudiar los organismos marinos, y principalmente los grupos invertebrados, tengo una visión clara de
las distintas características de cada phyla. La teoría de la evolución nunca [pareció] aplicarse bien en mi campo
de los invertebrados marinos. Cuando surgió la noticia de [el descubrimiento de] una explosión de vida animal,
realmente me entusiasmó porque esa [había sido] mi posición por muchos años. Además, el capítulo de Phil
Johnson sobre los fósiles [Darwin on Trial, Intervarsity Press, 1991] realmente despertó mi interés en este área.

Cuando apareció una oportunidad para hablar con paleontólogos chinos y visitarlos en el sitio original del
descubrimiento de los fósiles, se convirtió en algo que tenía que hacer. Así que en marzo último organicé un
grupo internacional para hacer una visita allá.

RI: Entonces, ¿es el sitio de Chengjiang un lugar fundamental para la explosión del Cámbrico?

Chien: Sí, es el sitio del primer animal marino encontrado en los primeros tiempos del Cámbrico. No
consideramos a los microorganismos como animales.

RI: ¿Hay otros lugares en el mundo donde se encuentren los mismos organismos?

Chien: En cierto modo, hay similitudes entre el sitio de China y el otro sitio famoso, la fauna de Burgess Shale
(esquisto de Burgess), en Canadá. Pero resulta que el sitio de China es más antiguo, y la preservación de los
especímenes mucho, mucho mejor. Hasta pueden verse los nervios, los órganos internos y otros detalles que no
están presentes en ningún otro lugar.

RI: Y supongo que muchos de estos son probablemente animales del tipo marino de tejido blando.

Chien: Sí, incluyendo organismos del tipo de las medusas. Hasta pueden verse conductos de agua en las
medusas. Son todos marinos. Esa parte del oeste de China estaba bajo un mar poco profundo en ese tiempo.

RI: A medida que se interesó más en esto y descubrió más acerca de esto, ¿encontró que realmente era una
"explosión de vida"?

Chien: Sí. Una forma sencilla de explicarlo, es que actualmente tenemos unas 38 phyla de diferentes grupos de
animales, pero la cantidad total de phyla descubiertas durante ese período de tiempo (incluyendo las de China,
Canadá y de otras partes) suma más de 50 phyla. Eso significa [que hay] más phyla en el principio mismo,
cuando encontramos los primeros fósiles [de vida animal], que las que hay ahora.
Stephen J. Gould [un biólogo evolucionista de Harvard University] se ha referido a esto como el cono invertido
de la diversidad. La teoría de la evolución sugiere que las cosas se vuelven cada vez más complejas y se
diversifican cada vez más a partir de un origen único. Pero todo resulta ser al revés. Tenemos más grupos
diferentes en el principio mismo, y el hecho es que cada vez más de estos grupos desaparecen con el tiempo, y
tenemos cada vez menos ahora.

RI: ¿Qué información está oyendo, o no está oyendo, el público acerca de la explosión del Cámbrico?

Chien: La impresión general que tiene la gente es que comenzamos con microorganismos, luego vinieron los
animales inferiores que no significan mucho, y luego vinieron las aves, los mamíferos y el hombre. Los
científicos estaban considerando un rama muy pequeña de todo el reino animal, y vieron más complejidad y
rasgos avanzados en ese grupo. Pero resulta que este concepto no se aplica a todo el espectro de animales ni a la
aparición o creación de diferentes grupos. Si toma todos los esquemas de los cuerpos de los ascárides,
platelmintos, el coral, las medusas, etc., todos estos aparecieron en el primer instante mismo.

La mayoría de los libros suelen mostrar un árbol vivo de la evolución, con los grupos evolucionando durante un
período de tiempo largo. Si uno toma ese árbol y corta el 99 por ciento, [lo que queda] está más cerca de la
realidad; es el verdadero comienzo de cada grupo de animales, todos representados al comienzo de todo.

Desde el período cámbrico, sólo tenemos desapariciones, y no tenemos nuevos grupos que aparezcan, jamás.
Hay una sola pequeña excepción que se cita, el grupo conocido como los briozoos, que se encuentran en el
registro fósil un poco más tarde. Sin embargo, la mayoría de las personas cree que simplemente no lo hemos
encontrado aún, que ese grupo probablemente estuvo presente también en la explosión del Cámbrico.

También, la explosión animal atrapó la atención de las personas cuando los chinos confirmaron que habían
encontrado un género, ahora llamado Yunnanzoon, que estuvo presente al comienzo mismo. Este género es
considerado un cordado, y el phylum Cordata incluye a los peces, los mamíferos y el hombre. Un evolucionista
diría que el antecesor de los humanos estuvo presente en ese momento. Si lo consideramos más objetivamente,
diríamos que el grupo animal más complejo, los cordados, estuvieron representados al comienzo, y que no
pasaron por una evolución lenta y gradual para convertirse en cordados.

RI: En el número de diciembre de 1995 de la revista Time, en el artículo "When Life Exploded" (Cuando
explotó la vida), el escritor daba a entender que no había que ponerse nervioso, que la teoría de la evolución no
corría peligro.

Chien: Los científicos salen y dicen: "Ah, sí, hemos oído esto antes y es muy similar al Burgess Shale," etc.,
pero la historia de Burgess Shale no fue contada por muchos años. El Burgess Shale fue encontrado por Charles
Walcott en 1909. ¿Por qué no fue informada la historia al público hasta fines de la década de 1980?

Desde el inicio yo pensaba que era un problema para ellos; no podían entender lo que estaba pasando, porque
encontraron algo que no guarda ninguna semejanza con los grupos animales y las phyla actuales. Walcott
originalmente intentó calzar estos grupos en los actuales, pero [su intento] nunca fue satisfactorio.

Fue desconcertante por un tiempo, porque se rehusaron a ver que en el principio podía haber más complejidad
que la que tenemos ahora. Lo que están viendo son phyla que no existen ahora; más de 50 phyla, comparado
con las 38 que tenemos ahora. (De hecho, la cifra de 50 primero fue de 100 por un tiempo, pero luego el
consenso la llevó a más de 50.) Pero el punto es que vieron algo con lo que no sabían qué hacer; esa es la
posición científica honesta en la que están colocados. Más adelante, a medida que comenzaron a entender que
las cosas no son iguales a las expectativas darwinianas, comenzaron a callarse.

RI: Ahora que está saliendo la información, ¿qué están diciendo?


Chien: En realidad, no tenemos una explicación razonable aún, aunque se han postulado algunas teorías
biológica y ambientales. Stephen Gould fue citado por Phil Johnson [en Darwin on Trial] diciendo que cosas
como [la explosión del Cámbrico] son el secreto profesional de la paleontología, y no hay muchas personas que
sepan de esto. Y esto también incluye la propia cruzada de Gould a favor del equilibrio acentuado.

Conozco a personas que enseñan la evolución pero no mencionan a Stephen Jay Gould ni el equilibrio
acentuado. Lo conocen, pero son de la vieja escuela y no lo pueden aceptar. Así que hay mucha política
involucrada, aun entre ellos.

RI: El rumbo de la evidencia de la explosión del Cámbrico, ¿se dirige hacia la evolución acelerada?

Chien: Hay dos bandos principales en esta cuestión de la explosión. Uno es la vieja explicación darwiniana de
que simplemente no hemos encontrados los elementos intermedios. Para quienes tienden a pensar de esta forma,
el período del Cámbrico simplemente fue el mejor momento para preservar una gran cantidad de fósiles, y lo
llaman la "explosión de los fósiles." Esperan que buscando más podrían encontrar alguna evidencia de la
evolución, o simplemente dicen (como Gould): "Bueno, nunca lo encontraremos. Los fósiles no son de
formación fácil en primer lugar." Esta es la llamada "teoría de los artefactos."

Pero muchos científicos más jóvenes se están volviendo a nuevas ideas. La primera idea postulada fue la teoría
del oxígeno. Dicen que tal vez en los tiempos cámbricos el nivel de oxígeno en la atmósfera y en los océanos
aumentó a un nivel crítico que pudo sustentar a animales más grandes. Esa teoría no se sostiene porque debería
haber evidencia geológica de un aumento repentino del oxígeno.

Hay otras teorías también, como la del profesor de Berkeley, James Valentine. Él está trabajando ahora en algo
nuevo relacionado con la obra de Jonathan Wells. (Wells es el biólogo de Berkeley que hablo en la conferencia
Mere Creation.) En la biología del desarrollo, el estudio del desarrollo del embrión, ha habido un gran
descubrimiento de algo que se llama los genes Hox. Son genes reguladores, y encienden y apagan secuencias,
como el desarrollo del ojo, etc.

Valentine sugiere que los organismos primitivos acumularon suficientes genes Hox como para repentinamente
hacer un esquema del cuerpo distinto. Así que está tratando de correlacionar la explosión del Cámbrico con el
desarrollo y la acumulación de genes Hox. Pero yo creo que se está enfrentando a muchas dificultades teóricas.

John Wells tiene la idea de que los genes Hox no lo sirven. Dice que los genes Hox son sólo conmutadores. Uno
puede poner el conmutador en diferentes sistemas, y simplemente se enciende y se apaga, pero no están
consiguiendo información nueva de los genes Hox.

RI: Entonces, cuando le preguntan acerca de esto, ¿qué les dice?

Chien: Bueno, depende quién pregunta. En un diálogo científico, pienso que puedo ser muy honesto con
cualquiera de los hallazgos que tenemos. Todos podemos discutir datos objetivos, pero muy pronto encontramos
que la conclusión que saca cada uno está lejos de lo que dice la evidencia. En otras palabras, creo que cada
teoría todavía es más creencia que un hecho científico. Yo no usaría hallazgos científicos como evidencia para
apoyar la creación bíblica. Todo lo que hace la ciencia es decirnos lo que ocurrió hace 540 millones de años
atrás, y sólo tenemos algunas piezas sueltas. Sin embargo, pienso que podemos usar la evidencia para mostrar
decididamente que la evolución gradual darwiniana no ocurrió.

En términos de la creación, creo que todavía necesitamos entender lo que queremos decir por procesos
naturales, y tenemos que preguntarnos si todos los procesos naturales tienen un autor o un creador detrás de
ellos. La creación misma es un concepto acerca de la participación del diseño, y todos estos fósiles son sólo la
evidencia física que queda; todavía no tienen ninguna relación directa con un creador único y cómo Él obró.
Pero cuando leo Génesis, capítulo uno, el quinto día se parece mucho al registro fósil que vemos ahora, porque
habla de todas las criaturas que pululan en los océanos. Ahora bien, a mí eso me suena como la explosión del
Cámbrico: en un período de tiempo muy breve, [los animales] están todos ahí.

RI: ¿Hacia dónde vamos nosotros, como cristianos, a partir de aquí, respecto del registro fósil?

Chien: Creo que la comunidad cristiana debería involucrarse en esto y estudiarlo más. Recuerdo haber conocido
a un lingüista que me dijo que los cristianos prácticamente dominan el campo de la lingüística por su interés en
traducir la Biblia. De la misma forma, me gustaría ver a los cristianos involucrarse en la paleontología e
interesarse en hacer buena ciencia. Creo que es al menos una forma de revertir el repliegue de la iglesia de la
ciencia. Personalmente, tengo el deseo de popularizar estas ideas, porque si bien los científicos están
comenzando a hablar de la explosión del Cámbrico, y si bien unas pocas personas de círculo interior lo conocen,
el público en general lo desconoce.

De hecho, tengo ahora en mis manos un libro chino sobre la explosión del Cámbrico que me gustaría tener
traducido al inglés y que fuera publicado en Estados Unidos. Básicamente, es un libro con ilustraciones. Hay
unas doscientas fotos en color y algunos dibujos lineales que muestran los diferentes animales del sitio chino
del Cámbrico. Creo que los cristianos pueden publicar libros como éste en un contexto que tiene poco que ver
con la religión. Esta es la verdad, y la verdad habla por sí misma.

De hecho, [los científicos chinos y yo] estábamos planeando trabajar más en conjunto sobre las algas del
período cámbrico. Ellos han recolectado miles y miles de fósiles, y tienen muchas algas fósiles en las que nadie
está trabajando.

RI: ¿Cuáles fueron las circunstancias que lo llevaron a convertirse en cristiano?

Chien: comenzó en la escuela secundaria. Mis padres me enviaron a una escuela cristiana en Hong Kong, sólo
porque la escuela tenía una muy buena reputación escolar. Después de seis años de estudiar la Biblia,
finalmente acepté al Señor justo antes de graduarme de la escuela secundaria.

Fue una lucha por muchos años antes de eso. Pensaba que quería ser un científico, pero no quería ser una
persona supersticiosa. Pero estaba realmente atraído a Jesucristo, su vida y su enseñanza. En muchos sentidos,
pensaba que su enseñanza era más profunda que gran parte de la enseñanza moral china. Así que, en cierta
forma, estaba convertido en mi corazón, pero rehusaba convertirme en un cristiano.

Trataba de imitar a los cristianos y entendía lo que era la salvación, pero no la acepté hasta el viaje final como
estudiante del último año que hizo nuestra clase. Fuimos a las montañas más altas de la zona de Hong Kong, y
no teníamos otro lugar donde quedarnos aparte de un monasterio budista. Esa [experiencia] me dio un buen
contraste para comparar el esfuerzo religioso de los budistas, que admiraba, con el cristianismo. Al contemplar
la naturaleza, con la que estaba profundamente enamorado, de pronto me di cuenta que tenía que adorar al
Creador de la naturaleza. Así que, durante una reunión de oración, me encontré cara a cara con el Señor, y ya no
había forma de eludirlo. Así que confesé mis pecados y lo acepté como Señor y Salvador. Esa fue una de las
experiencias espirituales más grandes de mi vida.

RI: ¿Alguna vez tuvo profesores cristianos que lo acompañaran en su educación superior?

Chien: No. Luché por un tiempo, y realmente necesitaba alguna guía en esto. Traté de leer todos los libros
disponibles sobre la ciencia y el cristianismo, pero no fueron muy útiles. Esa es otra razón por la que me
gustaría trabajar en más libros en ese área.

RI: ¿Piensa volver a Chengjiang, el sitio chino del Cámbrico?


Chien: Me gustaría mucho hacerlo. De alguna forma, me gustaría participar más en el trabajo con los fósiles. Si
bien he disertado por muchos años en mi propio campo de la biología marina y la contaminación, pienso que me
gustaría concentrarme en este aspecto. Esta es una oportunidad que se me presentó a mí que nadie más tiene.

RI: Tal vez pueda agregar "paleontólogo" a sus credenciales.

Chien: En realidad, no. No es mi propósito. Estoy más interesado en trabajar a nivel popular. No conozco más
que un puñado de paleontólogos cristianos, y siempre me gusta dialogar con ellos. En un sentido, los biólogos,
geólogos y paleontólogos están en una posición bastante difícil. Estamos en medio de los cristianos y los
científicos ateos. Realmente estamos entre la espada y la pared. Esta es una gran batalla que la iglesia debería
considerar. Cada vez que hablo con los jóvenes, los aliento a ser científicos.

RI: ¿Piensa que tal vez los jóvenes cristianos están entrando en estos campos, pero muchos de ellos pierden la
fe?

Chien: Sí, ya sea eso o se desalientan tanto que optan por no tomar parte. Cuando estaba en la universidad y
expresaba mis dudas acerca del darwinismo, mis amigos solían decir que era ignorante o estaba loco. Tal vez
pensaban que "el chino" no tenía una educación muy buena. Trataban de convencerme con argumentos
"científicos," pero yo sólo decía: "Bueno, no me parece muy convincente a mí."

Traducción: Alejandro Field

Un científico reflexiona sobre la creencia religiosa


Dr. Allan Sandage

El Dr. Allan Sandage, astrónomo, obtuvo el premio Crafoord, equivalente al premio Nobel en astronomía.
En sus inicios trabajó bajo Edwin Hubble, llamado "el padre de la cosmología observacional" y luego de
su muerte en 1953 siguió estudiando la expansión del universo. En gran medida gracias a sus esfuerzos
incansables, los astrónomos hoy conocen la fecha del evento de la creación en forma mucho más exacta
que unas décadas atrás.

P. ¿Puede probarse la existencia de Dios?

Yo diría que no con el mismo tipo de certeza que atribuimos a afirmaciones como "la Tierra está en una órbita
alrededor del sol, a una distancia media de 150 millones de kilómetros, y hace un recorrido completo en 365,25
días," o "la información genética está codificada en largas cadenas de proteínas de ADN que se reproducen
durante la mitosis, en las células de un individuo específico, y al reproducirse se unen con el ADN de otro
individuo para producir la similitud hereditaria de la progenie con sus padres, etc." Es innegable el tremendo
éxito de la ciencia moderna en producir este tipo de datos, que tienen una fuerte sensación de certeza, y este
éxito simplemente no puede ser ignorado.

Las pruebas de la existencia de Dios siempre han sido de otro tipo, y este es un punto crítico que deben entender
aquellos científicos que sólo quieren aceptar los resultados que pueden ser obtenidos a través del método
científico. Dios nunca puede ser probado para ellos por esta razón. (Quienes niegan a Dios de entrada, por algún
tipo de razonamiento circular, nunca encontrarán a Dios.) La ciencia ilumina fuertemente, pero sólo una parte
de la realidad.

Las pruebas clásicas de Dios de Anselmo y Santo Tomás de Aquino mediante la teología natural no ofrecen el
mismo tipo de satisfacción que las pruebas de proposiciones obtenidas por el método de la ciencia. Para la
mente moderna, parecen forzadas. No obstante, fueron suficientes para que Pascal llegara finalmente a su
certeza de la existencia de Dios, porque preparó su mente para la necesidad de Dios, si el mundo habría de tener
algún sentido final. Después de esta preparación, pudo entonces simplemente abandonar al Dios de la teología
natural y de los filósofos, y finalmente pudo llegar a la fe saltando el abismo desde el borde de la razón de este
lado de la sima. Yo diría que, para quienes han experimentado este camino a Dios, la existencia de Dios ha sido
probada fuera de toda duda.

P. ¿Debe haber necesariamente un conflicto entre la ciencia y la religión?

En mi opinión, no, si entendemos que cada uno trata con diferentes aspectos de la realidad. La Biblia
indudablemente no es un libro científico. Uno no la estudia para encontrar las intensidades y las longitudes de
onda de las líneas espectrales de Balmer del hidrógeno. Pero tampoco se ocupa la ciencia de las propiedades
espirituales últimas del mundo, que son también reales.

La ciencia pone en evidencia el increíble orden natural, las interconexiones en muchos niveles entre las leyes de
la física, las reacciones químicas de los procesos biológicos de la vida, etc. Pero la ciencia sólo puede contestar
ciertas preguntas fijas. Le interesa el qué, el cuándo y el cómo. No contesta (ni puede hacerlo) dentro de su
método, por más poderoso que sea, el por qué.

¿Por qué existe algo en vez de nada? ¿Por qué todos los electrones tienen la misma carga y masa? ¿Por qué el
diseño que vemos en todas partes es tan verdaderamente milagroso? ¿Por qué hay tantos procesos tan
profundamente interconectados?

Pero debemos admitir que aquellos científicos que quieran ver el diseño lo verán. Quienes se conforman con
vivir en cada parte de su vida como reduccionistas materialistas (algo que debemos hacer todos los científicos
en el laboratorio, que es el lugar donde practicamos nuestro oficio) nunca reconocerán el misterio del diseño
que ven, y siempre estarán avanzando de a un paso, esperando una explicación reduccionista para lo que
actualmente se desconoce. Sin embargo, llevar esta creencia reduccionista al nivel más profundo y a un tiempo
indefinido en el futuro (que siempre seguirá siendo indefinido), cuando "la ciencia lo sabrá todo," es en sí
mismo un acto de fe que niega que pueda haber algo desconocido para la ciencia, aun en teoría. Pero las cosas
del espíritu no son cosas de la ciencia.

No tiene que haber ningún conflicto entre la ciencia y la religión, si cada uno reconoce sus propios límites y
cada uno toma en serio las afirmaciones del otro. El éxito comprobado de la ciencia no puede ser ignorado
simplemente por la iglesia. Pero tampoco puede ser descartada la pretensión de la iglesia de explicar el mundo
en su nivel más profundo. Si Dios no existiera, la ciencia tendría que inventar el concepto (de hecho, ha
ocurrido) para explicar lo que está descubriendo en sus raíces. La afirmación de Abelardo en el siglo XII, "La
verdad no puede ser contraria a la verdad. Los hallazgos de la razón deben concordar con las verdades de las
Escrituras, porque si no el Dios que nos ha dado ambas nos ha engañado en una o en la otra," sigue siendo
cierta.

Si no existe Dios, nada tiene sentido. El caso del ateo está basado en un autoengaño que surge de su premisa
inicial. Y, si existe Dios, debe ser verdadero tanto para la ciencia como para la religión. Si esto no parece ser así,
entonces la hermenéutica de alguno de los dos (ya sea del pastor o del científico) debe estar errada.

Yo creo que hay una responsabilidad clara, seria e inmediata para que la iglesia comprenda y crea los resultados
y afirmaciones extraordinarios de la ciencia. Su éxito es simplemente demasiado evidente y visible como para
ser ignorado. Además, les corresponde a los científicos entender que la ciencia es incapaz, debido a las
limitaciones de su método que sólo usa la razón, de explicar y entender todo acerca de la realidad. Si el mundo
debe ser entendido simplemente mediante un nihilismo reduccionista y materialista, no tendría ningún sentido.
Ante esto, Romanos 1:19-21 parece sumamente profundo. Y, cuando más a fondo impulsa su trabajo un
científico, ciertamente se vuelve más profundo.

P. ¿Tienen significación teológica los descubrimientos astronómicos recientes?

Yo diría que no, si bien el descubrimiento de la expansión del universo, con sus consecuencias relacionadas con
la posibilidad de que los astrónomos hayan identificado el evento de la creación, ciertamente acerca a la
cosmología al tipo de teología natural que intentaba encontrar a Dios identificando la primera causa. Los
astrónomos pueden haber encontrado el primer efecto, pero no necesariamente la primera causa que buscaban
Anselmo y Santo Tomás de Aquino.

No obstante, hay artículos científicos serios que discuten los sucesos que ocurrieron justo después del evento de
creación del Big Bang (¿ex nihilo?) a partir del cual todos los tipos de materia que conocemos (bariones,
electrones, fotones, etc.) fueron hechos, y la cantidad de esta materia. Hoy se dice que podemos entender aun la
creación de la materia. Las observaciones astronómicas han sugerido también que este evento de la creación,
señalado por la expansión del universo, ha ocurrido sólo una vez. La expansión continuará para siempre, el
universo no colapsará sobre sí mismo y, por lo tanto, este tipo de creación no volverá a ocurrir.

Pero el conocimiento de la creación no es conocimiento acerca del creador, ni nos dicen ningún hallazgo
astronómico por qué ocurrió el evento. Es ciertamente sobrenatural (es decir, fuera de nuestra comprensión del
orden natural de las cosas) y, según esta definición, un milagro. Pero no encontraremos la naturaleza de Dios
dentro de ninguna parte de estos hallazgos de la ciencia. Para esto, uno debe dirigirse a las Escrituras, si
buscamos tener una respuesta dentro de nuestra comprensión humana finita.

P. ¿Puede una persona ser un científico y también un cristiano?

Sí. Como dije antes, el mundo es demasiado complicado en todas sus partes e interconexiones como para ser el
resultado sólo del azar. Estoy convencido de que la existencia de la vida, con todo el orden que muestra en cada
uno de los organismos, muestra que simplemente está demasiado bien construida. Cada parte de una célula viva
depende de otras partes para funcionar. ¿Cómo sabe cada parte? ¿Cómo se especifica cada parte en la
concepción? Cuando más aprende uno sobre la bioquímica, mas increíble se vuelve, a menos que exista algún
principio organizador-un arquitecto, para los creyentes-un misterio a ser resuelto por la ciencia para los
reduccionistas materialistas (aun en cuanto al por qué) en algún punto del futuro indefinido.

Esta cuestión de la complicación y el orden que necesita un organismo para funcionar, donde la suma es más
que las partes (es decir, tiene un orden superior), se vuelve más asombroso cada año, a medida que los
resultados científicos se vuelven más detallados. Debido a esto, muchos científicos están siendo llevados a la fe
por su mismo trabajo. Simplemente no creo ahora que la filosofía reduccionista, tan necesaria para el método
científico-y, repito, el método que todos los científicos deben dominar y practicar con todas sus fuerzas y
capacidad en sus laboratorios-pueda explicarlo todo.

En consecuencia, habiendo sido forzados por la ruta de Pascal y de Kierkegaard, en su necesidad de propósito, a
llegar al borde del abismo de la razón, los científicos pueden, como Anselmo, "creer a fin de entender" lo que
ven, en vez de "entender a fin de creer." Impulsados por la fe a saltar al otro lado, pueden inicialmente tender
una pequeñísima hebra sobe el abismo, la que tirará a su vez una soga más robusta, hasta que finalmente logren
construir un puente que cruza en sentido inverso la sima que conecta los dos lados de la vida, la razón y la fe.
Por lo tanto, es por la fe que el científico puede hacerse cristiano, sin dejar de ser un científico que cree en
alguna forma de la declaración de Abelardo.

Sin esa fe, entonces, no hay propósito, y sin propósito todos los argumentos a favor de su necesidad lo impulsan
a uno, una vez más, a construir el puente de Pascal.-

La polémica acerca de la fecha de la creación


Dr. Hugh Ross

Dr. Hugh Ross earned his Ph.D. in astronomy from the University of Toronto and researched galaxies and quasars at the
California Institute of Technology. He is president of Reasons To Believe, an organization founded to develop new tools
for demonstrating the factual basis for belief in God and the Bible. Ross speaks regularly throughout the U.S. and
around the world; has written three books; published numerous articles in professional and popular publications; and
appears frequently on radio and television programs. He and his wife, Kathy, live in Southern California and have two
sons. Kathy edits the Reasons To Believe newsletter Facts and Faith.

Un fenómeno extraño que usted tal vez haya notado en los últimos años es la disposición, y aun el fervor, de
nuestros colegas académicos por afirmar a la creación reciente (la creación del universo, la tierra y la vida en los
últimos miles de años) como la enseñanza bíblica sobre los orígenes. En este tema parecen coincidir de todo
corazón con un segmento considerable y locuaz de la comunidad evangélica, pero no hay ninguna razón para
alegrarse aquí. Las razones para esta coincidencia son diametralmente opuestas.

Algunos académicos encuentran en el creacionismo de la tierra joven una pronta excusa para desestimar
"nociones arcaicas" acerca de la autenticidad y la autoridad de la Biblia como reveladora de la verdad
concerniente a Dios y al hombre. Si aparece un absurdo científico en la primera página, no hace falta prestarle
una atención seria a cualquier otro "mito" que pudiera venir a continuación. Cualquier intento para demostrar
que la Biblia enseña una visión distinta, una visión de la tierra antigua que es creíble científicamente y que se
alinea perfectamente aun con los últimos datos es descartado inmediatamente y a menudo vehementemente
como propagandístico.

Otros académicos apoyan la historia de los seis días por su belleza poética. Insisten que los hechos científicos y
la fe religiosa no tienen nada que ver uno con otro, que pueden y deben existir por separado, uno como un
asunto de la mente, el otro como un asunto del corazón o de la intuición, y nunca debe pedirse que ambos se
encuentren. Esta gente, también, reacciona fuertemente contra cualquier intento por reconciliar el registro
científico aceptado con las palabras de las Escrituras.

Por años una interpretación de la tierra antigua bíblica y científicamente plausible de la creación ha encontrado
una oposición no menos mordaz en círculos evangélicos, aunque esa respuesta está comenzando a cambiar.
Algunos pastores y feligreses han llegado a reconocer que el "cuándo" de la creación es un asunto periférico en
su relación con Cristo. Pueden reexaminar los argumentos usados para apoyar la posición de la tierra joven y
reconocer un fuerte caso a favor de una interpretación de la tierra antigua. Pero hay todavía muchos otros que
sostienen la posición de la tierra joven como una defensa de primera línea contra los ataques modernos (y
postmodernos) contra la fe cristiana.

Creencias Arraigadas

Las razones para este arraigo cargado de emociones se discuten en Creation and Time (La Creación y el
Tiempo), un libro escrito por Hugh. Trataremos de resumirlos aquí. La fuente de la resistencia en todos los
grupos de proponentes de la tierra joven, sin embargo, parece ser el mismo: el temor. En los académicos anti-
cristianos vemos el temor de tener que considerar seriamente el Evangelio. Eso es simplemente demasiado
arriesgado para los que están aterrados del ridículo y el rechazo de sus pares, aterrados por tener que enfrentar
las pérdidas que puedan venir con un cambio hacia los valores cristianos mediante una relación con Cristo.

Los separatistas de los hechos vs. la fe albergan algunos de los mismos temores, pero especialmente el temor de
una interpretación y aplicación "literal" de las verdades bíblicas. Los abusos del "literalismo" pueden pisotear la
gracia y la verdad, pero también logra lo mismo la falta total de este literalismo. Y, sin embargo, la subjetividad
parece ser mucho más cómoda - y es cierto más acomodaticia a las culturas modernas.

En los cristianos que se mantienen comprometidos firmemente a la visión de la tierra joven existe el temor
arraigado profundamente de que algún día, en alguna parte, de alguna forma los científicos descubrirán algún
hecho que contradice clara e irrefutablemente una declaración escritural. Y entonces, ¿dónde estaremos
nosotros? Si confiamos en la ciencia, perderemos nuestra fe en ese instante. Pero si la verdad bíblica está por
encima de todo, por encima de los así llamados hechos descubiertos por el trabajo y los pensamientos de
hombres caídos, nuestra fe se mantendrá intacta. (Este es el razonamiento que usan). La ciencia, entonces, es
sospechosa por completo y debe ser juzgada como perdidamente defectuosa.

Tristemente, con el golpe de ese martillo, la comunidad cristiana se aleja de algunas de las herramientas más
poderosas para edificar la fe que han estado disponibles desde la fundación de la iglesia. Todos los grandes
descubrimientos cosmológicos del siglo veinte desafían las ideas materialistas acerca del universo infinito y
aleatorio. Al contrario, apoyan el hecho de un comienzo finito causado y guiado por un diseñador divino,
personal y amante, que existe antes y más allá del universo. Anhelamos ver a esas herramientas en uso (ver, por
ejemplo, nuestros libros The Fingerprint of God y The Creator and the Cosmos), porque hemos visto que son
efectivas, y en forma dramática.

Pero, ¿cómo podemos abrir la puerta al diálogo? ¿Cómo podemos apelar este juicio injustificado? La
disposición a entender y enfrentar los temores específicos es un paso importante, a menudo un primer paso, en
el proceso largo pero importante.

Con los dos primeros grupos mencionados arriba, la compasión, la confianza y el compartir historias personales
será esencial para exponer y derribar barreras emocionales y espirituales. Las experiencias varían de individuo a
individuo, pero los temores anti-cristianos a menudo están arraigados en encuentros dolorosos con gente
cristiana (a menudo sólo de nombre). Respuestas defensivas o simplistas a estos encuentros dolorosos sólo
harán más altas las barreras, así que debemos proceder con el mayor de los cuidados, consideración y oración,
sin olvidar la humildad.
Estas cualidades son importantes en las discusiones con el tercer grupo también. En el caso de estos individuos,
podemos anticipar algunas de las barreras más preocupantes que enfrentan, reflexionando sobre lo que tal vez se
les haya enseñado acerca de los "peligros" de las visiones creacionistas de la tierra antigua, y podemos
comenzar tratando esos temas específicos. Los cinco temores que encontramos más a menudo son estos:

TEMOR #1

Creacionismo de la Tierra Antigua = Evolucionismo

El alivio de este temor puede venir al demostrar que un universo de varios miles de millones de años y una
tierra de algunos miles de millones de años son desesperadamente demasiado jóvenes para acomodar el
ensamble por procesos estrictamente naturales, aun de las formas vivas más sencillas. La diferencia entre 104
años y 1010 años parece trivial comparado con los 10100.000.000.000 años que requieren las interpretaciones no-teístas
de la vida. Y esta no es la conclusión solamente de los cristianos que creen en la Biblia. Es el punto central de
varios libros muy conocidos y respetados académicamente escritos por investigadores no-cristianos en varios
campos relevantes (por ejemplo, Origins: A Skeptic's Guide to the Creation of Life on Earth - Una Guía para
Escépticos a la Creación de la Vida Sobre la Tierra, de Robert Shapiro; Evolution: A Theory in Crisis - La
Evolución: Una Teoría en Crisis, de Michel Denton; Information Theory and Molecular Biology - Teoría de la
Información y Biología Molecular, de Hubert Yockey).

Más allá del origen de la vida, una comparación de la velocidad de introducción de especies y de extinción antes
y después de los primeros seres humanos puede ayudar a exponer los límites de los procesos naturales para
explicar los cambios observados en la vida sobre la Tierra. La velocidad de introducción de especies antes de
los humanos ha excedido ligeramente (pero significativamente a lo largo de los milenios) la velocidad de
extinción. Desde que llegaron a escena los humanos, sin embargo, la velocidad de extinción ha permanecido
bastante constante (alrededor de una especie por año, descontando los efectos del abuso humano), pero la
velocidad de incorporación de especies ha caído a prácticamente cero. ¿Qué podría explicar este cambio
dramático? La mejor explicación, dadas las limitaciones comprobables de la selección natural y de las
mutaciones, es un Incorporador de Especies divino que intervino a lo largo de todos los años registrados en los
fósiles y luego dejó de intervenir una vez que Él creó los primeros humanos (¿Le resulta conocida esa
historia?).

TEMOR #2

Creacionismo de la Tierra Antigua = Rechazo de un Adán y una Eva Literales

Si bien es cierto que algunos creacionistas de la tierra antigua niegan la historicidad de un Adán y Eva literales,
o identifican a Adán y Eva con una antigua pareja de australopithecus, muchos (si no la mayoría) de los de la
tierra antigua aceptan el hecho de un Adán y Eva recientes y creados especialmente. Mientras que el registro
científico establece la existencia de primates bípedos tan atrás como tres millones de años, no establece que
estas criaturas bípedas fueran humanos (es decir, seres espirituales), y sí sugiere que se extinguieron.

El Génesis declara que Dios creó una sola especie con cuerpo, alma y espíritu. La evidencia antropológica de
expresiones espirituales datan hacia atrás sólo 8.000-24.000 años. (Las prácticas mortuorias de los primates y
otros mamíferos sólo sirven como evidencia de un alma). Las fechas antropológicas son consistentes con las
mejores fechas bíblicas para Adán y Eva, específicamente entre 6.000 y 60.000 años atrás.

TEMOR #3
Creacionismo de la Tierra Antigua = Distorsión de la Doctrina de Salvación

Lo que es vital para la doctrina cristiana es saber quién creó y tal vez algo de cómo Él creó, pero no cuándo Él
creó. Estos órdenes de importancia están reflejados en la estructura de Génesis Uno. El texto identifica
claramente el quién y algo del cómo de la creación, pero dice poco acerca del cuándo, más que indicar qué vino
después de qué. Algunos creacionistas de la tierra joven expresan preocupación de que si a Dios le llevó miles
de millones de años crear, Él debe ser menos que todo-poderoso. Pero la lógica de esta suposición no tiene
fundamento. Si una persona que corre la milla en menos de cuatro minutos elige caminar a lo largo del sendero
de un jardín, su velocidad (o falta de velocidad) no reflejan en ninguna forma alguna limitación de su capacidad.

TEMOR #4

Creacionismo de la Tierra Antigua = Rechazo de la Inerrancia Bíblica

Más que rechazar la inerrancia bíblica, la mayoría de los creacionistas de la tierra antigua apelan por una
consistencia intransigente en la interpretación de las Escrituras. Respetar por completo todo el canon requiere la
consideración de todos los textos relevantes cuando se interpreta un versículo o un pasaje en particular. En el
caso del marco temporal de la creación, un análisis integral apoya, y de ninguna forma contradice, una
interpretación de la tierra antigua de Génesis Uno.

En la segunda reunión cumbre del International Council on Biblical Inerrancy (Concejo Internacional sobre
Inerrancia Bíblica), el tema de la edad del universo y de la tierra apareció en la agenda. Tres ensayos fueron
presentados y fueron seguidos por largas deliberaciones. La conclusión de todos los teólogos y de los eruditos
del Antiguo Testamento que estaban presentes fue que la inerrancia requiere la creencia en la creación pero no
en días de 24 horas.

TEMOR #5

Creacionismo de la Tierra Antigua = Elevación de la Ciencia por encima de la Biblia

Creation and Time (La Creación y el Tiempo, NavPress, 1994), el libro más reciente de Dr. Hugh Ross, trata la
controversia de la fecha de la creación desde perspectivas históricas, científicas, teológicas y evangélicas. R. C.
Sproul, presidente de Ligonier Ministries, escribe, "Con delicadeza, compasión y una lógica aguda, Creation
and Time arroja la luz de la revelación sobre la disputa demasiado oscura entre los que quisieran descartar a
Dios y quienes quisieran descartar a la razón de su pensamiento."

El problema está en confundir "ciencia" con los hechos de la naturaleza. La ciencia es el intento del hombre por
descubrir e interpretar los hechos de la naturaleza. Los errores y las contradicciones son posibles en la ciencia,
así como en la teología, ya que el razonamiento y la interpretación humanos están involucrados. Pero no existe
ninguna posibilidad de error o contradicción en los hechos de la naturaleza o en las palabras de la Biblia.
Ambos son perfectos ya que ambos provinieron de Dios, la fuente de toda verdad, en cuyo carácter no hay ni
engaño ni capricho.

Lo que es perfecto no puede ser inferior o superior a ninguna otra cosa que sea perfecta. La verdad siempre
estará en armonía y será consistente con la verdad. Ningún libro de la Biblia es más verdadero o menos
verdadero que ningún otro libro. Ni es ningún libro más verdadero o menos verdadero que los hechos del
mundo real, que también ha emanado de Dios. Cuando surge una contradicción aparente, es tiempo de más
estudio, tanto de las Escrituras como de la naturaleza.

Evidencias Bíblicas
Dado que la mayoría de los creacionistas de la tierra joven han sido enseñados a descartar a la ciencia, un
diálogo inicial acerca de la viabilidad de la perspectiva de la tierra antigua avanzará más si enfoca las evidencias
bíblicas más que las evidencias científicas en apoyo de largos períodos de creación y una tierra antigua.
Creation and Time lista (y desarrolla con mayor detalle) los siguientes argumentos bíblicos para interpretar los
días de creación de Génesis Uno como épocas largas en vez de un periodo de 144 horas:

1. La perspectiva de Dios del tiempo es muy diferente de la de los humanos (Salmos 90:4).
2. Las palabras hebreas yom, 'ereb, y boquer (día, tarde, mañana) tienen un uso flexible y no se refieren
exclusivamente a todo o a partes de días de 24 horas. Ni tampoco los días numerados se refieren estrictamente
a períodos de 24 horas.
3. Las cronologías tienen la intención de ser discernibles en el tiempo. En otras palabras, una verificación de la
secuencia detallada de los eventos debe ser posible de descubrir y clara. (Si todos los hechos de creación de Dios
fueran comprimidos en ese período de 144 horas, no hay forma en que la investigación futura pudiera atestiguar
acerca de lo que ocurrió antes o después de otra cosa).
4. Las oraciones con "tarde y mañana" contienen una sintaxis inusual.
5. El séptimo día continúa a lo largo de los tiempos del Antiguo y Nuevo Testamento y hacia delante, hacia el
futuro.
6. Los eventos entre la creación de Adán y de Eva parecen requerir mucho más que 24 horas.
7. En Génesis 2:4 la palabra para "día", yom, se refiere a toda la semana de la creación, demostrando su uso
flexible.
8. Los escritores de la Biblia usan las montañas y la fundaciones de la tierra como metáforas de la característica de
eterno de Dios
9. Las montañas, montes y los cielos son descritos como "antiguos", "muy viejos", "de mucho tiempo atrás" en
numerosos pasajes bíblicos.
10. Dios es veraz y desea revelar la verdad, tanto en la creación como en la Palabra escrita. Él no engaña ni hace
trampas.
11. La Biblia afirma que la creación revela la existencia de Dios, Su obra, Su poder y Su naturaleza divina.
12. La Biblia afirma que la Palabra de Dios incluye no sólo las palabras de la Biblia sino también Sus palabras escritas
en los cielos y en la tierra.
13. Varios escritores bíblicos atestiguan de la vastedad del universo que a su vez refleja su edad.
14. La semana de trabajo para el hombre (168 horas) y la semana de trabajo para la tierra (7 años) pueden ser
ambas consideradas como análogas a la semana de creación de Dios.
15. La Biblia no niega la muerte física de las plantas o los animales antes de la caída de Adán. "La muerte por el
pecado" se refiere a la muerte espiritual.
16. La muerte de las plantas y los animales, y por lo tanto el derramamiento de sangre, antes del pecado de Adán no
altera la doctrina de la propiciación.
17. La creación ha sido sujeta a la descomposición desde su comienzo, y ese proceso de descomposición es una
parte estratégica de la vida física y del plan creativo de Dios.
18. Está viniendo un octavo día. El descanso de Dios (cesación) de crear terminará algún día y Él volverá a crear de
nuevo.
19. Dios no es menos Todopoderoso por tomar más de 144 horas para crear.
20. Cada grupo de personas estará representado entre las huestes de los redimidos, incluyendo algunos científicos
físicos.

Cuando se les presentan estos argumentos bíblicos y evidencias, algunos creacionistas de la tierra joven
contestan sugiriendo que sólo alguien con una perspectiva moderna y entrenada en la ciencia podría
reconocerlos como tales. Si ese fuera el caso, sin embargo, esperaríamos que los primeros padres de la iglesia
serían unánimes en afirmar una interpretación de 24 horas de la tierra joven. Y eso no es lo que encontramos.
De hecho, pocos de los primeros padres de la iglesia tomaron un punto de vista dogmático sobre el tiempo o la
duración de los eventos de la creación. La mayoría los vio como un misterio aún no revelado. El creacionismo
de la tierra joven en realidad surgió luego de la traducción King James de la Biblia (en inglés) y una secuencia
de enfrentamientos entre la comunidad teológica y científica que siguieron.
Si y cuando una persona está dispuesta a examinar las evidencias científicas para un universo y una tierra
antigua, uno puede empezar a divertirse. Hay una larga y excitante lista esperando (Creation and Time presenta
un pedazo importante de esa lista.)

Pero lo que recomendamos es comenzar con una evidencia simple e irrefutable, como el vasto tamaño del
universo que, como se mencionó más arriba, indica en forma confiable su edad. Los objetos más distantes en el
universo están a una distancia de un billón de billones de kilómetros. Como la luz viaja a una velocidad de
300.000 kilómetros por segundo, le toma unos 15 mil millones de años llegar a la Tierra desde estos objetos
distantes. Y, como no los vemos, y como nuestras mediciones de distancias han sido probadas y afirmadas y,
como podemos probar la consistencia de la velocidad de la luz y que la luz realmente emanó de los objetos
distantes y no de un punto intermedio, estos objetos deben tener realmente esa edad.

Más allá de simplemente rechazar las evidencias a favor de un universo vasto y antiguo y una tierra antigua, los
creacionistas de la tierra joven se han dedicado a juntar unas ochenta pruebas "científicas" para una fecha de
creación de aproximadamente 10.000 años atrás. Si usted ha tratado de ver qué opinan sus colegas entrenados
en las ciencias sin duda habrá descubierto (tal vez con una sensación de incomodidad dolorosa) que todas estas
"evidencias" están basadas en malentendidos o errores.

¿Qué Puede Hacer Usted?

Por favor siéntase alentado y aliente a otros, como dice 1 Tesalonicenses 5:21, a "examinar" lo que se enseña
tanto en las escuelas y universidades y en la iglesia. Como profesor, usted está acostumbrado a tener estudiantes
y otros que prueban sus ideas con usted, y si se sabe que usted es cristiano/a esas ideas probablemente incluyen
puntos de vista sobre los orígenes y las escalas de tiempo. Si cada profesor cristiano estuviera equipado y
dispuesto a discutir estos temas, el daño causado en muchas escuelas y universidades por el punto de vista
"cristiano" malentendido de la creación podría comenzar a ser reparado.

Tristemente, es en nuestras iglesias donde las llamas de la polémica sobre la creación son avivadas más
vigorosamente. Controlar las llamas requerirá que los profesores de escuelas y universidades asuman un papel
más elocuente del que puedan sentirse cómodos. La mayoría de los profesores cristianos que conocemos,
especialmente los profesores de ciencias, prefieren evitar temas de ciencia y fe en sus grupos comunitarios, en
parte para evitar despertar el avispero, en parte para evitar parecer un sabelotodo, y en parte para ser fieles a sus
personalidades calladas y cautelosas. Pero las apuestas son demasiado altas y la cantidad de profesores en
iglesias evangélicas es demasiado baja para que siquiera algunos se queden al costado del campo de juego. Esté
alerta para oportunidades para formar equipos que puedan comunicarse con pastores y laicos.

Concilio Propuesto

Creation and Time cierra con un llamado para un Concilio similar al Concilio de Jerusalén del primer siglo
(Hechos 15) para resolver la polémica sobre la fecha de la creación. Imagine lo que podría lograrse si líderes
cristianos prominentes, incluyendo profesores de seminarios, científicos en la investigación, pastores,
misioneros y líderes de organizaciones paraeclesiásticas y misiones se reunieran para deliberar sobre la
controversia con el objetivo de producir un documento similar al publicado por el Concilio de Jerusalén.

Así como el Concilio de Hechos 15 puso en claro la distinción entre los temas esenciales y no-esenciales de la
fe cristiana, así también, este concilio podría distinguir entre la creencia esencial en la creación, más
específicamente en Jesucristo como el Creador personal y trascendente, y la creencia no-esencial en un punto de
vista en particular sobre cuándo tuvo lugar la creación y cuál fue su duración. El asunto de cuándo Dios creó
nunca más debería ser usado como un patrón para medir la sinceridad de la fe de una persona o su madurez
espiritual.
Terminar la división innecesaria es un objetivo meritorio en sí mismo, pero estamos convencidos que se lograría
un beneficio muchísimo mayor del trabajo del Concilio propuesto. Los científicos y eruditos evangélicos,
liberados para ministrar en comunidades cristianas, podrían equipar a decenas de miles de cristianos en una
tarea evangelizadora mucho más efectivo y basado en los hechos hacia un mundo cada vez más secularizado. Al
presentarles a Cristo a los secularistas y darles la bienvenida a nuestras congregaciones, podríamos estar
preparando el camino para una de las cosechas más grandes que la iglesia haya visto jamás. Dios nos está dando
una oportunidad sin precedentes para cumplir con Su tarea, para graduarnos en Su presencia, y para testificar el
comienzo de Su propia secuencia de creación cuando Él reemplazará al universo con un cielo nuevo y una tierra
nueva.

Nota del Editor

Reasons to Believe puede ser contactado en P.O. Box 4978, Pasadena, CA 91117 o por teléfono al (626)335-
1480. Mantiene una línea dedicada para contestar preguntas sobre la ciencia, la fe y la Biblia y ofrece
suscripciones gratis a su periódico Facts & Faith.

¿Qué es el darwinismo?
Phillip E. Johnson

Phillip Johnson has been a professor of law at the University of California, Berkeley, for 26 years. He received his B.A.
from Harvard and his J.D. from the University of Chicago. Johnson is the author of Darwin on Trial, a work which
contends theories of evolution are based on philosophical naturalism. Since the writing of his book, Johnson has spoken
and debated extensively with experts on the issue.

Hay un juego popular en la televisión llamado "Jeopardy" (Peligro) en el que el orden habitual de las cosas es
dado vuelta: a los concursantes se les da la respuesta y se les pide que ellos provean la pregunta. Este formato
sugiere un punto de vista que se puede aplicar a las leyes, a la ciencia y, de hecho, a prácticamente todo. Lo
importante no es necesariamente conocer todas las respuestas sino, más bien, saber cuál es la pregunta que se
está haciendo.

Esa perspectiva es el punto de partida para mi investigación sobre la evolución darwiniana y su relación con la
creación, porque el darwinismo es la respuesta a dos preguntas muy diferentes. Primero, la teoría darwiniana
nos dice cómo puede desarrollarse una cierta cantidad de diversidad en las formas vivas una vez que tenemos
varios tipos de organismos vivos complejos ya en existencia. Si una pequeña población de aves fuera a migrar a
una isla aislada, por ejemplo, una combinación de cruzamiento interno, mutaciones y selección natural puede
hacer que la población aislada desarrolle características distintas de las que posee la población original en el
continente. Cuando se entiende la teoría en este sentido limitado, la evolución darwiniana no es polémica y no
tiene ninguna implicación filosófica o teológica importante.

Sin embargo, los biólogos evolucionistas no se conforman simplemente con explicar cómo la variación ocurre
dentro de límites. Ellos aspiran a contestar una pregunta mucho más amplia: vale decir, cómo los organismos
complejos como las aves, las flores y los seres humanos llegaron a existir en primer lugar. La respuesta
darwiniana a esta segunda pregunta es que la fuerza creativa que produjo las plantas complejas y los animales a
partir de predecesores unicelulares a través de períodos largos de tiempo geológico es esencialmente la misma
que el mecanismo que produce variaciones en las flores, los insectos y los animales domésticos frente a nuestros
ojos. En palabras de Ernst Mayr, el decano de los darwinistas vivos, "la evolución trans-específica (es decir, la
macroevolución) no es más que una extrapolación y magnificación de los eventos que tienen lugar dentro de las
poblaciones de las especies". La evolución neo-darwinista, en este sentido amplio, es una doctrina filosófica con
tan poco apoyo empírico que el sucesor de Mayr en Harvard, Stephen Jay Gould, una vez lo declaró "muerto de
hecho" en un momento de imprudencia. Pero el neo-darwinismo está lejos de muerto; al contrario, es
proclamado continuamente en los libros de textos y en los medios como un hecho indiscutible. ¿Cómo puede
ser que tantos científicos e intelectuales que se precian de su empiricismo y apertura mental siguen aceptando
una teoría no empírica como un hecho científico?

La respuesta a esa pregunta está en la definición de cinco términos clave. Los términos son creacionismo,
evolución, ciencia, religión y verdad. Una vez que entendamos cómo son usadas estas palabras en el discurso
evolucionista, el predominio continuo del neo-darwinismo no será ningún misterio y ya no tenemos que ser
engañados por afirmaciones de que la teoría está apoyada por "una evidencia apabullante." Debo advertirle de
entrada, sin embargo, que usar palabras por cierto no es la actividad pacífica e inocente que muchos de nosotros
tal vez hayamos pensado que es. Hay intereses poderosos involucrados que sólo pueden prosperar en medio de
la ambigüedad y la confusión. Aquellos que insisten en definir los términos con precisión y que los usan en
forma consistente pueden encontrar que son mirados con sospecha y hostilidad y aun pueden ser acusados de
ser enemigos de la ciencia. Pero aceptemos ese riesgo y vayamos a las definiciones.

La primer palabra es creacionismo, que simplemente significa creer en la creación. En el uso darwinista, que es
el que domina no sólo la literatura científica popular y profesional sino también los medios, un creacionista es
una persona que toma el relato de la creación del Libro de Génesis como verdadero en un sentido muy literal.
La tierra fue creada en una sola semana de días de 24 horas hace no más de 10.000 años; los principales rasgos
geológicos fueron producidos por el diluvio de Noé; y no han habido mayores innovaciones en las formas vivas
desde el principio. Es un aspecto importante de la propaganda darwinista que las únicas personas que tienen
alguna duda acerca del darwinismo son los creacionistas de la tierra joven de este tipo, quienes siempre son
retratados como rechazando la evidencia clara y convincente de la ciencia a fin de preservar un prejuicio
religioso. La implicación es que los ciudadanos de la sociedad moderna están enfrentados con una opción que
no es tal. O rechazan la ciencia completamente y retroceden hacia una cosmovisión pre-moderna, o creen todo
lo que los darwinistas les dicen.

En un sentido más amplio, sin embargo, un creacionista es simplemente una persona que cree en la existencia
de un creador, quien trajo a la existencia al mundo y sus habitantes vivos de acuerdo con un propósito. Ya sea
que el proceso de creación haya llevado una sola semana o miles de millones de años tiene relativamente poca
importancia desde un punto de vista filosófico o teológico. La creación por medio de procesos graduales a
través de las eras geológicas puede traer problemas para la interpretación bíblica pero no crea ninguno para el
principio básico de la religión teísta. Y la creación en este sentido amplio, de acuerdo con una encuesta Gallup
de 1991, es la creencia de 87% de los americanos. Si Dios nos trajo a la existencia con un propósito, entonces el
tipo de conocimiento más importante es conocer acerca de Dios y qué es lo que Él pretende de nosotros. ¿Es la
creación en este sentido amplio consistente con la evolución?

La respuesta es definitivamente no, cuando la "evolución" se entiende en el sentido darwiniano. Para los
darwinistas, la evolución significa evolución naturalista, porque insisten que la ciencia debe suponer que el
cosmos es un sistema cerrado de causas y efectos materiales, los que nunca pueden ser influidos por nada que
esté fuera de la naturaleza - por Dios, por ejemplo. En el comienzo, una explosión de materia creó el cosmos y
la evolución naturalista y no dirigida produjo todo lo que vino después. Desde este punto de vista filosófico se
deduce que desde el principio no hubo ningún propósito inteligente que guiara la evolución. Si la inteligencia
existe hoy, es sólo porque ha evolucionado ella misma a través de procesos materialistas sin propósito.
Una teoría materialista de la evolución debe invocar inherentemente dos procesos. En el fondo la teoría debe
estar basada en el azar, porque eso es todo lo que queda luego de que hayamos descartado todo lo que involucre
inteligencia o propósito. Sin embargo, las teorías que sólo invocan al azar no son creíbles. Algo que todo el
mundo reconoce es que los organismos vivos son enormemente complejos, mucho más que, digamos, una
computadora o un avión. Que estas entidades complejas hayan venido a existir sólo por casualidad es
claramente menos creíble que considerar que fueron diseñados y construidos por un creador. A fin de respaldar
su afirmación de que el diseño inteligente es una ilusión, los darwinistas necesitan proveer alguna fuerza
constructora de la complejidad que no tenga mente ni propósito. La selección natural es por lejos el candidato
más plausible.

Si suponemos que las mutaciones aleatorias genéticas proveyeron la nueva información genética necesaria, por
ejemplo, para darle a un mamífero pequeño un empujón hacia la posibilidad de tener alas, y si suponemos que
cada paso en el proceso de construir las alas le dio a las criaturas una posibilidad adicional de supervivencia,
entonces la selección natural se encargó de asegurarse que las criaturas favorecidas pudieran proliferar y
reproducirse. Sigue como consecuencia lógica que las alas pueden aparecer - y lo van a hacer - como si fuera el
plan de un diseñador. Por supuesto, si las alas y otras mejoras no aparecen, la teoría explica su ausencia tan bien
como su existencia. Las mutaciones necesarias no llegaron, o las "limitaciones de desarrollo" evitaron ciertas
posibilidades, o la selección natural prefirió otra cosa. No existe ningún requerimiento de que alguna de estas
especulaciones estén respaldadas por evidencia experimental ni de los fósiles. Para los darwinistas, el sólo
hecho de poder imaginar el proceso es suficiente para confirmar que algo del tipo imaginado debe haber
ocurrido.

Richard Dawkins llama a este proceso de creación por mutación y selección "el relojero ciego", y con este
rótulo quiere decir que una fuerza diseñadora materialista y sin propósito sustituye a la deidad "relojera" de la
teología natural. El poder creativo del relojero ciego está apoyado sólo por evidencia muy escasa, como el
famoso ejemplo de una población de polillas en la que el porcentaje de polillas oscuras aumentó durante un
período en que los pájaros podían ver mejor las polillas claras contra un fondo de árboles oscurecidos por el
humo. Esto puede ser tomado para mostrar que la selección natural puede hacer algo, pero no que puede crear
algo que no estuviera ya en existencia. Aun este tipo de evidencia escasa es más que suficiente, sin embargo,
porque la evidencia no es realmente necesaria para probar algo que es prácticamente evidente por sí mismo. La
existencia de un relojero ciego poderoso se deduce de la premisa filosófica de que la naturaleza tiene que
realizar su propia creación. Pueden discutirse los detalles, pero si Dios no estuvo en el cuadro algo muy
parecido al darwinismo simplemente tiene que ser cierto, sin que importe la evidencia.

Esto me trae a mi tercer término: ciencia. Ya hemos visto que los darwinistas presuponen como un asunto de
primer principio que la historia del cosmos y de sus formas vivas puede explicarse completamente mediante
principios naturalistas. Esto refleja una doctrina filosófica llamada naturalismo científico que se dice es una
consecuencia necesaria de las limitaciones inherentes de la ciencia. Lo que el naturalismo científico hace, sin
embargo, es transformar las limitaciones de la ciencia en limitaciones de la realidad, en su interés por
maximizar el poder explicativo de la ciencia y de sus practicantes. Es enteramente posible, por supuesto,
estudiar organismos científicamente con la premisa que todos fueron creados por Dios, de la misma forma en
que los científicos estudian los aviones y aún las obras de arte sin negar que estos objetos han sido diseñados
inteligentemente. El problema con permitirle a Dios un papel en la historia de la vida no es que la ciencia
dejaría de existir, sino más bien que los científicos tendrían que reconocer la existencia de algo importante que
está afuera de las fronteras de la ciencia natural. Para los científicos que quieren poder explicar todo - y las
"teorías de todo" están siendo anticipadas abiertamente en la literatura científica - esta es una posibilidad
intolerable.

El segundo rasgo del naturalismo científico que es importante para nuestro propósito es el conjunto de reglas
que rigen la crítica y el reemplazo de un paradigma. Un paradigma es una teoría general, como la teoría de la
evolución darwiniana, que ha logrado una aceptación general en la comunidad científica. El paradigma unifica
las diversas especialidades que forman parte de la comunidad de investigación y guía la investigación en todas
ellas. Así, los zoólogos, los botánicos, los genetistas, los biólogos moleculares y los paleontólogos todos ven a
su investigación como apuntando a completar los detalles del paradigma darwiniano. Si los biólogos
moleculares observan un patrón de mutaciones aparentemente neutrales y que no tiene ningún efecto aparente
en la aptitud del organismo, deben encontrar una forma de reconciliar sus hallazgos con los requerimientos del
paradigma, que la selección natural dirige la evolución. Pueden hacer esto postulando una cantidad suficiente de
mutaciones adaptativas invisibles, que consideran que son acumuladas por la selección natural. De la misma
forma, si los paleontólogos ven que nuevas especies fósiles aparecen repentinamente en el registro fósil y
permanecen sin cambios de ahí en adelante, deben realizar todas las contorsiones que fueran necesarias para
forzar esta evidencia recalcitrante dentro de un modelo de cambio incremental a través de la acumulación de
micromutaciones.

Apoyar este paradigma hasta puede requerir lo que en otros contextos sería llamado decepción. Como admitió
Niles Eldredge cándidamente, "Nosotros los paleontólogos hemos dicho que la historia de la vida apoya [la
historia del cambio adaptativo gradual], sabiendo todo el tiempo que no era así."{1} Eldredge explicó que este
patrón de representación errónea ocurrió debido a "la certeza tan característica de las filas evolucionistas, desde
1940 en adelante, la seguridad completa no sólo de que la selección natural opera en la naturaleza sino que
sabemos precisamente cómo funciona". Esta certeza produjo un grado de dogmatismo que Eldredge dice resultó
en el relegamiento a la "franja de lunáticos" a los paleontólogos que informaron que "habían visto algo fuera de
foco entre la teoría evolucionista contemporánea, por un lado, y los patrones de cambio en el registro fósil, por
el otro".{2} En estas circunstancias, los paleontólogos prudentes con toda razón se tragaron sus dudas y
apoyaron la ideología reinante. Abandonar el paradigma sería abandonar la comunidad científica; ignorar el
paradigma y sólo recolectar información sería ganarse el rótulo humillante de "coleccionista de estampillas".

Como han puntualizado muchos filósofos de la ciencia, la comunidad de investigadores no abandona un


paradigma si no hay un reemplazante adecuado. Esto significa que la crítica negativa del darwinismo, por más
devastadora que sea, es esencialmente irrelevante para los investigadores profesionales. El crítico podrá hacer
notar, por ejemplo, que la evidencia de que la selección natural tiene algún poder creativo es entre débil y no
existente. Eso es perfectamente cierto, pero para los darwinistas el punto más importante es éste: ¿Si la
selección natural no fue la que creó, qué fue? "Dios" es obviamente inaceptable porque este tipo de ser no es
conocido por la ciencia. "No sabemos" es inaceptable también, porque admitir ignorancia sería dejar a la ciencia
a la deriva sin un principio rector. Para poner el problema en los términos más prácticos: es imposible escribir o
evaluar una solicitud para un subsidio sin un marco teórico aceptado generalmente.

La regla del paradigma explica por qué el reconocimiento de Gould de que el neo-darwinismo está
"efectivamente muerto" no tuvo ningún efecto significativo en los fieles darwinistas o ni siquiera en Gould
mismo. Gould hizo esa declaración en un ensayo que predecía la aparición de una nueva teoría de la evolución,
una basada en las especulaciones macromutacionales del genetista de Berkeley, Richard Goldshmidt.{3}
Cuando la nueva teoría no apareció como se había anticipado, las alternativas eran, o bien quedarse con la
versión de Ernst Mayr del neo-darwinismo o hacer la concesión de que los biólogos, después de todo, no
conocen un mecanismo naturalista que pueda producir la complejidad biológica. Esa no era ninguna opción.
Gould tuvo que emprender una retirada apresurada hacia el darwinismo clásico para evitar dar ayuda y consuelo
a los enemigos del naturalismo científico, incluyendo a aquellos detestables creacionistas.

Tener que defender una teoría muerta con uñas y dientes difícilmente puede ser una actividad gratificante, y no
es ninguna sorpresa que Gould estalla de ira contra gente como yo que resalta su aprieto.{4} No es mi intención
ridiculizar a Gould, sin embargo, porque tengo un respeto genuinamente elevado por este hombre como uno de
los pocos darwinistas que ha reconocido los principales problemas con la teoría y los ha reportado
honestamente. Su tragedia es que no puede admitir las claras implicaciones de su propio pensamiento sin
renunciar efectivamente a la ciencia.

La continuada supervivencia de la ortodoxia darwiniana ilustra el famoso punto de Thomas Kuhn, que la
acumulación de anomalías por sí solo nunca convierte en falso un paradigma, porque "rechazar un paradigma
sin sustituirlo por otro significa rechazar a la misma ciencia."{5} Esta práctica puede ser adecuada como una
forma de llevar a cabo la empresa profesional denominada ciencia, pero puede ser muy engañosa cuando se lo
impone sobre las personas que están haciendo preguntas que no son las que los naturalistas científicos quieren
hacer. Supóngase, por ejemplo, que quiero saber si Dios realmente tuvo algo que ver con la creación de los
organismos vivos. Una típica respuesta darwiniana sería que no hay ninguna razón para invocar una acción
sobrenatural porque la selección darwiniana fue capaz de hacer el trabajo. Para evaluar esta respuesta necesito
saber si la selección natural realmente tiene el fantástico poder creativo que se le atribuye. No es una respuesta
suficiente decir que los científicos no tienen nada mejor para ofrecer. El hecho de que a los científicos no les
gusta decir "no sabemos" no me dice nada acerca de lo que realmente saben.

No estoy sugiriendo que los científicos tienen que cambiar sus reglas acerca de retener o descartar paradigmas.
Todo lo que quiero que hagan es que sean francos acerca de la evidencia no-confirmatoria y que admitan, si
fuera el caso, que están colgados del darwinismo sólo porque prefieren una teoría temblorosa a no tener ninguna
teoría. Lo que insisten en hacer, sin embargo, es presentar a la evolución darwiniana al público como un hecho
que se espera que toda persona racional acepte. Si hay base razonable para dudar de la teoría, este dogmatismo
es ridículo, tengan o no las personas que dudan una teoría mejor para proponer.

Para los que creen en la creación, los darwinistas parecen completamente intolerantes y dogmáticos cuando
insisten que su propia filosofía debe tener un monopolio en las escuelas y en los medios. Los darwinistas no se
ven de esa forma, por supuesto. Por el contrario, muchas veces se sienten agraviados cuando los creacionistas
(tanto en el sentido amplio como en el sentido estrecho) piden que sus propios argumentos sean oídos en
público y considerados equitativamente. Insistir que a los alumnos de la escuela se les enseñe que la evolución
darwiniana es un hecho es, en sus mentes, simplemente proteger la integridad de la educación científica;
presentar el otro lado del caso sería permitirles a los fanáticos que fuercen su opinión sobre otros. Aun a los
profesores secundarios se les ha prohibido que expresen sus dudas acerca de la evolución darwiniana en el aula,
y parece ser una creencia muy aceptada que la Constitución no sólo permite, sino que de hecho requiere tales
restricciones a la libertad académica. Para explicar esta situación extraña debemos definir nuestro cuarto
término: religión.

Supóngase que un escéptico arguye que la evidencia para la creación biológica mediante la selección natural
obviamente falta y que, dadas las circunstancias, deberíamos dar una consideración seria a la posibilidad de que
el desarrollo de la vida requirió alguna participación de un creador preexistente y con propósito. Para los
naturalistas científicos esta sugerencia es "creacionista" y, por lo tanto, inaceptable por principio, porque invoca
una entidad desconocida por la ciencia. Lo que es peor, sugiere la posibilidad de que el creador puede haberse
comunicado de alguna forma con los humanos. En este caso podría haber personas-profetas reales con un
conocimiento genuino de Dios que no son ni fraudes ni soñadores. Estas personas podrían ser imaginablemente
rivales peligrosos para los científicos como autoridades culturales.

La filosofía naturalista ha elaborado una estrategia para evitar que surja este problema: rotula al naturalismo
como ciencia y al teísmo como religión. El primero entonces es catalogado como conocimiento y el segundo,
como simple creencia. Esta distinción es de una importancia crítica porque sólo el conocimiento puede ser
objetivamente válido para todos; la creencia es válida sólo para el creyente, y nunca debe hacerse pasar como
conocimiento. El estudiante que cree que 2 más 2 es 5, o que el agua no está hecha de hidrógeno y oxígeno, o
que la teoría de evolución no es verdadera, no está expresando el punto de vista de una minoría. El o ella es un/a
ignorante, y la tarea de la educación es curar esa ignorancia y reemplazarla con conocimiento. De esta forma se
les enseña a los alumnos en las escuelas públicas, desde una edad muy temprana, que "la evolución es un
hecho" y, a medida que transcurre el tiempo, aprenderán gradualmente que la evolución significa naturalismo.

En resumen, la proposición de que Dios estuvo de alguna forma involucrado en nuestra creación queda
efectivamente proscrita e implícitamente negada. Esto es porque la evolución naturalista está, por definición, en
la categoría de conocimiento científico. Lo que contradice el conocimiento es implícitamente falso, o
imaginario. Por eso es posible para los científicos naturalistas afirmar de buena fe por un lado que su ciencia no
dice nada acerca de Dios y, por el otro, afirmar que han dicho todo lo que se puede decir acerca de Dios. En la
filosofía naturalista ambas proposiciones son, en el fondo, la misma. Todo lo que necesita decirse acerca de
Dios es que no hay nada para decir de Dios, porque sobre ese tema no podemos tener conocimiento.

Nuestro quinto y último término es la verdad. La verdad como tal no es un concepto tan particularmente
importante en la filosofía naturalista. La razón para esto es que "verdad" sugiere un absoluto que no cambia, en
tanto que el conocimiento científico es un concepto dinámico. Como la vida, el conocimiento evoluciona y
crece hacia formas superiores. Lo que fue conocimiento en el pasado no es conocimiento hoy, y el
conocimiento del futuro seguramente será muy superior a lo que tenemos ahora. Sólo el naturalismo mismo y la
validez única de la ciencia como el camino hacia el conocimiento son absolutos. No puede haber ningún criterio
para la verdad fuera del conocimiento científico, ninguna mente de Dios a la que tengamos acceso.

Esta forma de entender las cosas persiste aun cuando los naturalistas científicos utilicen un lenguaje que suena a
religioso. Por ejemplo, el físico Stephen Hawking finalizó su famoso libro A Brief History of Time (Una Breve
Historia del Tiempo) con la predicción de que el hombre algún día "podría conocer la mente de Dios." Esta
frase hace que algunos amigos míos se formen la impresión errónea de que él tenía alguna atracción hacia la
religión teísta. En el contexto, sin embargo, Hawking no estaba refiriéndose a algún ser eterno sobrenatural,
sino a la posibilidad de que el conocimiento científico eventualmente se volviera completo y que lo abarcara
todo porque habrá explicado el movimiento de las partículas materiales en todas las circunstancias.

El monopolio por parte de la ciencia en la esfera del conocimiento explica por qué los biólogos evolucionistas
no le encuentran el sentido a enfrentar la pregunta de si la teoría darwiniana es verdadera. Con gusto harán la
concesión de que su teoría está incompleta y que se requiere más investigación sobre los mecanismos de la
evolución. Sin embargo, en cualquier punto del tiempo la teoría reinante de la evolución naturalista representa
el estado del conocimiento científico acerca de cómo llegamos a existir. El conocimiento científico es, por
definición, la aproximación más cercana a la verdad absoluta que tenemos disponible. Preguntarnos si este
conocimiento es verdadero, por lo tanto, es no entender, es mostrar una mala comprensión de "cómo funciona la
ciencia."

Hasta aquí he descripto las categorías metafísicas mediante las cuales los naturalistas científicos han excluido el
tema de Dios de la discusión racional y, de esa forma, se han asegurado que la historia de la creación
completamente naturalista del darwinismo es efectivamente verdadera, por definición. No hay ninguna
necesidad de explicar por qué los ateos encuentran afín este sistema de control del pensamiento. Lo que es algo
más difícil de explicar, al menos al principio, es el fuerte apoyo que el darwinismo sigue teniendo en el mundo
académico cristiano. Los intentos de investigar la credibilidad del darwinismo son mirados con poco entusiasmo
por mucho de los principales profesores de ciencia y filosofía, aun en instituciones que son consideradas
generalmente como conservadoras en teología. Dado que el darwinismo es inherentemente naturalista y, por lo
tanto, antagónico a la idea de que Dios tuvo algo que ver con la historia de la vida, y que juega un papel
fundamental en asegurar la dominación agnóstica de la cultura intelectual, uno hubiera supuesto que los
intelectuales cristianos (junto con los judíos religiosos) estarían ansiosos por descubrir sus puntos débiles.

En cambio, la visión que prevalece entre los profesores cristianos ha sido que el darwinismo - o "la evolución",
como tienden a llamarlo - es imbatible, y que puede ser interpretado en forma consistente con la fe cristiana. Y
de hecho el darwinismo es imbatible en tanto y en cuanto uno acepte las categorías de pensamiento del
naturalismo científico que he estado describiendo. El problema es que algunas de esas categorías de
pensamiento hacen que el teísmo cristiano, o cualquier otro teísmo, sea completamente insostenible. Si la
ciencia tiene la autoridad exclusiva para decirnos cómo fue creada la vida, y si la ciencia está comprometida con
el naturalismo, y si la ciencia nunca descarta un paradigma hasta que se le presente una alternativa naturalista
aceptable, entonces la posición del darwinismo es inexpugnable dentro de la ciencia. El mismo razonamiento
que hace al darwinismo inevitable, sin embargo, le prohibe a Dios tomar ninguna acción dentro de la historia
del Cosmos, lo cual significa que hace al teísmo ilusorio. El naturalismo teísta se contradice a sí mismo.
Algunos esperan poder evitar la contradicción diciendo que el naturalismo rige sólo dentro del dominio de la
ciencia y que hay una esfera separada llamada "religión" en la que el teísmo puede florecer. El problema con
este arreglo, como ya hemos visto, es que en una cultura naturalista las conclusiones científicas son
consideradas como conocimiento, o aun hechos. Lo que esta fuera de los hechos es fantasía o, a lo sumo,
creencia subjetiva. Los teístas que se acomodan con el naturalismo científico, por lo tanto, nunca pueden
afirmar que su Dios es real en el mismo sentido que la evolución es real. Esta regla es esencial para todo el
esquema mental que produjo el darwinismo en primer lugar. Si Dios existe Él podría seguramente trabajar a
través de la mutación y la selección si eso fuera lo que Él quisiera hacer, pero también podría crear por algún
medio completamente fuera de nuestros conocimientos de la ciencia. Una vez que lo colocamos a Dios en el
cuadro, sin embargo, no hay ninguna buena razón para atribuir la creación de la complejidad biológica a la
mutación aleatoria y a la selección natural. La evidencia directa de que estos mecanismos tienen poder creativo
sustancial no se encuentra en la naturaleza, en el laboratorio o en el registro fósil. Un paso esencial en el
razonamiento que establece que la selección darwiniana creó las maravillas de la biología, por lo tanto, es que
no había otra cosa disponible. El teísmo es, por definición, la doctrina de que había otra cosa disponible.

Tal vez sea difícil de ver la contradicción cuando se lo plantea en un nivel abstracto, así que les voy a dar un
ejemplo concreto. Las personas que abogan por una posición de compromiso llamada "evolución teísta" son, en
mi experiencia, siempre imprecisas sobre lo que quieren decir con la "evolución". Tienen buenas razones para
ser imprecisos. Como hemos visto, la evolución darwinista es, por definición, no-guiado y sin propósito, y ese
tipo de evolución no puede ser, en ningún sentido, teísta. Para que la evolución sea genuinamente teísta debe ser
guiada por Dios, sea que Dios haya programado el proceso anteriormente o que haya intervenido de tiempo en
tiempo para darle un empujón en el sentido correcto. Para los darwinistas la evolución guiada por Dios es una
forma blanda del creacionismo, lo cual equivale a decir que no es evolución para nada. Para decirlo de nuevo,
esta comprensión va al mismo corazón del pensamiento darwinista. Dejen que una inteligencia sobrenatural
preexistente guíe la evolución y este ser omnipotente puede hacer muchísimo más que eso.

Por supuesto, los teístas pueden pensar en la evolución como guiada por Dios sea que a los darwinistas
naturalistas les guste o no. El problema con tener una definición privada para los teístas, sin embargo, es que los
naturalistas científicos tienen el poder de decidir qué significa el término "evolución" en el discurso público,
incluyendo las clases de ciencia en las escuelas públicas. Si los evolucionistas teístas difunden el mensaje de
que la evolución como ellos la entienden es inocua para la religión teísta, están confundiendo a sus seguidores, a
menos que agreguen una advertencia clara que la versión de la evolución apoyada por todo el cuerpo principal
de la ciencia es algo completamente distinto. Sin embargo, esta advertencia nunca se da claramente porque el
punto principal de la evolución teísta es preservar la paz con la comunidad científica principal. Por lo tanto, los
evolucionistas teístas están sin querer al servicio de los propósitos de los naturalistas científicos al ayudar a
persuadir a la comunidad religiosa para que baje su guardia ante la incursión del naturalismo.

Estamos ahora en condiciones de contestar la pregunta con la que empezó el discurso. ¿Qué es el darwinismo?
El darwinismo es una teoría de la ciencia empírica sólo en el nivel de la microevolución, donde provee el marco
para explicar cosas como la diversidad que aparece cuando pequeñas poblaciones se vuelven aisladas
reproductivamente del cuerpo principal de la especie. Como una teoría general de la creación biológica el
darwinismo no es para nada empírico. Más bien, es una implicación necesaria de una doctrina filosófica llamada
naturalismo científico que se basa en el supuesto a priori de que Dios siempre estuvo ausente de la esfera de la
naturaleza. Como tal, la evolución en el sentido darwiniano es inherentemente antitética al teísmo, aunque la
evolución en algún sentido completamente diferente y no-naturalista podría ser concebiblemente la forma
elegida por Dios para la creación.

En 1874, el gran teólogo presbiteriano Charles Hodge hizo la pregunta que he hecho. ¿Qué es el darwinismo?
Luego de una evaluación cuidadosa y completamente objetiva de la doctrina su respuesta fue inequívoca: "Es
ateísmo." Otra forma de plantear esta proposición es decir que el darwinismo es la respuesta a una pregunta
específica que surge del naturalismo filosófico. Para volver al juego de "Peligro" con el que comenzamos,
digamos que el darwinismo es la respuesta. ¿Cuál entonces es la pregunta? La pregunta es: "¿Cómo puede haber
ocurrido la creación si suponemos que Dios no tuvo nada que ver?" Los evolucionistas teístas logran muy poco
al tratar de cristianizar la respuesta a una pregunta que sale directamente de la agenda del naturalismo científico.
Lo que tenemos que hacer, en cambio, es cuestionar el presupuesto de que las únicas preguntas que valen la
pena hacer son aquellas que suponen que el naturalismo es verdadero.

Notas

{1}Niles Eldredge, Time Frames (Heinemann, 1986), 144

{2}Ibid., 93

{3}Stephen Jay Gould, "Is a New and General Theory of Evolution Emerging?" Paleobiology, 6 (1980), 119-
130, impreso nuevamente en Maynard Smith, ed., Evolution Now: A Century After Darwin (W. H. Freeman,
1982).

{4}Ver Stephen Jay Gould, "Impeaching a Self-Appointed Judge," Scientific American, (July 1992), 118-122.
Scientific American se rehusó a publicar mi respuesta a este ataque, pero la respuesta sí apareció en el número
de marzo de 1993 de Perspectives on Science and Christian Faith, la publicación de la American Scientific
Affiliation.

{5}Thomas S. Kuhn, The Structure of Scientific Revolutions 2d ed., (Chicago: University of Chicago Press,
1970), 79

Traducción: Alejandro Field

© Copyright 1992, Phillip E Johnson.

Este artículo fue presentado originalmente en un simposio en Hillsdale College, en noviembre de 1992. Las ponencias del simposio
fueron publicadas en la colección "Man and Creation: Perspectives on Science and Theology" (Bauman ed. 1993), Hillsdale College
Press, Hillsdale MI 49242

¿Estamos solos en el universo?


Ray Bohlin

Raymond G. Bohlin es el presidente de Probe Ministries. Se graduó de University of Illinois (B.S. en


zoología), North Texas State University (M.S. en genética de la población) y University of Texas at
Dallas (M.S., Ph.D. en biología molecular). Es uno de los autores de The Natural Limits to Biological
Change (Los límites naturales del cambio biológico), sirvió como editor general de Creation, Evolution
and Modern Science (Creación, evolución y la ciencia moderna), y ha publicado una gran cantidad de
artículos periodísticos. El Dr. Bohlin fue designado como becario de investigación en 1997-1998 y 2000
en Discovery Institute's Center for the Renewal of Science and Culture. Si usted tiene algún comentario o
pregunta sobre este artículo, envíelo por favor a espanol@probe.org.

¿Vida en Marte?
Hubo una gran conmoción en los medios cuando un grupo de científicos de la NASA anunció que había
encontrado evidencia de vida en Marte. Su evidencia, un supuesto meteorito marciano, fue catapultada al centro
de la escena, y todos, desde CNN hasta "Nightline" emitieron programas especiales con entrevistas y vídeos de
los científicos y su espécimen preciado. El presidente Clinton estaba tan entusiasmado por el anuncio que alabó
el programa espacial de Estados Unidos y aprovechó la oportunidad para establecer una cumbre espacial
bipartidaria liderada por el vicepresidente Al Gore, con el fin de estudiar el futuro de la investigación espacial
de Estados Unidos. ¿Acaso no lo estamos haciendo ya?

De todos modos, este anuncio claramente sacudió al país. Algunos de los científicos se mostraban
exageradamente locuaces sobre cuán significativos eran estos hallazgos. El frenesí de los medios fue impulsado
por la publicación adelantada de un artículo de Science, la principal revista científica de Estados Unidos. El
artículo debía salir en la semana siguiente, pero Science decidió publicarla antes porque se había filtrado.

Toda la conmoción tenía que ver con esto: Un grupo de científicos había estudiado un meteorito que se había
encontrado en el hielo de Antártida. Antes de esto, se había determinado que este meteorito era originario de
Marte mediante el estudio del contenido gaseoso de los componentes vidriosos del meteorito. La composición
gaseosa concordaba bastante bien con la atmósfera de Marte. Esta conclusión parece razonable.

Así que supusieron que el meteorito había venido de Marte. Luego, buscaron evidencia de vida sobre el
meteorito y en las grietas del meteorito. Encontraron dos tipos de moléculas que pueden formarse como
resultado de procesos vitales: carbonatos y moléculas complejas llamadas hidrocarburos poliaromáticos, o
PAHs. También encontraron formas en la roca que se parecían a microfósiles conocidos de la Tierra. Los
microfósiles son fósiles de organismos unicelulares, que son algo difíciles de interpretar.

Bueno, ¿qué significa esto? Obviamente, los científicos de la NASA sintieron que las cosas que acabamos de
mencionar ofrecían una amplia evidencia como para concluir que la vida existió alguna vez en Marte. Sin
embargo, todas las señales químicas podrían deberse a procesos que no tienen nada que ver con la vida, y los
supuesto microfósiles son 100 veces más pequeños que cualquier otro fósil similar que se haya encontrado en la
Tierra. Otros grupos que estudiaron este mismo meteorito llegaron a la conclusión de que la temperatura de
formación de las sustancias químicas era excesivamente alta para permitir la vida (más de 700 grados
centígrados) o que estaban ausentes otras señales químicas de vida. John Kerridge, un científico planetario de
University of California at San Diego, dijo: "La conclusión es, cuando mucho, prematura, y más probablemente
incorrecta." Pero escuche la afirmación final en el artículo de Science:

Si bien hay explicaciones alternativas para cada uno de estos fenómenos tomados individualmente, cuando se
los considera colectivamente, especialmente a la luz de su asociación espacial, concluimos que son evidencia de
vida primitiva en Marte. [1]

En castellano sencillo, hay explicaciones razonables no relacionadas con la vida para cada una de las evidencias
presentadas, pero nosotros simplemente pensamos que significan que hay vida en Marte. La evidencia es muy
incierta, y ha sido cuestionada por muchos otros científicos, pero los medios no informaron esto con el mismo
detalle. Pero ¡tal vez tengan razón! De hecho, hay una explicación sencilla que ignoran consistentemente tanto
los medios como los científicos. Si realmente hay, o ha habido, vida en Marte, ¿qué podría tener que significar
esto para la evolución? O, más importante, ¿rebate de alguna forma la creación? Vamos a ver esto a
continuación.

¿Qué significaría la vida en Marte?

Debido al reciente anuncio de señales de vida en Marte, muchas personas se vieron alentadas en su creencia de
que no estamos solos en el universo. Estas señales distan mucho de ser ciertas, y probablemente sean falsas
pero, si son verdaderas, ¿qué significarían estos resultados para los evolucionistas? Más aún, ¿hay alguna razón
para que los cristianos teman la confirmación de vida en Marte?

Supongamos, entonces, por un momento, que la evidencia de este meteorito marciano sea evidencia legítima de
la vida en Marte-una vida que en algún punto del pasado realmente existió en Marte. ¿Qué significaría?

Para los evolucionistas, la evidencia se percibe como confirmación de que la vida en realidad surge de la "no
vida" mediante procesos puramente químicos. Además, los evolucionistas sacan la conclusión de que la vida
debe poder evolucionar muy fácilmente, ya que lo hizo en dos planetas adyacentes en el mismo sistema solar.
Por lo tanto, aun cuando la investigación sobre el origen de la vida esté paralizada actualmente, un
descubrimiento como éste aparentemente confirma la idea de que debe funcionar algún escenario de evolución
química. Voy a abordar este supuesto más adelante.

Por otra parte, hay quienes han dicho que, si hay vida en Marte el creacionismo habría recibido un golpe mortal.
Razonan que dado que (1) ahora sabemos que la vida puede evolucionar prácticamente en cualquier parte, y (2)
la Biblia nunca habla de vida en otra parte fuera de la Tierra, por lo tanto la Biblia no es confiable. Además,
razonan, ¿por qué habría de crear Dios vida en un planeta sin humanos? Sin embargo, dado que la Biblia
mantiene un silencio total sobre el tema de la vida extraterrestre, no podemos hacer ninguna predicción acerca
de su posibilidad. Dios ciertamente está libre para crear vida en planetas distintos de la Tierra si así lo quisiera.

Volviendo al alborozo de los evolucionistas ante la posibilidad de que la vida haya evolucionado en otros
planetas, la verdadera pregunta es: ¿es ésta la conclusión correcta, si realmente se encuentra vida en Marte? La
respuesta sencilla, que los medios evitan inexplicablemente, es: ¡NO! ¡La respuestas más sencilla ante el posible
descubrimiento de vida en Marte es que la así llamada "vida marciana" en realidad vino de la Tierra!

Piénselo de esta forma. Se supone que el meteorito que se encontró existió en Marte previamente. ¿Cómo llegó
a la Tierra? Bueno, se plantea la posibilidad de que un meteorito grande chocó con Marte arrojando una gran
cantidad de escombros al espacio, parte de los cuales llegaron a la Tierra, y al menos unos pocos de estos fueron
encontrados por terrícolas. Si usted está siguiendo mi pensamiento, se habrá dado cuenta que el mismo
escenario podría haber ocurrido en la Tierra.

Los evolucionistas sugieren que la Tierra sufrió un fuerte bombardeo de meteoritos hasta por lo menos 3.800
millones de años atrás-aproximadamente el momento en que dicen que apareció la vida sobre la Tierra. El
astrónomo cristiano Hugh Ross lo pone de esta forma:

Los meteoritos suficientemente grandes como para crear un cráter de un diámetro de más de 100 kilómetros
harán que rocas de la Tierra escapen de la gravedad de la Tierra. De 1000 de estas rocas eyectadas, 291
impactarán en Venus, 20 irán a Mercurio, 17 caerán en Marte, 14 llegarán a Júpiter y 1 viajará tan lejos como
Saturno. Junto con estas rocas y acompañándolas durante todo el trayecto irán muchas variedades de vida de la
Tierra. [2]

Ross también demuestra que muchas formas de vida microscópicas son bastante capaces de sobrevivir un viaje
así. Todo esto es bastante conocido en la comunidad científica, pero no lo he visto mencionado una sola vez en
ninguna discusión pública. Creo que la razón es que la posibilidad de que la vida haya evolucionado sobre
Marte es demasiado jugosa como para desperdiciarla.

La improbabilidad de la vida en alguna otra parte del universo

Quisiera abordar el increíble optimismo de tantas personas de que el universo está rebosante de vida. Sin duda
esto está alimentado por el tremendo éxito de obras de ciencia ficción como La Guerra de las Galaxias y Star
Trek, que presentan elocuentemente la razonabilidad de un universo preñado de formas de vida inteligentes.
En este optimismo está inherente el presupuesto evolucionista de que si la vida evolucionó aquí no deberíamos
suponer arrogantemente que la vida no pueda haber evolucionado en otra parte del universo. Y si la vida en
general existe en el universo entonces, por supuesto, debe haber vida inteligente allá afuera también.

Este es el suposición básica del programa SETI (Search for Extra-Terrestrial Intelligence - Búsqueda de
Inteligencia Extraterrestre). Este es un programa que ahora está financiado privadamente en vez de
federalmente y que busca en el espacio señales de radio originadas de otro planeta, lo cual indicaría la presencia
de vida inteligente. Pero, ¿es realista esta esperanza? ¿Hay una razón justificable para sospechar que existen
planetas adecuados para la vida en alguna otra parte del universo?

Durante las últimas dos décadas, los científicos han comenzado a tabular muchas características de nuestro
universo, galaxia, sistema solar y planeta que parecen tener un ajuste fino para que exista la vida. El astrónomo
y apologista cristiano, el Dr. Hugh Ross, documenta todas estas características en su libro The Creator and the
Cosmos (El Creador y el Cosmos), [3] y está constantemente actualizándolas. En la segunda edición del libro
(1995), Ross documenta 26 características del universo y 33 características de nuestra galaxia, sistema solar y
planeta que tienen un ajuste fino para que exista la vida.

Algunos ejemplos incluyen el tamaño, la temperatura y el brillo de nuestro sol, el tamaño, composición química
y la órbita estable de la Tierra. El hecho que tengamos una luna y no ninguna, ni dos o tres. La distancia de la
Tierra al sol, la inclinación del eje de la Tierra, la velocidad de la rotación de la Tierra, el tiempo que le lleva a
la Tierra orbitar alrededor del sol. Si alguno de estos factores fuera diferente por un pequeño porcentaje, la
capacidad de la Tierra de sustentar vida se vería reducida severamente. Recientemente se ha señalado que aun la
presencia de Júpiter y Saturno sirve para estabilizar la órbita de la Tierra. Sin estos dos planetas grandes
ubicados exactamente donde están, la Tierra sería llevada de su presente órbita casi circular a una órbita elíptica
que causaría diferencias de temperatura mayores entre las estaciones y además sometería a la Tierra a una
mayor interferencia de meteoritos. Ninguna de estas condiciones es hospitalaria para la presencia continua de la
vida.

Ross además ha calculado que las probabilidades de que todos estos factores ocurran en conjunto sólo por
procesos naturales es de 1 en 10-53, o sea un punto decimal seguido de 52 ceros seguidos de un uno. Una
estimación muy liberal de cuántos planetas podría haber, aunque sólo tenemos 18 documentados, es de 1022, o
sea 10 mil trillones de planetas, una por cada estrella en el universo. Si combinamos estas dos probabilidades,
nos dice que hay 10-31 planetas en todo el universo que podrían sustentar la vida. Evidentemente, esto es mucho
menos que uno; por lo tanto, como resultado sólo de procesos naturales, ni siquiera tendríamos que estar aquí-y
mucho menos algún tipo de forma de vida extraterrestre.

Así que, a menos que Dios haya creado la vida en alguna otra parte, estamos solos y, para el evolucionista
materialista, este es un pensamiento aterrador.

Los problemas de la evolución química en la Tierra

Las estadísticas que se dan más arriba significan que realmente estamos solos en el universo, y que no hay
ninguna esperanza de encontrar civilizaciones inteligentes como en el programa de televisión Star Trek. Si bien
significa que no han nadie allá afuera que pueda amenazar nuestra supervivencia, tampoco hay nadie allá afuera
para salvarnos de nuestros propios errores.

Esta observación muestra por qué creo que la comunidad científica y los medios se entusiasmaron tanto ante las
posibilidades de vida en Marte. Los esfuerzos por determinar cómo la vida pudo haber evolucionado de la
materia inerte han estado tan llenos de problemas que hace que la posibilidad de vida en otra parte sea
extremadamente remota. Pero, si se pudiera probar que la vida evolucionó en otra parte, entonces demostraría
que la vida surge bastante fácilmente, y simplemente no hemos encontrado el truco correcto aquí en la Tierra
para demostrarlo. Pero esto simplemente salta por encima del problema.

Pero, ¿acaso es la evolución de la vida a partir de elementos químicos no vivos tan imposible? Las dificultades
caen en tres categorías: el problema químico, el problema termodinámico y el problema de la información.
Estos temas son presentados en forma integral en un libro de Thaxton, Bradley, y Olsen titulado The Mystery of
Life's Origin (El misterio del origen de la vida) [4] y en un capítulo de libro editado por J. P. Moreland, The
Creation Hypothesis (La hipótesis de la creación).[5]

Los problemas químicos quedan ilustrados por la dificultad para sintetizar aun las moléculas más sencillas que
son los bloques constructivos necesarios para la vida a partir de precursores inorgánicos. Inicialmente se
pensaba que los aminoácidos, los azúcares y las bases para las importantes moléculas llamadas nucleótidos que
forman el ADN y ARN eran sintetizados fácilmente en una atmósfera primitiva de la Tierra de amoníaco,
metano, vapor de agua e hidrógeno. Pero experimentos adicionales mostraron que este escenario no era realista.
El amoníaco y el metano habrían durado poco en esta atmósfera; las múltiples fuentes de energía disponibles
habrían destruido las moléculas necesarias y el agua se habría descompuesto en hidrógeno y oxígeno. El
oxígeno fue evitado meticulosamente en todos los escenarios prebióticos, porque habría envenenado todas las
reacciones necesarias.

Los problemas termodinámicos surgen de la dificultad para armar todas estas moléculas complejas que habrían
estado flotando en alguna sopa prebiótica para formar una célula altamente organizada y compleja. Para lograr
esta tarea de conseguir la complejidad especificada de las moléculas de la vida, como el ADN y las proteínas, la
disponibilidad de energía natural durante millones de años no alcanza. Todos los sistemas donde la complejidad
especificada se produce a partir de componentes sencillos requiere un mecanismo de conversión de energía que
canalice la energía en la dirección correcta para lograr el trabajo necesario. Sin la fotosíntesis, no hay ningún
mecanismo de este tipo en la Tierra prebiótica.

El problema de la información muestra que no hay forma de explicar el origen del código genético, que es un
lenguaje, sin un aporte inteligente. Los códigos de información exigen un programación previa inteligente.
Ningún mecanismo evolutivo puede lograr esto. La vida exige inteligencia.

Así que puede ver por qué los evolucionistas estarían entusiasmados ante la posibilidad de encontrar vida
evolucionada en otra parte. Esto es porque es aparentemente imposible que la vida evolucione aquí. Así que, si
ocurrió en otra parte, tal vez nuestros experimentos simplemente obviaron algún detalle.

El Día de la Independencia, la película

En la película El Día de la Independencia, una fuerza de combate alienígena viene a la Tierra con la intención
de destruir la raza humana, extraer del planeta todos los recursos disponibles y luego desplazarse a alguna otra
civilización desafortunada de la galaxia. Pero aquellos humanos indomables, con la ayuda de aquella vieja
ingenuidad norteamericana, son más astutos que los tontos alienígenas y la Tierra es salvada. La historia se ha
contado muchas veces, pero tal vez nunca tan bien ni con efectos especiales tan buenos. La película fue un gran
éxito.

Pero, ¿por qué estamos continuamente fascinados por la posibilidad de culturas alienígenas? La película daba la
clara impresión de que debe haber una gran cantidad de civilizaciones inteligentes allá afuera en el universo.
Esta noción se ha vuelto algo ampliamente aceptado en nuestra cultura.

Pocos reconocen que la supuesta existencia de civilizaciones alienígenas está basada en supuestos
evolucionistas. La ciencia ficción de Star Trek y de La Guerra de las Galaxias comienza con la evolución.
Como he dicho antes, los evolucionistas simplemente razonan que, dado que la vida evolucionó aquí sin
ninguna interferencia de afuera, el universo debe estar preñado de vida. El astrónomo Carl Sagan lo expresó de
esta forma, después de pasar revista a los experimentos de la evolución química de la Tierra primitiva:

No hay nada en tales experimentos que sea exclusivo de la tierra. Los gases iniciales y las fuentes de energía
son comunes en todo el Cosmos. Las reacciones químicas como las de nuestros recipientes en los laboratorios
pueden ser responsables de la materia orgánica en el espacio interestelar y los aminoácidos encontrados en los
meteoritos. Alguna reacción química similar tiene que haber ocurrido en miles de millones de otros mundos en
la galaxia de la Vía Láctea. Las moléculas de la vida llenan el Cosmos. [6]

Sagan sugiere fuertemente que las probabilidades y la química del universo indican que la vida es omnipresente
en la galaxia. Pero, como dije antes, las probabilidades indican en forma abrumadora que nuestro planeta es el
único adecuado para la vida en el universo. Y la química de la Tierra también indica que la vida es sumamente
difícil de conseguir. Muchos evolucionistas admiten que la probabilidad de la vida basada exclusivamente en
sucesos aleatorios es ciertamente remota. Muchos están sugiriendo ahora que la vida es inevitable porque hay
leyes aún no descubiertas de la naturaleza que llevan automáticamente a formas de vida complejas. En otras
palabras, el mazo de cartas está arreglado. Escuche al premio Nobel y bioquímico, Christian de Duve:

Hemos recibido trece espadas, ¡no una vez sino miles de veces consecutivas! Esto es totalmente imposible, a
menos que el mazo hubiera estado arreglado. Lo que implica este arreglo con respecto al armado de la primera
célula es que la mayoría de los pasos involucrados tienen que haber tenido una alta probabilidad de tener lugar
bajo las condiciones prevalecientes. Si uno hace que sean aun moderadamente improbables entonces el proceso
abortará, por el número mismo de pasos sucesivos involucrados. En otras palabras, en contra de la afirmación
de Monod, el universo fue-y presumiblemente sigue estando-preñado de vida. [7]

El único problema con al sugerencia de Duve es que no conocemos ningún proceso natural que conduzca
naturalmente a la complejidad de la vida. Todo lo que conocemos de la vida lleva a la conclusión opuesta. La
vida no es un producto del azar o de la necesidad. La vida es un producto de la inteligencia.

Sin la interferencia Divina, estamos solos en el universo, y sin Cristo estamos-y deberíamos estar-aterrorizados.
El evangelio sigue siendo tan relevante como siempre.

Notas

1..Science, 16 August 1996, 273:924-30.

2.Creator and the Cosmos, NavPress, 1995, p. 155.

3.Ibid., pp. 111-45.

4.Lewis and Stanley, 1984.

5.InterVarsity Press, 1994, pp. 173-210.

6.Cosmos, Random House, 1980, p. 40.

7.Vital Dust, Basic Books, 1995, p. 9.

Traducción: Alejandro Field


Máquinas moleculares: apoyo experimental para la
inferencia de diseño
Michael Behe

Mike Behe recibió su título de Bachelor of Science en Química de Drexel University en 1974 y su Ph.D. en Bioquímica
de la University of Pennsylvania en 1978. Después de hacer trabajos posdoctorales en los institutos nacionales de salud
se convirtió en profesor asistente de Química en la City University of New York/Queens College. En 1985 se mudó a
Lehigh University en Bethlehem, PA, donde es actualmente Profesor Asociado en el Departamento de Ciencias
Biológicas. Mike está casado con Celeste LaTassa. Son miembros de la parroquia St.Theresa en Hellertown, PA, donde
están criando seis niños: Grace, de 10; Benedict, de 9; Clare, de 7; Leo, de 5; Rose, de 3 y Vincent, de 1 año. Busque el
nuevo libro de Dr. Behe, publicado por Free Press, Darwin's Black Box: The Biochemical Challenge to Evolution.

Una Serie de Ojos

¿Cómo vemos? En el siglo XIX, la anatomía del ojo era conocida con gran detalle y los mecanismos
sofisticados que utiliza para entregar una representación precisa del mundo exterior causaban asombro en
cualquier persona que los conociera. Los científicos del siglo XIX observaron correctamente que si una persona
tuviera la desdicha de perder uno de los muchos rasgos integrados del ojo, como ser la lente, o el iris, o los
músculos oculares, el resultado inevitable sería una pérdida seria de visión o la ceguera definitiva. En
consecuencia, se llegó a la conclusión que el ojo sólo podía funcionar si estaba prácticamente intacto.

Mientras Charles Darwin consideraba las posibles objeciones a su teoría de la evolución mediante la selección
natural en El Origen de las Especies, abordó el problema del ojo en una sección del libro titulado
apropiadamente "Órganos de Perfección y Complicación Extrema". Se dio cuenta que si aparecía en una
generación un órgano de la complejidad del ojo, el evento sería sinónimo de un milagro. De alguna forma, para
que la evolución darwiniana fuera creíble, debía eliminarse la dificultad que tenía el público para visualizar la
formación gradual de órganos complejos.

Darwin tuvo un éxito brillante, no describiendo efectivamente un camino que la evolución podría haber tomado
al construir el ojo, sino más bien señalando una cantidad de animales que se sabía que tenían ojos de distintas
estructuras, pasando desde el simple punto sensible a la luz hasta el ojo complejo de los vertebrados, similar a la
cámara fotográfica, y sugiriendo que la evolución del ojo humano pudo haber involucrado órganos similares
como intermediarios.

Pero la pregunta persiste: ¿cómo vemos? Si bien Darwin logró persuadir a gran parte del mundo de que el ojo
moderno podía ser producido gradualmente desde una estructura mucho más simple, ni siquiera intentó explicar
cómo el simple punto sensible a la luz, que era su punto de partida, funcionaba realmente. Al discutir el ojo,
Darwin descartó el asunto de su mecanismo último:{1}

Cómo un nervio llega a ser sensible a la luz difícilmente nos interese más que el tema de cómo se originó la
vida misma.
Él tenía una excelente razón para declinar contestar la pregunta: la ciencia del siglo XIX no había progresado al
punto en que el tema pudiera ser abordado siquiera. El asunto de cómo funciona el ojo - es decir, qué ocurre
cuando el fotón de luz primero impacta a la retina - simplemente no podía ser contestado en ese tiempo. A decir
verdad, ninguna cuestión acerca del mecanismo subyacente de la vida podía ser contestada en ese tiempo.
¿Cómo provocan el movimiento los músculos de los animales? ¿Cómo funciona la fotosíntesis? ¿Cómo es
extraída la energía de los alimentos? ¿Cómo combate el cuerpo la infección? Nadie lo sabía.

El Calvinismo

Ahora bien, parece ser una característica de la mente humana que, cuando no está limitada por el conocimiento
de los mecanismos de un proceso, le parezca fácil imaginarse los pasos que van de la no-función a la función.
Un buen ejemplo de esto puede verse en la tira cómica popular, Calvin y Hobbes. El niñito Calvin siempre está
teniendo aventuras acompañado por su tigre Hobbes, saltando dentro de una caja y viajando hacia atrás en el
tiempo, o tomando una pistola de rayos de juguete y "transmogrifándose" en distintas formas animales, o
nuevamente usando la caja como una duplicadora y haciendo copias de sí mismo para poder enfrentar poderes
terrenales, como su mamá y sus maestras. A un pequeño niño como Calvin le resulta fácil imaginarse que una
caja pueda volar como un avión (o algo), porque Calvin no sabe cómo funcionan los aviones.

Un buen ejemplo tomado del mundo biológico de cambios complejos que parecen simples es la creencia en la
generación espontánea. Uno de los principales proponentes de la teoría de la generación espontánea a mediados
del siglo XIX fue Ernst Haeckel, un gran admirador de Darwin y un difusor de la teoría de Darwin. Desde la
visión limitada de las células que proveían los microscopios del siglo XIX, Haeckel creía que una célula era un
"simple pedacito de una combinación albuminosa de carbono",{2} no muy diferente de una porción
microscópica de gelatina. En consecuencia, le parecía a Haeckel que una vida de este tipo podría ser producida
fácilmente desde la materia inanimada. En 1859, el año de la publicación de El Origen de las Especies, un barco
exploratorio, el H.M.S. Cyclops, excavó un tipo de barro de apariencia extraña del fondo del mar.
Eventualmente Haeckel llegó a observar el barro y pensó que se parecía mucho a unas células que había visto
bajo el microscopio. Se lo mostró excitadamente a Thomas Henry Huxley, el gran amigo y defensor de Darwin.
Huxley también se convenció que era Urschleim (es decir, protoplasma), el progenitor de la vida misma, y
Huxley llamó al barro Bathybius Haeckelii, en honor al eminente proponente de la abiogénesis.

El barro no llegó a crecer. En años posteriores, con el desarrollo de nuevas técnicas bioquímicas y microscopios
mejorados, la complejidad de la célula fue revelada. Se demostró que los "simples pedacitos" contenían miles
de diferentes tipos de moléculas orgánicas, proteínas, ácidos nucleicos, muchas estructuras discretas
subcelulares, compartimentos especializados para procesos especializados, y una arquitectura extremadamente
compleja. Mirando hacia atrás desde la perspectiva de nuestro tiempo, el episodio del Bathybius Haeckelii
parece tonto o completamente embarazoso, pero no debería serlo. Haeckel y Huxley estaban comportándose
naturalmente, como Calvin: como no estaban al tanto de la complejidad de las células, encontraron que era fácil
creer que las células podían originarse del simple barro.

A lo largo de la historia ha habido muchos ejemplos, similares al de Haeckel, Huxley y la célula, donde una
pieza clave de un rompecabezas científico en particular estaba más allá de la comprensión de la época. En la
ciencia hasta existe un término caprichoso para una máquina o estructura o proceso que hace algo, pero cuyo
mecanismo para lograrlo es desconocido: se lo llama "caja negra." En el tiempo de Darwin toda la biología era
una caja negra: no sólo la célula, o el ojo, o la digestión, o la inmunización, sino cada estructura y función
biológica porque, en última instancia, nadie podía explicar cómo ocurrían los procesos biológicos.

Ernst Mayr, el destacado biólogo, historiador, y fuerza guía detrás de la síntesis neo-darwiniana, ha señalado
que:{3}
Toda revolución científica necesita aceptar toda suerte de cajas negras, porque si uno tuviera que esperar hasta
que fueran abiertas todas las cajas negras uno nunca tendría progresos conceptuales.

Eso es cierto. Pero en el pasado, cuando las cajas negras fueron abiertas finalmente, la ciencia, y a veces el
mundo entero, pareció cambiar. La biología ha progresado tremendamente debido al modelo que postuló
Darwin. Pero las cajas negras que aceptaba Darwin han sido abiertas ahora, y nuestra visión del mundo está
siendo sacudida nuevamente.

Las Proteínas

A fin de entender la base molecular de la vida es necesario entender cómo funcionan unas cosas llamadas
"proteínas." Aunque la mayoría de la gente piensa en las proteínas como "algo que se come", uno de los
principales grupos de alimentos, cuando están dentro de un animal o una planta que no ha sido comido las
proteínas cumplen un propósito diferente. Las proteínas son la maquinaria del tejido vivo que construye las
estructuras y lleva a cabo las reacciones químicas necesarias para la vida. Por ejemplo, el primero de los
muchos pasos necesarios para la conversión del azúcar a formas biológicamente utilizables de energía es
llevado a cabo por una proteína llamada hexoquinasa. La piel está formada, en gran medida, por una proteína
llamada colágeno. Cuando la luz impacta sobre su retina, interactúa primeramente con una proteína llamada
rhodopsina. Como puede verse aun por este número limitado de ejemplos, las proteínas llevan a cabo funciones
asombrosamente diversas. Sin embargo, en general una proteína dada puede llevar a cabo sólo una o unas pocas
funciones: la rhodopsina no puede formar piel, y el colágeno no puede interactuar en forma útil con la luz. De
ahí que una célula típica contenga miles y miles de distintos tipos de proteínas que realizan las muchas tareas
necesarias para la vida, en forma muy parecida al taller de un carpintero que podría contener muchos tipos
diferentes de herramientas para distintos trabajos de carpintería.

¿A qué se parecen estas herramientas versátiles? La estructura básica de las proteínas es bastante sencilla: se
forman enlazando en una cadena sub-unidades discretas llamadas aminoácidos. Si bien la cadena de la proteína
puede estar formada por una cantidad de enlaces de aminoácidos que puede ir desde 50 a 1000, cada posición
sólo puede contener uno entre veinte aminoácidos diferentes. En este sentido son muy parecidas a las palabras:
las palabras vienen en distintos largos, pero están formadas por un conjunto discreto de 26 letras (en inglés).
Ahora bien, una proteína en una célula no está flotando como una cadena fláccida; más bien, se enrolla en una
estructura muy precisa que puede ser bastante diferente para distintos tipos de proteínas. Al fin y al cabo, dos
secuencias diferentes de aminoácidos - dos proteínas diferentes - pueden ser enrolladas en estructuras tan
específicas y diferentes entre sí como una llave de tres octavos de pulgada puede ser diferente de una sierra. Y,
al igual que las herramientas caseras, si la estructura de las proteínas está deformada en forma significativa,
entonces ellas no logran realizar sus cometidos.

La Visión Humana

En general, los procesos biológicos a nivel molecular son realizados por redes de proteínas, cada uno de cuyos
integrantes lleva a cabo una tarea en particular en una cadena.

Volvamos a la pregunta de cómo vemos. Aunque para Darwin el evento principal de la visión era una caja
negra, gracias a los esfuerzos de muchos bioquímicos tenemos a nuestra disposición una respuesta a la pregunta
de la visión.{4} Cuando la luz llega a la retina, un fotón es absorbido por una molécula orgánica llamada 11-cis-
retinal, lo que hace que se reacomode en unos picosegundos en trans-retinal. El cambio de forma del retinal
provoca un cambio de forma correspondiente en la proteína, rhodopsina, a la que está fuertemente ligada. Como
consecuencia de la metamorfosis de la proteína, el comportamiento de la proteína cambia en una forma muy
específica. La proteína alterada puede interactuar ahora con otra proteína llamada transducina. Antes de
asociarse con la rhodopsina, la transducina está fuertemente ligada a una pequeña molécula orgánica llamada
GDP, pero cuando se liga a la rhodopsina la GDP de disocia de la transducina, y una molécula llamada GTP,
muy relacionada pero críticamente diferente del GDP, se liga a la transducina.

El reemplazo de GTP por GDP en el complejo transducinarhodopsina altera su comportamiento. La GTP-


transducinarhodopsina se liga a una proteína llamada fosfodiesterasa, ubicada en la membrana interna de la
célula. Cuando está ligada por la rhodopsina y su séquito, la fosfodiesterasa adquiere la habilidad de hendir
químicamente una molécula llamada cGMP. Inicialmente, hay muchas moléculas cGMP en la célula, pero la
acción de la fosfodiesterasa disminuye la concentración de cGMP. Activar la fosfodiesterasa puede compararse
con sacar el tapón de una bañadera, haciendo que disminuya el nivel del agua.

Una segunda proteína-membrana que se liga a la cGMP, llamada canal iónico, puede pensarse como una
compuerta especial que regula la cantidad de iones de sodio en la célula. El canal iónico normalmente permite
que los iones de sodio fluyan hacia dentro de la célula, mientras que otra proteína aparte los bombea
activamente hacia fuera de nuevo. La acción dual del canal iónico y de las proteínas bombeadoras mantiene el
nivel de los iones de sodio en la célula dentro de un rango estrecho. Cuando la concentración de cGMP se
reduce respecto de su valor normal mediante la hendidura de la fosfodiesterasa, muchos canales se cierran, lo
que resulta en una concentración celular disminuida de iones de sodio con carga positiva. Esto provoca un
desequilibrio de cargas a ambos lados de la membrana de la célula que, finalmente, hace que una corriente sea
transmitida por el nervio óptico al cerebro. El resultado, cuando es interpretado por el cerebro, es la visión.

Si la bioquímica de la visión estuviera limitada a las reacciones detalladas más arriba, la célula rápidamente se
vaciaría de su aprovisionamiento de 11-cis-retinal y de cGMP, a la vez que se vaciaría de iones de sodio. Por lo
tanto, se requiere un sistema que limite la señal que se genera y que restaure la célula a su estado original. Hay
varios mecanismos que hacen esto. Normalmente, en la oscuridad, el canal iónico, además de iones de sodio,
también permite que entren iones de calcio a la célula. El calcio es bombeado hacia fuera por una proteína
diferente a fin de mantener una concentración intracelular de calcio constante. Sin embargo, cuando los niveles
de cGMP caen, cerrando el canal de iones y disminuyendo la concentración de iones de sodio, la concentración
de iones de calcio es reducida también. La enzima fosfodiesterasa, que destruye a la cGMP, es frenada
considerablemente ante una concentración de calcio menor. Además, una proteína llamada guanilata ciclasa
comienza a resintetizar la cGMP cuando los niveles de calcio comienzan a disminuir. Entretanto, mientras todo
esto está ocurriendo, la metarhodopsina II es modificada químicamente por una enzima llamada rhodopsina
quinasa, que coloca un grupo fosfato en su sustrato. La rhodopsina modificada es ligada entonces por una
proteína llamada arrestina, que impide que la rhodopsina siga activando a la transducina. En consecuencia, la
célula contiene mecanismos que limitan la señal amplificada activada por un solo fotón.

El trans-retinal eventualmente se sale de la molécula de rhodopsina y debe ser reconvertida a 11-cis-retinal y


ligada nuevamente por la opsina para regenerar rhodopsina para otro ciclo visual. Para lograr esto, primero el
trans-retinal es modificado químicamente por una enzima a transretinol, una forma que contiene dos átomos de
hidrógeno más. Una segunda enzima entonces isomeriza la molécula de 11-cis-retinol. Finalmente, una tercera
enzima quita los átomos de hidrógeno agregados anteriormente para formar 11-cis-retinal, y el ciclo está
completo.

Explicar la Vida

Aunque muchos de los detalles de la bioquímica de la visión no han sido mencionados aquí, el resumen que
acabamos de ver tiene la intención de demostrar que, en última instancia, esto es lo que significa "explicar" la
visión. Éste es el nivel de explicación al que debe apuntar la ciencia biológica finalmente. Para decir que uno
entiende alguna función, cada paso relevante del proceso deber ser explicado. Los pasos relevantes en los
procesos biológicos ocurren en última instancia en el nivel molecular, así que una explicación satisfactoria de
un fenómeno biológico como la visión, o la digestión, o la inmunización, debe incluir una explicación
molecular. Ya no es suficiente, ahora que la caja negra de la visión ha sido abierta, que una "explicación
evolucionista" invoque solamente las estructuras anatómicas de los ojos, como lo hizo Darwin en el siglo XIX y
como lo siguen haciendo la mayoría de los difusores de la evolución hoy día. La anatomía es, simplemente,
irrelevante. También lo es el registro fósil. No importa si el registro fósil es consistente o no con la teoría
evolucionista, así como no importó en la física que la teoría de Newton fuera consistente con la experiencia
cotidiana. El registro fósil no tiene nada que decirnos acerca de, digamos, si las interacciones del 11-cis-retinal
con la rhodopsina, la transducina y la fosfodiesterasa se podrían haber desarrollado paso a paso. Tampoco
importan los patrones de la biogeografía, o la genética de las poblaciones, o las explicaciones que la teoría
evolucionista ha dado para los órganos rudimentarios o la abundancia de las especies.

"Cómo un nervio llega a ser sensible a la luz difícilmente nos interese más que el tema de cómo se originó la
vida misma", dijo Darwin en el siglo XIX. Pero ambos fenómenos han atraído el interés de la bioquímica
moderna. La historia del lento parálisis de la investigación sobre el origen de la vida es bastante interesante,
pero el espacio nos impide volver a contarla aquí. Es suficiente decir que al presente el campo de los estudios
sobre el origen de la vida se ha disuelto en una cacofonía de modelos contradictorios, cada uno de ellos poco
convincente, seriamente incompleto, e incompatible con los modelos competidores. En privado, aun los
biólogos más evolucionistas admitirán que la ciencia no tiene ninguna explicación para el origen de la vida.{5}

El propósito de este ensayo es mostrar que los mismos problemas que asedian a la investigación sobre el origen
de la vida también hostigan los esfuerzos por mostrar cómo llegó a existir prácticamente cualquier sistema
bioquímico complejo. La bioquímica ha revelado un mundo molecular que resiste decididamente la explicación
por la misma teoría que ha sido aplicada desde tiempo atrás al nivel de todo el organismo. Ninguna de las cajas
negras de Darwin - el origen de la vida, o el origen de la visión, u otros sistemas bioquímicos complejos - ha
sido explicada por su teoría.

Complejidad Irreducible

En El Origen de las Especies Darwin declaró:{6}

Si pudiera demostrarse que existe algún órgano complejo que no pudiera haberse formado, de alguna forma, a
partir de modificaciones numerosas, sucesivas y leves, mi teoría se vendría abajo completamente.

Un sistema que cumple con el criterio de Darwin es aquél que exhibe complejidad irreducible. Por complejidad
irreducible quiero decir un único sistema que está compuesto por varias partes interactuantes que contribuyen a
la función básica, y en el que la remoción de cualquiera de las partes hace que el sistema deje de funcionar
efectivamente. Un sistema irreduciblemente complejo no puede ser formado gradualmente por modificaciones
leves y sucesivas de un sistema precursor, ya que cualquier precursor a un sistema irreduciblemente complejo
es, por definición, no-funcional. Dado que la selección natural necesita una función para seleccionar, un sistema
biológico irreduciblemente complejo, si existiera tal cosa, tendría que surgir como una unidad integrada para
que la selección natural pudiera tener algo sobre lo cual actuar. Está aceptado casi universalmente que un evento
abrupto de este tipo sería irreconciliable con el gradualismo que visualizaba Darwin. En este punto, sin
embargo, "irreduciblemente complejo" es sólo un término, cuyo poder reside mayormente en su definición.
Debemos preguntarnos ahora si existe alguna cosa real que sea de hecho irreduciblemente compleja y, si es así,
si hay entonces cosas irreduciblemente complejas que sean sistemas biológicos también.

Considere la humilde trampa para cazar ratones (Figura 1). Las trampas para ratones que usa mi familia en
nuestro hogar para tratar con roedores molestos consisten de varias partes. Estas son: (1) una plataforma de
madera plana que actúa como una base; (2) un martillo de metal que realiza la verdadera tarea de aplastar al
ratoncito; (3) un resorte de alambre con extremos extendidos para hacer presión contra la plataforma y el
martillo cuando se carga la trampa; (4) una traba sensible que se suelta cuando se le aplica una leve presión; y
(5) una barra de retención que retiene al martillo cuando se carga la trampa y que se conecta con la traba. Hay
también una cantidad variada de grapas y tornillos que mantienen unido al sistema.
Figura 1. Una trampa para cazar ratones casera. Las partes funcionales de la trampa están rotuladas. Si alguna de las partes falta,
la trampa no funciona.

Si cualquiera de los componentes de la trampa (la base, el martillo, el resorte, la traba o la barra) es eliminado,
entonces la trampa no funciona. En otras palabras, la simple trampa para cazar ratones no tiene la capacidad de
atrapar al ratón hasta que varias partes separadas estén todas ensambladas.

Dado que la trampa está compuesta necesariamente de varias partes, es irreduciblemente compleja. En
consecuencia, existen los sistemas irreduciblemente complejos.

Máquinas Moleculares

Ahora bien, ¿hay sistemas bioquímicos que sean irreduciblemente complejos? Sí, resulta que muchos de ellos lo
son.

Anteriormente discutimos las proteínas. En muchas estructuras biológicas las proteínas son simplemente
componentes de máquinas moleculares más grandes. Como el tubo de rayos catódicos, los cables, las tuercas y
los tornillos que forman el televisor, muchas proteínas son parte de estructuras que sólo funcionan cuando
prácticamente todos los componentes han sido ensamblados. Un buen ejemplo de esto es la cilia.{7}

  Figura 2a. Animación de una Cilia

Las cilias son organelas en forma de pelos que están en las superficies de muchas células de los animales y de
las plantas inferiores, y que sirven para mover los fluidos sobre la superficie de la célula, o como "remos" para
que las células individuales se puedan mover a través de un fluido. En los humanos, por ejemplo, cada una de
las células epiteliales que recubren el tracto respiratorio tiene unas 200 cilias que se mueven en forma
sincronizada para mover el moco hacia la garganta para que sea eliminado. Una cilia consiste de un manojo de
fibras cubierto por una membrana denominado axonema. Un axonema contiene un anillo de 9 microtubos
dobles que rodean 2 microtubos simples centrales. Cada par externo consiste de un anillo de 13 filamentos
(subfibra A) fundido con un conjunto de 10 filamentos (subfibra B). Los filamentos de los microtubos están
formados por dos proteínas llamadas alfa y beta tubulina. Los 11 microtubos que forman un axonema se
mantienen unidos por tres tipos de conectores: las subfibras A están unidas a los microtubos centrales por rayos
radiales; los pares adyacentes externos están unidos por uniones que consisten de una proteína muy elástica
llamada nexina; y los microtubos centrales están unidos por un puente conector. Finalmente, cada subfibra A
tiene dos brazos, un brazo interno y un brazo externo, cada uno de los cuales contiene la proteína dineína.

Pero, ¿cómo funciona la cilia? Los experimentos han indicado que el movimiento ciliar resulta del "caminar"
accionado químicamente de los brazos de dineína en un microtubo sobre la subfibra B vecina de un segundo
microtubo, de forma que los dos microtubos se deslizan uno a lo largo del otro (Figura 2a y b). Sin embargo, las
uniones cruzadas de proteínas entre los microtubos en una cilia intacta impiden que los microtubos vecinos se
deslicen uno sobre el otro más que una corta distancia. Estas uniones cruzadas, por lo tanto, convierten al
movimiento deslizante inducido por la dineína en un movimiento de curvado de todo el axonema.

Figura 2b. Dibujo esquemático de parte de una cilia. La brazada de poder de la proteína motor, dineína, fijada a un microtubo,
contra la subfibra B de un microtubo vecino hace que la fibras se deslicen una sobre otra. La proteína conectora flexible, nexina,
convierte al movimiento deslizante en un movimiento de curvado.

Ahora, detengámonos un poco, y revisemos el funcionamiento de la cilia, y consideremos lo que implica. Las
cilias están compuestas de por lo menos una media docena de proteínas: alfa-tubulina, beta-tubulina, dineína,
nexina, la proteína-rayo, y una proteína-puente central. Estas se combinan para realizar una tarea, el
movimiento ciliar, y todas estas proteínas deben estar presentes para que funcione la cilia. Si las tubulinas están
ausentes, no hay filamentos que puedan deslizarse; si la dineína está ausente, entonces la cilia se mantiene
rígida y quieta; si la nexina u otras proteínas conectoras están ausentes, entonces el axonema se rompe cuando
los filamentos se deslizan.

Lo que vemos en la cilia, entonces, no es sólo complejidad profunda, sino complejidad irreducible en la escala
molecular. Recuerde que al decir "complejidad irreducible" queremos decir un aparato que requiere varios
componentes distintos para que el todo pueda funcionar. Mi trampa debe tener una base, un martillo, un resorte,
una traba, una barra, todos trabajando en conjunto, para que pueda funcionar. De la misma forma, la cilia, tal
como está constituida, debe tener los filamentos deslizantes, las proteínas conectoras, y las proteínas motoras
para que ocurra la función. Si falta alguno de esos componentes el aparato es inservible.

Los componentes de una cilia son moléculas simples. Esto significa que ya no hay más cajas negras para
invocar; la complejidad de la cilia es final, fundamental. Y, de la misma forma que los científicos, cuando
empezaron a comprender la complejidades de la célula, se dieron cuenta de cuán tonto era pensar que la vida
surgió en forma espontánea en un solo paso o varios pasos del barro del océano, así también nosotros ahora nos
damos cuenta que la cilia compleja no puede conseguirse en un solo paso o en unos pocos pasos. Pero, como la
complejidad de la cilia es irreducible, entonces no puede tener precursores funcionales. Como la cilia
irreduciblemente compleja no puede tener precursores funcionales no puede ser producida por la selección
natural, la que requiere de un continuo de funciones para operar. La selección natural es impotente cuando no
hay ninguna función para seleccionar. Podemos ir más lejos y decir que, si la cilia no puede ser producida por
selección natural, entonces la cilia fue diseñada.

El Estudio de la "Evolución Molecular"

Abundan otros ejemplos de complejidad irreducible, incluyendo aspectos del transporte de proteínas, la
coagulación de la sangre, el ADN circular cerrado, el flagelo bacterial, los telómeros, la fotosíntesis, la
regulación de la transcripción y muchos más. Se pueden encontrar ejemplos de complejidad irreducible en
prácticamente cada página de un libro de texto de bioquímica. Pero si estas cosas no pueden explicarse por la
evolución darwiniana, ¿cómo ha considerado estos fenómenos la comunidad científica durante los últimos
cuarenta años? Un buen lugar para contestar esa pregunta es el Journal of Molecular Evolution (Revista de la
Evolución Molecular). El JME es una revista especializada que fue iniciada específicamente para tratar con el
tema de cómo ocurre la evolución a nivel molecular. Tiene altos estándares científicos y es editado por figuras
destacadas en el campo. En un número reciente de JME se publicaron once artículos; de estos, la totalidad de
los once estaban dedicados al análisis de las secuencias de las proteínas y del ADN. Ninguno de estos ensayos
trataban modelos detallados para los intermediarios en el desarrollo de estructuras biomoleculares complejas.
En los últimos diez años JME ha publicado 886 artículos. De estos, 95 trataban la síntesis química de moléculas
consideradas necesarias para el origen de la vida, 44 proponían modelo matemáticos para mejorar el análisis de
las secuencias, 20 trataban con las implicaciones evolucionistas de las estructuras actuales y 719 eran análisis de
las secuencias de proteínas o de polinucleótidos. Hubo una cantidad cero de artículos que trataran modelos
detallados para los intermediarios en el desarrollo de estructuras biomoleculares complejas. Esta no es una
peculiaridad de JME. No pueden encontrarse artículos que traten modelos detallados de los intermediarios en
Proceedings of the National Academy of Science, Nature, Science, Journal of Molecular Biology o, que yo sepa,
en ninguna revista especializada existente.

Las comparaciones de secuencias dominan en forma apabullante la literatura de la evolución molecular. Pero las
comparaciones de secuencias simplemente no pueden explicar el desarrollo de sistemas biomoleculares
complejos, de la misma forma que la comparación de Darwin entre ojos sencillos y complejos no le pudo decir
cómo funcionaba la visión. En consecuencia, en esta área la ciencia está muda. Esto significa que cuando
inferimos que los sistemas bioquímicos complejos fueron diseñados, no estamos contradiciendo ningún
resultado experimental, no estamos en conflicto con ningún estudio teórico. No hace falta cuestionar ningún
experimento, pero la interpretación de todos los experimentos deben ser reexaminados ahora, así como los
experimentos que eran consistentes con un punto de vista newtoniano del universo tuvieron que ser
reinterpretados cuando se descubrió la dualidad de la materia como onda y como partícula.

Conclusión

A menudo se dice que la ciencia debe evitar conclusiones que tienen un sabor a lo sobrenatural. Pero esto me
parece a mí que es mala lógica y mala ciencia a la vez. La ciencia no es un juego donde se usan reglas
arbitrarias para decidir cuáles explicaciones deben ser permitidas. Más bien, es un esfuerzo por hacer
afirmaciones verdaderas acerca de la realidad física. Hace sólo sesenta años que el universo fue observado por
primera vez. Este hecho sugirió inmediatamente un evento singular - que en algún momento en el pasado
distante el universo comenzó a expandirse a partir de un tamaño extremadamente pequeño. Para mucha gente
esta inferencia estaba cargada con alusiones a un evento sobrenatural - la creación, el comienzo del universo. El
destacado físico A. S. Eddington tal vez habló por muchos físicos al expresar su disgusto con tal idea:{8}

Filosóficamente, la idea de un comienzo abrupto del orden presente de la Naturaleza me resulta repugnante,
como considero que debe serlo para la mayoría; y aun aquellos a quienes les gustaría una prueba de la
intervención de un Creador probablemente consideren que darle cuerda al universo una única vez en una época
remota no es realmente el tipo de relación entre un Dios y su mundo que trae satisfacción a la mente.

No obstante, la hipótesis del Big Bang fue abrazada por los físicos y, con los años, ha mostrado ser un
paradigma muy fructífero. El punto aquí es que la física siguió a los hechos adonde parecían conducir, aun
cuando algunos pensaban que el modelo daba aliento y consuelo a la religión. En la actualidad, a medida que la
bioquímica multiplica los ejemplos de sistemas moleculares fantásticamente complejos, sistemas que
desalientan aun el intento de explicar cómo podrían haber surgido, debemos aprender de la física. La conclusión
del diseño fluye en forma natural de los hechos; no debemos tenerle miedo; debemos abrazarla y construir a
partir de ella.
En conclusión, es importante que nos demos cuenta que no estamos infiriendo el diseño a partir de lo que no
sabemos, sino a partir de lo que sí sabemos. No estamos infiriendo el diseño para explicar una caja negra, sino
para explicar una caja abierta. Un hombre de una cultura primitiva que ve un automóvil podría suponer que está
accionado por el viento o por un antílope escondido bajo el automóvil, pero cuando abre la capota y ve el motor
inmediatamente se da cuenta que estaba diseñado. De la misma forma, la bioquímica ha abierto la célula para
examinar lo que lo hace funcionar y vemos que ella también ha sido diseñada.

Fue una conmoción para la gente del siglo diecinueve cuando descubrieron, a partir de las observaciones que la
ciencia había hecho, que muchos rasgos del mundo biológico podían ser atribuidos al elegante principio de la
selección natural. Es una conmoción para nosotros en el siglo veinte descubrir, a partir de observaciones que ha
hecho la ciencia, que los mecanismos fundamentales de la vida no pueden ser atribuidos a la selección natural y,
por lo tanto, fueron diseñados. Pero debemos ocuparnos de nuestra conmoción lo mejor que podamos y seguir.
La teoría de la evolución no dirigida ya está muerta, pero el trabajo de la ciencia continúa.

Referencias

{1}Darwin, Charles (1872) Origin of Species, 6th ed (1988), p.151, New York University Press, New York.
Volver al texto

{2}Farley, John (1979) The Spontaneous Generation Controversy from Descartes to Oparin, 2nd ed, p.73, The
Johns Hopkins University Press, Baltimore. Volver al texto

{3}Mayr, Ernst (1991) One Long Argument, p. 146, Harvard University Press, Cambridge. Volver al texto

{4}Devlin, Thomas M. (1992) Textbook of Biochemistry, pp.938954, WileyLiss, New York. Volver al texto

{5}El retórico John Angus Campbell de la University of Washington ha notado que "los grandes edificios de
ideas tales como el positivismo nunca mueren realmente. La gente pensante gradualmente los abandonan, pero
se guardan las partes que son persuasivamente útiles para espantar a los que no están informados." "The Comic
Frame and the Rhetoric of Science: Epistemology and Ethics in Darwin's Origin," Rhetoric Society Quarterly
24, pp.2750 (1994). Esto se aplica por cierto a la forma en que la comunidad científica maneja las cuestiones
con relación al origen de la vida. Volver al texto

{6}Darwin, p.154. Volver al texto

{7}Voet, D. & Voet, J.G. (1990) Biochemistry, pp.11321139, John Wiley & Sons, New York. Volver al texto

{8}Citado en Jaki, Stanley L. (1980) Cosmos and Creator, pp.56, Gateway Editions, Chicago. Volver al texto

Copyright © 1997 Michael Behe. Todos los derechos reservados.

Este ensayo fue presentado originalmente en el verano de 1994 en la reunión de la C. S. Lewis Society, Cambridge University.
El código descifrado
Les Sillars

Les teaches journalism at Patrick Henry College. He is finishing his doctorate in journalism from the University of
Texas. He is a former reporter for the Alberta Report. Sillars has been published in The National Post, Reader's
Digest, and Calgary Herald. He holds an honors degree from Dallas Theological Seminary and a BA from
Briercrest Bible College.

La construcción del mapa con la secuencia del ADN humano es un sueño hecho realidad para muchos
científicos, pero las consecuencias posibles están dando pesadillas a los especialistas en bioética. Entretanto,
algunos observadores creen que las presuposiciones darwinianas están haciendo que los investigadores
pongan un énfasis exagerado en los genes.

La versión del Libro de la Vida de la biología está siendo escrita, en parte, entre los pisos 14 y 16 de la brillante
torre médica de Baylor College of Medicine, en Houston, Texas. Ahí encontramos biotécnicos vestidos con
vaqueros mirando pantallas de computadoras, hurgando con mondadientes esterilizados gelatinas cubiertas de
puntos sobre bandejas, y llevando estantes de tubos de ensayos en carritos por pasillos grises entre laboratorios
llenos de termocicladores, secuenciadores y otros equipos.

La mayoría de los trabajadores tienes menos de 30 años y sin experiencia de trabajo previa, y algunos aún no
han terminado la universidad. Parece un ambiente improbable para lo que el presidente Bill Clinton denominó
en marzo "el avance científico del siglo, y tal vez de todos los tiempos."

Los técnicos casi han terminado de "secuenciar" el genoma humano completo; es decir, determinar el orden de
los tres mil millones de pares de nucleótidos que constituyen el ADN humano. El Centro de Secuenciamiento
del Genoma Humano de Baylor es uno de los cinco principales centros de secuenciamiento de Estados Unidos;
hay otro en Gran Bretaña y otros centros menores dispersos por todo el mundo. En conjunto, constituyen el
Proyecto del Genoma Humano, un consorcio internacional dirigido por los Institutos Nacionales de Salud
(National Institutes of Health - NIH ) y el Departamento de Energía, que ya lleva diez años.

El proyecto de 250 millones de dólares espera presentar su primer borrador este verano, una vez secuenciado el
90 por ciento del genoma con una precisión del 99,9 por ciento. La secuencia está en una base de datos pública,
que permite que los investigadores busquen todos los 80.000 a 100.000 genes-secciones del ADN que se cree
que controlan el desarrollo y la operación de las células-en una célula humana típica. Los científicos usan este
mapa genético para tratar de descubrir lo que hace cada gen y cómo trabaja con otros genes. Luego asocian las
mutaciones en genes particulares con enfermedades específicas.

La secuencia del ADN humano ha sido denominada la tabla periódica de los elementos de la biología humana o,
según una historia reciente en Newsweek, "el plano de la vida humana, el código de códigos, el santo grial,... lo
que significa ser humano." Muchos creen que este proyecto revolucionará a la medicina moderna. Los medios
están siguiendo la corriente; toda la atención durante los últimos años han hecho que se disparen las acciones de
las empresas de biotecnología. La versión final, que se espera llegue en 2003-dos años antes de lo previsto-será,
según el director del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, Fracis Collins, un cristiano
practicante, un "suceso fenomenalmente significativo en la historia humana."

Tal vez.

Los entusiastas predicen que en unas pocas décadas más la investigación genética estimulada por el Proyecto
del Genoma Humano llevará a curas y a tratamientos mucho más eficaces de enfermedades que van desde el
cáncer hasta la esquizofrenia. La participación en el Proyecto del Genoma Humano "es un trabajo de
descubrimiento que puede ser también una forma de adoración," escribió el Dr. Collins en 1997. "Es parte de
nuestro mandato como cristianos seguir estos avances médicos, intentando emular a Cristo en su papel
sanador," dijo.

En 30 años, predice el Dr. Collins, la tecnología genética estará tan avanzada que su examen médico incluirá un
perfil genético completo. El médico tomará una pocas células de su mejilla con un algodón y los insertará en un
analizador. Una computadora comparará su genoma con los miles de genes de enfermedades identificados a esa
altura, detectando las enfermedades que usted ya tiene o que podrá desarrollar.

Tal vez.

Los médicos también usarán la tecnología genética para recomendar medidas preventivas, como dietas
especializadas para quienes tienen un riesgo mayor de enfermedades cardíacas y exámenes periódicos para
quienes tienen una predisposición genética para el cáncer de colon. Algunas enfermedades actualmente
incurables serán derrotadas con la "terapia de genes," la técnica que usa virus para insertar genes saludables en
células con genes defectuosos.

Con el tiempo, según se afirma, una vez que los científicos comprendan cómo ciertos genes causan
enfermedades, diseñarán las drogas correspondientes, en vez de usar el método actual de prueba y error. Los
científicos sabrán por qué algunas drogas y terapias funcionan tan bien en algunos pacientes y llevan a otros al
hospital. Los médicos recetarán remedios con los menores efectos secundarios para un paciente dado. Algunos
científicos predicen bebés hechos a medida-o al menos la capacidad de influir en rasgos hereditarios como la
altura, la inteligencia y el color de los ojos. Además, la ciencia genética producirá una gran cantidad de avances
industriales y agrícolas, como bacterias que ingieren toxinas y cosechas más resistentes a las pestes.

Esa es la evaluación optimista del impacto de la ciencia genética.

Pero Celeste Condit, una profesora de comunicaciones de University of Georgia, que escribe regularmente
sobre ética y genética, ofrece un panorama de pesadilla que incluye:

 exámenes genéticos prenatales de rutina, con normas estrictas para determinar cuáles bebés vivirán y
cuáles morirán;
 la facilidad de contar con pruebas genéticas generará una especie de hipocondría pública, con temores de
enfermedad muy por encima de los riesgos reales;
 discriminación genética, negándosele trabajos y seguros de salud a los que tienen riesgos de
enfermedades serias;
 la clasificación de jóvenes en carreras y clases sociales basados en su "potencial genético."

En la actualidad, la pesadilla parece ser más real que un sueño. Melanie Andrews-Casal, una asesora genética de
Applied Genetics Inc., en Austin, Texas, se dedica principalmente al asesoramiento prenatal ($120 por sesión).
Es miembro de la Sociedad Nacional de Asesores Genéticos, que apoya el aborto y la investigación del tejido
fetal. "Me considero una educadora," dijo, que provee "hechos y estadísticas no directivos relacionados con las
opciones."
La mayoría de sus clientes, cuyos bebés no nacidos tienen el gen para enfermedades lo suficientemente severas
como para requerir apoyo de por vida, escogen abortarlos, informó. Aproximadamente la mitad de los padres de
bebés con síndrome de Down los matan en el vientre. Hay varias docenas de pruebas comercialmente
disponibles que disciernen enfermedades como la fibrosis cística y la hemofilia, pero al aumentar la cantidad de
pruebas, la demanda de exámenes prenatales podría escalar correspondientemente. Según informó el London
Daily Telegraph este mes, ya una agencia de gobierno británica está pidiendo exámenes genéticos para todas las
mujeres embarazadas, en caso de que la "anormalidades" las impulsen a buscar un aborto.

La mayoría de las personas ven los exámenes genéticos como eugenesia moderna. C. Ben Mitchell, profesor
asistente de bioética de Trinity International University en Deerfield, Illinois., dijo que "marca a fetos para la
destrucción, ya que no tenemos curas o tratamientos para la mayoría de las anomalías genéticas."

Al momento, las pruebas genéticas sólo pueden brindar un rango de probabilidades-no pueden especificar
cuándo desarrollará un paciente una enfermedad dada, o aun si la desarrollará. Por lo tanto, las mujeres que
tienen resultados positivos del análisis BRCA1 tal vez nunca sufran cáncer de mama o cáncer de ovarios, pero
"sienten que andan con una bomba de tiempo encima," dijo Andrews-Casal.

Muchas más bombas, reales o no, serán descubiertas cuando las pruebas genéticas estén fácilmente disponibles
y la gente comience a encargar sus propias pruebas. Ya una compañía en Houston tiene un campaña publicitaria
mundial para la pruebas de paternidad con ADN. Los transeúntes de 30 de las principales ciudades de Estados
Unidos ven carteles grandes y oscuros que dicen "Quién es el padre-1-800-DNA-TYPE" en grandes letras. Por
$475, Identigene Inc. realiza una prueba de paternidad con ADN a partir de un algodón pasado por la mejilla.

La compañía ha crecido rápidamente desde su comienzo en 1993, dijo la presidente Caroline Caske. "Es una
cuestión de tranquilidad mental. Muchos de nuestros clientes simplemente quieren tener las respuestas." Los
resultados son enviados por correo en una semana. Hay compañías como Applied Genetics que ofrecen análisis
para enfermedades de gen único por tan poco como $250. Los análisis complicados que verifican diferentes
sectores del genoma, como el BRCA1, pueden costar $2.700 o más, y las compañías de seguros pueden cubrir o
no el costo.

Hoy, la discriminación genética es infrecuente, pero una serie de historias de terror impulsaron una legislación
federal que desalienta la práctica en planes de seguro médico en 1996 (las compañías de seguros no pueden
considerar los genes de una enfermedad como una "condición preexistente"). En febrero último, el presidente
Clinton firmó una orden ejecutiva que la prohibía en las contrataciones federales y en las decisiones de
ascensos.

Pero el Sr. Mitchell cree que si existe la tecnología la gente encontrará una forma de abusarla. "Todos nosotros
tenemos algunos problemas genéticos," dijo el Sr. Mitchell, "y al volverse más sofisticados los análisis es
improbable que encontremos a alguien sin ninguna mutación."

El especialista en ética también está preocupado porque la presión económica para llevar los análisis y las
terapias al mercado estén tentando a directores generales/científicos y a los capitales de riesgo que los apoyan a
ignorar o dejar de lado principios de investigación que han sido inviolables y oculten información que haría caer
los precios de las acciones de sus compañías de biotecnología.

En el incidente más condenatorio hasta ahora, en el último otoño Jesse Gelsinger, de 18 años, murió durante un
experimento con terapia de genes para su trastorno de hígado en University of Pennsylvania. La Administración
de Alimentos y Drogas (FDA - Food and Drug Administration) cerró el programa indefinidamente, criticó
fuertemente a los investigadores por no detener el estudio cuando varios pacientes sufrieron efectos
secundarios, por no informar estos incidentes al NIH y por no obtener el consentimiento adecuado de los
pacientes. El NIH luego descubrió que los investigadores de la terapia de genes de todo el país no habían
presentado informes sobre 650 "incidentes adversos" en forma oportuna.
La disputa sobre la propiedad de los datos genéticos es también preocupante. Celera Genomics Corp., una
empresa privada de Rockville, Md., está apurando el proyecto financiado públicamente para completar el
primer mapa genético. Ha desarrollado un poderoso método de secuenciamiento "de escopeta," que aún es
polémico porque deja grandes huecos-como tener todas las piezas de un rompecabezas y no poder armarlo.
Celera ya ha producido su primer "borrador" del genoma humano. Celera y funcionarios del PGH estaban
negociando una colaboración que podría haber producido una versión final para fines de año. Las
conversaciones quedaron interrumpidas en marzo sobre si la secuencia continuaría estando disponible
libremente o si Celera podría controlar los datos, convirtiendo el Libro de la Vida de la biología en una
biblioteca de préstamos lucrativa. Celera ahora vende sus datos genéticos a suscriptores, mayormente
compañías farmacéuticas y de genómica.

Quienes defienden el acceso público dicen que el genoma humano es propiedad común de la humanidad.
Cobrar por el acceso a los datos secuenciados sofocaría la investigación genética, dicen, y hay demasiado en
juego como para permitir esto. Además, el impulso por patentar los genes se está convirtiendo en una fiebre del
oro moderna. Tal vez no se patente la secuencia química del ADN humano, pero los genes individuales sí, si se
conoce la función del gen. Hay miles de millones de dólares en juego.

Las compañías que identifican las funciones de los genes y las patentan pretenderán una parte de toda
aplicación médica producida a partir de este conocimiento. Se han registrado decenas de miles de solicitudes de
patentes preliminares. La Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos está ajustando su reglamentación
para tratar de impedir que las empresas reclamen todo el territorio antes de saber dónde está el oro.

Los cristianos deberían comenzar a influir en el debate público sobre la ética genética ahora, dice John Kilner,
director del Centro de Bioética y Dignidad Humana, un centro de ideas de Trinity International University. Los
asuntos principales tienen que ver con la privacidad de la información genética (¿debería su empleador o el
gobierno saber que usted tiene tendencia a la hipertensión?) y cuánta manipulación genética es adecuada. La
cuestión ética última, dice el Sr. Kilner, es que la medicina debe respetar el hecho que los humanos están hechos
a la imagen de Dios. "No deberíamos avanzar más allá de corregir los problemas a modelar a las personas en la
forma que queremos que sean," dijo.

Las preguntas abundan. ¿Qué tiene de malo moralmente dar a su hijo una memoria mejor? ¿Se casaría usted con
una persona que tiene una propensión genética hacia el mal de Alzheimer? ¿Debería uno solicitar exámenes
prenatales? Es también difícil conseguir pautas éticas cuando nadie sabe qué terapias serán posibles o cuándo
estarán disponibles.

Tal vez haya menos cosas posibles de lo que predicen los promotores de la genómica, y las respuestas y curas
pueden estar más distantes. Los científicos anuncian conexiones entre los genes y las enfermedades casi
semanalmente; algunas de las más recientes son para el cáncer de estómago, cervical y testicular. Pero después
de una década de investigación en la terapia de genes, si bien hay pacientes individuales que han sido ayudados
en pruebas, aún hay escasa evidencia de que la terapia de genes pueda tratar eficazmente alguna enfermedad.
Los investigadores han estado frenados por el sistema inmunológico del cuerpo, que ataca a los virus que
intentan insertar los genes "sanos."

Nadie sabe cuáles características humanas están determinadas genéticamente y cuáles están afectadas por el
entorno u otros factores. "Yo creo que la gente se va a sorprender mucho acerca de lo que está determinado
genéticamente y lo que no está determinado genéticamente," predijo Richard Gibbs, un profesor de biología
molecular de Baylor y director del Centro de Secuenciamiento de Baylor.

Jonathan Wells, un biólogo molecular de Discovery Institute, argumenta que hay tres factores que afectan el
desarrollo: los genes, el entorno y la estructura celula. El ADN controla la producción de las proteínas que
afectan el desarrollo, pero el citoesqueleto (una red de fibras microscópicas) y ciertas características de la
membrana celular determinan lo que ocurre con estas proteínas después que han sido formadas.
Esto ayuda a explicar por qué, cuando los "genes de desarrollo" de una mosca de las frutas se insertan en el
embrión de un ratón, sigue desarrollándose según patrones convencionales del embrión del ratón, hasta que la
falta de las proteínas correctas lo matan. "Sería más preciso decir que hay un programa de desarrollo escrito en
la estructura de todo el huevo fertilizado, en un lenguaje que aún ignoramos en gran parte," dijo.

"El concepto de que los genes controlan el desarrollo es un concepto derivado de la teoría evolucionista
neodarwiniana," agregó el Sr. Wells. Los evolucionistas usan las mutaciones genéticas para explicar cómo los
organismos pudieron cambiar gradualmente a lo largo del tiempo. Pero si el desarrollo involucra a todo el
huevo, entonces su complejidad es una evidencia mucho más fuerte de que un Creador diseñó la vida.

El Sr. Wells también cuestiona si los genes determinan la mayoría de las enfermedades. Algunos trastornos de
gen único, como la fibrosis cística, claramente son mayormente genéticos, según dijo. Pero la única forma en
que los investigadores pueden actualmente conectar una enfermedad con un gen específico es mediante estudios
de correlación estadística-es decir, buscan patrones genéticos comunes en personas con la enfermedad. "Pero la
correlación no es la causa," señaló, "y las correlaciones ni siquiera son muy buenas en muchos de estos casos."

Si hay muchos factores-además del ADN-que realmente afectan las enfermedades, esto ayudaría a explicar por
qué sólo algunas de las personas con el gen para una enfermedad dada finalmente la desarrollan, y por que la
severidad varía muchísimo entre personas con el mismo gen. La afirmación de que las enfermedades son el
resultado de interacciones entre genes que aún deben ser descubiertos "es todavía una teoría," dijo. Las
correlaciones entre genes y comportamientos-como el alcoholismo y la homosexualidad-o entre los genes y las
características psicológicas-como la inteligencia-son "aun más remotos que la conexión con la enfermedad." La
implicación es que combatir una enfermedad es un problema mucho más complejo que simplemente poner
genes sanos en un tejido enfermo.

"Si el cáncer no es genético," dijo Wells, "entonces se podría encontrar una cura más rápidamente si los
investigadores dejaran de buscar en el lugar incorrecto. En cuanto a bebés hechos a medida, lo que este mundo
necesita no es más personas bien parecidas o con capacidades atléticas, sino más personas con fibra moral y
principios elevados. Fuera de todo lo que se diga, el secuenciamiento del genoma humano es un avance mucho
menor de lo que afirman sus promotores."

Traducción: Alejandro Field

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