La Biblia menciona frecuentemente la utilización de las
lámparas, tanto en el culto como en la vida doméstica. El combustible que usaban para las lámparas era aceite puro de olivas machacadas, de acuerdo con las instrucciones de Jehová (Exodo 27:20). Las lámparas ordinarias, de tierra, tenían a veces tapaderas, bien independientes, siendo parte integral del utensilio. Un orificio, en el centro de la tapadera, permitía la introducción del aceite; en un extremo, otro agujero dejaba pasar una mecha. La versión de la Biblia Reina-Valera traduce el vocablo hebreo ñer como lámpara, luz de lámpara. El hebreo lappid se traduce como teas, antorchas. El término griego se traduce como lámparas y antorchas. Diccionario Bíblico El novio de la parábola era el Maestro, el Salvador de la humanidad. La boda simbolizaba la segunda venida del Salvador para recibir a su Iglesia. Las vírgenes eran aquellos que profesaban ser creyentes en Cristo, ya que estaban esperando la venida del esposo a la boda, o estaban conectados con la Iglesia y los eventos que tendrían que ocurrir con relación a ella. Presidente Harold B. Lee (CR Oct. 1951) ...Supongo que el Salvador estaba en lo correcto cuando dijo, con relación a los miembros de la Iglesia, que cinco de ellos eran sabios y cinco eran insensatos; ya que cuando el Señor de los cielos venga en poder y gran gloria a recompensar a cada hombre según sus hechos efectuados en la carne, si encuantra que la mitad de los que profesan ser miembros de su Iglesia están preparados para la salvación, será la cantida que se espera, juzgando por la trayectoria que muchos han tomado. Presidente Wilford Woodruff, JD Vol 26 ...Todos son miembros de la Iglesia... Cinco son celosos y devotos, mientras que cinco son inactivos y tibios; diez tienen testimonio de Cristo, pero únicamente cinco son firmes en Él. Por tanto, cinco estarán en la casa donde Jesús se encuentra y cinco se quedarán sin nada, todo esto hace seguir la pregunta, ¿qué porción de la Iglesia se salvará? Ciertamente esta parábola no intenta colocar a la mitad de los santos en un grupo y a la otra mitad en otro. Pero sí enseña, clara y llanamente, que hay santos insensatos que perderán las recompensas prometidas. Elder Bruce R. McConkie, Doctrinal New Testament Comentary Guardando los mandamientos. Cuando trabajemos para el reino de Dios, tendremos aceite en nuestras lámparas, nuestra luz brillará y sentiremos el testimonio del Espíritu de Dios. Si nos concentramos en las cosas del mundo y buscamos los honores de los hombres, caminaremos en la obscuridad y no en la luz. Si no valoramos nuestro sacerdocio y el trabajo del mismo, la edificación del reino de Dios... Si no consideramos que estas cosas son más valiosas para nosotros que las cosas del mundo, no tendremos aceite ni luz en nuestras lámparas, y no podremos estar presentes en la cena de las bodas del Cordero. Pdte. Wilford Woodruff, JD Vol. 24 El Señor nos da a cada uno nuestra lámpara pero el tener aceite en nuestras lámparas depende exclusivamente de cada uno de nosotros. El guardar o no los mandamientos y almacenar el aceite necesario para iluminar nuestro camino y guiarnos, depende de cada uno de nosotros individualmente. No podemos pedir prestado a los miembros de nuestra Iglesia. No podemos pedir prestado a un linaje ilustre. Si tenemos o no aceite en nuestras lámparas, repito, depende únicamente de cada uno de nosotros, y estará determinado por nuestra fidelidad en guardar los mandamientos del Dios viviente. Es preciso que recurramos a la única fuente de la cual podemos obtener esta clase de aceite mencionado por el Maestro: la fuente del caudal eterno. Presidente Harold B. Lee, CR Oct 1951 Las vírgenes representan a los que profesan creer en Cristo, y por ende, confiadamente esperan verse incluidas entre los bienaventurados participantes de la fiesta. La lámpara encendida que llevaba cada una de las doncellas es la manifestación exterior de la creencia y prácticas cristianas; y en la reserva de aceite de las prudentes, podemos ver la fuerza y abundancia espirituales que sólo la diligencia y la devoción en el servicio a Dios pueden asegurarnos. James E. Talmage, Jesús el Cristo pág. 609 Recordad estas palabras pues muchos de vosotros viviréis para ver que se cumplan. Llegará el día en que ningún hombre o mujer podrá prevalecer con luz prestada. Cada uno deberá ser guiado por su propia luz interna. Si no la tenéis, ¿cómo podréis ser guiados? Heber C. Kimball, Life of Heber C. Kimball Personalmente, creo que las Diez Vírgenes representan a los miembros de la Iglesia de Jesucristo y no a las masas del mundo. Todas las vírgenes, tanto prudentes como las insensatas, habían aceptado la invitación a la cena de bodas; estaban enteradas del programa y se les había anunciado del día importante que vendría. No eran ellas los gentiles, los bárbaros o los páganos, ni necesariamente eran gente corrupta o réproba, más bien eran personas conocedoras que insensatamente no se habían preparado para los acontecimientos vitales que estaban por afectar sus vidas eternas. Presidente Spencer W. Kimball, La Fe Precede al Milagro. Miles de nosotros nos encontramos en esa misma condición hoy día. Nuestra confianza ha disminuido y nuestra paciencia casi se ha agotado. Es difícil esperar y mantenerse preparado todo el tiempo. Pero no podemos permitirnos el dormirnos. El Señor nos ha dado esta aparábola como una amonestación especial... ¡A la medianoche! Precisamente la hora más obscura, cuando menos lo esperaban, vino el esposo. Cuando el mundo esté lleno de tribulación y se necesite ayuda, y parezca que el tiempo ya ha pasado y que la espera ya es inútil, entonces vendrá Cristo. Las lámparas encendidas forman entonces figuras de júbilo sobre la ladera, y la procesión se encamina hacia el lugar del banquete, mientras que aquellos que no tienen lámparas o aceite se quedan en la obscuridad. Cuando tratan de cumplir con los requisitos a última hora y finalmente llegan al lugar, la puerta ya se ha cerrado. Pdte. Spencer W. Kimball, La Fe Precede la Milagro Las vírgenes insensatas le pidieron a las otras que les dieran de su aceite, pero la preparación espiritual no puede compartirse en un instante. No se trató de egoísmo o falta de bondad de parte de las prudentes. El tipo de aceite que se necesita para iluminar el camino y alumbrar en la obscuridad no es del que se puede compartir... ¿Cómo se podría compartir la obediencia a la ley de los diezmos, una mente tranquila como producto de una vida recta, o la acumulación de conocimiento? ¿Cómo se podría compartir la fe y el testimonio? ¿Cómo se podría compartir con otros nuestras actitudes o nuestra castidad, o la experiencia de haber servido una misión? ¿Cómo se podría compartir con otros... Los privilegios del templo? Cada uno debe obtener esta clase de aceite por sí mismo. Pdte. Spencer W. Kimball, La Fe Precede la Milagro En nuestras vidas, el aceite de la preparación se acumula gota a gota por medio de una vida de rectitud. La asistencia a las reuniones sacramentales les agrega aceite a nuestras lámparas gota por gota a través de los años. El ayuno, la oración familiar, la orientación familiar, el control de los apetitos de la carne, la predicación del evangelio, el estudio de las Escrituras - cada acto de dedicación y obediencia constituye una gota que se agrega a nuestra reserva. Los actos de bondad, el pago de ofrendas y de diezmos, las acciones y pensamientos castos, y el matrimonio bajo el convenio eterno- todos éstos contribuyen sustancialmente a incrementar el aceite con el que podemos reabastecer a medianoche nuestras lámparas vacías. Pdte. Spencer W. Kimball